Notas de autora al final.


Clark me tira de la capa, arrastrándome por los pasillos de la Atalaya. No sé muy bien a dónde vamos, pero si Clark está bajo los efectos del anillo de kryptonita roja, hará lo que sea para cumplir con su objetivo. Solo espero que su objetivo no sea yo.

-...Clark, ¿dónde vamos? Vamos a hablar las cosas… -Intento dialogar, pero no hay respuesta. Sus pasos son seguros y potentes, son el único sonido que se oye por los pasillos. -Clark...¿Por qué te has puesto otra vez el anillo? Sabes que no terminó bien la última vez que te lo pusiste… -

-Cállate Bruce, da igual lo que digas o hagas...Ahora soy yo quien manda aquí, y no tú. -Me mira de reojo.

-...Yo no mando aquí, manda J'onn. Sabes que él es el líder que salió en la votación la última vez. -Frunzo el ceño.

-No, ya no. -Sonríe, victorioso.

-¿Cómo que no?… -

-Ayer se convocó una reunión de emergencia, aquí, en la Atalaya. En ella se votó que yo soy el nuevo e indiscutible líder. Todos votaron eso. -

-...¿Y por qué motivo yo no fui convocado? Yo soy uno de los miembros fundadores. Debo asistir a todas las votaciones que se hagan… -Le recuerdo, frunciendo el ceño.

-Ya, pero ayer Bruce Wayne estaba demasiado ocupado...Así que se prescindió del voto de Batman. -Se encoge de hombros. -Fue a la hora de comer...sueles estar en casa pero ayer no. Una pena, aunque eso me permitió ganar. -

Me quedo callado y abro los ojos sorprendido. Ayer...Ethan me propuso comer y...me...me entretuvo. Ethan está en el ajo. Y lo único que puede unir a Ethan y Clark…

Oh no.

Waller.

Ha estado detrás de todo esto todo este tiempo. Y no lo he visto venir.

Me agarro a la moldura metálica de la primera puerta que pasa a mi lado con todas mis fuerzas, intentando zafarme de él. Clark suspira y me mira, parando de andar.

-Bruce, deja de luchar ya. Harás todo esto más fácil. -

-¡No! ¡Exijo ver al resto de la liga! ¡Convócalos! -Le gruño, tirando con todas mis fuerzas.

-Como actual presidente de la liga de la justicia, no veo necesario esa reunión. Además, están durmiendo en sus casas, sería una descortesía convocarlos ahora. Estamos muy bien nosotros dos solitos aquí. -Sonríe y da un pequeño tirón que me separa de la puerta al instante, luego me sigue arrastrando. -Deja de hacer el tonto y empieza a obedecerme. Ahora aquí mando yo. -

Gruño, resistiéndome y luchando todo lo que puedo.

-¿Dónde vamos?...¿Qué me vas a hacer? -Le pregunto entre dientes.

-Waller necesita que abras el cubo, Bruce. Sabemos que Batman ha estado haciendo experimentos, y puesto que ayer Cyborg no parecía saber nada, hemos tenido que recurrir a ti. -

-...Yo tampoco sé abrirlo, Clark. Te lo hubiera contado si supiera cómo. -Arrugo la cara, mirándolo.

-A mi no me habrías contado nada, Bruce. Ese es el punto...no confías ni en ti mismo. Mucho menos en mi. -

-Eso es mentira...Te lo cuento todo, Clark. Eres mi amigo. -Asiento, girando la cabeza para mirarlo.

-No. No desde que me cambiaste por Jack. Ahora solo tienes ojos para él...pero eso cambiará hoy. -Sonríe, cuando llegamos a la sala principal, me arroja, haciendo que choque contra la mesa central redonda. -Tu aparato de escáner no nos ha dicho nada. Tal vez no sabemos usarlo… -Coge el aparato y se acerca a mí, poniéndomelo delante. -Pero supongo que Batman sí sabrá usarlo. -

Lo miro y frunzo el ceño, gruñendo entre dientes.

-...¿Cómo ha podido controlarte Waller? ¿A quién ha usado?...¿o qué está usando? -Le pregunto, pero sus ojos son un pozo sin fondo. Ivy le dejaría los ojos más verdosos...y sigue en Arkham. No parece que haya sido sometido a ningún aparato...aunque debería de escanearlo para detectar chips.

-¿Es que no me has oído? -Pregunta molesto, alzando una ceja. -Que uses el maldito escáner. -Frunce el ceño, me coge de la capa de nuevo y me sienta en una de las sillas. Delante me pone la caja madre y el escáner.

-No hasta que me digas qué te ha hecho Waller...Dímelo, Clark. Déjame ayudarte. -Le pido mirándolo.

-...Qué terco eres, Bruce. -Suspira y se cruza de brazos. -O empiezas a abrir la caja, o...puedes decirle adiós a Jack. Para siempre. -Frunce el ceño.

-¡¿Qué?!… -Alzo las cejas sorprendido. Me levanto y frunzo el ceño. -¡No, a mí hazme lo que quieras! ¡Pero deja a Jack en paz! -Me encaro con él, pero me empuja y me vuelve a sentar.

-Pues más vale que abras la caja madre, Bruce...Tienes dos horas. -Me sonríe y se cruza de brazos.

Lo miro de reojo y suspiro, mirando la caja. Ahora mismo tengo muchos problemas encima...pero tal vez el más prioritario que se me presenta en estos momentos, sea el hecho de que no estoy seguro de cómo se abre la caja.


Noto la mirada de Clark sobre mí, escéptica. Hemos estado en silencio una hora y poco, y sigo sin saber cómo abrirla o acceder a la energía interna.

-Te quedan cuarenta minutos, Batman. -Me recuerda, dando vueltas alrededor de mí.

-...No sé cómo abrirla, Clark. De verdad, ya lo hubiera hecho si supiera. -Tuerzo la boca, frunciendo el ceño.

Superman suspira, poniendo los ojos en blanco. Se acerca al ordenador de la sala, que está conectado a la gran pantalla y contacta con Waller. A los pocos segundos, la cara de esta aparece, mirándonos con el ceño fruncido.

-Superman. Has tardado en llamar. ¿Cómo va?...Oh, hola Batman. Me alegra ver que por fin estás entre nosotros. -Sonríe satisfecha.

-...Me parece curioso que digas entre nosotros y no con nosotros. -Puntualizo, gruñendo por lo bajo.

-Bueno, sé que con nosotros no vas a estar. Lo has dejado claro durante todo este tiempo. -Se gira levemente en la silla y baja la mirada. -¿Por qué no abres el cubo? -

-Lo he intentado, Señora. Pero no sabe cómo hacerlo. -Se explica Clark, bajando la cabeza. -Ya lo he agredido y sigue sin cooperar. -

-¡No coopero porque de verdad no sé cómo hacerlo! -Le gruño, levantándome y dando un golpe con las manos en la mesa.

-No grites, Batman...Ahora trabajas para el gobierno de los Estados Unidos. Ya no puedes hacer lo que te plazca cuando te plazca. ¿Lo has amenazado ya? -Le pregunta a Clark Waller.

-Sí, Señora, y tampoco ha accedido… -

-Bien. Bueno, Batman, esta noche te quedarás bajo arresto domiciliario, en la Atalaya, con Superman. Por la mañana vendrán unos amigos tuyos para ayudarte a abrir la caja. Ábrela o atente a las consecuencias. Superman, no quiero que este hombre se comunique con nadie en la Tierra...nadie tiene que saber que tenemos a Batman secuestrado al fin y al cabo. Vígilalo y se te recompensará bien. -Y dicho esto, cuelga.

Miro a Clark, que se gira para mirarme también, miro el teletransportador aún encendido y me levanto deprisa, corriendo hacia él todo lo deprisa que puedo. Aunque Superman se pone delante de mí, con su súper velocidad. Me choco contra su pecho y caigo al suelo, me mira frunciendo el ceño y retrocedo sentado en el suelo.

-Clark escúchame...Tú no quieres hacer esto. No eres así, no eres tú… -Le intento decir, tragando saliva.

-¿Que no quiero hacer esto? ¿Que no quiero tener encerrado a Batman solo para mí?… -Sonríe, desviando la mirada mientras se acerca a mí. -Qué mal me conoces, Bruce… -Niega con la cabeza, sonriendo más.

Respiro despacio, metido en uno de los conductos de ventilación de la Atalaya. Son las tres y diecisiete de la madrugada...solo tengo que aguantar unas horas. He activado mi protección en la armadura, de esta forma, no podrá escuchar los latidos de mi corazón. Es algo nuevo que me instaló Lucius...vamos a probar si funciona. Aunque no es el mejor momento para probar algo así.

