Estoy sentado con uno de mis mejores trajes. En una sala de visitas, privada.
Lo que estoy haciendo es una locura...pero...debo hacerlo. Además, he firmado un contrato de confidencialidad, y los guardias también. Nada de esto saldrá a la luz.
Al fin y al cabo...hago todo esto por él.
Se lo prometí.
Suspiro nervioso y me paso una mano por el pelo, nervioso. Me levanto y ando por la pequeña sala, que cuenta con una mesa metálica, dos sillas, una cama y un pequeño mueble con bebida, vasos y unas toallas. Nada en especial. Me acerco al espejo empotrado en la pared y me peino ligeramente, ajustándome la corbata. Joder...parezco un adolescente. Miro mis ojos...estoy muerto de miedo.
Y lo estoy aún más cuando oigo la puerta abrirse.
Me giro y lo veo entrar, confuso al principio pero loco de contento cuando me ve. Le sonrío débilmente y me grita, tirándose a mí con los brazos por delante. Sonrío más y me abraza del cuello fuerte, pegándose a mí.
-¡Estás aquí! ¡Estás aquí! -Me grita, incrédulo. -No me lo creo...no puede ser verdad. -Está temblando ligeramente, casi como yo. Se separa de mí y me pone las manos en las mejillas, mirándome bien. -Dios...dios… -Repite, riéndose nervioso.
-Hola...Joker… -Le saludo, sonriendo sonrojado. -¿Qué tal estás? Te dije que vendría… -
-Pues...ahora bien. Muuy bien. -Sonríe y no deja de pasear sus ojos por mi cara, sin dejar de mirarme. -Pero...¿pero cómo has podido entrar? Estoy en el peor nivel de seguridad… -De repente alza las cejas, sonriendo. -Oh, claro...eres Bruce Wayne...Me sigue pareciendo una broma...Tú, Bruce...Wayne… -Dice lentamente.
-Sí, yo… -Sonrío. -Mira...tenemos una hora para nosotros solos. Como puedes ver aquí no hay cámaras. En un cuarto literalmente insonorizado del exterior. Nadie puede ver qué pasa aquí dentro. Pero. -Puntualizo, frunciendo el ceño, él me imita. -Cuando acabe la hora, entrarán, te esposarán y me iré...¿De acuerdo? -Alzo una ceja.
-¿En serio?...¿Nadie nos ve ahora? -Ladea la cabeza curioso. -Vaya...sí que confías en mí...Jo, gracias Bruce… -Arruga la cara enternecido, yo me sonrojo. -Pues ya que no nos ve nadie...puedo llamarte Bats… -Me dice acercándose a mí, susurrando divertido.
-Sí, sí que puedes… -Bajo la mirada avergonzado. Me gusta que me llame así. Que él me llame así.
Se ríe y me acaricia la mejilla.
-¿Me has echado de menos, Bats? -Me pregunta mirándome.
-Pues claro...¿qué pregunta es esa? -Alzo una ceja.
De repente, pone una mano en mi entrepierna, poniéndose serio.
-Pues demuéstramelo...Tenemos unos cincuenta minutos...así que más vale que nos demos prisa… -Me empieza a decir empujándome contra la pared. Me sonrojo y asiento lentamente.
Estoy muerto de vergüenza. Es la primera vez que...vamos a hacerlo sin que yo tenga mi capucha. Y estoy realmente incómodo.
-A alguien le ha comido la lengua el gato… -Me dice divertido, acercando la cara a mí.
Ladea la cabeza y me besa intensamente, invadiendo mi boca con su lengua. Instintivamente, lo imito, apoyando mis manos sobre sus caderas y pegándolo a mí. Él se ríe sobre mis labios y baja su otra mano por mi pecho.
-Me encanta poder tocarte...poder ver tus ojos...tus expresiones...poder verte a ti de verdad… -Se sincera, separándose de mí para coger aire.
-...Me está costando...un poco… -Le digo, esquivando su mirada.
-¿Por qué?...Soy yo...has estado cuatro meses conmigo, Bats. -Sonríe, moviendo su mano sobre mi entrepierna. -Relájate...y desconecta aquí arriba. -Me dice señalando mi cabeza. -Piensa solo en mi...y en mi mano… -Sonríe divertido y me sonrojo. -Te has puesto mi guapo...¿te has puesto así para mí? -Pregunta mirándome.
Yo asiento lentamente, mirando al suelo. ¿Qué me pasa?...si solo es el Joker...llevo veinte años luchando contra él...y ahora no puedo ni mirarle a la cara.
-Ooh…Qué mono eres… -Me tira de la corbata y me lleva hasta la cama, sentándome en ella y luego empujándome para que me tumbe. Se pone a cuatro patas sobre mí y me acaricia el pecho y el abdomen. -Eres tan adorable...y fuerte...y estás tan bueno… -Se muerde el labio, sentándose sobre mis caderas. -Oh...¿te has dejado las llaves del batmóvil en el bolsillo, Bruce? -Pregunta inocentemente, haciéndose el tonto.
-...No...no me han dejado pasar objetos metálicos...No son las llaves. -Confieso, sonrojándome. Claro que ha notado mi erección…
-Ya lo sé...No son las llaves… -Se inclina hasta que tiene la boca al lado de mi oreja. -Es que te alegras mucho de verme… -Me susurra, mordiéndome el lóbulo y dándome pequeños besos hasta mi cuello mientras mueve las caderas sobre mí. -Yo también me alegro de verte...¿Y sabes lo que quiero hacer? -Pregunta, levantándose de nuevo, con las caderas rozándose con las mías.
-N...no tengo ni idea… -Trago saliva mirándolo.
-Quiero ver la cara que pone Bruce Wayne cuando folla con alguien… -Sonríe divertido, tirándome de la corbata para desvestirme. Me sonrojo como nunca en mi vida me he sonrojado y bajo los ojos, tragando saliva de nuevo. Él se ríe y apoya el dedo índice en mis labios, apretando hasta que lo introduce en mi boca. -Venga Bats...saca la bestia que hay en ti...esa que me ha empotrado más de una vez en esa jaula de cristal donde me tenías...Sé que está ahí dentro...desátala… -Me dice, empezando a jadear cuando le lamo el dedo.
Bajo las manos a mi cinturón, desabrochándolo y le muerdo el dedo gentilmente. Él gime ligeramente sobresaltado pero sonríe y baja la cabeza, sacando el dedo para besarme intensamente.
Cae a mi lado respirando despacio y con la cabeza ladeada. Lo miro con los ojos entrecerrados, intentado recuperar la respiración normal.
-El mejor...polvo...de mi vida… -Dice sonriendo. Me mira y sonríe más. -No siento las piernas, Bats. Ahora entiendo por qué tienes a media Gotham detrás de ti...Y ahora entiendo a la gata...La de veces que te habrá tenido encima...o debajo. -Se gira y me abraza, besándome la mejilla.
-No exageres… -Arrugo la cara sonrojándome. -Tú también has estado muy bien… -Lo miro y le acaricio la cabeza entrelazando mis dedos en su pelo. -...¿Sigues tomándote la medicación? Me han dicho que están muy contentos contigo… -Le digo suavemente. -Me haces muy feliz portándote bien… -Le sonrío.
-Pues claro. Todos los días las tres veces al día. -Sonríe mirándome. -La terapia con la doctora Leslie me está ayudando mucho...ahora que soy consciente y no estoy...con la cabeza ida, las cosas parecen tan brillantes y bonitas…Sobre todo tú. -Me acaricia el pecho mientras habla. -Todo te lo debo a ti...O al espantapájaros. Sino hubiera expulsado el gas, nunca habría acabado en tu batcueva… -Se ríe divertido. -Gracias Bruce...por todo. -
-...De nada...tú también me has ayudado mucho… -Le digo, suspirando.
-¿En qué? -Alza una ceja, mirándome.
-...En hacerme feliz...en darme una razón para vivir. -Arrugo la cara, intentando que la sinceridad no me supere.
-...Oh, Bats… -Encoje la cara con dolor, se sienta y me abraza, juntándome a él. -...No...no sabía que te sentías así, Bruce...Pero… -Frunce el ceño y endurece la voz. -No quiero que te vuelvas a sentir así nunca más. No mientras yo esté contigo. Te haré feliz. Y nunca volverás a estar triste. -Dice severo. -¿Me has oído? -
Sonrío débilmente por su tono de voz.
-Sí...Gracias… -Le abrazo de la cintura y le acaricio la espalda. -...Los guardias vendrán pronto. Será mejor que nos vistamos… -
-...Ya...Volverás. -No lo pregunta.
-Sí, volveré...Te lo he prometido. -Me siento en la cama, vistiéndome.
-Bien...Bien. -Repite, sonriendo eufórico y vistiéndose también.
Por la noche, a la hora de cenar, lo veo entrar en el comedor con los demás. Come tranquilo mientras dos caras y el pingüino le hablan sonriendo. Alzo una ceja, escuchando su conversación.
-Dicen que ahora eres un solecito...¿Por qué? -Cuestiona Oswald, metiéndose una cucharada de comida en la boca, hablando con la boca llena. -Planeas algo...Dinos el qué. -
-Sí...No es normal que hagas esto sin conseguir algo a cambio. Nunca has estado tan...normal. Nunca. -Frunce el ceño Harvey.
-Mirad, chicos...Me gustaría hablar con los tres… -Dice refiriéndose a las dos personalidades de Harvey. -Pero no planeo nada...De verdad. Solo quiero cenar e irme a dormir...Mañana me van a dejar ir a la cocina...vamos a hacer galletas. -Asiente sonriendo.
Yo sonrío con él mirando a la pantalla.
-...¡No me jodas! -Grita Oswald, cabreado por no entenderlo. Los guardias lo miran fijamente. -...Mira, a mi no me la das. El murciélago te ha hecho algo...Riddler está loco, tampoco lo entiende. Ha empezado a hacer teorías y teorías...Tiene la celda pintarrajeada de arriba a abajo...Una de sus teorías es que el murciélago te encerró y te hizo una lobotomia. -Comenta sonriendo.
-Sí sí...Y hay otra que dice que en realidad, has hecho un pacto con él, y por las noches te deja libre si tú le chivas cosas sobre nosotros...Aunque la más loca de todas, es una teoría que dice que, en realidad, tú nunca estuviste loco...Solo que, ahora, te has cansado de hacer el payaso, literalmente, y has empezado a ser normal. -Asiente Harvey, mirando al Joker.
-Sin duda Eddy ha estado ocupado, ¿eh? -Sonríe este. -Son todas teorías muy interesantes...pero...sinceramente, ¿creéis que a Bats le importa algo lo que hagáis o dejéis de hacer? -Alza una ceja, mirándolos.
Los dos hombres se miran, contrariados.
-...¡Pues claro que sí! ¡El murciélago siempre está encima de nosotros! Se moriría por saber lo que hacemos aquí dentro...Si por él fuera, estaríamos vigilados hasta cuando fuésemos al baño. -Dice el pingüino poniendo los ojos en blanco.
-Que ganas tengo de meterle una bala por el gaznate… -Gruñe Harvey en respuesta, mirando al infinito con odio.
-Me encantaría verte intentándolo. -Se ríe Joker mientras come.
-Y...cambiando de tema...¿Qué te pasa con Harley? ¿Ya no estáis juntos? -Pregunta entonces Oswald.
-Sí...no se calla. -Frunce el ceño Dos caras. -Se pasa toda la noche gritando y gritando tu nombre...Tú como estás arriba no la oyes, pero estamos hasta los cojones. -
-Nunca estuvimos juntos, Pingüinito… -Dice señalando a Cobblepot con la cuchara. -Y...no es de vuestra incumbencia. Que se joda...está loca. Y solo me molesta. -Frunce el ceño, mirando su plato.
