Disclaimer: los personajes no son míos, les pertenecen a sus respectivos dueños.
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Capítulo 3: Hija del Demonio
Cinco días después…
12:32 hrs
¡Mu existe! No era un continente como decían los antiguos aventureros, es una isla muy bien escondida lejos de las rutas comerciales y zonas turísticas. Nathan Drake no quería ser un conspiranoico cualquiera al pensar que una potencia o una organización secreta la ocultaría de los ojos comunes. Aunque las posibilidades sean más.
Cómo decían las lecturas, había playas en donde asentarse. Los helicópteros de encontraban lejos del agua y ubicados en zonas despejadas de palmeras. El centro de comando ya funcionaba, colocando sensores de movimiento y fortaleciendo la seguridad con Minuguns controladas por computadora.
Mientras tanto en la carpa, Lynch preparaba el almuerzo que consistía en pollo con ensalada para el grupo. Para deleitar otros paladares, preparó carne y hamburguesas. Rachel Foley preparó tragos con los cocos que sacó de las palmeras, mezclando su jugo con vodka.
–¿Dónde están Drake y Kane? – Preguntó Brigitte secándose el sudor con la toalla.
–Fueron con la moto a explorar, ya regresarán grandota. – Le respondió Lynch mientras le daba el plato de comida.
El tipo veía como la muchacha se devoraba la pata de pollo agarrándola con las manos, sin importarle quien esté mirándola, haciendo que se riera.
–Si quieres, te puedo traer una vaca.
–No quiero que me malinterpretes, pero me gusta comer – Le respondió la pelirroja – Además, tengo que mantener la figura.
–¿Y que comían en ese planeta? Con lo que contó Silver, algunos animales no evolucionaron. – Dijo Rachel después de tomar un sorbo del trago.
–Peces, algunas pastas. Harinas. Algunos roedores. Frutas. Por suerte la alimentación era variada.
–Pero el alcohol está en todos lados. – Agregó la rubia.
–Que viva el alcohol. – Lynch chocó si vaso con el de Rachel.
Por otra parte Eggman quedó maravillado con Wade al verle las capacidades que tenía en las máquinas, haciéndolo recordar al zorro Tails.
–Entonces ¿Tú mismo le construías los aparatos a Kim?
–¿Te mencioné que le construí un traje con tecnología de nanobots? Por algo fui uno de los mejores en mí Universidad… pásame esa llave.
–Los Robotnik somos muy respetados en Mobius. – Eggman sonrió inflando su pecho con orgullo.
–De villano a héroe ¿Eh?
–Oye ¿Quién te dijo eso?
–No lo dije para mal, Eggman. Aquí hay varios cómo tú: Shego, Glenn Arias. Hasta somos respaldados por una agencia privada de asesinos profesionales. 47 es uno de ellos, bueno lo era. – Wade continúo atornillando.
–¿47? ¿Quién es ese?
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–¿Así se llama?– Preguntó Gabriel Reyes mientras estaba dentro del Jeep.
Hellboy asentó mientras salía del helicóptero, exhalando el humo del puro desde sus fosas nasales.
–Si, Jacob Leiter es uno de los tantos seudónimos que usa. Oye no sé que te habrá dicho, él puede ser muy desconfiado hasta de el mismo.
–Entonces no debo preocuparme al enterarme que a todos les apuntó con esas armas. – Le respondió Reyes encendiendo el vehículo.
–Jeje. No lo juzgues, si dices la verdad te dejará tranquilo… acerca está cosa al campamento, tengo hambre.
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Saliendo del mar y con un traje de baño, Cherri Bomb podía sentir algunas miradas posando en ella. Además de Hellboy, era más llamativa. No pudo soltar una risa al sentir las miradas de los chicos presentes.
–Oigan ¿Nunca vieron a una chica?
–¿Dices a alguien como tú, o que usa un sostén como bikini?
–Oye cuatro ojos, no sabía que íbamos a ir a una isla y tuve que improvisar. – Cherri Bomb le respondió a Lynch.
Él se la quedó viendo cómo le respondió con confianza, a lo que Rachel sonrió.
–¿Es verdad?
La cíclope observó a la rubia.
–¿Eres del infierno?
–¿Se nota? Jaja, estoy jugando. Si, soy de ahí. No digo que sea de tu infiero, no sé cómo funciona eso. Hace unos años creí que mí Tierra y mi infierno eran los únicos que existían, y míranos ahora.
