Aelita's Nature

Capítulo 15

Aria estaba tan o más nerviosa que Jeremy, colocada sobre el otro, mientras la respiración y el pulso se le aceleraba, y sin embargo, ahí estaban, uno mirando a los ojos del otro, con él intentando no mirarle el pecho a ella, que sentía las piernas del otro agitarse bajo sus muslos. Se le acercó despacio y posó sus labios en los de su pareja, y que se limitó a acariciar sus piernas, abriendo levemente la boca y jugando con la de ella, que se estremeció suavemente.

-Y-yo no…

-¿No, qué? -preguntó, divertida- No me puedes decir que no estás disfrutando esto…

El otro se sonrojó un poco, sería mentir, sentía un agradable calor en su entrepierna con ella así colocada, fue a más cuando se retiró las gafas, para hacer lo mismo con las de él. Le volvió a besar, sin demasiado talento, moviendo los labios como podían y sin tino alguno, pero disfrutando.

-No quiero… mejor dicho, no me veo capaz de…

-Ni yo… -murmuro ella, nerviosa- No soy de esas, no te preocupes.

-Lo siento…

Ella suspiró un poco, y acarició despacio el pecho del otro, mientras pensaba algo. Él se sentía mal porque ella hubiera entendido lo que no correspondía, sin embargo, antes de que pudiera decir nada, ella se colocó de tal forma que sus pies quedaran cerca de las manos de él, quedando, pues, algo alejada del otro. Se retiró los calcetines y movió algo los dedos ante la mirada nerviosa del otro, que no sabía muy bien qué pensar.

-Me duelen algo los pies, y… me daba cosa pedirle a otro, y bueno… -ella se sonrojó algo- ¿Te importaría darme un masaje en ellos?

El otro la miró con cierta sorpresa. Tenía pies pequeños, cuidados y con un olor agradable, tenía las uñas sorprendentemente pintadas de rojo así que se había preparado, notaba que los puntos donde ella apoyaba estaban algo oscurecidos, así que, con cuidado hizo círculos en esas partes con los pulgares. Ella cerró suavemente los ojos en ese momento, acompasando su respiración y apoyándose en la cama del otro, apareciendo con el pasar de los segundos una sonrisa. Jeremy notaba las fibras de ella, algo tensas efectivamente, así que intentó hacerlo de forma agradable, mientras acariciaba un poco los dedos de ella con los suyos. Empezaba con el pie izquierdo, pasando, dos o tres minutos más tarde y procediendo de la misma forma, con el derecho, mientras ella no podía evitar mostrar la satisfacción en su rostro.

-Te gustan estas cosas, entiendo… -murmuró, al notar aquello- Y en un sentido… sexual, imagino, ¿acierto?

Ella asintió, era algo de lo que nadie podría sospechar y que a ella la excitaba a unos niveles poco comprensibles para alguien que no tuviera sus mismos gustos. El sólo hecho de sentir las manos del otro tocarla hizo que se estremeciera por dentro, y aunque tenía ganas de más, no era el momento. Estaba segura que Aelita, al otro lado de la pantalla, habría escuchado todo, pero no se arrepentía.

-Sé que soy rara, pero… gracias por esto.

Jeremy se sonrojó un poco.

-Ya sabes quién me gusta a mi…

Ella sólo asintió, retiró los pies y gateó hasta él, mirándole a los ojos.

-Pero ella no está aquí, Einstein -le dijo, con un suave murmullo-. Yo sí… pero sé esperar también, ¿no crees?

Se volvieron a dar un suave beso, y ella le abrazó con cierto cariño. Jeremy al menos era honesto con ella y no la pretendía engañar, eso lo valoraba. Aria tenía claro los sentimientos de él para con Aelita, aunque era claro que también gustaba de ella.

-Siento si… no beso todo lo bien que toca.

Ella le sonrió, no pudo evitar notar la suave erección bajo sus pantalones, pero no se veía capaz de acariciar ahí. Tampoco es que tuviera prisa con ello, pero con lo sucedido esa noche seguro se había ganado un hueco algo mayor en el corazón del rubio. Acarició con cuidado el pecho de él, y se pensó si llevar una mano de él a sus pechos, pero este se adelantó llevándolas a sus laterales. Desde luego era un caballero, pensó sonriendo, y entonces apoyó su frente en la del otro.

-Tengo que irme a descansar… y puede que a desfogarme.

Ambos se rieron un poco con esa broma, estaba claro que tendrían que hacerlo tras aquel encuentro, así que ella se puso de nuevo los calcetines y zapatillas, quitó el pestillo de la puerta, y salió a hurtadillas, esperando no ser vista por nadie. No era especialmente tarde, así que aún podía encontrarse con gente, pero en el momento es que estuviera en la zona de escaleras estaría a salvo, por así decirlo. Jeremy, en su cuarto, cerró de nuevo con llave y procedió a acercarse hasta la cama, se sentó en la misma y comenzó a preguntarse cosas.

Estaba acalorado, sentía su erección ese momento, y se disponía a llevarse las manos ahí abajo cuando escuchó la voz de Aelita, que no había hablado en ese rato. Avergonzado, se acercó hasta su silla, y tras colocarse los cascos, habló.

-¿Os lo habéis pasado bien?

Notaba… ¿celos? En la voz de ella, sin embargo, su rostro no lo denotaba. Jeremy se rascó la cabeza en ese momento.

-Ya se ha ido, hemos hablado un poco, es todo.

