-No me malinterpretes, Bruce… -Jack arruga la cara mientras le ajusto la pajarita del traje. -Me gusta que me compres cosas y...trajes y eso. -Suspira desviando la mirada. -Es solo que la pajarita no es lo mío. -

-Vamos...estás muy guapo. -Asiento sonriendo, apartándome para dejar que se vea en el espejo de pie que tengo en la habitación.

Le he comprado un traje de dos piezas, con chaleco en vez de chaqueta. El traje es gris oscuro y la camisa negra. La pajarita va a juego. Yo por mi parte tengo un traje negro y una camisa blanca. Hasta me he peinado para la ocasión usando mi mejor gomina. Mientras me peinaba, él también me la pidió, así que también la ha usado. Voy hasta la mesita y me pongo un reloj rolex de los muchos que tengo, ya que me regalan cada equis tiempo.

-Tú sí que estás guapo… -Me mira y se muerde el labio sonriendo. Va hasta mí y me desabrocha uno de los botones de la camisa, dejando ver un poco de piel. Me sonrojo levemente y me sonríe. -Quiero que se mueran de envidia… -Me dice sugerente.

-...Como digas. -Carraspeo y cojo una cajita de mi mesita, para después dársela. -Ten. -

-...¿Qué es esto? -Pregunta ligeramente pálido. -Bruce...no sé si estoy preparado. -Me dice cogiendo la caja.

-No es un anillo, burro. -Le digo sonrojándome y arrugando la cara. -Ábrelo, es un regalo. Para celebrar que ya estás bien y lo felices que estamos. -Le explico suspirando.

-Vaya por dios...casi que prefiero el anillo. -Se ríe divertido y la abre. Dentro hay un reloj de oro, con la esfera negra y los números y agujas del mismo metal que la correa y esfera exterior. Es una joya no precisamente barata...pero me gusta comprarle regalos. Creo que se los merece por avanzar tanto. -Oh Bruce...es...muy bonito. -Asiente mirando el reloj. Pasa un dedo por la esfera con cuidado.

-Es un reloj inspirado en el Art Decó, una edición de coleccionista, hay tres en el mundo como este. Pensé que...te iría muy bien con la camisa negra. -Saco el reloj de la caja y la dejo en la mesita, él estira el brazo y le coloco el reloj.

-¿Cuánto cuesta esto? -Pregunta curioso mirando cómo le pongo el reloj.

-Demasiado para decirlo en voz alta. -Me río suavemente y lo beso fugazmente.

-...Muchas gracias. -Me sonríe y se mira en el espejo. -Creo que nunca me he visto mejor. -Se estira y ladea la cabeza, sonriéndose en el espejo. -Debo de ser un buen chico si tengo a un guaperas así a mi lado. -Se ríe entre dientes y me mira a través del espejo.

-No digas esas cosas… -Me sonrojo y oímos como alguien llama a la puerta. -Adelante. -

Alfred asoma la cabeza y sonríe al vernos listos. Normalmente tardo una eternidad en arreglarme y siempre llego tarde a mis propios eventos. Pasa y se pone recto.

-Si están listos...deberíamos irnos. -Asiente. Alfred también se ha arreglado, ha elegido un traje sencillo pero elegante, con una corbata. -El traje le sienta de maravilla, Jack. -Sonríe cordial.

Jack levanta las cejas sorprendido y luego sonríe.

-Oh, lo sé. Y mira qué me ha regalado Don millonetis. -Dice divertido acercándose a él y enseñándole el reloj.

-Muy bonito, sí señor...Qué detallista, Señor Wayne. -Me dice mirándome de reojo, sonriendo.

-No ha sido nada. -Sonrojado, aparto la mirada. Carraspeo incómodo y avanzo hasta la puerta. -Vámonos, llegaremos tarde. -Salgo con ellos y caminamos hacia la salida.

Al llegar al museo, lugar donde se celebra la gala, el sitio está atestado de gente y prensa. Le explico cómo tratar con ellos y cómo decirles lo que quieren oír. En todo momento, Jack me escucha y asiente. Antes de entrar, un grupo de periodistas nos detienen, ansiosos de declaraciones. Casi todas dirigidas a él, pero otras tantas a mí. De carácter personal sobre todo.

-Señor Napier, ¿es cierto que ha recuperado su patrimonio? ¿Qué tal con el Señor Wayne hasta ahora? ¿Son muy amigos? -Pregunta un periodista, poniéndole el micrófono lo más cerca de la cara posible.

-Hola a todos… -Sonríe levemente nervioso y asiente. -Sí y sí. Estoy muy bien, gracias. -

-Está muy guapo, ¿ha elegido usted el vestuario? -Le vuelve a preguntar el mismo.

-Eh...no, ha sido mi asistente personal. ¿A que ha hecho un buen trabajo? -Sonríe ampliamente y los periodistas se ríen divertidos, asintiendo. Lo miro de reojo, serio, alzando una ceja y él me mira también, sonriendo.

-En casa hablaremos… -Le susurro en el oído.

-¿Y a usted Señor Wayne, quién la ha asesorado para vestirse hoy? -Me pregunta el periodista sonriendo, sin entender nada.

-Mi asistente también, son muy profesionales, aunque les debería pagar más viendo los resultados… -Admito asintiendo despacio. Jack se aguanta la risa, sonriendo y mordiéndose el labio.

-Deberías. -Me contesta él, con toda la cara dura que se puede tener.

-En fin, vamos a ir pasando...Si nos disculpan. -Asiento y lo cojo de la mano, tirando de él hacia adentro. Cuando los hemos perdido de vista lo encaro y frunzo el ceño. -Así que tú asistente. -Gruño y avanzo hasta que se pega a la pared, sin escapatoria.

-Era una bromita, Bruce...¿Te has enfadado? -Me pregunta lentamente, pero no con miedo...sonríe.

-Oh sí...sí me he enfadado. Y cuando lleguemos a casa te voy a… -Me callo, gruñendo entre dientes.

-¿Qué? ¿Qué me vas a hacer? -Pregunta incitándome, sé que esto le está gustando.

-Te voy a… -Una voz nos corta el rollo, saludándome efusivamente. Me separo y él y yo miramos hacia la voz, frunzo el ceño. Con lo interesante que se estaba poniendo...

-¡Bruce! ¡Hola! -Sonríe feliz quien nos ha interrumpido, con un esmoquin de segunda mano.

-Hola, Clark. -Digo su nombre secamente y me acerco a él. Oigo a Jack maldecir por lo bajo, siguiéndome.

-¿Qué tal? Has llegado muy pronto para lo que sueles ser… -Se ríe y mira a Jack. -Ah, hola. -Sonríe y extiende la mano para estrechársela. -Clark Kent, del Daily Planet. -Asiente, enseñándole su pase especial de prensa.

-Hola, Clark. -Le saluda, estrechándole la mano. -Jack Napier...ex Joker. Aunque supongo que ya lo sabes. -Sonríe irónico. Si las miradas matasen, Clark estaría cuatro veces muerto. Y lo mismo con Jack. Puedo oler la tensión entre ellos dos.

-Sí, lo sé...Soy reportero, ¿qué reportero no ha escrito sobre tu recuperación? -Pregunta riéndose.

-Cierto, cierto… -Jack también se ríe. Entonces, se sueltan la mano.

-Estás muy...elegante hoy, Bruce. -Me dice Clark mirándome de arriba a abajo, parándose en la zona donde los botones desabrochados dejan ver algo más de piel. -Muy elegante. -Repite mirándome a los ojos.

-Ha sido idea mía, ¿a que le sienta bien? Aunque ya sabes lo que dicen, se mira pero no se toca...si no es tuyo. -Añade esto último deprisa, metiéndolo con calzador en la frase como si lo diera por sentado.

-Claro claro...Le sienta muy bien, sí. -Frunce el ceño, mirándome serio.

Paseo mis ojos entre Jack y Clark, sin saber qué hacer o qué decir, muy incómodo...Me siento como esas cebras que se encuentran solas en la sabana, en medio de dos leones y estos se pelean por ver quién se la come primero.

No quiero ser una cebra. Así que apuesto por seguir andando por la sabana, ignorando a los leones.

-En fin...voy a ver si aún queda algo en el buffet libre. -Suelto, desviando mi mirada a la barra de comida y bebida que hay desplegada.

-¡Te acompaño! -Me gritan los dos a la vez, luego cruzan miradas y se gruñen entre dientes.

-Prefiero ir solo...Jack, deberías conocer a gente. Y tú Clark, deberías ir a entrevistar a esa gente. -Les digo para después escabullirme a la barra.

