Disclaimer: Los personajes no me pertenecen (por desgracia), todos ellos, los lugares, los nombres, etc, son únicos y genuinos de la inigualable J.K.Rowling.
Bueno, sé que he tardado mucho en actualizar... muuuuucho en realidad, sé que no tengo justificación ninguna y, en realidad, no merezco que me perdonéis, pero me gustaría que leyerais el capítulo y que me contarais que os ha parecido.
A mi personalmente me ha costado bastante hacerlo, porque no he tenido mucha inspiración... y la verdad creo que es un poco raro.
Sólo espero que no os defraude y que después de tanto tiempo aún os siga gustando el fic.
PD: son 29 hojas de word, he batido mi propio record. Sed buenos... dejadme reviews .
-"¡Pues bien!"- exclamó Ron ignorando a los chicos.
-"Pues vale!"- contestó Hermione en el mismo tono.
Y sin decir media palabra, los dos desaparecieron por las escaleras que daban acceso a sus respectivos dormitorios dando un sonoro portazo que casi derriba entera la Torre de Gryffindor.
Harry y Ginny se quedaron solos en la Sala Común mirándose asustados y preguntándose si no sería peor el remedio que la enfermedad.
Caminando despacio, la pelirroja se acercó al chico y, tras darle un suave beso en la mejilla, subió las escaleras dejando a Harry con una sonrisa y una creciente esperanza.
OoOoOoOoOoOoO
Capítulo 10: El cumpleaños de Hermione.
-"Estoy perdido"- dijo Harry hundiéndose más en el sillón en el que se había sentado- "Ya no sé qué hacer, estos dos son tan... tan...".
-"Idiotas"- dijo Ginny terminando la frase, mientras le miraba de reojo y sonreía.
Desde hacía dos días Ron y Hermione volvían a estar como al principio. No se hablaban, se rehuían constantemente y cada vez que se nombraba a uno en presencia del otro cambiaban de tema de manera radical, dirigiendo una mirada fulminante al pobre interlocutor, que lo único que quería era averiguar cómo era posible que dos personas pudieran llegar a tal extremo de testarudez.
-"Si"- afirmó Harry, sonriéndola de vuelta. Iba a añadir algo... Pero las palabras se quedaron en su garganta. Muy despacio fue soltando el aire, intentando relajar los deseos que tenía de tirarse encima de ella y besarla hasta quedarse sin aire.
-"Harry... ¿Te... te puedo hacer una pregunta?"- dijo Ginny tímidamente.
-"¡Claro!"- exclamó el chico, esperanzado al ver como las mejillas de Ginny se sonrojaban.
-"¿De dónde... sacaste la idea de regalarme flores?"- preguntó la pelirroja desviando la vista a la alfombra.
Harry se quedó pálido. Pensaba que le estaba recriminando el haberle enviado las flores. Bueno, era cierto que ella era alérgica y que le causó un gran trastorno... ¡Pero él no lo sabía! No podía culparle por...
-"Harry"- dijo Ginny, extrañada al ver cómo el chico movía la cabeza hacia los lados con una expresión de terror en su cara- "¿Estás bien?".
-"¡Si!"- contestó, más exaltado de lo que pretendía- "Yo sólo... ¡Lo siento, no sabía que...!".
De repente se calló, bastante molesto, ya que a Ginny le había dado por tener en ese preciso instante un tremendo ataque de risa.
-"¿Qué te hace tanta gracia?"- preguntó, visiblemente irritado.
-"Nada... Bueno, tú. Te has puesto rojo".
-"¿Cómo quieres que me ponga si le regalo flores a la chica que me gusta, que por cierto resulta que es alérgica y además luego se va riendo de mi?".
No pudo seguir hablando ya que los suaves labios de la pelirroja le callaron besándolo lentamente.
-"No me estaba riendo de ti"- dijo separándose unos milímetros de él- "Me encantaron las flores, nadie había tenido un detalle así conmigo"- añadió enrojeciendo por completo.
Harry sonrió y la cogió de la cintura, acercándose para besarla nuevamente, pero ella le separó lentamente y se puso en pie. El chico la miró confuso, mientras ella le sonreía arrugando la nariz pícaramente.
-"Creo que tengo la solución"- le dijo tirando de él para levantarlo del sillón- "Vamos a ver a Hagrid".
-"¿A Hagrid¿Pero que...?".
-"Tu calla y sígueme"- le dijo dándole un rápido beso y saliendo sonriente por el hueco del retrato. Harry la miró y, resignado, salió detrás de ella.
OoOoOoOoO-"Hagrid¿estás ahí?"- Preguntó Harry llamando a la puerta insistentemente- "Ginny, aquí no hay nadie".
La cara de la pelirroja se puso seria y se dio media vuelta, cruzándose de brazos, buscando una alternativa a su plan, mientras Harry la veía, sentado en los escalones de la cabaña del profesor.
-"¡Ya lo tengo!"- gritó Ginny asustando a Harry, que se puso en pie de un brinco.
-"¿Qué tienes, Ginny?".
-"¡Hagrid!"- exclamó Harry, dando un nuevo respingo, mientras se ponía la mano en el pecho, ante la sonrisa de Ginny, que no podía parar de reír al ver la cara de susto del moreno.
-"¿Dónde estabas?"- preguntó Harry, intentando normalizar sus pulsaciones.
-"Hablando con Dumbledore, le he pedido permiso para ir a ver a Norberto"- dijo, sollozando- "Le hecho tanto de menos...".
Los chicos se miraron fugazmente y después se acercaron a él.
-"Hagrid¿crees que será buena idea? Acuérdate de..."- dijo Harry cruzándose de brazos.
-"Sí, lo se, lo sé... Dumbledore dijo lo mismo... ¡Un gran hombre, Dumbledore!"- dijo Hagrid secándose una lagrimilla que le resbalaba por la nariz- "Pero... ¿qué hacéis vosotros aquí?".
-"¡Hermione y Ron!"- dijo Ginny sonriendo al máximo.
-"¿Les pasa algo?"- preguntó el semigigante, preocupado.
-"Eso es exactamente lo que queremos, y necesitamos tu ayuda. Ya no sabemos qué hacer"- dijo Ginny dando un codazo a Harry para que la ayudara.
-"Verás, Hagrid"- dijo Harry intentando explicarle- "Queremos que estos dos cabezotas se digan por fin que se quieren".
-"¿Qué se quieren?"- Hagrid abrió los ojos, sorprendido, mientras se sentaba en las escaleras de su cabaña- "Vaya, pero si... ¡ellos discuten!".
Ginny y Harry le miraron divertidos y se sentaron junto a él, encogiéndose de hombros y reprimiendo una carcajada.