Aelita asintió, en realidad no había escuchado cosas raras, sólo algo relativo a pies como lo más llamativo, y cómo eso al parecer excitaba a Aria a esos niveles. Investigaría sobre eso, a ver qué encontraba. Procedió a sonreírle amablemente, así que él pareció relajar su semblante, limitándose entonces a charlar como siempre hacían, con una distancia mínima pero a la vez infinita entre ellos. Y, como solía hacer, investigaba a la vez que charlaba con él sobre aquello había pasado entre los otros dos con los pies.

Sabía que los seres humanos tenían un especial gusto por las relaciones sexuales, y ella quería disfrutar de las mismas cuando pudiera, y especialmente con uno de sus compañeros, pero había muchos misterios aún en torno a las mismas… Sabia la teoría más básica, pero desconocía lo que sentiría, o cómo se debía hacer, por dónde empezar, y cuando buscaba tutoriales, eran demasiado inconsistentes. No le gustaban especialmente, aunque puede que eso viniera por ser una IA. Cuando llegara a la Tierra, esperaba, podría sentir todas esas sensaciones, y muchas más.

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En la mañana de aquel Viernes, Xana se movía por su mundillo particular en Lyoko a toda velocidad, recorriendo los pasillos en forma de una voluta de humo chisporroteante, con diversos monstruos acompañando y escoltando a la IA en todo momento y llegando eventualmente hasta una amplia sala. Todo el sector era de paredes, techo y suelo azules, no había Sol ni nubes ni mar digital bajo las amplias plataformas, sólo datos. Ahí vivía Xana, en el Sector 5, un mundo a su entera disposición y fuera del alcance de sus enemigos, y que así siguiera durante mucho tiempo, pues era el centro neurálgico y fuente de datos de Lyoko.

Waldo no había vuelto a actuar contra sus planes, pero tampoco se había querido acercar para tomar su posición como señor absoluto del mundo digital y, eventualmente, del mundo real. Debía intentarlo, al menos, y ahora pondría en marcha su plan. En primer lugar, atacaría el mundo real como siempre hacía, pero ese sólo era la primera parte, sabía cómo. Se rodeó de una suave luz rojiza, iluminando sus ojos también, y una intensa onda se dirigió por el mundo virtual hasta una de las torres del bosque, una ubicada tras un largo sendero que tenía una parte con un puente formado por varios troncos gruesos. Rápidamente pasó de su suave tono azulado de siempre al intenso rojo de Xana, ganando así una gran energía.

Rodeada por esa fuerza eléctrica, se dirigió hacia la parte superior de la sala donde estaba, volando hasta la parte exterior tras abrir un camino estrecho y corto, impactando eventualmente en la cúpula del sector y saliendo al mundo real. Del superordenador salió un suave chispazo, recorrió los cables y entró a la red eléctrica general aprovechando las cercanas líneas de cable y fibra, su puente para atacar el mundo. Si esos adolescentes supieran aquel enorme punto débil no dudarían en aislarla, era evidente que lo desconocían o habrían hecho algo ya.

Pero si algo caracterizaba a Xana era su capacidad de planificación, y por eso, ya lo tenía todo pensado. Para alertar a los muchachos dirigió su electricidad a unas maquinas de obra: varias bulldozer se volvieron locas según recibieron las ondas de energía de la IA, haciendo que los obreros que las pilotaban salieran corriendo según vieron que los mandos se descontrolaban, haciendo que bajaran y subieran las palas de forma descontrolada, con las luces encendiéndose y apagándose arrítmicamente, incluso las bocinas resonaban sin parar.

Lógicamente eso llamó la atención de todos, aquella obra estaba cerca de un colegio e incluso una parte se desarrollaba en su interior, por eso tendrían que ir con especial cuidado, eran las 10 de la mañana y los chavales estarían en clase así que en inicio no habría mayor problema, pero bastaba un descuido para que hubiera alguna desgracia. Y mientras todo aquello se desarrollaba ante la impactada vista de los jefes de obra, incapaces de detener aquello; en el edificio de habitaciones de Kadic, en la planta de los chicos, Jeremy tecleaba tranquilamente en su ordenador cuando escuchó que llamaban a la puerta.

-¿Sí?

Por precaución guardó lo que llevaba de progreso y se limitó a dejar lo que estaba haciendo en segundo plano, mientras se dirigía a la salida se encontró con que Odd entraba, bolsa de patatas fritas en mano y un disquete en la otra, con su habitual sonrisa de no haber roto un plato en su vida. Jeremy enarcó una ceja con diversión.

-Necesito tu ordenador cinco minutitos de nada tío…

-¿Para? -preguntó, invitándole a entrar- Puedes usarlo mientras no toquetees ningún programa, ya sabes…

Este asintió, sonriendo un poco.

-¡Mi buen Jeremy, hoy, Viernes 16 de Septiembre, serás testigo de cómo Odd el magnifico graba su magna obra para los Subsonics!

Movió los brazos con tanto ahínco que algunas de las patatas salieron volando por los aires, cayendo varias en el teclado del otro. Este puso mala cara, y mientras las intentaba retirar puso a prueba sin querer el programa de materialización de Aelita… apareciendo una cruz verde en lugar de roja. Se quedó blanco como la pared, y Odd, nervioso por si la había liado hasta el fondo, dio varios pasos atrás hasta que recibió el fuerte abrazo del otro.

-¡Eres un puto genio, Odd!

