Deberían de agradecer al grupo H.I.M. y a su canción Killing Loneliness porque fue lo que me obligó a escribir este capítulo...Ummm no voy a escribir mucho en esta parte esta vez, todos mis comentarios y respuestas a las dudas que se puedan originar estarán al final del capítulo.

Disclaimer: no, nada de SK me pertenece, le pertenece a Hiroyuki Takei. Sólo los malos personajes extra me pertenecen. Ú.u

Plática o Narración

Pensamiento

TOT TOT TOT TOT TOT TOT TOT cambio de escena

Recuerdos

"Tsuki no Hikari"

Por Eigna-Fluff

Capítulo 5: Hoy no sucedió nada

No huyas, pues no puedo vivir sin ti

Por favor quédate

Y aprenderé a amarte correctamente

Pues estuve esperándote

Esperando toda mi vida

Y estuve llorando por ti

Muriendo por ti todo este tiempo

Y no te perderé esta noche

-Lose You Tonight-H.I.M.

Bo no podía estar más extrañada ante la presencia de las dos visitantes que ahora se encontraban tomando té frente a ella. Sin duda recordaba que Pilika había mencionado algo sobre su padre, y realmente nunca se había preocupado por cuestionar a Pai Long sobre su visita a Japón.

La señora Tao miró una vez más a las mujeres que estaban sentadas frente a ella y pudo observar claramente cómo no tenían nada de parecido a la joven Ainu. ¿Acaso era uno de esos casos en que se parecía más a un padre que a otro? Bo sentía que algo estaba mal. Extremadamente mal.

"¿Y bien¿por cuál motivo es el que vienen a visitar a Pilika?" preguntó Bo con una gentil sonrisa enmarcando su rostro.

"Mi hija y yo hemos venido pues extrañábamos mucho a nuestra querida Pilika. Su padre no pudo venir ya que se encuentra un poco enfermo" contestó Rara a la vez de que se trataba de reponer del susto que había tenido cuando la voz de Bo había roto el silencio.

Bo miró a Reiko unos momentos , sólo para encontrar que ésta veía de lo más asombrada el techo cubierto de dragones y flores con engrabados dorados. Su intuición le decía que no era una chica muy brillante.

"Me asombra que Pilika nunca haya mencionado a su madre o hermana" comentó Bo regresando su mirada penetrante a los ojos chocolatosos de la mujer mayor.

"Eh...Um...seguramente se olvidó de nosotras por tanta emoción de haber llegado a un lugar nuevo" contestó Rara nerviosamente. Ya se había imaginado que algo como esto sucedería, pero no se rendiría, lucharía hasta el final. Bo la miró de una manera que le decía que no había creído nada de lo que había dicho. Sin embargo, tenía mucho en que pensar y no podía entretenerse con cosas insignificantes. Bo suspiró antes de continuar.

"Lamento decirles que por el momento Pilika se encuentra con mi hijo en un pequeño...paseo. Pero enviaré a alguien a recogerlos lo más pronto posible. Por lo pronto el ama de llaves les mostrará sus habitaciones. Ahora si me permiten tengo algunos asuntos que atender" dijo Bo. Al finalizar se puso de pie y desapareció por la puerta de la sala en la que se encontraban.

"Madre¿qué vamos a hacer? La estúpida de Pilika no está y además tampoco el hijo de esa señora" protestó Reiko.

"Deja de quejarte, ya te dije que yo me encargaría de todo" contestó Rara. Momentos después ingresó la anciana de la sonrisa tétrica para llevar a las dos mujeres de cabello rojo a su habitación. Rara no pudo evitar sentir un escalofrío al ver a la anciana mientras se ponía de pie para seguirla.

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Una risa macabra y tétrica se escuchó a lo largo de toda la casa de campo. Len salió del mundo pensamientos en el que se había sumergido al escucharla. Levantó su cabeza y la giró en dirección del joven de cabello verde del que sin duda se originaba la risa. Len lo miró furioso.

"¿Y tú de que te ríes imbécil¿Acaso la poca cordura que te quedaba se ha ido?" preguntó Len sin soltar en ningún momento el cuerpo de la joven peliazulada.

"No primo, no estoy lunático como tú crees" contestó Lyserg mientras se ponía de pie lentamente pues todavía se encontraba adolorido. "Me rio de que no ves lo que está justo frente a tus ojos" continuó el joven inglés. Len tuvo que contener el impulso de levantarse para golpearlo de nuevo pues no quería soltar a Pilika porque temía de que en caso de hacerlo ésta se desvanecería por completo.

"¿De qué demonios estás hablando?" preguntó Len mirando confusamente a su pariente.