-Bruuuce… -Lo oigo llamarme, pasando por al lado de la rejilla, mirando a los lados.

Contengo la respiración y trago saliva, permaneciendo totalmente inmóvil. Miro el anillo entre sus dedos, aquel que le da la seguridad y omnisciencia, aparente, de un dios. Creo que si le quito el anillo, podría ser capaz de...vencerlo. No quiero recurrir al trozo de kryptonita de mi cinturón, pero si lo necesito, no duraré en utilizarlo.

-Bruce, sal de donde estés...Vamos, Waller quiere hacer buenas cosas con la caja madre, ¿por qué tienes que ser así? Coopera con nosotros… -Me pide sonriendo, buscándome con la mirada.

Ahora mismo amo estas paredes reforzadas con plomo recubierto de kevlar y acero, después de todo me están salvando la vida. Muevo la cabeza, fijándome en la gran puerta que da al hangar...eso es. Puedo salir por otras vías que no sean los teletransportes. Hay una batala en ese hangar, y varias naves más.

Solo está el pequeño impedimento de llegar hasta ellas. Veo cómo Clark pasa de largo, chistando con la lengua. Al dejar de verlo y oírlo, salgo despacio del conducto y, en cuclillas, me dirijo al hangar.

Alzo la mano despacio, mirando hacia atrás un momento. Tecleo rápido el código y apoyo la mano en el panel.

-Vamos vamos vamos… -Susurro mientras el panel procesa mis huellas y el código y la puerta se abre.

-Ahí estás, Bruce. -Me dice Clark desde el final del pasillo.

Lo miro con los ojos muy abiertos y me levanto deprisa, corriendo todo lo rápido que puedo hacia el hangar.

-¡Cerrar! ¡Cierre de contención! -Grito con todas mis fuerzas cuando estoy dentro, respirando deprisa, notando como la adrenalina empieza a recorrer mi organismo.

Una luz roja se enciende instantáneamente y las puertas se cierran a una buena velocidad, veo a Clark ponerse delante de la entrada justo antes de que la sala se selle, conmigo dentro.

-¡Bruce! ¡Abre ahora mismo! -Me grita enfadado. Golpeando las puertas con todas sus fuerzas. Vale...probemos esos nuevos materiales que lo resisten todo, Lucius… -¡Abrir! ¡Cesar cierre de contención! -Puedo oír que grita desde el otro lado.

-...Error. El cese de emergencia debe ser ordenado por el que lo activó en primer lugar. -Le informa el sistema de seguridad de la Atalaya.

Clark gruñe y empieza a golpear las puertas más fuerte.

-¡Sal, Bruce! ¡Sal si no lo quieres lamentar! -

Miro hacia atrás, revisando las naves existentes. Corro hacia ellas, examinándolas una por una. La última de ellas, cómo no, es una de mis batalas. La dejé aquí por precaución, y vaya si ha dado resultado. Me monto en ella y accedo a los sistemas interiores, tecleando todo lo deprisa que puedo en la pantalla.

Consigo conectarme al ordenador de la batcueva y presiono el botón de emergencia, el cual da un aviso de socorro a todos mis aliados más cercanos...Es decir, los habitantes que ocupen la mansión Wayne ahora mismo. Rezo porque alguien me conteste lo antes posible, mientras me muerdo el labio y miro hacia las puertas, que se empiezan a abollar y quemar ligeramente...Sinceramente, me esperaba menos resistencia de la que están ofreciendo. Punto para Lucius.

Frunzo el ceño y miro la pantalla, deseando que alguien llegue a contestar. Alfred...Jack...bajad a la batcueva por favor. Solo pido eso.


Jack solía dormir tranquilo. Muy tranquilo. Es decir, dormía con Batman, se podía permitir un sueño pesado y que ni una estampida de elefantes iba a perturbar. Pero le perturbó que cuando se giró para abrazar a Bruce, acabó abrazando aire. Frunció el ceño y se separó levemente, abriendo los ojos confuso.

Nadie. Allí no había nadie. Y era raro, porque aquella noche se había ido a dormir junto a Bruce...Achicó los ojos, mirando hacia la entrada de su habitación. La puerta estaba abierta. Bruce siempre la dejaba cerrada. El murciélago no lo admitiría, pero se sentía más seguro así. Bruce no estaba allí, eso estaba claro.

La pregunta ahora era: ¿dónde demonios estaba su Bruce? Porque hasta que no lo encontrara y lo llevara de vuelta a la que, desde hacía unos meses era su cama, no iba a volver a dormirse.

Se levantó, frunciendo el ceño y salió del cuarto, dispuesto a encontrarlo. Lo buscó por la planta de arriba, y no había rastro, así que bajó a la planta de abajo. La luz del salón estaba encendida, por lo que alguien había pasado por allí y no la había apagado, así que no había vuelto...todavía. Sonrió levemente, parecía el propio Batman investigando un caso.

Puso otra vez cara seria y empezó a recorrer la casa, buscando pistas...Nada. Batman no era de dejar muchas vistas, eso era cierto. Lo sabía de sobra después de años y años luchando contra él por las calles de Gotham. Sin embargo, a la hora de encontrarlo, esta característica podría suponer un problema. Con la mirada perdida, pensativo, se fijó entonces en que la luz de la batcueva estaba encendida.

Se quedó unos segundos mirándola, y cuando reaccionó, lo hizo de la peor manera posible. Frunció el ceño y gruñó levemente.

El boy scout, el maldito boy scout le había arrebatado a Bruce...Seguro que estaba con él. Sobre todo porque no recordaba haber visto ninguna bat señal en el cielo cuando se levantó de la cama. Asintió, más para convencerse así mismo que para otra cosa y bajó los escalones seguro de sí mismo.

Al llegar a la cueva, ocurrió lo mismo que cuando llegó a la planta de abajo de la casa: No encontró a Bruce. Torció la boca, mirando a los lados y a la pantalla que presidía la cueva. Todo parecía en orden. Hasta el batmóvil estaba en su sitio.

Lo que no estaba en su sitio, era el bat traje que estaba colocado meticulosamente en la columna de artilugios y uniformes de la cueva. Así que Jack supuso que el murciélago estaba por ahí de parranda, sin él.

Pues lo pensaba arreglar...No se iba a quedar de brazos cruzados mientras Bruce se lo pasaba bien.

Puede que el Joker esté muerto. Pero sus habilidades, conocimientos y artimañas seguían muy vivas en el cerebro de Jack...Y ese traje de Batman antiguo está pidiendo a gritos que ser usado…

Corre hacia él, poniéndoselo. Cuando acaba de colocarse todo el ornamento y las piezas, sonríe, disfrutando del momento. Aunque no recordaba el traje así...Este tiene que ser una versión especial. Tiene una especie de torretas en el lugar del guantelete y un par más de mirillas que se despliegan en el otro brazo. La capucha le ofrece datos, coordenadas y números que no llega a comprender.

Pero lo que más le sorprende es lo que pasa a continuación. Un pitido se escucha por su oído derecho, y se percata de los audífonos que lleva incorporados la capucha.

-Sujeto reconocido...Jack Napier, nivel de prioridad 1. Bienvenido a la armadura de contención. Por favor, use con precaución. -Le informa una especie de voz robótica que suena como Bruce.

-Ah...¡¿Bruce?! -Exclama sonriendo.

Otro pitido se vuelve a escuchar.

-Esto es una secuencia programa y grabada que ha cogido prestada la voz de Batman. Le informará y ayudará en todo momento en su combate y pelea. Consejos y ayudas serán facilitadas para que luche y defienda la ciudad de Gotham y sus intereses. No dude que está protegido y armado hasta los dientes...Carga al cien por cien. -Le informa la voz de la armadura.

-Oh… -Jack medita lo que está haciendo...Tal vez esto es pasarse un poco. Batman no está siendo atacado por ningún monstruo o ser del averno que requiera...tal armamento balístico.

Él ya no está demente, y por lo tanto sabe que debe soltar esto y...buscar a Batman por su cuenta.

Suspira y alza la mano para quitarse la capucha, pero en cuanto sus dedos rozan el metal que lo recubre, una alarma salta, inundando la cueva de color rojo intermitente y el símbolo del murciélago se enciende en la pantalla.

Abre los ojos impresionado por la serie de acontecimientos y se acerca rápido a la pantalla. Sonríe, dando un par de saltos. La armadura, aunque parece pesada como el plomo, es muy ligera. Está seguro de que puede hacer el pino y dar volteretas con ella puesta.

-Es una alarma de la Atalaya. Una batala ha emitido una señal de auxilio desde allí. -Le informa la armadura.

-Oh no… -Dice arrugando la cara, mirando la pantalla. -Tendré que ir a ver...Soy Batman después de todo. -Sonríe con suficiencia.

