Capitulo final: Pesadilla o maldición.
NOTA PREVIA: antes que se me olvide lo dejo claro, los personajes de Slayers no me pertenecen, pero los personajes nuevos, esos si son míos.
Ya se sentía mejor, había recobrado fuerza suficiente para curarse ella misma, aun sentía dolor y tenia dificultades para moverse, pero al menos ya no sangraba. Un escalofrío recorrió su espalda al recordar las palabras de Palicrovol.
Maldición! – golpeó con fuerza la muralla. – lo peor de todo... es que tiene razón. – cerró sus ojos para dejar caer unas lagrimas. – Ese maldito tiene toda la razón... jamás, nunca debí usar el Giga Slave! Me hubiera ahorrado muchos problemas de no haberlo hecho. Aunque... supongo que era la única forma de no morir. Pero todo resultó peor. Gourry, Amelia, Zelgadis... todos... pagaron con su vida y todo por mi culpa... y ahora... Asineth y sus amigos también. Ja, pero si este cretino piensa que podrá usarme como le plazca se llevara una gran sorpresa... ya una vez pude anular su hechizo, puedo volver a hacerlo, espero. De todas formas esto acabara pronto. Y se que ella podrá lograrlo... la diosa le ayudara... de eso no me cabe duda, pero... que le pedirá a cambio? Aquella vez... me dijo que me permitiría seguir con mi vida, pero que llegado al momento cobraría su intervención, supongo que lo hizo porque no tenia nada que entregarle... ya no tenia nada, pero ahora. Ahora tengo a mi pequeña. Supongo que no espera que se la entregue... espero que no sea eso lo que la diosa este pensando...
Muy bien, ya es hora de irnos. – Palicrovol apareció en la puerta de la celda, Lina se limitó a mirarlo con odio. Sabia bien lo que pasaría ahora. El volvería tomar control sobre ella y la usaría para lastimar a Asineth, pero contaba con que Valteira ayudaría a su hija el tiempo suficiente para que ella pudiese librarse de el.
Vas a seguir lloriqueando toda el día? No podemos quedarnos aquí! No te das cuenta que ese sujeto puede aparecer en cualquier momento? – Asineth permanecía con el rostro oculto entre las rodillas, desde que le habían dicho que su madre estaba en las manos de Palicrovol que no reaccionaba, llevaba casi una hora en ese estado.
Si ella... no pudo, como se supone que yo le ganare? – su voz era apenas audible. – Orem se acercó mas a ella y puso una mano en su hombro.
Sabes, ella no nos tenia a nosotros... Val y yo te ayudaremos, no importa lo que pase... pero déjame decirte algo: si sigues con ese animo y ese pesimismo nos marcharemos ahora mismo. No tengo intenciones de arriesgarme por alguien que se deja vencer antes de luchar. – la joven levantó la mirada y sonrió levemente.
De acuerdo, dejare de llorar. – con suavidad Orem secó las lagrimas que aun corrían por sus mejillas.
Eso es! Ahora vamos a Zefilia a buscar un lugar donde pasar la noche. – el chico le ayudó a ponerse de pie y ambos se apresuraron a retomar el camino. Mientras, Val les miraba un poco apartado.
Que fue toda esa cursilería? Orem! No me lo esperaba de ti! – las palabras de Val habían logrado que el aludido se sonrojara.
ESO NO TE IMPORTA!
Jajajja, Orem tiene novia, Orem tiene novia!
QUE ME DEJES EN PAZ! - Orem ya no podía estar mas rojo y Asineth solo había desviado la mirada sintiéndose un poco apenada por la situación.
Siento interrumpirlos, pero tengo un asunto pendiente con esa chica. – ninguno lo había notado, Palicrovol había llegado sin hacer el menor ruido y los había tomado desprevenidos, rápidamente se pusieron en guardia con la intención de proteger a Asineth.
DONDE ESTA MI MADRE? – todo el temor que había sentido se transformó en furia. A Palicrovol le agradó su actitud, quizás ahora la batalla fuera mas interesante.
OH! Ya veo, te enteraste... bueno, ella esta aquí. – se hizo a un lado para dejar ver a la mujer que había estado luchando contra Selene la vez anterior. Palicrovol se acercó a la pelirroja y con suavidad levantó su rostro como si fuera a besarlo, pero en vez de hacerlo quitó lentamente el pañuelo que cubría la mitad de su rostro.
