CAPÍTULO 9: LA MUERTE DE UN ÁNGEL.
"¡Hey Yuki!"
"Hola Touya ¿cómo estas?"
"Muy bien ¿y tu que tal?"
Era un día cálido, muestra perfecta de la proximidad del verano y perfecto como para reunirse en un tranquilo café del centro de Tokyo. Yukito seguía con sus preparaciones de la boda y claro, ya que Touya sería su padrino no podía quedarse afuera de los detalles. Sin embargo, en la mente de Touya seguía con su querida hermanita pero también una creciente preocupación que se había hecho más palpable en los últimos días y que lo tenían sumamente inquieto.
"¡Excelente! Siéntate y tomate algo, yo invito. No creo que Umi se demore mucho... y dime Touya ¿cómo sigue tu brazo?"
"Mucho mejor, al menos ya no duele tanto. Hoy tengo la última revisión."
"Aún no me explicas como te lastimaste."
"Bueno Yuki." Exclamó pensativo. "Solo fue un pequeño accidente en casa, nada más."
El joven Tsukishiro amplió su sonrisa y le miró expectante. Touya al notar la mirada de su amigo se sintió algo inquieto, no le gustaba mentirle pero ahora que en Yuki no habitaba el guardián de la luna no podía contarle sus temores y esos detalles paranormales, no porque no confiara en él sino para no ponerlo en algún peligro inadvertidamente por saber más de lo que debería, sobre todo si tiene en cuenta lo que había sentido hace apenas dos días. Una sensación tan horrible que le hizo estremecer hasta la médula como si el mundo hubiera perdido algo muy importante. También estaba firmemente convencido de que aquello estaba relacionado con las lejanas, pero obviamente, obscuras presencias. Sin embargo, Yukito era muy suspicaz como para engañarlo.
"Bien Yukito, tu ganas." Dijo entre un suspiro. "Fue hace unos días que trate de buscar a Sakura en el plano espiritual... y cuando creí que me acercaba una mujer extraña me atacó... y bueno, me dejó este lindo recuerdo." Replicó con ironía.
"No creí que hubiera alguien capaz de hacerte algo así y sobre todo cuando se trata de poderes espirituales." Respondió Yukito con un poco de humor. "¿y a que hora piensas ir al hospital?"
"Luego de hablar contigo y Umi sobre los preparativos de tu boda, y de paso visitaré a Tomoyo."
"Se nota que le tienes gran aprecio."
"¡¡Que tonterías dices!!" Alegó alterado.
"¿En serio? ¿entonces por qué tanto interés? Últimamente hablas mucho de ella." Dijo Yukito con una sonrisa.
"Bueno, después de todo es mi prima."
"¿Seguro que no tiene nada que ver con que ella fue la mejor amiga de tu hermana?"
"¡¡¿Que me tratas de decir Yuki?!! No me vengas con rodeos."
"Lo que quiero decirte es que creo que estas buscando a Sakura en Tomoyo, eso lo noté la primera vez que me hablaste de ella cuando la encontraste en el hospital. Como ya no tienes a tu hermana ni a tu padre, Tomoyo sería lo más cercano que tienes a una familia, lo más cercano que tienes a como eran las cosas antes y a través de ella quieres recuperar el pasado. Además de ser amiga de Sakura piensas que si estas cerca de ella podrías verla de alguna forma si tu hermana la llegase a buscar."
Touya no respondió, solo hizo un gesto de desagrado y molestia. No le gustaba que su amigo pusiera sus sentimientos al descubierto y por sobre todo, con la facilidad con la que lo hacía. A los ojos de Yukito era totalmente transparente.
"Además." Continuó el joven Tsukishiro. "Creo que ahora si das crédito a lo que te dije hace un par de años y que tu me apostaste a que no era así."
"Eso aún no está comprobado, así que no reclames tu premio todavía."
Yukito no dijo nada más solo amplió aún más su sonrisa, como podía ser de testarudo Touya.
En ese instante una melodiosa y suave voz se hizo escuchar y que les saludó.
"Hola querido Yukito. Muy buenos días Touya."
Era la voz de una joven mujer como de unos 25 años, no muy alta, de cabello negro azulado no muy largo y ojos color miel, con suaves facciones en su rostro adornado con una gentil sonrisa.
"Hola Umi. Te esperábamos." Respondió Touya con calma.
"¡Umi!." Yukito se puso de pie para saludar a su prometida con un tierno beso y luego le ofreció su silla y se sentó a su lado. Él la abrazó con cariño acercándola.
"Espero que no los haya hecho esperar mucho."
"Esta bien Umi. Hace poco que llegamos." Repuso Touya con una tranquilidad impropia de él. "Díganme ¿ya pusieron fecha a la boda?"
"Yukito cree que lo más apropiado hacerla dentro de mes y medio para que tengamos tiempo de arreglar todos los detalles." Respondió la prometida de Yukito con alegría. "Mi madre dijo que se ocuparía de las invitaciones así que eso nos deja la decoración y el lugar de la ceremonia. No tienes idea de lo emocionada que estoy."
Los tres estuvieron hablando largo rato sobre que tipo de flores usar, el color para decorar y todos esos pequeños detalles. Aunque se podría decir que era Umi la que prácticamente estaba decidiendo todo pues Yukito solo se limitaba asentir y Touya de vez en cuando objetaba algo y sugería algo porque igual la decoración no era precisamente su fuerte, ese son el tipo de cosas en las que las mujeres definitivamente sabían más al respecto.
"Bueno, entonces solo quedaría el vestido que vas a usar ¿no es así Umi?" Exclamó Touya.
"Eso es cierto. Aunque Yukito me dijo que una amiga de ustedes se ofreció a confeccionarlo."
"Así es, de hecho es mi prima y más tarde la voy a ir a visitar. Tal vez debería acompañarme para que hables con ella de una vez al respecto."
"¡Eso sería genial!" sus ojos brillaron de emoción. "¿Y como se llama?"
"Su nombre es Tomoyo Daidouji."
"¿Daidouji? Se me hace muy familiar ese nombre. ¿creo haberlo escuchado o leído en algún lado?" Dijo Umi pensativa.
Tanto Yukito como Touya le miraron interrogativa.
"¡Oh cielos! Ya me acordé." Exclamó sobresaltada. "¡Claro! Tomoyo Daidouji la gran diseñadora. No puedo creer que la señorita Daidouji quiera diseñar mi vestido de novia. ¡que emoción!" Sus ojos volvieron a brillar de felicidad.
"¿Acaso la conoces?" Intervino Touya con cierta sorpresa ante su reacción.
"¡Pero claro que se quien es! Es la promesa más grande en el mundo de la moda. ¡Sus diseños son muy hermosos aunque también son muy costosos!"
A Touya le surgió una gran gota en la nuca ante la gran emoción de la prometida de Yukito, nunca hubiera pensado que su prima fuera tan famosa aunque la moda, al igual que la decoración, no es precisamente su mayor preocupación. Yukito solo sonreía al ver a Umi tan feliz. Eso era lo que más le importaba, la felicidad de su pareja.
Yukito había conocido a Umi en la universidad donde se preparó para ser docente. Ella era una de sus compañeras de clases e inmediatamente se habían sentido atraídos el uno hacia el otro, fue como amor a primera vista. Eran una pareja perfecta, se sentía el amor en el aire cuando esos dos estaban juntos e irradiaban esa alegría a los que los rodeaban. Yukito se desvivía por ella, y Umi hacía lo que fuera por él, sobre todo cuando de comer se trataba pues el joven Tsukishiro seguía teniendo el mismo gran apetito de siempre y su prometida se sentía feliz cuando él comía todo lo que ella le preparaba.
A Touya le agradaba mucho la pareja, le recordaba mucho a su padre y madre, Fijitaka y Nadeshiko. La misma alegría, el mismo brillo en sus ojos, el mismo amor. Tal vez esa era la razón por la que se sentía tan cómodo en presencia de Yuki y Umi. El ambiente era muy parecido a la de su antiguo hogar y sus pensamientos se remontaron a esos años olvidados en el tiempo, cuando su madre vivía y Sakura aún era una pequeña bebita de 3 años... cuando todo era perfecto. Tal vez en ese instante fue que todo comenzó a derrumbarse... primero su madre, luego Sakura y por último su padre. Todos se habían ido. De no haber sido por la constante compañía de su amigo de la adolescencia, Yukito Tsukishiro, tal vez Touya sería una persona completamente diferente ahora pues fue él quien le mantuvo la esperanza viva y le apoyó en esos momentos tan difíciles. Sus padres no volverían, pero su hermana... el monstruo, estaba seguro que la volvería a ver y por alguna razón la presencia de Tomoyo en Japón fortalecía esa idea.
"Creo que es mejor que vayamos de una vez." Dijo Touya con una pequeña sonrisa.
"Tienes razón Touya." Le respondió Yukito. "No vaya a ser que lleguemos después de las horas de visita."
"¿Horas de visita?" Preguntó Umi.
"Lo siento, no te había dicho." Repuso el maestro Tsukishiro. "Es que Tomoyo esta en estos momentos en el hospital pues ha estado algo enferma últimamente."
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Esto era un complot... ¡Eso debía ser! ¡Un complot! No había otra forma de explicar lo que estaba pasando. ¿es que acaso se querían vengar de él por lo que les hizo pasar cuando niños? No, no podía ser. Imposible que aún fueran tan inmaduros para ponerse en esos planes, pero... ¿cómo explicar lo que estaba pasando? Hace dos días se les podía apreciar en ambos el brillo en los ojos, la alegría de reencontrarse de nuevo después de tantos años, aún se podía ver y sentir el amor entre ellos. Lo suficiente como para dudar seriamente sobre los verdaderos sentimientos de Sakura hacia a Tomoyo. Pero ahora... ahora no podía creer esa actitud tan extraña, en ambos, tanto Sakura como Shaoran y eso a Eriol lo estaba realmente comenzando a exasperar.
Sakura se comportaba como usualmente lo había hecho durante la larga estancia en Inglaterra... callada, sumamente reservada y sin una chispa de vida en su mirada. Todo lo que la Maestra de Cartas había mejorado en los últimos días antes de viajar a Hong Kong se había esfumado, es como si no hubiese pasado nada. Y Shoran... él si que era el caso más raro, después de demostrar que haría hasta lo imposible por ella, ahora solo si la trataba y le cruzaba palabra alguna. Algo había pasado entre ellos pero ¿qué podría haberles pasado para que cambiasen así de la noche a la mañana? Tenía que averiguarlo.
"Hiragizawa por fin le encuentro."
"¿Qué sucede Li?" Respondió Eriol automáticamente al sacarlo de sus pensamientos.
"Me acaba de llegar la información de que Ma Yuan llegará hoy en las horas de la tarde, así que apenas llegue nos reuniremos en el salón para discutir este problema. ¿Sería tan amable de informarle a Sakura?"
"Seguro Li pero, ¿qué fue lo que pasó entre ustedes? Los he notado muy raros en los últimos días. Creí que estabas feliz de verla."
El Jefe del Clan Li cerró sus ojos con furia al mismo momento que se mordía el labio, estuvo en silencio un rato antes de contestar.
"Eso... eso es algo que no te incumbe Hiragizawa." Se dio vuelta dispuesto a irse, pero se detuvo unos pasos más adelante. "Y claro que estoy feliz de verla y que esté aquí."
Después de eso se fue, dejando solo a la reencarnación de Lead Clow.
Eriol estaba seguro de que al menos Shaoran amaba a Sakura, eso era obvio por su reacción pero eso solo hacía más extraña la situación. Suspiró, será mejor informarle a Sakura sobre la noticia y ver si podía sacarle algo a la antigua Card Captor pero como muy bien sabía, era más fácil hacer que un mudo hablara.
Se desplazó con paso tranquilo por los pasillos hasta que llegó a una gran puerta y que daba acceso a la biblioteca de la gran mansión de los Li. Las abrió y allí encontró a Sakura, sentada sobre una mesa y leyendo uno de los tantos libros que allí habían. Se notaba que llevaba tiempo en esa actividad porque ya habían apilados al lado de ella otra gran cantidad de libros. Allí también estaban Kerberos y Yue en callada compañía.
"Hola Sakura ¿qué haces?" Exclamó el inglés con una sonrisa.
"¿No es obvio?" Respondió sin siquiera volverlo a mirar.
"Sakura. ¿Otra vez con esa pésima costumbre de responder con una pregunta?"
"¿Por qué? ¿Te molesta?"
"Solo vine a informarte que la prometida de Li, Ma Yuan, llegará esta tarde y quiere que nos reunamos a penas esté aquí."
"Dile que estaré allí."
Ambos quedaron en silencio un largo rato. Sakura aún seguía con su lectura mientras Eriol la contemplaba en silencio tratando de descubrir que era lo que le pasaba. Por su parte la japonesa comenzaba a sentir la penetrante mirada de su amigo hasta el punto que le comenzó a molestar.