-No, nos jodemos nosotros porque no nos deja dormir...Ve a verla y que cierre la boca...Estamos… -Empieza a decir, pero mira a los guardias y carraspea. Se acerca al Joker, a su oreja y susurra. -Estamos planeando una huida y con sus putos gritos no podemos concentrarnos...Aunque nos está siendo imposible con tanta seguridad… -Se separa y se vuelve a sentar. -Esto es como mil veces más seguro que el Arkham antiguo. -Dice enfadado.
-Ya, Lexy ha hecho un buen trabajo, ¿eh? -Sonríe, mirando alrededor.
-...¿Por qué coño sonríes? -Alza una ceja incrédulo.
-Espera...¿Luthor? ¿Él ha sido quien ha puesto la seguridad?...¡Creía que era de los nuestros! -Gruñe Oswald. -Puto traidor… -
-Oh, sí. Él y Bruce Wayne han trabajado juntos para hacer esto. Lo dijeron en el acto ese en el que me tuvieron atado. Lex ahora es bueno, como yo...Tal vez deberíais hacer lo mismo, chicos...Yo soy tan feliz ahora… -Suspira profundamente, levantándose y recogiendo su bandeja.
Cobblepot y Dent se miran boquiabiertos y después miran cómo se va junto a un guarda hacia su celda. Sonrío orgulloso y me cruzo de brazos, girando levemente en mi silla de la batcueva.
Lo sigo por las cámaras de seguridad viendo cómo va de camino a su celda. Hasta que, de pronto, oigo un crujido detrás de mí, a apenas unos metros. Frunzo el ceño de inmediato, girando y mirando alrededor.
No tengo el uniforme puesto...así que más vale que sea una persona conocida. O tendré que derribarlo.
-Y mañana voy a hacer galletas, ¿sabéis? Me podéis ayudar si queréis… -Les comentó animado a los guardias que lo acompañaban, estos lo miraron con una sonrisa nerviosa y asintieron.
Estaban confusos. Desde que fueron contratados y entraron en Arkham, no habían visto a ese Joker asesino y desquiciado del que todo el mundo hablaba. De lo cual se alegraban profundamente claro.
Aunque de repente, sus guardas se vinieron abajo. Un calambrazo producto de una pistola eléctrica los dejó en el sitio, haciendo que se derrumbaran y cayeran al suelo. El Joker alzó una ceja, mirándolos.
-¿Chicos?… -Preguntó curioso. Se giró y pudo ver a Harvey, pistola en mano, junto a su peor pesadilla...Harley, que la miraba sonriente a más no poder.
Abrió los ojos como platos y frunció el ceño.
-¡¿Qué coño haces aquí?! -Le gritó furioso. Señaló el pasillo y le gruñó. -Vete a tu celda, Harley. Ya… -
-No, Pudin...No puedo hacer eso...Lo siento. -Puso cara triste, acercándose a él. -¡Haremos otra cosa! Harvey me ayudará a llevarte a tu celda...que he oído que es la última...y allí...hablaremos tranquilamente y te haré ver cuanto me necesitas… -Rodeó su cuello con los brazos y sonrió.
-No te necesito para una mierda...Suéltame. -Dijo tajante, acercando su cara a él.
-De eso nada, payaso… -Frunció el ceño Harvey, acercándole la pistola eléctrica.
-No, eso no será necesario...¿Verdad Pudin? -Sonrió divertida y el Joker arrugó la cara en desagrado.
Resopló y puso los ojos en blanco, andando hacia el ascensor.
-Está bien...Haré lo que tú digas, Harley. -Resignado pulsó el botón del ascensor, seguido de cerca por Harley, que no lo soltaba.
Una vez que llegaron a su planta, Harley se rió como una adolescente, tirando del Joker hacia la celda y sentándolo en la cama a empujones. Se sentó encima, sobre sus piernas a horcajadas y le volvió a rodear el cuello con los brazos, mirándolo fijamente.
-Te he echado taaanto de menos, Pudin… -Le dijo lo más sincera que podía sonar, mirándolo como si fuera la estrella más brillante del universo.
-Ya lo veo. -Apoyó las manos en el colchón, sin mirarla. -No deberías hacer esto, Harley. No te va a beneficiar en nada… -
-...¿Por qué hablas así? -Arrugó la cara confusa. -Este...no eres tú. ¿Dónde está mi Pudin? ¿Dónde está tu risa? Esa que tanto me gustaba...¿Dónde está mi Joker?… -Acercó la cara y le dio un beso fugaz, el cual no fue correspondido.
-Ha muerto. -Soltó, mirándola solo entonces. -Con suerte, nunca volveremos a ver a ese malnacido. -Sonrió y alzó las manos, sujetando sus muñecas para apartar sus manos del cuello. -Tu Pudin está muerto. -
Harley se puso blanca, abriendo la boca y los ojos de par en par. Una única lágrima cayó por el rabillo del ojo mientras lo miraba y asimilaba lo que él le decía.
Después, la tempestad que Harley estaba empezando a tener por dentro, se volvió un huracán de fuego, incontrolable y altamente inflamable.
Frunció el ceño y apretó los dientes, gruñendo a más no poder. El Joker alzó una ceja y abrió la boca, pero antes de poder decir nada, fue empujado contra la cama y esposado de manos, las cuales fueron alzadas hasta colocarlas detrás de su cabeza, inmovilizándolo.
-¡¿Pero qué haces?! ¡Suéltame! -Le gruñó, mirándola.
-...No quería llegar a hacer esto, Pudin...pero...no me dejas otra opción… -Se rió histéricamente, sentándose sobre su estómago. -No puedo dejarte ir...No puedo quedarme sola...Tú...tú me metiste en esto. Me convertiste en lo que soy… -Frunció el ceño. -Así que seré yo quien te devuelva a lo que eras. Lo que nunca debiste de dejar de ser. -Volvió a sonreír, acercando la cara a él.
-¿Qué?...No...¡No! ¡Suéltame! -Pataleó, intentando quitársela de encima. -Yo no te convertí en nada. Solo te di una oportunidad de dejar escapar a la loca que siempre fuiste. ¡Te convertiste en psiquiatra para ver si podías entender la demencia que tú misma tienes y has tenido siempre! -Le gritó, intentando captar su atención.
Y lo consiguió.
Harley levantó la cabeza, mirándolo.
-...¿De verdad piensas eso? -
-Sí. Siempre lo he pensado...pero solo ahora estoy lo suficientemente cuerdo para darme cuenta. La única que te convirtió en lo que eres ahora...fuiste tú. Solo tú. -Frunció el ceño.
Harley permaneció seria unos segundos...y luego sonrió.
-Casi me engañas Pudin...pero sé que me quieres. Claro que me quieres...solo tengo que recordártelo...y sé exactamente cómo… -Dijo mientras bajaba la mano hasta su entrepierna. -Te conozco demasiado bien como para saber lo que te gusta...y te lo voy a demostrar. -Finalizó, besándolo intensamente con lengua.
Me levanto de la silla y miro más fijamente alrededor. Alzo una ceja y cuando creo que solo ha sido un murciélago o ratón, noto una presencia a mi espalda.
-Hola, Bat… -Oigo detrás de mi oreja.
Abro mucho los ojos y me giro en un movimiento rápido, intentando asestar un puñetazo certero. Pero mi puño es parado por su mano y en una ágil llave estoy tumbado en el suelo boca abajo, inmovilizado. Se sienta sobre mí y me mantiene las muñecas agarradas detrás de mi espalda.
Mierda.
-...Hola, Selina. -La saludo, a regañadientes. -¿Qué haces aquí? -
-Bueno...Había venido a ver a nuestro amigo pero he oído que lo has devuelto al psiquiátrico así que he pensado "¿y por qué no le hago una visita a mi murciélago favorito?". Y aquí estoy. -Sonríe feliz, se está divirtiendo.
-¿Y no podías haber entrado por la puerta como todo el mundo? Me has asustado...casi te doy un puñetazo… -Frunzo el ceño mirándola de reojo.
-Sabes perfectamente que soy más rápida que tú, Bruce. Pero tienes razón...no solo he venido a verte a ti...Si mal no recuerdo, tenemos una deuda pendiente. -Asiente mirándome. -El museo...Hace tiempo. -Habla seria, casi gruñendo.
-¿El museo que intentaste robar? Lo recuerdo. Te dejé esposada y con la policía al lado. Gordon me dio las gracias. -Asiento, alzando una ceja. -¿Qué has venido? ¿Ha robarme a mí? Pues róbame. En cuanto entres por esa puerta una alarma sonará si no eres yo o alguna persona válida y la poli volverá a por ti. -
-No...Yo...yo nunca te robaría, Bruce… -Parece dolida, arruga la cara con una expresión de dolor. -...Yo...Solo he venido a intentar hacer las paces...No...no quería… -Se entrecorta al hablar. No se esperaba que le hablara así.
-Mira, Selina, ahora no me vengas con… -Mis palabras son interrumpidas por gritos procedentes de la pantalla, que ahora mismo retransmite las cámaras de Arkham.
Miramos hacia allí los dos y vemos cómo Harley y Dos caras acaban de derribar a dos guardas que custodiaban al Joker, y este les grita enfadados, sobre todo a Harley.
-Oh no… -Digo intentando levantarme.
-¿Eso está pasando en directo?...Vaya...Sí que habéis puesto cámaras. -Selina se aparta y me deja levantarme. Empiezo a teclear en el ordenador cuando desaparecen de plano, buscándolos.
-Mierda mierda mierda… -Me empiezo a poner nervioso. En la otra pantalla, deslizo varios paneles hasta que encuentro el botón de emergencia. Lo pulso.
Pero no pasa nada.
-No...No me jodas… -Trago saliva y lo pulso de nuevo varias veces. -¡Venga ya! -Grito entre dientes.
-¿Qué pasa, Bruce? ¿Qué va mal? -Me pregunta Selina, mirando la pantalla y a mí.
-La alarma tres no funciona...No puedo avisar a los responsables de seguridad de ese ala. Debe ser cosa de Cobblepot o Dent...Estaban tramando algo… -Arrugo la cara, intentando acceder a la alarma como puedo.
-Bruce, mira… -Me avisa Selina, señalando una de las cámaras de la celda del Joker.
La miro y miro la cámara.
El estómago me empieza a dar vueltas y unas ganas de vomitar tremendas me invaden.
Harley, sentada a horcajadas sobre el Joker, lo besa y se restriega sobre él.
Se acabó.
Me giro y voy hacia la vitrina expositiva donde está el uniforme. Selina me mira y me sigue.
-¿Qué vas a hacer? -Pregunta preocupada.
-Ir y pararla. -Frunzo el ceño mientras termino de ajustarme la capucha y corro al batmóvil, montándome de un salto. Selina hace el intento de montarse también, pero la paro. -No, Selina. Tengo que ir yo...Quédate aquí...Avísame si ocurre algo por las demás cámaras… -La miro y asiento lentamente. -Confío en ti, Selina. -Le digo seriamente.
Ella asiente también, frunciendo el ceño.
-Gracias Bruce...No te defraudaré. -Me sonríe y yo asiento.
-Lo sé. -Arranco el coche y piso el acelerador todo lo que puedo, saliendo de la cueva y dirigiéndome hasta el psiquiátrico.
