Llego hasta la puerta de la mansión Wayne y me bajo del Jaguar negro que me compré la semana pasada y que lo he usado un total de cinco veces; dos de ellas, conducía Alfred. Me bajo y cierro la puerta de un portazo. Avanzo como un zombie hasta la puerta y meto la llave con un poco de dificultad. Al entrar, no veo ni un alma. Son casi las dos de la mañana...Alfred debe estar durmiendo. Cierro la puerta lentamente y recorro el pasillo, dejando los zapatos en la entrada. Me dirijo a las escaleras y freno en seco. Volteo la cabeza y miro la entrada a la batcueva...¿estará durmiendo él también?...¿él duerme?...¿Y si se está masturbando de nuevo?…

Estoy algo de tiempo parado, mirando a la batcueva, he perdido la noción del tiempo, no puedo saber cuanto estuve ahí, mirando al vacío, pensando qué hacer. Sin llegar a pensar lúcidamente, por mi estado, mi pies empiezan a avanzar hasta la cueva. Cuando llego, me asomo con cuidado, puesto que no tengo el traje de Batman. Lo oigo dormitar y me asomo más, viéndolo dormir plácidamente. Alzo una ceja sin llegar a creérmelo y bajo sigilosamente, sin hacer ruido.

Estoy frente a la celda de contención y enciendo una luz tenue para no despertarlo...Observo como su pecho sube y baja compasadamente, despacio. Está totalmente dormido. Cierro los ojos y frunzo el ceño, llevándome una mano al paquete. Recuerdo las imágenes pasadas, me muerdo el labio y muevo la cabeza, mentalizándome, rumiando la decisión que estoy a punto de hacer. Y la hago.

Cojo una venda, sin pensar, y me quito los zapatos. Abro la celda y cierro con cuidado, me acerco a él y alzo una mano. Paro. Miro la puerta. Un rayo de excitación me hace sonreír, quitándome las pocas dudas que tenía. Me subo a la cama, poniendo una rodilla a cada lado suyo y le alzo la cabeza atándole la venda a la altura de los ojos, no puede ver nada. Solo me puede oír.

Noto cómo se revuelve levemente y alza un poco la espalda, rozando mi culo y mi pene.

-Oh...Ooooh… -Sé que está sonriendo por cómo habla. -Batsy...Batsy...Batsy...Eres un chico malo. Sé que eres tú...La pregunta es, ¿por qué has tardado tanto?...¡¿Por qué tantos malditos años?! -Antes de que siga hablando, le azoto y oigo como se le escapa un gemido. -Joder, Bats…Está bien...Entiendo. Pero vas a tener que darme más… -Mueve las caderas, rozándolas con las mías debajo de mi.

Me inclino y acerco mi boca a su nuca, besándolo y oliendo el gel que le dejé, el mismo que uso yo. Oliendo más intensamente, muerdo sin medir bien mi fuerza y oigo como vuelve a gemir. Noto como me busca con las manos y le cojo de las muñecas, inmovilizándoselas detrás de su espalda. Le doy la vuelta para tenerlo frente a frente y noto el bulto entre sus piernas, sonrío y muevo mis caderas, excitándolo.

-Hazlo ya...¡¿A qué esperas?! ¡Hazlo! -Vuelve a mover las manos y decido atárselas al cabecero de la cama con el trozo de venda que me sobró antes. -¡Eh! ¡Suéltame! Quiero tocarte...Quiero sentirte...Quiero comerte entero...Quiero recorrerme tu cuerpo con mi maldita lengua...Bats… -Me suplica, entre jadeos.

La idea me excita y acerco mi mano hasta su boca, con el pulgar, le separo los labios y los dientes y él me empieza a lamer el dedo y a mordérmelo, incitándome a seguir más profundo. Bajo mi cabeza hasta la suya y junto mi boca con la de él, invadiendo su boca con mi lengua, llegando todo lo profundo que puedo. Nuestras lenguas bailan a un son demencial, estoy extasiado, quiero más. Y lo quiero ya. Me separo, viendo como un hilillo de saliva conecta nuestras bocas y él se queja, demandando que vuelva.

Le rasgo la camiseta del psiquiátrico, el Bruce de mañana se encargará de buscar otra, no estoy para pensar fríamente ahora mismo.

-Vas en serio… -Se ríe excitado e intenta soltarse, intentado mover las manos y la piernas. Estoy yo a horcajadas sobre su pelvis, por lo que le resulta imposible.

Me inclino hasta su pecho, centrándome en un pezón. Con el dedo índice, toco la punta. Alzo la vista y veo como sonríe y se retuerce, soltando un gemido leve. Empiezo a mover el dedo en círculos y, de pronto, acerco mis labios, para después empezar a lamerlo y succionarlo mientras de vez en cuando, muerdo débilmente.

-Bats...Fóllame...Ya...Joder...Déjate de preliminares...Quiero que me folles...Y quiero que lo hagas ya. -Lo oigo decir entre jadeos. Sonrío, ignorándolo y con la otra mano, estimulo el otro pezón, notando que ya estaba duro como una piedra.

-Cállate la boca si no quieres que me vaya ahora mismo… -Hablo, por primera vez en todo este rato.

-Oooh… -Dice, sonriendo. -Dímelo otra vez. Dime que me calle. Que me odias. Que me quieres moler a palos...Dime que me quieres matar. Dime todas esas cosas que siempre me dices. -Me pide, casi demandando.

-No pienso decirte una mierda. -Muerdo más fuerte para que cierre la boca y gime sobresaltado.

Acalorado, por la situación y la cantidad de alcohol que llevo encima, me separo de él, para desabrocharme la chaqueta del traje y la camisa.

-¡Eh eh eh! ¡¿Dónde vas?! ¡Vuelve!...¡Vale vale vale, chúpame, sigue chupándome! ¡Me da igual! ¡Ni se te ocurra irte! ¡O te juro que lo lamentarás el resto de tu maldita vida! -Dice, agresivamente.

Frunzo el ceño y le cruzo la cara, gruñendo levemente. -No me voy...Estoy desvistiéndome...Y cierra la puta boca ya. -Le agarro de la mandíbula y lo vuelvo a besar. Darle ese golpe me ha excitado...Mucho. Lo beso con ansia, con ganas, demandante. Él sigue mi ritmo, acompañándome.

Separo mi boca de la suya y antes de separarme del todo, le muerdo el labio. Lo oigo jadear y mover las caderas, suplicando. Me incorporo, levantando mi culo de su pelvis y retrocedo un poco, bajando mis manos por su pecho, hasta llegar a su abdomen. Pongo las manos sobre su pantalón y lo bajo despacio, viendo como su pene sale ya erecto. Alzo la vista hacia él, está sudando y traga saliva, nervioso y excitado, mucho. Termino de quitarle los pantalones y me inclino, abriéndole las piernas.

Oigo como intenta mover sus manos, desesperado. Quiere moverse. Quiere tocarme. Acerco mi boca al interior del muslo, dando pequeños besos y mordiscos.

-No hagas eso...Para de torturarme...Quiero que me folles...Que me empotres contra esa pared de cristal...Hazlo ya… -Siento como le tiembla la voz y habla entre jadeos.

Muevo mi mano hasta su pene, apoyando el pulgar sobre su punta, que ya tiene líquido preseminal. Veo como da un respingo, sobre saltado y oigo como gime más agudo. Muevo muy lentamente el pulgar sobre su punta, viendo como se desespera y gime. No se aguanta ni un gemido, no retiene nada. No tiene vergüenza sobre esto, lo suelta todo sin pudor. De hecho, de vez en cuando, noto como dice groserías y todo, con una sonrisa en los labios.

Decido ir más allá y empezar a subir y a bajar mi mano por su pene, desde la punta hasta la base. Empiezo lento, pero poco después, acelero el ritmo sin darle tiempo a reaccionar, me acerco hasta él, dejando mi mano moviéndose. Él nota que me acerco y acerca sus labios a mí. Le empiezo a besar excitadamente y llega un momento en el que aparta su boca de mí, para poder gemir y coger aire.