"Hablo en serio Len, es cierto que he lastimado gravemente a varios, sin embargo, no he matado nunca a nadie. Esta vez no es la excepción, y si por primera vez te dignaras a observar a la dama que según tú no te importa, lo comprobarías" contestó Lyserg ahora completamente erguido y con uno de sus brazos sosteniendo uno de sus costados.

Len giró su cabeza a una velocidad asombrosa para obsrvar a Pilika. No se había dado cuenta, pero efectivamente no había mirado el rostro de la chica en ningún momento. Tal vez evadiéndolo inconcientemente o tal vez porque mechones largos de cabello azul cubría su rostro, fuera cualquiera de las dos no importaba. Len sentía algo que no podía describir al saber que podría ser que después de todo Pilika seguía con vida. Era algo que había sentido antes, pero hacía vario tiempo que no lo hacía. ¿Era...esperanza?

Con una mano un poco temblorosa retiró lentamente los cabellos que tapaban a Pilika. Para su sorpresa y alivio en el cuello de la joven no había nada, mas que una pequeña línea roja que poco a poco se desvanecía. A pesar de que ya había visto que no sangraba en lo más mínimo no podía estar completamente convencido, por lo que acerco uno de sus oídos hasta el pecho de la chica para comprobar si su corazón latía. En el momento en el que distinguió el sonido, aunque leve, del palpitar de su corazón no pudo evitar sentir como un alivio enorme recorría su cuerpo en oleadas.

Len no se retiró aunque ya hubiera comprobado que Pilika estaba viva. Encontraba tan suave y cómodo el lugar donde su cabeza estaba apoyada que encontraba imposible retirarse. Sin embargo, momentos después deseó haberlo hecho pues sintió como Pilika se movía debajo de él tratando de levantarse. Len movió su cabeza sin levantarla para mirar el los ojos celestes de la joven llenos de confusión. Antes de que pudiera recuperar por completo la conciencia se encontró completamente rodeada por los brazos de Len que la estrechaban fuertemente contra él. Pilika parpadeó varias veces tratando de captar lo que estaba sucediendo. ¿Quién la estaba abrazando? y ¿Por qué ella no estaba haciendo nada para impedirlo?

"¿Pilika¡¿Pilika¡Contéstame maldita sea!" exclamó Len pero no recibió respuesta alguna. "¡Hey inglesito idiota¿No la mataste pero sí la volviste muda?" preguntó Len mientras la movía ligeramente en sus brazos.

Sabía que quien quiera que la estuviera abrazando estaba hablando pero no escuchó ni una palabra de lo que decía. Pilika estaba demasiado ensimismada con las vibraciones y el sonido grave que emitía la voz de la persona que la abrazaba a través de su pecho. El sonido era extrañamente relajante para ella por lo que olvidó lo que tenía que hacer y cerró los ojos. El rápido latir del corazón de la persona extraña la terminó por adormecer un poco. El abrazo en el que se encontraba era cálido y firme, y por alguna razón se sentía completamente protegida.

El miedo y alerta que había sentido previamente se esfumó por completo. Lo único que quería hacer en ese instante era quedarse ahí para siempre y ser arrullada hasta llegar a dormir profundamente. Sí, definitivamente dormir era bueno. En sus sueños no había no había dolor, odio, madrastras tiranas, ni parientes locos de Len que la querían matar, ni…¡LEN! Al recordar al joven chino Pilika volvió a la realidad y todos los recuerdos de todo lo que había sucedido volvieron a ella de golpe.

Len se había estado bañando cuando de pronto escuchó un ruido y al salir de la habitación descubrió una navaja frente a ella y un joven con ropas occidentales. Se había tratado de defender, pero un péndulo que se movía solo la había atado en un instante. Después llegó Len y habló con su secuestrador, que aparentemente se llamaba Lyserg, de algo que no entendía en lo más mínimo. Y después…después… esta niña y yo no tenemos nada que ver… Entonces supongo que no te molestará si hago esto…Ella había esperado dolor y una muerte agonizante, pero lo único que recordaba después de eso era una oscuridad completa. ¿Qué no se supone que debería de estar muerta? Pilika abrió los ojos al escuchar la voz de quien la abrazaba. Esa voz era definitivamente de Len.

"¡Pilika¡Pilika! Maldita sea Diethel¿qué le hiciste¡Está despierta, pero no reacciona!" exclamó Len comenzando a desesperarse. Esta vez Pilika si escuchó lo que dijo, más no pudo concentrarse en lo que le contestó Lyserg pues estaba demasiado asombrada. Por primera vez desde que se habían conocido la había llamado por su nombre y no "niña". La joven peliazulada no pudo más que sentir emoción y alegría, después de todo quien prefiere ser llamado algo tan impersonal como "niña" a ser llamado por su propio nombre. Además le gustó mucho la manera en que sonaba su nombre saliendo de los labios del chino.

