Abro los ojos lentamente, frunciendo el ceño por la luz que entra de repente en mis ojos. Miro alrededor.

Mierda.

Me quedé dormido en la celda, con él.

Giro la cabeza. Lo veo dormir tranquilo a mi lado. Suspiro y sonrío.

¿A quién quiero engañar?

Hacía meses que no dormía así...Desde que dormí con Selina aquella noche.

Me incorporo apoyando un codo en el colchón, y mi cabeza en mi mano. No siempre tienes la oportunidad de ver al mismísimo Joker dormitar a tu lado.

Acerco mi guantelete y miro la hora. Mh, apenas son las siete y media. Creía que era mucho más tarde.

Decido estar un rato más así, observándolo.

Cuando este despierta, abre los ojos despacio. Los párpados le pesan, y tarda en situarse de nuevo, puesto que ayer se durmió sobre mí, literalmente.

Pega un brinco cuando me ve a su lado y arruga la cara suspirando.

-Joder Bats...No hagas eso… -Sonrío levemente y lo miro divertido.

-Buenos días. -

-Hola… -Me mira de reojo, sentándose en la cama. -¿Desde hace cuánto estás ahí? -

-Desde que te metí aquí ayer...Te quedaste dormido en el batmóvil. -Le explico, tranquilo.

-...¿Cómo? -Pregunta, confundido. -¿Has...has dormido conmigo? -Parpadea varias veces, mirándome.

-Sí...¿No te has dado cuenta? Me has abrazado en varias ocasiones por la noche, creo recordar… -Alzo una ceja.

-Recuerdo abrazar a un murciélago gigante en sueños...Pero no sabía que estaba abrazando algo de verdad… -Arruga la cara, pensativo. -Jo, y me lo he perdido...Podría haberme despertado...O me podrías haber avisado de que ibas a dormir conmigo… -Dice molesto.

-¿Y qué más da? Te ibas a dormir de todas formas. Conmigo o sin mí. -Me encojo de hombros, mirándolo.

-¡Pues no, Bats! -Frunce el ceño. -Era la primera vez que iba a dormir contigo...quería ser consciente de ello...Dormirme mientras te abrazaba para asegurarme de que no te fueras...Despertarme antes que tú y mirar como duermes...Nunca he visto un murciélago dormir. -Dice divertido.

-Que no soy un murciélago de verdad… -Digo alargando las palabras, poniendo los ojos en blanco. -Bueno, no me has abrazado toda la noche, pero aún así no me he ido. Además, no me gusta que me observen mientras duermo. -Recalco.

-No, pero tú a mí sí que me has estado mirando...Y seguro que un buen rato. -Me recuerda, frunciendo el ceño.

Me sonrojo levemente y aparto la mirada.

-No mucho… -Miento. "Una media hora", pienso para mí. -Me voy a traerte el desayuno...arréglate mientras. -Le digo, levantándome de la cama.

-Vaaale… -Dice, estirándose y bostezando.

Salgo de la celda, andando hacia la salida que da a la cocina.

Al volver de darle el desayuno, Alfred me espera en la cocina, con su té y su periódico.

-Buenos días, Alfred. -Le digo, dejando la bandeja vacía en la mesa de la cocina.

-Y tan buenos, Señor. -Me dice, mirándome mientras me lanza el periódico por la mesa.

Alzo una ceja y me quito la capucha, cogiendo el periódico después.

En primera plana, y en mayúsculas, un titular reza lo siguiente "EL JOKER SALVA A CUARENTA Y SEIS POLICÍAS Y AL COMISARIO GORDON DE UN TIROTEO A MANOS DE HARLEY QUINN". Leo el titular de la Gotham Gazette, para después pasar al artículo en cuestión.

El periodista, Jack Ryder, comenta el altercado, entrevistando a policías que estaban allí. Hasta al propio Jim.

"Fue increíble. El Joker hizo entregarse a Quinn sin resistencia. No sé qué dio más miedo. Si eso, o que el Joker estaba cooperando con nosotros, sin querer nada a cambio. Tal vez los criminales sí que puedan redimirse después de todo. Incluso él.".

Sigo leyendo hasta que finalizo el artículo, es un cúmulo de confusión por parte de Ryder, y agradecimiento por parte de los policías presentes entrevistados. Tengo que enseñárselo al Joker.

-¿No va a decir nada? -Pregunta Alfred, impaciente por mi silencio.

-No hay nada que decir, Alfred… -Le digo, dejando el periódico en la mesa.

-Oh, hay mucho que decir, Señor. Demasiado me parece a mí. -Frunce el ceño.

Alfred no es tonto. Sé que el sabía que pasaba algo...pero tal vez con esto último, lo acaba de asegurar.

-Uno de los mayores criminales está cooperando con la policía. Con usted, Señor Wayne...Hablamos del Joker, maldita sea… -Alfred nunca dice palabras malsonantes. Y si las dice, es que está muy contento o muy enfadado.

En este caso, me inclino por lo segundo.

-Mira, Alfred...Lo estoy cambiando para mejor...solo eso. -Asiento, mirándolo. -Él y yo nos entendemos, ya está. Solo necesitaba eso, alguien con quien hablar y...desahogarse. -

-Bien...Ahora respóndame a esto. -Empieza. Lo miro paciente, escuchándolo. -...¿Con quién ha dormido hoy? Y no me mienta. Cuando empezó a sonar la alarma de la batcueva, fui a avisarle, y no estaba en la habitación, por lo que supuse que ya estaba ahí abajo...Pero luego no llegó a subir. -Entre cierra los ojos, escudriñándome con la mirada.

Me quedo unos segundos mirándole, y suspiro, derrotado.

Allá vamos.

-Está bien… -Bajo la cabeza, incapaz de mirarle para decir lo que voy a decir. -...He dormido con él. -Suelto, arrugando la cara, temiendo su reacción.

-¡Lo sabía! -Dice, dando un golpe en la mesa, cabreado. -¡¿Pero en qué demonios piensa?! -Me echa la bronca, levantándose de la silla y acercándose a mí. -Quedamos cuando empezó esto en que no se traería el "trabajo" a casa...Con la Señorita Kyle vale, porque no era trabajo, pero él...Él… -

-Él no es trabajo, Alfred… -Digo. De perdidos al río. Si tengo que hablar, lo soltaré todo.

-...¿Qué acaba de decir? -Atónito, con los ojos saliéndose de sus órbitas, me mira en shock. -Señor Wayne...¿de qué me está hablando? -Se acerca a mí, mirándome a los ojos, obligándome a cruzar miradas con él para corroborarlo.

-Que él no es trabajo...Ya...ya no lo es. -Lo miro, el miedo se apodera de mí, y se hace visible en mi cara.

-...Ay dios...Que habla en serio...Está hablando en serio...¿Lo está? -Pregunta, agarrándome el brazo. -...Lo está… -Asiente deprisa, soltándome, abriendo los ojos en demasía, sin creerse lo que está oyendo. -¿Pero usted se ha vuelto loco? ¿Ha perdido la cabeza acaso?...Estoy por llamar a la liga, que vengan y se lo lleven y… -Le cortó, para que no siga desvariando.

-No. -Niego rotundamente, y me mira. -No vas a llamar a nadie, Alfred. Ni a la liga, ni a Gordon, ni a nadie. -Parpadea varias veces, escuchándome. -He dormido con él hoy...pero llevo casi desde que vino...acostándome con él. -Me sonrojo, mirando al suelo, no sé donde meterme.

Ojalá la tierra me tragase ahora mismo.