"¿Hay algo más que pueda hacer por ti?" Preguntó impasible la Maestra de Cartas.
"¿Qué es lo que lees?"
"Solo miraba si había algo que tal vez Shaoran pasó por alto entre estos libros sobre estas energías."
"¿Y encontraste algo?"
"Nada."
"Sakura ¿qué fue lo que te pasó con Li?"
"No te entiendo la pregunta. A mi no me pasa nada con él."
"Vamos Sakura. Cuando llegamos estabas muy emocionada al estar aquí y cerca de él, me ofendes al creer que no me di cuenta de cómo se miraban ustedes."
"Tal vez necesitas ir al oculista y que te gradúen de nuevo los lentes."
"¡Sakura!"
"¿Qué te pasa?" Dijo Sakura dejando a un lado al fin el libro que tenía en las manos. "¿Acaso estas celoso de Shaoran?"
"¿Qué es lo que dices Sakura? No es por eso que lo pregunto. Estoy preocupado por ti."
"Vamos Eriol." Sakura se puso de pie y se acercó al inglés. "He notado como me miras ¿Acaso no fue suficiente la noche que estuvimos juntos? ¿acaso quieres más?"
La Maestra de Cartas se acercó lentamente a la reencarnación de Clow. Su rostro no tenía expresión alguna y sus ojos no tenían ningún brillo, era casi imposible que dijera esas palabras con tanta frialdad.
Una vez Sakura estuvo en frente del inglés, lo tomó del rostro y le besó apasionadamente, casi con desesperación. Eriol estaba estupefacto, no podía dar crédito a lo que estaba pasando, era casi más increíble que lo que había pasado antes entre ellos y solo se quedó quieto ante tal impulso inesperado.
El beso no duró mucho... Sakura lo soltó violentamente y se dio vuelta para seguir con su lectura.
"Ahora déjame en paz que estoy ocupada."
Una vez Eriol salió de su asombro se retiró de la biblioteca ahora más confundido que antes. ¡¡¿Qué rayos había sido eso?!! Ya que la sorpresa inicial del beso se disipó rápidamente al percatarse de algo más inquietante... algo que le parecía imposible de que Sakura fuera capaz de hacer. Ese beso... el beso había sido supremamente frío, muy frío... sin vida, podía jurar sin duda alguna que hubiera sido más excitante besar una piedra. Estaba ahora más claro que sea lo que sea que hubiera pasado entre ella y Shaoran la había afectado profundamente y más que nunca debía averiguar que había pasado.
"Sakura, ¿Por qué hiciste eso?" Preguntó el Guardián de las Sakura Cards.
"Para que me dejara en paz. Ahora tendrá mucho en que pensar."
"¿Pero era necesario que lo besaras?"
"No lo sé, no lo creo. Pero fue lo primero que se me ocurrió."
Sakura continuó su lectura en silencio mientras el ahora majestuoso Guardián del Sello se acomodaba a los pies de su ama.
"¿Qué es lo que tanto lees Sakura? Porque no creo que estés buscando algo sobre lo que dijiste."
"Claro que no Kerberos. Estoy segura que la información que necesitamos debe venir de occidente y esta biblioteca está repleta de leyendas orientales y dudo mucho que aquí haya algo útil." Explicó con frialdad. "Solo que sé mucho de magia occidental y muy poco de la oriental, así que lo que hago es estudiar magia de ese tipo. Uno nunca sabe cuando hará falta."
En otro lugar de la gran mansión, en el jardín más exactamente, al lado del pequeño lago artificial, se encontraba Shaoran Li mirando al cielo sumido totalmente en su pensamientos. Se sentía muy mal y lo peor es que no sabía que hacer.
Esa noche, ¿hasta que punto uno es responsable de lo que hace? Las circunstancias le habían puesto en una posición muy incómoda con Sakura. Había muchas cosas que quería decirle, tanto que demostrar... tanto, tanto que hacer pero ¿Cómo darle la cara después de esa reacción? En que punto había perdido el rastro de si mismo... atrapado dentro de su cuerpo sin poder reaccionar... ¡¡y hacer tal cosa!! Es que aún no se entiende como sucedió, había sido casi como un sueño mezclado con una pesadilla... aunque más pesadilla que otra cosa, o más bien como un sueño corrompido. Pero lo que más le inquietaba fue como lo tomó Sakura, pues por un momento pensó que se moriría ahí mismo es sus brazos. Pero algo era seguro, tal vez Sakura no murió esa noche pero una parte de ella si lo hizo y había sido culpa suya... o al menos eso creía. ¿hasta que punto uno es responsable de lo que hace?
"Ahora si Li... que rayos fue lo que pasó entre tu y Sakura." Era Eriol quien aparecía detrás de él. "No me voy a mover de aquí hasta que me lo cuente todo."
"Ya te lo dije Hiragizawa, no es algo que te incumba." Exclamó el Jefe del Clan Li sin voltear a mirarlo. "Eso es solo entre ella y yo."
"Te equivocas Li. . . cualquier cosa que involucre a Sakura es de MI importancia. Así que ahora mismo me dices que fue lo que pasó." Repuso con voz enérgica.
Esas palabras no le fueron del total agrado de Shaoran, no porque le haya sonado a amenaza pues era algo que podía manejar. Su nivel mágico se había incrementado notablemente desde la última vez que se vieron y estaba seguro que podría enfrentar a Eriol y salir victorioso. Lo que le había molestado era otra cosa.
"¿Acaso te atreves a amenazarme en mi casa? Eres muy osado al hacerlo."
"Una cosa no tiene que ver con la otra Li." Cada vez Eriol se comenzaba a sentir más molesto. "Sakura no es de tu propiedad como para que me vengas con eso. Si algo le pasó quiero saberlo."
Shaoran, que hasta ese momento le había estado dando la espalda al inglés se dio vuelta y con una mirada desafiante y examinó a su oponente de arriba abajo. Eriol hizo lo mismo, se encontraba muy agitado y sentía la inminencia de la pelea. Ambos oponentes se analizaron largo tiempo, sus debilidades, sus fortalezas y recordando todo lo podían del otro y que pudiera marcar una diferencia a su favor.
Lentamente el Jefe del Clan Li se puso en posición de combate, dejando en claro de sus intenciones de pelear y Eriol, aunque sinceramente el combate cuerpo a cuerpo no era precisamente su fuerte. . . es más, nunca en su vida se había visto en la necesidad de llegar hasta este extremo pero. . . pero ahora. . . por Sakura, si era necesario lo haría aunque fuera con el mismo Shaoran Li, no titubearía.
Se miraron fijamente largo tiempo en completo silencio. . . no movían ni un músculo, como si esperasen una señal para comenzar su ataque. Shaoran rompió el silencio.
"Estas enamorada de ella ¿verdad?"
Eriol parpadeó en confusión, la pregunta lo había tomado por sorpresa y por un momento no supo que contestar.
"LO ESTAS, ¿VERDAD?" Gritó Shaoran enfurecido.
La ira del Jefe del Clan Li le había hecho recuperar la razón al inglés. Inmediatamente, Eriol dejó su disposición amenazante y postura de combate para recobrar su siempre serenidad y despreocupado porte con su sonrisa burlona y enigmática mirada. Por su parte Shaoran pensó que se estaba burlando de él pero no abandonó su postura, seguro que algo estaba tramando.
"¡Vaya! Pobre de Sakura si se llega a casar contigo. Aguantar tus celos la van a volver loca."
¡¡¡CRASH!!!
Shaoran cayó de cara al suelo perdiendo toda su majestuosidad y con una gran gota en la cabeza ¿cómo se le ocurría hacer bromas en este momento? Una vez recuperado de la impresión se puso de pie sumamente molesto y gritó:
"¡¡ESTO ES SERIO HIRAGIZAWA!!"
"Tranquilízate Li. Ponerse molesto no resuelve nada." Exclamó sonriente. "Tenemos los ánimos muy encendidos y problemas que resolver como para ponernos a pelear."
"Pero. . ." Ahora más calmado pero con el ceño fruncido. "Tenemos algo pendiente y aún no me responde."
Por un momento Eriol consideró decirle que era lo que sentía por la Maestra de Cartas pero se retractó, iba a ser muy interesante mantener en suspenso a su colega porque sospechaba que sus celos le iban a entretener largo rato. Solo le respondió con una sonrisa y se dispuso a marcharse.
"¡Espera! ¿a dónde va?"
"La señorita Chang llega en las horas de la tarde, ¿no es así? Nos vemos hasta entonces."
Y se marchó dejando solo a Shaoran con un gran interrogante sobre su cabeza y pensando que había sido todo eso. Los dos estaban más que listos para irse a los golpes pero a último minuto resultó que Eriol al parecer no lo consideró prudente. Ahora que Shaoran estaba más calmo veía que tal vez casi comete un error ya que el inglés tenía razón... Estaban en problemas y no era momento para los conflictos internos y si a eso le sumamos su angustia por Sakura pues iba a necesitar toda la ayuda posible.
Las horas pasaron volando y la tarde ya estaba bien avanzada. Li se había dirigido a su despacho para leer la poca información que le había llegado de sus informantes en otros clanes chinos. Las puertas de la habitación se abrieron con cuidado y un venerable señor ya entrado en años se acercó respetuosamente al habitante del lugar.
"Joven Li."
"¿Qué sucede Wei?"
"La señorita Ma Yuan acaba de llegar."
"Muchas gracias Wei. Por favor infórmele al señor Hiragizawa y a Sakura. Que nos veremos en el salón principal."
"Como usted ordene." Wei le miró con atención. "¿Se encuentra usted bien joven Li?"
"La verdad no, Wei." Respondió afligido. "Esta situación me tiene mal. Este problema parece estarse complicando a cada momento."
"¿Se refiere al asunto de las auras obscuras o a la de la señorita Sakura?"
"Ambas Wei, ambas." Un suspiro se hizo escuchar. "Porque la verdad no se que hacer con Sakura y Ma Yuan, y si a eso le sumamos el actual dilema con esas presencias. . ." Dejo sus palabras a medias pero sabiendo que su acompañante le había entendido. "El asunto es que aún amo a Sakura y quiero que ella sea mi esposa."
"¿Acaso no quiere a la señorita Ma Yuan?"
"Claro que si Wei. A ella también la amo y por eso esta situación es tan difícil." El joven chino se puso de pie. "No quiero hacerle daño o hacerla sufrir de algún modo pero mis sentimientos por Sakura aún son muy fuertes y yo se que ella también siente lo mismo."
"Entonces sería mejor que hablara con la señorita Sakura."
El Jefe del Clan Li cerró los puños con furia y ceño se profundizó.
"No puedo Wei. Es lo que más quisiera ahora pero, Sakura quiere que me mantenga alejado, que nuestra relación es meramente por esta situación y nada más." Shaoran alzó la mirada con gesto melancólico. "No la culpo, no después. . . de eso, no la culpo."
"¿Y que piensa hacer la respecto?"
"Por ahora nada Wei. Creo que es más sencillo salir del problema de las presencias primero y después arreglar lo de Sakura y Ma Yuan." Suspiró. "Será mejor que vayas e informes a los demás."
Wei hizo una reverencia y salió del despacho.
"Como si no tuviera bastante con esto."
Pensó mientras tomaba las pocas notas que había sacado de todos los informes y se sentía algo frustrado pues no había podido indagar mucho.
"Ojalá Ma Yuan haya tenido más suerte."
Se dirigía hacia el sitio de la reunión cuando una suave voz inconfundiblemente femenina le hizo detenerse y mirar hacia la fuente del sonido.
"¡¡Shaoran!!"
Era una joven muchacha, de unos 18 años, con el cabello negro azabache y atado en una trenza que caía por su espalda hasta la cintura, sus ojos eran de un castaño rojizo adornados por espesas y sensuales pestañas que hacían juego hermosamente con su tez pálida, finas facciones orientales y sus rojos labios que se curvaban en una agradable sonrisa. Estaba exquisitamente vestida con trajes típicamente chinos, obviamente. Se notaba a simple vista su gran posición social en la elegancia y gracia de su andar como en el valor propio de sus vestimentas.
La joven china se dirigió hábilmente hacia el Jefe del Clan Li y cuando estuvo a su alcance le tomó el rostro entre sus manos con delicadeza y le besó con cariño. Shaoran al sentir aquel cálido beso le respondió con pasión hasta que una imagen se apoderó de su mente y le hizo romper aquel beso y retroceder.
"¿Qué pasa? ¿No te alegra verme?" Preguntó la china con tristeza.
Antes de que Shaoran pudiera responder un leve dolor lo tomó por sorpresa llevándose automáticamente su mano al rostro sobre la herida en su ojo izquierdo.
