EPÍLOGO

"Nada que decirte"

-"¡HOHOEMI -TAICHO!"

La visión de ver a mi capitana caer en la batalla fue lo último que me vino a la mente; estas palabras mi primera reacción al despertar.

Mi segunda fue la de llevarme la mano al hombro vendado. Todavía me dolía horrores.

¿Estaba vivo? Por un momento había creído morir... Incluso había visto pasar toda mi vida por delante de mis ojos. ¿O había sido un sueño?

-¿Se ha despertado ya Capitán Hitsugaya? -me preguntó una de las enfermeras que rondaba por allí, acercándose a la cama.

¿Capitán¿Había dicho capitán?

Estaba increíblemente aturdido. Me dolía horrores la cabeza.

Para colmo, volvía a estar en una habitación de la cuarta división...hospitalizado.

- Eso creo. -mascullé masajeándome la frente.

- No se preocupe, voy a llamar inmediatamente a la capitana Unohana¿de acuerdo? -informó, saliendo apresurada por la puerta.

Casi no me dio tiempo a asentir. Tan pronto como la chica había abandonado el cuarto, la encargada de la división irrumpió en la estancia sonriendo como de costumbre.

- Me alegro de que ya esté consciente Hitsugaya-Taicho. ¿Cómo se encuentra? -preguntó, acercándose a mi lado para examinarme. Me alzó la barbilla y me miró directamente a los ojos.

- Bastante mareado. -confesé.

- Ah, no se preocupe por eso. Efectos secundarios del medicamento. Las náuseas y las jaquecas pueden estar a la orden del día. Le hemos subido la dosis dado a la gravedad de las heridas. Así que es normal. -contestó con amabilidad. - Pero tienes muy buen aspecto... Dime¿Qué es lo último que recuerdas? La enfermera me ha dicho que te ha escuchado gritar el nombre de Himawari...

Rehuí su mirada avergonzado. Odiaba tener pesadillas de ese tipo... Y más aún que otros me escucharan hablar en sueños. Me hacían sentir débil. Y no lo era.

Tampoco me había olvidado de nada. Si a Unohana se le había pasado esto último por la cabeza estaba bien equivocada. Lo último de lo que padecía en ese instante era de amnesia.

Si bien como dicen las personas que se ven cerca de la muerte, que toda su vida pasa por delante de sus ojos, yo había sufrido algo parecido. Recordaba nítidamente cada momento vivido: El día en que morí, cuando conocí a Hinamori, mis años en el Rukongai, mis días como teniente al servicio de Hohoemi, su muerte en batalla con el capitán Adachi; cómo después de todo aquello me habían nombrado capitán ya que había tenido testigos de mi BanKai además de Matsumoto, a la que nombré mi segunda... Tal y como debía haber sido desde un principio.

Recordaba todos esos años que habían parecido buenos y alejados finalmente de los problemas, de los hollows y los traidores. No obstante ahora sabía que habíamos estado viviendo una gran farsa... Engañados cruelmente desde el principio. Nunca existió ningún momento de paz. Al fin lo comprendía todo. Las investigaciones de mi antigua capitana tenían sentido y encajaban a la perfección con todas sus piezas. ¿Cómo pude ser tan estúpido¿Cómo no me di cuenta antes?

Apreté fuertemente los puños enrabiado.

-¿Dónde está Aizen?

La mujer sonrió amargamente, desechando las teorías sobre la pérdida de memoria.

- Ha escapado. -aseguró sincera. - Los tres lo han hecho.

-¿Los tres? -pregunté horrorizado. - ¿Quién más ha...

- Aizen, Ichimaru y Tousen. -concluyó cerrando los ojos con notable pesadez. - Se fueron a hueco mundo. No pudimos detenerlos a tiempo. Lo lamento mucho.

Me quedé unos instantes pensativo. Si eso era cierto ya no se podía hacer gran cosa. Tan solo aguardar a que realizaran el siguiente movimiento y estar preparados para poder contraatacar.