-Y desde entonces, lo he entendido, lo he escuchado y...ahora le quiero. -Trago saliva. Esto es difícil de decir, y más a alguien como Alfred, mi padre prácticamente. -Siento que es la única persona que me comprende, que me escucha de verdad...A su manera, pero gracias a él no me odio a mí mismo. Duermo feliz por las noches, porque sé que hay alguien ahí fuera que se muere por estar conmigo. No por mi dinero, por mi cara bonita o por mi maldita casa...Por mí. Y solo por eso, merece la pena. -Levanto la vista, decidido. -Y si además de eso, puedo ayudarle a ser mejor persona, lo haré. Porque gracias a mí, y a su esfuerzo, está saliendo del pozo de locura donde estaba metido...En todo este tiempo, no me ha atacado...¿Recuerdas cuando casi muero desangrado ahí abajo? Bueno, fue él quien me salvó la vida… -Alfred me mira atónito, escuchando cada palabra que sale de mi boca. -Él y no las dos bestias que vinieron con los puños por delante y le partieron la cara, moliéndolo a palos. -Frunzo el ceño, volviendo a bajar la cabeza. Apoyo una mano en la mesa y resoplo.

Veo como Alfred se acerca a mí deprisa y me abraza, fuerte. Despacio, lo abrazo también, mirándolo con la ceja arqueada.

-...Lo siento, Señor… -Dice, con un nudo en la garganta. -No...no sabía que estaba pasando por todo esto y yo no quería… -Le acallo, negando con la cabeza.

-No pasa nada, Alfred...De verdad que no, es comprensible que quieras protegerme pero...como le digo a todos, lo tengo controlado. -Sonrío levemente. -No he estado más seguro en mi vida, aunque parezca irónico. -Le acaricio la espalda y él suspira, separándose de mí.

-Creo que voy a sentarme… -Asiente y se sienta en la silla, asimilándolo.

Le sonrío y me siento a su lado.

-Tiene que dejar de jugarse la vida por esta ciudad, Señor… -Me sonríe cansado y vuelve a mirar al suelo. Me río levemente y asiento.

-Esto lo hago por mí y por él, Alfred, no por la ciudad...Eso es algo a consecuencia…Aunque también lo hago por ella. -

-...Y...¿ya sabe que usted es...Bruce Wayne? -Me pregunta, con miedo.

-No, no lo sabe...Tuve una pesadilla con ese asunto y...todavía no me atrevo a decírselo. Estoy esperando a los resultados de ADN que hicimos hace unos días. -

-Oh, a saber qué sale…No quiero ser prejuicioso pero...Nada bueno, seguro. -Suspira, mirándome. -Me alegro de que me lo haya contado, supongo...Aunque ahora a ver como riego las plantas tranquilo. -

-¿Eso era un chiste? -Pregunto, alzando una ceja mientras sonrío.

-Un intento… -Sonríe y se levanta. -A decir verdad, lo veo más feliz, Señor...y eso es lo único que me importa. Y a él también le veo mejor, claramente mejor, vaya. -Dice, señalando el periódico. -Tenga cuidado, Señor...Si le llegara a pasar algo, no me lo perdonaría. -

-Lo sé, Alfred...Tranquilo. -Le sonrío tranquilo y él asiente.

Da media vuelta y se dirige al jardín trasero. Suspiro. Me acabo de quitar un gran peso de encima, y se siente de maravilla.

Miro el reloj y corro a mi cuarto, será mejor que me arregle antes de llegar tarde a la oficina.


La mañana transcurre tranquila y aburrida. Unas cuantas reuniones para ultimar el nuevo Arkham, programa las nuevas acciones de caridad del mes de parte de Empresas Wayne, renovar el convenio con laboratorios STAR...Nada nuevo.

Son entorno a las once de la mañana, estoy en mi despacho, girando la silla rotatoria de mi escritorio y navegando por la web sin un lugar concreto. Miro mi reloj inteligente y tecleo la clave para acceder a las cámaras de vigilancia de la batcueva.

En concreto, las de la celda del Joker.

Y entonces lo veo. Sonrío.

Está jugando con la tableta recreativa de Lucius. Un ajedrez contra la CPU...Alzo la ceja, va perdiendo. ¿Acaso es muy difícil? ¿Qué nivel tiene la IA programado?

-Ojalá supiera jugar a esto… -Le oigo decir a través de los altavoces del reloj.

Me río divertido al oírlo y niego con la cabeza sonriendo.

Tengo que enseñarle a jugar.

Oigo como tocan a la puerta dos veces y cierro inmediatamente la app de las cámaras. Me acomodo en la silla, recto y doy permiso para entrar.

-Adelante. -

Una de las chicas de la oficina se asoma sonriendo, con dos cafés.

-Buenos días, Señor Wayne… -Me dice, avergonzada. -Le traigo el café...No sabía como lo quería así que le traigo descafeinado y normal. -Asiente, carraspeando.

-Oh, buenos días, pase pase. Me gusta el normal...el día es muy largo. -Asiento. -¿Y Margaret? Normalmente lo trae ella… -Digo confundido.

-Ah, bueno, se jubiló hace unos cuantos días, Señor...Soy Rose, encantada. -Me sonríe tímida, dejando el café en mi mesa. -Soy nueva y no conozco mucho sus gustos...pero los conoceré. -Asiente, se yergue mirándome. -¿Algo más? -Me pregunta, amable.

-No, nada más, gracias Rose. -Le sonrío. -Espero que Empresas Wayne sea un lugar acogedor para ti. No había leído que Margaret se había jubilado… -Digo, sin salir de mi confusión. -De igual manera, me alegro de tenerte con nosotros. -Sonrío más mirándola y ella se sonroja, apartando la mirada.

-Oh, lo es, Señor, todos son muy amables. -Asiente deprisa. -Muchísimas gracias Señor, lo haré lo mejor que pueda. -Me sonríe nerviosa y la veo salir a toda prisa de mi despacho.

Me quedo mirando la puerta unos segundos y me encojo de hombros. Cojo el café y empiezo a bebérmelo despacio mientras sigo navegando por la red, esperando a que llegue la hora de irme.


-Oh...Te he echado taaanto de menos… -Me dice el Joker, sonriendo.

Ya es de noche, estamos en su celda y solo tengo puesta la capucha y los calzoncillos. Él, está desnudo de cintura para arriba.

Solo nos hemos visto a la hora de comer y cuando he vuelto a casa de la oficina, ya anochecido para darle la cena.

Me empuja, empotrándome contra la pared suavemente, sigo siendo más fuerte que él. Sonrío y lo miro, alzando los brazos y manteniéndolos detrás de mi cabeza.

-Yo también te he echado de menos...Ah, y algún día te enseñaré a jugar al ajedrez. -Le sonrío más, divertido y él me mira frunciendo el ceño, dejando de sonreír.

-...Cada vez que me espíes podrías avisarme. Estás cogiendo una manía muy mal sana, ¿eh, Batman? -Dice molesto.

-Deja de gruñir y ven aquí…¿No me has echado tanto de menos? -Pregunto, ladeando la cabeza.

Me mira y sonríe, acercándose a mí hasta que nuestro labios chocan y nos empezamos a besar. Me recorre el pecho con las manos, y después baja una de ellas hasta mi cadera y mi muslo. Bajo los brazos, acariciándolo también.

-La espera merece la pena...Sí, señor… -Sonríe, entre beso y beso. -Incluso portarse bien merece la pena, joder que sí. -Asiente deprisa.

-Ssssh… -Le acallo, volviéndolo a besar. Enredo mis dedos en su pelo y él clava las uñas levemente en mi pecho, recorriendo las cicatrices pasadas. Algunas, hechas por él mismo.

-¿Qué te ha pasado?… -Pregunta, separándose. Me mira achicando los ojos, medio sonriendo.

-Nada...¿Por qué lo dices? -Alzo una ceja, mirándolo.

-Estás...eufórico...Feliz. Normalmente estás más callado y no te sueles mover, soy yo el que hace toda la acción. No te confundas, me gusta verte así...Por una vez no voy a follar con el murciélago gruñón. -Asiente sonriendo.

Frunzo el ceño, mirándolo.

-Es broma… -Se ríe, besándome de nuevo. -Sé que no eres un murciélago de verdad… -Dice canturreando, obviando la parte de "gruñón".

