Disclaimer: Los personajes no me pertenecen (por desgracia), todos ellos, los lugares, los nombres, etc, son únicos y genuinos de la inigualable J.K.Rowling.

Bueno, pues aquí estoy de nuevo con mi siguiente fic!!! Es diferente al primero, la pareja principal es Ron y Hermione, aunque también hay bastante Harry/Ginny.

Espero que os guste, porque pretendo hacerlo de humor, y no se si realmente voy a saber darle el toque que quiero, por eso me encantaría que me mandarais reviews con vuestra opinión, y me guiarais, para hacerlo mejor.

Espero que no os defraude, porque realmente es muy diferente al de Amnesia, pero bueno, ahí va... Que lo disfrutéis!!!!!!!!!


DON'T BE STUPID: YOU KNOW I LOVE YOU

Cap.1: Encuentros en Grimmauld Place

-"¡Giiiinnyyyy!"- Ron bajaba gritando las escaleras mientras agitaba los restos de lo que parecía ser un póster de los Chudley Cannons- "Te mato, está te la cargas..."

-"Tranquilo hermanito, no te pongas tan nervioso"- decía Ginny mientras escapaba de la cólera de Ron- "No le vas a gustar a Hermione tan enfadado..."

Ron se paró de golpe y su cara pasó a un rojo profundo. Ginny, esbozó una sonrisita pícara y le señaló susurrando algo como "lo sabía, te gusta... lo sabía". Ron, aún más enfadado, salió corriendo nuevamente detrás de ella.

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Toda la familia Weasley se había trasladado a finales de julio a la sede de la Orden del Fénix, en el número 12 de Grimmauld Place. Esperaban la próxima llegada de Harry y Hermione, quienes, por seguridad, pasarían el resto de verano con ellos.

Todo Grimmauld Place parecía un hervidero, la familia Weasley, ayudados por los miembros de la Orden, preparaban todo lo necesario para la celebración del 17º cumpleaños de Harry antes de que él llegara. A pesar de que lo celebrarían al día siguiente, debían de dejarlo listo en las próximas horas, puesto que Harry llegaría ese día.

Ron estaba completamente desquiciado, su madre lo había tenido todo el día de acá para allá intentado que todo estuviera al gusto de Harry y ya lo tenía bastante harto. La gota que colmó el vaso fue el darse cuenta que Ginny había roto su póster favorito de los Chudley Cannons. Sin atender a razones, la persiguió por toda la casa...

-"¿Qué tiene que ver Hermione en todo esto?"- Ron parecía que iba a explotar en cualquier momento-"No corras, se lo diré a mamá. Tú de esta no te libras".

-"Oh vamos, ya te he dicho que ha sido sin querer"- dijo Ginny intentando protegerse detrás del sillón de la sala- "Si no dejaras tus cosas tiradas por ahí no pasaría esto".

-"Pero es que no me ha dado tiempo a recogerlo... mamá me tiene frito con la fiesta de Harry... Harry esto... Harry lo otro... ¡Estoy harto!".

-"¡No te metas con Harry, él no tiene la culpa de que seas un desordenado!"- gritó Ginny completamente indignada, mirándole seriamente con las manos en jarras colocadas a la altura de su cintura.

Ron se acercó a ella haciendo que su hermana se pusiera de pié, con un precario equilibrio, encima del brazo del sillón, mientras extendía un brazo intentando alejarle de ella. En ese momento, una silueta entró por la puerta:

-"Vaya, gracias por defenderme. Este ingrato me carga siempre con las culpas..."

La cara de Ginny enrojeció súbitamente mientras se erguía del susto olvidándose de dónde se encontraba. Desafortunadamente, perdió el equilibrio y cayó de culo al suelo, quedándose en una postura realmente cómica. Estaba sentada en el suelo, masajeándose la parte baja de la espalda y con las piernas aún encima del brazo del sillón.

Los chicos al verla caer, primero se asustaron, pero al cabo de unos segundos estallaron en carcajadas, provocando un más que visible disgusto en la chica. Harry, al mirarla a la cara, se puso serio y corrió a ayudarla a levantarse, mientras Ron seguía riéndose y comentaba cosas como "Se lo merece" o "Eso es un castigo por destrozar mis cosas"-.

-"¿Te has hecho daño?"- preguntó Harry mientras la cogía de la cintura y la intentaba poner de pie. En ese momento se la quedó mirando fijamente y sus manos comenzaron a sudar.

Harry se quedó embobado viendo a la chica, ésta tenía el ceño fruncido por el comportamiento de Ron, que no paraba de reírse de ella. No podía creer lo mucho que había cambiado en tan poco tiempo, ahora estaba mucho más alta y, sin duda, mucho más guapa. Sin darse cuenta, empezó a fijarse en ella como algo más que la hermanita pequeña de su mejor amigo.

Ginny notó la fija mirada de su amigo y se puso súbitamente nerviosa. Estaba claro que aún le gustaba, pero sabía que si se rendía a sus encantos jamás se fijaría en ella. Hermione le había aconsejado por carta que intentara hacerse la indiferente. Esperaba que funcionara, aunque le iba a resultar realmente difícil resistirse a esa preciosa mirada verde y a ese pelo negro azabache que la había traído loca desde el primer momento que lo vio.

Intentado salir de su ensimismamiento, Ginny se levantó precipitadamente, haciendo que Harry cayera al suelo.