-"Verás, Hagrid, las chicas son así de raras. Primero, te discuten todo y se enfadan por nada, pero la verdad es que se mueren por estar contigo"- dijo Harry, alzándose de hombros y ganándose una sonora colleja por parte de Ginny, que se había levantado furiosa y tenía en esos momentos una expresión exacta a la de la señora Weasley cuando se enfadaba.
-"¡Serás egocéntrico, Potter! Ni que todas fuéramos detrás de vosotros"- dijo sumamente enfadada- "¿Nos vas a ayudar o no, Hagrid?"- añadió, sentándose enfurruñada a su lado.
-"Claro, claro"- dijo Hagrid dirigiendo una mirada de apoyo a Harry, que parecía que se había quedado más pálido que un vampiro- "Sí, os ayudaré. A ver, pensemos...".
Los tres se quedaron largo rato sentados en los escalones, intentando pensar algo que pudiera serle útil para juntar a los dos Gryffindors. Hasta que unos ruidos extraños procedentes de dentro de la cabaña alertaron a Hagrid de que se había olvidado de dar de comer a su "pequeña mascota".
-"¿Qué es eso?"- preguntó Ginny asomándose a la puerta.
-"Esto... ¡nada, nada! Sólo, es que yo...".
-"¡Pero Hagrid, es un escreguto!"- exclamó Harry abriendo los ojos de par en par.
-"Sí, yo... es que se me olvidó darle de comer... El pobre, necesita tanto mimo..."- dijo Hagrid mientras le acercaba un cubo de comida- "Lo siento chicos, creo que es mejor que os vayáis. Las visitas lo ponen muy nervioso"- los chicos asintieron, caminando hacia la puerta para salir lo más rápido posible de allí.
-"Hagrid, no nos has dicho que podemos hacer con estos dos"- exclamó Ginny, volviéndose e intentando deshacerse de los brazos de Harry, que tiraba de ella, rogándola que saliera de allí.
-"Ah si, es verdad... Pero ahora no tengo tiempo, chicos. Después de dar de comer a Tinnywibbles tengo que terminar el regalo de Hermione."- dijo Hagrid sin mirarles, intentando que su mascota le soltara el brazo- "Le estoy haciendo una casita para Croockshanks. ¡Solo me falta terminar las cortinas!"- añadió con entusiasmo.
Ginny le miró sonriente, mientras una bombilla se encendía en su cabeza. Acababa de dar con la solución perfecta. Sin pensárselo más, agarró del brazo a Harry y se encaminó hacia la puerta.
-"¡Eso es! Muchas gracias Hagrid, eres un genio. Te adoro"- gritó la pelirroja mientras salía de la cabaña.
OoOoOoOoO-"Vamos Ron¿ni siquiera vas a mirarla?".
Ginny, Harry y Ron se habían sentado en la mesa de Gryffindor a comer después de una preocupantemente intensa clase de pociones, en la que Hermione no había participado en absoluto. Es más, había estado tan ausente todo el tiempo que había echado a perder una poción que dominaba desde hacía meses, había perdido 50 puntos para su casa y, aparte de ignorarlos durante toda la clase, había salido prácticamente huyendo cuando Harry se acercó a ella, explicando que necesitaba ir urgentemente a la biblioteca.
-"Ya te he dicho que no, Harry"- contestó Ron, engullendo un trozo enorme de su pastel de carne y riñones- "Es ella la que me huye. Si no me quiere hablar es su problema, no el mío".
-"Pero alguien tendrá que dar el primer paso... Y tu... Bueno, hermanito, has de reconocer que te has comportado como un perfecto idiota"- dijo Ginny mirando hacia la puerta por donde entraba Hermione cargada de libros y con los ojos visiblemente enrojecidos. La pelirroja la saludó con la mano, gesto que correspondió la chica vagamente, pero al girar sus ojos y ver a Ron se giró inmediatamente para salir por la puerta del Gran Comedor- "¡Otra tonta! No entiendo como pueden existir dos personas tan orgullosas"- añadió señalando a su hermano mientras se levantaba- "Voy a por ella. Por culpa de vuestra testarudez casi no come".
Ginny salió corriendo detrás de ella, mientras Ron resoplaba disgustado.
-"Para ella todo es muy fácil"- dijo Ron, dejando de comer y hundiéndose en su silla- "Pero no es tan sencillo, no puede pretender que llegue delante suyo y le diga ¡Olvidalo¡Pasa conmigo el resto de tu vida!"- añadió haciendo aspavientos.
Harry se echó a reír, llamando la atención de todos los Gryffindor que había sentados allí, incluyendo la de Ginny y cierta castaña que estaba siendo literalmente arrastrada a la mesa por la pelirroja.
-"Tío, estás peor de lo que pensaba ¡Te ha dado fuerte!"- exclamó Harry entre risas.
-"¡Déjate de tonterías!"- gritó Ron cruzándose de brazos, molesto- "No es verdad".
-"Ya, claro, y por eso no paras de mirarle de reojo".
-"Yo no la miro".
-"Claro, la miro yo...".
-"¡Ni se te ocurra...!"- Ron enrojeció por completo al comprender por donde iban los tiros. Su amigo le había pillado totalmente- "¡Bah! Es inútil discutir contigo".
-"Y tu, amigo, estás más que enamorado de ella"- dijo Harry señalando disimuladamente a Hermione, que comía de mala gana y que no se preocupaba de ocultar una mirada de odio profundo a Ginny. 'Debe de estar diciéndole lo mismo'- pensó Harry mientras se reía por lo bajo.
-"¿De qué te ríes?"- preguntó Ron, bufando nuevamente.
-"¡Nada!"- exclamó Harry cambiando la expresión- "Es que creo que deberíamos cambiar de tema y hablar de qué le vamos a regalar a Hermione por su cumpleaños".
-"¿Qué?"- gritó Ron incorporándose en su asiento- "¡Pero no te acabo de decir que no quiero saber nada de ella! No pienso felicitarla, así que mucho menos regalarle nada".
-"Pero qué cabezón..."- susurró Harry, revolviéndose el pelo en señal de frustración- "Pues Ginny y yo estamos pensando en hacerle una fiesta sorpresa en Las Tres Escobas"- Ron puso mala cara al oírlo y bufó escandalosamente- "¡Vamos! Será divertido, no puedes negarte".
-"Pues mira, es muy fácil, a una N le sumas una O y te sale como resultado NO"- contestó el pelirrojo, tragándose entero un pastel de chocolate".
-"Vale"- dijo Harry alzándose de hombros. 'Di lo que quieras, porque vendrás, y te garantizo que acabaremos con esta tontería de una vez por todas'- Pensó Harry sonriendo de medio lado haciendo que a Ginny se le cayera de golpe el tenedor al verle- "Pero si no vienes, lo menos que puedes hacer es acompañarme a Hogsmeade a por su regalo".
