Notas de autora al final.


-¿Y dónde está? -Me pregunta Jason. No parece enfadado...más bien...se está riendo de mí. Se mete un trozo de tostada en la boca. Parece que ha venido a desayunar también.

-...Arriba, durmiendo. -Le explico frunciendo el ceño. -Oye, Jason...Ya no es...el monstruo que te mató, ¿vale? Eso fue hace mucho y...me ha dicho en repetidas ocasiones que lo siente. Lo has tenido que ver en la tele. -

-Lo sé, Bruce, lo sé...Relájate, ¿vale? Estás muy tenso y eso que ahora se supone que… -Hace un gesto obsceno con las manos, refiriéndose al sexo y me sonrojo, desviando la mirada. -Mira, no he venido con malos rollos. Solo he venido a ver cómo le va a mi papi y...mi nuevo otro papi. -Sonríe mirándome, divertido.

-Ugh...cállate ya. -Gruño sonrojado, tapándome la cara. Nunca me ha llamado papi y me lo tiene que llamar ahora. Maldito niñato.

Él se ríe, bebiéndose su café después.

-¿Qué dijo Alfred cuando se enteró? -

-...Al principio le costó creérselo. Luego, cuando lo conoció, lo fue aceptando. Aunque fue duro para todos. Bárbara, Jim, Dick...Clark. -Tuerzo la boca con este último, puesto que a él le debería dar igual...pero bueno.

-¿El boy scout? -Alza una ceja, entre interesado y sorprendido. -Sigue hablando… -

-...No hay mucho que decir. Está… -Arrugo la cara, no sabiendo cómo explicarme. -Es al que más le ha costado...dejarnos estar juntos. Al que más le está costando… -Cambio el tiempo verbal al presente, resoplando y bebiéndome mi café.

-Vaya vaya...Siempre lo he sospechado, pero tú siempre has estado tan ciego para esas cosas… -Se ríe levemente. Frunzo el ceño, mirándolo. -Vamos, tío, Superman siempre tenía como un escáner exclusivo para ti. Siempre te tenía localizado y...te protegía. Ahora que hay más de un niño que quiere jugar con su juguete...habrá cuadriplicado las defensas. -Asiente sonriendo.

-No soy un juguete. -Frunzo el ceño, molesto con la metáfora.

-Oh, claro que lo eres. Y eres el preferido en la tienda de juguetes. Pero dos niños no pueden jugar con el mismo juguete...¿o sí? -Alza una ceja, desviando la mirada, pensativo.

Me quedo callado, mirándolo y procesando sus símiles enrevesados. Niego con la cabeza deprisa, dejando de pensar en ello.

-En cualquier caso, ¿dónde estabas? -

-Ah, reconstruyendo mi vida. Ahora yo también soy un juguete importante, Bruce. -Sonríe, señalándose a sí mismo de arriba a abajo.

-He oído algo de un casino… -Giro la cabeza, entornando los ojos.

-Sí, uno de los más grandes del mundo. Quién lo diría, ¿eh? A la gente le gustan los vicios, como la ludopatía. -Se encoge de hombros.

-...Ya de por sí, el negocio del dinero a costa de la salud de los demás está mal, pero he oído que ese casino es visitado por...personas fraudulentas, con dinero fraudulento. -Achico más los ojos.

-Tienes que darle un aumento al secuaz que te haya contado eso...porque es cierto. -Asiente orgulloso...encima se siente orgulloso de eso.

-...No son mis secuaces...y no me lo dijeron los robin. -Puntualizo.

-Ya, claro. -Asiente sonriéndome, divertido.

-Es verdad… -Frunzo el ceño, molesto.

-Que sí, que sí...lo que tú digas. -Coge otra tostada, comiéndosela. -De todas formas, una de mis clientas es alguien que te interesa, ¿sabes? -Lo miro sorprendido, ha captado mi atención.

-¿Quién? -

-Oh, vamos, sabes quién te digo… -Alza una ceja, mirándome. -Tal vez haya estado espiándote un poquito...a ti y a tu súper caso actual con la liga de pardillos. -Pone los ojos en blanco, alargando las palabras.

-Jason… -Le gruño, regañándolo. -...Dime lo que sepas de Waller, entonces. -

-Mira, yo no sé nada...todavía. Sé que suele pasarse por mi casino para ver a clientes y compis suyos. Pensé que Bruce Wayne podría pasarse también...ya sabes, hacer migas con ella. Que esta te cuente cosas… -Sonríe divertido, cogiendo unas galletas con chocolate.

-...¿Cuánta hambre tienes? -Le pregunto alzando una ceja.

-Déjame, estoy creciendo… -Lo miro escéptico, entornando los ojos y él resopla, poniendo los ojos en blanco de nuevo. -Vale vale...ayer tuve una noche complicada y no pude cenar...Ya recuerdo por qué no vengo a las cenas de navidad… -Gruñe, comiéndose las galletas. -Ni que te faltara dinero para comprar más. -

-No lo digo por eso...y lo sabes. -Suspiro y sonríe levemente. -Oye, me alegra saber que estás bien y...quiero darte las gracias por la información y por la ayuda. -Apoyo una mano en su hombro. -Gracias por venir. Me pasaré por tu casino dentro de poco...aunque se lo diré antes a la liga. -

-...Tú avisando a la liga para algo...sí que has cambiado. -Dice sorprendido, torciendo la boca.

-Hace unos días Luthor me drogó y...casi me hace decirle todo. Literalmente, todo. -Confieso avergonzado.

Emite una risa nasal y yo lo miro serio, frunciendo el ceño. Él desvía la mirada, riéndose.

-Perdón perdón...es que no es propio de ti. -Asiente sonriendo. -Ahora que lo dices...el calvo ese también ha estado varias veces por mis dominios. Aunque creo que lo suyo es simplemente por jugarse la pasta. -Recalca al final, encogiéndose de hombros.

-Ya veo… -Me quedo pensativo.

-...Hola… -Oímos de repente, detrás de nosotros, al final de las escaleras, Jack nos mira sorprendido.

Lo miramos y Jason lo mira atónito, sin saber qué decir. Carraspeo y me levanto, yendo con él.

-Buenos días… -Le sonrío, pero parece ignorarme.

Anda hacia Jason, pasándome de largo, cuando llega hasta él, se para y tuerce la boca, bajando la mirada.

-...Lo siento mucho, Jason Todd...Siento...todo lo que te hice sin...sin motivo alguno. -Traga saliva y arruga la cara. -...Pagaste el pato sin tener por qué hacerlo...Eras un niño y yo...yo era un desquiciado que no aguantaba que Batman le hiciera más caso a un crío que a mí, un maldito payaso psicópata… -Sus ojos empiezan a brillar y después, lágrimas empiezan a caer por sus mejillas. -Perdóname por favor...He estado...esperando a que volvieras para pedirte perdón por lo que hice. De verdad que lo siento con toda mi alma...Sé que nunca podré devolverte...tu infancia y...tu inocencia pero...solo quería que supieras que...estabas en el lugar y momento equivocado y...que me odio cada minuto de mi vida por eso y por todo el dolor que provoqué a esta ciudad… -Alza los ojos, brillantes y llorosos hasta él, llorando en silencio.

Jason lo mira, sin palabras, abre la boca para decir algo, pero luego la cierra. Frunce el ceño y traga saliva, desviando la mirada. Tiene los ojos brillantes, está a punto de llorar, pero su orgullo no se lo permite. Se limpia una lágrima deprisa y gira la cabeza, sin poder mirarnos. Toda su rebeldía y chulería se han ido al traste en un instante.

Y aún lo hace más cuando Jack lo abraza, llorando más sobre su hombro, desconsoladamente. Jason me mira, entre muerto de miedo y confundido. Sabía que algo había cambiado, pero no sabía que TODO había cambiado...no hasta ahora. Y el hecho de que todo haya cambiado, de que este hombre ya no se parezca nada al que era, lo aterra. Palidece y traga saliva, mirando de reojo a Jack y dejando que lágrimas furiosas y furtivas salgan sin su consentimiento.

Contemplo la escena cerca, pero sin atosigarlos. Este momento es de ellos, y no puedo intervenir en esto. Suspiro levemente y oigo cómo Alfred se coloca a mi lado, con un pañuelo de tela blanco secándose las lágrimas. Me mira y sonríe levemente, sabiendo que tal vez y solo tal vez, a Jason se le cierren las heridas que llevan tanto tiempo supurándole desde dentro.


