Lo veo sonreír cuando cruzo el umbral de la puerta de la celda. Sobre todo porque no se esperaba que fuera a entrar.
Le había dicho que ya mañana entraría con él. Había sido un día largo. Que se diera una ducha y se durmiera, mañana desayunaría con él...Pero cuando he llevado su bandeja vacía a la cocina...y no me ha rechistado, ni siquiera se ha quejado un poco o ha hecho un mohín. Cuando eso ha pasado...sabía que se merecía estar conmigo...Estar con alguien.
Sobre todo después de las palabras de Jim...¿En qué demonios pensaba?…
Cierro detrás de mí, y empiezo a oler mi gel en el ambiente...Efectivamente, se ha duchado en el corto lapso de tiempo que ha pasado desde que lo he dejado y he vuelto.
Sentado en la cama, me sonríe, esperándome. Me acerco a él y me siento en frente suyo, suspirando cansado.
-Gracias Joker… -Le digo, agachando la cabeza.
-...¿Por qué, Bats? -Pregunta sorprendido, bajando la cabeza para cruzar miradas conmigo.
-Por portarte así allá fuera hoy. Me has sorprendido gratamente...Estoy muy feliz. -Alzo la cabeza y sonrío feliz. -Significa mucho para mí lo que has hecho hoy. -
-Oh, ¿esa tontería? No ha sido nada...Sabía que tendría un premio esperándome en casa. -Sonríe feliz y acerca la cara a mí.
Abro los ojos de golpe, sorprendido, y una sensación extraña se apodera de mi estómago, provocándome ganas de vomitar.
-...¿Qué has dicho? -Pregunto, parándolo, le miro fijamente, y él parece no entender.
-Bueno, vale, tal vez no puedas ser considerado premio pero...Bueno, una buena recompensa o...No...No sé, Bats… -Arruga la cara, confundido.
-No, no no...Eso no. -Niego rotundamente con la cabeza, agarrándolo de la muñeca para que me atienda. -Lo de después...Has dicho..."en casa". Has llamado a esta cueva tu "casa". ¿Crees que esto es tu casa? -Le pregunto, en shock, sin saber qué pensar o cómo tomármelo. No sé si tengo ganas de reírme o de llorar.
-Oh… -Parece darse cuenta de ello ahora mismo, por su expresión de sorpresa y confusión. -...Je, sí...Triste, ¿verdad? -Asiente, agachando la cabeza. -Una celda transparente...dentro de una cueva húmeda, fría y oscura...donde me paso la mayoría del tiempo solo, casi el cincuenta por ciento...Y lo considero mi casa...Mi hogar. -Arruga la cara, dolido. -Pero es que...es la primera vez que siento que un lugar es mi casa, Bats. Un hogar es donde te sientes seguro, donde están tus seres queridos, donde te esperan con comida recién hecha y te cuidan...Es triste e impensable pero...Esta cueva...es mi hogar. -Sonríe triste, está forzando la sonrisa, los músculos de su cara se contraen. -Mi primer hogar en mucho mucho mucho tiempo… -
Y lo siento de nuevo.
Lo que sentí hace apenas unos días…
Pena, tristeza, dolor...SIENTO su dolor. Su más íntimo y doloroso dolor...Y me pregunto lo mismo una y otra vez.
¿Siempre ha sentido este dolor?
Y también me hago otra pregunta.
¿Seré capaz de dejarlo ir cuando tenga que hacerlo?
Trago saliva, una lágrima se me escapa de los ojos antes de que me dé cuenta, y soy incapaz de pararla. La gota cae sobre el dorso de la mano de él, quien me mira fijamente, con los ojos muy abiertos, sorprendido.
-Bats… -Me llama, conmocionado. -Bats… -Repite, arrugando la cara. -Tú no, Bats...Tú no… -Suplica, rodeándome con los brazos, abrazándome.
-Mierda… -Gruño en su hombro, notando como más lágrimas se me escapan sin que pueda hacer nada. -Joder… -Maldigo entre dientes, mientras mi vista se emborrona.
Quiere un hogar...como yo. Solo quiero eso. Un hogar, una casa, una familia...Alguien a mi lado.
Por eso me duele.
Por eso lloro delante de mi peor enemigo.
Por eso lloro delante de la persona que parece entenderme mejor que nadie en este mundo.
No puedo dejar ir a este hombre.
No ahora.
Lo abrazo también, fuerte, tragando saliva, intentando parar de llorar. Intentando frenar este maldito torrente de emociones.
-¿Qué te pasó, Bats?… -Pregunta, susurrando. -Dime que puedo hacer para ayudarte...Dímelo y lo intentaré arreglar… -
-No...no puedes. -Vuelvo a tragar saliva, consciente del paso que voy a dar...No hay vuelta atrás. -No puedes revivir a mis padres...Murieron hace mucho...Más de 30 años. En el maldito callejón del crimen. -Un escalofrío me recorre la espalda...Lo he hecho. Me he condenado a mí mismo, a mi identidad, a Batman, a Empresas Wayne...Mi vida entera.
Deja de moverse en mi hombro y arrugo la cara, muerto de miedo.
Creo que nunca he tenido más miedo...excepto cuando aquel atracador mató a mis padres.
Mis ojos, abiertos todo lo que pueden, miran al infinito mientras el silencio se adueña de nosotros, cargando como plomo el ambiente.
Se separa de mí lentamente y me mira a la cara fijamente, con los ojos como platos como yo.
Trago saliva cuando acerca las manos a mi cara.
Sé lo que quiere hacer.
Quiere quitarme la capucha.
Cierro los ojos, notando como una última lágrima cae por mi mejilla.
Muevo la mano hacia mi nuca, y con el índice y el corazón en el lector, abro la capucha, abriendo los seguros, permitiendo que me la quite.
Noto como tira de ella muy lentamente, hasta que oigo como cae en el suelo, chocando contra este y haciendo un ruido seco.
Tengo miedo de abrir los ojos…
Tengo miedo de mirarlo.
Tengo miedo de moverme incluso.
Me siento desnudo. Total y terroríficamente al descubierto.
-Oh...Dios… -Es lo único que oigo de él, lo que corta el silencio. -Abre los ojos...Ábrelos. -Me pide, en un tono muy bajo y calmado.
Abro los ojos, alzándolos poco a poco hasta los suyos, arrugando la cara por el miedo. Mi cara es un libro abierto ahora mismo, donde se puede leer TODO lo que pasa por mi mente ahora mismo, que está funcionando a plena potencia.
Veo como me mira, acercando su cara a la mía, me acorrala contra la pared de cristal y acerca tanto su cara a mí, que puedo sentir su aliento caliente y puedo oler el gel que le dejé, el mío. Sus ojos verdes brillantes analizan los míos, y siento que me hago pequeño, muy pequeño. Tengo miedo, estoy asustado.
-Eres...eres tú… -Dice por fin, sonriendo débilmente. -Eres...Bats… -Traga saliva, con lágrimas asomándose por los ojos, haciendo que brillen aún más. Se ríe en un susurro y las lágrimas empiezan a caerle por las mejillas, riéndose más. Una risa feliz y verdadera.
Apoya una mano sobre mi cara y me acaricia lentamente, suavemente.
-Te he encontrado… -Exclama, subiendo la mano hasta mi nuca, enredando los dedos en mi pelo. -Por fin… -Susurra, justo antes de besarme.
Nos besamos, al principio lento y cautelosos. No soy capaz de moverme casi.
Después, el beso se intensifica, y va aumentando exponencialmente. Me empuja contra la pared, demandante y me acerca a él con la mano que tiene en mi nuca.
Nos separamos de golpe, respirando despacio. Lo miro de reojo, y él me mira sonriendo.
-Bruce Wayne… -Niega con la cabeza y vuelve a acercarse a mí, besándome la mejilla. -NUNCA lo habría adivinado...pero...me gusta. No, me encanta...Ahora te quiero más. Ahora...te comprendo. -Asiente, sonriéndome, mirándome a los ojos. -Por favor...no me abandones nunca, Bruce… -Me pide, usando mi verdadero nombre.
La cabeza me va a estallar. El estómago me da vueltas. Y no sé ni por qué he hecho esto.
-Joker...No puedes...No puedes llamarme así. -Digo, emborrachado por las emociones y la montaña rusa de estas mismas.
-Pero te llamas así...No ha cambiado nada, "Bats". Sabía cómo eras, pero no quién eras...Ahora ya lo sé todo… -Me dice, sonriéndome. -Te sigo queriendo igual. Y cuando tú sepas quién soy yo, lo entenderás… -Asiente. -Tal vez no pueda devolverte a tus padres...Y lo siento por ello...pero...pero puedo hacerte feliz. -Dice, asintiendo deprisa, acariciándome las mejillas. -Te adoro...Bruce Wayne. -
-No me llames así… -Le pido, agachando la cabeza, cierro los ojos para intentar tranquilizarme. -Simplemente...No lo hagas… -Un escalofrío me vuelve a recorrer la espalda y la sensación de malestar sigue creciendo.