-"No, Harry, estoy estupendamente"- dijo Ginny intentando aparentar indiferencia- "ahora, si me disculpáis, tengo que terminar de colocar mi habitación para cuando venga Hermione".

Ginny salió por la puerta con la cabeza alta y ante la atónita mirada de su hermano y de Harry, que no podía apartar la vista de sus caderas.

-"¿Se puede saber qué estas mirando?"- Ron se había dado cuenta de hacia donde iba dirigida la mirada de su amigo- "Te recuerdo que es mi hermana".

-"¿Pero qué dices, Ron?, yo no soy como tú, que no paras de mirarle el culo a Hermione"- contestó Harry levantándose del suelo y riéndose descaradamente.

-"Yo no le miro el culo a Hermione, pedazo de asqueroso".

-"¿Sabes, Ron?, yo también te he echado de menos..."- Harry le miró cruzado de brazos con una media sonrisa que daba a entender 'si, claro, y yo soy Goyle...'. Ron, al verle, se empezó a reír y le abrazó efusivamente.

-"Si dices una palabra de esto, acabaré con tu vida, Potter...".

-"¿Has pedido vez?, creo que delante de ti van unos cuántos..."- Harry empezó a enumerar con los dedos mientras Ron seguía riéndose de camino hacia su habitación.

Los dos chicos subieron a su habitación, que estaba tomada por los gemelos Weasley. Acababan de llegar de su tienda y pensaban ocuparla para esconder un par de bromas nuevas que acababan de probar para sacar a la venta.

Éstos estaban intentando aplicarlos con Ginny, pero ésta, un poco enfadada por la situación anterior, les había echado sin contemplaciones de su habitación. Harry y Ron se asomaron para ver lo que hacía. Estaba bastante rara, moviendo todo de un lado para otro y escondiendo rápidamente varios paquetes que extrañaron a los dos chicos. Cuando la pelirroja se dio cuenta de que estaban de pie en la puerta, la cerró en sus narices, gritándoles que eran unos cotillas.

-"Vaya Harry, creo que has perdido tu encanto con mi hermana".

Harry le miró y se encogió de hombros, algo triste. En el fondo no le gustaba que ella ya no estuviera tan pendiente de él. Algo tendría que hacer para evitarlo... decididamente, debería hablar con Hermione.

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Entrada ya la tarde, los chicos se fueron a la habitación, tras comer todos los platos que les había servido la señora Weasley. Estaban echados tranquilamente sobre sus camas cuando un ruido en el salón les sacó de su letargo.

-"Vamos chicos"- gritó Ginny aporreando su puerta- "Ya ha llegado Hermione".

Harry se levantó despacio, impedido por la pesadez de su estomago, ya que había ingerido demasiada comida. Ron, sin embargo, pegó un salto de la cama y se fue directamente al espejo para intentar acomodarse el pelo y la ropa. Harry, al ver a su amigo, empezó a reírse mientras él se colocaba sus gafas.

-"Deja de peinarte, Romeo, que tu Julieta espera"- dijo Harry recibiendo como respuesta un cojinazo en la cara.

Después de una breve advertencia de Ron de que mantuviera su boca cerrada, Harry y él salieron a saludar a su amiga. El encuentro fue imprevisto completamente.

Harry la miró de arriba abajo intentando asegurarse que esa chica era su inteligente amiga, mientras Ron se quedó estático en el marco de la puerta, sin saber qué hacer.

-"Bueno, qué pasa, ¿es que no pensáis saludarme?"- dijo Hermione una vez que Ginny hubo dejado de asfixiarla. Harry pareció reaccionar y se acercó a ella, abrazándola- "Ya pensaba que os habíais olvidado de mi".

Después de abrazarla, Harry se separó y, con una señal de sus ojos, indicó a Ron que hiciera lo mismo. 'Como si fuera tan fácil...' pensó Ron, pero la verdad es que no sabía cómo acercarse a su cambiada amiga.

La miró detenidamente, llevaba unos vaqueros ajustados y una camisa blanca que dejaba al descubierto sus marcados abdominales. El pelo lo llevaba largo y con unos rizos gruesos, atados con una pequeña cinta de la que escapaban algunos mechones.

Por fin Ron se decidió y se acercó a ella, poniéndola más nerviosa de lo que estaba. Jamás lo admitiría, pero ese chico conseguía derretirla por completo. Con paso nervioso, se fue acercando más a ella, hasta que tímidamente se abrazaron bajo las risas de Ginny y Harry.

Colorados, se separaron creando un momento especialmente incómodo, hasta que Ginny la agarró de la mano y la subió a su habitación, dejando a Harry bastante divertido y a Ron a punto de explotar de la vergüenza. Al cabo de un rato, los chicos decidieron subir también.

En la habitación de las chicas, Hermione y Ginny colocaban las maletas de la recién llegada mientras charlaban animadamente...

-"Bueno, ¿y qué tal te ha parecido el reencuentro?"- preguntó Ginny curiosa mientras se tumbaba en su cama.

-"¿A qué viene esa pregunta?"- Hermione imitó a su amiga.

-"Vamos, no te hagas la tonta. Se te caía la baba al ver a mi hermano".

-"¿Qué? Eso no es cierto"- Hermione se quedó pensativa unos minutos mientras recordaba lo guapo que se veía Ron con esos pantalones que marcaban su trasero y la vieja camiseta que se ceñía a su espalda...

-"¿Por qué te estás poniendo roja?"- dijo Ginny señalándola sonriente- "¿En qué estás pensando?".

