-¿De verdad que lo tenemos Luthor? -Pregunto atónito.
-Sí, Wayne...Lo hemos conseguido. -Sonríe orgulloso, empezando a sacar papeles e informes.
-El Joker se llama Jack Napier. Tiene actualmente cuarenta años, y nació aquí, en Gotham. -Me cuenta, mientras ojea los informes que me da. Yo lo imito mientras leo y escucho. -¿Lo más curioso? No nació con el pelo verde. Su pelo era castaño, pero los ojos sí que son suyos. Ha salido a su madre, qué duda cabe… -Asiente sonriendo.
-¿Su madre? -Ladeó la cabeza, intentando asimilar toda esta información.
Lex saca ahora unas fotos y me las pasa.
-La familia Napier, Bruce. La gran familia Napier, si me lo permites. Esta familia era uno de los antiguos bastiones que controlaba Gotham, eran más antiguos que los Wayne, aunque obtuvieron menos prestigio...El caso es que la Señora Napier, Joyce Napier, tenía una de las grandes riquezas de Gotham. De hecho, gracias a la ayuda del departamento de policía y a la información que nos ha brindado nuestro compañero murciélago, hemos descubierto que esa riqueza sigue vigente. Hasta siguen en pie algunas de sus propiedades y empresas. Aunque no las suministra la misma familia claro...Hemos encontrado el testamento de Joyce y John Napier, sin embargo… -Me mira serio.
Alzo los ojos de los papeles por su silencio. Esto es increíble.
-...¿Y? -Pregunto impaciente y nervioso.
-El Joker...Jack, es rico. Apestosamente rico. Diría que le falta poco para alcanzarnos. -Arruga la cara, su orgullo ha sido ligeramente dolido. -Jack tenía derecho a heredar infinidad de empresas, acciones, patrimonios...títulos. -Asiente encogiéndose de hombros.
-Dios mío… -Vuelvo la vista a los papeles, que confirman todo esto. -Pero...¿qué pasó entonces? -
-Buena pregunta, Bruce. -Sonríe. -También lo hemos descubierto. -Se levanta y se pasea por la habitación, haciéndose el interesante. -...Supongo que conoces de sobra a la corte de los búhos...esa organización secreta que se supone que controla Gotham desde las sombras. -Empieza a decir, mirándome.
-Los conozco, desgraciadamente… -Lo miro.
-Bien...La familia Napier también tuvo la desgracia de conocerlos. -Lamenta, desviando la mirada unos momentos. -Resulta que, al parecer, como pone en el testamento de Joyce, la familia Napier tenía la intención de...darle un cambio de imagen a Gotham, querían que dejara de ser tan sombría, apagada, triste y gris. Los Napier empezaron a invertir en refugios, escuelas, hospitales...y eso hizo que llegara mucho color y vida a Gotham. Demasiada para los búhos. Esto ocurrió varios años después de lo de tus padres...que se dice que también fue cosa de estos sectarios, ¿no? -Me pregunta curioso.
-...Es lo más probable, sí. -Bajo la cabeza recordándolo.
-Pues decidieron que iban a darle de su propia medicina a los Napier. Gotham se estaba haciendo demasiado hedonista y liberal, demasiado alegre para ellos. Así que decidieron devolverles el favor. Como explica Joyce en sus últimas palabras, la noche en la que fueron al circo, ella, su marido y su hijo Jack, que tendría unos veinte años y pocos ya; ejecutaron su plan. Según el informe policial, hubo un tiroteo en mitad de la actuación, los padres fueron heridos, y casi fallecen...Fallecieron unos meses después, sin embargo. Pero la peor parte se la llevó Jack. Casi muere. Estuvo muchas semanas en la UCI. Al borde de la muerte. -Luthor coge un papel y continúa hablando. -Y según un testimonio del propio John, el padre de Jack...no sé por qué toda su familia empieza por J, creo que era el escudo familiar, aún no lo tenemos claro. En cualquier caso, este dijo que alguien se infiltró, haciéndose pasar por enfermero, y cambió una bolsa de medicamento por veneno. "Tu padre afirma que empezaste a cambiar...a mutar. Ya no eras tú, tus facciones cambiaron, tu pelo cambió...pero despertaste a los pocos días. Y cuando lo hiciste, supimos que te habían hecho algo. Ya no eras Jack...Ya no eras mi hijo." -Lee esto último, mirándome de vez en cuando.
-"Siempre te quisimos e intentamos apoyarte, pero cada vez tenías ideas más locas y disparatadas, y te obsesionaste con el circo y los chistes...Tu risa empezó a ser histérica y demencial, no te reconocíamos. Te escribo esto con la esperanza de que lo leas y sepas la verdad. Porque sé que algún día sanarás, y querrás saber lo que pasó. Siempre serás nuestro hijo, pase lo que pase, y hayas hecho lo que hayas hecho...Con amor, tu madre." -Me mira y deja la copia del testamento. -Como digo...los Napier murieron meses después, causa no concretada, aunque se dijo que fue un infarto. -
Nos quedamos callados, sopesando todo esto.
-...¿Podemos...curarlo? -Pregunto, mirándolo.
-Hemos hecho pruebas con ese...metal que te dije que encontramos. Y creemos que, extrayendo toda esa sustancia, su organismo podrá sanar. Creemos firmemente que esa sustancia fue lo que le administraron bajo cuerda cuando estuvo ingresado aquella vez, como dice Joyce. ¿Podemos curarlo? Eso espero. Solo harían falta algunos trámites y reunir al personal adecuado y podríamos intentarlo. -Asiente, mirándome.
-...Wow… -Digo impresionado. -No esperaba esto, Luthor. De verdad que no. -
-¿Y qué esperabas? -Me pregunta divertido.
-Realmente no lo sé...Hay que decírselo, claramente. -Asiento.
-Sí, deberíamos decírselo. Hay que joderse que sea millonario… -Niega con la cabeza, casi gruñendo.
-Sí, voy a poner a mis abogados al cargo para que recupere todas sus posesiones. Le pertenecen por ley al fin y al cabo. -Alzo el testamento. -Increíble. -
-Sí… -Medita Lex, sentándose frente a mí.
-...Sabes lo que significa esto, ¿no? -Le digo, mirándolo.
-Claro que lo sé...joder si lo sé. -Me mira también, frunciendo el ceño. -Si de verdad lo puedo curar cuando le extraigamos ese tumor; significará que es inocente de todo lo que ha hecho. Se demostrará que no era él. Saldrá de Arkham. Será un hombre cuerdo y decente...Maldita sea. -Frunce más el ceño, desviando la mirada y negando con la cabeza.
-Efectivamente. -Sonrío y niego con la cabeza también. -Increíble. -Repito, cogiendo los demás papeles y ojeándolos por encima.
-...Bullock. Dime que no estoy soñando. -Dice Gordon después de escuchar y leer por tercera vez todos los papeles que le he traído, los que me ha dado Lex.
-...No estoy muy seguro, Jim… -Le contesta este, sin salir de su asombro. Después, ambos me miran. -¿Y ahora qué, Wayne? -Me pregunta arrugando la cara.
-Ahora habría que hablar con él...Mis abogados ya están moviendo hilos y papeles. Calculan que en una semana estará todo solucionado. Y además, los científicos de Luthor y él mismo están programando el quirófano, si al final decide operarse claro. -Asiento.
-¿Entonces es de verdad?...Esto...¿se ha acabado? -Me pregunta Gordon, mirándome con preocupación.
-Eso es lo que espero, Jim. -Le sonrío y apoyo una mano en su hombro. -Lo hemos conseguido. Hemos curado a alguien. Del todo. -Sonrío más.
-...No a alguien, Bruce...Al puto Joker… -Arruga la cara y frunce el ceño, está intentando no llorar. -Hoy voy a salir con Bárbara a cenar...estoy que no me lo creo. -Asiente y sonríe al fin. Gordon nunca se da caprichos, así que esto debe haber sido importante para él.
-Claro que sí...Te lo mereces. Y tú también, Bullock. -Asiento y lo miro.
Este me mira y alza una ceja, moviendo la mano.
-Yo me conformo con salir un día de fiesta contigo, Wayne. A ver si así pillo cacho o algo. -Sonríe divertido.
