Nueva historia de DxD, esta vez es el turno de las maduritas de la franquicia, espero que la disfruten y se la gocen, suponiendo que sobrevivan a la hemorragia nasal que posible y en un futuro tengan.
Descargo de responsabilidad: High School DxD no me pertenece, es propiedad de Ichiei Ishibumi, yo solo creo esta historia para entretener.
- Todo va a estar bien - Persona hablando
" Esto no puede ser real" Pensamientos
"- Necesito que te encargues de esto -" recuerdo o fantasía.
MILF Cooking Club
Capítulo 5: Jamón glaseado con miel y mostaza
La vista era simplemente hermosa, tanta perfección, tanto detalle, tanta belleza que era simplemente imposible creer que algo así existiera, cualquier otro en su posición se sentiría realmente afortunado de lograr disfrutar de lo que en ese momento era capaz de disfrutar y aun así en su caso simplemente no podía centrarse, para ella en ese momento especifico, su mente estaba en otro lugar, pensando en otra persona y en que estaría haciendo en ese momento.
Bueno no era tonta, sabía muy bien lo que debía estar haciendo y se odiaba a si misma por aceptar esa locura, pero odiaba aun mas a su madre por lograr convencerla de tal ridiculez, al final, quizás si era lo suficientemente tonta si permitió que las cosas salieran de la forma en la que salieron y peor aun, ella misma se sustrajo de la ecuación desde el comienzo, solo esperaba que al volver las cosas no se hubieran salido de control, pero una parte de ella le decía que quizás estaba teniendo expectativas muy altas respecto a ese asunto.
A este punto lo único que era capaz de pensar era que su madre era una digna representación de un demonio si con solo sus palabras fue capaz de seducirla al punto de abandonar sus convicciones y permitir todo esto.
- Rias, mira, mira, es muy hermoso - de repente se vio sacada de sus pensamientos cuando la voz de su inseparable amiga la llamo para hacer que viera en la misma dirección que ella.
Estaban en Florencia, Italia, ese era su actual destino en su viaje y claro estaban maravilladas con todo lo que veían al notar el arte del lugar decorándolo todo, no había estado aquí desde hace mucho y volver le trajo un sentimiento de nostalgia, aunque ciertamente sus reacciones se veían opacadas con respecto a las de su amiga a quien le brillaban los ojos en ese momento.
Era sorprendente el ver como todo parecía emocionarla, desde que empezó el viaje cualquier cosa nueva le llamaba la atención y la emocionaba cosa que la hacía sonreír, pues a pesar de todo, su amiga parecía no haber dejado de ser la niña curiosa que conoció hace años, aunque todo era maravilloso y estaban viendo cosas increíbles, la emoción en su caso era diferente, mas bien como un sentido de nostalgia y claro esta, también el como la cabeza se le carcomía con los pensamientos sobre que estaría ocurriendo en casa, aunque sabía bien que no era la única y eso lo pensaba mientras veía a su emocionada amiga.
"Es increíble lo fácil que finge que todo esta bien", no podía evitar pensar mientras notaba como su amiga parecía estar bien, como si todo estuviera bien para ella en ese mismísimo instante, "pero a mi no me engañas Akeno", pero ella sabía la verdad, Akeno era muy buena escondiendo sus sentimientos tras una mascara de serenidad o una sonrisa, pero ella la conocía bien y sabía que las cosas eran muy diferentes.
Tal vez en el día se viera normal, una chica alegre y divertida disfrutando de hacer turismo mientras viajaba, pero en las noches, en la seguridad de los muros de su habitación, bueno, la cosa era diferente, sin ir mas lejos su animo se tornaba cambiante, iba desde una reina del drama con profunda depresión hasta una lujuriosa ninfomana rogando por que su novio la tomara hasta que salga el sol nuevamente.
¿Como lo sabía? bueno, en esencia compartían la misma habitación en los hoteles, salvo que esta habitación siempre se componía de das cuartos separados, de esa manera ambas podían tener su privacidad sin estar realmente separadas y eso fue lo que le permitió ver a su amiga en sus estados mas locos, no en un principio claro, porque resultaba que Akeno no dejaba salir esa parte de si misma hasta asegurarse de que ella estaba dormida.
Sin embargo, una noche cuando a mitad de la noche se despertó sedienta, al ir al baño y volver logro captar ciertos gemidos de la habitación de la pelinegra que le preocuparon y con cuidado entreabrió la puerta para encontrarse a la chica llorando desconsolada diciendo que extrañaba a Issei y que ya quería regresarse a casa, considero entrar y calmarla hasta que la vio reprenderse a si misma por ser tan mimada y decir que todo estaría bien antes de volver a dormirse.
Dejó el asunto así solo por esa noche y se prometió que a la noche siguiente de repetirse, entonces si, entraría y la ayudaría a sobrellevar lo mucho que extrañaba a Issei, en esa ocasión no se durmió de inmediato, mas bien espero hasta que consideraba que la chica se liberaba de su mascara para acudir con ella, sin embargo aquella noche el espectáculo con el que se encontró fue totalmente diferente.
Si, una vez mas la encontró despierta y activa como la noche anterior llamando a Issei, solo que en esta ocasión la encontró masturbándose rogando por su polla, gimiendo de frustración al no tener suficiente solo con sus dedos y deseando que él estuviera allí para satisfacerla, de mas esta que encontrársela desnuda en una actividad tan intima la puso a hervir de la vergüenza y con el rostro rojo se regreso a la cama, era curioso su comportamiento ante lo visto si se consideraba que ya se habían visto desnudas antes y habían hecho otras cosas en ese estado, pero esto era una flagrante invasión a la privacidad de la pelinegra y ella no era una voyeur.
Trato de evitar volver a ver en su habitación para no volver a atraparla en un momento de auto consolación, pero la preocupación por su amiga fue mas y con ello fue a mirarla, así se percato de que según su animo del día, la noche podía ser diferente, risueña, llorosa, deseosa, en fin, pero todo siempre tenía el mismo eje, Issei, lo extrañaba y quería verlo.
En cierta forma esto era culpa de Issei, la mimaba demasiado, la tenía muy malcriada, incluso desde antes de iniciar su relación, era como si para Akeno, el afecto de Issei fuera una droga a la que era adicta y no quería dejar de serlo y pasar por este periodo de inanición, bueno, estaba poniendo a prueba su propia cordura.
No es que no la entendiera en realidad, es decir, ella también lo extrañaba y mucho, al punto de que a veces dolía no tenerlo a su lado, como Akeno, ella también se había hecho muy dependiente del castaño, pero por su propia educación estaba en mayor capacidad de controlar esos impulsos que a veces le llegaban de mandar todo al carajo y regresarse a casa a estar con el hombre de su vida.
Sacudió su cabeza para salir de sus recuerdos de lo que venía siendo este viaje con su amiga y la miro una vez mas, era increíble que la chica ante ella fuera la misma que veía en las noches, pero se la debió ver venir si incluso el mismo día que partieron pudo ser testigo de como la chica parecía que se rompía ni bien el tren en el que iniciarían este viaje empezaba a moverse y dejar la estación.
Suspiro, aun faltaba mucho antes de regresar, ademas de que se suponía que estas semanas que estarían fuera serían las que esas mujeres aprovecharían para mover sus fichas.
"Solo espero que Akeno se controle" no pudo evitar pensar en eso mientras una vez mas veía a su amiga la cual ahora tenía su atención en otra cosa mientras recorrían el lugar, "Okaa-sama, ¿cómo fue que nos convencieron de esto?" pensó lo ultimo mirando al cielo recordando como llegaron hasta aquí, aun incrédula, no importaba cuantas veces repitiera ese escenario en su mente, de que ella aceptara participar de todo esto y aun mas Akeno que de hecho podía llegar a ser muy, muy celosa cuando se trataba de Issei, varias veces ya habían peleado solo para defender su creencia de quien era la favorita de Issei, que aceptara todo esto era de no creer.
Simplemente rogando que todo saliera lo mejor que se pudiera, dejo de lado por ahora esos pensamientos y mejor se centro en continuar disfrutando del viaje, cosa en la que Akeno ayudo cuando sorpresivamente la tomo de su brazo entrelazándolo con el suyo para arrastrarla a ver mas cosas en este poco menos que viaje de locos.
Locura, si le preguntaran como es que definía la actual situación en la que ahora se encontraba envuelto, la única forma que encontraba de hacerlo era como una jodida locura y para como estaban ocurriendo las cosas, la verdad sea dicha, no encontraba una salida para esto y para colmo la otra implicada en todo este lío no es que estuviera siquiera interesada en encontrarle una solución.
Venelana era un demonio, esa linda carita escondía una mujer manipuladora, es decir, si, el fue quien cedió la primera vez, movido por su propia libido insatisfecha, la tristeza y un poco torciendo las palabras de Rias a su favor, termino en la cama con esa caliente castaña disfrutando de sus obscenas y maduras carnes, pero claro esta que en su mente pasado el momento de excitación se reprendió el hecho de que acababa de no solo traicionar a Rias, también había mancillado el cuerpo de su suegra, bueno, de una de sus suegras.
Acabo prometiéndose a si mismo que eso había sido cosa de una sola vez, esa sola y única vez, luego de eso intento volver al anterior estatus quo con la castaña, solo para acabar fallando miserablemente.
La siguiente vez que se quedaron a solas, una vez mas cedió a los placeres prohibidos que Venelana le ofrecía y el como un pobre corderito se dejo arrastra a la carnada que ella le ofrecía por mucho que su subconsciente le gritara que resistiera y acabo una vez mas con esa mujer en la cama.
Claro que no todo fue malo, al menos entre orgasmo y orgasmo se fue enterando de un sin fin de cosas que llenaban huecos respecto al comportamiento mismo de Venelana desde que iniciara su relación con Rias, no, de hecho si lo pensaba bien, era mas acertado decir que ese comportamiento venía desde mucho antes de iniciar su relación con Rias dos años atrás.
Explicaba mucho el porque de que ella fuera tan, burlona y coqueta cuando esta cerca, como no parecía molestarle el que él acabara por sentir partes de su cuerpo que no debía en una situación normal, tampoco le habría dado ese tipo de comentarios de doble sentido que en mas de una ocasión le habían llevado hasta el punto de sentirse mareado de lo rojo que acababa y que terminaba con Rias y Venelana peleando, si es que se le podía decir así al hecho de que Rias le reclamara, mientras Venelana parecía estar a la mitad de un ataque de risa.
Pero la razón de que creyera que Venelana fuera un demonio escondido tras un obsceno cuerpo, vino cuando fue a meterse en su cabeza, revolviendole las ideas mientras lo seducía con su coqueta voz contra su oído asegurandole que todo estaba bien en lo que hacían, que podía considerarlo como practica sobre como complacer a Rias cuando volviera, aprender a ser el hombre ideal de la pelirroja practicando con ella e incluso dejándole claro que ella también sentía algo por él en la misma o incluso mayor intensidad que su hija.
- Aun si Rias se enfurece y te deja, seguirás teniéndome a mi, yo seré tu novia... aunque, algo me dice que ella no se opondrá Ise-chan - recordaba que eso fue lo que le dijo en una ocasión cuando Issei aun intentaba resistirse a esa caliente mujer, claro que ya había perdido esa batalla pues él estaba desnudo y con Venelana pajeando su enhiesta verga casi que con adoración, - ademas ella ya te comparte con Akeno-chan, no creo que le importe compartir con su madre, puedes llamarlo mi instinto materno si quieres, pero es lo que creo - termino su declaración con esa fase cuando vio el deseo de preguntar de Issei como estaba tan segura de lo que le decía, luego de eso aun tenía sus dudas, pero el hecho de que Venelana con un baile sensual se le desnudara ante sus ojos, bueno, le apago el cerebro a toda idea que no fuera reventarle el coño a pollazos a esa MILF.
Luego de eso y aunque sabía que estaba mal, no pudo evitar continuar esta extraña relación con la castaña, aunque eso si, sus palabras de ese día no se le iban de la cabeza, era como si supiera algo que él no y disfrutaba verlo así de confundido mientras lo arrastraba a sus caprichos, aunque tampoco es que pudiera hacer mucho respecto a eso, es decir, ella jugaba sucio con el, en mas de un sentido.
El tenía llave de la casa de Venelana, la tenía desde hace mucho, en cierta forma era como su segundo hogar y cuando le invitaban a comer o lo que fuera no tenía que tocar pues le habían dado la llave en una forma de decirle que era parte de la familia y justamente eso fue lo que lo metió en problemas, pues de vez en cuando Venelana solía llamarlo alegando que necesitaba su ayuda para mover alguna cosa o realizar un esfuerzo que requiriera de la ayuda de un hombre y claro el desde joven siempre fue muy servicial y dispuesto a ayudar si estaba dentro de sus posibilidades.
Fue así como en varias de esas ocasiones acabo en la casa de Venelana y Rias siendo asaltado nada mas entrando por una ansiosa castaña que lo besaba como si nada antes de cerrar con sus piernas la puerta tras ellos y si la necesidad los sobrepasaba acababan cogiendo ahí frente a la puerta, aunque nada superaba a la vez que entro y al no ver a la mujer la busco por la casa, solo para encontrarla en el cuarto de Rias, totalmente desnuda y masturbándose, dejando sobre las sabanas un buen charco de sus jugos antes de invitarlo a unirse a ella en tan desvergonzada campaña, lo peor, él acepto y antes de darse cuenta estaba en la cama de su novia, cogiéndose a la madre de esta por cada agujero que tenía en el cuerpo.
Si, ella era un demonio, uno sexy y libidinoso, pero demonio a fin de cuentas y él un perfecto imbécil que simplemente no era capaz de parar con aquella extraña relación en la que estaba ahora con la madura mujer y eso era lo que los traía a la actual situación, dos semanas después de esa primera vez juntos donde el se prometió no ceder de nuevo a la tentación que le provocaba Venelana, promesa a la que falló completa y miserablemente.
- ¡AH! - el gemido fue ensordecedor de parte de la mujer la cual se encontraba acostada en una cama con sus piernas recogidas a uno de sus costados mientras su coño era acribillado por la polla de su joven amante que no dejaba de empujar enardecido, - ¡me gusta esto! ¡continua así! ¡empuja aun mas profundo dentro de mi! - acabo pidiendo mientras sentía como sus entrañas se revolvían por los constantes embates del castaño.
Estaban en un hotel, ni siquiera estaba seguro de porque se fueron a un hotel cuando en su casa no es que hubiese alguien que pudiera detenerlos, pero al parecer esta vez Venelana quería una cita completa, flores, cena, baile y claro esta, un final feliz, muy, muy feliz de hecho, lo cual se tradujo en sexo guarro y sin protección en la suite de un hotel.
Fue nada mas llegar y como ya era costumbre, la mujer reclamo sus labios mientras lo conducía a la cama, de alguna manera el acabo desnudo y ensartando su polla en el interior de la castaña, mientras que por su parte ella, bueno, no estaba desnuda propiamente, pero las zonas importantes si que estaban libres y a la vista, lo cual se traducía en que su blusa estaba en su cintura revelando que de hecho ni sujetador usaba, algo predecible dado que pudo ver y sentir sus pechos durante su cita de una manera que de llevar sujetador no habría podido y en cuanto a la parte de su cuerpo comprendida de la cintura para abajo, lo único que quedaba de su ropa eran unas bragas de encaje rojo a medio muslo, que incluso servían como amarre para mantener sus piernas sin separarse, cosa que se traducía en que su maduro coño ahora se sentía aun mas apretado que de costumbre.
Cualquier otra cosa se había ido, bueno salvo su maquillaje que resaltaba sus carnosos labios por el color carmín que los adornaba, la sombra de los ojos que los hacía mas seductores y curiosamente un collar de joyas alrededor de su cuello que pese a lo poco que encajaba con el resto de su actual apariencia, en cierta forma le quedaba, es decir, nada mas él enfilo su polla contra su coño, ella le dejo muy claro lo que quería y eso era que la tratara como una puta a la que había contratado, de verdad que a esa mujer le gustaba el sexo guarro, no es que se quejara o le fuera ajeno considerando que tenía por novia a Akeno.
Entonces y queriendo tomar el control, Venelana finalmente se retiro sus bragas, aunque no es que se deshiciera de las mismas cuando las coloco en la boca de Issei luego de dejarle o mas bien obligarle a inhalar su pervertido olor y ya con sus piernas libres sin sacar la polla dentro de ella se levanto y empujo a Issei para que esta vez fuera el quien se encontrara recostado en la cama con ella sobre el, con sus piernas a cada lado de su cintura cabalgándolo y dándole una hermosa vista de sus rebosantes tetas brincar con cada sentón que le daba.
- ¡Carajo! ¡una mujer frustrada como yo, pierde muy rápido el control cuando golpeas contra mi útero con esa polla tuya Ise! - le decía eso mientras ahora cambiaba el sube y baja de sus caderas sobre su eje de carne por un erótico baile de lado a lado cobre la misma, al parecer para disfrutar del obsceno coqueteo que le dedicaba la punta de su polla a la entrada de su matriz que por el goce en el rostro de Venelana era obvio que estaba disfrutando, - ¡así que toma la responsabilidad cariño y continua golpeando mi útero con tu obscena y gorda polla! - era una petición, se suponía que era una petición, pero por el tono que usaba, mas sonaba a una orden y no es que le molestara cumplirla de todos modos.
Así pues, Venelana volvió a montarlo, subiendo y bajando sobre su eje, ahora con mas brío, casi como si su deseo fuera que el chico atravesara la ultima barrera y reclamara lo que podría considerarse como su ultimo reducto virgen con su polla y como la cereza en el pastel para sellar el trato que le proponía a Issei se agacho para ofrecerle su enormes jarras para que jugara con ellas a placer y vaya que acepto gustoso hacerlo.
"Fufu, eres como un bebe Ise" no pudo evitar pensar cuando lo vio prendido de sus pechos, jugando con su lengua contra sus pezones, chupándolos, mordiéndolos, estirándolos, todo aquello solo la hacía gemir mas duro y ponerse mas húmeda, si su hija no estaba aprovechando de la vitalidad del castaño ni la mitad de lo que ella lo hacía, entonces su pequeña estaba desperdiciando al semental que tenía por novio el cual absorto en succionar sus pechos no era siquiera consciente de la mirada que le daba en ese momento la castaña que al verlo tan obsesionado con chuparle las tetas, solo pudo pensar en una cosa, "no saldrá nada no importa cuanto te esfuerces Ise", ese simple pensamiento la hizo lamerse los labios con lascivia cuando a ese pensamiento le siguió otro que lo complementaba, no es que de verdad lo esperara pero tampoco es que le molestara la idea si es que ocurría.
Continuaron así, con el castaño encargándose de todas sus zonas erogenas de alguna manera, su polla ensartada hasta lo profundo de su coño asediando su útero, su boca devorando sus pechos y sus manos, jugando obscenamente con su culo, especialmente sus dedos que se jugaban especialmente con el rosado agujero trasero de Venelana haciéndola delirar y acercarse veloz a su inminente orgasmo, uno mas a la cuenta de esa noche en la cual de hecho, ya había perdido la cuenta sobre el número de veces que se llevaba corriendo ya.
Entonces sintió como el chico empezaba a hincharse allí abajo y eso solo significaba una cosa, estaba por correrse, cosa que se noto cuando en un movimiento imprevisto de parte del chico volvió a tomar el control regresandola a la cama antes de empezar a embestir como un toro embravecido contra su coño, haciéndola chillar de placer y movida por el morbo de la situación y sus últimos pensamientos cerro las piernas tras él con una sola consigna clara, Issei tenía terminantemente prohibido correrse afuera.
- ¡ME ESTOY CORRIIIEEENDOOOO! - lo dijo en un grito atronador cuando su orgasmo la asalto ni medio segundo después de sentir como el chico liberaba su blanca lava en lo profundo de su matriz derritiendo sus paredes internas por el placer, ese grito pese a lo ensordecedor, también era tan goloso, tan juguetón, era mas que evidente que estaba disfrutando no solo de su orgasmo, sino de la situación en general.
Les llevo un instante recuperarse, había sido un climax bastante intenso, especialmente para ella, se suponía que ella debía tener el control, ser la maestra de su amante, enseñarle cada punto, cada zona erógena en su cuerpo y hacerlo su amante perfecto, pero ese chico tenía talento natural para estas cosas, no necesitaba mucha instrucción, ya fuera por sus recuerdos con Rias, su instinto o algo mas, sabía donde atacarla para darle tanto placer que su cerebro quedara en blanco, es decir, incluso encontró su mayor debilidad en su puerta trasera y reclamo propiedad sobre el virginal agujero, a sus ojos, sería un verdadero desperdicio no aprovecharlo.
Con eso en mente y viendo a su joven amante jadeando pesadamente sobre ella, cansado por el esfuerzo peo lejos de estar satisfecho y eso se lo decía lo dura que aun le sentía la polla en su interior, se levanto un poco antes de con sus manos tomarlo del rostro y plantar un beso, ya no cargado de lujuria y deseo sino uno lleno de amor antes de separarse para recuperar el aire que tanto necesitaban ambos aunque sin retirar sus manos de su rostro, quería que la siguiera viendo, le gustaba como la veía cuando el brío de la lujuria pasaba, lo volvió a besar una, dos y hasta tres veces mientras el chico solo respondía a los besos, aun estaba jadeante tratando de recuperar el aire como para hablar.
- Lo hiciste muy bien Ise - lo elogio y no porque no quisiera lastimar su orgullo como hombre, sino porque de verdad que la estaba satisfaciendo y tras aquel elogio lo beso de nuevo, el chico no respondía, solo jadeaba, pero no necesitaba que hablara, su enhiesta polla pulsando dentro de ella le decía todo lo que necesitaba saber y sonriendo esta vez con mas picarda, le dijo con una voz mas baja y cargada de sensualidad, - ¿que te parece si vamos por la siguiente ronda? - antes de besarse de nuevo, esta vez de manera mas pervertida antes de retomar sus negocios de aquella noche.
Era algo increíble, esa mujer lo traía loco, no se podía resistir, o quizás era mas bien que no quería hacerlo, - ...sei-chan - simplemente no entendía como es que ella podía deshinibirlo tan facil, al punto de que cualquier idea de resistencia se iba de su mente y era reemplazado por el mas firme y puro deseo de poseer a esa mujer, - ¿Issei-chan? - en definitiva, las MILFS podían llegar a ser verdaderamente aterradoras.
- ¿¡Issei-chan!? - se vio sacada de sus pensamientos sobre sus ultimas andanzas con la castaña madre de Rias cuando escucho a alguien llamándolo ya en un tono un tanto mas alto al ver que de otra manera el chico ni un poco de atención le ponía.
El sobresalto que se llevo incluso lo termino avergonzando, no se esperaba estar así de metido en su pensamientos y recuerdos, aunque como culparlo cuando aun ahora sentía que Venelana no le estaba diciendo todo sobre lo que ocurría y no era tan tonto como para pensar que podía obligarla a decirle, por eso ante el llamado abrió los ojos sorprendido y al mirar a quien requería su atención se encontró con el preocupado rostro de una rubia de enormes pechos a la que conocía muy bien, su nombre era Yasaka y al parecer le parecía extraño el comportamiento del castaño.
- ¿Me estas escuchando? - su pregunta tenía dos sentimientos que le fueron fáciles de leer para él, primero la preocupación, el que pese a que lo llamaba lo encontrara así de distraído y disperso le preocupaba creyendo que quizás estaba teniendo algún problema o algo por el estilo y el otro el enojo al sentirse ignorada por el joven castaño, - te estaba pidiendo tu opinión Issei-chan, ¿crees que estoy asando esto correctamente? - sin embargo dejo de lado todo eso para preguntarle algo al chico sobre su método para cocinar su actual platillo durante la reunión del club de ese día.
Se sintió avergonzado al estar tan distraído como para no percatarse de la mujer que le pedía consejo, aunque del otro lado se sintió intrigado por el hecho de que le pidiera consejo a el, no es que no supiera cocinar, era buen cocinero, su Onee-chan le enseño y le demostró lo bueno que se le daba la tarea, pero no estaba seguro de que el fuera el indicado para instruir adecuadamente a la rubia, aun así algo podía y debía decir ya que le preguntaban.
- ¡Hum, si! - se sintió estúpido diciendo algo tan simple luego de hacerla esperar tanto por su atención, - ¡eso se ve bien de hecho! - fue lo que finalmente dijo para completar su opinión sobre lo que la rubia cocinaba en ese momento.
El plato del día era hamburguesa, bueno al menos la carne solo que con una variante cambiando el típico plato de comida rápida por una preparación mas fina, a veces eran así, elegían un plato sencillo y probaban maneras de como hacerlo mas exquisito y en esta ocasión la carne de hamburguesa que preparaban estaba siendo asada a fuego lento hasta alcanzar el punto de cocción adecuado, es decir dejando la carne jugosa bañada en una salsa de miel dándole un brillo dorado al corte de carne y asentado sobre una cama de vegetales para contrastar con la proteína.