-Eres Jack Napier dentro de una armadura de Batman. -Le rectifica la armadura.

Jack entorna los ojos, torciendo la boca.

-¿Seguro que no eres Batman de verdad?...Eres igual de aburrido que él. -Gruñe ligeramente.

Alfred hace acto de aparición entonces, bajando deprisa. Mira impresionado la armadura y luego la pantalla.

-¡La atalaya está siendo atacada! ¡Señor Wayne, vaya a ver! ¡Yo llamaré al resto de la liga! -Asiente deprisa, tecleando rápido.

-No, no, Alfred, soy yo. ¡Jack! -Pone los brazos en jarras, en pose victoriosa.

Alfred se gira deprisa, alzando las cejas sorprendido.

-¡¿Qué?! ¡¿Y...y el Señor Wayne?! -Pregunta nervioso.

-He bajado a buscarlo y no estaba. Entonces ha sonado esta alarma… -Ladea la cabeza, arrugando la cara.

-Estará en la Atalaya...tal vez...sea él el que está siendo atacado. Oh no… -Mira a Jack, pálido. -Superman. -

-¡Yo también creo que ha sido él! -Asiente deprisa, sonriéndole. -Sabía que no solo eran imaginaciones mías… -

Antes de que Alfred pueda decir nada, dos integrantes de la liga llegan a la cueva. Wonder woman y Flash hacen acto de aparición. Miran fijamente al supuesto Batman, que los mira de vuelta sorprendido.

-Gracias al cielo, ¡la Atalaya está siendo atacada! ¡Deben ir de inmediato a ayudar! -Les pide Alfred.

-No pasa nada en la Atalaya, Alfred. Todo está bien. -Dice Diana en tono tranquilo, anda hasta el ordenador y lo golpea, hundiendo el puño en la pantalla y haciéndola añicos.

Alfred descompone la cara en horror, mirando lo que acaba de hacer. Luego mira a Diana.

-Flash por favor...ayúdanos. -Le suplica el mayordomo, juntando las manos.

-¿A qué? Todo está bien, Al...Batman está bien, todos bien… -Le sonríe...pero Jack conoce esa sonrisa. Una sonrisa demencial.

-¿Quién eres?… -Pregunta Diana mirando a Jack. -Batman está en la Atalaya. -Mira de reojo a Alfred y frunce el ceño. -Intruso, posible complot. Destruir. -Dice secamente, sonando incluso más robótica que la voz de la armadura.

Y sin más, saca su espada y la empuña firmemente, mirando fijamente a Jack.

-Yo mato a este...tú deshazte del mayordomo. -Le dice a Flash.

-Hecho. -Sonríe este, empezando a andar hacia él.

-Jack...corre...o sino… -Pero no puede decir nada más, porque Barry se abalanza a él y este se encoge, tapándose con los brazos.

Jack se impresiona cuando se ve así mismo entre Alfred y Barry, parando el impacto e incluso mandando a Barry lejos por el efecto rebote.

-Plan defensivo. Ejecutando proyecto de AGAMENÓN. Plan de contingencia contra la liga de la justicia. Actuales miembros presentes; Wonder woman y Flash. Dando inicio a la medida defensiva. Deshabilitando permisos y claves requeridas de los miembros. -Dictamina la armadura, mientras esta cambia y se transforma por sí sola. -Jack Napier, esta armadura servirá como contra medida a la liga. Se debe usar bien… -

Diana lo mira y da un salto alzando la espalda, emitiendo un grito de guerra mientras lo hace. La armadura, sin que a Jack le dé tiempo a reaccionar, saca una especie de torreta de un guantelete y apunta ella misma a Wonder Woman, neutralizándola con una serie de disparos que a esta casi no le da tiempo a parar con su escudo.

-¡Jack! -Le grita Alfred asustado.

-¡No he sido yo, ni siquiera sé lo que estoy haciendo! -Le grita de vuelta, mirándolo de reojo.

-...Esta armadura cuenta con munición variada y ofensiva, pero siempre, no letal. Su propósito es defender. -Recuerda la armadura.

-...Pero no me sé los puntos débiles de tus compis, Bats… -Jack arruga la cara.

-Pero Batman sí. -Contesta Alfred, escondido detrás de Jack.

Jack sonríe levemente, pero deja de hacerlo cuando Flash gruñe y corre a toda velocidad contra él, cargando con todas sus fuerzas.

-¡Escudos al máximo, electrocutando escudo! -Avisa la armadura, moviendo el brazo derecho y desplegando un escudo frente a Jack.

Barry se choca contra él, electrocutándose y quedando inconsciente en el momento. Cae al suelo como un tronco, con el traje ligeramente chamuscado. Alfred y Jack se miran, impresionados.

-¡Preparación del siguiente impacto, disparando gel explosivo! -Grita entonces la armadura con voz de Bruce, moviendo el brazo izquierdo, abriendo la palma y disparando gel explosivo hacia el escudo de Diana. Al impactar, Diana es arrastrada unos metros hacia atrás, chocándose contra la pared y desestabilizándose. -Enemigo distraído, turno de atacar. -

-...Creo que lo voy pillando, Brucie… -Comenta sonriendo Jack.

Salta, impulsándose con las botas que le aportan ligereza y hace impactar su puño contra Diana. Esta alza el brazo, parando el golpe. Jack alza la pierna y le asesta una patada en el estómago a Diana, haciendo que se retuerza ligeramente. Aprovecha el momento para agarrar su lazo, pero Jack es más rápido y usa la batgarra de uno de sus guantes para arrebatarle el lazo. Diana lo mira furiosa, alzando su puño contra él. Este impacta en uno de sus escudos, pero consigue moverlo unos metros y tumbarlo en el suelo.

-Wonder Woman consta de una fuerza divina. Se necesitará más que eso para pararla. -Avisa la armadura.

-Bien… -Sonríe y cuando ve que Diana salta hacia él, intentando atravesarle con la espalda en todo el pecho, pulsa un botón y el batmóvil entra en modo combate, disparando con su cañón de sesenta milímetros un proyectil e impactando en la espalda de la mujer.

Esta es disparada instantáneamente contra la pared de en frente, cayendo inconsciente al suelo por el golpe. Jack mira alrededor desde el suelo todavía, sin creerse lo que acaba de hacer. Alfred se acerca corriendo.

-Jack, ¿estás bien? -Le pregunta ligeramente asustado.

-Sí, Alfred, estoy bien...Voy a rescatar a Batman. -Le sonríe y se levanta.

-Pero es muy peligroso, Jack, Superman es el miembro más fuerte de la liga… -Asiente deprisa.

-Pero no voy a ir a por Superman...voy a ir a por la cabeza pensante de todo esto. -Anda hacia el batmóvil, pasando el dedo índice por la carrocería de este.

-¿A por quién? -Pregunta entre asustado y nervioso.

-...A por Amanda Waller, claro. -Le sonríe, montándose luego en el batmóvil, acomodándose bien antes de arrancar.

-¿Estás seguro? -

-Pues claro...Llama a los pajaritos. Voy a necesitar ayuda, supongo… -Se encoge de hombros, refiriéndose al resto de la bat familia.

-...Está bien, los llamaré. Pero ten cuidado, por favor. -Le pide arrugando la cara, juntando sus manos.

-Lo tendrée...Soy invencible, Alfred. Tú llama a los demás, no voy a ser como Bruce en ese aspecto. Yo llamaré a mis colegas. -Asiente sonriendo, arrancando y pisando el acelerador, haciendo rugir el coche, antes de salir a toda prisa de allí.

-Ay dios mío… -Comenta el mayordomo cuando se ha quedado solo, contemplando el panorama en el que se ha quedado.


-¡¿Qué se supone que estás haciendo?! -Escucha de pronto Jack, cuando la llamada se acepta sola, en su capucha. -¿Dónde está Bruce? -

-...Hola a ti también, Red Hood. -Saluda Jack, entornando los ojos. -Estoy ayudando a papá murciélago, por eso os he llamado. Está en algo muy chungo parece ser. -

-Sí, eso es obvio, Bruce nunca habría llamado, ¿no? -Se ríe Dick.

-No es hora de reírse, Dick, hay que actuar. Cuéntanos todo lo que sepas, Jack. -Pide Tim, el más parecido a Batman.

-Creo que Waller está controlando a la liga y Batman está en la Atalaya supuestamente...Wonder Woman y Flash han intentado matarnos a Alfred y a mí. Antes de eso he cogido prestado este juguetito y...resulta que es muy útil. -Sonríe mientras conduce, en dirección a Waller, la cual busca la propia armadura en segundo plano.

