Hola de nuevo!!!!! Aquí sigo de pesada con mi fic, espero que la trama vaya gustando. Bueno, les dejo con el fic, antes de que comience a decir tonterías :P
AVISO. Los personajes de CCSakura no son míos. Bla, bla, bla, bla... bla, bla. Quisiera pedir que si alguien desea utilizar los personajes de mi fic me avisara. Bla, bla, bla... Que pasa... sí, bueno, me aburrí de poner el mismo rollo y que. :P
*pensamientos*
"Sueños"
- Conversaciones-
~~~~ Flashback ~~~~
-~-~-~*-~-~-~*-~-~-~ Cambio de escenario
Tanaeko- Sí señor, lo que usted diga- Y desapareció como sus compañeros. El hombre permaneció mirando Japón mientras una malévola sonrisa aparecía en su rostro.
CAPÍTULO 5: LA TORMENTA.
Kero se empezó a despertar, aún algo aturdido, empezó a recobrar la consciencia. Se palpó la cabecita con una mano y con la otra la apoyó en el lateral. Notó que estaba encima de algo blando, parecía una cama, ¿una cama?. Abrió los ojos y se encontró en una habitación rosa, la... ¿habitación de Sakura?
Kero- ¿Sakura?- Preguntó confundido, aún somnoliento y confundido.
Aika- No, soy yo ¿te acuerdas?- Dijo una chica, estaba sentada en el suelo tapada con una manta dejando ver parte de su boca y ojos, todo lo demás permaneció cubierto. Había una ligera sonrisa en su rostro. En seguida el guardián se acordó de lo sucedido en el desván y se espantó.
Kero- TÚ- Dijo exaltado, como acto reflejo le apuntó con el dedo y rápidamente cambió su estado de ánimo, ahora tenía una cara histérica- ¿Quién eres?- Preguntó desconfiado y mirándola con recelo, cruzó sus bracitos y empezó a girar alrededor de ella, como un buitre carroñero cuando acecha a su presa.
Aika- Ya te he dicho que soy la hija de Sakura. Me llamo Aika Kinomoto, mucho gusto peluche- Dijo sonriente, sin darle la más mínima importancia al comportamiento inmaduro y sobreexaltante del muñeco, por lo que había averiguado, al guardián le molestaba el nombre de peluche.
Kero- NO SOY UN PELUCHE, acaso eres sorda o que niña- Dijo malhumorado, estaba sacándole de sus casillas, esa niña estaba provocando la ira de nada ni nada menos que del guardián de las cartas, el león alado de noble porte.
Aika- Si tú me dejas de llamar niña yo te llamaré... ¿cómo era tú nombre?- Kero se cayó del asombro, como podía olvidarse de tan gallardo nombre como era el suyo.
Kero- Soy Kerberos el guardián del sello- Dijo orgulloso y con aires de grandeza, mientras se paró delante de ella y sacó pecho, como si así aumentara su importancia.
Aika- Bueno Kerito, mucho gusto- Dijo sin borrar esa sonrisita graciosa. Todo esto no la estaba impresionando, todo lo contrario, estaba provocando que se riera, como una cosa tan pequeña podía tener un ego tan grande, se preguntaba la pequeña. Kero miró a la pequeña y vio un parecido con Sakura, mismos ojos, color de cabello y sonrisa, pero en sus ojos había una luz, un brillo que solo vio en una persona.
Kero- No. Es imposible- Dijo exasperado, no pudo evitar que la rabia se apoderada de él. En seguida se tranquilizó antes de alarmar a la niña, debía de dejar de pensar en tonterías- Bueno... - Tenía un tono malhumorado y con desdén comenzó a hablar- Aika, si eres hija de Sakura podrías decirme algo sobre ella, ya sabes... para que te crea- Su expresión era desconfiada, era poco probable que ella fuera hija de Sakura, una niña tan desagradable y antipática no podía ser hija de su adorada ama.
Aika- Pues, como te decía antes de que te diera un ataque de histeria, mi mamá es profesora, muy buena, es preciosa, de pelo largo, castaño y suave, ojos verdes, sonrisa encantadora, es dulce, amable, cariñosa- Mientras enumeraba las múltiples cualidades de su madre, en sus ojos y en su voz podían verse la emoción y el entusiasmo- Tiene un hermano que se llama Touya, que tiene un hijo odioso- A la mención de eso, su expresión cambió notablemente por otra de ¿asco?- Ehmm, mi abuelo es Fujitaka Kinomoto, mi abuela Nadeshiko. No la conozco, porque murió cuando mamá aún era pequeña, uhmmm, algo más o te cuanto más cosas, como el historial médico de mi familia- Dijo con ironía.
Kero- No, creo que así basta, te creo- *De momento*- Pero si tú eres su hija, ¿cuántos años tiene ahora?
Aika- Tiene 28 años- Dijo sonriente y contenta.