Los dos chicos se levantaron y se dirigieron a la puerta del Gran Comedor. Ginny levantó la vista y miró fijamente a Harry, que le sonrió y le guiñó un ojo en señal de que todo estaba bien.
-"¡Excelente!"- exclamó sonriendo y juntando las yemas de sus dedos.
-"¿Qué?"- Hermione la miró como si acabara de encontrar su tornillo perdido- "Ginny¿estás bien?".
-"Oh, sí... ¡Excelente!".
OoOoOoOoOEsa misma tarde, después de hablar con Ginny y asegurarse de que Hermione iba a estar en la biblioteca todo el tiempo, Harry subió inmediatamente a por mapa del Merodeador, la capa invisible y... a por Ron, que estaba tirado encima de la cama intentando hacer los deberes de Pociones.
-"¡Aaahhh!"- gritó Ron nada más verlo entrar- "Te juro que cada día entiendo menos al grasiento de Snape. ¿Cómo pretende que hagamos la descomposición de elementos de la poción 'Quercus veris domestica' si ni siquiera nos ha dado las pautas para hacerla?"- se quejó el pelirrojo, cerrando de golpe su libro.
-"Creo que consiste en eso, Ron, en que las busques tú mismo"- contestó Harry abriendo su baúl- "¿Sabes?"- continuó sacando lo que había ido a buscar- "Si te hablaras con Hermione, no dudaría en ayudarte".
-"¿Ayudarme?"- Ron se incorporó de la cama de un salto y se le encaró con las manos en jarras- "¡Sabes que hace todo lo posible por no ayudarnos, Harry¡Le importamos un pimiento!".
-"Claro, por eso se pasaba horas intentando que comprendieras las distintas soluciones de la infusión de Berberastina"- contestó Harry apartándolo para coger su capa.
-"Sí, pero nunca nos deja copiar"- se quejó nuevamente Ron cogiendo la suya- "Si le importáramos no dejaría".
-"Precisamente por eso no nos deja, sobre todo a ti"- añadió Harry, haciendo que el pelirrojo enrojeciera hasta límites insospechados.
Con cara de pocos amigos, Ron salió de la habitación mientras su amigo se metía debajo de la capa y habría el mapa.
-"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"- susurró Harry bajando por las escaleras.
Nada más pasar el retrato de la señora Gorda, Ron se metió debajo, con cuidado de no asomar sus pies.
-"Está todo despejado"- dijo Harry enseñándole el mapa- "Vamos, el pasadizo de Honeydukes es el que está más cerca".
OoOoOoOoO-"Hermione¡estás aquí!"- dijo Ginny feliz, corriendo entre los pasillos de la biblioteca.
-"¿Dónde quieres que esté si no?"- preguntó la castaña frotándose los ojos- "Estoy terminando la tarea de Snape. Nos ha puesto 50 centímetros de redacción sobre los ingredientes de...".
-"Ah, si, ya lo sé. Mi hermano, por culpa de eso, se ha pasado una hora buscándole sinónimos de idiota a Snape".
Ginny y Hermione se echaron a reír, ganándose una mirada severa de la señora Pince, que no toleraba que nada alterase la paz de su biblioteca. Inmediatamente, la expresión de la castaña pasó a una mucho más apenada.
-"No le está yendo bien¿verdad?"- susurró, cerrando su libro.
-"Ya sabes que sin ti... es un cazurro"- contestó Ginny, alzándose de hombros.
-"¡Ginny! Eso no es verdad, es inteligente... pero muy vago"- contestó Hermione, mirándola resignada. Sin darse cuenta, suspiró.
-"Eso lo dices porque estás tan enamorada de él que no ves la realidad"- soltó la pelirroja como quien habla del tiempo- "Mi hermano es tonto".
-"¡Qué dices!"- exclamó la castaña, levantándose y guardándose los libros en la mochila- "No es tonto... ¡Y no estoy enamorada!".
-"Si, eso es lo que tu te crees..."- susurró Ginny, saliendo tras ella, sonriendo. Esta batalla la había ganado.
OoOoOoOoO-"Vamos, Harry, no puede ser tan difícil. Cógele un libro y ya".
-"No es tan fácil, no quiero que sea cualquier cosa"- contestó Harry, mirando nuevamente el pasillo de su derecha- "Cumple 18, tiene que ser algo especial".
Ron estaba más que harto de ver tiendas, y Harry estaba desesperado porque ya no sabía qué hacer para conseguir que su amigo se interesara en comprarle un regalo a Hermione.
-"Qué mas da, es Hermione no tu novia... ¿O es que te gusta y...?".
-"Para para para para"- dijo Harry alzando las manos en señal de protección- "Ya sabes que no, es como mi hermana. ¿O es que estás celoso?"- añadió riéndose.
-"Bah, contigo no se puede. Te espero en Zonko, date prisa"- dijo Ron mientras daba la vuelta y salía por la puerta- "Celoso yo... menudo idiota".
Cansado de las tonterías de su amigo, salió de allí para ver lo que realmente le gustaba: los productos de Zonko.
'Estoy harto de que siempre esté con la misma canción. Hermione esto... Hermione aquello... que si sus ojos están más tristes... su cara más pálida... su cintura más... ¡Pero qué estoy diciendo!'- Ron sacudió violentamente la cabeza, asustando a unos pobres niños que jugaban con sus escobas cerca de una pequeña tienda de artículos de regalo.
-"¿Qué miráis?"- gritó, haciendo que salieran corriendo. Encogiéndose de hombros, siguió caminando hacia la pequeña tienda, y se paró delante del escaparate. Sus ojos se abrieron de inmediato sorprendido, y su corazón dio un vuelco, latiendo muy deprisa. Había encontrado el regalo perfecto.
Dudoso, se mordió el labio, gesto que le recordó enormemente a Hermione y, sonriendo de manera boba, pegó su frente en el cristal del escaparate.
-"No debería..."- dijo metiendo su mano derecha en el bolsillo. Sacó unas monedas y las contó para comprobar si tenía suficiente- "Perfecto, me llega"- tras guardárselas nuevamente, entró en la tienda, para salir minutos después con una pequeña cajita negra.
-"¡Ron!"- gritó Harry corriendo hacia él- "¿No estabas en Zonko¿Qué haces aquí?"- añadió mirando la tienda por encima del hombro del chico, que se apresuró a esconder el regalo en el bolsillo de su capa.
-"¡Nada!"- exclamó Ron, aparentando indiferencia- "Te esperaba".
-"Bueno, pues vamos a Zonko y nos compramos alguna cosa"- dijo Harry, empezando a caminar.
-"No"- exclamó Ron, haciendo gestos con sus manos como si lo que menos le apeteciera hacer fuera ir allí- "Mejor vamos al castillo, se está haciendo tarde".