-¿Cómo?...Dime que Alfred está bien. -Pide Dick, sonando más preocupado.

-Está bien. Lo he defendido con esta armadura. Es muy guay...casi que va sola. Así cualquiera es Batman… -Se encoge de hombros.

-Una pregunta chicos, ¿y Damian? -Pregunta entonces Batgirl, entrando en la llamada.

-No lo sé, Babs. No ha respondido al aviso así que...estará ocupado. -Dice Jason. -Ese crío nunca se presenta cuando debe. -

-No, se lo llevó a su granja Superman ayer...Creo que lo tenía todo planeado. Damian iba a sospechar demasiado viendo todo esto pasar delante de sus narices… -Suspira recordándolo. -Y Alfred y yo no vimos nada...le eché la bronca a Bruce por no confiar en nadie. Y mira lo que ha pasado ahora. -

-Uh...prepárate para dos semanas de un continuo "te lo dije", de parte de Batman… -Se ríe Dick.

-No te pases Nightwing...Serán dos días como mucho, Jack. -Asegura Tim.

-Chicos, chicos...Vamos a centrarnos. Bruce podría estar en peligro. -Recuerda Bárbara, poniendo un poco de sentido común. -Me he puesto a investigar y he detectado a Bruce en la Atalaya. Está con Superman...esto no es bueno. -

-No, no lo es. Por eso me dirijo al foco del problema. -Sonríe Jack. -Da miedo y es un demonio burocrático con el pelo corto...¿quién es? -

-...Waller. ¿Cómo no lo hemos visto venir antes? -Gruñe Jason. -Vale, voy para allá también. Serviré de apoyo, Jack. -

-Yo intentaré ayudar a Bruce remotamente desde aquí. Creo recordar que desde la Torre del reloj se podía conectar y piratear remotamente la Atalaya y sus sistemas. -Opina Batgirl.

-Te ayudaré con eso, Bruce me explicó más a fondo cómo. -Le dice Tim.

-Bien, yo iré a supervisar a los otros miembros. Sino están bajo el control de Waller, que espero que no, iré con ellos a ayudar a Bruce a la Atalaya. -Dice Dick, suspirando.

-De acuerdo...¡Bat familia, al ataque! -Grita Jack, pisando el acelerador, cuando se acerca a la ubicación de Waller.

-...No digas eso de nuevo, nunca, en tu vida. -Gruñe Jason, colgando.

-...A mi me ha gustado. -Se ríe Dick, haciendo sonreír a Jack.


Nadie responde a mi alarma. Y si lo hace, antes de que pueda contestar, Clark derriba la puerta, entrando hecho una furia y gruñendo. Trago saliva y me bajo del asiento, escondiéndome en la parte de abajo, bajo el volante, en el poco hueco que hay.

-¡Sal de una vez, Bruce! -Me grita, entrando a la sala, mientras levita y pasea sus ojos por la sala. -No tienes adónde ir...Y he bloqueado la puerta del hangar. -

Mierda.

Veo como pasa por el lado, achicando los ojos. Me encojo más y arrugo la cara, sin moverme. Clark frunce el ceño y se da la vuelta. Gruñe levemente porque no me encuentra.

-¿Cómo has salido de aquí?… -Pregunta al aire, empezando a dirigirse a la salida.

Y cuando creo que soy libre, cuando mis labios empiezan a esbozar una sonrisa. La llamada salta, conectándose directamente sin que pueda bloquearla.

-¡Batman, contesta! -Oigo gritar a Alfred desde el otro lado, desesperado. -¡¿Batman, estás ahí?! -Vuelve a preguntar.

Cierro los ojos, maldiciendo por dentro mi propia llamada de socorro. Clark vuelve a acercarse, metiéndose en la batala y sonriendo, mientras me mira de reojo.

-Hola Alfred. Batman está bien, está conmigo…No tienes de qué preocuparte. -Niega con la cabeza.

Frunzo el ceño mirándolo, porque sé que no tengo posibilidad de escapar. Clark bloquea la salida.

-...Superman sé lo que está pasando...Recapacita por favor… -Le pide, le ruega más bien.

Clark frunce el ceño y hunde el puño en la pantalla, haciéndola añicos. Instantáneamente dejamos de oír a Alfred. Luego, me agarra del brazo y me saca a la fuerza mientras me intento sujetar a algo.

-Qué escurridizo eres, Batman… -Suspira y sonríe. -Pero ya no te vas a volver a escapar...Waller lo tenía todo pensado. -Asiente.

-¡Suéltame, Clark! ¡Este no eres tú! ¡Tú no quieres esto! -Intento decirle, mientras le asesto patadas y puñetazos que no le hacen nada.

-Claro que lo quiero. Ahora… -Me empuja, de forma rápida y con fuerza, reteniéndome contra el suelo. Con una mano me coge de las muñecas, alzándomelas por encima de la cabeza. -Estate quieto...solo será un pinchacito. -Me sonríe, sacando una aguja con un líquido rojo brillante dentro.

Desorbito los ojos e intento zafarme desesperadamente. No sé qué es eso, pero seguro que nada bueno.

-¡No, Superman, no, para! -Le grito, notando como mi corazón se desboca, pues el pulso se me dispara y empiezo a tener sudores fríos. A esto el Espantapájaros lo llama "miedo". -¡No lo hagas! -

-Tengo que hacerlo, Bruce...Tengo que hacerlo. -Me repite, entornando los ojos y bajando la cara hasta mí. Puedo sentir su boca muy cerca de la mía. Demasiado.

-No, no tienes que hacerlo...¿Qué quieres a cambio? Te lo daré...Te lo daré todo, pero suéltame… -Arrugo la cara, mirando de reojo la aguja. No me da miedo la aguja, me da miedo lo que hay dentro. El no saber lo que es, concretamente.

-...Ya es demasiado tarde para eso, Bruce. -Me sonríe y choca sus labios contra los míos mientras siento la aguja clavarse en mi cuello y el líquido abriéndose paso en mi cuerpo.


-¿Qué es eso?… -Pregunta Waller, mirando los escáneres que la protegían junto a su equipo de analistas.

-...El...el batmóvil, Señora. -Dice uno temeroso, arrugando la cara. -Viene a por nosotros… -

-Imposible. Batman está en la Atalaya. Superman casi lo ha cogido. Y será nuestro dentro de muy poco. -Asiente deprisa, acercándose a la pantalla. -¡Conectad las cámaras, ya! -Gruñe, nerviosa.

Una chica lo hace, y en efecto, el batmóvil a toda velocidad, se dirige hace ellos. El ruido del motor, gruñendo furioso se oye cada vez más y más cerca y fuerte, resonando en las paredes de la sala con paredes formadas por ventanales.

-¡Que alguien pare ese maldito coche! ¡Conectad las torretas y que salgan los seguratas!, ¡ya ya ya! -Waller grita, hablando a su equipo.

Jack sonríe y ve una serie de punteros láser apuntándolo y varias torretas rojas fijándolo como objetivo. Deja de hacerlo, ligeramente asustado.

-Eh...¿Robo Bruce? -Pregunta, alzando una ceja.

-No soy un robot. Ni tampoco soy Bruce. -Contesta la armadura, con un tono molesto pero todavía robótico. -Batmóvil en modo de combate, el cañón de sesenta milímetros está en el volante, disparador derecho. El cañón volcán, munición para soldados a pie, no letal, disparador izquierdo. Obra como gustes. -

-...Cierto. Esto es el batmóvil. -Sonríe divertido y pulsa la tecla "Combate".

En ese momento el batmóvil despliega sus ruedas, convirtiéndose en un tanque ligero, pero igualmente letal. Los soldados que despliega Waller abren los ojos y gritan despavoridos detrás de las torretas. Algunos, hasta huyen dentro del edificio.

-¡No, no retrocedan! -Gruñe Waller, mirándolo todo desde lo alto del edificio.

-¡Es un tanque, Señora, un maldito tanque! ¡Y Batman está dentro, dispuesto a darnos lo nuestro! -Contesta un soldado, muerto de miedo.

Jack empieza a disparar, deshaciendo en cuestión de minutos las defensas de Waller. Los pocos soldados que quedan protegiendo la entrada, caen inmovilizados o inconscientes por el cañón volcán.

-Eh, Jack, baja de ahí y ayúdame, ¿quieres? -Le dice Jason por medio de la capucha.

-Oh, cierto cierto. -Sonríe y sale del coche, eyectándose hasta subir a la azotea del edificio, donde varios hombres tienen rodeado a Red Hood.

Cae en picado cuando baja, lanzando batarangs a los presentes y ejecutando un ataque bomba cuando toca el suelo, que los tumba a todos al instante. Levanta a la cabeza para mirar a Jason y este pone los ojos en blanco, sonriendo de lado.