Como...? – Asineth se quedó con la boca abierta, no podía creer lo que veía... su madre estaba con su enemigo! No, tenia que haber un error. – No... no puede ser, por que!
Por que? Eso es fácil, porque yo lo quise así, solo por eso. Debo reconocer que me dio una dura batalla, pero no logró hacer nada... y dime, crees poder hacerlo mejor que ella? Yo creo que no. – el sujeto abrazó por detrás a la hechicera y acaricio su rostro. – Querida Lina, por que no acabas con ellos. – sin inmutarse siquiera Lina desenvainó su espada y se lanzó al ataque.
Orem logró bloquear el golpe con su espada justo antes de que alcanzara a Asineth.
Val! Encárgate de ese sujeto! Yo me encargo de ella!
Entendido! – Valteira tomo posición y se dispuso a encarar a Palicrovol, este solo lo miró con desprecio.
Si te haces a un lado, entonces no te matare. – no obtuvo respuesta. – vaya, todos estos chicos están hechos con el mismo molde, lo siento por ti muchacho, pero no me dejas opción.
Tanto Orem como Valteira se enfrascaron en una lucha cerrada. Asineth había sido relegada momentáneamente, pero para ella eso era lo mejor, aun no podía asimilar lo que ocurría. Primero, su madre la había expulsado de su casa, sintiéndose la peor cosa del mundo había obedecido las ordenes de Lina. Siguiendo sus propios impulsos se dirigió a la Ciudad de Atlas donde perdió a su mejor amiga y a su amado en un abrir y cerrar de ojos. Y ahora parecía que la historia volvería a repetirse. Sus nuevos compañeros luchaban fervientemente, pero no parecían lograr resultado alguno, y ella ahí, mirando... de brazos cruzados... igual que antes... una potente explosión llamó su atención. Orem salió disparado y cayó entre los árboles cercanos a ella. Lina no pensaba darle ventaja y se lanzó nuevamente sobre el, mas Asineth logró reaccionar a tiempo y bloqueó el poderoso hechizo con un escudo.
Yo me haré cargo... – su voz fue casi un susurro, pero mas firme y decidido que nunca.
Estas segura? – Orem no quería dejarla sola, sabia que seria duro para ella.
Solo quédate atrás. – respondió fríamente.
De acuerdo. – Orem veía la batalla con recelo, sin saber si ayudar a Val o quedarse junto a Asineth por si ella necesitaba ayuda.
Por favor, tienes que reaccionar! – a pesar de sus suplicas, Asineth no dejaba de atacar a Lina, de alguna forma ya estaba acostumbrada, después de todo, llevaba varios años entrenando con ella y aun cuando las reglas del juego no son las mismas en combate, no distaban mucho de lo que habían sido los entrenamientos con su madre.
No puedo creer que te dejes dominar... – las lagrimas se resistían a dejar los ojos de la joven. – no puedo creer que seas la misma que me trató con tanta frialdad... la misma que me despreció siempre...! – a cada palabra la rabia iba ganando terreno y junto con ello, la fuerza de sus ataques se iba intensificando.
Por su parte Lina se limitaba a esquivar y a contraatacar de vez en cuando, pero con hechizos tan débiles que hasta un niño seria capaz de esquivarlos. La pelirroja poco a poco iba librándose del control de Palicrovol, pero no podía dejar que este se diera cuenta, tenia que aparentar y hasta ahora todo iba bien, tanto así, que ni siquiera Asineth se había dado cuenta de lo que ocurría.
Con cada uno de sus movimientos Lina procuraba acercase mas a su contrincante, necesitaba decirle lo que pasaba, ponerse de acuerdo y atacar juntas a Palicrovol, pero Asineth le estaba dando una dura batalla y su cuerpo aun estaba resentido por el combate anterior. Esquivó a duras penas un mandoble de la espada de la luz y aprovechó el impulso para lanzarse sobre Asineth. Fue solo un instante, pero duró lo suficiente como para susurrar unas palabras en el oído de la joven.
Hija, suficiente. – eso bastó para que Asineth desviara en ultimo momento su ataque.
Mama?
No te detengas, el no debe darse cuenta.
Pero, por que! Por que hiciste todo esto... por que?
