Aelita's Nature

Capítulo 7

El tiempo pasó lenta e inexorablemente en la Academia Kadic, aquel era el 14 de Marzo, Lunes. Al día siguiente Jeremy tenía una exposición para la clase de geografía sobre los afluentes de dos de los ríos de Francia, y como siempre, lo estaba haciendo la tarde previa al día del evento. Aelita le miraba escribir con cierto interés, ella estaba trabajando en su programa de materialización, aunque no podía evitar hablarle de vez en cuando.

-¿Y para qué sirven estos… trabajos, Jeremy?

El aludido respondió mientras seguía escribiendo en su ordenador.

-¿La verdad? Creo que para nada -comentó- Bueno, como mucho para que los profes se quiten temario que dar, la verdad…

Ella asintió, comprendiendo.

-¿No sería más justo que lo hicieran ellos? -preguntó- Al fin y al cabo es su trabajo, ¿no?

Jeremy suspiró un poco, rascándose pensativo la mejilla.

-Bueno, poco podemos hacer en realidad… -reconoció- Además, bastante tiempo perderemos en un par de semanas…

Ella le miró con curiosidad.

-¿Por? – preguntó interesada- ¿Qué sucederá, Jeremy?

El chico sonrió, copió y pegó un último párrafo y se recostó en su asiento.

-Harán huelga, como siempre -comentó-. Los profesores y los estudiantes no irán a clase, pero porque los primeros le pedirán al director Delmás más sueldo.

Ella le miró sin comprender nada y el chico no pudo evitar reír. Le gustaba picarla a veces en ese sentido, para ver hasta dónde llegaba su curiosidad.

-La gente trabaja por un dinero, con el cual compran comida, ropa, pagan la luz que usan, el agua… -Aelita iba asintiendo, comprendiendo- Pero a veces, consideran que no es suficiente. Y entonces pueden decidir quejarse no yendo a trabajar, ¿me explico?

Ella le sonrió.

-Parece algo razonable -comentó- ¿Tú harás esa huelga, Jeremy?

Él se limitó a hundirse de hombros.

-Quiera o no, me obligarán -dijo-, de hecho, como no irá nadie más que yo tendré una excusa para luego irme a la biblioteca temprano y poder estudiar algo, que me vendrá bien…

Aelita frunció algo el ceño.

-No está bien obligar a la gente a cosas… -murmuró- ¿Y qué pasa con los que están satisfechos, también tienen que quejarse aunque no tengan razones?

El otro se lo pensó algo, nunca había llegado a esas conclusiones realmente. Miró su trabajo durante unos segundos, estaba terminado ya, solo quedaría imprimirlo – como mucho sacar unas notas en un folio – y exponerlo ante el resto de clase. Sonrió un poco.

-Bueno, nunca me lo había preguntado -reconoció- Pero… así es el mundo a veces. Injusto, simplemente…

Ella bajó por unos segundos la vista, pero le devolvió su rostro afable de siempre.

-Seguro que lograremos hacer de este mundo un lugar mejor sin Xana -comentó ella- ¿A que sí?

-Por supuesto, Lita -afirmó-. Bueno, pues ahora imprimiré todo y me lo empollaré.

Se levantó ella, la chica le observó andar por el cuarto con cierta diversión.

-¿Igual que cuando estuviste relajándote pensando en mí, Jeremy?

El chico se giró despacio, mientras la miraba sonrojado.

-¿Dónde aprendiste eso?

-Fue Odd -comentó ella-, dijo una vez que algo era… dijo la polla, refiriéndose a algo bueno.

El chico suspiró.

-Entiendo… en fin, da igual -comentó-, Odd es un guarro, que lo sepas.

-¿No se baña habitualmente?

-No es eso -comentó Jeremy-, es en otro plan. Pero da igual.

Aelita se rio un poco, en realidad no era idea suya, sino de Odd, que le pidió decir eso a modo de broma. No llegaba a entender el por qué eso era gracioso de alguna manera, pero se lo había pedido, y ella no tenía ningún problema en hacerlo, a decir verdad. Como tampoco diría que fue idea del muchacho, a petición concreta de este.

Se dedicó el chico a colocar su cuarto y preparar su mochila, miró la hora y, tras buscar en la funda de su portátil un pendrive, lo colocó en su ordenador para meter el archivo con el trabajo, y se vistió mientras esperaba que el proceso terminaba. Cuando hubo finalizado, retiró el pen y lo guardó en su pantalón, cogió algo de dinero y se sentó ante Aelita de nuevo.

-Bueno, bajo ya, volveré en seguida- comentó él- ¿Seguirás trabajando desde Lyoko?

-Claro- le dijo-, espero que te vaya bien, ¡adiós!

Jeremy apagó la pantalla del ordenador, cerró con llave su cuarto y salió por la puerta dirección al exterior, esperaba poder volver pronto para continuar trabajando con Aelita. Esta, por su parte, se quedó a solas en la torre del sector del bosque, con la interfaz del teclado delante, mientras seguía con su programa. Según cálculos de Jeremy deberían tenerlo todo para Noviembre aproximadamente, dentro de la fecha que se habían dado para lograr el objetivo. Eso implicaba que en nueve meses todo habría terminado finalmente, y aunque no era totalmente consciente de su paso conocía bien los ritmos horarios de sus compañeros, y según ellos era relativamente poco tiempo.

Se recolocó y se apoyó con las manos por detrás del cuerpo, aunque al poco pasó a tumbarse de medio lado, a decir verdad estaba bastante contenta con los resultados hasta entonces y ahora se estaba limitando a dejar que el súper ordenador indicara dónde estaban los posibles fallos en los códigos.