-Gra-gracias, pero no sé qué he hecho…

Jeremy se separó segundos más tarde, temblaba algo y tenía los ojos llorosos, sin embargo, carraspeó un poco.

-Tenemos el programa de materialización listo, por fin…

Odd abrió grande los ojos, y antes de que pudiera decir nada su compañero ya estaba sacando el móvil del bolsillo para llamar a los demás, instante en que llegó Jim por allí.

-Belpois, Della Robbia, estamos haciendo un pequeño simulacro de incendio -tenía un semblante serio-, vais a tener que salir por la puerta de emergencias trasera, ¿de acuerdo?

Su voz no daba lugar a dudas, antes de que pudieran replicar nada fue a los demás cuartos, uno por uno, a dar exactamente el mismo mensaje. Era temprano por la mañana y algunos aún se estaban preparando para ir a las clases, era raro desde luego, pero no tenían razón alguna para no obedecer, así que se limitaron a salir de allí.

Según salieron a la zona de escaleras aceleraron el ritmo, ya que harían ese simulacro, y como tardaría una buena temporada, aprovecharían para ir hasta la fábrica a poner en marcha todo, con suerte esa noche tendrían ahí a Aelita… Si Dios existía les había ido a visitar, ¿cómo, con unas pocas letras, el programa había sido completado? Si Jeremy había hecho bien las cuentas aún quedaban muchas líneas por hacer, pero claramente se había equivocado. Puede que realmente todo fuera mucho más sencillo y el problema estaba en líneas previas, que se podían simplificar de alguna manera, o, simplemente, había sido un golpe de suerte increíble.

-¿Lo tendrías todo listo para su llegada?

Jeremy suspiró, habían bajado todas las escaleras mientras asimilaban la idea, y el primero en hablar había sido su amigo.

-A lo largo de la tarde podré tener todo listo, por suerte siendo a inicios de curso será fácil incorporarla a clases más sencillamente que avanzado el curso, habrá que hacer muchos documentos de todo tipo, pero… -una sonrisa apareció en su rostro- Todo terminará pronto, estoy seguro…

Odd sonrió por esas palabras, estaba bastante contento por ello. Fue entonces que escucharon las bocinas de maquinas grandes resonar con fuerza, aunque algo opacado por las paredes del edificio. Se miraron con cierta sorpresa, los demás compañeros también se giraron con cierto nerviosismo, así que ellos dos supieron en ese momento que aquello tenía toda la pinta de ser un ataque de Xana.

-Llama a los otros tres, les daremos la noticia mientras venimos, aunque antes tendremos que desactivar la torre -murmuró Jeremy, comenzando a correr-, alguien tendrá que quedarse atrás para intentar poner orden por aquí y ver qué pasa.

Odd asintió, vieron a Aria por allí mientras se le acercaban, ella estaba hablando con un par de amigas entre risas cuando vio llegar a los otros dos. Ella se sonrojó al ver allí a Jeremy, se colocó las gafas y el pelo, sonriendo suavemente e incluso abrazando al otro. Odd vio aquello con una ceja alzada, algo se olía pero aquello era más que evidente. Aria se cortó de darle un beso en los labios al otro, pero sí colocó sus labios en la mejilla de Jeremy, que se sonrojó profusamente.

-Te-tenemos dos noticias, una buena y otra mala -alcanzó a decir este entonces, algo más calmado-. La mala es que hay un ataque de Xana, la buena… esta noche podríamos tener a Aelita en la Tierra ya.

Aria parpadeó un poco, bajó la vista unos segundos y asintió, suspiró y miró a los otros dos.

-¿Vamos, pues? -preguntó- Por cierto, ¿de qué va el ataque?

La pregunta se respondió según escucharon aparecer uno de los bulldozer por allí, resonando con fuerza, así que Aria tomó la mano de Jeremy, saliendo corriendo hacia el bosque, mientras Odd hacía lo mismo pero hacia los enormes aparatos, siguiendo la dirección contraria de los demás compañeros, y que se habían dispersado para poder esquivar el peligro. Se encontró que sobre uno de los mismos ya se había encaramado Ulrich, y Yumi también corría ya hacia allí a toda prisa.

-¡Chicos! ¡¿Qué hacemos?!

Al estar ella más cerca de uno de los bulldozer pudo saltar a su interior, moviendo las palancas como una loca y toqueteando los botones como podía, el aparato de hecho se removía y daba bandazos.

-¡Ve a Lyoko, Yumi! -gritó Ulrich- ¡Nos podemos encargar Odd y yo!

Ella gruñó un poco, incluso quitando las llaves se seguían moviendo, procuró cambiar su rumbo con el volante, aunque sin demasiado éxito.

-Aelita está sola con Aria, pero aquí necesitamos varios…

Con aquel gesto de ella pudo desviar al bulldozer, que chocó con el de Ulrich, permitiendo que ella, junto al rubio, salieran corriendo hacia el súper ordenador, dejando a solas al otro, que se veía capaz de controlar la situación por su cuenta. Los otros dos corrieron por el bosque todo lo que podían mientras, de fondo, escuchaban cómo las maquinas luchaban por separarse. Pensando en ello, habiendo uno dentro de uno de los aparatos era perfectamente posible que intentara matar a este, rompiendo en el proceso a la mitad de sus medios, aunque preferían no entrar en esas ideas. Por otro lado… usar máquinas de obra no era la forma más eficaz de atacar, ¿y si estaba ganando tiempo, o buscando que fueran a Lyoko de algún modo?