-¡Oye! -Quiero rebatirle, pero utiliza mi técnica de acallar con besos y me impide que me queje.

Niego con la cabeza sonriendo levemente y él baja de mi boca a mi cuello, dejando un reguero de besos allá por donde pasa. Alzo la cabeza, girándola, para darle más hueco libre y él me muerde levemente, jugando.

Sonrío, me hace cosquillas.

-Estoy deseando llegar aquí abajo… -Susurra, subiendo hasta mi oído, mientras apoya una mano en mi paquete. -Vas a ser todo mío...Toodo mío… -Se ríe en un susurro, para después morderme la oreja.

Me sonrojo repentinamente y un escalofrío me recorre el cuerpo de arriba a abajo.

-No corras...Tenemos toda la noche. -Le aviso, apoyando la cabeza en la pared, al igual que la espalda.

-No pienso correr...Aunque… -Empieza a mover la mano, tentándome. -Tal vez lo haga. La impaciencia me está matando, Bats… -Alza la vista hasta la mía, sonriendo.

Sus ojos verdes, brillantes, ligeramente cerrados, analizan los míos. Esos ojos, que hace escasos meses me transmitían pavor, ahora son el motor de mi vida. Acerco mi cara a la suya y le beso intensamente, con una mano en su nuca para evitar que se separe de mí, posesivamente.

Él me responde al beso, continuándolo e incrementándolo.

Baja la mano a mi cadera e introduce la otra mano en mis calzoncillos, directa a mi miembro. Lo agarra firmemente y yo me separo, mirando hacia abajo y arrugando la cara.

Aprieto los dientes para no emitir sonidos y lo miro, sonrojado. Él sonríe con superioridad y empieza a mover la mano hábilmente, despacio en un principio, incrementando el ritmo poco a poco, paulatinamente.

Echo la cabeza hacia atrás, apoyando las manos en sus hombros y la espalda en la pared de cristal. El frío del cristal, contrarrestando con mi ardor, hace que me den escalofríos repentinos. Me encantan.

Alza la mano libre y apoya el pulgar en mis labios, bajo los ojos hasta él, me mira fijamente. Empieza a hacer fuerza hasta que su dedo entra en mis labios, después, en mis dientes, tira levemente hacia abajo, haciendo que abra la boca. Trago saliva y entre cierro los ojos, dejándolo hacer. Los gemidos, liberados, empiezan a salir de mi boca, sin que pueda hacer nada para remediarlo.

-Es música para mis oídos, Bats… -Me dice, sonriendo, disfrutando mientras me oye gemir levemente.

Me sonrojo y le muerdo el dedo, él me mira divertido e introduce aún más el pulgar.

-Chúpalo. -Me pide, haciendo que me sonroje aún más. -Quiero que lo recorras con tu lengua. -

Muevo mi lengua hacia el dedo, rodeándolo con ella y succionándolo de vez en cuando. Él arruga la cara, mordiéndose el labio por lo que está viendo. Mientras, sigue moviendo su mano alrededor de mi miembro.

A los pocos minutos, aparto la boca, empezando a gemir más profundamente, miro hacia abajo de reojo y vuelvo a apoyar la cabeza en la pared.

El Joker saca la mano y lo miro confundido. ¿No irá a hacerme lo que le hice yo?...Lo merezco. Pero no lo quiero.

Me sonríe, divertido.

Y entonces, sé que efectivamente, va a hacérmelo.

-Vamos a ver, Bats… -Me dice, acariciándole el vientre y la espalda. -¿Quién fue la última persona con la que te acostaste?… -

-...Tú. -Respondo, intentando acortar lo máximo posible la tortura.

-¡Vaya, gracias!...Antes de mí, murciélago idiota… -Gruñe, mirándome. -Sé sincero, no pasa nada...Simplemente estoy repitiendo la agonía que tuve que pasar yo ayer. -

-Me doy cuenta… -Carraspeo, tragando saliva. El dolor ahí abajo es insoportable. -...Creo que...Catwoman. -Contesto, no muy seguro.

-¿Crees? Vaya, está bien, casanova… -Se ríe, acerca la mano a mi entrepierna, para luego alejarse deprisa, sin llegar a rozarla. Me muerdo el labio, la desesperación empieza a hacer mella en mí. -¿Y qué era lo que más os gustaba hacer juntos? En el sexo, claro...Sobre todo a ti...¿Qué era lo que más te ponía de Catwoman? -Me pregunta, susurrando.

-...Hacerlo en las azoteas de los rascacielos...Por la noche, de madrugada. -Confieso, sonrojándome. -Y a mí...Perseguirla cuando acababa de robar algo…Atraparla...Forcejear, luchar, hasta que uno de los dos caía en las redes del otro...Solía ser en una azotea, por eso… -Lo miro, deseando que eso le baste.

Por su cara, sé que no es suficiente.

-Qué divertido… -Canturrea, riéndose. -Batman y Catwoman persiguiéndose mutuamente por las azoteas de Gotham...Tendré cuidado la próxima vez que me visite la azotea de algún edificio por la noche. -Sonríe, acariciándome la cadera. -¿Quién es mejor?...¿Ella o yo?… -Pregunta, ladeando la cabeza.

Antes de que pueda contestar, vuelve a poner la mano sobre mi miembro, haciendo que de un pequeño salto.

-Yo, lo sé, sino, ahora mismo, sería ella quien estaría aquí. -Asiente, orgulloso. -Pero dime algo...¿Quién te pone más burro?...¿Quién consigue calentarte más en menos tiempo? -Me pregunta, fulminándome con la mirada.

Mi miembro expulsa líquido preseminal, respondiendo a la pregunta por mí. Me sonrojo intensamente, mirándolo y él me sonríe complacido.

-Incógnita resuelta, supongo… -Se ríe conforme y baja poco a poco, arrodillándose.

Trago saliva. Sé lo que viene ahora. Me acomodo y lo observo desde arriba. Me baja la ropa interior, lentamente, lo que hace que se me ponga la carne de gallina. Noto su respiración en la punta de mi miembro y vuelvo a tragar saliva, impaciente.

Besa la punta, para después, poco a poco, ir lamiendo e introduciendo mi miembro en su boca. Jadeo intensamente cuando noto mi totalidad dentro de él y golpeo el cristal con el puño cerrado, sin hacerle ningún daño, puesto que es blindado. Apoyo la otra mano sobre su cabeza, acariciándole y marcándole el ritmo oportuno.

No pasa mucho tiempo hasta que estoy casi gritando, gimiendo sin apenas contenerme y él va a un ritmo desbocado.

-Joker...Voy a...Para. -Le aviso, entre cortadamente. -Para ya...Voy a… -Vuelvo a repetir, intentando vocalizar correctamente.

-Ah ah… -Me lo niega, y sus vibraciones guturales, se transmiten hasta mi miembro, haciéndome temblar ligeramente.

-Va...en serio, ¡para! -Grito, mirándolo preocupado. -No voy a… -Gruño fuertemente, como un animal, clavándole las uñas en la nuca y parte del hombro. Me corro repentinamente, en su boca, y el orgasmo me sacude de arriba a abajo, apretando los ojos con fuerza mientras las sensaciones me recorren el cuerpo y me colapsan el pensamiento racional.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, respirando despacio, lo miro. Tiene líquido bajándole por las comisuras de los labios, mi líquido. Me sonríe, relamiéndose y yo niego con la cabeza. Le cojo de la mano y tiro de él hacia mí, levantándolo. Lo beso, rápido y con ganas, sintiendo aún el sabor de mi propio líquido en su boca.

Me giro y lo apoyo contra la pared, aprisionándole las manos contra esta. Le estiro los brazos a lo largo de la pared hacia arriba, mientras le sigo besando, y al final de estos, entrecruzo sus dedos con los míos.

Se separa de mí bruscamente y tose varias veces, respirando deprisa.

-Déjame respirar, Bats… -Sonríe, mirándome.