"¡Oh! Lo siento." Respondió la otra. "Es que estaba tan feliz de verte que olvidé que estabas herido." Le miró más detenidamente y luego continuó. "¡¡Pero veo que ya estás mejor!! Vaya que si sanas rápido."
"No Ma Yuan. Fue con magia que me curé." Luego Li sonrió levemente. "Me alegra que ya estés aquí."
"¡Yo también estoy feliz!" Un leve rubor cubrió sus mejillas y recorrió con sus dedos la cicatriz en el rostro de Shaoran. "Debe ser un hechicero excepcional quien te haya podido curar, debo agradecerle a quien lo haya hecho."
Ahora era el turno de Shaoran para ruborizarse al momento que pensó en Sakura.
"¡Vaya pero si aquí están el par de tórtolos!"
Shaoran y Ma Yuan voltearon a ver quien había sido la persona que había pronunciado esas palabras. Y allí de pie detrás de ellos estaba Eriol muy divertido por la escena. Tanto Ma Yuan como Shaoran se ruborizaron más al percatarse de la presencia del inglés, pero la china en vez de avergonzarse y retroceder se aferró a Shaoran abrazándolo con fuerza y juntándose más a él. Shaoran ahora estaba más que rojo, casi morado y preguntándose por qué razón no había levantado a golpes al inglés cuando tuvo oportunidad.
"Usted debe ser la prometida de Li." Exclamó mientras se acercaba. "Déjeme presentarme. Soy Eriol Hiragizawa, es un placer."
Junto con su presentación hizo una pequeña reverencia en señal de respeto y de una forma muy política. Ma Yuan hizo lo propio y se presentó.
"Mucho gusto señor Hiragizawa, Shoran me ha contado mucho sobre usted y su gran habilidad. Soy Ma Yuan Chang y como bien lo mencionó soy la prometida de Shaoran."
"Por favor, llámeme Eriol. . . Estamos en confianza, ¿no es así Li?"
Shaoran no respondió, solo desvió la mirada.
"Muchas gracias Eriol, usted también me puede llamar Ma Yuan." Le regaló una sonrisa, y luego se dirigió a Shaoran. "Me gustaría mucho seguir conversando pero creo que tenemos cosas pendientes que atender."
"Así es." Intervino al fin Li después de haber permanecido en silencio. "Es mejor que vayamos al salón principal de una vez."
Los tres retomaron su camino hacia el lugar donde tendría lugar la reunión. En el camino Eriol se acercó a Li y le susurró.
"¡Hey Li! Tu prometida es muy hermosa. ¿Qué piensas hacer? ¿te quedaras con las dos? ¿con Sakura y Ma Yuan? Déjame unita siquiera."
Shaoran se puso de nuevo rojo como un tomate y miró a Eriol como si quisiera matarlo con la mirada, pero prefirió guardar silencio con tal de no armar un escándalo en frente de su prometida y tener que dar más explicaciones de las que quisiera. Eriol rió para si mismo divertido por la impotencia de su compañero de recriminarle algo.
Cuando los tres entraron al salón se encontraron con que Sakura ya les esperaba con los brazos cruzados y escoltada por Yue y Kerberos. Por un momento Shaoran se quedó estático pues no esperaba encontrarla allí antes que ellos pero luego caminó con paso firme hasta su lado. Ma Yuan le siguió en silencio algo confundida por la presencia de la joven en el lugar y que no había dicho nada esta el momento. Luego el Jefe del Clan Li la presentó apropiadamente.
"Sakura, ella es Ma Yuan Chang mi prometida." Luego se volvió hacia la china. "Ma Yuan, ella es Sakura Kinomoto antigua Card Captor y ahora Maestra de Cartas de las Sakura Cards, además de ser la persona responsable de mi curación."
La pobre china se quedó paralizada del susto, un frío recorrió su espalda y sus ojos se dilataron desmesuradamente. Estaba completamente intimidada, no por la fría mirada de la otra sino por lo que sabía respecto a ella. Wei le había contado sobre la japonesa y sus grandes habilidades mágicas y como le había ganado a Shaoran en su batalla por el dominio de las antiguas Clow Clards, además de los sentimientos mutuos que compartían. Cuando llegó a Hong Kong hacía una hora más o menos pudo sentir claramente una gran presencia mágica pero nunca le cruzó por la mente que proviniese específicamente de esta persona, de la joven de ojos esmeraldas, porque aunque ella también tuviera un gran nivel mágico, el más alto en todo su clan y una de las razones por la que la comprometieron con Shaoran, no era rival en ningún nivel para enfrentarse con Sakura y en ese punto la nipona era más digna de ser esposa de Shaoran que ella misma.
La miró de arriba abajo, ninguna tenía nada que envidiar a la otra en el aspecto físico pero en ese momento su inseguridad le hacía creer que Sakura era más hermosa que ella. Miró de reojo disimuladamente al Jefe del Clan Li con miedo pensado la posibilidad de perderlo en manos de la persona en frente de ella.
"Mucho gusto en conocerla señorita Kinomoto, me han contado grandes cosas de usted." Saludó con voz trémula. "Gracias por curar a Shaoran." Se inclinó levemente.
Sakura tenía sus propios conflictos emocionales pero que no dejaba reflejar en su rostro. Miró detenidamente la joven en frente de ella, y sintió su corazón dar un vuelco. . . le dolía más de lo que hubiera pensado ver a Shaoran con tan bella muchacha, porque era algo que no podía negar, era muy bella y evidente el amor que sentía por el chino, aún para ella le fue fácil notarlo apenas entraron en el salón. Sus lindos ojos castaño rojizos brillaban como dos pequeñas estrellas que exclamaban con júbilo los sentimientos por el Jefe del Clan Li. Se sentía terriblemente celosa porque además de lo anterior, pudo ver en ella la alegría y vivacidad que una vez tuvo cuando niña. Tenía muchas ganas de salir corriendo de allí y ponerse a llorar, recriminar algo o decir algo sobre su relación pero. . . no tenía ningún derecho sobre él, ¡¡ninguno!! Aún con lo que le había dicho. . . aún con lo que había pasado. Además aún estaba Tomoyo y ahora más que nunca la necesitaba.
"También es un placer para mi conocerle." Contestó cortante y desviando la mirada. "Es mejor que comencemos esto de una vez."
Todos tomaron sus posiciones en el salón a excepción de Sakura que permaneció de pie en el lugar donde estaba.
"Bien Ma Yuan." Comenzó Shaoran. "¿Que pudiste averiguar?"
"Ohh, si. . . bueno, pues yo. . ." Aún se sentía terriblemente intimidada por la presencia de Sakura, pero haciendo un esfuerzo se trató de concentrar en lo que debía decir. "La búsqueda no ha sido nada fácil Shaoran. Con tan poca información sobre lo sucedido hasta ahora es difícil determinar una línea de acción. Buscamos todas las profecías y leyendas apocalípticas disponibles en mi clan y sobre todo provenientes de occidente pero la cantidad abrumadora. ¿Shaoran, por qué crees que tiene algo que ver con el fin del mundo?"
"Eso es fácil Ma Yuan. Nadie en este mundo puede tener tal cantidad de poder a menos que haga parte de algo importante, y que más importante que el fin de los tiempos."
"¡¡Pero que dramático!!" Murmuró Eriol con cierto humor, recibiendo como respuesta la fría mirada del jefe del clan Li. "Pero en estas, que información puedes obtener que no posea ya el Clan Li, ¿acaso la biblioteca de los Li no es la más completa de todos los clanes chinos?"
"Eso es cierto Hiragizawa, pero el Clan Chang dominó por muchos tiempos la ruta de la seda. Toda importación y exportación que China hacía era controlado por el clan; era algo así como la aduana y como tal muchas veces confiscaban algunas cosas que venían de occidente, entre ellas libros, reliquias y demás. Por tanto, se hicieron acreedores de mucha información de occidente. Incluso poseen documentos ya inexistentes en Europa y medio oriente."
"Como iba diciendo." Continuó la prometida de Shaoran. "Existen muchas leyendas apocalípticas pero traté de eliminar aquellas que no concordaran con lo sucedido hasta ahora, pero como siempre que se habla del fin del mundo muchos, sino es que todos los documentos, están versados y es difícil discernir que tratan de decir." Un largo suspiro se escapó de los labios de la linda china, dejando entre dicho la larga y extenuante tarea que debió realizar. "Pero al final solo quedaron unas pocas, más cuando Shaoran me informó lo sucedido en Inglaterra."
Ma Yuan, tomó los documentos que había traído al respecto. Los organizó y prosiguió.
"Aquí tengo las leyendas que más concuerdan con sucedido hasta ahora." Y repartió a los presentes una copia de la información. Debido a que Sakura había decidido permanecer de pie algo alejado de la mesa, Ma Yuan tuvo levantarse y acercarse a la japonesa y aunque la tarea parecía sencilla el peso de la mirada de la joven Sakura hizo que aquello fuera más difícil de realizar, si alguien no hubiera sentido la tensión crecer cuando las chicas estuvieron cerca una de la otra debería estar muerto. Rápidamente Ma Yuan pasó la documentación a Sakura y con avidez volvió a su puesto en la mesa de reuniones agitada como si hubiera corrido alguna maratón. Por su parte Sakura no es que estuviera tan tranquila, ya que su corazón golpeaba con tal fuerza su pecho que temió que pudieran oír sus latidos.
Hubo unos momentos de silencio mientras leían aquella información. Shaoran leía concentrado, al parecer ignorante de lo sucedido. Eriol leía con un ojo y con el otro observaba el agite y la tensión entre las dos chicas, solo podía reír apara sus adentros al notar la poca habilidad de observación de su amigo que al parecer y como siempre no se había dado cuenta de nada.
"Interesante." Murmuró Li, intrigado.
"¿Qué es interesante, Li?"
"Mira la última parte."
Eriol tomando la palabra de su colega leyó lo último que había sobre las leyendas, también le intrigó y miró dando por entendido aquella pequeña nota al pie de página.
"Ma Yuan, que quiere decir esto último ya que parece información incompleta." Exclamó Eriol buscando claridad.
La joven aludida miró entre sus registros para dar claridad a la encarnación de Lead Clow.
"¡Ohhh si! Solo lo incluí como dato curioso pero al parecer les intriga."
""El cambio llegará, y con él los siente demonios dispuestos a hacer del cambio su retorcido paraíso infernal, liberando lo que no debe ser liberado, corrompiendo lo que no debe ser corrompido, destruyendo lo que no debe ser destruido con su toque plagado de maldad. Solo aquellos con verdadero valor podrá enfrentarles, solo aquellos que en sus corazones brille la luz de la esperanza detener su ira cada vez que emerjan y dar un nuevo destino al mundo", fin de cita." Indicó Eriol. "Me parece que aquí hay más de lo que parece. ¿Dónde está el resto del documento?"
"Se perdió."
"¿Se perdió?, como es eso."
"Según la cronología de ese documento, en el año de 1445 se confiscó a una caravana de vendedores una gran cantidad de textos antiguos, los cargos de esta acción no están muy claros. Luego de eso el escriba del clan se puso en la tarea de traducir mucho de los elementos confiscados, entre ellos un libro de título desconocido y...."
"Un momento Ma Yuan." Interrumpió el joven Li. "¿cómo es posible que tengan esta traducción sin el título del libro?"
"A eso iba querido." A la joven china se le heló la sangre en ese instante al pensar la reacción que podría provocar en la Maestra de Cartas, de reojo la miró pero trató de seguir en lo que estaba. "El registro del documento no es el original, ya que el original se perdió al mismo tiempo que el libro y su traducción, lo que queda es un pequeño registro posterior y esa pequeña traducción es una recopilación de un diario."
"Bueno Li, me parece que esa es la mejor pista que tenemos aunque incompleta nos debe bastar para comenzar a buscar. Mañana me comunicaré con La Sociedad de G'nath para ver si puedo averiguar más sobre ese documento."
"Perdón Hiragizawa, pero aquí hay otra que me parece bastante interesante y que deberíamos investigar, dice: Vi subir del mar un monstruo que tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno tenía una corona, y en las cabezas tenía nombres ofensivos contra Dios..."
"No, no. Olvídalo Li ese libro no tiene credibilidad, es solo... literario, si fuera apócrifo sería otro cuento. Por cierto Ma Yuan, no tienes más información al respecto."
"La verdad no, solo que el documento no esta clasificado como predicción del fin del mundo sino como metamórfica."
"Igual sigue siendo algo muy serio."
Eriol se sentía complacido, no es que fuera mucho lo que hayan podio averiguar pero al menos ya les había marcado un camino a seguir pero lo que más le agradaba era lo gran ilustrada que era la prometida de Shaoran Li otro punto a agregar como semejanza a Sakura. Ambas eran hermosas, con poderes mágicos y con gran interés por Li, además de su gran conocimiento en historia. Eso era más que coincidencia, la una era un reflejo de la otra, pues como muy bien sabía las coincidencias no existen solo la manipulación de eventos provocados por alguien más, ahora lo que debía hacer era tomar un paso adelante y averiguar que hay detrás de todo esto.