-...Claro, Harvey...Algún día… -Desvío la mirada a Gordon. -¿Entonces autorizas que entremos a Arkham Lex y yo para decirle todo esto? -
-¿Eh?...No no, que entre Batman mejor. No me fío de tu seguridad ahí dentro… -Achica los ojos y se acerca a mí, susurrándome. -Y sigo sin fiarme de Luthor, si te soy sincero… -Se separa, mirando a Lex por la ventana. Ha decidido esperar fuera, supongo que se le hacía pesado explicar lo mismo dos veces en el mismo día.
-Como quieras...¿Se lo dirás tú? Yo no suelo verlo. -Le pregunto recogiendo los papeles.
-Sí, luego le envío un correo con todos los datos que me has dado. -Justo entonces, una alarma suena en la comisaría. Yo me tenso y miro a Montoya que viene corriendo. -¿Qué pasa? -Pregunta Gordon mirándola.
-Vándalos en el distrito dos, Señor. Ya va una patrulla para allá. -Le dice frunciendo el ceño, luego me mira y sonríe. -Wayne. -Asiente a modo de saludo.
-Hola, Montoya. -Le sonrío de vuelta. -Suerte… -
-Gracias...Ha ayudado mucho con la reforma de Arkham, ahora Bullock puede comerse el doble de donuts. -Dice riéndose mientras se va con este último. Bullock gruñe y salen por la puerta principal.
-En fin, Gordon, luego nos veremos...Gracias por tu ayuda. Luego recompensaré al departamento con alguna subvención...Os lo merecéis. -
-Oh, Bruce...Te diría que no es necesario pero...se agradecería. -Me sonríe y me estrecha la mano.
-No te acerques a las celdas y todo irá bien. -Le informo a Luthor mientras andamos por los pasillos hasta el comedor donde nos espera Joker.
Son las siete de la tarde, así que el comedor estará vacío a excepción de él y los guardias que lo custodien.
-Para ti es fácil decirlo con esa armadura con la que nadie puede tocarte. -Gruñe mirándome de reojo. -Menos mal que en Metrópolis no tenemos tantos villanos… -Coge el maletín entre sus brazos, pegándoselo al pecho y mirando a los lados.
-¿Tienes miedo, Luthor? -Le pregunto.
-¡Claro que no! -Me gruñe, orgulloso. -Esto es totalmente seguro, lo he hecho yo. -
-Y Wayne. -Le recuerdo.
-Wayne solo ha puesto el dinero, yo he puesto el cerebro y la tecnología. -
-No he estado en el proyecto pero Lucius me explicó la red de celdas...casi todo lo inventó él. -
-¿Y quién hizo los sistemas de seguridad? -Me mira frunciendo el ceño. -Lex Corp. Así que cállate. -Me contesta a la defensiva.
-Lo que tú digas, Lex. -Pongo los ojos en blanco debajo de la capucha.
Cuando entramos, le abro la puerta a Luthor para que pase y luego paso yo. El Joker tiene la mirada perdida, aburrido. Hasta los guardias lo están. Cuando nos ve de llegar, alza la cabeza y sonríe.
-Pero si es mi amigo Lex...Hola, Lex. -Le saluda sonriendo. -Uh...traes cositas. -Dice al ver el maletín.
-Sí… -Resopla y se sienta frente a él, abriendo el maletín y empezando a sacar cosas.
-Hola Bats. -Me saluda de refilón, alzando la cabeza para mirar los papeles que va sacando Lex. Está más pendiente de eso que de mí. Es normal, sabe que son para él. Hasta los guardias parecen interesados. -¿Qué me traes, Lex? -
-Te traigo quién eres. -Le entrega los papeles y Joker lo mira frunciendo el ceño. -¿Qué? -Alza una ceja, confuso.
Joker levanta las manos, esposadas, así no puede pasar las hojas para leer. Luthor pone los ojos en blanco y los coge, leyéndoselos en voz alta y relatando los resultados.
-Por lo tanto...Ya no eres el Joker. Eres Jack Napier. De ahora en adelante, se te tratará así y se te llamará por ese nombre. -Deja los papeles en la mesa para que los vea y contraste todo lo contado. -¿De acuerdo, Jack? -
...Jack parece arrugar la cara, meditando todo lo que Luthor le ha contado. A los largos diez minutos de silencio, alza la vista a nosotros, mirándonos. Sobre todo me mira a mí.
-Así que me llamo Jack. -Dice por fin. Nosotros asentimos. -Y...mi madre Joyce. Y mi padre John. -Sonríe y se ríe débilmente, luego traga saliva y baja la cabeza. -¿Cuándo me podré operar? -Pregunta en un tono neutro.
-...En cuanto quieras. -Responde Lex.
-Prepara el quirófano, Lexy. Vamos a deshacernos del payaso lo antes posible. -Alza la vista hasta él, frunciendo el ceño.
Los días pasaron y pasaron. Hasta que llegamos al día de la operación.
Y estoy más nervioso que en toda mi vida. El cirujano jefe le explica el proceso que seguirán. Serán cuatro cirujanos y Luthor, más los ayudantes. Creen que tardarán unas cuatro o cinco horas en operar, y puesto que no van a hacer una craneotomía, el proceso de recuperación será muy corto. En unos pocos días podrá salir del hospital.
Estamos en el mejor hospital de Gotham, gracias a una pequeña ayuda de Bruce Wayne, que solo quiere lo mejor para Gotham...y para Jack, aunque eso no lo va a saber la gente.
Intento mantener la compostura, pero él está tan relajado, tumbado en la cama, escuchando al cirujano y sonriendo...parece mentira que se vaya a jugar la vida ahora mismo. El cirujano se va y nos deja solos. Él me mira y yo me siento en una de las sillas que he acercado a la cama, resoplando.
-Eh...Bats. -Me llama, sonriendo, yo lo miro preocupado. -¿Por qué pones esa cara?...Voy a estar bien. -
-...Tengo miedo. -Le confieso, desviando la mirada. -No quiero que...te pase nada ahí dentro. -
-Lex no va a dejar que me pase nada. No porque me quiera, sino porque su orgullo no se lo permite. Hará lo que sea para que todo salga bien, ya verás. -Se ríe levemente. Luego se acerca a mí. -En cuanto salga vamos a hacer un montón de cosas juntos...no me vas a perder tan fácilmente, Brucie… -Me susurra, sonriéndome. -Te va a tocar otra vez cuidar de mí… -Se vuelve a reír.
-...Prométeme que no te vas a morir. -Le digo con un nudo en la garganta.
Él se queda callado, arrugando la cara.
-Oh, Bats… -Se sienta en la cama y me abraza, pegándome a él, luego me acaricia la espalda. -No me voy a morir...pero tenemos que hacer esto. Tengo que hacer esto. Alegra esa cara. -Se separa un poco y me mira. Después me da un beso largo e intenso. -...Míralo por el lado bueno, Bats...tus amigos ya no tendrán reticencias conmigo. Te dejarán en paz. Y a mi nariz también. -Me sonríe.
Yo lo miro y sonrío débilmente también, abrazándolo fuerte después.
-Estaré aquí cuando despiertes...te lo prometo. -
-No hace falta que me prometas nada, lo sé. -Sonríe y se separa, tumbándose. -Antes de que te des cuenta estaremos bebiendo té con Alfred en tu mansión… -Me guiña un ojo.
-...O en la tuya. -Le respondo sonriendo también, más animado.
-Es verdad...sigo sin acostumbrarme. -Se ríe.
Justo entonces, alguien llama a la puerta y un enfermero entra en la habitación para ponerle un sedante y para prepararlo para quirófano.
-...Bueno...luego nos vemos. -Me sonríe y me dice adiós con la mano.
Yo alzo la mano y le digo adiós también.
Cuando me quedo solo, miro al techo y resoplo, mordiéndome el labio después.
Han pasado apenas dos horas, este es mi tercer café y ya me he dado trece vueltas a la sala de espera. Por el pasillo, veo llegar a Nightwing, viene con dos bolsas de papel en la mano. Se acerca a mí y me sonríe.
-Hola, Batman. ¿Pasamos a la habitación? -Pregunta al ver cómo los del hospital nos miran curiosos.