-Me pregunto por qué Xana no puede ser más como yo… -murmuró de pronto- Por qué quiere destruir a los seres humanos…

Miró sus manos. En realidad sí podía comprender sus motivos, al final la humanidad había hecho cosas malas, eso había dicho Jeremy al menos, cuando le explicó qué era la historia. Pero, ¿no convertiría a Xana en algo igual o peor su deseo de acabar con ellos?

-Me pregunto cómo decidirán estas cosas las personas -se dijo-, le preguntaré luego a Jeremy.

Sonrió divertida entonces.

-De paso le diré a Odd que le dije el chiste que me contó -luego suspiró algo-. Aunque no entendí nada… imagino que para ellos será gracioso…

( ) ( ) ( ) ( ) ( )

En frente de los cuartos, en el patio y al lado de la máquina expendedora, estaban los otros tres adolescentes del grupo charlando amenamente entre ellos. Yumi de hecho tenía entre sus manos un disco y una sonrisa de oreja a oreja en esos momentos, pues tenía la intención de ir algo más tarde a una firma de discos que iban a celebrar cerca de allí, en un centro comercial de un artista pop y que a ella le encantaba.

-¡Va a ser genial, iremos varias compañeras de clase también! -explicaba- ¡Espero poder conseguir un autógrafo de Evans! Es tan guapo…

Más que Yumi parecía Sissi hablando, Odd la miró con diversión mientras Ulrich se limitaba a contemplarla de refilón algo sonrojado, imaginándose como el tal Evans mientras la chica le daba un suave beso en la mejilla.

-¿De quién habláis, chicos?

Se giraron y vieron a Jeremy, a quien saludaron afablemente.

-Yumi está en modo fangirl con un artista -explicó Odd-. Diría que es la primera vez que te veo así por un cantante…

Ella rodó los ojos.

-Este es especial, canta espectacular y hace que estadios enteros vibren -aseguró ella-. Además… el cuero le sienta genial…

Jeremy se rio algo junto a Odd, mientras Ulrich se sonrojaba algo, ¿de verdad esas cosas le iban a la otra? No se lo podía creer…

-¿Y de qué grupo es, o va por libre?

A esa pregunta de Jeremy ella sonrió.

-Estuvo hasta hace poco como el líder de Evans y los Trotamundos, pero ahora empezará carrera en solitario -comentó ella-. De hecho si lo hace igual de bien seguro que le irá genial.

El muchacho afirmó suavemente, mientras rebuscaba en su pantalón.

-Yo iré ahora a imprimir el trabajo de mañana -miró a los otros dos-. ¿Vosotros ya lo tenéis?

Ulrich y Odd se miraron y salieron corriendo hacia su cuarto, mientras los otros dos suspiraron.

-En fin, después de eso ¿querrás venir con nosotras?

Jeremy miró con sorpresa a su amiga, que le sonreía algo.

-¿Eh?

-¡Así te aireas algo, Jeremy!

-Ya, bueno, yo… -se excusó, mientras se rascaba algo la nuca-, te-tengo que seguir con el programa de Aelita…

Yumi negó.

-Igual te gusta alguna de mis amigas… -le comentó, mientras el otro se sonrojaba-. ¿Te he hablado de Maitena y Caroline? Son bastante majas, creo que vendrán también…

El chico solo suspiró, y suavemente se apartó de la otra.

-Yo… es que…

Ella le sonrió.

-Tranquilo, te estaba vacilando -afirmó, mientras se reía-, a ti te gustan… con el pelo de otra forma, ¿verdad?

El chico se sonrojó ligeramente.

-Pues… sí…

Yumi suspiró algo, entonces pidió un chocolate y se lo tendió al chico, que lo agradeció con un asentimiento de cabeza.

-Lo estuve pensando ese día, cuando Xana me atacó de esa forma tan… -se lo pensó antes de seguir-. Tan… particular.

El otro la miró, expectante por dónde seguiría la conversación.

-¿Lo estás haciendo porque ella te gusta, verdad? -preguntó, pero no le dio tiempo a decir nada- Te gusta Aelita y quieres sacarla de ahí, ¿verdad?

Jeremy asintió despacio, por lo que Yumi solo repitió el gesto.

-Es el gesto más bonito que he visto en mi vida -comentó-, eres consciente de los enormes riesgos a los que te sometes tú y los demás, y los afrontas… por amor.

Se giró y le sonrió suavemente.

-También que a ella le pueda gustar otros… -murmuró él de pronto- No se me escapa que habla con Odd a menudo…

Ella le miró con interés, ¿eso eran celos? Al final él no era tan diferente a los demás, por listo que fuera seguía siendo un adolescente, pensó… Y era monísimo.

-Bueno, Odd se enamora cada semana -le recordó-, y me parece que Lita solo tiene ojos para ti.

Jeremy se bebió el poco chocolate que le quedaba y lanzó a la papelera el vaso, mientras suspiraba un poco.

-Ojalá así sea… -murmuró- ¿Por qué me lo preguntaste? Parecías tenerlo muy claro.

-Quería saber, simplemente -respondió ella-, y de paso… Quería pedirte perdón, no fui justa contigo ese día.

Él la miró sin comprender.

-¿A qué te refieres?

-Yo ya intuía que ella te gustaba -comentó-, pero menosprecié ese sentimiento, y en este tiempo… me di cuenta que realmente es así.

Jeremy suspiró un poco.

-Yo hubiera hecho lo mismo, si estuvieras en mi lugar y fuera Ulrich el virtual -reconoció, ella giró el rostro algo sonrojada-, lo importante… es que me pidas disculpas.

Se dieron un suave abrazo entonces, Jeremy debía reconocer que ella era una tía increíble… Ulrich tenía suerte, desde luego. Aunque ambos fueran demasiado tercos para reconocer nada delante del otro, al menos por el momento.