"Bueno, ahora y teniendo en cuenta esta pequeña frase." El jefe del Clan Li interrumpió los pensamientos del inglés intentando descifrar aquel fragmento. "Aquí hablan de siete demonios, por tanto deben haber siete celestiales. Entonces es un siete contra siete, lo raro es por qué un número místico del Yang se involucra en algo tan obscuro."
"No te preocupes Li, tal vez es una señal de buena suerte. Pero tomándote la palabra este número siete concuerda con ciertas historias occidentales de los siete males cardinales o pecados cardinales, y claro sus opuestos, las virtudes cardinales aunque estos son solo cuatro, pero igual no quiere decir que no pueda ser."
"Kerberos. Yue. Vamonos."
En ese instante, Sakura, que había no había participado durante toda la reunión abandonó el recinto ante el asombro de todos los presentes ¿qué le pasaba ahora?
La Maestra de Cartas caminó rápidamente a su habitación, seguido de cerca de sus guardianes y que también estaban asombrados por la repentina reacción de su ama, bueno al menos Kerberos lo estaba.
"Sakurita, ¿qué es lo que pasa?"
"Eriol se equivoca Kerberos." La Bestia del Sello le miró con preocupación.
"¿Equivocado? ¿En qué? Espera Sakurita, ¿Porqué nos vamos?"
"Porque no creo que haya nada importante que se pueda decir allí, sobre todo que si estoy en lo correcto existe información más concreta al respecto."
"¿Qué quieres decir? Si es tan importante porque no les dijiste."
"Porque no quiero involucrarlos."
Sakura no respondió, solo siguió caminando y se dirigió a su habitación.
Una vez allí, Sakura tomó el teléfono e hizo una llamada.
"Residencia Hiragizawa. Habla Nakuru." Se escuchó por el auricular.
"Akisuki, habla Sakura."
"Ohh!! Hola Sakura. ¿Cómo han estado?"
"Bien. Akizuki, necesito un favor." Dijo muy seria. "Necesito que te dirijas al salón de la biblioteca y busques un libro que se encuentra sobre el escritorio de Eriol."
"Esta bien. Espera un momento." Hubo unos segundos de silencio. "Sakura, aquí hay varios libros ¿cuál necesitas?"
"Uno que es muy antiguo, con cubierta de cuero."
Hubo un silencio mientras la identidad falsa de RubyMoon buscaba entre los libros.
"Aquí hay uno que se parece concordar con tu descripción."
"¿Cuál es el título?"
"Pues... no sé... parece que está en griego o algo así... creo que dice algo como Virtus. . . Virtus et Peccatum"
"¡Si! Ese es. Necesito que lo envíes inmediatamente a la Residencia de los Li en Hong Kong."
"Esta bien pero, ¿acaso sucede algo malo?"
"Nada Akizuki y gracias."
Cortó la llamada y de nuevo volvió a marcar.
"Hola Krasso. . . Si habla Sakura Kinomoto, ¿Me recuerda?. . . Así es, hace dos meses en Atenas. Krasso necesito un favor muy grande, ¿te acuerdas de lo que estuvimos discutiendo en ese entonces?. . . Correcto. Es posible que tenga que usar esa alternativa así que te pido, por favor, que tenga todo preparado en dado caso que llegase a suceder, ¿Puedo contar contigo?. . . Bien, gracias Krasso."
Una vez hubo dejado a un lado el teléfono, Sakura se sentó al borde de su cama y se rodeó con sus brazos.
"¿Por qué? ¿por qué no puedo deshacerme de este horrible presentimiento?"
"¿Sucede algo malo ama Sakura?" Exclamó Yue con serenidad.
"Cada vez estoy más segura de que estoy involucrada en este conflicto pero, creo que algo horrible va a suceder sino es que sucedió ya. Eso me tiene muy nerviosa."
"¿Y que es?" Dijo la Bestia del Sello acercándose.
"No lo sé Kero... no lo sé."
Los ojos de la Maestra de Cartas comenzaron llenarse de lágrimas por la abrumadora sensación de la invadía, y unas pequeñas gotas recorrieron sus mejillas. Rápidamente se retiró esas lágrimas de su rostro y tomó de nuevo el teléfono.
Mientras en el salón de reuniones Shaoran, Eriol y Ma Yuan comentaban el repentino abandono de la sala de su amiga y colega.
"¿Qué es lo que le pasa ahora?" Preguntó en voz alta Shaoran más para si mismo que para los demás.
"Quien sabe." Exclamó encogiéndose de hombros.
"Creo que será mejor que lo averigüe." Shaoran se puso de pie y caminó hacia la puerta.
"No me parece buena idea Li. Será mejor que lo dejes así." Intervino Eriol con una sonrisa.
"¿Qué quieres decir Hiragizawa? ¿Acaso no te preocupa?" Respondió el aludido con gesto molesto.
"Yo se por que te lo digo. Créeme, he vivido con ella los últimos cuatro años y sé que no lograrás nada." Se acomodó los lentes y continuó. "Cuando ella no quiere decir nada, no lo dirá. No importa cuanto lo intentes o cuanto insistas, aún para mi sería muy difícil averiguar que piensa o que pasa por su mente."
"¿Entonces que sugieres? ¿Qué me quede con lo brazos cruzados?" El joven Li estaba cada vez más molesto.
"Así es. Lo único que harás será indisponer a Sakura y eso la molestará, y Sakura molesta es algo de temer." Exclamó divertido el joven inglés.
Shaoran no dijo nada más, pero se le notaba que estaba sumamente molesto y preocupado por la Maestra de Cartas. Gesto que no pasó desapercibido ni por Eriol ni por Ma Yuan, que le miraba con tristeza y miedo al comprender el origen de los sentimientos de su prometido. A Eriol tampoco pasó desapercibido la reacción de la bella china, sonrió aún más al comprender el motivo de esa angustia.
"Amigo Li. . . si no tienes cuidado harás sufrir a muchas personas, incluyéndote. ¿Debería contarte todo?. . . No, igual le prometí a Sakura que no lo haría, pero espero que comprendas el error que cometes antes de que sea tarde."
"Es mejor que te sientes Li, aún tenemos cosas que discutir."
"¿Si? ¿y como de qué o que?"
"Bueno amigo, nuestros encuentros y percepciones han sido de energías obscuras, pero ¿acaso has sentido energías celestiales?"
Shaoran se quedó mudo unos instantes.
"No, la verdad no."
"No es de extrañarse. Las energías celestiales suelen ser más sutiles."
**************************
Era lo último que le podía pasar. ¿Cómo era posible que las cosas fueran de esta forma? No lo sabía, pero por una extraña razón comenzaba a pensar que era culpa de él. Yukito y Umi se habían marchado hacía más o menos una hora dejándole allí, solo en el hospital, observando con angustia y tristeza el cuerpo casi sin vida de aquella frágil y dulce joven. Los doctores consideraban que era un milagro que aún viviera y pudiera respirar por si sola, pero no daban muchas esperanzas de que pudiera salir del coma profundo en la que había caído hace dos días.
Los había tomado por sorpresa a todos, aunque la hermosa Tomoyo no había dado muestras de mejoras nadie pensó que un ataque tan definitivo le pudiera ocurrir. Pero lo contrario es lo cierto.
Touya había hablado con la señora Sonomi cuando apenas había llegado junto con Umi y Yukito para hablar con la diseñadora, para enterarse entre las lágrimas de la pobre señora que su querida hija casi había muerto y que muy probable que en el transcurso de las siguientes semanas le llegara su destino final.
El hijo de Fijitaka estaba en callada contemplación junto a la cama donde descansaba la delicada figura de Tomoyo Daidouji. La contemplaba en silencio solo acompañado por el ritmo de su respiración y el ruido provenientes de los dispositivos que monitoreaban los signos vitales de la joven.
Primero su madre, luego su padre y su hermana. . . y ahora. . . ahora Tomoyo. ¡No era posible!
"Es una pena ¿no es así?" Una voz masculina lo sacó de sus cavilaciones.
"Así es." Respondió mecánicamente. Luego se volvió hacia el visitante. "¿quién es usted?"
"Mi nombre es Alexander Hayes. Vine desde la Ciudad del Cabo para protegerla, pero no puedo protegerla de la fuerza que le hace daño."
"¿Usted sabe lo que le pasa?" Preguntó con angustia y algo de furia.
"No del todo, pero no es algo natural." El inglés sonrió. "Imagino que usted ya lo había notado ¿verdad?"
Touya estaba sorprendido. ¿acaso sabía de sus habilidades sobrenaturales? Desconfiado, frunció el ceño lanzándole una mirada agresiva.
"No es necesario que se ponga a la defensiva conmigo señor Kinomoto. Estamos del mismo lado, estamos aquí para protegerla."
"¿Protegerla?"
"Así es. Es imposible no querer a esta bella mujer y hacer lo imposible para protegerla. ¿No es eso lo que siente?"
"Que tonterías dice usted. ¿cómo puede afirmar tal cosa si ni siquiera me conoce?" Exclamó más molesto aún. "Además es solo una chiquilla, aparte de ser mi prima."
"¿En serio cree que me equivoco? Por que no mira de nuevo." Hizo un gesto para que mirara a la joven.
Touya miró a la inconsciente Tomoyo y un sentimiento profundo lleno de cariño y ternura le invadió, comprendiendo completamente lo que le quería decir.
"Tiene razón." Susurró y luego le volvió hacia el inglés. "Es imposible no quererla, imposible no añorarla y querer protegerla."
"Eso es porque ella, Tomoyo Daidouji, no es como las demás personas. Ella es especial y muy importante. Lo más importante de este mundo." Alexander puso su mirada en la aludida y una gran sonrisa se esbozó en sus labios.
Touya le miró confundido ante la extraña reacción de su interlocutor. Haciendo lo mismo puso su mirada en la figura de su prima de nuevo y. . . gran sorpresa que se llevó. ¡Era increíble! ¡Una imagen acogedora! ¡era como un sueño! No lo podía creer, acaso eran. . . ¿alas? si, lo eran pero ¿cómo?. Parpadeó un par de veces y se frotó los ojos con incredulidad y cuando volvió a ver. . . nada, ¿había sido una ilusión?
Y el inglés, como leyendo la mente de su acompañante dijo:
"No, señor Kinomoto. No fue una ilusión. Esa es la razón por la que ella es importante, la razón por la que debemos protegerla."
"¿Acaso ella es un. . . ángel o algo así?" Preguntó aún sorprendido.
"Eso es difícil de responder. Tal vez si, tal vez no. Tal vez le sea más fácil asimilarlo de esa manera pero lo único que interesa es lo importante que es."
"Hace un momento dijo que estaba aquí para protegerla. ¿Protegerla de que o de quien?"
"Del primer mal."
"¿No podemos hacer nada por ella ahora?"
"Lo siento. Solo existe una persona en el mundo que puede salvarla, pero desafortunadamente no le conozco y no se donde buscar." Exclamó desilusionado. "Pero espero que él le pueda encontrar."
"¿A quien se refiere?"
"De un amigo que es muy hábil y conoce muchas artes místicas, y espero que él pueda localizar al resto."
"¿Al resto? No le entiendo, que me quiere decir." Dijo exasperado por la frustración.
"Será mejor que despiertes y conozcas la misión."
Touya le miró con desconfianza a medida que Alexander se ubicaba en frente de él, cerraba los ojos y hacía unos gestos con sus manos.
"Poderes antiguos de la creación. Poderes protectores de la esperanza. Anuncia tu luz liberando al portador de la prudencia."
Una sutil calidez que nunca había sentido antes comenzó a brotar del pecho de Touya, junto con una sensación de paz y eterno júbilo que recorría cada fibra de su ser, llegando incluso a tocar su alma y corazón. Aquella acogedora sensación se apoderó de su cuerpo durante varios minutos.
"Bienvenido. Ahora ¿conoces la misión?"
"Así es." Respondió aún con los ojos cerrados y acostumbrándose al increíble poder que ahora fluía en él. "Lo conozco, así que por eso es tan importante."
"Exacto, ahora tenemos que esperar a los demás y prepararnos para la batalla."
Notas de la autora: Las cosas se ponen mejor y mejor... ¿no creen? ¿qué es lo que trama Sakura? ¿En verdad quien es Tomoyo? ¿Y Touya y Alexander... que traman? Respuestas y más preguntas en los próximos capítulos.
Me encantaría que me escribieran dando su opinión al respecto o críticas pero que sean constructivas a johanna_kat@yahoo.com o a jkattyj@hotmail.com
Copyright!!! Los personajes que conozcan son por supuesto de Card Captor Sakura y son creación de CLAMP, Kodansha, etc. Lo demás son de mi propia creación al igual que la historia es original mía, cualquier parecido con cualquier otro fic es pura coincidencia.