Suspiro cuando me veo solo y pido un vino tinto. Necesito quitarme este agobio de cebra de encima.

Es la primera vez que dejo solo a Jack pero...le vendrá bien airearse con otras personas y que lo conozcan.

Cojo la copa de vino y le doy un sorbo, mirando a los demás invitados. Casi todos del mismo palo. Ricos, burgueses, accionistas, políticos...dentro de poco empezará la campaña de las elecciones y me tocará hacer de embajador de alguno de ellos. Como odio esas semanas.

-Hey, Bruce. -Me saluda alguien a mi derecha, giro la cabeza y veo a Bárbara, sonriendo. -Hola. -

-Hola, Bárbara. -Sonrío también. -No te esperaba aquí. -

-Bueno...papá ha venido y Tim estaba invitado así que… -Se encoge de hombros. -Ahora que Gotham está más tranquila, podemos permitirnos estos ratos. -Asiente. -¿Qué tal tú? Hace tiempo que no nos veíamos. Quise ir al hospital pero no te quería agobiar. ¿Qué tal estás? -Me pregunta amable.

-Ah, no te preocupes, lo entiendo. Tim me dijo que estabas ocupada. -Asiento sin darle importancia. -Bien, estoy bien...Con Jack, ya lo sabes. Se está adaptando bastante bien. -Paseo mis ojos por la sala, buscándolo.

-Sí, lo he visto por ahí… -Mira alrededor también. -Vaya cambio ha dado, ¿no? No parece él para nada… -Me mira impresionada. -Me alegro, claramente pero...soy un poco escéptica como mi padre, ya me conoces. -

-Yo también lo era, Bárbara pero...llevo tres semanas conviviendo con él y te aseguro que no hay ni rastro de Joker. Es una persona totalmente distinta. Compartió Tim los resultados, ¿no? -

-Sí, me contó todo...Es una suerte que el Espantapájaros infectara Arkham ¿eh? Gracias a eso nos hemos ahorrado infinidad de catástrofes. Bueno, y gracias a ti, claro. -Sonríe.

-No ha sido nada, Bárbara...Aunque he tenido mis momentos de exasperación… -Me río suavemente y ella también lo hace.

-Ha merecido la pena, créeme. -

-Lo sé...¿y Tim? -Alzo una ceja.

-Oh...pues, dijo que iba al baño y no lo he vuelto a ver. Como te he visto a ti pues...tal vez ya está sentado en la mesa. -Asiente sonriendo.

-Puede. No sé ni en qué mesa me ha tocado… -Arrugo la cara, paseando mis ojos por la sala.

-Creo que en la nuestra… -Se ríe. -Antes he ido a ver y creo recordar que he visto tu nombre y el de Jack. -Asiente.

-Ah...de acuerdo. -Asiento. -Vamos para allá, entonces. -Sentencio empezando a andar con ella.

Cuando nos sentamos, efectivamente encuentro a Jack sentado, hablando con el comisario Gordon. A saber de qué hablan...el estómago me empieza a doler de los nervios.

-Ya veo...pues gracias. Ha sido de mucha ayuda. -Sonríe Gordon. El traje siempre le sentará como un guante a Jim, hasta se ha retocado el bigote. De pronto me mira. -Pero bueno, Bruce, no te he visto llegar. Qué bonita gala has montado. Hola cariño. -Nos saluda mientras nos sentamos.

-Buenas noches, comisario. Me alegro de que le guste. -Miro de reojo a Jack, sentado a mi lado. -¿Puedo saber de qué hablaban? -Pregunto curioso, aunque más que nada estoy preocupado.

-Le contaba los pisos francos que tenía con Harley antes...y los que tenía yo solo. Pienso que ya no me hacen falta. Además, allí, algunos otros ex compañeros míos, escondían cosas muy valiosas. Creo conveniente que la policía lo sepa. -Me dice Jack, bebiendo un poco del champán que le han servido en la copa. Alzo las cejas impresionado...¿por qué no se lo ha contado a Batman? Luego mira a Bárbara y carraspea ligeramente. -Oye...Bárbara...quiero disculparme por todo lo que te hice. No era yo...y tú eras una chica que simplemente estaba en el lugar y momento equivocado. Lo siento profundamente. -Asiente y agacha la mirada, arrepentido. -Si puedo recompensártelo de alguna forma...lo intentaré. -Arruga la cara, dolido.

-Oh… -Bárbara lo mira entre impresionada y ligeramente dolida también. -Eso...pasó hace mucho y, a día de hoy, sabemos que no eras tú. Aunque significa mucho que lo sientas. Gracias, Jack…Me recompensa el saber que ya estás bien y que no volverás a hacer daño a nadie. -Le sonríe y traga saliva, sin saber muy bien cómo actuar.

Jack alza la vista y la mira, sonriendo.

-Gracias a ti por comprenderlo. Ya le he pedido perdón a tu padre y...a tu novio. -Comenta divertido.

Bárbara se sonroja porque sabe que se refiere a Tim y yo lo miro de reojo, contemplando el panorama en silencio.

-Oh...ya veo...vaya. -Comenta entre cortada, desviando la mirada.

-No pasa nada, Bárbara, hacéis buena pareja...Hasta antes de ser Jack lo pensaba. ¿Verdad, comisario? -Le pregunta sonriendo.

Jim se limita a meterse una aceituna en la boca y emitir un medio bufido, indiferente. Jack se ríe divertido y Bárbara sonríe tímida.

Entonces, después de que Tim llegue, me salude y se siente, llega la última invitada de la mesa. Además de Alfred, claro: Diana. Esta se presenta a todos y se sienta, me saluda y le saludo de vuelta. Por último, lo mira a él. Entre sorprendida y sin saber qué decir.

-Creo que no nos conocemos...Diana Prince. -Le sonríe radiante y le extiende la mano.

-No, no así por lo menos. Jack Napier. -Le contesta sonriendo, estrechándole la mano para luego soltarla. -Encantado. -Asiente.

-El placer es mío...estaba deseando conocer al nuevo amigo de Bruce. He oído mucho de ti. -Se ríe levemente.

-Me he hecho famoso en las noticias, sí. ¿Qué puedo decir? Prefiero estos motivos que los motivos que antes me llevaron a la fama. -Se encoge de hombros, bajando la mirada.

-Supongo que sí. -Me mira a mí, susurrándome. -Estás muy guapo… -Luego sonríe.

Yo me sonrojo y carraspeo, susurrando también.

-Tú también… -

-Creo que he visto a una gatita presumida por allí… -Me sigue diciendo, aprovechando que los de la mesa están en otra conversación. Yo frunzo el ceño.

-¿Selina? -Hace mucho que no la veo...desde lo de la batcueva.

-No lo sé seguro, solo te informo. -Se encoge de hombros, cogiendo su copa para beber.

Luego tendré que ir a echar un vistazo. Aunque no sé qué querría Selina de una gala para recaudar dinero para un nuevo hogar para personas de la tercera edad. El dinero, supongo. Pongo los ojos en blanco imaginándomelo. Jack llama mi atención, dándome toques en el brazo. Lo miro y alzo una ceja.

-Eh, Bruce, estás muy callado...¿No te gusta la comida? -Pincha un aperitivo, metiéndoselo en la boca.

-Sí, sí, me gusta, está todo muy bueno. -Asiento. -¿Has conocido ya a algún empresario o gente similar? -Empiezo a comer también.

-Sí, a varios. Al principio se me acercan con miedo pero cuando se dan cuenta de que ya no soy el monstruo que era me empiezan a hablar como si fuera tonto… -Comenta molesto.

-Suelen hacer eso. -Me río levemente. -El truco está en hacerles creer que lo eres y que por eso necesitas su dinero. -

Se ríe también asintiendo.

-Me tienes que enseñar trucos así, yo casi no sé llevarlos. -

Los camareros sirven el primer plato y empezamos a comer.

-Bueno...pero no tiene ni punto de comparación con el chef Pennyworth. -Comenta Jack divertido.

Alfred lo mira y sonríe.

-Muchas gracias, Jack...pero este chef es uno de verdad, con varias estrellas michelín, es uno de los mejores del mundo. -Asiente. Alfred tan humilde como siempre.

-Pero no el mejor, porque ese lo eres tú. -

-Cuanto peloteo, Alfred...A saber qué quiere. -Contesta Tim sonriendo.

Alfred ríe levemente y Jack sonríe feliz.

Después del menú, nos levantamos de la mesa para ir a conocer a más gente, pero alguien nos impide esta meta.