Arrugo la cara ligeramente, leyendo el currículum que me ha entregado el Señor Ethan Miller. Desde que ha entrado no ha parado de hablar y...no sé si sabe que no me gusta que me hagan la pelota sin necesidad. Además, tiene hojas y hojas y hojas de trabajos, proyectos y acciones que ha hecho. Es un buen candidato, no lo dudo.

Un hombre hecho así mismo, fundó su empresa desde cero. Perdió a sus padres hace cinco años en un accidente de tráfico y a sus cincuenta y cuatro años, disfruta en su casa a las afueras con su mujer y cuatro hijos, tres de ellos adoptados. Todos han sido colocados estratégicamente en empresas o de él o de su mujer y sus últimos proyectos han sido dirigidos a la seguridad vial por el incidente de sus difuntos padres.

El tipo tiene buena presencia. Vestido de punta en blanco con un traje sencillo, tez perfectamente bronceada, pelo castaño con muy pocas canas sobresalientes que más que nada acentúan su belleza y unos ojos azules claros.

Y es que es toda esta perfección la que me echa para atrás...Nadie puede ser tan perfecto. O al menos, nadie tiene que pretender ser tan perfecto. Esto me huele raro...Alzo la vista a él, que sigue hablando. No parece que trame nada pero…

-...Y como le digo, la fundación Miller ha construido ya varios puestos de vigilancia en carretera, así como financiar dispositivos de seguridad que ayuden al conductor. -Sonríe y luego me mira. -...¿Hay algún problema, Señor Wayne? -Alza una ceja, confía en sí mismo...Me está ahogando en su confianza suprema. Lo está intentando.

-No, Señor Miller. Todo está bien...literalmente, todo. -Recalco, dejando el currículum en mi mesa. -Aún no me ha dicho por qué quiere entrar en mi junta. -

-Oh...creía que era obvio, Señor...Para cambiar el mundo y hacer de él un lugar mejor. -Me sonríe. Su sonrisa podría perfectamente promocionar dentífricos.

-¿Considera que el mundo no es perfecto tal y como es? -Achico los ojos, mirándolo.

-Solo un necio consideraría que el mundo es perfecto tal y como es, Señor Wayne. -Frunce el ceño.

-...¿Y por qué considera usted que es el indicado para juzgar lo que está o no está bien en este mundo? -

-Yo no voy a juzgar a nadie, Señor. Yo solo voy a colaborar en ayudar a la gente, y creo que puedo hacer eso con usted a mi lado. -Sonríe.

Me quedo callado, mirando otra vez el currículum.

-Veo que su residencia actual está lejos de Gotham, ¿piensa mudarse o tiene otros planes para...acudir a las reuniones? -

-Tengo pensado mudarme. He visto varias casas a las afueras de Gotham y...creo que mi dinero le vendrá bien al negocio local. Además, dado que mis hijos ya no viven conmigo, a mi mujer y a mí nos vendrá bien una casa ligeramente más pequeña. -Asiente.

-...Ya veo. -

Lo voy a tener que contratar...no le veo ningún defecto. Y eso es lo que más me escama...Bien, lo contrataré y Batman le hará un chequeo en cuanto tenga un hueco libre. Mi intuición raramente falla. Ojalá me equivoque, porque Miller tiene mucho capital, pero me parece que en este caso no va a ser así.

Le sonrío radiante y me levanto. Miller hace lo mismo, sonriendo también. Le estrecho la mano mientras hablo.

-Bueno, Ethan Miller...bienvenido a la junta directiva de empresas Wayne. -Sonrío más.

-No se arrepentirá, Señor Wayne… -Se ríe levemente, luego aparta la mano. -Mi mujer me hizo prometerle que si me contrataba, tenía que invitarle a cenar. Así que, ¿por qué no se viene mañana a cenar con nosotros? Y traiga al Señor Napier también, será un placer conocerlo. -Asiente.

-No sé cómo tendré la agenda pero...estaremos encantados de asistir, Señor Miller. -Le sonrío, pero por dentro maldigo mis buenos modales. -¿Estarán asentados para entonces? -

-Si le soy sincero...llevo reformando esa casa de Gotham un tiempo…Hoy se ultimaban los detalles y entraremos a vivir. -Se ríe, andando conmigo hacia la puerta.

-¿Acaso sabía que le iba a contratar? -Achico los ojos, mirándolo.

-No, no tenía ni idea...Pero si al final no le gustaba mi currículum, la usaría como casa de vacaciones...Tiene que verla, Señor Wayne. Es perfecta. Una planta, tres habitaciones con sus baños, cocina de lujo y un jardín trasero amplísimo...Hasta tiene un pequeño estanque con peces. Lo he reformado yo mismo. -Me comenta sonriendo. A este tipo le encanta hablar y hablar…

-Vaya...me alegro de que le guste la fauna y flora de Gotham, Señor Miller. ¿Le gusta la cocina? -Le pregunto para crear conversación, puesto que el ascensor tarda en venir.

-Nos encanta. Mi mujer tiene dos estrellas michelín, Señor. -Se ríe levemente. -Gracias al cielo que he construido un pequeño gimnasio en el sótano de la casa para mantenerme en forma. -Se palpa el abdomen sonriendo.

Y tanto que se mantiene en forma...el tipo está realmente en forma. Lo miro de arriba a abajo y el ascensor llega por fin, emitiendo un pequeño pitido y abriendo sus puertas. Ethan entra en el ascensor.

-Bueno, pues hasta entonces, Señor. Tiene mi número, mándeme un mensaje para confirmar su asistencia, por favor. Hasta entonces. -Me dice adiós con la mano y las puertas se cierran.

Resoplo y me giro, de vuelta al despacho.

De camino a él, me cruzo con Melody, que estaba tomando café mientras leía unos papeles. Me mira y alza las cejas sorprendida, luego corre hacia mí. Me paro y la miro.

-¡Señor Wayne!… -Me grita, avisándome para que me pare. -Quería hablar con usted… -

-Melody, ¿qué pasa? -Alzo una ceja. -Llámame Bruce… -Sonrío levemente.

-Oh, sí, claro. Lo siento. -Se ríe divertida. -Verás, he detectado una...transmisión extraña. La he comentado con Lucius y creemos que estamos siendo víctimas de escuchas telefónicas. Lucius ha decidido bloquear los topos, pero no sabemos exactamente de donde venían. -

Frunzo el ceño. Esto no me lo esperaba…tal vez ha sido Jason. Esta mañana parecía muy enterado de todo.

-Gracias por decírmelo, Melody. De todas formas, investiga la posible fuente, ¿quieres? -

-He empezado por Gotham, pero no se detectaba nada, vamos a ampliar el radar a ciudades colindantes y cercanas. -Sonríe asintiendo. -Lucius y yo estamos trabajando en ello. Estoy súper motivada, ¿sabes? Es un tipo muy inteligente, estoy aprendiendo un montón de él. -Me dice ilusionada.

-Me alegro de escucharlo. -Sonrío contento. -Si necesitáis ayuda de Batman, Lucius sabe cómo contactar con él, no dudes en decírselo. -

-¿En serio? -Alza las cejas sorprendida y sus ojos empiezan a brillar. -Que guaay… -Dice más para ella misma que para mí. -Vale vale, voy a seguir investigando, ¡hasta luego, Bruce! -Me dice mientras se aleja deprisa hacia los laboratorios.

La miro irse y sonrío, luego ando hacia mi despacho. Esto era justo lo que esta empresa necesitaba, gente motivada y con ilusión por avanzar.


Son las once y treinta y ocho de la noche, Jim me ha informado de un caso en los jardines botánicos. Un cuerpo ha sido encontrado. Aterrizo y miro a los lados, comprobando que no hay nadie. Arrugo la cara cuando oigo el Aria de la Reina de la noche de Mozart de fondo. Hay varios altavoces de pie colocados, apuntando hacia el centro de los jardines. Además, hay grandes focos colocados, iluminando el lugar, tal vez demasiado. Las luces son cegadoras y la música me está tronando los oídos. Me extraña que no se haya localizado antes…

Ando hacia el centro, encontrándome el cuerpo en una pose...antinatural. Posa con los brazos en alto, y una daga en una mano, dramatizando la escena aún más. Tiene una máscara blanca, de porcelana, un vestido negro de seda y una corona con imitaciones de diamante en la cabeza. El asesino ha copiado a la propia reina de la noche. Toco con dos dedos el guantelete, activando los escáneres.