No hay tiempo para esto. No tengo el poder para destruirlo, pero tu si lo tienes. Siempre he pensado que harías cosas mucho mas grandiosas que las que yo pude haber hecho. No quiero creer que me equivoqué...
Intenté vencerlo, pero... no pude hacer nada... mama, yo no puedo hacerlo.
Lo haremos juntas.
Orem veía el forcejeo con recelo y siempre alerta. No parecía que estuvieran luchando, mas bien estaban hablando. Decidió que por ahora Asineth estaba bien y el que necesitaba de su ayuda era Valteira quien mantenía una violenta batalla con Palicrovol. El joven dio una ultima mirada a las mujeres a su espalda y arremetió con fuerza contra el enemigo.
Palicrovol fue tomado por sorpresa, estaba demasiado enfrascado en su lucha contra el chico de cabello aguamarina, tanto así que no se percató que el otro joven que acompañaba a Asineth se acercaba a el empuñando su espada. El corte no alcanzó ninguna zona vital, sin embargo fue suficientemente fuerte como para que perdiera su concentración y llevara su mano hasta la herida que Orem le había hecho en su brazo izquierdo.
Que molestos son estos niños... – Palicrovol miró a ambos con desprecio, finalmente dio un vistazo a Lina y su hija que luchaban varios metros mas allá. Las observó unos segundos y regresó su atención a sus propios asuntos. – si no se hubieran entrometido tendrían una vida... algo mas larga.
Cállate y pelea! – Val ya estaba cansado, no le agradaba luchar por causas que no eran las de él, pero se lo había prometido a su padre y también a Asineth, sin mencionar que por su culpa Orem también estaba involucrado, si se iba sin terminar estaría defraudando a mucha gente... reunió sus fuerzas y transformó sus brazos en las feroces garras de un Antiguo Dragón. Iba a darlo todo en esa pelea. – acércate idiota. Déjame mostrarte todo mi poder!
Valteira se lanzó al ataque, esta vez lo haría en serio, usaría hasta la ultima gota de su poder... se acercó lo mas que pudo y comenzó a lanzar golpes a una velocidad increíble de forma que Palicrovol no pudiera detenerlos y en un descuido Val logró enterrar las garras en su vientre. La mirada de Palicrovol estaba llena de incredulidad y furia, mientras que Val le sonreía complacido por haberle dado un golpe tan certero.
Ha sido suficiente. – llevó la mano a la herida y luego la puso a la altura de la vista, estaba empapada en sangre. – es inútil luchar contra mi, son seres inferiores y ahora lo verán! – Palicrovol cerró sus ojos, sus manos se movían rápidamente trazando figuras en el aire y sus labios susurraban ininteligibles palabras. Una poderosa energía comenzó a reunirse a su alrededor.
Asineth y Lina ya tenían un plan, si bien no era muy elaborado, esperaban que fuera suficientemente bueno como para terminar con la pelea de una vez por todas. Lo único que debían hacer era lanzar a un mismo tiempo el Ragna Blade. No había tiempo. Tenían que actuar ya. Palicrovol acababa de lanzar un feroz ataque contra los dos chicos, estaba distraído y lo suficientemente exhausto como para no poder bloquear un ataque sorpresa y menos con semejante poder. En una sincronía increíble ambas invocaron a un tiempo el hechizo, dos segundos después saltaban sobre su enemigo intentando destruirlo con sendas espadas creadas con parte del poder del Señor de las Pesadillas... "tu fuiste quien causó todo esto y tu serás quien lo termine" pensó para si Lina.
El dolor fue desgarrador, fue tomado totalmente desprevenido. Estaba tan concentrado en derrotar al par de mocosos que en ningún momento sintió la poderosa energía del hechizo de las Inverse. Su cuerpo fue rasgado en pedazos, pero su ira seguía intacta, incluso había aumentado ante la frustración de sentir la derrota. Tenia que deshacerse de esa niña y de su madre... y de todo lo que tuviera relación con L-sama.
Lina y Asineth retrocedieron hasta quedar cerca de los dos chicos, habían dado en el blanco, pero aun no sabían que tan efectivo había sido el ataque. Por su parte Lina empezaba a sentir los efectos secundarios del hechizo, aunque trató de disimularlo lo mejor posible apoyándose contra un árbol, sin bajar la guardia por supuesto. La nube de humo empezaba a disiparse dejando a la vista a un Palicrovol seriamente lastimado, mas no muerto.
