Capitulo 19: El demonio lobo

Roxy:

Me desperté y llamé a Flora para que me ayudara a vestirme, cuando estuvo ayudándome note que me miraba con cara de pena, seguramente por verme en ese estado, me habían quitado las vendas pero algunos moratones aún eran visibles.

Habían pasado dos semanas desde que encontramos a Fernando, dos semanas las cuales las había pasado tumbada en la cama mientras me recuperaba, aún me dolían partes del cuerpo por lo que necesitaba ayuda para hacer ciertas cosas como vestirme o ducharme.

Antes de ir a verle fuimos al comedor para desayunar, nada más entrar note la mirada de todos los presentes, me senté con las Winx las cuales me dirigían sus mejores sonrisas, se notaba que se alegraban de verme fuera de la cama.

- Contármelo todo por favor -dije mirándolas una a una

- No sabe quién es -dijo Stella mirándome a los ojos

- No sabe quiénes somos -dijo Layla visiblemente triste

- Se comporta como si fuera una bestia -dijo Tecna mirando su desayuno

- ¿Habéis hablado con el? -pregunté bastante preocupada

- Los dos primeros días solo emitía gruñidos -dijo Bloom visiblemente triste

- Después comenzó a comportarse de manera agresiva cada vez que entrábamos a su habitación -dijo Stella con la mirada perdida

- Si no fuera por las cadenas mágicas hace tiempo que se habría escapado -dijo Tecna mirándome con expresión seria

- ¿Esta comiendo? -pregunté mirándola

- Si, pero solamente come cuando la que le lleva la comida es Flora -dijo Musa con tono triste

- ¿Por que solo come cuando es ella? -pregunté extrañada

Todas pusieron mala cara al escuchar mi pregunta, casi como si esperasen la pregunta pero no les gustase la respuesta.

- ¿Qué pasa? -pregunté alarmada por su reacción

- Las cadenas tienen que ser recargas cada cierto tiempo -dijo Tecna mirándome a los ojos - Al segundo día le tocó a Flora... -

- Cuando las estaba recargando el las rompió... -dijo Flora comenzando a llorar

- ¿Qué te hizo? -pregunte abrazándola

- Parece ser que al Fernando salvaje si le gustaba la idea de quitarle la virginidad a Flora -dijo Layla visiblemente enfadada

- No -dije horrorizada por lo que acababa de escuchar - ¿El te... -

- Si -me interrumpió

- Se abalanzó sobre mi, no pude hacer nada para pararlo -dijo mirándome a los ojos

- Y eso no es lo peor -dijo Bloom mirándola con expresión triste - Flora está embarazada -

- ¿Como? -no podía creer lo que acababa de escuchar - Si la posibilidad de que un licántropo embarace a un hada es bajísima, o eso nos dijo la reina Marion -

- Bajísima pero no cero -dijo Tecna mirando a Flora

- No puede ser -dije mientras la abrazaba con mas fuerza - Lo siento mucho Flora -

- No es culpa tuya Roxy -dijo Flora mientras se secaba las lagrimas - Es culpa de ese maldito golpe en la cabeza -

- Si alguien que no fuera yo tenía que tener un hijo de Fernando me alegro que ese alguien seas tú -dije tratando de consolarla - Vas a ser una gran madre -

- Quien nos iba a decir a nosotras cuando volvimos de las vacaciones que íbamos a tener dos madres en el club -dijo Stella sonriendo

- ¿Dos? -pregunté extrañada

- Tengo un embarazo de mes y medio -dijo Musa con una sonrisa

- Felicidades -dije antes de abrazarla

- Dime por favor que este no es de Fernando -dije en tono de broma

- Es de Riven -dijo mientras se acariciaba la tripa

- Y yo que siempre pensé que la primera sería Bloom -dijo Layla sonriendo

Nada más terminar de desayunar fuimos todas a la habitación de Fernando. Me sorprendió que la escalera se encontraba repleta de guardianes de piedra mágicos, los cuales se encontraban en los extremos de la escalera.