-"¿Qué?, no... Yo no estoy pensando en nada. Niña curiosa"- contestó Hermione intentando quitar de su mente la imagen de Ron- "Más bien dime tú qué tal te va con Harry".

-"Bueno, estoy intentando poner en práctica tu consejo. Cuando ha llegado le he tratado un poco indiferente... Espero que esto funcione, porque cada vez que lo veo me dan unas ganas de echarme a su cuello...".

-"Pues tendrás que reprimirte"- dijo Hermione riendo- "Porque si no, se irá al traste todo el plan...".

-"Sí, intentaré fijarme en ti. Te reprimes estupendamente".

-"¡Pero serás...!".

Hermione se levantó de la cama y, agarrando su almohada, empezó a pegarle a Ginny con ella. Ésta, al verla, se defendió de la misma manera, riéndose escandalosamente.

En la habitación de al lado, los chicos, alertados por los gritos de Hermione y Ginny, se miraron y salieron corriendo hacia la habitación de las chicas para ver el origen del escándalo.

Cuando llegaron, sus ojos casi se salen de sus órbitas al ver el espectáculo que estaba ante ellos. Los dos tuvieron un pensamiento en común, 'Cómo me gustaría ser almohada...'. Delante de ellos, las dos chicas se reían y se retorcían encima de la cama mientras varias plumas volaban a su alrededor. Debido al movimiento, la camisa de Hermione dejaba ver algo más de piel que en un principio, y la falda de Ginny se revelaba encima de sus rodillas.

Las dos estaban tan enfrascadas en su pelea que no se dieron cuenta que los dos chicos las miraban atónitos desde el quicio de la puerta. Al cabo de un rato, se giraron y los vieron con una sonrisita encantada en sus labios. Tanto Ginny como Hermione fruncieron el ceño y les miraron reprobatoriamente.

-"¿Se puede saber qué estáis mirando?"- preguntó Hermione volviendo a su postura seria.

-"¿Nosotros? Nada, nada..."- dijo Harry intentando reprimir la risa, cosa que no hacía Ron.

-"¿Nadie os ha enseñado a llamar a la puerta?"- dijo Ginny acomodando la cama-"Debería de daros vergüenza... ¿y si nos estuviéramos cambiando?"- añadió con los brazos puestos en las caderas.

-"Pero no lo hacíais, creo que os lo estabais pasando bien sin nosotros"- dijo Ron fingiendo enfado- "sois unas desagradecidas".

-"¿Desagradecidas?"- dijeron las dos a coro- "Ahora verás...".

Acto seguido, las dos chicas cogieron sus almohadas y empezaron una pelea con los chicos, que se defendían de ellas haciéndolas cosquillas. Harry fue detrás de Ginny bajo la pícara mirada de Hermione, que se reía del rubor de su amiga. Ron, al verla distraída, fue hacia ella y, con un "Ésta me la debes" la agarró haciéndola cosquillas mientras ella gritaba entre risas.

Tal era el escándalo que estaban armando que la señora Weasley subió corriendo, seguida muy de cerca de los gemelos, que al ver la situación, alzaron una ceja mientras se reían escandalosamente.

-"¡¿Pero se puede saber qué está pasando aquí?!"- gritó Molly mientras agitaba fuertemente una cuchara de palo- "Vosotros dos, salid inmediatamente de la habitación de las chicas"- los cuatro chicos se quedaron de piedra al ver a la señora Weasley gritándoles desde la puerta.

-"Pero mamá, sólo estábamos jugando..."- dijo Ron intentando no ponerse demasiado rojo.

-"Nada de juegos en esta habitación, Ronald Weasley. Y tú, Harry, parece mentira que a tu edad... será mejor que os preparéis, la cena estará lista en un momento"- la señora Weasley, aún agitando la cuchara de palo, salió por la puerta dejando a los chicos y a los gemelos solos.

-"Vaya, no sabía que esto fuera una fiesta privada ¿eh Fred?"- dijo George mientras pasaba su mirada por toda la habitación, que estaba completamente desordenada y llena de plumas.

-"Eso parece George"- contestó el otro gemelo con una sonrisita traviesa- "creo que las parejitas querían tener su propia fiestecita..."

-"Oh, largo de aquí"- Gritó Ginny indignada comenzando a empujarlos fuera de la habitación.

-"Y vosotros también"- Dijo Hermione mientras encaraba a sus dos amigos que no paraban de reírse mirando a los gemelos. Estos empezaron a protestar consiguiendo una dura mirada por parte de Hermione quien se estaba preparando para echarlos sin contemplaciones.

-"Pero si nosotros no hemos hecho nada..."- se quejó Ron recibiendo un codazo por parte de Harry.

-"Vamos, Ron, creo que será mejor que nos vayamos"- dijo Harry mientras tiraba de él.

Las chicas miraron cómo se iban y, tras cerrar la puerta, se sentaron en la cama, riéndose y rojas de la vergüenza.

-"Oh, Ginny, ¿qué pensará tu madre de nosotros ahora?".

-"Mmmm veamos... Primero, que los chicos son un poco frescos, segundo, que nosotras gritamos mucho, y tercero... creo que lo más probable es que piense que la culpa es de Fred y George".

-"¿De Fred y George? ¡Pero si ni siquiera estaban aquí!".

-"Si, bueno, es que generalmente cuando ocurre algo extraño en nuestra familia, la culpa es de Fred y George... y... ¿hay algo más extraño que mi hermano haciéndote cosquillas a un palmo de tu cara y sin sonrojarse?".