Malditos... malditos sean todos ustedes... arg! – al ponerse de pie se ahogó con su propia sangre. – esta bien, reconozco que me han vencido, pero soy mal perdedor y que es te muriendo no significa que no cumpliré con mi cometido. Voy a destruir el mundo... este y todos lo que han sido creados por L-sama.
Tenemos que detenerlo cuanto antes.
Mama? Estas bien?
No te preocupes por nada, ve. No me mires así, tienes otras cosas de las que preocuparte. "de todas formas creo que esta será mi ultima vez..."
Pero lo hemos atacado con todo y aun así no hemos podido vencerlo. Como se supone que lo detengamos ahora?
AHÍ VIENE! – Orem se puso al frente de todos, pretendía protegerlos, pero no sabía bien como hacer frente a la inmensa energía que Palicrovol creaba justo ante sus ojos.
Valteira se puso a su lado. Con un intercambio de miradas acordaron protegerlas. Sin embargo la asombrosa fuerza que estaba concentrando el enemigo los superaba por completo y lo peor de todo era que lo sabían y no tenían mas opción que tratar de resistir lo mejor posible para luego asestarle el golpe final a Palicrovol, el pobre tipo estaba con un pie en la tumba y seguía con su obsesión de destruir el mundo...
Tu poder, maldita diosa, es lo que ha causado todas las desgracias que existen en este mundo... y tu poder será el que lo destruya para siempre. Te liberare... tu misma lo destruirás... sabes que puedo hacerlo, sabes que se como, por eso enviaste a esta mujer a evitarlo... pero su destino es fallar...
Las heridas, el cansancio, el dolor de su alma y la frustración de verse derrotado antes de realizar su plan tenían a Palicrovol totalmente cegado. Lo único que tenia en su mente en ese momento era invocar a la diosa dorada. La energía concentrada se elevaba lentamente por sobre su cabeza, creciendo a cada instante, a esa velocidad pronto absorbería lo que quedaba de Zefilia y seguiría con el resto del mundo. Permaneció unos segundos mas con los brazos en alto para finalmente bajarlos y mirar a los cuatro que le miraban atónitos y, por que no, con algo de temor. Repentinamente pareció recordar que no estaba solo y por fin les dirigió la palabra nuevamente.
Ha comenzado, no pueden detenerlo.
Eso lo decidimos nosotros. – Orem avanzó un paso, siempre con cautela.
Mocoso, aunque me venzas a mi, esto – miró la energía que comenzaba a formar un vórtice cada vez mas grande. – es imposible de detener. Pero... la verdad es que han herido mi orgullo, no estaría mal que me los llevara al otro mundo, les quitare el placer de ver este espectáculo.
Imbécil. – fue todo el comentario de Valteira.
Mas respeto niñato! – un potente rayo de luz salió de la mano de Palicrovol directo hacia el antiguo dragón. Demostrando unos reflejos increíbles, Orem logró desviarlo, mas voló por los aires junto a Valteira debido al impacto.
Lina y Asineth estaban en la mira y Palicrovol no dejó pasar la oportunidad, cargó con todo lo que tenia contra la joven, al principio pudo esquivar todo muy bien, pero ya estaba cansada y comenzaba a sentir los efectos secundarios del Ragna Blade, al igual que a su madre.
Todo fue cuestión de segundos Asineth, entre salto y salto, perdió el equilibrio y tropezó. El impacto era inevitable, la joven cerró los ojos por instinto y esperó lo peor. El recuerdo de sus amigos, Selene y Zymas, vino a su mente al no sentir daño alguno. Tenia miedo de abrir los ojos y encontrar a otra persona sacrificando su vida por ella, pero no podía quedarse de brazos cruzados, tenia que enfrentar lo que fuera...
Cariño? Te vas a quedar ahí todo el día? No puedo seguir conteniéndolo...
Mama? – su sorpresa fue grande cuando vio a Lina que a duras penas podía contener los hechizos de Palicrovol con un escudo.
MUÉVETE! – ambas alcanzaron a hacerse a un lado justo antes que el escudo cediera.