Era un plato que se antojaba delicioso y en este momento la encargada de cocinar la carne era la mismísima Yasaka quien no quería pasarse del punto de cocción y por eso le preguntaba, esperando que el pudiera darle una opinión sobre si la carne estaba bien o no.
"Se que Onee-chan empezó este club de cocina para distraerse y convivir con sus amigas, compartiendo recetas, enseñándose las unas a las otras trucos para cocinar y todo, pero..." no pudo evitar ese pensamiento al considerar como estaban ocurriendo las cosas en ese momento con él y con cierta miembro del club, "no se como se tomaría si supiera que una de sus miembros, es decir, Venelana es ahora algo así como mi amante", y si era honesto consigo mismo, tampoco es que quisiera averiguarlo, era un secreto que planeaba llevarse a la tumba, por su seguridad y la de la castaña, conocía a su Onee-chan después de todo y sabía que podía llegar a ser... sobreprotectora.
- Hoho, ¡eso se ve tan delicioso! - sonrió al ver a la alegre rubia ante el, era curioso como en ese momento mas parecía una niña entusiasmada porque probaría algo nuevo y de seguro delicioso, incluso podría jurar que estaba babeando un poco en anticipación mientras veía la jugosa carne asándose ante ella.
Claro esta que con el obsceno cuerpo que tenía esa mujer, era claro que de niña no tenía nada, es decir, su camisa ese día era particularmente escotada, incluso alcanzaba a ver el lunar escondido entre el valle de sus enormes mamas, podía ver el inicio de su sujetador también, en ese punto, considerando lo enormes que eran sus senos y el gran escote que tenía su camisa, empezaba a preguntarse si es que ese escote era natural o mas bien era el producto de ese enorme par de tetas estirando la camisa mas allá de sus limites.
En este punto le era un tanto difícil despegar la vista aunque hacía esfuerzos para no ser demasiado obvio, aunque en su mente estaba muy claro cual carne preferiría devorar en su caso, era una completa realidad por mucho que se reprendiera por dejar que sus hormonas estuvieran tomando de nuevo el control, es decir, fueron ellas las culpables en un primer momento de meterlo en el problema en el que estaba ahora con Venelana, por eso prefirió hacer platica con ella para intentar distraer su mente y enfocarla mejor en lo que importaba en ese momento, es decir, ayudar a Yasaka con las hamburguesas que estaba asando, aunque al final simplemente no pudo dejar de pensar y analizar toda la situación en la que estaba.
"No es que me queje, pero... nunca me imagine que el deseo sexual de Venelana fuera tan fuerte, de hecho supongo que es algo de familia", recordó a Rias quien cuando quería hacerlo no aceptaba un no por respuesta, bueno tampoco es que el le quisiera decir que no tampoco, "ahora me llama de vez en cuando para hacerlo conmigo" lo de de vez en cuando era un eufemismo, porque estaba seguro de que no era una exageración decir que si por ella fuera, no querría salir de la cama y tampoco dejarlo salir a él.
Porque si algo le había demostrado Venelana era su fogosidad, carajo era bastante desinhibida y le gustaba probar de todo, sinceramente, aun ahora, seguía pensando que su ex esposo debía de ser idiota para tratarla de frígida y luego de experimentar de primera mano lo 'frígida' que podía llegar a ser, su visión de ese hombre solo se asentaba mas, aunque claro, él ya sabía la verdad sobre la castaña, ella misma se lo dijo.
"Ahora que lo pienso... no es que fuera un versado en las artes sexuales, pero tampoco soy virgen" mientras amasaba algo de carne para integrar los ingredientes no pudo evitar caer en cuenta en un ligero detalle de todo esta situación con Venelana, "y aun así, siento que ella me esta dando un curso intensivo sobre un numero increible de diferentes técnicas", de todo lo que estaba aprendiendo de esa castaña pechugona y pervertida, estaba seguro que algunas de esas cosas acabaría usándolas para complacer a Rias y Akeno, solo esperaba que nunca le preguntaran donde las aprendió o estaría en problemas, nunca fue bueno mintiendo y con ellas era incluso mas transparente, así que no estaba seguro de salir de esa situación, al menos no con su hombría pegada a el si se enteraban.
- ¡Juju, huele delicioso y debe saber aun mejor! - de repente se vio sacado de sus pensamientos cuando escucho a Yasaka a su lado alabar lo que se cocinaba en ese momento, aunque lo admitía, el aroma que desprendía la mezcla de la carne con las especias y demás, era bastante cautivador y abría el apetito, - ¡no puedo esperar para comer! - estaba quizás demasiado entusiasmada solo por el hecho de comer una carne de hamburguesa, pero no fue capaz de desanimarla.
"Que comilona que es" ese pensamiento llego a su mente mientras una gota de sudor bajaba por su nuca l ver la imagen ante el de una Yasaka que parecía ansiosa por sacar la carne del asador y empeaar a degustarla, aunque considerando como olía y se veía era un tanto entendible, pero eso no quitaba que parecía que Yasaka era de buen comer, "me pregunto, ¿a donde ira toda esa comida?" no pudo evitar la pregunta en su mente considerando que desde que empezó el club, Yasaka era de las mas entusiastas por probar lo que preparaban y eso le decía que era una mujer que comía mucho y aun así tenía un cuerpo menudo, así que a donde se iba toda esa comida, era la pregunta que no podía evitar hacerse de vez en cuando.
Entonces sin querer su vista se desvió a los tremendos pechos de la rubia, eran de verdad enormes y eso ya era decir mucho considerando las mujeres que hacían parte de su vida, desde su Onee-chan hasta sus novias, los senos de Yasaka eran otra liga y eso que el ya había visto y sentido los de Akeno que según la ultima medición a los mismos, ya superaban los 100 centímetros.
"Quizás el exceso de calorías se van ahí" pensó sin poder dejar de ver los pechos de Yasaka otro tanto, le sorprendía que siquiera esa camisa que llevaba ese día fuera capaz de contener tremendas ubres, debía ser tela de muy buena calidad para no ceder y arrancarse debido a la presión.
Fue entonces que viendo la dirección que estaban tomando sus pensamientos y lo fija que tenía la mirada que se reprendió y con un ligero meneo de su cabeza para alejar esos pensamientos mejor desvió la mirada y trato una vez mas de concentrarse en lo que hacía, aunque eso si, maldijo a sus hormonas por estar tan descontroladas y a Venelana por ser la causante de tenerlas tan descontroladas las ultimas semanas.
"Al menos por esta ocasión Venelana se esta perdiendo de la reunión del club", lo pensaba con alivio de hecho, de lo contrario con ella cerca, quizás las cosas se habrían descontrolado mas, aunque ya pensando en eso, le preocupo la razón por la que la castaña no estaba en primer lugar, "la razón de ello es que tiene que atender los negocios de la empresa Gremory", era un asunto importante claro esta, pero no por eso se iba a preocupar menos, solo esperaba que todo saliera bien.
Los negocios de la familia de su novia, originalmente los manejaba su hermano Sirzechs, pero después de la muerte del mismo, alguien debía de hacerse cargo de los mismos y ya que la premisa se mantenía en que el liderazgo era cuestión de la familia, con base a ello, alguien mas dentro de la familia debía de tomar las riendas y dada la situación, ese cargo recayó en Venelana quien era la única en el momento que podía asumirlo, no era lo que ella quería, lo supo hace mucho, Rias se lo dijo, que si bien no tenía problema en asumir el liderazgo no era algo que le emocionara mucho, pero ella se haría cargo de la empresa y sus operaciones en Kuoh, al menos hasta que Rias alcanzara la mayoría de edad y entonces podría tomar las riendas de lo que era suyo por herencia o al menos ese era el plan, llevaba preparándola para ello desde hace mucho y en los últimos años a el le enseñaron también un tanto de como funcionaban esos negocios y de etiqueta, nunca entendió bien porque, aunque a día de hoy suponía que como su consorte él debía de proyectar una imagen adecuada también, pensamiento que lo sonrojo pues sentía que se estaba adelantando mucho a los hechos, es decir, ya se imaginaba casados y aun eran unos adolescentes.
En realidad, originalmente debió de ser Grayfia quien era la esposa del difunto pelirrojo, de hecho se lo pidieron en su momento, pero ella se negó, no se veía capaz de dirigir algo como eso o mas bien no quería hacerlo, no era lo suyo, nunca se vio como una líder propiamente dicho, era mas de ser la mano derecha que el jefe en si mismo y aunque nunca se lo pregunto siquiera, una parte de él sintió que también se negó porque quería cuidarlo, que para ella él era mas importante que ser la dirigente de una corporación y a veces pese a que nunca se lo reprocho, se sentía culpable por eso, aunque viendo a su hermosa Onee-chan en ese momento, la sonrisa que tenía y el brillo en sus ojos, bueno, parecía que ella había tomado la decisión correcta, al menos así lo sentía en su corazón.
- Sip, continua de esa manera, lo haces muy bien - Grayfia se veía muy feliz en ese momento mientras animaba a Shuri quien estaba dándole forma a algunas de las hamburguesas, de verdad que se veía radiante con esa hermosa sonrisa en su rostro, pese a que frente a ella su compañera parecía pasar dificultades.
- ¡Ush, me rindo! la forma que tiene... no se, creo que se ve raro - Shuri por su parte estaba hecha un mar de frustración, generalmente era muy hábil con las manos, pero esas hamburguesas le estaban costando demasiado y la paciencia se le acababa viendo que no estaban tomando la forma que vio cuando Grayfia hizo las primeras.
Sonrió, no importaba las decisiones pasadas, la felicidad de su Onee-chan era lo importante y ver que se divertía en ese momento le quitaba todas sus inseguridades y culpas, ademas, si era honesto consigo mismo, no se imaginaba actualmente una vida con su Onee-chan lejos, en ese sentido sentía que podía ser egoísta y de cierta manera querer a la peliplata a su lado tanto como pudiera, eran familia después de todo.
Aun así, se encontró a si mismo extrañando a Venelana, no es que no entendiera que los asuntos que debía de atender eran importantes, pero considerando su relación actual, no tenerla cerca se sentía... raro, por no decirlo de otra manera.
"No es que me queje, es mas, este descanso es mas que bien recibido" no mentía, creía que sus novias eran fogosas, pero Venelana, eso era otra liga, así que tomar un descanso luego de tanto, pues, ejercicio, no le venía mal a nadie, "sin embargo, me sorprende lo mucho que me hacen falta nuestras sesiones", en ese momento su sentir respecto a la ausencia de la castaña era ambivalente.
Es decir, se sentía como la primera semana desde que sus chicas se fueron, se sentía un tanto vacío, eso a nivel sentimental y a nivel físico, era mas bien estar urgido, aunque que se podía esperar de un adolescente con las hormonas alborotadas, para bien o para mal, Venelana resulto ser un bálsamo para las bolas azules que se le estaban formando, porque sí, el también era bastante fogoso y luego de tanto tiempo de compartir una relación física con sus dos novias se podría decir que desarrollo cierta adicción por el placer de la carne, pro decidió mejor no seguir pensando en eso, una vez mas, no le hacía bien de ninguna manera ni a su cabeza de arriba, ni a la de abajo y por ello sacudió su mente, esperando así también sacudirse esos pensamientos.
"¡Como sea, el hecho es que Venelana no esta aquí y punto!", se dijo mentalmente para tratar de finiquitar ese asunto, aunque era mas difícil de lo que pensaba cuando sentía que tras todo lo acontecido con la castaña había mas de lo que ella le dejaba saber, es decir, esa forma de hablar suya no era normal, como si ella ya supiera algo que el ignoraba por completo.
- Hmmm, creo que a esto le haría bien unas cuantas especias - mientras el divagaba en su mente, a su lado Yasaka pensó que quizás el plato podía mejorarse dándole un poco mas de sabor y se lo comunicó a las demás, - ¡Oh, ya sé! haré una mezcla de especias para carne que leí hace algún tiempo, iré a la despensa, ya regreso - se fue alegre en busca de lo que sea que necesitara dejando curiosas a las demás en la sala.
La despensa estaba fuera de la cocina, un lugar espacioso para todo lo relacionado con los implementos para sus reuniones de cocina, las dos mujeres quería saber que era lo que tenía preparado, es decir, el olor que les llegaba de por si ya demostraba que la carne debía tener un sabor exquisito, que la rubia creyera que podía mejorarlo, bueno eso les daba curiosidad y por ello la dejarían hacer, en cuanto al castaño, el aun ni siquiera notaba que la rubia a su lado se había marchado, tan ensimismado estaba en ese momento.
"¡Ahhh, que mas da! solo por hoy, me concentrare en ayudar en el club y se acabo" ya le estaba dando migraña por querer dárselas de detective, así que al menos por ahora, dejaría el tema de lado y mejor se centraría en la tarea actual que no era otra que ser el ayudante de cocina de las tres mujeres.
Continuaron así por unos diez minutos, preparandolo todo y durante ese tiempo nada mas importaba fuera de terminar de cocinar, incluso el castaño dejo de interesarse en nada que no fuera su tarea actual, mas sin embargo había un hecho que no dejaba de llamar la atención de las dos mujeres, durante todo ese tiempo que había pasado, Yasaka no había vuelto y de hecho no daba señales de que fuera a volver pronto, algo muy extraño pues se suponía que solo iría por unas especias.
- Moooo, Yasaka ya se tardo demasiado - Grayfia finalmente no soporto mas la demora y muy a su manera se quejo, aunque a ojos de Issei quien la vio en ese momento le pareció adorable, en serio, su Onee-chan no sabía enojarse, además no fue sino hasta que escucho a la peliplata que se percato de que llevaba buen rato sin ver a la rubia, - Iseeee, Yasaka seguramente debió encontrar alguna dificultad, ¿podrías ir y ver que es lo que esta reteniendo a esa mujer? - odiaba que le diera esa sonrisa que le daba en ese momento, siempre que la usaba el no le decía que no y por ello se aprovechaba para que el se encargara de las tareas cuando ella no quería hacerlo y esta ocasión no era distinta.
- Uhhh, claro, yo me encargo Onee-chan - sabía que no es porque Grayfia no quisiera ir a buscar a la rubia, es solo que considerando lo atareada que estaba con las preparaciones de la salsa y lo demás en ese momento, bueno, nada le costaba hacerle ese favor, aunque se sentía usado si ella usaba esa sonrisa.
Salio de la cocina para ir a aquel almacén destinado para todo lo que usaban y en cuanto se acerco noto la puerta aun abierta, lo cual solo podía significar una cosa, - Hmmm, supongo que Yasaka aun no sale de ahí - era el pensamiento mas lógico, porque dudaba que Yasaka hubiese salido y dejado la puerta del lugar abierta, además, a donde mas podría ir aparte de a la cocina si ya hubiera acabado en la alacena.
Se acerco al lugar relajado y cuando entro listo para llamar a la rubia se llevo la mano derecha a la cara con el fin de tapar su nariz intentando por todos los medios no sufrir de una hemorragia nasal ante la vista por demás problemática que estaba viendo en ese momento y que le estaba acelerando el corazón al limite, por no mencionar los estragos que estaba causando en cierta zona mas al sur de su anatomía.
No estaba seguro d si agradecerle al de arriba por la sublime vista o maldecir al de abajo por la horrible tentación, porque esta situación no era normal, bueno si consideraba todo, su vida entera no era precisamente normal, pero esto ya rayaba en lo ridículo en mas de un sentido y la única razón por la que aun no decía nada era porque estaba muy seguro de que si quitaba su mano de su cara, la sangre empezaría a fluir sin control de su nariz, necesitaba calmarse antes de cualquier cosa, pero eso estaba resultando mas difícil de lo esperado y todo por culpa de esa imagen ante el que desde ya se quedaría grabada a fuego en su mente a perpetuidad.
Un culo, no, frente a el lo que había era un señor culo en todo su esplendor, empinado y al parecer peleando con la prenda que lo cubría porque se notaba como la tela se estiraba por las enormes protuberancias que contenía, al igual que en el caso de sus los pechos y la camisa de color amarillo pálido que los contenía, en ese momento se preguntaba como es que la tela de esa falda negra no había cedido ya y que fuera tan pequeña que estaba incluso logrando ver el inicio de las nalgas no estaba ayudando a que sus pensamientos se enfocaran.
Tuvo que sostenerse del marco de la puerta cuando al parecer, lo que sea que estaba buscando la rubia, la hizo agacharse mucho mas y como resultado, su falda ya no fue capa de contener todo lo que debía, de tal manera que en ese momento pese a que no estaba mostrando nada para considerar obsceno, ya dejaba ver no solo los glúteos de Yasaka de manera insinuante, también empezaba a dar indicios de la tela de sus bragas, mas concretamente de la zona de la entrepierna.
Le sorprendía que para ese punto no tuviera una mancha húmeda en sus propios pantalones, pero si quería conservar su propia integridad y la propia dignidad de la mujer, mejor actuaba ahora para hacer notar su presencia antes de que las cosas se salieran de control en ese reducido cuarto.
- E-Etto... ¿Y-Yasaka-san? - no pudo evitar tartamudear, pero ese era el menor de sus problemas, bastante le había costado reunir la fuerza para poder llamarla sin quebrarse ante las fuertes emociones que le embargaban en ese momento, pero le valió para que la mujer fuera consciente de su presencia, lo supo cuando noto aparecer su rostro tras su carnoso trasero, si, aun se mantenía en la misma posición y ya empezaba a creer que esto era mas una burla de la vida hacia el o una completa inconsciencia de parte de la rubia, como fuera mas vale que ahora las cosas se calmaran, por su propia salud.
- ¿Are? ¡AH, Issei-chan! - finalmente la mujer se percato de el y al parecer entendiendo que quizás su postura le resultaba problemática al castaño y sin saberlo en mas de una forma, dejo aquella posición para encararlo, cosa que agradeció, al menos hasta que vio ese par de tetas bambolear frente a el cuando se puso de pie finalmente ante el, de verdad que alguien allá arriba le gustaba fastidiarlo, - lo siento, estoy tardando mucho, ¿verdad?, bueno, encontré las especias, pero no logro encontrar un tazón para hacer la mezcla, creí que había uno aquí, ¿acaso ya los estamos usando todos? - se veía tierna mientras hablaba tan feliz y luego viéndola preocuparse por nimiedades como esa colocando un rostro complicado y llevaba su dedo indice contra sus labios como pensando, la Yasaka ante el era tan diferente de la de hace unos instantes, en mas de una forma, - ¿Issei-chan, sabes si nos queda algún tazón? - esta vez lo miro a el para saber su respuesta y con eso lo saco de sus pensamientos, gracias a Dios porque no estaban dirigiéndose hacía buen puerto.
- ¿Eh?, ¡Ah, si, déjame ver! - rápidamente empezó a pensar en el tazón, mas que nada para no seguir centrado en Yasaka rogando porque el sonrojo se le hubiera pasado rápido y ella no lo hubiera notado.
"Estoy seguro de que no se están usando todos, así que si aun queda alguno..." hizo un inventario mental de lo que había disponible y lo que se estaba usando para saber si aun quedaban utensilios disponibles y entonces le dio su respuesta a la rubia.
- Los tazones se guardan en el estante de arriba, así que si aun queda alguno, debe de estar allí - mientras decía lo último apunto con su dedo hacia el ultimo estante de arriba, desde sus posiciones no se veía nada pero si aun quedaba alguno ahí debía estar y con eso en mente, tomo la escalerilla que se guardaba en el lugar y se usaba precisamente para estas situaciones dispuesto a buscarlo por ella, - permitame Yasaka-sa, veré si aun queda alguno - le dijo con una sonrisa listo para ayudar.
- ¿Eh? no es necesario que te molestes Issei-chan, yo puedo hacerlo - sin embargo Yasaka tenía otra opinión sobre quien debería de buscar allá arriba, - me ayudarías mas si me sostienes la escalerilla mientras estoy trepada - le dijo también sonriendo mientras que el se tesaba ante la petición de la mujer, poniéndolo nervioso por la perspectiva que eso ofrecía.
- N-No es necesario, yo puedo hacerlo, de verdad, no es ninguna molestia para mi - ahora mas que nunca debía ser quien se subiera, no estaba seguro de si sobreviviría de otra manera, el único problema es que al parecer Yasaka tampoco estaba muy dispuesta a ceder y ahora le hacía un puchero que lo ponía en una situación problemática.
- Mooooo, ¡Issei-chan, no soy una inútil! - ahora si que no sabía como reaccionar, le estaba haciendo un berrinche solo porque la quería ayudar, de verdad no entendía a las mujeres, - yo buscare ese tazón, tu te encargaras de sostener la escalerilla y punto - quiso replicar, pero cuando la vio inflar los cachetes en un puchero ya no pudo hacer nada, sabía que ella estaba encaprichada en hacer las cosas por si misma y de seguir discutiendo con ella no saldrían de ahí jamas.
No le quedo otra mas que aceptar y asentir, entre mas rápido acabaran con esto mucho mejor, al menos así lo veía el y dadas las circunstancias, ahora su preocupación debía ser en primer lugar sostener la escalerilla, cosa que ya hacía y que una vez Yasaka estuvo trepada buscando el dichoso tazón cambio a su segunda preocupación, la cual repetía en su cabeza como un mantra.
"No mires hacia arriba, no mires hacia arriba, no mires hacia arriba", lo decía una y otra vez para vencer la tentación mientras mantenía su vista fija contra la escalerilla como si fuera lo mas interesante del mundo.
Sin embargo todo su esfuerzo quedo en nada cuando el destino como venía siendo con él desde hace tiempo, decidió hacer de las suyas en su contra y escucho la pregunta de la mujer, - Hnng, Issei, ¿estas seguro de que hay alguna aquí arriba?, no lo encuentro - replico mientras continuaba estirando su brazo y se empinaba para intentar alcanzar algo que al parecer no estaba ahí.
"No mires arriba, por lo que mas quieras no mires a... ¡CARAJO!" tan centrado estaba en repetir esas palabras en su mente que cuando la rubia lo llamó en un acto inconsciente levanto la mirada y hasta ahí llego sus buenas intensiones para con la rubia.
Si todo el recorrido de sus ojos por los largos, torneados, carnosos y desnudos muslos de Yasaka fue un agasajo, el tesoro escondido que se encontró cuando sus ojos llegaron hasta arriba fue glorioso, desde el angulo en el que estaba, el ya de por si prominente trasero de la rubia se veía incluso mas grande bajo esa falda que ahora si, parecía querer dejar en vergüenza a su homónima que portaba con orgullo el prefijo mini en su nombre.
Y es que de verdad que la taza de exposición de esa prenda en su actual estado era, a falta de mejor palabra, peligrosa, podía notar el inicio de las nalgas de Yasaka bajo la falda que llevaba, cosa que junto con sus torneados muslos apretados por la tela , hacían que el espectáculo fuera sublime y lo de tesoro escondido le venía bien, pues esa parte de su anatomía seguía así, escondida, no había atisbo de una pequeña fracción de su entrepierna a la vista en ese momento, pero tentaba su mirada con esa oscuridad entre sus muslos tras la cual se encontraba su zona mas privada.
Se encontró a si mismo incapaz de retirar la mirada de aquel cuadro que se le pintaba frente a él y peor aun, deseando mas, quería ver mas, ver aquello que se le negaba en ese momento, estaba en trance, hipnotizado por la vista, deseando que aunque fuera un poco, Yasaka separara sus muslos para ver aunque fuera una fracción de aquello que escondía bajo la falda.
- ¡Ah, lo encontré! - gracias al cielo Yasaka lo saco de su trance con su grito cuando alegre, declaro finalmente encontrar el esquivo tazón cosa que en su mente el chico agradecía y maldecía por la misma razón, porque no le había dejado ver mas, pero le permitió finalmente desviar la mirada sonrojado para bajarla de inmediato y notar algo particularmente peligroso.
- ¿Hm? - en cuanto bajo la mirada se percato de el riesgo, no para el, sino para Yasaka y deseando prevenirla, pero consciente de que no debía de levantar de nuevo la mirada, le advirtió, - Yasaka-san, tenga cuidado, esta muy cerca del borde y podría resbalar - y tenía razón en eso, durante la búsqueda de la rubia del tazón se había empinado todo lo que daba y de esa manera sin percatarse se fue acercando mas y mas hasta el borde del escalón en el que estaba, si no tenía cuidado cuando asentara sus pies podría resbalar, caer, y hacerse daño.
