16 de Marzo de 2003
Como notarán hay un ligero cambio en el formato de este fic. Personalmente me cansa mucho escribir el nombre de los personajes al principio de cada diálogo así que lo he cambiado, para aquellos que no les guste lo siento de veras, pero me es muy incómodo de escribir, perdonen este repentino cambio. También cambiaré el formato de los episodios anteriores, no habrá un cambio muy importante, solo para que lo sepan ^^ (Y no, no se preocupen lo haré cuando termine el fic ^^UUU). (Alguien me preguntó porque utilizaba este formato y como sabrán este fue mi primer fic por lo que andaba por aquello de probar, no lo cambié más bien por estética, eso de tener mitad del fic de una manera y la otra manera de otra queda relativamente mal :P, pero ahora me he cansado y he decidido mandar al infierno todo XD)
AVISO. Bla, bla, bla, bla. Bla, bla, bla... Esto es un resumen, pero ya saben lo que quiero decir, q no lo saben, pos váyanse al primer capítulo que ahí viene :P
*pensamientos*
"Sueños"
- Conversaciones-
~~~~ Flashback ~~~~
-~-~-~*-~-~-~*-~-~-~ Cambio de escenario
Kyoju- Si no os importa yo tengo un asunto pendiente con La Niña- Dijo mirando a el hombre y la mujer.
Katane- Yo tengo que saludar a una vieja amiga- Sonrió con sadismo- ¿Y tú, Matsawaru?- Kyoju miró a su hermano con cautela.
Matsawaru- Tengo ciertos asuntos pendientes- El hombre se giró y se marchó. Katane le frundió el ceño.
Katane- Tu hermano es un aburrido- La mujer se giró para ver el rostro serio de Kyoju. Algo anda entre esos hermanos, pero no sabía el que. Entonces el hombre se giró a ver a la mujer y la sonrió.
Kyoju- ¿Un beso antes de la batalla?- Se acercó a ella y la cogió de los hombros.
Katane- En tus sueños- La mujer se evaporó en el aire dejando caer las manos de Kyoju en la nada.
Kyoju- Que mala eres Katane, que mala eres- Y con esto él también desapareció.
CAPÍTULO 12: PALOMAS vs ÁNGELES CAÍDOS 1
El Encuentro
La ciudad tenía 4 extraños pilares de fuego extendidos desde el cielo hasta el suelo. 4 pilares de un fuego intensamente rojo, un rojo intenso, su resplandor era tan refulgente que mirar fijamente esas columnas podía dejarte ciego, pero a su vez era tan absorbente tan profundo su color, su luz que no podías dejar de observarla. Meiling y Tomoyo cerraron las cortinas de las ventanas y dieron sus espaldas al ventanal.
- "Esto va muy mal, no debería de ocurrir esto, no ahora, no es el momento"- Dijo Meiling con preocupación, Tomoyo solo permaneció en silencio mientras que los hombres se miraban entre sí.
- "¿Qué está pasando? ¿Por qué han salido de repente todas?"- Preguntó Touya.
- "Esto está saliéndose del camino esperado, no debería de suceder un ataque tan vistoso"- Murmuró Tomoyo- "Esto no va nada bien, se suponía que nosotras teníamos ventaja de campo pero..."
- "¿Pero qué Hiragizawa?"- Le preguntó con urgencia Li.
- "Están quebrantando las reglas"- Respondió Meiling- "Y lo peor de todo es que nos están separando par ello"
- "¿Separando?- Preguntó Yukito.
- "Ahora tendrán que separarse"- Dijo Tomoyo no pudiendo evitar sentarse en una silla- "Las matarán"- Dijo con voz temblorosa.
- "¿Cómo? Explicadnos que significa todo esto"- Inquirió Touya dirigiéndose hacia las dos mujeres.
- "Sam, Nari y Kaho, incluso Sakura..."- Dijo Meiling levantando súbitamente la cabeza- "Morirán si no hacemos algo"- No entendían el porque de tanto negativismo- "¿Acaso no lo entendéis? Es luna nueva, plena oscuridad y han conseguido quebrantar las reglas, han escogido campo y han escogido rival, no queda nada por lo que luchar ya"- Tal vez la explicación de la china no fuera muy clara pero los hombres entendieron lo que eso significaba. Si en esos mismos instantes se les ocurría luchar contra los Ángeles Caídos estarían en una notable desventaja, porque ellos tienen todo de su parte, el poder, el lugar y el adversario al que matar.
- "¿Y no podemos hacer nada?"- Preguntó Yukito intentando dar esperanzas a ese futuro tan lejano.
- "Solo podemos encontrar el Libro de los Secretos, sin el libro no podremos encerrar a Lucifer y lo que es más no tendremos oportunidad de sobrevivir"- Dijo Tomoyo levantándose de repente.
- "Necesitamos a Aika no nos queda otra solución"- Dijo Eriol por sorpresa de todos. Las personas que había en esa sala se quedaron en sumo silencio, hasta que alguien les despertó.
- "¿Y qué tengo que hacer?"- Los adultos giraron sus cabezas para encontrar a la niña que estaba de pie delante de ellos, ella y los demás niños- "Decís que mi madre morirá y eso jamás lo permitiré, no podéis decir que mamá morirá porque mientras yo este aquí para ella, la protegeré, la cuidaré, fue una promesa que hice... ¡Mamá jamás volverá a sufrir!"- dijo mientras que las lágrimas caían por su rostro- "'¡No! ¡A mamá no le pasará nada! ¡Todo saldrá bien!"- En esa sala todos estaban sorprendidos, pero el que más estaba sorprendido era Li. Esas palabras, no podía olvidarlas y como una ola arrasadora una tormenta de recuerdos le invadió.
~~~~ Flashback ~~~~
- "¡Seguro que todo saldrá bien!"- Decía una niña de ojos verdes con un vestido extravagante con toda la confianza del mundo resplandeciendo en sus ojos.
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- "¿Shaoran?"- Una chica de largo cabello castaño miró en la profundidad de sus ojos avellanas. Su pelo caía dulcemente en cascada por sus hombros y su boca, pequeña y redondeada por la sorpresa y esos intensos ojos verdes, el color que más le gustaba.
- "¿Sí?"- No supo que más decir.
- "¿Shaoran Li? ¿De Hong-Kong?"- Seguía preguntando la chica sin mucha seguridad por lo que sus ojos la mostraban.
- "Sí"- Decía como si estuviera sumergido en un mundo de fantasía. La chica pareció algo desilusionada cuando él afirmó por última vez.
- "Lo siento mucho, de verdad que no le había visto"- La mujer se disculpó haciendo una reverencia. El joven no supo como reaccionar, solo hacía un momento que se había tropezado con esta chica y cuando la había ayudado a levantarse, esta se había quedado quieta mirándole con fijación, pero ahora, reaccionaba como si se hubiera llevado una desilusión.
- "Perdona... ¿me conoces de algo?"- La chica se había girado justo cuando la había preguntado y no se dio la vuelta.
- "Supongo que no hay que remover cosas del pasado. Adiós"- La joven corrió alejándose de él.
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- "Buenas tardes"- Saludó una joven a los presentes en la sala. Era elegante y bonita como una flor. La mujer llevaba el pelo recogido como con un moño pero había varios cabellos que salían de la parte superior y caían graciosamente tapando el moño. Lo que vestía se componía de una camisa blanca intachablemente planchada, un traje dividido en una falda larga hasta los tobillos con dos aberturas a los lados y una chaqueta de color beige. Shaoran miró a la mujer directamente a los ojos, cuando trataba con la gente prefería mirarles a los ojos, saber cual era su mirada, una seria y capaz o quizá alguien incompetente, pero lo que allí encontró no fue más que un mar verde.
- "Es ella"- Pensó con asombro. Era la chica del otro día, con la que se había cruzado en la calle. La mujer se sintió sorprendida también pero enseguida ignoró ese sentimiento de sorpresa y marchó a la mesa grande de la habitación donde un hombre mayor, ya en sus cincuenta, con una barriga afianzada por los años, una calva en la cabeza rodeada de cabellos ya grisáceos.
- "Buenas tardes caballeros, señor Fukiwara"- La joven no volvió a cruzar mirada con Li, simplemente le pasó de largo como si no existiera.
- "Oh, pequeña... ¿ya estás aquí de nuevo? Pensé que estarías estudiando"- Dijo el hombre mirando el reloj. La joven se acercó al hombre y le dio un beso en la mejilla.
- "No, señor Fukiwara, recuerde que hoy no tengo clases. He venido porque usted mismo me lo pidió"- Dijo con una reluciente sonrisa.
- "¡Oh! Cierto, cierto, se me había olvidado"- Dijo el hombre entre risitas.
- "¿Para que me ha llamado?"- Preguntó con suavidad.
- "Pues como tenías el día libre pensé que me podrías ayudar a enseñar a este chico la ciudad de Tokyo"- Dijo señalándole a Shaoran- "Este es el joven del que te hablé. A su edad y ya maneja toda la compañía familiar"- Dijo con jovialidad.