-"¡¡¡Ginny!!!"- Hermione la miró seriamente y la volvió a tirar el almohadón a la cara.

Paralelamente, en la habitación de los chicos...

-"En mi vida había visto a tu madre tan enfadada..."- dijo Harry tumbándose de nuevo en la cama.

-"Sí, ahora va a pensar que somos unos degenerados".

-"Bueno, tú si lo parecías. Un poco más y te comes a Hermione".

-"¿¿¿Pero qué estás diciendo???, no era yo el que estaba subido encima de MI HERMANA agarrándola de la cintura".

-"¡No estaba subido encima de ella! Además, tú estabas en la misma posición con Hermione, y por lo que veo... ella no se quejaba..."- Harry se volvió hacia Ron, que estaba sentado en el suelo y empezó a poner muecas imitando a Hermione.

-"¿Y ahora quién es el degenerado?, te lo advierto Harry... ¡No te acerques a mi hermana!"- Ron se levantó y se acercó a Harry mientras le advertía con el dedo- "Y no vuelvas a insinuar que me gusta Hermione, estoy harto de repetirte que sólo somos amigos".

-"Si, claro. Pero es una amiga con un culo muy bonito...".

-"Si... digo ¡no!, ¿Quieres cambiar de tema? Me tienes harto, Harry..."- Ron se volvió a sentar en el suelo jugando con una pequeña Snitch que le había regalado Bill, mientras Harry se retorcía de la risa encima de su cama.

Al cabo de unos minutos, oyeron la voz de la señora Weasley en el piso de abajo, anunciándoles que la cena ya estaba servida. Nada más oírlo, los cuatro chicos salieron de sus respectivas habitaciones y bajaron inmediatamente a la cocina. Al encontrarse en el pasillo, se miraron los unos a los otros, sonrojándose enormemente.

Una vez llegaron a la cocina, vieron al señor Weasley junto con el resto de sus hijos, a Tonks, a Remus y a Sirius, quienes ya estaban sentados en la gran mesa. Sin mediar palabra, se sentaron en los huecos libres que les habían dejado, Harry y Ron junto a Sirius, y en frente suyo, Hermione y Ginny, que se habían sentado al lado de Tonks.

La cena transcurrió tranquilamente, los chicos parecían absortos en sus propios pensamientos, ya que casi no probaban bocado, excepto Harry, que parecía haberle encontrado un gusto especial a la comida de Molly.

Disimuladamente, se miraban los unos a los otros. La primera en empezar esta guerra de miradas fue Ginny, quien miraba de reojo a Harry mientras pensaba 'Tengo que ser fría, tengo que ser fría, tengo que ser fría...'.

Hermione, por su parte, no quitaba la vista de encima a Ron, que en ese momento intentaba alcanzar el pan, que estaba al otro extremo de la mesa junto a ella '¿por qué tiene que hacerlo todo tan difícil?, ¿no sería más fácil pedírmelo? Yo aceptaría encantada... ¡a darle el pan, claro! Hermione, controlate...'.

Ron estaba haciendo auténticos malabares para poder alcanzar el dichoso pan, al que era imposible que llegara. Por su cabezonería, ya había tirado dos vasos y metido la manga en la sopa de Harry, quien gruñó ante tal desperdicio de comida '¿Por qué no se lo pido a Hermione y ya está?, no puede ser tan difícil... Hermione ¿quieres darme un be... el pan?, no, será mejor que lo coja yo...'.

Por su parte, Harry miraba a Ginny y a su comida simultáneamente, intentando descifrar el extraño comportamiento de la chica... 'No lo entiendo, hace unos meses se tiraba a mi cuello, y ahora casi ni me habla... Mmmm que rico está el pollo...'.

Terminaron de cenar, sin más comentarios que los de Sirius y Remus, que explicaban detalladamente en qué había consistido el último trabajo que les había ordenado Dumbledore. Extrañados de que los chicos no comentaran nada ni hicieran ninguna pregunta, preguntaron que qué había ocurrido para que estuvieran así. Los encargados de explicarlo fueron, cómo no, Fred y George...

-"Es una historia muy simple"- dijo Fred irguiéndose en la silla y poniendo cara de circunstancia- "Todo empezó una cálida mañana de septiembre...".

-"¡Fred!"- la señora Weasley le llamó la atención, agitando su inseparable cuchara de palo.

-"Vale, vale... Bueno, la historia es muy simple... A Harry le gusta Ginny, a Ginny le gusta Harry..."- en ese momento, los dos mencionados abrieron los ojos como platos y se pusieron rojos hasta las orejas.

-"A Ron le gusta Hermione y, por supuesto, a Hermione le gusta Ron..."- continuó George provocando el mismo efecto en los recién nombrados- "Esta tarde, mamá les pilló "jugando" en la habitación de las chicas..."- todos los adultos abrieron la boca hasta límites insospechados, mientras los cuatro jóvenes negaban con la cabeza y se disculpaban atropelladamente argumentando que "sólo era una guerra de cojines".

Después de la explicación, Sirius y Remus se miraron como diciendo 'si, si... y Snape se lava el pelo todos los días...', y se echaron a reír exageradamente.

-"Venga, dejaos de tonterías"- Molly intentó mediar para que se acabara esa situación, y volvieran a comportarse como "personas civilizadas"- "Chicos, y en especial tú, Harry, tenéis que saber que mañana debemos ausentarnos por cuestiones de la Orden..."- Molly fue interrumpida por los gritos de los gemelos, quienes saltaban de alegría al saber que se quedarían solos- "Fred, George, ¿queréis hacer el favor de comportaros? Que ya tenéis 19 años"- añadió mirando a los gemelos reprobatoriamente.