-Joker...o debería decir, Jack. -Cuestiona una voz masculina detrás nuestro.

Nos miramos y nos giramos para ver a Luthor, con una vaso de whisky en la mano. Se acerca a nosotros y me estrecha la mano, luego se la estrecha a él, tirando levemente y atrayéndolo a él.

-¿De verdad te he curado o estás fingiendo? -Pregunta susurrando para no alertar a los demás.

Frunzo el ceño y me acerco a ellos, separándolo de él.

-Luthor, basta. No tienes derecho a hacer eso. -Le digo molesto.

-No, está bien, está bien...Me has curado, Lex. Soy un hombre nuevo. Hasta he comido con cubiertos de verdad. -Comenta mirando la mesa donde estábamos sentados.

-Qué bien. -Comenta secamente. -En fin, ¿ya sabes lo que vas a hacer con tu dinero? En Lex Corp tenemos una nueva fuente de energía que estamos probando...y necesitamos fondos. -Asiente.

-Las cosas se suelen pedir por favor, Lex. -Le recuerdo achicando los ojos.

-No estoy hablando contigo, Wayne. Deja de hacer de guardaespaldas de Jack, ¿quieres? -Me pregunta sin siquiera mirarme.

Jack frunce el ceño.

-Bruce tiene razón, las cosas se piden por favor...¿Y qué tipo de fuente es esa? -Pregunta ladeando la cabeza. -¿Es renovable? -

-Oh, no hace falta renovarla. Créeme, es inagotable...El tipo de fuente es confidencial...pero dentro de poco, y si participas en el programa, sabrás de qué se trata. -Sonríe soberbio y miro a la nada, de pronto. Achico los ojos pensativo.

Inagotable, ¿eh? Mh…esto me huele mal.

-¿No será ilegal? -Cuestiona Jack, alzando una ceja. -Creía que eras de los buenos. -

-Lo soy, de hecho, mi cliente es el gobierno de los Estados Unidos...más legal que eso. -Dice riéndose entre dientes. -Espero tu respuesta, no me falles… -Le dice severamente antes de irse.

-Eso ha sonado como amenaza. -Me dice Jack, mirando como se va.

-No te preocupes...Lex no te hará nada. De hecho, puede que Batman le haga una visita a Lex. -Digo sopesando las palabras de Luthor.

-Bueno, ha sido un pelín borde, pero de ahí a pegarle una paliza… -Me mira confuso, arrugando la cara.

-No es por eso. -Lo miro y niego con la cabeza. -Es por un caso que tengo entre manos. -

-Oh… -Alza las cejas, sorprendido. -¿Y de qué se trata? -

-Hace unas semanas nos robaron algo a la liga, y estamos buscándolo desde entonces. -Digo sin dar muchos detalles.

Jack me mira atento, luego achica los ojos, pensativo como yo.

-Ya veo. -

-Vamos a ver a más gente...dejemos lo de Luthor por ahora. -Le digo, empezando a caminar con él.


Al terminar la noche, esperamos fuera a que Alfred llegue con el coche. Jack se estira y suspira, cansado. Lo miro y sonrío levemente.

-¿Estás cansado? -

-Un montón...no sabía que ser rico cansaba tanto… -Yo me río levemente por su respuesta.

-No cansa ser rico, cansa relacionarse con burócratas y burgueses. ¿Cuántos políticos te han pedido el voto? -

-¿Que cuántos? Terminé de contarlos al sexto o séptimo...¿Por qué les importará tanto? Solo es un voto. -

-Porque ahora eres alguien influyente en Gotham...mucha gente hará lo que haga Jack. -Asiento mirándolo.

-Pues pobre de esa gente, porque no tengo ni idea de lo que voy a hacer. -Luego sonríe y me mira. -Menos mal que estás tú a mi lado para acompañarme...sino fuera por ti. -Suspira y alza los brazos. -No tendría nada de esto. -

-Bueno, tú también has puesto de tu parte. Ahora ya ni estás en Arkham, ni tomas pastillas...ni te persigue Gordon o Batman. -

-Bueno, Batman sí me persigue todavía… -Comenta divertido, haciendo que me sonroje. Luego se ríe y me toca la nariz con el dedo índice. -No te equivoques...me encanta cuando me persigue Batman. -Dice en un tono repentínamente serio.

-¿Ah sí? -Alzo una ceja, mirándolo. -...Tal vez Batman tenga una orden de búsqueda y captura de un tal Jack...debería andarse con cuidado. -Asiento.

-Debería...Batman da mucho miedo cuando no consigue lo que quiere...Pobre de Jack. -Mira mis labios y me mira.

Cuando voy a besarlo, unos faros nos iluminan.

Alfred ha llegado, consiguiendo el segundo puesto en interrupciones molestas de hoy. Nos montamos al coche ligeramente molestos y miramos cada uno por la ventana de su lado.

Durante el trayecto, Alfred carraspea, mirándonos a través del espejo retrovisor.

-...¿Ha pasado algo, Señor? -Me pregunta preocupado por nuestras caras.

-No, ya sabes, lo mismo de siempre...Gente demasiado cotilla, los paparazzi… -Miento. No puedo decirle a Alfred lo que ha pasado de verdad.

-Entiendo. Bueno, Señor, ya vamos a casa. -Sonríe y mira hacia delante, pendiente de la carretera.

-Sí, ya vamos a casa. -Repito, mirando de reojo a Jack, que me mira divertido, sonriendo pícaramente.


No sé cuándo accedí a hacer esto...ni por qué.

Nunca imaginé que iba a usar a Batman para esto, pero lo estoy haciendo. Y es que después de llegar a casa y que Jack me suplicara por más de veinte minutos...y que Alfred se fuera a dormir, claro...accedí.

Suspiro muy sonrojado, mentalizándome de lo que voy a hacer.

Voy a perseguir a Jack por mi casa...con la capucha de Batman.

Eso no es lo que me avergüenza, lo que de verdad me mata de vergüenza es lo malditamente excitado que estoy. Miro la casa desde el jardín. Mi casa. Agacho la cabeza y trago saliva, entrando en ella. Todo está a oscuras, a excepción de unas cuantas luces que iluminan las estancias mínimamente, para diferenciar objetos y paredes en el espacio.

Para buscar a mi presa...eso me había dicho él. "Quiero que me persigas...como lo hacías antes cuando era el Joker. Pero ahora no seré el malo, seré la víctima que rescatas. Métete en el papel o no tendrá gracia" yo lo miré escéptico sin saber qué decir. "¡Confía en mí! Nos lo vamos a pasar de miedo". Y aquí estoy ahora.

Lo busco por la planta de abajo y no hay ni rastro, ni siquiera en la batcueva...pensaba que ese era el sitio donde iba a ir. Voy a subir las escaleras de arriba, cuando oigo un chasquido. Achico los ojos y miro hacia abajo...Me agacho y cojo su pajarita, la que llevaba hoy en la gala.

-Jack… -Susurro mirando alrededor. De repente, alguien empieza a correr despavorido hacia el jardín. Te pillé. -¡Jack! -Grito y empiezo a correr también.

El corredor mira para atrás y en un movimiento rápido, cambia de dirección y vuelve a entrar en casa, esquivándome. Lo persigo por la casa hasta que me impulso y salto, cayendo sobre él y apresándolo contra el suelo frío de azulejos de la cocina. Siento su respiración acelerada y su aliento en mi cara, traga saliva y me mira. Sus ojos están llenos de emoción, excitación y un millón de emociones más que no sé explicar.

-Batman… -Susurra, sonrojándose levemente.

Aprieto levemente sus muñecas, las cuales tengo sujetas contra el suelo, las alzo y lo examino. Entrando en su juego.

-...¿Te ha hecho algo? ¿Estás bien? -Le pregunto bajando la cabeza hasta que mi nariz choca contra la suya.

-...No, he podido escapar, creía que eras él...Estoy bien. -Asiente, se revuelve debajo de mí, restregando suavemente su entrepierna contra la mía.

-...No...no puedo hacer esto...no sé cómo hacerlo… -Le digo confuso, sin saber qué hacer ahora. Nunca he hecho esto…no así.

-Eh eh...Bats. Bats. -Me llama como siempre lo ha hecho, captando mi atención. -Piensa en lo de esta noche. En lo que te he llamado...en lo mal que me he portado. -Asiente sonriendo. -He sido un chico malo...he llamado "mi asistente" a Batman...Creo que deberías castigarme. -

Me acuerdo de ello y frunzo el ceño.