- ¿Hm?, ¡ah, no te preocupes! - cuando escucho al castaño, Yasaka se fijo en lo que le decía y notando que efectivamente tenía razón en cuanto a lo cerca que estaba del borde, pero ahora consciente del peligro trato de tranquilizar al muchacho, - todo esta bajo cont... - no llego a terminar la oración cuando sintió o mas bien, dejo de sentir sus piernas, al parecer al estar tanto tiempo en puntas y estirada termino entumiendo sus piernas por lo que cuando quiso moverse no le respondieron como quería y el desastre se volvió inevitable, mas cuando uno de sus pies efectivamente resbalo del escalón, - ¿eh? - era tan ridículo, eso era lo que se le vino a la mente, recién acababa de decirle al chico que se relajara y ahora esto, era como una mala comedia.
Pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello, no cuando había algo mas apremiante en transcurso y eso era el hecho de que estaba cayendo por su descuido, quiso intentar controlar su caída para no hacerlo de espaldas como inicialmente parecía que ocurriría y con su torso genero el impulso para girarse y quedar de frente para así buscar algún agarradero, pero no encontró ninguno y peor aun, bajo su cuerpo cayendo en caída libre, se encontró al castaño, al paso que iba terminaría cayendo sobre el y no sería solo ella quien se haría daño, pero dada su actual situación, solo pudo hacer una cosa.
- ¡KYYYYAAAAAA! - gritó, no era lo mas practico y resultaba hasta humillante, pero considerando que era un cuerpo en caída libre sin mayores opciones que dejar que la gravedad hiciera efecto en ella, bueno, otra cosa no pudo hacer, especialmente porque iba a caer sobre el castaño y estaba segura de que le iba a doler el golpe.
Por su parte el castaño estaba sorprendido, cuando escucho como dejaba de hablar en un momento y sintió como si algo se cayera se olvido de su idea original de no volver a mirar para arriba y se encontró con la rubia que venía cayendo, luego el grito de la mujer que aterrada no tenía mas opción que dejarse caer y para colmo, sobre el.
Lo mas ridículo del caso es que para como estaban ocurriendo las cosas, parecía que el chico iba a ser aplastado por ella, sí, pero el problema era que parte de ella lo iba a aplastar, por la posición elevada de Yasaka al momento de caer, sus pechos estaban mas o menos a la altura de su cabeza, por lo cual en este momento veía esas enormes mamas acercandosele con el único y risible propósito de aplastarlo, bueno, habían peores formas de morir.
Pero su naturaleza protectora no lo dejo quedarse esperando a ser aplastado, especialmente considerando que de ocurrir Yasaka también se haría daño y eso era algo que no quería que ocurriera si podía evitarlo, el único problema era que no tenía idea de que hacer, irónicamente se quedo aun mas congelado mientras como en cámara lenta veía el cuerpo de Yasaka acercarsele.
A este punto y considerando que no es que el tiempo estuviera de su lado su única solución fue plantarse duro en su lugar y atrapar a la mujer en sus brazos esperando no ceder y acabar los dos en el piso y estaba listo para hacerlo, el único problema fue que no considero un detalle fundamental y también muy suave.
El enorme par de globos que tenía Yasaka por tetas, ese fue el problema que no considero en su momento y lo descubrió de golpe literalmente, cuando aquellos dos senos le impactaron con fuerza en la cara, casi como si le estuvieran abofeteando en un primer momento debido al movimiento de giro realizado por la rubia al caer y al no estar preparado para ese golpe, se desestabilizo y al recibir el resto del cuerpo de Yasaka, ya no tenía tanto agarre como para sostenerla por lo cual como era de esperarse, no logro sostenerse en pie pese al esfuerzo y acabo cayendo de espaldas al igual que la rubia sobre él.
¡SMASH! ¡PAM!
Fue un sonido fuerte una vez impactaron el suelo pero al menos ambos estaban bien, golpeados y aturdidos pero todo lo demás estaba en orden, salvo por un detalle, el castaño se estaba ahogando, bueno, mas bien Yasaka lo estaba ahogando, en concreto sus voluminosos pechos lo estaban ahogando, en la caída acabo con los pechos de la rubia aplastando su cráneo y dificultando su proceso de respirar, una vez mas, no era la peor forma de morir, pero no es que estuviera muy dispuesto a fallecer ese día.
"Supongo que esto redefine el concepto de el dulce abrazo de la muerte", era el pensamiento de Issei mientras empezaba a sentir como se sofocaba bajo la dulce y suave presión del busto de la rubia, era curioso si lo pensaba, en el pasado había visto muchos anime en donde el protagonista de los mismos por una u otra razón acababa resbalando y cayendo junto a una fémina y terminaba en situaciones inverosímiles donde sus cuerpo y el de la chica se rozaban o tocaban en zonas nada santas, aquellas situaciones siempre le parecieron ridículas por lo irreales que se notaba que eran, algo como eso no ocurriría jamas en la puta vida, eso era lo que pensaba, bueno, al menos hasta que ocurrió esto, ahora se estaba tragando sus palabras pues la irreal situación de la que tanto se quejaba le estaba sucediendo a él, "creo que le debo una carta disculpándome a varias casas animadoras", no pudo evitar el pensamiento, aunque claro, debía estar vivo para eso primero.
- ¡Itai! - Yasaka se quejo cuando levanto un poco su torso tras el golpe y se percato de un par de detalles, el primero, sentía frio en su trasero, al parecer su falda se le subió en la caída de algún modo, así que ahora lo tenía expuesto por completo junto a sus bragas y el segundo, el castaño estaba bajo el, por lo cual suponía que el mayor impacto lo recibió él, - ¡Issei-chan! ¿¡te encuentras bien, te lastimaste!? - se preocupo por el dado que estaba segura de que el chico debía estar mas adolorido que el, fue entonces que noto la peculiar situación el chico tenía el rostro aplastado por sus pechos y estaba muy segura que si no tenía una contusión por el golpe, al menos se estaba sofocando ahí abajo, - ¡Waaa, gomenne! ¡Me levantaré de inmediato, resiste Issei-chan! - era gracioso ver como parecía estar mas preocupada ahora por posiblemente estar matando al chico de asfixia con sus pechos mas que del golpe que muy seguramente se dio al caer.
Por su parte Issei estaba empezando a marearse, no por la falta de oxigeno precisamente, mas bien por la calidez, suavidad y el delicioso aroma que emanaba de esos senos, no podía seguir ahí si quería evitarse problemas y por eso llevo sus manos a los pechos de Yasaka con la intención de empujarlos hacia arriba y así liberarse de l situación en la que estaba, ademas de recuperar el aire que le estaba robando.
Solo hubo un problema, bueno, uno mas a la larga lista que surgió de toda esta situación tan inusual, los pechos de Yasaka eran suaves, eran malditamente suaves y esponjosos por lo cual cuando el chico empujo hacia arriba, no solo logro recuperar aire, también sintió como sus manos se hundían en las carnosas protuberancias de la rubia, sorprendiéndolo por la sensación que ahora inundaba su mano y movido por la curiosidad empezó a palpar aquella carne erótica olvidando la situación en la que se encontraba, la mujer con la que se encontraba y los límites que estaba rebasando si permiso.
- ¡UGU! ¡No¡ Issei-chan, ¿donde crees que estas tocando? - se quejo mientras intentaba retener sus gemidos aunque no sin esfuerzo, - e-espera tan solo un po... - quiso detenerlo, tenía que detenerlo, pero su voz se estaba quebrando y así no podría alcanzar al chico que en ese momento parecía haber entrado en una especie de trance bajo ella mientras tocaba sus pechos.
En cuanto a él, se sentía asombrado de verdad, los pechos que ahora sentía en sus manos eran tan... diferentes, no es que hubiera tocado muchos pechos antes, pero si los suficientes como para poder comparar y era obvia la diferencia entre los de Yasaka con respecto a los de Rias y Akeno, pero no se esperaba que también lo fueran tanto de los de cierta castaña.
"Sorprendente, son tan diferentes... no se parecen en nada a los de Venelana", no pudo evitar compararlos con los de la castaña también y encontrar que incluso entre ellas había tanta diferencia, los de Venelana eran increíbles, suaves, cálidos, pero esto, esto ya era otro nivel, "Los pechos de Yasaka son tan increíblemente... ¡esponjosos!, son tan suaves... y es como si estuvieran devorándose mis dedos y mis manos" estaba completamente obnubilado por la sensación que le embargaba.
Sin ser consciente de lo que hacía, apretaba sus pechos, los amasaba, comprimía y estiraba, la sensación era increíble, sobre todo cuando empujaba y sentía como si de verdad sus manos fueran absorbidas al interior de esas montañas de carne, era para no creerse, estaba hipnotizado, quería saber mas, conocer mas a fondo esos esponjosos tesoros y en el trance en el que estaba, ni siquiera era capaz de darse cuenta del estado de Yasaka que solo jadeaba pesadamente al sentirse victima de tamaño magreo a sus pechos, sin embargo cuando sintió algo duro contra su entrepierna, sintió que ya era suficiente, tenía que detenerlo ahora o las cosas se podrían poner muy locas ahí.
- ¡D-Detente, Issei-chan! - le costo decir solo aquello, estaba acalorada, la habilidad de ese chico no era ninguna broma y era mejor parar ahora que aun podían, por eso grito un tanto, esperando llamar la atención del castaño, cosa que de hecho logro cuando sintió como dejo de mover sus manos contra sus pechos.
- ¿¡Are!? - de pronto Issei abrió sus ojos grandemente, como si se despertara de un sueño o algo así, totalmente desconcertado y entonces dirigió su vista hacía sus manos y a lo que estaba haciendo con ellas y entonces se sonrojo al extremo al ver que en su trance, acabo reduciendo el dolor del golpe en Yasaka, solo que de la manera menos adecuada posible.
Presuroso, sonrojado y ansioso de no poner mas incomoda a la rubia se separo de ella, no sin esfuerzo por cierto, pues gracias al magreo que le metió el castaño a la rubia esta se encontraba un tanto débil, por no decir jadeante, de hecho ver ese rostro semi erótico que le presento mientras aun tenía sus manos en sus pechos solo lo altero mas y no fue hasta que se trato de salir de debajo de Yasaka que noto la dureza entre sus piernas, rogando porque ella no la hubiese notado.
Cuando se separo de ella, quedo medio sentado inclinado hacia atrás, sosteniéndose con sus brazos y totalmente sonrojado mientras que ante él quedaba una sonrojada Yasaka que con las mejillas rojas y tratando de recuperar su respiración normal se abrazaba a si misma, un brazo bajo sus pechos realzandolos sin querer mientras el otro iba por encima de los mismos con su mano cerca de su corazón como si tratara de calmarlo, se sentía muy mal, culpable de hecho por transgredir los límites del espacio personal con la mujer enfrente suyo, pero aun estaba turbado por lo recién acontecido y el que, Yasaka consciente o no de ese hecho, aun tuviera la falda levantada revelando aun mas de sus carnosos muslos ademas de ver sus bragas finalmente, negras por cierto, no le estaba ayudando mucho, pero mejor decir algo, de lo contrario esta situación se haría aun mas incomoda, para ambos.
- ¡L-Lo siento mucho! e-es decir, yo... tu... nosotros... uggg - ni siquiera sabía que estaba diciendo y sentía que con cada cosa nueva que decía solo estaba empeorando las cosas aun mas, - ¡d-de verdad, l-lo lamento muchísimo! - prefirió disculparse de nuevo y esta vez ya no hablar mas, en lugar de eso hacer una reverencia a modo de disculpa.
Por su parte Yasaka ya empezaba a calmarse, aunque aun estaba sonrojada y sin poder ver al chico, es decir, no era así como se suponía que debía ser, al menos no con el riesgo de que los atraparan, pero ya nada se podía hacer y con el chico tan alterado, era mejor finiquitar las cosas hasta ahí, al menos por ahora, fue entonces que tratando de recomponerse se percato de que aun tenía su falda levantada y rápidamente se la reacomodo, aunque estaba segura de que el castaño ya había visto todo lo que quería y lo que no quería también, ahora ya era cuestión de calmar al chico y también a si misma quitándole hierro al asunto, por el bien de ambos, aunque se encontró conque era mas difícil de lo que se esperaba dada la vergüenza que al parecer ambos sentían.
- Nnn... n-no hay problema, t-todo esta bien - negó en un primer momento y luego trato de desestimar lo ocurrido, aunque el rubor en sus mejillas y el que no fuera capaz de ver al chico no apoyaban sus palabras, pero ya no se le ocurría que mas decir y la verdad es que con lo poco preparada que estaba para una situación así, por lo que mejor prefirió salir de ahí antes de que la tensión y la incomodidad se hicieran demasiadas.
Se levanto no sin esfuerzo ante el desconcertado castaño que solo la veía regresar a la alacena y tomar las especias y el tazón, ese maldito tazón que fue el que origino todo ese lío en un principio, lo tomo todo sin siquiera girarse a verlo y teniendo cuidado de lo que hacía para no turbar al castaño que solo se levanto de manera mecánica sin dejarla de ver, ahora aun mas culpable pues se movía de un lado a otro como tratando de evitarle incluso en la mirada.
- Volveré con las demás ahora, aun debemos terminar la lección de hoy - y sin esperar respuesta del castaño se fue alejando para volver a la cocina junto a las otras dos mujeres en el lugar, dejando atrás a un consternado castaño el cual si lo pensaba bien, se sorprendía de que ninguna de las dos viniera a buscarlos, pero quizás así fuera mejor, de lo contrario, no estaba seguro de que hubiera tenido como justificar lo que ocurría, especialmente el que estuviera agarrándole los pechos a la rubia.
Se quedo ahí unos instantes mas antes de recuperarse también y decidir regresar a la cocina también, lo último que necesitaban era que se empezaran a preguntar ¿por qué no volvía?, no, era mejor actuar como si nada raro hubiera pasado y si preguntaban y esperaba que no lo hicieran, solo diría que tardaron en volver pues no lograban encontrar el jodido tazón.
Claro que con su suerte esto podría no ser tan simple y no se equivocó, pues mas allá de ser recibido con un reproche de su Onee-chan por la tardanza que se calmo cuando dijo que Yasaka le había dicho que no encontraban el tazón y por eso la demora, se sorprendió de que al parecer Yasaka se le adelanto, pero volviendo al tema, luego de eso, aunque esperaba que pudieran continuar y acabar sin contratiempos con la preparación de los alimentos, la realidad es que era mas incomodo de lo que esperaba.
La tensión entre él y Yasaka era horrible, a veces sentía la mirada de Yasaka a sus espaldas, pero al girarse a verla, esta era como si ni siquiera reconociera su existencia pues ni lo volteaba a ver e incluso en ocasiones solo le daba la espalda, era un mensaje frío y claro, estaba molesta o eso pensaba él y su propia actitud no ayudaba pues cuando era él quien la veía, en cuanto sentía que ella se percataba de su mirada volteaba a ver cualquier otra cosa antes de que ella girara su cabeza en su dirección, aunque en ocasiones sentía que no lo hacía lo suficientemente a tiempo como para no ser demasiado obvio.
Fue muy incomodo, al menos para él, porque en lo que se refería a esas tres, era como si nada estuviera pasando fuera de su reunión, se sentía fuera de lugar, peor aun, no sabía como disculparse con Yasaka sin terminar empeorando aun mas las cosas, se sentía como un perfecto idiota, pero al menos todo había terminado al fin, terminaron de cocinar, emplataron y comieron, alabando especialmente la sazón extra dada por la mezcla de especias de Yasaka quien se sonrojo avergonzada mientras restaba importancia a su participación en el proceso y después de limpiar y guardar, finalmente se fueron.
Se regreso a su cuarto cansado, mas que física, mentalmente, había sido un día raro que luego se volvió incomodo y quiso echarse a dormir, en ese momento de verdad que lo necesitaba y estuvo dando vueltas en su cama un muy buen rato tratando de conciliar el sueño hasta que luego de mas de media hora de intentos fallidos, el chico simplemente se rindió ante el hecho de que el sueño lo evadía, sin embargo se quedo acostado en su cama pensando en todo lo que ocurrió y una cosa si que le quedaba clara de todo eso.
- ¡AHHH! esta vez si que metí la pata hasta el fondo, ¿verdad? - no necesitaba respuesta a su pregunta retorica, el sabía que la había cagado hasta el fondo, sería todo un milagro si decidía volverle a hablar e incluso eso, estaba seguro que sería todo un reto, cualquier buena relación que tuviera con Yasaka se fue al caño ese día.
Sin embargo en su mente no dejaba de repetirse todo lo acontecido, especialmente cuando la rubia cayo sobre el, con su rostro tuvo una primera impresión, pero agarrarle esa parte fue un mundo diferente, tan suave, tan cálido, tan esponjoso, miro sus manos, esas que estuvieron sujetando algo así de increíble por quien sabe cuanto tiempo y estaba muy seguro de que esa sensación no se iría pronto de su mano y mucho menos de su cabeza, es mas, una parte de el estaba seguro de que no olvidaría esa sensación jamas.
- Aun así, ¡con un demonio, ella las tiene tan malditamente suaves! - no se podía sacar aquello de la cabeza, es que eran increíbles, por experiencia sabía que el cuerpo de una mujer era suave, pero lo de Yasaka ya era otro nivel, por eso no dejaba de verse las manos, aun podía sentir la cálida sensación de esas mamas en su piel y la sensación de ser absorbido por ellas, era realmente algo muy loco, - de verdad que son tan diferentes de los de Venelana, que es hasta increíble que los pechos de las mujeres puedan ser así de diferentes entre si - no era virgen, ni siquiera en lo que a manosear tetas se refería, pero es que nunca se imagino que un par de pechos pudiera ser tan diferente de otro o es que acaso, ¿eso era cosa solo de mujeres maduras?
No dejaba de darle vueltas al asunto, ni siquiera tenía noción de cuanto tiempo llevaba pensando en eso y por como miraba fijamente a sus manos no parecía estar listo para dejar el tema pronto y el mayor problema era que recordar todo aquello estaba poniendo muy contento a su amigo de abajo que al parecer se moría de ganas de despertar, aunque tan absorto como estaba en sus pensamientos, era mas que suficiente para negarle ese placer, aunque quien sabe por cuanto tiempo.
Por suerte la puerta de su cuarto se abrió de un momento a otro sacándolo de sus pensamientos y dejándolo curioso cuando vio a su Onee-chan asomar su rostro con una sonrisa y parte de su cuerpo, no la esperaba ahí, pero nunca le negaría la entrada a su hermosa y gentil hermana, - Ise, ¿tienes un momento? - no estaba seguro de que podría querer, pero quizás una charla con ella era lo que necesitaba para dejar de lado otros temas mas problemáticos actualmente con eso en mente se sentó en su cama y la hizo pasar, esperando que lo que sea que la trajera a su habitación lo ayudara a distraerse.
No era inusual tenerla ahí, de hecho solía venir casi que a diario para proponerle algún juego, ver una película y en las noches donde su instinto materno parecía tomar el control, para que durmieran juntos, generalmente alegando que era para que él no se sintiera solo, aunque era mas que obvio que era ella quien no deseaba sentirse así y pobre de él si le decía que no, cosa de la que era incapaz, en primera porque la quería mucho y no le gustaba negarle sus peticiones y en segunda, porque las pocas veces que se negó, le hizo un puchero y dejo de hablarle por días hasta que se disculpaba y la compensaba.
El único problema es que ni bien se sentó a su lado, la vio hacer esa sonrisa, esa maldita sonrisa que lo había metido en problemas previamente ese día, fuera lo que fuera que iba a decirle, tenía un mal presentimiento, presentimiento que aumento en intensidad cuando vio que en una de sus manos traía un objeto que ahora le estaba mostrando.
- Veras... al parecer Yasaka dejo su teléfono aquí al irse tras acabar la reunión de hoy - no le gustaba hacia donde se dirigía esto, especialmente cuando menciono a la rubia, solo esperaba que su Onee-chan no hubiera notado nada raro, - por cierto que en un momento empezó a actuar rara, un tanto distraída, hasta como ansiosa de irse - se puso nervioso, no era su día, la peliplata siempre fue muy perceptiva y el sabía muy bien el porque de la conducta de la madura mujer, solo esperaba que no quisiera ahondar en ese tema, - ¿Ise, sabes si paso algo con ella para que se pusiera así? - en definitiva el universo lo odiaba, claro que sabía, pero ni de chiste podía o le quería decir, tenía instinto de preservación después de todo.
- ¿¡Eh!? - se sintió tonto, mas de lo que se había sentido en todo ese día, parecía que solo eso sabía decir, pero se recompuso rápido y sacando todas las fuerzas de las que era consciente respondió a la cuestión de la peliplata a su lado, - mmm, no, la verdad no se que le puede haber ocurrido - al decir aquello, desvió la mirada, estaba avergonzado, en primera por mentirle a su Onee-chan, pero mas que nada, porque recordó lo que hizo, a quien se lo hizo y a que parte de ella se lo hizo, solo esperaba que la peliplata no continuara con eso, por su paz y la de todos.
Grayfia lo vio unos momentos, sintió como si lo estuviera evaluando, juzgando y determinando si le decía la verdad, pero solo fueron imaginaciones suyas o eso supuso cuando vio como la mujer se encogía de hombros como para desechar el asunto y volvió a hablar retomando el asunto que la había traído a su cuarto en ese momento.
- Bueno no importa, volviendo al tema, te quería pedir un favor - se alegro cuando dejo de prestarle atención a ese tema, aunque igual no había acabado aquella charla cuando dijo lo ultimo que ya se imaginaba a donde iba aquello último, - ¿podrías regresarle esto a Yasaka en su casa, por favor? - si, ya se imaginaba que iba por ahí su petición, pero una parte de él esperaba equivocarse.
Se crispo ante la petición, como no hacerlo, no hace mucho que acababa de tener ese incidente con la rubia y sus pechos y ahora tenía que ir a su casa, de verdad estaba considerando decir que no, pero ella estaba haciendo esa sonrisa en se momento, no, tenía que ser fuerte, debía negarse, se preparaba para hacerlo, aunque le estaba costando horrores.
- En otras circunstancias lo haría yo, pero... - al parecer Grayfia se le estaba adelantando, la pausa que hizo lo dejo curioso, aunque aun firme en su decisión de decir que no a esta solicitud, aunque quería saber que era lo que impedía que Grayfia hiciera la devolución, - Venelana me llamo hace unos momentos, dijo que necesitaba mi ayuda en la empresa y ya me comprometí a asistir - genial, ahora si sentía que no tenía escape luego de saber que indirectamente y sin saberlo, Venelana estaba colocandolo en una situación incomoda... de nuevo.
"Muchas gracias Venelana", pensó inevitablemente cuando su primer tormento, termino empujándolo hacia uno nuevo, uno que iba a ser muy incomodo, pero aun tenía la opción de decir que no, aunque esto podría dejarlo como un completo desconsiderado.
- ¡Ya llamé a su casa y le avise a Yasaka que tu le regresarías su teléfono así que no hay problema! - ella no lo estaba dejando hablar, a duras penas lo estaba dejando pensar, al parecer ella no tenía la intención de dejarlo negarse y por eso le extendió el teléfono de Yasaka que el la verdad sea dicha no quería agarrar.
¡BIIP! ¡BIIP!
De repente el sonido de una bocina vino desde la calle, mas concretamente desde fuera de su casa y con eso, la peliplata se levanto de la cama rápidamente.
- ¡Ah, ya llegaron por mi, debo irme¡ - le entrego el teléfono para luego empezar a ir hacia la puerta y en cuanto llego a la misma se giro para verlo sonriente, - ¡entonces, te lo encargo Ise! ¡GRACIAAASS! - lo dejo con la palabra en la boca y ahora si, sin posibilidades de negarse para después irse y unos instantes después escuchar el auto que la recogió empezar la marcha dejándolo solo y anonadado.
Ahora ya aunque quisiera no podía zafarse de esto, bien podría no ir, pero Grayfia ya había avisado de su arribo a casa de la rubia y no podía dejarla esperando, eso sería malo y descortés de su parte, aunque igual estaba el asunto de la tarde, estaba en un buen lío, cualquier elección que tomara, al final estaba jodido.
Pero opto finalmente por hacer lo que se le hacía correcto y eso era, devolver el teléfono, era ir, entregarlo, si se presentaba la oportunidad disculparse por lo que paso mas temprano y luego irse, ¿que podía salir mal?, pero con la suerte que se estaba cargando últimamente, mejor hacía esto rápido.
Así pues salio de su casa con rumbo a la casa de la rubia mientras en su mente solo pensaba en como disculparse, porque tenía que disculparse, se propaso y mucho, el único problema era que no sabía como hacerlo, ni siquiera sabía como empezar a abordar un tema tan bochornoso sin terminar incomodo y mas importante, sin incomodar a la rubia.