–¿Hablando de mundos paralelos? – Se acercó Eggman frotando su barba. – Ella viene de otro Planeta, escapando de un régimen militar. Fue a parar al mío, lo demás se lo saben.
–No solemos enfrentarnos a dictadores y mercenarios locos, aunque lo de mercenarios puede ser. – Dijo Lynch recordando la pelea de Shego y Sam Fisher contra Deathstroke. – ¿Algo que decir, grandota?
Brigitte tardó en responder. Terminó de beber el cóctel que preparó Rachel.
–¿Se imaginan que haya versiones malvadas de nosotros?
–¡Oye, Lynch! ¡Espero que tu versión malvada se lave los dientes!
Decía Hellboy saliendo del Jeep, mientras Reyes apagaba el motor.
–No le den cerveza a este. – Dijo Lynch en voz alta.
–Me matarás de sed… ¿Qué cocinaste?
–No te comas todo, te daré un plato.
Se pudo oír el ruido del motor de la motocicleta. Drake y Kane ya venían. No se podía explorar una isla sin estar armado, el agente de la AIDP tenía una pistola mientras el otro tipo cargaba una M16 en la espalda. Estacionaron al lado del Jeep y bajaron.
–Vi un escarabajo del tamaño de mi mano. – Dijo Kane aún sorprendido.
–Hay que tener cuidado con los insectos… bueno, actualicé el mapa: al noroeste hay un río, que desemboca al Sur. También un camino natural de piedras, hay una Cueva no muy lejos de aquí.
–¿Entraste? – Le preguntó Brigitte a Drake.
–Hasta donde daba la luz, no trajimos linterna y tampoco queríamos meternos con la moto. Vamos a tener que caminar entre la jungla si queremos evitar una emboscada en el río… Cherri ¿Sostén?
La chica se encogió de hombros con una sonrisa.
Ya pasada las cinco de la tarde, el grupo comenzó a mirar con los binoculares hacía el Oeste. Wade miraba la pantalla de su computadora controlando al dron con un joystick, buscando el yate del señor Arias. Eggman fue el primero ver verlo, y todos apuntaron al mismo sitio. Una luces se acercaban. Festejaron al verlos, y en unos momentos ya estarían juntos.
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21:51 hrs
Con la ayuda de Sam Fisher, Kane y Nack, Lynch sacaba la carne asada colocándola en una de las tantas bandejas que había en la mesa. Glenn regresaba a la isla en un voto trayendo una caja y asegurándose de que las sogas que sostenían el yate estén aseguradas. Los demás charlaban con la intención de conocerse mejor; Kim y Shego se sorprendieron al saber que Eggman fue un villano. Sonic sonrió al enterarse de que no era el único que salvaba al mundo. A pesar de que no se llevaban bien, Jacob entabló una conversación interesante con Gabriel con respecto a sus talentos. Nack quería saber más de Nathan Drake y su vida como cazador de tesoros. Silver no dejaba de preguntarse así mismo que si Cherri Bomb y Hellboy eran demonios en carne y hueso.
–Entonces ¿Tú eres Green Diamond?
–Si, así es. – Le respondió Shego a Cherri Bomb mientras bebía cerveza – Parece que viste algunos videos míos.
–Y tu ¡Sin Cara!
Lynch soltó una carcajada al escuchar su apodo.
–Si ese soy yo… ¿En qué momento viste los gameplays? No te vi.
–Los vio cuando el resto preparaba el campamento, la vi detrás de las municiones. – Dijo Hellboy buscando otra lata de cerveza.
–Ahhh, con razón desapareciste esa hora. – Lynch la miró.
Por otra parte, Nack notó que Rachel ocultaba algo detrás de ese pelo y supo que era una cicatriz.
–Perteneció a fuerzas especiales, y en una misión perdió el ojo. – Le dijo por lo bajo Kane.
–¿Cómo sabes eso?
–Como uno de los jefes de seguridad de la empresa en la que trabajo, tengo que saber todo de los empleados. – Le respondió.
–Pero tú tienes una cicatriz en el ojo, yo lo perdí. Ese, Glenn tiene una pequeña también, y ni hablemos de Gabriel. – Dijo la comadreja.
–No vas a compararla con nosotros, no la culpo… además le da un poco de misterio.
–Eso no te lo voy a negar, es muy atractiva. – Nack la ojeó por unos momentos.