-...Sí… -Pasamos a la habitación asignada para...Jack. A veces me cuesta no llamarle Joker. Nos sentamos en los sillones que hay dentro. -Gracias por venir, no hacía falta. -
-¿Cuántos cafés te has tomado ya? -Alza una ceja, sonriendo. Al devolverle silencio, se ríe. -Eso es que sí hacía falta… -Me entrega una de las bolsas de papel. -He pensado que tendrías hambre. Te he traído un bocadillo. -
-...Gracias. -Dejo la bolsa en el suelo y empiezo a comer, suspirando. -¿Estabas muy liado? -Le pregunto acomodándome.
-No, estaba con Kory, era nuestro día libre… -Al ver mi mala cara, niega con la cabeza deprisa. -Nos aburríamos mucho, no pasa nada. Ella quería venir pero...tampoco queríamos agobiarte, sabemos cómo eres. -
-...Gracias, Dick. Dile a Kory que gracias de mi parte. Y siento haberos fastidiado el día libre. -
-No pasa nada, Bruce. -Sonríe. -Eres nuestro amigo, al fin y al cabo. Y...bueno...al final lo has conseguido ¿eh? -
-...Eso parece. -Asiento mientras como. -Ha sido difícil pero… -
-¿Cuánto tiempo hace de lo de Arkham? Cuando te lo llevaste a casa y eso...solo se te podría haber ocurrido a ti. -Se vuelve a reír, mordiendo su bocadillo.
-Va a hacer un año dentro de poco. Si lo hubiera hecho antes se podría haber evitado tanto… -Suspiro al recordarlo.
-Pero mejor tarde que nunca, Bruce. Has hecho todo lo que te ha sido posible, literalmente. Te lo has llevado a casa, maldita sea...Lo has hecho bien, Bruce. Y todo Gotham debería darte las gracias. -Asiente.
-Gracias, Dick. Sienta bien oírlo de vez en cuando. -
-De nada...¿Y Alfred? ¿Ha pensado en venir? -Ladea la cabeza.
-No, queremos evitar que la prensa sepa demasiado...Nos hemos llamado varias veces al cabo del día. Es mejor así. -
-Pues sí...No sabes la de gente con cámaras que hay allí fuera. Ayer se hizo público todo el asunto de los Napier y no dejan de salir en la prensa. Y no solo en Gotham. -
-Lois Lane me ha llamado tres veces desde entonces… -Sonrío débilmente. -A veces no se da cuenta de lo insistente que es. -
-Eso no es malo, Bruce. Piensa que no todo el mundo comete actos de buena fe como tú o yo. Es bueno que insista hasta el final. -
-Visto así… -Medito, desviando la mirada.
-Por cierto, ¿has hablado con Clark? -Lo miro fijamente, alzando una ceja. -Me ha estado comentando que quería hablar contigo...que habíais quedado y todo pero que no pudiste al final. Está un poco...nervioso. -
-Mierda...habíamos quedado hace una semana, pero luego Luthor se presentó y… -Resopló, tapándome la cara.
-Tranquilo, hablaré con él si quieres. Le diré que estás un poco liado. -Asiente.
-No no, puedo hablar con él ahora mismo. Aunque no sé si estará trabajando. -Suspiro y pulso varios botones en el guantelete, marcando el número de Clark. Al momento, empiezo a oírlo.
-¿Hola?...No me esperaba que llamases ahora. Un momento. -Me dice, y podemos oír barullo de fondo. Efectivamente está en la oficina. Y más ahora con todo este asunto. Poco a poco dejamos de oírlo, hasta que se hace el silencio. -Vale, ya estoy. ¿Qué pasa, Bruce? ¿Estás bien? -Me pregunta preocupado.
-Sí, todo bien...Se me pasó nuestra cita por...bueno, ya sabes por qué. Era por si querías hablar, tengo un poco de tiempo libre. Aunque si estás trabajando no pasa nada…estaré en la azotea del hospital general de Gotham, en el Mercy. -Miro a Dick de reojo, que me sonríe.
-Sí, nos hemos enterado...¿De verdad?...Voy para allá. -Y cuelga.
-...Será mejor que me vaya entonces...en dos minutos estará aquí, supongo. -Se ríe y se levanta, recogiendo su bolsa, ya ha terminado de comer, igual que yo.
-No es necesario, Dick, puedes quedarte. -Asiento.
-No, no, prefiero daros intimidad...Si necesitas algo...ya sabes. -Me sonríe. -Mucho ánimo, Bruce… -Se aleja de mí y abre la ventana, saliendo por ella de un salto.
Suspiro y lo sigo, alzando el brazo para accionar la batgarra y subir al tejado.
Antes de plantar las botas en la azotea, veo cómo Superman aterriza y mueve la cabeza, buscándome. Como si no oyera mis pulsaciones…
-Hola, Clark. -Lo saludo, acercándome a él.
-Hola, Bruce...Esto está atestado de prensa, ¿eh?… -Me dice mirando abajo.
-Lo que me ha extrañado es que no estéis vosotros… -Alzo una ceja.
-Oh, está Lois. Yo estaba redactando las noticias en la oficina… -Se ríe levemente.
-Deberías haberte quedado entonces, no era necesario que vinieras. -Me cruzo de brazos.
-No no, estoy en mi descanso, y ya he terminado lo que tenía que hacer. No te preocupes… -Me sonríe, pero deja de hacerlo. -...¿Estás bien? -
-...Estoy bien. Nervioso. Pero bien. -Desvío la mirada. -Le quedarán dos horas o así para salir… -Le informo.
-Oh, ya veo. Bueno, ya verás como sale todo bien. -Luego carraspea, incómodo. Ya va a tratar el tema en cuestión por fin. -Bruce...quería decirte que...bueno, no confiaba nada en ese sujeto. Pero...viendo lo que descubrió Luthor y...los cambios aparentes que ha hecho...Es decir, no creo que pueda mentirle a Batman. Debe ser verdad. -Sonríe buscando mi complicidad. No la va a tener. Hoy no. Arruga la cara bajando la vista. -...Siento si...sientes que a veces te subestimamos, Bruce. Para nada queremos hacer eso. Solamente queremos protegerte y...tal vez nos pasemos. Tienes razón, como siempre, y por eso quería pedirte perdón. Eres uno de los pocos amigos en los que de verdad confío y...no quiero perderte. -Se encoge de hombros, abatido.
-...No me vas a perder, Clark. Tú también eres amigo mío...uno de los mejores...pero no me gustan que me recuerden lo frágil que soy. Ni que se preocupen en demasía por mí. Sé cuidar de mi mismo. Y sé lo que hago y por qué lo hago… -Lo miro y suspiro. -Acepto tus disculpas. -Sonrío levemente y Clark alza la cabeza deprisa, mirándome.
-¿De verdad? -Me pregunta, con un brillo en los ojos.
-Sí… -Insisto.
-Gracias...Muchas gracias. -Sonríe más y se acerca a mí, dándome un abrazo fuerte, pero corto. -...Bueno...me vuelvo o Perry me echará la bronca. -Se ríe levemente.
-Luego hablamos, Clark. Gracias por venir. -Le digo mientras vuelvo a la habitación.
-Gracias a ti, Bruce...¡Adiós! -Me dice mientras empieza a volar, desapareciendo en milésimas de segundo.
Después de estar unos cuarenta y cinco minutos en la sala de espera, y charlar y firmar autógrafos al personal del hospital y los pacientes que se acercaban a mí, veo a Luthor salir al pasillo. Lo miro y voy hasta él deprisa.
-¿Qué pasa? -Le pregunto frunciendo el ceño.
-Casi hemos terminado...Tranquilo. -Me dice viendo lo nervioso que estoy. -...Falta ver que todo está bien, cauterizar los puntos y las rajas y mandarlo a observación para que se despierte...Todo ha salido bien. Puedes respirar tranquilo. Ha sido todo un éxito. No sé qué esperabas. -Me dice con prepotencia.
Suspiro profundamente, asintiendo.
-Lo sé, Luthor...Habéis tardado menos de lo que creías. -
-Ya, al final hemos partido el tumor en trozos y lo hemos extraído sin problemas. No hemos dejado ni una partícula sin sacar, hemos rastreado el cerebro y el organismo tres veces. Todo limpio. -Asiente. -El Joker ha muerto científicamente hablando. Reza para que sea así... -Me dice antes de volver a entrar para asegurarse de que todo acaba bien.