"D-Disculpa Yasaka-san por haberte manoseado los pechos... no, eso suena horrible", en sus mente repasaba posibles disculpas mientras se dirigía al departamento de Yasaka, "Lamento haberte sobado los pechos, no era mi intención, es decir, no es que no se sintiera bien, de hecho eran muy esponjosos... !Aaaahh!, pero ¿¡qué carajos estoy diciendo!?", no importaba que, al final sentía que dijera lo que dijera iba a arruinarlo, quizás su mejor opción era simplemente decir lo siento y ya, tal ve fuera muy seco, pero prefería eso a meter aun más las de caminar.
Antes de darse cuenta llegó al edificio de apartamentos donde vivía la rubia y en cuanto lo vio la duda le asalto al punto que se quedo parado frente al edificio mirando hacia arriba, mientras sentía que todo esto era una mala ida al final, pero ya estaba ahí, no había vuelta de hoja, quizas lo mejor era acabar con esto rápido.
- En serio, ¿¡era necesario que nos volviéramos a ver así de rápido!? - no pudo evitar la queja que salió de lo profundo de su ser al sentir que no era buena idea, quería salir corriendo, estaba incomodo y ni siquiera había entrado al edificio, pero entonces vio el teléfono en su mano, - haaa, como sea ya estoy aquí... solo entregare el teléfono y me largo - decidió finalmente, ya buscaría otro momento para disculparse por lo que paso sin que nadie se sintiera incomodo.
Viendo que lo mejor era hacer lo que vino a hacer, respiro hondo para llenarse de valor y luego decidió entrar al edificio, sin embargo conforme iba subiendo las escaleras para llegar al piso donde vivía Yasaka, el numero 6 por cierto, lo conocía pues no era la primera vez que venía al lugar, ya fuera con su Onee-chan o con Akeno, así que sabía a donde debía llegar, sin embargo en el transcurso del viaje no pudo evitar dejar que sus dudas atacaran de nuevo sobre como abordar una posible conversación para disculparse.
Quizás no fue la mejor idea ir por las escaleras, en primera porque estaba seguro de que para cuando llegara al sexto piso acabaría necesitando líquidos equivalentes a una piscina y luego estaba el detalle de que todo ese cansado viaje su mente le jugo sucio hundiéndolo en el remordimiento por haberse propasado con aquella mujer con la que el se había encariñado como una hermana mayor también, por no mencionar lo incomodo que estaba seguro que sería volverse a ver el mismo día.
Para cuando llego a la puerta de Yasaka, le tomo unos segundos tocar la puerta, primero porque necesitaba recuperar aire y recomponerse y en segundo lugar, porque aun estaba considerando si era buena idea, Dios, la duda lo mataba por dentro, pero bueno, el no era precisamente un cobarde y ya estaba ahí, a mal paso darle prisa y con eso en mente toco la puerta para unos segundos después escuchar a Yasaka del otro lado y luego de una pequeña espera, ver la puerta abrirse y tras ella ver asomarse a la rubia.
Al verla sus ojos no pudieron evitar abrirse, es decir, de entrada su rostro parecía un tanto sonrojado y casi podía jurar que su respiración estaba un tanto entrecortada, ademas parecía un tanto sudada, eso era algo que notaba por las ligeras gotas de agua que habían en algunas partes de su cuerpo.
"¿Habrá estado haciendo ejercicio?" fue lo que pensó en un primer momento considerando las señales, era en su mente lo mas lógico, pero luego noto su atuendo, era exactamente el mismo que tenía cuando estuvo en su casa mas temprano, así que a no ser que se hubiese cambiado para recibirlo, su teoría se caía por su propio peso, aunque no era del todo descabellado, porque si la rubia usaba algo que fuera aunque sea la mitad de lo que solía usar su Onee-chan, quizás lo ultimo que quería era que precisamente él la viera así, mas considerando lo que paso entre ambos esa tarde.
- Ah, Ise-chan, ¡Bienvenido! - se vio sacado de sus pensamientos cuando escucho a la rubia saludarlo, a lo que el correspondió, aunque estaba algo sorprendido de que se viera tan normal, porque en su caso el estaba bastante incomodo, no sabía como mirarla sin sentirse culpable, fue entonces que la mujer bajo su mirada para ver lo que traía Issei en la mano y vio su teléfono antes de mirar de nuevo a Issei con su desconcertantemente tranquila sonrisa, - perdón por causarte molestias al tener que traer mi teléfono - le dijo disculpándose por ponerlo en esta situación mientras continuaba sonriendo.
"¡Si alguien debería estarse disculpando debería ser yo!" se grito en su propia mente al ver a la rubia disculparse por una nimiedad como esta mientras el aun no hallaba las palabras para disculparse por la sobada de tetas que le propicio ese día, - ¿eh?, ah, no hay problema - se sintió tonto al responder así, pero era mejor que nada, la verdad es que ya quería irse, no se sentía cómodo en ese momento a diferencia de Yasaka que parecía como si nada de lo que paso mas temprano hubiera ocurrido realmente y quizás era mejor no presionar sobre ese tema por ahora, por lo cual ya se disponía a irse.
- Pero no te quedes ahí, entra - escuchar eso fue un baldado de agua fría, ¿de verdad acababa de escuchar lo que acababa de escuchar?, era una duda valida considerando lo inverosímil del asunto, es decir, en que clase de mundo una mujer soltera invita a un hombre, mas a un joven a su casa cuando suso dicho joven hace solo unas horas le estuvo magreando las tetas a placer y ahora ella estaba ahí como si nada.
"Tal vez este en una fase de negación", fue lo que quiso pensar el castaño porque no había otra manera de explicar eso y estaba listo para negarse a su invitación de manera cortés, aunque suponía que quizás fue demasiado obvio en sus intenciones cuando un segundo después se encontró con su mano sujetada por Yasaka y halado al interior de su vivienda por sorpresa para después la puerta cerrarse tras de si dejándolo realmente confundido al verla sonreír de manera tan inocente.
- Vamos, no seas tímido - le dijo la sonriente mujer una vez que lo tuvo dentro de su casa antes de empezar a caminar hacia el interior de su departamento mientras giraba levemente su cuerpo para mirarlo y con la mano lo instaba a seguirla, - ven, pasa, pasa - mientras le decía aquello lentamente como esperándolo a que la siguiera empezó a caminar.
Estaba en una encrucijada, por un lado no quería estar ahí, estaba nervioso, incomodo y como no dado lo reciente de su atrevimiento con Yasaka, pero por el otro, si se iba ahora luego de que ella lo invitara a pasar, bueno, mas bien lo arrastro a entrar, pero eso era cuestión de semántica, podría ser descortés de su parte y la haría sentir mal, mas cuando ella al parecer quería dejar correr el agua y que se llevara ese episodio entre ambos y con eso en mente y dada su naturaleza amable termino aceptando la invitación.
"¿En serio no esta enojada?", era de no creer tal cosa, fue su pensamiento mientras se retiraba sus zapatos para entrar en la residencia y miraba a la rubia que sonreía aun mas al ver que el castaño finalmente se había decidido por entrar, pero quizás esta era su mejor oportunidad para aclarar todo esto, era mejor no dejar para mañana lo que podía hacer hoy y la verdad sea dicha, la idea de perder a una amiga como resulto terminar siendo Yasaka para el no le resultaba atractiva, así que a mal paso darle prisa.
Empezó a caminar tras de ella, algo cohibido se debía aclarar, pues aunque estaba resuelto a disculparse, no estaba seguro de como abordar el tema adecuadamente y por eso estaba en silencio siguiendo a la rubia mientras ponía sus ideas en orden sobre como abordar el tema sin producir una incomodidad entre ambos y fue entonces cuando en mitad de ese silencio escucho un ruido.
¡BRRRR!
Se sintió intrigado por el ruido, de hecho considerando que estaba en un pasillo le resultaba hasta extraño escuchar un sonido diferente a pasos o el leve tarareo de la rubia frente a el, pero este ruido era diferente e inusualmente familiar.
"Ese sonido... ¿donde lo he escuchado antes?", se pregunto mentalmente mientras trataba de hacer memoria sobre donde había escuchado ese peculiar zumbido antes así como tratando de determinar el origen del mismo y entonces vio a la mujer de espaldas a el.
¡BRRRR!
Abrió los ojos sorprendido ante la posibilidad que surgía en su mente, - espera un segundo... acaso ese sonido, ¿proviene de Yasaka-san? - aquello lo dijo en un susurro mas para si mismo cuando aquella idea le golpeo, pero por improbable que eso fuera, era la única posible fuente aparte de él mismo que podía tener algo que produjera ese sonido, la única pregunta ahora era ¿que era lo que lo causaba?
Fue entonces que llego a la realización, claro que conocía ese sonido, era un perfecto idiota, lo había escuchado con su Onee-chan, si, con su Onee-chan, en mas de una ocasión de hecho, ella y su estúpida faja vibratoria para sudar y mantener la linea.
Uno de esos aparatos que solían anunciar en la tele y que según el anunció te ayudaba a quemar la grasa de tu abdomen mediante estimulación vibratoria de pulsos eléctricos, la solía usar cada vez que entraba en un ataque de ansiedad sobre su peso, algo que inició dese que empezó su club de cocina y que le había generado un trauma sobre que estaba comiendo mucho y engordaría a ese paso.
La verdad sea dicha, para él, la compra del dichoso aparato fue un derroche innecesario de dinero y del cual dudaba de su efectividad, se lo dijo mas de una vez, que ella era hermosa tal como estaba y que no necesitaba aparatos extraños para verse hermosa, sus palabras le valieron que la peliplata casi lo matara asfixiado cuando le enterró la cara entre sus pechos, pero luego ella dijo que él simplemente no lo entendía, pues una chica siempre quería verse bien y saber que aun era capaz de robar miradas de los hombres.
En ese momento recordaba que pensó que si Grayfia salía a la calle con los leggins con los que solía entrenar en casa, no sería solo miradas lo que obtendría de los hombres, pero eso era irrelevante en ese momento, el hecho es que al parecer su Onee-chan tenía razón, el no entendía el gusto de las mujeres por matarse con ejercicio y dietas raras, pero por lo que estaba viendo, la peliplata no era la única que lo hacía.
A gusto personal, Yasaka era también una mujer hermosa y con unas buenas, contundentes y por lo que sintió hace unas horas, quizás excesivas curvas, tenía todo en su lugar, eso se notaba a simple vista, dudaba que tuviera quilitos de mas y si los tenía estaba mas que seguro de que estaban distribuidos de tal manera que solo le agregarían atractivo a la rubia ante el, pero bueno, él era hombre, jamas entendería hasta donde podían llegar algunas mujeres con tal de mantener la linea.
Como fuera, en ese momento no tenía tiempo para estar haciendo ese tipo de razonamientos sobre la anatomía humana o los efectos de una actitud narcisista, debía de pensar como abordar el tema sobre él agarrando los senos de ella y como disculparse sin sentirse ni él ni ella incómodos en el proceso, por no mencionar asegurarse de no arruinar la amistad que había desarrollado con la madura mujer.
Así pues mientras el pensaba en todo eso, llegaron hasta el comedor de la casa donde ella le ofreció un asiento que el rápidamente acepto, para después dirigirse al otro extremo de la mesa y desde ese punto, mas cercano a la cocina, finalmente le ofreció algo de beber.
- Me gustaría agradecerte por traer mi teléfono - ella era demasiado dulce y mientras le decía aquello juntaba sus manos frente a ella como si mas que estarle ofreciendo algo, le estuviera pidiendo que le dejara hacerlo, era lindo en cierta forma, - ¿te apetece una taza de té? - finalmente ofreció sacándolo de sus pensamientos sobre la dulce mujer que tenía frente a él y lo mal que se sentía por haber abusado de sus pechos como lo hizo.
- Hum, eso estaría bien, muchas gracias - no negaría una taza de té, mas porque sentía un tanto reseca la garganta por toda la incomodidad previa y por el hecho de que por mas que lo intentaba, no encontraba una manera con tacto de decirle que lo sentía, ojala y el té lo relajara para poder hacer esto sin complicar las cosas demasiado.
Aprovecho el momento en que la rubia salio de escena para calmarse, algo difícil pues la culpa no lo dejaba en paz, pero de alguna manera logro reducir su incomodidad hasta un nivel aceptable, justo a tiempo para cuando Yasaka regreso con una bandeja con te, un poco de azucar y algunos bocadillos que dejo en la mesa frente a el y luego le insto a tomar la taza y tantos bocadillos como quisiera.
Se hizo un silencio tenso entre ambos, bueno, tenso para él que aun no sabía como disculparse sin sonar brusco, pero verla tan relajada, de alguna manera lo calmaba, le hacía sentir que aun si lo decía de la manera mas torpe del mundo, ella le perdonaría su falta, al menos eso era lo que quería pensar y de un momento a otro, sintió como si la atmósfera se enrareciera alrededor de la rubia.
No lo había notado antes, pero, fueron siempre tan carnosos los labios de Yasaka y con el ligero toque rosa del labial que usaba, resaltaban aun mas, la forma en que movía la boca, el como se pasaba la lengua por los labios luego de dar un trago a su taza de té, era... erótico, ¿tal vez?, no sabía como describir ese sentimiento.
Luego estaba su camisa y ese maldito escote, de verdad, ¿como era que esa camisa podía resistir tanto la presión que estaba seguro ejercían esos pechos contra la tela?, nada mas bastaba con ver el enorme escote que le estaba dando la mujer, que ahora que lo notaba, ¿no estaba quizás demasiado inclinada hacía adelante?, su ya de por si enorme escote se estaba tornando mas profundo con esa posición, estaba empezando a pensar que si agudizaba la vista podría ver su abdomen por entre sus tetas.
"Llámenme loco, pero... ¿no se siente como si tratara de... seducirme?", la combinación de varios factores le llevaba a pensar en esa posibilidad, ademas, el que estuviera ahí sentada con su té, como si todo lo demás no estuviera pasando, mientras fuera de manera voluntaria o no, sus brazos en la mesa se presionaban y realzaban ligeramente sus pechos no ayudaba a que creyera otra cosa, aunque se sentía culpable de nuevo, esta vez por estar pensando cosas que lo mas seguro es que estuvieran solo en su cabeza.
¡BRRRRRRRRR! ¡BRRRRRRRRR!
Luego estaba ese maldito ruido, entendía que ella quisiera sacarle jugo a ese aparato y supuestamente reducir la grasa que según ella tenía en el abdomen, pero ese ruido y la intensidad empezaba en su actual situación, a ponerlo nervioso y a desviar sus pensamientos, "Ese sonido, parece haberse hecho mas intenso y fuerte en este momento", ya se empezaba a sentir acalorado, era mejor acabar con esto rápido, por su salud tanto mental como física.
Sin embargo no podía dejar de verla, se veía tan hermosa, tan sexy ahí frente a el, era aterrador el encanto de una mujer madura, ella solo estaba ahí sentada revolviendo con su cuchara su té y aun así sentía que estaba seduciéndolo gradual, lenta e inevitablemente.
Trago en seco de repente, "¿acaso estará probando su atractivo sexual conmigo?", no pudo evitar pensar cuando la vio sacar la cuchara, dejarla en la mesa y proceder a beber el té, de repente sintió que lo estaba tragando con inusual lentitud y haciendo mas ruidos de los estrictamente necesarios tras cada trago.
No, tenía que ser solo su calenturienta mente de adolescente jugandole una mala pasada con la rubia, buscando lo que no se le había perdido entre los gestos de la rubia, todo movido por los sucesos de mas temprano y el hecho de que aun no se desfogaba tampoco ayudaba a sobrellevar la situación y pensar con total racionalidad, así que reprochándose mentalmente trato de reencauzar sus pensamientos al asunto que le atañía.
"No te dejes llevar por tu imaginación idiota, mejor sera que me disculpe de una buena vez con ella", reprochándose a si mismo, finalmente logro volver a pensamientos mas racionales y que eran el motivo por el que seguía en esa casa, es decir, disculparse con la rubia por su comportamiento previo en su casa y cuanto mas pronto acabara, mas pronto podría salir de ahí para calmarse o llamar a Venelana y desfogarse.
- Etto... Yasaka-san... - esto estaba siendo mas difícil de lo que se esperaba y hasta ahora solo le había llamado por su nombre para que le prestara atención, a saber que ocurriría cuando se disculpara en pleno, - acerca de lo que ocurrió mas temprano el día de hoy... - se quería morir, era demasiado vergonzoso, por no mencionar que incomodo mencionar el evento en cuestión, especialmente porque Yasaka lo veía intrigada conforme el intentaba articular palabra.
Se sentía del asco, la peor clase de basura, ahí estaba él, sin siquiera saber como disculparse y frente a él, esa hermosa y amable mujer que lo miraba con una sonrisa cariñosa y unos ojos que le decían que todo iba a estar bien y que no había de que preocuparse, estaba ahí, con esa bella sonrisa mientras agregaba otro cubo de azúcar a su té, algo normal, sabía del gusto de la rubia por lo dulce y sin dejar de verlo fue a buscar su cuchara.
Fue anticlimático lo que ocurrió entonces, la rubia al estar tan centrado en el y lo que sea que quería decirle y que no sabía como, termino tropezando con la cuchara y esta acabo cayendo de la mesa, era ridículo si lo pensaba, pero le valió lo suficiente como para respirar y tratar de calmarse luego de su primer infructuoso intento de disculpa.
- Oh, vaya - por su parte Yasaka solo pudo decir aquello cuando se percato de la caída de su cuchara antes de verlo sonrojada, tal vez avergonzada por su descuido, - que torpe de mi parte, acabo de tirar mi cuchara - lo decía como si no fuera nada relevante mientras lo miraba sonriendo avergonzada.
En su caso verla actuar así le resulto raro, no parecía que le interesara el hecho de que se le cayera la cuchara y mucho menos parecía tener la intención de recogerla, aunque tampoco es que en ese momento eso fuera algo importante.
- Ise-chan, podrías ser tan amable de recoger la cuchara por mi, ¿por favor? - de repente le pidió ese favor, cosa que lo extraño pues no entendía por qué quería que fuera el quien la recogiera, pero tampoco es algo que le costara algún esfuerzo hacerlo, menos si le dedicaba una sonrisa tan dulce mientras le hacía ese pedido.
- Hum, no hay problema - no tenía ningún problema en hacerle el favor, ademas eso le iba a ayudar a calmarse luego del fiasco que resulto su intento de disculpa, así que procedió a agacharse en busca de la dichosa cuchara, totalmente ignorante de lo que se iba a encontrar, ni el cambio en la sonrisa de Yasaka cuando perdió de vista la castaña cabellera bajo la mesa.
"Eres un cobarde", se reprocho de nuevo, tenía los huevos para meterse con su suegra, para sobarle las tetas a la rubia y se congelaba tratando de pedir una simple disculpa, era patético de su parte, pero que le iba a hacer cuando era la primera vez que se encontraba en una situación de estas y él creía que tener dos novias ya era increíble.
Al menos esta pequeña pausa en su absurdo intento de disculpa le venía bien, podía calmarse y darse valor, tenía que, en sus ojos, la idea de salir de esa casa sin haber pedido disculpas era ante todo un imposible, no se sentiría bien consigo mismo si no se disculpaba como era debido, por eso se mentalizo que ni bien recogiera esa tonta cuchara y la devolviera a la rubia, se disculparía de inmediato, saliera como saliera la misma de su boca.
Sin saberlo, mientras el chico estaba sumido en sus pensamientos mientras bajaba, Yasaka solo esperaba el momento adecuado y cuando lo perdió de vista bajo la mesa, sonrió traviesa antes de lamerse los labios y con un movimiento bastante evidente, termino abriendo sus piernas bajo la mesa mientras solo tomaba un sorbo de su taza de té.
Tan distraído o mas bien concentrado estaba en lo de recoger la cuchara, era irónico las cosas a las que en ocasiones solía prestarle tanta atención, pero así era el, como fuera tan centrado estaba en eso que cuando percibió movimiento no pudo evitar que su mirada buscara la fuente del mismo y mucho menos se esperaba encontrarse con la rosada y húmeda sorpresa que se encontraba al final de su línea de visión.
¡BRRRRRR!
Estaba mal y el lo sabía, no debería estar viendo tan fijamente, pues, eso, pero debido a la sorpresa simplemente no podía alejarlo de ese punto exacto, era como si lo estuviera hipnotizando.
¡BRRRRRR!
Cuan estúpido se sentía en ese momento y el creyendo ingenuamente que aque zumbido que escuchaba prácticamente desde que llego era un aparato para definir la figura cuando estaba muy alejado de eso, bueno, si vibraba, pero no con la función que el creía.
"¡Es un vibrador! ¡ES UN JODIDO VIBRADOR METIDO EN SU COÑO!", fue todo lo que pudo gritar, al menos en su mente mientras que no dejaba de ver hacía el sexo de Yasaka donde el vibrador, de color azul por cierto, se movía enloquecido de un lado al otro mientras estimulaba la vulva de la rubia.
Para cuando finalmente salio del lascivo trance, estaba muy seguro que ni cambiando de cerebro se iba a olvidar de la forma de la vagina de Yasaka, cada pliegue, el color y lo húmeda que estaba en ese momento, lo cual generaba una nueva duda en su mente, ¿desde hace cuanto estaba ese dildo ahí metido? no creía que desde temprano, es decir no lo escucho antes, ni lo sintió cuando, bueno, paso todo, aunque claro en ese momento tenía bragas, así que no podía asegurar nada, como sea, estaba horrorizado, en primera porque estaba seguro de que eso era algo que no debió ver, en segunda porque sintió algo húmedo bajar por su nariz y cuando se limpio al parecer el impacto fue lo suficientemente fuerte como para que acabara teniendo una hemorragia nasal y en tercera, pero no menos importante, porque en ese momento tenía una erección de campeonato, sentía que de lo dura que la tenía en ese momento, podía noquear a alguien con un vergazo.
Lo peor era que no sabía a donde mirar o mas bien no quería mirar a otro lado que no fuera ahí, no lo juzguen era un chico, con las hormonas alborotadas y ante el estaba una situación que bien podría decirse solo pasaba en una porno, es decir, que tan común era que te pusieras bajo la mesa y de repente la mujer frente a ti te abra las piernas para dejarte ver su parte mas intima y el dildo con el que jugaba.
Por si fuera poco, de repente pareció como si Yasaka abriera mas sus piernas y empujara sus caderas mas hacía el, como si tratara de darle una mejor vista de su sexo al castaño, pero al menos eso le valió para que finalmente pudiera moverse, alarmado porque se había quedado demasiado tiempo absorto en la sublime vista que tenía.
Ya iba siendo hora de salir, aunque ahora no estaba seguro de con que cara mirar a la rubia luego del espectáculo bajo la mesa, mucho menos estaba seguro de que decir, después de todo, decir que no había visto nada no era una opción, no se lo creería nadie.
Fue saliendo lentamente, asomando su rostro avergonzado tras la mesa,para ver a la rubia que aun estaba sentada, pero completamente aterrado, era a sus ojos su segunda falta, primero le había sobado las tetas, luego le acababa de ver el coño con un dildo enterrado en el mismo y lo peor, era que todo había pasado el mismo día.
Sin embargo cuando sus desorbitados ojos salieron tras la mesa esperando encontrar a una mujer enojada con la cual disculparse rogando porque no lo sacara de ahí a patadas y metiendolo en problemas, su sorpresa fue a mayor cuando antes de decir algo, escucho una melodiosa y traviesa risa, digna de una niña que acababa de cometer la mayor de las travesuras.
- Ufufu, ¿que ocurre Ise-chan?... ¿acaso ocurrió algo malo ahí abajo? - que se diera el lujo de espaciar ambas preguntas era raro, pero lo que de verdad lo enervo era lo que veía en esos ojos, la diversión que estaba sintiendo la rubia a costa suya, - ara, parece como si acabaras de ver el verdadero rostro de una mujer pervertida tal como es - y que al decir eso lo hiciera mientras de manera coqueta tratara de esconder su rostro tras la taza de té, mientras un lindo sonrojo adornaba sus mejillas no terminaba de hacerle entender que tanto tramaba esa mujer, especialmente porque le sonreía como si el hecho de que acababa de dejarle ver, porque era obvio ahora mas que nunca que fue totalmente intencionado, su desnudo y chorreante coño no fuera nada del otro mundo.
Aunque su sonrisa era a primera vista inocente y dulce, suficiente experiencia había adquirido de Venelana para poder ver tras ella y encontrar los destellos de burla, seducción y deseo, cosa que solo lo estaba poniendo nervioso, al menos a la gran mayoría de su cuerpo, porque para variar, su polla parecía mas que contenta con el panorama.