Llego hasta el ala del comedor después de pasar por pasillos y pasillos llenos de presos y policías. Gracias a los nuevos sistemas y el nuevo centro, la situación está casi controlada al cien por cien. Falta Harley. Y Dent, pero dado que todavía no me lo he cruzado, lo más seguro es que ya se haya escapado. Avisé a Gordon de camino aquí. En cuanto pise los alrededores del centro, Gordon lo detendrá. Es imposible irse de aquí. El pingüino, en cambio, se quedó en la puerta principal. Quería montar un complot, pero no le ha dado tiempo, afortunadamente.
-Pudin, ¿por qué no me haces caso? -Oigo que dice alguien en tono lastimero.
Me arrastro por el conducto y salgo por una rendija, en cuclillas, rodeo el comedor observando la escena.
El comedor está vacío, a oscuras. En penumbra de no ser por las cuantiosas velas que decoran la sala. Están colocadas por las mesas. En el centro, una mesa con un mantel y dos platos con sus cubiertos (de plástico biodegradable, la vajilla que se sirve en Arkham) adornan la velada que se ha montado Harley. En los platos está el menú de la cena de ese día. Miro entonces al Joker, que está sentado y atado, con las manos esposadas detrás de la espalda. Frunce el ceño y gruñe de vez en cuando, sin decir nada. Están ellos dos solos, aunque puedo ver a dos seguratas en la puerta de entrada y en la de la cocina.
-¡He preparado todo esto para ti! ¡Para que veas que soy mejor que esa rata con alas! -Grita para intentar llamar su atención.
Y lo consigue.
Joker frunce el ceño y la mira fulminante.
-¡No es una rata con alas! -Levanta la pierna y le asesta una fuerte patada en el estómago, que la tira al suelo por el golpe inesperado. -¡Suéltame y deja de hacer el tonto, Harley! ¡No tengo hambre y me quiero ir a dormir! -Le recrimina, intentando soltarse.
Harley se levanta del suelo despacio y después se vuelve a acercar a él, sonriendo.
-¡Pero puedes cenar esto, Pudin, te lo he hecho yo misma! -Asiente. El Joker la mira y sonríe.
-Eh...pues desátame para que me lo pueda comer, pastelito… -Le dice cariñoso. Un tic me salta en el ojo al oír ese apelativo.
-Ah… -Harley se acerca a él más, pero antes de empezar a desatarlo para en seco, y da un paso atrás. -No...¡No, Pudin! ¡Te lo daré yo! No vaya a ser que te escapes otra vez… -Se ríe divertida y él pone los ojos en blanco. Harley se sienta frente a él y coge una cuchara. -Que romántico, como nuestra primera cena...¿te acuerdas? -Le pregunta sonriendo.
Aprovecho que se ha sentado por fin para bajar al suelo de un salto sigiloso detrás de ella, agachado y muy lentamente, me voy acercando a ella.
-Sí, me acuerdo… -Joker me divisa cuando estoy a mitad de camino y su cara cambia radicalmente, sonríe radiante y mira a Harley. -Fue en el puerto de Gotham...estabas preciosa, pastelito… -Le sonríe ladeando la cabeza.
Harley alza la cabeza y asiente deprisa.
-¡Sí! ¡Te acuerdas! ¡Sabía que fue importante para ti! -Se ríe y coge una cucharada del puré del plato, acercándola a él. -Y luego...me llevaste a tu guarida y… -Empieza a decir, en un tono más bajo. Sé que está sonriendo.
Al Joker le cambia la cara y me mira de reojo, esperando mi reacción. Paro en seco para escuchar lo que va a decir Harley.
-Y fuimos a mi cama e hicimos el amor. Fin. -Asiente deprisa y sonríe.
-Oh, pero qué forma de hacer el amor...¿Recuerdas los juegos de rol?...¿O la bañera?...No sabía donde acababa yo y donde empezaba el cuero… -Se ríe pícara.
-Sí. Y al día siguiente compramos a las hienas. ¿Recuerdas las hienas? -Sonríe nervioso.
-...Sí...¡pero no hablemos de ellas, Pudin! Ellas están bien en casa, donde vamos a ir ahora...He preparado todo para que sea igual que esa noche. ¡Hasta Batman estará en el mismo sitio! -Asiente enérgica.
-¿Cómo?… -Pregunta confundido. -No...no recuerdo eso… -Niega con la cabeza.
-Oh, claro que sí, Pudin...Esa noche Batsy te pegó muy fuerte...y llegaste mal a casa...y mientras te curaba...empezamos a besarnos y luego Batsy volvió a aparecer y entonces… -Y antes de que Harley siga destripando aquella noche que yo no recuerdo del todo bien, Joker la corta.
-¡Cállate Harley! -Le grita de pronto, logrando lo que quería.
Harley cierra la boca, impresionada. En ese momento y justo detrás de ella, la agarro y le tapo la boca hasta que la dejo inconsciente y la tumbo en el suelo. Miro al Joker después, alzando una ceja.
-...¿Hay algo que deba saber? -Pregunto escéptico.
-...No. -Niega rotundo. ¿Está...ruborizado? ¿Él? -Devuélveme a mi celda, ¡¿quieres?! -Gruñe, ladeando la cabeza.
-...Ya hablaremos tú y yo… -Le digo entre dientes, acercándome a él para desatarlo.
-Oh, ya lo creo, Bats. -Asiente frunciendo el ceño. -Ojalá pudiera cruzarme de brazos ahora mismo. -Dice indignado.
Suspiro y lo desato, y después se cruza de brazos.
-¿Ves? Ahora parezco diez veces más enfadado. -Asiente y me mira después, sonriendo. -Gracias por salvarme, Bats. -
-...De nada...Intentaré que las alarmas no fallen...¿sabes quién ha podido ser? -Le pregunto. Tal vez tener un aliado dentro sea un ventaja que debo usar a partir de ahora.
Él me mira pensativo y entre cierra los ojos. Luego sonríe.
-Tal vez deberíais revisar la celda de Eddie. Del Señor Nygma vaya. Ha estado muy obcecado con el nuevo sistema de seguridad y estaba empeñado en saltárselo. A lo mejor lo ha conseguido. -Asiente.
-...Ya veo...Gracias. -Miro mi guante y tecleo varias veces en él. Luego lo miro. -Te acompañaré a tu celda. Ya está todo despejado y en su sitio. -Asiento y empiezo a andar con él hacia los pasillos principales.
Cuando llegamos a su celda, él se estira y bosteza.
-Al final no me han traído el postre, ni las pastillas… -Dice frunciendo el ceño.
-Les diré que te lo traigan todo. Pero postre solo por esta vez, porque has actuado de rehén...¿de acuerdo? -Le advierto. Él asiente sonriendo. -Bien...Ah, y...si lo que dices del Riddler es cierto...te lo recompensarán. -Le aviso, mirándolo de reojo.
Él me mira y sonríe.
-Vale...pero solo por esta vez porque tienes un culazo, ¿de acuerdo? -Dice repitiendo lo que le acabo de decir...pero con otras palabras. Yo me sonrojo debajo de la capucha y frunzo el ceño levemente. -No voy a ser el chivato de la cárcel, Bats, ya soy el payaso de turno. -Asiente riéndose entre dientes. Se tumba en la cama y suspira. -Qué grande se me hace la cama sin alguien que la llene… -Me dice lastimero, mirándome después.
-...Es una cama individual. Tú ya la llenas de por sí. -Le contesto alzando una ceja.
-Oh, qué aguafiestas eres. -Gruñe y pone los ojos en blanco. -Vete ya, aburrido. -
-¿Me estás echando? -Le pregunto.
-¡Sí! -Me dice claramente enfadado.
-Vale vale...Vendré a verte dentro de poco...cuatro o cinco días a lo sumo...Sigue portándote bien o no volveré. Es lo único que te pido. -Apunto con la batgarra al conducto de ventilación de arriba.
-Vale...Tráete globitos, que a mi no me dejan tener. -Me avisa, tan tranquilo.
Voy a decir algo, pero me callo, sonrojado. Suspiro entre dientes y acciono la batgarra, saliendo de la celda.
Al llegar al tejado de Arkham, aviso a los guardias para que le lleven lo que me ha pedido.
Bajo a la entrada donde hay multitud de coches de policía y me acerco a Gordon. Este me mira sonriendo orgulloso.
-¡Mira Batman! ¡Dos minutos hemos tardado! Ha sido llegar y besar el santo. -Asiente, señalando a Dent, que se resiste a entrar de nuevo al centro. -¡Ponte las pilas porque casi hemos sido más rápidos que tú! -Sonríe más, divertido.
-Me alegro que te guste el nuevo sistema de Wayne y Luthor, Jim. Aunque la policía siempre ha hecho un buen trabajo, no cabe duda. -Asiento. -Oye, ¿te has enterado de la trama principal? -Pregunto.
-¡Eh?...¡Sí, sí, la loca de Harley! En fin, ¿todos dentro entonces? -
-No...De hecho...creo que deberías investigar la celda de Nygma. -Le digo, no muy seguro de ello.
-¿Nygma?...Según me han contado estaba dentro cuando han empezado el recuento aunque… -Alzo el brazo y disparo la batgarra, alejándome del lugar y dejando a Gordon divagar solo.
Al llegar a la mansión, me bajo del coche y Selina ha dejado una nota sobre el ordenador. Coge el papel y lo abro. "Eso es lo que yo llamo una cena romántica. Aprende. Cat". Pongo los ojos en blanco sonriendo y dejo la nota sobre el escritorio. Me quito la armadura y subo las escaleras. Alfred está sirviendo la cena justo cuando entro por la puerta. Puntual como siempre.
Alza la cabeza y me mira.
-Buenas noches, Señor. -
-Hola, Alfred...perdón por la tardanza...Arkham. -Le explico.
-Oh, lo sé. La Señorita Kyle y yo lo hemos estado viendo. Perdone por no guardarle palomitas. -Me comenta sarcástico.
-...Tranquilo… -Le contesto sentándome en la mesa junto a él. -¿Hace mucho que se ha ido? -Le pregunto mientras empiezo a comer.
-No, hará unos veinte minutos. Me ha dicho que tenía asuntos que resolver. -Asiente mientras corta su filete.
-Ya veo… -
-La Señorita Kyle siempre tan ocupada, ya la conoce. -Me sonríe. -¿Volverá a llamarla? Me ha contado su...pequeña discusión en el museo de antigüedades. -
-No hubo ninguna discusión Alfred. Ella robó, yo la detuve por ello. -Me encojó de hombros.
-Sí, Señor...pero...lo curioso es que eso no haya sido una discusión en estos...veinte años que se conocen. O más. -Me mira medio sonriendo, medio intrigado.
Yo le sostengo la mirada por unos instantes. Achico los ojos pensativo, sin saber qué contestar.
-...Bueno, Alfred, un robo es un crimen. Eso está mal, hay que castigarlo. Yo solo llamé a la policía. Es mi deber. -Le explico, a sabiendas de que estoy repitiendo de nuevo lo mismo que dije antes.
Alfred ahoga una risa suave y continúa cenando.
-Como usted diga, Señor… -Sonríe y cambia de tema. -¿Qué tal por Arkham, entonces? -
-Bien...Todo arreglado. Aunque no sé si Ed Nygma se habrá escapado o no… -Él me mira confuso. -Es una pista que creo que me ha dado el Joker… -Le explico.
-Oh...Bueno, habrá que ver. -Me dice no muy seguro de ello.
Y justo cuando Alfred termina de decir esto mi comunicador vibra.
-Vaya, el comisario Gordon. -Dice Alfred impresionado, leyendo la pantalla.