-Pero te llamas así...Y ahora lo sé… -Sonríe, me vuelve a empujar contra el cristal. -Y NUNCA lo olvidaré...Bruce… -Susurra, con la boca pegada a mi oído.
-No...No… -Niego, negando con la cabeza. -¡No! -Grito, desesperado.
Me incorporo de golpe, respirando deprisa, abriendo los ojos asustado. Estoy sudando a chorros y el corazón me va a estallar, estoy desbocado.
Miro alrededor, reconociendo mi propio cuarto. Aprieto el puño, agarrando las sábanas de mi cama en mis manos.
Ha sido una pesadilla...Solo eso.
Pero podría no haberlo sido.
Podría haberlo perdido todo...TODO.
Y eso me asusta. Me asusta muchísimo.
Sigo sintiendo el malestar en el estómago, y pego un brinco cuando la puerta se abre de repente, dejándome ver a Alfred en el otro lado.
Por su respiración acelerada y su cara, sé que ha venido corriendo, con la bandeja del desayuno en la mano.
-Se...Señor Wayne...Venía con el desayuno cuando lo he oído gritar y...Me he asustado. -Asiente, mientras anda hacia mí. Me coloca la bandeja en frente, sobre la cama y resopla. -Ya no estoy para estas carreras, ¿sabe…? -Pregunta, sonriendo. -¿Está bien? Me ha asustado… -
-Eh...Sí, sí...No ha sido nada, una pesadilla. -Le quito importancia, obligándome a desayunar para aparentar normalidad.
-Oh, ya veo...¿Quiere hablar de ello? -Me sugiere, mirando hacia otro lado.
-No ha sido nada...La típica donde corro pero no avanzo y sigo en el mismo sitio. -Asiento, mintiendo. -Creo que es por mi relación actual con Selina. -
A veces me impresiono a mí mismo por mis mentiras...Tal vez no sean tan mentiras, solo que, ahora mismo, no he tenido "esa" pesadilla en particular.
-Ah...Sí, puede ser… -Suspira, triste. Alfred de verdad quería que Selina y yo acabáramos felices y juntos. -Bueno, sabe que no fue su culpa. La señorita Kyle está en otro momento diferente en su vida. Ya encontrará a alguien, Señor…Confío en ello. Lo sé. -Me sonríe amable, como siempre.
-Ya lo sé, Alfred. -Le sonrío lo mejor que puedo.
Quizá sea ese el problema.
Ya he encontrado a ese alguien...pero ese alguien es el Joker. Y yo soy Batman.
Y peor aún como acabo de descubrir.
Batman es Bruce Wayne.
Y Bruce Wayne no puede estar con el Joker.
-Gracias por el desayuno, me visto y voy a darle de desayunar a él. -Asiento, levantándome de la cama.
-"Él"...Mh. Puede decir "el Joker", llevo cinco meses viviendo con él...Aunque este no sea consciente… -Dice a su pesar, saliendo de la habitación.
-Tu desayuno. Cuando termines, me avisas. -Le digo al meter la bandeja en la celda.
Me giro y ando hasta el bat ordenador, sentándome en la silla y poniéndome a trabajar.
-Hola a ti también… -Me dice. Usa un tono rudo, está enfadado.
Le contesto con mi silencio. El único ruido que emito son mis dedos tecleando hábilmente las teclas del teclado del ordenador.
-...¡Bats! ¡Que te estoy hablando! -Me grita, para que le haga caso. Pero eso no va a funcionar hoy.
Tengo que verificar el estado de los demás villanos y alguna que otra cosa más.
Y también está el verdadero motivo…
Tengo la pesadilla muy reciente todavía.
Lo oigo masticar durante unos diez minutos, y cuando sigo sin hacerle caso, dándole la espalda, vuelve a hablar, esta vez, con un tono más bajo y mucho menos demandante.
-...Ayer me porté bien, Bats… -Me dice, haciendo que arrugue la cara.
Mierda. Tiene razón.
Me estoy comportando como un idiota...en realidad, él no sabe por qué estoy así con él hoy.
Estará pensando que lo de ayer, su comportamiento, fue en vano.
Resoplo. Voy a tener que ir con él. Hablar con él al menos. Mirarlo a la cara aunque sea.
-...Sí, te portaste muy bien. Y por eso estoy feliz contigo. -Asiento, mirando la pantalla.
-¿Ah sí? Bueno, pues tal vez las pastillas hayan dejado de hacer efecto o puede que no sepas lo que signifique en realidad estar "feliz" con alguien...Pero, la última vez que lo comprobé, ignorar a alguien y no dirigirle la palabra no significan precisamente estar feliz con alguien. -Me recalca, con el tono agrio de nuevo.
Tiene razón.
Gruño, cerrando los ojos y maldiciendo la hora en que tuve esa pesadilla. Suspiro pesadamente y me levanto, acercándome a la celda, mirando al suelo.
-Lo sé, lo sé...Lo siento...Ayer la noche se complicó y… -Hago una pausa, pensando bien mis palabras. -No he pegado ojo. No es por ti, tranquilo. Hoy no tengo un buen día...Perdón. -Me vuelvo a disculpar, mirándolo al fin a la cara.
Está mirándome escéptico y serio, mientras termina de beberse su vaso alto de zumo de naranja. Se queda mirándome unos segundos, hasta que se termina de beber el zumo, después, deja el vaso en la bandeja y se cruza de brazos.
-Si has estado follando con alguna de tus amigas puedes decírmelo...O amigos. -Suelta, frunciendo el ceño.
-¿Eh?...No...No he estado con nadie. -Alzo una ceja, confundido.
Me esperaba de todo, menos eso.
-...Ya. Oye, puedes decírmelo, de verdad, no me voy a enfadar. -Asiente, apoyando los codos en la mesa, examinándome con la mirada.
-No he estado con nadie, Joker...Te lo diría si fuera el caso, pero desde hace meses, solo estoy contigo...No tengo por qué mentirte. Esa es la verdad. Pasé la noche solo. -Insisto, encogiéndome de hombros.
-Fue con Superman...¿A que sí? Ese chico maravilla te hace ojitos siempre...por eso me molió a puñetazos. O tu súper amiga, la princesa. -Sonríe divertido, ladeando la cabeza.
-¿Q...qué? -Descompongo la cara, por las imágenes que me vienen a la cabeza y arrugo la cara en señal de repugnancia. ¿Yo y Clark? Ni loco. Antes me disparo en el pie. -No digas tonterías...Entre Superman y yo o entre Wonder Woman y yo, nunca habrá nada...Somos compañeros de equipo, y el trabajo nunca se junta con el amor. -Explico, alzando una ceja. -Además, Superman no es gay… -Finalizo, frunciendo el ceño.
-Je...Batman tampoco era gay. -Sonríe más, divertido. -¿Lo has oído? "era...No lo ERA". -Se ríe entre dientes, haciendo que me sonroje levemente.
-Cállate...Batman no es nada. -Aclaro, gruñendo en voz baja. -Y ahora que está todo aclarado...que ya sabes que no estoy enfadado contigo y que estoy feliz porque ayer te portaste muy bien...¿Puedo seguir trabajando? -Pregunto, dándome la vuelta.
-No, no...No no no no… -Niega con la cabeza, moviendo un dedo índice de lado a lado.
"Claro que no..." Pienso, para mí. Suspiro y me vuelvo a girar.
-Ayer me prometiste que si me portaba bien...Ibas a pasar más tiempo conmigo. Aquí dentro. -Sonríe, asintiendo. -Ayer me porté bien...Hoy quiero mi premio por ser un buen chico. -Dice, frunciendo el ceño, entre dientes.
A veces siento como si estuviera hablando con un perro.
Resoplo y arrugo la cara, sé que tiene razón.
-Está bien...Tú ganas. Pero… -Puntualizo, mirándolo. -Cuando terminemos, me tengo que poner a trabajar. -Le aviso, adentrándome en la celda.
-Que síii...Eres un Batman ocupado y tienes que trabajar, bla bla bla...Ven aquí y cállate, ¿quieres? -Sonríe, rodeándome el cuello con los brazos.
La pesadilla vuelve a mi cabeza y arrugo la boca, recordándolo. Parece que malinterpreta mi gesto, porque frunce el ceño mirándome.
-¿Qué pasa? ¿Acaso no quieres? -Me dice arisco.
-¿Eh?...Sí sí, es que me he acordado del caso que estoy llevando…Mucha sangre y vísceras… -Miento, rezando para que se lo crea.