Veo como, de pronto, gime más agudo y alto que antes y bajo la vista hasta su pene, viendo como se corre y tiembla todo su cuerpo por el orgasmo. Su respiración es rápida y tiene la cabeza echada hacia atrás, está hiperventilando. Y yo sé, en ese mismo instante, que es justo lo que necesitaba. Aparto mi mano de su pene y la acerco hasta su boca, él, casi al instante, empieza a lamer su propio semen, mordiéndome de vez en cuando los dedos.

Mientras que me lame la mano, y con el otro codo apoyado en la cama, le muerdo el lóbulo de la oreja y el cuello, degustándolo.

-Te adoro, Bats...Te necesito...No te vayas...Nunca. Seré tuyo...Locamente tuyo. Tan loco como solo yo puedo estar...Me tatuaría un murciélago en el culo por ti. -Dice, mientras me lame los dedos. -Dejaría a la tonta y odiosa de Harley por ti, eres mil veces mejor. ¿Qué digo? Un millón de veces mejor… -Abro los ojos sorprendido.

-...¿Abandonarías tu vida criminal y de caos por mí?… -Pregunto incrédulo, esperando un "no" por respuesta.

-¿Que si abandonaría una vida de ser el rey del mundo...por tener un maldito tigre murciélago en la cama?...¿Para mí solo?...¿Las veinticuatro horas del día?...¡Mataría por algo así!...Mataría por ti, Bats. Y...NO mataría por ti. Aunque suene irónico. Sería un muy buen trato. Daría mi vida por tenerte siempre entre mis putas piernas, Batsy. Créeme que lo haría. Los locos no mienten… -Dice, sonando muy seguro de sí mismo.

Sin saber qué decir, me quedo callado, meditando todo lo que ha dicho. No mataría por mi. Todo lo que tendría que hacer sería...Estar entre sus piernas...Y él en las mías. Tal vez pueda curarlo...Tal vez pueda salvar a Gotham...Tal vez pueda no morir solo.

Arrugo la cara y muevo la cabeza, ¿pero qué demonios estoy pensando? Es el Joker. Yo soy Batman. Soy Bruce Wayne, que es peor aún. Entre asustado por mis pensamientos y cansado por toda la acción, me incorporo y me levanto de la cama. Corto su agarre del cabecero, cojo mi ropa y salgo de la celda.

-¿Batman?… -Dice cuando nota que me voy. -¡Eh! ¡Hey! ¡¿Qué ha pasado?!...¡Quédate! Tengo que devolverte el favor… -Sonríe, sin quitarse la venda de los ojos. Quiere seguir con el juego.

-Levántate y recoge esto, cambia las sábanas y dúchate. Tienes un cambio de ropa en la cómoda. Y después duérmete. Es tarde. Mañana te traeré el desayuno...y...hablaremos de...Esto. -Explico, sin saber muy bien cómo llamarlo. Cierro la puerta de la celda y me dirijo hacia la salida.

-¡Eh?...No...¡No! ¡Bats!...¡Murciélago! -Oigo como grita, enfadado.

Salgo de la cueva y me dirijo a mi cuarto, rezando para no encontrarme con Alfred por el camino. ¿Qué demonios le digo si se entera?...Ni si quiera sé qué me voy a decir a mí mismo mañana por la mañana, cuando se me pase la borrachera...Suspiro y llego a mi habitación sin encontrármelo. Cierro la puerta detrás de mí y miro la gran pantalla de la pared. Pensando si encenderla para ver lo que hace el Joker o no. Niego con la cabeza cansado y me voy a la ducha. Mañana será otro día. He tenido suficiente Joker y locura por hoy. Demasiada.


A la mañana siguiente, me despierto con un dolor de cabeza horrible. Frunzo el ceño por el dolor y miro el reloj, las diez de la mañana...Mierda, tengo que bajarle el desayuno al demente que tengo abajo. Cojo el móvil, saturado de llamadas y mensajes. Casi todos de la JLA, al parecer los presos y enfermos ya han llegado a sus respectivas ciudades...Vaya, sí que se han dado prisa los del GCPD y los de Arkham para llegar a un acuerdo. También tengo varios de Alfred. Mensajes que preguntan donde estoy y si me pasa algo...Ayer no me oyó no vio llegar, estará preocupado.

Ayer...Arrugo la cara cuando los recuerdos de ayer vienen a mi mente. ¿Qué se supone que hice?...¿Era consciente de lo que hacía?...¿Era consciente de que estaba chupándosela a mi mayor enemigo? ¿Al mayor enemigo que Gotham ha tenido?...Y lo más preocupante, ¿soy consciente de que...no estoy asqueado? ¿Soy consciente de que, aún a sabiendas de lo que he hecho, no me arrepiento? ¿Es eso lo que de verdad me preocupa?...¿Por qué NO me arrepiento?…¿Por qué estoy deseando repetir? Resoplo y me tapo la cara, demasiado conmocionado con mis sentimientos ahora mismo.

A saber qué está pensando él ahora mismo...Dios mío. Va a decírselo a todo el maldito mundo. Me voy a hundir. Me va a hundir. Ahora mismo me tiene cogido por el gaznate. Puede hacer lo que quiera conmigo...con tal de que no se chive. Me he sentenciado a mí mismo. He firmado mi suicidio mediático como Batman.

A ver...tranquilízate, Bruce. Vístete, baja a comer algo...Prepara su desayuno y baja con él...Hagamos como que lo de ayer no fue nada. Tal vez se piense que fue un sueño. Ya llevo tres horas de retraso...Piensa en alguna excusa creíble. No desenmascares tus sentimientos. Sé un folio en blanco para él...Asiento y ejecuto mi plan.

Cuando ya estoy con el traje de Batman, bajo con su bandeja y lo veo tumbado en la cama, vestido y duchado y con el ceño fruncido. Está enfadado.

-¡¿Dónde estabas?! ¡Me muero de hambre! ¡¿Qué horas son estas de aparecer?! -Me gruñe y se va a la puerta, siguiendo mis pasos, impaciente. -Ya creía que me quedaba sin comer hoy…Encima de que te hago caso… -Veo como mueve el pie de arriba a abajo rápido, está muy enfadado.

-Aunque estés encerrado, Gotham sigue teniendo crimen en las calles...Acabo de llegar. Te aguantas. Y hacerme caso es lo que DEBES hacer sí o sí. -Le paso la bandeja y me cruzo de brazos, de pie delante suyo.

Veo cómo se sienta en la silla del escritorio y abre la bandeja, empezando a desayunar. Alzo una ceja sorprendido...es la primera vez que se sienta como las personas normales. En la silla y no en la mesa del escritorio directamente. Come en silencio y de vez en cuando alza la mirada, echándome un vistazo rápido. ¿Por qué está tan callado? Normalmente parece una metralleta hablando. Frunzo el ceño, esto no me gusta...Está demasiado...Normal.

-...¿Y qué criminal era el que estaba haciendo de las suyas? -Pregunta, intentando entablar conversación, no sé muy bien por qué…

-Eso es confidencial. No necesitas ese tipo de información. -Levanto la cabeza, en prepotencia.

-Oh, claro que la necesito...Tengo territorios, Bats. Algún día volveré a salir y tendré que recuperarlos de quien los tenga allí fuera ahora. -

-Sinceramente, no creo que vuelvas a salir...No mientras esté yo aquí. Encima de ti, constantemente vigilándote. -Digo tajante, casi entre dientes, molesto por el comentario.

Veo cómo sonríe ampliamente. Y alza la vista, mirándome fijamente, como estudiando mi próxima reacción.