- "Por eso sabía mi nombre, seguramente le habrá enseñado una foto mía, es lo más probable"- Pensó aún mirando la figura de la joven.
- "No tiene tanta importancia señor Fukiwara"- Dijo con modestia.
- "Eso es verdad señor Fukiwara... no le dé tanta importancia"- Dijo con enfado, la chica lo miró con rabia y cuando la miró la chica le evitó y soltó un bufido.
- "No sea modesto joven. Pues lo que decía, el joven Li desea instalarse en un apartamento, se tiene que quedar por algún tiempo y como no conoce la ciudad creí que tú serías la más adecuada para mostrarle todo esto, Nadeshiko"- La joven lo miró por un instante y no pudo evitar que una gota resbalara por su cabeza.
- "Mmmm... señor Fukiwara..."- La joven iba a recordarle al hombre que se había vuelto a equivocar cuando este la paró.
- "No aceptaré un no por respuesta pequeña"- Dijo severo pero sin mucha persuasión.
- "Bueno... no tengo nada que hacer así que... creo que no es inconveniente"- Dijo dejando escapar un resoplido.
- "Entonces Nadeshiko será su guía en esta ciudad"- La joven iba a comentar algo cuando el teléfono sonó- "Marchaos, marchaos"- Dijo el hombre haciendo un gesto con la mano mientras su sonrisa amable seguía dibujada. La joven miró al chico y los dos salieron del cuarto, cuando ya estuvieron fuera la chica dejó caer pesada su cabeza y un suspiro escapó de sus labios.
- "¿Por qué yo?"- Dijo para sí misma sin percatarse de que había sido escuchada por el joven Li.
- "Tampoco creo que estar conmigo sea una tortura, señorita Nadeshiko"- Dijo Shaoran algo gracioso, lo que no era normal en su carácter.
- "Primero, tú no sabes lo que es para mi una tortura o no y siendo tú el que lo dice me parece algo increíble y segundo no me llames Nadeshiko, ese no es mi nombre"- La joven empezó a caminar por el pasillo del despacho y Li fue tras ella, siguiéndola.
- "¿Y por qué el señor Fukiwara la llama así? ¿Y con qué derecho se cree de tratarme de tu?"
- "Con el derecho de conocer al importantísimo Li Shaoran descendiente de Clow"- Dijo algo huraña, Shaoran se paró en seco y la joven al no oír los pasos tras ella se paró y giró su cabeza.
- "¿Cómo...?"
- "Nadeshiko era el nombre de mi madre"- Y como si una luz de revelación se iluminara sobre su cabeza Shaoran observó más detenidamente a la joven.
- "Ojos verdes"- Pensó tragando saliva. La que tenía delante no era nada más ni menos que la Cazadora de Cards...- "... Sakura Kinomoto"- La joven entrecerró la mirada y se dio la vuelta siguiendo su camino- "¡Sakura es... espera!"- Dijo aún sin salir de su revelación.
- "A mi no me hables Shaoran Li, no quiero saber nada más de ti, desearía no haberte conocido nunca"- La joven avanzó hasta entrar en un ascensor.
- "Sa... Sakura, espera"- La joven había pulsado el botón de la planta a la que quería ir y las puertas ya empezaban a cerrarse.
- "No me llames 'Sakura' perdiste ese derecho el día que no volví a saber nada más de ti. Espero que pase un buen día"- Sakura se dio la vuelta dándole la espalda mientras la puerta del ascensor se iba cerrando, Shaoran corrió hacia la puerta lo más rápido que pudo. Sakura oyó el sonido de las puertas cerrarse mientras seguía mirando la pared del ascensor con los ojos cerrados y los brazos cruzados, el ascensor empezó a bajar.
- "Te has vuelto una chica rencorosa"- La voz sobresaltó a la mujer y esta se dio la vuelta apoyando la espalda contra la pared. Delante de ella estaba Li con los brazos en las rodillas cogiendo aire- "Te haces derrogar o simplemente te gusta torturar a las personas"
- "Si es a ti no me importa"- Dijo lazando la cabeza a un lado con un bufido.
- "Los años te han cambiado..."- Una vena empezó a hincharse en su frente hasta que...- "Te has convertido en una chica preciosa"- Sakura movió la cabeza para mirarle a la cara y vio una sonrisa en sus labios, la chica se sonrojó y cuando el ascensor paró en recepción la chica intentó salir a toda velocidad pero Shaoran la bloqueó el paso y la retuvo del talle metiéndola de nuevo dentro, apretó el botón de una planta superior y las puertas se cerraron de nuevo- "Creo que en estos momento tenemos que hablar, así que será mejor que no salgas"- Dijo aún con sus manos en su cintura, la chica tuvo muy presente el contacto de su mano sobre su cintura y se apartó inmediatamente.
- "Yo no tengo nada de que hablar con alguien como tú"- Dijo girándose 45º.
- "Pues yo te he añorado mucho Sakura"- Uun terrible color carmesí adornaba sus mejillas.
- "Eh..."- No tenía palabras, la había alcanzado con esas palabras con la guardia totalmente baja.
- "La niña de 12 años que dejé ese día en el aeropuerto, a la que escribí durante dos años más y de la que jamás volví a saber hasta hoy. Y ante mis ojos me encuentro con una mujer y no con la niña a la que una vez conocí"- Sakura no sabía dónde esconder el rostro y lo mejor que supo hacer fue mirar el contador del ascensor para saber cuando llegarían a una planta. A Shaoran no se le escapó este detalle y sin pensarlo pulsó el botón de parada, el ascensor dio un brinco y los dos se quedaron parados entre dos plantas.
- "¿Qué haces?"- Preguntó asustada sujetándose a una pared del ascensor por el salto que dio.
- "Hablar contigo a solas"- Dijo serio y metiendo las manos en sus bolsillos.
- "¿Parando el ascensor? ¿Estás loco? ¿No sabes que se podría estropear?"- Dijo acercándose al panel intentando apretar algún botón pero Shaoran la había parado sujetando su muñeca.
- "¿Acaso no puedes hacer esto por la amistad que antes teníamos?"- Dijo serio. Sakura sintió un gran escalofrío por su espalda por el tacto de su piel. El joven empezó acercarse a ella.
- "Esa amistad terminó hace 4 años, ahora tengo otros amigos"- No sabía porque había dicho eso, ¿por qué dijo que tenía más amigos? ¿Acaso intentaba algo subconscientemente?
- "¿Por qué me tratas así? ¿Es que me odias?"- Preguntó despacio y en tono muy bajo.
- "Sí"- Mentía, mentía como una bellaca. Jamás había soltado una mentira más grande que esa.
- "Mentirosa"- De nuevo se dibujó una sonrisa en los labios de Li. Ni cuando era un niño sonreía tanto, ¿tanto había cambiado durante esos años o es que sonreía así solo para ella?.
- "Eres una creída Sakura, ¿cómo puede sonreír así solo a ti? No seas ilusa"- Se decía a sí misma.
- "No soy ninguna mentirosa"- Dijo muy insegura de lo que decía.
- "Bueno, pues si es así... ¿qué me dirías si te diera un beso?"- Sakura levantó la mirada para encontrarse la de él y ver unos ojos decididos.
- "No... no te atreverás"- Preguntó más que afirmó.
- "Comprobémoslo si no me crees"- El hombre rodeó a Sakura con el otro brazo y acercó su cara a la de ella. Notaron la respiración del uno sobre el otro. El calor que desprendía su aliento, la sensación de comodidad que tenía al estar con el otro.
- "No... voy... a res... pon... ponder... de... mi... si te... atreves..."- Dijo con la respiración entrecortada, cerrando los ojos y preparándose para el acercamiento de su antiguo amor de infancia.
Shaoran sonrió antes de juntar sus labios con los de ella. Sakura se dejó llevar por esa sensación cálida y sobrecogedora, La mano que Shaoran cogía de Sakura aún la tenía sujeta pero la dejó apoyada sobre su pecho, la otra mano de Sakura se elevó también a la altura de su pecho y agarró con fuerza su chaqueta. Shaoran empezó a acercarse más a ella y ella, inconscientemente empezó a dar unos pasos retrocediendo hasta tocar la pared que tenía a su espalda. Siguió besándola, devorando sus labios, llegando un beso pícaro y juguetón hasta un nivel de pasión tan desbordante que ni Sakura pudo saber donde terminaba él y donde comenzaba ella. Sintió como la mano de Shaoran, grande y fuerte sujetaba el centro de su espalda por la altura de sus caderas. Por la mente de la joven no pasaba ninguna ida más que prolongar esa sensación y llevarla hasta el extremo. El beso que Shaoran había empezado, Sakura lo había profundizado, la chica se sostuvo sobre la punta de sus pies y empezó a separarle los labios al joven, intentando entrar en su boca, intentado entrar en él para sentirle más cerca pero todo se interrumpió cuando el ascensor dio un salto y los dos se sobresaltaron, el ascensor subió hasta la planta indicada y las puertas empezaron a abrirse. Sakura se había separado de Shaoran justo en el momento que las puertas estaban totalmente abiertas.