Cerré con fuerza la mandíbula preso de la impotencia.

¿Desde cuando había dicho Aizen que llevaban planeando esto¿Desde que se convirtió en capitán¿Tanto tiempo había estado utilizándonos? Engañados todos. Víctimas de una ilusión. Aquellos que habían tratado de librarse de ella, quienes habían estado a punto de averiguar la verdad y sospechaban, habían sido eliminados del mapa... Asesinados sin dejar rastro de un porqué.

Todo esto ya venía desde hacía tanto tiempo atrás... ¿Cuántos habían caído¿Cuántas pérdidas en cuántas divisiones? Todos esos shinigamis... Miyako, Kaien, Hohoemi... Y ahora...

El corazón pareció estallarme en el pecho al recordarlo, e inmediatamente dirigí una asustada mirada a la capitana.

-¿...Y Hinamori? -pregunté en un susurro.

Ella comprendió antes de que pudiera continuar.

- Ha sufrido graves daños me temo... Pero se encuentra fuera de peligro. Sigue inconsciente en la habitación de al lado. Ahora todo depende de ella.

Dejé escapar un suspiro bastante aliviado.

- Gracias...

Tras unos largos minutos de silenció ella hablo.

- ¿Irás a verla?

Tragué saliva y asentí lentamente.

Lo cierto era que no me apetecía hacerlo. Estaba bastante enfadado con ella y sabía que si acudía a su habitación conseguiría ablandarme. No quería que mis sentimientos cambiaran. Forma parte de la irracionalidad del ser humano. Cuando uno se siente atormentado quiere regocijarse en su sufrimiento, por mucho que lo necesite, no desea que nada ni nadie suplante esa sensación.

Así me sentía. Por una vez en mi vida estaba enfadado con ella. Con su estupidez. Con su desprecio hacia mi persona, que había ido creciendo a lo largo de los años. Habíamos perdido ya toda esa complicidad que nos mantenía unidos. Todo había tomado un rumbo en el que ya era imposible querer dar marcha atrás.

Había podido comprobarlo: Aizen había ganado la partida. Siempre era él quién llevaba ventaja, y no contento con arrebatármela de esa forma tan cruel, la había puesto en mi contra. Había conseguido que me amenazara, que intentara asesinarme... Por él.

No lo soportaba. Era demasiado peso que aguantar. La muy idiota de Hinamori había caído en su trampa y yo... Yo también.

Aquella tarde pedí que me dieran el alta. Había muchos heridos debido a la invasión ryoka y los destrozos causados por Aizen. Muchos de ellos todavía se estaban recuperando y necesitaban camas libres.

Además, no podía permitirme el lujo de alargar mi estancia en aquel lugar. Había estado una semana entera bajo los efectos de un coma inducido. Ahora la división, con mi ausencia, estaba completamente desmantelada.

Y tanto...

Media hora en el despacho y ya comenzaba a estar sepultado por un montón de botellas vacías, y no precisamente de medicina.

"¿Puedo hablar con Rangiku-san un momento?" Eso era lo que me había pedido Kira. En qué mal momento fui a decirle que sí.

Todavía me dolía la cabeza... Y era algo irrefutable el que el hablar se convirtiera en un inminente botellón si mi teniente estaba metida en asunto. De no ser porque ella también necesitaba evadirse por un rato de todo lo ocurrido, no se lo habría permitido.

Harto de tener que escuchar sus incoherencias, me puse en pie y salí por la puerta.

-¿A dónde va capitán? -preguntó Matsumoto, comenzando a arrastrar las palabras.

- Al aseo. -contesté casi de forma autómata.

No sé muy bien porqué mentí. ¿Vergüenza? No. Más bien fue cosa de mi orgullo.