-La verdad es que mientras estés encima de mí, no tengo ninguna razón para salir de aquí...Vamos, no hagas como que lo de ayer no pasó. Pasó. Y me encantó...Con todas las letras. -Se mete una tostada en la boca, masticándola. Ladea la cabeza y sonríe. -No sé si a ti te gustó...O qué piensas de lo que pasó… -Vuelve a mirarme. -Pero quiero que sepas que no pienso volver a compartirte con nadie, Batsy. -Clava el dedo en el cristal, apuntándome. -Eso de ahí, es mío. Y todo lo demás también…Me refiero a tu paquete, claro. -Sonríe y da un sorbo de leche.

Me mantengo serio toda la conversación, veo como me señala, a mi paquete más bien y arrugo la cara, conteniendo un sonrojo. Me muerdo el labio, callado. No parece que quiera ir gritándolo a los cuatro vientos. De hecho...Vuelvo a repetir sus palabras. "Mientras estés encima de mí, no tengo ninguna razón para salir de aquí"...Mientras que esté encima suyo, no volverá a sus tendencias criminales.

Frunzo el ceño y me acerco a su celda, quedando a unos milímetros del cristal. De perdidos al río...Aunque voy a ir con pies de plomo. Este terreno es muy peligroso.

-¿Qué te hace pensar que voy a ser tuyo, payaso?...Esto te lo tienes que ganar. Sólo entonces tendrás "algo" de mí. Pero no pienso caer en tu red como hiciste con la doctora Quinzel. Sigue comportándote como una persona decente y yo te devolveré el favor...Ahora. Traicióname o intenta jugármela, y no me volverás a ver el pelo. ¿Entendido? -Digo serio, fulminándolo con la mirada.

-Cristalino como el agua… -Me dice, sonriéndome con un brillo vivaz en los ojos. -Harley es imbécil, no me entiende como lo haces tú...Al fin y al cabo, somos iguales, Batman. -Asiente y me separo del cristal. -...¿Por qué te fuiste ayer tan corriendo? Tal vez podamos reanudarlo. Alguien se quedó ayer sin su premio… -Me sonríe, refiriéndose a mí. ¿Acaso quiere satisfacerme también?...¿El Joker tiene empatía? ¿Se puede preocupar por alguien que no sea él mismo?

-No te confundas, Joker. Esto será un trato entre tú y yo...Y ya. Nadie más se enterará o sabrá de esto, porque, como ya te he dicho… -Quiero seguir con mi sermón, pero él me corta antes de acabar.

-No volveré a ver esas orejas puntiagudas, no soy Cocodrilo o Bane, Bats, lo sé. ¿Te crees que me interesa que se sepa esto?...Podrían utilizarte contra mí. No solo los criminales de Gotham son tus enemigos, también son los míos. Y créeme que los mataría sin dudarlo si llegan a utilizarte en mi contra. -Sonríe asintiendo, acabándose el zumo de naranja. Deja la bandeja en la repisa para que yo la recoja y se estira. -Podías darme algo de entretenimiento al menos, esta celda vuelve loco a cualquiera… -Se ríe como lo suele hacer. Ya estaba tardando en hacerlo… -No sé, una sopa de letras, un libro para colorear, no pido mucho. -

Al principio, me pareció una estupidez...pero, recapacitándolo, tiene razón. Se pasa veinticuatro horas encerrado aquí, y con la única persona con la que interactúa, soy yo. ¿Pero qué le puedo traer?...¿Con qué cosa no puede matar a alguien o escapar?

¿A quién quiero engañar?...Si quisiera escapar, ya lo habría hecho. Ya me habría intentado estrangular o matar alguna de las veces que entré a su celda...O ayer mientras me lo comía, casi literalmente. Inspiro fuertemente y asiento.

-Pensaré en algo…Aunque no te prometo gran cosa. -Asiento, él me sonríe y me sigue hasta que me acabo yendo de la cueva, subiendo a la mansión. Dejo la bandeja en la mesa y me quito la capucha. La tiro al sofá y me siento, cansado.

Cojo la tablet que había en la mesa de café del salón y la apoyo en ella, llamando a Lucius mediante el Facetime.

Veo como frente a mí aparece la cara y el torso de Lucius, la imagen está reproduciéndose desde la webcam de su ordenador. Me sonríe y cuelga el teléfono fijo por el que estaba hablando.

-Hola Bruce, ¿qué tal?...Me he enterado de lo de los presos y Arkham...Habéis hecho lo correcto, vamos a mejorar mucho la seguridad de Gotham. -Me dice sincero, sonriendo.

-Ya, lo sé, Lucius, gracias… -Asiento. -Oye, te acuerdas de la celda de contención que instalamos en la batcueva?...Bueno, resumiendo...Gordon me pidió que yo mismo cuidara del Joker en su traslado a otra estancia mientras hacían la reforma y… -Miro a Lucius, que abre mucho los ojos, temiéndose lo que voy a decir. -Sí...Lo tengo ahí abajo. -Levanto las manos, tranquilizándolo. -Se está portando bien. Tranquilo. Alfred y la JLA lo saben. Estamos seguros...Al fin y al cabo, es imposible que se escape de tu celda, tuvimos muchas cosas en cuenta. -

-Estás loco, Bruce...Terriblemente loco...Pero...si tú dices que está bien, me fiaré de ti… -Asiente despacio, sin estar muy seguro. -¿Para qué me has llamado?...Espero que no tenga que ir a arreglar algo de su celda...No pienso entrar ahí, lo siento. -Dice tajante, temiéndose lo peor.

-No, no, no te preocupes...Es solo que...Algo se nos había escapado. Él pasa allí todo el día encerrado, solo. La mente tiene que airearse con algo, Lucius. Tiene que entretenerse en algo o temo que se escape o se vuelva más demente...Necesito algo que lo divierta, pero que no sea letal o pueda usar para escapar...Me lo ha dicho hoy, y tiene razón. Además, contra más lo entretenga, menos pensará en formas de escapar o a saber qué. -Asiento.

Lucius me mira atento, entendiéndolo al instante. Asiente lentamente y frunce el ceño, colocándose el dedo índice y el pulgar en el mentón, pensativo.

-Sí, tienes razón… -Sonríe de repente, chasqueando sus dedos. -¿Qué te parecen juegos de mesa? Puedo hacer el tablero digital y las fichas de goma espuma u holográficas. Será una pantalla plana, sin bordes afilados o esquinas puntiagudas...Creo que hasta lo podemos sacar al mercado bajo la marca de Wayne Tech. -Sonríe más, mirándome.

Lucius es un genio, siempre lo he sabido. Asiento conforme.

-No sabes lo que te aprecio, Lucius...Sin ti, Empresas Wayne estaría perdida… -Le sonrío y Lucius baja la cabeza, rascándose la nuca, avergonzado por el cumplido. -Intenta tenerlo para mañana, por favor...Cuanto antes mejor. Deja lo demás, ponte a ello ahora mismo. Si ocurre algo, avísame. -

-A tus órdenes, Bruce… -Lucius asiente y sonríe. -Y, Bruce...Ten cuidado, por favor. -Dice, dejando de sonreír. Frunzo el ceño y asiento, entendiendo perfectamente que se refiere al Joker. Se despide de mí y cuelga.


A la hora de comer, me siento con ganas de hacer la comida yo mismo. Alfred no está, probablemente esté en el centro haciendo la compra, de vez en cuando se va. Muchas veces, a pasear simplemente y disfrutar por el centro de la ciudad.

La cocina no es mi fuerte, pero dado que soy un hombre de mundo, me atrevo a preparar algo italiano. Unos canelones veganos. Hago todo, desde la pasta hasta el relleno. Hasta me pongo un delantal.

Cuando termino, me quedan unos canelones de pasta de espinaca rellenos de soja texturizada y miso rojo. Huele que alimenta, y no es porque lo haya hecho yo. Orgulloso, pongo la bandeja en la mesa y oigo una voz detrás de mí.

-Vaya...¿Quién es usted y qué ha hecho con el Amo Bruce?… -Dice Alfred irónico. -Sea quien sea, quédese, por favor. -Sonríe y me apoya la mano en el hombro. -Me alegro de verlo tan bien...Cuando no llegó ayer me preocupé. ¿Fue todo bien? -Me pregunta, mientras coge dos platos y los deja en la mesa.