El cuerpo todavía emite calor...ha fallecido hace poco, todo ha sido colocado deprisa para que el cuerpo siguiera desprendiendo señales caloríficas hasta ahora. Aunque los focos también han podido ayudar. Ladeo la cabeza para comprobar que tiene la máscara fusionada, literalmente, al cráneo. Imposible quitarla sin dañar la estructura ósea. Este criminal no tiene escrúpulos...Aunque cuenta con un conocimiento sublime de la obra de Mozart...y de fisionomía y anatomía humana para haber hecho esto.

Detecto un anillo en una de sus manos. Lo quito con cuidado, por dentro está inscrito. "Sophie and Charles – 1976" se puede leer. Por la estructura ósea del cuerpo, deduzco que es Sophie.

Tecleo en el guantelete, accediendo a la base de datos de Gotham. Introduzco los datos que he recopilado y una mujer coincide con todas las características.

-Dios santo… -Oigo como Gordon se acerca por detrás, mirando horrorizado la escena del crimen. -Gotham vuelve a las andadas… -Me mira de reojo. -Dime que tienes algo. -

-Sí. Sophia Ponti, esposa de Charles Ponti. Dirigían un pequeño teatro en este distrito de Gotham. Se jubiló hace más de veinte años. -Alzo el anillo, dándoselo a Jim. -Este anillo conmemoraba una de sus grandes obras, y el aniversario de la pareja. Esa obra fue la flauta mágica, de Mozart. -

-...Ya. -Gordon mete en anillo en una bolsa estéril de plástico, como prueba. -Osea, que estamos ante un friki de las óperas. -

-La flauta mágica es muy conocida. Es una de las obras más famosas de Mozart. -

-...Bueno, bueno. -Desvía la mirada, mirando el cuerpo. -No me dirás que esto lo ha hecho alguien cuerdo y normal. -

-No… -Cambio de tema, volviendo a teclear en el guantelete. -Tengo información sobre Waller, Jim. -Este me mira, alzando las cejas sorprendido.

-¿En serio? ¿Qué has descubierto? -

-Varias cosas...Primero, nos robó un artilugio importante de la Atalaya. Luego, que está acudiendo a un casino de fama cuestionable. Y por último, sé cuáles son dos de sus aliados. Luthor es el primero, aunque este no tiene ni idea de lo que está haciendo...La otra es Catwoman. Pero no te preocupes, he hablado con ella, y a partir de ahora será una informante para la liga. Actuará como topo para nosotros. Así que si la cogéis en una situación peliaguda...te agradecería que le dejaras vía libre. -

Gordon me mira escéptico durante un momento, luego suspira y se encoge de hombros.

-Está bien, Batman. Tú sabrás lo que haces. -Gruñe y se tapa los oídos. -¡Que alguien apague ese trasto! -Le grita a sus subordinados, señalando el amplificador de donde sale la ópera.

Para cuando Jim se gira para seguir hablándome de nuevo, yo ya me he ido del lugar.


Reviso las cámaras de seguridad, mientras el ordenador coteja más casos semejantes. Sé que esta víctima no va a ser la última. Solo espero llegar a tiempo para salvar las demás.

-Vaya… -Oigo a Jack acercarse detrás de mí, mirando la pantalla.

-No mires. Es horrible. -Le digo sin parar de teclear, buscando al culpable.

-Oh, he visto cosas peores...y las he hecho… -Arruga la cara, suspirando. -¿Ya lo has pillado? -

-No, aún estamos investigando los hechos, la escena y… -

-Creo que Pyg se escondía en el centro de Gotham. -Me dice entonces, cortándome. Me giro, mirándolo fijamente, puedo ver que ya tiene el pijama puesto. -...¿Qué? -Alza una ceja.

-Pyg. ¿Esto ha sido cosa suya? -

-Sí...¿No lo sabías ya? -Ladea la cabeza. Se acerca a la pantalla, luego señala el decorado y la vestimenta. -Toda esta caracterización, la ópera, la ropa...el cuidado de la víctima. Es Pyg. -Asiente.

Miro la pantalla también, luego frunzo el ceño. Tiene razón.

-¿Cómo lo has sabido tan rápido? -

-Bueno, Bruce, he estado encerrado en Arkham con él durante años y años...Los conozco muy bien. A todos. -Sonríe levemente. -Algo bueno tenía que tener. -Se encoge de hombros.

-¿Y cómo sabes donde se esconde? -

-Oh, a Pyg le gusta hablar y hablar y hablar… -Resopla y pone los ojos en blanco. -Una vez me tocó en la celda contigua a la suya. Que suplicio...no se callaba. Ni siquiera de madrugada. Hablaba sobre ti, sobre sus futuros planes, sus guaridas… -

-Ya… -Lo miro fijamente. -¿Y crees que actualmente está ahí? -

-No lo sé seguro. Supongo. Es lo último que escuché de él. -Achica los ojos pensativo. -Era una carnicería pequeña. Un lugar camuflado para que no te dieras cuenta. -

Tuerzo la boca y cierro las pestañas abiertas del ordenador. Busco en todas las carnicerías de la ciudad y encuentro una llamativa. Pequeña, de aspecto acogedor y familiar, con un logotipo sencillo y no muy trabajado.

-Dijo algo de eso, sí. Creo que ese era el nombre… -Asiente deprisa.

-"The Steak Pyg"… -Leo el nombre entre dientes. -¿Cómo no nos hemos percatado antes? -Alzo una ceja. Luego me levanto, yendo hacia el coche. -Gracias por esto, Jack. Iré a ver si encuentro algo más. No tardaré. -Me monto y arranco.

-Vale. ¿Quieres que te ayude desde aquí? A veces Alfred lo hace y puedo ser de ayuda… -Me sonríe, señalando el audífono de la mesa que se conecta al mío de la capucha.

-...De acuerdo. -Sonríe más y se pone el auricular de diadema corriendo. Salgo de la cueva y empiezo a conducir hacia la carnicería.

-Hola, hola, ¿se me escucha? -Pregunta divertido, hablándome por la capucha.

-Alto y claro. Usa esto solo si es necesario...recuerda que esto no es un juego. -Le digo arrugando la cara.

-Vaaale vale…Derecha. -Me dice entonces.

Giro a la derecha y sonrío levemente.

-Tengo un minimapa dentro del coche, ¿recuerdas? Pero gracias. -

-Ah...cierto. -Se ríe. -Oh. Llama alguien, Bats. -

-Lo sé. -Pulso un botón, aceptando la llamada. -Batman. -

-Hola, Batman. Aquí detective marciano. Hemos sabido que Amanda Waller irá mañana a un casino de la zona. No sabemos para qué todavía, pero creemos que se reunirá con algunos altos cargos. Hemos pesando que Bruce Wayne podría intervenir y charlar con ella. -Me dice J'onn.

-Hola, detective marciano...Claro, no hay problema. Iba a ir igualmente dentro de poco. -Asiento, girando el volante.

-Genial...Mandaremos a varios de la liga para vigilar los alrededores. Todavía no tenemos noticias de Catwoman. -

-Catwoman ya está en nuestras filas. Dentro de poco la llevaré a la Atalaya para formalizar su contrato, no he cerrado nada todavía para tener la aprobación de todos. Pero la convencí, no te preocupes por eso. No sabemos a quien llamará o a quien tendrá Waller vigilando, así que intenta nombrar a miembros versátiles. Y priorizar que no sean vistos por nadie, no queremos llamar la atención ni que Waller sepa que Wayne tiene algo que ver. -

-Entiendo, me alegro de oír eso. Oh, claro, claro. En esto tú tienes más experiencia...De acuerdo. -

-...Hola, detective. -Habla de pronto Jack.

Oh no. Suspiro y arrugo la cara.

-...Hola...Batman, ¿quién es? -Me pregunta J'onn, que más que enfadado, parece confuso.

-Es...Jack Napier. Está ayudándome desde la cueva con un caso. No es nada. -Me sonrojo levemente, avergonzado.

-Ah...Hola, Jack. Encantado. -Dice entonces, un poco cortado.