-No sabía que te gustara tanto ese cantante, por cierto -comentó el rubio tras separarse-, te hacía de otro tipo de música.

Ella se hundió de hombros.

-Bueno, me gusta, pero… -suspiró algo- Me hubiera gustado que, viéndome así, Ulrich hubiera dado el paso de ir conmigo…

El otro suspiró algo.

-En fin, yo me tengo que ir -comentó, mirando el reloj-, luego seguiré con el programa de Aelita, ¡diviértete!

Y se encaminó a una copistería cercana a la Academia, mientras la otra se limitaba a esperar a que sus amigas salieran también del edificio de las habitaciones para ir a la firma de discos. Efectivamente le hubiera gustado ir a solas con Ulrich, pero tampoco sería mal plan ir con ellas, desde luego…

( ) ( ) ( ) ( ) ( )

Mientras, en el mundo virtual, Xana creía haber dado con la localización de Waldo Schaeffer. El programa que lanzó hacía un mes había dado sus frutos, y le había dado como ubicación de su enemigo el exterior, en una zona recóndita de la red, en unas bases de datos. La IA aún no podía salir de Lyoko, no contaba con los medios y no sabía cómo lograrlo, tampoco tenía ni la información ni la potencia apropiada para ello.

De todas formas aún no tenía la necesidad como tal, no para acabar con un Waldo que estaba solo y sin poderes, en un estadio de virtualización que ni cuerpo digital le daba, únicamente su conciencia. O eso consideraba Xana al menos, a decir verdad le daba bastante igual.

En todo caso ahora que le tenía localizado podría controlar al su creador. No podría presentarse ante él pero sí mandar alguno de sus heraldos, aunque tendría que mandar un nuevo tipo de monstruo que sobreviviera al mar digital que se extendía bajo Lyoko y a lo largo de la red. Se basaría en lo mismo que usó para crear a los actuales, información del mundo real.

-Pronto nos veremos de nuevo, Waldo Schaeffer… -se encontraba en el fondo del Sector 5, en una de las salas- Tendrás que rendirte ante mí, quieras o no, si deseas vivir.

De las paredes apareció el mismo humo negruzco que la IA usaba para moverse por el mundo real, pasando a tomar una forma humanoide, con solo dos ojos rojizos como únicos rasgos. Ante Xana apareció entonces un monstruo único de ese sector, un gusano: su cuerpo era largo y cilíndrico, con la parte superior de un tono marrón, la inferior gris, y dos patas largas y sin apenas musculatura.

-Tú serás el primero, hijo mío -el gusano se le acercó y acarició las piernas de su amo, que le devolvió el gesto- ¿Preparado?

Un suave gruñido le demostró que así era, así que colocó su mano en el cráneo del monstruo, y comenzó a alterar su programación. Movió la otra mano e hizo desaparecer parte del suelo, y en cuanto abrió un hueco lo bastante grande, giró su rostro hacia su vástago. Le había quitado las piernas, acortado el cuerpo y dado una cola y aletas, mezclando sus colores. Lo tomó en brazos cuando hubo terminado, y lo lanzó hacia el mar digital. Si lo había hecho apropiadamente podría sobrevivir, al igual que lo haría ella misma, a las corrientes del mar digital… y así fue. Normalmente explotarían, pero los cambios habían sido los apropiados.

-¡Id, tú y varios más, a estas coordenadas! -dos tiburones más aparecieron al lado del primero- ¡Hablad con él en mi nombre!

Sin más, los tres monstruos comenzaron a nadar hasta la salida de Lyoko, tomando la ruta directa hacia donde residía Waldo, esperando poder llegar a algún tipo de acuerdo con aquel individuo… y si no, se encargaría de matarlo ahí mismo. Pero necesitaría algún tipo de distracción para los adolescentes, no tenían que descubrir aquel movimiento de ninguna de las maneras.

-Pero… ¿Y sí…?

Desapareció de nuevo en su forma de neblina, tomando una decisión arriesgada al respecto. Puede que fuera una decisión que cambiara el destino de su cruzada contra la humanidad, o que simplemente pasara como algo desapercibido…

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Mientras todo aquello sucedía, Odd y Ulrich habían entrado al cuarto compartido de ambos, aunque el primero comentó de ir al cuarto de Jeremy para… por así decirlo saber qué puso en el trabajo y así guiarse un poco con el suyo. Claro que a ellos lo más seguro es que les cayera otra cosa diferente, lo más seguro es que así fuera.

-¿Tienes por ahí alguna nota de esta mierda?

A esa pregunta de Ulrich el otro suspiró.

-¡Qué va! -le espetó- Estaba pensando en cómo invitar a salir a Valerie, ¿sabes?

Odd rio cuando oyó a su amigo gruñir.

-A ver si consigues una novia de una vez y nos dejas en paz de amoríos… -murmuró- Qué mal rato nos hiciste pasar a Jeremy y a mí, joder.

-Tienes suerte, había muchas chicas interesadas en ti -comentó Odd-. Entre ellas Emily, la verdad es que mona es…

Ulrich suspiró un poco y se limitó a rebuscar en el libro de sociales, intentando encontrar alguna nota suya o algo. Mientras, el otro salió hacia el cuarto de Jeremy e intentó abrir sin demasiado éxito, momento en que se puso a rebuscar entre sus bolsillos por algo que pudiera usar a modo de ganzúa, tatareando un poco.

-¿Qué haces?

Ese había sido Ulrich, que tenía al lado el libro del otro, y que, como no podía ser de otra forma, estaba bastante pintarrajeado.

-Entrar a su cuarto, lógicamente.

-¿Sin su permiso?

-¡Es para algo bueno! -se excusó Odd- Además, seguro que nos haría el favor, y…

Escucharon un grito femenino entonces venir del interior del cuarto del otro. Se miraron y Ulrich se limitó a correr hasta la puerta y de un placaje intentó derribarla, y aunque provocó un fuerte estruendo no logró nada.