"¡Hey Yuki!"
"Hola Touya ¿cómo estas?"
"Muy bien ¿y tu que tal?"
Era un día cálido, muestra perfecta de la proximidad del verano y perfecto como para reunirse en un tranquilo café del centro de Tokyo. Yukito seguía con sus preparaciones de la boda y claro, ya que Touya sería su padrino no podía quedarse afuera de los detalles. Sin embargo, en la mente de Touya seguía con su querida hermanita pero también una creciente preocupación que se había hecho más palpable en los últimos días y que lo tenían sumamente inquieto.
"¡Excelente! Siéntate y tomate algo, yo invito. No creo que Umi se demore mucho... y dime Touya ¿cómo sigue tu brazo?"
"Mucho mejor, al menos ya no duele tanto. Hoy tengo la última revisión."
"Aún no me explicas como te lastimaste."
"Bueno Yuki." Exclamó pensativo. "Solo fue un pequeño accidente en casa, nada más."
El joven Tsukishiro amplió su sonrisa y le miró expectante. Touya al notar la mirada de su amigo se sintió algo inquieto, no le gustaba mentirle pero ahora que en Yuki no habitaba el guardián de la luna no podía contarle sus temores y esos detalles paranormales, no porque no confiara en él sino para no ponerlo en algún peligro inadvertidamente por saber más de lo que debería, sobre todo si tiene en cuenta lo que había sentido hace apenas dos días. Una sensación tan horrible que le hizo estremecer hasta la médula como si el mundo hubiera perdido algo muy importante. También estaba firmemente convencido de que aquello estaba relacionado con las lejanas, pero obviamente, obscuras presencias. Sin embargo, Yukito era muy suspicaz como para engañarlo.
"Bien Yukito, tu ganas." Dijo entre un suspiro. "Fue hace unos días que trate de buscar a Sakura en el plano espiritual... y cuando creí que me acercaba una mujer extraña me atacó... y bueno, me dejó este lindo recuerdo." Replicó con ironía.
"No creí que hubiera alguien capaz de hacerte algo así y sobre todo cuando se trata de poderes espirituales." Respondió Yukito con un poco de humor. "¿y a que hora piensas ir al hospital?"
"Luego de hablar contigo y Umi sobre los preparativos de tu boda, y de paso visitaré a Tomoyo."
"Se nota que le tienes gran aprecio."
"¡¡Que tonterías dices!!" Alegó alterado.
"¿En serio? ¿entonces por qué tanto interés? Últimamente hablas mucho de ella." Dijo Yukito con una sonrisa.
"Bueno, después de todo es mi prima."
"¿Seguro que no tiene nada que ver con que ella fue la mejor amiga de tu hermana?"
"¡¡¿Que me tratas de decir Yuki?!! No me vengas con rodeos."
"Lo que quiero decirte es que creo que estas buscando a Sakura en Tomoyo, eso lo noté la primera vez que me hablaste de ella cuando la encontraste en el hospital. Como ya no tienes a tu hermana ni a tu padre, Tomoyo sería lo más cercano que tienes a una familia, lo más cercano que tienes a como eran las cosas antes y a través de ella quieres recuperar el pasado. Además de ser amiga de Sakura piensas que si estas cerca de ella podrías verla de alguna forma si tu hermana la llegase a buscar."
Touya no respondió, solo hizo un gesto de desagrado y molestia. No le gustaba que su amigo pusiera sus sentimientos al descubierto y por sobre todo, con la facilidad con la que lo hacía. A los ojos de Yukito era totalmente transparente.
"Además." Continuó el joven Tsukishiro. "Creo que ahora si das crédito a lo que te dije hace un par de años y que tu me apostaste a que no era así."
"Eso aún no está comprobado, así que no reclames tu premio todavía."
Yukito no dijo nada más solo amplió aún más su sonrisa, como podía ser de testarudo Touya.
En ese instante una melodiosa y suave voz se hizo escuchar y que les saludó.
"Hola querido Yukito. Muy buenos días Touya."
Era la voz de una joven mujer como de unos 25 años, no muy alta, de cabello negro azulado no muy largo y ojos color miel, con suaves facciones en su rostro adornado con una gentil sonrisa.
"Hola Umi. Te esperábamos." Respondió Touya con calma.
"¡Umi!." Yukito se puso de pie para saludar a su prometida con un tierno beso y luego le ofreció su silla y se sentó a su lado. Él la abrazó con cariño acercándola.
"Espero que no los haya hecho esperar mucho."
"Esta bien Umi. Hace poco que llegamos." Repuso Touya con una tranquilidad impropia de él. "Díganme ¿ya pusieron fecha a la boda?"
"Yukito cree que lo más apropiado hacerla dentro de mes y medio para que tengamos tiempo de arreglar todos los detalles." Respondió la prometida de Yukito con alegría. "Mi madre dijo que se ocuparía de las invitaciones así que eso nos deja la decoración y el lugar de la ceremonia. No tienes idea de lo emocionada que estoy."
Los tres estuvieron hablando largo rato sobre que tipo de flores usar, el color para decorar y todos esos pequeños detalles. Aunque se podría decir que era Umi la que prácticamente estaba decidiendo todo pues Yukito solo se limitaba asentir y Touya de vez en cuando objetaba algo y sugería algo porque igual la decoración no era precisamente su fuerte, ese son el tipo de cosas en las que las mujeres definitivamente sabían más al respecto.
"Bueno, entonces solo quedaría el vestido que vas a usar ¿no es así Umi?" Exclamó Touya.
"Eso es cierto. Aunque Yukito me dijo que una amiga de ustedes se ofreció a confeccionarlo."
"Así es, de hecho es mi prima y más tarde la voy a ir a visitar. Tal vez debería acompañarme para que hables con ella de una vez al respecto."
"¡Eso sería genial!" sus ojos brillaron de emoción. "¿Y como se llama?"
"Su nombre es Tomoyo Daidouji."
"¿Daidouji? Se me hace muy familiar ese nombre. ¿creo haberlo escuchado o leído en algún lado?" Dijo Umi pensativa.
Tanto Yukito como Touya le miraron interrogativa.
"¡Oh cielos! Ya me acordé." Exclamó sobresaltada. "¡Claro! Tomoyo Daidouji la gran diseñadora. No puedo creer que la señorita Daidouji quiera diseñar mi vestido de novia. ¡que emoción!" Sus ojos volvieron a brillar de felicidad.
"¿Acaso la conoces?" Intervino Touya con cierta sorpresa ante su reacción.
"¡Pero claro que se quien es! Es la promesa más grande en el mundo de la moda. ¡Sus diseños son muy hermosos aunque también son muy costosos!"
A Touya le surgió una gran gota en la nuca ante la gran emoción de la prometida de Yukito, nunca hubiera pensado que su prima fuera tan famosa aunque la moda, al igual que la decoración, no es precisamente su mayor preocupación. Yukito solo sonreía al ver a Umi tan feliz. Eso era lo que más le importaba, la felicidad de su pareja.
Yukito había conocido a Umi en la universidad donde se preparó para ser docente. Ella era una de sus compañeras de clases e inmediatamente se habían sentido atraídos el uno hacia el otro, fue como amor a primera vista. Eran una pareja perfecta, se sentía el amor en el aire cuando esos dos estaban juntos e irradiaban esa alegría a los que los rodeaban. Yukito se desvivía por ella, y Umi hacía lo que fuera por él, sobre todo cuando de comer se trataba pues el joven Tsukishiro seguía teniendo el mismo gran apetito de siempre y su prometida se sentía feliz cuando él comía todo lo que ella le preparaba.
A Touya le agradaba mucho la pareja, le recordaba mucho a su padre y madre, Fijitaka y Nadeshiko. La misma alegría, el mismo brillo en sus ojos, el mismo amor. Tal vez esa era la razón por la que se sentía tan cómodo en presencia de Yuki y Umi. El ambiente era muy parecido a la de su antiguo hogar y sus pensamientos se remontaron a esos años olvidados en el tiempo, cuando su madre vivía y Sakura aún era una pequeña bebita de 3 años... cuando todo era perfecto. Tal vez en ese instante fue que todo comenzó a derrumbarse... primero su madre, luego Sakura y por último su padre. Todos se habían ido. De no haber sido por la constante compañía de su amigo de la adolescencia, Yukito Tsukishiro, tal vez Touya sería una persona completamente diferente ahora pues fue él quien le mantuvo la esperanza viva y le apoyó en esos momentos tan difíciles. Sus padres no volverían, pero su hermana... el monstruo, estaba seguro que la volvería a ver y por alguna razón la presencia de Tomoyo en Japón fortalecía esa idea.
"Creo que es mejor que vayamos de una vez." Dijo Touya con una pequeña sonrisa.
"Tienes razón Touya." Le respondió Yukito. "No vaya a ser que lleguemos después de las horas de visita."
"¿Horas de visita?" Preguntó Umi.
"Lo siento, no te había dicho." Repuso el maestro Tsukishiro. "Es que Tomoyo esta en estos momentos en el hospital pues ha estado algo enferma últimamente."
**************************
Esto era un complot... ¡Eso debía ser! ¡Un complot! No había otra forma de explicar lo que estaba pasando. ¿es que acaso se querían vengar de él por lo que les hizo pasar cuando niños? No, no podía ser. Imposible que aún fueran tan inmaduros para ponerse en esos planes, pero... ¿cómo explicar lo que estaba pasando? Hace dos días se les podía apreciar en ambos el brillo en los ojos, la alegría de reencontrarse de nuevo después de tantos años, aún se podía ver y sentir el amor entre ellos. Lo suficiente como para dudar seriamente sobre los verdaderos sentimientos de Sakura hacia a Tomoyo. Pero ahora... ahora no podía creer esa actitud tan extraña, en ambos, tanto Sakura como Shaoran y eso a Eriol lo estaba realmente comenzando a exasperar.
Sakura se comportaba como usualmente lo había hecho durante la larga estancia en Inglaterra... callada, sumamente reservada y sin una chispa de vida en su mirada. Todo lo que la Maestra de Cartas había mejorado en los últimos días antes de viajar a Hong Kong se había esfumado, es como si no hubiese pasado nada. Y Shoran... él si que era el caso más raro, después de demostrar que haría hasta lo imposible por ella, ahora solo si la trataba y le cruzaba palabra alguna. Algo había pasado entre ellos pero ¿qué podría haberles pasado para que cambiasen así de la noche a la mañana? Tenía que averiguarlo.
"Hiragizawa por fin le encuentro."
"¿Qué sucede Li?" Respondió Eriol automáticamente al sacarlo de sus pensamientos.
"Me acaba de llegar la información de que Ma Yuan llegará hoy en las horas de la tarde, así que apenas llegue nos reuniremos en el salón para discutir este problema. ¿Sería tan amable de informarle a Sakura?"
"Seguro Li pero, ¿qué fue lo que pasó entre ustedes? Los he notado muy raros en los últimos días. Creí que estabas feliz de verla."
El Jefe del Clan Li cerró sus ojos con furia al mismo momento que se mordía el labio, estuvo en silencio un rato antes de contestar.
"Eso... eso es algo que no te incumbe Hiragizawa." Se dio vuelta dispuesto a irse, pero se detuvo unos pasos más adelante. "Y claro que estoy feliz de verla y que esté aquí."
Después de eso se fue, dejando solo a la reencarnación de Lead Clow.
Eriol estaba seguro de que al menos Shaoran amaba a Sakura, eso era obvio por su reacción pero eso solo hacía más extraña la situación. Suspiró, será mejor informarle a Sakura sobre la noticia y ver si podía sacarle algo a la antigua Card Captor pero como muy bien sabía, era más fácil hacer que un mudo hablara.
Se desplazó con paso tranquilo por los pasillos hasta que llegó a una gran puerta y que daba acceso a la biblioteca de la gran mansión de los Li. Las abrió y allí encontró a Sakura, sentada sobre una mesa y leyendo uno de los tantos libros que allí habían. Se notaba que llevaba tiempo en esa actividad porque ya habían apilados al lado de ella otra gran cantidad de libros. Allí también estaban Kerberos y Yue en callada compañía.
"Hola Sakura ¿qué haces?" Exclamó el inglés con una sonrisa.
"¿No es obvio?" Respondió sin siquiera volverlo a mirar.
"Sakura. ¿Otra vez con esa pésima costumbre de responder con una pregunta?"
"¿Por qué? ¿Te molesta?"
"Solo vine a informarte que la prometida de Li, Ma Yuan, llegará esta tarde y quiere que nos reunamos a penas esté aquí."
"Dile que estaré allí."
Ambos quedaron en silencio un largo rato. Sakura aún seguía con su lectura mientras Eriol la contemplaba en silencio tratando de descubrir que era lo que le pasaba. Por su parte la japonesa comenzaba a sentir la penetrante mirada de su amigo hasta el punto que le comenzó a molestar.