Lo miro de reojo y aprieto dos botones para que se active el distorsionador de voz de la capucha.
-Gordon. -Le saludo.
-¡Eh, Batman!...¿De dónde te has sacado lo de Nygma?… -Me pregunta.
Yo trago saliva mirando a Alfred.
-...Una fuente de información nueva. -Le digo sin dar detalles. Alfred se tapa la cara, suspirando.
-...¡Pues dile a tu fuente de información que te siga diciendo cosas! -Grita divertido, riéndose. De pronto oigo a Nygma gritar a lo lejos.
-¡Soltadme! ¡Soltadme! ¡¿Cómo me habéis descubierto tan rápido?! ¡Se suponía que ibais a tardar cuatro días y siete horas más! -Grita Ed cabreado.
-Gracias Batman, te seguiré informando de lo que tramaba este demente. -Me dice antes de colgar.
Parpadeo varias veces sin creérmelo. Miro a Alfred y al comunicador intermitentemente. Y Alfred me mira perplejo.
-Por todo el té de Inglaterra...Tenía razón. -Dice pasmado.
-No me ha mentido, no. -Ladeo la cabeza. -Tal vez...quiera cambiar de verdad. -
-Ojalá y tenga razón, Señor...Ojalá. -Asiente despacio.
Seis días...¡seis días habían pasado ya! Y ni rastro del murciélago.
¿Dónde se había metido? Se suponía que iba a venir ayer o antes de ayer. Estaba cabreado. Muy cabreado. Primero lo de Harley, ayer se queda sin postre en la cena y hoy ni siquiera se presenta. "El muy mentiroso…", se dijo.
Joker jugaba con su comida, moviendo los guisantes con el tenedor de un lado a otro del plato. Frente a él, un Nygma casi igual de cabreado que él hablaba y de vez en cuando gritaba, maldiciendo a los policías y en especial a Gordon por su golpe fallido antes de tiempo. Ni siquiera le había dado tiempo de prepararlo para llevarlo a cabo. Acababa de llegar al lugar de los futuros hechos.
-Y luego salgo a por gasolina y me encuentro con el comisario, apuntándome a la cabeza...¡¿Cómo lo sabían?! -Gritó encolerizado.
A su lado, Hiedra puso los ojos en blanco y siguió comiendo sin decir nada.
-Si al menos me hubiera detenido Batman...¡pero ni siquiera él se presentó para hacerlo! -Volvió a gritar.
-Últimamente está muy pasota, sí. -Habló Joker entonces, frunciendo el ceño.
-Pero no le des conversación… -Le dijo Ivy mirándolo de reojo.
-¡Pues me estoy cansando de tanto pasotismo gratuito, ¿es que acaso no merezco su atención?! Maldito hombre murciélago...¡cuando lo vea le pondré un enigma que no podrá resolver nunca! ¡Y mataré a todos sus seres queridos y destruiré su mundo! -Un vigilante le dio un golpe en el antebrazo a Ed, en forma de aviso. Este lo miró de reojo y carraspeó, bajando el tono de voz. -Voy a matarlo y lo voy a disecar...Ya verá...él no sabe quién soy yo, pero lo va a saber...Oh sí… -Siguió hablando para él mismo y Ivy y Joker se miraron, poniendo los ojos en blanco después.
-...¿Y tú?...Estás muy cuerdo últimamente...payaso. -Le dijo Ivy.
-Una pena que no sea asunto tuyo, entrometida...Yo que tú me preocuparía por tu novia. Está desquiciada. -Le dijo intentando picarla.
Ivy arrugó la cara, entre enfadada y dolida por venir de él. Precisamente él.
-Ya...Algo le habrás hecho, imbécil… -Gruñó, culpándolo.
-¿Yo? ¿Cómo? Y lo más importante...¿para qué leches voy a querer yo hacerle algo? -Alzó una ceja y Ivy pestañeó varias veces, sin saber qué decir.
-...¡Pues a saber! ¡Siempre andas maquinando planes para tu disfrute personal! Ya le has hecho cosas antes y puedes perfectamente volverlo a hacer así que no pienses que no… -Pero su discurso dejó de ser importante cuando el Joker miró la tele que había en el comedor, la que actualmente retransmitía el parte del día.
-Cállate. -Le dijo, mirando atentamente la gran pantalla en una de las paredes de la sala.
"Bruce Wayne secuestrado por la hija del terrorista medio ambiental Ra's Al Ghul", rezaba el letrero inferior de las noticias. Arriba de este, unas imágenes de Thalía Al Ghul y del teatro municipal de Gotham, sitiado por helicópteros y coches de la policía eran retransmitidas mientras una periodista comunicaba la noticia y señalaba el gran edificio que se erigía a sus pies. "Aún no sabemos qué pretende la hija de Al Ghul o qué quiere de Wayne, pero lo que sí sabemos es que no se sabía nada de Wayne desde hace dos días. ¿Cuál será el precio que se le pondrá a la cabeza del soltero de oro de Gotham? ¿Es simple casualidad que haya sido secuestrado en el mismo edificio del cual salieron sus difuntos padres y él hace tantos años en esa fatídica noche que todos recordamos?", dijo la periodista.
Al Joker se le vino el mundo abajo. Su estómago empezó a dar vueltas y las imágenes de Bats desangrándose aquella vez y él intentando mantenerlo con vida volvieron a su cabeza.
Pero esta vez no estaba en la batcueva a apenas unos metros de él. Estaba en Arkham, encerrado hasta que se muriera y a kilómetros y kilómetros de él. No podía ayudarle.
Y entonces, toda esa preocupación, desasosiego y nerviosismo, pasaron a la ira, el enfado y la rabia porque le habían quitado algo que era suyo desde hacía ya varios meses.
Ivy observó al Joker y bajó los ojos hasta que la cuchara de plástico de sus manos se partió entre sus dedos. Ladeó la cabeza y achicó los ojos observándolo.
Arrugo la cara por el insoportable y repentino dolor que siento de repente. Abro los ojos despacio, sin saber muy bien donde estoy. Miro alrededor.
¿Cómo he llegado aquí? ¿Hace cuánto que estoy inconsciente?...
Bajo los ojos hasta mirar mis pantalones. Todavía tengo el traje gris que me había puesto...hace un día. Llevo inconsciente muchas horas. Demasiadas. Y la mancha que tengo en mi muslo derecho, esa que me oscurece el pantalón, me dice que me sangra la parte derecha de la cabeza, la frente para ser exactos. Por eso me duele tanto.
Al intentar moverme, no puedo. Estoy atado. A una silla o a un sillón...es cómodo...o todavía estoy medio dormido para estar incómodo. Tengo las manos detrás de la espalda y no puedo moverme.
¿Qué estaba haciendo antes de quedarme inconsciente?
Piensa Bruce...piensa…
La autopista...la autopista hacia Metrópolis. Estaba yendo a Metrópolis...tenía una reunión con...Luthor. Después...iba a tener una reunión en el Salón de la Justicia...con la Liga.
La Liga...íbamos a ir a una misión en Thanagar...todos. Así que no hay nadie de la liga que pueda venir a ayudarme. Mi captor lo debe saber. ¿Pero cómo? Debe ser inteligente...o tener contactos...porque alguien de dentro no puede ser. ¿Quién querría secuestrar a Batman? No, el que me ha secuestrado, quería secuestrar a Bruce Wayne, no a Batman...o habría esperado a que yo fuera Batman.
Estoy ligeramente mareado, me cuesta pensar. Debo haber perdido mucha sangre. ¿Cuánto llevo aquí sentado?...Y si tenía una reunión con Luthor, seguramente este la quería hacer pública, y haya ido corriendo a contarle a la prensa que no he asistido…
Tengo que intentar salir de aquí…
¿Pero qué es "aquí"? ¿Dónde demonios estoy?
Alzo la cabeza y veo un montón de líneas y filas de butacas...y una alfombra roja en el centro. Arriba hay balcones con más butacas...Es el teatro. Estoy en el teatro. ¿Por qué estoy secuestrado en el teatro?…¿Para qué?
Para que todos lo vean...mi captor quiere que esto sea público. Quiere que todos sepan que yo estoy secuestrado. Que tienen a Bruce Wayne, en el treatro, uno de los sitios más céntricos de Gotham.
Alfred habrá llamado a alguien...aunque si llevo tanto tiempo fuera de casa, ya debería de haber llamado a ese alguien. Y ese alguien ya debería haber llegado.
No va a venir nadie. No por el momento, supongo.
Vuelvo a arrugar la cara por los pinchazos de dolor que siento en la cabeza y de pronto, una voz familiar me saluda desde el suelo, por debajo respecto al escenario. Frunzo el ceño y alzo los ojos despacio, estoy muy cansado.
-Hola querido...Me alegra ver que ya estás despierto. -Me sonríe dulcemente.
-...Thalía… -La saludo.
Mi voz suena ronca, fruto de haber estado inconsciente y seguramente anestesiado, y del cansancio.
-Has tardado mucho en despertar, querido. Ya creía que te habías muerto y tenía que hacer uso de la pila de Lázaro de Ra's. -Vuelve a sonreír y se sube al escenario para acercarse a mi.
-...¿Qué quieres? Déjame en paz… -Le pregunto, intentando seguirla con la mirada.
-Siempre con tu mal despertar, ¿eh?… -Me dice pasándome una mano por el pelo, cuando la aparta, veo manchas de sangre en su mano.
-¿Qué esperabas?...Me habéis anestesiado y seguramente me habéis golpeado o torturado hasta que perdí el conocimiento… -La miro escéptico.
-Oh...qué va. Veo que sigues teniendo un poco de amnesia temporal. Es normal por otra parte. -Asiente. -No te torturamos. Simplemente estrellamos tu deportivo y cuando intentaste salir, uno de mis francotiradores te disparo un dardo tranquilizante. Y vaya si te tranquilizó. -Sonríe divertida. -Te he dejado la misma ropa, porque estás muy guapo, pero la estás manchando con tu propia sangre, querido. Más vale que dejes de sangrar o te voy a tener que resucitar de verdad. -Me avisa.
-Estás loca, Thalía...¿para qué has hecho esto? Dime qué quieres de una vez. -Frunzo el ceño. -¿Dinero?...¿Poder?...¿A mí?… -
Thalía se ríe suavemente.
-Oh, querido...A ti te consigo con los dos primeros, y estos ya los tengo. -Me explica sonriendo. -No, no quiero eso...Simplemente vengo en una misión...diplomática, con tu gobierno. -
-Diplomacia y secuestro no suelen ir en la misma frase, Thalía. -Le aviso, ladeando la cabeza para mirarla cuando se mueve de un lado a otro, andando despacio por el escenario.
-Como se nota que no eres político, Bruce. -Se ríe divertida y me mira. -No te molestes en sacar juguetitos, Bruce. -Alza el dedo índice, señalando hacia arriba y cuando miro adonde me indica, veo a varios ninjas de su guardia personal. -Además, me he asegurado de que ninguno de tus súper amigos o bat hijos esté hoy para rescatarte. No quiero que nadie interrumpa esto. -
-Sinceramente...me duele que me uses como un simple trueque. -Miro hacia el suelo, pensando en una forma de escapar.
-Oh...si esperabas algo más...ese barco zarpó hace mucho, querido. Lo siento, una mujer tiene que hacer a veces lo que tiene que hacer. Lo entiendes, ¿verdad? -Se acerca a mí y me sujeta la mandíbula, alzándome la cabeza para que la mire. -Estás fatal...y como me sigas perdiendo sangre me voy a quedar sin nada con lo que negociar. Iré a por algo para ayudarte. Ahora vuelvo. -Me avisa antes de irse. Puedo oír sus tacones impactar contra el suelo, alejándose de donde estoy.