Lo miro y le beso la mejilla, en señal de agradecimiento. Él sonríe más y zafa las manos de mi agarre, rodeándome el cuello.

-Me ENCANTA este postre…De verdad. Casi que me da pena por los demás habitantes de Gotham...Nunca lo probarán… -Me sonrojo por la ocurrencia. -Que se jodan, Batman es mío. -Dice sonriendo maliciosamente, se ríe entre dientes y pongo los ojos en blanco.

-No desvaríes… -Paso un pulgar por sus mejillas, limpiándolo. -Deberías darte una ducha...¿no? -

-Tú mismo lo has dicho, Batman...Queda noche por delante, muuuucha noche… -Me sonríe divertido. Y yo asiento, sonriendo levemente también. -Me da a mí que me voy a ensuciar más… -Se ríe entre dientes.


Ayer, entre unas cosas y otras, terminamos a las tantas…Fue increíble.

Pero ya es por la mañana.

Así que bajo con su bandeja del desayuno, dispuesto a desayunar hoy junto a él, aunque ya he desayunado arriba con Alfred.

Me acerco a la celda, mirando la cama, hay un gran bulto tapado con las sábanas. Frunzo el ceño.

Ayer le dije que estuviera listo para desayunar cuando viniera...es la hora. Miro el reloj para asegurarme; las 7:37. Mierda. No podía ser todo tan perfecto.

Acciono el botón de la repisa y le paso el desayuno dentro.

-Joker...Despierta. Es la hora. -Le aviso, cruzándome de brazos.

No recibo respuesta. Alzo una ceja, empezando a molestarme. Rodeo la celda, acercándome a la pared donde está la cama, me acerco.

Oh no…

Las sábanas vibran ligeramente. Está temblando.

-Joker…Oye… -La preocupación me invade. ¿Qué le pasa?

Rodeo la celda, yendo a la puerta. La abro y la entorno, andando rápido hacia él. En cuanto me acerco, se me abalanza, abrazándome, casi me tira al suelo.

-¡Bats! Tengo...f...frío… -Dice, tiritando.

Está ardiendo.

-Joker...¿Estás bien? -Le miro, arrugando la cara. Lo separo y lo siento, me siento a su lado, examinándolo.

-No, nada bien...Tengo más frío que Riddler cuando pingu lo hizo un iceberg… -Se abraza así mismo, temblando a ratos.

-Ya veo...Estate quieto.

Tecleo varias cosas en mi guantelete, activando el termómetro en la huella del pulgar del guante. Lo acerco a él, apoyando el dedo en su frente. Me mira, esperando a que salga la temperatura. Aprecio que tiene las mejillas sonrojadas. Tiene fiebre, seguro.

-Yo nunca me pongo malo, Batsy...Es muy raro… -Arruga la cara, un escalofrío le recorre el cuerpo.

El guantelete emite un pitido, haciendo saber que ha terminado de medir. Miro el display del guante, viendo que tiene treinta y ocho y medio de fiebre. Se asoma y alza una ceja.

-Ya decía yo que hacía frío aquí… -Se ríe levemente, para después, toser varias veces. -Ay… -Se queja, volviendo a arrugar la cara.

-Voy a llamar a Arkham. Mientras, desayuna. -Le digo, levantándome de la cama.

-¡No, espera! ¡No me lleves, no lo he hecho aposta! ¡No me dejes solo! -Me grita, desesperado, agarrándome del brazo.

-Ya lo sé...Voy a preguntar qué medicamento hay que darte, para que no interfiera con lo demás...No voy a llevarte al psiquiátrico… -Le digo, sorprendido.

-Ah...¿Puedes...llamarlos aquí, conmigo?...Tengo frío…Y estás calentito. -Me pide, poniendo cara lastimosa.

Alzo una ceja, para después suspirar. Me vuelvo a sentar y le acerco la bandeja, dejándosela en frente.

-Desayuna… -Le digo, mientras lo tapo con una manta por encima y tecleo el número de la doctora Leslie Thompkins, a su cargo. Sonríe y se junta más a mí, mientras empieza a comer y me mira de vez en cuando, de reojo.

Dentro de mi capucha, por el altavoz incorporado, empiezo a escuchar a Leslie.

-Batman, buenos días...¿Pasa algo? -La oigo, con tono preocupado.

-Hola, doctora. No, nada grave...Verá, su paciente número 128, Joker, que actualmente está bajo mi protección, ha enfermado. Cuando he ido a darle el desayuno, estaba temblando y tiene treinta y ocho y medio de fiebre. -Le comento, mirándolo desayunar.

-Vaya… -Dice sorprendida, escuchándome. -Es raro, no tenemos registros de que enfermera desde...bueno, años. El Joker lleva en nuestras instituciones muchos años, muchísimo, y en todos estos no ha enfermado ni una sola vez...Al menos no ha tenido fiebre ni ningún virus grave como el que me comentas. -Me cuenta, como leyendo historiales mientras lo dice.

-No me diga… -Digo, pensativo. -Bueno, ¿qué me recomienda? -Le pregunto, yendo al grano. Ya investigaré eso por mi cuenta.

-Oh, sí, perdón… -Casi la veo asentir deprisa mientras sonríe despistada. -Pues...según la medicación actual...Amoxicilina, setecientos cincuenta miligramos y paracetamol de un gramo...No sé si podrán dártelo en inyecciones… -Lamenta.

-¿Inyecciones?...¿No hay pastillas? -Confuso, el Joker clava la vista en mí en cuanto oye "inyecciones", asustado.

-...Sí...pero...¿Se las toma? -Pregunta extrañada.

-...Claro. Las otras se las toma diariamente, siempre. ¿Por qué no estas? -Cuestiono, a lo que ella guarda un largo silencio.

-Si te soy sincera, Batman...En el psiquiátrico no se tomaba ni una. O las escupía o las tiraba...Teníamos que pincharle siempre. Es increíble que consigas dárselas. ¿Cómo lo haces? -Pregunta asombrada.

Me sonrojo y carraspeo, mirándolo, todavía me mira, esperando a que deje el tema de las inyecciones.

-Mucha paciencia y mano dura, doctora… -Explico, a lo que ella emite un largo "Ah". -En fin, mándeme la receta ahora mismo, por favor, voy a por la medicación ahora mismo. -

-Ahora mismo, Batman. Infórmame de cómo evoluciona, por favor...Ah, me entere de lo del ADN. Otro paso a favor. Nunca ha querido hacerse pruebas voluntariamente, ¿esta vez sí?

-Bueno, podría decirse que sí...Luego hablamos doctora, tengo que dejarla. -Le digo, cortándola.

-Ah, claro claro, ¡perdona Batman! Luego hablamos, te envío eso ahora mismo, hasta luego. -Cuelga.

Lo miro y arrugo la cara.

-Deja de mirarme así, no te voy a pinchar...Te han mandado pastillas. -Le tranquilizo, señalando la bandeja para que termine.

-...No me importaría recibir tu medicina de tu...inyección. -Sonríe y vuelve a comer, más tranquilo.

Me sonrojo y suspiro, apartando la vista.

-En fin...Me voy a por tus pastillas. Cuando termines deja la bandeja en la mesa y arrópate. Subiré la temperatura de la cueva unos grados. Si tienes calor, destápate. -Me levanto, mirándolo.

-Sí, papá… -Me dice, burlón, para luego toser.

Niego con la cabeza, saliendo de la celda. Cierro la puerta y voy hasta el batmóvil. Me monto y salgo dirección a la farmacia.

-Tómatelas...Todas. -Le insisto.

Sin saber cómo, he acabado sentado en su cama rodeándolo con los brazos, con él entre mis piernas, apoyando la espalda en la mía. Según él, tiene frío. Según yo, busca otra clase de calor.

Las dos versiones me son válidas, para ser sincero.

-Vaaale… -Tose y se mete las pastillas en la boca, bebiendo agua después.

Deja el vaso en la mesa del escritorio, estirando el brazo y vuelve a acomodarse entre mis brazos, encogiéndose levemente.