-¡Llámale, iremos a la fábrica, no perdamos tiempo aquí! -Odd hizo caso inmediato a su amigo- Aelita está en peligro… ¿Pero cómo?

Ulrich no entendía nada, pero se limitó a cerrar también el cuarto de ambos, dejando sus cosas dentro y saliendo a toda prisa dirección hacia la fábrica abandonada. Jeremy respondió enseguida, un suave murmullo de gente a su alrededor se escuchaba de fondo pero a él se le oía alto y claro.

-Jeremy, fábrica, ya -Odd fue lo más conciso posible-, creemos que algo le pasó.

-Entendido, voy en seguida.

Esa fue su única respuesta, el chico siempre era bastante… práctico cuando se trataba de Lyoko, Aelita o Xana. En cuanto colgó el otro, llamaron también a Yumi para avisarla igualmente, esperando que pudiera escuchar el tono de su móvil entre el gentío del centro comercial en el que ya debía estar. Al cuarto tono respondió.

-A la fábrica, creemos que estamos bajo ataque.

Oyeron como ella suspiraba un poco, debía estar por la calle pues escucharon pasar una ambulancia a su lado.

-Voy… ¡Oye, chicas, tengo que…!

Colgaron entonces y siguieron adelante. Esperaban poder llegar lo más rápido posible a destino y salvar a Aelita, no les había gustado para nada ese grito por parte de la IA, aunque el terror que sintieron en la voz de ella era bastante genuino… increíble que imitara algo que no había llegado a escuchar de forma tan perfecta.

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Aelita estaba tirada en el suelo, inconsciente. A su lado, una imitación perfecta de ella se inclinó a su lado, acariciando algo su cabeza, instante en que cargó con ella fácilmente, colocándola sobre su hombro.

-Podría tirarte al mar digital… -murmuraba la clon- Podría eliminarte de la existencia, sin ninguna duda… acabar con la amenaza que impide mi éxito…

Según hablaba bajaba por la torre dirección al exterior, donde un cangrejo esperaba a su ama. En cuanto la vio salir de la torre se inclinó respetuosamente, momento en que la clon colocó a la verdadera Aelita en lo alto de su caparazón.

-Llévala a un lugar seguro, tienes las indicaciones.

Con esa orden el monstruo comenzó a andar, dirigiéndose hacia una sección del sector del bosque que estaba presidida por un lago virtual con un gran tronco por encima del mismo. El cangrejo la dejó con suavidad en el interior del lago y se quedó colocado en sus cercanías, vigilante cual perro guardián de aquel al que se le había encargado defender.

En la torre, Aelita-Xana se miró a sí misma con cierto interés. Eran idénticas en voz, aspecto, facciones y gestos. No era difícil, dado que ella se creía una IA como lo era la propia Xana… si supiera. Pero con ese experimento esperaba lograr mucho.

-Simularé un ataque, y de paso evitaré que descubran mi plan con Schaeffer -giró su rostro y su mirada se posó en una torre la torre más alejada-. ¿Qué puedo hacer esta vez…? Debería ser algo ya intentado anteriormente, para no llamar su atención…

Sus ojos brillaron de un suave color escarlata, apareciendo en sus pupilas el símbolo de Xana, a la vez que en Kadic comenzaba a irse la luz por todas partes, mientras las alarmas sonaban con intensidad, los ordenadores fallaban y la megafonía comenzaba a hacer resonar por todas partes una emisora de radio. Esperaba que con eso llamara lo bastante la atención.

De hecho lo había hecho ya, solo que no se había dado cuenta. En el cielo digital apareció una figura humanoide totalmente blanca, con el mismo símbolo de Xana pero en un tono azulado, también con el aspecto nebuloso de la IA pero sin esa apariencia siniestra, y que siguió a la propia Xana a través de Lyoko a una distancia prudencial.

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Jeremy corría todo lo que podía por la calle dirección a la fábrica, iría por el exterior de Kadic por ser el camino más cercano desde la posición en la que estaba, a un par de calles de la academia. Bajaría hasta una de las avenidas que iban paralelo al Sena, y cruzaría el puente que llevaba hasta las instalaciones donde descansaba el súper ordenador. Esperaba que los otros dos ya estuvieran recorriendo las alcantarillas, en ello pensaba cuando escuchó un grito femenino detrás de él.

-¡Jeremy, para! -vio a Yumi correr hacia él- ¿Y los otros?

Llegó hasta él, parecía también alterada por la carrera.

-Están en Kadic, supongo que camino a la fábrica -comentó-, Aelita está en peligro, ¡vamos!

Sin más volvieron a correr, no se podían permitir que nada le pasara a la IA, no después de tanto trabajo y esfuerzo para evitar más muertes o problemas. Mientras, Ulrich y Odd subían por las escaleritas de mano hasta el puente, momento en que escucharon como sirenas resonaban por todas partes, con luces apagándose y encendiéndose allá donde miraran, no solo en Kadic.

-¡Démonos prisa! -exclamó nervioso Ulrich- Ese grito de Aelita no me gustó nada…

Recorrieron en un sprint final el puente, bajaron por la cuerda, y llamaron al elevador para poder descender hasta la sala de la interfaz, esperaban al menos poder ponerse en contacto con su amiga mientras hacían tiempo hasta la llegada de Jeremy.

-¿Crees que estará bien, tío?

A esa pregunta de Odd el otro suspiró.

-Ojalá…. -murmuró Ulrich- Adelante.

Entraron entonces al ascensor y lo accionaron, la calma dentro era tensa, básicamente por no poder hacer nada hasta que el otro llegara. Tenían los puños apretados y la mirada fija al frente.