- "¿Están bien?"- Preguntó un hombre del grupo formado delante de las puertas del ascensor. Sakura tenía toda la cara rojiza del calor que sentía.
- "Sí"- Dijo calladamente y sin más dilación salió del ascensor y se adentró entre la multitud, Shaoran intentó seguirla pero ya era demasiado tarde, su paloma, había escapado.
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- "Ya han pasado 3 semanas y sigo sin saber de ella"- Finalmente Shaoran pudo instalarse en Tokyo pero no gracias a la ayuda de Sakura, después de lo sucedido en el ascensor no volvió a saber nada más de ella, simplemente desapareció. El señor Fukiwara le había pedido a Sakura que le guiara por Tokyo pero cuando Shaoran le pidió la dirección de ella o donde la podía localizar el hombre solamente le dijo que no podía, que no era su deber darle la dirección de ella. Ahora se encontraba en el despacho de su apartamento, mirando la pantalla del ordenador unos documentos antiguos, pero la continua imagen de Sakura aparecía en su mente y su concentración se desvanecía más rápida que la luz- "¿Dónde podría encontrarla?"- El joven seguía dándole vueltas al asunto hasta que definitivamente dejó el trabajo y se marchó a tomar el aire. Cogió una chaqueta, sus llaves, la cartera, el móvil y se marchó. Ya en la calle no supo más que dar vueltas y vueltas sin rumbo fijo. Su mente vaga en un lugar lejano, con un enrome y brillante sol con rostro de ángel. Tan ensimismado estaba que no notó a la persona delante de él hasta que se encontró en el suelo. Musitó un:
- "Perdóneme no miraba por donde andaba"- Delante de él pudo ver a un joven que le resultaba bastante familiar, no pudo sentirse irritado hasta que pudo verle esa sonrisa diabólica. Nunca podría olvidar esa sonrisa de diablo travieso, un diablillo que disfruta de la gente, disfruta de la gente como si fueran juguetes en sus manos. El joven se colocó las gafas y se levantó, Shaoran hizo lo mismo y los dos se sacudieron las ropas. El joven de mirada azul levantó el rostro y miró detenidamente al chino, su sonrisa aumentó, como cuando un niño va a cometer una travesura.
- "No se preocupe, yo tampoco miraba por donde iba"- Le contestó con sospechosa cortesía. Shaoran solo supo levantar una ceja, ¿tal vez no le recordaba? Solo rezaba porque fuera así.
- "Si me disculpa"- Shaoran se dispuso a marcharse cuando el joven de gafas le cogió del brazo y acercó su rostro al de Shaoran. Toda la gente que andaba por aquel momento por la calle se quedó mirando a los dos jóvenes.
- "Su cara me resulta muy familiar"- El joven se acercó todavía más hasta quedar a milímetros de su cara. Shaoran empezó a ponerse granate de vergüenza e ira y cuando se dispuso a hacer algo bastante drástico se encontró con que alguien se había situado detrás del joven y le había dado en la cabeza tirándole al suelo.
- "¡¿Pero serás desvergonzado?! ¡Te dejo solo un minuto y te encuentro molestando a este caballero!"- Dijo una joven con el bolso en la mano, el bolso que había dirigido hacia la cabeza del joven de gafas. Shaoran no sabía donde esconderse, ahora llamaban más la atención, si esto era posible.
- "¿Qué pasa?"- Preguntó una voz nueva, Shaoran miró a la nueva persona y no pudo evitar un atisbo de entusiasmo. La joven se acercó hasta la pareja y el chico de cabellos castaños y entonces se detuvo helada, un escalofrío la recorrió todo el cuerpo y se giró en un acto reflejo decidida a salir de escena.
- "¿Sakura?"- Preguntó Tomoyo al ver la reacción de su amiga, fue en ese entonces que la mujer vio detenidamente la cara del chico- "¿Li?"- Preguntó dubitativa. Shaoran saludó a Tomoyo y con los ojos le mostró que mirara alrededor. Tomoyo se percató del espectáculo que estaban dando y cogiendo a Eriol, quien se levantó cuando Sakura entró a escena, a Shaoran y a Sakura se marcharon. Los cuatro se marcharon a un café y allí se sentaron todos, un silencio atronador era la voz cantante en esos momentos.
- "¿Cómo has estado Li? ¿Qué haces en la ciudad?"- Dijo Tomoyo tranquila y sobria para romper el hielo.
- "Bien, gracias. Estoy en la ciudad por asuntos de familia"- Replicó secamente sin mucho más que decir. Eriol que estaba cruzado de brazos sonreía abiertamente. Sakura estaba sentada al lado de Shaoran y se veía reacia a acercarse al joven, tenía sus brazos estirados y con las manos sobre sus piernas.
- "¿Estás bien Sakura?"- Preguntó Eriol. La joven agitó la cabeza afirmando, sin mirar al joven.
- "Eriol tiene razón, pareces algo tensa"- Dijo Tomoyo mirando a Shaoran de soslayo, quien por primera vez desde que se habían encontrado tenía una sonrisa, pero una sonrisa que se parecía a la de Eriol, una sonrisa juguetona- "Seguramente se siente avergonzada de volver a ver a Li"- Dijo Tomoyo uniéndose al grupo de buitres deseosos de carne fresca.
- "¡Tomoyo!"- Gritó Sakura levantando la cara. Se podía ver el sonrojo de sus mejillas. Shaoran apoyó una mano sobre las de Sakura.
- "Estás algo fría"- Comentó el joven. Sakura se sonrojó más aún.
- "Estoy muy bien"- Giró la cabeza enfrentándose a Shaoran. Tenía la cara colorada pero sus ojos eran serios.
- "Bueno... quisiera disculparme por lo de antes Li, es que Eriol no sabe medir sus gracias"- Dijo mirando al chico que tenía al lado, el cual tomaba tranquilamente su taza de té- "De veras siento que hallas tenido que pasar por una de sus bromas"- Ahora era Sakura la que reía, Shaoran tornó su rostro serio y lanzó una mirada asesina hacia el chico de gafas, el caul seguía sonriendo con la sonrisa de oreja a oreja.
- "No te preocupes Daidouji, supongo que el día que siente cabeza cambiará, aunque dudo que se llegue a casar, la mujer que se case contigo Hiragizawa tiene que estar realmente loca"- Tomoyo se atragantó y ahora Sakura reía a carcajada limpia.
- "Tienes razón, la mujer que se llegue a casar conmigo debe estar realmente fuera de sus cabales"- Sakura no paraba de reír mientras que Shaoran no entendía el porque de la risa histérica de la chica. Tomoyo se levantó de su asiento, levantó la cabeza muy digna soltando un resoplido y se marchó.
- "To... Tomoyo"- Llamó Sakura con dificultad cogiendo aire.
- "¿Qué la pasa?"- Preguntó Shaoran sin entender el repentino enfado de la mujer.
- "Vamos Tomoyo no te vayas"- Dijo Eriol dándose la vuelta en su asiento. Tomoyo no se giró, siguió hacia delante.
- "Creo que será mejor que no cuentes con pasar la noche con Tomoyo, Eriol"- Dijo Sakura cogiendo su bolso y levantándose- "Es más, no esperes ni en casarte con ella"- Sakura salió detrás de su amiga.
- "No me digas que..."- Shaoran no pudo terminar su frase.
- "Esa era la loca que será mi futura esposa"
~~~~ Fin Flashback ~~~~
- "¿Y tú por qué sonríes en estos momentos?"- Dijo Touya malhumorado al ver a Shaoran. Sin percatarse se había dejado llevar por un sentimiento nostálgico.
- "De nada"- Contestó serio como mostraba siempre su carácter.
- "No empecéis con vuestras estúpidas peleas de nuevo, tenemos otros asuntos que tratar mucho más importantes"- Dijo Tomoyo a los dos hombres- "Tenemos que intentar descubrir el paradero del Libro de los Secretos, es de suma importancia"- Dijo con tono severo.
- "¿Pero por donde podemos comenzar?"- Dijo Eriol pensativo.
- "Yo podría ayudaros"- Todos se giraron a mirar a la pequeña niña y se miraron unos a otros- "Puedo intentar soñar de nuevo, ¿no dijisteis que en ellos debía de esconderse?"- ¿Tenían otra solución?
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La ciudad estaba sumida en un caos, todo era pánico, terror, desolación y miedo, el olor a muerte podía sentirse en cada rincón, el olor a sangre y fuego, el olor a infierno en vida era lo que dominaba ahora Tomoeda. La gente corría por las calles desesperada o huía despavorida hacia sus hogares aunque nada valdría para calmar a todas esas personas. Eran personas muy ingenuas si pensaban que con solo huir se salvarían, su vida sería entregada a la muerte como todo ser vivo cuando pierde su cuerpo terrenal.