En otro lugar, Kim junto a Shego intercambiaban anécdotas con Sonic y Eggman sentados cerca de la mesa, con la compañía de Silver, Amelie, Reyes, Nathan y Brigitte.
–Entonces ¿Qué pasó con Saya? – Preguntó el erizo azul.
–No sabemos, desapareció con el biotubo, así nada más. Aunque no voy a negar que fue una buena amiga. – Shego terminó su cerveza.
–Científicos locos, empresarios corruptos, vampiros, zombis, hombres disfrazados… éste universo es muy interesante. – Dijo Eggman.
–Y cuando terminen ¿Cómo regresarán a su mundo? – preguntó Drake.
–Tenemos un teletransportador que se activa de aquí – Sonic mostró su muñeca, en donde una pulsera con un botón que la rodeaba – Nuestro eh, comandante nos dijo que si no llegáramos a encontrar personas que entiendan la gravedad del problema, o que si tardábamos mucho, nos iban a buscar.
–Suerte que los encontramos nosotros. – Kim sonrió.
–Entonces es buen momento para tomar esto.
Glenn Arias se acercó con una botella que sacó de la caja. Lynch al verla supo que es de su colección privada de licores importados, reconoció la marca. Cómo en el campamento todos pasaban los 18 años, él junto con Kane preparó los pequeños vasos de vidrio con el cual beberían de ese licor.
Ya los tragos listos, comenzaron a repartirlos.
–No esperábamos que está situación ocurriera. Unos ya nos conocemos, otros apenas nos vimos y hay aquellos que son nuevos, pero que se forjaran un lazo de amistad. – Glenn alzó su vaso, a lo que los demás también lo hicieron. – Brindo por nosotros ¡Salud!
Después de ello, bebieron. Tanto como Hellboy, Lynch, Fisher, Kane, Brigitte, Nack, Drake, Leiter y el mismísimo Glenn eran de tomar bebidas fuertes. Las demás, Kim, Shego y Rachel como Amelie disfrutaron del sabor. Eggman y Wade no eran de tomar bebidas alcohólicas, pero no iban a despreciar el vaso. Cherri como toda adolescente quería beber más. Silver se aguantó el sabor pero Sonic se llevó las risas al escupir el licor.
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Se despertó bruscamente, todos en el campamento estaban dormidos. Habían luces prendidas como las torretas de vigilaban el perímetro. Aún era de noche. Sin tratar de despertar a los que tenía al lado, Kim se levantó de la cama. Gabriel se movió apenas cuando pasó cerca.
Eran las 4:08 de la mañana y en 3 horas tendrían que comenzar la expedición. Además de los nervios por lo que está pasando, Kim se despertó por algo más. De sentó en la reposera frente al mar y lejos de los demás, en donde soltó un suspiro.
–Pensé que era el único despierto.
–¿Eh? Ah, eres tú.
Jacob Leiter se colocó a su lado, Kim lo miró intrigada.
–¿No podías dormir? – le preguntó ella.
–Estoy haciendo la guardia, además reinicié las torretas porque encontré un punto ciego. El perímetro está asegurado.
–Tú y tus detalles. – Kim se rio.
–Bruce haría lo mismo… tengo entendido porqué no vino con nosotros.
–Buscará pistas a su manera, y ya estará adelantado. – Dijo Kim – Jacob ¿Cómo está Jill?
Leiter bajó la vista.
–¿Shego no te puso al día? – Kim le negó moviendo apenas su cabeza – Está bien… Si te preocupa su bienestar, está vigilada las 24 horas; nadie la ve sin autorización. También me pregunto lo mismo que tú: ¿Cuándo despertará? Pasaron años desde lo ocurrido. No es por eso que despertaste de golpe, es algo más ¿No?
–Jacob… sé lo que fuiste y eres, quiero preguntarte algo ¿Sueñas con los que mataste?
–No. – respondió a secas – Sólo eran encargos – Leiter observó el horizonte.
–Tengo pesadillas con ella, Diva ¿Terminará? – Kim apoyó sus codos en las rodillas, con sus manos sosteniendo su cabeza.
–No, pero se hacen menos constantes con el paso del tiempo. – Jacob se puso serio. – Kim, ustedes saben que no soy muy demostrativo con mis sentimientos, pero estaré ahí para apoyarte.
–Gracias por escucharme, Jacob.