-¿Sigues teniendo frío? La cueva está a veinticuatro grados ahora mismo… -A mi pesar, porque estoy sudando debajo de la armadura.

-Un poco, pero tengo menos cuando Batman me rodea con sus grandes y fuertes brazos. -Alza la cabeza, sonriéndome. Bajo los ojos y alzo la ceja. Sonríe más, riéndose en silencio.

-No has comido mucho hoy. -Le aviso, no muy contento.

-Es lo que tiene estar agonizando, pierdes el apetito… -Asiente, enderezando la cabeza para dejar de mirarme.

-No exageres, no estás tan mal. -

-Claro que lo estoy. ¿Sabes qué es ponerse malo después de tanto tiempo? -Pregunta, indignado.

-No...¿Por qué no te has puesto malo en todo este tiempo? ¿Por qué ahora? -Indago, de verdad que me mata la curiosidad.

-No lo sé, Bats...No lo sé. Pero es una suerte que estés tú para cuidarme justo cuando ha pasado. Me quedo con eso. -Sonríe asintiendo.

-Ya...¿Lo dudabas? Tengo que protegerte, Joker, incluso en estas situaciones.

-Una cosa es cuidarme...Y otra lo que tú haces. Lo que estás haciendo ahora mismo. -Se gira, apoyando la cabeza en mi hombro, poniéndose de lado para mirarme. -No me estás cuidando, me estás mimando… -Sonríe, bajando la mirada. -Me gusta saber que le importo a alguien. Y si es a ti, hace que me muera de alegría. -

Lo miro unos segundos, procesando sus palabras.

Suspiro y lo junto a mi pecho, abrazándolo.

Este hombre estaba tan solo como yo. O más. Cada día estoy más seguro de ello.

Y no he hecho más que darle puñetazos, patadas y tirarlo a una celda todos estos años. Nunca lo he escuchado...habría aprendido tanto.

-Voy a pegártelo, Batman...Será mejor que no te acerques mucho. -Se ríe, entre toses.

-Estoy inmunizado. Tranquilo. -Le digo, separándolo.

-Quien avisa no es traidor...Si te empieza a doler la cabeza, ya sabes por qué es. -Se encoge de hombros, asintiendo.

-Lo tendré en cuenta… -Sonrío débilmente. -Ahora duerme. Tienes que descansar. Ya es tarde. -Asiento. -Oh, y toma. -Le doy un botón. Amarillo con la silueta de un murciélago en él. -Es para que me llames por la noche...Por si te vuelve a subir la fiebre. -Le miro, serio. -Solo para eso. Situaciones graves...¿Entiendes?

-Alto y claro, Señor… -Hace un saludo militar, cogiendo el botón, mirándolo.

-Bien...Buenas noches...Que descanses. -Asiento.

Me levanto de la cama y ando hacia la salida.

-...Gracias. -Dice, mirando el botón, apartando la mirada de mí.

Me giro y lo miro.

-De nada, Joker…Para eso estamos. -Asiento.

Suspiro y salgo de la celda, cerrando tras de mí.

Me quito la capucha, ya en mi cuarto, dispuesto a irme a dormir.

Ha sido agotador y estoy empezando a temer que no sea solo cansancio, sino que me esté pegando de verdad el resfriado. Espero que no.

Levanto la vista de la capucha, notando la brisa que entra del ventanal de mi cuarto, abierto.

Yo no lo he abierto.

-...Sé que estás ahí, Clark. Sal. -Me giro, mirándolo, en las sombras de la habitación. El cuarto está a oscuras, menos por la luz de la luna y la luz tenue que emite el conjunto de focos del baño.

Da unos pasos hacia delante, saliendo a la luz.

-Bruce...Tengo que hablar contigo. -Me dice, vestido de Superman.

-Te lo dije el otro día, Clark. No tengo nada que hablar contigo. Ni entonces ni ahora. -Suelto la capucha, dejándola sobre la cómoda. Me cruzo de brazos, serio. -Fuera de mi casa. Me gustaría irme a dormir. -

-Pero yo sí tengo que hablar contigo. Escúchame...por favor. -Me pide, acercándose a mí.

Resoplo, poniendo los ojos en blanco.

-No, Clark. No quiero. Vete. -Señalo la ventana por donde ha entrado. -Creo que ya sabes la salida. -

-Cinco minutos...Solo eso. -Asiente, anda más hacia mí, quedando a unos centímetros. -Y me iré...Lo juro. -Articula con las manos, y vuelve a asentir.

-...Cinco minutos. Y ya. -Tecleo en el guantelete el cronómetro a cinco minutos, y empiezo la cuenta atrás, dejando el guante en la cómoda, junto al resto de piezas del traje.

-Creo que...necesitas airearte. Salir de todo esto. Volver a como eras antes. Sin...sin todo este lío. Podemos ayudarte si quieres. -Sonríe.

-¿Con lío te refieres a...Arkham? ¿El convenio con Luthor?… -Tanteo. -...¿O al Joker? -Frunzo el ceño.

-Sí, a él...Bueno, a todo. Es demasiado para ti, Bruce. Te está afectando...¿No lo ves? -Me pregunta. -Ya no eres el mismo...Es decir...permitiste que un demente interfiriera en una acción plenamente policial contra otra demente. ¿Batman haría eso? -

-Sí, lo permití. ¿Y has leído el periódico? Es decir, ¿redactaste tú esa noticia, que seguro que se emitió en Metrópolis, al igual que aquí?...Ese hombre salvó a todo el maldito cuerpo de policía de la ciudad de Gotham. ¿Y sabes cómo lo hizo?… -Me callo, cambiando mi pregunta. -¿Sabes como no lo hizo? Con los malditos puños por delante. -Arruga la cara, sabe que eso va por él. -No le hizo falta romperle la nariz a nadie. Ni dejarlo desangrándose. -Va a decir algo, pero le corto. -Sí, tú me llevaste al hospital, me salvaste la vida. También él lo hizo. Pero el caso es que tú casi MATAS a quien me quiso ayudar en una primera instancia...Sino llega a ser por él estaría muerto. Nadie se habría enterado, porque nadie os habría avisado. Y tú vas, y la buena acción que hizo conmigo, se la pagas así. Dándole una paliza. -Clavo mi dedo índice en su pecho, mientras le recrimino.

Mientras, baja la mirada, avergonzado, incapaz de mirarme.

-Esta S, como tú dices, significa "Esperanza". Pues dime, ¿qué tipo de esperanza le transmitiste a él en ese momento? ¿Cómo vamos a rehabilitar a los criminales si cuando intentan portarse bien les molemos a golpes?… -Le miro fijamente, cabreado.

-...No fue mi intención, Bruce...Yo...no creía...No...pensaba que él estuviera… -Suspira, callándose.

-Quizá no lo fue. Quizá no te paraste a pensar. Quizá, sino llega a ser por Barry, Diana y tú llegáis a matarlo. Quizá. -Asiento. -Pero lo que sí sé, de seguro, es que ella al menos ha tenido la decencia de disculparse...Tú no. -Me mira, frunciendo el ceño.

-He estado ocupado, tengo trabajo en la oficina y luego con Jon y… -Suspira. -...Ese hombre ha hecho muchas cosas malas, Bruce. No pienso disculparme con él. Él tampoco se ha disculpado con la sociedad, en general. -Se cruza de brazos.

-Él está enfermo, Clark. Tú no. Y está en ello...Conmigo se ha disculpado varias veces desde que está aquí. Y cuando se recupere más, lo hará públicamente. Hasta Gordon se ha dado cuenta de que está cambiando. Quiero que te disculpes con él. Hasta que no lo hagas, no vuelvas a llamarme. Ni a dirigirme la palabra, puesto que te ignoraré. -Digo tajante.

Me mira sorprendido.

-No puedes hacer eso. -Frunce el ceño. -¡Somos amigos! ¡Siempre lo hemos sido! -Grita, exasperado.