Habían caído de lleno, no podían dejar que siguiera adelante con sus planes fueran los que fueran, si había víctimas mortales jamás se lo perdonarían, aunque se sintieron aliviados al ver que no atacaban a personas no relacionadas con el mundo digital. Mientras, Aria y Jeremy habían llegado ya hasta la fábrica, yendo ella directa a los escáneres, sentándose él en el sillón delante de la pantalla principal. Se colocó los cascos y comenzó a hablar mientras tecleaba rápidamente.

-Aelita, ¿estás ahí?

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Tras la charla con Jeremy, ella se había dedicado a andar cual fiera encerrada a lo largo de la base de la torre mientras este dormía. Se sentía extrañamente molesta por lo que había sucedido entre ellos dos, pero no tenía sentido, no era algo lógico o que tuviera sentido, de hecho era una reacción demasiado humana para su gusto. Puede que pasar tanto rato con humanos la había vuelto así, le recordaba en cierto grado a lo que había visto suceder entre Yumi y Ulrich. Sabía que salir de la torre era algo peligroso pero necesitaba caminar algo, correr, poder pensar un poco y no estar encerrada ahí dentro… así que se decidió a salir. No se cansaba así que podía recorrer grandes distancias sin detenerse en ningún momento, y gracias a conocer bien su hogar sabía dónde estaba la zona segura más cercana, así que se dirigió hacia allí a toda prisa, sin siquiera pensar, sólo quería correr, sentir moverse su cuerpo y dejar la mente en blanco.

Esperaba que Xana ni se diera cuenta, pero iba a necesitar un buen rato para llegar a algún tipo de calma interna para poder meditar un poco. Por alguna razón eso pasaba en su mente y deseaba llegar a la calma que normalmente sentía. De hecho, en esos momentos se estaba comportando como una humana, y tuvo un fuerte déjà vu, como si le hubiera pasado antes. Pensaba en ello según entraba en esa otra torre, y, queriendo poder recorrer más distancia, se lanzó por uno de los laterales de la plataforma dirección al sector del hielo. De hecho, según a dónde se quisiera viajar era hacia donde acababas yendo, así que, según se posó en la planta baja de nuevo, salió corriendo y se encontró en una enorme plataforma de hielo.

Aún se acordaba de la vez que nadó en uno de los lagos, fue esa una buena idea, la verdad, y en esa ocasión se decidió a recorrer las galerías de un glaciar hasta subir a su cima, donde otra torre esperaba. Sentía que comenzaba a relajarse con aquello, pero seguía molesta con aquello que había pasado, cabreada con ellos dos. Saltaba entre los cascotes de hielo con agilidad, circulando a lo largo de las galerías internas, cierto que iba más despacio, pero tener que salvar las dificultades del terreno la obligaba a no pensar. Y eventualmente, salto tras salto, llegó hasta la parte superior del gran glaciar, desde donde se podían ver una amplia extensión de masas de hielo y agua, un hermoso paisaje etéreo sin vida más allá de ella, si no se contaba a Xana, claro.

Se sentó en el borde, pensativa, preguntándose qué llevaba a Xana a actuar como lo hacía. ¿Qué era Xana, por qué quería matarla? ¿Qué ganaba con ello, quién la había creado? Y ella, ¿cuál era su origen? ¿Y su destino? Había leído en sus ratos libres que los seres humanos se habían hecho preguntas similares, otras muchas más de temas más mundanos, pero muchas más así de elevadas… y en miles de años de conocimiento sólo se habían dedicado a debatir sobre esas cuestiones. Ella dudaba poder lograr nada por mucho que lo meditara internamente, pero necesitaba esas respuestas, aunque estaba segura que muchas más aparecerían tras dar un sentido a las previas. Y aunque había aprendido mucho en esos meses, se sentía aún más inocente e ignorante que nunca.

-No me siento lista para llegar al mundo humano… -murmuró- De hecho no me siento preparada ni para esta misión… Jeremy, eres especial para mi, pero, no sé si soy digna de todo esto que haces por mi… puede que… sólo deba desaparecer, así, no tenéis que poner en riesgo vuestras vidas…

Según dijo eso frunció el ceño, había desaparecido esa idea de su mente según la expresaba mentalmente, sentía un suave pinchazo en su nuca. ¿Qué le pasaba? ¿Estaría afectada por un virus? Lo dudaba, aquel ordenador estaba protegido de cualquier cosa, lo único que podía atacarla era Xana o una de sus armas, y de tener una, estaba convencida que Jeremy ya la había descubierto. Suspiró, mientras movía las piernas pensativa, le gustaría poder hablar con él o con alguno de sus amigos… mejor con los otros, con él no sabía si quería charlar en esos momentos, se sentía mal con él. Y con Aria… tal vez menos, necesitaba a Yumi en esos momentos. No era como que la otra no había sido de mucha ayuda, tanto para luchar como para hablar sobre muchos temas apasionantes que a ambas le gustaban.

-Debería… volver a la torre, si Xana me ve así de vulnerable podría atacarme, pero, por otro lado… -suspiró algo- No me apetece entrar, quiero hablar, sentir, quiero… ser humana, aunque no me siento segura y me da… vértigo, eso dice Yumi, puede… puede que eso sea.