La pelirroja lo abrazó de repente cuando se levantó de la reposera. Leiter sintió que su camisa se estaba humedeciendo. Con uno de sus brazos, también la abrazó.
Detrás de los helicópteros, y sin hacer ruido, Gabriel Reyes los estaba viendo. Él mismo sabía lo que Kim sentía.
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AIDP
00:05 Hrs
Los guardias no percibieron que las pantallas titularon unos segundos, estaban concentrados comiendo unas donas con café. Una patrulla formada de cuatro tipos inspeccionaban los pasillos de la agencia, sin darse cuenta de que Batman estaba colgado del techo, bajando luego de que doblaran la esquina. Detrás de la mesa, Sombra desactivó su invisibilidad.
–La cosa sería más rápida si me dejaras dispararles, Baty. – Le respondió cruzándose de brazos.
–Nada de armas. – Batman ni se inmutó en verla cuando le dijo "aburrido" –¿Localizaste a Blackfire?
–Está a un piso abajo, recomiendo ir por la boca del ascensor… sé que no me responderás pero preguntaré de todas formas ¿Por qué no usas armas?
–No me gustan. – El murciélago frunció el ceño.
Con fuerza y usando un batarang, logró abrir la puerta del ascensor. Juntos saltaron hasta aferrarse al cable en donde se deslizaron.
Ya en el pasillo y con cámaras en las esquinas inferiores, la chica logró tenerlas bajo su control, hasta que terminen. Mientras caminaban, podían ver celdas especiales; no eran como las del Asilo Arkham, éstas contenían algo mucho más peligroso. Al final del pasillo, Batman miró el cartel colgado al lado de la puerta electrónica.
–"Blackfire"… ¿Sombra?
–Se se, ya va.
Con tan solo apoyar su mano en el tablero numérico, Sombra pudo abrir la puerta.
Ahí estaba, en un rincón; de rodillas con sus manos juntas y pegadas a su cara. Batman notó que estaba rezando a uno de los tantos dioses. En unos momentos, Blackfire terminó de hacer lo suyo.
–No tienes autorización para estar aquí. – Le respondió el diácono.
–Hay cosas más importantes que atender, Joseph. Hace tiempo, estuviste cerca de un objeto que tiene el poder de teletransportar a personas. Es un talismán, según mis fuentes. – Batman ocultó su cuerpo con la capa, preparando sus puños por si las cosas se salen de las manos.
–Drake lo destruyó, ahora no vale nada ¿Por qué estás aquí?
–Apareció un objeto parecido, pero éste controla la realidad, y un grupo está buscando otro. ¿Hay más cosas como esa?
–Batman Batman Batmaaan. – Blackfire se sentó en la cama.
El cabello del prisionero tapaba la vista, pero no hacía falta corrérsela, estaba mirándolo directo a los ojos. Joseph continúo hablando.
–¿No sabes cuantas reliquias hay en el mundo? Apenas puedo recordar dos, somos un grano de arena en un desierto.
–¿Qué sabes? – El murciélago se acercó de golpe, alzándolo con sus manos – ¡Dímelo!
Blackfire sonrió apenas.
–Drake tiene un libro que se lo robó a un tipo, se lo vi cuando nos íbamos del hotel.
–Sombra. – Batman la llamó, sin bajar al diácono – Busca la habitación de Nathan Drake, te sigo los pasos.
–Okey pero ¿No vienes conmigo, o seguirás intimidándolo? Me gusta ver eso. – Ella se puso cómoda apoyándose en la pared.
El murciélago dejó caer al prisionero en la cama, volviendo a ocultar sus brazos con su capa. Salió de la celda sin decir nada, a lo que Sombra volvió a cerrarla. Antes de marcharse, observó a Blackfire por unos momentos. Por alguna razón, ella supo que es peligroso.
Batman ya estaba dentro de la fosa del ascensor, sacó su pistola ancla y disparó. El gancho se clavó al final del último piso. Apenas la muchacha apareció, la tomó de la cintura, ascendiendo.
La habitación de Drake no estaba lejos. Pudieron hacer lo mismo hasta desplazarse en ella: hackeando cámaras y evadiendo guardias. Entraron del mismo modo como lo habían hecho con la celda de Blackfire. Había restos de comida en una mesa, una caja de pizza en la cama y una bebida a medio tomar. La parte limpia de la habitación le pertenecía a su compañero de trabajo, pero el olor a tabaco estaba impregnado en la pared. Batman no le tomó mucho tiempo deducir cual era el libro que buscaba, era el que estaba en el escritorio.