Cuando Pilika volvió a escuchar la voz de Len reaccionó una vez más. ¿Qué demonios estaba haciendo en los brazos de Len sin hacer nada¿Por qué se ponía tan feliz por una cosa tan insignificante, y más viniendo del estúpido Len¿Por qué se sentía tan cómoda y segura en ese lugar¿Acaso estaba comenzando a sentir algo por él¡No! No, eso no podía ser. Era simplemente el hecho de haber estado cerca de la muerte. Sí, tenía que ser eso.

Pilika ya estaba cansada de pensar en cosas inútiles y de no hacer nada. Ahora si estaba completamente despierta y se percataba de todo lo que pasaba a su alrededor. Era tiempo de que vengara el susto y miedo que había sentido antes. Lyserg pagaría por lo que le había hecho, y Len tampoco saldría libre. Después de todo, la había dejado en manos del inglés loco y se la había ofrecido en charola de plata. Nadie tocaba a Pilika sin su permiso y vivía para contarlo. Observaría por un momento la situación y después actuaría. Una risa maliciosa resonó en la cabeza de Pilika.

Lyserg ahora se acercó a donde se encontraban Len y Pilika, ya repuesto de los golpes que le había propinado Len. Len lo miraba alerto, siguiendo cada uno de sus movimientos con los ojos en caso de que quisiera hacer algo otra vez. Cuando Lyserg se arrodilló frente a Len y estiró una mano en dirección a Pilika, Len se movió hacia atrás como reflejo y a la vez apretó más a Pilika contra él. Pilika no hizo más que sorprenderse ante las acciones de éste. No le molestaba en lo más mínimo que la alejara del asesino pues no quería estar cerca de él, pero la manera en que había reaccionado Len era demasiado¿sobre protectora?

"¿Qué es lo que crees que estás haciendo?" preguntó Len con una mirada fulminante y llena de sospecha. Lyserg lo miró extrañado.

"¡Nada más quería ver que le pasa!" contestó Lyserg. Len le contestó con una sonrisa sarcástica.

"Sí claro y voy a dejar que te le vuelvas a acercar así nada más. ¿Qué parezco estúpido o que?" preguntó Len ahora con una posición que indicaba que si Lyserg volvía a intentar algo no sería tan compasivo como antes.

"Ya te dije que esto es muy extraño. ¡No le hice nada fuera de lo normal como para que se pusiera así!" dijo Lyserg desde su lugar.

"¡Nada fuera de lo normal¡¿Poner una navaja en frente de alguien y luego deslizarla sobre su cuello es algo muy normal para ti!" exclamó Len perdiendo las últimas gotas de su paciencia. Pilika estaba completamente de acuerdo con Len en ese punto. Ese tal Lyserg se le hacía cada vez más raro. "Y hablando de eso, no que lo haya deseado pero¿por qué demonios no está muerta¿Me podrías explicar de una buena vez por todas que pasó?" cuestionó Len. Pilika casi saltó ante esta pregunta. Había estado ansiosa por saber la respuesta a esa pregunta. Lyserg miró el piso nervioso.

"Eh…bueno…mis padres abrieron una tienda de magia hace unos meses en Londres y venden todo tipo de artículos en ella. Entre ellos, armas falsas que parecen demasiado reales. La navaja que usé tiene menos filo que el diente de un bebé. Lo demás fue producto mi buena actuación. Justo cuando deslicé la navaja, presioné el punto que esta en el cuello de todas las personas que conectan su cerebro con el sistema nervioso, y ahí tienes un desmayo instantáneo" contestó Lyserg con algo que Len notó como orgullo.

"¿Quieres decir que todo esto fue una de tus estúpidas bromas?" preguntó Len ahora con una gran vena sobresaliendo sobre su frente. Pilika no podía estar más enfurecida. Todo había sido producto de una broma y además ella había sido usada como acto principal. ¡Todo era culpa de Len!

"Vamos Len no te enojes. Fue sólo una pequeña broma. La verdad es que no contaba con que su cabello cubriera su cuello, se suponía que te darías cuenta mucho antes. Pero lo de la razón por la que estoy en China no fue broma. Para eso vine y no pienso rendirme" contestó Lyserg.

"¡No me vengas con tus idioteces en este momento! Sabes muy bien que esta pequeña broma te saldrá muy cara, y además¡Pilika sigue sin reaccionar!" exclamó Len.