- Ufufu, como puedes ver - mientras decía aquello se fue levantando de la silla y él ahora ya de pie ante ella no pudo evitar sentirse que era una gacela congelada por el miedo frente a un hambriento depredador, - soy lo que se dice una verdadera y gran pervertida - si no fuera por lo que acababa de ocurrir, la verdad era que no lo hubiera creído jamas, es decir, siempre había sido una mujer tan dulce, tan amable y siempre dispuesta a ayudar, que la idea de que tuviese un lado tan obsceno le parecía inverosímil, pero dado que ella acababa de mostrarle con total desparpajo su propia intimidad, esa posibilidad ya no era tan descabellada.
Aunque, si lo pensaba bien, con el tipo de cuerpo que se gastaba la rubia, tan curvilíneo, tan lleno, tan obsceno, tan capaz de incitar malos pensamientos, la verdad es que no era algo creíble que el sexo le fuera indiferente.
- ¿Sabes una cosa?, cuando las personas alrededor mio me ven, la verdad es que no parecen creer que yo tenga interés alguno en el sexo - abrió los ojos grandemente al escucharla pues fue como si le leyera el pensamiento, - pero la verdad es que... tengo un lado de mi, que no es nada mas que una puta obscena y caliente, que solo puede pensar y amar esas cosas - no estaba muy seguro de que lo dejo mas atónito, el hecho de que acababa de admitir y llamarse a si misma una puta adicta al sexo o el hecho de que ahora que estaba de pie, había salido de detrás de la mesa y con total desparpajo frente a el, subió su falda hasta su cintura para que viera como con sus propias manos separaba sus muslos desde atrás para darle un acceso visual al espectáculo húmedo entre sus piernas.
Quizás fuera de hecho una combinación de ambas cosas, mas cuando veía a la mujer que casi parecía estar pujando mientras dejaba filtrar de sus labios pequeños e insinuantes gemidos, era difícil apartar la mirada ahora, mas cuando era obvio a este punto que ella quería que viera, "¿no esta mas húmedo que antes?", no pudo evitar el pensamiento cuando noto como su zona intima parecía dique roto en ese momento, quizás por la situación tan extraña en que se había convertido todo, aunque también podía ser por el hecho de que ahora ese jodido vibrador parecía moverse con mas fuerza, velocidad e intensidad dentro de ella.
Fue mientras estaba en ese trance entre sus pensamientos que no dejaban de enfocarse en el coño de la rubia y el obsceno espectáculo que la misma le estaba otorgando que entendió por que la mujer parecía pujar en ese momento, la respuesta le llego de manera muy visual, cuando no solo vio como sin ayuda de sus manos, aquel consolador azul salía de su coño sino que también presencio cuando este cayo al suelo en medio de un charco de jugos generando el mas desvergonzado sonido de chapoteo mientras aun impregnado en la esencia de Yasaka, continuaba retorciéndose desvergonzadamente en el suelo y finalmente pudo darse cuenta de su forma, su grosor, su longitud y claro esta, de las cientos de verrugas a lo largo del juguete de plástico diseñadas para estimular tanto como fuera posible del interior de su usuaria.
- Pese a que no he renunciado al placer de la carne, la verdad es que ningún hombre me había tocado en mucho tiempo - cuando desvió su atención del juguete y volvió a centrarse en Yasaka, se sorprendió del hecho de que la tenía ya muy cerca de el, mas bien, estaba recostando su cuerpo contra el de él mientras empezaba a pasear sus manos por el mismo, - por eso, cuando mas temprano hoy... agarraste... estrujaste... y jugaste con mis pechos... Iseee - se enervo cuando escucho su nombre a la mitad de un gemido, esa mujer exudaba por cada poro de su cuerpo un erotismo embriagador.
Era increíble, su simple olor lo estaba enloqueciendo, teniéndola tan cerca podía percibir su aroma, tan dulce, tan femenino, tan fértil, tan... obsceno, la verdad es que la polla ya le estaba empezando a doler de lo dura que la tenía, pero hubo un detalle de las palabras de Yasaka que lo dejo mas sorprendido, dijo que era el primer hombre en tocarla en mucho tiempo, pero al mismo tiempo que nunca había renunciado al sexo, "A-Acaso eso quiere decir que ella...", ante tal pensamiento, la reacción fue inmediata, su polla salto embravecida por aun no ser libre, sus bolas se sintieron tensas por no decir que mas pesadas y la imagen en su mente formándose solo hacía que su sangre corriera por sus venas enardecida.
- Iseeee, tu activaste el interruptor de mi modo travieso - que se lo dijera mientras jadeaba y no dejaba de tocarlo de manera nada santa y al mismo tiempo evitando su entrepierna lo estaba alterando, ademas, ¿que era eso de su interruptor travieso?, sonaba como si fuera un robot, bueno, uno de tipo sexual o algo por el estilo, aunque considerando su actual comportamiento, tan diferente de la Yasaka habitual, decir que algo se había encendido dentro de ella no era tan descabellado.
Estaba encima de el, tocándolo, respirando el aire que exhalaba mientras le dejaba sentir sus carnes pese a que el no estaba moviendo ni un musculo aun presa del desconcierto y conmoción de tan surrealista escenario y para colmo, las caricias de Yasaka no dejaban de molestarlo, tocando de manera tan dulce su cuerpo entero, pero siempre evitando las zonas que mas deseaban su atención, se iba a volver loco.
- De hecho fue tan increíble, que debí evitarte el resto de la clase Ise, porque de lo contrario, muy seguramente te habría atacado ahí enfrente de las demás sin importarme nada - eso si no se lo esperaba, por eso es que lo evitaba y ahí estaba él, pensando que era porque la rubia estaba molesta con su persona, aunque no estaba seguro de si la realidad era mejor, - de hecho, ni bien acabo la clase, salí de ahí corriendo para regresar a mi casa y masturbarme para clamar mi palpitante coñito - estaba al borde del colapso, cada nueva revelación de parte de Yasaka solo estaba friendo su cerebro mas y mas.
La imagen que siempre tuvo de Yasaka hasta la fecha, ya estaba en la basura, luego de todo esto, jamas la vería igual, ni aunque quisiera, era mas que evidente que en lo que se refería a ella, pese a todos los años de conocerla, la verdad era que no la conocía realmente en lo mas mínimo.
Quiso hablar, intentar frenar esta locura antes de que todo se saliera de control aun mas, pero entonces Yasaka ataco de nuevo, como si fuera consciente de sus intenciones y no tuviera la intención ella, valga la redundancia, de permitirle alejarse, por eso cuando sintió las manos de la rubia subir hasta llegar a sus labios los cuales empezó a delinear, las palabras que pudiera llegar a formar murieron en su garganta dejando solo unos labios temblorosos en su lugar, ademas de húmedos y no precisamente de saliva, porque si, al parecer antes de llevar sus manos a su boca, las paseo por su propia intimidad, lubricando sus dedos, dedos que ahora se paseaban por sus labios, bañando y lubricando los mismos con su femenina esencia, como deseando grabar su sabor en ellos.
- Por eso, cuando supe que ibas a venir a entregarme el teléfono, me prepare... - desde el principio todo había sido fríamente calculado por esa pechugona mujer y el como un completo idiota cayó en sus redes, eso explicaba todo, especialmente el asunto del consolador y la facilidad exhibicionista de Yasaka frente a el, era lo que quería desde el principio, - ahora... ¿¡podrías asumir la responsabilidad por lo que me hiciste!? - estaba que no se lo creía, ahora le estaba saliendo con eso.
Ni siquiera entendía porque esto era su culpa, vale, si, le sobo las tetas de manera descarada y si, también le vio el coño al natural mientras se masturbaba, pero eso no era su culpa, especialmente en lo segundo, eso fue cosa de ella, el no tenía la culpa, ¿o si?, aun así, no podía dejar de sentirse culpable y eso era un problema, uno del que Yasaka se estaba aprovechando.
- ¿Quieres hacer, verdad Ise-chan... asumir la responsabilidad? - esos momentos donde desconectaba para filosofar internamente se estaban volviendo peligrosos, porque una vez mas, cuando salio de ese estado, ahora tenía a Yasaka pegada por completo a el, con una mano metida en su boca y la otra ya sobandole el paquete mientras le susurraba obscenamente esas palabras para luego morderle el lóbulo de su oreja.
Su mente estaba turbada, y que ella ya le metiera mano de forma tan descarada no ayudaba a aclarar sus pensamientos, aunque cada vez sus pensamientos se hacían mas y mas uno y el mismo y no necesitaba ser un genio para saber cual era ese pensamiento, bueno, mas bien ese deseo, pero debía resistirse, ya las cosas eran muy complicadas solo así como estaban, no necesitaba adicionar mas leña a la pira donde lo iban a quemar después sus novias si se enteraban de todo lo que ocurría.
"- Oh casi lo olvido, si puedes hacer lo mismo por Yasaka-san sería genial, le debo un favor y me gustaría que la atendieras por mi hasta mi regreso, es una buena amiga y últimamente me preocupa que siempre esta sola -", de repente recordó esa parte de la conversación con Akeno, el porque no estaba seguro, pero era algo muy parecido a lo que paso con Venelana la primera vez, claro esta que esta vez quería resistir ese impulso de idiotez que le decía que lo hiciera, es decir, ¿tenía permiso, no?, aunque estaba seguro de que no precisamente para eso.
- He estado esperando una oportunidad como esta mucho tiempo... y no pienso desaprovecharla, fufufu - no estaba seguro de que significaba eso y la verdad no estaba seguro de querer saberlo, pero si quería detener esto, era ahora o nunca, de lo contrario dudaba de su propio y ya demasiado mermado autocontrol, por eso se preparo para apelar a la razón con Yasaka.
Sin embargo, antes de poder siquiera intentar resistirse, Yasaka lo sorprendió una vez mas haciendo el primer movimiento ella misma y para eso tomo las manos del chico y las dirigió contra sus senos y una vez ahí movió las manos de Issei por el contra sus pechos para que los palpara, los masajeara y antes de darse cuenta, las manos de ella lo habían soltado y era solo el quien la tocaba.
Estaba listo para disculparse, cuando una vez mas la rubia se le adelanto y negandole la posibilidad de siquiera decir una palabra, le robo un beso que pronto se volvió mas demandante, mas lascivo y que irremediablemente le fundió el cerebro o lo poco que aun funcionaba en esa situación acabando con el correspondiendo para la infinita felicidad de Yasaka quien lentamente lo guiaba hacia su habitación.
Por su parte Issei sabía que estaba obrando mal, pero ya no se podía contener, malditas fueran sus hormonas, pero en este punto ya no podía hacer nada, sentía que enloquecería si no se desfogaba y aunque se estaba aprovechando de Yasaka y tergiversando las palabras de Akeno, ya tendría tiempo después de pedir perdón, en este momento, aunque quisiera no podría detenerse o de lo contrario se volvería loco y así dejando de lado la razón y su propio conflicto moral, arremetió contra la rubia en busca de mas contacto hasta llegar a la habitación de la mujer.
Era de locos la actual situación, es decir, hace unos momentos entro por la puerta de la habitación de Yasaka con ella mientras se besaban y ni bien estuvieron dentro, la rubia con una sonrisa traviesa lo empujo hasta hacerlo sentar en el borde de su cama para frente al desconcertado chico y manteniendo esa sonrisa entre coqueta, lujuriosa e inocente, se quito la falda que llevaba puesta junto a sus bragas las cuales lanzo lejos, donde cayeron no lo supo pues ni bien se desnudo en esa área, sus ojos no pudieron despegar la vista del húmedo pero impoluto lugar que era la entrepierna de la mujer.
Yasaka sonrió esta vez si con la sombra del deseo tiñendo sus expresiones, satisfecha al ver como el no despegaba la vista de su cuerpo, considero quitarse la camisa también, pero lo dejaría para mas adelante, aun le quedaba una sorpresa mas para el chico y quería esperar al momento adecuado, sin embargo no perdió el tiempo y mientras el castaño continuaba obnubilado por la visión, se acerco a él,, cuando la miro a los ojos al tenerla cerca, le sonrió y luego se dio la vuelta para presentarle un buen primer plano de su trasero ahora a la altura de su cara y luego se sentó en su regazo.
El estaba vestido aun y para lo que quería que fuera la entrada de esa noche, que estuviera desnudo no era requerido, no aun al menos, sentada ahí, abrió sus piernas las cuales paso por encima de las de él y sonriendo ante su rostro desconcertado sin saber lo que quería que hiciera, le resultaba hasta lindo lo inocente que se estaba comportando, pero no era el Issei inocente el que quería en ese momento, así que, tomo su mano derecha y la guio hasta que se coloco sobre su coño empapado mientras que su mano izquierda la llevo contra uno de sus enormes pechos.
No requirió mas de unos cuantos segundos de guía sobre como debía tocarlo para que pronto el castaño lo hiciera por cuenta propia, dejando a la chica solo centrarse en disfrutar de las sorprendentemente hábiles manos del chico al cual ahora estaba besando mientras sonreía en su mente al sentir la habilidad del castaño, a ese paso estaría llegando a la cima dentro de muy poco.
- Mmmnn, eres muy hábil besando Iseee - le dijo entre besos, claro que no era solo hábil con la boca, pero estaba muy segura de que su cuerpo le estaba diciendo lo que no le decía con su ocupada boca, aunque claro, el chico no es que estuviese precisamente centrado en lo que le decía de todas maneras.
"¡Whoaaa! ¡Yasaka-san esta tan húmeda aquí abajo!", aquí estaba el, gritando en su mente mientras manoseaba la zona intima de la rubia tetona, ni en sus sueños mas locos algo como esto era factible, bueno, lo que pasaba con Venelana tampoco y con ella aunque se negara a reconocerlo, en algún momento llego a tener sueños húmedos con ella.
De todos modos, no creía que tuviera tanta suerte, pero irónicamente, era la segunda vez que escuchaba algo como eso de haber esperado mucho por ese momento, algo le olía raro en esto, especialmente si pensaba un poco en lo que eran sus últimos años, cosas raras que antes no le parecían la gran cosa, ahora empezaban a sentirse sospechosas, pero Yasaka no se pondría en es tipo de juegos, era una mujer seria, amable, tierna, no había manera que se prestara para lo que creía, ¿o sí?
"¡Increíble, tu coño esta ardiendo!", como fuera, no es que tuviera tiempo para pensar en eso en este momento, menos cuando jugando con el sexo de Yasaka, decidió meter sus dedos al interior de su coño encontrando el caldero hirviendo que estaba hecho en ese momento mientras las mieles que producía se resbalaban por su mano entera, y luego estaba el como la escuchaba gemir de gusto y satisfacción mientras el jugaba con su cuerpo, esto ultimo gracias a que había dejado de besarse con la mujer y ahora lamía su cuello, era algo que a Akeno y Venelana les gustaba y decidió probarlo con ella también, "de verdad que a ella esto le debe encantar", fue lo único que pudo pensar mientras jugaba y lamia el cuerpo de Yasaka al ver como esta se contorsionaba hasta con la mas leve caricia en ese preciso instante.
En determinado momento dejo de jugar con los pechos de Yasaka, cosa difícil porque de verdad lo estaba disfrutando, especialmente de la sensación de que sus manos eran devoradas por esas montañas de carne obscena, pero soltó esos manjares esponjosos en pro de una nueva tarea mas al sur donde un mar de fluidos no dejaban de chorrear y mas cuando sintió un enorme y duro botón que él reconocía muy bien gracias a experiencias pasadas, aunque nunca se espero algo así.
"¡Woah, su clítoris esta enorme!¿acaso juego con él a menudo?, en este momento es fácil manipularlo", se sorprendió cuando lo sintió y aun mas cuando mientras con su mano izquierda jugaba metiendo sus dedos en su coño, con la derecha había alcanzado su botón dulce y rosa el cual ahora lo tenía entre sus dedos y mientras molestaba ese lugar, no podía salir de su asombro ante lo que sentía.
Era un clítoris duro y en ese momento bastante húmedo, hasta ese punto no era algo que no hubiera visto o en este caso, sentido antes, lo que era diferente estaba en el tamaño, entendía que la mujer estaba realmente excitada, es decir la interrumpió mientras se masturbaba, pero aun así, no se esperaba un botoncito tan grande, era fácil sujetarlo con los dedos, podía retorcerlo si quería, incluso pellizcarlo sin mayores dificultades, eso le hacía preguntarse que tan a menudo jugaba la rubia con él, porque no se le ocurría otra manera de que tuviera el clítoris tan grande.
- ¡OOOHHOOOO! ¡NOOOO! ¡ISE-CHAAAN, NO FROTES TANTO MI CLÍTORIS! - salió de sus pensamientos cuando la escucho gritar, bueno mas bien aullar aquello, pero contrario a lo que se esperaría, es decir que se detuviera, el chico continuo con su tortura sobre el dulce botón de Yasaka, la cual grito enardecida las consecuencias de las acciones del castaño, - ¡ME VOY A CORRER DE INMEDIATOOOOO! - grito con fuerza, la saliva corría por su mentón, producto del orgasmo y todo el tiempo que llevaba con la boca abierta de tanto jadear, en es punto su orgasmo era inminente y lo demostró de manera bastante escandalosa.
La rubia empezo a retorcerse de manera inmisericorde entre los brazos del castaño que ya fuera por la sorpresa, el desconcierto o quizás por los sentimientos un tanto sádicos que en ocasiones le surgían, no dejaba de acariciar la vagina de Yasaka o cuando menos su erecto clítoris intensificando su orgasmo mas allá de lo que ella se esperaba y en consecuencia, la mujer acabo soltando chorros de jugo desde su sexo mientras berreaba de placer ante las caricias del joven tras ella.
"¡Increíble, se corrió tan duro! ¡que increíble squirt!", no pudo evitar asombrarse mientras finalmente la dejaba en paz, aunque la rubia no dejaba de chorrear, claro que ya no con la intensidad inicial, pero aun así era sorprendente lo prolongado que estaba resultando el clímax de Yasaka.
- ¡Niño malo, te dije que no...! - se sorprendió cuando se sintió regañado por Yasaka, aunque era irónico que ella quien lo incito a esto ahora se quejara de que lo hiciera y mas irónico era el hecho de que de verdad se sentía culpable, tal vez si se había pasado un poco.
Si Yasaka quería seguir increpándolo no continuo, tal vez porque aun no recuperaba como era debido el aliento, aunque por la sonrisa que le estaba dando tan cargada de complicidad y un tanto de una aun palpitante lujuria, se estaba figurando que la verdadera razón era porque aun estaban lejos de terminar y considerando el doloroso bulto entre sus piernas, eso era algo que le alegraba y mucho.
Viendo que la rubia se había recuperado lo suficiente y consciente de que esto aun no terminaba, decidió volver al ataque, esta vez contra la zona previamente desatendida, es decir, dirigió sus manos contra los enormes pechos de Yasaka los cuales empezó a masajear, amasar y jugar a placer con ellos.
"Supongo que jugare con sus pechos ahora, especialmente con... ¿are?", mientras jugaba con los pechos de la rubia, iba trazando su plan de juego el cual como pazo siguiente tenía atormentar los pezones de Yasaka, fue ahí donde se encontró con una rareza, por mas que palpaba, no lograba encontrar sus pezones, "¿acaso ella... no tiene pezones?", ya empezaba a creer en esa posibilidad si no importaba donde tocara no lograba hallarlos y aunque eran unos pechos enormes, tampoco es que hubiera muchos lugares donde pudieran estar.
- Fufufu, no logras encontrar mis pezones, ¿verdad Ise-chan? - al parecer ella se percato de el desconcierto de Issei el cual no dejaba de palpar su pechos en busca de algo que no lograba encontrar y eso le saco una sonrisa antes de girarse a verlo con una sonrisa traviesa, una que conocía pues fue la misma que le dedicó cuando le revelo bajo la mesa lo que escondía entre sus piernas, - ¿quieres quitarme la camisa y echar un vistazo? - lo dijo como una pregunta pero era mas bien una invitación, una que ella tenía la intención de que cumpliera pues tenía lago que quería mostrarle y que mejor momento que ahora cuando ambos estaban ansiosos de pasar al siguiente nivel.
¿Han escuchado ese dicho de que la curiosidad mato al gato?, pues en ese momento nada podía aplicar mejor a la situación de Issei, la provocación de Yasaka fue demasiado y si había algo que Issei podía considerar su maldición, eso era su curiosidad innata, le gustaba saber cosas, aprender de todo un poco y eso en este momento lo estaba metiendo en un buen lío pues por la forma en que Yasaka le invito a desnudarla, sintió que algo le estaba escondiendo bajo la camisa y eso fue suficiente para que su curiosidad tomara el control, ahora estaba ahí, levantando con manos temblorosas la camisa de Yasaka la cual solo sonreía con una inocencia antinatural dada la situación, mientras dejaba que el chico revelara sus pechos, pero nada lo preparó para lo que se encontró bajo ese trozo de tela.
"Que carajos...", ahí estaban, esas enormes mamas las cuales tenían por encima la camisa recogida, no sabía que lo sorprendía mas, de la vista que tenía enfrente, sabía que eran enormes, eso lo tenía claro desde que empezó a sentir compasión de las pobres camisas que debían dar todo de si para contener los pechos de la rubia, pero ahora que estaban libres, eran incluso mas grandes de lo que se esperaba, por no mencionar el dulce aroma tan lascivo que desprendían en ese momento y que estaba mareandolo en el éxtasis, "e-esos son p-pe-pezones... ¿invertidos?" la segunda gran sorpresa de ese encuentro, sabía que existían mujeres con esas características, para su vergüenza lo aprendió de videos porno que vio gracias a Akeno quien siempre quería probar cosas nuevas, pero estaba muy seguro de que tal condición no era tan normal como parecía, aunque considerando la enormidad de pecho de la rubia, quizás era de esperar que Yasaka tuviera una condición especial en ellos y claro, luego estaba la ultima y quizás mas depravada sorpresa.
"Yasaka-san... ¿de verdad tiene vibradores ahí dentro?", si, ante la ya de por si sorprendente vista, ahora resultaba que un depravado adorno completaba el cuadro cuando al contemplar de manera mas atenta los pechos de Yasaka, de entre la rosada areola que coronaba sus pechos, único indicio visible de la existencia de sus tímidos pezones y desde aquella hendidura donde los mismos se encontraban, salía un cable, uno de color azul y delgado que caía libremente hasta perderse bajo los pechos aunque si dejando entrever en el fondo tras la carne erótica de Yasaka, un dispositivo al que el cable parecía estar conectado, que no era otra cosa que el controlador y por si fuera poco no era solo en uno de sus pechos, de hecho era en ambos y como prueba inequívoca de que eran vibradores, el característico sonido de zumbido provenía del interior de esos pezones invertidos.
- Jujuju, te vez bastante sorprendido Ise-chan - la burla de Yasaka lo saco del trance que le implico asimilar la realidad sobre la rubia, pero claro esta, ahora se sentía avergonzado, por no decir que estupefacto sobre la nueva revelación sobre su madura amiga y sin saber como responder, aunque su rostro ya respondía por el, - si quieres, te diré que hago con todos estos vibradores adentro - lo estaba molestando, estaba seguro de eso, ella sabía lo curioso que podía llegar a ser y se estaba aprovechando, pero mentiría si dijera que no sentía curiosidad sobre como es que la mujer a la que, hasta hace unos instantes creía recatada y dulce, podía ser así de lasciva.
¡BRRRRRR! ¡BRRRRR!
Para colmo podía escuchar claramente, aunque de forma atenuada el constante zumbido de ese par de juguetes enterrados en sus pechos, cosa que lo estaba manteniendo en un estado donde la sorpresa, la lujuria y el desconcierto le impedían pensar como se debía, aunque claro esta que Yasaka no tenía intención de permitirle quedarse solo ahí estático, por eso tomo sus manos y las llevo hasta los cables para que los sujetara y luego con una ligera dirección con sus propias manos le dijo lo que quería, es decir, quería que halara los cables y por ende, que sacara los vibradores de sus pezones mientras ella terminaba de retirar su camisa por sobre su cabeza, tan obnubilado estaba que ni siquiera protesto, solo lo hizo, aunque dado que era algo nuevo para el, resulto haciéndolo con mas lentitud y suavidad de lo planeado, lo cual a su vez causo que el placer se prolongara mientras los juguetes lentamente salían de su anatomía.
- Desde que me hice mayor siempre he sido una chica sucia... - no tenía que jurarlo, considerando todo lo que le había visto hacer en tan poco tiempo, eso era algo que no se podía poner en duda, - mis pechos siempre han sido sensibles y suelo jugar con ellos y mucho, con mis dedos u otras cosas - suponía que se refería a los vibradores que en ese momento tenía, aunque si fuera otra cosa, a este punto ya no le sorprendería, - de hecho, ¿sabías que el día en que nos conocimos, llevaba estos vibradores también? - se quedo sin aliento, se conocieron cuanso el aun era un niño, ¡que degenerada!, eso era lo que pensaba el, - y hoy estaba particularmente caliente, así que me los coloque desde temprano, es mas, los tuve todo el tiempo mientras cocinábamos hoy - sentía que se iba a desmayar, de verdad, que poco conocía a la rubia realmente, pese a mas de una década de conocerla, era obvio que de ella no sabía en realidad un carajo.