–¿Por qué tiene todos esos símbolos?
Sombra observó las letras que no conocía plasmadas en las hojas. Batman lo tomó.
–Porque el libro no es de aquí.
–Espera ¿Cómo que no es de aquí? ¿Batman? ¡Batman..! Hijo de puta.
Se molestó en que no le respondiera. El hombre murciélago salió de la habitación con lo que estaba buscando, era hora de irse. Ella soltó un suspiro al tener que aguantar sus actitudes misteriosas.
Fuera de las instalaciones nuevas de la AIDP, dentro de la Batiala con dirección al Este, Sombra miraba hoja por hoja las extrañas letras y los dibujos.
–Vas a tener que encontrar alguien que nos descifre está cosa.
–Es a dónde vamos. – Batman le respondió sin dejar de ver adelante.
Dejó a un lado el libro para ponerse cómoda. Cruzó tanto sus piernas como sus brazos y miró con desdén a un lado de la cabina. A diferencia de Zero, Batman no hablaba nada; sólo lo que tenía que ver con el trabajo.
Sombra rompió el hielo.
–Para ser un hombre que usa sólo sus puños, tiene amigos pistoleros. Capturas a los que matan pero a ellos los dejas libres: Samuel Fisher, "Jacob Leiter" o 47, un par de tontos y su jefe… y la tipa que está en coma…
Batman colocó el piloto automático y giró el asiento. Olivia tocó un tema delicado; continúo hablando.
–Me tomé la libertad de saber con quienes hacemos equipo. Por favor, no hubo que poner mucha presión en Alfred, hasta tu mayordomo fue un espía del MI6.
–Es complejo, Olivia. – Batman supo que la incómodo – Ellos eligieron su camino, no puedo obligarlos a cambiar. Matar sería tan fácil para mí, que lo haría con placer a cada criminal de Gótica ¿Y después?
–Somos carne y ya, Baty. No sé porqué lo pones tan complicado.
–Es mucho más que eso. Te diré algo: si, tengo amigos pistoleros ¿Por qué crees que siguen a Kim Possible? Ella es lo que siempre querían ser: una persona destruida con esperanza.
–No lo entiendo.
–Ya lo harás.
Batman nuevamente regresó a controlar el avión. "Una persona destruida con esperanza" pensó Olivia ¿A qué se refería? Conocía personas destruidas hasta ella es una de esas. Se olvidó lo que era esperanza desde que fue una niña.
Olivia ladeó la vista.
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"No salgas…"
Esa fue la advertencia que le dio Batman. No podía quedarse encerrado en la Baticueva, hasta Alfred se lo recordó antes de salir. Zero fue al centro de Ciudad Gótica, escuchando las sirenas de policía a unas calles. Al llegar vio que los paramédicos sacaban bolsas negras de un edificio consumido por el fuego. Dentro del patrullero había un sobreviviente, pero no era el causante del incendio. El chacal escuchó que alguien se colocó a su lado, sin molestarse en verlo, supo quien era.
–¿Fuiste tú? – Le preguntó Zero.
–Cinco hombres tenían secuestrado al hijo de un empresario. Otra ambulancia se llevó al muchacho.
Azrael se cruzó de brazos. Zero miró que tenía impactos de bala en la armadura, pero no llegaron a penetrarla.
El chacal fue al grano.
–¿Te creyó?
–De no haberlo dicho no estarías aquí. – Le respondió Azrael.
–Tienes razón, gracias.
–¿Qué tan mal está?
Zero se apartó del borde junto al cruzado. Con su mano rascó su pequeña barbilla pensando cómo responderle.
–Muy mal, esa muchacha pelirroja fue a buscar lo que necesito a una isla.
–¿Y del que me hablaste, Chakan?
–Tiene el talismán que Alastor le dio. – Dijo Zero.
–Tienes que pensar muy bien cómo le dirás a todos que tú no eres el verdadero villano. Si pudiera hacer algo… – Azrael bajó la vista un poco desilusionado.
–Hiciste suficiente… Ahora, mientras no esté Batman hay que vigilar la ciudad.
–Hay un médico que secuestra personas con fines personales… y atroces. Hagámosle una visita.