-Debería. -Asiento lentamente mirándolo, sigue llevando la ropa de la gala.

-Oh sí, castígame, Bats… -Me pide, intentando mover las manos y soltarse de mi agarre.

No lo dejo. Lo sujeto con una mano y apoyo la otra en su abdomen. Debería castigarlo de verdad...¿pero cómo? Desvío la mirada, pensativo. Diviso entonces la pata de la mesa de la cocina, lo suficientemente pesada para impedirle moverse. Lo que peor lleva es no poder moverse. Pero no podemos hacerlo aquí...si Alfred llega a bajar por equis motivo...no, no, aquí no.

Me decido entonces. Lo cojo en brazos y lo llevo a mi habitación.

-¿Dónde vamos? -Pregunta ansioso, si no lo tuviera en brazos estaría dando saltos de alegría. -...¿Vamos a tu habitación?… -Sonríe divertido.

-Sí, porque desde que vives conmigo no has dormido ni una noche en la tuya. -Le recuerdo, aunque no es algo que me importe para nada.

-¿Y qué vamos a hacer allí? ¿O qué me vas a hacer? -Me pregunta, ignorando lo que digo.

-No te lo voy a decir. -Sonrío. Ese es el peor castigo que puedo hacerle. No decirle qué voy a hacer.

Jack frunce el ceño cuando sabe que no se lo voy a decir. Lo dejo en la cama con cuidado y cuando voy a tumbarme con él, oímos un estruendo abajo. Nos miramos asombrados...y enfadados. ¿Es que hoy no vamos a poder...hacer nuestras cosas?

-Espera aquí. -Le digo firme.

Me giro y salgo, mirando a los dos lados del pasillo. Ni un alma. Me asomo al piso de abajo y veo un plato que había sobre la mesa de la cocina roto y en el suelo. Hay un intruso, y ese intruso quiere que baje. Alfred abre la puerta de su cuarto, con un bastón en la mano y en alto. Lo miro y le indico que vuelva a entrar y cierre la puerta. Él me mira y asiente despacio, quedándose dentro y entornando la puerta.

Bajo las escaleras despacio, mirando a todos lados y vigilando hasta el más mínimo detalle...no parece que hayan robado nada. Luego diviso la entrada de la batcueva. Poco a poco ando hasta ella y bajo las escaleras. Un sudor frío cae por mi nuca...no parece haber nadie. Hago revisión de todos los objetos de valor y aparatos...pero todo está en su sitio, y el ordenador no encuentra intrusos u objetos perdidos. Achico los ojos...todo esto me parece muy extraño.

De repente, oigo a Alfred por intercomunicador de la capucha.

-Señor, ¿ocurre algo? -

-No, estoy bien Alfred. No parece que haya nadie...creo que había alguien, pero ya se ha ido. -Asiento, mirando de nuevo la cueva, vacía.

-¿Y ha podido traspasar sus defensas? Las alarmas no han sonado, Señor. -Me recuerda, extrañado.

-No lo sé, Alfred...Mañana lo investigaré. Duerme, todo está bien. -Corto la comunicación.

Al volver a la habitación, Jack me espera con el pijama y sentado al final de la cama, cuando me ve entrar se levanta y mira detrás de mí, hacia fuera.

-¿Qué pasaba? -Pregunta preocupado.

-...Nada. Quien fuera ya se ha ido. -Voy hasta él y lo beso. Lo tumbo en la cama hasta que estoy sobre él y sigo besándolo.

-¿Y mi castigo? -Pregunta apartándome para hablarme.

-Ya he tenido suficientes castigos por hoy… -Le digo frunciendo el ceño.

-...Tienes razón. -Sonríe y nos empezamos a besar de nuevo.

Cuelo mis manos por debajo de su camiseta, palpándolo y acariciándolo, puedo sentir como ahogo sus gemidos con mi boca.

-Batman no sirve para esto… -Le recuerdo justo antes de bajarle los pantalones.

-Batman sirve para lo que quieras que sirva, Bruce… -Comenta pícaro, besándome el cuello y la mejilla después mientras sigo acariciándolo.


Doy un salto del batmóbil, bajándome. Gordon me mira mientras da una calada al cigarro y expulsa el humo antes de hablar conmigo.

-Hola Batman. Buen trabajo. -Me felicita mientras mira cómo saco del coche al cabecilla de una banda de traficantes del canal de Gotham. Llevábamos unos días detrás de ellos.

-Aquí tienes Jim. Ya he avisado a Blackgate. -Le informo pasándole al hombre, que gruñe mirándonos ofensivamente.

-¡¿A Blackgate?! -Grita este entonces, abriendo los ojos como platos. -Pero...pero ahí están tipos como Bane ¿no? ¡A Blackgate no, comisario, enróllese! -Le pide mirándolo preocupado.

-¡Cállate la boca! -Gruñe Gordon, dándole el prisionero a un policía. -Pasadlo al calabozo mientras vienen a por él.

El policía asiente y lo lleva adentro, los gritos del hombre se alejan poco a poco. Jim me mira, sonriendo.

-Todo está muy tranquilo, ¿eh? Hasta tengo varios días libres ahora. -

-La batseñal va a coger polvo, sí… -Asiento despacio, mirando hacia la azotea.

-Desde que Wayne y Luthor rehabilitaron Arkham y no tenemos al payaso por las calles, Gotham parece otra. Has leído la prensa? -Yo niego con la cabeza. -¡Nos están empezando a comparar con Metrópolis!...¡Con Metrópolis! -Repite riéndose. -Ya me jodería vivir con ese boy scout alien. -Niega con la cabeza, refiriéndose a Clark.

-No es tan malo cuando lo conoces… -Sonrío levemente.

Jim me mira escéptico.

-No sé cómo te codeas con los otros de la liga, Batman...Tiene que ser raro juntarse con tanto friki. Por eso me gusta Gotham, somos serios. -Asiente, frunciendo el ceño.

-Es trabajo, comisario. Es lo que debo hacer...como usted tiene a veces que juntarse con reclusos de Arkham. -

-No me lo recuerdes...Todavía recuerdo mi encuentro con Nygma… -Pone los ojos en blanco. -¿Tienes vigilado a Napier como te dije? -Cambia de tema radicalmente, poniéndose serio.

-Sí...Ha estado con Wayne todo este tiempo. Creo que hoy han ido a ver sus propiedades...no sé qué planes tendrá, Jim, rara vez hablo con Bruce. -Jim arruga la cara, descontento. A pesar de tener todos los resultados, Jim sigue sin fiarse de Jack.

-...Pues pregúntale. No me fío de él, no vaya a ser que le haga algo a Wayne y la liemos. El alcalde me lo ha advertido, el turismo está empezando a recuperar niveles de antes del incidente de tus padres. No podemos permitirnos otro asunto gordo. Vigila de cerca a Wayne, y más de cerca a Napier. -Me advierte, dando otra calada al cigarro.

-Lo haré. Pero sinceramente, no creo que Jack Napier suponga de nuevo un peligro para nadie. -

Jim me mira unos segundos, en silencio. Da otra calada y expulsa el humo hacia un lado.

-Tu criterio raramente falla...pero no sé. No me fío. -Sentencia, encogiéndose de hombros.

-Lo vigilaré, Jim, no te preocupes. -Asiento.

-Bien. Gracias. -Sonríe. -¿Sabes algo del asunto de Napier? ¿Del culpable del envenenamiento? -

-Como te dije, fue la corte...Todavía no tengo los implicados por nombres y apellidos, pero tengo a varias personas trabajando en ello. Confío en que dentro de pocos días lo sabremos. -Gente como Bárbara o Lucius.

-Tu gente debería trabajar más rápido, quién sabe si la corte seguirá haciendo de las suyas...Esa secta me pone los pelos de punta. -Arruga la cara y el bigote se le mueve.

-Fue hace muchos años, actualmente, se da por cesada la actividad de la corte. La desmantelamos hace ya tiempo. Pero nos estamos asegurando por si acaso. En cuanto tenga algo te aviso. -

Doy por concluida la conversación, girándome y montándome en el coche. Oigo a Jim empezar a hablar de otro tema cuando las puertas del batmóvil se cierran. Siempre pasa lo mismo.


De camino a casa, recibo una llamada de la Atalaya. Alzo una ceja y pulso la pantalla táctil del coche, viendo a J'onn y Wonder Woman instantáneamente después.

-Hola Batman. -Me saludan, con una sonrisa amable.