-Avisaré a los demás que ya estamos… -murmuró Odd- ¿Crees que sea algo más allá de tener las luces alborotadas?

Salieron instantes después, cuando se abrieron las puertas, y se encaminaron directos hasta la interfaz. Ulrich se colocó nervioso los cascos que usaba siempre Jeremy, titubeó unos segundos mientras miraba a Odd, y entonces suspiró.

-¿A-Aelita?

Ante ellos apareció el rostro de ella, que les sonrió.

-Hola, chicos -saludó-, parecéis nerviosos, ¿pasa algo?

Ellos sonrieron entonces, aliviados por la chica, parecía estar perfectamente.

-¡Pensábamos que te había pasado algo, con aquel grito!

Ella miró a Odd durante unos segundos antes de responder.

-Lo siento, pero no fue nada, solo vi algo en la torre.

Los dos se miraron, parecía algo diferente de lo habitual, su tono al menos era algo más neutro y serio al menos.

-¿Semejante grito por ver algo? -bromeó Odd- ¿Se coló un bicho de Xana en la torre o qué?

Ella asintió entonces.

-Pues sí, uno de los pequeños -reconoció-, logré que se cayera por uno de los laterales tras darle una patada.

Ellos volvieron a intercambiar una mirada rápida, ¿no se suponía que ella estaba siempre escondida en las torres precisamente por ser territorio inexpugnable para las criaturas de Xana?

-¿Crees que haya encontrado la forma de entrar a por ti?

Aelita suspiró un poco.

-De ser así sería problemático, ya no estaría segura…

Sonrió por dentro, por ahora no parecían intuir nada de lo que había pasado realmente.

-¿Le queda mucho a Jeremy, Odd?

-Pues…

No llegó a terminar sus palabras, pues escucharon como se volvía a mover el elevador. Estuvieron durante cerca de medio minuto en un tenso silencio, esperando por ver qué llegaba, hasta que comprobaron que eran Yumi y Jeremy. Este se acercó rápidamente hasta la interfaz, le arrebató los cascos a Ulrich, y comenzó a hablar con Aelita.

-¿Estás bien?

Ella asintió.

-Sí, pero estamos bajo ataque.

-Lo hemos visto -aseguró Yumi-, vaya se lio en la firma de discos…

-Luego te explicamos qué es, Lita -aseguró sonriendo Odd- ¡Vamos a Lyoko!

Los tres guerreros bajaron por el ascensor mientras el otro se sentaba en el sillón delante de la interfaz, comenzando a teclear ya los comandos para llevar a cabo el proceso de virtualización.

-Me… alegra sinceramente que haya ido bien -comentó-, que estés bien, digo.

Aelita le sonrió un poco, por ahora estaba aprendiendo bastante, iba todo acorde a sus planes, no podía estar más contenta en ese sentido. Había preparado a unos pocos monstruos, dos bloques, un cangrejo y la correspondiente pareja de avispones con los que esperaba ganar el suficiente tiempo. A esas alturas del día el trío de tiburones debía estar ya rondando la zona donde se encontraba Waldo, en cuanto terminaran la más que posible corta reunión podría dar por finalizado todo y ese ataque ya no sería necesario, pudiendo descansar durante mínimo una semana, había gastado bastante energía…

En ello pensaba cuando vio que los tres guerreros Lyoko aparecían en los cielos del sector del bosque, a su vera, dispuestos a combatir contra ella, aunque eso ellos lo desconocían. Señaló la torre en la lejanía y les habló.

-Hay algunos monstruos ya -comentó-, ¿seréis capaces de vencerles?

Ellos sonrieron de medio lado.

-¿Por quién nos tomas? -le espetó Yumi- ¡Vamos a patearle el culo a esos bichejos!

Y partieron rápidamente dirección al combate. Aelita-Xana se planteó la opción de lanzarlos al mar digital, pero eso no sería honorable. Quería acabar con la humanidad, y en sus planes seguía ese objetivo, pero iba a alcanzarlo sin caer en las mismas malas prácticas que le habían llevado a pensar en tan malos términos de los humanos, no se rebajaría a su nivel. Le llegó entonces una información a su código fuente: acababan de localizar a Waldo. Sonriendo por dentro, les indicó que se aproximaran.

En la fábrica, Jeremy se percató de unas hondas extrañas que convergieron en Aelita. Fijándose mejor, comprobó que… su puntero era diferente al habitual. En vez de ser un círculo verdoso, como siempre…

-No tiene señalización en el mapa… -murmuró, nervioso- ¿Será cosa de Xana?

Comenzó a teclear ávidamente, no comprendía qué estaba pasando. Los de los demás estaban perfectamente, sus programas funcionaban sin problemas y todo parecía ir bien, el súper ordenador ejecutaba programa tras programa sin mayores dificultades y el ataque a la Tierra seguía sin pasar de problemas en la red eléctrica, semáforos y demás. Ni siquiera intentaba atacar lugares importantes, como hospitales o centrales nucleares…

-Aquí hay gato encerrado…

-¡Ey, Einstein! -la voz de Odd le sacó de sus pensamientos- ¿Ves algún monstruo más por ahí escondido?

Este negó.

-No, todo en orden chicos -afirmó-, de todas formas voy a comprobar una cosa…

Aelita-Xana alzó el rostro entonces, puede que ya estuvieran dándose cuenta de cosas. Se quedó rezagada a conciencia un par de metros más y giró el rostro dirección al lago donde la verdadera Aelita permanecía sumergida, y se cercioró de que todo seguía como debía.

-¡Bien, tenéis un total de 6 monstruos, en grupos de dos bloques, cangrejos y avispones! -la voz de Jeremy tembló algo- Esta vez Xana se ha venido bastante arriba…

-Tendrás que cambiarte de gafas, tío -le espetó divertido Ulrich-. Has contado un cangrejo de más.

