Hola de nuevo! Perdón por el retraso, pero es que el trabajo se me juntó y para compensarlos les dejo este capítulo un poco más largo. Gracias por sus reviews. Esta historia es producto de mi imaginación y espero que sea de su agrado y le den mucho amor. Los personajes de Sakura Card Captor, le pertenecen a CLAMP. Los que vayan apareciendo si son mi creación.

MI PRECIOSO TESORO.

CAPÍTULO 4

Desde la inauguración de Oishii Garden, la cantidad de clientes que recibíamos cada día iba en aumento y en parte se debía a los comentarios positivos que habíamos recibido desde el evento de inauguración, todos elogiaban nuestra visión vanguardista para combinar la comida tradicional japonesa y occidental, así como el diseño de las instalaciones. Sin embargo, no contábamos con tanto personal, por lo que con Tomoyo no dudamos en repartimos algunas tareas. Después de algunos ajustes, decidimos que yo me haría cargo de los proveedores, pues insistí en que por el momento no dejaría en manos de nadie la recepción de los productos, ya que yo quería verificar que fueran de la mejor calidad, por lo cual, en pleno domingo, estaba desde temprano recibiendo al proveedor de frutas y verduras que era el que madrugaba.

-Muy bien señorita Kinomoto, de favor, firme de recibido-

-Gracias señor Kimura, le encargo mucho que me diga cuando hayan llegado los espárragos que le pedí- le comenté en tanto le firmaba.

-Claro señorita Kinomoto, delo por hecho-sonrió y prosiguió: -Nos vemos. Saludos para la señorita Daidoji- al menos ya sólo faltaba el proveedor de mariscos y por el resto del día podría descansar.

Me disponía a limpiar un poco la parte trasera del local cuando una ráfaga de viento cerró la puerta y para cuando quise abrirla me acordé que no traía las llaves pues las había dejado sobre una mesa cerca de la barra… ¡Pero qué tonta! Ahora tenía que molestar a Tomoyo con su llave, podría llamarla, pero no quería importunarla con esas pequeñeces, por lo que, la única opción que vi…fue la de correr a través de una sección de los Jardines Hamarikyu hasta las torres de departamentos, gracias al cielo esa era la ventaja que tenía de que viviera cerca de allí. Afortunadamente ese día llevaba ropa cómoda y no me quedó más que comenzar el recorrido, atravesé a toda velocidad los senderos, dejando asombrados a un par de parejas que se preparaban para ejercitarse.

Todo iba bien, corría cual guepardo que iba tras su gacela, cuando el celular comenzó a sonar y simplemente no vi el momento en que terminé por chocar con alguien, era tal la velocidad que llevaba que sólo reboté y hubiera caído si unos brazos no hubieran detenido mi caída.

- ¿Está usted bien señorita? –iba a contestarle, cuando al levantar la vista, mis ojos enfocaron a lo que era un chico bien parecido, alto, cabello chocolate y llevaba ropa deportiva y unos lentes que lo hacían ver muy bien… ¡Vaya que podría tropezarme o caerme más seguido si un ejemplar como ese me detendría, Pero qué demonios me pasaba! Tenía una misión y una cafetería que atender, así que, sacudí mi cabeza para despejar mi mente y sólo me limité a decir:

-Sí, estoy bien, gracias…-afirmé, pero en ese momento el chico desconocido, se quitó los lentes cual modelo de revista y abrió los ojos quedando perplejo. Si él estaba sorprendido, yo lo estaba aún más, pues, aunque tardé en reaccionar, me percaté que era nada más y nada menos que el chico que acompañó a Eriol el día anterior, el mismo que se había trabado.

-Un momento, ¿Qué no eres el amigo de Eriol que se quedó sin palabras ayer? Sha..Sha.. -pregunté al mismo tiempo que ponía mi pose de chica Sherlock. Él sólo se limitó a soltar una sonora carcajada.

-Si soy yo… me llamo Shaoran–dijo entre risas – Tú eres la genial chef Sakura, ¿verdad? – mencionó mientras sacaba una pequeña botella de una cangurera que traía, bebió un poco y continuó:

-Deberías de tener más cuidado por donde corres, un día de estos te podrías lastimar- mencionó mientras señalaba un charco de agua congelado.

-Tienes toda la razón- contesté apenada - Pero es que necesito llegar a un lugar con urgencia- y la cara del chico ambarino pasó de las risas a una más seria.

- ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? – preguntó con cara de preocupación.

- Aa no, todo está bien- aclaré de inmediato pues su rostro mostró una preocupación genuina. –Perdón, si te hice pensar lo contrario, la urgencia es que tengo que llegar a la casa de mi amiga y se me está haciendo tarde y a menos que sepas un camino más rápido para llegar a la torre 3 del complejo de departamentos que se ven allá- señalé hacia las torres de departamentos que estaban a sus espaldas- no creo que puedas ayudarme- fruncí el ceño y puse cara de puchero.

- Pues que crees… hoy estás de suerte, porque resulta que yo vivo precisamente en ese complejo- lo miré asombrada y con la boca ligeramente abierta- pero no en la misma torre, sino en la 2 y, por cierto, este camino por el que vas es el más largo, pero si tomas aquella desviación de atrás…- señaló un sendero que se encontraba a mis espaldas – llegarás más rápido- terminó con una sonrisa.