Se miró las manos. Era tan igual y a la vez tan diferentes a todos ellos que le daba miedo. Odd había dicho en una ocasión que eran como Tarzan y Jane, pero al revés. Los otros rieron por la comparativa, mientras Jeremy se había sonrojado y Aria, que estaba presente ya, también giró suavemente el rostro. Sentía muchas cosas en aquel momento, alzó la vita hacia el horizonte, pensando en muchas cosas y en nada a la vez, cuestionándose muchas cosas. En todo momento era observada desde lo alto por Belona, que podía notar las fluctuaciones en su interior. Al menos se las podía imaginar, aunque no las entendiera, pues era algo ajeno a su ser.

Sabiendo que esa vez no saltaría por haberle retirado previamente la idea cuando lo intentó antes – o eso esperaba, ya que al ser humana nunca se sabía con ellos – por eso se acabó retirando antes de cerciorarse que volvía hasta el interior, quedando ella justo donde estaba. Minutos más tarde, en los que se limitó a mirar hacia abajo y entreteniéndose con las vistas sin más, ella se levantó, se estiró algo y volvió hasta la torre.

En su interior se sentó de nuevo, más tranquila ya, aquel paseo por el mundo virtual y por sus pensamientos había durado cerca de una hora, comprobó tras ver la hora. Aún le quedaban varias más de soledad hasta que, por la mañana, volvieran los demás para poder hablar. Se preguntaba cómo era el sueño… Cómo se sentiría era una de esas dudas que hacían que tuviera ganas de ir al mundo humano.

Y, con el paso de los días y sin haber llegado a expresar esos sentimientos que estaba notando llegó a la mañana del Viernes, meditaba sentada en la base de una de las torres, en el exterior de la misma, cuando abrió los ojos al sentir un suave temblor recorrer el sector y ella suspiró un poco, levantándose. Vio las señales del ataque de Xana retumbar por el suelo, así que lo comenzó a seguir algo nerviosa, deseando que los demás se dieran cuenta rápidamente, esa vez yendo a todo lo que sus piernas se podían mover, creyendo saber dónde estaba la torre activada.

No tardó demasiado en llegar hasta donde se elevaba la torre, ya teñida de rojo y escoltada por un grupo de cangrejos y cubos, contó rápidamente diez monstruos en total, así que ella se limitó a quedarse escondida tras un giro de los caminos que recorrían el sector, esperando a que los demás llegaran cuanto antes. Observó que, a medio camino, había una apertura en el trayecto, un agujero sólo protegido por un par de troncos y que podría ser aprovechado por ellos… o por el enemigo.

Una eternidad desde su punto de vista más tarde, sonrió al escuchar la voz de Jeremy por todos lados, e instantes después de llegar ese sonido, vio que Aria ya volaba por el bosque, aunque tuvo que darse la vuelta al ver semejante grupo de enemigos ante ella, aterrizado a su vera. No era el mejor momento entre ellas, pero tenían que trabajar en equipo.

-¿Cómo estás Aelita?

Esta la saludó con un gesto.

-Bien, aunque hay demasiados monstruos, me daba miedo avanzar sola…

-Yo te protegeré, Lita -afirmó ella-, vamos…

La tomó de la mano, llevarla volando por debajo de la plataforma y dejarla al lado de la torre podría ser muy peligroso, los monstruos podrían fácilmente acribillarla y destruirla en pocos segundos, no se la podían jugar de semejante manera. Tendrían que hacerse una base desde las que poder avanzar e ir recorriendo terreno, por eso, Aelita creó varias paredes hechas con el mismo material que formaba al bosque. Las había colocado por los lados del camino, una a la izquierda y otra a la derecha por intervalos y al menos en la primera mitad, levantó un total de cuatro muros.

El canto de ella duró unos veinte segundos, de pie, con los ojos cerrados y una mano hacia el frente. Su voz era dulce y melodiosa, pensó Aria, estando en la Tierra estaba segura que su piel se habría erizado. Cuando hubo terminado, avanzaron hacia la más cercana en todo momento observadas desde lo alto por Jeremy, aún con los cascos puestos y observando la pantalla, no había informado a ninguna de las dos sobre el incidente de la mañana, pero le gustaría poder darle la sorpresa a Aelita en cuanto desactivara la torre y dieran la vuelta al pasado. Pensando en ello escuchó moverse el montacargas de la fábrica, así que revisó las cámaras de seguridad y sonrió al ver llegar a Yumi con Odd.

-Chicos, hay que darse prisa para desactivar la torre, no sé en que consiste el ataque pero…

Llegaron los otros dos entonces, y ella intervino.

-Está usando unas bulldozer que había cerca de la academia, no parece peligroso, pero no sé si quiero jugármela.

-Pues bajad a los escáneres, os preparo la virtualización.

Instantes después los dos llegaron a Lyoko, aparecieron en el punto más cercano a la torre donde podían estar, la zona de influencia de Xana era bastante amplia si se tenía en cuenta la superficie que se podía recorrer. Aelita muchas veces había pensado en crear más territorio, pero tomaba mucha energía para poder hacerlo, de hecho cuando elevó las cuatro paredes se cansó un poco, de haber generado plataformas enteras… no quería pensarlo realmente. Cuando aterrizaron Yumi y Odd, corrieron hacia donde estaban las otras dos y se colocaron a su vera.

-Muy bien chicas, hay que avanzar, Lita, ¿podrías crear una roca o algo?