-Como si alguna vez te hubiera afectado la sangre, Bats...Te he visto pasar por delante de cuerpos demacrados y ni inmutarte. -Alza una ceja, escéptico. -¿Qué pasa?...De verdad. No quiero mentiras...Yo no puedo mentirte a ti. Por lo tanto, tú tampoco me puedes mentir a mí. -
-Bueno, yo no estoy encerrado en esta celda… -Me mira serio, se está enfadando cada vez más, y mi comentario no ayuda. -...Vale vale...Te...lo voy a contar. Porque quiero que seas sincero conmigo. -Asiento.
-Ya lo soy… -Dice frustrado, resoplando. Se separa de mí y pone los brazos en jarras. -Te escucho. -
-Bien...¿Tú...tienes alguna ligera idea de quién soy? -Le pregunto, ladeando la cabeza.
-...Sí. -Contesta, como si fuera obvio. -Eres Batman...¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Ya estás comprobando de nuevo si me he tomado las pastillas? Mira la maldita bandeja, ¡no hay ninguna! -Me grita enfadado, señalando la bandeja sobre el escritorio, vacía.
-No...no es eso, tranquilo. -Muevo las manos para que se calme y él resopla. -Digo que...si sabes quién soy debajo de Batman. Debajo de la capucha. -Aclaro, pisando con pies de plomo sobre lo que digo.
-No, no lo sé. Pero tampoco me importa. -Se cruza de brazos, alzando una ceja. -No sé a qué viene esto, Bats...Pero a mí solo me importa el murciélago. -Confundido, y dejándome boquiabierto, me mira, como esperando una explicación por mi parte.
-¿Te...te da igual quién soy en realidad? -Vuelvo a preguntar, asombrado.
-Pues sí...Mira, yo conocí a Batman...Me quedé embelesado con Batman...Y cuando follo, lo hago con Batman. -Asiente, como si fuera obvio.
Me sonrojo por su última afirmación y carraspeo levemente.
-Entiendo...Bueno, gracias por la aclaración… -
-...De nada… -Se vuelve a acercar, después de que esté unos segundos callado y me examina de cerca. -¿Acaso hay algo que deba saber?… -Sonríe divertido, de repente. -¿Ya tienen los resultados de mis pruebas y resulta que somos hermanos?...Sería una verdadera locura… -Se ríe, pero de pronto se calla. -...Aunque sería demasiado locura. Incluso para mí. -Arruga la cara, mirándome asqueado.
-...¿Eh?… -Lo miro, perdiendo el hilo de sus delirios. -No...Todavía no tenemos los resultados...Pero no creo que sea eso, créeme… -Lo miro de reojo.
-Ya, pero sería un toque muy extraño a esta relación… -Asiente y me empieza a besar la mejilla.
-Como sino fuera lo suficientemente extraña ya… -Suspiro y me gira la cabeza, invadiendo mi boca con su lengua.
-Deja de hablar y bésame, murciélago idiota… -No sé si me dice esto cariñosamente o entre gruñidos, pero funciona.
-Vaale vale...Quedas perdonado...Pero no te vuelvas a enfadar sin motivo conmigo, Bats. Yo no tengo la culpa de que seas un amargadillo. -Me dice, estirándose.
-No soy un amargado...Y vístete ya. -Le tiro la ropa a la cara y me grita quejándose.
-Como si fuera la primera vez que me ves sin ropa… -Me gruñe, quitándose la ropa de encima para mirarme.
-No, pero dentro de poco te bajaré la comida y más vale que estés vestido para entonces. -Asiento, amenazándolo. Me termino de vestir de nuevo, ajustándome la bota al resto del traje y me levanto de la cama.
-Oh, ¿y si no me visto qué?… -Sonríe juguetón. -Los azotes de antes no han estado mal, ¿eh? -
Me sonrojo y ando hacia la salida.
-Pues a no ser que no quieras más...Vístete. -Lo miro de reojo y sonríe, vistiéndose.
-Vale...Je je je...Estoy deseando que llegue esta noche. -Dice para sí mismo.
-...¿Por qué? -Pregunto, saliendo de la celda y cerrando detrás de mí.
-Porque me has prometido un postre...EL postre, de hecho. -Se acerca al cristal, poniéndose la camiseta. -Solo por eso, va a merecer la pena esperar. -Me vuelvo a sonrojar y alza las cejas, tentándome. -Contaré las horas...Se me van a hacer eternas. -Se ríe.
Pero para de hacerlo cuando oímos unas pisadas, desde la entrada de la cueva, la que da a la cascada.
Alguien viene.
Frunzo el ceño y lo miro de arriba a abajo, bien, está vestido...La celda recogida y todo en su sitio…
-A tu cama. Y disimula… -Le susurro, serio.
Él asiente y mira al fondo, alzando la cabeza para ver quién viene detrás de mí.
Me giro y veo cómo Diana se acerca lentamente a nosotros, con su uniforme de princesa amazona. Frunzo el ceño más si cabe y voy hasta ella, amenazante.
-¿A qué vienes, Wonder Woman? No se requieren tus servicios y no te he llamado. -Le gruño, impidiéndole avanzar más.
-Ya...Lo sé, Batman...pero...No sé. -Suspira, agachando la cabeza. -Me quería disculpar contigo y...sobre todo con él. -Asiente, señalando al Joker.
Alzo una ceja, mirándolo. Este alza la cabeza, mirándola también, confundido.
Tengo que admitir que esto no me lo esperaba.
-Pues deberías haber avisado, por lo menos… -Le regaño, cruzándome de brazos. -Nadie puede verlo excepto yo. No estás autorizada para esto. -Le explico, intercediendo su avance.
-Ya lo sé, Batman… -Me mira, arrepentida. -Pero...tengo que disculparme. Haz una excepción, por favor. -Me pide, mirándome. -Tengo que hacerlo...Me siento fatal por lo ocurrido. -Arruga la cara y puedo ver la tristeza y el malestar en sus ojos azabaches.
Escéptico, dirijo la vista al Joker, que me mira también. Sonríe levemente y asiente, como dándome permiso.
-Está bien...pero que sea rápido. -Digo autoritario, apartándome y acercándome al cristal de la celda, junto a ella.
El Joker se sube al escritorio, sentándose a lo indio sobre él y mirando expectante a Diana.
-Hola, Joker… -Dice esta, agachando la mirada.
-Abusona número uno… -Le contesta, con cierto retintín en la voz.
-¡No soy…! -Levanta la cabeza y lo mira frunciendo el ceño, pero se calla de repente, suavizando su tono. -No...no era mi intención...Y estoy segura que la de Superman tampoco lo fue. -
-Yo no veo al súper hombre por ningún lado. -Alza una ceja, cruzándose de brazos.
-Ya...es que...no ha podido venir. -Vuelve a agachar la cabeza, defendiendo a Clark en su ausencia.
-Debería haber venido. -Meto el dedo en la galla y el Joker me sonríe asintiendo. Le gusta que esté de su parte, y es que esta vez, no tengo más remedio que estarlo. Y con razón.
-Lo sé, Batman… -Me dice entre dientes, mirándome de reojo. -En fin...lo que quiero decir es...que...sentimos mucho nuestro comportamiento. -Mira al Joker, bajando la mirada. -No deberíamos haberte atacado. Hemos visto las grabaciones y...sólo querías ayudar. Nuestro comportamiento fue horroroso, no me identifico en el vídeo. -
-Menos mal que Bats lo graba todo, ¿eh? -Sonríe divertido, guiñándome un ojo.
Carraspeo la garganta, mirando hacia otro lado.
-Sí… -Dice ella, arrugando la cara sin llegar a entender lo que pasa. -Espero que nos sepas perdonar...No ahora. Pero algún día...entiende que tienes un historial difícil y...verte sobre Batman, con un charco de sangre bajo él...Fue sospechoso cuanto menos. -Se intenta escudar, encogiéndose de hombros.
-Sí, he hecho cosas horribles, pero créeme que aún no sé como cortar a alguien de ese modo sin ningún arma punzante en mis manos. Y fue raro que el tipo con súper oído no me oyera gritar auxilio y socorro conforme se fue acercando. -Puntualiza inteligentemente él.
Frunzo el ceño. Tiene razón. Clark debería de haberlo oído pedir ayuda desde kilómetros...Y aún así, lo atacaron.
-Fue todo muy deprisa y estábamos conmocionados, Joker...No éramos conscientes de lo que hacíamos. Solo vimos eso...a ti sobre Batman inconsciente. Y…actuamos. -Traga saliva, recordándolo. -Actuamos pésimamente mal. -Alza los ojos, penetrándolo con una mirada triste e intensa. -Por eso te pido perdón. Siento haberte atacado sin razón alguna. He sido debidamente castigada por ello. -Frunce el ceño, decidida, consciente de su error.