Tengo que pensar en cómo voy a salir de esta.
No sé cuanto tiempo ha pasado, pero cuando vuelvo en sí, Thalía me está quitando la corbata y la chaqueta del traje. Arrugo la cara e intento zafarme, pero es inútil.
-Para...estate quieto, Bruce. Tu amigo Jim Gordon quiere que le entregue algo que ratifique que estás aquí conmigo. Agradece que le entregue tu corbata y tu chaqueta y no uno de tus dedos. -Me dice sonriendo mientras me mira.
-¿Y luego te preguntas por qué lo nuestro no funcionó?… -Le pregunto alzando una ceja.
-...No funcionó porque no tenías lo que hay que tener para estar conmigo, querido… -Frunce el ceño al decirlo, con sus brazos rodeándome el cuello, cerca de mi cara. -Si hubieras sido más valiente...Si hubieras hecho lo que había que hacer… -
-Matar a tu padre y a cientos de personas más no está en mis planes para casarme con alguien. Ni contigo ni con absolutamente nadie. Yo no mato. Lo sabes perfectamente. -Le digo serio, fulminándola con la mirada.
-...Esa decisión te va a acabar matando, Bruce… -Me avisa.
Después se separa de mí y le entrega mi ropa a uno de sus ayudantes, que corre hacia afuera. Lo sigo con la mirada hasta que se va y luego miro a Thalía.
-¿No vas a entregarlo tú?… -Pregunto alzando una ceja.
-No, claro que no. Yo me tengo que quedar vigilando el paquete. -Me mira mientras me habla, sonriendo levemente. Al parecer le ha hecho gracia llamarme "paquete".
-...¿Y qué es exactamente lo que quieres pedir a cambio de mí? Supongo que como "paquete", tengo derecho a saberlo. -
-Queremos varias cosas...pero en definitiva, queremos la independencia total del mundo, y sobre todo de Estados Unidos. Siempre se entrometen en nuestros tratos y acuerdos, y no tienen derecho a hacerlo. -
-Esos tratos y acuerdos a menudo son guerras y genocidios, Thalía. -Recalco frunciendo el ceño.
-Como te he dicho Bruce, hay que hacer lo que hay que hacer. -Se cruza de brazos, dándome la espalda.
Empiezo a creer que voy a morir aquí de verdad, cuando se oye una explosión cercana, muy cercana.
Abro los ojos como platos y miro a Thalía.
-¡¿Qué has hecho?! -Le pregunto exaltado. -¡No tienes derecho a hacer daño a los demás, Thalía, son gente inocente y niños! Me tienes a mí, déjalos en paz… -Gruño.
-No he sido yo...Los míos no actúan así… -Parece igual de nerviosa que yo. Coge el walkie talkie que tiene en la cintura y se intenta comunicar con el exterior. -Alpha 1, ¿qué ha pasado, Delta 4?...Delta 4 responda ya. -Insiste, cada vez más preocupada, aunque intente disimularlo.
-¡¿Qué es eso?! ¡¿Qué es eso?!...¡¿Quiénes son estos?!...¡Alpha 1, tenemos problemas! Necesitamos apoyo urgente, repito apoy… -Y ahí, entre gritos y disparos, la comunicación se corta.
-...¡Delta 4?...¡Delta 4 responda! -Insiste Thalía, pero no recibe respuesta.
Thalía se queda en silencio, los gritos y ruidos del exterior son cada vez más claros y resonantes. Thalía me mira, entre confusa y nerviosa, teme que su operación se vaya a la ruina. Y lo peor de todo es que no tiene ni idea de lo que está frustrando su operación.
Yo tampoco sé lo que está pasando, y eso me pone nervioso. Muy nervioso.
-...¿Qué has hecho…? ¿A quién has llamado ahora? -Me pregunta, acercándose a mí.
-¿Yo? A nadie. Si no puedo ni moverme… -Alzo una ceja y la miro cuando está justo frente a mí.
-¡Mentira! ¿Quién es? ¿La princesa del mundo divino? ¿El súper alien?...¿Alguno de tus subordinados?… -Pregunta intentando adivinarlo.
-No son mis subordinados, Thalía. -Le contesto enfadado. -Y no me he llamado a nadie porque no puedo llamar a nadie. -Le repito.
Ella me gruñe y cuando se debate entre salir o quedarse a proteger su paquete, un disparo, seco ensordecedor y resonante, hace eco en el teatro. Yo me miro, examinándome al detalle...pero no parece haberme impactado nada. Miro a Thalía ahora, ella, con la boca abierta se mira el vientre, posa sus manos ahí y descompone la cara. Abro los ojos como platos y giro la cabeza buscando al culpable.
Y entonces lo veo.
Desde la entrada del teatro, justo frente a mí, al final de la sala. Entrando por la puerta principal como los grandes, revolver en mano y dando pasos seguros y cada vez más enfadado hacia nosotros.
Thalía frunce el ceño, arrugando la cara. Chorros de sangre caen desde su vientre y se gira para mirar al pistolero que le ha perforado el vientre.
-...Tú… -Dice entonces, con la voz entre cortada. -¿Qué haces tú aquí?...¡¿Qué demonios quieres tú?! -Le grita sin comprender nada.
Solo él y yo comprendemos lo que está pasando ahora mismo. El por qué está aquí.
Thalía inca las rodillas en el suelo, intentando contener la incipiente hemorragia que se desata en su vientre con sus manos, y que forma un charco de sangre bajo ella.
-Vengo a rescatar a este hombre. -Dice entonces, subiendo al escenario y apuntándola con la pistola. -Yo que tú no me movería. -Ladea la cabeza.
-¿Qué?...¿Por qué? -Pregunta Thalía, buscando algún sentido a todo esto.
-Porque lo digo yo… -Le contesta con una soberbia que no sabía que tenía.
Se agacha y coge el walkie talkie. Cuando Thalía intenta cogerlo, él le pisa la mano y Thalía grita de dolor. Se yergue de nuevo y aprieta el botón para después hablar.
-...¿Jim?...Jimmy… -Empieza a decir, sonriendo.
Abro los ojos sorprendido.
-...¿Joker?...¿Ya has entrado? -Le pregunta Gordon, no muy confiado.
-Sí, tengo a Wayne aquí vivito y coleando y a la otra desangrándose en el suelo...fallos del directo. -Se encoge de hombros.
-...Quiero pruebas. Pásame a Bruce Wayne. -Le pide.
Joker me mira por primera vez desde que ha entrado por esa puerta, se acerca a mí y me coloca el walkie delante.
-Hola comisario… -Le digo, respirando despacio. -Estoy...estoy bien. El Joker...me ha salvado la vida. -Explico, sintiéndome raro en cuanto lo digo. -Pueden entrar a detener a Thalía...y por favor, llame a una ambulancia y preparen dos unidades de cero negativo...o tres. -Le pido, arrugando la cara.
-Wayne… -Dice en cuanto me oye, tan sorprendido como yo. -...A...¡Ahora mismo! ¡Una ambulancia! ¡Y pasad! ¡Tenemos luz verde, pasad!...¡No disparéis al payaso! -Oigo que dice después, antes de cortar.
-¿Has oído eso, Bruce? No disparéis al payaso. No me van a disparar… -Sonríe mientras me mira y yo asiento despacio.
Alzo los ojos para ver cómo unos diez...¿o doce? Policías entran apuntando a Thalía pero antes de ver nada más mis ojos se cierran.
-Bruce mira esto...¿Bruce?...¡Bruce! -Oigo cómo el Joker me llama, pero pierdo la consciencia y todo se vuelve negro y dejo de oír nada.
Cuando me despierto, oigo un pitido intermitente que supongo que es el aparato que mide mis pulsaciones. Por el olor y el entorno blanco y estéril, sé que es el hospital. Alguien me coge la mano y la aprieta suavemente.
-Buenos días, Señor… -Me dice Alfred, sonriéndome. Está sentado a mi lado en un sillón. -Lleva durmiendo unas horas...le pasaron al quirófano para darle puntos en la frente, pedí que le durmieran para evitarle dolor y que descansara. Thalía está ya deportada de vuelta a oriente y tiene prohibido acercarse a usted...Él está en la comisaría con Gordon. -Alfred me cuenta todo tranquilo y de forma pausada. Sabe que lo quiero saber todo pero no quiere agobiarme. Frunzo el ceño al oír esto último. -Está en comisaría tomando declaración de lo sucedido...tranquilo...Luego vendrá el comisario para tomarle declaración a usted. -
-...De acuerdo...Gracias, Alfred. -Asiento despacio y suspiro más tranquilo. -Arriesgó su vida y su condena por mí… -Le digo entonces, meditando lo sucedido.
-Oh, lo sé, Señor...Todo el mundo lo sabe. -Me dice entonces, encendiendo la tele.
Lo miro y miro la tele. En todas, lo mismo. "El Joker salva la vida de Bruce Wayne", "Wayne salvado por el Joker", "¿De súper villano a súper héroe? El nuevo Joker del que todos hablan", "El rescate del payaso"...Y demás títulos de noticias y cadenas de televisión de las que Alfred hace zapping. Sale gente hablando de él, psiquiatras analizando imágenes del rescate, personas corrientes apoyándolo, algún que otro especulando sobre intereses ocultos...En todos lados, hablando de lo mismo.
-Madre de dios… -Digo impresionado por el aluvión mediático repentino y masivo.
-Lo sé, Señor, lo sé...La liga ha llamado. Se disculpan por no haber estado presentes, pero se alegran de que esté bien. Sus amigos vendrán luego a verle. El señor Kent y la señora Prince estaban especialmente preocupados. -Me informa.
-Gracias por hablar con ellos… -Suspiro intentando asimilar todo esto. Me pregunto cómo se lo estará tomando él. -¿Has hablado con él? ¿Lo has visto? -Le pregunto mirándolo.
-Oh...no Señor, me temo que cuando a usted le trajo la ambulancia, a él se lo llevaron a comisaría. -Asiente. -Según me ha dicho Bullock estaba como loco por saber si seguías vivo. Tuvo que hacerle una foto antes de que pasara al quirófano para que empezara a hablar con el señor Gordon. -
-Ya veo… -Bajo los ojos y miro las botellas que tengo conectadas. -¿Es suero?… -
-Suero y un poco de analgésicos para el dolor, Señor. Ya le queda poco, el médico pronostica que cuando termine esta dosis podrá irse a casa...A hacer reposo… -Recalca en esto último, mirándome fijamente.
Yo lo miro también, sabiendo a lo que se refiere.
-Me lo pensaré… -
-Bruce...Hey, Bruce… -Siento que me llaman.
Entre abro los ojos despacio y muevo los ojos por la habitación hasta que reconozco a los que me miran, apoyados en la cama y sonriéndome. Clark y Diana...Al fondo está Lois.
-Mh...Hola… -Mi voz vuelve a sonar ronca. Me he vuelto a dormir. Me incorporo levemente y abro más los ojos, mirándolos. -Perdón… -
-No pasa nada, amigo. Estarás cansado… -Me dice Clark. Me sonríe con pena. -¿Qué tal estás? No queríamos molestar. -
-No molestáis...¿Lleváis mucho tiempo aquí? -Les pregunto mirándolos.
-No...Bueno, unos veinte minutos ya. Hemos estado hablando con Alfred. Ha bajado a tomarse algo en la cafetería. -Me dice cuando ve que lo empiezo a buscar por la habitación.