-Yo también puedo hacer eso con el uniforme del viejo… -Se encoge de hombros.

-Sí, pero no me dirás que no ha quedado alucinante… -Se levanta y anda a su lado, pavoneándose orgulloso.

-Ya ya… -Jason le sonríe, señalando hacia abajo con una de sus pistolas. -¿Y si bajamos y le decimos "Hola" a Waller? -

-Buena idea… -Opina Jack mientras conecta el modo detective, mirando hacia abajo. -Mh...Unos cuantos hombres armados...y el resto, no. Creo que son civiles normales. Waller está al final de la habitación, hay hombres custodiando la puerta por dentro de la sala. -Asiente.

-Vale, tú saludas a los tíos con armas y yo a Waller. -Asiente de vuelta Red Hood, corriendo hacia el conducto de ventilación y adentrándose por él.

-Genial. -Sonríe y se agacha, colocando un poco de gel explosivo en el suelo.

Luego corre hasta tirarse en picado del edificio y cae y cae y sigue cayendo. Después levanta el vuelo, elevándose todo lo que puede y más, situándose de nuevo sobre el edificio a unos metros de altura de la azotea.

-...Espera, ¿qué vas a hacer? -Cuestiona la armadura, escéptica.

-Improvisar...Confía en mi, Bats, saldrá bien. -Sonríe mientras empieza a caer, cada vez con más potencia.

-No no...Son muchas plantas, hay que trazar un plan...Busca un conducto como Jason y sitúa la planta exacta… -Le empieza a decir, calculando una ruta.

-Pero qué pesado eres… -Resopló mientras se cubría la cara con los antebrazos, cogiendo más velocidad.

-Frena...¡Frena! -Exigió la armadura, temiéndose lo peor.

-Cariñoo...¡ya estoy en casa! -Fue lo último que dijo Jack antes de empotrarse contra la estructura de la azotea.

El impacto fue tremendo, el edificio tembló por él y el techo se desplomó levemente, cayendo algunos pedazos. Los pobres hombres cayeron al suelo por el impacto. Y los que no lo hicieron, cayeron después por lo que se les vino encima. Jack se movió extraordinariamente bien, casi igual de bien que el verdadero Batman. No esperaba menos, después de haberlo visto moverse tantos años, luchando con él incluso. Asestó una patada voladora a uno, y el que osó apuntarlo con la pistola y disparar tres o cuatro veces seguidas, presa del pánico, fue atacado por la batgarra, que le agarró del brazo para acercarlo al monstruo murciélago que tanto temía. Este le asestó un puñetazo que lo dejó inconsciente al instante.

Los ingenieros e informáticos presentes ya hacía rato que se habían apartado, andando hacia atrás de la sala, pegándose a Waller todo lo que podían, como si ella los fuera a proteger. Pero retrocedieron cuando vieron a Red Hood salir del conducto de ventilación de detrás y agarrar a Amanda por el cuello, posando una de sus pistolas en su sien.

-Como te muevas te perforo los sesos… -Le susurró Jason.

Waller lo creyó firmemente.

-...Estás en la Atalaya, Batman. -Gruñó esta, mirando al supuesto murciélago delante de ella, acercándose como si nada.

-¿Lo estoy? -Le preguntó Batman, con la misma voz grave y aterradora de siempre.

-Ahora, Waller, vas a liberar a la liga de la justicia...O sino…Bueno. -Jason cargó la pistola, haciendo que esta emitiera un pequeño "clic".

-...¿Cómo lo has hecho? -Gruñó la mujer, mirándolo.

-Soy Batman, Waller. Yo siempre lo hago. -Contestó Jack, metiéndose de lleno en el papel y disfrutándolo con cada letra que salía de su boca.

-...Liberarlos. Ya. -Les dijo a los informáticos la mujer. -A todos. -

Estos dieron un brinco y se sentaron corriendo en los ordenadores, tecleando deprisa.

-No. No...Liberadlos y...destruid lo que hayáis usado para controlarlos. -Exigió Jason, apretando la sien de la mujer con la pistola.

-...Hacedlo. -Waller tragó saliva, sin moverse.

Los ingenieros empezaron a moverse más rápido, y cuando terminaron, destruyeron los dispositivos y ordenadores como se les decía.

-Y ahora, Amanda, vas a sacar tu trasero de nuestra ciudad...No vas a volver nunca, y te vas a olvidar de todo esto. O me ocuparé personalmente de que volver sea lo último que hagas. ¿Me has oído? -Sonrío Jason, ladeando la cabeza para mirarla.

-...Alto y claro, Red Hood. -La mujer lo miró de vuelta, alzando las manos. -...Si alguna vez te encuentras sin trabajo, llámame y te colocaré en mis filas. -

-Ni muerto haría eso… -Gruñó y empujó a la mujer, apartándola de él. -Quiero que recojas esto en quince minutos y te largues, o volveré y mataré a todo ser viviente que haya aquí. -Jason caminó hacia la salida, seguido de Batman. Miró hacia atrás una última vez y sonrió. -Ha estado bien pasarte por la ciudad maldita, ¿eh? -

-...Sí...Una pena que no me haya podido topar con el famoso Joker. -Contestó Amanda, mirándolo fijamente.

-El Joker está muerto. Como lo estarás tú si no sales de aquí...Vosotros, frikis, también entráis en ese trato, yo que vosotros me daría prisa. -Les dijo a los ingenieros, apuntándolos con la pistola.

Los informáticos lo miraron ojipláticos y sin decir nada, luego empezaron a moverse a velocidad de infarto, despejando el edificio como podían.

Jason y Batman se fueron, abandonando el lugar.

Una vez que volvieron al batmóvil, Jack emitió un grito camuflado en risas.

-¡Eso ha estado muy muy guay! -Dijo todo lo ilusionado que podía. -¡¿Me has oído, me has oído?! -

-...Sí. Te he oído...Ha colado. -Sonrió Jason, mirando por la ventana. -Has sonado tan soso y oscuro como el viejo. Bien hecho. -Asintió, mirándolo de reojo.

-¡¿Y lo de la azotea qué?! ¡¿Y lo de entrar por arriba?! -Gritó extasiado, sonriendo. -...Que guay. Esta noche no voy a poder dormir...Mira. -Le dijo a Jason, levantando una mano enguantada del volante. Esta le temblaba ligeramente. -Todavía estoy temblando… -

Jason se rió levemente. Le recordaba a él mismo en su primer día como robin. Aunque Jack no había sido robin, había ascendido a Batman directamente.

-Bueno...Ahora solo nos queda reunirnos con el viejo y podremos descansar un poco de toda la mierda de Waller… -Jason apoyó la cabeza en el asiento, suspirando.

-Ya estoy conduciendo a casa, ¿Bruce estará ya allí? -Alzó una ceja, mirándolo de reojo.

-Debería. Superman ya no tendría que estar bajo la influencia de Waller y...debería haber escapado con la ayuda de Babs y Tim. -Razonó Jason. -Estará en casa. Listo para echarnos la bronca. -Bromeó, sonriéndole a Jack.

-Oh… -Jack abrió los ojos más, preocupado. -Cierto. Me había olvidado de ese pequeño detalle. -Arrugó la cara. -Va a estar tan, pero tan enfadado… -

-Lo estará con todos, tranqui, nos repartiremos la culpa. O podemos echársela toda a Dick. Siempre funciona. -Se encogió de hombros, torciendo la boca.

Lo que no sabían, es que, cuando llegaran a casa, les esperaría algo mucho peor que la bronca del gran murciélago.


El batmóvil entró triunfal en la batcueva, empezaba a amanecer, con suerte podrían dormir aunque fuera unas horas. Jack y Jason bajaron, entre risas que fueron cortadas de sopetón cuando vieron el panorama.

Batman ya estaba en casa, pero no estaba ni enfadado, ni malherido, ni contento.

Estaba encerrado en la celda de aislamiento de la batcueva, esa que hace apenas unos meses, perteneció al Joker.

Jack y Jason desfiguraron la cara, pidiendo explicación a unos nerviosos y muy histéricos Tim y Bárbara. Alfred intentaba dialogar con su Señor.

-...Tim… -Le llamó Jason.

Este se giró, mirándolos.

-Oh dios, chicos...Ha pasado algo malo. Algo muy malo con Bruce… -Lo señaló a través del cristal, al borde del llanto.

A su lado, Batgirl lloraba, nerviosa y con el comienzo de una crisis de ansiedad.

-¿Qué ha pasado Tim? -Frunció el ceño Jason, empezando a ponerse nervioso también.