-Sí, todo bien. Necesitaba salir y estar un rato a solas...Tranquilo, todo fue bien. -Le sonrío y le sirvo una ración, al igual que a mí. Le pongo una copa y le sirvo vino tinto, igual que la que me sirvo yo después. -Espero que sea de tu gusto. -Digo sentándome, mirándolo, esperando que lo pruebe.

-Vaya vaya, vino y todo...¿qué celebramos? -Me sonríe y coge el tenedor. Veo cómo está apunto de probarlo cuando para y me mira, sonriendo entre cerrando los ojos. -...A usted le ha pasado algo, Señor. -Me dice apuntándome con el tenedor.

-No me ha pasado nada, Alfred...Solo que...Me apetecía cocinar. -Sonrío divertido, sabía que no iba a dejar el tema tan fácil.

-Mire...no sé qué le ha pasado, o quién...todavía. Pero mientras le haga feliz y usted esté bien con ello...Me alegro. Tome la decisión que tome voy a apoyarlo, Señor. -Mira hacia la batcueva y suspira. -Sea la que sea, incluso si me parece una locura. Ya lo sabe...¿verdad? -

-Sí, Alfred...lo sé. -Sonrío y bajo la vista, suspirando. El apoyo de Alfred significa mucho para mí. Ha sido como un padre. No sé qué haría sin él. Sin su apoyo y su comprensión. Siempre, no importa qué...pero...no me siento preparado para decirle lo que pasó ayer. No aún.

-Bueno, voy a probarlo. -Sonríe y veo como se mete un trozo a la boca. A medida que va masticando veo cómo sonríe cada vez más y asiente ladeando la cabeza. -...Muy bien, Señor Wayne...Está muy bueno, mis felicitaciones. -Me dice, haciendo una especie de reverencia con la cabeza. -Tal vez debería dejar que cocine usted todos los días a partir de ahora… -Se ríe levemente.

-Gracias, Alfred… -Arrugo la cara, no muy seguro con eso. -Ha sido un golpe de suerte, no creo que se repita… -Me río divertido y disfrutamos un largo rato de la comida, en silencio.

-...Bueno, Señor...¿Cómo va nuestro invitado? -Pregunta al fin. Sabía que tarde o temprano iba a salir.

-Bien. Va bien...He estado hablando con Lucius. Me ha dicho que se aburre ahí dentro. Vamos a fabricarle algo para que se despeje. Tal vez así abandone sus pensamientos oscuros. -Asiento, mirándolo de reojo.

-Es normal, Señor...Desde que llegó no ha salido de ahí. Debe ser, claustrofóbico como mínimo. Al menos interactúa con usted. De buenas maneras, me refiero. -Asiente.

-Sí, sí lo hace...Lo he estado vigilando por las cámaras. No hace nada extraño, y se toma su medicación regularmente. Me aseguro de que lo haga. Por ahora, todo va bien...Informé a la Liga de que los necesitábamos y accedieron a ayudarme. Los presos ya han sido trasladados a sus correspondientes ciudades, los van a tener vigilados. -

-Batman pidiendo ayuda… -Abre los ojos sorprendido y yo arrugo la cara. -Estoy muy orgulloso de usted, y espero que… -Mira alrededor, refiriéndose también a la comida. -todo este cambio, no sea puntual. Sino que se mantenga. Lo veo mejor, Señor...Más...vivo. Más feliz. -Me sonríe y alzo la vista hacia él, sonriendo también levemente.

-Lo estoy, Alfred...Gracias. -Él asiente en forma de de nada y yo me levanto, puesto que ya he terminado. -Voy a llevarle la comida. No tardaré. -Le informo, poniéndome la capucha de Batman.

-Le deseo suerte, Señor...Gracias por la comida. Yo me quedaré a recoger la mesa. -Asiente y se levanta de la mesa, empezando a recoger.

Sirvo la última ración que quedaba en la bandeja y lo acompaño con agua. Bajo a la batcueva y no lo veo en la celda, estará en el baño, supongo. Cuando llego a la celda, meto la bandeja y lo veo salir del baño. En cuanto me ve me sonríe y mira la bandeja, andando hasta el escritorio y sentándose. Se frota las manos y olisquea, hasta creo oír cómo le ruge el estómago.

-Huele que alimenta, Bats… -Coge la cuchara y empieza a comer. Abre mucho los ojos y me mira. -Tienes que hacerme de esto...SIEMPRE. -Casi me grita y empieza a comer más rápido, casi sin masticar. -No sé qué lleva, ni lo que es pero...está de muerte. -Asiente despacio. Cuando casi ha devorado todo el plato, levanta la vista y me mira, sonriendo. -Está casi tan bueno como tú, Bats… -De un sorbo se bebe el vaso de agua que le he puesto y deja la bandeja en su sitio para que yo la coja. -Dime...¿Me toca postre hoy?… -Se levanta y se sube al escritorio, apoyando las rodillas en él, pegándose al cristal.

Frunzo el ceño y me acerco, quedándome a milímetros de él, separándonos el cristal.

-¿Crees que mereces postre hoy?… -Alzo una ceja y me cruzo de brazos, escéptico. Aunque en realidad, estoy deseando entrar.

-Yo creo que sí...Me tomo las pastis, me ducho todos los días, a mi pesar...Tengo mi celda limpia...Me merezco un premio, Batsy. Y lo sabes. Me merezco TU premio. -Clava el dedo índice en el cristal, señalando mi entrepierna. -Aunque sea el premio de consolación...Un beso tonto...Algún que otro mordisco… -Abre más la ojos, deseoso. Me sonrojo levemente bajo la capucha y frunzo el ceño.

-Cuidado con lo que haces Joker...Te pasas de la raya o me dañas a cualquier nivel, y te la vas a cargar de verdad, para siempre. -Él pone los ojos en blanco y asiente, dejando de sonreír. -En otro orden de cosas, he pedido algo para tu entretenimiento, espero que tengas en cuenta que me preocupo por ti. No solo con esto, tenerte aquí me cuesta tiempo que no estoy allí fuera, vigilando las calles...Y también te protejo, dado que, ahora mismo, estás bajo mi protección. Cualquier persona que intente sacarte o llevarte a algún lado, se las verá conmigo. Tenlo en cuenta. -Asiento y tecleo a Lucius por la CPU de mi guantelete derecho.

Quiero saber cómo va la tablet recreativa. Vuelvo a levantar la vista y lo veo sonreír tranquilo, se baja del escritorio y veo cómo va hasta la cama, levanta un poco las sábanas y coge algo. Abro los ojos con sorpresa y me acerco a la puerta. ¿Estaba escondiendo algo?…Lo sigo con la mirada y deja el objeto en la bandeja, la cual aún no había recogido. Se separa un poco y me mira, ladeando la cabeza, sonriendo levemente; para nada la sonrisa demente que suele tener.

Me pongo en posición de defensa y me acerco lentamente a la bandeja, pulso el botón que me la devuelve y veo lo que parece un palillo de plástico, hecho a partir de mangos de cucharas que he traído, está lo bastante afilado para suponer un arma. Un arma no muy eficiente, pero…Frunzo el ceño y lo miro.

-¿Has estado haciendo esto?… -Lo cojo y lo examino. Esto lleva horas y horas de trabajo minucioso, de paciencia y constancia. Y…y me lo ha devuelto. Su única arma y me la devuelve. Se encoge de hombros y sonríe más, como...feliz de verdad.

-Estás confiando en mi, Batsy...Tómalo como una muestra de que yo también confío en ti. -Asiente y lo veo sentarse, para después, tumbarse en la cama, mirando el techo.

Confundido hasta la médula y sin palabras, vuelvo a mirar el pincho casero y lo miro. Está tranquilo...Alzo una ceja y subo lentamente las escaleras, sintiendo su mirada en mi nuca.