-¿Te duele mucho? Es una suerte que solo tengas lo de la cabeza...Esa Thalía… -Me dice Diana, arrugando la cara.
-Me empieza a doler, sí. Me están quitando los analgésicos. Según Alfred me podré ir en pocas horas. -
-Nos lo ha dicho. Vas a descansar mejor en casa, eso seguro...Podemos venir alguno de la liga para vigilar Gotham...si quieres, claro. -Me avisa Clark.
-No, no será necesario...Luego hablaré con Dick. O con Tim. Gracias. -Asiento despacio.
-De nada… -Clark frunce levemente el ceño, no está de acuerdo con mi decisión.
-...¿Y te has enterado de lo del Joker? -Me pregunta entonces Lois. Le miro alzando una ceja. -Ah, bueno, tú estabas allí...lo has vivido en primera persona...Ha sido increíble, Bruce. Verdaderamente increíble. ¿Qué piensas tú? -Su sed de información es insaciable.
-Lois, creo que deberías dejarlo… -Le dice Clark mirándola de reojo.
-No, está bien...Tengo que empezar a despertarme… -Suspiro y la miro. -Pienso que...si deja de ser un súper villano, se salvarían infinidad de vidas...y nos ahorraríamos crímenes y desgracias incalculables. Pienso que esta ciudad, ahora es un poquito mejor. -Asiento y apoyo la cabeza en la almohada, mirando a los otros dos, que miran al suelo.
Por su cara se plasma preocupación, nerviosismo e impotencia. Son como un libro abierto. Sobre todo Clark.
-¿Tú no lo piensas, Clark? -Le pregunto alzando una ceja.
-¿Eh? -Me mira sorprendido, como si no se hubiera dado cuenta de que lo estaba mirando. -Sí, sí, también lo pienso...Es una maravillosa noticia. Claro que estoy de acuerdo contigo, Bruce… -Asiente despacio.
-...Lois, a ver cuando le enseñas a mentir… -Le digo mirándola, sonriendo débilmente.
Lois se ríe divertida y asiente. Clark se sonroja levemente y Diana ríe con Lois también.
-Tienes razón Bruce...Que esté cambiando, o que lo haya hecho ya, es una buena noticia...Todos deberíamos estar por lo menos más...tranquilos por ello. -Asiente Diana.
-¿Qué tal en la misión?...Al final no pude ir. -Les pregunto, mirándolos a los dos.
-Oh, bien bien...Nos reunimos allí con Hawkgirl y estuvimos haciendo una ronda por el planeta...ni rastro de actividades sospechosas. El siguiente planeta en la lista es Apokolips. -
-Me prepararé entonces. -
-No, Bruce, de eso nada… -Miro a Diana alzando una ceja. -Nos vamos mañana y no vas a estar recuperado para entonces...Por favor, quédate y descansa...Si quieres, puedes quedarte con Cyborg en la Atalaya y nos das indicaciones desde ahí. -Me sonríe amable.
-No, sabes que solo molestaría a Cyborg. Además, tengo que estar en el terreno para recaudar pruebas y testimonios. -Frunzo el ceño.
-Pero no puedes venir, Bruce...Te han mandado reposo, y se piensan que estás todo el día en una oficina...Imagínate si supieran que tienes que pelear contra semidioses y ejércitos...No puedes… -Me dice Clark.
Voy a decir algo, pero prefiero callarme. Los tres se miran, entre preocupados y sin saber qué decirme.
-...En otro orden de cosas, Bruce, Luthor te iba a decir de todo delante de la prensa, pero justo cuando fue a hablar, saltó la noticia de tu secuestro. Si vieras la cara que puso… -Me dice Lois, riéndose después. -Empezó a mandarte ánimo y a decir que ojalá te encontraran pronto y eso...Luthor y su doble cara, ya lo conoces. -
Miro a Lois y niego con la cabeza, poniendo los ojos en blanco.
-Casi que Thalía me hizo un favor...Es insufrible y se cree que la eficacia de Arkham ha sido gracias a su equipo, como si las empresas Wayne no hubieran hecho nada. -
-He oído que los presos están un poco enfadados con él… -Sonríe Lois. -Sobre todo ese tal Nygma. -Se vuelve a reír.
-Nygma se enfadó porque creía que fue una cámara de Luthor la que le pilló en plena huida...pero de nuevo, fue un chivatazo del Joker, y yo se lo dije a Gordon, quien lo atrapó. -Asiento.
Lois abre los ojos sorprendida.
-...Y ahora me dirás que no puedo publicar esto. -Sonríe frunciendo el ceño.
-Lo siento pero no. Tal vez salgan más chivatazos como esos, y si esto se hace viral, no creo que siga fluyendo la información. -Lois me mira decepcionada, pero lo entiende.
-La próxima vez será. -Se encoge de hombros sonriéndome.
Alguien llama a la puerta cuando estoy merendando, miro a Alfred de reojo y este mira hacia la puerta alzando las cejas curioso.
-Oh...¿será el médico? -Me pregunta. -Adelante. -
Gordon pasa diciendo "buenos días", mientras agarra a cierto payaso del brazo. Gruñe y le manda callar antes de que ni siquiera abra la boca. Intento disimular y vuelvo a mirar a Alfred, que traga saliva visiblemente tenso.
-Hola Wayne. Perdón por molestarte pero...tengo que tomarte declaración. Y…este no ha dejado en insistir en que quiere ver "al ricachón vivo ya que lo ha salvado él". -Vuelve a gruñir después de decir esto.
Yo sonrío débilmente, mirando al Joker.
-...Bueno...eso dicen los medios, ¿no? -Me encojo de hombros y Joker me sonríe asintiendo.
-Así es, Bruce, me alegra ver que me entiendes. ¿Ve, comisario? -Le pregunta, haciendo fruncir el ceño a este último.
-Cállate o te mando a Arkham. Bien...Alfred, ¿quieres salir o te quieres quedar? -Le pregunta antes de empezar a preguntarme cosas.
-Pues...si me disculpa, voy a tomarme un café, no quisiera molestar… -Hace una pequeña reverencia y Joker lo imita, sonriendo.
Alfred lo mira arrugando la cara, después me mira de reojo a mí y sale sin saber muy bien qué decir. Gordon sienta a Joker en una de las sillas de la habitación y lo esposa a una de las rejas de la ventana.
-Quieto...Tengo a policías esperando ahí fuera para pegarte un tiro. -Le avisa mirándolo.
-Qué majos. -Contesta él, mirando hacia la puerta.
Gordon se acerca a mí con una libreta y un boli. Al hacerlo, muevo los ojos desde el Joker hasta él.
-Bueno, Wayne, empecemos. -Yo asiento. -Bien, ¿sabe cómo lo secuestraron? -
-...Thalía me dijo que provocó un accidente con mi coche y desde ahí me sustrajeron. Con la conmoción del golpe, pudieron anestesiarme y supongo que después me llevaron al teatro. -
-Ya veo...¿sabe cómo pudo Thalía Al Ghul saber cuál era su agenda? -
-No...pero dado que soy una persona pública, supongo que no le llevó mucho tiempo averiguar que me debía reunir con Lex Luthor. Allí me dirigía con el coche. -Asiento mientras veo cómo Gordon apunta cosas. Mientras lo hace, me permito mirar de reojo a Joker, que mira la sala y de vez en cuando me mira a mi, sonriéndome orgulloso consigo mismo.
-¿Y tienes alguna idea de lo que deseaba realmente Thalía? -
-...Me dijo que me iba a usar como trueque entre nuestro gobierno y el suyo. Quería inmunidad política, militar y económica. Desconozco si esos eran los verdaderos motivos. -
-Ajá...Ya. -Gordon escribe de nuevo.
-Oye, Jim, ¿no crees que deberías renovar el equipo de la poli? Podías grabar a Bruce en vez de escribirlo, que parece que sigues en 1970. -Sugiere Joker.
-¡Cállate o te largas! Último aviso… -Se gira para mirarlo y este se calla. Luego vuelve a mirarme. -Y una duda que tengo importante, Wayne… -Yo me preparo, descifrando la cara de Jim. -¿Por qué este desquiciado se escapó de Arkham para salvarte la vida? -Ladea la cabeza sin llegar a entenderlo.
Esa es una muy buena pregunta, comisario.
Yo miro a Joker. Joker me mira a mí. Yo miro a Gordon.
-Ojalá lo supiera, Jim… -Arrugo la cara confuso. -...¿Sabes lo que sé? Que le agradezco que cuando se presentó allí, me ayudara. Tal vez, como dicen los medios, haya cambiado...y...Sinceramente, era la última persona que me esperaba que apareciera por esa puerta para salvarme la vida. Pero lo hizo. Y eso es lo único que me importa a mí. Y a mis accionistas seguro que también. -Sonrío divertido y Gordon sonríe también.
En estas ocasiones me doy asco a mi mismo.
¿Cómo puedo mentir así? ¿Cómo puedo mentir tan descaradamente a alguien como Jim Gordon? Este hombre ha sido un amigo mío desde antes de conocer a Clark o ser Batman. Y yo le miento con mi fachada de playboy millonario y solidario. Esa fachada que han forjado y trabajado los medios, la prensa y yo mismo con señoritas de una noche y eventos benéficos cada dos por tres.
Y lo peor es que Jim se lo traga. No porque sea tonto, Jim no tiene un pelo de tonto. Jim se lo cree porque de verdad es amigo mío...cree en mi. Y yo se lo pago con mentiras y más mentiras.
Ojalá algún día pueda contarle la verdad. Ojalá algún día pueda deshacerme de toda esta farsa.
-Tienes razón, Wayne...Tienes razón. -Jim guarda la libreta y resopla. Se gira y mira al Joker. -Si este loco no hubiera entrado pistola en mano ahí...Tal vez ahora mismo estaríamos en la morgue, ¿quién sabe? -Pregunta encogiéndose de hombros.
A mi me recorre un escalofrío por la espalda de solo pensarlo y Joker arruga la cara con la idea.
-...¿A quién le haría té Alfred, entonces? -Pregunto para rebajar la tensión.
Gordon se ríe y me mira, después me da dos golpes en el hombro.
-¡Tranquilo Bruce, sigues vivo! -Sonríe mientras me lo dice y yo me río despacio también. -Bueno… -Deja de reírse. -Me voy a dejar a este en Arkham...y espero que te mejores. Gracias por tus palabras, me han esclarecido todo mucho. Lo necesitaba. -Asiente.
-¿Requerimientos del superior? -Pregunto.
-LA superiora, con mayúsculas. Amanda Waller. Que dios nos pille confesados… -Pone los ojos en blanco y suspira. -Hasta luego Wayne. -Se despide mientras le quita las esposas y se va con Joker.
Este me mira antes de irse y me guiña el ojo sonriendo.
Yo me sonrojo levemente y lo veo salir por la puerta.
-¡Pasa y pórtate bien! -Grita el oficial que lo empuja al comedor.
Joker gruñe y empieza a andar hacia la fila para coger la bandeja de comida. Allí se encuentra con Oswald que en cuanto lo ve venir gruñe y le grita.
-Hombre...¡pero si es el mayor traidor del mundo! -Joker se limita a cruzarse de brazos y no hacerle caso. -Eh...te estoy hablando paliducho… -Gruñe de nuevo, intentando llamar su atención, inútilmente. -Maldito engreído...Ya no eres el mismo tipo, no me das miedo. -Sonríe retándolo.
Dent, delante de Oswald se gira y los mira.