La mujer caminaba lentamente y con sumo cuidado, pisando con atención por donde pasaba. El pánico no la distraía, se dirigía hasta un punto y en ese punto se detendría.
- "Como odio este olor a ser vivo"- Decía mientras llegaba al punto donde pretendía pararse- "Espero que Furata se dé prisa en formar el campo mágico, no soporto tanto ser vivo rodeándome"- La mujer llevaba un exuberante vestido, largo y de un color rojizo intenso. Era un vestido corto que le llegaba por mitad de los muslos, ceñido a su cuerpo y de mangas cortas. Su cabello negro como el carbón estaba sujeto en una coleta alta, donde en lo más alto se veía un moño sujeto por dos palos de madera que atravesaban dicho moño. Caminó hasta llegar al punto de destino. En medio del disturbio había una mujer de pie con un cigarrillo entre sus labios. La mujer levantó ligeramente la cabeza para ver a la persona delante de ella. No se movió, simplemente cogió el pitillo lo tiró al suelo y lo pisó.
- "Siempre tan descarada"- Dijo levantando la cabeza dando a ver todo su rostro.
- "Siempre tan presuntuosa"- Dijo Katane cruzándose de brazos.
- "En eso tu me vences"- Se llevó las manos a los bolsillos y allí se mantuvo- "Creo que de aquí no vas a pasar"- Dijo con una sonrisa.
- "Pues en este lugar no voy a permanecer, detesto el olor a humano, prefiero que estén ya muertos, aprecio una buena cacería pero detesto que las presas se amontonen, suele ser molesto y repugnante, acaban manchándome con la salpicadura de su sangre cuando les corto el cuello"- Dijo con malicia.
- "Aún no han terminado el campo por lo que este territorio sigue estando bajo mi control"- Dijo sosteniendo su sonrisa.
- "La Mujer ha hablado, perdóname, pero no creo que dure por mucho tiempo, sino mira que buen trabajo hace Furata llamando las fuerzas del Infierno"- Dijo mirando al cielo, donde el ángel negro seguía en medio de las 4 columnas que se habían formado- "No queda mucho, es cuestión de segundos"- Las dos mujeres se giraron al mismo instante y se miraron a los ojos- "No eres tú a la que estoy buscando, pero me bastarás como diversión"- Sam cerró los ojos y un brillo la rodeó.
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El ángel de maldad del cielo movió sus brazos hacia la infinita mancha rojiza que cubría la ciudad y levantó su cabeza para dirigirla al cielo. Sakura estaba a pocos pasos de llegar a su destino cuando su atención fue dirigida hacia un sentimiento detrás de ella. Vio como el ángel miraba al cielo con los ojos cerrados y las manos levantadas, se quedó quieta en su posición y como si de un golpe preciso, limpio y seco bajó la cabeza abriendo sus ojos de un negro que brillante, sus ojos brillaban de tal manera que en vez de negrura parecía la luz del día, una luz del día negra, una luz negra que ocultaría por la eternidad la ciudad. Sakura se giró en redondo y vio como unas nubes en el cielo se arremolinaban formando un vórtice y tras un segundo una llamarada gigante cayó del cielo al suelo.
- "El campo ya ha sido formado"- Sin pensárselo ni un segundo más voló a por lo que iba buscando.
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- "Ya es demasiado tarde"- Dijo Meiling cayendo al suelo- "Ya ha dado lugar el principio del fin"- Dijo apesadumbrada.
- "¿Qué es lo que ocurre? ¿qué pasará ahora?"- Preguntó Touya- "¡Contestad alguna de las dos!"- Exigió el hombre.
- "Ahora lo podréis ver con vuestros propios ojos, en realidad he cerrado las cortinas no porque la luz os podría dejar ciegos, en realidad es una mentira que nos hemos inventado"- Dijo Tomoyo acercándose a las cortinas- "Simplemente lo hemos hecho para ahorraros la visión del mismo infierno"- Las cortinas mostraron justo el momento en que la quinta columna caía al suelo. Esto provocó que las otras cuatro columnas empezarán a vibrar de manera extraña.
- "¿Qué está pasando?"- Dijo Yukito.
- "En noche de luna roja, la sangre se derramará y el fuego nos consumirá"- Empezó a recitar Meiling.
- "Dando al fin lugar el Infierno Vivo"- Dijo Tomoyo acercándose a su hija y los demás chicos apartándoles de esa espantosa visión. Las columnas de fuego brillaron intensamente y unas prolongaciones salieron de cada columna.
- "Pero que demonios..."- Dijo Shaoran al ver lo que estaba sucediendo. Las columnas fueron extendiéndose por dos lados, cada una dirigiéndose a un lado.
- "¿Dónde se dirigen?"- Preguntó Eriol.
- "Parece que se están uniendo, es como si formaran una pared, incluso se cruzan entre ellas"- Las columnas seguían extendiéndose arrasando por donde pasaban hasta que se unían con otra columna, finalmente pareció detenerse, pero solo era una demora para lo inevitable. Todas las columnas se unieron de una forma peculiar, que nadie supo descifrar, nadie excepto ciertas personas situadas en diferentes puntos de la ciudad.
- "Esto es el final"- Dijo Meiling cayendo al suelo. Tomoyo se acercó a su esposo y hundió la cabeza en su pecho.
- "No quiero verlo, no quiero..."- Eriol acarició la cabeza de su esposa y de manera inesperada pudieron visualizar la razón de la pesadumbre de las mujeres. El ángel oscuro del desastre que aún tenía los brazos alzados permanecía quieto teniendo vista de toda la ciudad pero no la observaba, sus ojos no mostraban nada más que una maldad escalofriante. Algo captó la atención de los hombres, era algo brillante que empezaba a formarse en las manos del ser alado.
- "¿Qué es eso?"- Dijo Touya con su voz indignada. Eriol pudo notar la presión de la mano de Tomoyo cerrándose sobre su camisa.
- "Tomoyo..."- Susurró con preocupación, pero todo cambió cuando ese pequeño resplandor de las manos del centro de toda esta conmoción se levantó al cielo y atravesó las nubes para después separarse y caer alrededor como una funesta lluvia de estrellas de fuego.
- "Nada escapa de ella, todo lo ve y todo lo siente, este es el fin"- Dijo Meiling. Murmuró con una voz desesperada, la que tiene un loco que ya no sabe distinguir lo real de lo imaginario- "La muerte llega en forma de luz"
- "Creo que ha perdido la cabeza tu prima"- Dijo Touya al ver su estado.
- "Mi prima..."- Iba a responderle con un improperio pero lo que sus ojos alcanzaron a ver los dejó sin aliento. Esas llamaradas de luz q habían caído desde las manos del ángel habían caído al suelo provocando múltiples explosiones. Lo que esas explosiones supusieron fue una masacre, una masacre que segaba vidas a su paso, una masacre que no diferenciaba hombre y mujeres, niños o adultos sino que se llevaba vilmente las almas de esos pobres infelices. Aunque desde donde estaban no podían ver esos cuerpos sin vida podían imaginarse la destrucción que eso había provocado. Sin embrago no acabó allí, ese fuego al igual que las columnas empezó a moverse, los hombres abrieron la ventana para poder observar mejor pero cuando las ventanas fueron abiertas un calor abrasador los atacó.
- "¿De dónde sale este calor?"- Exclamó Yukito al sentir la repentina ola de calor entrando por la ventana.
- "¿Qué esperabas? ¿Crees que todo ese fuego no desprenderá calor?"- Contestó Meiling algo más calmada, fue como si la invasión del calor la hubiera devuelto la cordura. Sin que ellos notaran como había sucedido vieron como toda la ciudad estaba rodeada por un muro de fuego que llegaba al cielo, era una cúpula que los había dejado aislados del exterior.
- "¿Qué significa todo esto?"- La pregunta flotó en el aire- "Creo que necesitamos respuestas... muchas respuestas"- Touya estaba más que indignado con el tema y lo que más le irritaba es que su esposa se encontraba en la calle, a saber en que lugar y en que estado.
- "Hoy es noche de luna roja lo que implica que su poder domina sobre el nuestro, pero las cosas no deberían haber salido así, se suponía que el lugar debía ser escogido por nosotras"- Dijo Tomoyo que había levantado la cabeza pero que aún seguía pegada al cuerpo de su esposo.
- "Entonces esta especie de cúpula es el lugar de batalla"- Dijo Eriol abrazando a su mujer.
- "No exactamente, esto tiene varias funciones, una de ellas es marcar las zonas de lucha y su otro uso es..."- Meiling pareció dudar un momento antes de continuar pero alguien la interrumpió.
- "... para aumentar su poder"- Todos se giraron para ver a quien terminó la frase de Meiling. La hija de Sakura, Aika parecía muy pensativa y había hablado en voz alta sin darse cuenta.