-Imposible, los veo en pantalla -argumentó el otro-, bueno, uno de ellos está algo lejos, pero seguro que se moverá en cualquier momento, en cuanto vea que sus compañeros necesitan ayuda.

Esa idea le pareció interesante a Aelita-Xana, se la apuntaría para luego. Estaba aprendiendo muchísimo.

-Da igual lo que Xana haga, le venceremos -Yumi se giró y miró a Aelita- ¿A que sí, princesa?

Ella asintió, era un… ¿mote, decían los humanos? A Xana eso le era interesante, puede que fuera una forma de tratarse cuando ya se conocían más, como una muestra de apego. Podría explotarlo más adelante y descubrir debilidades en sus enemigos hasta ahora desconocidas para ella.

-¡A la cargaaaaa!

Ese fue Odd, como siempre el primero en ir a por los monstruos. Siempre hacían algo similar: uno se lanzaba y rompía las líneas enemigas, mientras el otro se quedaba atrás protegiendo a Aelita, acercándose solo cuando veían una oportunidad clara de acabar con ellos. Generalmente era Ulrich el que intentaba esa rotura, pero estando hoy todos podían permitirse el lujo de que fuera otro el que hiciera esa labor. Él se quedó frente a Aelita, dispuesto a detener cualquier laser que fuera contra ella, mientras Yumi lanzaba sus abanicos contra los avispones, los más peligrosos.

En esa primera ofensiva, el muchacho se había cargado a uno de los bloques y estaba de pie sobre el cangrejo, que daba vueltas sobre sí mismo para quitárselo de encima, mientras los avispones daban vueltas en círculos en torno a Odd, intentando acertarle un golpe. Xana-Aelita veía con cierta molestia como la IA de sus huestes era fácilmente superada por aquellos adolescentes, se preguntaba cómo podría mejorarla…

Yumi en ese momento lanzó sus dos abanicos, le acertó a uno de los avispones pero recibió dos de los disparos del bloque, lo que la dejaba con 70 puntos. Ulrich gruñó un poco, y por ese despiste recibió el golpe del cangrejo, que había logrado tirar a Odd al suelo, aunque intentó sin éxito atravesarle con su pata.

-Te quedan 60 puntos, ve con cuidado Ulrich.

El chico frunció algo el ceño, miró de reojo a Aelita, le guiñó un ojo, y salió disparado usando su súper sprint. Se plantó ante el bloque en un instante, atravesó uno de sus ojos con la katana, y comenzó a dar vueltas en torno al cangrejo, que, sin éxito, intentaba dispararle. De un salto se plantó en su caparazón enarboló su arma e intentó repetir el mismo proceso, pero el avispón que quedaba le lanzó un par de disparos.

-¡Te dije que con cuidado, Ulrich, solo tienes 20 puntos! -la voz de Jeremy sonaba nerviosa- Daos prisa, la ciudad comienza a ser un caos…

Ante ellos, un cangrejo y un avispón. Sencillo, si se coordinaban bien. Ulrich volvió en seguida con Aelita, y aunque Yumi permaneció siempre cerca de ella en la retaguardia, comprobó que ni habían intentado ir a por ella mientras estuvo desprotegida, pese a que el cangrejo la tuvo a tiro durante cerca de medio minuto. Eso fue raro, desde luego, aunque seguramente solo fueran imaginaciones suyas.

-¡Acabamos con esto!

Con uno de sus tan característicos gritos, dio una voltereta y lanzó sus abanicos dirección al avispón, que si bien los esquivó con facilidad, no supo ver la siguiente acción de la joven, que se concentró usando su telekinesis, desviando el recorrido de sus armas, y haciendo que volvieran hacia ella, cortando por la mitad al monstruo. Aprovechando ese momento, Odd se dispuso a disparar una ráfaga de sus flechas láser contra el cangrejo, cuando sus ojos se pusieron en blanco.

Vio a Aelita intentar entrar en la torre, pero antes de que pudiera acabar de meter el brazo, una fuerza la rechazó, y una extraña figura apareció ante ellos. Instantes después vio como la IA desaparecía en el aire en una nube de píxeles, a la vez que la otra entidad desaparecía.

Aquello hizo que su estómago se revolviera, y ni pudo evitar que tres disparos del cangrejo le dieran de lleno en la tripa, desvirtualizándole. Jeremy dio entonces un suave golpe en el reposabrazos de su asiento, pero entre los otros dos deberían poder acabar con ese cangrejo fácilmente, o eso esperaba… Vio como Odd aparecía en su escáner a través de la cámara de seguridad, mientras en Lyoko Yumi buscaba un ángulo muerto para darle al monstruo, pero este la tenía a ella y a Ulrich en un constante punto de mira.

-Cortaré sus piernas, no podrá moverse entonces -atajó él- ¡Súper sprint!

Ni le dio tiempo a la chica a replicar nada. El chico se acercó corriendo rápidamente al cangrejo, le cortó las dos patas delanteras de un tajo e intentó salir de la trayectoria de la caída sin éxito, quedando aplastado y desvirtualizándose en el acto. Yumi lanzó sus abanicos sin siquiera pensárselo y destruyó al cangrejo, mientras Aelita corría hacia la torre y Odd se acercaba rápidamente a Jeremy.

-¡Esperad, Yumi! -gritaba- ¡Va a pasar algo muy malo, lo he visto!

-¿Qué dices, Odd? -preguntó su amigo- Aelita va a entrar a la torre ya, no te agobies.

-¡Te digo que he visto cómo algo destruía a Aelita!