-"Si, mama"- contestaron ellos con cara de "angelitos".

-"Lo que quiere decir Molly"- dijo Remus mirando las caras de desconcierto de los chicos- "es que no podemos quedarnos a toda tu fiesta de cumpleaños, Harry. Tenemos un trabajo que no podemos delegar y tendréis que quedaros solos... pero con Bill y Charlie".

Los cuatro chicos sonrieron alegres, al menos tendrían la compañía de unos adultos menos estrictos.

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Al día siguiente se levantaron todos habiéndose olvidado por completo del incidente de la noche anterior, pero terriblemente nerviosos por los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Harry. A pesar de que él sabía que le iban a hacer una fiesta, la señora Weasley prefirió que el chico no viera nada hasta el último momento.

Una vez que estuvieron todos levantados, la señora Weasley sirvió los desayunos, esmerándose especialmente en el del chico del cumpleaños, ganándose una mirada resentida por parte de Ron, que envidiaba los dos panecillos con mermelada y el huevo que le acababan de servir a su amigo.

Los chicos, al ver la cara de Ron, se echaron a reír, incluida Hermione, que lo hizo sonrojarse. Al terminar su desayuno, Lupin y Arthur se llevaron a Harry, junto con Ron, para que el resto de la familia pudiera terminar de acondicionar la casa, y colocar los regalos.

En la casa, todo era un caos. Molly, Ginny y Hermione corrían de un lado para otro llevando los paquetes que habían guardado en la habitación de las chicas, para colocarlos encima de la chimenea. Por otro lado, Bill y Charlie colocaban las guirnaldas bajo la supervisión de Sirius, quien los mareaba continuamente, obligándoles a cambiarlas de lado constantemente.

-"Más arriba... no no no no... a la izquierda... ehh, no, Bill, tu, tu... abajo..."- Bill y Charlie le miraban con cara de profunda exasperación-"Venga, chicos, Harry va a venir enseguida ¿Queréis dejar de hacer el vago?".

-"¿Hacer el vago?"- gritó Charlie desesperado- "¡Pero si tú no has dado palo en toda la mañana!"- harto, se bajó de las escaleras, obligando a su hermano a seguirle y, sacando su varita, apuntó a las guirnaldas. Con un hechizo sencillo, quedaron perfectamente colocadas.

-"¿Ves como no era tan difícil?"- dijo Sirius sonriéndoles, mientras se arrascaba la cabeza. Los dos hermanos, soltando un bufido, salieron corriendo detrás de él.

Las chicas se habían reunido en la cocina para terminar de preparar la comida. Mientras Ginny y Hermione hacían la ensalada y el primer plato, la señora Weasley se ocupaba de la espectacular tarta de chocolate, a petición de Remus, que le habían hecho a Harry.

En el momento en el que la señora Weasley estaba dando el último retoque al pastel, entraron los tres chicos como una exhalación, tropezando con una banqueta que estaba justo en medio. El primero en tropezar fue Bill, que mantuvo como pudo el equilibrio hasta que el peso de Sirius hizo que éste empujara a Charlie, que cayó de lleno en la tarta que estaba haciendo su madre.

-"¿¿¿Se puede saber qué estáis haciendo???"- la señora Weasley miraba completamente irritada a los tres hombres, que se habían quedado estáticos al ver tan enfadada a Molly.

-"Parece que últimamente esa es la frase favorita de tu madre"- susurró Hermione a Ginny, provocando una pequeña risa en las dos chicas.

-"¿Y vosotras de qué os reís?"- dijo la señora Weasley girándose hacia ellas- "será mejor que salgáis todos de aquí... A ver cómo arreglo ahora esto...".

Con rapidez, Molly los empujó hacia fuera y volvió ofuscada a la cocina para arreglar todo el desastre.

Al cabo de unas horas, llegaron los chicos. Harry venía con cara seria y cansina, mientras que Ron sonreía exageradamente al ver la decoración de la casa. Lupin y Arthur, inmediatamente se dirigieron a la cocina para felicitar a Molly por todo el trabajo, cosa que ella agradeció contándoles todo lo sucedido mientras acusaba a Sirius de ser un irresponsable, amenazándole con su inseparable cuchara de palo.

Éste, por su parte, ponía su mejor cara de no haber roto un plato, y le dijo que por eso la quería tanto, mientras la daba un achuchón y un beso en la mejilla. Molly, sonriente, le echó de la cocina, obligándole a vigilar a los chicos.

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-"No me puedo creer que Ron te dijera eso"- Hermione y Harry estaban hablando en un rincón de la fiesta, mientras Ron hablaba con Ginny en la otra punta, sin quitarles la vista de encima.

-"Pues sí, está más raro que de costumbre, cuando hemos salido me ha llevado aparte, aprovechando que el señor Weasley y Remus estaban haciendo unas compras, y me ha dicho que si me acerco a Ginny, acabará con mi existencia".

-"Será estúpido... ¿Y eso a qué ha venido?, lo veo lógico si se tratara de otro chico... ¡pero tú!, ¿en qué se basa?".