Esta suspiró, Yumi comprendió en el acto cual era la idea, esperaban que el mismo truco funcionara una segunda vez. Aria, entonces y para poder darles algún tipo de ventaja, extendió sus alas y se lanzó por uno de los lados, volando por los cielos del sector, llevando los brazos hacia su cuerpo y buscando en su cinturón su espada. No tenía los poderes telequinéticos de su compañera pero sí tenía buena puntería, y con sus alas podía lanzar plumas de acero hacia sus enemigos, creando una pequeña llovizna de letales puñales que volaban directos hacia el ojo de Xana de cada monstruo, pero los monstruos de Xana cada vez se defendían mejor.

La distracción de ella, que se lanzó contra el enemigo espada en mano, duró más bien poco. Pudo saltar sobre la espalda de dos de los cinco cangrejos, a los que destruyó, pero apenas pudo esquivar todos los láseres de los otros ocho esbirros de Xana, teniendo que lanzarse de la plataforma con sus alas extendida, pero apenas le quedaban treinta puntos de vida.

-Lo has hecho bien, Aria, ahora los demás podrán avanzar mejor -ella sonrió por la felicitación de Jeremy-, quédate detrás de ellos por si acaso y que no te den, ¿vale?

Ella, sin embargo, estaba algo nerviosa, sentía que algo malo iba a pasar. Recorrió la parte inferior de la plataforma y se elevó tras pasar por un lateral, y cuando se disponía a aterrizar, fue derribada por uno de los láseres de los cangrejos que quedaban, siendo así desvirtualizada por no haber caído en la parte protegida por el escudo que habían generado los otros tres.

Aelita había creado un muro móvil y que Yumi movía con sus poderes telequinéticos, siendo Odd el que, como la última vez, servía como lanza del grupo. Pero esa vez las cosas fueron diferentes, pues sólo dispararon los bloques: los cangrejos avanzaron hacia ellos, obligando al chico a tener que enfrentarlos y saltar sobre sus espaldas, con un nervioso Jeremy y que les iba dando instrucciones según podía, avisando de los avances y retrocesos del enemigo, llegando Aria a su lado tras ser desvirtualizada.

-Lo siento… -murmuró ella, suspirando- La he cagado.

-No te preocupes, si todo va bien hoy será el último ataque de Xana.

Ella le miró con sorpresa y se giró a observar la pantalla, podía ver los puntos que simbolizaban a cada compañero y a los diversos monstruos de Xana, la batalla se desarrollaba complicada, pues aunque Odd logró derrotar a los dos cangrejos que se lanzaron contra ellos, cuando avanzaron los bloques y el último de los otros tuvo que saltar hacia atrás para poder protegerse, justo cuando Yumi tuvo que hacer el descanso para poder seguir adelante. Aelita puso cara nerviosa, empujando a la otra hacia ella para protegerla ante la lluvia de láseres, escucharon el grito ahogado de Odd y fue desvirtualizado en ese instante, Jeremy golpeó el posa brazos poniendo mala cara, se ponía complicada la cosa…

-Id a sustituir a Ulrich y que él venga, daos prisa -pidió él-, tenemos que llevar a Aelita a la torre cuanto antes.

Aquello lo escucharon tanto ella como Odd, que llegó en ese momento, saliendo corriendo hacia el montacargas. En Lyoko, y sabiendo que aquel truco ya de poco serviría, Yumi elevó de nuevo la protección, y la lanzó hacia adelante con toda la fuerza de la que disponía, llevándose por delante a los monstruos presentes, sobreviviendo tres cubos que aún estaban en la plataforma donde se elevaba la torre.

La chica cayó desplomada al suelo, Aelita no sabía demasiado bien qué hacer pero decidió acabar entonces con la parte de Lyoko justo debajo de ellos, y, en un último acto de poder, se concentró para deshacer el terreno bajo los pies de los bloques, que cayeron al mar digital sin mayores problemas.

-¡Rápido Aelita, date prisa y desactiva la torre!

Con esa orden de Jeremy esta comenzó a correr, sin darse cuenta que en el mundo digital aparecía una esfera negruzca desde el mar digital, voló tan veloz que a Jeremy ni le dio tiempo a avisar de nada: Yumi se dio cuenta tarde que era placada por aquel extraño objeto, con tal fuerza que fue llevada hasta el otro lado de la plataforma… cayendo hacia el mar digital. Aunque el rubio se dio cuenta de ello era tarde, eventualmente el rastro digital de ella se perdió, justo cuando Aelita entraba a la torre, que ni escuchó el chillido que pegó la otra al impactar contra el mar digital, no así el potente haz de luz que se alzó y la explosión… pero tenía una misión que cumplir, así que se internó en la torre, dispuesta a desactivarla y con una extraña sensación en el pecho que no era capaz de describir, era como si… hubiera perdido algo muy importante para ella, de hecho así había pasado. Caer al mar digital era algo cuyas consecuencias desconocían, sólo esperaba que la otra llegara a la Tierra mientras ella desactivaba la torre, escribiendo el código con la palma de su mano cuando apareció la pantalla para ello.

No le dio tiempo a parpadear, un instante más tarde se encontró de nuevo sentada en el mismo sitio y en la misma posición que antes del ataque, pero en cuanto pudo se levantó cual resorte y corrió al interior de la cercana torre, donde se colocó frente a la pantalla y comenzó a mover los archivos, sin saber qué buscar o dónde encontrarlo, sólo quería ver los documentos, nerviosa. No se dio cuenta de la voz de Jeremy hasta que este la llamó por tercera voz, este notó que, de estar en la Tierra, ella estaría llorando.

-Yumi… ¡Dime que está con vosotros, por favor!