- "¿Cómo lo sabes?"- Fue entonces cuando la pequeña levantó la cabeza y vio el asombro de algunos de los presentes.
- "Es bastante simple"- La pequeña salió de la sala y después de unos minutos volvió con algo en su mano, se subió a una silla y se apoyó en la mesa, todos se dirigieron a ella y la rodearon. La pequeña tenía sobre la mesa un mapa de la ciudad- "Si marcamos los puntos por los que cayeron esas cosas de fuego y después unimos sus puntos de esta manera..."- La niña marcó unos puntos con un rotulador y unió los diferentes puntos. Todos observaban sorprendidos y Meiling y Tomoyo más sorprendidas aún.
- "¿Aika cómo has sacado esa deducción?- Preguntó Tomoyo acercándose a la niña y posando su mano en el hombro de la hija de su mejor amiga.
- "Cuando era pequeña mamá me dijo que cada uno de nosotros poseemos el poder de una estrella, me contaba muchas historias de magos y hechiceros"- Dijo mientras terminaba el dibujo- "Y me dijo que dependiendo de la posición de una estrella de cinco puntas, su poder puede ser maligno o beneficioso"- Lo que vieron en el papel fue el dibujo de una estrella, de una estrella que se formaba sobre la ciudad- "Si la estrella tiene la punta hacia abajo es mala señal, pero no sé como puedo saber si la punta está hacia abajo o no"- Dijo con una interrogación sobre su cabeza.
- "Eres muy lista Aika"- Dijo Tomoyo poniendo su mano sobre la cabeza de la chica- "Siempre has tenido buena memoria y también eres muy buena con los números"- Shaoran miraba con detenimiento a la chica, por más que quisiera evitarlo no podía evitar interesarse por ella.
- "Mamá siempre me ha enseñado muchas cosas y tiene una especie de lema que siempre me recuerda"- Dijo levantando la mano con el dedo índice fuera y una sonrisa en sus labios.
- "¿Un lema?"- Preguntó Meiling al otro lado de la niña.
- "Espera siempre lo inesperado"- Los adultos de la sala miraron a Eriol, era lo que Clow siempre decía y lo que Kero le enseñó a Sakura cuando era niña.
- "Un buen lema sin duda"- Dijo el hombre de gafas y sonrisa con gran orgullo.
- "De pequeña siempre deseé ser hechicera, me contó la historia de la Cazadora de cards y ahora sé que era mi propia madre la que vivía esas aventuras"- Tatsuki y Katsumi miraron al exterior y vieron que el ángel que se encontraba en el exterior había cambiado de apariencia, sus ropas eran totalmente negras, vestía con una camiseta sin mangas que le cubría la parte superior del torso, el corte de la camiseta era diagonal y se cruzaba enganchándose por la parte izquierda a los pantalones. Los pantalones eran largos y ajustados, en una de las piernas llevaba atadas en línea de arriba a abajo una especie de correas con hebillas y en su cintura portaba varios cinturones estrechos del que colgaban unos pequeños objetos blanquecinos. El ser de las tinieblas se giró y miró a los chicos con una miraba fría, antes de que definitivamente se unieran los pilares creando un alto muro de la tierra al cielo. Los chicos se giraron a mirar a los adultos y demás niños cuando Katsumi cayó de rodillas abrazándose el cuerpo.
- "¡Umi!"- El grito del hijo de Touya llamó la atención de todos los presentes.
- "¡Katsumi!"- Yukito fue al lado de su hija que se encontraba arrodillada respirando con dificultad.
- "¿Qué la pasa?"- Preguntó Aika acercándose junto a los demás.
- "Con todo lo sucedido se me olvidó"- Dijo Yukito cogiendo a su hija- "Necesito que llames a tu llave Aika"- Dijo Yukito preocupado y acelerado.
- "¿Para?"- La actual maestra de las cards no sabía que era lo que estaba sucediendo- "¿Qué le pasa a Katsumi?"
- "¡Solo haz lo que digo Aika!"- Gritó el hombre por primera vez con un tono preocupado, Aika se asustó, era la primera vez que el señor Tsukishiro levantaba la voz de esa manera. Yukito se dio cuenta de su acto y su rostro se suavizó- "Perdóname... solo haz lo que te digo por favor"- Aika asintió y llamó a los poderes de su llave para que se transformara- "Y ahora ordena que se revele su auténtica forma"- Todos se sorprendieron ante lo que Yukito dijo. Aika no entendía que significaba pero hizo caso sumiso de lo ordenado.
- "Katsumi, revela tu forma original"- Katsumi sintió arder su interior y un aullido de dolor se escuchó en la habitación.
- "¿Qué está pasando Yuki?"- Le preguntó su amigo Touya. Eriol no podía creer lo que sus ojos veían, Yukito había...
- "Al ser un ser creado por Clow no podía envejecer ni tampoco podía morir, también estaba el asunto de que fui creado sin sexo, era un ser andrógino"- Explicaba el joven mientras veía sufrir a su hija, era tan doloroso no poder hacer anda por ella, pero así lo escogió ella- "Para poder tener hijos tuve que renunciar a mi personalidad como Yue y eso lo hice mediante un hechizo de traspaso de almas"
- "¿Traspaso de almas?"- Dijo Shaoran asombrado- "Esos hechizos están prohibidos por su peligrosidad Tsukishiro"- El semblante severo de Shaoran le mostraba su desaprobación.
- "Quería vivir como humano... amaba a mi esposa y deseaba vivir una vida normal junto a ella, tener hijos y por ello busqué algo que me ayudara a separa mi alma de la de Yue y así encontré ese hechizo"- Eriol le miró también en desaprobación, esos hechizos fueron prohibidos en la antigüedad por su peligrosidad y por ir contra la naturaleza de la vida. Eran hechizos frecuentemente utilizados para revivir muertos, mejor dicho... traspasar el alma de un enfermo a un vivo para que su alma perdurara, pero... estos hechizos no evitaban el conflicto entre las almas que habitaban el cuerpo, dos almas en un cuerpo era algo antinatural y nadie sobrevivía, era absurdo intentar revivir a alguien en el cuerpo de otra persona viva sabiendo que esto finalmente provocaría su muerte, era ilógico pero... aún así se seguía intentando.
- "Katsumi..."- Aika empezó a derramar lágrimas al ver la chica estaba ahora tumbada en el suelo agonizando.
- "¿Cómo traspasaste el alma de Yue?"- Preguntó Shaoran cerrando los ojos, ver a una niña sufriendo no era un espectáculo agradable de ver.
- "Pude contener el alma de Yue en un 'recipiente' durante el tiempo necesario, después cuando Sakura selló los guardianes no tuve problemas en traspasar el alma al cuerpo de Katsumi"- Apartó la mirada del cuerpo de su hija- "Pero... cuando el libro se volvió a abrir Katsumi me dijo que algo en ella la estaba llamando, sabía que era Yue, le dije que me permitiera volver a introducir a Yue en mi cuerpo y en cambio ella se negó, me dijo que ella debía ser ahora la protegiera a la actual maestra, me rogó que no hiciera nada, de alguna manera supo que otro traslado de su alma podría dañarme a mi como a Yue"- Tomoyo y Meiling escucharon mientras que Tomoyo abrazaba a su hija y Meiling intentaba evitar que Syaolong viera todo ese dolor.
- "Esos hechizos requieren gran energía, aún no sé como puedes permanecer entre nosotros"- Dijo Shaoran con un tono cada vez más frío, como el que empleaba con la gente del clan Li.
- "Finalmente Katsumi arriesgó su vida para que la mía no se acabara y ahora tiene que ser fuerte"- Aika se secó las lágrimas de los ojos con la manga y alzó la mirada a uno de los adultos.
- "Tío Eriol, tú que fuiste Clow en una anterior vida... un guardián existe gracias la poder d esu amo, ¿verdad?"- Eriol la miró con seriedad y solo asintió- "¿Y si yo le diera algo de mi poder a Katsumi?"- Eriol se sorprendió bastante ante la sugerencia de la niña, aún no estaba bastante capacitada como para realizar tal suicidio.
- "No Aika, es algo muy peligroso, puede que tengas un gran poder pero no lo controlas..."- Ante la mirada de todos la chica hizo algo inimaginable. De una manera inexplicable la chica rodeó a la Katsumi y ella con una poderosa luz, la card de Light salió de su bolsillo y después la card de Dark las rodeó sumiendo en la oscuridad a las dos chicas. Todos observaron sorprendidos, se acercaron pero había algo que los impedía traspasar más allá de lo que deseaban, había formada un escudo que los impedía hacer nada para poder ayudar o deshacer lo que estaba sucediendo.
- "¡Katsumi! ¡Aikaaaaaaaaaaaa!"- El grito desesperado de Lily se retumbó por toda la ciudad.
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- "¿Has notado ese poder?"- El hombre que se encontraba sentado entre las sombras observaba a través de un vórtice lo que sucedía en la ciudad, la otra persona a su lado de pie le miró con disimulo mientras le estaba diciendo esas palabras.