-Hola. -Los saludo, parándome en un semáforo. Los miro de reojo. -¿Qué pasa? -

-Hemos terminado los análisis de las instalaciones que nos pediste rastrear. Los resultados han dado varios lugares posibles. Fawcett City, con el doctor Sivana; Londres, unas instalaciones del gobierno; el fuerte de Amanda Waller...esperemos que no esté en este, y...el último es Metrópolis, Lex Corp. -Finaliza Diana, leyendo una pantalla a su lado.

-Hemos enviado a varios a rastrear esos lugares. Superman está en una misión y volverá dentro de poco. Te llamamos por si podías ayudar. -Dice J'onn. Noto en su voz que está...cohibido, seguramente porque sabe la situación en la que estamos Clark y yo.

Miro el reloj de la pantalla que marca las doce y media...aún es pronto.

-Puedo pasarme por Lex Corp., no hay problema. -Asiento, arranco el batmóbil cuando el semáforo que pone en verde y sigo conduciendo, cambiando la ruta. Jack tendrá que esperar esta noche. -Enviadme los planos para saber dónde está esa sala. -Les pido, mirando a la carretera mientras conduzco.

-Ahora mismo, Batman. -Sonríe Diana. -...¿Si Superman vuelve antes de tiempo puede acompañarte? -Me pregunta carraspeando la garganta, incómoda.

-Llevo varios días analizando sus ondas mentales, Batman...Parece afectado por lo que hizo. Creo que busca urgentemente tu perdón. Os vendría bien salir juntos en una misión. -Me aconseja J'onn.

Me lo pienso por unos momentos, luego suspiro pesadamente.

-De acuerdo. Si termina...dile que se pase. Me vendrá bien su visión de rayos x. -Asiento.

-Bien, ¡si vuelve, se lo diremos! -Sonríe Diana feliz.

-Ahora mismo te enviamos los planos de seguridad y construcción, además de las coordenadas. Hasta pronto, Batman. -Se despide J'onn, cortando la comunicación.

Cuando llego a la azotea de Lex Corp., aterrizo suavemente. Tecleo en el guantelete, accediendo a la red de cámaras y sensores, desactivándolo. Ando hasta una rejilla de ventilación y la fuerzo, abriéndola. Me introduzco y bajo hasta el piso indicado. Empujo la salida de la rejilla del aire y la deslizo hacia un lado. Miro al frente y salgo sigilosamente. Cuando salgo, no hay ni un alma. Es el piso de las oficinas en cubículos, y está ligeramente a oscuras, únicamente iluminado por la luz de la luna que entra por las paredes de cristal.

Rodeo el edificio y cuando inicio la búsqueda de la sala, oigo a alguien detrás de mí.

-¡A...alto! -Me grita un hombre con voz grave, audiblemente asustado. Muerto de miedo más bien.

Vigilantes de seguridad en cada piso...debería haberlo sabido.

Alzo las manos lentamente y me giro, para comprobar que efectivamente, un vigilante levemente obeso, con una gorra que le viene pequeña, me apunta con una pistola agarrada con sus dos manos. Las manos le tiemblan y su cara está descompuesta en miedo.

Cuando voy a hablar para excusarme, a punto de tirar una bomba de humo, el hombre desaparece de mi vista. Arrugo la cara y miro alrededor. Luego suspiro, girándome.

Clark me sonríe, con el hombre inconsciente en sus brazos y el uniforme de Superman.

-Hola… -Me susurra.

-Puedes hablar normal, estamos solos. -Asiento. -Déjalo en el suelo, y ayúdame a encontrar la sala blindada...No tienes que poder ver nada, como...un búnker de kevlar. -Le explico, empezando a rastrear la planta otra vez, andando despacio y examinándolo todo.

Superman tumba al hombre en el suelo con cuidado y empieza a seguirme por la sala. Se para delante de una puerta metálica negra, donde pone "Archivos". Me paro también y lo miro, volviendo atrás.

-¿Qué pasa? -Le pregunto al verlo acercarse a la puerta.

-Algo me dice que Lex no guarda aquí papeles y archivos...no puedo ver el interior de esta sala, Batman. -Me informa, achicando los ojos y pasando una mano por la puerta.

-Será esta sala. -Miro la pantalla holográfica del guantelete, asegurándome de que las indicaciones son correctas. Asiento y saco el secuenciador criptográfico para empezar a piratear la red de seguridad de la puerta.

Clark me mira atento, mientras vigila que no venga nadie.

-¿Hay muchos más vigilantes? -Le pregunto cuando casi he terminado.

-Sí, pero en otras plantas. Es raro que solo tenga uno si de verdad está aquí la caja madre. -Comenta arrugando la cara, pensativo.

-Tal vez lo haya hecho aposta, si hubiera contratado a muchos, sería sospechoso. -Asiento, guardando el dispositivo y abriendo la puerta.

Entramos y paro en seco, poniendo un brazo delante de Clark para que pare también. Me mira alzando una ceja y yo me arrodillo, detectando un pequeño láser a ras del suelo.

-...¿Cómo la has visto? -Me pregunta asombrado, sonriendo.

-La capucha. -Le digo mientras desactivo la trampa.

Me levanto y seguimos andando hasta encontrarnos, como esperaba, con la caja madre presa en un cristal reforzado y translúcido, no emite su luz característica así que supongo que Lex la ha capado para no emitir radiaciones y que Clark o Victor la detecten. La caja tiene miles de cadenas, sistemas y refuerzos para que no sea abierta.

-¿Y ahora qué? -Pregunta Clark, mirando la caja en la urna de cristal hermética.

Ando por la habitación, entera de metal anti radiaciones y diviso una escotilla donde todos los cables y sistemas van a parar. Debe ser ahí donde convergen todos. Me acerco y frunzo el ceño...no llego. Está casi a la altura del tejado y por más que me eleve no creo que pueda llegar.

Giro la cabeza para mirar a Superman. Este me mira y pestañea varias veces. Carraspeó varias veces, señalando con el dedo índice el panel superior...al que no alcanzo.

-Oh. -Dice entonces. Superman no es muy bueno en esto...él es más de pegar puñetazos y moler a palos al villano. -Puedo derretir los controles con la visión calorífica. -Dice acercándose.

-No no, harás saltar las alarmas. Esto lo tengo que desactivar con las ganzúas y el guantelete… -Me quedo mirándolo.

-Bien. -Asiente, de acuerdo conmigo. Frunzo el ceño y él arruga la cara preocupado.

-No alcanzo Superman, necesito que me subas. -Gruño levemente.

Él abre los ojos dándose cuenta, se acerca deprisa a mí y me coge, poniéndome sobre sus hombros y sujetándome por mis caderas y muslos. Cuando estoy bien sujeto, saco mis ganzúas y preparo el guantelete. Suspiro y abro la tapa del panel, accediendo al sistema interior. Empiezo a desactivar las alarmas y sistemas y la habitación queda en silencio. Solo se oye como corto y mueblo cables y cerraduras.

Puedo notar las manos de Clark sujetándome firmemente, y esto me pone nervioso. No me gusta depender de alguien, y menos que me sujeten así.

-...¿Qué tal vas? -Me pregunta, alzando la cabeza.

-Bien. Estate quieto. -Le digo secamente, intentando concentrarme.

-…¿Te queda mucho? -Vuelve a preguntar. A Clark no le gusta estar quieto sin hacer nada.

-¿Acaso peso demasiado para ti? -Le contesto con ironía y puedo oír como se ríe levemente.

-Que va… -Sonríe y baja la cabeza. -Me alegro de que vuelvas a confiar en mi. -Sus dedos dejan de clavarse tanto en mi piel y pasan a recorrerme el muslo lentamente.

Mi piel se eriza y mi ceño se frunce, en tensión instantáneamente. Le doy un patada en el costado con mi pie, como si fuera un caballo.

-Clark para. -Le ordeno gruñendo.

-¿Por qué? -Pregunta curioso, alzando la cabeza para mirarme.

-Porque me voy a caer, voy a cortar el cable que no es y tu mayor enemigo va a desplegar sus defensas más eficaces. -Le gruño de nuevo, mirando fijamente al panel que se despliega delante de mí.

-Oh, no te vas a caer, te tengo bien sujeto. -

Esa última afirmación me pone los pelos de punta. Porque es cierta.

Trago saliva en silencio mientras sigo desentramando este complejo sistema que ha diseñado Lex. Sabía que vendríamos y se ha tomado su tiempo.

-Batman. -Me llama, por mi silencio.

-...¿Qué? -

-Luthor no es mi mayor enemigo. -Niega con la cabeza.