Kero- ¡28 años!- Gritó asustado.
Aika- Sí si, no hace falta que chilles- Se había tapado los oídos ante el chillido- ¿Acaso te parecen pocos?- Se fue destapando los oídos y asegurándose de que no se había quedado sorda.
Kero- No, solo es que si tú tienes 10 años, eso significa que te tuvo a los 18- Dijo mientras su manita tocaba su barbilla.
Aika- ¡Qué listo! Si hasta sabe sumar y restar- Kero le lanzó una mirada asesina, porque la niña de Sakura tenía que ser tan... tan... irritante, era como soportar a un... , grrr, de alguna manera, no sabía porque, pero ella no podía ser hija de tan amable ser como lo era Sakura,
Kero- ¿Y tú padre?- Preguntó aún enfadado y a la vez curioso de saber a quien había escogido su ama como su compañero sentimental y así dar sentido a tan poco parecido con Sakura en cuanto a carácter- *Después de todo, los malos genes predominan*
Aika- Mi padre... es una persona amable, comprensible, tierna y agradable- Ahora estaba algo apenada.
Kero- Sí, vale- Movió su bracito dando a entender que eso no tenía ninguna importancia- Pero... ¿quién es?
Aika- No te importa- Dijo bajando la mirada, una lágrima se escapó y Kero se sintió mal- Mi padre no está con nosotras, mamá nunca me dijo porque, pero sé que nos dejó, si no cual otra explicación habría- La niña miró a Kero y él pudo ver rabia y rencor. En un momento la pequeña se acordó de la razón por la cual había abierto el libro, se secó las lágrimas y se serenó. Le dijo al guardián del sello- Ahora que he abierto el libro dejaré de tener sueños ¿verdad?- Alzó la mirada y sus ojos estaban esperanzados, al fin dejaría de tener esos extraños sueños.
Kero- ¿Sueños? ¿Qué sueños?- Preguntó intrigado, la única que sabía que tuviera sueños era Sakura, y eran siempre sueños premonitorios, no sería de extrañar que hubiera heredado esos poderes.
Aika- Sueños extraños, sobre una niña que siempre llevaba vestidos excéntricos- A Kero le surgió una gota, esos vestidos solo podían ser de Tomoyo, pero como podía ser que la niña soñase con las aventuras de Card Captor de su madre, eso era algo totalmente diferente a los sueños de Sakura, mientras que Aika soñaba con el pasado, Sakura lo había hecho sobre el futuro.
Kero- Una pregunta, ¿tú madre jamás te ha hablado de las Clow Cards?- La chica negó con la cabeza- ¿Y de las Sakura Cards?- Negó con la cabeza- Bueno, pues será mejor que hables con ella- Aika se quedó intrigada, el muñequito le podría dar algún dato más, después de haberle hecho el favor de sacarle del libro era lo mínimo que podía hacer. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el ruido de la puerta principal de la casa.
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La profesora de la primaria Tomoeda entró en la casa desganada y sin ánimos. Se descalzó y se dirigió al comedor, donde allí se encontró con Jun, estaba tejiendo un jersey. Su padre y su sobrino no estaban, seguramente habrían terminado ya de cenar.
Jun- ... – No pronunció palabra, levantó la vista de sus haceres, pero en seguida tornó su atención a lo que estaba haciendo. Cherry se acercó a ella, vio dos tazas de té preparados y unas pastas. Se sentó en el sofá y dejó al lado su maletín. Se reclinó y se llevó las manos a la cara. Dejó escapar un leve suspiro y seguidamente sus brazos, como si fueran pesados como el plomo. Su mirada quedó clavada en el techo y sus ojos se cerraron.
Cherry- ¿No me preguntas la razón de mi visita a casa de Tomoyo?- Rompió el silencio de la sala, aún permanecía con los ojos cerrados.
Jun- ¿Acaso quieres que te pregunte?- Murmuró mientras seguía tejiendo, moviendo las agujas con agilidad y destreza.
Cherry- ...
Jun- Por tu silencio, diría que sí- Dejó las agujas, la madeja y todo, cogió su taza y dio un sorbo, delicadamente volvió a dejar la taza en su lugar y preguntó- ¿Qué ha ocurrido para que fueras a visitar a Tomoyo?- Preguntó tranquilamente.
Cherry- Ha vuelto- Fueron las únicas palabras que dijo. Solo dos palabras y con eso ya le bastaban a Jun para saber la razón de su pena. Ella se asombró, jamás pensó que ese hombre tendría el descaro de volver a Tomoeda después de todo el alboroto y después de los enemigos que se ganó en esta ciudad. Tenía que tener mucho valor o poca vergüenza, pero fuera cual fuese el motivo, ninguna de las dos razones valdría para los amigos y familiares de la joven profesora. Una cosa ya estaba segura, tendría que prepararse para la vuelta de su esposo. Jamás entendió como se pudo casar con él, tenía un temperamento muy... agresivo, en algunas ocasiones. Lo importante en esos momentos era que su cuñada tenía que saber que tenía apoyo y sostén entre los que la rodeaban.