-Ya… -Joker ladea la cabeza, desconfiado.
-...¿Cómo te encuentras?… -Pregunta ella, con miedo de escuchar la respuesta.
-Oh. Bien, y no gracias a vosotros, súper tío y tú, sino gracias al rapidillo de vuestra pandilla. El chico me cortó la hemorragia nasal que me provocasteis y me curó todo lo rápido que pudo. Luego el chico de Bats vino y me terminó de coser. Sino llega a ser por ellos, habría muerto desangrado a manos de la liga de la justicia...Todo ello por intentar salvar a Batman. -Se empieza a reír...pero pronto va descendiendo, hasta que deja de reírse y suspira, bajando la mirada. -Deberíais aprender más de este hombre...Él es un Superman de verdad. Vosotros sólo sois unos abusones bien vistos, en el lado bueno de la ley. -Mira a Diana durante unos segundos que se hacen eternos, mientras que esta lo mira fijamente, mordiéndose el labio y tragando saliva. -No quiero hablar más, Bats. Adiós mujer maravilla. Tienes tu perdón, vete… -Se baja de la mesa, andando hacia la cama. -Tendrás más villanos a los que partirle la nariz. -
Se tumba en la cama, dándonos la espalda.
Miro a Diana, quien tiene los ojos fijos en la espalda de él, entre horrorizada y blanca, por el discurso que acaba de escuchar, a sabiendas de que tiene toda la razón. Me mira, arrepentida y me cruzo de brazos.
Sigo enfadado con ellos.
-Vale...Lo siento de nuevo. Espero que te recuperes del todo...Adiós, Batman, gracias por dejarme hacer esto. -Asiento y arruga la cara, alejándose hasta que sale de la cueva.
Suspiro y niego con la cabeza, me giro y lo miro. Sigue tumbado, dándome la espalda, callado. Rodeo la celda, hasta estar en la pared que da a la cama, me pongo en cuclillas para quedar a su altura y mueve los ojos hasta los míos.
Me mira durante unos segundos y sonríe levemente, apartando la mirada.
-¿Estás bien?… -Le pregunto, ladeando la cabeza para seguir con el contacto visual.
-...Sí, lo estoy, tranquilo Batsy. -Abraza la almohada y vuelve a mirarme. -Nunca podré cambiar de lado, ¿verdad Bats?...Como mucho cambiaré de esquina en el ring metafórico de la vida. -
-...¿Cómo? -Pregunto, alzando una ceja.
-Ya sabes, Bats...Nunca perteneceré a tu lado...A tu bando. -Asiente, suspirando. -El lado de los héroes, de los chicos que se portan bien. -Frunzo el ceño, procesando lo que me está queriendo decir.
-¿Y por qué no? -Inocentemente, le pregunto.
-Bueno, cuando quise ayudar, Superman y Wonder Woman casi me matan. Imagínate cómo reaccionaría un multitud cuando alguien robe un banco y yo aparezca para impedirlo. Gritarían aún más, muertos de miedo, presas del pánico...Mi historial no me favorece, sí...pero...Se supone que ya no soy así. -Explica, arrugando la cara.
-Tendrás que demostrarlo entonces...A mi ya me lo has demostrado, al menos. El cambio es lento, pero posible. -Le intento animar, mirándolo.
-¡Si he convencido a Batman, puedo convencer a cualquiera! -Sonríe animado, dirigiendo su mirada hacia mí. -Estoy deseando que lleguen las pruebas de mi ADN...Me mata la curiosidad...Tal vez con esa nueva, pero vieja, identidad, pueda cambiar del todo. -
-Puede ser...Prepárate. Voy a bajarte la comida. -Le aviso, dirigiéndome hacia la salida.
-Genial...me muero de hambre...Una pena que no sea hora del postre todavía… -Dice entre dientes. Y noto su mirada clavada en mi nuca.
Me sonrojo y suspiro, saliendo de la cueva.
Se quita de encima de mí, respirando deprisa y entrecortadamente, lo miro de reojo mientras se tumba a mi lado y trago saliva.
-Va...vale, lo retiro...Sí que podías hacerme gritar, y no de dolor… -Me dice, asintiendo lentamente. -No sé si me ha gustado más esto, o que me prepararas mi comida favorita para cenar. -
Alzo una ceja por la comparación y pongo los ojos en blanco.
-Algo me decía que tu comida favorita eran los macarrones...No te pega algo como...El kimchi japonés o el kuskús marroquí. -Él se ríe por mis palabras y sonríe divertido.
-No eran unos macarrones normales, Bats, no sé si cocinarás tú o qué, pero la comida está de muerte...No voy a caber por la celda cuando vuelva a Arkham. -Dice riéndose.
-Estás haciendo ejercicio… -Digo sin ninguna connotación.
-Uy uy uy, Batman...ESTO no es ejercicio...Esto es el mayor esfuerzo que he hecho en toda mi vida. Cada vez que lo hacemos tengo unas agujetas… -Arruga la cara recordándolo, viendo venir el dolor de mañana y se gira hacia mí, apoyando su mano en una de mis clavículas. -Pero merece la pena...Cada maldito segundo merece la pena. -Entre dientes, me habla, mirándome a los ojos a través de la capucha. -Te estoy hablando en serio, Bats. Cuando estoy contigo siento que me han matado y estoy en el cielo...Y joder si sienta bien. -Sonríe.
-...Me alegro. -Digo, levemente acongojado por la intensa emoción que pone en sus palabras, la cual se refleja en sus facciones también. -Yo también siento lo mismo, Joker… -
-Oh, Baaats… -Sonríe más y se abalanza sobre mí, rodeándome el cuello con los brazos y apoyando la cabeza entre mi hombro y mi cuello, siento su boca y su aliento caliente cerca de mi clavícula. Un escalofrío me recorre la columna vertebral. Sigo sin acostumbrarme a esta...cercanía con él. -No sabes lo feliz que estoy...Parezco una niña de trece años con su primer amor pero, ¡así es como me siento! ¿Quién iba a decir que cuando dejara de ser el payaso que era antes, sería mucho más feliz? O feliz, a secas. Una ironía. -
-Sí...¿Antes no eras feliz? -Puntualizo, ladeando la cabeza para mirarlo.
-Mh. -Pensativo, alza la cabeza, mirándome. -...No, no lo era. Me odiaba a mí mismo y a los de mi alrededor. A todo el mundo en general...Hasta te odiaba a ti, en cierto sentido…Un sentido muy pequeño y sin importancia, pero lo hacía… -Asiente, desviando la mirada. -No sé, no era capaz de diferenciar qué era culpa de los demás y qué mía...O simplemente qué estaba bien o mal...Qué era ser...Racional. -Achica los ojos, filosofando su respuesta. -Y tú representabas todo aquello que no sabía, o que no podía alcanzar. Por eso te quería. Por eso y porque me pones como una moto, pero… -Me mira y sonríe pícaramente.
Me sonrojo y arrugo la cara.
-No exageres. -Digo, desviando la mirada.
-No exagero, Bats. Me dijiste que no mintiera… -Mueve su mano hasta la mía, agarrándola, y la baja hasta que me la pone sobre su pene, que empieza a endurecerse de nuevo. -Y no te estoy mintiendo. -Deja de sonreír, mirándome decidido.
Lo miro fijamente, sosteniéndole la mirada, con mi mano inmóvil, ahí, tan serio como él me mira.
-No han pasado ni diez minutos desde que… -Me callo, sin saber como decirlo sin que suene...sucio.
-Desde que nos corrimos. Lo sé. ¿Pero qué quieres que haga?...Estoy desnudo...encima de Batman, que también está desnudo...En realidad es culpa tuya. -Frunce el ceño, mirándome.
-...¿Mía? -Contesto, arrugando la cara molesto.
-¡Sí, caballero, suya! Si no estuviera tan bueno, yo no me pondría así… -Se ríe entre dientes, incapaz de seguir igual de serio y se acerca a mí, para empezar a besarme.
Ladeo la cabeza para facilitárselo y aparta su mano de la mía, dejando de agarrarla. Posa sus dos manos en mis mejillas y, sin pensar demasiado, o nada, aprieto lo que tenía en mi mano.
Instantáneamente, pega un brinco y me mira con los ojos como platos, sonrojado como nunca lo había visto.
-¡Bats, joder! -Me grita, totalmente inmóvil. -Ten cuidado con...lo que tienes entre manos, amiguete… -Se ríe nervioso, bajando la vista unos instantes. -Uf… -Se vuelve a reír y me mira, como esperando mi próximo movimiento.
-¿He puesto nervioso al Joker?… -Pregunto. No me reconozco en la voz. Ni en mis actos.