-Claro que lo es. -Alzo una ceja, tecleando en el guantelete para desactivar el siguiente nivel y seguir desbloqueándolo.

-No...mi mayor enemigo eres tú cuando te enfadas conmigo. -Me confiesa con voz triste.

-Si no hicieras tantas actos...innecesarios, no me enfadaría contigo. -Le contesto frunciendo el ceño.

-Ya te dije que lo sentía. -

Y vuelve a hacerlo. Vuelve a acariciarme la pierna.

¿Es que no se da cuenta de lo incómodo que es esto? Sobre todo para mí.

-Y yo ya te dije que te perdonaba...deja de tocarme, Superman. -Le gruño cerrando los ojos unos instantes, empezando a hartarme.

-...Él te toca del mismo modo. O peor. ¿Por qué yo no puedo? -

Ah...así que es eso.

-Suéltame. -Le pido en el momento. -Bájame ahora mismo, Superman. -

-No. -Su agarre y sus dedos se vuelven a clavar en mi piel, fuertes, rígidos. No va a ceder.

-Que me sueltes. -

-No...Ya paro. -Desvía la mirada, suspirando.

Me inclino hacia delante para seguir introduciendo ganzúas.

-Vigila que no venga nadie, Superman. -Le aviso.

-No viene nadie, tranquilo. Solo estamos nosotros. -Me recuerda, con...¿tristeza?

-Bien...mañana voy a volver para averiguar para qué usaba Luthor la caja madre. Tal vez tenga que ver con lo que me pasó hace unos días… -Caigo en la cuenta, cambiando de tema y uniendo hilos.

-¿Qué te pasó? -Me pregunta preocupado.

-Poca cosa, alguien entró en casa...Creo que bajó a la batcueva. Cuando llegué, ya no había nadie. No saltaron ninguna de las alarmas ni ningún aviso. Como vino, se fue, fuera quien fuera. -Asiento.

-¿Y no nos dices nada? -Se queja indignado.

-¿Para qué? Ni siquiera vi quién fue. Además, no me pasó nada. A nadie le pasó nada. -Recalco, encogiéndome de hombros.

-...Deberías avisar de esas cosas. -

-Estoy bien...todo está bien. Como te digo, mañana volveré. Hay algo en todo esto que me parece sospechoso...Si Luthor hubiera hecho algo malo, lo habríamos notado antes. -Razono, cortando uno de los cables con éxito.

-A saber...Luthor es bueno escondiendo sus fechorías. -

-No tan bueno. ¿Por qué no nos dimos cuenta de que nos habían robado la caja madre hasta que la necesitamos? -

Clark se queda callado, sin saber qué decir.

-Tal vez tengas razón. -Contesta al final.

-Siempre tengo razón. -Asiento y corto el último cable.

Inesperadamente y sin que me dé cuenta, un mecanismo del suelo se activa al cortar este cable; que al parecer era una trampa, y nos encierra a los dos en una jaula justo encima de la caja madre.

Puedo salir de esta, siempre he salido de jaulas más pequeñas. Esta tiene el tamaño de un ataúd, he estado en situaciones peores.

Pero que tenga el tamaño de un ataúd, y que debajo de mí esté Clark, pegado a mí, literalmente; complica un poco las cosas. Y si a eso le sumamos que estamos girados, que mi cara está en las botas de Clark, y viceversa, hace las cosas aún peor.

-...Vaya… -Dice entonces Clark, carraspeando incómodo. -Ese cable no era… -

-Sí, sí era...pero al parecer Luthor había puesto una trampa. -Le contesto gruñendo.

Mi capa le tapa la cara, así que la aparta hacia un lado y gira la cabeza, intentando mirarme. Me sonrojo al saber que mi trasero está a apenas unos palmos de su cara. Intento serenarme o nunca saldremos de aquí, y Luthor nos pillará con las manos en la masa…

Por eso me gusta trabajar solo.

-No te muevas, Superman. Voy a ver si veo donde está el cierre de esto y lo desactivo. -Asiento, acercándome a los barrotes y examinándolos.

-Bien… -Clark suspira, todo lo quieto que puede estar.

Aunque no puedo ignorar el sentimiento de sus ojos clavados en mi trasero. Tengo una rodilla a cada lado de suyo y la posibilidad de reposicionamiento es mínima. Rezo todo lo que sé para que a Superman se le haya pasado esa manía insana de toquetearme de hace un rato.

Religión nunca se me dio bien, y el destino me lo recuerda cuando empiezo a notar cosas extrañas.

-Superman te dije que no te movieras… -Digo guturalmente, gruñendo.

-Es que estoy incómodo… -Me dice revolviéndose, pasando la mano cerca de mi cinturón, rondando una zona peligrosa.

-Pues te aguantas… -Le digo entre dientes.

-Vale que no pesas nada Batman pero...tenerte encima con tan poco espacio...es asfixiante. ¿No tendrás algo por tu cinturón para ayudar? -Me pregunta animado e inocente, deslizando una mano indebidamente. Lo que está haciendo es de todo menos inocente.

Gruño fuertemente y frunzo el ceño, estampando mi bota en su mejilla, apretando.

-¡¿Te quieres estar quieto?! -Le grito. Si no tuviera la capucha podría ver que estoy completamente sonrojado.

-Au… -Se queja, pero sé que no le ha dolido. Ni siquiera lo habrá sentido. -Vamos...puede que tengas algo que te ayude. -

-Tengo kryptonita, ahora que lo dices. ¿Quieres que la use? -Le amenazo, mirando hacia atrás, cruzando miradas con él.

Clark deja de mover la mano, inmóvil.

-No. -Me mira fijamente, con cara de circunstancias.

-Pues estate quieto… -Vuelvo a mirar la cerradura, intentando abrirla con las ganzúas. Es una suerte que no se me hayan caído cuando nos han encerrado aquí.

-...Si nos morimos aquí, quiero que seas totalmente sincero conmigo. -Me dice entonces.

Le respondo con mi silencio, con un tic en la ceja, molesto. Ni nos vamos a morir ni le voy a contar nada en este plan.

-¿Batman me estás oyendo? -Me pregunta, volviendo a mover la mano. Cada vez la siento más en mi culo, y eso me pone muy nervioso. Y menos mal que tengo el uniforme de Batman.

-Te oigo, deja la maldita mano quieta. -Le contesto ferozmente.

Clark para de mover la mano en respuesta...así que esta es tu nueva estrategia ¿eh? Sino respondo, empezará a toquetearme todo lo que quiera. Superman parece tonto, pero es más listo de lo que se hace. Demasiado listo a mi parecer.

-...¿Cuando estás con Jack...finges todo eso? -Me pregunta sin vergüenza ninguna. Porque me está mirando el culo y no la cara.

Intento serenarme, intento no molerlo ahora mismo a patadas y meterle el trozo de kryptonita que tengo en el cinturón por el gaznate, intento no clavarle la ganzúa en la pierna y quedarme tan a gusto...básicamente porque la ganzúa se rompería.

De verdad que lo intento. Y en vez de eso, cambio de estrategia. Vale, me ha estado espiando...escuchándome a escondidas, no solo a mi, a los dos.

¿Quieres jugar, Clark? Juguemos.

-No tengo por qué fingir nada. -Le respondo totalmente tranquilo, sonriendo divertido. Aunque le estoy siendo sincero...no finjo nada.

-Ah… -Suena dolido y decepcionado. Un poco asombrado porque le haya respondido tan francamente. -...Es que yo nunca te he oído así...ni siquiera sabía que pudieras emitir esos sonidos. -

-Tú nunca me has oído así porque nunca...has estado en mi cama. -Digo sin miramientos.

Creo que he conseguido acceder al candado de la celda ataúd donde estamos metidos.

-Nunca has querido que esté en tu cama. -Me contesta bajando el tono de voz considerablemente.

-No, nunca he querido. -Niego con la cabeza, frunciendo el ceño. No sé a qué viene esto, ni desde cuándo...Clark piensa esto. Pero no es el mejor ambiente para trabajar. No sé si J'onn es consciente de esto, pero explicaría muchas cosas.

-Ya… -Es su única, triste y débil respuesta.

Pasa su mano por mi baja espalda, rozándome el trasero. Está a apenas unos milímetros de él.

-La tienes a ella, Superman. -Le recuerdo sin mirarlo, quieto, refiriéndome a Lois.

-...Y la quiero. Con todo mi corazón. Pero también quiero protegerte a ti. Mi corazón es grande, Batman. -Me dice arrugando la cara.