-Lo mismo digo. -Contesta Jack contento.

-...Bueno...te dejo, Batman. Hasta luego. -Y J'onn cuelga.

-¿Por qué tenías que hablar? -Pregunto en cuanto cuelga, frunciendo el ceño.

-Oh, ¿y qué querías que hiciera? ¿Quedarme callado? Vaya maleducado habría sido. -Me contesta con el mismo tono de enfado.

Voy a decirlo algo, pero opto por callarme. Gruño levemente y sigo conduciendo.

-...Bats. -Me llama, con un tono más calmado.

-¿Qué? -Hablo entre dientes.

-...Me hace mucha ilusión ayudarte. Estar aquí...en este lado del ring. Dándote consejos desde la batcueva. -Me dice ilusionado. -No quiero que te enfades...no lo he hecho con mala intención. -Se disculpa.

-...Ya lo sé… -Suspiro y niego con la cabeza. -Gracias por ayudarme. Aprecio tu ayuda. -Le digo sonriendo. Pero enseguida frunzo el ceño, serio. -Estoy aquí. -

Me bajo de un salto y me acerco al establecimiento. Parece vacío y a oscuras por fuera.

-Hay una entrada trasera, tal vez puedas entrar por ahí. -Me avisa.

-Voy a ver. -Disparo la batgarra al tejado y me subo a él. Gateo hasta la parte de atrás y descubro varios camiones y personas montando bolsas. Parecen animales y trozos de carne. Achico los ojos y miro hacia abajo, descubriendo que la trastienda emite luz, y hay un continuo transporte de elementos y personas. ¿Qué carnicería trabaja así a estas horas de la noche?

-Eso es mucha carne… -Dice Jack.

No puedo bajar, no sé si dentro hay gente armada. Miro a los lados, comprobando que hay una claraboya unos metros más atrás. Me acerco a ella y la rompo con gel explosivo, saltando dentro del edificio. Caigo de pie y miro alrededor. La parte de delante, efectivamente está vacía. Me pongo de pie y ando hacia el pasillo, observando todo y vigilando cada habitación que me encuentro. Al girar por el pasillo, me encuentro con dos hombres armados y con máscaras de cerdo.

Estos dan un brinco asustados y me apuntan con las pistolas, las manos le tiemblan.

-¡¿Qué hace aquí Batman?! -Grita uno de ellos, cagado de miedo.

-No...¡no lo sé! ¡Según el jefe iba a tardar unos días en aparecer! -Le contesta tartamudeando.

-¡Pero dispara imbécil, dispara! -Grita desesperado.

Inmediatamente después, la lluvia de balas se inicia. Tiro una bomba de humo y los disparos se disipan, tal es su desesperación, que han empezado a disparar a diestro y siniestro. Alertan a los demás que estaban fuera, que entran corriendo. Los observo apoyado en una lámpara del techo.

-¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué coño hacéis?! -Grita un hombre sin máscara, empujando a uno de los hombres armados y tirándolo al suelo.

-Batman...¡Batman! ¡Era Batman! -Asiente deprisa, desde el suelo, mirando a todos lados.

-¿Cómo va a ser Batman?...Lo han visto en los jardines botánicos, ni siquiera sabe que estamos aquí. -Gruñe.

-¡Pero era él! ¡Lo hemos visto! -Contesta el otro.

-¡Callaos ya y ayudar a montar la carga!, el jefe quiere esto para antes de ayer… -Niega con la cabeza y se va. Los hombres se miran y se van con él. Antes de que salgan, le disparo un chip localizador a uno de ellos.

-Tenías razón… -Le digo susurrando.

-Lo sé...Eso ha estado muy guay. -Me dice, sé que está sonriendo.

-¿El qué? -Me bajo de la lámpara y salgo por donde he entrado.

-La forma en que has esquivado las balas y el humo y eso… -Me sonrojo levemente.

-Ya me has visto hacer eso antes. Tú mismo me has disparado antes. -

-Ya, pero ahora lo he visto en primera persona y mola cuatro veces más… -Se ríe. -Estoy un poco...encendido. -Dice entre dientes.

-No digas tonterías… -Le gruño, más sonrojado.

-No es ninguna tontería. Date prisa en volver y te lo demuestro. -Me dice rápido, luego dejo de escucharlo.

-No, oye, Jack...¿Jack? -Alzo una ceja...Resoplo. Se ha quitado el audífono.


Me bajo del coche cuando llego a la batcueva. Lo mejor será dejar que el chip localizador marque una ruta de su trayectoria durante toda la noche y el día. Solo así descubriré donde están.

Ando hasta el ordenador donde veo una nota, de Jack. La cojo y la leo. "De mi no te vas a librar tan fácil como de esas balas...Sube a la habitación, murciélago". Sonrío y obedezco. Me quito el traje y la capucha, vistiéndome con la ropa normal. Después, subo las escaleras y voy hasta la habitación.

Abro la puerta y me asomo. Dentro, Jack me espera sentado en la cama, con una copa en la mano. Me mira y sonríe. Se levanta y anda hasta mí.

-Hola, Bruce… -Me dice suavemente. Tiene mi camisa puesta, aunque no sé si es solo lo que tiene.

-Hola… -Le sonrío y acerco mi cara a la suya, pero me esquiva. Frunzo el ceño.

-Ah ah ah. No. Hoy haremos las cosas a mi modo. -Me sonríe, alza una mano, enseñando unas esposas negras. Una de mis esposas.

-Eso es mío. -Le digo, mirándolo con el ceño fruncido.

-No me lo voy a quedar. Solo lo vamos a usar hoy, bueno, tú lo vas a usar. -Sonríe divertido.

-¿Qué? -Alzo una ceja. -¿Por qué yo? -Ahora frunce él el ceño.

-¿Qué pasa? ¿No confías en mi? -Se cruza de brazos.

-Eh...sí, confío en ti, pero… -Desvío la mirada, arrugando la cara.

-Qué mal mientes, Bruce Thomas Wayne. -Gruñe y pone los ojos en blanco, separándose de mí. Se ha enfadado.

-No no, confío en ti. No es eso. -Niego con la cabeza deprisa, siguiéndolo.

-¿Y entonces por qué no quieres hacerlo, eh? -Me encara, mirándome fijamente. Sus ojos verdes lanzan chispas. Se ha tomado esto muy mal…

Me quedo callado, mirándolo, sin saber qué decir.

-...Al menos no sigues mintiéndome. -Resopla.

Deja la copa en la cómoda y tira las esposas al suelo, se aleja de mí y se sube a la cama. Me sonrojo al comprobar, cuando se pone a cuatro patas, que claramente no llevaba nada debajo. Gatea hasta el principio de la cama y se tumba, arropándose.

Suspiro y ando hasta él, subiéndome a la cama a cuatro patas. Me mira de reojo, frunciendo el ceño.

-No. -Me dice tajante, avisándome de que no me acerque más.

-Vamos a hablarlo...No te enfades...con las ganas que tenías. -Arrugo la cara, me siento mal.

-Oh, tú las has ahogado todas en ácido con tu desconfianza. -Frunce el ceño, girando la cara para no mirarme.

-No era por eso, Jack...Confío en ti. -Le acaricio una pierna por encima de las sábanas. -No te pongas así. -

-Déjame… -Me gruñe, sin mirarme.

Suspiro y me alejo de él, bajándome de la cama. Decido ponerme el pijama e irme a dormir. Pero justo cuando me voy a meter en la cama, Jack se gira, mirándome fijamente.

-...¿Qué? -Le pregunto, alzando una ceja.

-Estamos enfadados. -Me dice, como si fuera obvio.

-...Ya...solo voy a dormir. -Ladeo la cabeza.

-Aquí no. -Alza una ceja, escéptico.

-Es mi cama… -Le digo atónito.

-Estamos enfadados, Bruce. -Repite, con un tono molesto. - Tu cama ahora es el sofá. -Me explica, cogiendo mi almohada y dándomela. -Buenas noches. -Se tumba de nuevo y se gira, dándome la espalda.

Parpadeo varias veces, confuso. Salgo lentamente con la almohada en los brazos y cierro la puerta despacio. Me quedo procesando lo que acaba de ocurrir, en mitad del pasillo a oscuras, en silencio. ¿Me acaba de echar de mi propia cama, de mi propio cuarto?...Miro la puerta cerrada y miro la almohada. Suspiro y bajo las escaleras. Estoy tan cansado que me da igual donde dormir. El Bruce de mañana se ocupará de esto.