Al llegar a la entrada vi que delante había dos guardias bastante más grandes que el resto, cuando estuvimos enfrente se apartaron dejándonos vía libre para entrar. Nada más abrir la puerta nos vino una ráfaga de aire frio que hizo que se me pusiera la carne de gallina, dentro ya no había ninguno mueble de los que había antes y los ventanales de los laterales ahora estaban tapados.

Fernando se encontraba en la cama con cadenas sujetando todas sus articulaciones hasta el cuello, en su cara tenía una especie de bozal mágico el cual solamente le dejaba abrir la boca para hablar o comer.

Vi que estaba igual que la última vez que lo vi, con su pelo un poco más largo que cuando nos conocimos y sus nuevas cicatrices, note que su ropa era nueva pero mantenía los nuevos detalles, sin camiseta, pantalones que solamente llegan hasta los muslos y sus muñequeras las cuales seguían cubriendo todo su antebrazo pero ahora siendo de un color verde, también tenía un collar gris en el cuello que no había visto nunca.

Estaba con los ojos cerrados, si no fuera porque le conozco pensaría que estaba dormido.

- ¿Para que es el collar? -pregunté mirándolo fijamente

- Para que no vuelva a pasar lo mismo que a Flora -dijo Tecna mientras se ponia a mi - Se activa cuando detecta que las cadenas pierden su energía y si Fernando se mueve aunque sea un centímetro recibe una descarga -

- ¿Por que no abre los ojos? -pregunté mirándole - ¿No se suponía que se ponía muy agresivo cuando entraban en la habitación? -

- La verdad es que es la primera vez que lo vemos así -dijo Bloom visiblemente sorprendida

- Fernando -dije acercándome a el lentamente

- No deberías acercarte tanto -dijo Musa intentando agarrarme del brazo sin éxito

- Que tranquilo está -dijo Flora mirándole

- Por fin despiertas -dije nada más abrió los ojos

En ese momento me fijé que por un momento sus ojos habían sido verdes para luego volver al amarillo característico de su transformación, sabía que no lo había imaginado, sus ojos habían sido verdes por unos pocos segundos, ese verde lo había visto antes, me puse a pensar de que me sonaba ese color verde.

Fernando mientras tanto me miraba fijamente, lo cual me llamaba la atención pues parecía que me reconocía ya que estaba muy tranquilo y su mirada me reflejaba tranquilidad.

Entonces recordé donde había visto ese verde antes, ese verde era del mismo color que la inmensa columna de energía que salió del bosque aquel día, lo cual me llamó la atención pues nunca me dijo que era capaz de hacer sus ojos verdes y expulsar su energía de tal forma que cree una columna gigantesca que ascienda hasta el cielo.

El me había contado que era capaz de cubrir su cuerpo con esa energía verde, pero nunca me contó que fuera capaz de hacer lo que hizo aquel día y también me decía que solamente tenía la transformación que había visto en varias ocasiones pero no tenía la capacidad de aumentar su tamaño, por lo que creo que él no sabía que era capaz de hacer esas cosas y que seguramente lo habría descubierto en su combate con los vampiros.

Nuestras miradas se cruzaron, vi que sus ojos habían vuelto a ser marrones por lo que tuve la esperanza de que al verme hubiera recuperado sus recuerdos, estire mi brazo para tocar su mano pero nada más tocarle comenzó a retorcerse violentamente, por un momento parecía que iba a ser capaz de romper las cadenas.

Flora me agarró para alejarme de el pues me había quedado paralizada viendo como se retorcía, siguió moviéndose hasta que recibió una descarga por parte del collar lo que le hizo gritar de dolor, me tape los oídos y cerré los ojos ya que no quería verle así, los abrí cuando deje de oírle, ya no se movía y la electricidad de la descarga aún era visible en el, le miré a la cara pero la descarga lo había dormido.

Me arrodille a su lado y comencé a llorar desconsoladamente, Musa y Flora me ayudaron a levantarme y me llevaron hasta mi habitación, las demás se quedaron observándome desde la puerta de la habitación mientras Musa y Flora me ponían el pijama. Tenía los ojos llenos de lágrimas y la mirada vacía, no podía quitarme de la cabeza la imagen de Fernando encadenado y en ese estado.