Vuelvo a suspirar profundamente y llamo a Alfred por el guantelete.
-Señor, ¿qué tal va todo?… -Me dice con preocupación en la voz.
-Todo ha salido bien...Luthor me acaba de decir que han terminado...Lo traerán cuando se despierte de la anestesia. Ya está hecho… -
-No sabe cuánto me alegro, Señor. Sabía que lo conseguiría. -Sé que sonríe.
-Sí...Luego hablamos. -Sonrío levemente y cuelgo, volviendo a la habitación para esperarlo.
Otra hora y media tuvo que hacer falta para que lo trajeran por fin, con un montón de vendas en la cabeza y un apósito en la nariz. Está tumbado en la cama, arropado, la anestesia suele bajar la temperatura del cuerpo. El enfermero deja la cama de vuelta en su sitio y se acerca a mí, sonriendo.
-Está un poco dormido todavía...si dice cosas inconexas o sin sentido, es normal. La anestesia general es lo que tiene...Vigílelo y dentro de poco podremos darle de comer a ver como reacciona. -Me indica.
-De acuerdo, gracias. -Asiento y este se va.
Lo miro y me acerco a él, sentándome a su lado.
-Eh...Hola… -Le digo suavemente.
Mueve los ojos lentamente hacia a mí y ladea la cabeza. Luego sonríe y cierra los ojos un momento.
-Hola… -Tiene la voz ronca.
-¿Qué tal te encuentras? -Entre cierro los ojos, no me gusta verlo así.
-Pf...como si flotara. -Se ríe débilmente. -No siento nada… -
-Bueno, me alegro. Al menos no te duele. -
-No… -Vuelve a abrir los ojos y me mira. -Me llamo Jack...Jack. -Repite, sonriendo.
-Jack Napier, sí. -Asiento.
-Dame la mano. -Me pide, estirando los dedos y acercando despacio la mano a mí.
Miro su mano y se la estrecho, apretándosela suavemente. Él me aprieta también la mano, aunque casi no puede hacer fuerza.
-...Eh… -Me llama, arrugando levemente la cara.
-Dime. -Lo miro esperándome cualquier cosa.
-...Me hago pis. -Me dice, desviando la mirada y sonrojándose levemente.
Arrugo la cara también, soltándole la mano.
-...Voy a por la cuña, no te muevas. -Resoplo y me sonrojo también.
Pasó un rato largo hasta que dejó de estar en ese estado, y ha medida que estaba más despierto, se notaba que estaba mucho mejor. Hasta parecía estar menos pálido...y con el pelo más oscuro.
El enfermero pasó con una bandeja y se la puso sobre la mesilla auxiliar, que estaba sobre sus piernas, sonriendo.
-Despacio...queremos ver si puedes ingerir alimentos bien. -Le aconsejó, dándose la vuelta para irse.
-Que aproveche… -Comentó sonriendo. Destapó la bandeja, y cuando lo hizo, su sonrisa desapareció. Me mira frunciendo el ceño, enfadado.
Yo miro la bandeja para apreciar que lo único que le han traído es un yogur. Lo miro y alzo una ceja.
-¿Qué pasa? Te gusta el yogur. -Le digo confuso.
-Me gusta el yogur pero no cuando llevo más de diez horas sin comer nada...tengo hambre y un yogur no va a hacer nada… -Lo coge suspirando y luego se vuelve a quejar. -Y encima natural...¿a quién le gusta el natural? Podría ser azucarado al menos… -Arruga la cara, destapándolo.
-A mi me gusta el natural… -Le contesto mirándolo.
Me mira de reojo mientras se mete una cucharada a la boca, sin decir nada.
-Vaya soso estás hecho, Bats. -Me dice al final.
Sonrío levemente y suspiro, viéndole comerse el yogur.
-...¿Te está sentando bien? -
-Me sentaría mejor un buen filete, pero bueno, sí. -Se encoge de hombros.
-Luego tendrás tu filete, tranquilo...Tienes que ir poco a poco. -Frunzo el ceño.
-Que atrevido eres, Bats...Así que luego me darás mi filete, ¿eh? -Canturrea, sonriendo.
-No lo decía en ese sentido… -Gruño levemente por lo bajo, sonrojándome. Aunque no me importaría. Pero no ahora, y menos con todas esas vendas en la cabeza. -...Hasta que no te cures del todo, nada. Ya tendremos tiempo para eso. Y para otras cosas. -Asiento.
-Qué aburrido eres… -Niega con la cabeza y deja el yogur en la bandeja. Después, se limpia con la servilleta y la deja doblada en la bandeja.
Entonces, pasa Lex con unos papeles, alza la cabeza y lo mira.
-Ya estás despierto...y comiendo. -Dice impresionado, acercándose a la cama.
-Hola Lex. -Lo saluda, mirando al yogur después. -Sigo con hambre. -
-Te aguantas… -Le dice ladeando la cara y alzando una ceja. -No queremos que te siente mal y haya que operarte otra vez. En fin. Resultados. Hemos extirpado todo el tumor. Tus análisis vuelven a dar un resultado limpio. No queda ni rastro del tumor o ese...metal, en tu sangre. Estás bien de nuevo, según tus pruebas. -Asiente. -De nada. -Sonríe orgulloso.
-Te lo dije. -Dice Jack mirándome, refiriéndose al egocentrismo de Luthor.
Yo sonrío divertido, aguantándome la risa.
-¿El qué le dijiste? -Pregunta molesto, notando mi sonrisa.
-Que tú eras el único que podía hacerlo, el mejor científico. -Asiente Jack sonriendo. -¿O no? -
-Claro que sí. ¿Acaso lo dudabas? -Gruñe. -...Estarás en observación un poco más...Después de algunas pruebas, podrás irte. -Le informa, para después irse y cerrar la puerta.
-Qué bien...Adiós. -Le dice antes de que se vaya, luego me mira. -Puedes irte a casa, Bruce...Estarás cansado. -Asiente.
Lo miro y niego con la cabeza.
-No, estoy bien. Tengo que quedarme a vigilarte. -Asiento.
-¿Por qué? Se supone que ya no soy peligroso...si lo fuera, Gordon estaría ahí fuera, o aquí dentro. Y en esa azotea habrían cuatro francotiradores. -Dice señalando el edificio colindante. -Y no hay nadie, que yo sepa. -
-No lo digo por eso, Jo...Jack. -Rectifico, arrugando la cara. -Lo digo porque...no quiero que te pase nada mientras yo no esté. -
-Que mono eres… -Me sonríe, apoyando la cabeza en la almohada. -Es raro. -Dice entonces.
-¿El qué? -Le pregunto mirándolo.
-Hace apenas unas semanas, yo estaba ahí apresado con Jim y tú estabas aquí tumbado...con la cabeza vendada. -Señala la silla que hay en una esquina y luego la cama donde está tumbado. -Y ahora míranos. -
-Cierto… -
-Y tú te quedaste solo. Aunque no quería dejarte solo. -Asiente, mirándome.
-Pero yo no tengo por qué irme, Jack. -
-Bueno tampoco tienes por qué quedarte, Bruce. Puedes irte y descansar...te lo mereces. Debes estar cansado. -
-Me quedaré y cuando esté cansado me iré… -Le digo, suspirando.
-Sé que no lo harás… -Me sonríe, alzando una mano para acariciarme la mejilla. -Aunque gracias por mentirme. -
Después de una semana, el médico está listo para darle el alta. Estamos de pie frente al mostrador, esperando que le den los papeles. Y está espléndido.
Al parecer tenía el pelo castaño claro, brillante, se lo ha cortado, dejándose más corto el pelo de los lados, y peinándoselo para atrás; resulta que ahora le gusta así. Sus ojos se han aclarado, quedando de un verde esmeralda que resalta por sí solo. Su piel, más oscura ahora, aunque sigue siendo clara, hace que sus ojos brillen aún más. Le he comprado un traje gris, con una camisa blanca con el botón de arriba desabrochado, y unos zapatos negros. Le van a salir pretendientes a puñados. Es el único problema que veo ahora mismo, aunque me cueste admitirlo. He decidido venir como Bruce Wayne a su alta y de paso ayudarle a hacerle frente a la cantidad de prensa que hay fuera.
-Bueno, Señor Napier...Aquí tiene su alta médica. Nos alegramos un montón por usted. -Nos sonríe la recepcionista.