"Sí ya lo sé Len, pero sin duda alguna ver tu cara en el momento en que cayó al piso la chica valió la pena. La verdad es que para que haya sido alguien que según tú no te importaba, reaccionaste bastante agresivo. Y luego ahora como la tienes en tus brazos…Yo diría que sí te importa y mucho. Aunque la verdad sería mejor para mí si no fuera así. Es bastante hermosa y alguien como ella no me vendría nada mal. Yo podría hacerla mi novia y entonces me complacería en todo. Sí, sobre todo en las noches después de un arduo entrenamiento, ella vendría y-" Lyserg fue interrumpido por Len.

"¡Cállate¡Ni se te ocurra pensar en ella de esa manera! Además, ella jamás caería por un tipo como tú y también está el pequeño detalle de que mis padres la trajeron para que fuera mi esposa" dijo Len sin pensar realmente lo que decía. Si de por si ya estaba enfurecido, el escuchar hablar a Lyserg de su futuro con la chica Ainu hacía que le hirviera la sangre. Pilika decidió que no iba a ser tan violenta con Len, después de todo la estaba defendiendo del pervertido que apenas la había conocido y ya estaba teniendo fantasías con ella.

"Vaya Len, se podría decir que estás celoso ¿Acaso te sientes amenazado por mi¿Temes que te quite a tu novia?" preguntó Lyserg a Len tratando de provocarlo. Pilika se sorprendió¿celoso? Len ¿celoso por ella? Sí claro. Aunque eso le daba una idea. Después de todo, tendría su tan esperado momento de diversión.

"Claro que no, pero no soy tan malvado como para dejar a alguna chica inocente que se acerque a ti" contestó Len.

Antes de que Lyserg pudiera contestar, Pilika se comenzó a mover de manera que Len la tuvo que soltar. Lyserg y Len la miraron curiosamente. Habían estado tan metidos en su discusión que se habían olvidado de que la chica no había dicho nada. Una vez que Pilika estuvo fuera de los brazos de Len, ésta lo miró con la cabeza inclinada hacia un lado y con unos ojos que parecían los de una niña pequeña.

"¿Quién eres tú¿Por qué me estabas abrazando si no te conozco?" preguntó Pilika con una auténtica cara de confusión. Len la miró como si le hubieran crecido dos cabezas más a la chica.

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El joven que había traspasado propiedad privada no se daba por vencido. Había sido un duro recorrido desde que había salido de Japón para buscarla, pero por ella iría hasta las llamas del infierno. Ahora se encontraba descansando bajo la sombra que le ofrecía un árbol, pues había caminado durante horas esquivando animales salvajes y haciéndose camino entre el frondoso bosque. Al principio no había sabido exactamente a donde dirigirse, pero después de un rato había divisado a lo lejos la enorme mansión de la familia Tao.

Nunca se hubiera imaginado que el territorio de los Tao sería tan grande. Ya le habían dicho que eran la familia más poderosa de China, pero él se había figurado algo más pequeño. Había caminado toda la noche y una parte de la mañana y no llevaba ni la mitad del camino. Seguramente llegaría hasta la mansión hasta el anochecer. Lanzó un suspiro y se puso de pie. Pilika había sido obligada a venir a un país desconocido, y él no había estado ahí para impedirlo.

Se había desaparecido de su vida hacía varios años, y justo cuando regresó, su padre le avisó sobre los paraderos de la chica. Ni siquiera había esperado a que le contara toda la historia, había salido disparado a encontrar el medio de transporte más cercano para llegar a China, y ahora ahí se encontraba. Impediría esa boda aunque fuera lo último que hiciera. No permitiría que un chino apestoso le quitara la inocencia a su querida Pilika. Con ese último pensamiento, el joven prosiguió su camino.

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"¿Pilika de qué estás hablando? Soy Len¿la persona a la que más odias? Ya deja de jugar y dime si estás bien" dijo Len esperando que la chica comenzara a reírse en cualquier momento, pero Pilika sólo lo miró con el ceño fruncido.

"Estoy bien, pero yo no te conozco. ¿Por qué te preocuparías por alguien que no conoces?" preguntó Pilika. Len no sabía que decir. ¿Qué acaso todo el mundo estaba conspirando en su contra?

"¿Cómo es posible que no me recuerdes? Mira Pilika-" comenzó Len a la vez que se acercaba hacia ella pero se detuvo cuando observó que ella retrocedía como si tuviera miedo de él. Pilika se arrepintió por unos segundos de haber iniciado su broma cuando observó dolor y tristeza cruzar los ojos de Len ante su rechazo. Pero no se podía echar para atrás, tendría que seguir. Recordó haber topado con algo anteriormente y al girar su cabeza se encontró con el rostro sonriente de su otra víctima.

Len esperaba que tampoco reconociera al otro joven y también retrocediera con temor, pero cual fue su sorpresa cuando ésta se lanzó sobre el inglés y rodeó su cuello con sus brazos.