Orem y Valteira se habían incorporado y se disponían a hacerle frente y pese a que Palicrovol no podía mantenerse en pie, ninguno era capaz de acercarse a el para darle el golpe definitivo. Trataban de acortar la distancia entre ellos y el enemigo, pero cada vez que daban un paso adelante, Palicrovol los atacaba y lograba hacerlos retroceder dos pasos.
Hey! Señoras, ya pensaron que vamos a hacer con eso? – Valteira le habló a Lina y a Asineth sin mirarlas al tiempo que esquivaba un rayo de energía.
Estaba pensando... – Lina se veía un poco pálida, y aunque trataba de restarle importancia a su condición el dolor era casi insoportable, se estaba muriendo y agradecía internamente que su hija aun no lo notara. – si lanzo un hechizo lo suficientemente poderoso, quizás logren anularse el uno al otro... aunque no es seguro que funcione, puede que todo empeore... pero que tan mal podría salir.
Tienes que ser tu?
Como? – la pregunta de Asineth le llamó la atención.
Es necesario que tu invoques ese hechizo...? mama, estas mal, estas muy lastimada y si yo puedo hacerlo me gustaría que me dejaras intentarlo.
No. Lo haré yo.
... – por un momento Asineth pensó que su relación madre e hija cambiaria para bien, pero le dolió escuchar esas palabras, no estaba segura, pero creía haber notado un dejo de desprecio en la voz de su madre.
Usare el hechizo que esta en el libro... – las palabras de Lina llegaron lentamente hasta su hija, que tardo otro poco en reaccionar.
No puedes! Dijiste que era peligroso para el invocador! Y mírate! A penas te tienes en pie!
Y es por lo mismo que lo haré yo. No pude ser una dulce madre para ti, pero aun puedo protegerte. Si te di ese libro fue para una ocasión especial y siempre y cuando no hubiera mas alternativa.
Y ahora la hay?
Yo aun estoy viva y no permitiré que te arriesgues por nada. Ahora necesito que me cubran chicos, tengo que estar mas cerca del vórtice!
Como diga! – Orem y Valteira se pusieron en guardia frente a Lina.
Avanzaban con precaución, sabían que acercarse no seria fácil, pero si era la única salida lo intentarían. Era un plan muy simple, Val y Orem llamaban la atención del enemigo mientras le daban algo de tiempo a Lina para invocar el NightMare's Blade, un hechizo no tan poderoso como el Giga Slave, pero mas seguro para el mundo que ese y además mucho mas peligroso para el invocador. La energía vital que usaba el NightMare's Blade era demasiada.
Todo pasó demasiado rápido, a la señal de Lina los dos chicos se abalanzaron contra Palicrovol mientras que la pelirroja comenzaba a recitar el conjuro. Sin embargo Palicrovol había usado algún método para curar un poco sus heridas y ya no permanecía en un solo lugar, tomó desprevenidos a los jóvenes... Orem fue atravesado con la hoja de su propia espada que le había sido arrebatada de las manos con un rápido movimiento de Palicrovol.
Antiguo Dragón, para ti tengo algo especial... tu piel es demasiado dura para que una simple espada pueda penetrarla y mi magia esta algo debilitada como resultado de la creación de este agujero. – miró hacia arriba para indicar la enorme masa de energía que seguía creciendo sobre sus cabezas. – creo que seguir luchando contra ti es demasiado para mi, así que te enviare a otra dimensión. Saludos a los demonios, de seguro veras algunos!
Val tomó distancia del sujeto con un ágil salto y adopto una posición de defensa, pero fue inútil. Palicrovol trazó una estrella de cinco puntas invertida que luego apareció bajo los pies de Valteira, rodeándolo con un escudo de energía que le impedía moverse del lugar. Lentamente fue tragado por la tierra, por mas que intentó librarse no pudo conseguirlo. Asineth fue en su ayuda, mientras Lina continuaba con su hechizo.
La joven trato de romper el escudo y sacar a Valteira de ahí, pero todos los hechizos eran inútiles. Recordó de pronto que en sus manos estaba la espada de la luz, la empuñó con destreza y por momentos parecía que lograba penetrar el escudo. Sin embargo Palicrovol no estaba dispuesto a permitir que la chica lo liberara y sin que esta pudiera darse cuenta a tiempo, estaba en la trayectoria de un poderoso rayo de energía.