Musa y Flora se quedaron haciéndome compañía hasta que conseguí dormirme, sentí que ambas me daban un beso en la frente para luego salir por la puerta, escuché que ambas se ofrecían para cuidarme este día a lo que las demás accedían, después de un rato solamente se escuchaban las voces de Musa y Flora por lo que supuse que las demás se habían ido.

No podía dormir, pues cada vez que cerraba los ojos la imagen de Fernando encadenado me venía a la cabeza. Cuando me quise dar cuenta en mi reloj ya ponía que eran las dos de la mañana, me dispuse a intentar dormir cuando escuché una explosión proveniente de la torre en la cual está la habitación de Fernando, me levante intentando no hacerme daño y logré llegar a la ventana, lo que vi me dejó helada.

Fernando destrozaba a los guardianes de piedra de un solo puñetazo, estaba transformado pero en vez de medir tres metros media cuatro y su pelaje en vez de negro era verde además de que no tenía pupilas, no paraba de rugir mientas destrozaba a los guardianes de piedra, los pobres no eran capaz de hacer nada por detener su marcha hacia la puerta.

Los últimos guardianes que le impedían llegar a la puerta eran los dos guardianes gigantes, se veían bastante más poderosos que los demás pero igualmente sabia que no podrían con el ni aun siendo cien, Fernando se detuvo cuando estuvo enfrente suyo antes de soltar un aullido en su dirección, lo sorprendente fue cuando de su boca salió una ráfaga de energía verde la cual destrozó a los dos guardianes y la barrera de Alfea dejándole vía libre para irse.

Parecía dispuesto a saltar sobre la entrada pero sin previo aviso volteo en mi dirección, a pesar de que no tenía pupilas algo dentro de mí me decía que estaba mirándome, algo dentro de mí acaba de romperse al ver a lo que un día fue mi novio mirándome de esa manera tan vacía, miro hacia la luna antes de soltar un gran aullido que seguramente se escucho por todo Magix, de un solo salto lo perdí de vista.

Comencé a llorar desconsoladamente lo que hizo que Flora y Musa entrarán en la habitación.

- ¿Qué haces despierta? -preguntaron las dos mientras me ayudaban para que no me cayera

- ¡¿Por que no le habéis detenido?! -grite entre lágrimas

- Faragonda nos prohibió acercarnos a él cuando esta en esa transformación -dijo Musa con lágrimas en los ojos

- ¿Qué transformación? -pregunté después de que me sentarán en mi cama

- Parece ser que esa es una transformación que solamente tiene Fernando -dijo Flora mirándome a los ojos - Tiene esa transformación por ser un licántropo y ser el hijo de Bardock -

- Stella lo llama el demonio lobo -dijo Musa visiblemente triste

- ¿Ahora cada vez que se transforme se va a convertir en esa cosa? -pregunté con miedo

- Eso no lo sé -dijo Flora sentándose a mi lado - Roxy... -

- ¿Qué pasa? -pregunté al ver que me miraba con cara de pena

- Faragonda nos dijo que si Fernando se escapaba lo dejáramos en paz -dijo con los ojos llorosos

- ¿A que te refieres? -pregunté confundida

- A que debemos dejarle en el bosque -dijo Musa comenzando a llorar - Si está en el bosque nadie correrá peligro, si le volvemos a traer aquí lo más probable es que alguien salga herido -

- ¿Recuerdas lo que te dije de pasar página y no quedarse atada en el pasado? -dijo Flora secándome las lágrimas - Ahora te toca a ti -

- Es lo mejor para todos -dijo Musa mientras se secaba las lágrimas

- Por mucho que nos duela, el ya no es Fernando y no parece que vaya a volver a serlo -dijo Flora con la mirada perdida

- Ahora es una bestia -dijo Musa mientras le era imposible secarse las lagrimas - Que no nos conoce ni sabe quiénes somos y no dudará en hacernos daño si nos acercamos a el -