-Muchas gracias, Señorita. -Le contesta, cogiendo los papeles.
-Vámonos. Hasta luego. -Me despido de la chica y salgo con él. -Ahora tranquilo, solo quieren que les digas lo que quieren oír...Tranquilo...todo irá bien. Sonríe, es lo que quieren. -Le digo antes de salir.
-...Estoy nervioso. -Me dice arrugando la cara ligeramente.
-Lo harás bien. -Le contesto sonriendo.
En cuanto salimos, las cámaras lo apuntan como francotiradores y las cámaras empiezan a dispararnos flashes, cegándonos temporalmente. Andamos un poco hasta que no podemos avanzar más y varios micrófonos lo rodean. Los periodistas empiezan a agobiarlo con preguntas.
-Jack, ¿qué tal estás? Unas palabras para Gotham Gazette. -No falla. Vicky Vale. -Señor Wayne, ¿son ustedes amigos? ¿Qué relación los une? ¿Dónde vas a vivir, Jack? ¿Tienes ya una residencia fija? ¿De qué conoce al Señor Wayne? -Pregunta como una ametralladora sin dejarle tiempo a responder.
-Señor Napier, Daily Planet de Metrópolis, ¿qué tal se encuentra? -Lois Lane, más amable que los demás, le sonríe y siento que le tranquiliza al instante.
-Hola...hola a todos. -Se encoge ligeramente, sonriendo como le he dicho. Tiene una sonrisa brillante, de anuncio de dentífrico. -Me encuentro bien, gracias. Han sido todos muy amables, me han tratado bien. -Asiente.
Vale frunce el ceño puesto que solo atiende a Lane. Así que vuelve a la carga.
-¿Qué lazos le unen a Wayne? ¿Se conocían antes de que perdiera la cabeza? -Oh no...No hemos tratado esto todavía.
Lois frunce el ceño en cuanto la oye, poniendo los ojos en blanco. Odia la prensa rosa. Y yo también. Alzo la vista momentáneamente, puedo ver a Clark en un segundo plano, vigila a Jack.
-Bruce ha sido un amigo que solo quería ayudar a un hombre enfermo...Ha sido muy amable cediéndome a sus abogados y dinero para hacer justicia por mis padres. Luego se lo tendré que recompensar. -Sonríe, mirándome de reojo. Yo le sonrío, gratamente sorprendido por su escueta pero adecuada respuesta.
Instantáneamente después, y presas del cotilleo, los demás periodistas empiezan a gritarnos preguntas más desafortunadas y Jack arruga la cara, agobiado.
-Creo que ha sido suficiente...Suficiente… -Repito, apartándolos y empezando a andar con él. -No haremos más declaraciones, gracias. -Les aviso, separándolos de él.
Llegamos hasta el final de la calle, donde uno de mis coches nos espera, abro la puerta trasera y dejo que se monte para después montarme yo. Cierro y suspiro. El coche arranca y los perdemos por fin de vista, aunque han estado haciéndonos fotos hasta que nos hemos subido. Lo miro y sonrío levemente, luego miro a Alfred, que conduce.
-No ha salido tan mal… -Digo mirando a Alfred.
-Una se ha pasado un poco… -Comenta por lo bajo, luego se percata de Alfred y sonríe. -¡Hola Alfred! -Grita feliz. -No sabía que también eras chófer...tienes que pagarle más a este hombre, Bruce. -Frunce el ceño y me mira.
Alfred se ríe levemente.
-Ya lo ha oído, Señor. -Me comenta mirándome de reojo por el espejo retrovisor.
-Sí… -Frunzo el ceño levemente.
-¿Y dónde vamos? -Pregunta, ladeando la cabeza. -...A Arkham, claro. -Dice agachando la cabeza.
-No. Tú ya no perteneces a Arkham. Estás cuerdo, Jack. -Le aviso, mirándolo.
Él me mira asombrado.
-¿Pero de verdad? ¿Soy...libre? ¿Para siempre? -
-Todavía no lo he hablado con los abogados pero...sí. Todo lo que hizo el Joker, lo hizo el tumor, no tú. Bueno, ¿no has visto a Gordon, no? -Él niega con la cabeza. -Y he venido yo a acompañarte, no Batman. -Sonrío levemente.
Él sonríe también, luego agacha la cabeza y oigo como sorbe por la nariz.
-...¿Estás...llorando? -Le pregunto alzando una ceja.
-Es que...es que...nunca creí que...fuera capaz de esto...Yo. Y…tú. -Me dice, señalándome con las manos. -Y...te debo tanto que no sé si… -Se limpia las lágrimas.
-Eh… -Me acerco a él y lo abrazo. Él apoya la barbilla en mi hombro, y sigue llorando. -No llores...ya ha pasado. Tú no eres el culpable...es esa corte de los búhos. Y lo pagarán. -Le aseguro, frunciendo el ceño.
-Batman los encontrará… -Me dice riéndose levemente entre lágrimas.
-Sí, él lo hará. -Sonrío, acariciándole la espalda.
Miro por el espejo del retrovisor. Alfred nos mira con pena, en su cara se refleja que ahora entiende cuando le decía que había cambiado. Y tanto que ha cambiado. Me abraza fuerte y suspira profundamente, rozando su nariz en mi cuello y haciéndome cosquillas. Sonrío débilmente.
-¿Estás mejor? -Le pregunto, separándome.
-Sí...lo estoy. Gracias. -Se seca las lágrimas, mira por la ventana después. -Sigo sin saber a donde vamos… -
-Bueno...dado que todavía no has decidido donde quieres vivir, puesto que tienes varias residencias a tu nombre, pero no están equipadas para que entres a vivir hoy mismo...Vamos a la mansión Wayne. -Asiento, mirándolo.
Él me mira deprisa en cuanto lo digo, abriendo los ojos como platos.
-¿En serio?… -Dice sin creérselo.
Yo asiento despacio de nuevo, sonriendo.
-Voy a llorar otra vez, Bruce… -Arruga la cara y luego sonríe, mirando por la ventana emocionado.
Yo me río levemente mirándolo. Creo que nunca lo había visto tan feliz. Tan verdaderamente feliz.
No deja de mirarlo todo con una sonrisa radiante y los ojos brillantes, creo que se ha recorrido el salón cuatro veces. Y tampoco es tan grande.
-Tampoco es tan impresionante, Jack… -Le digo sonriendo.
-¿Qué no?...Es tu casa...la tuya. ¡Tú vives aquí! -Asiente sonriendo también. Luego arruga la cara, achicando los ojos. -¿Dónde está? -Pregunta ladeando la cabeza, sonriendo mientras se acerca a mí.
-¿El qué?… -Alzo una ceja, luego caigo. Sonrío y asiento despacio él sonríe más porque sabe que lo sé. -...¿Tantas ganas de verla tienes? -
-¡Sí!...¡es lo más guay de la casa!...Porque está aquí, ¿verdad? Tiene que estarlo… -Asiente deprisa. -Enséñamela...porfi….porfiii… -Me coge de la chaqueta del traje tirándome un poco como un niño pequeño. Se lo está pasando bien.
-Vaale vale… -Sonrío divertido...yo también me lo estoy pasando bien.
Alfred nos mira desde un segundo plano, sonriendo, luego se pone a hacer la comida.
Hecho mano del móvil y pulso varios botones. Antes de pulsar el último lo miro. Me mira expectante.
-Sabes que esto no se lo puedes decir a nadie ¿verdad?...Quiero que comprendas que estoy haciendo un gran esfuerzo...Y que a partir de ahora, todo lo que veas...Todo. -Repito, mirándolo fijamente. Él deja de sonreír, mirándome también. -Todo deberá quedar entre tú y yo...Solo nosotros. Y mis amigos, claro. -Señalo a Alfred. -Prométemelo Jack...Por favor. -Le pido.
-...Significa mucho para mí, Bruce. Que me hayas traído ya...ya me hace entender que confías en mí. Y solo puedo devolverte el favor guardándote el secreto y haciendo todo lo posible para hacerte feliz. Solo quiero eso. -Me sonríe feliz.
-...Bueno, ahora mismo soy feliz… -Pulso el último número y el reloj de pie empieza a desplazarse hacia un lado, dando paso a la entrada de la cueva.