"¡Joven Lyserg¡Pensé que me había abandonado otra vez! Y después cuando este extraño me dijo que me conocía¡me dio mucho miedo¡que bueno que está aquí para que me proteja!" exclamó Pilika a la vez que se acurrucaba en su pecho. Lyserg y Len observaban sorprendidos cada movimiento suyo detenidamente. Ninguno de los dos comprendía que era lo que sucedía. Len sólo quería ponerse de pie y tomar a Pilika para alejarla de Lyserg.

"Ahora joven Lyserg, creo que estoy en deuda con usted, así que creo que debería de devolverle el favor de alguna manera" dijo Pilika mientras acariciaba suavemente la tela de la camisa que cubría el pecho del chico con las palmas de sus manos. Después descendió poco a poco hasta las piernas del inglés sin dejar de tocar ni un momento el cuerpo del chico. Len y Lyserg estaban en un completo estado de shock por lo que no se movían para nada. Esto permitió a Pilika la libertad de desabrochar el cinturón del inglés sin ningún problema. Después se dispuso a desabrochar el botón y cierre de su pantalón. Pilika no podía mas que regocijarse por dentro pues se estaba divirtiendo demasiado.

Cuando estaba a punto de bajarle los pantalones sintió que algo rodeaba su cintura y la jalaba hacia atrás rápidamente. Pilika ya había esperado que Len reaccionara de esa manera, pues sin duda era él quien la retiraba del cuerpo de Lyserg. Por un momento Pilika había temido que Len estuviera demasiado impresionado para hacer algo, pues había confiado en que él la detendría, y si no lo hacía no se creía capaz de continuar con su pequeña farsa. Así que no pudo más que sentirse aliviada cuando estuvo completamente alejada de Lyserg.

A través de su espalda sentía como el pecho de Len se elevaba y bajaba rápidamente debido a su respiración agitada. Después de todo Pilika no había estado equivocada. Len estaba furioso con Lyserg por haber estado cerca de la chica y con Pilika por haberse olvidado de quien era él. Pero más que furioso estaba confundido, pues no comprendía por qué las acciones de la chica lo molestaban tanto y por qué le dolía al saber que ella no lo recordaba. Se suponía que él no tenía corazón, se suponía que no le importaba nadie más que su familia, se suponía que ninguna chica volvería a importarle, se suponía que ella se había llevado todo lo que había podido dar. Entonces ¿por qué ahora tenía dudas sobre lo que sentía¿Por qué lo único que quería hacer en ese momento era encerrar a la chica de pelo azul y no dejar que ningún otro hombre se le acercara?

Todas esas dudas y preguntas cruzaban por la mente de Len cuando los movimientos de Pilika lo hicieron regresar a la realidad. La chica estaba luchando para liberarse de los brazos que la rodeaban aparentemente para regresar con el chico de pelo verde. Len no podía estar más desconcertado con todo lo que estaba pasando. Era sorprendente como pocos días antes no había tenido otra cosa más que entrenar y ahora tenía una prometida que antes lo odiaba, y que ahora ya no lo recordaba y que amaba a su primo, que por cierto era el rival de todo su vida. Len no pudo más que llegar a la conclusión de que la vida da demasiadas vueltas. Mientras Len tenía sus pensamientos filosóficos, Pilika seguía tratando de zafarse de él pues tenía que ejecutar el último acto de su obra maestra.

"¡Déjame ir por favor¡Tengo que regresar con el joven Lyserg! Amo¿por qué no me ayuda?" dijo Pilika con tono de súplica. Lyserg nada más observaba a la chica con curiosidad y diversión. No se había movido de la posición en la que lo había dejado. Len miró con disgusto y asco al otro joven y apretó todavía más a la chica contra él. Por ninguna razón iba a dejar que la chica se liberara para ir a hacer cosas extrañas con su primo. Pilika se dio cuenta de que nunca podría librarse de Len por las buenas, por lo que decidió que era momento de hacerlo por las malas.

Len no tuvo ni tiempo de reaccionar. Sólo sintió como la chica lo golpeó en el estómago con su codo sacándole el aire y después la nariz provocando que su vista fuera borrosa debido a las lágrimas. El perfecto ataque para que hiciera que la soltara. Pilika se alejó rápidamente de Len y corrió hasta Lyserg.

"Vamos joven Lyserg, póngase de pie, y vamos a la habitación donde nadie nos podrá molestar" dijo Pilika con una sonrisa provocativa. Lyserg no tenía ningún motivo por el cual negarse, por lo que se puso rápidamente de pie y siguió a Pilika, la cual ya se le había adelantado. Len pudo escuchar lo que la chica dijo e intentó avanzar para detenerlos, pero todavía tenía la vista borrosa, por lo que tropezó y cayó. Antes de que pudiera ponerse de pie, escuchó la puerta cerrarse de golpe y el 'clic' del seguro al accionarse.