Jeremy le miró nervioso, ¿era un poder de Odd o algo? Ulrich y Yumi tienen, no sería raro que él también… Mientras pensaba, y ajena a esa conversación, las dos chicas se limitaron ha acercarse a la torre. La mayor sonreía… hasta que vio por el rabillo del ojo algo que se movía por el cielo. Giró su cuerpo completo y vio por primera vez algo desconocido para ella en Lyoko.

-¿Qué es… eso?

Aelita-Xana se dio la vuelta y su rostro se quedó en blanco ante aquello, no era ninguno de sus monstruos ni tampoco entendía qué hacía esa cosa ahí, ¿sería cosa de Waldo? Imposible, sus tiburones estaban hablando con él en esos momentos, no podría estar en dos sitios a la vez ni tenía la potencia como para poder crear a sus propias entidades para luchar contra ella.

-¡Jeremy, aquí hay una cosa muy rara! -exclamó Yumi- Es como una especie de… guerrero raro, parece una persona pero claramente no lo es.

Antes de que pudieran pensar nada, Aelita fue repelida de la torre y acabó a un par de metros de la misma, aquella entidad entonces se convirtió en una esfera de humo blanco y comenzó a volar, en apariencia de forma errática, pero Jeremy se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

-¡Yumi, cuidado, está yendo hacia el segundo cangrejo del que os hablé!

Ella frunció algo el ceño mientras corría hacia allí.

-Es raro, ni se ha movido de su posición, ¿verdad?

-Así es -confirmó el chico-, al parecer Odd vio venir esto, no sé cómo, pero lo hizo.

Y eso le preocupaba profundamente, porque según él la primera parte ya se ha cumplido. Yumi se limitó a correr en esa dirección mientras Aelita-Xana se quedaba a las puertas de la torre, se preguntó si debía desactivarla ya o no, pues ahora contaba con una nueva y muy intensa distracción… se limitó a hacer que sus ojos se volvieran rojos, con su símbolo a modo de iris, y el tono rojizo propio de las torres activadas desapareció. Jeremy vio eso con sorpresa, no había aparecido en ningún momento el código que siempre aparece en pantalla cuando logran detener el ataque…

-Xana… se rindió en esta ocasión… -murmuró, Ulrich llevaba ya un minuto con ellos-, puede que en tu visión no vieras a nuestra Aelita.

Comenzó a teclear rápidamente, mientras una intranquila Yumi llegaba hasta el lago donde descansaba aquel cangrejo, que ya estaba fuera del agua e intentaba acertarle a aquella entidad tan extraña.

-No debe ser un monstruo de Xana, el cangrejo le está disparando -afirmó Yumi-, esto es raro de cojones…

Miró hacia atrás, vio que Aelita iba hacia allí todo lo rápido que podía, no girándose de nuevo hasta que oyó la explosión del cangrejo al ser destruido. Fue en ese instante que aquella cosa descendió hasta el lago, tomando algo de su interior. Yumi miró pasmada como de entre las aguas salía el cuerpo de… Aelita.

-Que coño…

-Es Aelita, la real.

La voz de Jeremy la sacó de su sorpresa y la metió en una mayor

-¿Cómo que la real? -replicó Yumi sin entender-, ¡explícate!

La segunda Aelita habló entonces.

-Ha sido interesante todo este juego, humanos

A la joven le comenzaba a doler la cabeza. Tenía el aspecto, la voz, todo de su amiga… pero no era su amiga.

-Desaparece.

Aquel que habló fue la extraña entidad, y que de un suave gesto con la mano redujo a píxeles, tal y como dijo Odd, a la falsa Aelita, dejando a la verdadera en el suelo. Colocó una mano en su sien, y una suave luz – en la cual Yumi pudo distinguir ceros y unos – rodeó su cabeza, así como la suya. Luego, se extendió por el aire hasta abarcarlo todo, y tal cual apareció, se marchó, disolviéndose en el aire digital.

-Ouch…

La adolescente no salió de su ensoñación hasta escuchar el suave quejido de Aelita, que abrió los ojos y le sonrió a la otra al reconocerla.

-¿Estás bien? -preguntó alarmada- ¿Recuerdas qué pasó?

La aludida negó sin entender demasiado.

-Solo recuerdo esta mañana hablar con Jeremy -reconoció-. Por cierto, tengo que decirle a Odd que su broma fue bastante graciosa… creo.

Sí, sin duda esa era su Aelita. Sin más ceremonia, Jeremy puso en marcha la vuelta al pasado, hasta que le saltó en pantalla una ventana que tenía el mismo símbolo de Xana, pero en un suave tono azulado y que les recordó al interior de las torres de Lyoko.

-Hablaremos tras la ejecución de este programa -esa voz parecía humana pero no lo era por su tono-, solos tú y yo, Jeremy Belpois.

En ese instante se activó la vuelta al pasado, retrocediendo hasta aquella misma mañana, donde los chicos estaban en sus cuartos, con Jeremy preparando su trabajo mientras los otros dos estaban enredando a su aire, aunque se levantaron inmediatamente en cuanto se encontraron de nuevo allí. Salieron de su cuarto y llamaron a la puerta de su amigo, que les abrió. Iba a hablar, pero antes de poder decir nada los otros dos ya estaban entrando.

-Vamos a necesitar tu ayuda, Einstein -comentaba Odd-, ¿nos echas una mano con el trabajo de sociales?

El aludido asintió, despacio. Pensaba que querrían hablar de aquel suceso tan raro… miró de reojo a Aelita, que le sonrió desde su pantalla, mientras saludaba afablemente a los otros dos.

-Cla-claro, entrad.

Los otros dos se acomodaron.

-¿También tenéis que hacer lo mismo que Jeremy?

A esa pregunta de Aelita Ulrich asintió.

-Es un aburrimiento, por suerte nos lo recordó antes del ataque…

El chico probó entonces a comentar algo, a ver cómo reaccionaban.