Lo mas increíble era que si ella los tuvo todo ese tiempo, que tan distraído debía estar para no haberlo notado, aunque no fue el único que no lo hizo, porque de lo contrario, estaba seguro de que una de las otras dos mujeres en la cocina la habría reprendido, no creía que pasaran por alto algo así, menos su Onee-chan, así que suponía que o los llevaba apagados o a la mas mínima potencia como para que no pudieran descubrirla.
- Por eso cuando Ise-chan me acarició de esa manera los pechos, sentí que perdería el control en cualquier momento - se sentía mal, no era su intención que las cosas acabaran así, - ahora debes tomar la responsabilidad, por favor, juega con mis pechos una vez mas - no estaba seguro de que tan culpable se debería sentir ahora con esa declaración, pero en su actual estado, aunque quisiera, no podía y no iba a decir que no.
- Yasaka-san... eres tan sexy - ya que no podía huir, a este punto mejor lo disfrutaba todo lo que pudiera, igual, no es que pudiera hacer algo diferente, por eso y con el fin de cumplir el deseo de Yasaka, halo con mas fuerza los vibradores, esta vez, decidido a sacarlos de una vez por todas de esos obscenos montículos de carne.
- ¡Moooo, vamos Ise-chan, ya sácalos de mis pezones! - al parecer la rubia se estaba desesperando y el que Issei los sacara lentamente la estaba enloqueciendo, quien sabe si de placer o frustración, pero lo que si tenía claro es que Yasaka los quería afuera ya, era obvio que a ojos de la rubia, los juguetes habían terminado de cumplir su propósito.
De esa manera y ahora animado por Yasaka, halo mas y mas fuerte los cables, aunque para su sorpresa, contrario a las palabras de su dueña, los pezones parecían no estar dispuestos a liberar los juguetes tan fácilmente, por lo cual conforme tiraba de los cables para sacar los vibradores, los pechos de Yasaka terminaban estirándose también, coronando con la punta rosada de los mismos luchando por no perder las caricias que sentía, aunque lentamente los vibradores iban saliendo dejando ver la forma y el color de los mismos.
Finalmente y luego de una extraña batalla si es que podía llamarse así, Issei finalmente saco los vibradores de los pechos de Yasaka con un ultimo jalón sobre los mismos, aunque la salida de aquellos juguetes no vino sola, la acompaño un dulce gemido de éxtasis de parte de Yasaka ademas de la presentación formal de las coronas rosa de la rubia las cuales se veían erectos y firmes nada mas salir a la luz.
Aun tenía a Yasaka sobre sus piernas, ahora completamente desnuda y con la única parte que naturalmente se mantenía escondida finalmente expuesta, una verdadera belleza, de por si que era una mujer hermosa, pero ahora, exudaba un erotismo único y particular, hasta ahora había descubierto que Yasaka podía ser muy obscena, pero en este momento se sentía incluso mas que solo eso, "¿que demonios ocurre con estos pezones? ¿es normal que sean tan obscenamente sexys?" es que en este momento pese a que la tenía de espaldas, podía ver por sobre sus hombros y lograba discernir esos pezones y la única palabra que se le ocurría para definirlos era obscenos, le producían hambre de una manera incontrolable y estaban seduciéndolo para que jugara descaradamente con ellos.
- ¡IIYAAA! mis traviesos pezones han sido expuestos... hmmm, se ven tan duros y grandes - Yasaka se veía sorprendida por la apariencia de su propia anatomía, aunque considerando que lo decía con una voz cargada de lascivia, era difícil de creerle, ademas, parecía bastante complacida con el aspecto e los mismos y no mentiría, ya quería tocarlos, jugar con ellos, los invitados a la festa que llegaban tarde, de hecho quería castigarlos.
De hecho lo hizo, en cuanto salio del asombro de ver tan obscenos botones, rápidamente llevo sus manos a ellos y sin mediar palabra empezó a jugar con ellos, apretando, pellizcando, jalando, retorciendo, en fin, cuando juego se le ocurriera hacer con sus manos contra tan descarados pezones y claro esta, no se vio detenido por la dueña de los mismos quien simplemente recogió sus propias manos mientras gemía de gusto al sentir al castaño jugando con aquellos botones rosa, animando al castaño a hacerlo mas fuerte, mas intenso.
- ¡OHH! se... se siente tan bien... como juegas y acaricias mis pezones - Yasaka estaba en éxtasis, bueno, mas correcto sería decir que Issei no le permitía salir de ahí, jugando con su cuerpo como lo hacía, la mantenía al límite de su razón, especialmente porque sin siquiera saberlo, estaba atacando directamente a todos sus puntos dulces, cada zona erógena de su cuerpo, el castaño la había estado estimulando y con sus pechos, se estaba ensañando, especialmente con sus pezones.
"Que pezones tan duros... y son tan grandes que casi podrían pasar por unas minipollas", por su parte Issei estaba asombrado de tener entre sus manos unos pezones como los de Yasaka, no es que fuera un gran conocedor en esa materia, pero luego de ver y jugar con los pezones de Rias, Akeno y mas recientemente Venelana, no se esperaba encontrarse con unos pezones tan diferentes que aunque grandes, no eran ridículos, solo que de lo duros que estaban, incluso se sentían mas grandes de lo normal, aunque eso tampoco es que le molestara, "me pregunto... ¿y si los vuelvo a meter?", entonces una perversa idea se le vino a la mente.
No mentiría, esos pezones eran obscenos e irresistibles, pero conforme jugaba con ellos mas se desinhibía y eso a su vez estaba dejando salir a flote su lado mas dominante, ese que otrora usara con Akeno y Venelana y eso aunado a su curiosidad le estaba pasando factura, ya sabía como se sentían sus pezones, ahora quería saber que se sentía cuando estaban hundidos de nuevo dentro de la carne de teta de Yasaka y movido por esa insana curiosidad, lentamente y desde la punta, fue empujando los pezones de Yasaka de regreso a su escondite, todo mientras la rubia no hacía mas que gemir presa voluntaria de los juegos del castaño.
- Mooo, niño malo, empujaste de nuevo mis traviesos pezones dentro de mis pechos - lo estaba diciendo como si fuera un reproche, al menos esa era la intención, pero el tono de su voz, los gemidos y el como estaba ansiosa por lo que seguía no apoyaban su intención, - de verdad eres un niño malvado y travieso Ise-chan, ahora estas jugando con mis pezones-coño de manera tan lasciva - y es que era cierto, ni bien metió de regreso esos botones rosa empezó a jugar con ellos mientras se envolvía en la cálida sensación que percibía y no es que se alejara mucho de la realidad cuando dijo aquello de que ahora eran unos pezones-coño, porque aquel agujero donde ahora tenía sus dedos enterrados, era apretado, cálido y húmedo como si en realidad estuviera metiendo sus dedos dentro de una verdadera vagina, - fufufu, se siente taaan bien cuando frotas el punto G de mis pechos - lo estaba diciendo de un modo tan travieso que solo lo excitaba mas, aunque no pudo evitar preguntarse si era tan siquiera posible que unos pechos tuviesen un punto G como aseguraba la rubia, pero considerando las sorpresas que se había llevado esa tarde con ella, la posibilidad no era del todo rara, mas cuando entendía que se refería a su continuo frotamiento contra la punta de sus enhiestos pezones invertidos.
El problema estaba en que movido por ese pervertido sentimiento, ahogado en ese mar de lujuria, el castaño se había descontrolado y ahora solo quería molestar a Yasaka, hacerla chillar si era posible por eso decidió ser mas agresivo incluso con sus palabras, - me pregunto, ¿que puede pasar si no dejo de jugar con estos sucios pezones invertidos de zorra tuyos? - empezaba a hablar de manera soez movido por su propia libido que lo volvía mas dominante, sacaba de el la parte mas primitiva del ser humano, aunque por los chillidos de placer de Yasaka, no es que le molestara realmente.
- ¡Harás que me corra! ¡voy a alcanzar el orgasmo y me voy a chorrear por culpa de estos sucios pezones de puta! - no lo estaba diciendo, lo estaba gritando, le estaba anunciando lo que ocurriría de la manera mas sucia posible, degradándose a si misma en el proceso como si aquello fuera un afrodisíaco para ella misma y así continuo, - ¡Voy a chorrear como una jodida manguera rota y a chillar como la peor de las zorras! - era increíble como se estaba refiriendo a si misma en ese momento, pero escucharla hablar tan sucio, tan salida de su usual carácter amable, tierno e inocente, se la estaba poniendo mas y mas dura, la verdad sea dicha, e sorprendía que aun no se hubiera arrancado la ropa y estuviera martillando el coño de esa vaca tetona considerando lo dolorosa que se sentía su erección encerrado en sus pantalones en ese momento.
- Heeeee, entonces, ¿así de traviesa puedes llegar a ser Yasa-chan? - las palabras de la rubia solo enervaban al castaño, alimentaban su libido y descontrolaban ese sádico que al parecer llevaba dentro y ahora que ella misma había gritado tal cosa, lo único en la mente de Issei era, ver cumplido ese cometido, quería ver como de pervertida era una mujer que podía correrse solo porque jugaban con sus pezones, - entonces déjame verlo, déjame ver como te sientes cuando te corres con esos pervertidos pezones tuyos - aquello se lo dijo mientras ahora aplicaba mayor intensidad y fuerza contra los obscenos pechos de Yasaka, presionando con mas rudeza la punta de sus pezones hundidos, metiendo y sacando los dedos como si estuviera follando sus pezones y eso claro, solo hizo que Yasaka pasara de gemir a chillar como si la estuvieran matando, al menos de placer.
A la pregunta sobre si finalmente se corrió por sus pezones siendo molestados, la respuesta era un rotundo si, eso no debía siquiera de dudarse, pero lo que paso cuando se corrió, eso era algo que ciertamente no se esperaba, aunque nada de lo que había ocurrido hasta ahora era algo esperado, así que una sorpresa mas no habría de hacer la diferencia, claro que esta era una muy extraña sorpresa.
Entendía que Yasaka fuera sensible de sus pechos, bueno, mas concretamente de sus pezones, pero lo que paso entonces, era algo difícil de creer, un instante después de que se corrió y mientras chillaba de placer, sus erectos pezones cimbraron en el interior de sus dedos, pudo sentirlos palpitar y un segundo después, pese a que sus pezones estaban tapados por sus dedos, desde lo profundo de aquel obsceno agujero se empezó a filtrar a presión un liquido blanquecino muy particular, pero que solo podía ser una cosa... leche materna.
"E-Esto es... increíble, ella en serio acaba de chorrear... ¡leche!", era una observación simplista de su parte, aunque con lo abrumado que estaba era difícil que pudiera procesar mejor esta nueva información, mas considerando que ni bien libero la presión de sus pezones estos regresaron a la superficie para exhibir mas abiertamente el lácteo espectáculo de parecía no parar, aunque si le causaba curiosidad, hasta donde el sabía, solo había una manera de que una mujer pudiera producir leche, "etto... Yasaka-san no esta embarazada, ¿o si?" considerando la actual situación, no era raro que pensara tal cosa, aunque considerando que nunca le habían conocido un novio, tal posibilidad no era tan evidente como parecía en un principio.
- ¡UGYAAA! ¡mis pechos están chorreando! - salio de sus pensamientos ni bien la escucho chillar aquello, pero era curioso, pese a que gritaba de esa manera tan estridente, su rostro estaba lejos de mostrar vergüenza o mortificación ante tal hecho, por el contrario, era un rostro de éxtasis puro, como si en realidad fuese lo que deseaba y que llevaba tiempo esperando, - ¡HIIII! ¡m-mis pechos, n-no dejan de chorreara! - una vez mas pese a que parecía protesta, su extasiado rostro eliminaba tal preocupación, aunque que no parara de lactar era en parte su culpa pues no dejaba de, con sus dedos, jugar con los pezones de la rubia, estirándolos, pellizcandolos, hundiéndolos, en fin.
"D-De verdad que solo necesita sus pechos para correrse", no pudo evitar pensar, estaba entendiendo que el misterio que era el cuerpo de una mujer va mas allá de lo que el pensaba, pero aun así, no era suficiente para saciar su curiosidad, especialmente la pregunta original desde que empezó a lactar ante sus ojos, "¿c-cómo es que puede siquiera lactar y correrse por ello?", trago duro, era obsceno si lo pensaba, pero no podía evitar querer saber, su mirada fija en tal espectáculo no hacía mas que reforzar su deseo de respuestas.
Cuando finalmente salio de su orgasmo Yasaka lo miro y al parecer su rostro era como un libro abierto, pues un segundo después Yasaka sonrió de manera zorruna, como si acabara de encontrar una oportunidad para beneficiarse aun mas de la situación, y lo demostró con la propuesta que le hizo, si quería saber el porque de su lechoso secreto, debía satisfacerla mucho mas, jugar con sus pechos hasta que enloqueciera, si accedía, por cada orgasmo que le diera, ella le contaría un poco sobre eso y claro, el no fue capaz de negarse a su propia curiosidad, pero eso si, sus pantalones debían irse, su polla ya no soportaría mas el encierro.
Termino jugando con sus pezones, mientras que ella solo chillaba de placer ante sus caricias, claro que no se quedo solo ahí, ya que estaba y movido por su curiosidad, su deseo de conocer el sabor de la leche de Yasaka, acabo con el chupando uno de sus pezones mientras jugaba con su mano con el otro lo cual solo elevaba el placer de Yasaka y terminaba corriéndose aun mas rápido que antes, así que rápidamente se entero de la situación de Yasaka, que no sabía como tomarse.
Yasaka tuvo su último novio en la universidad, lo amaba y creyó que él a ella también, siempre estaban juntos y con el tiempo eso derivo en que ambos compartieran la cama, en mas de una ocasión, claro no era tan tonta como para hacerlo sin protección, aun era joven y no quería que por no protegerse sus planes por ese entonces se vieran truncados y era una opinión compartida por su entonces novio, por lo cual el siempre usaba condón.
Sin embargo, en algún momento, ocurrió algo extraño con Yasaka, su periodo no llego, se sentía cada vez mas cansada y con nauseas, no podía creerlo, siempre se habían cuidado, pero claro, siempre existía el riesgo de que el condón pudiera fallar, ella lo sabía y corrió el riesgo, ahora parecía que se encontraba ante las consecuencias de tal riesgo, toda una sorpresa para ella, pues había quedado embarazada.
Estaba conmocionada, asustada, eso era evidente, pero de alguna manera, también feliz, sería madre, antes de lo planeado pero lo sería y creyó que podría formar una feliz y hermosa familia con su novio y con eso en mente se apresuro a contarle a su novio, esperando que se alegrara tanto como ella de que pronto serían padres.
fue entonces que todo salio mal, ni bien le dijo de su embarazo, su novio se aterro, quedo congelado con un rostro de circunstancias y aunque se lo achaco inicialmente al hecho de la sorpresa que resultaba saber tal noticia, pero cuando al día siguiente el no solo se desentendió de tal responsabilidad, sino que también actuaba como si jamas la hubiera conocido, se sintió devastada, totalmente destrozada por dentro sin saber que hacer, especialmente por el hijo que esperaba.
Pero decidida a no dejarse vencer por eso, decidió que ella criaría a ese hijo sola, no estaba muy segura de como lo haría, pero lo haría, demostraría que el error que cometió al enredarse con ese baboso que la dejo cuando supo de su embarazo no iba a detenerla.
Pero, ¿qué tenía que ver eso con la lactancia de Yasaka?, bueno, esa fue la parte interesante de la historia, resulta que cuando Yasaka fue al hospital para chequear sobre su embarazo y saber cuanto tiempo tenía, se encontró con una verdadera sorpresa, resultaba que de hecho no estaba embarazada, nunca lo había estado en primer lugar, solo había experimentado lo que algunos llamaban un embarazo falso, es decir, los síntomas de un embarazo sin estar embarazada realmente.
La misma doctora que le atendió, le aclaro que continuaría un tiempo mas sintiendo esos síntomas pero que no debía preocuparse por ello y que cuando pasara un poco mas de tiempo, estos mismos síntomas desaparecían y ella volvería a la normalidad.
Ese fue el detalle, durante el tiempo en que sus síntomas continuaron, termino en que uno de los síntomas que experimento fue que sus pechos no solo se hincharon mas de lo que por ese entonces ya estaban, sino que debido al auto convencimiento de su cuerpo de que de hecho estaba embarazada, sus pechos empezaron a producir leche y cuando el tiempo paso y los síntomas desaparecieron, ese efecto lácteo fue el único que permaneció, aunque claro esta, solo se manifestaba cuando sus pechos eran sobre estimulados por alguna razón.
Fue una historia asombrosa, aunque la demeritaba un poco el hecho de que para que Yasaka se la contara, literalmente la había que tenido que sobornar con una sobredosis de orgasmos, todos irónicamente producidos sobre sus lactantes pechos, no estaba seguro de si se sentía un tanto incomodo, contrariado o compasivo con la rubia, pero no le estaba llegando suficiente sangre al cerebro en esos momentos como para estar pensando en ese tipo de nimiedades.
Durante too ese tiempo no dejo de molestar con sus dedos los pezones sobreexcitados de Yasaka, al mismo tiempo que con su boca succionaba la leche de la mujer que gustoso bebía mientras ella solo chillaba y se retorcía ante el hecho de que el castaño no le daba tregua entre orgasmo y orgasmo, de por si le costaba obtener el aliento para contarle aquello, pero no negaba que disfrutaba del asedio a sus pechos, los cuales o eran succionados o eran follados por los dedos del castaño quien los hundía de nuevo dentro de su areola y con tan continuo estimulo, acabo con la mujer casi rota por tanto orgasmo, eso lo demostraba el hecho de que se estaba casi que orinando de tanto correrse.
Para cuando la historia termino y Yasaka se corrió una vez mas, Issei considero que ya había sido suficiente de jugar con los pechos de la rubia y al ver a la mujer y encontrarse solo con una masa espasmódica que era el cuerpo de Yasaka no pudo evitar sonreír con ironía e incomodidad, - ammm, c-creo que quizás me excedí un poco - era un eufemismo al hecho de que Yasaka parecía haber perdido total control de su cuerpo mientras orgasmo tras orgasmo pasaba por su cuerpo.
Fue entonces que se preocupo, Yasaka estaba aun en la misma posición y empezaba a preocuparse sobre el hecho de que efectivamente, quizás se hubiera sobrepasado en cuanto al trato que tuvo con ella hace solo unos instantes, por eso se fue acercando esperando alguna reacción de parte de la rubia tendida en la cama.
- Ettoo... Y-Yasaka-chan, ¿holaa? - trato de llamarla conforme se acercaba pero ni siquiera a eso logro responder la rubia, aunque cuando se acerco lo suficiente como para verle el rostro entendió la razón de ello, - ¡wooaah, pero nada mas mira ese rostro! - y no era para menos aquel comentario, el rostro de Yasaka era un poema, los ojos haciendo un visco hacia arriba mientras lagrimas salían de los mismos, sus mejillas totalmente sonrojadas, difícil saber si por la vergüenza o el sofoco tras tantos orgasmos y luego estaba su respiración, pesada y caliente, respiraba por la boca para tomar todo el aire posible, pero con la lengua de fuera, retorciéndose sobre si misma como si ni siquiera de ese musculo tuviera control en ese momento, todo mientras no dejaba de temblar por los espasmos post orgásmicos que aun le recorrían.
Se preocupo de todas maneras, quizás si se había pasado de la cuenta, necesitaba reposar, recuperarse, tal vez incluso un poco de agua para hidratarse, con eso en mente pensó en ir por un vaso de agua para la rubia, pero fue cuando hizo el amago de moverse para alejarse, que finalmente la rubia dio signos de moverse o mas bien quejarse.
- Hmmm, dentro... - no alcanzo a escuchar la primera parte, tal vez porque se sintió como si balbuceara, pero en lo ultimo si logro identificar la palabra, cosa que ciertamente le causo curiosidad y cuando miro de nuevo en dirección a la rubia, su polla salto, por no mencionar que sus ojos se fueron directo al lugar que Yasaka exhibía para él.
Aun estaba acostada, dudaba que estuviera con fuerza como para levantarse, pero si tenía la suficiente como para no solo separar sus piernas, también para llevar sus manos hasta su coñito rosado y abrir sus labios para dejar totalmente expuesto su húmedo tesoro ante la vista del joven castaño.
- Quiero que lo pongas dentro de mi coño Ise - era increíble, esa hermosa mujer le estaba rogando que la tomara, que la follara, y con el tono de voz tan chillón y desesperados en el que lo pedía, se la ponía dolorosamente dura, - ¡por tu culpa, mi coñito mojado ha estado esperando y esperando, mientras solo te centrabas en jugar con mis pezones! ¡ahora quiero que tomes tu polla, la empujes y golpees dentro de mi coño con toda la fuerza que puedas! - le estaba haciendo un puchero, todo porque acababa de hacer lo que ella le pidió, aunque no era todo lo que ella quería, era obscenamente dulce si es que eso era posible, pero en ese momento, su polla no podía estar mas de acuerdo con ella, ya era la hora.
"Yasaka es... tan jodidamente... ¡sexy!", ese era su pensamiento mientras se acercaba a ella, su polla temblando ansiosa de entrar en la rubia, rubia que mantenía sus piernas separadas y sus labios vaginales también con ayuda de sus manos, lo veía, ansiosa de que finalmente la metiera y en cuanto a él, su polla estaba dura a mas no poder, las venas resaltaban, casi podías verlas palpitar cuando la sangre bombeaba en su miembro para tenerlo todo lo duro que fuera posible, si este momento se retrasaba mas, sentía que iba a explotar, ambos de hecho.
El solo contacto cuando sus genitales finalmente hicieron contacto los estremeció, un dulce escalofrío les recorrió las espaldas y solo los puso mas ansiosos de que finalmente ocurriera la penetración, pero claro, Issei estaba un tanto dominado por su lado mas malévolo y por ello solo por molestarla un poco, para eso todo lo que hizo fue restregar su polla contra su coño, todo su tronco friccionando contra los labios de la chica, presionando su punta contra su entrada sin entrar realmente.
"Rapido... rapido...", por su parte Yasaka estaba que se enloquecía, sentir esa polla, su dureza, su longitud y por sobretodo lo caliente que estaba, la quería dentro y su oven amante no se lo concedía, por eso su mente solo podía repetir esa palabra como un mantra, ansiosa de que finalmente ocurriera y como si no fuera suficiente, pese a que no usaba palabras porque sus gemidos era todo lo que salía de ella, sus acciones hablaron por ella, cuando ansiosa de que ya la tomara, sus ruegos se demostraban cuando con sus manos solo abría todo lo que pudiera abriendo su conducto como si tratara de facilitar el trayecto, cosa que cuando Issei lo noto, sonrió con sorna, viendo a Yasaka tan desesperada y finalmente decidió darle lo que quería, bueno, también estaba el hecho de que si esperaba mas se iba a volver loco.
Por eso cuando finalmente enfilo su polla contra la abierta entrada, sin la mas mínima moderación o consideración se dejo ir contra ese obsceno agujero de carne que lo recibió gustoso, incluso parecía que lo succionaba hacia el interior de su ser y en cuanto entro, la rubia no hizo mas que gritar de gusto y satisfacción de finalmente sentirse llena de la viril carne del castaño.
No paso mucho tiempo desde que se conectaran y finalmente empezaran a hacerlo para que se acercaran al orgasmo, claro esta, era mucho mas rápido y evidente en la rubia la cual por todo el juego previo en ese momento solo chillaba y gemía ante las poderosas estocadas del castaño quien parecía enloquecido, el estar bebiendo la leche de Yasaka todo ese tiempo, jugar con su cuerpo y no haber recibido ninguna compensación hasta el momento lo tenían enardecido y ansioso de alcanzar su propia liberación, sin importar el desastre orgásmico en el que estaba convirtiendo a la sumamente sensible rubia.
- ¡HNUOOO! ¡ISE, ME ESTOY CORRIIIEENDOOH! - Yasaka estaba en una especie de trance orgásmico, como si su cuerpo se hubiese quedado trabado en el clímax y no pudiera salir de ahí, por lo cual ni bien terminaba de correrse no pasaba mucho para que un nuevo orgasmo le alcanzara y claro, el que el chico sobre ella no dejara de martillar su coño no ayudaba a que se calmara.
