4
Solos
InuKyoMonth
Día 4: Abrazo
Kikyou era humana, pero muchas veces no se sentía como tal. Desde que era pequeña había dedicado su vida a ser una sacerdotisa y a todo lo que ello implicaba. El nacimiento de Kaede había hecho que la soledad fuera menos dolorosa, pero seguía sintiendo que era diferente y que no podría hacer las mismas cosas que las otras aldeanas.
Inuyasha no era un youkai, pero tampoco un humano, era un hanyou y por muchos años sintió que no había un lugar para él. Su madre le había dado cariño y ternura durante su infancia, pero ella era humana y su vida era corta, en especial si la comparaban con la suya, un hanyou que podría vivir durante siglos.
Ambos eran marginados, seres que no pertenecían a ninguna parte, pero juntos, podrían construir un hogar. Con cada abrazo podían sentir que no estaban solos.