-Nervioso no, lo has empalmado del todo...En un instante. Chas...Y ya. -Asiente.
En cuanto lo dice, noto como su miembro, entre mis dedos, se endurece y toma consistencia, casi puedo sentir cómo palpita en mi mano. Trago saliva, no sé qué estoy haciendo, o simplemente, por qué lo estoy haciendo.
-¿Esto te pone? -Pregunto, desconcertado.
-Batman me está agarrando el asunto...Claro que me pone. -Sonríe y me besa, apoyando una mano en mi pecho. -Y duele...pero es un dolor dulce...Una deliciosa tortura, si me lo permites… -Ladea la cabeza, conteniendo un gemido.
Un poco de líquido pre seminal sale de su miembro, bajando por él hasta llegar a mis dedos, que se escurren levemente. Arrugo la cara, viajando entre su cara y mi propia mano, no sabiendo qué pensar o sentir sobre lo que veo. Muevo la mano, alejándola lentamente y soltándolo.
-No, Bats. No. -En un movimiento rápido, me agarra la mano y la vuelve a acercar. -No puedes hacerme esto. Te voy a dejar jugar conmigo todo lo que quieras...Pero esto no. -Se ríe, casi puedo oír la desesperación en su voz. -Ni se te ocurra. -
Trago saliva y lo vuelvo a agarrar, con cuidado. Él emite un jadeo ahogado, y araña el colchón con la mano libre.
-...¿Harley te hacía estas cosas? -Conmocionado por la situación, arrugo la cara confundido, en cuanto la pregunta sale de mi boca sin pensar. Me arrepiento al momento.
-...¿Qué?… -Pregunta, sin dar crédito a lo que oye. Gime y apoya la frente en mi hombro, aguantando como puede. Ahora quiero saberlo.
-¿Que si Harley también te hacía esto? ¿O si te hacía gritar igual?...¿O si te hacía revolverte así? -Lo miro atento, muerto de curiosidad.
-Ogh… -Resopla, moviendo la cabeza despacio. ¿Está evitando el tema?
Los celos me intoxican. Me ciegan. Me nublan la poca capacidad de razonamiento que me queda cuando estoy con él. Y me hacen hacer cosas insólitas.
Tiro levemente de mi agarre y oigo como emite un gemido agudo, desgarrado. Clava las uñas en mi antebrazo, descargando la tensión que le recorre ahora mismo.
-¡Bats! -Me regaña, levantando la cabeza para mirarme. Tiene el ceño fruncido, está sonrojado y arruga la cara. Esto le está costando pasarlo. Al igual que a mí me está matando la curiosidad, a él, le mata el placer, el momento anterior al orgasmo, lento y doloroso.
-Contesta. -Le digo, autoritario, sin un ápice de remordimiento en mi rostro, aunque sí por dentro, en lo más profundo de mi consciencia.
-Mmh… -Jadea, cerrando los ojos, mueve las caderas levemente, sin apenas moverse, necesita alivio.
Frunzo el ceño, empezando a cansarme y doy rápidamente la vuelta, aprisionándolo contra la cama, con mis rodillas a cada lado suyo y mi mano firme, sobre su miembro. Él vuelve a jadear por el brusco movimiento y entre abre los ojos, mirándome. Respira despacio y el sudor le baja por la frente.
-Que si Harley te hacía esto, Joker… -Vuelvo a preguntar, impaciente.
Apoyo una mano en el colchón, al lado de su cabeza.
-...Bats…Yo… -Gime cuando vuelvo a mover la mano y traga saliva, agarrándose a las sábanas. -¿Cuánto más vas a...torturarme? -Pregunta, mirándome levemente, entre cerrando los ojos, concentrándose en las sensaciones.
-Esto te gusta...Pararé cuando me respondas. -Le digo, tenaz.
-Pues...nunca te lo diré. -Sonríe y ladea la cabeza, frunciendo el ceño. -Agh… -
Alzo una ceja y aflojo mi mano, apenas rozándolo.
-Como quieras. -Con parsimonia, me incorporo, alejando mi cara de la suya.
Abre los ojos en cuanto lo nota y me mira con urgencia.
-¡No! ¡No te vayas! -Me grita, asustado y enfadado. Me agarra de la mano y resopla. -Vale...Te...contestaré...Pero termina. -Casi susurrando, baja la cabeza, mirándome. -Por favor… -Me suplica, sin sonreír.
-Cuanto contestes. ¿Esto te lo hacía Harley? -Repito.
-¿El qué?...Hacemos muchas cosas, Bats… -Dice cansado, queriendo terminar ya, literal y metafóricamente hablando.
-Todo. Todo lo que hacemos...¿Qué te hacía? ¿Cómo? ¿Y por qué te gustaba? -Pregunto, insistente. -Quiero saberlo todo. -
Me mira durante unos segundos y suspira, cerrando los ojos unos instantes.
-Eso pasó hace mucho...Hace...más de un año o más que no estoy con ella. Nos separaron en Arkham y luego ella se fue con el escuadrón ese de Waller. Probablemente ni se acuerde de mí… -Dice vagamente, no da detalles. -Yo ya te tengo a ti ahora, Batman, ¿qué importa lo demás? -
-Importa, y mucho. -Recalco, frunciendo el ceño. -...¿Qué era lo que más te gustaba que te hiciera? -Le pregunto, sin reparos. Ya no hay lugar para ellos.
-...Oh, Bats… -Por primera vez, veo que el Joker siente reparo; hasta vergüenza en hablar de esto. Niega con la cabeza, arrugando la cara. -Te juro por el hombre que tengo encima que no era nada comparado con lo que hago contigo. -Me dice, asintiendo.
-Contéstame a esa pregunta. Y te dejaré en paz. Terminaré con esto… -Empiezo a mover la mano y él se incorpora, apoyando los codos en el colchón para tener plena vista de lo que hago, impaciente. -Pero antes. -Paró mi movimiento. -Responde. -
-Joder… -Dice, resoplando, echando la cabeza para atrás. -...A Harley...le gustaba que...lo hiciéramos en sitios peliagudos...En tu batmóvil. Por ejemplo. O…en la oficina de Lex. -Entre cortadamente, va soltándolo todo, por fin. -...A mi...me gustaba que… -Lo oigo tragar saliva, y veo cómo se sonroja.
-Dilo. -Le incito, mirándolo fijamente.
-Me gustaba que...Me atara. Y que cogiera a alguno de mis chicos… -Hace una pausa, pensando en lo que va a decir. -Y que se lo follara mientras yo miraba, incapaz de moverme o intervenir. Me gustaba ver como...se retorcía de placer. Mientras que el otro, muerto de miedo por la situación, no sabía donde meterse. -Al final, se calla, levantando la mirada hacia mí, rendido.
Lo miro durante unos pocos minutos, procesando su respuesta. Estoy sorprendido.
Aunque no sé qué me esperaba.
Él me mira, impaciente y arruga la cara, la espera se le está haciendo eterna mientras que yo viajo por mi mente, barajando qué hacer o cómo tomarme esta nueva información.
-Bats...¡Bats! -Me llama con urgencia. -¡No sé qué mas contarte! -Se sonroja.
-Suficiente. -Digo, saliendo de mis pensamientos.
Lo empujo, haciendo que se tumbe en la cama y apoyo mi mano en su pecho, aprisionándolo. Empiezo a mover la mano a buen ritmo y veo cómo todo él se tensa, y la euforia recorre su mirada.
Gime fuertemente, asintiendo y mueve las caderas al ritmo impuesto por mí, ansioso de escalar la montaña hacia el orgasmo.
Se revuelve debajo de mí y alza una mano, que pone detrás de mi nuca, tirando hacia él para besarme.
Nos besamos insistentemente, demandándonos el uno al otro. De vez en cuando, él se separa bruscamente, emitiendo gemidos descontrolados, buscando respirar de nuevo.
Mi mano sube y baja por su miembro mientras que, con los ojos, lo fulmino, examinando cada una de sus expresiones y viendo como sus músculos de la cara se contraen con cada movimiento que efectúo sobre él. Su propio líquido ayuda a que mi mano se mueva mejor, y esto no hace más que incrementar sus sensaciones.
Volvemos a besarnos y esta vez soy yo quien para, notando el orgasmo a la vuelta de la esquina.
-Dilo. -Le digo, taladrándolo con la mirada.
-¿El qué?… -Dice, desconcertado, con el cercano orgasmo rozándole.
-Di que soy mejor que ella...Di que solo yo te vuelvo loco. Di que me quieres solo a mí. -Le recito, casi sin hacer pausas al hablar, como cuando Flash habla a toda velocidad. Él arruga la cara, sin entender muy bien a qué me refiero.