Sin dudarlo un segundo, Lina dejó de lado lo que estaba haciendo y bloqueó el rayo con lo que tenia mas a mano, su propio cuerpo.
Solo quedaba Asineth. Todos sus acompañantes estaban fuera de combate. Orem yacía muerto cerca de ellas, Valteira perdido en alguna otra dimensión y Lina, su madre, herida de muerte. Era cuestión de minutos, la herida era muy grande, sin mencionar que no era la única que tenia. Asineth olvidó por un momento la pelea e invocó un hechizo curativo, pero trabajaba lento, demasiado lento. Un nuevo rayo cayó próximo a ella, lo suficientemente cerca como para mandarla a volar por los aires a ambas.
Eres un maldito! – los ojos de la joven rubia estaba llenos de lagrimas. Su mirada llena de odio y la boca torcida en una mueca de rabia y frustración.
Olvídate de ella, ya se le acabo su tiempo. Mejor preocúpate por ti. Te enseñare lo que pasa cuando tienes la mala suerte de cruzarte con el poder de l- sama! – Asineth se limitaba a mirar a su madre que yacía inconsciente a unos cuantos metros de ella. Esquivó otro rayo y de un saltó llegó hasta Lina, la tomó en sus brazos y con una agilidad única se alejó cuanto pudo de la línea de fuego del enemigo. No había tiempo para curarla, pero había logrado detener la hemorragia y si acababa de una vez por todas con esa pelea podría regresar a tiempo para salvarla. Tenia que actuar rápido. Corrió en dirección contraria a donde había dejado a Lina para desviar el fuego de Palicrovol y dejarla a salvo, luego se preparó para invocar el NightMare's Blade, terminaría lo que su madre había comenzado.
Esta vez, no tienes salida.
Un aura dorada cubrió el cuerpo de Asineth, cerró los ojos para concentrarse. Alienó los talismanes "Sangre de Demonio" invocó el poder de ellos y luego los mezcló con el poder de la espada de la luz. Todo eso era algo totalmente nuevo para ella, jamás había hecho ese tipo de cosas, pero no era el momento de detenerse a pensar en trivialidades, tenia un reto por delante y su vida estaba en juego. Ya muchos habían muerto por ella, no permitiría que su madre también lo hiciera.
A pesar de que Palicrovol atacaba fervientemente, no podía penetrar la energía que se había creado alrededor de Asineth, ni siquiera ella tenia previsto que eso pasara, estaba tan sorprendida como Palicrovol. La joven comenzó a recitar el hechizo y, a diferencia de cuando Lina lo estaba invocando, la fuerza de este se hizo presente de inmediato, para cuando había terminado de conjurarlo, una gran cantidad de energía se movía inquieta alrededor de la hoja de luz, que había absorbido el hechizo para aumentar su poder.
Miró a los ojos a su enemigo y se lanzó contra el. Empuñó la espada con maestría y con un solo mandoble de esta partió a la mitad a Palicrovol y aprovechando el impulso cortó también la masa de energía que él había creado esperando que con eso el peligro pasara.
Finalmente Asineth había invocado el hechizo prohibido. Estaba exahusta, no importaba que tuviera en su poder los grandiosos talismanes sangre de demonio, la energía que estos entregaban solo alcanzaban a cubrir la mitad del nivel requerido. A pesar de todo, ella estaba viva, herida y cansada, pero viva.
La energía liberada por el choque de ambas fuerzas lanzó el cuerpo de Lina violentamente al piso formando un charco con su propia sangre. Abrió los ojos tanto como el dolor y el cansancio se lo permitieron; tenia una gran herida en el estomago y la hemorragia no cesaba. Ella lo sabia bien, solo le quedaba esperar, esperar a que la muerte llegara. Buscó con la mirada a su hija, no estaba muy lejos. Reunió las pocas fuerzas que aun quedaban en su cuerpo y logró llegar hasta ella.
Asineth estaba inconsciente, tenia una herida en el costado que sangraba copiosamente.