Tumbado en el sofá, saco el móvil para ver un mensaje de Ethan, en el cual nos invita a cenar...Creo que no vamos a poder asistir. Resoplo y dejo el móvil en la mesa, girándome y cerrando los ojos.


Abro los ojos de golpe, sentándome en el sofá y agarrándome a él puesto que casi me caigo del susto al oír unos platos chocando contra otros.

-¡Señor Wayne!… -Dice impresionado Alfred, mirándome desde la cocina. -¿Qué...qué hace aquí abajo durmiendo? -Me pregunta con una gota de sudor cayendo por su frente, arrugando la cara.

Lo miro y gruño en voz baja, restregándome los ojos.

-Jack y yo...tuvimos una pequeña pelea anoche. -Asiento, entre cerrando los ojos.

-Oh, su primera pelea...Ya veo. -Sonríe y se sienta a tomarse su té mañanero mientras lee el periódico de hoy.

-...¿Acaso está bien que peleemos? -Alzo una ceja mirándolo.

-Bueno, no ha peleado con ninguna pareja que ha tenido hasta la fecha. Las peleas solo ocurren porque hay un roce constante y real. Significa que ha pasado la etapa de playboy y...puede que se esté asentando. -Asiente y da un sorbo de la taza.

-Mh… -Me quedo pensativo, desviando la mirada. -Supongo...pero no sé cómo hacer las paces. -

-¿Quién tuvo la culpa de la pelea? -Pregunta, mirándome por encima del periódico.

-Yo… -Digo arrugando la cara, arrepentido.

-Pues usted se tiene que disculpar...¿Cuál fue la causa? -

-Eh...es largo de explicar. -Digo cortado, sonrojándome. Me levanto y voy a la cocina, haciéndome el desayuno también.

-Entiendo… -Ahoga una pequeña risa, sonriendo mientras da otro sorbo. -Bueno, estoy seguro de que Jack le acabará perdonando Señor, no se preocupe. -Asiente. -Pruebe a llevarle el desayuno a la cama. Creo que es un buen primer paso. -

-Oh...sí, puede ser. -Sonrío levemente.

Cuando tengo preparada la bandeja con el desayuno, subo las escaleras despacio hasta mi cuarto. Al abrir la puerta, lo veo durmiendo, con los pies en la almohada y la cabeza al final de la cama, y las sábanas revueltas. ¿Cómo puede hacer eso durmiendo?...Suspiro sonriendo y paso a la habitación. Dejo la bandeja al final de la cama y me siento a su lado. Noto como empieza a mover la nariz y a olisquear. Por el simple olor de las tostadas, se despierta, abre los ojos despacio y mira la bandeja. Luego alza los ojos hasta mí y vuelve a mirar la bandeja, cierra los ojos de nuevo.

-...¿Ha sido Alfred? -Me pregunta en tono bajo.

-No, lo he hecho yo. -

-...Pero ha sido idea de Alfred… -Asiente despacio.

-...Sí. -Admito, arrugando la cara. -Pero te lo he hecho yo. -Repito sonriendo.

-Lo sé...A él las tostadas le quedan mejor, más doradas. -Sonríe.

Frunzo el ceño, gruñendo entre dientes.

-Si no lo quieres me lo llevo… -Le digo molesto por el comentario.

-La verdad es que no tengo mucha hambre… -Dice sonriendo todavía, pero acto seguido, oímos cómo le gruñen las tripas.

Se calla, ligeramente sonrojado. Carraspea y abre los ojos, sentándose en la cama.

-Vale, tal vez tenga una poca… -Admite alzando las cejas y metiéndose la tostada en la boca.

Alzo una ceja y me cruzo de brazos, mirándolo comer.

-Es mi forma de pedir perdón...Lo siento, Jack. -Asiento.

Me mira de reojo mientras bebe un poco de zumo de naranja. Luego sonríe.

-Vas a tener que intentarlo otra vez. Sigo un pelín enfadado. Pelín es un eufemismo. -Aclara, volviendo a darle un bocado a la tostada.

-Te he traído el desayuno a la cama...y te he pedido perdón. -Frunzo el ceño.

-¿Sí? Yo te organicé una velada romántica y pasional, en la que íbamos a pasarlo muy bien...y la tiraste por el retrete. Y luego tiraste de la cadena. -Añade, ladeando la cabeza.

-...Ya...Pero no lo hice aposta. Es lo que...me pilló de sopetón. Fue muy inesperado y...estaba cansado. -Me encojo de hombros.

-¿Has dormido bien en el sofá? -Me pregunta mientras me mira, entornando los ojos.

-...No. -Desvío la mirada, torciendo la boca.

-Qué mal. -Mira el reloj de pulsera que le regalé, siempre lo lleva puesto. -Uy que tarde...vas a tener que irte a trabajar dentro de poquito. Luego te veré. -Me sonríe, cogiendo el zumo otra vez.

Sí, sigue enfadado...Lo miro fijamente y resoplo, medio gruñendo. Me levanto de la cama y me empiezo a vestir. Cuando bajo de nuevo las escaleras, Alfred me mira, curioso.

-¿Qué tal, Señor? -Me sonríe, pero deja de hacerlo al ver mi expresión.

-...Regular...esperaré a ver qué tal cuando vuelva de trabajar. Intenta...arreglar las cosas, por favor. Tal vez a ti te hace caso. -Le pido, cogiendo el maletín y ajustándome la corbata.

-No lo creo, pero lo intentaré Señor. Buena suerte hoy. -Me sonríe y me dice adiós cuando salgo por la puerta.


A la hora de la comida, mientras me como mi bol de ensalada de la cafetería en mi despacho, intento llamar a Jack...pero no me lo coge. Arrugo la cara molesto y desvío la mirada. ¿Hasta cuándo va a seguir enfadado?

Alguien llama a la puerta entonces. Alzo una ceja, nadie suele venir a esta hora a mi despacho.

-Adelante. -Digo en torno firme.

Maldigo internamente mi suerte cuando veo entrar a Ethan, sonriente. Cierra la puerta y anda hacia mí, sentándose frente a mi escritorio.

-Buenos días, Señor Wayne. -Me saluda radiante.

-Buenas, Señor Miller. ¿Qué le trae hoy a mi despacho?...Perdone que esté comiendo pero… -Me encojo de hombros, con el bol en la mano.

-Oh, descuide, lo entiendo. Compaginándolo con el trabajo, es normal. -Se ríe levemente. -Venía a preguntarle si querría venir con mi esposa y conmigo al casino hoy. Hay una gran noche de espectáculos y he pensado que tal vez querría venir. Como ayer no pudieron venir a nuestra casa... -Me recuerda arrugando la cara.

Hoy venía Waller...Achico los ojos.

-Tuvimos un contratiempo. Pero claro...¿a qué casino sería? -Sonrío levemente, comiéndome la ensalada como si nada.

-Ah, el club Iceberg, claro. -Se ríe, asintiendo. -Me impresiona que no lo sepa, su hijo adoptivo es quien lo lleva ahora mismo, ¿no? -Parpadea varias veces.

La ensalada se me atraganta, toso y dejo el bol en la mesa en cuanto oigo ese nombre. Cojo el vaso de agua, bebiendo rápido de él. ¿Jason maneja el club Iceberg?...¿Ese era el casino que manejaba?

El casino del maldito pingüino. Del maldito Oswald Cobblepot.

Esto no está bien.

Ethan abre los ojos sorprendido, preocupado por mis toses.

-Señor...¿se encuentra bien? -Me pregunta inclinándose hacia mí.

-Sí, Señor Miller, sí… -Sonrío débilmente. -Se han pasado de vinagre en la cafetería… -Me río levemente. Él también se ríe. Frunzo el ceño, tengo que hablar con Jason ya. -Estaré encantado de ir, dígale a su mujer que nos vemos allí a las nueve. -Le sonrío.

-Oh, genial, Señor Wayne. Se lo diré. Traiga al Señor Napier, mi mujer está deseando conocerlo. -Asiente, levantándose de la silla.

-Descuide, él también vendrá. -Asiento. Aunque no sé si va a querer venir...Sonrío ligeramente preocupado y Ethan se va, cerrando la puerta.