-"¿Tu estás bien?"- preguntó el moreno, siguiéndole completamente asombrado- "Pero si llevabas ahorrando todo el verano para comprarte cosas allí".
-"Sí, pero creo que es mejor invertirlo en algo más especial"- contestó el pelirrojo, encogiéndose de hombros. Harry sonrió divertido, estaba seguro de que se lo había gastado en un regalo para Hermione- "Por cierto¿qué le has comprado al final?"- preguntó Ron, tanteando.
-"¡Ah, le he cogido un estuche de plumas con pergaminos y tinta. Ginny me comentó que le había echado el ojo este verano".- Contestó Harry buscando un sitio escondido para poder cubrirse con la capa sin ser visto.
-"Genial... entonces le entusiasmará"-Ron sonrió encantado mientras agarraba fuertemente la cajita dentro de su bolsillo 'Definitivamente, le gustará'.
OoOoOoOoODurante el resto de la semana las cosas siguieron su curso natural, es decir, ignorancia absoluta. Harry y Ginny ya estaban empezando a desesperarse porque su plan, no sólo no funcionaba sino que parecía retroceder por momentos.
Tanto Ron como Hermione se huían constantemente, tanto que cada vez que tenían que ir a clase hacían verdaderas carreras de obstáculos con tal de no cruzarse por el camino. Esta situación repercutía considerablemente en Harry, que completamente influenciado por sus dos amigos, se encontraba entre la espada y la pared obviamente sin darle la razón a ninguno.
Aparte de esto, tenían un verdadero problema añadido con el que por supuesto no habían contado en un principio... algo que el moreno y la pelirroja habían empezado a llamar el triángulo de las Kru-Til-Good...
Hermione estaba comenzando a ser víctima de una campaña de acoso y derribo por parte de Víktor quien había empezado a cansarse del papel de amigo y ahora buscaba algo más... divertido para él. Mientras que Ron, no conforme con ser perseguido por la gemela Patil pegajosa, también tenía que huir de Luna que se había propuesto perseguirle para demostrarle las maravillas de los Chizpurfles y de cómo sus babas pueden favorecer el impulso amoroso dentro de la pareja.
Lo que dejaba en una situación bastante imposible para una más que poco probable reconciliación.
-"Buf, te prometo que ya no se que hacer"- dijo Ginny sentándose en una silla con una cadeneta llena de duendes saltarines-"Ya se lo he explicado cien veces y no me quiere escuchar, son terriblemente cabezotas"- gritó tirando los adornos al suelo.
-"¿Me lo dices... o me lo cuentas...?- preguntó Harry apuntando su varita hacia la cadeneta que se colocó perfectamente en una de las diagonales del local.
Harry y Ginny se habían escapado esa tarde para terminar, por fin, los preparativos de la fiesta sorpresa de Hermione ya que esperaban, fuera la oportunidad y el escenario perfecto para que los dos seres más orgullosos de la tierra dieran su brazo a torcer y se declararan de una vez por todas. Y habían decidido que sería en las Tres Escobas, ya que el cumpleaños de su amiga caía en sábado y, afortunadamente, Madame Rosmerta no había puesto ninguna objeción para utilizar su local.
Después de discutir insistentemente con el pelirrojo, se encargaron ellos dos solos de todo lo necesario ya que Ron se negó tajantemente a colaborar mínimamente en nada que tuviera que ver con "la castaña traidora" como la solía llamar últimamente.
-"Es que me desesperan, el idiota de mi hermano no quiere asomar la nariz por aquí, y si no viene se va a ir a la porra todo nuestro plan y..."- Ginny hablaba muy deprisa, nerviosa por la repentina cercanía del chico que había caminado hacia ella para ayudarla con los adornos.
-"Tranquila, le he dicho que necesitamos que traiga a Hermione. No le queda más remedio que venir."- contestó el moreno quitándole de las manos una caja grande llena de serpentinas de colores.
-"¿Y si no quiere?"- preguntó ella dudosa, alejándose sutilmente de él.
-"Estoy seguro de que lo hará"-contestó Harry dándose la vuelta y terminando de poner los adornos en las mesas-"Creo que le ha comprado un regalo, cuando estuvimos en Hogsmeade no quiso ir a Zonko, y me consta que tenía dinero de sobra..."- añadió sonriendo de lado.
-"¿De verdad?"- Ginny sonrió exageradamente-"Si no fueran tan orgullosos... sería todo tan fácil... Bueno, espero que a mí no me pase lo mismo..."- comenzó a decir la chica mientras se armaba de valor y caminaba despacio hacia él. 'Creo que ha llegado el momento...'- "Espero que el chico que me gusta sea lo suficientemente capaz para... decírmelo"- añadió nerviosamente mientras cogía un cartel de "Feliz cumpleaños Hermione" del suelo.
Harry la miró sin saber que hacer. A su cerebro le costó asimilar la información que le estaban ofreciendo.
Tras un rato en el que Ginny, impaciente por la reacción del chico, se dedicó a revolver entre los adornos buscando algo lo suficientemente contundente para darse por estúpida, Harry salió de su confusión sonriendo exageradamente y caminó hasta la pelirroja que se estaba peleando descaradamente con una cadeneta que se había enrollado complicadamente en sus pies.
Ginny respiró hondo resignada, sabía que, después de las negativas que le había estado dando al chico, era del todo comprensible que Harry ya se hubiera aburrido de ella. Al estar de espaldas intentando ignorar los martilleos e su corazón y procurando reprimir la vergüenza mientras intentaba desenredar sus pies de la cadeneta, no notó como un Harry extremadamente feliz caminaba hacia ella hasta que un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. El chico la estaba acariciando la espalda tan suavemente que sólo notaba un leve cosquilleo.
La pelirroja cerro los ojos y se mordió el labio mientras disfrutaba de las caricias del chico que habían ido subiendo lentamente hacia el cuello, cogiéndola de la barbilla para girarla hacia él y poder cogerla de la cintura con la otra mano y pegarla completamente a su cuerpo.
-"Ginny yo..."- dijo Harry con voz ronca acercando sus labios a los de la chica.
-"No Harry... creo... creo que..."- comenzó a decir la pelirroja notando el aliento del chico en sus labios- "Te debo una disculpa...".
Ginny no pudo terminar la frase, Harry sin poder aguantar más la había callado besándola como si la vida se le fuera en ello. El moreno había dejado de pensar, su cuerpo parecía moverse solo. Le daban igual todas las disculpas, excusas e inconvenientes que pudiera darle la chica, en esos momentos a lo único que obedecía era al impulso que le obligaba a retener a Ginny entre sus brazos y besarla hasta dejarla sin conocimiento.
Poco a poco se fueron separando con una sonrisa tímida en los labios, sin soltarse del todo de su abrazo.