- "¿Cuál?"- el hombre movió un dedo y la imagen cambió hacia una bella mujer de alas.
- "Ya sabes a cual me refiero, si encuentran el Libro de los Secretos sabes lo que sucederá"- La voz empezaba a notarse irritada.
- "Jamás lo descubrirán, yo personalmente me encargaré de eso"
- "Eso espero, por el bien de todos nosotros"- La otra persona salió de las sombras y caminó al exterior.
- "¿Dónde vas?"- Preguntó girando levemente la cabeza.
- "Voy a dar un paseo, me encanta este paisaje y más si hay alguien que seguía agonizando, la muerte en su estado puro, una droga de puro éxtasis"- Se marchó pero antes de salir pudo ver la imagen de esa mujer, estaba delante de un niño que recogió acurrucándolo entre sus brazos.
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- "¿Y ese poder?"- Pensó una mujer alta y de largo pelo castaño rojizo. La mujer había llegado hasta el punto donde podría adquirir más poder, a uno de su pilares, donde su poder podría incrementarse aunque levemente.
- "Creía que no vendrías"- La mujer que estaba subida a un escenario lleno de instrumentos se dio la vuelta para ver como un oscuro ser alado se acercaba con sutileza.
- "La que creía que no vendrías era yo"- La mujer apartó la chaqueta que la cubría y la tiró. En una de sus muñecas mostraba una pulsera que brillaba a la luz de los focos- "Después de todo este es mi territorio"- Dijo con algo seguridad y sonrisa convencida.
- "Recuerda que hoy es día de Luna de Muerte, el último día que verás en este mundo"- El hombre quedó quieto en el centro del escenario donde los instrumentos rodeaban formando un círculo.
- "Eso ya se verá"- La mujer levantó la mano lentamente y con gracia mientras cerraba los ojos, la pulsera sonaban con suavidad al son de una melodía, al son del sonido de los cascabeles que la rodeaban- "Puro poder del cielo reclamo lo que es mío y reniego de este cuerpo. Yo soy Paloma de bien, Paloma que protege el pilar de las dulces melodías que el alma recita, de las bellas imágenes que el corazón retrata, que protege la música del corazón. Reniego de mi humanidad para volver a mi inmortalidad"- Los cascabeles empezaron a brillar y el auditorio de música se llenó de una luz cálida, la mujer que ante el apareció segundos después poseía un par de alas enormes que se extendían con estilo, en su otra muñeca apareció otra pulsera de cascabeles al igual que en los tobillos, la mujer abrió los ojos y se pudo apreciar un color púrpura pero cuando brillaba era violeta.
- "Entonces comencemos esta lucha Artista, Paloma de las Artes"- El hombre sacó dos palos cortos de detrás de su espalda, a la altura de su cintura, parecían palillos, al final de ellos había una cuerda que lo unía a un cristal el cual llevaba incrustado un pico de metal.
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Nari caminaba mirando con atención a su lado mientras recorría esos pasillos ahora silenciosos. ¿Quién podía pensar que antes estaba plagado de risas infantiles, de gritos y júbilos inocentes. La chica siguió por otro camino y la luz de la rojiza noche iluminaban el pasillo a través de los cristales, podía ver como el cielo sufría, como sus lágrimas de sangre lloraban por esas vidas perdidas en las explosiones de las columnas de ese maldito fuego infernal. Nari siguió hasta llegar delante de la puerta de una clase. Puso la mano sobre la puerta y se quedó mirando su mano. Tomó aire y de un movimiento veloz abrió la puerta corredera. Lo que encontró al otro lado fue una clase vacía, no había nadie, las persianas estaban bajadas por lo que tampoco lo podía asegurar. De repente oyó un sonido y se puso en alerta pero no sucedió nada, miró detenidamente la habitación fue a encender la luz, pero no iluminaba. De nuevo oyó un sonido y una tras otra las persianas se fueron levantando hasta que en la última detrás del aula se encontraba un hombre con las piernas cruzadas sobre un pupitre y las manos detrás de la nuca. Nari tenía una cara de asco que parecía que iba a vomitar en cualquier momento, el hombre abrió los ojos y la sonrió con sadismo.
- "¿Echabas de menos el colegio?"- El hombre apartó las piernas y cogió al lado del pupitre la espada que siempre portaba- "¿O quizá eres de las que tiene complejo de Peter Pan?"- El hombre se inclinó hacia delante y después se echó hacia atrás mirándola con ojos retorcidos.
- "Vine a echar a los indeseables que pisan un recinto sagrado"- La chica levantó el brazo con el puño cerrado y lo puso sobre su pecho, sobre el corazón y empezó a recitar unas palabras- "Puro poder del cielo reclamo lo que es mío y reniego de este cuerpo. Yo soy Paloma de bien, Paloma que protege el pilar de la inocencia, del futuro humano, que protege a los hijos del mañana. Reniego de mi humanidad para volver a mi inmortalidad"- La niña que en su aspecto terrestre tenía cara de niña ahora aparentaba ser una mujer. Las alas de pureza se replegaron para quedar solo el cuerpo de una mujer, sus ojos eran del color del sol, brillantes como el oro.
- "Por fin salió la mujer que reside en tu interior"
- "La mujer que te matará"
- "Pensé que los ángeles no mataban"- Dijo desenvainando la espada.
- "Hoy es una noche especial... hoy es Luna de Muerte... ¿verdad Deiel? ¿o debería de llamarte Kyoju?"-
- "Será mejor que no gastes saliva Paloma de la Inocencia y Pureza, La Niña"- La Paloma de la Inocencia o como era conocida, La Niña cogió de un bolsito que colgaban de su cintura lo que parecían lápices, pero enteramente de madera, alargó su brazo y de su pulsera empezaron a alargarse por arriba y por abajo prolongaciones luminosas que en sus puntas se unieron en un fino hilo. La Paloma posó el trozo de madera en los dedos que sostenían el arco y misteriosamente se alargó, echó mano de una pluma de sus alas y la clavó al final del palo.
- "De aquí al castigo eterno"- Soltó la flecha que fue directa al pecho del hombre.
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Eriol y Shaoran intentaban sacar a las dos chicas de ese escudo, si Aika intentaba darle algo de su poder para que la chica se alimentara y así pudiera luchar por su vida implicaría un suicidio de su parte, su cuerpo no podría aguantar la perdida de energía sería como si la drenaran de ella y eso la mataría.
- "¡Sacadlas! ¡Sacadlas!"- Gritaba Lily que estaba siendo sujetada por su madre. Syaolong se sentía frustrado y solo sabía apretar puños y dientes. Touya intentaba apoyar lo mejor que podía a su amigo, que no podía sentirse más culpable. Tatsuki caminaba de un lado a otro intentando pensar en una solución a todo este repentino problema. Kerberos el guardián de las cards que había aparecido antes cuando todo ese repentino ataque del cielo había acontecido estaba en su forma original, también pensando en una solución.
- "Mocoso... ¿no puedes hacer nada?"- Shaoran miró a Kero de mala manera mientras gotas de sudor caían por su frente.
- "Si tu puedes adelante"- Dijo señalando la esfera negra que fuera poseía un escudo protector de Shield- "Maldita sea Eriol tu creaste estás cartas"- Se veía que estaba tenso porque era la primera vez que le llamaba por su nombre.
- "Shield es un escudo que solo puede cortarse con Sword, no hay ninguna otra card capaz de..."- Pero sus palabras se desvanecieron al oír una explosión delante de su casa.
- "Pero que..."- Touya iba a soltar un improperio cuando otra explosión cayó esta vez contra la casa. Meiling miró a Tomoyo y esta la observó las dos asintieron con las miradas y salieron del cuarto corriendo.
- "¡Mamá!"- Gritó Lily y todos giraron sus cabezas a ver dos figuras desvanecerse por la puerta.
- "¡Tomoyo!"- Eriol salió corriendo detrás de su esposa al igual que Shaoran detrás de su prima.
- "Quedaos aquí"- Dijo Touya a los niños, antes de marcharse le señaló a su hijo que vigilara a Yukito, que seguía sumido en la desaparición por el bienestar de su hija, esa oscura cúpula que cubría a las dos niñas. Las dos mujeres corrieron hacia la puerta principal y antes de poder abrirla Eriol cogió el brazo de su mujer.
- "¿Tomoyo, dónde vas?"- Eriol no pudo mostrarse más serio, Meiling le tocó el hombro a su compañera y esta la miró con fijeza para después observar como su marido la retenía con fuerza.
- "Lo siento..."- La voz era tan fina y pequeña que solo Eriol pudo oír y antes de que su marido pudiera preguntarle más la mujer le besó.