En cuanto se va, tecleo deprisa el número de Jason, mientras me termino mi ensalada. Mi llamada se ve frustrada cuando me salta el buzón de voz de Jason, que me manda a la mierda amablemente. Resoplo y dejo el móvil en la mesa. ¿Por qué no me coge nadie el teléfono hoy?…

De repente, mi móvil empieza a vibrar. Sonrío al ver que es Jack quien me llama. Cojo la llamada y me pongo el móvil en la oreja.

-Hola. -Le saludo alegre.

-Hola, ¿por qué me has llamado? -Me pregunta, sin mucho ánimo.

-Ah...eh...quería ver qué tal seguías. -Digo cortado por su tono.

-Bien, pensando en perdonarte o no. -

-Ya...oye, ¿esta noche querrías ir al casino? Bruce Wayne tiene que hablar con Waller y...un tipo de la oficina me ha invitado también. Así que tengo que ir sí o sí. Me ha pedido que vengas, su mujer quiere conocerte al parecer. -

-¿A mí? ¿Por qué? -

-Porque ahora eres una figura pública. Mucha gente quiere conocerte. -

-Y aún así tú sigues ignorándome… -Dice con tono lastimero.

-Yo no te ignoro. -Digo entre dientes, gruñendo.

-Ya bueno…¿quién nos va a vigilar esta noche? -Pregunta divertido.

-¿Quién?… -Alzo una ceja y abro el mensaje de J'onn, ya me había olvidado de eso. -Al parecer serán Superman, Wonder Woman y Green Lantern. -Digo leyendo los nombres.

-Vale, entonces iré. -

-¿Por qué? ¿Acaso estaba influenciado por los que nos iban a vigilar hoy? -Arrugo la cara confuso.

-Sí. Pero no te preocupes, que he dicho que sí. -

Entorno los ojos cuando me doy cuenta, leyendo el nombre de Superman.

-...Es por Superman, ¿verdad? -Suspiro. -Oye, no puedes hablar con él ni nada. Se supone que nadie tiene que saber que ellos tres están ahí. De eso se trata. -Le aviso.

-Ya, ya, ya, lo sé…Te dejo, voy a ver qué me pongo para esta noche. -Suena animado.

-Bien. Llegaré en un rato a casa. -Sonrío por oírle feliz de nuevo. -Hasta luego. -

-Adiós. -Cuelga.


-Tengan cuidado...Llamen si les pasa algo. -Nos dice Alfred, acompañándonos hasta la entrada.

-Sí...Tranquilo, Al, yo lo cuido. -Sonríe Jack, andando hasta el descapotable que he sacado.

-Estará la liga vigilando, no creo que nos pase nada. -Lo miro de reojo y noto los ojos de Jack clavados en mí. -...¿Qué? -Alzo una ceja.

-¿Puedo conducir?… -Me pregunta, mirando las llaves en mi mano.

-Eh… -Alfred asiente despacio, torciendo la boca. Tiene razón, no quiero que se enfade más… -Ten. -Le doy las llaves y alza las cejas sorprendido.

-¡Guay! -Grita cogiendo las llaves, rodea el coche y se monta. -¡Vamos Bruce! Vamos a llegar tarde al casino...espero que te lleves dinero. -Me dice sonriendo.

-No vamos a apostar...no me gustan esos juegos. -Suspiro y me monto en el asiento del copiloto, cerrando la puerta. -Adiós, Alfred. -Me despido y Jack arranca, pisando el acelerador todo lo que puede.

-Yo sí voy a apostar, yo también tengo dinero. ¿O no? -Me sonríe, mirándome de reojo.

Nos incorporamos a la carretera y arrugo la cara, su forma de conducir me está dando náuseas...ya verás como nos estrellemos y salgamos en las noticias. Una llamada entrante es captada por el pequeño audífono que hay en mi oreja.

-Adelante. -Digo. Jack me mira de reojo, curioso.

-Vamos para allá, Bruce, estamos detrás de vosotros. -Me dice Clark, luego cuelga.

Miro por el espejo retrovisor, divisando a los tres, que nos siguen desde lejos.

-¿Nos siguen ya? -Pregunta Jack.

-Sí, están detrás. Haz como si no estuvieran. -

-Que emocionante, ¿no? -Sonríe.

-Bueno...depende de cómo lo mires…Vamos al casino del pingüino, que ahora lo dirige mi hijo, donde va a estar Waller y a saber quién más. -

-Hombre, si lo pintas así...Piensa que vas a pasártelo bien con tu razón de vivir y te vas a despejar un rato. Sé que has tenido una semana complicada en la empresa. -Asiente.

-...Tienes razón. -Sonrío levemente. -Pero sigue sin parecerme bien que Jason haya cogido ese sitio… -

-Ya le echarás la bronca luego, Bruce. Lo vas a hacer igualmente...disfruta un poco de la vida. -

Tiene razón, de nuevo...Lo miro de reojo. Está muy guapo. Se ha puesto un traje azul con una camisa blanca debajo. Yo, como siempre, visto mi habitual negro. Los trajes sencillos y de colores neutros siempre me sientan mejor.

-...Estás muy guapo hoy. -Le digo en un tono bajo, mirándolo.

-¿Hoy? -Alza una ceja, me mira y sonríe. -Tú también. -

-...No solo hoy...Siempre. Pero hoy lo estás más. -Sonrío. -Te queda bien el pelo engominado y peinado hacia atrás. Deberías peinarte así más veces. -

-Mientras que estabas en la oficina he ido a comprarme este modelito y he visto una peluquería. Le he dicho al tipo que me hiciera lo que mejor me fuera a quedar...Y vaya si lo ha hecho. -Se sonríe así mismo en el retrovisor.

Pongo los ojos en blanco, desviando la mirada. Miro hacia el frente cuando nos acercamos al lugar.

-Para aquí, ahí está el aparcacoches. -

-Uh...que guay. -Sonríe. Frena y apaga el coche cuando llegamos.

Nos bajamos y Jack le da las llaves al chico.

-Que no se raye, ¿eh? Que lo acabo de sacar del concesionario… -Le dice sonriendo. El chico traga saliva, cogiendo las llaves.

-No es cierto, el coche tiene cuatro años. -Entorno los ojos y Jack se ríe.

-¿Pero a que ha colado? -Le da un codazo al chico, que se ríe nervioso, asintiendo.

-Por favor...entren por aquí. -Nos señala una puerta y se va a aparcar el coche.

-No tienes sentido del humor… -Me dice negando con la cabeza mientras entramos, pero algo nos detiene.

Una mujer altísima, corpulenta y pelirroja nos pone una mano delante. Frunce el ceño mirándonos.

-Alto ahí, ricachones… -Nos dice con tono severo.

Jack alza una ceja y me mira.

-Creo que ha habido un error, Señorita… -Le sonrío cortésmente. -Somos Bruce Wayne y Jack Napier, estábamos invitados. -Asiento. Eso dijo Jason…

-Oh. -Se pone una mano en la oreja, escuchando por la diadema que tiene con un micrófono. -...Entiendo jefe. Pasen, bienvenidos al club Iceberg. -Asiente y se aparta, dejándonos pasar.

El lugar es increíble. Lleno de luces, ventanales grandes por los que se puede ver a Gotham de noche, mesas de juego, máquinas, barras para cócteles y bebidas. Es muy amplio, más de lo que recordaba. Hay pasarelas por las paredes que dan a habitaciones privadas y una gran puerta en el centro...Desde ahí lo dirigirá todo Jason.

-Wow… -Dice Jack a mi lado. -¿Dónde vamos? -Me pregunta sonriendo.

-Tengo que buscar a Waller… -Miro a los lados, buscándola.

-¡Mira, una mesa de póker! -Me dice ilusionado ignorando lo que acabo de decir. Me agarra de la mano y tira de mí hacia delante.

-Espera espera… -Suspiro, siguiéndolo. -Tengo mucha noche, supongo. -

-La tienes. -Asiente y llegamos a la mesa.

-Bienvenidos...¿van a jugar? -Nos dice una mujer joven, con cierta semejanza a la mujer de la entrada. Es atlética, con el pelo largo negro y liso, de estatura media.

Abro la boca, pero Jack se me adelanta.