-Cállate ya, canijo de mierda...Y déjalo en paz. Te estás metiendo donde no te llaman...aunque tal vez deberías seguir. Un gilipollas menos con el que competir...sí. -La mitad de su cara sonríe y la cola avanza un poco.
-Hazle caso a Don Bipolar y cállate, pingüi. Hazme caso. -Le sonríe Joker.
-Wah...¡¿A quién llamas pingüi?! -Grita enfadado.
Después, Cobblepot levanta la mano para pegarle y Joker lo mira y frunce el ceño. Agarra la muñeca del pingüino y le da la vuelta, haciendo sonar un crujido muy poco saludable. Instantáneamente empieza a gritar del dolor. Después Joker se agacha, susurrándole al oído.
-Te advertí, pingüi...Ahora sé bueno y avisa a todos de que no me toquen la moral...porque como alguien, por muy mindundi que sea, me molesta; lo tomaré como si hubieras sido tú...Y te meteré un enema con dinamita por tu tercer ojo de pajarraco...¿Estamos? -Susurró de manera siniestra, dejando ver esa parte que, si se le molestaba lo suficiente, podría renacer con una fuerza brutal y escalofriante.
Oswald tragó saliva y asintió deprisa.
-Bien...Y ahora déjame primero, salvar a un rico me ha dado hambre. -Tiró de su brazo e intercambió el sitio con él.
Oswald retrocedió lentamente, mirándolo fijamente como quien mira un fantasma.
-Sigues siendo tú...¡Sigues siendo un maldito monstruo! -Le gritó mientras lo señalaba.
Joker lo miró también mientras avanzaba la cola, luego se puso un dedo en los labios y sonrió.
Alfred me lleva a casa cuando terminamos de cenar en un restaurante céntrico de la ciudad. Puesto que Arkham parece estar resistiendo y Gotham está, relativamente tranquila...y Batman está...fuera de servicio por un tiempo, podemos salir a cenar. "Para celebrar mi alta del hospital", dijo Alfred.
-Espere que le abro la puerta, Señor. -Me dice Alfred bajándose del coche cuando aparca frente a la puerta.
-Ya puedo yo, Alfred...Tranquilo. -Abro la puerta y me bajo, Alfred me agarra suavemente del brazo.
-El médico dijo que podía sentir un poco de mareo, Señor...Hasta mañana, será mejor que me use como muleta, ya que no quiere usar unas de verdad. -
-Porque estoy bien, Alfred, he pasado por cosas peores… -Suspiro y pasamos a casa. -...Voy a bajar a la batcueva un momento. -Le aviso, deteniéndome frente a la entrada.
-Bien, le acompaño… -Hace el amago de ir hacia allí, pero no me muevo.
-No no...tráeme un té, por favor. Yo estaré bien. -Él me mira escéptico, pero después de unos segundos aparta la mirada.
-Está bien...tenga cuidado por favor...Y no se vaya...Gotham está bien con Batgirl y Red robin vigilándola… -Me suplica con la mirada y se va a la cocina.
Ando hacia la cueva y bajo las escaleras, echo un vistazo rápido asegurándome de que todo está como lo dejé y me siento en la silla del ordenador suspirando. Tal vez sí que estoy un poco mareado. Pero poco.
Pulso varios botones y me introduzco en la red de cámaras de seguridad de Arkham. Accedo a las cámaras del nivel más alto hasta que llego a la de él. Sonrío levemente cuando lo veo sentarse en la cama. Debe haber venido de cenar. Un guarda sale de la celda, cerrando detrás de él y bajando en el ascensor, dejando la sala vacía a excepción de él.
Y yo por medio de la cámara, claro.
Trago saliva y conecto el micrófono del ordenador a la celda, para que pueda hablar con él.
-...Hola, Joker. -Lo saludo, y cuando oye mi voz su cara cambia radicalmente, sonriendo y mirando por la habitación, buscándome. -...Estoy en la cámara de arriba, frente a ti, en la esquina. -Le indico.
Joker mueve la cabeza y sé que me encuentra cuando sonríe y se acerca.
-Hola, Bats. -
-...Ya estoy en casa. Me han dado el alta. -Le hago saber, acomodándome en la silla.
-Ya veo, ¡bienvenido a casa! -Me grita feliz, abriendo los brazos. -...Ojalá pudiera recibirte con un abrazo y unas galletas. O la cena recién hecha y un mandil de cocina, y nuestros hijos en la cama durmiendo. -Empieza a desvariar y yo pongo los ojos en blanco, aunque sonrío.
-...Me gusta lo de las galletas. -Asiento y él sonríe.
-¿A quién en su sano juicio no le gustan las galletas?...aunque un abrazo también estaría bien. Sin ropa y en una ducha, pero un abrazo. -Asiente sonriendo.
Me sonrojo y arrugo lo cara.
-Qué mono estás cuando te sonrojas, Brucie… -Se ríe entre dientes y me sonrojo más.
-¿Cómo lo sabes? -Pregunto confuso.
-Eres muy predecible, Bats. -Cuando lo dice, Alfred aparece a mi lado, con una bandeja con el té.
Mira la pantalla y suspira, dejando la bandeja sobre la mesa de metal movible que había al lado. Después acerca la mesa a mí.
-Así que por esto quería bajar a la batcueva… -
-¿Quién es? -Joker ladea la cabeza, alzando una ceja.
-Alfred. -Le digo.
Este arruga la cara, sorprendido porque nos oiga.
-¿Alfred? ¿El tipo del esmoquin? ¿Tu mayordomo?… -Mira hacia la cámara curioso y sonríe. -¡Hola Alfred! Yo soy Joker, encantado de conocerle. -
-...Ho...hola, Joker...Te conozco. -Asiente despacio y arruga más la cara, entre confuso y sin saber qué hacer.
Cojo la tetera y me sirvo un poco de té. Cojo la taza y doy un trago.
-Echaba de menos tu té, Alfred… -Sonrío y soplo un poco para que se enfríe.
-Me alegro de que le guste, Señor. -Me sonríe feliz, aunque no deja de mirar a la pantalla de vez en cuando, nervioso.
-¿Has hecho té?...Yo también quiero té… -Se queja, resoplando. Entonces alza las cejas y mira a la cámara. -¡Un momento!...¿Tú eras el que hacía la comida cuando estaba allí, verdad?… -Alfred se encoje levemente. -Sabía que Bats no podía hacer cosas tan buenas...¡Cocinas muy bien, Alfred! -Asiente enérgico sonriendo.
-Vaya...pues, gracias, Joker. -Sonríe levemente y yo doy otro sorbo al té.
-A veces también cocinaba yo, ¿eh? -Le digo alzando una ceja, molesto.
-Oh, no te enfades, Bats, que no tienes cinco años… -Pone los brazos en jarras y frunce el ceño.
¿Me está echando la bronca? Miro hacia la pantalla frunciendo el ceño también y Alfred se ríe levemente.
-En cualquier caso, algún día tengo que probar tu té, Alfred. -Sonríe.
-...Claro, Joker, sería un placer. -Carraspea y cuando ve que me he terminado el té, recoge las cosas. -Me ha gustado hablar con usted, Joker...Espero que siga igual de bien o mejor...No sabe cuanto me alegra que haya cambiado. -
-...Oh...que adorable. Muchas gracias, Alfred. Hasta luego. -Sonríe y mueve la mano para decirle adiós.
Alfred coge la bandeja y se aleja poco a poco hacia la salida.
-No tarde, Señor...El doctor le ha dicho que tiene que descansar. -Me dice antes de irse.
-¡Tranqui, ya le mandaré yo a la cama! -Le grita Joker. Me sonrojo y me tapo la cara.
-No digas esas cosas con él delante… -Le digo susurrando un poco.
-Qué mal pensado, Bats… -Sonríe pícaro. -Por eso me gustas tanto…es una pena que ahora vayamos a estar tanto tiempo sin… -Lo miro curioso y se muerde el labio, bajando una de sus manos a su entrepierna.
Yo arrugo la cara, sonrojado levemente.
-¿Y quién ha dicho que no? -Alzo una ceja.
-El doctor. Supongo. Esa herida de la cabeza tenía muy mala pinta, y no quiero que te mueras mientras lo estemos haciendo, suele cortar el rollo. -Asiente despacio, alejándose de la cámara. -Pero no temas, Bats, que esto es solo tuyo. -Sonríe señalándose.
-Claramente… -Frunzo el ceño. ¿Desde cuándo soy tan posesivo...con él?
-Ale, a dormir. -Me hace una señal moviendo las manos para que me vaya y se tumba en la cama, estirándose.
-No puedes obligarme a irme. -Le digo cruzándome de brazos.
-Claro que puedo. -Sonríe cerrando los ojos.
-No, no puedes. -Alzo una ceja.
-No me tientes, Bats… -Me mira de reojo.
-No lo hago, sencillamente, es algo que no puedes hacer. -Entre cierro los ojos.
Suspira y se levanta, veo cómo coge una sábana de la cama y se acerca a la cámara. De pronto, no veo nada.
Mierda. Ha usado el truco más viejo. Tapar la cámara.
-...Quita esto, Joker. -Le digo, gruñendo.
-No. Adióoos… -Su voz se aleja y oigo la cama rechinar cuando se vuelve a tumbar.
Frunzo el ceño y al poco tiempo cierro la cámara. Tenía la visión de rayos X y la visión calorífica, pero no me sirven para verle a él, a todo él. ¿Para qué quiero ver sus huesos o señal de calor?...Ahora mismo, al menos.
Suspiro y decido irme a dormir, aquí ya no hay nada que tenga que hacer.
Cuando entro a la Atalaya, la mañana siguiente, Cyborg teclea mientras mira una de las grandes pantallas de la pared. En ella, se ve a varios de la liga andar por el suelo de Apokolips. Suspiro y ando hacia él. Al final no pude irme con ellos, puesto que me dieron el alta ayer y de vez en cuando sigo con mareos. Cyborg gira la cabeza hacia mí y me sonríe.
-¡Hola, Batman! No sabía si al final ibas a venir… -Se acerca a mí y me estrecha la mano feliz. -Me alegro de tenerte de vuelta, compañero...Ven, siéntate. Los chicos casi han llegado al lugar. -
-Hola, Cyborg...Gracias, yo también me alegro de volver… -Ando con él y me siento en un taburete a su lado, mirando la pantalla.
-Tenemos una línea de comunicación abierta en el canal secundario, actívala si quieres. -Asiente y mira la pantalla también. -Chicos, ha llegado Batman. -
Alzo mi mano hasta la capucha y pulso varios botones en mi nuca, de pronto, empiezo a oírlos.
-Hola a todos. -Los saludo.
-...¡Batman! ¡Te echaba de menos, tío! Bienvenido...y perdona que no pudiera ir al hospital. -Me dice Flash.
-Hola, Batman. Nos alegramos un montón de que hayas vuelto. -Me dice Clark. La cámara que vemos está en la diadema de Diana, así que lo veo sonreír junto al resto.
-Estamos yendo al palacio de Darkseid, Batman, no nos queda mucho para llegar. Esperemos que la caja madre se encuentre allí. -Me informa Diana.
-Esperemos...debería. -Le contesto cruzándome de brazos.
-¿Qué tal tu cabeza, Batman? -Me pregunta J'onn. -Me han dicho hace poco lo que pasó… -
-No pasa nada, J'onn. Bien, ya estoy bien. -Me molesta ligeramente que pregunten tanto por mí. Simplemente no me gusta que la gente esté pendiente de mí.
-Me alegro, aunque si necesitas ayuda, ya lo sabes… -Deja caer.