-La batcueva… -Dice él, sin creérselo. Se acerca a la entrada y se asoma, sin pasar. No se atreve.
Sonrío y me acerco a él. Lo cojo de la mano y paso con él, bajando las escaleras despacio. Lo observa todo, en silencio, fijándose detenidamente en todo. Parece un niño con un cachorro al que le da miedo tocar por si lo rompe. Bajamos las escaleras y nos encontramos con la celda...su celda.
Le suelto la mano despacio y él se acerca a la celda, observándola fijamente. Apoya una mano en el cristal, mirando el interior. Trago saliva cuando veo cómo una lágrima se cae por su mejilla, en silencio.
-Está todo igual...igual que cuando me fui. -Me dice, con la voz un poco aguda por la emoción.
-Claro. -Le digo, acercándome a él, poniéndome detrás.
Lo rodeo con los brazos, abrazándole por detrás y él llora más.
-...Ya estás en casa… -Le digo en un susurro, mordiéndome el labio para no llorar.
Gira la cabeza y me mira, entre asombrado y enternecido por lo que acabo de decir. Yo lo miro y una lágrima se me escapa. Alza una mano hasta mi mejilla, secándome la lágrima y acariciándome.
-No sé cómo voy a devolverte lo que me has dado, Bats...Todo lo que me has dado...me lo has dado todo. -Asiente. -Y por ello te lo agradeceré siempre… -
-No tienes por qué devolverme nada...Yo solo quería ayudarte. -Apoyo mi cabeza en su mano, buscando su roce. -Quédate un tiempo aquí...mientras encuentras tu casa...luego puedes irte si quieres. -Le ofrezco.
-...Estaría loco si dijera que no. -Sonríe y junta sus labios con los míos, dándome un beso cargado de intensidad y sentimiento.
Después de comer, estamos sentados en el jardín, en las sillas que rodean una de las mesas de exterior, frente a la piscina. Lo miro expectante y él nos mira a mí y a Alfred sonriendo divertido.
En la mano tiene una pequeña taza de té.
-Allá vamos… -Dice sonriendo más. -Estoy nervioso. -Se ríe levemente, luego da un sorbo. Achica los ojos, ladeando la cabeza.
-...¿Y bien? -Pregunto impaciente, alzando una ceja.
-Déjelo reposar, Señor Wayne. -Me regaña Alfred, queriendo que lo deguste bien.
Jack alza la cabeza y sonríe.
-Justo como me esperaba. Delicioso. -Asiente lentamente, alzando la taza y dando otro sorbo. -El mejor té que he probado en mi vida, Alfred. -Le sonríe y Alfred sonríe también, orgulloso.
-Oh, muchas gracias Señor Napier...A veces me gusta que se me agradezca mi trabajo. -Esa pulla va para mí.
Lo miro de reojo, frunciendo el ceño levemente. Jack se ríe divertido, comiéndose una pasta. Luego mira la piscina.
-¿No os bañáis nunca? -Alza una ceja. -Vaya piscina… -
-La construyó el Señor Wayne cuando reformó la mansión. No estaba en los planos originales, pero fue un capricho suyo. -Asiente Alfred, sentándose en la otra silla y sirviéndose él mismo té. -La usará dos veces al año. O tres a lo sumo. -
-La uso más...Y no fue un capricho. -
-Un capricho junto a la cueva de ahí abajo. -Sonríe Jack mirándome. -¿Los murciélagos saben nadar? -Pregunta divertido.
-Este sí. Hice un curso intensivo de natación durante un año. Puedo aguantar un tiempo considerable debajo del agua. -Asiento, cruzándome de brazos.
-Viene bien saberlo para cuando te haga aguadillas… -Me dice sonriéndome.
-Eso si puedes. -Frunzo el ceño y él alza las cejas.
-¿Es esto un reto? -
-Un reto que seguramente no consigas. -Le aseguro, achicando los ojos.
-Oh, Bruce...Acepto el reto. -Sonríe, comiéndose otra pasta después.
-El único que ha podido hacerle alguna ha sido el Señorito Grayson, tal vez le surja otro contrincante. -Comenta Alfred divertido.
-Ni de broma. -Le contesto ladeando la cabeza.
Alfred y Jack se ríen juntos. No me gustan estas alianzas contra mi persona. Aunque me alegra que se lleve bien con Alfred.
-Me alegro de que esté totalmente recuperado, Señor Napier. Y me parece fenomenal que se quede un tiempo aquí mientras encuentra algún lugar donde vivir. Es bienvenido a esta casa. -Asiente Alfred, sonriendo sincero.
-Oh...gracias. -Arruga la cara enternecido y sonríe. -Y llámame Jack, no soy tan viejo ni tan importante. -Se encoge de hombros.
-Como digas...Jack. -Después, se levanta, recogiendo la bandeja del té. -En fin, me retiro, si desean alguna cosa, avísenme. -Nos dice antes de irse.
-Qué majo es… -Me dice Jack para luego mirarme.
-Sí, es quien cuidó de mi después de que mis padres fallecieran. Es como un segundo padre para mí. Sino fuera por él...esta casa estaría aún más vacía. -Asiento agachando la cabeza.
-Bueno, ya no está tan vacía...ahora me tienes a mí, igual que yo te tengo a ti. -Me dice mirándome. Yo lo miro también. Cierto. -No pienso ir a ningún lado, Bruce...y no creo que nadie intente matarme si saben quién era antes. -Sonríe.
-Ya...eso es cierto. -
-Claro...¡venga, alegra esa cara! ¿Qué sueles hacer? ¿Cómo es un día normal para Bruce Wayne? -Apoya los codos en la mesa, escuchándome.
-Pues...no mucho. Suelo pasar el día en la oficina y por la noche Batman se ocupa de sus cosas. -Asiento, sin darle mucha importancia.
-¿Y ya?...Eres rico, Bruce. Puedes hacer miles de cosas. Y tienes amigos...¿el súper chico o la princesa no son tus amigos? ¿O…los robin? -Me pregunta confuso.
Arrugo la cara, no creo que ellos quieran socializar con él. Tampoco quiero que lo rechacen. Tengo miedo de que volvamos a las andadas. Sobre todo ahora que todo es tan escabroso.
-Sí, son mis amigos...Incluso mi familia pero...ellos tienen sus vidas. Y yo la mía. Quedo muy de vez en cuando con ellos...Y si eres rico pero no tienes a nadie, hay pocas cosas que puedas hacer. -Asiento, mirándolo.
-Bueno, estás de suerte. Yo no tengo a nadie tampoco. Y tengo tooodo el día libre. Y dentro de poco seré rico también. ¿Qué te apetece hacer? -Me pregunta sonriendo.
-Mh… -Alzo una ceja, pensativo.
Pasamos un día genial. Y no hicimos gran cosa. Fuimos a la sala de cine de la mansión. Y vimos películas. Comimos palomitas...hicimos cosas de adolescentes. Pero las hicimos.
Tuvimos una cena maravillosa, contándonos anécdotas e historias. Nos conocimos aún más. Nos contamos planes futuros. Sobre todo él. Me habló de todo. De su futuro, del futuro que quiere para Gotham...de nuestro futuro.
Suspiro y lo veo dormir a mi lado, en mi cama, en mi habitación.
Después de una sesión de sexo muy diferente a la que usualmente habíamos tenido, se ha quedado dormido. Lleva durmiendo una media hora. Y yo llevo mirándolo esa media hora entera. Es la hora de dejarle a Batman patrullar. El cielo hace ya un buen rato que se tiñó de negro. Y ni siquiera él puede impedirme hacer mi trabajo. Nadie puede.
Me siento en la cama y me pongo los calzoncillos y después el pantalón del pijama. Me asomo a la ventana y…
Nada. El cielo está negro. Menos las estrellas que brillan y la luna...nada decora el cielo.
...No hay ni rastro de la batseñal.
Arrugo la cara confuso.
Hacía años que no pasaba esto.
Ando despacio y abro la puerta que da al balcón, notando como una brisa se cuela dentro, salgo y la busco, pero no veo nada.
Gordon no necesita mi ayuda aparentemente. Gotham está bien.
De hecho, Gotham siempre tiene ruido, gente gritando, sirenas de policía sonando, alarmas retumbando por las calles...pero hoy en Gotham reina el silencio. Lo único que aprecio es una sirena de policía muy a lo lejos, que apenas es perceptible.