Jun- ¿Y qué ha pasado?- Preguntó algo dubitativa, tenía miendo de abrir más esa dolorosa herida que aún no había sanado.
Cherry- Pues que iba ha pasar. No me iba a tirar a sus brazos después de todo lo sucedido, como si fuera SU eterna amiga, la cual puede olvidar todo lo que le han hecho, ¿acaso esperabas a que le recibiera con una sonrisa y le abrazara como viejos e íntimos amigos? Tampoco le he dicho que durante todos estos años he deseado que fuera infeliz y que hubiera tenido una amarga vida junto con su esposa- Dijo mientras se echaba hacia delante, ahora apoyando la cabeza en sus manos mientras sus codos se sostenían sobre sus piernas. Todas esas palabras que habían salido de su boca, habían sido como trozos de cristales fríos, duros y cortantes para la respiración.
Jun- ¿Cuál fue su reacción?- Siguió preguntando. Quería saber lo sucedido para poder ayudar mejor a su amiga y cuñada, y así poder aconsejarla bien.
Cherry- Cual iba a ser, se quedó sorprendido, se le heló la sangre cuando me vio. Jamás se hubiera esperado que se encontraría allí conmigo. Intentó ser amable y darme una explicación de lo que pasó años atrás. Estaba empeñado en disculparse, insistía estúpidamente en pronunciar mi nombre, la verdad es que seguramente se sentía culpable- Poco a poco su voz empezó a ser más débil y a quebrarse. Gotas de agua salada empezaron a salir de sus ojos y precipitarse sobre la alfombra. Le dolía tanto, era tanto su sufrimiento. Desde todo lo ocurrido se guardó su dolor para ella, para que nadie más sufriera, para que nadie sintiera lástima de ella.
Jun- ¿Y cómo sabes que sentía...?
Cherry- ...REMORDIMIENTOS? ¡¡¿Tú crees que si me hubiera querido de verdad me hubiera dejado?!! ¡¡ÉL SIEMPRE HA SIDO ASÍ!! ¡¡SI ME HUBIERA AMADO DE VERDAD NO HUBIERA SIDO TAN TONTO COMO PARA DEJARME!! ¡¿NO CREES?! ¡¡CUALQUIERA EN SU LUGAR SE SENTIRÍA CULPABLE POR HABER JUGADO CON LOS SENTIMIENTOS DE UNA CHICA Y PARA TRANQUILIZAR SUS REMORDIMIENTOS LO ÚNICO QUE SABE HACER ES DISCULPARSE UNA Y OTRA VEZ!! ¡¡COMO SI ESO ARREGLARA TODO EL SUFRIMIENTO, LA AMARGURA, EL DOLOR, LA PENA. TODO LO QUE PASÉ, LO QUE TUVE QUE SOPORTAR, TODO ESO NO SE IRÁ CON UNA SIMPLE DISCULPA!!- Sakura estaba fuera de sí, se había desmoronado y estallado a la vez, toda la presión del momento la desató en ese arranque de furia y ahora estaba llorando a mares, desconsolada. Jun se acercó a ella y la abrazó, apretó la cabeza de Sakura contra su pecho y la abrazó con ternura y firmeza.
Jun- Shh... Cálmate, ya ha pasado, te has liberado de una pesada carga que llevabas hace mucho, ahora, tranquilízate, aún tienes que ir a mimar a una niña, que espera ilusionada que su madre suba, la dé un vaso de eso tan especial que solo sabes hacer tú y la arrope- Sakura alzó la vista y vio la cara sonriente de la joven. Se tranquilizó, sacó un pañuelo del bolsillo y se quitó las lágrimas. Necesitaba ver a su hija, era el único motivo de su vida que la hacia sonreír, que la hacia ver por lo que en realidad había luchado, por ella. Se levantó y se dirigió a la cocina.
Cherry- Gracias, Jun. Por soportar mis gritos e histerias- Jun solo se quedó sentada sonriendo.