-"¿Eso... es... que me aceptas?"-preguntó el moreno susurrando sin creérselo aún.
-"Eso es un... quiero estar contigo... así que no me hagas daño¿vale?"- contestó la chica mirándole dulcemente. Harry la abrazó tan efusivamente que casi la tiró al suelo mientras la chica no paraba de reír feliz de tener a Harry.
-"Sabes que jamás haría eso Ginny. Me importas demasiado"-sentenció Harry dándola un pequeño beso en la nariz-"Además si lo hago, probablemente tus hermanos-y en especial Ron-acabarían con mis costillas"-añadió con algo de miedo en su voz.
-"Eso, cariño"-dijo Ginny pasándole un dedo sensualmente por el brazo-"...tenlo por seguro..."-añadió echándose a reír.
OoOoOoOoO-"¡Vamos Hermione!"-gritó Ginny golpeando la puerta del baño-"Los chicos ya están abajo".
Hermione soltó un sonoro bufido y salió enfadada del baño. No era una sorpresa para ella que ni Lavender, y mucho menos Parvati la felicitaran... pero ni por un momento creyó que su mejor amiga se olvidaría de su cumpleaños¡su cumpleaños!.
-"¡Ya te he dicho que salía enseguida!"- contestó bastante malhumorada mirándola fijamente.
-"Pero eso fue hace diez minutos y yo ¡tengo hambre! Hermione"-contestó la pelirroja cogiendo su chaqueta-"Vámonos ya"-añadió tirando de ella.
Hermione se adelantó con paso acelerado. Mientras Ginny la seguía riendo... por lo visto todo estaba saliendo perfecto. Ahora sólo faltaba la colaboración del resto y, especialmente... de Ron.
'Eso si que va a ser difícil...espero que mi hermano no lo estropee...'
-"Buenos días"-dijo Hermione gruñona mientras se sentaba en el único asiento que quedaba libre en su mesa... al lado de Ron.
Al parecer este no iba a ser su día. Como pudo constatar ninguno de sus amigos se acordaba de algo tan simple como su cumpleaños. Después de estar juntos durante siete años no podían acordarse de su maldito cumpleaños...
La castaña les miró disimuladamente, todos parecían tener mejores cosas que hacer. Harry y Ginny, que estaban enfrente de ella, se estaban comportando demasiado raros, cuchicheando y buscando cualquier oportunidad para rozarse disimuladamente, y Ron... bueno, él buscaba cualquier excusa para no tener que mirarla.
Con desgana cogió la cuchara y se puso a comer mirando de soslayo a Ron que no paraba de juguetear con algo dentro de su bolsillo. Después de dos cuchadas no pudo soportarlo más y se levantó, disculpándose apresuradamente mientras recogía su libro de Runas Antiguas y se dirigía hacia la puerta.
Ron levantó la cabeza y la vio salir cabizbajo, inmediatamente dejó de comer. Sentía un fuerte nudo en el estómago que estaba seguro no era por los cinco bollos de hojaldre que había engullido. Algo dentro de él se había partido al ver a su castaña suspirar tristemente... y odiaba sentirse así.
-"Chicos, nos vemos luego. Voy a la biblioteca"-dijo el pelirrojo levantándose mientras su hermana y Harry lo miraban como si acabaran de ver a Voldemort con tutú rosa.
-"¿Qué?".
-"¿Cómo?".
Ron les miró exasperado maldiciéndose mentalmente por ser tan estúpido. '¿Por qué no me la puedo sacar de la cabeza?', la verdad era que jamás se le hubiera ocurrido ir a la biblioteca. La influencia de Hermione estaba empezando a ser demasiado grande.
-"Tengo que terminar el trabajo de Pociones"-dijo intentando parecer lo más indiferente posible.
-"Oh... vale tío"-dijo Harry sin quitar aún su cara de profundo asombro-"Si ves a Hermione podrías aprovechar y decirle que te acompañe esta tarde a las Tres Escobas"-añadió comiendo un trozo de tostada.
-"No pienso decirle nada..."-murmuró el pelirrojo entre dientes saliendo rápidamente de allí.
Ginny y Harry cruzaron los dedos rogando a Merlín que esa noche saliera todo perfecto.
OoOoOoOoOoO-"¡Mierda!"-exclamó Hermione sentándose bruscamente en el suelo-"Está claro que hoy no es mi día"-miró a su alrededor apesadumbrada mientras recogía los restos de su mochila rota.
-"¡Reparro!"
La castaña levantó la vista y se encontró con los profundos ojos negros de Viktor que le tendía una mano.
-"Gracias Viktor"- dijo ella aceptándola y sonriéndole agradecida.
-"No es nada, prrreciosa. Porr cierrto... felicidades"-Viktor la tomó delicadamente de la mano y se la besó suavemente.
Hermione le miró sorprendida. Por fin alguien se había acordado de su cumpleaños. 'Pero no es Ron'. Mientras la imagen de un pelirrojo llenaba sus pensamientos agachó la cabeza sin notar que el cuerpo del chico se había ido acercando peligrosamente hacia ella, y su mano le rozaba lentamente la cintura.
Al levantar los ojos vio su boca a milímetros de la suya y su corazón empezó a martillear con fuerza. Pero a diferencia de la sensación que le ofrecía la cercanía de Ron, con Viktor sentía angustia, recelo y unas terribles ganas de salir corriendo de allí.
-"Viktor no..."
-"Shhh..."-susurró él rozándole los labios con su dedo índice-"Hoy es tu cumpleaños... déjame celebrrarrlo contigo".
La cara de Hermione enrojeció por completo, '¿En que estaba pensando Viktor?'
Ron caminaba distraído con la mochila arrastrando por el suelo. No se podía creer lo que estaba a punto de hacer... ¡Ir él un sábado por la mañana a la biblioteca!. Debería estar jugando al Quidditch con Harry y no pensando en que si no terminaba el trabajo Hermione se sentiría decepcionada.
'Hermione...'
-"Viktor no..."
-"Shhh... hoy es tu cumpleaños..."
'Es ella'. Ron al oír la voz de su amiga se escondió detrás de una columna intentando ver con quien hablaba la castaña. Su cara pasó a un rojo profundo al ver como los brazos de "Vicky" la agarraban exageradamente de la cintura. Al parecer, ella se resistía.
-"Pero no lo suficiente"-se dijo en voz alta apretando los puños-"Si quiere tanto estar con "Vicky", que la lleve él a su fiesta"-exclamó caminando furioso hacia la pareja.
-"¡Ron!"-Hermione se separó bruscamente de Viktor quien miró con rabia al recién llegado.
-"No os preocupéis"-dijo el pelirrojo fingiendo indiferencia-"Sólo venía a decirte que te pases esta tarde por Las Tres Escobas, Harry quiere hablar contigo"- añadió en el tono más frío y cortante que pudo utilizar.