Dejo la bandeja en la cocina y Alfred me mira sonriendo, pero deja de hacerlo cuando ve mi cara.

-Señor...¿Está bien? -Dice preocupado, acercándose a mí.

Lo miro y alzo el arma que ha hecho, examinándola mejor. Alfred abre los ojos sorprendido y un poco aterrado.

-Me lo ha devuelto. -Muevo los ojos hasta los suyos. -Me lo ha dado sin pegarle...sin sonsacarle nada. Porque sí. -Se lo doy y él lo coge con la punta de los dedos, arrugando la cara.

-Es...es...Bueno…No sé qué decir exactamente, Señor. -Suspira y deja el pincho en la encimera. -¿Cree que debería avisar a Gordon o...No sé...Buscar ayuda? Si no se la hubiera quitado yo no sé… -Paro a Alfred, frunciendo el ceño.

-No, Alfred, ese es el problema...NO se la he quitado. Me la ha dado. Él mismo… -Asiento despacio, todavía dándole vueltas.

-Sí, es inaudito, Señor...Creo que debería descansar, ¿no cree? -Me sonríe y me apoya una mano en el hombro. -Tal vez...esté curándolo, no sé muy bien cómo pero si está funcionando, espero que siga haciéndolo. -Asiente y lo miro de reojo.

Si él supiera lo que estoy haciendo...me mataría. Decido seguir el consejo de Alfred, y me voy al despacho de casa para resolver algunos cabos sueltos sobre la remodelación de Arkham.


Cuando casi he terminado, recibo una llamada. Miro el móvil y veo que es Diana. Alzo una ceja y lo cojo, poniendo el manos libres en el ordenador.

-Dime, Diana, ¿ocurre algo malo? -Frunzo el ceño, serio. Al otro lado, veo a Diana sujetando su móvil, enfocándose a la cara, parece que está en su apartamento. Viste un albornoz blanco y tiene el pelo húmedo, acaba de salir de la ducha...¿Era necesario llamarme ahora? ¿Así?

-¡Hola, Bruce! Creía que no me lo cogerías… -Se ríe un poco nerviosa, sonrojada. -Ni que pondrías el facetime… -

-Lo quito si quieres… -Estoy a punto de pulsar el botón para poner la llamada normal, cuando Diana me dice que no lo haga.

-¡No! No importa, tranquilo...Está bien...Tengo un albornoz y los pelos de loca pero está bien… -Se vuelve a reír y carraspea. -Quería decirte que los presos ya han llegado a Londres...Me han tocado Hiedra y un tal Sombrerero. -Asiente sonriendo.

-Mh...Ten cuidado con Hiedra, el otro es un fantasma...Con tal de que no escuches su reloj, todo irá bien. Te mandaré las fichas técnicas de cada uno, de todas formas. Para que sepas cómo enfrentarte a ellos en caso de que tengas que hacerlo. -Asiento frunciendo el ceño.

-Ah, gracias… -Sonríe amable. -Bueno...solo era para decirte eso...¿Qué tal vas tú? -

-Bien, gracias Diana. Lo llevo bien...Demasiado tranquilo para Gotham, nos hemos quedado casi sin criminales aquí…Es extraño. -Suspiro cansado y Diana se ríe.

-Pobre...Bueno, tómatelo como unas merecidas vacaciones. -Asiente y se pone seria. -Oye y...¿qué tal con...él? -Pregunta ladeando la cabeza.

-Bien, asombrosamente bien. Mañana a ver si tengo un hueco libre y me paso por la Atalaya para repartiros las fichas de los criminales asignados… -La miro y frunzo el ceño. -Me ha dado un arma que había hecho, Diana. No sabía que la tenía, ni me ha hecho falta quitársela a la fuerza… -

Diana me mira asombrada y frunce el ceño también.

-¿Estás seguro de esto, Bruce? Podemos trasladarlo a otro sitio, donde esté bien vigilado...Donde no corras peligro. Lo tienes debajo de la casa de Bruce Wayne...En la guarida de Batman. ¿Sabes la que se puede liar si llega a escapar? -Me dice preocupada. -Me pregunto si Clark estaba realmente exagerando… -

-Claro que lo sé, Diana. Cada segundo que pasa temo de que se haya escapado y haya matado a Alfred...Pero Gordon confía en mí. Yo lo conozco mejor que nadie. Soy el más indicado para contenerlo...Por ahora todo va bien, Diana...No te preocupes. -Asiento lentamente y ella parece calmarse un poco. -Gracias a vuestra ayuda, puedo permanecer más tiempo vigilándolo, y tiene cámaras que lo graban constantemente. -

-Claro, claro...Eres Batman, al fin y al cabo… -Sonríe y me mira. -Solo quiero que tengas cuidado, Bruce...Eres un muy buen amigo, como lo es Clark… -Se ríe y niega con la cabeza. -La diferencia es que Clark no está tan loco como para meter a Lex Luthor en su fortaleza de la soledad. -Sonrío levemente y bajo la vista. -Cuídate, Bruce...Tienes mucha gente que se preocupa por ti. -

-Gracias, Diana...Lo haré. -La miro y frunzo el ceño. -Eres una buena amiga, lo agradezco de verdad… -Ella se sonroja levemente, dado que no suelo decir esto. -Luego nos vemos, hasta mañana. -

-Buenas noches, Bruce, descansa. Te hace falta. -Sonríe y cuelga.

¿Buenas noches?…Miro el reloj del ordenador, mierda. Las doce y veintisiete de la noche...Ceno algo rápido, le doy de cenar y me voy a la cama.


Cuando termino de cenar, bajo con el traje y la bandeja a la cueva. Meto la bandeja y veo cómo el Joker se sienta y empieza a cenar sin apenas hablar. Lo miro por encima del hombro y entre cierro los ojos, me acerco al cristal y suspiro lentamente, con las manos detrás de mi espalda, recto.

Cena tranquilamente, sin decir nada, de vez en cuando levanta la vista levemente y bebe un trago de agua. Desearía tener los poderes de J'onn en estas ocasiones. ¿Qué estará pensando ahora mismo?...¿Estará maquinando algo?...¿O simplemente está disfrutando de su cena? Arrugo la cara molesto.

Se limpia los labios con la servilleta y me devuelve la bandeja, entrelaza sus dedos y me mira fijamente, como esperando algo. Alzo una ceja y cojo la bandeja, comprobando que se lo ha comido todo, junto con las pastillas. Lo miro de reojo y me separo del cristal, con la intención de subir las escaleras.

Dejo la bandeja en la encimera y arrugo la cara, eso ha sido raro...Miro las cámaras por el guantelete derecho y lo veo todavía sentado, inmóvil. Me encojo de hombros, al fin y al cabo es el Joker...Hace cosas raras.

Estoy a punto de irme a mi cuarto cuando oigo como empieza a gritar. Abro mucho los ojos y vuelvo a mirar por las cámaras, lo veo levantado, mirando hacia la salida, gritando para que vuelva. Mierda, va a despertar a Alfred. Y no está gritándome cosas bonitas precisamente.

Bajo deprisa y gruño en silencio. Cuando me ve frunce el ceño y se cruza de brazos.

-¡Teníamos un trato rata voladora! ¡No pienso irme a dormir sólo otra vez! -Me grita, agresivamente.

-Baja la voz, Joker...No te lo voy a volver a repetir. Es tarde. Vete a dormir y puede que mañana obtengas algo… -Digo, lo más calmado que puedo.

-¿Mañana?...¡Estás loco si piensas que voy a portarme bien sin recibir nada a cambio! ¡Ese era el trato! ¡Yo me porto bien y tú te portas bien conmigo!...Entra aquí y me dormiré como un bebé… -Me sonríe, intentando negociar.

-He dicho que bajes la voz...Tranquilízate y mañana me volverás a ver...Como sigas gritando, juro que no vuelvo a pasar en una semana. Va en serio. -Digo lentamente, advirtiéndolo.