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Mientras, en el pasillo, Tatsuki había permanecido tras la puerta escuchando la conversación de su madre y su tía. Había bajado al oír el sonido de la puerta, para saber si sus sospechas no eran meras imaginaciones suyas, cuando estuvo enfrente de la puerta abierta de la sala pudo apreciar como su tía derramaba lágrimas, estaba llorando, jamás la había visto llorar, siempre tenía una sonrisa, siempre tan tierna y buena, ahora estaba destrozada. A la vista de esto se ocultó detrás de la puerta y escuchar. Después de unas palabras oyó como su tía alzaba fuertemente la voz. Pudo percibir una extraña aura precedente del salón, era algo increíble, la cólera era inmensa, al igual que el poder, eran extraordinarios. Al oír el sollozo de alguien y las palabras de consuelo de su madre, su ira apareció, apretó el puño y los dientes y subió las escaleras. ¿Cómo podía haber vuelto aquel tipo? ¿Cómo se había atrevido? De una cosa estaba seguro, no iba a quedarse quieto, tenía que llamar a su padre y contárselo. Alguien tenía que hacer ver a ese hombre que no iba a quedarse sin un castigo y el único que en esos momentos podía hacerlo era su padre. Él sabría como ponerle en su sitio. Pasó por la puerta de su prima, se quedó parado delante un momento para tranquilizarse y tocó.
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Aika permanecía en el suelo hablando con Kero de sus extraños sueños. De repente se oyó como tocaban la puerta, alarmados, Kero y Aika corrieron por toda la habitación, sin saber que hacer.
Tatsuki- Canija, ¿puedo pasar?- Los dos se pararon en secó y empezaron a sudar por el temor de ser descubiertos.
Aika- Kerito, ven, escóndete... entre los peluches, sí, ahí no notaran la diferencia.
Kero- ¿Cómo que no notaran la diferencia?- A Kero se le formó una vena de enfado y ante la presión del momento, Aika le cogió de la cola y lo tiró entre los peluches, se giró y vio como su primo abría la puerta.
Tatsuki- ¿Por qué no me has abierto?- Dijo enfadado.
Aika- ¿Por qué has entrado sin permiso?- Los dos se lanzaron miradas asesinas.
Tatsuki- Solo venía a decirte que la tía ha vuelto y que ahora sube, así que como te vea fuera de la cama se va a enfadar- Aika le surgió una gota, venía a avisarle y ella se enfada con él, pero lo decía de una forma tan... seria.
Aika- Gr... gracias- Dijo bajando la mirada abochornada.
Tatsuki- No me des las gracias, solo sube a la cama, ¿o no llegas? Con lo enana que eres necesitarías una escalera para subir- Aika se enfadó y se disponía a dar una patada a su primo cuando oyó pasos que subían por la escalera. Tatsuki aprovechó y se deslizó fuera del cuarto cerrando la puerta detrás de él, mientras Aika apagó la luz, se metió en la cama y se hizo la dormida.
La puerta se abrió, se encendieron las luces y entró una persona con una bandeja, se acercó al escritorio y la dejó sobre él. Cherry se acercó a la cama y le dio un beso a Aika en la frente.
Cherry- Sé que estas despierta, así que levántate- Sakura se giró y volvió a donde dejó la bandeja. A Aika le salió una gota, ¿Acaso su madre era vidente?.
Aika- ¿Cómo sabías que estaba despierta?- Dijo ya sentada sobre la cama, Cherry se acercó con una taza caliente y se la puso en las manos, mientras se sentaba enfrente de ella.
Cherry- Primero, cuando llegué a casa, vi las luces encendidas de tu cuarto- Aika le resbaló una gota en la cabeza, ¿Cómo no pudo ser más cuidadosa en eso?- Segundo, los ruidos que hiciste cuando tu primo tocó la puerta, desde abajo se oyen muy bien- Aika tomaba la taza con muchas ganas mientras escondía la vergüenza que sentía al ser tan torpe. Nunca se percataba de esos detalles- Y por último, hice que se me oyera al subir para que tú primo se fuera a su habitación- Aika no podía estar más cortada, lo sabía desde un principio.
Aika- Siento mucho el haber permanecido despierta- Dijo con la cabeza baja. Notó como la mano de su madre se posó sobre su cabeza, la alzó y vio la hermosa sonrisa de ella.
Cherry- No estoy enfadada contigo, solo que la próxima vez sé algo más atenta. Dime Ai, ¿Por qué estas despierta a estas horas?- Ahora si que no tenía escapatoria, que le iba a decir, ¿qué tenía unas visiones, que subió al desván por eso, que abrió su arca para encontrar un libro mágico y que de él saló un peluche amarillento con alas? No, no era la mejor solución. Pero antes de contestar nada, vio como ese peluche amarillento con alas se acercaba por la espalda de su madre.
Aika- ¿Y ahora que hago?- Susurró para sí.
Cherry- ¿Has dicho algo Ai?- Preguntó Cherry extrañada ante el raro comportamiento de su hija. Aika negó con la cabeza- ¿Entonces me puedes explicar que hace mi libro de Cards fuera del baúl?- Dijo señalando el susodicho libro. Parecía que hoy no era su día- También podías decirme que hace Kero a mi espalda y el libro abierto, ya que estamos con secretitos- Kero se cayó al suelo de la impresión, pero se volvió a levantar, para ir a su regazo y sentarse allí- Hola Kero, cuanto tiempo sin verte- Sakura extendió la mano y lo acarició, Aika estaba extrañada, estaba esperando otra reacción de su madre.