-"¿Harry?"-La voz de Hermione sonó nerviosa, le temblaba tanto que por un momento temió que Ron se diera cuenta, pero al parecer a él le importaba un comino que ella estuviera allí con el búlgaro puesto que ni siquiera se había dignado a mirarla a la cara-"¿Para... para qué?"- preguntó intentando aguantarse las ganas de abrazarlo y gritarle a los cuatro vientos que sólo deseaba besarle a él.
-"¿Me ves cara de saberlo?"- Ron se maldijo por ser tan idiota, así jamás conseguiría que su amiga se fijara en él... pero sólo de pensar que estaba abrazada al búlgaro le enfurecía de sobremanera. Por primera vez en el rato que llevaba allí levantó la vista y se odió a sí mismo por hacerlo. Lo que vio no le gustó en absoluto.
Hermione se mordía el labio nerviosa mientras retorcía inconscientemente un pliegue de su chaqueta. Viktor al darse cuenta, le pasó un brazo por los hombros, que la castaña ni notó ya que sus sentidos estaban concentrados en el pelirrojo que la miraba con celos en sus ojos.
-"Ron..."-susurró la chica mirándole a los ojos.
-"Tú sólo ve y punto"-Ron se giró y se alejó caminando por donde había venido, pensando en porqué no podía sacarla de su cabeza, porqué no podía ser todo como al principio... 'Simple'- le dijo una voz en su cabeza- 'Porque la quiero...'.
-"Herr-mio-ne".
La castaña se había quedado mirando fijamente el pasillo por donde había desaparecido Ron. Todo su mundo empezó a girar y, en ese momento, lo único que quería era salir corriendo y que se la tragara la tierra de una vez por todas. Odiaba sentirse así... vaya que si lo odiaba.
-"Herr-mio-ne.."- la grave voz del búlgaro retumbó por todo el pasillo sobresaltando a Hermione que se giró al momento mirándole triste.-"Tú... vas a irr?"-le preguntó tomándola de las manos.
-"No... no sé..."-contestó confusa. Su mente sólo repetía las palabras de Ron¿realmente habían sido tan frías como habían sonado en su cabeza?. Probablemente sí.-"Supongo que sí... si Harry quiere hablar conmigo será por algo..."
Viktor la miró desconcertado. Estaba tan impactada por la escenita con el pelirrojo que no se daba cuenta de lo absurdo de sus palabras. ¿Para qué demonios la quería ver Harry en las Tres Escobas, si fuera algo importante se lo diría aquí, en Hogwarts. ¿Y, por qué tenía que ir ella sola y no la acompañaban sus amigos, definitivamente, la chica más lista de Hogwarts no se había dado cuenta de que algo raro tramaban sus amigos.
-"Entonces yo irré contigo"-dijo Viktor acercándose a ella nuevamente-"Y después... podemos celebrrarrlo".
Hermione le miró y exclamó un débil "Vale", sin estar completamente segura de a qué estaba contestando.
OoOoOoOoO'En fin... aunque sólo vaya con Viktor, tendré que ponerme algo decente...'
Ya eran las cinco de la tarde y Hermione seguía indecisa delante del armario. Iba a salir con Viktor por lo que no le apetecía para nada arreglarse demasiado, pero por otra parte... bueno también iba a ver a Harry y... ¿y si con él estaba Ron?.
-"¡No, deja de pensar tonterías"- se dijo en voz alta mientras revolvía en el armario-"Será mejor que te convenzas de que es a Viktor al único que le importas".
Al final se decidió por unos normales vaqueros que se ceñían perfectamente a sus caderas, ignorando completamente lo que ese pequeñísimo detalle pudiera despertar en su "cita". Después de estar diez minutos mirando todas sus blusas, se dijo que ya era el momento de estrenar aquella tan bonita que le había regalo su madre y que nunca había encontrado el momento de ponérsela.
La blusa en cuestión, de un bonito color blanco, se adaptaba perfectamente a su cintura sin ser ajustada y dejaba sus pecosos hombros al descubierto mientras cubría sus delgados brazos con una fina gasa semitransparente. Por último se recogió el pelo en un despeinado moño que sujetó, sorprendentemente bien, con su varita dejando unos rebeldes rizos ondear cerca de su barbilla.
Después de mirarse un par de veces en el espejo, sin mucho convencimiento salió de la habitación, rogándole a Merlín que quien estuviera esperándole fuera un guapo pelirrojo de ojos azules.
-"Vaya, estás... incrreíble..."
Hermione se sobresaltó al oír la voz de Viktor, que estaba cómodamente sentado en uno de los sillones de la Sala Común de Gryffindor. La castaña, sintiendo un nudo en el estómago, terminó de bajar las escaleras mientras veía como el búlgaro la recorría con los ojos de arriba abajo. Sin saber por que se sintió bastante incómoda.
-"¿Qué haces aquí?"-preguntó extrañada llegando hasta él-"Pensaba que habíamos quedado en la puerta de la biblioteca¿cómo has entrado?".
-"Tu amigo pelirrojo me ha dejado pasarr"-dijo mientras se acercaba para besarla en la mejilla-"Estaba tan atontado con su chica, Parrv..."-añadió con malicia. Esa noche pensaba pasar a mayores con Hermione y no le importaba pisar a quien hiciera falta, aunque le rompiera el corazón a la chica que en ese momento había palidecido repentinamente.
-"Parvati"-susurró ella intentando esquivarlo para dirigirse hacia el retrato de la señora gorda-"Es su novia, y se llama Parvati"-añadió intentando aguantarse las lágrimas.
-"Bueno sí, qué más da..."-dijo Viktor cogiéndola de la cintura-"He prreparrado una tarrde estupenda. Vamos a verr a tu amigo y después... serrás todo parra mí".
Hermione le miró confundida y se mordió el labio nerviosa. 'No... definitivamente...hoy no es mi día'.
OoOoOoOoO-"¡Ron, si me llegas a decir que la ibas a traer te habría dicho que te quedaras en Hogwarts"-exclamó Harry visiblemente nervioso.
-"¿Y qué querías que hiciera, me siguió ¡no puedo despegármela!"-contestó mirando hacia todos lados. Después de una hora, por fin, había conseguido dar esquinazo a Parvati.
Las Tres Escobas estaba a reventar de gente. Habían llegado ya todos los amigos de Hermione y, por supuesto, chicos que lo único que querían era bebida gratis aunque, afortunadamente para ellos, no había ninguna serpiente a la vista.
En las mesas, abarrotadas, se podían ver numerosos paquetes envueltos con papel de regalo llenos de flores de papel junto a una enorme tarta (hecha, por supuesto por la señora Weasley) en la que rezaba, con letras exageradamente grandes: "Feliz cumpleaños Hermi".