Azrael comenzó a correr, hasta lanzarse al vacío. Su capacidad física para amortiguar la caída y deslizarse por los techos fue sorprendente. Zero cerró su puño pensando brevemente en todo lo que vivió. ¿Desde cuándo piensa en otros? Olivia Colomar pasó por su mente.
Alzó la vista orgulloso, empezando a seguir a Azrael por los cielos oscuros de Ciudad Gótica.
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Mu
06:30 Hrs
Como un campamento militar todos estaban arriba a excepción de Cherri Bomb que ni siquiera el vaso de agua que le tiró Lynch la despertó. La expedición liderada por Kim Possible con Nathan Drake como el guía empezaba. El grupo estaba formado por sus más allegados: Jacob Leiter, Shego, Fisher, Hellboy hasta Rachel Folley como la línea directa a Glenn Arias y las necesidades que el grupo requiera. Eggman, Sonic, Silver y Nack como Gabriel Reyes y Amelie Guillard iban con ellos.
Cómo se había planeado, Glenn, Brigitte, Kane, Lynch y Wade se quedarían en el campamento, como el refuerzo.
La aventura empezaba…
Mientras caminaban, las personas y seres intercambiaban historias para conocerse aún más; no querían a nadie desconocido como acompañante. En esa pequeña tensión, Jacob y Reyes charlaban de su pasado. El ex agente de la ICA de dio cuenta de que el encapuchado ocultaba algo más cuando le preguntó que hacía en su tiempo libre; no descartó la idea de que era alguien. Rachel Folley entabló una amigable conversación con Amelie Guillard a lo que la francesa supo a dónde iba y de quien era realmente esas preguntas.
"Si Glenn Arias quiere saber de mí, que me hable"
Rachel siguió caminando en silencio, y Amelie esbozó una media sonrisa.
–¿Saben que puedo recorrer toda la isla en unos minutos no? – Dijo Sonic.
–Si lo sabemos. – Le respondió Shego.
–¿Si te pasa algo? – Dijo Drake sin dejar de ver su mapa – No vamos a estar ahí para ayudarte… tal vez Silver, pero nosotros no.
–El Dron de Wade nos ayudaría bastante con la logística, aunque sería muy arriesgado. Si hay compañía, no queremos que de den cuenta. – Dijo Kim.
–¿Acaso es verdad lo que nos dijiste, Drake? Sobre esta isla. – Le preguntó Fisher.
–Esa secta, grupo u organización está presente desde el viejo Egipto, pasando por la historia griega, las cruzadas, la Italia renacentista; por favor, hasta la Independencia de Estados Unidos y la revuelta francesa… no hablo por ti, Amelie.
Drake se encogió de hombros, disculpándose con la mujer morada. El muchacho continúo hablando.
–No se sabe nada más de esos "asesinos"; probablemente los Templarios acabaron con ellos. Ese Azrael, Kim ¿Será uno de ellos?
–Bueno, tiene la cruz incrustada en esa armadura. O es un descendiente directo o es de alguna rama. – Le respondió la pelirroja.
–De donde ellos vienen también habían caballeros. – Comentó Nack señalando a Reyes y Guillard.
–Estamos hablando de caballeros con armaduras futuristas y espadas de energía. – Dijo Gabriel. – Hasta había un ninja ciborg.
–¿Lo enfrentaste? – Preguntó Leiter sin dejar de caminar.
Jacob se dio cuenta por como Gabriel lo dijo, con un tono lejos de la tranquilidad.
–En varias ocasiones… – Contestó el mexicano después de un suspiro.
–Glenn me habló sobre una chica que usaba una espada… entonces aquí también, como ese "Azrael" también hay tipos así. – Amelie de sumó a la charla.
Tanto como Kim Possible, Shego, Fisher y Leiter tensaron su cara al recordar a Saya Onotashi. Drake notó eso, a lo que cambió la conversación.
–Silver, me dijeron que vienes del futuro. Hasta lo que digo suena loco.
–¿Cómo caminar con un demonio salido del infierno?
–¡Ey! – Hellboy se expresó estirando sus manos.
–Si vienes del futuro… – Dijo Drake – ¿Habrá una contraparte mía? Míranos: nos parecemos mucho pero somos diferentes.
–¿Habrá una contraparte masculina mía?
Shego soltó esa pregunta a lo que Nack apenas sonrió.