-Batman casi mata a Superman, Jason...Cuando hemos llegado a la Atalaya… -Resopla y se tapa la cara, tragando saliva. -Superman tiene ocho heridas punzantes por el cuerpo. Lo ha apuñalado con la kryptonita de su batcinturón. Todo eso mientras gritaba "muere" y "eres un estorbo". Había una inyección con muy poco líquido en ella. Creemos que le han pinchado algo y… -Pero su relato es cortado cuando Bruce vuelve a abrir la boca.

-¡Soltadme! ¡Soltadme ya, malditos! -Gruñe con todas sus fuerzas, golpeando el cristal y gruñendo.

Jack pasa por al lado de los chicos, acercándose al cristal y quitándose la armadura a medida que se acerca. Lo mira fijamente, sin reconocerlo.

-¿Bruce?… -Pregunta con los ojos llorosos y brillantes.

Este, con el pijama que tenía antes de ponerse el uniforme de Batman, lo mira frunciendo el ceño. Gruñe, enseñando los dientes y golpea de nuevo el cristal.

-Te voy a matar...A ti el primero...Voy a destriparte. -Luego sonríe, riéndose entre dientes siniestramente.

-Bruce… -Repite Jack, mientras una lágrima se resbala por su mejilla.

Alfred lo imita, bajando la cabeza y arrugando la cara, compungido de dolor.

-¿Por qué está en pijama? -Pregunta Jason, el único que parece mantener la compostura.

-Oh...Después de unos cuarenta minutos peleando contra él, intentando alejarlo de Superman, lo hemos conseguido derribar. Le hemos quitado el bat traje para que no pueda usar ninguna herramienta o arma y...Lo hemos traído deprisa, encerrándolo aquí. He recogido la aguja y jeringa para analizar la sustancia. Superman reposa en la mesa de operaciones… -Dice Tim señalando el fondo de la cueva, a una mesa de metal donde Clark duerme. -Alfred lo ha anestesiado y cosido...Sigue durmiendo. Hasta que se despierte, hemos preferido que descanse ahí. -

-...Bien. -Jason tiene la mirada perdida. -¿Y Dick? Es el elegido por Bruce para hacerse cargo en...estas situaciones. -Dice reticente.

-Está haciéndose cargo del resto de la liga. En cuanto termine viene para acá. Está avisado...igual que Damian. -Añade Red Robin, limpiándose una lágrima deprisa.

-Tendríamos que haber sido más rápidos...Tendríamos que… -La voz de Bárbara se rompe, llorando desconsoladamente.

-Eh eh eh, lo hemos hecho lo mejor posible. Ha sido culpa suya, por no avisarnos, como hace siempre. -Le dice Jason, sujetándola de los hombros. -Vamos a mantener la calma...todos. -Pasea los ojos por los demás. -Encontraremos una cura para...lo que sea que tiene, y Bruce volverá a gruñirnos como siempre lo hace. -Bromea para calmar el ambiente, pero solo el silencio y la angustia colectiva se le devuelve como respuesta.

-Dadme el cubo y prometo no matar a nadie. -Dice Bruce dentro de la celda, mirando a Jason. -Dame el cubo. -Repite, frunciendo el ceño.

-No. -Niega con la cabeza, acercándose al cristal. -...Quiere lo mismo que los otros, ¿no es así? Amanda siempre tiene un as bajo la manga...Ya sabemos cuál era en este caso. -Se cruza de brazos. -Lo bueno es que lo tenemos encerrado. No puede salir de aquí, ¿verdad? -

-No, no puede… -Dice Tim, tapándose la cara y resoplando. -Será mejor que me ponga con el antídoto...Cuanto antes lo tengamos, mejor. -Asiente deprisa, andando hacia el batordenador y poniéndose a trabajar.

-Te acompaño, Tim. -Sentencia Bárbara, siguiéndolo.

-Señor...trate de recordarlo...Usted no es así. -Le pide Alfred, acariciando el cristal como si así acariciara a Bruce.

Este lo mira fijamente, una mirada afilada, amenazante y asesina.

-Cállate… -Gruñe, en forma de aviso, de advertencia.

-Señor… -

-¡Que te calles! ¡Cállate! ¡Cállate y déjame salir de aquí! -Grita con todas sus fuerzas, poseído por una rabia sin igual y demente, apretando los puños. -¡Déjame salir o te juro que te degüello cuando estés durmiendo! -

Alfred suspira y desvía la mirada, dolido profundamente. No por sus palabras, que sabe que no son ciertas, sino por verlo así en ese estado. Tan fuera de sí.


-¡¿Por qué no se me ha informado antes?! O sea, ¡¿me paso secuestrado, casi literalmente, por este imbécil en su granja de pueblo y nadie se digna a ir a por mí o a avisarme?! ¡Os está bien empleado, por inútiles! -

Todos en la mansión Wayne agachaban la cabeza, arrugando la cara, mientras el más pequeño de la familia les echaba la bronca. Estaban reunidos en el sofá, mirando a un Damian que no paraba de dar vueltas por el salón. Aunque, en cierto modo, era casi satisfactorio...casi. Era como estar oyendo a un muy muy enfadado, y bajito, Bruce.

-Yo no te secuestré, Damian...Fue Waller quien nos dijo qué hacer en cada… -Clark levantó el dedo para hablar, escudándose, pero Damian lo calló.

-¡Me da igual, Superman! ¡Deberías haber estado preparado! Todos lo deberíais de haber estado. -Damian gruñe, escrutándolos con la mirada, con el ceño fruncido todo lo que podía. -¡Y tú! -Mira a Jack esta vez. -¡¿Cómo se te ocurre ser así de irresponsable y temerario?! Ahora eres un simple civil...no puedes ir poniéndote armadura pesada y coger tanques de guerra así porque sí. -

-Pero Batman… -Espetó este, con la voz más aguda de lo normal.

-¡Pero nada! -Le gritó Damian. -Debería daros vergüenza...¿vosotros sois los más cercanos aliados de Batman? -Alzó una ceja, incrédulo. -Sois unos inútiles...todos. -Gruñó.

-Bueno Damian ya...relájate. El caso es que ya está todo...más o menos solucionado. -Intentó suavizar Dick, como buenamente pudo.

-Oh, sí, Richard, todo está fenomenal. Tenemos a un Superman que casi se muere, a una liga de la justicia que hasta hace menos de dos horas estaba malditamente lobotomizada y...se me olvida algo. -Achicó los ojos para luego fruncir el ceño y señalar la batcueva. -¡Ah sí, a un Batman que quiere asesinarnos a todos! ¡¿Cómo va a estar todo solucionado?! -Apretó los puños, sin dejar de gruñir.

-Batman está encerrado, Damian...Y en pocos días, Tim y Babs darán con un antídoto… -Sonrió Dick, señalándolos.

Estos no levantaron la vista del suelo, gravemente preocupados por la responsabilidad que caía como el plomo sobre sus hombros.

-...¿Dónde lo habéis encerrado? -Cuestionó entonces Damian, entornando los ojos escéptico.

Desde que habían llegado Dick y él, hace apenas media hora, no se habían movido del salón, donde los que estaban ya en la mansión, habían traído a Clark una vez despertó para que descansar mejor sobre un sofá.

-En mi antigua celda, es muy segura, de allí no saldrá. -Sonrió Jack, buscando la aprobación de los demás, que se la dieron asintiendo sonrientes.

-...¿Me estáis diciendo que habéis metido a Bruce Wayne...Batman, en una celda que él mismo diseñó?...¿La misma celda que está en una cueva de la que él es dueño y señor? -Damian pasó de alzar una ceja a fruncir el ceño por la ineptitud de la que se rodeaba ahora mismo.

Los demás, en cambio, pasaron de sonreír a abrir los ojos cada vez más. Por sus caras se reflejaba el miedo, la sorpresa y el nerviosismo.

-...Bruce no puede salir de ahí. Nadie puede. -Jack tragó saliva, mirando a Dick, que parecía el que dirigía todo ahora...aunque el papel de líder lo estuviera reclamando Damian en un silencio a gritos ahora mismo. -¿Verdad?… -Preguntó por el silencio incómodo que empezaba a circular. -¿Verdad? -Repitió, arrugando la cara.

Damian ahogó un grito de desesperación y dio media vuelta, adentrándose en la cueva a paso ligero, seguido por los demás.

-Sois imbéciles...imbéciles. -El pequeño negó con la cabeza, mirando hacia la celda. -¡Alfred, Jack quedaos arriba, tú también Súper pánfilo! -Ordenó señalando hacia afuera.

-Ay dios...ay dios… -Empezó a decir Bárbara cuando se dieron cuenta de que Bruce ya no estaba allí dentro.

-La puerta sigue cerrada...¿cómo lo ha hecho? -Cuestionó Jason, alzando una ceja.