Len sintió miedo y nerviosismo recorrer su cuerpo. Lyserg y una Pilika transformada se encontraban en una habitación encerrados solos. Era como una de sus peores pesadillas convertidas en realidad, y a tan sólo unos cuantos pasos de él. Después de unos segundos, Len pudo recobrar su vista y ponerse de pie. Se dirigió con paso firme y decidido a hacer cualquier cosa con tal de alejar a la chica de su primo pervertido. Al llegar hasta la puerta la tocó y esperó respuesta. No obtuvo ninguna, algo que ya esperaba.

"¡Estúpido inglés, abre la puerta! Sabes muy bien que si no lo haces habrá consecuencias muy graves" exclamó Len mientras miraba furiosamente la puerta, como si al hacerlo ésta se abriría. Nuevamente no recibió respuesta. Len se encontraba desesperado, mientras él trataba de hacer las cosas pacíficamente, dentro de la habitación esos dos se encontraban haciendo actividades inapropiadas. Len no pudo soportarlo más y con una patada golpeó la puerta. Ésta se derrumbó fácilmente, cómo si hubiera sido de juguete. Len se apresuró para entrar, y cual fue su sorpresa al encontrar a los dos sobre la cama, o más bien Pilika sobre la cama y Lyserg sobre ella. Éste la estaba deteniendo con sus piernas y manos, por lo cual ella se encontraba inmovilizada.

"¡SE PODRÍA SABER QUE ESTÁS HACIENDO IDIOTA!" gritó Len furiosamente. Al sonido del grito de Len, Pilika giró su cabeza temerosamente hacia el chino y lo miró. Len no falló en distinguir en su mirada la súplica.

"¡Len! Ayúdame por favor, en verdad lo siento" dijo Pilika dijo mientras luchaba nuevamente por librarse del inglés. Len la miró confundido. ¿Ahora si lo recordaba¿Acaso lo había hecho todo el tiempo?

"Sí claro, ahora que tu pequeño plan falló, si lo necesitas¿verdad princesa?" preguntó Lyserg mientras acercaba su rostro al de ella y aplicaba más fuerza sobre sus muñecas. Pilika giró su cabeza hacia un lado con un gesto de dolor. Ésta miró a Len una vez más y observó que él la miraba con enojo y reproche. Se había dado cuenta que todo había sido actuado.

"¡Len por favor! Prometo que te explicaré todo, pero ¡quítame a este cerdo de encima!" exclamó Pilika todavía moviéndose para liberarse del inglés. Len seguía mirándola sin hacer ningún movimiento.

"Lo vez hermosa, no le importa. Mejor hay que hacer lo que se suponía íbamos a hacer, no me importa tener público" le murmuró al oído Lyserg a Pilika.

Pilika estaba cada vez más aterrorizada, su plan había terminado más que mal y la persona que podía ayudarla al parecer estaba enojada con ella. Lyserg se acercó mucho más, hasta que cerró el espacio entre sus labios y la mejilla de la chica. Pilika sintió como un escalofrió recorrió su espalda. Se sentía violada y usada, y lo peor es que todo había sido su culpa. Después sintió el aliento caliente de Lyserg recorrer su rostro hasta llegar sobre sus labios. Pilika sabía lo que vendría después. Hizo otro intento por soltarse pero fue inútil. Ni siquiera se molestó en llamar a Len, sabía que no la ayudaría. Derramó una lágrima de frustración. Los labios de chico inglés se encontraban a unos cuantos milímetros de los de ella. Pilika no pudo seguir viendo y cerró los ojos fuertemente tratando de no sentir.

Esperó varios segundos para sentir algo húmedo y asqueroso tocar sus labios, pero nunca llegó. Lo que sintió fue ser liberada, y que el cuerpo de Lyserg ya no la presionaba. Cuando abrió los ojos vio a Lyserg en el piso tirado y que Len ahora se encontraba ahora su lado y la observaba no con enojo, pero con preocupación y… ¿culpa?

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Pilika no supo porque en el momento en el que escuchó la puerta cerrarse detrás de ella sintió el terror apoderarse de su cuerpo. Tal vez había cometido un error al tratar de vengarse del inglés, pero era demasiado tarde como para retractarse así que decidió continuar. Dio la vuelta para dirigirse hacia Lyserg que la esperaba parado frente a la puerta cerrada. Se acercó hasta él y le rodeo el cuello son sus brazos. Después acercó su rostro hasta el oído del chico y le murmuró "Esto es lo que te mereces". Inmediatamente después lo tomó de los extremos de la camisa que llevaba y lo jaló hacia delante con fuerza, al mismo tiempo que elevaba la rodilla de su pierna derecha y la dirigía hacia la entrepierna del inglés.