–No creo que te haga falta…
El grupo comenzó a reírse por el comentario de la comadreja a excepción de Shego que se quedó unos segundos quieta sin caminar, con cara de sorprendida por las palabras atrevidas de Nack.
–Ah… eres el comediante de la clase…
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–Si…
Brigitte terminó de hablar sobre los tipos que conoció en Mobius, y Nack es uno de ellos. Glenn Arias movió el jugo con el sorbete mientras formulaba la siguiente pregunta.
–¿Qué tan unidos son Amelie y Gabriel?
–Como hermanos… ella es un poco "especial", lo digo por lo que vivió; tuvo una vida agitada, dura.
–Se le nota que es jodida ¿No? – dijo Lynch mientras tiraba la segunda lata de cerveza a la basura. – tiene carácter… mierda, esas piernas…
–Lynch… – Kane lo calmó con el tono de voz, sin moverse del asiento con la visita al mar.
–No te hagas el santo, Kane. Hasta tú le miraste el culo… todos lo hicimos, hasta esa rata violeta de un ojo.
–¿Nack? No puede evitarlo, hasta en un momento de la quería tirar, pero supo que hay límites. Esa comadreja puede ser cualquier cosa, pero es bueno. – Brigitte terminó su jugo de coco después de hablar.
–¿Quién me tiró agua?
–Al fin te despertaste…
Lynch como los demás veían a Cherri Bomb de pie con el cabello alborotado, junto a una pequeña mancha de saliva en su ropa.
–¿Ya se fueron? Mierda, quería ir con ellos.
–Despertarte a las doce del mediodía no es temprano… haz algo productivo y ayúdame a cocinar el almuerzo.
Lynch le lanzó un delantal a la cíclope, que está aún dormida tenía los reflejos despiertos. Brigitte arqueó una de sus cejas.
–Parece que sabes moverte…
–Estar días y noches pelando contra demonios, arrebatando territorios a mafiosos y golpeando tipos más malos que yo me mantiene en forma, grandota.
–Mas vale que esas manos pelen esas cebollas… – Le dijo Lynch mientras prendía un cigarrillo especial.
Después de disfrutar el sabor de la hierba, Lynch no se esperó que Cherri Bomb se lo sacara de la mano para fumarlo. Hasta Wade sabía que eso no era tabaco. Aguantando el humo en sus pulmones, la ciclope se lo devolvió a las manos del tipo. Glenn quería decir algo, pero no serviría mucho.
–Lynch… un buen ejemplo para la juventud… – Fue Kane quien supo hablarle con sarcasmo.
–De donde vengo hay caramelos de marihuana ¿Sabes cómo calma? – Le dijo Cherri Bomb después de soltar el humo.
–¡Ey! Me empiezas a caer bien. – le dijo Lynch golpeándola en la espalda.
–Ay por favor… – Brigitte se frotó la frente.
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La noche abrazó la isla, era tiempo de descansar los pies. Las fogatas hacían que espantaran las animalias peligrosas. Escuchaban que unos pájaros salieron de los árboles por el ruido que hizo Hellboy al romper unas ramas para el fuego. Unos bebían agua, otros estiraban los músculos y otros comían.
Shego abrió su lonchera en donde sacó un sándwich de pollo con aderezos. Tiró algunos pedazos de pan para que las hormigas no se acercaran a su mochila.
–Yo también hacía lo mismo… – dijo Gabriel mirándola – pero tiraba carne cruda así las hormigas tardaban más.
–No les voy a tirar el pollo.
–Supongo que no. – Le respondió Nack sentándose a un lado – yo hacía un círculo en donde dormía y ponía alcohol.
–Yo estoy usando repelente en todo mí cuerpo. – Dijo Rachel colocándose más.
Nack quería hacer un comentario demás cuando la vio ponerse repelente sobre el escote de su traje de expedición, hasta que la mirada de Amelie lo detuvo.
–Soy yo o es una mala idea la fogata. – Dijo Silver preocupado.
–También lo pensé – Opinó Jacob Leiter acercándose – Hay una mínima posibilidad de que haya alguien indeseable.
–Estamos bien, Silver. Ponte cómodo. – Sonic se estiró en el suelo, soltando un bostezo.
–¿Cómo voy al baño?
Tras la pregunta, Rachel recibió un rollo de papel higiénico y una palita de parte de Nathan Drake, señalando a la selva.
–Hubiera preferido quedarme en el campamento… – murmuró la rubia.
–¿Te acompaño? – le preguntó Kim.