-No me grites, Clark. He dicho que no. Somos amigos, pero casi matas a la persona que tenía que proteger. Y eso es muy serio. -Frunzo el ceño también.

Me mira fijamente, casi puedo oír como gruñe interiormente.

-...No me gusta esto, Bruce...Te está cambiando. -Asiente. -¡Nos está poniendo en contra, nos quiere separar! ¡Quiere destruir la…! -Se calla al oír la alarma, que anuncia que los cinco minutos han pasado.

-Adiós Clark. Buenas noches. Buen viaje de vuelta a Metrópolis. Dale a Lois un abrazo de mi parte. -Lo miro de reojo, quitándome lo demás de la armadura.

-...Se lo daré. -Contesta, entre dientes, antes de salir volando por la ventana, a toda velocidad.

Está cabreado, mucho.

Pero yo lo estoy más.


-...Pues parece que ya no tienes fiebre… -Le digo, separándome de él. -Aunque sigues resfriado. Un día o dos más...Y estarás como nuevo. -Asiento, a lo que él sonríe.

-¡Genial! Estoy harto de tomarme tooodas esas pastillas, como si no fuera suficiente con las de siempre. -Arruga la cara, mirándome mientras salgo de la celda. -¿Qué harás hoy, Bats? -Pregunta, sonriente.

-Trabajar, lo de todos los días. -Suspiro, cerrando la puerta.

Hoy vuelvo a tener una reunión con Lex, suelen ser largas y agónicas. Si antes hacía el mal criminalmente hablando, ahora mata a sus clientes empresariales con estas reuniones.

-Qué aburrido...Yo retaré de nuevo a mi amiga la CPU. Hoy ganaré yo al ajedrez. -Dice frunciendo el ceño, señalando la tableta recreativa.

-Sabes que tiene más juegos de mesa aparte del ajedrez, ¿verdad? -Me giro, cogiendo la bandeja del desayuno.

-Sí, claro que lo sé, pero nunca nadie me había ganado al ajedrez...Llevaba años sin jugarlo de todas formas… -Pensativo, hace memoria. -...Me suena algo de un torneo de ajedrez...O algo así. -Ladea la cabeza, alzando una ceja. -¡Te lo digo cuando vuelvas!...Espero haberme acordado para entonces. -Se ríe divertido.

-Eso espero...Sabes que me gusta saber cosas de ti. Y de tu antiguo yo. -Asiento. -Volveré para la hora de comer, pórtate bien. -Le aviso.

-Lo haré, Bats...Buen día encarcelando maleantes. -Me sonríe, mirándome hasta que salgo de la cueva, para dejar la bandeja en la cocina.


-Señor Wayne...Buenos días. -Me saluda cordial Lex, abriéndome los brazos para darme un abrazo.

-...Hola, Lex. -Acerco la mano. Él arruga la cara, mirándome la mano, y después me la estrecha. -Siéntate por favor. -Señalo una de las sillas de la amplia sala de juntas donde estamos.

-Sí, sí… -Asiente, sentándose en frente de mí. -Bueno...Ha pasado algo de tiempo. ¿Qué tal todo? -Dice, mirándome de arriba a abajo.

Se refiere al incidente con Cobblepot.

-Todo bien. Fue un rasguño de nada...Un par de días en la cama y...listo. -Sonrío y él asiente, sonriendo también.

-Me alegro...Por suerte, a mí no me pasó nada. Y a mis chicos tampoco. Les llega a pasar algo y mato al pingüino yo mismo...Esos chicos valen oro. -Pongo los ojos en blanco. Luthor siempre pensando en el valor monetario de todo. Ya sean bienes materiales o personas.

-Como dices, no pasó nada… -Suspiro. -En fin, ¿qué me traes? -Le pregunto, mirándolo. A él y a la carpeta de archivos que tiene en la mano.

-Verás, tu amiguito, vuestro héroe con capa que tenéis sobrevolando la ciudad, me pidió que investigará los orígenes o el ADN del Joker...Me dijo que ya lo sabías. -Puntualiza, ladeando la cara para asegurarse.

-...Oh, Batman, sí, perdona… -Me hago el despistado, asintiendo deprisa. -Sí, sí, me lo pidió a mi también...Casi me atraganto, el tío me pilló cenando...Y no solo, precisamente… -Sonrío pícaramente y él me sonríe también, riéndose.

-Nunca cambiarás, Bruce… -Se vuelve a reír. Noto la falsedad en cada carcajada.

Casi tan falso como yo.

-Pues sí, me pidió que te lo dijera, pero entre Arkham y todos estos líos, no he tenido tiempo...Bueno, me alegro de que te lo dijera también a ti. -Asiento, mirando la carpeta.

-Sí, me lo dijo...Ese tipo necesita repasarse las reglas sociales y de cortesía...Al grano, hemos visto algunas cosas raras, pocas, porque todavía no hemos sido capaz de cotejarlo con nadie en toda Gotham, vamos a extender el radio de alcance a las ciudades cercanas pero...Suponemos que nos llevará algo de tiempo.

-Batman tendrá que esperar, que espere. -Me encojo de hombros, mostrando indiferencia. -¿Qué habéis visto?

-Sí, verás, en la sangre había incongruencias. -Lo miro alzando una ceja. -Me explico. -Abre la carpeta, enseñándome papeles con datos sanguíneos y archivos diferentes. -Hemos visto metales que no deberían estar ahí...El ser humano no los fabrica. Los hemos visto en cantidades mínimas, casi inexistentes, pero están. -Asiento despacio y él sigue explicando. -Por esto es que él es cero negativo, pero cuando donamos su sangre a otro, como en ocasiones han hecho sin saber en Arkham; el donado, sufría daños a nivel sanguíneo o neurológico, por este metal. -Asiente, mirándome.

-...Entiendo. Creo. -Puntualizo, achicando los ojos.

-No sabemos qué metal es, por el momento...Pero sano, no parece. Las muestras extraídas de la sangre las hemos juntado con seres vivos, plantas y microorganismos...Todos han muerto. -Finaliza, frunciendo el ceño.

Lo miro serio, callado, pensando en lo que acaba de decir. De repente, me invade el miedo.

-Eso no es todo...¿Te acuerdas del escaneo de retina? Se lo hicimos para cotejar retinas ya inscritas en el censo de la ciudad, o de alrededor...Pues mira. -Me enseña dos fotografías.

En una, se ve el ojo perfectamente de frente, el iris, verde claro se diferencia perfectamente, hasta se ven esas motas de verde oscuro e incluso turquesa. Sin embargo, en la otra la imagen se ve borrosa, una masa de color verde, anterior al ojo, distorsiona la imagen.

¿Qué demonios es eso?

-...Increíble, ¿eh?…Llevamos días y días analizando esto, los análisis, los resultados y todo lo demás...Creemos que esa masa es una especie de tumor. Estaría en la parte de atrás en la cabeza, en torno a la nuca...También creo que eso, sea lo que sea, tiene que ver con el metal que encontramos en su sangre. Si no tiene correlación, entonces no sabemos de donde puñetas viene ese metal. Y digo "metal", a secas, porque reacciona como un elemento metálico, porque en sí, no sabemos qué metal es...O siquiera si es un metal como tal. -Se calla, esperando que yo hable.

-...No sé qué pensar ahora mismo, Lex. -Contesto sincero, apoyando mi espalda en la silla, lo miro, arrugando la cara. -...Puede que ese...tumor, ¿sea lo que le hace perder la cabeza? -Pregunto, dando palos de ciego.

-...Podría ser. No lo sabemos, no tenemos ni idea. ¿Que por qué parece que se está estabilizando ahora si todavía tiene eso ahí? Tampoco lo sabemos. -Frunzo el ceño, ¿cómo sabe eso? -...Vi la noticia el otro día, salvó a un buen puñado de polis...Y al comisario de Gotham, que ya es decir. Al final va a estar cambiando de verdad.