Aika- ¿Entonces sí conoces a este peluche?- Ante su insistencia en llamarle peluche Kero se enfadó.
Kero- Sakurita, podrías explicarme ¡¡¿por qué he estado dormido? ¿de donde has sacado a esta niña? ¿y quién le ha enseñado modales?!!- Kero estaba enfadadísimo, Sakura se levantó, había algo en la bandeja y lo puso en el suelo, donde Kero se abalanzó como un loco- ¡¡¡¡¡FLAN!!!!!- Sakura tranquilamente volvió a sentarse en la cama mientras Aika veía ingenua como el muñeco se tragaba el postre.
Aika- ¿Y él se hace llamar todopoderoso guardián de las Cards?- Dijo irónica.
Cherry- Kero es así, no deja escapar un delicioso postre. Ahora jovencita, me puedes decir el motivo de que indagaras en mi baúl para sacar el libro- Dijo en tono de madre inquisitiva.
Aika- Pues la verdad es que... ¿Y tú como supiste que lo abrí?- Preguntó para no responder a su madre.
Cherry- El libro junto con el baúl los sellé yo, por lo que solo lo podría abrir alguien con poderes de mi familia, al ser abierto, dejaste escapar la magia que encerré dentro, mi magia, por lo que esta tarde volví a recuperar mis poderes y así he vuelto a tener las facultades de sentir otras presencias mágicas, como la de Kero y Yue.
Kero- ¿Jue campien a puerto?- Preguntó Kero tragando la comida.
Cherry- Claro, si tú despiertas, él también- Ante la posibilidad de volver a ver a su siempre serio antagonista, Kero tragó con desilusión.
Kero- Qué... bien- Dijo sin alegría ni ánimos.
Aika- ¿Entonces tú posees magia? ¿Cómo en los cuentos?- Dijo ilusionada.
Cherry- Ai, sé a donde quieres parar, así que contéstame ahora, ¿por qué abriste el baúl?- Dijo ya algo enfadada.
Aika- Bueno... es algo difícil de contar- Dijo intentando que su madre dejase de preguntarla, estaba tardando en responder para que se hiciera tarde y así su madre lo dejara para otro día.
Cherry- Si no me lo cuentas, no te dejaré ir a la excursión a la playa, no pienso caer en tus trucos, jovencita, ya eres lo bastante mayor como para saber que no me ando con bromas- Aika estaba sudando, ¿cómo escapar al acoso de su madre?. Mientras estás seguían discutiendo, Kero miraba alegre la escena, esa niña no le caía del todo bien, después de todo le llamaba peluche.
Las cosa se estaban poniendo muy tensas, Aika no quería preocupar con algo que al final podrían ser tonterías, ya tenía bastante con el trabajo como para alarmarla sin motivos. La mirada de su madre se estaba volviendo cada vez más inquisitiva, lo que a la chica la estaba poniendo realmente nerviosa. Kero movía la cabeza de un lado a otro, mirando a Sakura y después a Aika, y así sucesivamente. Se paró y se fijó en Aika, que bajaba la mirada y se empezaba a poner triste y preocupante. No sabía porque, pero eso le hizo sentir mal. ¡Tenía que hacer algo, después de todo, si ella abrió el libro, tendría que ser su nueva ama!
Kero- No quiero meterme donde no me llaman, pero Sakurita... ya es tarde y si no quieres que ella llegue tarde mañana, sería mejor que se fuera ya a dormir- Dijo con voz quebradiza al ver la mirada que tenía, le hacia sentir que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.
Cherry- De acuerdo, pero de mañana no pasa, cuando pueda encontrar un momento, iré a hablar contigo, además recuerda que tienes un castigo, por el incidente de esta mañana. Así que si a lo largo de la mañana no me ves, seguro que a última hora lo harás- Dicho esto se puso de pie y posó las manos sobre las caderas. Aika la miró directamente, no podría ocultárselo durante más tiempo. Estaba temerosa de dar las buenas noches, así que decidió no decir nada. Cogió la manta y la apretó.
Kero- Bueno... Sakurita buenas noches- Dijo intentando romper esta espantosa tensión.
Cherry- Y tú Kero, tampoco te vas a librar de mí. Tengo varios asuntos que discutir contigo, 'Guardián del sello'- A Kero cada vez se le ponía la piel más de gallina, se veía que con los años el ser madre, le había hecho un tono más serio y escalofriante para las regañinas.
Kero- De... a... acuer... do- Dijo mientras sudaba a mares.