Eriol no supo que responder, no porque no apreciara ese beso, no porque no amara a su esposa sino porque ese beso por primera vez le sabió a pena, a una gran tristeza y a su vez estaba tan lleno de amor... Cuando la mujer se separó, empujó a su marido con una fuerza que él jamás había sentido, tal era el poder que le tiró al suelo como si fuera de papel, haciendo a su vez que las gafas se cayeran al suelo y uno de los cristales se rompiera. Shaoran que había llegado a observar la escena se acercó al hombre y se arrodilló junto a él viendo como las dos mujeres les daban la espalda. Tomoyo hizo un movimiento veloz con las manos y por arte de magia en su mano apareció un pequeño espejo redondo, era un espejo con unos grabados a su alrededor, eran de un color azul oscuro. Meiling puso su brazo derecho horizontalmente delante de su pecho y el otro verticalmente sobre la mano del brazo derecho con las palmas mirando hacia ella, en el momento que giró las muñecas en su mano aparecieron unas estrellas, de las que los ninjas utilizaban para combatir, en sus palmas, aunque lo normal sería que llevaran un agujero en el centro, las estrellas de Meiling llevaban la mitad de una piedra redonda incrustada por una cara, una piedra naranja, casi clara como el ámbar pero más anaranjada.
- "¿Preparada?"- Preguntó Meiling con una sonrisa, Tomoyo no dijo nada más. Las dos recitaron a la vez esas palabras que despertaban el poder oculto en su interior.
- "Puro poder del cielo, reclamo lo que es mío y reniego de este cuerpo. Yo soy Paloma de bien, Paloma que protege el pilar que guía el futuro, de la infinita vista, que protege la visión del cielo. Reniego de mi humanidad para volver a mi inmortalidad"
- "Puro poder del cielo, reclamo lo que es mío y reniego de este cuerpo. Yo soy Paloma de bien, Paloma que protege el pilar de los que luchan, de los siguen con valentía, que protege la fuerza y valor de la vida. Reniego de mi humanidad para volver a mi inmortalidad"
Las dos cambiaron de forma justo en el momento en que la puerta principal explotaba para convertirse en simples astillas y serrín. Las dos Palomas no fueron alcanzadas gracias a su aura. Touya llegó en el momento en que la puerta había estallado y vio como las dos mujeres pisaban el suelo con unos trajes blancos. Meiling vestía una pieza entera de mangas cortas y pantalones cortos por la mitad del muslo. En el centro del pecho había un hueco en forma de estrella el cual mostraba su escote, en su cintura portaba un gran cinturón anaranjado y calzaba unos botines que caían graciosamente formando arrugas. Tomoyo vestía igual que Meiling pero con los pantalones largos y en donde terminaban las mangas a la altura de los hombros caían dos piezas de tela, delante y detrás. Además el hueco dibujado era una media luna con las puntas mirando al techo. Las alas las habían replegado. Eriol y Shaoran se levantaron para ver como del humo formado por la explosión aparecían dos personas. Una de ellas era un hombre que sostenía una espada larga que rozaba el suelo yu la otra iba totalmente cubierta con pañuelos negros, mostrando solo una mirada fría.
- "¿Qué ves a partir de ahora Visionaria? ¿Un futuro feliz o simplemente la muerte?"- Preguntó el hombre a Tomoyo.
- "Veo un final en el que tú ya no existirás"- El pequeño espejo que Tomoyo portaba empezó a brillar, Tomoyo extendió el abrazo recto hacia delante y allí sin tocar los dedos el espejo empezó a girar hasta que agrandó tres veces su tamaño. Ahora el cristal del espejo estaba en el centro rodeado de un marco, el cristal y el marco estaban unidos solo por una pequeña barra de metal que atravesaba el espejo horizontalmente justo a la mitad. De los lados del marco sobresalían dos prolongaciones por donde se podía coger el espejo, Tomoyo cogió el objeto y con él reflejó al hombre- "Aquí y ahora tu futuro acaba"- El centro del espejo empezó a brillar hasta extenderse en su plenitud. Un gran rayo de luz salió de él y salió disparado directamente hacia el hombre.
Meiling a su vez había hecho lo mismo que Tomoyo, sus estrellas crecieron hasta ser el triple de su tamaño, las piedras que adornaban el centro era donde Meiling puso sus manos para agarran ese extraña arma. Eran como dos pequeños escudos lisos con un borde en forma de sierra. Meiling se movió de donde había permanecido quieta y se abalanzó sobre ese ser encapuchado. Impulsada desde su cadera izquierda, su mano derecha fue rápida a cortar a esa persona. Esa persona encapuchada sacó lo que parecía ser un abanico cerrado y paró el golpe. Con su otra mano sacó otro abanico que fue directo a clavarse como si de un cuchillo se tratara, pero Meiling lo bloqueó con su arma. Se miraron fijamente y con una sonrisa las dos personas desaparecieron de la casa.
- "¡Meiling!"- Gritó Shaoran cuando vio desaparecer a su prima delante de sus ojos. Eriol vio como ese hombre había esquivado el ataque de su esposa y saltaba hacia arriba dispuesto a a caer con todo el peso y la velocidad sobre el cuerpo de ella pero esta con el espejo le frenó, una gran onda de fuerza se expandió al choque de la espada contra el espejo y la casa empezó a temblar de nuevo.
- "¡Ríndete!"- Gritó el hombre aún presionando sobre el escudo.
- "¡Jamás!"- Replicó con la misma furia.
- "Tu poder es inferior al mío, además tu nunca fuiste creada para la lucha, tu poder es solo pasivo, con tu espejo solo puedes defenderte y lanzar ataques de luz, pero que en esta oscuridad no surgen gran efecto dado, como puedes ver, a que no tienes una fuente de alimentación"- Dijo apartándose de ella con un salto hacia atrás.
- "Tal vez sea así pero no me rendiré con tanta felicidad"- La mujer cogió el escudo y con suma facilidad lo dobló por la mitad hasta partirlo por la mitad- "Pero en una cosa te equivocas..."- El espejo empezó a retraerse hasta formar un filo en el centro y con el resto de lo que quedaba de marco formaba una especie de daga de tres puntas, una central de cristal y dos puntas metálicas a los lados- "... Yo también sé atacar"- Y sin más demoras le atacó intentando un ataque frontal, intentando clavarle el arma en el corazón, pero el hombre paró ese golpe, lo que no pudo evitar fue que el otro arma alcanzara su muslo, pero con gran habilidad había conseguido que no lo hundiera totalmente en su pierna.
- "Tendrás que ser más rápida"- Dijo con una sonrisa. Tomoyo levantó la mirada para hundirse en sus ojos y fue entonces cuando el hombre mostró más rabia y furia- "No me mires así, no te atrevas a mirarme de esa manera"- Sacó el arma de su pierna sin problemas y tiró al ángel al suelo.
- "¡¿Por qué lo hiciste?! ¡Qué ganas con toda esta destrucción!"- La mujer se volvió a levantar y esta vez sus ataques fueron repelidos a cada golpe por el fijo de la espada de él.
- "Sufrimiento, el sufrimiento humano es lo que mantiene mi vida, hacer sufrir a los seres que tú más amas"- Ahora él pasó al ataque dando golpe de espadas que ella fue parando con más dificultad de la que él tuvo para parar las suyas. La fuerza de él era mayor que la de ella y sus golpes cobraban más fuerza a cada intento. Eriol miraba desde la distancia sin poder hacer nada en absoluto. Shaoran solo analizaba el combate con interés, Touya también estaba absorto en ellos que nadie notó la presencia de otra persona más.
El hombre atacó con un golpe lateral que intentaba partir a la Visionaria por dos mitades, esta lo paró justo para permitir que la rozara dejando un pequeño corte. El hombre la miró con mayor furia a cada golpe parado y sin que esta lo esperara levantó su pie y con una patada en el estómago la hizo volar contra la pared. Tomoyo chocó con tal dureza que atravesó la pared, pero sin tener más tiempo a recuperarse se levantó de los escombros de la pared y volvió a embestirle con los dos puñales a la vez, pero como antes, el baile seguía sin variar, el hombre la paró y esta prosiguió con la ofensiva hasta que unió los dos puñales y saltó directa al cuello del hombre, interponiendo la espada entre las dos armas los dos mantuvieron un forcejeo hasta volver a separarse. Tomoyo respira con rapidez recuperando aliento y él también pero con menor intensidad, evidentemente ella había empleado más fuerza en sus ataques y en su defensa que él. La herida de la pierna no había impedido reducir su velocidad o eso era lo que todos observaban. En un instante y sin previo aviso volvieron a atacarse. Tomoyo pasó a agarrar de diferente manera su cuchillo de tres puntas, ahora la punta miraba hacia el interior, tocando la piel de los brazos de la mujer. Sus ataques eran en vano, parecía no tener un punto débil y en un acto de desesperación cogió una de las armas y la lanzó a su pecho. El hombre cogió el arma con relativa facilidad, pero lo que no supo es que a la vez en que lanzaba el arma ella corrió a atacarle, Tomoyo le intentó clavar el otro puñal pero él lo paró con su brazo, traspasándolo.