"¿Hay algo más que pueda hacer por ti?" Preguntó impasible la Maestra de Cartas.
"¿Qué es lo que lees?"
"Solo miraba si había algo que tal vez Shaoran pasó por alto entre estos libros sobre estas energías."
"¿Y encontraste algo?"
"Nada."
"Sakura ¿qué fue lo que te pasó con Li?"
"No te entiendo la pregunta. A mi no me pasa nada con él."
"Vamos Sakura. Cuando llegamos estabas muy emocionada al estar aquí y cerca de él, me ofendes al creer que no me di cuenta de cómo se miraban ustedes."
"Tal vez necesitas ir al oculista y que te gradúen de nuevo los lentes."
"¡Sakura!"
"¿Qué te pasa?" Dijo Sakura dejando a un lado al fin el libro que tenía en las manos. "¿Acaso estas celoso de Shaoran?"
"¿Qué es lo que dices Sakura? No es por eso que lo pregunto. Estoy preocupado por ti."
"Vamos Eriol." Sakura se puso de pie y se acercó al inglés. "He notado como me miras ¿Acaso no fue suficiente la noche que estuvimos juntos? ¿acaso quieres más?"
La Maestra de Cartas se acercó lentamente a la reencarnación de Clow. Su rostro no tenía expresión alguna y sus ojos no tenían ningún brillo, era casi imposible que dijera esas palabras con tanta frialdad.
Una vez Sakura estuvo en frente del inglés, lo tomó del rostro y le besó apasionadamente, casi con desesperación. Eriol estaba estupefacto, no podía dar crédito a lo que estaba pasando, era casi más increíble que lo que había pasado antes entre ellos y solo se quedó quieto ante tal impulso inesperado.
El beso no duró mucho... Sakura lo soltó violentamente y se dio vuelta para seguir con su lectura.
"Ahora déjame en paz que estoy ocupada."
Una vez Eriol salió de su asombro se retiró de la biblioteca ahora más confundido que antes. ¡¡¿Qué rayos había sido eso?!! Ya que la sorpresa inicial del beso se disipó rápidamente al percatarse de algo más inquietante... algo que le parecía imposible de que Sakura fuera capaz de hacer. Ese beso... el beso había sido supremamente frío, muy frío... sin vida, podía jurar sin duda alguna que hubiera sido más excitante besar una piedra. Estaba ahora más claro que sea lo que sea que hubiera pasado entre ella y Shaoran la había afectado profundamente y más que nunca debía averiguar que había pasado.
"Sakura, ¿Por qué hiciste eso?" Preguntó el Guardián de las Sakura Cards.
"Para que me dejara en paz. Ahora tendrá mucho en que pensar."
"¿Pero era necesario que lo besaras?"
"No lo sé, no lo creo. Pero fue lo primero que se me ocurrió."
Sakura continuó su lectura en silencio mientras el ahora majestuoso Guardián del Sello se acomodaba a los pies de su ama.
"¿Qué es lo que tanto lees Sakura? Porque no creo que estés buscando algo sobre lo que dijiste."
"Claro que no Kerberos. Estoy segura que la información que necesitamos debe venir de occidente y esta biblioteca está repleta de leyendas orientales y dudo mucho que aquí haya algo útil." Explicó con frialdad. "Solo que sé mucho de magia occidental y muy poco de la oriental, así que lo que hago es estudiar magia de ese tipo. Uno nunca sabe cuando hará falta."
En otro lugar de la gran mansión, en el jardín más exactamente, al lado del pequeño lago artificial, se encontraba Shaoran Li mirando al cielo sumido totalmente en su pensamientos. Se sentía muy mal y lo peor es que no sabía que hacer.
Esa noche, ¿hasta que punto uno es responsable de lo que hace? Las circunstancias le habían puesto en una posición muy incómoda con Sakura. Había muchas cosas que quería decirle, tanto que demostrar... tanto, tanto que hacer pero ¿Cómo darle la cara después de esa reacción? En que punto había perdido el rastro de si mismo... atrapado dentro de su cuerpo sin poder reaccionar... ¡¡y hacer tal cosa!! Es que aún no se entiende como sucedió, había sido casi como un sueño mezclado con una pesadilla... aunque más pesadilla que otra cosa, o más bien como un sueño corrompido. Pero lo que más le inquietaba fue como lo tomó Sakura, pues por un momento pensó que se moriría ahí mismo es sus brazos. Pero algo era seguro, tal vez Sakura no murió esa noche pero una parte de ella si lo hizo y había sido culpa suya... o al menos eso creía. ¿hasta que punto uno es responsable de lo que hace?
"Ahora si Li... que rayos fue lo que pasó entre tu y Sakura." Era Eriol quien aparecía detrás de él. "No me voy a mover de aquí hasta que me lo cuente todo."
"Ya te lo dije Hiragizawa, no es algo que te incumba." Exclamó el Jefe del Clan Li sin voltear a mirarlo. "Eso es solo entre ella y yo."
"Te equivocas Li. . . cualquier cosa que involucre a Sakura es de MI importancia. Así que ahora mismo me dices que fue lo que pasó." Repuso con voz enérgica.
Esas palabras no le fueron del total agrado de Shaoran, no porque le haya sonado a amenaza pues era algo que podía manejar. Su nivel mágico se había incrementado notablemente desde la última vez que se vieron y estaba seguro que podría enfrentar a Eriol y salir victorioso. Lo que le había molestado era otra cosa.
"¿Acaso te atreves a amenazarme en mi casa? Eres muy osado al hacerlo."
"Una cosa no tiene que ver con la otra Li." Cada vez Eriol se comenzaba a sentir más molesto. "Sakura no es de tu propiedad como para que me vengas con eso. Si algo le pasó quiero saberlo."
Shaoran, que hasta ese momento le había estado dando la espalda al inglés se dio vuelta y con una mirada desafiante y examinó a su oponente de arriba abajo. Eriol hizo lo mismo, se encontraba muy agitado y sentía la inminencia de la pelea. Ambos oponentes se analizaron largo tiempo, sus debilidades, sus fortalezas y recordando todo lo podían del otro y que pudiera marcar una diferencia a su favor.
Lentamente el Jefe del Clan Li se puso en posición de combate, dejando en claro de sus intenciones de pelear y Eriol, aunque sinceramente el combate cuerpo a cuerpo no era precisamente su fuerte. . . es más, nunca en su vida se había visto en la necesidad de llegar hasta este extremo pero. . . pero ahora. . . por Sakura, si era necesario lo haría aunque fuera con el mismo Shaoran Li, no titubearía.
Se miraron fijamente largo tiempo en completo silencio. . . no movían ni un músculo, como si esperasen una señal para comenzar su ataque. Shaoran rompió el silencio.
"Estas enamorada de ella ¿verdad?"
Eriol parpadeó en confusión, la pregunta lo había tomado por sorpresa y por un momento no supo que contestar.
"LO ESTAS, ¿VERDAD?" Gritó Shaoran enfurecido.
La ira del Jefe del Clan Li le había hecho recuperar la razón al inglés. Inmediatamente, Eriol dejó su disposición amenazante y postura de combate para recobrar su siempre serenidad y despreocupado porte con su sonrisa burlona y enigmática mirada. Por su parte Shaoran pensó que se estaba burlando de él pero no abandonó su postura, seguro que algo estaba tramando.
"¡Vaya! Pobre de Sakura si se llega a casar contigo. Aguantar tus celos la van a volver loca."
¡¡¡CRASH!!!
Shaoran cayó de cara al suelo perdiendo toda su majestuosidad y con una gran gota en la cabeza ¿cómo se le ocurría hacer bromas en este momento? Una vez recuperado de la impresión se puso de pie sumamente molesto y gritó:
"¡¡ESTO ES SERIO HIRAGIZAWA!!"
"Tranquilízate Li. Ponerse molesto no resuelve nada." Exclamó sonriente. "Tenemos los ánimos muy encendidos y problemas que resolver como para ponernos a pelear."
"Pero. . ." Ahora más calmado pero con el ceño fruncido. "Tenemos algo pendiente y aún no me responde."
Por un momento Eriol consideró decirle que era lo que sentía por la Maestra de Cartas pero se retractó, iba a ser muy interesante mantener en suspenso a su colega porque sospechaba que sus celos le iban a entretener largo rato. Solo le respondió con una sonrisa y se dispuso a marcharse.
"¡Espera! ¿a dónde va?"
"La señorita Chang llega en las horas de la tarde, ¿no es así? Nos vemos hasta entonces."
Y se marchó dejando solo a Shaoran con un gran interrogante sobre su cabeza y pensando que había sido todo eso. Los dos estaban más que listos para irse a los golpes pero a último minuto resultó que Eriol al parecer no lo consideró prudente. Ahora que Shaoran estaba más calmo veía que tal vez casi comete un error ya que el inglés tenía razón... Estaban en problemas y no era momento para los conflictos internos y si a eso le sumamos su angustia por Sakura pues iba a necesitar toda la ayuda posible.
Las horas pasaron volando y la tarde ya estaba bien avanzada. Li se había dirigido a su despacho para leer la poca información que le había llegado de sus informantes en otros clanes chinos. Las puertas de la habitación se abrieron con cuidado y un venerable señor ya entrado en años se acercó respetuosamente al habitante del lugar.
"Joven Li."
"¿Qué sucede Wei?"
"La señorita Ma Yuan acaba de llegar."
"Muchas gracias Wei. Por favor infórmele al señor Hiragizawa y a Sakura. Que nos veremos en el salón principal."
"Como usted ordene." Wei le miró con atención. "¿Se encuentra usted bien joven Li?"
"La verdad no, Wei." Respondió afligido. "Esta situación me tiene mal. Este problema parece estarse complicando a cada momento."
"¿Se refiere al asunto de las auras obscuras o a la de la señorita Sakura?"
"Ambas Wei, ambas." Un suspiro se hizo escuchar. "Porque la verdad no se que hacer con Sakura y Ma Yuan, y si a eso le sumamos el actual dilema con esas presencias. . ." Dejo sus palabras a medias pero sabiendo que su acompañante le había entendido. "El asunto es que aún amo a Sakura y quiero que ella sea mi esposa."
"¿Acaso no quiere a la señorita Ma Yuan?"
"Claro que si Wei. A ella también la amo y por eso esta situación es tan difícil." El joven chino se puso de pie. "No quiero hacerle daño o hacerla sufrir de algún modo pero mis sentimientos por Sakura aún son muy fuertes y yo se que ella también siente lo mismo."
"Entonces sería mejor que hablara con la señorita Sakura."
El Jefe del Clan Li cerró los puños con furia y ceño se profundizó.
"No puedo Wei. Es lo que más quisiera ahora pero, Sakura quiere que me mantenga alejado, que nuestra relación es meramente por esta situación y nada más." Shaoran alzó la mirada con gesto melancólico. "No la culpo, no después. . . de eso, no la culpo."
"¿Y que piensa hacer la respecto?"
"Por ahora nada Wei. Creo que es más sencillo salir del problema de las presencias primero y después arreglar lo de Sakura y Ma Yuan." Suspiró. "Será mejor que vayas e informes a los demás."
Wei hizo una reverencia y salió del despacho.
"Como si no tuviera bastante con esto."
Pensó mientras tomaba las pocas notas que había sacado de todos los informes y se sentía algo frustrado pues no había podido indagar mucho.
"Ojalá Ma Yuan haya tenido más suerte."
Se dirigía hacia el sitio de la reunión cuando una suave voz inconfundiblemente femenina le hizo detenerse y mirar hacia la fuente del sonido.
"¡¡Shaoran!!"
Era una joven muchacha, de unos 18 años, con el cabello negro azabache y atado en una trenza que caía por su espalda hasta la cintura, sus ojos eran de un castaño rojizo adornados por espesas y sensuales pestañas que hacían juego hermosamente con su tez pálida, finas facciones orientales y sus rojos labios que se curvaban en una agradable sonrisa. Estaba exquisitamente vestida con trajes típicamente chinos, obviamente. Se notaba a simple vista su gran posición social en la elegancia y gracia de su andar como en el valor propio de sus vestimentas.
La joven china se dirigió hábilmente hacia el Jefe del Clan Li y cuando estuvo a su alcance le tomó el rostro entre sus manos con delicadeza y le besó con cariño. Shaoran al sentir aquel cálido beso le respondió con pasión hasta que una imagen se apoderó de su mente y le hizo romper aquel beso y retroceder.
"¿Qué pasa? ¿No te alegra verme?" Preguntó la china con tristeza.
Antes de que Shaoran pudiera responder un leve dolor lo tomó por sorpresa llevándose automáticamente su mano al rostro sobre la herida en su ojo izquierdo.
"¡Oh! Lo siento." Respondió la otra. "Es que estaba tan feliz de verte que olvidé que estabas herido." Le miró más detenidamente y luego continuó. "¡¡Pero veo que ya estás mejor!! Vaya que si sanas rápido."