-"¿Hermi?"-preguntó Harry mirando la tarta fijamente.
-"Mi madre dijo que no cabía su nombre entero, es demasiado largo"-contestó Ginny alzándose de hombros"-"Por cierto..."-añadió mirando a Ron-"¿Qué le has comprado tú?"-le preguntó con una sonrisa traviesa.
Ron enrojeció de pies a cabeza y paseó su sus ojos por los adornos del techo que, de pronto, le parecieron tremendamente interesantes.
-"Yo... nada, ya os dije que no pensaba hacer nada".
-"Sí, bueno... también dijiste que no vendrías y, a menos que seas un holograma, yo te veo aquí..."-contestó Harry en tono sarcástico.
-"¿Qué¿holofrana?"- Ron le miró como si acabara de decir que le parecía sexy que Crabbe bailara en tanga de leopardo- "He venido porque todo el mundo está aquí, pero no esperes que me acerque a ella"-contestó suspirando-"Me imagino que vendrá con Krum"- añadió sentándose en una esquina.
-"Eso es porque eres un perfecto idiota, hermano"- exclamó Ginny cruzándose de brazos-"Sólo tenías que traerla¡no era tan difícil!".
-"Además Krum no está invitado"-dijo Harry apoyándose en la pared mientras se revolvía el pelo. La pelirroja tuvo que emplear una fuerte dosis de autocontrol para no lanzarse a su cuello y besarlo allí mismo.
-"Pues ahora ya sí"-dijo Ron con cara de enfado. Al ver que los dos chicos le miraban sin comprender, tuvo que explicarles lo que aún le provocaba un fuerte dolor de estómago-"Estaban besándose cuando se lo dije... les interrumpí, se lo solté y me marché".
-"No te creo Ron"-Ginny se levantó resignada y se alejó de ellos caminando hacia un grupo de Ravenclaws.
-"Creo que será mejor que vaya a ver si viene Hermione"- dijo Harry dándole unas palmaditas al pelirrojo en el hombro. Por la expresión de su cara, parecía que tampoco le creía.
El moreno salió de allí agradecido de poder respirar un poco de aire por fin, entre el jaleo que armaban los chicos y las tonterías de Ron estaba empezando a hartarse.
Al cabo de diez minutos, por fin vio bajar por la calle a su amiga que iba rehuyendo disimuladamente las manos de Viktor, quien se empeñaba una y otra vez en agarrarla de la cintura, sin querer darse cuenta de la cara de molestia que ponía Hermione al intentar hacerlo.
'Claro... la cara de una perfecta enamorada'-pensó con ironía Harry al recordar las palabras de Ron. Dándose prisa entró de nuevo al local.
-"¡YA ESTÁN AQUÍ!"-gritó Harry mientras apagaba las luces del bar-"y no parece muy contenta de estar con Vicky"-susurró al pelirrojo que al instante fue abordado por Parvati. La chica parecía querer marcar su terreno.
-"¡SILENCIO!"-gritó Ginny preparándose delante de la puerta.
-"Viktor, tal vez sea mejor que entre sola. Si quieres puedes esperarme aquí"-Hermione estaba temblando de los nervios, esperaba que dentro no sólo estuviera Harry, y no creía que fuera la mejor idea que el búlgaro entrara con ella.
Pero lo que Hermione desconocía es que Krum tenía otros planes... él creía exactamente lo mismo... y no le daría esa oportunidad al pelirrojo.
-"No te prreocupes. Te acompaño".
Suspirando resignada, Hermione abrió la puerta del bar y lo que vio la asustó tanto como la llenó de alegría...
-"¡SORPRESA!"
El corazón de Hermione empezó a latir rápidamente mientras notaba como varios brazos la rodeaban. Harry, Ginny, Dean, Neville... estaban todos… había incluso gente que no conocía o solo lo hacía a fuerza de verles en los pasillos del castillo. Pero lo mejor de todo... lo que realmente hacía que le faltara la respiración y le temblara todo el cuerpo era que allí, de pie, entre las caras sonrientes de sus mejores amigos... estaba él mirándola completamente embobado.
Ignorando completamente a su acompañante, que estaba parado intentando asimilar lo que estaba pasando, caminó hasta el centro del local con sus amigos.
-"Feliz cumpleaños tontorrona"-dijo Ginny abrazándola nuevamente.
-"¿Pensabas que nos habíamos olvidado de ti?"-preguntó Harry haciéndose el gracioso mientras le servía una cerveza de mantequilla.
-"Chicos... yo..."-balbuceó Hermione con los ojos llorosos- "Pensaba... ¡Soy una tonta¿cómo puedo haber pensado eso de vosotros?"-exclamó abrazándolos de vuelta.
A partir de ese momento las risas no se hicieron esperar. Feliz al ver que a sus amigos les seguía importando igual que siempre, se centró en divertirse con sus amigos dejando completamente olvidado a Viktor, quien se veía bastante enfadado por todo eso. Su tarde "especial" se había ido al traste y, para colmo, tenía que soportar como el pelirrojo se la comía con los ojos aunque afortunadamente aún no había reunido el valor suficiente para acercarse a ella... 'Afortunadamente'.
-"¡Harry!"-exclamó Hermione abriendo su regalo-"¿Cómo sabías que quería esto?"-le preguntó sonriendo agradecida.
-"Me lo dijo un petirrojo"-contestó él riendo mientras señalaba a Ginny, que estaba intentando echar disimuladamente a Krum.
-"Lo siento"-susurró la castaña, agachando avergonzada la cabeza.
-"¿Por qué?"-Harry le levantó suavemente la cabeza acariciándole la barbilla-"Es tu cumpleaños, disfruta".
-"Sí, pero he sido injusta. Ginny y tú habéis organizado esto y yo os he tratado fatal...".
-"Bueno, Ron también ha colaborado un poco"-mintió Harry descaradamente. Hermione se sorprendió y giró la cabeza hacia la derecha donde el pelirrojo parecía discutir con Parvati que no se había separado de él en toda la fiesta-"Aunque no lo demuestre, le importas mucho"-la castaña enrojeció completamente y sonrió de manera triste.
-"Pues no lo parece"-dijo con voz suave más para sí misma que para Harry.
Ignorando la mirada reprobadota de Harry, se volvió hacia Ron mirándole con dulzura. La verdad es que el pelirrojo no se veía nada contento estando junto a la chica. Sin darse cuenta sus ojos empezaron a recorrerlo lentamente... su nariz pecosa..., sus ojos..., sus labios...
Hermione se humedeció los suyos recordando inconscientemente sus besos..., sus manos...
-"Hermione...¿Me estás escuchando?".
-"¿Qué¡sí Harry!"-confesó avergonzada al darse cuenta en lo que había estado pensando.