- Mira lo que te a hecho a ti y eres a la que más quiere -dijo Flora mirándome a los ojos

- Lo entiendo -dije mientras me tumbaba - Gracias por todo -

- Ahora quiero estar sola -dije cerrando los ojos

- Llámanos si necesitas algo -dijeron levantándose

- Vale -dije antes de que cerraran la puerta

Nada más escuche la puerta cerrarse comencé a llorar desconsoladamente, me estaba volviendo a pasar lo mismo mes y medio después, Fernando acababa de irse de mi lado otra vez, pero está vez parecía la definitiva, ya que si no me recordaba era imposible que quisiera volver a mí lado.

Muchos pensamientos horribles pasaron por mi cabeza en aquel momento, pero comencé a recordar todo lo que Sibylla, Aurora, Diana y Nebula me habían dicho, no ahogarme en mi propio dolor, no pensar en ello como algo malo en lo que tengas que quedarte dando vueltas, tienes que pensar que es una experiencia que te da la vida.

En ese momento deseaba estar con ellas y con mi madre, fue justo pensar en eso y notar unas presencias cerca mía, cuando me quise dar cuenta ya no estaba en mi habitación, me encontraba en el salón del trono de Tir Nan Og, fui corriendo a abrazarla nada más la vi.

- Mamá -dije mientras la abrazaba

- Hija mía -dijo devolviéndome el abrazo - La vida vuelve a tratarte injustamente mi rayo de sol -

- ¿Por qué la vida está empeñada en separarme de el? -pregunté mientras volvía a llorar

- Princesa Roxy -escuché a mi espalda

- Chicas -dije corriendo a abrazarlas - Sibylla, Aurora, Diana, Nebula, no sabéis lo mucho que os echaba de menos -

- Y nosotras a ti -dijo Diana sonriendo

- No hemos dejado de observarte -dijo Aurora guiñándome el ojo

- ¿Enserio? -pregunté mientras secaba mis lágrimas

- Nunca dejaríamos desprotegida a nuestra futura reina -dijo Nebula sonriendo

- O casi nunca -dijo Aurora sonriendo

- Tienes que tener paciencia Roxy -dijo Sibylla acariciando mi pelo - Ese chico volverá a ti -

- ¿Cómo lo sabéis? -pregunté confundida

- Estáis destinados a estar juntos -dijo mama sonriendo

- Ni siquiera recuerda quien soy -dije con tono triste

- Pero lo hará -dijo Aurora apoyando su mano en mi hombro

- El amor que ese chico siente por ti supera a cualquier magia -dijo Sibylla sonriendo

- A cualquier mal -dijo Diana

- A cualquier cosa -dijo Nebula

- ¿Qué es lo que dijisteis aquella vez? -pregunto mama con una sonrisa

- Hasta el final del mundo, siempre te querré -canto Diana

- Hasta el final del mundo, mi luz te guiará -canto Sibylla

- Hasta el final del mundo, te buscará mi amor -canto Aurora

- Hasta el final del mundo, te esperará mi amor -canto Nebula

- Hasta el final del mundo, tú amor me hará vivir -cantaron las cuatro a coro

- Hasta el final del mundo y más halla del mundo -cante junto a ellas

- Gracias -dije mientras les regalaba mi mejor sonrisa, pues estaban volviendo a ayudarme cuando mas las necesitaba

- Cuídate -dijeron todas a la vez

En ese momento desperté en mi habitación, ya era de día, por un momento dude si había sido un sueño o producto de mi imaginación, pero al ver que tenía un mensaje mi madre el cual decía hasta el fin del mundo, sonreí al saber que lo sucedido había pasado de verdad, fui a vestirme pero fui frenada por el dolor que aún sentía. Llamé a Flora y a Musa las cuales tardaron unos minutos en aparecer, pues seguramente acababa de despertarlas, me ayudaron a ducharme y prepararme para volver a ir a clase, salí de mi habitación feliz porque algo en mi interior me decía que Fernando volvería a mi lado.