-Es Batman...él hace estas cosas. -Tim frunció el ceño, mirando dentro de la celda. -Creía que esto era hermético. -

Damian se acercó al súper ordenador central de la cueva, empezando a teclear deprisa.

-Batordenador, protocolo de emergencia B1, prioridad roja. Desactiva los permisos generales y supremos de un miembro de la liga...Nombre en clave, detective. -Empezó a decir, mirando la pantalla.

-Contraseña requerida. -Le contestó el ordenador.

-...Leche merengada con pistacho. -Dijo Damian resoplando, levemente sonrojado.

-...¿Qué tipo de contraseña es esa? -Preguntó Jason, arrugando la cara. -Además, creía que la contraseña era un número exacto. -

-Padre la cambia cada mes. Este mes era esta. -Asiente molesto, mientras sigue tecleando. -Luego le preguntas a él...si es que lo volvemos a encontrar. -

-Estoy justo aquí, hijo… -Dijo la ahora tétrica voz de Bruce, mientras caía del techo de la cueva y se abalanzaba sobre su hijo, agarrándolo del cuello y juntándolo a él, con un batarang apoyado en su cuello.

Los demás robin dieron un respingo, poniéndose en guardia mientras miraban fieramente a su mentor. Bruce sonrió y se rió entre dientes de la forma más espeluznante que todos habían escuchado en su vida. Miró divertido a los demás y pegó la boca al oído de su hijo, hablando en voz baja.

-Si no quieres morir...sácame de aquí. O dame la caja madre. Solo quiero eso...y no tendrás que morir, Damian. -Asintió.

Este tragó saliva, agarrando la muñeca de su padre, intentando separarlo. Calculó sus posibilidades, intentó calmarse y tener la mente clara…¿Qué haría su padre en esta situación? Lo malo de todo esto es que era precisamente su padre quien estaba a punto de rebanarle el cuello.

-Padre...no hagas esto. No quieres hacer esto. -Le dijo con cuidado, midiendo sus palabras e intentando no moverse.

El más ligero movimiento lo cortaría fatalmente. Bruce no era cirujano ni mucho menos, ni Damian tampoco. Pero ambos sabían que el primero apoyaba el batarang muy muy cerca de la aorta del segundo, amenazante.

-Bruce...tranquilo...te traeremos la caja madre, ¿vale? Suelta a Damian por favor. -Dick levantó las manos, sonriéndole.

-También quiero que me traigáis a la liga...O que los matéis vosotros. -Bruce frunció el ceño.

Abrieron los ojos impresionados por esta petición, por esta orden.

-¿Qué? No me miréis así...sois mis hijos, debéis de obedecerme. Hacedlo. -Exigió, con un tono para nada amable. -Matad a la liga uno por uno. No puede haber testigos de lo que ha pasado. -

-...Tú también eres un testigo. -Espetó Jason, ganándose las miradas alarmadas del resto de la sala, menos la de Bruce, que le mandaron callar.

-Ya...por eso me suicidaré una vez que haya descubierto cómo obtener la energía de la caja madre...Llamad a Lucius. Él sabrá cómo. -Asintió. -Tenéis cosas que hacer...¿por qué no os vais? -Achicó los ojos. -¡Que os larguéis ya! -Gritó moviendo la mano del batarang hacia la salida.

-¡Ahora! -Gritó Damian, dando inicio a la revancha.

Como un resorte, los demás robin saltaron hacia Bruce.

Damian fue el primero por estar al lado, golpeando a su padre en el estómago y empujándolo de espaldas a los controles del ordenador. El que vino después fue Tim, asestando una patada a Bruce. Este agarró su tobillo y lo tiró hacia un lado, mandándolo lejos. Bárbara fue la siguiente, tirándole varios batarangs que Bruce consiguió esquivar con gran habilidad mientras avanzaba hacia Dick con el batarang que tenía al principio por delante. Intentó cortarle varias veces mientras Nightwing hacía todo lo posible por esquivarlo, arrugando la cara, angustiado. Jason corrió hacia él, tirándose a por él y abrazándolo de la cintura, empujándolo contra el suelo. Bruce alzó el batarang y bajó el brazo con potencia, con intención de clavárselo a su hijo en la espalda. Pero antes de que esto pasara, un ruido de metal chocó contra otro cuando Damian lanzó hábilmente la batgarra, desviando el batarang y arrebatándoselo de las manos a Bruce. Antes de que pudiera reaccionar, Dick agarró las muñecas de Bruce con fuerza y Bárbara los pies. Con esto, el murciélago quedó totalmente inmovilizado, aunque para ello hubiera hecho falta todos los robin contra él...Contra un Bruce Wayne que no había comido ni dormido en horas, y que solamente tenía un batarang en su mano.

-...Tim, danos las esposas por favor. -Pidió Dick, respirando deprisa por la acción del momento.

-Voy… -Suspiró, levantándose del suelo.


Después de que todos descansaran unas horas, Clark se fuera por fin y la mansión Wayne volviera un poco a la "normalidad", llegó la hora de comer.

Ese día, fue especialmente incómodo para todos. Si bien antes Bruce hacía de puente de relaciones entre Jack y...básicamente el resto de la familia, a excepción de Alfred que ya había convivido con él lo suficiente; ahora que Bruce estaba retenido en la celda de la batcueva, un silencio incómodo y pesado se aposentó en la mesa.

Solo habían bajado a comer Alfred, Jack y Damian, el resto; Dick, Jason y Tim, estaba demasiado cansados como para ni siquiera comer, y prefirieron hacerlo luego. Total, había que hacer rondas de vigilancia por Bruce, así que ya comerían cuando les tocase.

Alfred carraspeó, intentando suavizar el ambiente, pero dudaba de que siquiera una apisonadora pudiera suavizar aquella tensión que se sentía.

-¿Qué se cuentan el resto de sus compañeros de los Teen Titans, Amo Damian?… -Preguntó amablemente el mayordomo, sonriendo.

-Nada. No me han dicho nada. Fueron informados ayer del incidente de Waller. Mandan sus condolencias por lo de padre. -Habló el joven, sin levantar la mirada del plato.

-...Ya veo. Bueno, dele las gracias de mi parte. -Asintió, mordiéndose el labio.

-Lo haré. -Dijo escuetamente.

-...¿Ha dormido algo? -Preguntó Jack, refiriéndose claramente a Bruce.

-No. Ha estado todo el tiempo mirando hacia la puerta fijamente. Sin moverse. -Damian miró la tableta que había sobre la mesa.

En esta, se veían una serie de cámaras de alta definición que apuntaban distintos ángulos de la celda donde estaba Bruce. Ahora mismo, Bruce estaba tumbado en el suelo, aparentemente dormido.

-...¿Ahora mismo está dormido? -Cuestionó Jack, alzando una ceja mientras miraba la tableta.

-Sí, pero no por decisión propia. -Damian se metió un trozo de pan a la boca, como si nada.

Alfred y Jack lo miraron frunciendo el ceño, entre escépticos y desconfiados.

-¿Qué? No se dormía...y tiene que dormir...He rociado la celda con gas analgésico. Dormirá unas horas. No era muy potente. Lo suficiente. -Desvió la mirada, asintiendo.

-¡Amo Damian! -Le regañó Alfred consternado. -No puede drogar a su padre así porque sí… -

Jack se tapó la cara, suspirando. Aunque en su fuero interno, sabía que Damian tenía razón...Tal vez las prácticas no eran las adecuadas pero…

-El fin justifica los medios, Pennyworth. -Admitió Damian, mirando a Alfred.

-Si los medios son drogar a su propio padre, no, Amo Damian… -Resopló y miró la pantalla. -Más vale que recemos todos...porque como el Señor Wayne se acuerde de todo cuando vuelva en sí...Va a estar más que enfadado. -

-Debería estar enfadado consigo mismo. La próxima vez verás como nos llama cuando necesite ayuda. -Damian se cruza de brazos. -Si no tuviera tantas distracciones, no cometería tantos errores. -

-...¿Qué quiere decir con eso, Amo Damian? -Cuestionó Alfred, alzando una ceja.

Damian dirigió una mirada inquisitiva a Jack, frunciendo el ceño después. Este lo miró y bajó los ojos. Tal vez sí tenía algo de culpa…Alfred frunció el ceño, saliendo en defensa del hombre.

-Perdone, jovencito, pero Jack solo ha ayudado a su padre a ser más feliz y mejorar su vida. -

-Sí, ya lo veo cómo lo ha ayudado. Ahora mismo está encerrado en una celda de contingencia, Alfred. -Le recordó mirándolo.

-Una cosa no tiene que ver con la otra. Así que le pido que retire lo dicho. -Asintió.