Sin avisar, de repente, paró mi movimiento. En un abrir y cerrar de ojos. Y puedo ver la histeria y desesperación que crecen en sobremanera en sus ojos.
-Quiero que lo digas. Alto y claro. -Le explico, recorriendo una de sus piernas.
-...Eres mejor que ella, Batman...Eres mejor que todos los malditos seres de este planeta. Me vuelves loco...y como no termines en este maldito momento, voy a perder la cordura que estoy recuperando. Solo te quiero a ti. Pero como no sigas, lo único que voy a querer hacer contigo...es matarte. -Apoya una mano a cada lado de mi cara, frunciendo el ceño. -Sigue maldito cabrón… -Me pide, entre dientes, al borde de perder los nervios.
-Gracias… -Le contesto.
Automáticamente después, continúo con mi tarea. Me muevo a un ritmo frenético, rápido. Se hace visible en su cara, y se escucha por toda la cueva.
El Joker gritando, gimiendo de placer por mí.
Estoy seguro de que, si la cueva no estuviera altamente insonorizada, Alfred bajaría con una de sus escopetas en mano, creyendo que están torturando a alguien.
-Sí...Sí...Así… -Empieza a decir, rodeándome la nuca, hablando a milímetros de mi boca.
Junta su frente con la mía y sé que ha llegado por cómo me araña el cuello, cómo se contrae y cómo se corre fieramente en mi mano. Además del grito potente que me truena los oídos, haciendo que arrugue la cara.
Respirando deprisa, lo suelto lentamente, apartando mi mano de él.
-Me...estoy mareando… -Ladea la cabeza, alzando los ojos para mirarme.
-Exagerado… -Le digo, sonriendo levemente, henchido de orgullo por dentro.
-¿Exagerado? ¿Alguna vez has montado en una atracción de veinte metros de alto y te han tirado a toda velocidad desde ahí arriba?...Bueno, pues eso se aproxima levemente a lo que acabo de sentir yo. -Asiente deprisa, resoplando, intentando recuperar la respiración normal.
-¿Eso significa que te ha gustado? -Le pregunto, escéptico.
-Pues claro que me ha gustado, Bats...¿No me has oído gritar? Mañana voy a estar afónico. -Se queja, acariciándose la garganta. -Aunque...ha habido momentos...duros. -Frunce el ceño, mirándome. -No sabía que Batman chantajeaba a sus criminales con pajas para sacar información...ESA clase de información, además. -Frunce más el ceño. ¿Está molesto conmigo por eso? Bueno, está en su derecho. Tal vez...me pasé.
-Batman no está de servicio ahora mismo...Solo...necesitaba saberlo, personalmente nada más. -Intento quitarle hierro al asunto. Cosa que parece complicada, dado que casi le dejo sin terminar por ello.
-...¿Son celos lo que noto? Vamos Bats…Estamos hablando de Harley...¿De verdad crees que me gusta más que tú? Ni siquiera sé si me llegó a gustar en algún momento, si te soy sincero. -Asiente, sonriendo.
-¿En serio? -Le pregunto, sorprendido. -¿Y por qué…? -
-¿Por qué siempre íbamos juntos? ¿Por qué follábamos entonces? -Me corta, sin un ápice de vergüenza ya. -Porque estaba solo, estaba sola...Harley y yo éramos una bomba química, nos complementábamos bien. En la cama y fuera de ella...Aunque también teníamos nuestros problemas. Ella se pensaba que vivía para el crimen. Y no era del todo así. Harley me inmortalizaba diariamente, tenía una imagen ideal de mí...Y no siempre estaba de humor para cumplir con sus expectativas. Que fuera un payaso no significaba que estuviera siempre de guasa. -Me mira, encogiéndose de hombros.
-Ya… -Le digo, pensando en sus palabras.
-¡Pero paremos de hablar de mí! Que le den a Harley, ahora solo estás tú y yo...y él… -Dice, agarrando mi pene. -Necesito mi postre ya…Lo de antes ha estado bien...Muuuuy bien. Créeme. -Asiente despacio, sonriendo. -Pero ahora tengo que devolverte el favor, y espero estar a tu altura porque sino… -Se ríe susurrando, tumbándome para quedar él encima.
Le sigo el rollo, tumbándome sin rechistar y lo miro atento, expectante...nervioso. Se sigue riendo y baja la vista a mi entre pierna, acariciándome las caderas.
Acerca su mano a la punta de mi pene, y justo cuando va a tocarlo con el dedo índice, una alarma, con un ruido atronador, resuena en toda la cueva.
Las luces amarillas parpadeantes, que emite el batordenador inundan la estancia.
Nos miramos. Él con un tic nervioso en el ojo, porque sabe que me tengo que ir. Y yo lo miro serio...porque también sé que me tengo que ir.
-Voy a matar al responsable de esto… -Dice, mirando la pantalla del ordenador mientras salgo de debajo de él y me empiezo a vestir deprisa.
El buzón de voz de la batcueva salta al no cogerlo a tiempo, y la voz de Gordon empieza a sonar.
-¡Batman! Te necesitamos urgentemente aquí, Harley Quinn… -Dos disparos se oyen al fondo, se acerca alguien, pistola en mano. -¡Mierda! ¡Atrancad la puerta, que no entren! ¡Quinn está asediando la comisaría, quiere hablar con Batman y el Joker de inmediato, o detonará las supuestas bombas que ha instalado!… -Otro disparo más, el jaleo y el bullicio colectivo se oyen de fondo. -¡Primero los rehenes, luego ellos! ¡Vigilad a Quinn! -Oigo como corre Jim, teléfono en mano. -A la mierda...Ponme en contacto con el Joker cuando oigas esto. ¡Vamos a ponerlos en línea, intenta que diga lo que necesitamos, que calme a Harley! -Cuelga o se corta la llamada, y el silencio se apodera del lugar.
Miro al Joker, que ha estado todo el rato mirando al ordenador como yo. Me mira y asiente despacio.
-Hablaré con ella, Bats… -Su rostro se endurece, y enseña los dientes, gruñendo. -Va a pagarlo caro por interrumpirnos. -
-Bien, iré a prepararlo todo. -Asiento deprisa, salgo rápido de la celda y cierro, directo a prepararlo todo.
Lo llevo hasta la silla del ordenador, y lo esposo a los brazos de esta cuando todo está listo. Se ha vestido y se ha peinado hacia atrás, como acostumbra a hacer desde hace poco...Le queda bien.
Céntrate Bruce. Esto es serio. Hay vidas en juego.
Será una retransmisión con vía de audio e imagen, para que Harley no sospeche. Un croma detrás de él, ocultará nuestra posición, la batcueva. El Joker me observa moverme y teclear en el ordenador, preparando la retransmisión.
Llaman de nuevo a la batcueva y pulso el botón de aceptar llamada.
-Batman. ¿Todo listo? Tengo a Quinn delante, ha aceptado hablar...pero como sea mentira, accionará las bombas. -Dice Jim, con cierto miedo en la voz.
-Tranquilo, Gordon. Todo listo. Joker está preparado. Conecta la cámara al proyector de la comisaría...Estad atentos en todo momento, por si acaso reacciona mal. -Le aviso, precavido.
-La voy a matar… -Le oigo decir detrás de mí, gruñendo.
De pronto, en la gran pantalla del ordenador, aparece toda la comisaría. Gordon, Bullock y García, están en el despacho de comisario y los demás policías están delante de él, haciendo de barrera y apuntando a Harley, que mira a todos los lados, con su bate y una metralleta en las manos. Varias docenas de matones suyos apuntan a los policías, protegiéndola.
La chica da un brinco al ver al Joker y su cara se descompone en alegría.
Espero paciente a su lado, de brazos cruzados, atento a todo lo que pase a continuación, por si tengo que salir corriendo. El batmóvil está preparado, listo para salir, al igual que la batala. He avisado a la liga, por si acaso…No me gusta meterlos en mis asuntos pero, he puesto a Cyborg a rastrear posibles bombas por el ancho y largo de Gotham.
-¡Pudin mi amor! -Grita exaltada. La cámara hace zoom, hasta centrarla a ella en el cuadro de imagen, y a unos cuantos matones más.
-Harley. ¿Qué coño haces? -Contesta, severo. Sin un ápice de alegría, broma o diversión en su voz.
-...Eh… -Dice, desconcertada. -Pero...Pudin...He...he venido para rescatarte. Hace...meses que no te veo y… -Su voz se apaga, poco a poco.
-¿Rescatarme de qué? Deja de hacer el imbécil y vuelve a la celda donde estabas. ¿Es que no ves que estás haciendo el tonto?...Me das asco… -Escupe, lo dice lentamente, dándole el peso necesario a sus palabras.
Lo miro de reojo, no muy seguro de si va por buen camino. Miro entonces a Harley, a través de la pantalla. Da un brinco y palidece.