La voz de L-sama sonó en la mente de Lina "Tu vida o la de tu hija" Lina no lo dudó, puso sus manos sobre la herida mezclando su sangre con la de su hija, luego cerró los ojos e invocó el hechizo de curación, para ella era muy tarde, pero su hija tenia toda una vida por delante: se repondría y seguiría viviendo y por su cuenta corría que eso fuera realidad. Repentinamente, la fuerza del hechizo que Lina invocaba, se incrementó, luego de haber ayudado a Lina, L-sama desapareció.
Por fin la herida dejó de sangrar, no había sido tan profunda, pero el hechizo no habría sido lo suficientemente potente sin la intervención de L-sama, y no era para menos, después de todo, quien había estado conjurando el hechizo estaba casi muerta.
Minutos mas tarde Asineth abrió lentamente sus ojos, haciendo una mueca de dolor. Por un momento no supo donde estaba, ni que hacia allí. Sintió miedo, se preguntó por qué su madre la había dejado ahí, sola. " ¡¡Mama!" en un segundo recordó todo: Lina echándola de la casa; ella misma partiendo hacia la ciudad de Atlas con sus amigos, luego la muerte de los mismos; su encuentro con Val y Orem... la destrucción de Zefilia; el libro que Lina le había dejado, el enfrentamiento con su madre y con Palicrovol, también vio pasar la imagen de Lina interponiéndose entre el ataque de Palicrovol y ella... finalmente se vio a ella misma invocando el NightMare's Blade y luego nada...
Se incorporó rápidamente, al hacerlo se percató que su herida estaba curada, miró en busca de quien lo había hecho y entonces vio a Lina, cubierta de sangre. Se abalanzó sobre ella buscando su pulso y con horror se dio cuenta de la realidad... intentó reanimarla con todo tipo de maniobras de resucitación incluyendo la magia curativa, pero ya era tarde, Lina Inverse había muerto... y Asineth se sentía mas que responsable.
Las lagrimas cayeron por su rostro sin control, es cierto, ahora Palicrovol había sido derrotado y la amenaza se había ido con el. Sin embargo Asineth había perdido a las personas que mas amaba y admiraba en el mundo: Selene, Zymas, Orem y a su madre... de Valteira no estaba segura, no sabia donde estaba... quizás también estaba muerto. No, de seguro había sobrevivido: en el ultimo ataque de Palicrovol lo había lanzado a alguna dimensión alterna... o algo así, no tenia idea de donde podría estar, pero pensaba... quería creer, que aun seguía con vida.
Tenia la vista nublada por las lagrimas, se sentía tan sola, sin familia ni amigos... ya no le valía de nada vivir, lo había perdido todo en tan poco tiempo... pensaba en eso cuando de pronto, el legado que su madre le había dejado apareció, de la nada, frente a ella. Cuando el libro cayó al piso se abrió en la ultima pagina. Lo tomó sin mucho animo y la leyó: "los Inverse fueron escogidos para utilizar mi poder. Tu madre escogió sacrificarse en el pasado para salvar la vida del hombre que amaba, entonces le perdone la vida, pero debía servirme cuando el momento lo indicase... ahora ha escogido salvarte, sin embargo esta vez no puedo permitirle volver, en el fondo de su corazón... ella también lo quería así. Que harás Asineth? Usaras mi poder? Dejaras tu destino en mis manos? En las manos de la Diosa Dorada?"
Después de leer esas palabras, Asineth quedó estupefacta. Seguir viviendo resultaría sumamente doloroso... con el recuerdo de todos los seres queridos que había perdido... tampoco podía desperdiciar el sacrificio de su madre y de sus amigos dejándose morir... acaso no habían dado su vida a cambio de que ella se salvara? No podía morir, no sin luchar... entonces, que hacer?
QUISIERA OLVIDARLO TODO! – gritó con furia a nadie en particular. Un sollozo ahogado escapó de su garganta.
Yo puedo hacer eso.
Quien rayos...?
Te ofrezco la oportunidad de vivir en paz contigo misma y con los demás, sin que el pasado se interponga por un largo tiempo, pero... – Asineth no estaba segura de quien era esa mujer y aunque no tenia ánimos de conocer gente, las palabras de la extraña le interesaron.
Pero que...?
Pero cumplido el plazo pagaras tu deuda, si es necesario recordaras todo y tendrás que luchar bajo mis ordenes. – la joven se sorprendió, esa extraña mujer... acaso era...?