-Sí, ¡claro que sí! -Se sienta en uno de los taburetes de metal con tapizado rojo y suspiro, a su lado. -¿No juegas? -Alza una ceja, mirándome.

-...Te veré jugar. -Le sonrío. Miro al camarero y le pido dos copas, él asiente y al momento nos las trae.

-Me gusta cómo piensas, Brucie… -Me sonríe, dando un sorbo de la copa.

-Qué sorpresa encontrarte aquí, Bruce Wayne… -Me dice una mujer detrás de mí.

Me giro y alzo las cejas sorprendido al ver a Diana. No sabía que iba a vigilarnos...desde dentro. Está guapísima. Un vestido negro con escote corazón y el pelo recogido en un moño alto, maquillada. Jack se gira y la mira curioso, achicando los ojos.

Diana avanza hasta sentarse al otro lado de Jack, va a jugar también.

-Hola, Jack. Soy Diana, la amiga de Bruce de la gala, ¿me recuerdas? -Le sonríe gentil, estrechándole la mano.

-...Claro, eras la mujer deslumbrante. -Sonríe divertido y me mira. -Bruce tiene muchas amigas… -

-Las tiene. -Se ríe levemente, asintiendo. Luego mira a la crupier. -Juguemos pues. -Diana era la última que faltaba en la mesa.

-Bien. -Dice la chica, empezando a barajar y repartir las cartas.

-...¿Y qué os trae por aquí? No se os suele ver por estos rincones. -Nos dice Diana, mientras el juego fluye.

-Queríamos salir a despejarnos una noche. -Explico suavemente, porque sé que Diana sabe exactamente que hacemos aquí. Bebo de mi copa hasta que me la termino.

-Brucie se portó mal anoche y hemos salido a ver si lo arregla. -Le dice Jack, guiñándole un ojo.

Arrugo la cara, sonrojado. No contaba con esto.

-Oh, ¿en serio? ¿Qué hiciste, Bruce? -Diana se ríe.

-Nada, no fue nada… -Frunzo el ceño, avergonzado. Miro a Jack, suplicándole que se calle.

-Digamos que fue un chico malo y no cumplió con sus obligaciones. -Sonríe divertido. -Lo que tenía que hacer implicaba una cama...Y hasta ahí puedo leer. -Dice hablando más bajo.

Diana se sonroja y yo parezco un maldito tomate, mis mejillas arden y no puedo mirar a Wonder Woman a la cara. Suspiro y me tapo la cara.

-Entiendo...Bueno, esperemos que esta noche lo arregles, Bruce. -Diana se ríe nerviosa, sin saber qué decir.

-Yo también lo espero. -Contesta Jack. Luego me mira y me acaricia la espalda con una mano. -¿Por qué no le traes otra copa a papá? -Me pregunta sonriendo.

Doy un respingo. ¿A qué ha venido eso?...Lo miro fijamente, fulminándolo con la mirada.

-...Claro, ahora mismo… -Hablo entre dientes, gruñendo.

Me giro y ando hacia la barra. Pido otra copa y oigo cómo me llaman desde mi derecha. Giro la cabeza y veo a Ethan...Mierda. Sonrío falsamente y ando hacia él y la mujer que hay a su lado. Que supongo que será su mujer.

-¡Señor Wayne! Ya creíamos que no vendría… -Se ríe y señala a la mujer. -Esta es Elena, mi mujer. Cariño, este es Bruce Wayne. -Nos presenta.

-Ya lo sé, cielo, cómo para no saber quién es el hombre del momento...Bueno, uno de ellos. ¿Dónde está el otro? -Me da dos besos y sonríe, buscando a Jack con la mirada.

-Encantado, Señora Miller… -Le sonrío cordial y señalo la mesa de Póker. -Está arruinándome allí. -Comento divertido.

-Oh, cómo es usted… -Se ríe Ethan. -Seguro que tampoco lo está haciendo tan mal… -Andamos hacia allí.

Le dejo la copa al lado a Jack y este me sonríe, divertido.

-Jack, estos son Ethan y Elena Miller, el compañero de trabajo que te dije. -Le informo, señalándolos.

Jack se gira y los mira, luego sonríe.

-Encantado, soy, Jack. -Asiente. Le estrecha la mano a Ethan y le da dos besos a Elena.

-Estaba deseando conocerlo, Señor Napier, su recuperación ha sido mítica, una verdadera superación personal… -Le alaba Elena.

-Ah...gracias. Sí, ha sido duro… -Medio sonríe, ligeramente confuso por los halagos de alguien que ni conoce.

-Ethan le dijo al Señor Wayne que viniérais a nuestra casa cuando quisieras, la oferta sigue en pie. Tienes que probar mi tarta de manzana. -Le sonríe radiante.

-Será...será un placer. -Sonríe, mirándome de reojo. -Tengo que consultarlo con Bruce, es quien manda. -Le guiña un ojo, ¿a qué ha venido esa pulla ahora?

-Oh… -Elena se ríe divertida. -Qué pareja tan entrañable forman. Ethan tenía razón, son ustedes majísimos. -Asiente.

-Bueno, cariño, no los atosigues...Sabes que siempre te digo que a veces agobias a la gente. -Le dice Ethan.

Mira quien fue a hablar…

Les sonrío.

-Para nada, Señor Miller, es una delicia tenerlos cerca. Estoy muy contento con el trabajo de su marido, Señora. Vamos a hacer grandes cosas. -Asiento.

-Oh, no lo dudo, Señor Wayne...No lo dudo. -Repite, sonriéndome...Eso ha sido un poco...siniestro.

Arrugo la cara y miro la mesa cuando los jugadores empiezan a desvelar sus cartas y la partida da su fin.

-Escalera… -Dice Diana sonriendo, mirando a los demás.

-Escalera real. -Contesta Jack, mostrando las cartas y sonriendo con prepotencia. Diana abre los ojos sorprendida y lo mira. -Soy el mejor en esto, Señorita. -

-Increíble… -Diana mira las cartas, boquiabierta.

-La banca no siempre gana, ¿eh? -Jack mira a la chica sonriendo mientras que esta pone los ojos en blanco. Las personas de alrededor le aplauden maravilladas.

Sonrío levemente, aliviado y alguien da dos toques en mi hombro, llamando mi atención. Me giro y veo la imponente figura de Waller. Aquí vamos…

-Señora Waller...No la esperaba por aquí. -Sonrío, haciéndome el tonto.

-Yo tampoco lo esperaba a usted, Señor Wayne. Aunque ya que ha venido. Hablemos. -Frunce el ceño, acercando la cara a mí.


Waller me lleva a una sala privada, cuando entramos, hay tres hombres con gafas de sol negras y trajeados...Me juego mi vida a que están armados. Me río ligeramente.

-Cuantos hombres...me estoy poniendo nervioso, Amanda. -Me hago el desvalido y nervioso.

-Oh, no se preocupe, están aquí por mí, no por usted. -Se sienta en un sofá y señala el sofá de en frente. -Siéntese, Señor Wayne. -

Hago lo que me dice, mirando alrededor. Hay un gran ventanal y una barra detrás de mí. Un hombre en la puerta, otro detrás de Waller y el último detrás de mí.

-Usted dirá… -Sonrío, mirándola.

-¿Desde cuándo se lía usted con dementes? -Me pregunta sin tapujos, frunciendo el ceño y encendiéndose un cigarro.

Un tic me recorre por un momento el ojo, y luego finjo una risa.

-¿Perdón?...No sé a qué se refiere, Amanda. -Niego con la cabeza.

-Sí que lo sabe, no se haga el imbécil conmigo. -Alza una ceja, parece molesta. -Me refiero al Joker. Sé que vive con usted desde hace tiempo ya. -

-...Bueno, con todo el respeto, creo que eso es asunto mío, Amanda. Usted no es quien para decirme con quien o con quien no debo estar. -Frunzo el ceño.

-No, claro que no. Solo quería saber por qué este cambio tan repentino...Quería hablarle de otro asunto en realidad. -

-Pues vaya al grano, he venido aquí para pasármelo bien, no para hablar con usted. -Miento y actúo como si estuviera incómodo.

-Relájese, Señor Wayne, no le va a pasar nada…si colabora, claro. -Me sonríe, expulsando el humo. -¿Fuma? -

-¿Eso ha sido una amenaza? -Oigo a Clark por el audífono de mi oído.