-Precisamente… quería saber si estaba contigo -la voz de él estaba quebrada también-, Aelita, yo… tenía ya preparado el programa de materialización, pero…

-¿Pero?

Si se tenía que sacrificar por ella lo haría, al final Yumi tenía una vida en la Tierra, ella no, no sería justo que alguien… no quería pensar en la idea de morir, pero parecía ser así. En la habitación de Jeremy los ánimos no estaban mejores, Ulrich no dejaba de moverse como si fuera una fiera, con mala cara y los ojos llorosos, Odd se había sentado en la cama de él y Aria se había quedado a su vera, abrazándole por detrás, también un semblante triste y afligido. Jeremy, en ese sentido y pese a que le doliera, lo tenía claro: había que salvar a su hermana mayor, para él ya lo era.

-Lo siento, Lita, yo… -suspiró, ahogando el llanto- No sé si se podrá usar una segunda vez, en teoría debería poder aplicarse varias veces y ser útil, pero no lo sé…

-Hazlo, ella es una humana yo sólo una IA -suspiró-, tiene una vida que vivir, no… tengo problemas con esperar un poco más.

Sabiendo que esa sería su respuesta, y con una mezcla de orgullo, rabia y desesperación en el corazón, Jeremy puso el programa en marcha. Los segundos que tardó el súper ordenador se le hicieron eternos, hasta que en la pantalla apareció el símbolo de error. Jeremy frunció el ceño, lo volvió a escribir y pulsó la tecla de entrada, pero volvió a pasar lo mismo. Los demás escucharon eso, Aria lloraba en el hombro de él cuando los dos chicos llegaron hasta él, con cara nerviosa.

-No entiendo qué pasa…

-Arréglalo -murmuró Ulrich, con voz ronca-. Hazlo o yo mismo te lanzo al mar digital, Jeremy…

Este suspiró, se levantó y tomó un mochila.

-Voy de inmediato al súper ordenador, por favor, cubridme con Jim y traedme una hamburguesa o algo a la hora de comer, me voy a encerrar ahí dentro -no e atrevió a mirar a Ulrich a la cara pero sí a su pecho-. Juro que la traeré de vuelta… aunque tarde semanas…

El aludido aguantó el llanto. Sabía que estaba siendo injusto con su amigo, pero no podía evitarlo. Todos tenían parte de culpa pero no estaba dispuesto a reconocer que, aunque Jeremy era el líder, todos eran en cierto grado artífices de lo sucedido. Él por no ir, los otros por no haber sabido luchar lo bastante bien, Aelita por no saber defenderse… pateó el suelo con rabia, no le gustaba pensar así y comenzó a llorar, sintiéndose impotente y saliendo a toda prisa, sin siquiera mirar por dónde iba.

-Voy con él, Einstein… sé que podrás salvarla… confío en ti.

Odd abrazó a su amigo, también dolido por lo sucedido, pero entendiendo que el otro ya tendría bastante mierda encima como para que los demás le echaran más aún. Aria le acompañó en todo momento, tomando suavemente su mano en ese momento y saliendo de allí a toda prisa, si ni él, el más listo de todos, entendía qué pasaba es que debía ser algo serio. Se sentía fatal, ella podría haberla salvado si aún hubiera estado en Lyoko, volando para atraparla… intentaba recordar qué había aparecido en pantalla, pero no era capaz de reconocer el identificador, y si Jeremy lo sabía no había llegado a explicar qué era. ¿Y si era un nuevo y peligroso monstruo de Xana?

-Aria… gracias por acompañarme…

Ella le miró, estaban bajando a toda prisa por las escaleras sin siquiera detenerse, era temprano aún y dudaban encontrarse con nadie en el trayecto hasta la fábrica, pues realmente no habría un simulacro de incendio, era sólo una excusa para sacarles de las instalaciones, y ahora que no había razones para ello no pasaría.

-Es lo que cualquiera haría…

No volvieron a mediar palabra en todo el trayecto, yendo a buen ritmo hacia la fábrica abandonada hasta llegar primero a las cuerdas que les permitían descender, y luego entrando al montacargas. Ahí fue que ella se atrevió a acercarse, mientras esperaban, tomando la otra mano de él, volviendo a besar sus labios con delicadeza. De los ojos de ambos salieron unas pequeñas lágrimas, Jeremy tembló un poco pero se recompuso.

-L-lo siento… -murmuró ella- No es el mejor momento, lo sé, pero…

Antes de que ella pudiera seguir, el otro la detuvo, con el corazón algo acelerado.

-Amo a Aelita, pero… también siento por ti -murmuró-. Sólo pido… tiempo para saber qué quiero, aunque, por ahora… bueno, supongo que podemos conocernos más.

Ella le miró, no llegó a responder pues subieron al montacargas entonces. Ella le apretó las manos, aguantando las ganas de seguir emocionándose, y según bajaron él fue directo hacia el teclado y la pantalla, ante las que se sentó, con Aria a su vera. Este comenzó a teclear a toda velocidad, intentando desde ahí poner en marcha el programa de materialización y el que servía para escanear todo Lyoko, siempre bajo la atenta mirada de su compañera, que observaba el proceso atentamente.

Estaban en ello cuando se activó el programa de desvirtualización, Jeremy dio un bote en su sitio y se golpeó con la cabeza de Aria, que se echó atrás, algo adolorida. Se estaban recuperando del porrazo cuando escucharon pasos llegar, y se encontraron con que era Yumi la que subía por las escaleras de mano.