L-Sama...? – su voz apenas fue audible. Como respuesta la mujer asintió levemente y Asineth se dejó caer al piso. La culpable de todo estaba frente a ella proponiéndole un trato... no sabia si alegrarse porque un ser como la diosa dorada se molestaba en hablarle directamente o si levantarse y atacarla por ser la culpable de todo ese lío en primer lugar.
No... no lo se...
Cuando tengas que luchar, traeré a alguno de tus amigos desde el mar del caos para que te haga compañía.
Por que no lo traes ahora? POR QUE NO LOS REVIVES A TODOS?
No es así como funciona.
Y COMO ENTONCES!
Me temo que eso escapa a tu comprensión.
No se que hacer...
Si te sirve de algo... puede que nunca tengas que servirme...
Responde algo – la diosa enarcó una ceja y Asineth se pregunto si no estaría siendo demasiado atrevida, aun así formuló su pregunta.- donde esta Valteira?
Esta vagando en alguna dimensión, pero esta bien.
He tomado una decisión.
Te escucho.
Quiero... quiero que borres mis recuerdos y además que lo saques de donde esta. Quiero que lo lleves de vuelta con su familia. – la diosa pareció pensarlo un momento y finalmente accedió.
Entonces... que el pasado sea historia y la historia un sueño que se olvida al despertar... – con estas palabras l-sama y el cuerpo de Lina se desvanecieron en el aire al tiempo que Asineth caía inconsciente.
Cariño, estas segura que esa carta era de Lina?
Si y decía que necesitaba nuestra ayuda.
Y que es lo que espera que hagamos?
Aun no lo se. Eh? Parece que hemos llegado...
Martina bajó del carruaje y Zangles le imitó de inmediato. La reina de Zoana no pudo seguir sosteniendo la vista sobre el paisaje apartando la mirada con tristeza. Desde donde estaban solo podían ver ruinas... no sabia como podía ayudar a Lina... si tenia alguna batalla importante con algún demonio, su poder no le serviría de nada... Pensaba en eso cuando el conductor del carruaje les llamó.
Su majestad, hay alguien herido aquí!
Lina?
Ciertamente se parece, pero su cabello... quizás sea su hija.
Seguramente... mira ese libro, estas iniciales... AIG... Asineth Inverse Gabriev, definitivamente es ella, pero donde esta Lina?
Esta muerta. Díganme, cuidaran de ella?
Quien eres? – Martina se sorprendió ante la inesperada aparición de la extraña mujer.
Responde. Cuidaras a la hija de Lina Inverse?
Claro. Es lo menos que puedo hacer.
Bien. Ella ha elegido olvidar todo lo que ha ocurrido de aquí hacia atrás. Desea comenzar de nuevo... procuren que lo logre, no debe saber quien es... recordara cuando tenga que hacerlo.
Quien eres? – L-sama se limitó a mirarla inmutable para luego desaparecer.
Mi querida Martina, ha ella la hemos visto antes... podría asegurar... que es la misma presencia que una vez poseyó a Lina. La recuerdas?
Si, lo recuerdo... será mejor irnos. Ayúdame a subir a la chica. Cuando lleguemos a casa, enviare gente para que los ayude con las reparaciones...
El carruaje se alejó y rápidamente desapareció del paisaje dejando atrás una ciudad herida... las nubes cerraron el paso de la luz del atardecer y un trueno desató la lluvia... ese día culminaba una batalla que se había llevado muchas vidas, pero finalmente se había evitado una desgracia mayor, aun así... era un día muy triste para muchas personas...
Notas de mi! Finalmente este es el ultimo capitulo de descendencia. Me tomó mucho tiempo terminarlo, pero gracias a que: estoy de vacaciones, muchas personas preguntaban por el final, un par de problemas personales, unas inesperadas ganas de terminarlo y una inspiración y emoción por retomar un viejo proyecto... ha sido terminado.
Muchas gracias a quienes me han dado su apoyo, sinceramente espero que sea de su agrado. Y para quienes aun quieran un poquito mas, queda un pequeño epilogo (que esta hecho, solo faltan unos arreglos varios y transcribirlo al pc) que será puesto a su disposición en unos días mas.
De nuevo gracias a todos y espero sus comentarios en reviews! Nus vemos!
PD: Elena! Lo siento! Estaba escribiendo tan rápido que no me di cuenta :P pero ya esta corregido.