-No no, Bats, me toca a mí negociar. ENTRA o no me callo en toda la noche...Soy capaz de gritar y gritar hasta que se me desgarren las cuerdas vocales. -Se pega al cristal, entre cerrando los ojos. -Puedo pasarme la noche gritando...o puedes pasarte la noche haciéndome gritar a mí… -Sonríe y veo como baja su mano derecha, delineándose el pecho, bajando por su abdomen.

-Para. No voy a caer en tus juegos sucios. Te vas a callar si no quieres que entre y te deje inconsciente hasta mañana por la mañana. -Digo enfadándome, frunciendo el ceño.

Parece que no me escucha porque se introduce la mano dentro del pantalón y apoya la otra en el cristal. Suspira y me mira de lado, arrugando la cara. Maldita sea...deja de mirarme así…

-Cállame tú, Batman...Estás deseando hacerlo. -Sonríe y veo cómo empieza a mover su mano dentro del pantalón, mirándome lascivamente.

-Tienes tres segundos para parar. Si cuando acabe de contar no has parado, entraré y te callaré de verdad… -Le advierto. -3…2… -Él deja de mirarme y jadea, disfrutándolo. Gruño y camino hasta la puerta, abriéndola y cerrándola deprisa, entrando en la celda.

Le sujeto la muñeca que tenía apoyada en el cristal y le saco la otra del pantalón. Lo inmovilizo, sujetándoselas a su espalda y le empotro la cara en el cristal, viendo como apoya una mejilla en él. Hago más fuerza y lo oigo gemir. Mierda...Mierda...Esto no es bueno…

Noto cómo inconscientemente me he empalmado mientras lo sujetaba y frunzo el ceño gruñendo bajito, odiándome a mí mismo.

-Bats...no pasa nada...Estoy aquí solo...Estás aquí solo...Puede que incluso más solo que yo. ¡Pero ahora estoy contigo y tú lo estás conmigo!...Ibas a callarme, Batman...¿Es que ya no lo vas a hacer? Ni siquiera me estás sujetando con fuerza, si quisiera, me podría haber ido con un simple manotazo… -Me dice, con la cara pegada al cristal.

-¡Cállate! -Le vuelvo a empujar y oigo como gime de nuevo. Resoplo y gruño más fuerte. -A la mierda… -Digo, antes de perder mis papeles.

Le giro la cabeza y lo beso por detrás, demandando toda su boca, mordiéndolo todo lo que puedo. Siento como me besa también, con muchas ganas y gimiendo bajito de vez en cuando. Me separo y lo dejo respirar, tomándome un segundo para ver que está levemente sonrojado y respira despacio, cogiendo aire. Dirijo mi boca hasta su cuello y él tuerce la cabeza, dejándome más espacio. Le muerdo levemente y le suelto las manos. Con las manos libres, le levanto la camiseta y él se la quita, dándose la vuelta para verme mejor.

-Devórame, Batman...Hazme tuyo...Soy todo tuyo...Haz lo que quieras conmigo… -Me dice, mirándome con deseo.

Le cruzo la cara para que cierre la boca y le doy la vuelta, poniéndolo de espaldas a mí. Oigo que va a decir algo y le doy un azote, oyendo como gime más fuerte que las veces anteriores. Lo miro unos segundos, apoyando las manos en el cristal, inmóvil y le doy otro azote, escuchando como vuelve a gemir.

-Te he pedido que te callaras, Joker...Y no lo has hecho…Estoy enfadado. Mucho. ¿Sabes las horas que son?… -Digo entre dientes.

-No, no lo sé...pero supongo que tarde… -Se ríe levemente y gira, la cabeza, mirándome. -Después de todo has entrado...Y yo no te veo tan enfadado, o eso o eres muy blandito. -Me incita y le vuelvo a dar, esta vez más fuerte. Oigo como grita, no sé si de dolor o de placer, pero extrañamente es música para mis oídos.

-¿Blando?… -Lo cojo del antebrazo y lo tiro a la cama sin miramientos, me pongo detrás de él y me empiezo a desabrochar el cinturón, lo suficientemente cabreado y harto de esto. Quiero terminar ya y que se duerma...Además, tengo una excitación y estoy tan empalmado que la desesperación se ha apoderado poco a poco de mí.

Le bajo los pantalones y le quito la ropa interior, tirándola a un lado. Le doy otro azote y le alzo las caderas, haciendo que se apoye en sus rodillas. Aún con todo, el muy miserable ladea su culo delante de mi cara lentamente, casi puedo ver la sonrisa en sus labios.

Gruño entre dientes y, con los pantalones bajados hasta las rodillas, apoyo una mano a su lado. La otra la dejo unos instantes en su muslo, poco a poco la guío hacia su miembro, agarrándolo con un poco de rudeza. Noto como gime sobresaltado y resopla, dejando de moverse. Subo y bajo mi mano por su miembro muy lentamente y pego mi erección a su muslo interno, dejando que la sienta.

-Desearás no haber hecho eso...La próxima vez que te diga que te calles, te callarás… -Le digo al oído, notando como un escalofrío le recorre todo el cuerpo. Lo penetro de golpe, sin previo aviso, no se lo merece.

Él grita agudamente y veo cómo se agarra a la cama, perdiendo el equilibrio durante un instante. Empiezo a meter y sacar mi miembro dentro de él y oigo cómo emite quejidos que no sé muy bien si son de dolor o de placer. Mientras, muevo mi mano en su pene y de vez en cuando, paso el pulgar por su punta, notando líquido pre seminal, que me sirve para lubricarlo.

A medida que nuestro vaivén va a más, me yergo y apoyo mis manos en sus caderas, acrecentando el ritmo. Lo veo hundir las uñas en las sábanas y gemir más profundamente, esta vez, sin lugar a dudas que es de placer.

Cuando nota que he dejado su miembro, veo que quiere masturbarse él mismo, acercándose una de sus manos. Le pego un azote y gime, echando la vista hacia atrás, mirándome con el ceño fruncido todo lo que buenamente puede, dado que la mayor parte del tiempo, hace expresiones de placer con la cara.

-Estate quieto...Aquí mando yo. Te jodes. -Le digo, entre gruñidos para tapar mis propios gemidos.

Vuelve a apoyar la mano en el colchón para ganar estabilidad y baja la cabeza, centrándose en simplemente sentir, a sabiendas de que no hay nada que pueda hacer.

Empiezo a notar cómo las paredes de su ano se van haciendo cada vez más pequeñas y sé que estoy cerca del orgasmo. Aumento el ritmo drásticamente y lo veo agarrarse más fuerte a la cama, sujetándose. Un rayo me recorre la columna y sé que he llegado al fin, cómo hace mucho que no llegaba. Tanto que ni recordaba que se sentía tan malditamente bien.

Gruño guturalmente de una forma que hasta a mí me impresiona y me corro en su interior, sintiendo como varias gotas bajan por sus muslos y piernas, hasta formar una pequeña mancha en el colchón. Segundos después, oigo como grita y le empiezan a temblar las rodillas, doblando los brazos y gimiendo durante varios largos segundos. Salgo de él y me apoyo en la pared de cristal que hay al lado de la cama, sentándome y estirando las piernas.

Lo miro entre cerrando los ojos mientras recobro la respiración normal y veo cómo hace el intento de levantarse, pero se vuelve a dejar caer, respirando lentamente. Tal vez me he pasado...Veo cómo de rojo tiene el culo y doy gracias a que no pueda leer de quién son las huellas dactilares que le he dejado marcadas.

Mi lado humano, el que se arrepiente, le pone una mano sobre la espalda y lo acaricia lentamente. Un malestar me recorre el estómago, ¿seré la primera persona que alguna vez lo haya tocado así?...¿Como lo estoy haciendo ahora mismo?