- "¿Es lo mejor que sabes hacer para proteger a estos malditos humanos que tanto amas?"- Dijo con sadismo, Tomoyo no se sorprendió ante su rápido contrataque cuando ella le clavó el puñal, dio un amplio salto hacia atrás pero ahora estaba desarmada, el hombre clavó su larga espada en el suelo y se sacó el cuchillo que traspasaba su brazo. Sangre negra brotaba de la pierna y el brazo y aún todo esto seguía riendo. El hombre cogió las armas de Tomoyo en una mano y con la otra cogió su espada que envainó en su cintura. Con gran destreza atacó a la mujer que esquivaba los ataques, sin embargo no evitaba que en alguno de esos ataques se acercara lo bastante a su piel logrando cortarla. Y en uno de sus siguientes ataques se posicionó justo en el momento en que ella retrocedía e introduciendo su pie en medio logró que tropezara y cayera al suelo. Tumbada en el suelo el se agachó inmediatamente y levantando el puñal para darle su toque final algo lo detuvo.
Shaoran y Eriol iban a reaccionar para detenerle pero alguien se anticipó a ellos. Un cuerpo pequeño se había agarrado al brazo del hombre y le había detenido. El hombre giró la cabeza para encontrarse a una niña pequeña. Lily que se había escapado a la vigilancia de Tatsuki había presencia la batalla y antes de que ese hombre pudiera clavar ese puñal en el cuerpo de su madre se había abalanzado sobre él.
- "¡Lily!"- Gritó su padre. Báculo en mano el padre se dispuso a atacar a ese monstruo pero con solo levantar la mano, el hombre lanzó una bola de energía que le detuvo. Eriol formó un escudo pero la fuerza había sido de gran magnitud. El hombre se giró a ver a la niña que temblaba sin parar.
- "Maldita mocosa"- Y la tiró contra una pared, la niña se golpeó y cayó al suelo. El hombre volvió a Tomoyo y sin más dilación clavó el puñal con fuerza provocando un grito de ella.
- "¡Ahhhh!"- Había clavado el objeto en su hombro derecho. El otro también fue directo hacia el hombro, pero esta vez al izquierdo. Tomoyo tenía los ojos abiertos por el dolor- "Si así disfrutas, págalo conmigo y deja a los humanos, yo fui la que mató la bondad de tu corazón así que yo soy la que debe pagar, por favor... deja que vivan, por favor... Criel"- El hombre cogió uno de los puñales y lo hundió todavía más en su interior.
- "No, tu no morirás ahora, verás como mueren todos estos repugnantes bípedos, mi goce será el de cuando te posea, devoraré tu alma mientras ves como todos estos infectos seres mueren ante tus ojos, serás mía como una vez no lo pudiste ser"- Y ante sorpresa de todos el hombre se agachó a besar a la mujer, Matsawaru devoraba sus labios mientras la infringía más dolor introduciendo más los puñales. Lily que había vuelto a la consciencia volvió a atacar al hombre y este al sentir los golpes de la niña lo cogió sin escrúpulos del cuello y la alzó.
- "¡Lily! ¡Suéltala!"- Eriol se dispuso a atacarle de nuevo pero el hombre pegó el cuerpo de la niña a su cuerpo sujetándola del cuello, sacó su espada y apuntó el cuello de la pequeña. Shaoran que también se disponía a ayudar se paró junto con Eriol.
- "Esta niña, como pudiste concebir a una niña en tu vientre, una niña de un ser humano"- Tomoyo estaba perdiendo sangre y respiraba con dificultad pero aún así se esforzó para poder levantarse del suelo, sonde la habían clavado.
- "Porque es fruto del amor que siento por ese humano"- Dijo con dificultad.
- "Entonces si esto es símbolo de tu amor por él..."- El hombre sonrió con malicia y acercó su cabeza a la oreja de la niña- "Corre"- Dejó caer a la niña en el suelo y esta se dispuso a correr. Eriol, Shaoran y Touya observaron como la niña miraba a su padre con miedo pero antes de poder ni siquiera separarse unos pasos los ojos de todos se agrandaron ante lo que vieron.
La espada de Matsawaru se adentró por su espalda y salió por su pecho, atravesando el corazón. La niña miró a su padre mientras solo una palabra salió de sus labios, la última que diría, el último sonido que oirían de esa melodiosa vocecita.
- "Papá"- Fue tan débil que casi fue un susurro. El Ángel Caído sacó la espada del cuerpo de la niña y esta se derrumbó, como un muñeco, sin vida. La sangre brotaba sin cesar del cuerpo de Lily. Eriol quedó callado viendo como el cuerpo de su hija perdía la vida ante sus ojos, sin que él pudiera hacer lo más mínimo. Shaoran también quedó sorprendido ante el asesinato de una vida tan joven y Touya se adelantó a coger a Hiragizawa por los hombros con las manos temblorosas y la mirada oculta entre sus cabellos. Matsawaru sonreía mientras lamía la sangre de su espada, el dulce sabor de un vida inocente. Sus pensamientos de felicidad fueron interrumpidos cuando sus ojos captaron la intensa luz que empezó a asolar el cuerpo y después él y Tomoyo desaparecieron. Eriol se soltó de las manos de Touya y fue corriendo a abrazar el cuerpo inerte de su hija.
- "¿Lily?"- Acarició la mejilla de su hija mientras los ojos abiertos de su dulce niña lo observaban vacíos. Esto no era real, no podía serlo, su hija no estaba ahí delante de él, su corazón seguía latiendo, debía seguir latiendo, su respiración debía de ser cálida, debía de ser acompasada y suave, no, su hija no estaba muerta, no era ese frágil cuerpo quieto empapado de sangre. Esa no era su hija, su pequeña Lily que tanto amaba, que le sonreía siempre con una inmensa alegría, que cantaba como los ángeles con una voz suave y dulce, que abrazaba con ternura y le daba un beso cada noche antes de dormir. Ese cuerpo que empezaba a enfriarse no podía ser su hija, no era ella, no debía ser ella- "¡Lilyyyyyyyyyyyyyyy!"
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Jun se adentró en el silencioso lugar, aún siendo silencioso cuando estaba lleno de gente. Esa noche su silencio sepulcral la daba un toque mortuorio. Las estanterías llenas de libros podían ocultar fácilmente a cualquier persona que quisiera ocultarse en las sombras. La mujer siguió caminando alerta a cualquier imprevisto ataque. Pronto llegó a las mesas donde los estudiantes iban a documentarse, a leer o estudiar. Y allí sentado delante de una de ellas contempló la figura de un hombre, pero que enseguida reconoció al extender sus alas, negras como la misma oscuridad.
- "Lucifer..."- El ángel de ojos negros la miró y esta sin más preámbulos pasó al ataque- "Puro poder del cielo, reclamo lo que es mío y reniego de este cuerpo. Yo soy Paloma de bien, Paloma que protege el pilar del conocimiento, de los que aprecian los saberes, que protege las palabras no habladas de la sabiduría. Reniego de mi humanidad para volver a mi inmortalidad"- La mujer sacó una de sus plumas verdes y la transformó en una larga vara de madera con una gema a cada lado de ella.
- "Esto será interesante..."- Las dos gemas se iluminaron y la mujer se acercó sin miedo, ni temor, con gran destreza a él- "Muy interesante..."
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Sakura volaba por los cielos intentando llegar a la casa de Tomoyo, allí el pequeño estaría bajo la seguridad de sus amigos. Volaba con todas sus fuerzas, sabía que todo había comenzado, sabía que la lucha sería dura, sabía que no ganarían todas las batallas, pero una cosa podía jurar.
- "Esta guerra no la ganarás tú Lucifer, esta guerra la ganaremos nosotras"- Pero lo que Sakura no sabía es que esta lucha sería la más difícil que enfrentaría. La más difícil de todas.
N. de A: Que puedo decir... ^^UUU. Qué aunque me digan que me he tardado mucho, les aseguro que este fic lo he escrito en más o menos una semana, si contamos el tiempo de cada día :P. Ahora un par de aclaraciones: Primero, este fic lo he calificado R más que nada por lo sangriento que lo voy a convertir. Segundo, alguien me dio una idea para el fic, pero por un inesperado giro de planes (hace dos días) se me ocurrió cambiar muchas cosas de las batallas y no podré utilizar esa idea U_U lo siento. Tercero: El cambio de formato lean la explicación arriba :P.
Y solo me queda decir que gracias por su espera y que como siempre digo... no esperen una actualización en breve, ahora mismo debería de estar estudiando para un examen el martes :P. Para saber más sobre mis fics pasen a ver mi bio como una vez por semana, siempre pongo como van las actualizaciones ;).
Quejas, reclamaciones, abucheos o lo que sea a mi no :P, para todo lo demás eternal_phoenix_light@yahoo.es
MSN: kasiopea_milenia99@hotmail.com
Zai Jian