-"Eso es lo mejor de todo, me dice que soy un chico, y que él sabe perfectamente cómo me comportaría con su hermana... Porque él también es un chico y sabe perfectamente lo que sería capaz de hacer, porque él también lo haría..."- Harry explicaba atropelladamente la conversación que había tenido con Ron horas antes. Gesticulaba exageradamente, dejando asombrada a la chica.

-"¿Con Ginny?"- preguntó Hermione asqueada.

-"No, contigo, supongo..."- dijo Harry sin pensar. Al momento, se arrepintió de haberlo dicho, y miró a Hermione, que estaba completamente roja, suplicándole con la mirada que olvidara lo que acababa de decir.

Hermione estaba a punto de contestarle cuando Ron y Ginny llegaron a su lado. Harry, nervioso, les preguntó si querían tomar algo, y salió disparado como una flecha hacia la mesa de las bebidas, dejando a Ginny extrañada y a Hermione, hecha un manojo de nervios, que reprochaba su comportamiento a Ron duramente.

-"¿Cómo se te ocurre decirle eso a Harry?"- Hermione se giró bruscamente hacia Ron, señalándole con el dedo, haciendo que Ginny la mirara sorprendida.

-"¿Qué? ¿Y yo ahora que he hecho?".

-"¿Qué qué has hecho?, ¿te parece poco amenazar a tu mejor amigo?"- dijo Hermione cruzándose de brazos, totalmente indignada.

-"¿Has amenazado a Harry?"- preguntó Ginny extrañada.

-"Bueno, sí, ¿qué tiene de malo? Sólo era una advertencia..."- contestó Ron intentando excusarse.

-"¿Sólo una advertencia?, sinceramente, no me parece muy lógico que intentes espantarle los novios a tu hermana"- comentó Hermione con naturalidad, haciendo enrojecer completamente a Ginny.

-"Pues no sé qué problema hay, contigo lo he hecho y no ha pasado nada..."- dijo Ron, arrepintiéndose al momento. Hermione le miró, intentando asimilar las últimas palabras, mientras veía cómo la cara de Ron enrojecía exageradamente. Ginny, por su parte, se debatía entre la vergüenza, el enfado y la sorpresa ante las palabras de su hermano.

-"¿Qué? ¿Qué has dicho?..."- Hermione pestañeaba incrédula.

-"Nada... yo creo... que... Harry me llama..."- Hermione miró hacia la dirección de Harry y vio que él se acercaba nuevamente hacia ellos. Intentando olvidar el comentario anterior, se centró en el plan de Ginny.

-"Bueno"- dijo dejando atrás su nerviosismo, sorprendiendo a Ron- "no creo que te debas de preocupar por tu hermana, a ella no le interesa Harry, ¿verdad Ginny?"- Ginny la miró sorprendida, pero se apresuró a asentir con la cabeza, dejando a su hermano bastante confuso.

Harry, aún sin llegar a su lado, había escuchado toda la conversación. En el momento en el que Hermione dijo sus últimas palabras, sintió un vacío en su estómago, pero se sintió aún peor al ver el gesto de Ginny. En realidad no comprendía porqué le dolía tanto, pero de lo que sí estaba seguro, es que haría lo que fuera porque cambiara de opinión.

El resto de la fiesta transcurrió sin problemas. Después de la cena y de comerse la apetitosa tarta que la señora Weasley había tenido que repetir, repartieron los regalos. Este año había más que de costumbre. Aparte de los que estaban allí, había recibido paquetes de Hagrid y Dumbledore, que no habían podido asistir a la fiesta por cuestiones de trabajo.

Aunque los regalos eran extraordinarios y todos ellos le habían hecho mucha ilusión, no pudo dejar a un lado la decepción que le había ocasionado enterarse de que ya no le interesaba a Ginny. Estaba bastante confuso, por un lado sabía que Ginny era como su hermana pequeña, pero por otro, no podía evitar ponerse nervioso y que le empezaran a sudar las manos cuando estaba junto a ella.

Sacudió la cabeza, intentando desechar esos pensamientos y centrándose en los regalos que seguía desenvolviendo, ante la mirada curiosa de los invitados, que esperaban ansiosos a que abriera su paquete. Uno por uno, los fue desenvolviendo mientras sonreía agradecido a todos sus amigos.

Un par de horas después, los miembros de la Orden empezaron a recoger toda la casa. Los chicos los miraban excitados y alegres, pues sabían que se iban a quedar toda la noche sin la vigilancia de más adultos que Bill y Charlie, quienes estaban encantados de librarse también de la presencia de los demás.

Los que más felices se veían eran los gemelos, quienes andaban misteriosamente de un lugar a otro, intentando ocultar unos paquetes de la vista de su madre. La señora Weasley, completamente extrañada, intentó seguirles para reprenderles, pero Fred y George, más hábiles, escondieron bien el contenido de los paquetes.

Pasados unos minutos, y después de dejar la casa en perfectas condiciones, los adultos se fueron, no sin antes obligar a los chicos a prometer que se comportarían correctamente.

-"Por fin solos"- dijo Fred con una enorme sonrisa.

-"La verdadera fiesta empieza ahora..."- añadió George imitando a su hermano.

-"No estamos solos, y no penséis en hacer nada extraño porque Bill y Charlie tienen órdenes estrictas de..."- empezó a decir Hermione.

-"Oh, vamos, no seas aguafiestas. Es el cumpleaños de Harry, hay que divertirse"- dijo Ron, cortando a la chica, que le miró reprobatoriamente.

-"Exacto, es mi cumpleaños, ¿vale? Así que no discutáis...".