-...No lo pienso hacer. Es la verdad. -

Y sin más, se levantó de la mesa y recogió su plato, dejándolo en la encimera.

-La verdad duele. Padre está más desorientado porque tiene que preocuparse de alguien más ahora… -Se paró frente a las escaleras. -Iré a avisar a Tim, para que empiece su ronda de vigilancia. -Subió las escaleras después.

-...No le hagas caso, Jack. Es un crío que no sabe lo que dice. -

Alfred le sonrió amable, posando una mano sobre su brazo. Jack lo miró de reojo, sonriendo levemente también.

-No lo sé, Alfred...Tal vez...tal vez tenga razón. Tal vez Bruce haya acabado así por mi culpa. -Arrugó la cara, replanteándoselo seriamente.

-No digas eso, Jack. Eso no es verdad. -Alfred frunció el ceño. -Ahora más que nunca es cuando Bruce te necesita...Tienes que ser fuerte con él. Si de verdad lo quieres...deberás permanecer a su lado, apoyándolo como hasta ahora nadie lo ha hecho. -Esto último fue duro de admitir para el mayordomo.

Jack lo miró fijamente, procesando sus palabras sin saber qué decir. Sonrió más convencido y asintió. Luego miró la pantalla de la tableta, donde se veía a Bruce dormitar en el suelo de la celda.

-...Sí...Él fue fuerte por mí. Ahora me toca a mí serlo por él. -Meditó Jack.


-Bruce...Tienes que comer. -Volvió a decir Tim, frente a la celda de contención.

-No. -Dijo el multi millonario, sentado en el suelo de la celda y dándoles la espalda, de brazos cruzados. -No pienso comer hasta que me traigáis la caja...o matéis a la liga. Estoy empezando a marearme por la deshidratación, así que más vale que os pongáis las pilas. -Avisó, asintiendo.

-¿Qué?… -Tim abrió los ojos sorprendido por la frialdad de sus palabras. -Pero Bruce...no puedes morir de hambre. Debes comer. -Insistió, frunciendo el ceño.

-...Oye Bruce. -Habló Jack, al lado de Red Robin. No recibió respuesta. -Bruce...hemos hecho una de tus comidas favoritas...Estoy seguro de que la estás oliendo. -Sonrió levemente, acercándose al cristal. -Venga...come un poco. -

Bruce bajó la cabeza, arrugando la cara. Jack tenía razón.

-...Es langosta termidor...Tu favorita… -Siguió diciendo, ladeando la cabeza. -La tienes sobre el escritorio...solo para ti. -

Tim lo miró de reojo, escéptico. Bruce no iba a caer en esos trucos tan…

Bruce se levantó y andó hacia el escritorio, gruñendo como un perro y sentándose, acto seguido cogió los cubiertos y empezó a comer sin siquiera mirarlos.

Tim abrió la boca sin creérselo, luego miró a Jack.

-¿Cómo lo has...cómo…? -Señaló a Bruce, atónito, parpadeando varias veces.

-A Bruce le encanta este plato y lleva muchas horas sin comer. ¿A que está bueno? -Dijo Jack sonriéndole radiante.

-Cállate… -Gruñó Bruce, sin apenas masticar la comida por el hambre que tenía.

Jack se ríe divertido entre dientes, poniéndose de rodillas para mirarlo a la cara.

-Ya verás como dentro de nada estás otra vez aquí fuera…¿Cómo va esa cura, Tim? -Jack alzó una ceja, mirándolo.

-Oh...bueno. -Tim arrugó la cara, mirando el batordenador. -Todavía analiza el veneno o la sustancia de la jeringa así que...no lo sé. -Suspiró, tapándose la cara.

-Mh… -Jack torció la boca, mirando a Bruce de nuevo.

-Creo que voy a llamar a Lucius. Tal vez él pueda ayudarme. -Asintió. -Eso espero al menos… -

-Seguro que sí. Yo me quedaré vigilando a Bruce. Vete tranquilo. -Asintió, moviendo la mano hacia un lado para decirle que se fuera.

-...Está bien...Dick debería bajar en media hora para reemplazarme. Si pasa algo, grita. -Espetó no muy seguro, luego salió de la cueva por las escaleras que subían a la mansión.

Jack miró fijamente a Bruce, entre curioso y...un poco triste. Desde que Bruce estaba en ese estado, casi no le había dirigido la palabra. Solo le había amenazado y gruñido.

-...¿No me dices nada, Bruce? La langosta la he hecho yo. -

Bruce levantó los ojos de su plato unos instantes, mirando al hombre que tenía en frente. Jack pudo ver entonces que Bruce tenía la boca sucia y levemente tintada del rojo de la langosta, estaba comiendo con las manos y como un animal, algo muy impropio del refinado y escueto Bruce Wayne.

Se quedó así, mirándolo en silencio, con cara de póker inexpresiva. A Jack se le revolvió el estómago...le recordaba a las miradas que le brindaba Batman cuando lo encerraba en Arkham. Empezó a invadirle la angustia y la desesperación poco a poco.

Luego Bruce bajó de nuevo la vista para seguir comiendo en silencio. Jack bajó la cabeza, arrugando la cara y mordiéndose el labio. ¿Y si Bruce se quedaba así para siempre? ¿Y si volvía a odiarlo como antes? ¿Y si el monstruo de circo volvía a apoderarse de su mente? Tal vez Damian tenía razón...Tal vez solo era un estorbo para Bruce.

-...¿Me odias, Bruce? -Le preguntó mirándolo, con los ojos brillantes.

Este levantó la cabeza despacio, alzando una ceja para mirarlo. Luego frunció el ceño, en su cara se reflejaba un conflicto de intereses.

-...No te odio. -Dijo al fin. Jack sonrió feliz, apoyando las manos en el cristal. -Te quiero matar...y luego te mutilaré y tiraré tus restos al mar. Para que no te encuentren nunca. Sois todos unos parásitos...que me chupáis la sangre hasta que ya no podéis quitarme nada más. Todos y cada uno de vosotros. -Le empezó a decir sin apenas pestañear. -A cada cual peor...Tú solo eres el último que ha entrado. Pero eso se ha acabado porque ya no pienso seguir tragando… -Sonrió de forma aterradora.

Jack se sentó en el suelo, tragando saliva y reculando levemente, sin creerse lo que oía salir de la boca de Bruce. En ese momento, Dick bajó las escaleras. Frunció el ceño cuando empezó oír a Bruce soltar todas esas sandeces y andó deprisa hacia la celda.

-¡Eh eh eh! ¡Cállate ya! -Le exigió Dick, golpeando el cristal.

-No me da la gana. Entra aquí y cállame si quieres. -Contestó Bruce levantándose y encarándolo.

-¿Para que nos mates?...No gracias. -Se cruzó de brazos. -Dame tu bandeja si has terminado de comer. -

Bruce puso los ojos en blanco y se la entregó sin rechistar, luego se dio media vuelta y volvió a su rincón en el suelo. Dick se giró para mirar a Jack después de coger la bandeja. Suspiró y apoyó una mano en su hombro.

-No le hagas caso...Sigue drogado, no es él quien habla. Bruce nunca nos haría eso. -Le acarició levemente el hombro y subió la bandeja arriba.

Jack se quedó mirando fijamente a Bruce mientras intentaba tranquilizarse y dejar de llorar en silencio. Tal vez Dick hubiera tergiversado el verbo usado aposta. Tal vez el Bruce cuerdo nunca diría eso, pero tal vez llegara a pensarlo.


Notas de autora: Pues...no sé qué decir en este capítulo. Demasiadas cosas. Demasiado rápido. Pero, era justamente eso lo que quería. Quería un choque, algo que hiciera temblar los cimientos de la relación entre la batfamilia y Jack; sin Bruce de por medio. Ver cómo podían congeniar en esta nueva situación.

Antes todo era muy fácil. Bruce estaba allí, cada uno hablaba con él y listo. Pero nunca veíamos a ningún miembro de la familia interactuar con Jack realmente; a excepción de Alfred en algunos que esta es una oportunidad de oro, y quería aprovecharla. También quiero resaltar la ironía de todo esto. Hace unos meses Joker estuvo encerrado en esa celda, y ahora, lo está Batman y Jack debe luchar por él. Me parecía un efecto mariposa precioso e inteligente.

Otro aspecto que quiero resaltar es el carácter y la forma de ser de Superman en este capítulo. Cuando lo escribí acababa de jugarme otra vez Injustice2 y creía que el plan de Waller para controlar a la liga pasaba por controlar totalmente a su integrante más poderoso. Además de que el anillo de kryptonita le daba el poder a Superman para hacer lo que quisiera con Bruce.

Espero que os haya gustado, ¡nos leemos!