-P...pero...Pudin...Yo...No quería… -Se entrecorta al hablar, sin saber qué hacer ahora. -Yo solo quería...te...te echaba de menos, Pudin. -Mira a la cámara, tan intensamente que le empiezan a brillar los ojos.
Va a llorar.
-¿Y la mejor forma de que vuelva contigo es haciendo de la comisaría de Gotham un queso agujereado? -Alza una ceja, confundido. -Además, no hace falta que hagas esto. No voy a volver contigo. Vete con tu amiga la vegana, vas a conseguir más que conmigo. -Asiente lentamente, mirando hacia otro lado.
Atónita, sin dar crédito a lo que está oyendo, se le escurre una lágrima por la mejilla. Los matones que se ven en la escena, miran confundidos al Joker. Es una sombra de lo que fue.
-Pudin...No digas eso, podemos arreglarlo...Podemos...Puedo ir a por ti. ¿Dónde estás? -Pregunta, esperanzada.
Me pongo tenso y lo miro, temiéndome lo peor.
-...No sé donde estoy. Y si lo supiera tampoco te lo diría. Bájate de ahí, y vuelve por donde has venido. Deja de joder a los demás. -Le gruñe, regañándola.
-Pero...Pudin… -Suspira y se baja del escritorio, se oyen gritos de los policías, asustados de que ella se mueva. -Por favor, Pudin...Escúchame...Sé que sigues ahí...Sé que estás ahí dentro… -Dice, acercándose a la cámara, hasta que solo se ve su cara. -Pudin, háblame… -Le suplica, casi en un susurro.
Arrugo la cara, temiéndome que lo vuelva a despertar, lo miro y él me devuelve la mirada, serio.
Mira la pantalla y frunce el ceño.
-Ya te estoy hablando, Harley...Suelta la metralleta. -Le pide. Le exige, más bien.
Se oye un ruido sordo, la metralleta chocando contra el suelo.
-Ahora suelta el bate. -
Otra vez un golpe, de madera esta vez. El bate cae al suelo. Harley se queda totalmente desarmada ante todo el cuerpo de policía de Gotham.
-De rodillas, Harley. No hagas movimientos bruscos. Despacio. -
El Joker le habla, suavemente, pero rígido. Exigente.
Harley baja lentamente, hasta que apoya las rodillas en el suelo, bajando la cabeza.
Sus sollozos empiezan a ser audibles a través de la pantalla. Y la imagen me duele hasta a mí. Harley levanta la cabeza, y sus ojos, llenos de lágrimas que caen por sus mejillas, son un espejo de su alma, la cual acaba de ser mutilada y destrozada.
-¿Qué le has hecho a mi Pudin, Batman?… -Sorbe por la nariz, tosiendo. -...¿Qué le has hecho?...¿Dónde está mi Pudin?… -Pasea sus ojos por la cara de él, no lo reconoce.
-Tu Pudin está muerto, Harley. Y esperemos que para siempre. -Contesta él, frunciendo el ceño. -Pon las manos detrás de la cabeza. Y vosotros. -Dirige la mirada hacia los matones. -Imitadla. Ya. -Entre dientes, gruñe.
Automáticamente, hacen lo que les ordena, poniéndose como Harley; de rodillas y con las manos detrás de la cabeza, totalmente desarmados.
-...Comisario...Arreste a esa gente, por favor. -Pido suavemente a Jim, sin salir todavía del shock.
El Joker, inmóvil en la silla, observa la escena, escudriñando a Harley con la mirada.
Jim sale del despacho, podemos verlo, puesto que la cámara se aleja, permitiéndonos ver la comisaría al completo. Las manos le tiemblan ligeramente y no deja de apuntarlos con la pistola. Mira a la cámara, al Joker, totalmente incrédulo. Este último le devuelve la mirada, impasible.
Traga saliva, sin creérselo todavía y se acerca a Harley Quinn, para esposarla. Después, los demás policías hacen lo propio con el resto de matones que la acompañaban. Gordon alza a Harley, para meterla en la celda.
-Un momento, comisario. -Puntualiza el Joker. Lo miro confundido. -Harley, escúchame. -
-Ah, ¡¿sí, Pudin?! -Se intenta limpiar las lágrimas, mirando a la cámara esperanzada.
-Como vuelvas a hacer algo de esto...Iré yo personalmente a por ti. Y no será para hablar o para hacer nada que te guste…Te arrepentirás de haberlo hecho. Y desearás estar en tu celda en vez de por ahí fuera, haciendo maldades… -Le avisa, tan frío como el hielo. -¿He hablado claro? -Pregunta, frunciendo el ceño.
-...S...sí, Pudin… -Dice, tartamudeando, blanca como el papel.
-Y no me llames Pudin. -Dice asqueado, esquivando la mirada.
Harley pega un brinco por esto último, y el llanto vuelve a ella, destrozándola de nuevo.
Gordon la aleja de la cámara, llevándola a la celda, sin saber muy bien qué acaba de presenciar, al igual que yo, supongo.
Vemos cómo van metiendo poco a pocos a los matones y el aire tenso, se va calmando. El teléfono de la batcueva empieza a sonar y sonar, recibiendo llamadas de todo el mundo. La Atalaya, Superman, Nightwing, Catwoman incluso...Todos han visto lo que yo. Todos tenían la señal que se retransmitía de la batcueva pinchada.
Y como yo, nadie da crédito a lo que acaba de ver. O a quién acaban de ver.
Gordon, una vez que ha encerrado a todos, se acerca a la cámara, confundido.
-Gracias Batman...Y… -Mira el Joker, callado. -...Gracias Joker. -Arruga la cara, más confundido. -Joder… -Niega con la cabeza. -Gracias...por favor, no vuelvas a perder la cabeza. Mi más sincera enhorabuena, Batman...No sé qué coño has hecho pero...Gracias. -Y sin más, la transmisión se corta.
Miramos la pantalla, que se ha quedado en negro durante unos segundos y después, cruzamos miradas. Él me mira, esperando a que diga o haga algo.
Le sonrío levemente y el teléfono vuelve a sonar, la primera llamada salta, y la imagen de la Atalaya aparece en pantalla. Casi todos están allí. Superman, Wonder Woman, J'onn, Hal, Flash…
Y todos ellos miran al sujeto que tienen en pantalla: El Joker. Yo, a su lado, apareciendo en segundo plano, los miro, callado.
-Vaya horas de llamar, caballeros… -Claramente, Joker es el primero en hablar, con un tono arisco y cansado.
-Tenemos que hablar...Batman. -Dice Superman, mirándome de reojo, puesto que no aparta la vista de él.
-Yo contigo no tengo nada que hablar, Superman. Todavía le debes una disculpa y que yo sepa, aún no tienes derecho a estar ahí sentado. Aún te queda tiempo de baja por tu agresión gratuita hacia mi protegido. -Me cruzo de brazos, mirando a J'onn.
-Oh, es culpa mía...Es que, bueno, Batman, esto ha sido insólito. Hemos venido en cuanto Cyborg nos ha avisado. -Se disculpa el marciano, bajando la cabeza.
El nombrado, aparece en la sala, con varios papeles en la mano.
-Sí, culpa mía. Tenía que avisarlos por si lo de las bombas era cierto. No sabíamos cuántas bombas eran, necesitábamos gente, Batman...Lo siento. -Asiente.
-¿Qué hay de las bombas? -Le pregunto, apoyando las palmas en el teclado, acercándome a la cámara.
-Eh… -Cyborg mira al Joker. -¿Delante de él? -Pregunta.
Giro la cabeza y lo miro de reojo.
-No creo que importe, está esposado en mi silla, en mi batcueva. -Recalco.
-Llévame a mi celda, Batman...Lo que haga Harley me da igual. -Dice, desinteresándose.
-No, tenemos que hablar contigo. -Dice exigente Clark, levantándose de la silla y señalándolo.
-Aquí el único que tiene que hablar eres tú con él, y solamente para disculparte, como hizo Wonder Woman. Al menos ella tiene vergüenza. -Contesto feroz, gruñendo. Clark se sienta, cruzándose de brazos. -Es tarde, Liga. Luego hablaremos. Sacad vuestras propias conclusiones de lo que acabáis de ver...Ah, y que Superman y Wonder Woman salgan inmediatamente de ahí, Detective marciano. -Digo, antes de colgar.
Aprieto el botón y la conexión se corta, dejando la pantalla en negro.
Bajo la cabeza, suspirando y lo miro. Él me mira también, sonriendo levemente por lo último que he dicho, por protegerlo.
-¿Bats?… -Pregunta, divertido, por no moverme.
Me acerco a él, inclinándome.
-Ven aquí… -Digo, sujetándolo de la barbilla.