El plan de golpear a Lyserg en la parte más sensible de éste se arruinó cuando Pilika sintió que una de sus manos había detenido el golpe. La chica no había contado con los buenos reflejos del joven de ojos verdes. Pilika alzó la mirada para observar los ojos de Lyserg y en ellos encontró perversión y lujuria. Definitivamente el inglés deseaba obtener algo de ella. El sonido de la voz de Len a través de la puerta, hizo que Pilika volteara hacia la puerta, y que Lyserg aprovechara la distracción para tomarla con fuerza por las muñecas y cargarla para colocarla sobre la cama.

Pilika no supo ni que ocurrió hasta que sintió el peso de Lyserg sobre ella y observó el rostro de este sobre el de ella. Justo en ese momento escuchó que la puerta era derribada y Len gritándole a Lyserg. Después le pidió su ayuda y éste se quedó observándola.

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¿Acaso había estado fingiendo desde que despertó? Len veía a la chica, pero realmente no la observaba, no registraba lo que estaba pasando. Oyó que el inglés habló pero no escuchó lo que dijo. Estaba demasiado enfurecido con la chica por haberlo engañado de esa manera. No había sido la gran cosa, pero se sentía realmente herido pues había temido que Pilika nunca lo volvería a reconocer y que se iría a vivir con su odioso primo a quien sabe que lugar. Estaba enojado con ella por que había hecho que le importara lo que le pasara. Debía admitir que cuando lo llamó por su nombre una vez más se sintió aliviado. Después de todo no lo había olvidado.

Len escuchó una vez más la voz de Pilika llamándolo. Pero éste no reaccionó. Por unos segundos pensó que tal vez debería dejarla en manos del inglesito en venganza por la preocupación por la que lo había hecho pasar. Sin embargo, inmediatamente se reprochó a si mismo el pensamiento. Jamás la dejaría en manos del inútil pervertido que tenía como pariente. Ya había tardado demasiado tiempo en reaccionar.

Cuando por fin salió de sus pensamientos, por fin observó claramente lo que ocurría. Lyserg estaba besando la mejilla de la chica en ese instante, y Len se enfureció consigo mismo, por haber dejado que la situación llegara tan lejos. En cuanto vio que el chico peliverde movía su rostro para cambiar de objetivo, Len se apresuró hasta donde estaban los dos. La imagen de la chica con los ojos cerrados, y una lágrima solitaria resbalándole por la mejilla hizo que se sintiera cada vez peor. Desde el principio Pilika le había pedido su ayuda, y por orgulloso no se la había ofrecido. Por su capricho, la había hecho sufrir.

Antes de que Lyserg pudiera cumplir con su cometido, Len lo tomó por la camisa y lo arrojó al piso lo más fuerte que pudo. Cuando dirigió su mirada para observar el rostro de la joven de cabello azul, encontró que la chica seguía con los ojos cerrados y con un rostro que demostraba que estaba esperando algún tipo de castigo. Segundo después abrió los ojos confundida y lo miró con sorpresa. Len tuvo que contener unos deseos enormes de decirle que lo perdonara.

Len se arrodilló frente a la cama, y miró a Pilika de una manera que la chica no pudo identificar. Pudo observar que los ojos del chico se trasladaban de sus ojos hasta sus labios y volvían hacia arriba. Pilika estaba demasiado confundida. ¿Por qué estaba acutando tan extraño el joven chino? Cuando estaba a punto de preguntárselo, éste la interrumpió.

"¿Te encuentras bien?" preguntó Len con una voz suave. Pilika lo miró.

"Sí, gracias por la ayuda. Siento mucho haberte golpeado" contestó Pilika a la vez que observaba que la nariz del chico se había inflamado y enrojecido un poco. Extendió una mano para tocar la zona afectada, pero fue detenida por el mismo Len. Los dos se vieron a los ojos y quedaron atrapados como en un trance. Len comenzó a acercar su rostro al de ella hasta quedar a tan solo unos centímetros. El joven chino ya había soltado la mano de Pilika, y que ahora se encontraba sobre el rostro del chino. De pronto, su pequeño momento fue interrumpido por un gemido proveniente del cuerpo de Lyserg. En ese instante Len se puso de pie y miró confuso a la chica.

Pilika parpadeó varias veces tratando de entender lo que había pasado. Justo cuando abrió la boca para hablar, Len dio media vuelta y salió precipitadamente de la habitación sin decir ni una palabra. Pilika se levantó rápidamente de la cama para ir tras él. La chica estaba ahora preocupada, pues suponía que el joven chino estaba extremadamente enojado con ella por todo lo que había ocurrido. Sin embargo, se había olvidado que Lyserg estaba en el piso, por lo que tropezó con él y cayó al piso.