-Ya...¿Se podría...extirpar? -Tengo miedo al preguntarlo, pero lo hago igualmente.

-Tal vez...No lo sabemos, Bruce. Estamos tan perdidos como tú. Y gracias a que tú y yo hemos invertido en W&Labs...Sino llega a ser por nuestra tecnología y avance en ciencia, nunca habríamos visto esto. -Asiente, sonriendo orgulloso. -De todas formas, la última persona que deberá decidir eso...Sería él. Aunque eso ya lo sabías. -Se encoge de hombros.

-Sí, menos mal… -Digo, desviando la mirada, pensativo.

-Habrá que informar al Joker de esto, digo yo. ¿Dónde lo tienen?...Tú lo tienes que saber… -Me sonríe, acercándose a mí.

-¿Yo qué voy a saber, Lex? -Pregunto molesto.

-Hombre, Gordon no habría confiado en mí para examinar a uno de los mayores criminales de Gotham...¿pero en ti? ¿El príncipe de Gotham? -Me sonríe más. -Vamos...No se lo diré a nadie. -

-Que no lo sé, Lex...Te lo diría si lo supiera, yo también lo quiero saber… -Sonrío, asintiendo.

-...Mh. Tengo que enterarme. -Junta sus manos, entre cerrando los ojos. -Y vamos a dedicarnos a resolver esto, para que estés informado, digo. -Me mira de reojo.

-Sí sí, estoy de acuerdo...Este "metal" podría ser un gran descubrimiento, qué duda cabe…Tienes mi permiso. Y contacta con Batman si necesitas alguna prueba...o con Jim, es más fácil de encontrar, por experiencia. -Sonrío.

-¿Qué me vas a contar?… -Pone los ojos en blanco. -Por ahora no, pero en un futuro no muy lejano, tal vez hagamos más pruebas...Y también puede que propongamos la operación para extirparle...eso. Pero vayamos poco a poco. -Mueve las manos de arriba a abajo, asintiendo.

-No hay prisa. Dentro de poco volverá a Arkham, esté donde esté, y entonces podremos hacerle pruebas más libremente. El nuevo asilo está quedando genial...Nuevo, limpio, acogedor. Todo lo contrario al anterior, básicamente. -Asiento.

-Y con una seguridad sublime… -Dice, exaltando su propia tecnología.

-También… -Sonrío levemente. -Si no hay nada más que hablar, creo que me voy a ir, tengo otra reunión en diez minutos. ¿Hemos terminado? -Le pregunto.

-Oh, sí, claro. Ya estaría todo. -Se levanta y me vuelve a estrechar la mano. -Luego te voy actualizando lo que averigüemos, tranquilo. -Me sonríe profesional y yo asiento, despidiéndome.

Salgo de la sala de juntas, resoplando.

La noticia ha sido aplastante, y lo peor, es que me espera una mañana llena de reuniones igual o más extensas que esta, y muchísimo más aburridas.


-Y entonces me quedaban dos peones y… -Se calla, de repente.

Levanto la cabeza de mi plato de ensalada, extrañado.

Hoy Alfred ha salido a pasear y he decidido comer con él en la batcueva. Estoy sentado en el suelo, pero merece la pena.

-...Sigue...¿Luego qué? -Alzo una ceja.

-...He perdido. -Resopla, molesto. -¡Pero he estado a punto de ganar!...Y lo mejor de todo es que todavía no me acuerdo de cómo se jugaba… -Se ríe divertido.

-Ya… -Sonrío levemente, mirándolo. -Hablando de eso, tengo que decirte algo… -Me callo mirándolo, puesto que se deja de reír de sopetón. -¿Qué?… -Me giro y veo a Superman andar lentamente hacia mí, desde la entrada de la cascada.

Frunzo el ceño y me levanto deprisa, andando hacia él. Señalo la entrada y echo mano del cinturón, el compartimento de plomo, en apenas unos segundos.

En ese compartimento hay kryptonita.

Clark abre los ojos en tensión y alza las palmas de las manos.

-No vengo a hacer nada...De...de verdad...Déjame hablar… -Asiente deprisa, mirándome fijamente.

-Fuera...Ya. -Insisto, gruñendo.

-Me dijiste que me disculpara, Batman...Déjame hacerlo. -Traga saliva, baja la vista a mi cinturón, con miedo.

Frunzo más el ceño, mirándolo, giro la cabeza hacia el Joker, quien nos mira sorprendido, sobre todo a Clark. Se ha levantado del escritorio, donde estaba sentado comiendo.

-...Está comiendo, no puede hablar con nadie. Ven en otro momento. -Le despacho, sin relajar el rostro.

-He sacado hueco ahora...Luego no voy a poder. -Asiente, agachando la cabeza. -Por favor...Batman. -Recalca, insistiendo. Se muerde el labio, arrugando la cara.

Superman es un ser sensible. Su hemisferio derecho gobierna en su cerebro; y en cuanto escucha algo que tenga que ver con un "conflicto emocional", como puede ser la rotura de nuestra amistad, se vuelve alguien desesperado y ansioso.

Por eso, soy una de las piezas más importantes en la liga. Alguien tiene que contrarrestar su emotividad.

-...Está bien. Pero que sea corto… -Le aviso. Me acerco a él, susurrándole al oído. -Y como hagas alguna gilipollez, date por kryptoniano muerto. -Le oigo tragar saliva, y asiente.

Me giro, con él siguiéndome de cerca.

-Joker, viene a disculparse. Espero que no te importe. -Lo señalo, poniéndome firme al lado de Clark.

-No, no me importa...Para nada. -Sonríe ampliamente, sentándose de nuevo y metiéndose un poco de ensalada en la boca.

Mastica mientras lo mira, sonriendo.

-Adelante. -Le digo, mirándolo de reojo.

-...Sí… -Arruga la cara, carraspeando. -Eh...Mira...Me asusté. En pocas palabras, fue eso...Y lo siento profundamente. -Asiente. -Fue una acción injustificada y no fue hasta que vi las imágenes que me di cuenta...Yo… -Clark frunce el ceño, parando de hablar. -Podría dejar de comer al menos y escucharme. -Me dice, molesto.

-Te está escuchando. Habla. -Gruño, apretando los puños.

-Soy todo oídos, Súper scout. Puedo hacer dos cosas a la vez; comer y escuchar a quien casi me mata. -Sonríe asintiendo, mirándolo a los ojos.

Lo está desafiando. Está midiendo fuerzas con él.

-...Yo no… -Salta, pero se calla, arrugando la boca. -...Mira, Joker...Lo siento, ¿vale? No hay mucho más que decir...No deberíamos haber atacado. Solo intentabas ayudarlo, aunque parezca mentira… -Asiente despacio.

-¿Y por qué iba a parecer mentira? -Pregunta, frunciendo el ceño.

-...Bueno, tu historial de asesinatos e intentos de asesinar a este hombre son altos...Es normal que pensáramos mal. -Se cruza de brazos, mirándolo.

-¿Te estás justificando?… -Lo miro abriendo los ojos sorprendido. Me estoy cabreando.

-Puede. ¿Acaso no tengo razón? Vamos a ver, Batman. -Se gira y me mira, articulando con las manos. -Estabas ahí, en el suelo, desangrándote como un maldito cerdo… -Señala el lugar donde me quedé inconsciente, después, señala al Joker. -Y él estaba encima de ti, con las manos llenas de tu propia sangre...Explícame que parte de toda la situación te parece menos sospechosa. -Asiente, frunciendo el ceño.

-...¿Tal vez que no tenía armas en la mano? ¿O que estaba gritando "socorro"?...Ahora me dirás que no lo oíste… -Pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza. -Y también, fue él quien os llamó...¿Qué sentido tendría eso si en verdad quisiera matarme? -Me mira, arruga la cara y mira al suelo. -Contéstame, Superman. ¿Acaso no lo oíste pedir ayuda?...Como me digas que no ya puedes salir volando de aquí. -Le amenazo, gruñendo.