"No Ma Yuan. Fue con magia que me curé." Luego Li sonrió levemente. "Me alegra que ya estés aquí."
"¡Yo también estoy feliz!" Un leve rubor cubrió sus mejillas y recorrió con sus dedos la cicatriz en el rostro de Shaoran. "Debe ser un hechicero excepcional quien te haya podido curar, debo agradecerle a quien lo haya hecho."
Ahora era el turno de Shaoran para ruborizarse al momento que pensó en Sakura.
"¡Vaya pero si aquí están el par de tórtolos!"
Shaoran y Ma Yuan voltearon a ver quien había sido la persona que había pronunciado esas palabras. Y allí de pie detrás de ellos estaba Eriol muy divertido por la escena. Tanto Ma Yuan como Shaoran se ruborizaron más al percatarse de la presencia del inglés, pero la china en vez de avergonzarse y retroceder se aferró a Shaoran abrazándolo con fuerza y juntándose más a él. Shaoran ahora estaba más que rojo, casi morado y preguntándose por qué razón no había levantado a golpes al inglés cuando tuvo oportunidad.
"Usted debe ser la prometida de Li." Exclamó mientras se acercaba. "Déjeme presentarme. Soy Eriol Hiragizawa, es un placer."
Junto con su presentación hizo una pequeña reverencia en señal de respeto y de una forma muy política. Ma Yuan hizo lo propio y se presentó.
"Mucho gusto señor Hiragizawa, Shoran me ha contado mucho sobre usted y su gran habilidad. Soy Ma Yuan Chang y como bien lo mencionó soy la prometida de Shaoran."
"Por favor, llámeme Eriol. . . Estamos en confianza, ¿no es así Li?"
Shaoran no respondió, solo desvió la mirada.
"Muchas gracias Eriol, usted también me puede llamar Ma Yuan." Le regaló una sonrisa, y luego se dirigió a Shaoran. "Me gustaría mucho seguir conversando pero creo que tenemos cosas pendientes que atender."
"Así es." Intervino al fin Li después de haber permanecido en silencio. "Es mejor que vayamos al salón principal de una vez."
Los tres retomaron su camino hacia el lugar donde tendría lugar la reunión. En el camino Eriol se acercó a Li y le susurró.
"¡Hey Li! Tu prometida es muy hermosa. ¿Qué piensas hacer? ¿te quedaras con las dos? ¿con Sakura y Ma Yuan? Déjame unita siquiera."
Shaoran se puso de nuevo rojo como un tomate y miró a Eriol como si quisiera matarlo con la mirada, pero prefirió guardar silencio con tal de no armar un escándalo en frente de su prometida y tener que dar más explicaciones de las que quisiera. Eriol rió para si mismo divertido por la impotencia de su compañero de recriminarle algo.
Cuando los tres entraron al salón se encontraron con que Sakura ya les esperaba con los brazos cruzados y escoltada por Yue y Kerberos. Por un momento Shaoran se quedó estático pues no esperaba encontrarla allí antes que ellos pero luego caminó con paso firme hasta su lado. Ma Yuan le siguió en silencio algo confundida por la presencia de la joven en el lugar y que no había dicho nada esta el momento. Luego el Jefe del Clan Li la presentó apropiadamente.
"Sakura, ella es Ma Yuan Chang mi prometida." Luego se volvió hacia la china. "Ma Yuan, ella es Sakura Kinomoto antigua Card Captor y ahora Maestra de Cartas de las Sakura Cards, además de ser la persona responsable de mi curación."
La pobre china se quedó paralizada del susto, un frío recorrió su espalda y sus ojos se dilataron desmesuradamente. Estaba completamente intimidada, no por la fría mirada de la otra sino por lo que sabía respecto a ella. Wei le había contado sobre la japonesa y sus grandes habilidades mágicas y como le había ganado a Shaoran en su batalla por el dominio de las antiguas Clow Clards, además de los sentimientos mutuos que compartían. Cuando llegó a Hong Kong hacía una hora más o menos pudo sentir claramente una gran presencia mágica pero nunca le cruzó por la mente que proviniese específicamente de esta persona, de la joven de ojos esmeraldas, porque aunque ella también tuviera un gran nivel mágico, el más alto en todo su clan y una de las razones por la que la comprometieron con Shaoran, no era rival en ningún nivel para enfrentarse con Sakura y en ese punto la nipona era más digna de ser esposa de Shaoran que ella misma.
La miró de arriba abajo, ninguna tenía nada que envidiar a la otra en el aspecto físico pero en ese momento su inseguridad le hacía creer que Sakura era más hermosa que ella. Miró de reojo disimuladamente al Jefe del Clan Li con miedo pensado la posibilidad de perderlo en manos de la persona en frente de ella.
"Mucho gusto en conocerla señorita Kinomoto, me han contado grandes cosas de usted." Saludó con voz trémula. "Gracias por curar a Shaoran." Se inclinó levemente.
Sakura tenía sus propios conflictos emocionales pero que no dejaba reflejar en su rostro. Miró detenidamente la joven en frente de ella, y sintió su corazón dar un vuelco. . . le dolía más de lo que hubiera pensado ver a Shaoran con tan bella muchacha, porque era algo que no podía negar, era muy bella y evidente el amor que sentía por el chino, aún para ella le fue fácil notarlo apenas entraron en el salón. Sus lindos ojos castaño rojizos brillaban como dos pequeñas estrellas que exclamaban con júbilo los sentimientos por el Jefe del Clan Li. Se sentía terriblemente celosa porque además de lo anterior, pudo ver en ella la alegría y vivacidad que una vez tuvo cuando niña. Tenía muchas ganas de salir corriendo de allí y ponerse a llorar, recriminar algo o decir algo sobre su relación pero. . . no tenía ningún derecho sobre él, ¡¡ninguno!! Aún con lo que le había dicho. . . aún con lo que había pasado. Además aún estaba Tomoyo y ahora más que nunca la necesitaba.
"También es un placer para mi conocerle." Contestó cortante y desviando la mirada. "Es mejor que comencemos esto de una vez."
Todos tomaron sus posiciones en el salón a excepción de Sakura que permaneció de pie en el lugar donde estaba.
"Bien Ma Yuan." Comenzó Shaoran. "¿Que pudiste averiguar?"
"Ohh, si. . . bueno, pues yo. . ." Aún se sentía terriblemente intimidada por la presencia de Sakura, pero haciendo un esfuerzo se trató de concentrar en lo que debía decir. "La búsqueda no ha sido nada fácil Shaoran. Con tan poca información sobre lo sucedido hasta ahora es difícil determinar una línea de acción. Buscamos todas las profecías y leyendas apocalípticas disponibles en mi clan y sobre todo provenientes de occidente pero la cantidad abrumadora. ¿Shaoran, por qué crees que tiene algo que ver con el fin del mundo?"
"Eso es fácil Ma Yuan. Nadie en este mundo puede tener tal cantidad de poder a menos que haga parte de algo importante, y que más importante que el fin de los tiempos."
"¡¡Pero que dramático!!" Murmuró Eriol con cierto humor, recibiendo como respuesta la fría mirada del jefe del clan Li. "Pero en estas, que información puedes obtener que no posea ya el Clan Li, ¿acaso la biblioteca de los Li no es la más completa de todos los clanes chinos?"
"Eso es cierto Hiragizawa, pero el Clan Chang dominó por muchos tiempos la ruta de la seda. Toda importación y exportación que China hacía era controlado por el clan; era algo así como la aduana y como tal muchas veces confiscaban algunas cosas que venían de occidente, entre ellas libros, reliquias y demás. Por tanto, se hicieron acreedores de mucha información de occidente. Incluso poseen documentos ya inexistentes en Europa y medio oriente."
"Como iba diciendo." Continuó la prometida de Shaoran. "Existen muchas leyendas apocalípticas pero traté de eliminar aquellas que no concordaran con lo sucedido hasta ahora, pero como siempre que se habla del fin del mundo muchos, sino es que todos los documentos, están versados y es difícil discernir que tratan de decir." Un largo suspiro se escapó de los labios de la linda china, dejando entre dicho la larga y extenuante tarea que debió realizar. "Pero al final solo quedaron unas pocas, más cuando Shaoran me informó lo sucedido en Inglaterra."
Ma Yuan, tomó los documentos que había traído al respecto. Los organizó y prosiguió.
"Aquí tengo las leyendas que más concuerdan con sucedido hasta ahora." Y repartió a los presentes una copia de la información. Debido a que Sakura había decidido permanecer de pie algo alejado de la mesa, Ma Yuan tuvo levantarse y acercarse a la japonesa y aunque la tarea parecía sencilla el peso de la mirada de la joven Sakura hizo que aquello fuera más difícil de realizar, si alguien no hubiera sentido la tensión crecer cuando las chicas estuvieron cerca una de la otra debería estar muerto. Rápidamente Ma Yuan pasó la documentación a Sakura y con avidez volvió a su puesto en la mesa de reuniones agitada como si hubiera corrido alguna maratón. Por su parte Sakura no es que estuviera tan tranquila, ya que su corazón golpeaba con tal fuerza su pecho que temió que pudieran oír sus latidos.
Hubo unos momentos de silencio mientras leían aquella información. Shaoran leía concentrado, al parecer ignorante de lo sucedido. Eriol leía con un ojo y con el otro observaba el agite y la tensión entre las dos chicas, solo podía reír apara sus adentros al notar la poca habilidad de observación de su amigo que al parecer y como siempre no se había dado cuenta de nada.
"Interesante." Murmuró Li, intrigado.
"¿Qué es interesante, Li?"
"Mira la última parte."
Eriol tomando la palabra de su colega leyó lo último que había sobre las leyendas, también le intrigó y miró dando por entendido aquella pequeña nota al pie de página.
"Ma Yuan, que quiere decir esto último ya que parece información incompleta." Exclamó Eriol buscando claridad.
La joven aludida miró entre sus registros para dar claridad a la encarnación de Lead Clow.
"¡Ohhh si! Solo lo incluí como dato curioso pero al parecer les intriga."
""El cambio llegará, y con él los siente demonios dispuestos a hacer del cambio su retorcido paraíso infernal, liberando lo que no debe ser liberado, corrompiendo lo que no debe ser corrompido, destruyendo lo que no debe ser destruido con su toque plagado de maldad. Solo aquellos con verdadero valor podrá enfrentarles, solo aquellos que en sus corazones brille la luz de la esperanza detener su ira cada vez que emerjan y dar un nuevo destino al mundo", fin de cita." Indicó Eriol. "Me parece que aquí hay más de lo que parece. ¿Dónde está el resto del documento?"
"Se perdió."
"¿Se perdió?, como es eso."
"Según la cronología de ese documento, en el año de 1445 se confiscó a una caravana de vendedores una gran cantidad de textos antiguos, los cargos de esta acción no están muy claros. Luego de eso el escriba del clan se puso en la tarea de traducir mucho de los elementos confiscados, entre ellos un libro de título desconocido y...."
"Un momento Ma Yuan." Interrumpió el joven Li. "¿cómo es posible que tengan esta traducción sin el título del libro?"
"A eso iba querido." A la joven china se le heló la sangre en ese instante al pensar la reacción que podría provocar en la Maestra de Cartas, de reojo la miró pero trató de seguir en lo que estaba. "El registro del documento no es el original, ya que el original se perdió al mismo tiempo que el libro y su traducción, lo que queda es un pequeño registro posterior y esa pequeña traducción es una recopilación de un diario."
"Bueno Li, me parece que esa es la mejor pista que tenemos aunque incompleta nos debe bastar para comenzar a buscar. Mañana me comunicaré con La Sociedad de G'nath para ver si puedo averiguar más sobre ese documento."
"Perdón Hiragizawa, pero aquí hay otra que me parece bastante interesante y que deberíamos investigar, dice: Vi subir del mar un monstruo que tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno tenía una corona, y en las cabezas tenía nombres ofensivos contra Dios..."
"No, no. Olvídalo Li ese libro no tiene credibilidad, es solo... literario, si fuera apócrifo sería otro cuento. Por cierto Ma Yuan, no tienes más información al respecto."
"La verdad no, solo que el documento no esta clasificado como predicción del fin del mundo sino como metamórfica."
"Igual sigue siendo algo muy serio."
Eriol se sentía complacido, no es que fuera mucho lo que hayan podio averiguar pero al menos ya les había marcado un camino a seguir pero lo que más le agradaba era lo gran ilustrada que era la prometida de Shaoran Li otro punto a agregar como semejanza a Sakura. Ambas eran hermosas, con poderes mágicos y con gran interés por Li, además de su gran conocimiento en historia. Eso era más que coincidencia, la una era un reflejo de la otra, pues como muy bien sabía las coincidencias no existen solo la manipulación de eventos provocados por alguien más, ahora lo que debía hacer era tomar un paso adelante y averiguar que hay detrás de todo esto.