-"Bueno, ¿y qué tenéis pensado?"- preguntó Hermione, reticente. Los gemelos la miraron sonriente y pasaron sus brazos por los hombros de la chica, situándose cada uno a un lado de ella.

-"¡Hidromiel!"- contestaron los dos a coro.

-"¡Ah, no. Eso sí que no!, no pienso dejar que os convirtáis en una panda de borrachos. El hecho de que no estén vuestros padres no quiere decir que..."- dijo Hermione sin poder terminar nuevamente su frase.

-"Por supuesto que sí, estamos solos. Además... si no te gusta la hidromiel, también tenemos... ¡Whiskey de fuego!"- los gemelos saltaban de alegría mientras Ron y Harry les miraban alarmados.

-"Chicos..."- dijo Ginny hablando por primera vez- "Creo que os estáis pasando un poco, además... no habéis caído en un detalle...".

-"¿Cuál?"- preguntaron los cuatro chicos a coro.

-"Que primero tendréis que convencer a Bill y Charlie"- dijo Hermione cayendo en la cuenta.

-"Exacto"- Ginny sonreía segura de que sus hermanos mayores no les dejarían seguir con la fiesta.

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-"¿Veis como sí se podía?"- dijeron Fred y George mirando a unas atónitas Hermione y Ginny, que no quitaban la vista de los otros dos pelirrojos mayores, que estaban bebiendo tranquilamente sentados en el sofá.

-"No sé cómo lo habréis conseguido, pero rezad porque mamá no se entere..."- dijo Ron sentándose junto a ellos, seguido de Harry.

-"Venga, chicos, dejaos de cháchara y a beber..."- Fred llenó uno por uno los vasos con Whiskey de Fuego y se los fue sirviendo a los chicos.

-"Ah, no, yo no pienso tomar esto..."- dijo Hermione, poniendo una mueca de asco.

-"Ya estás con lo de siempre, Hermione. ¿Porqué no tratas de divertirte aunque sólo sea un minuto?"- Ron la miraba, exasperado por su conducta.

-"¿Me estás diciendo que no sé divertirme?".

-"Exacto, creo que tu preocupación por las normas va a hacer que te conviertas en una especie de McGonagall".

-"No puedo creer que me digas eso... ¡Sé divertirme, por supuesto que sí!, lo que pasa es que no creo que divertirse implique el pillarse una curda..."- los demás chicos miraban atónitos el pequeño enfrentamiento que había surgido entre Ron y Hermione, sin atreverse a abrir la boca.

-"¿Una curda?, ¿pero qué concepto tienes de nosotros?. Sólo queremos beber un poquito..."- dijo Ron gesticulando exageradamente- "¿Verdad chicos?"- añadió mirando a sus hermanos, que asintieron despreocupadamente.

-"Si, claro, y yo me lo creo...".

-"Yo lo creo es que en el fondo no te atreves a probarlo, por eso te pones así con nosotros"- dijo Ron, provocando la irritación en la chica.

-"En eso estoy de acuerdo Hermione"- dijo Harry intentando apoyar a su amigo, ganándose una mirada de reproche por parte de Ginny- "Desde que eres prefecta te has vuelto aún más estricta".

-"Si, a veces no pareces una Gryffindor, no te atreves a hacer nada"- dijo Fred escapando de una colleja de su hermana.

-"¿Cómo que no parezco una Gryffindor?"- exclamó Hermione indignada.

-"Bueno, los Gryffindors tienden a ser valientes, y tú, Hermione, eres un poco cobarde en algunos aspectos..."- Bill y Charlie abrieron los ojos como platos al oír las palabras de Ron. Hasta ahora habían permanecido al margen de la conversación, medio riéndose de la discusión de los chicos, pero no pudieron evitar el ponerse serios al ver la reacción que estaba teniendo Hermione.

Los gemelos, al igual que Ginny y Harry, cortaron sus risas de inmediato, sabiendo que la noche iba a acabar muy mal... Ron miraba a Hermione con un poco de temor, ella se había levantado, y avanzaba hacia él muy seria frunciendo el ceño y fulminándole con la mirada. Cuando llegó a él, se paró y le miró más amenazadoramente que nunca, provocando en Ron la certeza absoluta de que le iba a golpear.

Ron cerró los ojos, esperando una tremenda bofetada por parte de Hermione. Sin embargo, cuando los volvió a abrir se quedó estupefacto al ver cómo ella había cogido su vaso de la mesa y se lo estaba bebiendo de un trago.

-"¿Qué? ¿Quién es la cobarde ahora?"- dijo Hermione mirándole con las manos en la cintura y con cara de autosuficiencia.

Los gemelos empezaron a aplaudir y a vitorear a Hermione, quien se volvió a sentar y agarró otra copa. Ginny se quedó completamente asombrada, pero al ver la decisión con la que estaba actuando su amiga, cogió su vaso y se lo bebió, eso si, más despacio que ella.

Al cabo de una media hora, los chicos parecían completamente diferentes. En un rincón se podía ver a los gemelos y Harry, que bailaban con unas túnicas de gasa rosa de su madre, una especie de danza Hawaiana, ante las risas exageradas de Bill y Charlie, que intentaban quitarles los vasos de las manos para que no bebieran más.

Sentados en los sillones, Hermione y Ron volvían a discutir junto a Ginny, que estaba más ocupada en reírse de las pintas de Harry que de la discusión de los chicos.

-"Te digo que no"- Hermione negaba rotundamente.