–No hace falta, en unos minutitos vuelvo.
–Cuidado donde pisas. – Dijo Fisher.
Sam se sentó junto al resto, sacando una lata con salsa para calentarla con el fuego. Sintió que Amelie le iba a hablar.
–Me dijeron que tienes una hija ¿Sabe lo que haces?
–Sabe lo justo y necesario, no quiero asustarla ¿tú, tienes hijos?
–Yo no puedo tener… aunque me hubiera encantado. – Le respondió la francesa.
–¿Fue antes o después de..? – Fisher le miró la piel morada.
–Creí que eras como Shego, que un meteorito arcoiris te dejó la piel así. – Dijo Kim mirándola.
–¿Una piedra del espacio te dio poderes? – Sonic estaba curioso.
Shego envolvió su mano derecha en plasma verde, impresionando al erizo y a los demás que no la vieron. La bola de energía se deshizo en la piedra.
–… Él tiene telequinesis... – Sonic señaló a Silver.
–Oigan, como que la señorita Foley está tardando mucho. – Eggman notó que pasó más de cinco minutos.
–Ella no es de hacer bromas de este estilo. – Dijo Shego levantándose del suelo. – Iré a verla…
–Espérame…
Kim siguió a Shego ya que también se preocupó por Rachel. Sam y Jacob se vieron unos minutos para luego para continuación seguirlas. El resto intercambió miradas. Hellboy sacó su revolver, sacándole el seguro.
La pelirroja quería gritar su nombre pero tampoco quería llamar la atención de lo que haya ahí en la selva. Drake no mencionó ninguna amenaza, si insectos y animales ¿Habría alguien más en la isla?
Kim y Shego vieron el rollo de papel higiénico en el suelo a unos metros de un árbol. En la tierra estaban las pisadas de Rachel… y de alguien más. Ambas se asustaron al escuchar a Sam y Jacob detrás suyo.
–No quiero asustarlos chicos, pero creo que no estamos solos.
–¿Quién más sabe de esta isla? – Le preguntó Jacob a Shego, a lo que ella solo negó con la cabeza.
–Esperen… ¿Rachel?
Sam pudo ver con su visor a la rubia a unos metros más adelante. Los cuatro se acercaron rápido porque no era normal verla de esa forma. Rachel Foley estaba de rodillas, con sangre en la boca y sus manos colocadas detrás de su cabeza. Si gritaba, estaban muertos.
De los árboles saltaron tipos con trajes negros y espadas en sus manos. Unos salieron detrás de los árboles con armas de fuego y silenciadores puestos en la punta de esos rifles.
–Salieron de la nada… lo siento…
Rachel fue silenciada de un culatazo en la boca, Shego se llenó de rabia queriendo acabar con ese ninja armado. Jacob la detuvo por suerte.
Estando rodeados y con la rubia a punto de ser asesinada, Kim fue la primera en levantar las manos.
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Los cinco eran llevados hasta un campamento ya establecido mucho antes, con excavadoras, camiones llenos de dinamita, grúas y más ninjas armados. Zero no era el único villano. El centro de comando era una carpa más grande que las demás, con dos guardias custodiando la entrada. Fueron entrando a empujones por los ninjas hasta los pies de la que estaba a cargo.
Jacob fue despojado de sus Silverballers como Fisher de su pistola. Shego no tenía más su pistola y Kim no contaba con su cinturón. La mujer de melena negra observó las cosas que traían mientras se acercaba a los prisioneros.
–Kim Possible… la compañera del caballero de la noche…
El resto quedó sorprendido saber que esa mujer sabía quién tenía en frente, y seguramente también sabría de ellos.
–¿Quién rayos eres? – Kim tensó sus músculos.
–Padre me advirtió que tendría compañía en la isla… Talia Al Ghul… mucho gusto, Possible…
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Detrás de las líneas enemigas, Nathan Drake observaba con los binoculares como la misteriosa mujer interrogaba a sus amigos, siendo estos amenazados con ser asesinados por esos tipos con espadas. Sin hacer mucho ruido y con mucha precaución, Drake regresó con el resto para rescatarlos lo antes posible.
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Continuará…
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Si, desaparecí unos meses. Ni siquiera podía escribir unas líneas de mis fanfics. Puta madre, la vida de adulto…
Espero que hayan disfrutado el capítulo! Nos leemos en más proyectos míos!