"Bueno, ahora y teniendo en cuenta esta pequeña frase." El jefe del Clan Li interrumpió los pensamientos del inglés intentando descifrar aquel fragmento. "Aquí hablan de siete demonios, por tanto deben haber siete celestiales. Entonces es un siete contra siete, lo raro es por qué un número místico del Yang se involucra en algo tan obscuro."
"No te preocupes Li, tal vez es una señal de buena suerte. Pero tomándote la palabra este número siete concuerda con ciertas historias occidentales de los siete males cardinales o pecados cardinales, y claro sus opuestos, las virtudes cardinales aunque estos son solo cuatro, pero igual no quiere decir que no pueda ser."
"Kerberos. Yue. Vamonos."
En ese instante, Sakura, que había no había participado durante toda la reunión abandonó el recinto ante el asombro de todos los presentes ¿qué le pasaba ahora?
La Maestra de Cartas caminó rápidamente a su habitación, seguido de cerca de sus guardianes y que también estaban asombrados por la repentina reacción de su ama, bueno al menos Kerberos lo estaba.
"Sakurita, ¿qué es lo que pasa?"
"Eriol se equivoca Kerberos." La Bestia del Sello le miró con preocupación.
"¿Equivocado? ¿En qué? Espera Sakurita, ¿Porqué nos vamos?"
"Porque no creo que haya nada importante que se pueda decir allí, sobre todo que si estoy en lo correcto existe información más concreta al respecto."
"¿Qué quieres decir? Si es tan importante porque no les dijiste."
"Porque no quiero involucrarlos."
Sakura no respondió, solo siguió caminando y se dirigió a su habitación.
Una vez allí, Sakura tomó el teléfono e hizo una llamada.
"Residencia Hiragizawa. Habla Nakuru." Se escuchó por el auricular.
"Akisuki, habla Sakura."
"Ohh!! Hola Sakura. ¿Cómo han estado?"
"Bien. Akizuki, necesito un favor." Dijo muy seria. "Necesito que te dirijas al salón de la biblioteca y busques un libro que se encuentra sobre el escritorio de Eriol."
"Esta bien. Espera un momento." Hubo unos segundos de silencio. "Sakura, aquí hay varios libros ¿cuál necesitas?"
"Uno que es muy antiguo, con cubierta de cuero."
Hubo un silencio mientras la identidad falsa de RubyMoon buscaba entre los libros.
"Aquí hay uno que se parece concordar con tu descripción."
"¿Cuál es el título?"
"Pues... no sé... parece que está en griego o algo así... creo que dice algo como Virtus. . . Virtus et Peccatum"
"¡Si! Ese es. Necesito que lo envíes inmediatamente a la Residencia de los Li en Hong Kong."
"Esta bien pero, ¿acaso sucede algo malo?"
"Nada Akizuki y gracias."
Cortó la llamada y de nuevo volvió a marcar.
"Hola Krasso. . . Si habla Sakura Kinomoto, ¿Me recuerda?. . . Así es, hace dos meses en Atenas. Krasso necesito un favor muy grande, ¿te acuerdas de lo que estuvimos discutiendo en ese entonces?. . . Correcto. Es posible que tenga que usar esa alternativa así que te pido, por favor, que tenga todo preparado en dado caso que llegase a suceder, ¿Puedo contar contigo?. . . Bien, gracias Krasso."
Una vez hubo dejado a un lado el teléfono, Sakura se sentó al borde de su cama y se rodeó con sus brazos.
"¿Por qué? ¿por qué no puedo deshacerme de este horrible presentimiento?"
"¿Sucede algo malo ama Sakura?" Exclamó Yue con serenidad.
"Cada vez estoy más segura de que estoy involucrada en este conflicto pero, creo que algo horrible va a suceder sino es que sucedió ya. Eso me tiene muy nerviosa."
"¿Y que es?" Dijo la Bestia del Sello acercándose.
"No lo sé Kero... no lo sé."
Los ojos de la Maestra de Cartas comenzaron llenarse de lágrimas por la abrumadora sensación de la invadía, y unas pequeñas gotas recorrieron sus mejillas. Rápidamente se retiró esas lágrimas de su rostro y tomó de nuevo el teléfono.
Mientras en el salón de reuniones Shaoran, Eriol y Ma Yuan comentaban el repentino abandono de la sala de su amiga y colega.
"¿Qué es lo que le pasa ahora?" Preguntó en voz alta Shaoran más para si mismo que para los demás.
"Quien sabe." Exclamó encogiéndose de hombros.
"Creo que será mejor que lo averigüe." Shaoran se puso de pie y caminó hacia la puerta.
"No me parece buena idea Li. Será mejor que lo dejes así." Intervino Eriol con una sonrisa.
"¿Qué quieres decir Hiragizawa? ¿Acaso no te preocupa?" Respondió el aludido con gesto molesto.
"Yo se por que te lo digo. Créeme, he vivido con ella los últimos cuatro años y sé que no lograrás nada." Se acomodó los lentes y continuó. "Cuando ella no quiere decir nada, no lo dirá. No importa cuanto lo intentes o cuanto insistas, aún para mi sería muy difícil averiguar que piensa o que pasa por su mente."
"¿Entonces que sugieres? ¿Qué me quede con lo brazos cruzados?" El joven Li estaba cada vez más molesto.
"Así es. Lo único que harás será indisponer a Sakura y eso la molestará, y Sakura molesta es algo de temer." Exclamó divertido el joven inglés.
Shaoran no dijo nada más, pero se le notaba que estaba sumamente molesto y preocupado por la Maestra de Cartas. Gesto que no pasó desapercibido ni por Eriol ni por Ma Yuan, que le miraba con tristeza y miedo al comprender el origen de los sentimientos de su prometido. A Eriol tampoco pasó desapercibido la reacción de la bella china, sonrió aún más al comprender el motivo de esa angustia.
"Amigo Li. . . si no tienes cuidado harás sufrir a muchas personas, incluyéndote. ¿Debería contarte todo?. . . No, igual le prometí a Sakura que no lo haría, pero espero que comprendas el error que cometes antes de que sea tarde."
"Es mejor que te sientes Li, aún tenemos cosas que discutir."
"¿Si? ¿y como de qué o que?"
"Bueno amigo, nuestros encuentros y percepciones han sido de energías obscuras, pero ¿acaso has sentido energías celestiales?"
Shaoran se quedó mudo unos instantes.
"No, la verdad no."
"No es de extrañarse. Las energías celestiales suelen ser más sutiles."
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Era lo último que le podía pasar. ¿Cómo era posible que las cosas fueran de esta forma? No lo sabía, pero por una extraña razón comenzaba a pensar que era culpa de él. Yukito y Umi se habían marchado hacía más o menos una hora dejándole allí, solo en el hospital, observando con angustia y tristeza el cuerpo casi sin vida de aquella frágil y dulce joven. Los doctores consideraban que era un milagro que aún viviera y pudiera respirar por si sola, pero no daban muchas esperanzas de que pudiera salir del coma profundo en la que había caído hace dos días.
Los había tomado por sorpresa a todos, aunque la hermosa Tomoyo no había dado muestras de mejoras nadie pensó que un ataque tan definitivo le pudiera ocurrir. Pero lo contrario es lo cierto.
Touya había hablado con la señora Sonomi cuando apenas había llegado junto con Umi y Yukito para hablar con la diseñadora, para enterarse entre las lágrimas de la pobre señora que su querida hija casi había muerto y que muy probable que en el transcurso de las siguientes semanas le llegara su destino final.
El hijo de Fijitaka estaba en callada contemplación junto a la cama donde descansaba la delicada figura de Tomoyo Daidouji. La contemplaba en silencio solo acompañado por el ritmo de su respiración y el ruido provenientes de los dispositivos que monitoreaban los signos vitales de la joven.
Primero su madre, luego su padre y su hermana. . . y ahora. . . ahora Tomoyo. ¡No era posible!
"Es una pena ¿no es así?" Una voz masculina lo sacó de sus cavilaciones.
"Así es." Respondió mecánicamente. Luego se volvió hacia el visitante. "¿quién es usted?"
"Mi nombre es Alexander Hayes. Vine desde la Ciudad del Cabo para protegerla, pero no puedo protegerla de la fuerza que le hace daño."
"¿Usted sabe lo que le pasa?" Preguntó con angustia y algo de furia.
"No del todo, pero no es algo natural." El inglés sonrió. "Imagino que usted ya lo había notado ¿verdad?"
Touya estaba sorprendido. ¿acaso sabía de sus habilidades sobrenaturales? Desconfiado, frunció el ceño lanzándole una mirada agresiva.
"No es necesario que se ponga a la defensiva conmigo señor Kinomoto. Estamos del mismo lado, estamos aquí para protegerla."
"¿Protegerla?"
"Así es. Es imposible no querer a esta bella mujer y hacer lo imposible para protegerla. ¿No es eso lo que siente?"
"Que tonterías dice usted. ¿cómo puede afirmar tal cosa si ni siquiera me conoce?" Exclamó más molesto aún. "Además es solo una chiquilla, aparte de ser mi prima."
"¿En serio cree que me equivoco? Por que no mira de nuevo." Hizo un gesto para que mirara a la joven.
Touya miró a la inconsciente Tomoyo y un sentimiento profundo lleno de cariño y ternura le invadió, comprendiendo completamente lo que le quería decir.
"Tiene razón." Susurró y luego le volvió hacia el inglés. "Es imposible no quererla, imposible no añorarla y querer protegerla."
"Eso es porque ella, Tomoyo Daidouji, no es como las demás personas. Ella es especial y muy importante. Lo más importante de este mundo." Alexander puso su mirada en la aludida y una gran sonrisa se esbozó en sus labios.
Touya le miró confundido ante la extraña reacción de su interlocutor. Haciendo lo mismo puso su mirada en la figura de su prima de nuevo y. . . gran sorpresa que se llevó. ¡Era increíble! ¡Una imagen acogedora! ¡era como un sueño! No lo podía creer, acaso eran. . . ¿alas? si, lo eran pero ¿cómo?. Parpadeó un par de veces y se frotó los ojos con incredulidad y cuando volvió a ver. . . nada, ¿había sido una ilusión?
Y el inglés, como leyendo la mente de su acompañante dijo:
"No, señor Kinomoto. No fue una ilusión. Esa es la razón por la que ella es importante, la razón por la que debemos protegerla."
"¿Acaso ella es un. . . ángel o algo así?" Preguntó aún sorprendido.
"Eso es difícil de responder. Tal vez si, tal vez no. Tal vez le sea más fácil asimilarlo de esa manera pero lo único que interesa es lo importante que es."
"Hace un momento dijo que estaba aquí para protegerla. ¿Protegerla de que o de quien?"
"Del primer mal."
"¿No podemos hacer nada por ella ahora?"
"Lo siento. Solo existe una persona en el mundo que puede salvarla, pero desafortunadamente no le conozco y no se donde buscar." Exclamó desilusionado. "Pero espero que él le pueda encontrar."
"¿A quien se refiere?"
"De un amigo que es muy hábil y conoce muchas artes místicas, y espero que él pueda localizar al resto."
"¿Al resto? No le entiendo, que me quiere decir." Dijo exasperado por la frustración.
"Será mejor que despiertes y conozcas la misión."
Touya le miró con desconfianza a medida que Alexander se ubicaba en frente de él, cerraba los ojos y hacía unos gestos con sus manos.
"Poderes antiguos de la creación. Poderes protectores de la esperanza. Anuncia tu luz liberando al portador de la prudencia."
Una sutil calidez que nunca había sentido antes comenzó a brotar del pecho de Touya, junto con una sensación de paz y eterno júbilo que recorría cada fibra de su ser, llegando incluso a tocar su alma y corazón. Aquella acogedora sensación se apoderó de su cuerpo durante varios minutos.
"Bienvenido. Ahora ¿conoces la misión?"
"Así es." Respondió aún con los ojos cerrados y acostumbrándose al increíble poder que ahora fluía en él. "Lo conozco, así que por eso es tan importante."
"Exacto, ahora tenemos que esperar a los demás y prepararnos para la batalla."
Notas de la autora: Las cosas se ponen mejor y mejor... ¿no creen? ¿qué es lo que trama Sakura? ¿En verdad quien es Tomoyo? ¿Y Touya y Alexander... que traman? Respuestas y más preguntas en los próximos capítulos.
Me encantaría que me escribieran dando su opinión al respecto o críticas pero que sean constructivas a johanna_kat@yahoo.com o a jkattyj@hotmail.com
Copyright!!! Los personajes que conozcan son por supuesto de Card Captor Sakura y son creación de CLAMP, Kodansha, etc. Lo demás son de mi propia creación al igual que la historia es original mía, cualquier parecido con cualquier otro fic es pura coincidencia.