Arremetía contra ella sin piedad, sentía las bolas cargadas y su polla dolía de la necesidad de mas fricción, quería ir mas profundo, quería liberar todo lo que sus hinchados testículos estaban acumulando, raro no sería que en ese instante estuviera sufriendo de bolas azules de lo cargado que se sentía y lo much que quería acabar, en otras palabras, en ese momento sus pensamientos eran uno y el mismo, quería correrse y por los enardecidos movimientos de cadera del castaño, quería hacerlo dentro de ella.
- !HIII¡ ¡Iseee, p-puedo sentir tu polla perforándome! - sentía que al paso que iba pronto no quedaría nada de si misma, que si recordaba siquiera su nombre sería una gran ganancia ara ella, porque ese chico, ese adorable castaño al que vio crecer y que desde hace un tiempo le interesaba, en ese preciso instante, no estaba teniendo la mas mínima consideración con ella.
"Demonios... se siente tan caliente dentro de ella... tan apretado.. tan delicioso", Issei ni siquiera la estaba escuchando, estaba en su propio mundo donde su libido le ordenaba ser saciada, su mente se había desconectado de cualquier cosa que no fuera disfrutar de Yasaka y su obsceno cuerpo tanto como se le viniera en gana.
- ¡ME ESTOY CORRIENDO... CORRIEN...! - de nuevo le alcanzó el orgasmo, a este paso el castaño la iba a matar de placer, no le daba la mas mínima oportunidad de descansar, aunque tampoco es que eso le molestara, estaba gozando como nunca, era un placer que no había experimentado antes, ni siquiera con cierta pelinegra.
El problema era que el chico no paraba, ni siquiera estaba segura de cuantas veces ya le había dicho que se corría y aun así el no le tenía consideración, solo seguía martillando llegando cada vez mas profundo o quizás era que su propia matriz estaba bajando, no estaba segura y no le importaba, pero el castaño pese a todo ese tiempo, no se había corrido ni una vez, estaba ansiosa de que lo hiciera y aun así no había ocurrido, una de dos o el se estaba aguantando o de verdad tenía una gran resistencia, pero en ese momento no podía importarle menos.
- N-Nunca me imagine que una polla sin protección se sentiría tan bien - acostaba en la cama, sin otra cosa mas que gemir por las fuertes y profundas estocadas de su joven amante, Yasaka expreso su sentir, era de verdad su primera polla sin forro y la sensación la estaba matando de placer, podía sentir de manera tan viva y directa la forma completa de esa gruesa barra de carne, - ¡tu polla joven, dura y gorda esta empujando tan profundo dentro de mi y me encantaaa! - quería que lo supiera, que fuera consciente así como ella de que en ese momento era él y solo él el causante de su pletórico estado de éxtasis sexual, aunque considerando que el chico simplemente no paraba ni para prestarle atención, tarde o temprano el aire se le acabo en su oración y termino jadeando de nuevo por las acometidas.
Fue entonces que sintió como su polla finalmente alcanzaba su entrada uterina y fuera por la razón que fuera, en ese momento fue como si el verdadero martirio empezara para ella, pues ni bien lo alcanzo no dejo de masacrar con fuerza su entrada con la punta de su pene enviándola al delirio del placer mientas solo chillaba ante tal asedio para el que no estaba preparada.
- ¡UGGUUHH! ¡estas golpeando con tu punta... la entrada de mi úteeerooohh! - las palabras ya no salían normalmente, al final siempre acababa con un jadeo o gemido y aunque le encantaba esa obscena tortura contra su matriz, la realidad es que no la iba a soportar mucho, tenía que intentar detenerlo de alguna manera o de verdad podría colapsar por exceso de placer, - ¡NO AHÍ, ISEEE! ¡NOOOOOGH! - a duras penas tenía la fuerza y el aliento para intentar aplacarlo, aunque claro no sirvió de nada, parecía que entre mas intentara prohibirle algo, con mayor ahínco lo hacía el castaño y claro eso solo dejaba mas y mas en blanco su mente dejándola con la única opción de gemir y ahogarse en el placer del sexo.
El castaño estaba absorto, tal vez estuviera mal, pero en ese momento, mientra continuaba haciéndolo con ella, no pudo evitar comparaciones, en su vida, había visto cuatro mujeres desnudas con Yasaka, bueno, cinco con Grayfia, pero eso era cuando se bañaban juntos y él era aun un niño, como fuera, conforme veía el desnudo cuerpo de Yasaka rebotar tras cada estoque, no pudo evitar encontrar diferencias entre ella, Rias, Akeno y mas recientemente Venelana, asombrándose como pese a lo similares que eran en algunas cosas, eran tan diferentes en otras.
"Los muslos, el vientre, su culo, sus tetas, todo de ella se siente tan bien", a donde se que viera o tocara, se encontraba con las carnes de Yasaka y la tersura de su piel, todo en el lugar correcto, dándole a Yasaka una apariencia erótica que era muy diferente de las demás, "Rias, Akeno y Venelana, también tienen bastante carne en los lugares correctos, pero esto ya esta a otro nivel", podía determinar tal cosa con conocimiento de causa al haber explorado el cuerpo de las tres mencionadas muchas veces antes, pero como dijo el chico, Yasaka estaba a otro nivel cuando se trataba de las proporcionalidades de su cuerpo.
En cuanto se cansaba de una posición empezaba con otra, pero siempre buscando el mayor contacto con la rubia, quería sentir su cuerpo en todo momento mientras lo hacían y vaya que estaba sacando provecho porque no importaba como o donde tocara, la sensación de su suave cuerpo y su tersa piel era increíble.
"Todo es tan increíblemente suave en ella", no importaba donde tocara, la esponjosa carne de la rubia era increíble, se sentía como en una nube, cálida y obscena y en ese momento, mientras la penetraba desde atrás, cada choque parecía amortiguarse de una curiosa manera en sus carnosas nalgas, pero no por eso era menos placentero y eso lo llevaba a querer todavía mas, sentirla mas, por eso en ese momento levanto la pierna de la rubia.
- ¡Yasaka, esto se siente tan bien! ¡no puedo parar... no quiero parar! - Issei grito enloquecido, ahora la rubia se sentía aun mas apretada y eso lo hacía sentir increíble, a él y por supuesto también a ella, pero por sobre todo, desde la percepción del castaño el contraste era verdaderamente impactante.
"No importa donde toque, aun si solo se trata de abrazarla, su cuerpo se siente tan bien", era increíble, Yasaka en ese momento se sentía tan apretada por dentro, pero tan suave por fuera, ese simple contraste lo enloquecía, se sentía muy bien, podía encontrar tanta satisfacción en ambos extremos que era doloroso no poder tener mas de ello, no tener mas manos para tocarla, porque en ese momento mientras su mano izquierda levantaba su pierna y sentía la tersura de su muslo, su mano derecha jugaba con sus pechos, era esponjosidad como ninguna otra y la estrechez sobre su polla, Yasaka era increíblemente adictiva, no quería que se terminara pronto.
- ¡HNNGH! ¡Iseee, mas, bésame mas, ámame mas! - Yasaka enloquecía con todo aquello también, en este momento sentía que estaba rota, no podía pensar en nada que no fuera él, lo mucho que quería esto, que lo necesitaba y que quería que el castaño hiciera un desastre aun mayor de lo que era en ese momento si eso le daba mas placer y el castaño la complació, porque pronto junto a sus fuertes embestidas, su lengua asalto su boca y ella gustosa le respondió.
Una vez mas se enfrascaron solo en aquella lucha de cuerpos, donde cambiaban la posición una y otra vez buscando alcanzar un mayor placer en cada ocasión, estaban absortos solo en saciar tan primigenio deseo, pero eso si, Yasaka era muy consciente, de que el chico que en ese momento estaba reclamando la posesión completa de su cuerpo, era un semental mas allá de su imaginación.
"¡I-Ise... eres increíble!", Yasaka no pudo evitar alabarlo al menos en su mente dado que su boca estaba en ese momento demasiado ocupada tratando de tomar aire debido a tanto esfuerzo, mientras una vez mas, se encontraba en una nueva posición, esta vez de perrito, aunque con sus brazos y sus piernas totalmente extendidas mientras Issei la tomada desde atrás sujetándose de sus anchas caderas, "ya eras muy bueno cuando solo te burlabas y jugabas con mis pezones, pero... ahora estas encontrando todos y cada uno de mis puntos débiles, uno justo detrás del otro", ese chico era un semental por naturaleza, un macho follador nato, aunque no demeritaba el hecho de que ya tenía experiencia complaciendo a una mujer, después de todo, tener dos novias y que los tres estuvieran en la adolescencia, con las hormonas alborotadas, debían haber practicado mucho en el pasado.
Se sentía increíble, para ambos, Issei estaba usando cada gramo de su fuerza para resistir y continuar con todo lo que ocurría, mientras tanto, Yasaka sentía su vagina en llamas, ansiosa de que el castaño apagara el incendio que irónicamente el mismo inició, ambos estaban inmersos en lo que hacían y lo mucho que lo disfrutaban, aunque claro, la rubia corría con una problemática desventaja y eso era la gran sensibilidad que tenía por el exceso de juego previo y eso tarde o temprano le pasaría factura una vez mas.
"Ya me hizo correr tantas veces que ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he hecho", la mujer tenía su punto, entre el simple hecho de que el castaño la masturbara, torturara sus pechos, especialmente sus pezones y ahora no dejara de follar su rosado reducto, se había corrido mas veces de las que siquiera era consciente, "y ahora... ¡estoy por correrme de nuevo!", sintió como se construía un nuevo orgasmo en ella, total, a este punto, que era un orgasmo mas cuando su mente estaba tan distraída.
- ¡HIII! ¡me es... me estoy... ME ESTOY CORRIIIEENDO! - cuando el orgasmo la alcanzo, grito con fuerza su placer, que otra cosa podía hacer en ese momento donde un desbocado castaño no le tenía piedad y aun mientras se corría continuaba martillando su interior, el cual una vez mas, se apretaba alrededor de la hombría del castaño mientras el clímax la azotaba y una simple pregunta llegaba a la mente de la rubia, "¿cuanto tiempo ha pasado, desde la ultima vez que alguien me hizo correr tanto?", una pregunta para la que no tenía respuesta, en primera porque su mente estaba demasiado nublada para irse al camino del recuerdo y en segunda porque durante los últimos años, solo había tenido una pareja con la que desfogar su ardiente necesidad, así que no tenía mucho con que comparar y tampoco es que quisiera hacerlo.
El castaño por su parte hace un buen rato que no hablaba, se limitaba a berrear como toro enloquecido y a martillar su coño con abandono, como tratando de darle la forma de su pene y asegurarse de que se quedara así y considerándolo todo, la posibilidad de que ocurriera no era baja, sin embargo finalmente la rubia finalmente noto un detalle, uno que le alegraba en gran medida y era que su coño se estaba abriendo mas durante las ultimas embestidas del castaño, eso significaba que la polla de Issei se estaba hinchando y por tanto solo había una explicación, el chico finalmente estaba a punto de correrse y por como se movía, lo haría dentro de ella.
"Su polla... se esta haciendo aun mas grande dentro de mi", pensaba con felicidad la rubia, luego de mucho tiempo, finalmente tendría su lechosa recompensa, ademas del hecho de poder sentir aun mas grande la polla de su amante, "finalmente... Ise se va a correr en lo mas profundo de mi coño" pensaba con alegría conforme sentía la polla del chico hincharse, ansiosa de que llegara el momento que había estado esperando desde hace un buen rato y que su malvado amante le había negado disfrutar.
Estaba emocionada, estaba a nada de disfrutar de la cremosa liberación del castaño, ya podía sentir el incendio en su matriz siendo apagado con el lechoso liquido de la manguera de Issei y aun así, ni bien se preparaba para disfrutar de tremendo placer, el castaño sin mas se detuvo en el acto aunque eso si, sin salirse de ella y aun mas importante, sujetándola de las caderas casi como si se estuviera aferrando a un madero en medio del mar, algo realmente extraño y que llamó la atención de Yasaka sobre las posibles causas de que se privara a si mismo de correrse finalmente.
- ¿Are?, ¿qué ocurre Ise, por qué te detuviste? creí que estabas a punto de correrte - le preguntó mientras giraba su rostro para encontrarse con el del agitado castaño, aunque con su rostro sonrojado, los jadeos que no dejaban de salir de su boca y un tanto del anhelo en sus ojos por sentir al castaño correrse dentro de si, pero principalmente, se movía por la curiosidad de que pudo hacer al castaño parar.
Por unos momentos no recibió respuesta, solo se encontró con un Issei haciendo algunos gestos faciales, ademas de sentir las manos del castaño aferrarse con aun mayor fuerza contra sus caderas, no se sentía mal, de hecho de alguna manera se sentía subyugada por el chico y eso la calentaba, pero no parecía que él estuviera interesado en someterla aun mas, al menos no por el momento, aun así sus pensamientos fueron cortados cuando finalmente el chico tras ella decidió hablar.
- E-Es solo que... Yasaka es una mujer tan hermosa y sexy... no quería que acabara tan pronto - abrió los ojos sorprendida, no se espero esas palabras del chico, menos la forma tan vergonzosa en la que se lo decía, - solo... no quería desperdiciar una oportunidad única como esta - era adorable, estaba tan avergonzado mientras lo decía que incluso desviaba la mirada, como si el hecho de que hasta ahora habían estado teniendo sexo no hubiera ocurrido, era tan lindo y por sobre todo, su ego como mujer estaba al alza en ese momento y quería recompensarlo por ello.
En un movimiento rápido de parte de la madura mujer, pero asegurándose en el proceso de no dejarlo salirse de ella se giro por completo para esta vez quedar cara a cara con el castaño el cual ante el movimiento se había ido de espaldas y ahora se encontraba sentado en la cama y la rubia sentada sobre el, claro esta que la fricción del movimiento entre sus sexos les causo gran placer, pero la mujer se contuvo pues en su mente tenía otros planes, ya tendría tiempo luego de continuar la fiesta.
- ¿Lo dices en serio? ¿crees que soy hermosa? - le dijo mientras una enorme sonrisa emocionada surcaba sus labios y lo veía sonrojada, al parecer sus palabras la emocionaron y quería confirmación, todo mientras pasaba sus brazos tras el cuello del castaño buscando un contacto mas intimo y personal.
Por su parte el castaño solo la miraba con los ojos abiertos, era sorprendente, pese a su desnudez y la obscenidad que proyectaban sus curvas, en ese momento la rubia sobre el, se veía tan inocente, tan emocionada por palabras que a sus ojos eran tan simples y que solo expresaban una verdad, que no fue capaz de decir nada de buenas a primeras y eso lo aprovecho Yasaka para exponer un poco de su propia vulnerabilidad.
- La verdad es que yo... creo que ya no soy tan atractiva como antes, sin importar cuanto me esfuerce ya no es como antes - no mentía, sabía que los años no pasaban en vano y en ocasiones despertaba sintiendo que ya no era aquella mujer que fuera en los viejos tiempos y eso la angustiaba, - siento que ya no soy atractiva para los hombres... especialmente porque al estar en la calle veo como los hombres parecen estar mas interesadas en mujeres de cuerpos atléticos, esbeltos y sin nada de grasa innecesaria en el cuerpo - de alguna manera se sentía como que ella hablaba de sus enormes pechos y su cuerpo con quizás unas cuantas curvas de mas pero que no hacían mas que acentuar su belleza, - creí que incluso tu, era posible que terminaras rechazando la idea de hacerlo con una mujer tan simple y de pezones raros como lo soy yo - ese era su pesar, haber perdido la confianza en su cuerpo de tal manera, aunque no lo había mostrado hasta ese momento, pero sus ojos no mentían, era algo que al parecer la preocupaba.
Estaba sorprendido, de verdad se encontraba sin habla y como no estarlo, es decir, esa sexy mujer con la que hasta hace unos segundos estaba teniendo sexo ahora le había mostrado su lado mas vulnerable, sabía que ella no había salido con nadie en mucho tiempo, pero nunca se imagino que en eso tuviera que ver sus propias inseguridades, era difícil de creer cuando desde que la conoce ella siempre tiene una sonrisa en el rostro, es amable, cariñosa y dispuesta a ayudar, de hecho el mismo tenía sus momentos con la rubia en el pasado, al parecer sus inseguridades y su experiencia con su falso embarazo y su novio había hecho mella en ella mas de lo que pensaba, pero si en algo podía ayudarla, el sin duda lo haría.
- ¡Estas equivocada! - el grito la sorprendió, tanto como el hecho de que en el arrebato del castaño por contradecirla se moviera de manera brusca y fuera su intención o no termino enterrándose mas en ella, pero su rostro serio indicaba que aun no terminaba lo que fuera que quería decir, - ¡simplemente no puedo entender como alguien como Yasaka puede creer que no es hermosa cuando tiene puntos tan a su favor! - se sentía como si la estuviera regañado en ese momento, pero, sentía que debía ser duro y directo si quería llegar a la rubia.
Yasaka se sorprendía, al parecer Issei no solo era autoritario en la cama, también fuera de ella, una faceta difícil de ver considerando que siempre era tan dulce y gentil, aunque no le molestaba en lo mas mínimo, especialmente si lo usaba para alabarla.
- ¡Para empezar tus pechos son enormes, ¿a que hombre no le gustarían? y tus pezones son tan obscenos, cualquiera querría jugar con ellos! - el castaño continuó quizás empezando por la parte mas obvia y aunque el no lo supiera, al menos sobre la parte de sus pezones, el compartía la opinión de cierta persona, eran realmente muy parecidos entre si, - ¡ademas, tu cuerpo se mantiene tan bien, tan suave y terso, que al menos en mi caso yo jugaría con el too el día si pudiera! - se estaba muriendo de vergüenza diciendo esa parte, es decir, no quería quedar como un pervertido, pero quería empezar resaltando su mas que increíble atractivo sexual antes de continuar.
Yasaka se estaba emocionando, no importaba que el chico empezara alabando sus pechos, de hecho, creía que era obvio que empezara por ahí, es decir, eran demasiado evidentes por si solos, pero que la continuara alabando y mas aun, que no sintiera ninguna malicia en sus palabras la animaba, por no mencionar que la dejaba con ganas de escucharlo mas.
- Ademas, el que seas un tanto golosa, junto con tu actitud dulce, cálida y gentil... ¡todo ello aumenta increíblemente tu encanto particular! - lo de golosa lo dijo un tanto con burla pues de lo que la conocía, a veces la veía luchar con su deseo de probar algún plato nuevo y al final perder ante la tentación, pero por sobre todo, lo último que menciono, lo dijo poniendo toda la convicción que fuera posible, quería que ella creyera en sus palabras, porque a ojos del chico, no eran otra cosa que la mas absoluta verdad, - sin embargo tu atractivo no se limita solo a tu cuerpo, tienes una sonrisa encantadora que desborda calidez, siempre estas dispuesta a ayudar con el máximo de tus esfuerzos y te preocupas por los que son cercanos a ti, todo eso es algo tan increíble y hermoso, es lo que hacen de Yasaka la maravillosa mujer que eres - termino su interlocución con esas palabras, había dicho todo lo que pensaba de la rubia no solo de su escandaloso cuerpo del cual ahora disfrutaba, también de todo aquello que había visto de ella durante mas de una década de conocerla y no iba a permitir que ella se menospreciara mas.
Yasaka estaba sonrojada y esta vez no era por todo el sexo y los orgasmos que llevaba teniendo desde hace rato y que tenían su cuerpo sudado y brillante, no, esta vez era producto de una calidez nueva e increíble que no había sentido antes, nacía en su desbocado corazón que latía como loco y se extendía hasta calentar y enrojecer sus mejillas, curioso, ni todos los orgasmos que llevaba teniendo hasta ese momento a manos del chico le habían producido tanto placer como las palabras que le acababa de dedicar y se lo hizo saber mediante un calido abrazo que lo tomo por sorpresa junto a una encantadora risa ensoñada que dejo escapar de sus labios.
- Eres tan dulce Ise, tanto que haces que no sepa como reaccionar - le respondió ni bien se separo lo suficiente como para verse a los ojos con el castaño, su rostro no dejaba de estar sonrojado en ningún momento, - sabes, no había vuelto a confiar en la palabra de ningún hombre desde mi último novio, sus intenciones se veían desde lejos, pero contigo, siento que puedo confiar no solo en tus palabras sino en que jamas me vas a lastimar y por eso te doy las gracias - le dijo sinceramente recibiendo y aceptando sus palabras, ese chico era dulce y la hacía sentir bien en mas de un sentido, quizás era hora de agradecerle como se debía o al menos así pensaba ella y con eso en mente, su sonrisa soñadora desapareció para dar lugar a una mas depredadora, - ahora, creo que debo recompensarte por ser un chico tan bueno y animar a esta madura mujer... así que a partir de ahora, pienso hacerte sentir muuuuuyyyy bien, I-SE-CHAN, jujuju - sus palabras eran dulces, pero al mismo tiempo tan peligrosas que su espalda sintió un escalofrío, pero por otro lado, su polla estaba bastante emocionada ante la perspectiva.
Lo que paso después era fácil de imaginar, pues ambos se entregaron de nuevo a la pasión, pero esta vez, no cambiaron de posición, continuaron en la que estaban al inicio de la conversación que habían sostenido previamente y de esa manera pudieron verse a los ojos, al menos durante un rato antes de que incluso sus ojos se nublaran por el placer y se descontrolaran en sus movimientos, claro esta, eso implico que ambos iniciaran una muy extraña batalla por ver cuanto podían aguantar la respiración cuando juntaron sus bocas en un beso que ninguno de los dos parecía tener la intención de ser el primero en acabarlo.
- ¡Estas siendo tan rudo conmigo... abrázame, abrázame aun mas fuerte Isheee! - para cuando finalmente se separaron de su beso fue solo para que Yasaka gritara apasionada el como el castaño arremetía contra su cervix y lo mucho que quería sentirse mas unida a él, por lo cual le pedía que la atrajera mas contra si, pero por sobre todo, porque ya no se sentía capaz de contener las palabras que surgieron un momento después, - ¡te amo... tanto! ¡te amo! ¡te amo! ¡te amo! ¡TEE AMOOO! - se suponía que ella se tomaría su tiempo antes de decirle aquello, pero la verdad es que llevaba esperando ya mucho tiempo por esto y luego de lo que él le dijo antes, no podía y tampoco quería retenerlo mas y como prueba de sus palabras, luego de cata, te amo, le daba un beso que el castaño gustoso le respondía animándola a no parar.
Se entregaron por completo a la pasión, desenfrenados y ansiosos, solo continuaron copulando como simples animales, llevados por la lujuria y un insaciable deseo por el otro que los estaba enloqueciendo mas allá de las límites, especialmente a la rubia quien sentía esa enorme barra de carne metida hasta lo mas profundo, golpeando, martillando y torturando la entrada de su útero con cada arremetida, de alguna manera no era solo su boca la que recibía besos en ese momento, pero ella quería más, quería lo que ese malvado castaño llevaba rato negandole y cuando una vez mas sintió esa gorda polla hincharse, supo que era su oportunidad, no lo dejaría salirse con la suya esta vez, aunque por la forma en que la apuñalaba con su ariete y como agarraba no fuerza sus nalgas como buscando un asidero para ir mas y mas profundo, era obvio que esta vez no tenía la intención de parar.
- ¡Isheee... correte! ¡quiero que te corras dentro de mi! ¡quiero que nos corramos... juntoooooss! - aun así dejo clara su intención, su deseo, ¿estaba siendo codiciosa?, tal vez, pero eso no podía ser tan malo cuando era con su castaño, ¿verdad?, simplemente no podía estar mal, no cuando se sentía tan bien, en su cuerpo y en su corazón.
- ¡Y-Yasaka, y-yo... me voy a correeeeer! - el castaño ya no iba a resistirse mas, ya no podía resistirse mas, quería correrse, quería soltar todo lo que llevaba conteniéndose desde que se metió en esa habitación con la rubia, pero en un último gesto de cordura, le aviso a la mujer por si tenía la intención de retractarse a sus previas palabras, aunque el fuerte abrazo que le dio y como enrollo sus carnosos muslos tras su espalda, la respuesta de la mujer era bastante clara.
- ¡Eso esta bien, adelante... correte tanto como quieras dentro de mí, correte hasta que tu corazón este saciado! - solo bastaron esas simples palabras de la rubia, le había dado total y libre acceso a su interior y a desbordar su propio placer dentro de ella y en este punto, no iba a desaprovecharlo ni aunque lo mataran.
Fue inevitable, bueno, la realidad es que ninguno de los dos lo quiso evitar, en ese punto, para ninguno de los dos era una opción evitarlo y cuando finalmente alcanzaron ese dulce cenit del placer, dejaron que el mismo recorriera sus cuerpos completamente y ahogara sus sentidos sin la mas mínima resistencia, se corrieron juntos como era el deseo de ella, pero por sobretodo, la rubia finalmente obtuvo lo que deseaba, el dulce placer y la gloriosa sensación de sentir como el castaño derramaba su simiente en lo mas profundo de su ser, estremeciéndose por su orgasmo por fuera y por dentro por el orgasmo de su amante, que dicho sea de paso si que se había estado conteniendo por la cantidad que termino soltando dentro de ella.