-"Hermione, soy Ginny. Llevo media hora hablándote"-dijo Ginny que había vuelto junto a ellos-"¿Qué mirabas tanto¿o debo decir a quién?"-preguntó con una sonrisa pícara.
-"¡No miraba a nadie, sólo... pensaba..."- contestó la castaña queriendo que se la tragara la tierra-"Qué... qué me decías?".
-"Que voy a ir a por el regalo de Hagrid. No podía venir y nos ha pedido que te lo demos nosotros".
-"Vale, yo me quedo aquí"-dijo Hermione caminando hacia una mesa- "pero procurad no hacer manitas por el camino, hace tiempo que no veo a Ron y podría estar en cualquier parte"- añadió la chica con una sonrisa pícara.
-"¿Cómo sabes tú...?"-preguntó Harry con la cara como un tomate mientras Ginny abría y cerraba la boca sin poder hablar-"Debí de imaginarme que te darías cuenta".
Hermione se echó a reír y les guiñó un ojo asegurándoles que ella no diría absolutamente nada mientras les abrazaba feliz por la noticia.
Después de que los chicos se fueran, Hermione se echó a reír nuevamente. Parece mentira que no se dieran cuenta de lo obvios que estaban siendo, con sólo mirarles a los ojos se daba uno cuenta de lo que sentían el uno por el otro. Con gesto cansino cogió una cerveza de mantequilla y se la llevó a la boca pensando lo mucho que le gustaría estar así con Ron...
Mientras se sentaba comenzó a recorrer con la mirada todo el local. Por todas partes había chicos riendo y bailando sin parar. Sin duda sus amigos habían hecho un buen trabajo, estaba todo adornado con cadenetas de colores y los regalos habían resultado perfectos. Todo era perfecto... menos una cosa: Ron.
Le buscó por todos lados, pero desde hacía un rato parecía haberse evaporado de la fiesta. Y lo mismo debía de pensar Parvati, que volvía enfadada del baño gritando a los cuatros vientos lo desconsiderado que era Ron Weasley. Su corazón empezó a latirle rápidamente ¿y si se había ido¿y si estaba allí sólo por compromiso o porque su hermana lo había llevado a rastras?
Esos pensamientos quedaron interrumpidos nuevamente, con una sensación de angustia vio como Viktor se acercaba a ella con cara de pocos amigos. Al verlo, se levantó bruscamente y salió de las Tres Escobas por la puerta trasera intentando no ser vista por el chico, no estaba preparada para enfrentar los reproches del búlgaro... pero tampoco lo estaba para esto...
OoOoOoOoORon ya no podía más, estaba terriblemente enfadado por resultar ser tan cobarde. Se suponía que era un Gryffindor...¡por Merlín¡Un Gryffindor!. Era valiente... debía ser valiente... pero cada vez que la veía...
Le sudaban las manos, le temblaba el cuerpo y las imágenes de sus besos, el sabor de sus labios... lo único que conseguían era incrementar su temor y la certeza de que ella jamás sería para él. Y además estaba el hecho de que Hermione se besaba con Viktor... el idiota búlgaro sin cerebro.
Necesitaba aire, la fiesta lo estaba asfixiando y sus ganas de besarla no parecían disminuir en absoluto. Había decidido ignorarla, no hablar con ella, pero sentía su mirada fija en él. Sus ojos, tristes, le decían que lo añoraba y le rogaban en silencio que se acercara a ella. Pero no podía, sabía que si lo hacía moriría por rozarla... por sentirla...
El pelirrojo agitó la cabeza dejando que la suave brisa le revolviera el pelo. Había decidido salir al patio del local, si no probablemente Parvati lo estaría asfixiando de nuevo. Le parecía mentira que esa chica no se diera por vencida, ya no sabía que más hacer para que lo dejara en paz, por mucho que la morena se esforzara jamás sería ella.
Sin darse cuenta sacó de su bolsillo la cajita que había llevado todo este tiempo junto a él. El regalo de Hermione, que le había costado todo sus ahorros del verano. Pero no le importaba, si era para ella sería capaz de ofrecerle el infinito.
-"Hermione..."- susurró con voz lo suficientemente audible sin darse cuenta-"si tan sólo supieras...".
-"¿Que tengo que saber?"-Ron se giró sobresaltado. Y la vio , de pie junto a la puerta más guapa que nunca.
Parecía estar acalorada, por el ambiente de la fiesta, pensó. Iluminada por la tenue luz de una pequeña antorcha parecía casi irreal. Su corazón comenzó a bombear nervioso y se apresuró a guardar la cajita nuevamente en su bolsillo poniéndose de pie torpemente.
-"Nada... yo..."-contestó nervioso.
Hermione pareció darse cuenta y, armándose de valor, se acercó lentamente a él.
-"Yo... no te he visto en toda la tarde, pensaba que... bueno, todavía somos amigos ¿no?"-preguntó Hermione intentando no mirarle a los ojos, sentía que si lo hacía se tiraría encima de él sin remedio.
-"Sí, claro... pero yo no sabría si querrías"-contestó Ron algo azorado-"ya sabes por...Viktor"-la castaña le miró largamente dudando en si reprenderle por pensar eso. Pero luego desistió al ver lo que se estaba esforzando en no molestarla, le estaría costando un tremendo esfuerzo no llamarle "Vicky".
-"No, la verdad es que le he dejado plantado. No... no le aguanto demasiado"-confesó bajando nuevamente la mirada, mientras se mordía el labio inferior.
-"Hermione yo..."
-"Ron yo..."
Los dos chicos se echaron a reír, pero inmediatamente se callaron enrojeciendo. La última vez que les pasó algo así acabaron besándose como locos en la enfermería del castillo.
-"A la mierda Hermione".
Jamás supo de donde sacó el valor, pero lo hizo.
Y ella jamás supo como pasó, pero le correspondió.
Sin pensarlo, casi como por instinto, Ron hizo lo que llevaba días deseando. Se acercó impulsivamente a ella y, tras rodearla con sus brazos, la besó como nunca antes lo había hecho.
Continuará...
Bueno hasta aquí el capítulo 10¿Qué os ha parecido?. Está medio raro ¿verdad?.
Bueno, al principio intenté hacerlo desde el punto de vista de Harry y Ginny y luego se me lió la cosa. En fin espero que os haya gustado...
Por cierto GRACIAS A TODOS LOS QUE ME HABÉIS DEJADO REVIEWS EN EL CAPÍTULO ANTERIOR y perdonadme que no os conteste en este capítulo, pero no se si me van a dejar subirlo (no se si ocupa demasiado), pero os pienso contestar uno por uno más adelante y el doble si me dejáis reviews.
PLEASY PLEASY PLEASY!
MUCHOS BESOTES A TOOOOOODOS
BYE
LEONYSSE WEASLEY