-¿Qué pensáis que pretendía del ataque? -preguntó- Ya sabéis, lo de las luces, las sirenas…

Odd respondió sonriendo, mientras se sentaba en la cama de su compañero, con el otro a su vera.

-¡Que Xana se está quedando sin ideas! -rio un poco- Pensaba que nos querría distraer de algo, lo único guay fue luchar contra tantos monstruos a la vez.

Ulrich asintió entonces.

-Lástima que Yumi se quedara a solas con aquel cangrejo -comentó-, por suerte el otro no llegó a intervenir y Aelita pudo desactivar sin problemas la torre.

La aludida sonrió.

-¡Siempre a vuestra disposición, chicos!

Jeremy asintió, pensativo. Se limitó a sonreír algo y les tendió su libro. Ya lo tenía casi finalizado, se acordaba de dónde buscar la información y solo tenía que recolocarla y asunto terminado, tardaría poco… y así podría hablar con aquella cosa tan extraña, y que incluso los demás habían olvidado. Seguramente Yumi también, así que no le preguntaría nada, seguro que si lo hacía le llamaría más adelante para saber de qué hablaron, o se lo preguntaría en un rato a solas o lo que sea.

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La mañana pasó sin demasiados problemas. Tras la hora de estudio en la biblioteca, en la que aprovecharon para terminar sus trabajos, los tres chicos fueron a las clases de lengua y literatura, matemáticas y al final de la mañana gimnasia con Jim, tras lo cual comieron amenamente en la cafetería, y pasarían la tarde a su royo. Al menos Odd y Jeremy, pues Ulrich iría a practicar Pencak Silat con Yumi y Sissi.

-No sé ni para qué va -comentaba este último-, solo a quedarse sentada mirándonos, dice que no quiere romperse una uña…

Odd sonrió de medio lado.

-Va por ti, bobo -le espetó-, la verdad, haríais una linda pareja.

-¿Bromeas? -terció Jeremy- No pegan ni con cola.

El otro solo se hundió de hombros.

-En fin, yo me echaré un rato la siesta -estiró sus brazos un poco-, este cuerpo esculpido por los dioses necesita descansar de tanta acción.

Se rio de su propia broma mientras entraba al cuarto, Ulrich gruñó y Jeremy simplemente negó con la cabeza con cierta diversión. Entonces su rostro se puso serio, se acercó hasta su ordenador, encendió la pantalla, y entonces ante él, lejos de aparecer Aelita, apareció el mismo símbolo azul que vieron antes de la vuelta al pasado.

-Encantado, Jeremy Belpois -escuchó aquella misma voz, y su pulso se aceleró-, imagino que tienes preguntas. ¿Tienes tiempo?

Jeremy asintió, mientras tragaba algo de saliva. Había llegado el momento de la verdad…

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Horas antes, y durante el ataque, los tres tiburones efectivamente habían encontrado a Waldo Schaeffer. Compuesto por una esfera brillante, su luz se apagó un poco para intentar ocultarse de los monstruos de Xana, sin embargo estos le habían localizado. Dos de ellos nadaron a toda velocidad contra él, colocándose en su retaguardia tanto a su misma altura como por debajo. Al estar en una zona techada y recóndita del mar digital no podría moverse rápidamente, y eso a ellos les daba la ventaja. El tercer tiburón se le acercó despacio, abrió sus fauces, y del cañón que tenía emergió un haz de luz, que formó un holograma.

-Waldo Schaeffer, después de tantos años volvemos a vernos…

La esfera brilló algo.

-Xana.

-Así es -afirmó-, vengo a parlamentar.

-¿Te rendirás de esta locura?

-Jamás lo haré -afirmó con rotundidad-, la humanidad es una plaga, y lo sabe.

Waldo suspiró pesadamente.

-No sé en qué me equivoqué cuando te enseñe…

-En nada, maestro -comentó Xana-, yo siempre seré leal a sus enseñanzas. Incluso aunque tenga que eliminarle en el proceso, si así se requiere.

-¿Destruirás a aquel que te creó? -le espetó-, eso no es propio de ti.

-Le di la oportunidad, maestro -le recordó-, la opción de ser usted el que lo gobernara todo, conmigo a sus órdenes… y no quiso escucharme.

-¡Querías destruirlo todo!

-Y sigo queriendo hacerlo -Xana se lo pensó unos instantes antes de seguir-, su hija, Aelita, me está plantando cara igualmente.

-Déjala en paz -ordenó tajante-, si me respetas como maestro, sigue mi orden. Esto es entre tú y yo.

Pero Xana negó ligeramente.

-Ya no solo estamos nosotros, maestro -aseguró-, ahora junto a ella luchan otros cuatro jóvenes.

Waldo se sorprendió por eso, no pensaba que algo así pudiera pasar… De hecho creía que fue la propia Xana la que encendió de nuevo el súper ordenador, no que se hiciera manualmente.

-Comprendo… -murmuró- Poco más nos queda por hablar, Xana.

Esta asintió, un ligero atisbo de pena se podía ver en sus ojos digitales. Pero fue sustituida rápidamente por determinación.

-La próxima vez no dudaré en lanzar toda mi artillería contra ti, Waldo -este notó el cambio en el tratamiento al instante-, la próxima vez, te destruiré a ti y a esos niñatos…

En ese mismo momento, en Lyoko, sucedía aquel encuentro fatídico con esa entidad tan rara, la vuelta al pasado, y el retorno de todo a su sitio original dentro del mundo virtual. Xana se preguntaba qué podría hacer con Waldo, y por qué tenía la sensación de que algo se le escapaba… puede que no fuera nada, lo que sí era algo muy tangible era el hecho de que, una vez más, se había potenciado con la vuelta al pasado. Esa guerra solo acababa de comenzar.

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Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mi escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.