Empezamos a besarnos y bajo la mano hasta las esposas que se ajustan a sus muñecas, aprisionándolas contra los brazos de la silla.
Cuando le libero las manos, gira las muñecas, palpándoselas por el leve dolor de la presión continuada. Me rodea el cuello y tira de mí hacia él, juntándonos más.
Tengo que parar el beso, puesto que se desboca más de la cuenta. Me separo y oigo como hace un mohín de desaprobación.
-Es muy tarde...Mañana. -Le digo, agachándome para desatarle los pies.
-Me merezco mi premio por portarme bien, Bats...¿Qué más da que sea tarde? Mañana puedo desayunar dos horas más tarde...O tres… -Dice, pícaro.
Levanto la vista hasta él, alzando una ceja.
-No me tientes… -Le aviso, volviendo mi vista a las esposas.
-¿Y si lo hago?… -Se ríe, moviendo la pierna que le acabo de liberar.
Mueve el pie de arriba a abajo, paseándolo por mi pecho, hasta mi abdomen. Lo coloca en mi miembro y juguetea con él.
-Para… -Le aviso, calmado todavía. -Estoy cansado, y tú también lo estás. Mañana haremos lo que quieras. Pero hoy, quiero dormir. -
Resopla y para de moverse.
-Aburrido. -Suelta, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos.
Termino de soltarle el otro pie y me levanto, señalando la celda.
-Detrás de ti… -Le digo, mirándolo.
Se queda mirándome unos segundos, analizando sus probabilidades, y yo entre cierro los ojos.
-...Uuuugh… -Se queja, entre dientes y, arrastrando los pies, anda hacia la celda, lentamente. -Vamos Bats...Ya que estoy fuera… -Gira la cabeza, mirando el batmóvil. Después me mira a mí, y sonríe.
Oh no. Ya sé lo que se le está pasando por la cabeza con mi coche.
-No. -Contesto, firme, sin que pueda hablar siquiera.
-No he dicho nada todavía, Bats...Peeeero… -Cambia su rumbo, y empieza a andar hacia el coche.
Esto no me gusta.
-Joker… -Le aviso, siguiéndolo más de cerca.
Se ríe y empieza a correr hasta el batmóvil, cuando llega, lo rodea y apoya las manos en la carrocería de este.
-Bats...Me falta mi postre y antes me has preguntado qué me gustaba...Y esto está en mi lista… -Dice, mientras me mira.
Lo miro frunciendo el ceño, mientras rodeo el coche lentamente para llegar hasta él, en silencio.
-Venga...Tómate el día libre mañana y...vivamos toda la noche...La noche es joven, ¿qué hora es? -Pregunta, girando para que no lo pueda alcanzar, rodeando el coche también, en la dirección contraria a mí.
-Casi las dos de la mañana...Muy tarde. -Contesto, firme. -Deja de jugar… -Le pido.
-Mmmh...No. -Sonríe. -¡Venga, Bats! Lo estás deseando...Casi tanto como yo. -Asiente, mirándome.
-No es cierto. Vuelve aquí. -Aumento mi ritmo, y él hace lo mismo.
Empiezo a perseguirlo de verdad, corriendo, al igual que él, mientras, se ríe divertido, se lo está pasando bien.
Muy bien.
Paro y apoyo las manos en el capó, mirándolo.
Respira despacio y me mira sonriendo.
-...Aquí no se puede hacer nada. No está diseñado ergonómicamente para esto. -Le digo, intentando convencerlo. -No es cómodo. -
-Oh, ¿ya lo has probado?...Pero bueno, Batman… -Sonríe pícaro. -¿Con quién? -Pregunta divertido.
-Con nadie…pero no es cómodo para eso. Volvamos a la celda. -Insisto, sonrojándome.
Recuerdo cuando Catwoman y yo nos lo montamos en los asientos de atrás...Hace ya tanto que ni me acordaba. Suspiro y lo miro. Algo me dice que si hago lo mismo con él, no se me va a olvidar en la vida.
Se acerca a mí, de repente, pasando el dedo índice por todo el coche mientras que avanza hasta donde estoy. Cuando está frente a mí, me mira.
-Probemos. Solo un poco...Y no hace falta que lleguemos hasta el final...Podemos comernos la boca y...si surge, ya nos comeremos otras cosas. -Se encoge de hombros, sonriendo.
Me sonrojo por sus palabras y arrugo la cara, negando con la cabeza.
-Que no podemos, Joker… -
-Ogh, venga, Bats, suéltate...Es TU coche, ¿quién te lo impide? Me has hecho cosas peores...Como lo de antes. -Frunce el ceño, recordándolo. -Venga...tú sígueme...Confías en mí, ¿no? -Pregunta, sonriéndome.
-...Sí...confío en ti. -Digo, no sueno muy seguro. Hasta yo me doy cuenta. Él también se percata de esto y suspira poniendo los ojos en blanco.
Me coge de la mano y me lleva hasta la puerta del piloto, la abre y señala el asiento.
-Siéntate. -Me dice, utilizando un tono parecido al que ha utilizado con Harley cuando le daba órdenes.
No muy seguro, le hago caso y me siento en el asiento, con los brazos a los lados, esperando. Lo miro y él sonríe emocionado al ver que le hago caso.
-Bien, ¡bien! -Grita exaltado. Pasa una pierna por encima de mí, sentándose en mis piernas, de cara a mí.
Muevo mi mano hasta la palanca del asiento, echándolo hacia atrás para tener más espacio y él me sonríe agradecido. Cierra la puerta del coche, dejándonos totalmente aislados del exterior.
Lo tengo cerca. Tan cerca que oigo como respira, y siento su aliento y respiración caliente en mi cara. Si nos quedamos en silencio, hasta oigo sus latidos, fuertes y levemente acelerados.
Está nervioso. Ansioso más bien.
Me coge las manos y las apoya en su espalda, bajándolas hasta su culo. Las deja ahí mientras sonríe y apoya sus propias manos en mi pecho, acariciándome.
-Por ahora estoy cómodo, Bats...Muuy cómodo… -Sonríe cariñoso. Yo asiento, sin estar muy de acuerdo con él.
...Aunque me gusta tenerlo encima. Así, de este modo.
Y en mi maldito coche...Estoy perdiendo las buenas costumbres.
Apoya sus labios en mi mejilla, dándome un beso delicado, después, va bajando por mi cara, hasta llegar a mi barbilla y mi cuello.
Me sigue brindando besos cálidos, y sube una de sus manos hasta mi cara, acariciándome la nuca y después la mejilla.
Suspiro tranquilo. No es para nada lo que creía que quería hacer conmigo, aquí.
Agarra una de las cremalleras de la armadura superior y tira para abajo para tener más hueco a mi cuello, y sentirnos piel con piel.
Al rato, suspira tranquilo y apoya la cabeza en mi pecho, abrazándome del cuello, rodeándome con los brazos.
-Ojalá no tuviera que volver a esa celda...O a Arkham. En esa celda al menos, te tengo a ti. -Dice, triste.
-Lo sé. A mi tampoco me hace gracia. Créeme. -Suspiro también.
Aparto una de mis manos de su culo y la apoyo en su cabeza, enredando mis dedos en su pelo. Apoyo la nariz en la parte superior de su cabeza, aspirando su aroma. Reconozco mi propio champú y sonrío en una extraña paz.
Es decir.
Estoy en el batmóvil. En mi batcueva.
Y con el Joker encima de mí. Acariciándome.
Acariciándonos.
En movimientos circulares, paso la punta de mis dedos por su cabeza, lentamente. Siento como me abraza más fuerte, pegándose todo lo que puede a mí.
Un pensamiento me cruza por la mente. Un deseo.
Quisiera quitarme la capucha. Estar de verdad con él. Sin máscaras de por medio. Como él lo está conmigo.
Recuerdo la pesadilla de la otra noche, y el estómago se me revuelve de repente. Sigo teniendo miedo, pero también quiero confiar en él. En todo. Tal y como él confía en mí.
Me muerdo el labio, arrugando la cara.
No puedo hacerlo.
No todavía.
-Joker… -Lo llamo, acariciándolo un poco más deprisa.
No recibo respuesta y alzo una ceja.
Muevo la cabeza hacia atrás, mirándole a la cara.
Sonrío levemente al mirarlo.
Con la expresión más pacífica que le he visto nunca, reposando la cabeza sobre uno de mis hombros y con la boca levemente abierta, respirando tranquilamente, el Joker se acaba de dormir encima mío.
Si esto no es confiar en mí, no sé qué lo será.
Acciono mi capturadora de retina de la capucha, para inmortalizar este momento.
Acto seguido, abro la puerta del coche, lo cojo en brazos con cuidado y lo llevo a la celda.
Ha sido un día largo.