-Yo me sé proteger solo. No necesito a nadie para que lo haga. -Introduzco la ganzúa en el cerrojo, intentando abrirlo. Espero que no se parta.

-Lo sé...eres más que suficiente. -Suspira y baja la mano hasta mi nalga izquierda, dura por estar flexionada.

-Superman. -Gruño y él aparta la mano, alejándola de mí.

Un pequeño "clic" se oye y el candado cae al suelo, empujo la salida de la celda rectangular y me arrastro hasta salir. Me levanto y me estiro, resoplando.

-Sal. Ya está abierta. -Le aviso, rodeando la celda y cogiendo la caja madre, ya liberada.

-Me estaba empezando a gustar estar ahí dentro. -Asiente, mirándome de reojo mientras se levanta.

-¿Querías morir ahí dentro? -Alzo una ceja mirándolo.

-Moriría debajo de ti… -Se encoge de hombros. -He presenciado muertes peores. -Me confiesa, desviando la mirada.

Le respondo con mi silencio y le entrego la caja madre.

-Llévala a la Atalaya, tardarás menos. Informa a Wonder Woman y J'onn de que hemos encontrado y recuperado la caja. Mañana seguiré investigando esto. He recogido información en el guantelete mientras desactivaba los sistemas. Luthor empezará a borrar archivos en cuanto sepa que le falta la caja. -Asiento, andando hacia la salida.

-A la orden… -Dice siguiéndome con la caja en las manos. -¿Mañana quieres que te acompañe? -Me pregunta sin cruzar miradas conmigo.

-...Haz lo que quieras. -Le respondo antes de disparar la batgarra y salir del edificio por donde he entrado.


Subo las escaleras de la batcueva hasta llegar a la mansión. Miro el reloj de la cocina...mierda, se me ha hecho más tarde de lo previsto, las tres y doce de la madrugada.

Por culpa de Clark.

Giro la cabeza cuando noto una respiración leve, casi imperceptible, pero remarcable entre tanto silencio. Ando hasta el salón y ladeo la cabeza para mirar en el sofá. Sonrío levemente. Jack tiene el pijama puesto, despeinado, seguramente se ha duchado y no se ha peinado. Un brazo le cae hasta el suelo y el mando de la tele está cerca de su mano. Se ha quedado dormido viendo la tele. Esperándome, seguro…

Me acerco a él y lo cojo en brazos con cuidado, intentando no despertarlo. Él arruga la cara y se queja ligeramente por lo bajo, medio dormido.

-Mh… -Se encoge y me abraza del cuello, juntándose a mí. A veces es como un bebé… -Bruce… -Me llama en sueños, puedo ver que sonríe complacido con mi presencia.

-Vamos a la cama… -Le susurro, besándole la frente después.

Él asiente y apoya la cabeza en mi hombro. Subimos las escaleras y vamos hasta mi habitación.

-Has tardado mucho… -Me dice en voz baja mientras lo llevo en brazos, con los ojos cerrados. -Creía que Batman era más rápido. -

-Lo es...Han surgido contratiempos de última hora. -Le digo sonriendo.

Suspira profundamente, acariciándome la nuca con las puntas de los dedos. Ladeo la cabeza, me hace cosquillas.

-Odio los contratiempos de última hora… -Berrea ligeramente, sonriendo también.

"Ellos también te odian a ti...", pienso para mí, arrugando la cara, pensando en que el contratiempo es Clark.

-Yo también los odio...pero ya estoy aquí, solo para ti. -Asiento, dejándolo en la cama.

Se tumba y se estira mientras bosteza, luego entre abre los ojos, mirándome. La habitación está casi a oscuras. Me quito la camisa y empiezo a quitarme el cinturón para ponerme el pijama.

-Hemos hecho galletas Alfred y yo...son de zanahoria. -Me dice asintiendo.

-Me las llevaré mañana para almorzar en la oficina. -Le digo sonriéndole, mirándole de reojo.

-Me podías llevar a mi… -Deja caer, con ojos llenos de lujuria.

-A ti te pruebo todos los días… -Me sonrojo ligeramente.

-¿Y a que estoy más bueno que una galleta de zanahoria? -Me sonríe divertido.

-...Bueno, no he probado las galletas todavía. No sabría decirte. -Me encojo de hombros.

-Serás… -Frunce el ceño, pero sé que está sonriendo. Se sienta en la cama y gatea hasta a mí. Me coge del brazo y tira de mi, haciendo que me tumbe boca arriba, con los calzoncillos puestos. -Tendré que hacerte cambiar de opinión. -Se sienta sobre mi abdomen.

-Déjame ponerme el pijama… -Le pido, intentando levantarme.

-No te va a hacer falta el pijama… -Me sonríe, bajando la cabeza para besarme.

Apoyo las manos en sus muslos, besándolo también.

Luego deja de hacerlo, apartándose de mí rápidamente, poniéndose recto sentado sobre mí. Frunzo el ceño, mirándolo.

-Eh… -Me quejo, por cómo se ha alejado.

-Sh. -Me pone un dedo en los labios, frunciendo el ceño él también. Lo miro confuso, arrugando la cara.

Se inclina hacia delante, y cuando creo que va a volverme a besar, pega su nariz en mi cuello y empieza a olisquearme. Siento su respiración caliente en mi cuello. Me sonrojo levemente, alzando una ceja. Me olisquea el cuello y la nuca meticulosamente.

-...¿Qué haces, Jack? -Le pregunto levemente nervioso. -Sin saber qué hace. -

Su cuerpo parece relajarse, se vuelve a poner recto, mirándome fijamente, muy serio.

-...¿Ese contratiempo se llama Superman? -Ataja sin miramientos, frunciendo el ceño después.

-...Eh… -Lo miro fijamente también, arrugando la cara. -Sí. -Asiento.

-¿Y puedo saber qué hacías con él? -Alza una ceja, visiblemente molesto.

-...¿Cómo has sabido que…? -Le pregunto confuso, Jack me corta antes de poder terminar.

-Hueles a su colonia. Es una barata muy mala. -Me responde casi gruñendo. -Contesta. -

-Era una misión de la liga...No estaba planeada pero...él ha terminado antes y se ha pasado a ayudarme. -Asiento, encogiéndome de hombros.

-A ayudarte. -Repite escéptico.

-Sí...Luthor nos robó un dispositivo, lo que te dije que nos robaron en la gala...fue él. Y lo de casa del otro día tal vez también. -Articulo con las manos, mirándolo. -Hemos entrado en su empresa y Superman me ha ayudado a recuperarlo. Luego se lo he dado para que lo devuelva a la Atalaya y he venido para acá. -Le explico.

Él se queda callado unos momentos. Omito el episodio de Clark manoseándome...no veo necesario que él lo sepa. Bastante se odian entre ellos. Lo entiendo. A mi tampoco me haría gracia que Harley lo manoseara a él. Frunzo el ceño ante la idea, asqueado.

Me gira la cabeza, entornando los ojos y en silencio.

-Es la verdad, Jack. No ha pasado nada más… -Asiento despacio. -Vamos...estoy demasiado cansado para que peleemos ahora… -Ladeo la cabeza, acariciándolo.

-...Ya hablaré yo con él. -Me dice antes de inclinarse de nuevo para besarme.

-¿Con Superman? -Pregunto confuso.

-Oh sí, ya estoy un poco harto. -Asiente.

-Como quieras… -Respondo no muy convencido con la idea. Aunque decirle que no solo lo haría más sospechoso.


Clark aterrizó esa mañana en el jardín de la mansión Wayne con una sonrisa de oreja a oreja, aunque no oía a Batman por ahí. Había sido él quien lo había llamado desde la batcueva. Y lo había llamado a él y solo a él. Eso decía el mensaje. Tal vez Bruce quería hablar con él del incidente del otro día...no sabía cómo había llegado a...toquetearlo tanto. Aunque no se arrepentía.

-¡Superman! -Le gritó el hombre que estaba tumbado en una de las hamacas del jardín, solamente con unas bermudas y gafas de sol negras. Sabía de quien eran...de Bruce.

Lo miró y arrugó la cara. No...él no.

Y entonces calló en la cuenta. Detectó el corazón de Bruce latir lejos, muy lejos de allí. En la oficina. Mierda. Bruce no lo había llamado. Había sido este...y ahora tendría que lidiar con ello. No se iba a amedrentar con alguien como él. Se mostraría seguro y a la defensiva si era estrictamente necesario.

Se acercó cauteloso, como sino pudiera matarlo de un simple puñetazo como verdaderamente podía hacer. Se puso recto a su lado, imponente.