Al poco rato consigue levantarse y girarse, tumbándose a mi lado. Me pongo en posición de defensa y apoya sus labios en mi mejilla, besándome débilmente. Sin siquiera mirarme, me levanta el brazo y me empieza a besar el pecho lentamente...Tengo la sensación de que...está...¿dándome las gracias? Sigo con la capucha puesta, pero todo lo demás, me lo he quitado en el proceso. Tenía un calor infernal encima, y puestos a desnudarme de cintura para abajo...De perdidos al río.

Con cuidado, apoyo una mano en su cabeza y lo acaricio lentamente. Si no fuera quien sé quien es, diría que está siendo cariñoso conmigo. Apoya la cabeza en mi pecho y noto como sale el aire caliente de su nariz, está respirando tranquilo, casi disfrutando estando así.

-Hueles igual que yo…No sabía que este era tu gel también. -Dice al fin, rompiendo el silencio.

-¿Qué más da?...Es un gel. -Contesto, sin darle importancia.

-No da igual. Es TU gel. Tú hueles a esto… -Alza la vista y me sonríe, volviéndola a bajar. Frunzo el ceño y arrugo la cara, ¿qué significa eso…? -Cada vez que me sienta solo, me basta con oler esto, y me acordaré de ti. Será como si estuvieras aquí. Conmigo. -Me dice asintiendo.

Se me encoge el estómago y no sé por qué, me siento...Me siento raro. Como si le debiera algo a este hombre...Como si...si yo me sintiera igual. ¿Acaso me quiere? ¿Acaso de verdad me quiere? En el sentido de amor y no de posesión...aunque creo que también hay de eso último. Vuelvo a prestarle atención cuando mueve su mano hacia mí y le agarro fuerte de la muñeca, rápido, en alerta siempre.

Me mira durante unos segundos y aflojo mi agarre, confiando en lo que sus ojos me cuentan. Me mira tranquilo, sin tensión en la mirada. Finalmente, su mano llega a su destino y la apoya en mi abdomen. Aparto las manos y veo como delinea cada una de mis cicatrices, aquellas que me adornan el torso, incluido el abdomen y así, casi todo el cuerpo. Desliza sus dedos, siguiendo cada una de ellas y arrugo la cara, puesto que me hace cosquillas.

-...Lo siento… -Suelta, en voz baja.

-¿Qué has dicho? -Pregunto, sin llegar a creérmelo.

-Que lo siento… -Dice alzando la voz. -Sé que algunas de estas...las he hecho yo. Lo sé. Lo recuerdo… -Asiente y suspira.

Abriendo los ojos sorprendido, lo miro, viendo como apoya su mano en mi estómago, dejándola quieta al final. ¿Se ha disculpado?...¿Es consciente de que lo ha hecho? Es decir, ¿de verdad siente lo que ha hecho?

Me paro un momento, pensando dónde y cómo estoy. Estoy tumbado en una cama, en una celda para ser más exactos. Con el Joker encima, desnudos los dos. Él está acariciándome, casi encima mío, y yo, estoy debajo de él, desprevenido. Miro la puerta desde donde estoy y lo miro. Ahora mismo, puede fácilmente coger la silla y estrellármela en la cabeza, salir corriendo y desatar un caos. En la batcueva y en Gotham, lo cual acabaría con Batman y con su dignidad, para siempre.

Y en lugar de eso, está aquí, sin hacer nada. Sin escapar, sin llamar a nadie a que venga a por él...Nada. Simplemente está aquí. Conmigo. Tranquilo...hasta disfrutando diría. Me atrevo a preguntar, sin pensar siquiera en lo que digo.

-¿En qué piensas…? -Pregunto, sin tener ni idea de la respuesta que voy a obtener.

-¿En qué pienso?...Pienso en muchas cosas. Pero...¿ahora mismo? -Se ríe levemente. -Pienso en cuánto durará esto...en cuándo te irás...en lo solo que volveré a estar cuando deje de estar aquí...En que cuando me vaya, volveremos a ser Batman y el Joker. Tú me querrás partir la cara, literalmente; y yo me escaparé de Arkham una y otra vez, para volver a tener tu atención… -Suspira. -Tu atención es un puñetazo certero que me dejará inconsciente en cuanto me lo des, pero esos pocos segundos que te tengo delante...Merecen la pena, porque me haces caso, solo a mí. Y solo por eso, merece la pena. -Levanta la vista, sonriendo. -En eso pienso, Bats. ¡Te toca! ¿En qué piensas tú? -

Medito sus palabras, y entonces me doy cuenta...Este hombre está solo. Casi tanto como yo...Cuando me siento solo, salgo a las calles a encerrar a tipos como él, y se me pasa, durante un tiempo. Cuando él está solo, sale a las calles a matar a tipos como yo, y se le pasa, durante mucho menos tiempo. Yo tengo a Alfred, a la JLA, a los chicos, a Bárbara…

Él tiene una novia psicópata, que lo quiere con toda su alma, sin preguntarse ni siquiera el por qué. Cuando él vuelve de estar matando a gente, por estar solo; yo lo encierro en Arkham, donde vuelve a estar solo. Sin darme cuenta, yo retroalimento a la bestia que se alimenta de tristeza y soledad que duerme dentro de él.

Lleva unos días conmigo, unos días sin estar solo. La bestia no tiene qué comer, por lo que yace dormida, a la espera de volver a estar solo, consigo mismo. En estos días, no ha tenido instintos asesinos, no ha querido matarme e incluso me ha devuelto el punzón de plástico que ha estado haciendo. Estoy matando a la bestia y, sin saberlo, estoy sacando a flote al hombre que hay en él.

Lo miro triste durante todo este rato, sin decir nada, bajo la vista y suspiro. ¿Cómo no me he dado cuenta antes en todos estos años?...Me echo la culpa, dado que la tengo y suspiro. Batman no ha podido darse cuenta porque en cuanto lo veía, iba a por él con los puños por delante...Batman nunca habla, Batman nunca dialoga con los criminales. Y estos, a su vez, saben que Batman nunca hablará con ellos, por lo que ni lo intentan.

-Bats… -Alza una ceja y me mira confundido. -¿Bats…? -Alzo la vista hacia él y sonríe. -¿Estás bien, amigo? ¿Te hago el boca a boca? Sé hacerlo fenomenal… -Me dice sonriendo.

-¿Ah sí?… -Me acerco a él y abre los ojos sorprendido, alejándose por el repentino acercamiento, se termina tumbando boca arriba, mirándome de cerca. Estoy con una rodilla a cada lado de él, paseando mis ojos por su cara.

-¿B...Bats?… -Pregunta, sin saber qué hacer. Creo que es la primera vez que lo veo así...Sonrío divertido y veo como se pone blanco. -Oh no...¿por qué sonríes? -Arruga la cara, con miedo.

-Por nada. -Le agarro de la barbilla y lo beso intensamente, creo que le voy cogiendo el tranquillo a esto. -Duérmete o volveré a bajar… -Señalo una cámara con la mirada y veo como la mira también, asintiendo levemente. -Hasta mañana. -Le suelto y me levanto, poniéndome de nuevo el traje.

Le echo un último vistazo, está mirándome asombrado, inmóvil. Vuelvo a sonreír y salgo de la celda, cerrando después de mí. Me voy mientras lo miro y termino de subir las escaleras.

Cuando estoy fuera de su vista, estiro los brazos y resoplo hondamente. Llego a mi cuarto y me quito la armadura, cansado de tenerla puesta. Voy a darme una buena ducha de agua fría y a dormir...Mañana tengo que aparentar que sigo siendo el murciélago sin sentimientos delante de toda la liga. Por suerte J'onn ve inmoral leer las mentes ajenas y Clark no hará muchas preguntas si se mete en terreno escabroso. Me ocuparé de frenarlo si se diera el caso.

Después de darme una ducha y ponerme el pijama, caigo rendido en la cama, agotado de todo el día. Miro el reloj y gruño bajito...Es muy tarde...Será mejor que me duerma ya. Me doy la vuelta y cierro los ojos, notando como el sueño se apodera rápidamente de mí.