-Lo ha sido...Voy a buscar más de sus hombres por el edificio, Bruce, sigue entreteniéndola y sácale lo que puedas. -Responde Hal.

-No está entre mis vicios actuales, pero gracias. -Niego con la cabeza, se encoge de hombros.

-Verá, el gobierno de estados unidos tiene nuevos planes energéticos. Estos planes se llevarán a cabo con una energía nueva y potente que estamos desarrollando. Por desgracia, no estamos avanzando todo lo rápido que podríamos hacerlo. -Sonríe. -Su socio, Lex Luthor, está metido en el plan, pero ha tenido dificultades… -

-...No entiendo qué tengo que ver yo en todo esto. -Arrugo la cara.

-Oh, lo descubrirá, créame. -Asiente despacio. -Esas dificultades se llaman Liga de la justicia, y en concreto, Batman. Nos robó nuestra fuente de energía, esa que queremos explotar. Aún no sabemos cómo lo ha hecho puesto que tenemos aliados suyos bajo nuestro mando pero...el caso es que nos ha robado. Verá, nadie le roba al ejército de los estados unidos. Nadie le roba a los estados unidos. -Se levanta y empieza a andar por la habitación.

-Batman no suele robar así porque sí, Amanda, tal vez fue un error… -Le digo, siguiéndola con la mirada.

-O tal vez no. A lo que voy es que usted puede proporcionarnos los recursos e ingresos que nos faltan para suplir nuestras carencias. Así podríamos finalizar este proyecto y hacernos con el control de la energía. -

-...No sé ni de qué energía se trata. Sabes perfectamente que si es una energía nociva, no pienso participar. Nuestra empresa tiene férreos contratos con compañías y asociaciones ecológicas. No vamos a permitirnos eso. -Niego con la cabeza.

-No es nociva, Bruce. Bueno, creemos que no lo es. Por eso queremos tu ayuda, para descubrirlo. Piensa en todas las empresas y familias que podrían verse beneficiadas. -Me mira fijamente.

-Tal vez si supiera algo del proyecto me podría decidir...pero con estas formas y modos, no lo veo factible. -

-Bruce no te estamos pidiendo que te decidas. Te estamos exigiendo que te unas. No hay opción. -

Frunzo el ceño y me levanto.

-No voy a pasar por esto, Amanda, puede que con Lex hayas hecho lo que has querido pero conmigo no. -Le gruño, señalándola con el dedo.

-...Poned las imágenes, conectad las cámaras. -Dice Amanda, mirando a sus hombres, con las manos tras la espalda.

De pronto, en la tele de la sala, aparecen varios hombres, apuntando a la cabeza a Jack, que está maniatado y arrodillado en el suelo, en una sala privada. Abro los ojos en tensión y aprieto la mandíbula. Me giro para tirarme a Amanda pero uno de los hombres se pone delante y me pega un empujón, tirándome al suelo.

-¡Suéltalo! -Le gruño, gritándole todo lo que puedo.

-No, Bruce, lo soltaré cuando te unas. -Me sonríe tranquila y coge un maletín que había en el suelo, lo desliza hasta mí. -Ábrelo. -

Los miro desconfiado y me arrodillo, abriéndolo. Dentro hay unos papeles. Los saco y los leo. Es un contrato por el cual Wayne Tech empezaría a trabajar para el gobierno de forma encubierta. Miles y miles de cláusulas, desacreditándome de todo claro, están escritas en letra pequeña. Alzo los ojos para ver que los hombres me apuntan con pistolas.

-Fírmalo y soltaremos a tu payaso. No lo firmes y...no podemos asegurarte qué pasará con él. Pero no te gustará, eso seguro. -Ladea la cabeza, dando una calada al cigarro.

Frunzo el ceño y miro el contrato, junto al bolígrafo que hay al lado.

-¡No lo firmes! Casi lo hemos encontrado. No sabemos qué vas a firmar, Bruce, no lo hagas… -Me dice Clark.

-Vamos, Bruce...no tenemos toda la noche. -Insiste Amanda.

Cojo el bolígrafo y trago saliva, apoyándolo en el papel para firmar. Antes de que pueda deslizarlo por el folio, las luces se apagan y todo se queda a oscuras. Alzo las cejas sorprendido y me pego a la pared, mirando a todos lados.

-¿Qué ha pasado?...¡Encended las luces y vigilad a Wayne! ¡Que no escape! -Empieza a gritar Amanda, desesperada.

Una sombra entra por la ventana, haciéndola añicos, los hombres empiezan a disparar a todos lados, muertos de miedo y empiezan a oírse gritos y sonidos sordos de puñetazos y huesos partiéndose. Respiro deprisa y me alejo arrastrándome por el suelo hasta que me sitúo detrás de la barra. Ojalá tener mi bat traje ahora mismo…

La luz vuelve en ese mismo instante y me asomo ligeramente por encima de la barra. Abro los ojos desorbitadamente cuando veo a Superman alzando a Waller, empujándola contra la pared, casi asfixiándola.

-Yo...yo que tú no lo haría, Superman… -Dice entrecortadamente ella, sonriendo.

Clark respira despacio, muy cerca de la cara de Waller, fulminándola con la mirada.

-Superman...suéltala. -Digo entonces, arrugando la cara.

Superman me mira de reojo y la suelta, Waller cae inconsciente al suelo. Suspiro y me pongo de pie, pero un rayo de dolor me hace gritar y volverme a arrodillar, echándome una mano al costado. Bajo la cabeza y veo cómo empieza a salir sangre a borbotones y mi ropa se tiñe de rojo carmín.

-¡Bruce! -Grita asustado Superman, cogiéndome en brazos. -Hay que llevarte a un hospital, ya… -

-No...no no...Jack, ¿dónde está Jack?… -Pregunto, mirándolo.

-Jack está con Hal, lo encontramos a tiempo...Están fuera esperándonos. -Asiente, mientras me saca de allí.

Ahogo un gemido de dolor, apretándome el costado y arrugando la cara. Cuando salimos del club y llegamos a un callejón apartado, Clark baja al suelo, acercándose a Hal y Diana, que esperan con Jack.

Este sonríe y anda hacia mí, pero deja de hacerlo cuando ve toda la sangre.

-¡Bruce! -Me grita desesperado, corriendo hacia nosotros. -¡¿Qué ha pasado?! -Está muerto de miedo.

-Bruce… -Dice Diana, acercándose con Hal.

-Había hombres armados que se han puesto a disparar cuando he entrado...Voy a llevarlo todo lo rápido que pueda al hospital Mercy, Hal, lleva a Jack. Iré más rápido yo. -Asiente Clark.

Después se alza y empieza a volar deprisa hacia el hospital. Respiro despacio y cada vez me cuesta más estar despierto.

-Bruce no te duermas. -Me dice Clark, moviéndome ligeramente.

Gruño del dolor y arrugo la cara.

-...Por esto no me gusta salir a pasármelo bien. -Digo con la voz rota.

Clark se medio ríe, con tono de pena y antes de que me quiera dar cuenta, ya hemos llegado al hospital. Me veo frente al mostrador de control sin apenas percatarme de ello y el auxiliar abre los ojos como platos, mirándonos, el café se le cae de las manos.

-Bruce Wayne está herido, necesita un cirujano, tiene una bala de nueve milímetros a diez centímetros del estómago y cuatro del pulmón, en el lado derecho. -Relata Clark, nervioso.

El chico está unos segundos parado, sin reaccionar, pero de pronto coge el teléfono y marca deprisa, hablando a gritos con el quirófano.

-Alégrate...serás el primero en tener esta exclusiva. -Le susurro a Clark, ahora que el auxiliar está ocupado.

-...No digas tonterías, Bruce. -Me dice por lo bajo, arrugando la cara.


Notas de autora: ¡Hola! Ha pasado un tiempo desde la última vez que actualicé, la uni me quita mucho tiempo xD. Pero estoy de vuelta, y estoy preparando más cosas aparte de este fic para subir. De este capítulo decir que lo he tomado como un capítulo de transición. Se empieza a vislumbrar la trama de Waller y sus planes, y la cosa se empieza a enredar. El próximo capítulo tendrá mucho más drama, así que id preparándoos. Recordad que los reviews son muy agradecidos, y que respondo cualquier pregunta o sugerencia que tengáis. ¡Hasta el siguiente capítulo!