- ¡AHAAAAAAHN! ¡ME ESTOY CORRIENDOOOOO! - chilló mas que gritó ese último orgasmo que en nada se comparaba a los anteriores, seguramente por el hecho de que este se mezclaba dulcemente con el orgasmo del castaño y la sensación tan placentera que le estaba resultando sentir como si su útero se derritiera desde adentro producto de la cálida y blanquecina lava que ahora se depositaba dentro de ella, aunque eso si, dada la gran cantidad pronto empezó a filtrarse con fuerza fuera de ella, lo cual no era una gran perdida si consideraba que por cada gota que derramaba fuera de si, el castaño se encargaba de rellenarla con el doble de espesa leche en su interior, inundando su matriz con su varonil semilla.
Ni bien el orgasmo termino, ambos se desplomaron sobre la cama, inicialmente con la rubia sobre el castaño, para unos segundos de besos después ella se bajara de encima de él, aunque sin irse demasiado lejos, por el contrario, procuro mantener todo el contacto posible, lo cual se tradujo en que se acurrucara a su lado mientras disfrutaba de las ultimas sensaciones vividas, especialmente del desastre que era su sexo en ese momento, donde sentía como el simiente del chico empezaba a desbordarse.
No dijeron nada, no lo necesitaban tampoco y aun si tuvieran que decir algo, estaban mas preocupados por recuperar el aire tras el esfuerzo que acababan de realizar y que les había causado tanta satisfacción.
Pero ni bien se sintieron lo suficientemente recuperados, se miraron a los ojos y podían ver lo que pensaba el otro en los mismos, aun no era suficiente y si se requería evidencia para afirmar tal cosa, solo bastaba ver como el castaño conservaba una poderosa erección mientras la rubia sostenía una dureza casi dolorosa en sus pezones.
"Al parecer Ise-chan esta mejor entrenado de lo que pensé... estoy tan celosa", no pudo evitar el pensamiento al ver la mas que evidente resistencia del chico, lo cual se lograba con mucha practica, practica que debió tener con sus novias y aunque le causaba celos en cierta forma, también le generaba satisfacción, porque ella estaba apunto de disfrutar de esa resistencia mucho mas.
- Ise... ¿estas listo para la segunda ronda? - de repente le dijo al castaño, claro que era una cuestión de perspectiva si consideraba cuantas veces el castaño ya había abusado de ella solo con sus manos y su boca, entonces se monto sobre el y con una sonrisa depredadora continuo, - no dejare que salgas de aquí hasta dejarte seco... aun si eso me lleva toda la noche, fufufu - y con esas simples palabras se volvió a empalar sobre la polla del chico para reiniciar la danza sexual con su joven amante.
Durante las siguientes horas no pararon en ningún momento mas que para recuperar el aliento antes de volver a sus acometidas contra el otro en busca de mas placer y con ello la noche finalmente les alcanzo, aunque eso no es que haya hecho algo por detenerlos.
No habían salido de la habitación de la rubia y si se veía al interior de la misma, se podía notar lo mucho que se habían estado divirtiendo, especialmente sobre la cama, donde había esparcida bastante evidencia de toda la actividad realizada por la madura rubia y su joven amante castaño.
En varias zonas de la cama, sobre las arrugadas sabanas, se podían ver no solo pañuelos usados y arrugados, también podían notarse varios condones llenos de la fresca y espesa semilla del chico y en ninguno de los dos casos, ni con los pañuelos ni con los condones el numero era precisamente poco, lo cual permitía hacerse una idea de cuantas veces lo habían hecho y durante cuanto tiempo lo habían hecho.
Sobre la razón de los condones, bueno, Yasaka los había comprado precisamente para cuando finalmente tuviera esta oportunidad con su lindo castaño, de hecho tenía todo un plan preparado, pero cuando ocurrió lo de esa mañana, el plan se descarrilo completamente y presa de su propia lujuria y necesidad acabo adelantándose muchos pasos y claro esta olvidándose de usarlos desde el comienzo.
En algún momento durante su encuentro, la rubia en un fugaz pensamiento, logro recordarlos, incluyendo su actual localización que no era otra que en el cajón de la mesita de noche de su cuarto al lado de su cama, a esas alturas y con el coño tan lleno de semen le pareció innecesario usarlos, pero al mismo tiempo le parecía un desperdicio si al final no los usaba, de esa manera con una extraña idea sobre un suministro de la esencia del chico para calmar sus ansias hasta su próximo encuentro, se las arreglo para sacarlos y usarlos, irónicamente ya se le habían acabado todos y de nuevo estaban haciéndolo a pelo, pero no es como si aquello le disgustara realmente.
- Fufufu, ve mas despacio cariño o sospechara, ¿eh?, ¡ah, hola Grayfia-chan! ¡Yasaka reportándose! - en ese momento en aquella habitación apenas tenuemente iluminada por una lampara de noche que daba un aspecto mas erótico al lugar, la rubia se puso en contacto con su amiga, - si, Ise-chan fue muy amable y me trajo mi teléfono, te lo agradezco y lamento las molestias - en ese momento hablaba por el suso dicho aparato para agradecer a su amiga el que se lo devolviera, aunque sus gracias iban mas allá de eso, pero claro, eso era algo que la otra parte no necesitaba saber.
Al otro lado de la linea, la peliplata estaba apenas llegando a casa luego de lo que para ella fue un cansado día ayudando a Venelana con asuntos que solo le demostraban que tomo la mejor de las decisiones al no inmiscuirse tanto con las cosas empresariales de su familia política, pero se alegraba al escuchar a la rubia que tenía por amiga mientras demeritaba lo que para ella solo era un favor, aun así Yasaka decidió continuar.
- Por cierto, aproveche que Ise-chan vino hasta aquí para pedirle su ayuda para desempolvar algunas cosas, ya sabes cosas en las que es bueno contar con un hombre - Yasaka sonreía al decir cosas tan abiertas a la interpretación a través de su teléfono y al mismo tiempo trataba de que su voz sonara normal, cosa que hasta ahora le estaba resultando, - entonces me preguntaba, si podrías dejar que, hng, se quede aquí un poco mas para que pueda terminar con lo que le pedí - un pequeño gemido se le escapo, pero fue tan rápido que al parecer no causo mayor problema pese a ese pequeño momento en que se corto la oración.
- ¿Eh?, no me importa que te ayude pero... ya sabes, se esta haciendo tarde y me preocuparía si regresa muy noche, podría ser peligroso - Grayfia le contesto a su petición de esa manera, en realidad no era un problema que Issei ayudara a su amiga, pero como siempre, su preocupación cuando se trataba de Issei hacía acto de presencia en su tono y sus palabras.
- Iseee, calmate un poco, estoy hablando por teléfono - susurro la rubia mientras escuchaba a la peliplata al otro lado de la línea pero asegurándose de mantener la debida atención con su amiga para no levantar sospechas, - fufufu, sigues siendo toda una mama gallina, ¿verdad Grayfia-chan?, p-pero si el problema es que para cuando termine aquí, q-que Ise-chan regrese muy tarde a casa, siempre puede quedarse a pasar la noche aquí, no sería la primera vez de todas maneras - Yasaka estaba a nada de dejar salir de sus labios unos buenos gemidos, pero por suerte, logro calmar al castaño a tiempo y recuperar la compostura para terminar de hablar con su amiga y proponerle algo que estaba segura que la convencería.
- Hmmmm, b-bueno si ese es el caso... entonces supongo que no hay problema, adelante y pídele que te ayude en todo lo que necesites - en un principio se sintió insegura, pero la rubia tenía un punto, Issei ya se había quedado antes en casa de Yasaka por diversos motivos, así que sabía que ahí estaría bien atendido, ademas, si eso evitaba que Issei se arriesgara tanto, entonces ella con gusto aceptaría, auqneu eso significar que al menos por esa noche, debiera de pasarla sola.
En ese momento, fue como si todo estuviera conectado para procurar el máximo placer de Yasaka, pues conforme su amiga de cabello platino daba su consentimiento a que Issei se quedara con ella esa noche, sintió como la enorme polla del castaño se hinchaba lista para soltar una nueva carga y a su vez ella se acercaba también a un nuevo orgasmo, por lo cual cerro sus piernas tras el chico para evitar que se saliera, cosa que no parecía ser la intención del muchacho.
- ¿D-De verdad? - solo pudo decir aquello, porque en ese momento su orgasmo la asalto y sus ojos se fueron para atrás, fue un completo milagro que no gimiera en ese instante, pero eso si, estaba disfrutando mucho de las sensaciones que la recorrían mientras intentaba por todos los medios no ser descubierta por la peliplata, cosa que también la emocionaba, - entonces te tomare la palabra Grayfia-chan... y tomare prestado el poderoso musculo de Ise-chan para ayudarme un poco mas - al decir eso Yasaka por dentro estaba en un estado donde no cabía de la excitación, solo podía pensar en lo que pasaría con Grayfia si siquiera se llegara a hacer una idea de a lo que se estaba refiriendo en ese momento la rubia que luchaba con todo para no gemir mientras sentía chorro tras chorro de semen derramarse dentro de si.
Y en cuanto a Issei, bueno, como se dijo antes, Yasaka lo había calmado en un principio para poder hablar, pero cuando reanudo su marcha sobre ella, se aseguro de que por lo menos no fuera a decir nada que los pudiera delatar y logro eso dejándolo jugar con sus pechos a placer lo cual lo tenía incluso ahora, con una mano hurgando en su hundido pezón derecho, mientras su boca no dejaba de succionar el izquierdo bebiéndose toda la leche materna saliendo del mismo que podía y que por como lo sentía, estaba actuando como bebida energética y afrodisíaca para ese castaño, no es que le molestara, después de todo eso solo significaba que podían seguir haciéndolo un poco mas.
- Bueno Ise-chan, ya escuchaste, esta noche te quedaras conmigo... ahora déjame consentirte como lo haría una buena anfitriona, una buena amante... una buena esposa - fue lo que le dijo al castaño ni bien termino la llamada con la peliplata y tiro a quien sabe donde su teléfono para centrarse en el castaño, si llego a oírla o a entenderla, era algo de lo que se preocuparía mañana, por esa noche, tenía cosas mas importantes que hacer.
- CONTINUARA -
Finalmente, acabe el capitulo, luego de tantos retrasos finalmente lo acabe y no saben lo mucho que me alegro, es que este capitulo llego en el momento mas problemático pues con todo lo de la pandemia, tuve que presentar mi tesis de la universidad en linea, desde las correcciones de los jurados hasta la sustentación de la misma y eso claro esta, llevo mas tiempo del que me gustaría, pero finalmente sustente mi tesis y para enorme placer y orgullo de mi parte me la aprobaron, pero como ya se imaginaran, debí centrarme mas que nada en eso y por ello el retraso, aun así me asegure de compensarlos con este capitulo extra largo de mas de 30,000 palabras que espero hayan disfrutado.
En este caso fue el turno de Yasaka pero para algunos ya se la habrían esperado, porque si, para los que quizás lo notaron, estas escenas están inspiradas en ese doujin que se imaginan, buscaba referencias de unas buenas MILFs y llegue a ese manga, fue verlo y fue como si estuviera diseñado para mi propósito y para mis cuatro candidatas, obviamente cambiando algunas cosas para adaptar las situaciones a la historia que estoy creando.
Lo otro es el tema de si fue o no muy apresurado que ya en el capitulo anterior empezara el sexo con las MILFs, bueno, eso se podría decir que desde cierto angulo es verdad, pero es que esta historia es algo en lo que estoy manejando un estilo narrativo diferente, no se si conocen la obra de Pedro Páramo donde te mueves entre lineas de tiempo a cada rato o quizás algunos cómics como el de DC sobre Batman y Catwoman donde van contando de adelante para atrás y luego de vuelta adelante, así que ya saben porque parece que se acelero mucho la cosa, pero recuerden que esta estratagema tiene mas de dos años construyéndose de parte de las mujeres maduras de la historia, solo denme tiempo y verán como es el cuento completo, solo quería adelantar al menos dos de las partes ero con las MILFs antes de hacer un salto de tiempo para explicar varias cosas.
Por cierto, dicen que las cosas buenas nunca llegan solas y mira que tienen razón, me aprueban la tesis, completo este capitulo, nadie en mi familia se ha contagiado de lo que sabemos gracias a Dios y recientemente, se liberan las imágenes del volumen trece de Shinmai Maou no Testament, todas a color con mis diosas, especialmente Chisato, Zest y Mio en vestido de novia en una actitud porno, esa obra en su ultimo volumen parece que pasara de novela ecchi a una totalmente hentai y del hard, como para no estar feliz, eso me animo a sacar mas rápido este capitulo también, espero que lo disfruten y me digan que tal les pareció todo.
Espero ya poder sacar los capítulos de las demás historias mas rápido para ponerme al día con diferentes sorpresas y promesas que he hecho, así que esperenlo con ansias.
Ahora si, sin mas que decir, pasamos a los reviews y nos leemos en el próximo capítulo.
Reviews:
Grease Blizzard
Gracias, si, esta basado al menos en esa parte del sexo en ese manga, tienes buen gusto mi hermano, te daría la mano pero a saber donde has tenido esa mano, XD, pero es solo una referencia para la parte de lo que quería que fuera la parte ero con las MILFs, ya lo entenderás todo mas adelante y si, acertaste sobre quien era la siguiente.
Angeluchiha
Hola, bueno eso se llama ser un seguidor leal y me siento honrado por eso. Me alegra que te este gustando la historia.
Te daría la mano por tan buen gusto, pero no se donde has tenido la mano, así que mejor paso, XD, estoy usándolo como referencia para la parte del sexo con las MILFs, es cercano a lo que quería representar, no se si me explico. Espero que este capítulo también te haya gustado.
Como dije es solo una referencia para la parte del sexo, en cuanto a la parte del video, tal vez lo use, pero no en el plan que ocurre en el manga, carajo eso ya es pasarse y mucho, creo que en eso ambos estamos de acuerdo, pero aun falta para llegar a esa parte, así que ya veremos, hasta entonces mucha suerte.
Nice
Me alegra que te gustara lo de Venelana, aproveche para cumplir aunque no de la forma que muchos esperaban la parte de un anal con Rias, pero tu me entiendes, sobre que ella lo ayude con las demás, cada quien tiene su plan, así que no necesitan ayudarse entre ellas, ya te estarás dando cuenta.
Quien sabe, de todo pasa en esta vida, muchos creían que Cao-Cao no iba a volver y volvió, que Rievim iba a incordiar mas tiempo y ya murió, no es fácil que ocurra pero tampoco lo veo imposible, ya el tiempo lo dirá, por ahora, me encanta la idea de Grayfia como una Onee-chan sobre protectora con Issei, eso si, el alcohol a metros, por seguridad de todos, empezando la de Grayfia y si nada ocurre, bueno, siempre tendremos los fanfic.
Si, conozco esa historia, interesante la verdad, lo de que no arruina su propio trabajo, creo tener unos cuantos ejemplos de meteduras de pata de su parte, pero meh, se le perdonan por la obra en general y lo de Shin 2, no la saco exactamente, dejaría a Issei sin reina porque Ingvild no es que este totalmente lista para pelear, menos contra el que se le viene encima al equipo del Sekiryuttei, pero eso si, era necesario darle un espacio a Grayfia para que sacara su dolor y en ese momento Issei se comporto como todo un varón, es algo digno de respeto si lo piensas bien.
Ya sin mas que decir, te agradezco el comentario, espero que te guste el capítulo y nos veremos la próxima vez.
Spectrvs
Buenos días, tardes noches, no se a que hora leerás esto así que mejor cubro todas las posibilidades, XD.
Me alegra que te gustara, la verdad me costo porque no sabía como plasmar ese concepto de MILF que quería. Ya quisieran las parejas de hoy en día algo así, ni las porno creo que logren algo de ese estilo y ahí ves de todo.
Bueno, Issei tiene dos años de entrenamiento en la cama con dos chicas que no se caracterizan precisamente por ser mojigatas cuando están con el hombre que aman, así que ya deberían saber a que es a lo que se enfrentan al final de cuentas. Las consecuencias, creo que las pagaran gustosas considerando el producto que consumen, si es que me entiendes.
A bueno, dadas las circunstancias serían dos, luego tres, luego cuatro y así hasta llegar a seis, pero en lo referente a Akeno, ese tipo de porno es la forma en que le estaría diciendo que quiere que la domine por completo, ¿o no?
Lo pillo porque he visto suficiente de esas escenas. No creo que aparezcan, será alargar mas de lo que deseo la historia. ¿Serafall y Ravel?, no se, especialmente porque como dice el titulo la idea es que la cosa sean mas que nada las cuatro MILFs. Igual tengo ideas para otras historias donde ellas si vana aparecer así que no te preocupes. No se si grupos, ya que de alguna manera cada quien va por su lado, salvo Rias y Akeno y eso que hasta ellas no es que cooperen o mas bien compartan mas de lo debido. Depende de la personalidad de cada una como sería el estilo en la cama, así que ya veremos. Lo tendre en cuenta tenlo por seguro (¿te creerás que no recuerdo el correo? lo que pasa cuando tienes la cabeza en muchos lados al mismo tiempo).
Es Venelana, la experiencia que tiene es lo que permite que "manipule" a su hija, así la convenció de compartir a Issei en primer lugar y luego dejarla tener su aventura con él también, así que ya depende de ella. Oyakodon, creo que primero pasa con Akeno antes que con Rias, ya veremos (pues con las mujeres que tiene, a sacar fuerzas de donde no tiene porque el debe y va a cumplirles como se debe, lleva dos años entrenando para eso, XD).
Ten seguro que yo también lo pensé en su momento quien iniciaría. Shuri, la verdad ya se como manejar ese tema y como bien lo dices, mostrara que de tal palo tal astilla cuando finalmente juegue sus cartas. ¿Querías entonces que así como con las hijas, ocurriera con las madres? no es mala idea, pero no es lo que planeo aquí. Grayfia, creo que ya ves que no tiene ni idea de lo que pasa y eso que esta hablando con una de ellas mientras pasa, así de inocente esta en este momento sobre la situación y ya ves, lo que te imaginaste no podrá ser, sorry. Lo que si te concedo es que como dices, cada una tiene su intención de ir por su lado, al menos por ahora. Eso si, esta olla de grillos esta condenada a destaparse y ya sabemos que pasaría después.
Esa parte esta determinada desde el principio de la historia, cuando todo acabe ya veras la resolución. Mudarse podría ser, pero o se van al país de Rias o a un lugar tan alejado que nadie los moleste por su... interesante, estilo de vida.
Es bueno, al menos a mi me lo parece, tiene su parte cómica también y dada la temática, bien encajaría con el mundo de DxD. Cuando lo veas, espero que lo disfrutes y aprecies.
Las escenas con embarazadas, pues podría intentarlo, aunque en ese caso y por obvias razones, se tienen que limitar. Aun estamos lejos del final, no te adelantes tanto, sin embargo me dejaste pensando sobre que tan adelante llevare la historia en su final.
Gracias por tus buenos deseos y del mismo modo te deseo igual bien a ti y los tuyos. Cuidense ustedes también que ahora con eso de la vacuna, como que muchos bajaron la guardia y se esta tornando mas peligroso por eso mismo.
Saludos y abrazos.
El angel de la oscuridad
Me alegra que te gustara y veo que conoces el material de inspiración, te daría la mano por ser un conocedor, pero, bueno, ya me entiendes, eso si, solo baso la parte mas sucia de la historia en ese doujin, quería MILFS sucias y esas eran perfectas como modelos, lo demás, es sorpresa y espero que cuando lo veas te guste.
zeta12345
Ya sabes cual es la nueva receta, ¿difícil de preparar acaso?
Ignacio365
No necesita que la historia sobre DxD deba ser sobrenatural para disfrutarlo si sabes como aplicar los conceptos fundamentales.
Debía un anal de Rias y ya que lo aplace demasiado, pague esa deuda de alguna manera con Venelana, no es Rias, pero casi y el componente MILF es un extra.
No tenía pensado en ese caso usar a Serafall y Gabriel como principales, mas que nada porque Gabriel no la veo como una succubo, pero quien sabe, déjame procesar la idea y ver quienes serían todas las participantes, por cierto, ¿dos historias de DxD a la vez?, sería para ir sacando las historias que de por si ya tengo en cola.
alexzero
Bueno, a Venelana la dejaron porque supuestamente era muy mojigata y ya demostró que no, eso deja la duda, que fue entonces lo que paso realmente con Zeoticus, te dejo esa duda, por lo demás, ya probo cuarto plato, y mira nada mas que platote, espero que lo disfrutaras.
See you later.
Grimlouck
Bueno alguien tenía que salirse de ese régimen donde todo tiene que ser como dices tu, copia y pega para el NTR que para colmo no tienen ni sentido, a día de hoy no entiendo a quien se le ocurre una historia de traición a Issei para transformarlo en Godzilla.
Te diste cuenta eh, me preguntaba si alguién lo haría, la verdad es que esa era la intención, que se viera como que fue apresurado, estoy probando un estilo narrativo diferente, ¿conoces la obra Pedro Paramo? donde juegan un tanto con la linea temporal de la narrativa, si no entendiste la obra, no te preocupes, tampoco la entendí la primera vez, pero el hecho es que quise probar algo así, parece que fue apresurado, pero te recuerdo que lleva mínimo dos años queriendo esto y jugando sus cartas, ya mas adelante lo entenderás mas, cuando me mueva hacia una linea pasada. Lo del placer anal de Venelana, aproveche que era algo que debía con Rias, así que lo aplique junto a un bonus, es decir, la versión MILF de Rias con debilidad por su puerta trasera. Ya veras que lo que es todas y cada una de las MILFs ya lleva jugando su juego un buen rato, de hecho ya di ligeras referencias de eso en los capítulos de Rias y Akeno, aunque creo que las escondí demasiado bien.
La mayoría se muere por escenas oyakodon, ahora la pregunta sería, cual de las dos chicas experimenta un trío con su madre, aunque creo que la respuesta es medio obvia.
Se cual es ese doujin, lo vi hace poco, me gusta, aunque obviamente va directo al punto, el chico esta harto de bullyng y se desquita chantajeando a las madres, no esta mal, al menos en la parte del sexo, pero para mi historia la intención es dejarlo corromperlas mas, algo estilo, romper la mente de las madres al punto que entregan a sus hijas, como venganza hacia ellas por ser las causantes de que ahora ellas estén en esa situación, traducción, un Issei bien rompe coños que solo quiere hacerles que sientan algo parecido a lo que le hicieron, sera interesante, te lo aseguro.
Sin mas, espero que disfrutaras el capitulo, pronto obtendrás respuestas, primero quería avanzar en la parte ero antes de pasar a resolver algunos punto y nos vemos la próxima.
miguelzero24
Gracias, me alegra que te gustara, espero que disfrutaras de este capítulo también.
Korozen22
Todo el fic de un tirón? mis respetos mi amigo, pero me alegra que te guste.
Anonymous
Hola, tu primera review en la historia, me alagas y gracias, me alegra que te guste.
Una historia requiere un contexto, eso es algo que siempre busco, leo mucho para eso, para aprender a dar ese contexto, no es tampoco una porno, donde si tienes suerte encuentras por dialogo un hola y al siguiente momento ya están en lo que sabemos y considerando que quiero que llegar al sexo en una historia debe de tener un porque, busco dejar sentadas unas buenas bases sobre como terminan así.
Si bueno, lo del anal, era un tema que debía de mi anterior historia y ya que lo pospuse demasiado lo aplique aquí y agregue un bonus para compensar, es decir, presentar el escenario con Venelana, aunque si se me fue un tanto la mano, creo, pero parece que gusto. Sobre a quien le queda mejor, obvio esa sería Akeno, pero ella ya le entrego todo a su Issei, pero si sería interesante ver a Rias en ese plan de quiero pero no quiero, ya veremos.
En cuanto a tu pregunta, aquí esta la respuesta:
Es una pregunta difícil, Obviamente Akeno es adicta, cuando se trata de cosas sucias para hacer con Issei ella es la reina, me inclinaría a decir que si bien no sería adicta si que no tendría problemas con eso, serían Xenovia y tal vez Kuroka, en un primer momento diría que Ravel también, pero ella es mas complaciente así que si lo hiciera sería mas por complacer a su pareja mas que por gusto, no se, tal vez algunas de las nuevas también gusten de tener abierta la puerta trasera, por cierto, en esto no descartaría a Yasaka.
Bueno, espero haber resuelto tus dudas y nos vemos en una próxima.