-"Y yo te digo que sí"- dijo Ron, que estaba completamente colorado, debido al alcohol que había ingerido.

-"Bufffff"- bufó Hermione, echándose las manos a la cabeza en señal de impotencia- "Estoy harta de decirte que ¡¡¡no me gusta Viktor!!!".

-"¿Entonces porqué fuiste con él al baile?"- Ron gritaba exageradamente mientras se le trababa la lengua.

-"¡Eso fue en 4º!, ¿hasta cuándo vas a estar recordándomelo?".

-"Lo que pasa es que te molesta que te digan la verdad".

-"Y a ti lo que te pasa es que estás borracho".

-"Ah, ¿y tú no?"- dijo Ron mirándola fijamente y acercándose a su cara.

-"Bueno, sí, pero ese no es el caso..."- contestó ella empujándole, haciéndole caer de culo en el sillón- "Además, estoy harta de discutir lo mismo siempre... El hecho de que haya pasado el verano con Viktor no quiere decir que salga con él...".

La cara de Ron pasó por todas las gamas de colores al oír la última frase de la chica. El resto, al oírla, giraron inmediatamente su mirada hacia Hermione, que intentaba infructuosamente guardar el equilibrio debido a su estado de embriaguez, mientras señalaba con un dedo tembloroso a su pelirrojo amigo.

Ginny centró su vista de inmediato a la pareja que tenía enfrente suya y ahogó una exclamación tapándose la boca con las manos. El resto de los chicos, se pusieron alrededor de ella y observaron con detenimiento la reacción de Ron.

-"¿¿¿¿QUÉ TÚ QUÉ????"- exclamó Ron levantándose de golpe del sillón y acercándose a ella, mirándola como si estuviera loca- "¿¿¿Te has tirado todo el verano dándote besitos con Vicky???".

-"¿Dándome besitos? ¿Pero quién te crees que soy?".

-"Ahora me vas a decir que has estado con él visitando museos...".

-"Pues sí, el hecho de que estuviéramos juntos no significa que seamos pareja, sólo es mi amigo".

-"Si, ya, amigo... Eso no es lo que él quiere de ti precisamente..."- Hermione le miró indignada, apretando los puños, negándose a creer que su amigo fuera tan cabeza cuadrada.

-"Vale, lo que tú digas"- dijo Hermione resignada- "Hemos estado como pareja... ¿Y qué si me daba besos?. Soy libre ¿no? Puedo besar al primero que se me cruce por el camino, si quiero"- Ron la miraba incrédulo, con una media sonrisa, sabiendo que nunca sería capaz de hacer eso.

-"Venga, Hermione, todos sabemos que eres demasiado santa para hacer eso...".

-"Pff"- exclamó Hermione poniendo los ojos en blanco y acariciándose la frente con una mano- "Si no me crees, tendré que demostrártelo".

La chica le miró desafiante y, con una media sonrisa y con la seguridad en sí misma que le había dado el Whiskey de Fuego, pasó a su lado empujándole e ignorando a Harry y Ginny que estaban cerca de ella, fue derecha a Bill, que se encontraba enfrente suyo.

Bajo la incrédula mirada de todos los chicos, agarró a Bill por el cuello de la túnica y, poniéndose de puntillas, unió sus labios a los del chico, besándole apasionadamente. Al principio Bill se quedó estático, pero poco a poco se fue dejando llevar por la chica y profundizó más el beso, dejando a Ron completamente furioso.

Los gemelos, Harry, Ginny y Charlie los miraban con la boca abierta, intentando asimilar lo que estaban viendo, sin creerse aún del todo lo que estaba haciendo Hermione. Después de unos intensos minutos, la chica se separó de Bill, ofreciéndole una bonita sonrisa. El pelirrojo, por su parte, la miraba aturdido, sin creerse lo que acababa de pasar. Hermione fue derecha hacia Ron, y con pose digna, le dijo:

-"Creo que has podido comprobar que sí me atrevo"- le dijo cruzándose de brazos- "Por cierto... lo verás, pero jamás sabrás lo que se siente"- y, tras decir esto, se giró y salió del salón, subiendo las escaleras hacia las habitaciones con la cabeza altiva y tropezando en cada escalón.

Ron la miraba marcharse con una expresión de ira furiosa y apretando los puños. En cuanto Hermione hubo desaparecido, Ginny salió corriendo detrás suyo, dejando a los chicos solos. Harry paseaba su mirada desde la cara furiosa de Ron a la expresión preocupada de Bill, pasando por la divertida de los gemelos y la desconfiada de Charlie.

Ron, sin poder contenerse más, se acercó rápidamente a su hermano y, sin pensárselo dos veces, le propinó un puñetazo en la cara. Y, sin dignarse a mirarle, subió las escaleras, entrando a su habitación con un portazo.

Continuará...


Bueno, pues aquí está el primer capítulo de mi fic!!! Espero que os haya gustado y que no me tiréis tomates!!! En el próximo capítulo explicaré las reacciones de los chicos cuando se den cuenta de qué es lo que han hecho... mmm, la resaca..... los malos rollos.... los piques.... los mosqueos... ¿Conseguirán resolver los conflictos?

Pues ya sabéis, si queréis saber más, el siguiente capítulo estará en breve.

Ah! Se me olvidaba! DEJAD MUCHOS REVIEWS PLEASEEEE!!!!!! Buenos o malos, el caso es que haya reviews con vuestras opiniones ok?

Un saludo

Bye

Leonysse Weasley