Mi orgullo se habría quedado cruzado de brazos en el despacho viéndolos beber y acabar como cubas. Pero la otra parte de mi persona quería verla... Aunque eso significara quitar el primer bloque de piedra de esa muralla que ahora nos separaba, y que ninguno de los parecía querer derruir.

Dar el primer paso...

Y entrar en la habitación...

Allí estaba. Conectada a la máquina de oxígeno y varios medicamentos. Inconsciente. Bajo un coma profundo. Pero allí estaba. Viva. No gracias a mí, pero vivía.

No me atreví a pasar del marco de la puerta por miedo a que la rabia que me carcomía se desvaneciera por completo. Pero para mi sorpresa no lo hizo. Es más, fue incrementando y haciéndose más notable. No era porque la odiase. Más bien todo lo contrario.

Algún día despertaría y habría que contarle la verdad. ¿Y entonces como reaccionaría¿Me odiaría¿Dejaría de hablarme?

Estaba decidido a enfrentarme con su capitán al que tanto adoraba. Lo haría por ella, por todas las personas a las que había asesinado silenciosamente, por Hohoemi... Y sobre todo por mi.

Tan inocente, tan idiota, tan ajena a la realidad...

¿Qué es lo que opinas de todo esto Hinamori¿Qué es lo que piensas de mi?

Hinamori...

-¿No vas a decirle nada?

La voz de la capitana Unohana me sacó de mis pensamientos. No me había percatado de que se encontraba también allí. No sabía cuanto tiempo llevaba observándome.

-¿No vas a hablar con ella? -insistió. - ...está esperando escuchar las palabras de alguien que la quiere...a quien ella quiere...

Rehuí su mirada y fijé la vista al suelo.

No estaba seguro de que esto último que había dicho fuera cierto.

Además¿Qué esperaba que le dijera? Esta vez no me correspondía hacerlo. Todo lo que pensaba, todo lo que sentía por ella... Ya se lo había dicho hacía muchos años atrás. Repetírselo estando en ese estado era una pérdida de tiempo. Sobre todo porque... Aizen la había cambiado. No sabía hasta que punto, pero lo había hecho.

¿Volvería a recuperarla alguna vez? Otra pregunta que quedaba en el aire. Se perdía a la deriva.

No. No tenía nada que decirle.

Si alguien debía volver era ella. Mi orgullo no iba a ir a buscarla.

No le debía nada. Sólo ella podía disculparse...

... Decirme que lo sentía.

¿Qué sentía el qué?

-No. Mi yo actual no tiene nada que decirle.

Contesté finalmente.

Tras estas palabras me di la vuelta y abandoné la habitación.

Me perdí en los pasillos de la cuarta división. Tan a la deriva como aquellos que una vez fuimos.

Ausente como los fallecidos en la guerra, como las palabras nunca dichas...

"Esperaré el día que abras los ojos. Tal vez entonces nuestras almas renazcan y vuelvan a encontrarse.

Ahora solo hay muerte."

FIN


N.A: Y con este epílogo que enlaza la historia con "Renacer" termina el largo fanfic de Morir.

Espero que todo el conjunto os haya gustado... Es un final algo triste¿no? Pero es el final...

¿O no?

Ahora os invito a seguir con mi próximo proyecto! Renacer, una historia dedicada a Hinamori Momo, que al igual que ésta constará de 12 capítulos y un epílogo. Si os gusta el HitsuHina y queréis saber qué ocurre dos años después de esto último escrito... Podréis leerlo muy pronto! Una historia bastante original con escenario en el mundo mortal. Colgaré el primer capítulo de ésta nueva la semana que viene.

Espero que me sigáis leyendo y dejándome vuestros maravillosos reviews! Debéis saber que sin vosotros y sin ellos no habría historia! MUCHAS MUCHAS GRACIAS!

Este fanfic está dedicado a todos vosotros. Espero que lo hayáis disfrutado... Nos seguiremos leyendo muy pronto!

Ahora no os olvidéis de...

¡El último REVIEW!