No para él.

Jack bajó sus gafas hasta la punta de su nariz, mirando a Superman fijamente, luego sonrió.

-Que poco has tardado, te acabo de llamar. -Dijo sacando un comunicador de Batman del bolsillo.

-Súper velocidad… -Contestó secamente. -No tienes derecho a usar eso. Solo es para miembros de la liga. Tú no eres un miembro. -

-Lo sé, lo sé… -Suspiró y dejó el comunicador en la mesita auxiliar donde había dos vasos con té helado. Cogió uno y se lo acercó. -Ten. Bebe que estás un poco acalorado. -Clark arrugó la nariz, en desconfianza. -...Los ha hecho Alfred. Y no tienen alcohol. Aunque no creo que Superman tenga que conducir después. -Sonrió, metiéndose la pajita en la boca y bebiendo un poco de su propio té.

Clark dejó el té en la mesita, luego se cruzó de brazos.

-Tengo cosas importantes que hacer hoy, Jack. -Escupió su nombre, como si fuera veneno. -No puedes llamarnos para tonterías. -Era mentira. Hoy Clark tenía el día libre, y las emergencias que había las solucionó de camino aquí. Así que estaba libre. Literalmente.

-Oh, no te he llamado para ninguna tontería...Estaba siendo amable. -Comentó molesto, sentándose en la hamaca. Dejó el té en la mesita y se volvió a poner bien las gafas. -Quería hablar contigo sin murciélagos de por medio...suelen entrometerse mucho porque quieren controlarlo todo. -Asintió.

Clark frunció el ceño, se mordió el labio y se dijo así mismo que no podía tocar a Jack. La última vez que lo hizo, aquella vez en la batcueva cuando todavía era Joker; Batman casi lo mata. Y Batman no mata.

-Pues habla. Te escucho. -Le hizo saber, tragando saliva y con ella, sus ganas de matarlo.

-Ayer Bruce me contó que fuisteis juntos a una misión. -Acotó, mirándolo fijamente.

-Voy a muchas misiones. Y a muchas más solo con Batman. -Sonrió en clara victoria, satisfecho de que lo supiera.

-Oh, yo también hago cositas solo con Batman. -Comentó divertido, enseñando los dientes. Sabía dónde hacer daño. Dónde estaba la yaga para meter el dedo bien y que le doliera. -Puedes llamarlo misiones también si quieres… -

Clark frunció el ceño entonces, su sonrisa se desvaneció.

-¿Tu punto? -Preguntó gruñendo bajo.

-Mi punto es que quiero que dejes de tocar lo que no es tuyo. -Jack puso una expresión seria. Podía aterrorizar a alguien con solo mirarlo. Una de las pocas cosas buenas que sacó de su desquiciado alter ego. Sus ojos taladraron al hombre de acero, quien achicó los ojos, dispuesto a iniciar este duelo de miradas que no pensaba perder. -Batsy no me dijo nada. Nunca habla de temas escabrosos por si acaso...vuelvo a perder la cabeza. -

-Tal vez sea por algo. -Dejó caer Superman, asintiendo y alzando una ceja.

-...El caso, es que sé que tú hiciste algo con él...Algo de lo que él no quiso hablarme. No hizo falta. A veces Bruce se expresa con el cuerpo y no con la cabeza. Es algo que aprendes después de que ese hombre te empotre contra la pared y te cruce la cara durante años y años. -Explicó Jack recordándolo.

-No lo sé...a mí nunca me ha tenido que cruzar la cara. -Sonrió Clark.

Jack ahogó una risa, sonriendo divertido.

-Ya quisieras tú que te cruzara la cara… -Dijo Jack entornando los ojos, para luego beber más té helado.

Clark se estaba empezando a cansar de verdad. No sabía desde cuando este hombre era tan perspicaz y listo, o si siempre lo ha sido y nunca se había dado cuenta...pero estaba empezando a suponerle una verdadera molestia.

-En definitiva...quiero que dejes a mi murciélago en paz. -Le dijo clara y tranquilamente, señalándolo con el vaso de té. -No por mí, no soy taan celoso como aparento...sino por él. -

-¿Y si a Bruce no le molestara como tú insinúas? -Sonrió Clark.

-Si no le molestara me lo habría dicho. Bats es un perfeccionista, todo lo que está mal, no se dice. Todo lo que está bien, sí. Mírame a mí, soy la prueba irrefutable de eso. Me puse bien, me presentó a los medios y a la sociedad. Con Joker nunca hizo eso, ni se le pasaba por la cabeza...Porque él estaba mal. Ayer no me contó nada, ergo está mal para la mente de Bruce. -Acercó su cara a la de él, frunciendo el ceño.

Clark escuchó a Jack hablar, con una vena en su frente, hinchada. Apretó la mandíbula y desvió la mirada.

-No creeré nada de un cínico y demente como tú. -

-Ese es tu error. Pensar que sigo demente. -Suspiró y se tumbó. - Nunca creí en tu perdón de aquel día, en la celda de la cueva. Ahora entiendo por qué lo hiciste. Batman es alguien con el que...deseas llevarte bien. No, no quieres llevarte bien. Quieres tenerlo, protegerlo, cuidarlo. -Sonrió, mirando cómo se deshacían los cubitos en el té de Clark, que no había tocado. -Pero cuando te quieres dar cuenta, Batman es quien te tiene a ti. Te encierra en una jaula de oro con su atención y cariño...y cuando te deja, estás tan solo...tienes tanto frío. -Encogió la cara, recordando la sensación.

-...Sienta tan bien estar a su lado… -Dijo Clark sonriendo, siguiendo las palabras de Jack. -Sentir que eres importante para él, al igual que él lo es para ti. -

-Batman es alguien demasiado...elitista. No porque sea egocéntrico o...desconsiderado, no lo hace aposta. Él no quiere ser así. Pero...lo es. Y es por eso que se vuelve tan exquisito y sublime cuando consigues hacerle feliz...cuando consigues entrar en su...atmósfera, su mundo, su alma, su mente. -Continuó hablando Jack, señalándose la cabeza.

-Sí… -Clark tragó saliva, sin estar demasiado seguro de si había podido entrar en todos esos sitios. -No quiero decepcionarlo...no quiero perderlo. -Confesó, con la preocupación plasmada en su cara.

-Yo tampoco quiero. Lo he perdido muchas veces...y es doloroso. Muy doloroso. Un dolor que te atraviesa, que te drena el alma y el corazón. -Jack bajó la mirada. -Bruce me ayudó a escapar del demonio que me había poseído...Bruce, con toda su parafernalia del murciélago, el lado oscuro, la cueva, el miedo...él me enseñó la luz. Me ayudó a salir. Nunca se lo podré agradecer del todo. -Sonrió totalmente agradecido.

Clark lo miró con pena, envidia...y compasión. Alguien lo comprendía...sí, era alguien que le transmitía incomodidad y repulsión. Pero ese alguien quería a Bruce. Y quería que Bruce lo quisiera igual que él.

-No quiero que le hagas daño a Bruce. No te voy a pedir que pares, porque harás lo que te plazca. Solo te voy a pedir que no te pases...que lo respetes y no lo dañes. -Lo miró fijamente. -Porque como lo hagas, removeré cielo y tierra...hasta matarte. -Las palabras cayeron como lápidas sobre los hombros de Clark.

Era un humano normal y corriente. Pero cuando le tocaban la moral...quién sabe si el monstruo de circo podría resurgir de sus cenizas como un fénix, y quemarlo hasta los cimientos...literalmente.

-No te estoy amenazando, Superman. Tampoco estoy enfadado contigo. No sé qué relación tuvisteis o tenéis, no soy quien para meterme en la vida personal de Bruce. Pero no te pases… -Dijo muy suavemente, cogiendo su té para beber, metiéndose la pajita en la boca.

A Clark le recorrió un escalofrío por la espalda, desvió la mirada y asintió despacio.

-No lo haré...yo nunca le haría daño a Bruce. A él no. -Negó serio con la cabeza. Luego dio unos pasos hacia atrás. -Ha sido interesante hablar contigo. -Asintió, meditando sus palabras mientras se giraba.

-Lo mismo digo, Superman. -Contestó Jack. -...Luego podrías pasarte más tranquilamente y cenábamos, a ver si así quieres probar el té de Alfred. -Le ofreció, sonriendo.

-...Estaría muy bien. -Clark lo miró de reojo antes de alzar el vuelo. -Hasta luego, Jack. -Se propulsó con potencia, alejándose de allí rápido.