-Lo sé. -Cambió de tema radicalmente. -¿Hawkgirl os dio alguna pista? ¿Por qué no está aquí? -
-Hawkgirl nos informó de que no podía venir con nosotros, tenía asuntos personales que atender, aunque nos indicó que, si la caja madre estuviera allí, lo habría notado. -Cuenta Diana.
-Ya veo. A ver qué nos cuenta Darkseid. Hace mucho que no sabemos de él. -Respondo.
-Cierto, la última vez que lo vimos fue hace unos meses cuando creíamos que Brainiac había vuelto. -Recuerda Cyborg, después coge su vaso de plástico de un establecimiento de comida rápida y sorbe un poco con la pajita que lleva. -Y...¿qué tal con el payaso? -Pregunta sin mirarme. No sé si nervioso o con miedo a lo que responda.
No abro la boca, pensando en qué decirle. Me siento ligeramente...¿incómodo, hablando de él con ellos? Cyborg carraspea y deja el vaso.
-Si...si no quieres responder está bien, lo siento, no debería haber dicho nada… -Niega deprisa con la cabeza, agachándola después.
-Estoy bien con él. Ya viste en la prensa lo que pasó el otro día. Todo marcha bien. -Soy escueto hablando y sé que todos están escuchando, porque no oigo nada por el canal que compartimos.
-...No sabes lo que nos alegramos, de verdad. -Oigo como responde Flash.
-¡Flash! -Le regaña Diana.
-¿Qué?...Nos alegramos, ¿o no? Antes de que viniera lo habéis dicho...qué menos ya que todavía no lo ha intentado matar, porque el día que lo haga no… -Pero no oigo más, porque sospecho que alguien le tapa la boca.
Diana mira hacia atrás y vemos por la pantalla como Clark le tapa la boca a Flash, frunciendo el ceño.
-Flash, ¿por qué tienes que ser tan bocazas? -Gruñe Clark. Luego mira a Diana, sorprendido, y se aparta. -Eh...es que...nos preocupamos por ti, Batman… -Aparta la vista arrepentido.
-...Será mejor que continuemos. -Opina J'onn, dándose la vuelta para después seguir andando.
-Será lo mejor, sí. -Frunzo el ceño y oigo a Cyborg tragar saliva a mi lado.
-Menos mal que no estáis aquí...porque como le vierais la cara… -Dice Cyborg, suspirando.
Por fin llegan al palacio y unos guardias lo llevan hasta Darkseid. Firmamos una especie de pacto de paz, por lo que se muestran neutrales ante nuestra presencia.
Darkseid está sentado en su trono, hablando con uno de sus subordinados. Llega un momento en que nota nuestra presencia y los mira, entre sorprendido y ligeramente molesto.
-...Liga de la justicia. ¿Qué queréis si se puede saber? -Frunce el ceño.
-Hola, Darkseid. Hemos venido buscando la caja madre. ¿No la tendrás tú? -Pregunta Diana sin tapujos.
-...No. ¿Por qué la tendría yo? -Sigue frunciendo el ceño, mirándolos.
-No lo sabemos, por eso hemos venido a preguntar. La teníamos vigilada en la Tierra, pero desapareció hace unas semanas. Desde entonces la buscamos. -Asiente.
-Si sois unos despistados, es vuestra culpa, ¿por qué iba a estar aquí, en Apokolips? Seguirá en la Tierra si estaba en la Tierra...y ahora largo de mi planeta. -Se está empezando a cansar por su tono de voz.
-Hemos estado investigando y nos habían dicho que podría estar aquí por una red de mercado negro… -Se explica Diana, siendo lo más paciente posible. -No queremos molestar, Darkseid, venimos en son de paz. -Asiente.
-...Creerme que si estuviera aquí, la tendría yo. Y yo no la tengo. -
-De acuerdo...Bueno, muchas gracias por atendernos. Hasta luego, Darkseid. Chicos, nos vamos… -Suspira y se gira, andando hacia la salida. Los demás la siguen después.
-¿Y si él no la tiene?...¿Dónde puede estar? -Cuestiona Flash.
-Tal vez en algún planeta que se nos pase...Aunque hemos mirado en casi todos los posibles. -Asiente Clark.
Yo achico los ojos y me doy la vuelta, me levanto del taburete y empiezo a andar hacia el gran ventanal. Cyborg clava los ojos en mí, observándome.
-Se nos está pasando algo...Puede que no esté en ningún planeta, puede que esté en circulación… -Opina J'onn.
-No lo habíamos pensado, no. -Responde Diana.
Ladeo la cabeza con la mirada fija en lo que tengo en frente, procesando las palabras de Darkseid. Cyborg anda hacia mí. Me mira y mira a lo que estoy mirando. Después alza las cejas sorprendido.
-Chicos… -Los avisa, cortando sus suposiciones.
-¿Qué pasa, Cyborg? -Pregunta Clark.
-Necesitábamos al mejor detective del mundo. -Sonríe y luego me mira.
-No te seguimos, Cyborg… -Dice Flash confuso.
-...Si estaba en la Tierra, seguirá en la Tierra. -Les aclaro yo. -Habéis rastreado todos los planetas, pero os falta la Tierra. -
-...Somos idiotas. -Sentencia Flash. El resto del grupo se mira, arrugando la cara.
-Pero...pero la Tierra ya la rastreamos, Batman. -Me avisa Clark alzando una ceja.
-Rastreasteis la superficie, Superman. Si está dentro de un espacio hermético y sellado, que evita que las radiaciones salgan para que Cyborg o nuestros aparatos las detecten, no estaría a nuestro alcance. -Les digo.
-...Vamos para allá. Iniciando la vuelta a la Atalaya. -Dice J'onn, suspirando mientras empieza a andar hacia la nave.
-Somos idiotas. -Repite Flash, negando la cabeza.
-Deja de decir eso, Flash...Gracias, Batman. -Me dice Diana, avergonzada.
Cyborg se ríe divertido, poniendo los brazos en jarras.
-Nos hacía falta un detective, está claro. -Asiente y me sonríe.
-No ha sido nada...ahora solo hay que averiguar quién puede construir una tecnología así...o tenerla. Y quién puede acceder a nuestro sistema de seguridad sin que salten las alarmas. Tenemos trabajo que hacer, Cyborg. -Le informo, dándome la vuelta y andando hacia el ordenador de la sala, empezando a teclear.
-Oh, sí, sí. -Me sigue y se pone a trabajar conmigo.
Unas horas después, los demás llegan a la Atalaya, estoy trabajando con Víctor, cuando alguien me toca el hombro con un dedo. Pongo los ojos en blanco y giro la cabeza para ver a Clark y Diana mirarme preocupados. Clark me sonríe nervioso.
-¿Podemos hablar?… -Me pregunta arrugando la cara.
-...Date prisa, tengo que ir a que me maten. -Le contesto frunciendo el ceño.
-Voy a cotejar estos datos… -Contesta Cyborg, alejándose deprisa de nosotros con unos papeles. Sale del laboratorio y cierra la puerta detrás de él, dejándonos solos.
Me doy la vuelta y me cruzo de brazos, mirándolos.
-Bruce...no lo hemos dicho a malas… -Me dice Diana, poniendo cara triste. -Perdónanos por favor… -
-Sí...solo nos estábamos preocupando por ti. No nos fiamos. -
-No tenéis por qué preocuparos por mí, Clark. No tengo cuatro años, sé lo que estoy haciendo. -Frunce el ceño enfadado.
-Ya pero...el otro día te secuestraron y nosotros no pudimos hacer nada y...dejarte solo… -Se rasca la nuca, sin saber cómo explicarse.
-El otro día me secuestró Thalía, no él. Él fue quien me salvó la vida. ¿O acaso te has olvidado? Porque Lois bien que lo ha publicado en el Daily Planet. ¿No lees el periódico, Clark? -Achico los ojos.
Clark arruga la cara, mirando al suelo.
-Sabes que sí, porque entre otras cosas lo escribo yo. -
-No te pongas así, Bruce...Solo ha sido un comentario desafortunado en un momento desafortunado… -Asiente Diana. -Entiende que...con su historial, no nos fiemos. -
-Por esa regla de tres, deberías de haberle partido la cara a Darkseid cuando habéis entrado en su palacio. Por su historial. -Repito, alzando una ceja.
Diana y Clark se callan, sin saber qué decir.
-Entiendo que os preocupéis porque...soy humano, y no tengo poderes. Pero él también es un humano. Y aunque vosotros lo sigáis viendo como un monstruo sin corazón y genocida, yo sé que ya no es así. Y según mi historial, suelo tener razón. -Los miro esperando una respuesta.
-...Lo sentimos mucho, Bruce… -Me dice Clark, mirando al suelo.
-Yo también siento que penséis así. -Asiento. -...Cyborg y yo hemos rastreado varias ubicaciones sospechosas, deberíais echarle un vistazo. -Les informo, entregándole los archivos a Clark.
Lo rodeo y ando hacia la puerta con paso firme.
-...¿A dónde vas? -Me pregunta confuso.
-Métete en tus asuntos, Superman. -Gruño entre dientes y salgo por la puerta hacia el teletransportador a la batcueva.
Pero el boy scout no puede dejar las cosas como están. Ojalá pudiera meterle un puñetazo de vez en cuando.
Clark corre hacia a mí y me mira, poniéndose delante.
-Apártate, Clark. -Lo miro serio y desafiante.
-No, escúchame, Bruce… -Me mira nervioso, colocándose delante cuando voy a rodearlo.
J'onn nos mira y arruga la cara.
-...Yo que tú no haría eso ahora, Superman… -Le avisa, seguramente haya leído mis ondas cerebrales. A saber qué habrá captado.
-Haz caso a J'onn, Clark. Déjame pasar… -Le aviso, frunciendo el ceño.
-Cuando quieras hablar conmigo te dejaré...Solo...quiero que hablemos las cosas. No quiero pelear contigo, no quiero estar como hace tantos años…Quiero que seas mi amigo. -Me pide, relajando las facciones. Se está empezando a desesperar.
-...Ven a mi casa a última hora cuando salgas de trabajar. Estaré libre. Ahora tengo que irme a trabajar. -Le indico, todo lo calmado que puedo...intentando no sacar el trozo de kriptonita que llevo siempre encima.
-...¿De verdad estarás? -Me pregunta escéptico.
-No tengo por qué mentirte. -Le aseguro, alzando una ceja. -Y ahora, aparta. -
Clark medita sus opciones, pero al final me deja pasar, apartándose a un lado.
-Hasta esta noche entonces… -Se despide.
Opto por no contestar y directamente entro en el teletransportador. Antes de irme, veo como Clark me mira preocupado y luego se gira para volver con Diana.
Alguien llama a mi despacho después de comer. He comido en la oficina mientras adelantaba papeleo. Alzo la vista y doy permiso para entrar. ¿Quién será a estas horas?
Rose, mi secretaria, asoma la cabeza, nerviosa. Yo arrugo la cara confuso.
-Señor...Lex Luthor está aquí, ha pedido reunirse con usted, es urgente. -Asiente.
-Oh...dile que pase entonces. -Alzo una ceja.
Rose desaparece e instantes después, Luthor pasa con un maletín, sonriendo triunfante. No sé si eso es bueno o malo. Lo miro escéptico, pero después sonrío y me levanto, estrechándole la mano cortésmente.
-Buenas, Bruce…Lo hemos hecho. -Me dice fulminándome con la mirada. -...Lo tenemos. -Me dice decidido, sus ojos brillan.
-...Lo tenemos. -Repito yo, sin creerme lo que está diciendo.