Cherry- Será mejor que os durmáis- Se acercó a Aika que cerró los ojos por el temor de que iba a hacer su madre, cuando sintió una ligera presión sobre su frente, abrió los ojos y vio como su madre se alejaba después de darle un beso- Ai, pequeña, no estoy enfadada, solo quiero que confíes en mi, me preocupa que me estés ocultando algo. Mañana hablamos, buenas noches- Una sonrisa apareció en el rostro de Aika. Su madre la arropó y después de darle otro beso, cogió a Kero, lo puso al lado de Aika y le sonrió. Kero se sintió feliz y aliviado al mismo tiempo, como había echado de menos aquella dulce sonrisa. Cherry cogió la bandeja y salió de la habitación apagando la luz tras de sí. Aika se volvió hacia donde había dejado a Kero y lo miró. Kero frunció el ceño.
Kero- Qué- Dijo de mala gana, la niña también frunció el ceño.
Aika- Ni pienses que ha sido gracias a ti- Dijo de mala manera. Se dio la vuelta y le dio la espalda. Kero no entendía como pudo ayudar a una niña tan desagradecida.
Kero- No me esper... – Antes de terminar Aika le cortó.
Aika- Aunque te doy las gracias- Kero se sorprendió, ¿aquella niña le había dado las gracias o estaba alucinando?- Aunque no esperes que lo vuelva a repetir- Una gota le surgió, era mucho esperar que la niña fuera, simplemente, agradable, aunque por un momento le recordó a Sakura. Los dos durmieron plácidamente, mientras que en el exterior de la casa empezaban a acumularse nubes negras, síntoma de una gran tormenta.
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Cherry salió del baño con un camisón largo y blanco de satén, que le llegaba hasta los tobillos. Se dirigió a su tocador, se sentó y se empezó a peinar. Miraba el cristal y ya no sabía que estaba viendo en realidad, su reflejo o a una persona que no conocía. *¿En qué me he convertido? Esta tarde me deje llevar por la rabia y nunca me había pasado antes, y ahora, me enfadado con Ai, cuando solo estaba preocupada por ella, que me esta sucediendo*. No paraba de preguntárselo una y otra vez, ¿qué le impulsó a ser tan agresiva?, nunca le había pasado nada parecido. La verdad, era normal su comportamiento, tanto resentimiento y dolor tenían que salir algún día y ese día fue hoy, con la reaparición de él. *¿Por qué ha vuelto?* Se preguntó mientras apretaba el cepillo, entonces recordó *Me dijo que vino a hablar con Eriol y conmigo*. Solo con pensar en que tenía que volver a verle, se le juntaban rabia y dolor, odio y melancolía, ira y pena... era algo que la hacia sentirse perdida en un laberinto, del cual no podía salir, lo único que alcanzaba a hacer era desesperarse y gritar por dentro, para que alguien se apiadase de ella y le diera la paz. Puso sus brazos sobre el tocador y la cabeza sobre ellos y empezó a gemir, pero ninguna lágrima salía, no podía. Algo interrumpió su tormento. Levantó la cabeza con rapidez y miró a través del cristal de la terraza, se había formado una tormenta, una tormenta con las nubes más negras que jamás había visto. Era algo extraño, un ligero escalofrío pasó por su espalda. Desde que recuperó sus poderes, estaba más sensible a lo que a su alrededor ocurría.
Cherry- No sé porqué, pero tengo la extraña sensación de que algo está sucediendo.
Se acercó al cristal y puso la mano sobre él, quedó de pie delante de la ventana, observando como las gotas de agua se chocaban contra las calles de Tomoeda. La oscuridad de las nubes no hubiera sido tan perceptible si no fuera por los relámpagos que iluminaban el cielo.
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Un relámpago iluminó las calles, un hombre huía desesperado. De vez en cuando giraba la cabeza y miraba a sus espaldas. Corría exasperadamente, como si de la muerte escapara, apenas había notado que estaba empapado, sabía que estaba lloviendo, porque las gotas de agua le nublaban la vista, pero no se había percatado de lo mojadas que estaban sus ropas. Corría y corría sin rumbo, solo tenía consciencia de una cosa, tenía que escapar.
Giró en una esquina y se chocó con algo, del golpe se cayó al suelo y de lo mojado que estaba el suelo, se escurrió algunos metros. Estaba boca abajo y con ayuda de sus brazos intentó incorporarse.
¿?- ¿Adónde ibas?- Al oír esa voz el hombre se giró y vio ante sí al ser del cual estaba huyendo. Empezó a retroceder, arrastrándose por el sucio suelo, pero se tropezó con otra persona.
¿?- ¿Acaso nos dejabas tan temprano?- Vio los zapatos y alzó la vista. El hombre estaba aterrorizado, no sabía donde ir, se levantó e intentó correr, pero el primer hombre se lo impidió dándole un golpe en la espalda.