-...Lo oí...Pero...lo oí demasiado tarde...No reaccioné a tiempo...Estaba demasiado nervioso, Batman… -Se empieza a excusar, mirándome. -Entiéndeme, fue demasiado chocante para nosotros. -Asiente deprisa.

-¿Y por qué Flash no le agredió? ¿Acaso no le importa mi seguridad a Flash?...¿O es que fue el único que no pensó con los malditos puños, sino con la cabeza? -Me acerco a él, enseñando los dientes mientras gruño.

Da unos pasos atrás, enseñándome las palmas de las manos.

-Sí, fue el único...Fue el único que...paró a pensar dos veces, aunque suene irónico. -Suspira y se rasca la nuca.

Lo miro fijamente frunciendo el ceño. Miro de reojo al Joker, quien me mira sonriendo levemente en silencio.

-...Lo siento… -Se gira hacia él. -Me gusta que intentes cambiar...Es algo que merece un reconocimiento y...nuestra actitud no ayudó a esto, todo lo contrario. Nos comportamos como auténticos animales, estábamos asustados...Por favor, perdóname. -Asiente despacio, mirando al suelo en todo momento. -Si puedo hacer algo por ti para compensártelo...Lo haré. Te lo debo al fin y al cabo. -Se encoge de hombros y vuelve a suspirar.

-...No. No quiero nada. -Sonríe, mirándolo con superioridad. -Te perdono. Puedes irte. Hasta luego, Superman. -Se despide, para después seguir comiendo.

Clark alza la cabeza, impresionado.

-...Vale...Gracias, supongo...Adiós… -Asiente despacio y carraspea, mirándome.

-...¿Te acompaño a la salida?… -Alzo una ceja, señalando la salida de la cueva por donde ha entrado antes.

El Joker emite una risa nasal, sonriendo, por mi comentario. Clark lo mira de reojo frunciendo el ceño, molesto.

-No...Ya sé cómo salir… -Resopla profundamente. -Adiós, Batman… -Gruñe débilmente y eleva el vuelo, saliendo de la cueva en apenas unos segundos.

Miro cómo se va y giro la cabeza hacia él. Me mira divertido, y sonríe, bajando los ojos a su plato.

-¿Qué? -Pregunto, volviéndome a sentar para seguir comiendo.

-Lo sabe. -Dice, asintiendo.

-...¿Saber el qué? -Alzo una ceja.

-Oh, vamos Bats...No seas ingenuo. -

-No lo soy...No sé de qué me hablas. -Arrugo la cara.

-Supertío sabe lo que hacemos...Que follamos, que nos lo pasamos bien como chicos mayores, que jugamos a hacer el ñiqui ñiqui, que… -Dice, sonriendo divertido mientras habla, pero le corto negando con la cabeza.

-Vale vale vale, ya te he entendido… -Digo, elevando levemente la voz mientras me sonrojo. -...¿Qué te hace pensar que lo sabe? -Lo miro.

-¿No has visto cómo me miraba? A eso se le llama mirada de celos. Si las miradas matasen, ahora mismo estaría muerto. -Se ríe divertido.

-Superman no tiene celos, ¿por qué los iba a tener? -Pregunto, incómodo.

-No lo sé, Bats...Tal vez hicisteis algo en el pasado o simplemente se cree un perro con sus compis de la liga protegiendo lo que es suyo, aunque me inclino por lo primero...En cualquier caso da igual, porque tú no sientes lo mismo...Menuda mirada le has echado, me ha recordado a la forma en la que me mirabas hace meses, antes de que Arkham quedara inhabilitado. -Asiente, sonriendo nostálgico.

-No digas tonterías...Entre él y yo nunca hubo nada, te lo aseguro. Ahora mismo estoy cabreado con él, pero se me pasará… -Asiento molesto, frunciendo el ceño. -¿Has terminado de comer? Dame la bandeja. -Recojo mi plato y me acerco a la celda.

-Uy, Bat el gruñón ataca de nuevo… -Me mira divertido, dándome su bandeja. -Sí, sí, toma, no quiero que me odies como a Superman… -Lo miro fijamente, serio.

-...No tiene gracia, Joker. -Contesto, cogiendo la bandeja y andando hacia la salida.

-¡Sí que la tiene, es que tú no se la ves todavía! -Me grita cuando me alejo, para después reírse.


-Una pregunta, Batman… -Dejo de sonreír por su repentino tono de voz.

Parpadeo confuso y lo miro, girando la silla del batordenador donde estoy sentado. Estábamos charlando tranquilamente. Yo había bajado después de cenar para trabajar en unos asuntos y estar con él.

-¿Sí?… -

-Antes de que Superman llegará, ibas a decirme algo… -Asiente, sentándose en la cama y mirándome desde la celda. -¿Qué era? -Pregunta, curioso.

-Ah, eso… -Mierda, me había olvidado con todo el tema de Clark… -Verás… -Suspiro y me levanto, acercándome a él.

-No me asustes… -Se ríe. -Ni que me fuera a morir.

-Claro que no. -Lo miro frunciendo el ceño, no me hacen gracia esas bromas. -...Han llegado los primeros resultados de tus pruebas. Bueno, no sé si llamarlos resultados. -Arrugo la cara.

-Oh...Vale, pues cuéntame. -Sonríe. -Te escucho. -Ladea la cabeza.

-...Y eso sería...No tienen ni idea de qué es...O cómo ha acabado ahí. Ni siquiera Luthor sabe si lo que tienes en el cerebro tiene que ver con el metal de tu sangre. -Asiento.

-...Vaya...Es… -Achica los ojos, pensativo. -¿Asombroso? ¿Extraño? ¿Inhóspito? -Pregunta.

-Sí, lo es. Todo eso. No quiero que tengas miedo, ¿vale? Vamos a seguir investigando y averiguar por qué y cómo acabó eso ahí. -Le digo decidido.

-Oh, no me da miedo, Bats… -Sonríe tranquilo. -Sea lo que sea, lleva aquí más años de los que sé. -Se señala la cabeza con el dedo índice. -Y sigo vivo...Espera. -Frunce el ceño. -¿Esto podría significar el por qué de que se me vaya la olla?… -Sonríe eufórico, poniéndose de pie en la cama de un salto. -¡Si lo extirpamos volveré a ser normal! ¡No más pastillas o Arkham o celdas de cristal o crímenes! ¡Dile a Lex que prepare las pinzas y una jeringa de la mejor anestesia que tenga! -Me grita alegre.

-Espera espera espera...No lo sabemos con exactitud...Esto va a llevar su tiempo… -Lo miro preocupado. -Tal vez no tenga nada que ver...Tranquilízate...Tengo que hablarlo con Luthor, Gordon, los médicos de Arkham… -Asiento despacio. -Todo lleva un proceso y unos procedimientos que hay que seguir, paciencia. -Le pido.

Él arruga la cara y hace un mohín, volviéndose a sentar.

-Pues vaya. -Dice, cruzándose de brazos. -¿Cuánto voy a tener que esperar? -Pregunta molesto.

-No lo sé, pero ya he estado investigándolo. -Señalo el ordenador y él me mira curioso. -Preguntaré a algunos contactos más a ver qué me dicen y...Nos daremos la mayor prisa posible. -Asiento.

-Sé que lo harás...Tengo al mayor detective del mundo investigándome, después de todo. -Me sonríe divertido y arrugo la cara incómodo.

-No es para tanto… -Niego con la cabeza y él asiente.

-Claro que lo es. Se te da bien encontrar cosas ocultas, eres como un perro antidrogas. -Lo miro molesto y él se ríe. -Vale, tal vez había metáforas más glamurosas pero esa se ajusta tanto a ti… -Suspiro y él se vuelve a reír.

-Lo que tú digas… -Me alejo de la celda lentamente. -Me voy a dormir...Buenas noches. -Lo miro de reojo y él me sonríe.

-¡Hasta mañana, Bats! -Me grita contento.