Son las diez de la mañana. Estoy en la Atalaya, en la sala principal de reunión, a punto de empezar la reunión extraordinaria. Le dejé el desayuno temprano, muy temprano, salí rápido a hacer una ronda matutina por Gotham y volví a la cueva antes de que despertara para venir aquí. Llevo sentado en mi silla unas horas, meditando todo lo que pasó ayer, y recogiendo los informes pertinentes que tengo que repartir a continuación a los miembros de la Liga.

Están callados, mirándome, expectantes. Sé que Clark y Diana se preocupan por mí, llevo varios días sin dar señales de vida y Batman casi no sale a la calle. Pero sigo siendo el mismo Batman, y no puedo dejar que ni Superman ni Wonder Woman se entrometan en los asuntos del murciélago.

-Bien, da comienzo la reunión de asignación de reclusos de Arkham. Batman, puedes proceder. -Asiente J'onn, mirándome sonriendo.

-Gracias, J'onn. Bien. Empezaré por Metrópolis. Superman. Se te ha asignado el Pingüino. Ya te he mandado sus informes y fichas. Es un empresario sin escrúpulos, píllalo por sorpresa y será todo tuyo. Suele coger contactos de tocayos suyos, yo que tú tendría vigilado a Lex Luthor ahora más que nunca. -Le digo. Él asiente, leyendo por encima los informes que le he enviado.

-Lo haré, Batman. Gracias. Lo mantendré vigilado. -Me asegura.

-Bien. Siguiente, Central City. Flash, te has quedado con Dos caras, ya tienes su informe en tu correo. -Asiento mirándolo. Cada vez que nombro a algún villano, su imagen aparece en la pantalla, junto a su última ficha policial. -Era uno de los fiscales más grandes de Gotham, debido a un accidente, perdió la cabeza y la mitad de su cuerpo. Quítale la moneda que tenga en la mano y podrás hacerte con él. Harvey es especialista en mover hilos, dado que conoce los entresijos de la ley, vigiladlo de cerca. -Flash suspira y asiente, no muy convencido.

-Después tenemos a Coast City. Hal, se te ha asignado Riddler. Ya tienes el informe en tu poder. Ed Nygma, Enigma, como se hace llamar; es un fanático de los acertijos. Si alguna vez se escapa, busca a alguien inteligente que sepa descifrar enigmas o llámame a mí. -Digo, mirando la ficha.

-...Cómo que "llámame"? ¿Es que yo no voy a ser lo suficientemente inteligente para resolverlos? -Me pregunta Hal enfadado. Alzo una ceja y lo miro en silencio durante unos instantes, bajo la vista y paso a la siguiente ciudad. -¡Oye! -Me grita, claramente molesto, se cruza de brazos y lo oigo gruñir. Flash lo mira y se ríe señalándolo. A veces pienso que trabajo con críos.

-Londres. Wonder Woman, tendrás a Hiedra Venenosa y el Sombrerero. Dado que era doctora y tiene una conexión con las plantas, Hiedra utiliza sus habilidades para envenenar e hipnotizar a sus enemigos. Tengo antídotos contra sus venenos, si alguna vez escapa, no dudes en pedírmelos. Respecto al Sombrerero...No le dejéis nunca un reloj o algo que siga un ritmo pactado. -Diana asiente y me sonríe.

-Descuida, gracias Batman. -Asiento y paso a la siguiente.

-El último...Fawcett City. Shazam. Tendrás a Killer Croc. Uno de los más potenciales villanos que alojaba Arkham...No sé por qué se te ha asignado a ti, pero quiero que tengas mucho cuidado… -Le digo, mirándolo fijamente. -Cocodrilo come personas, literalmente. Así que quiero que os andeis con ojo. ¿Me has entendido? -Billy me mira callado, congelado. Asiente rápido y mira la ficha, tragando saliva. -Si te ataca, lánzale uno de tus rayos bien cargados, lo detendrá por unos pocos instantes. -

-De acuerdo, Batman… -Se ríe nervioso. -Podré con él, no te preocupes...Es solo un cocodrilo ¿no?… -Vuelve a tragar saliva y veo cómo le baja una gota de sudor por la frente.

-Eso es todo...Como ya he dicho, tenéis los informes pertinentes a cada uno. En caso de duda, escape o emergencia no dudéis en llamarme. Llevo años combatiendo contra ellos, sé exactamente cómo piensan… -Paseo mi mirada por los demás, tranquilizándolos y ofreciéndoles mi ayuda en caso de que llegue a ser necesario.

-Estos estarán bien...J'onn, pasa al segundo punto del día. -Superman me mira serio y mira de reojo a J'onn, que no está seguro si hablar. Alzo una ceja y miro al detective marciano.

-Bien...Segundo punto del día...Está hace referencia a si el Joker está bien o no en la batcueva. -Carraspea y alza la vista levemente hacia mí.

-Protesto. -Doy un manotazo sobre la mesa, gruñendo levemente. -Esto no concierne a la liga. -

-Protesta lo que quieras, la batcueva conecta directamente con la Atalaya, donde todos los héroes de este planeta se reúnen. Así que sí, Batman, nos concierne. -Clark me mira desafiante y yo frunzo el ceño, fulminándolo con la mirada. -El Joker es un criminal demencial, posiblemente el más demencial de todos los presos trasladados. Y lo tienes tú, debajo de tu maldita mansión. -

-Sí, Superman, lo tengo yo. Porque el comisario Gordon me pidió solo a mí que lo salvaguardara. No voy a consentir que se ponga en duda mi rendimiento y mi confianza. -Gruño, avisándolo de que no siga por ese camino.

-Yo creo que podemos hablarlo tranquilamente… -J'onn alza las manos, calmando los aires que se han empezado a cargar.

Alzo mi guantelete derecho y tecleo un par de veces. A los pocos segundos, las cámaras de la celda se proyectan en la gran pantalla de la sala, permitiendo que todos vean al Joker. Este, está desayunando tranquilamente, parece que está jugando y habla sólo mientras come, pero ni está nervioso, ni está diciendo cosas que no debe...Ni está intentando escapar.

Bajo la vista a los demás, quien miran la pantalla con los ojos muy abiertos. Flash se ríe con cada tontería que sale por la boca del payaso enjaulado y Shazam abre la boca asombrado.

-Lleva en ese estado todo este tiempo. Nunca ha intentado escapar, y cada vez que le dejo comida y pastillas, me devuelve la bandeja vacía. -Me cruzo de brazos, frunciendo el ceño. Aún molesto por la osadía de Clark. -Así que sí, podeis confiar en mí. Ese hombre no se va a escapar mientras yo siga vivo, os lo puedo asegurar. -Desconecto las cámaras, no vaya a ser que suelte algo que no deba sobre lo que ocurrió anoche.

-Yo...creo que estaba tranquilo. Nunca lo había visto así. Estás haciendo un buen trabajo, Batman. -J'onn me sonríe y yo asiento. -Bueno, yo creo que podemos confiar en su buen hacer. Es decir...todos hemos visto como estaba. -Los demás asienten, satisfechos.

Todos menos Clark, quien se cruza de brazos y resopla, gruñendo.

-Yo sigo sin fiarme, Batman...Te estás poniendo en riesgo. Demasiado para ti. No tienes por qué hacerlo. -Me dice, sin dirigirme la mirada.

-Y tú no tienes por qué decirme qué hacer, Superman...Pero lo haces. -Él me mira molesto por mi cortante respuesta y yo alzo una ceja, retándolo.

-Bien. Si no hay más que decir… -J'onn hace una pausa larga, mirándonos. -Damos por terminada la reunión de hoy. Gracias a todos por asistir y...Nos vemos luego. -Se despide de nosotros.

Resoplo, harto de Clark y de su sobreprotección. ¿Será así también con Lois?...Hm, pobre Lane. Lo que tiene que aguantar...Me dirijo cuanto antes al teletransportador de la batcueva, deseando salir de allí y llegar a casa.