¿?- No deberías de ser tan grosero, después de tanto tiempo buscándote... –Regaño en tono juguetón el primer hombre. Los dos eran altos, de la misma altura, cabello oscuro, negro, los dos tenían el pelo corto, pero uno de los dos, el primero, tenía una larga y fina coleta por detrás. Mientras que el otro tenía un mechón, el cual le tapaba uno de los ojos. Los dos tenían los ojos de color rojo, tan intensos como la sangre. Los dos vestían gabardinas negras, de cuello alto. El de la coleta se acercó al hombre que yacía tumbado en el suelo y le propinó una patada en el estómago. El hombre lanzó un grito de dolor, que se hizo eco en el callejón.
¿?- Por favor, apiadaos de mí, no le diré a nadie nada. Por favor- Suplicaba en medio del dolor, mientras que un hilo de sangre escurría por sus labios.
¿?- ¿Piedad?. Jajajaja- Reía de manera descontrolada al que solo se le veía un ojo.
¿?- Eres un ser patético, harías cualquier cosa con tal de salvar tu propia existencia- El otro paró de reír, desabrochó la gabardina y de su interior sacó una espada, la sujetó con una mano. Se agachó hasta la altura del hombre y le susurró al oído.
¿?- Dinos, ¿dónde está el jefe del clan Li?, sabemos que has estado en contacto con él- Acercó la espada a su cuello y le cogió del pelo, haciendo que le mirara a los ojos, el hombre seguía implorando perdón y piedad.
¿?- No lo sé, no me ha dicho donde se quedaría- Apretó el cuchillo- Lo juro- El hombre alzó la mirada y se fijó en su compañero, una extraña luz apareció en sus ojos.
¿?- Mátalo, ya no nos sirve- Y tras eso, el hombre que amenazaba la muerte del otro hombre tumbado en el suelo, se le iluminó la cara y una sonrisa sádica resplandeció. Se levantó, el hombre suplicaba y suplicaba, se agarró a los pantalones de su juez y verdugo, este sintió repugnancia y con el pie le empujó al suelo. El hombre seguía gimoteando y suplicando, se puso de rodillas, pero tras un certero golpe, no se oyó nada más, solo algo caer pesado al suelo. Otro relámpago iluminó la calle y después algo más pesado cayó. Hacia la alcantarilla, un río de agua sucia mezclada con una intensa tinta roja, se perdían entre las rejillas.
El hombre sacó un pañuelo blanco, lo utilizó para limpiar su espada minuciosamente, para que no quedara mancha, eran muy cuidadosos con sus armas, no dejaban huella de sus crímenes sobre sus preciadas espadas, parecían nuevas, como si nadie jamás las hubiera empuñado, como si nadie las hubiera manchado con la tinta del dolor, del sufrimiento y del miedo. Envainó el arma y volvió a abrochar la gabardina.
¿?- ¿Te ha gustado el espectáculo Katane?- Una mujer salió de entre las sombras de la callejuela, portando un paraguas para no mojarse. Caminaba delicada, para no pisar algo que la pudiera manchar.
Katane- Me gusta más la 'cacería', cuando huyen sabiendo que van a morir, se puede notar el olor a muerte y desesperación- Dijo mientras se lamía los labios- Aunque me ha gustado cuando ha suplicado por su absurda existencia. Lástima que no supiera donde está ese miserable. ¿Ahora que vas a hacer Matsu?- Preguntó coqueta.
Matsawaru- Nada- Fue su respuesta, corta y concisa- Mi hermano y yo tenemos mejores asuntos que atender, que buscar a ese hechicero de pacotilla. ¿Verdad Kyoju?- Se dirigió al hombre que tenía una parte de su rostro cubierta por su cabellera.
Kyoju- Claro, aún tenemos que cazar palomas- Se acercó a Katane y la cogió de la barbilla- Dime Kat, ¿Tú has hecho algo de provecho?- La joven apartó la cara y se enfureció.
Katane- No te preocupes, yo tengo mis medios, así que deja de ser tan ridículo con ese tono- La joven se giró y se evaporó.
Kyoju- Me encanta su forma de ser, es tan provocativamente excitante. Adoro su forma de irritarse. Es salvaje y... – El hombre se apasionaba con solo verla.
Matsawaru- ... Descontrolada, también es irresponsable e individualista- Dijo recriminando a su hermano- Ahora, marchémonos, antes de que empiece a pasar gente, aún tenemos mucho que hacer.
Los dos hermanos se marcharon por el callejón, una densa niebla apareció cubriéndolos como un frío manto, mientras que seguía lloviendo. Tan rápidamente como apareció la niebla desapareció, junto con los dos misteriosos hombres. La lluvia empapaba toda la ciudad de Tomoeda, las negras nubes tapaban la luz de la luna que debería de estar en el cielo, en su lugar solo se divisaban nubes y nubes, tan oscuras que hacían temer lo peor.