Cuando por fin logró ponerse de pie y salir de la habitación, se encontró a Lyserg en la cocina hablando por el teléfono, que se suponía era sólo para emergencias, y escuchó las palabras "…quiero salir de aquí lo antes posible." antes de que colgara el teléfono. Después de eso volteó a verla, esta vez la chica no pudo distinguir nada en su mirada. Tenía una mirada inexpresiva.

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Jun se encontraba organizando el banquete que se ofrecería en honor a las visitas recién llegadas cuando el teléfono rojo sonó. La joven china sonrió. Sabía que tarde o temprano sonaría ese teléfono. A decir verdad le sorprendía que no hubiera sonado antes, pues conociendo a su hermano sabía que éste no soportaría estar a solas con alguien que odiaba demasiado tiempo. Así que se acercó hasta el teléfono con una gran sonrisa, y se limpió las manos en una pequeña toalla antes de levantar el auricular.

"Hola Len. ¿Todavía no se han matado uno al otro?" preguntó Jun divertida.

"Jun no es divertido en lo más mínimo. Hablo para informarte que Lyserg está aquí. No tengo ni la más mínima de cómo entró a la casa. No he tenido tiempo de averiguarlo pues he tenido unas pequeñas complicaciones con él y con Pilika" se escuchó la voz de Len contestar. El rostro de Jun ahora demostraba preocupación.

"¿Pilika¿Se encuentra bien?" cuestionó Jun.

"Sí no te preocupes, te cuento todo lo que sucedió en la casa. Sólo quiero salir de aquí lo antes posible" contestó Len.

"Está bien, enviaré a alguien ahora mismo, en todos modos los iba ha hacer. Y Len, por favor ten cuidado." fue lo último que dijo Jun antes de que escuchara el 'clic' de que Len había colgado.

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Len caminó hasta donde se encontraba Pilika, mas no se acerco demasiado. Pilika no se movió, esperando que el chino dijera algo.

"Ya le hablé a mi hermana y le he contado sobre lo sucedido. Me dijo que enviaría alguien por nosotros lo más pronto posible, que no tardaría más de una hora. Así que te recomiendo que prepares tus cosas para cuando nos tengamos que ir" dijo Len con una voz monótona. Pilika sólo asintió con la cabeza. Len comenzó a caminar como para retirarse, pero la joven lo detuvo.

"¿Qué hay de tu primo¿No vas a hacer nada con él?" cuestionó Pilika preocupada por que el inglés fuera a hacer algo extraño de nuevo. Len se volvió una vez más hacia ella.

"No. Déjalo por el momento allí. Ya llegará el tiempo para que sea castigado por lo que hizo. Ahora si me permites quiero tomar aire fresco" dijo Len con el mismo tono de voz para después caminar hacia la puerta de la entrada de la casa. Pilika estaba confundida. ¿Qué no se suponía que no podían salir? Cuando se giró para observar el lugar a donde se dirigía el chino, vio que la puerta estaba abierta de par en par. Había olvidado por completo que Lyserg la había dejado abierta cuando había entrado.

Len salió de la casa e inhaló aire profundamente. Definitivamente era alguien de la naturaleza. No se sentía bien si se separaba mucho tiempo de ella. Sin embargo, no había salido por su necesidad de reunirse de nuevo con la flora y fauna. Había salido porque estar cerca de la joven de cabellera azulada lo hacía sentirse confundido, y lo que más le daba miedo, lo hacía querer estar lo más cerca posible de ella. Lo hacía sentir emociones que desde hace mucho no sentía.

Len temía que había comenzado a sentir algo por la chica. Tal vez su primo había tenido razón en eso. Tal vez se había comenzado a enamorar de ella.

Continuará…


Después de varios meses aquí se encuentra el tan esperado capítulo. Debo admitir que no salió como lo había planeado, pero no me disgustó como salió jajaja espero que les haya gustado y haya sido lo que esperaban. Espero poder subir un nuevo capítulo esta misma semana, pues creo que se los debo. Es demasiado noche como para pensar en las dudas, así que espero resolverlas después en mi profile. Sólo debo decirles que de aquí en adelante va a haber más azúcar y fluffness, espero sus sugerencias, dudas, opiniones, críticas constructivas, dulces, abrazos y demás en su REVIEW!

P.S. GRACIAS A TODOS LOS QUE ME DEJARON REVIEW! Y a todos los que a pesar del tiempo siguen leyendo mis historias

Ja ne

Eigna-Fluff