-¡YUMI!

Ambos corrieron hacia ella y la abrazaron, haciendo que se tambaleara en el sitio, golpeando algo la pared, haciendo que ella se riera un poco, abrazándoles.

-¡Qué alegría de verte, pensaba…. Pensaba…!

Jeremy rompió a llorar de la tensión, así como Aria, que simplemente sonreían y abrazaba con fuerza a la otra, que se limitó a recibirles, acariciando sus espaldas.

-¿Qué… pasó?

-Caíste al mar digital… por suerte teníamos el programa de materialización de Aelita, creo que funcionó aunque el súper ordenador dijera que no -murmuró Jeremy, tras calmarse-, ahora la podremos materializar, apagar el súper ordenador y vivir una vida normal…

-¿Y si lo hacemos mañana? -propuso Yumi- Xana acaba de atacar y podremos recibir mejor a Aelita, ¿no crees?

Aria se sorprendió por eso, pero asintió.

-Es verdad, no podrá atacar de nuevo hasta mañana por lo menos… -murmuró ella- Ulrich lo ha pasado especialmente mal con todo esto, querrá verte.

-Llámale, le gustará escuchar tu voz -comentó Jeremy, acercándose hasta el ordenador-, yo me quedaré aquí para calmar a Aelita, seguro que estaba nerviosa también.

Las otras dos se retiraron, quedando así sólo al chico, subieron entonces por el montacargas en un suave silencio, Aria miraba en silencio hacia la nada, hasta que se atrevió a hablar.

-Siento lo que… -suspiró- Me alegra verte de vuelta, eres… muy importante para todos.

Yumi asintió, colocándose algo mejor el pelo.

-¿Te… importaría darme tu móvil? El mío está sin batería…

La otra asintió y se lo tendió, sonriendo, ya marcando el número de Ulrich. Se alejó para darle privacidad a la otra, que, efectivamente, dio unos pasos para también estar algo más a solas. Cuando escuchó que respondían a la llamada, ella respondió.

-Aria, ¿pasa algo?

-Hola, Ulrich -ella sonrió un poco-, soy Yumi, podremos… ¿vernos ahora?

-Y-Yumi, ¿eres tú de verdad?

-Claro, ¿quién si no?

Este tembló un poco, notó ella, así que sonrió un poco.

-¿Dónde y cuando?

-En un rato, aquí cerca de la fábrica, camino a Kadic.

-En seguida voy…

Y colgó entonces, ella volvió con Aria entonces y le devolvió el móvil entonces.

-Muchas gracias, no te haces a la idea del favor que me has hecho…

La aludida asintió y sonrió un poco.

-Es lo que hacen los amigos -comentó, sonriendo-. Oye, no se lo digas a nadie, pero… bueno, antes, con Jeremy…

-¿Sí?

-Bueno… ya hemos hablado sobre que él me gusta, como me dijiste, y… -la otra pareció sonrojarse- Nos acabamos besando, él duda, pero… creo que tengo una oportunidad con él.

Yumi asintió, limitándose entonces a irse de allí, Aria suspiró un poco, rascándose la cabeza, se esperaba otra reacción de ella… por otro lado, si había quedado con Ulrich puede que tuviera urgencia de quedar con él. Tendría sentido, ya hablaría al día siguiente con ella, más tranquilamente, así que volvió a casa tranquilamente, algo acelerada. Procedió a llamar a Odd entonces, aunque seguramente ya se hubiera enterado por su amigo, pero así al menos podría charlar con él.

Por su parte, Ulrich corría hacia los caminos que llevaban hacia donde ya esperaba Yumi, sentada en un árbol, observando su entorno. Se levantó al ver llegar a Ulrich, cuya car cambió al verla ahí de pie, se estaba acercando cuando ella acortó distancias con él, le tomó de las mejillas y le besó con profundidad, inclinándose sobre él y sorprendiendo al chico, que se quedó estático en el sitio. Segundos más tarde ella se separó y se limitó a andar camino a su casa, dejando a solas al otro, que se quedó estático unos segundos, girándose al momento, aún rojo.

-¡Yu-Yumi, espera!

-Luego hablamos.

El chico asintió, despacio, mientras se acariciaba los labios. Ese beso… había sido raro, no se lo imaginaba así desde luego, sentía calor pero a la vez no había sido tan placentero como se lo había imaginado en un inicio. Tendría que hablarlo con su amigo, en ello pensaba cuando vio llegar a Aria, se había tenido que sentar para ver su se calmaba un poco, la erección bajo su pantalón era demasiado dolorosa en esos momentos. Ella le miró con cierta sorpresa.

-¿Estás bien, Ulrich?

Le tendió una mano para ayudarle a levantarse, así que tiró de él con suavidad.

-Yu-Yumi…

Ella le sonrió algo.

-Anda, vamos a desayunar aún que tenemos tiempo, tengo un hambre de narices -comentó ella-, Jeremy se nos une luego, esperemos que Odd no lo devore todo…

El otro asintió, revisó la hora en su móvil. Eran las 8:30, aún tenían un rato antes de comenzar, así que se dirigieron hacia la academia, donde se reunirían con los demás para poder charlar, lo que había sucedido no se podía repetir de nuevo.

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Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mi escribirlo. Este fanfic está conectado con Nueva Generación: Proyecto Cartago, y que se encuentra más adelante en la línea temporal de este. Habrá referencias en ambos de eventos del otro.