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Tomoyo- ¿Eriol? ¿Sucede algo?- Dijo la diseñadora desde la cama, se había despertado al no sentir el calor de su marido a su lado. Abrió los ojos y ahí estaba, de pie frente a la ventana del balcón, mirando a la nada, Tomoyo se destapó, cogió su bata y se acercó- ¿Qué es lo que te inquieta?- Preguntó desde detrás de él. El joven volvió un poco la cabeza para ver a su mujer, por un instante, pero volvió a girarla hacia la calle, la negra calle, donde todo estaba mojado por la lluvia de la horrible tormenta que se posó rápidamente sobre Tomoeda. Miraba cautelosamente el exterior, como si hubiera algo que le llamara la atención, era muy extraño, pero había sentido un poder oscuro caminar por las húmedas calles.
Eriol- No, no es nada, ve a dormir, ahora iré yo- Dijo con esa sonrisa que enmascaraba cualquier sentimiento. Tomoyo le conocía bien, era una de las pocas personas que podían saber como era tras esa sonrisa. La realidad era, que desde que cumplió los 18 años, había cambiado, era algo que jamás le había contado, después de todo, aún seguía conservando la costumbre de guardar secretos. Eriol había sentido llegar algo hace unos días, no era solo la presencia de Li, también había sentido otras presencias mágicas, aunque por lo débiles que eran, no le dio gran importancia, aunque eran sospechosas. Aún recordó lo sucedido esa tarde.
~~~~ Flashback ~~~~
Tomoyo permanecía abrazando a su amiga, Eriol se levantó hacia donde las dos jóvenes se encontraban y ayudó junto con Tomoyo a llevar a Cherry a una silla.
Tomoyo- Cherry, dime, ¿qué es lo que ha sucedido?- Estaba en cuclillas, ella tenía la mirada perdida, estaba temblando. Miró a su esposo y este le indicó que fuera a por tila, para calmarla los nervios. Tomoyo salió de la habitación y Cherry guió la vista para encontrarse con la de Eriol.
Eriol- Ya se ha ido, dime, ¿qué ha sucedido?- La mirada de Cherry se había vuelto dura y despreciativa.
Cherry- Dímelo tú, deberías haberme dicho de su llegada- Le inquirió.
Eriol- No he notado su presencia hasta esta mañana, además, ¿cómo crees que se me hubiera ocurrido que iba a ir a verte?- Dijo Eriol en tono serio.
Cherry- Es verdad, perdona, te ruego que me disculpes, ando algo alterada- Eriol la miró comprehensivo, debía de ser muy duro y él no podía saber lo que ella sentía.
Eriol- ¿Cómo sabía que estabas allí?
Cherry- Extraños lazos que el destino une, su sobrino ha ingresado en la escuela primaria y a tenido un ligero percance con Ai.
Eriol- Así que su sobrino, no sabía cual era la otra presencia mágica, la verdad es que debe de tener potencial, su nivel mágico es bastante elevado para su edad, supongo que tendrá 10 años, más o menos.
Cherry- Sí, se llama Syaolong, compartirá clase con Ai y Lily. Creo que no debería haber venido, solo os he preocupado.
Eriol- No pasa nada, estabas aturdida por lo sucedido y lo primero que se hace es ir a buscar apoyo, en todo caso, no has venido solo por eso- Siempre con mirada seria y ojos comprehensivos.
Cherry- No, vine para decirte que Li se pasará por aquí, parece ser que nos anda buscando.
Eriol- ¿Nos?- Dijo algo curioso.
Cherry- Sí, a ti y a mí.
Eriol- Eso solo puede significar una cosa- Sakura afirmó con la cabeza.
~~~~ FIN Flashback ~~~~
Eriol- Nuevamente Tomoeda se verá perturbada por Magia- Murmuró la reencarnación de Clow.
N. de la A: Hola!! No sé si el capítulo me quedó mal o no, no me convence del todo. Bueno, parece ser que Tomoeda no descansará en paz. Por el momento me he ido centrando en Sakura, pero en el siguiente capitulo hablaré más sobre Shaoran y su querida esposa, también voy introduciendo a los villanos. La verdad es que el asesinato de hoy me ha salido... no sé, ya irán apareciendo más seguido estos asesinos. Y eso de cazar palomas, jejeje, ya lo explicaré más adelante. Kero nos ha salido algo rencoroso con la niña, aunque Aika no se corta ni un pelo al llamarle continuamente Peluche, aunq la verdad es q lo parece.
No tengo nada más que decir, excepto que no esperen a que suba pronto el siguiente capitulo, estoy super agobiada con trabajos, deberes y ya comienzo los exámenes, a parte he estado malita, nada, la gripe de todo los años y a la semana siguiente tuve anginas, intentaré que en menos de un mes pueda subir otro capítulo, pero no se esperen que pueda hacerlo muy pronto.
Comentarios, sugerencias o lanzamiento de verduras, aunque háganse una sopa con lo último a Kasiopea99@hotmail.com
Kassy99.