Apoyo los codos en el balcón, disfrutando del aire fresco que corre en la madrugada de un verano en Gotham.
Lo he sentido casi todo el día. Es difícil no hacerlo cuando lo conoces. Su presencia se vuelve pesada, notas sus ojos clavados en tu nuca de manera aplastante. Esto contrasta con su alter ego, puesto que se crea esta especie de omnipresencia divina, inalcanzable e inmutable. Seguramente haga esto de forma inconsciente, no creo que se dé cuenta del efecto que causa. Tampoco creo que sepa que lo he sentido. Pero es tan evidente cuando lo conoces…
-No llamé a nadie para que me revisara el tejado. -Digo al aire, con la mirada perdida.
No lo digo en un tono especialmente fuerte, pero sé de sobra que me está oyendo.
Siempre lo está.
-...Oigo como te preocupas por dentro...Clark. -Vuelvo a hablar, ladeando la cabeza levemente, intentando localizarlo.
De repente, noto su presencia justo detrás de mí. Sus botas chocan contra el suelo al andar y avanza hasta mi lado, apoyándose también en la baranda, con la cabeza gacha.
-Te dije que iba a estar bien. Te dije que me dejaras en paz. -Le recuerdo, sin mirarlo, casi en un susurro para no despertar a Jack.
-...Lo siento. -Se disculpa, arrugando la cara. -Era solo por si acaso...aunque...veo que te lo has pasado muy bien. -Asiente, mirándome por fin.
-Bastante bien. -Concuerdo con él, sonriendo levemente.
-...Hoy Batman no saldrá. -No es una pregunta, es una afirmación, aunque no la dice con algún tono en específico. Simplemente lo dice. Como el hecho que es.
-No, no tiene por qué salir. -Niego con la cabeza despacio. -No hay ninguna señal en el cielo, Clark. Gotham duerme en paz. -
-Ya lo veo...casi no oigo ningún grito de socorro...aunque siempre hay alguno. -Se gira y lo mira a él. -Él también duerme en paz. -
Lo miro de reojo y me giro, mirándolo también. Está durmiendo boca abajo, con la boca ligeramente abierta y un rostro muy relajado. Las sábanas de seda negras lo cubren lo suficiente como para que no se le vea nada, pero se intuye que está desnudo. Y se intuye, por ende, lo que hemos hecho hace apenas una hora. Aunque seguramente Clark lo habrá oído, si de verdad lo hubiera querido oír.
-Lo hace. -Asiento.
-Ya veo. -Sus palabras son secas, cortas. Sabe hablar de forma fluida, es periodista, pero cuando no tienes nada que decir...no puedes decir nada.
-¿A qué has venido Clark? ¿A espiarme? -Alzo una ceja, fulminándolo con la mirada.
Él da un pequeño brinco y me mira también. A pesar de la omnipresencia que se le atribuye cuanto más cerca del cielo está, cuando lo acorralas contra una esquina y sabiéndose en desventaja, Clark vuelve a ser un simple mortal, como todos lo somos. Se sonroja levemente y desvía la mirada. Siempre se le ha dado mal el pudor.
-No, ¿para qué te voy a espiar yo? -Aprecio cómo su frente suda ligeramente. Está nervioso.
-Buena pregunta...ya lo están haciendo las cámaras de ahí fuera y los paparazzi. Aunque el Daily Planet no es muy dado a ese tipo de prensa...Así que me inclino por Superman. -Digo entonces, frunciendo el ceño. -¿Pero por qué iba Superman a vigilar a Bruce Wayne? -Clark me mira fijamente, sabiendo que estoy llegando al elefante en la habitación. -A no ser que no sea Bruce Wayne el objetivo a vigilar… -Achico los ojos mirándolo.
-...Primero, no estaba vigilando a nadie. Y segundo...Superman tiene mejores cosas que hacer así que no está vigilando a nadie tampoco. -No se da cuenta, pero repite la misma afirmación dos veces.
-Por más que repitas un enunciado, no se hace realidad si no es veraz, Clark. Deberías saberlo como periodista. -Él frunce el ceño, agachando la cabeza. -...Aunque hayas hecho caso omiso a lo que te dije...me alegra ver que Diana por fin ha comprendido que puede dejarme en paz. Así que agradecería que hablaras con ella, porque luego me enfadaré contigo y ya sabes como terminamos al final. Ahorrémonos todos esos pasos si podemos evitarlo. -Asiento mirándolo. -Esto es así, Clark, por más que vengas y me acoses no… -Intento explicarle pero él levanta la cabeza y me corta enfadado.
-No te estoy acosando, Bruce. -
-Sí, sí lo estás haciendo. Me juego mi capucha a que sabes qué significa acosar, y sabes también que es perfectamente aplicable a este caso. -Él se calla, manteniéndome la mirada. -Como decía...por más que estés sobre mi, no voy a romper mi relación con él. Te guste o no. Tú no eres mi padre, Clark. Y hace ya tiempo que no tengo un padre para que me diga lo que tengo o no que hacer… -Asiento. Él sigue en silencio. -¿Prefieres que esté sólo? -Le pregunto entonces, una pregunta repentina que no he meditado mucho si debo hacer.
Él niega rápido con la cabeza, con los ojos abiertos y mirándome fijamente.
-No...no, claro que no, Bruce. No te lo mereces. -Sus ojos están llenos de pena. Pero yo no quiero la pena de nadie.
-Pues es lo que parece...¿Te crees que para mí es fácil...ver como todos hacéis vuestras vidas y yo no? ¿Te crees que me gusta ver como cuando acabamos alguna misión de la liga, todos os vais con vuestras parejas o seres queridos y yo...vuelvo a una cueva fría y solitaria? Me gusta que seáis felices, claro que me gusta...pero...de vez en cuando yo también quiero ser feliz. Tengo derecho a ser feliz. -Le explico frunciendo el ceño, con los ojos brillándome...aunque no voy a permitirme llorar. No delante de él. -Y si yo soy feliz con él...debéis dejarme serlo. Porque es lo que yo quiero. Y sí, tiene un pasado, yo conozco ese pasado como el que más. Pero las personas cambian, Clark. Todos cambiamos. O sino, no estaríamos vivos. La vida evoluciona...y tenéis que dejarme evolucionar a mi también. O siempre seré el niño multimillonario y huérfano que perdió a sus padres en ese maldito callejón. -Le explico con una lágrima cayéndome por la mejilla, furiosa más que triste.
Veo cómo Clark palidece cuando ve esto, y unas ganas inhumanas de abrazarme se apoderan de él, mueve sus brazos hasta mí, queriendo hacerlo. Su cara se arruga y traga saliva, profundamente arrepentido de sus acciones, porque ahora se da cuenta de lo que estaba haciendo. De lo que lleva haciéndome un año.
-Bruce… -Oímos una voz rota, de repente, que no pertenece a ninguno de los dos. Nuestros ojos se mueven hasta el interior de la habitación. Su dueño está sentado de lado en la cama, con las sábanas cubriéndole, nos mira confundido y ligeramente asustado. -¿Pasa algo, Bruce?… -Me pregunta con preocupación en la voz.
-No pasa nada, Jack, duérmete. -Niego con la cabeza, limpiándome la lágrima y frunciendo el ceño. No quería despertarlo...no quería que se diera cuenta.
Clark lo mira y me mira, traga saliva de nuevo y busca las palabras para explicarse, pero no es capaz.
-Será mejor que te vayas, Superman. Me gustaría seguir durmiendo. -Le digo mirándolo de reojo y entrando de nuevo en la habitación.
Clark me sigue con la mirada y luego asiente muy despacio. No quiere irse. Es lo último que quiere hacer, lo sé. Y menos ahora que sabe que...ha provocado esta situación sin querer.
-Lo siento...siento...haberte despertado. Luego nos veremos… -Asiente de nuevo a modo de saludo mirándonos a los dos y luego, a la velocidad del rayo, se va volando.
Jack me mira entonces, buscando respuestas. Yo me subo a la cama y me coloco sobre él con una pierna a cada lado, haciendo que se tumbe de nuevo, me mira con preocupación todavía.
-Bruce...¿qué?… -Acallo sus palabras cuando lo empiezo a besar, apoyando una mano en su mejilla y con la otra apartando las sábanas. Se separa de mí y respira despacio, buscando aire. -¿Qué quería Bruce? Cuéntamelo...habla conmigo. -Me pide, apoyando sus manos en mis mejillas para que lo mire.
-Nada...no quería nada. -Con la mano libre le acaricio la cadera y el muslo y arruga la cara aguantando un gemido. Pero no me sigue el rollo.
-Algo querría cuando ha venido a estas horas...era por mí, ¿verdad? -Frunce el ceño levemente.
Lo miro unos segundos callado y luego suspiro.
-Ha estado todo el día en el tejado vigilándonos… -Asiento despacio.
-Vigilándome a mí. -Sonríe débilmente, mirándome.
-Sí, bueno...pero ya le he dicho que se vaya. Confío en ti, sé que no vas a hacerme nada malo, igual que yo no te lo haré a ti… -Me encojo de hombros.
-Claro que no...ese ya no soy yo. -Luego sonríe feliz. -...He oído lo que has dicho...¿iba en serio eso del futuro y...eso de que te hago feliz? -Pregunta ligeramente...¿tímido?
Me sonrojo y desvío la mirada, no sabía que había oído eso también.
-Eh...sí. Era cierto. -Asiento despacio, mirándolo de reojo.
Él sonríe más y luego se ríe. Me abraza y me besa durante un largo rato.
-Yo también te quiero, Bruce Wayne...Y ahora, creo que esa manita estaba yendo a un lugar divertido… -Me insinúa mirando hacia abajo.
-Crees bien… -Sonrío y continúo acariciándolo, besándolo de nuevo.
"Hace más de dos semanas que no hay ni rastro del caballero oscuro, y es que ni Batman ni nadie en Gotham ha visto la batseñal en todo este tiempo. De hecho, el departamento de policía de Gotham, nos ha dado un informe, la criminalidad ha bajado un ochenta por ciento. Porcentaje de récord que no se veía desde antes de que el callejón del crimen obtuviera su nombre." Cuenta la reportera en televisión. Suspiro sentado en la sala de juntas, mirando la televisión de la pared. Hoy tenemos reunión, pero es lo último que me apetece esta mañana.
-…Bruce. -Oigo de repente a una directiva de la junta. La miro y alzo una ceja...mierda. No sé qué ha dicho. Lucius me mira de reojo y arruga la cara, tragándose un suspiro. -Te decía que nuestra imagen goza de buena posición ante el público por el pacto con Lex Luthor y el nuevo Arkham. Por eso creo que unas cuantas galas benéficas más estarían bien. -Asiente, frunciendo el ceño por no haberla escuchado.
-Oh...sí, sí, perdona. Me parece muy bien. -Asiento deprisa.
-Bien...¿sabes algo de tu amigo, el Señor Napier? -Me pregunta achicando los ojos. Es un tema peliagudo para ellos, puesto que no saben todavía qué ruta va a seguir como nuevo adinerado en Gotham.
-¿Jack? Bueno, no he hablado mucho de su nuevo poder adquisitivo o futuros planes monetarios… -
-¿Pero va a ser de los nuestros o...va a seguir siendo un villano? -Pregunta otro, alzando una ceja.
-Sí, mira Cobblepot. Era rico pero...está en Arkham, y será por algo. -Le responde otro más, escéptico y cruzándose de brazos.
-Jack ya no es así. Podemos confiar en él...creo que sería un muy buen aliado. -Frunzo el ceño defendiéndolo.
-Por eso… -Contesta de nuevo ella, manteniendo la paz. -Creo que...debes invitarlo a la gala benéfica. -En la sala se empiezan a oír gritos y gente quejándose, no están de acuerdo. Lucius me mira, atento. -Orden...¡orden! -Manda callar, alzando los brazos. -Pensadlo...si Bruce aparenta normalidad e introduce a Jack a la sociedad, será como dice Bruce, un aliado. Nunca ha tenido tanto dinero...de forma legal y...bueno, estando cuerdo. Mirad a Luthor, nos ayudó con Arkham ¿no? Y eso salió bien. Pensad en las posibilidades que tenemos con Jack, que ahora mismo está un poco perdido...Bruce quedará como alguien solidario y colaborativo con alguien que por fin se ha rehabilitado y quiere ayudar a esta nuestra ciudad. -Asiente sonriendo.
Un silencio recorre la sala y yo examino la cara de los demás. Lucius alza las cejas y mira al suelo, no muy seguro de la idea. No me gusta "quedar" como alguien solidario, parece que lo hago por "aparentar", pero en realidad quiero ayudar…
-Votemos. -Digo yo, viendo que nadie va a decir nada. -¿Quién está de acuerdo con la idea de Regina? Que alcen la mano, por favor. -Pido, alzando la mano.
Poco a poco, la mayoría alzan la mano, aunque no muy seguros de ello. Lucius y Regina la alzan casi sin dudar, aunque como digo, ese casi siempre está presente.
-Bien...puesto que no se necesita una mayoría absoluta; en la próxima gala benéfica, invitaré a Jack Napier a que colabore con nosotros, y lo presentaré públicamente a Gotham. Intentaré que todos sus bienes y patrimonios estén solventados y sean ya suyas totalmente para entonces, para ponernos cuanto antes con los tratos. Luego os informaré de los resultados. -Asiento y parecen conformes con mi idea.
-Pues si hemos acabado, damos por concluida la sesión. -Sonríe Regina, levantándose de la mesa. Los demás la siguen después. -Enviaré un email con el próximo día de reunión, hasta entonces. -Se despide y coge la carpeta con los temas tratados hoy, luego sale por la puerta.
Cuando nos quedamos solos, Lucius se acerca a mí, sonriendo.
-Buenas, Señor Wayne. -
-Hola, Lucius. -Le saludo, levantándome de la silla. -¿Pasa algo? -
-No, nada en especial. Solamente le quería comentar que me alegro mucho de que haya ayudado así a...al que antes era el Joker. Lo he visto en las noticias y francamente, parece otra persona radicalmente distinta. Y me gusta mucho verlo a usted feliz. -Sonríe sincero.
-Gracias, Lucius...Ojalá todos pensaran como tú. -Asiento mirándolo.
-Eso es problema de los demás, Señor. Su padre siempre lo decía "vivo para los que quiero, no para los que no me quieren". Le veo luego, supongo… -Me da unas palmadas en el hombro y se va.
Sonrío mientras le veo irse y medito sobre las palabras de mi padre. Siempre tan certero...A veces viene bien recordarlo.
Notas de Autora: ¡Jack ya está bien! Estaba deseando llegar a este punto para hacer evolucionar a los personajes, sobre todo al pobre Joker. Con este capítulo se cierra una etapa y se abre otra totalmente distinta. Joker ha salido de la jaula de oro que era la celda de la cueva de Batman y su círculo se va a empezar a expandir ahora mucho más, al igual que el Fanfic. Sentía que necesitaba esto ya de ya. He tomado la etapa de la celda como una crisálida para Joker, que al abrirse deja salir a Jack, alguien totalmente distinto. También me quería abrir a otros personajes que enriquezcan la historia, y esto me lo permite. Así que a partir de ahora tendremos mucha más diversidad.
Respecto a la historia del "nacimiento del Joker", sentía que necesitaba algo distinto para encajar todo y darle sentido a la recuperación mental de Jack. He sido influenciada por Batman: White Knight claro, es uno de mis cómics favoritos, pero he decidido cambiar la historia un poquito. Hay algunas teorías de que los Wayne fueron asesinados por la corte de los búhos, así que...¿por qué no también los Napier? Además de todo ello, en esta nueva etapa quiero sacar más a relucir el personaje que se ve en estos cómics, Jack, quien ayuda a Gotham y a sus ciudadanos; y que en mi opinión está un poco desabrochado por parte de DC. Espero que lo vuelvan a sacar en un futuro, porque es interesante. Para acabar, decir que quería darle un respiro a Bruce; una época de paz y felicidad por una vez en su vida, de ahí la charla última con Superman. Se merece más de lo que ha tenido hasta ahora, aunque sea un poquito.
Y...poco más que decir, gracias por leerme y aguantarme si todavía seguís aquí, en esta locura xD. ¡Hasta el siguiente capítulo~!