- ¿Enserio? - dije con mirada perspicaz y Shaoran solo asintió. - Ok, gracias, me encantaría quedarme a platicar, pero de verdad si es algo urgente, te debo una…Shaoran- me despedí agitando la mano y retomé mi carrera.

Me iba alejando cuando lo escuché gritar:

- ¡De nada!¡Fue un placer ayudarte! -

Después de algunos metros, vi la torre 3 asomarse, por lo que, ahora estaba en deuda con él, ya luego vería como pagarle el favor. Al llegar al lobby el vigilante me reconoció de inmediato y me permitió subir al departamento de Tomoyo.

-Sakura, ¿por qué no me llamaste antes y yo misma te las llevaba? - me sugirió con las manos en la cintura.

- ¡Perdón Tommy, pero es muy temprano y no quería molestarte! - contesté aún agitada.

- Mmm… si ya sabes que a estas horas estoy en mi rutina de yoga, no me molestas, además, somos socias ¿qué no? – me sentó de inmediato al verme agitada y me sirvió un vaso de agua.

-Es que vine corriendo, el proveedor no tarda en llegar y como olvidé también mi cartera adentro, no pude tomar el transporte, pero gracias al amigo de Eriol pude llegar rápido…- y en ese momento Tommy se quedó con la boca abierta y casi me deja sorda con su grito de emoción.

- ¿Cómo que viste a Shaoran?, ¿Qué te dijo?, ¿Por qué lo viste a esta hora? - me preguntó sin cesar y hubiera continuado con el interrogatorio si no hubiera levantado ambas manos para detenerla.

-Wooow, espera Tommy y respira- hice el movimiento con mis manos para invitarla a sentarse y continué

- Si vi a…Shaoran en los Jardines Hamarikyu mientras corría, choqué con él y él fue el que me dijo del atajo porque vive en la torre 2- obvio omití algunos detalles, como por ejemplo que me había quedado observándolo a su rostro cuando me daba indicaciones, porque ya conocía a mi amiga y con su mente hiperactiva, capaz que me organizaba una cita a ciegas.

- ¡Pero qué lindo! ¡Lo podemos invitar a la cafetería por ayudarte! – decía mi amiga amatista con sus puños agitando de emoción.

-No es mala idea y ahora que lo pienso bien, tal vez también podamos invitar a su amigo Eriol, ya que cabe la posibilidad de que vaya a visitarlo seguido porque vive en la otra torre ¿no crees? - señalé entre comillas y Tomoyo se sonrojó tanto que para evitar el tema decidió invitarme a que la acompañara a desayunar y posteriormente iríamos juntas a la cafetería.

Horas después y gracias a mi grandiosa amiga, pudimos llegar a tiempo con el proveedor y entre las dos pasamos el resto de la mañana acomodando algunos muebles nuevos y verificando el inventario, por lo que, sin darnos cuenta, la hora de la comida había llegado. Decidí que prepararía algo rápido para mitigar el hambre a pesar de que Tommy insistiera en que descansara, pero que podía decir, amaba cocinar y no desperdiciaría ese momento para estrenar los nuevos sartenes. Sin embargo, con lo que no contaba era que, mi amiga había llamado a Eriol para invitarlo a comer, quien a su vez invitó a Shaoran y ahora "casualmente" irían los dos a hacernos compañía.

-Tommy, entiendo que te guste Eriol, pero ¿por qué invitaron a Shaoran? –

-No se dé qué hablas Sakura, Eriol es un amigo y si su amigo viene puedes aprovechar para agradecerle que, por él, el proveedor de mariscos no nos dejó los recipientes en la calle-

Estábamos tan entretenidas conversando que no nos percatamos en el momento en que Eriol y Shaoran entraron, el chico inglés aclaró su garganta y como si fuera rayo Tommy se acercó a saludar y no evité reírme cuando vi que cierto inglés saludó efusivamente a mi amiga.

-Ahora entiendo porque Eriol me insitió en que viniera- dijo Shaoran mientras se sentaba en la barra y señalaba a nuestros amigos.

-No les doy más del mes para que sucumban al amor- contesté en tanto me terminaba de poner mi filipina y me disponía a cortar algunas verduras para la comida.

-Tienes razón- asintió Shaoran. –Por cierto, ¿cómo te fue con mi recomendación? ¿Lograste resolver tu problema de la mañana? – menciono el chico ambarino en tanto reposaba su barbilla en su mano.

-Sí, muchas gracias, ese camino me lo tendré que aprender por si vuelvo a necesitarlo- comenté a la par que comenzaba a colocar las verduras en el sartén.

-Cuando quieras, yo encantado de apoyarte en lo que necesites- mencionó al mismo tiempo que sus ojos se posaban sobre mí y en ese instante nuestras miradas conectaron y pude observar que sus ojos tenían un color ámbar y una mirada penetrante, por un instante no dijimos nada, pero cuando él se disponía preguntarme algo, fue interrumpido por nuestros amigos quienes se nos unieron para hacernos partícipes de su conversación acerca de las próximas películas a estrenarse.

El resto de la comida, pasó entre anécdotas de películas y nuestros debates sobre si eran mejores los libros o las adaptaciones de la pantalla grande, realmente había sido una tarde maravillosa, pues hace mucho que no reía y eso me sentía libre de preocupaciones. Pero algo curioso había ocurrido durante toda la tarde, pues varias veces pillé a Shaoran que me observaba mientras cocinaba y cuando lo agarraba infraganti solo desviaba la mirada hacia otro lado o se limitaba a sonreír. Con esos pensamientos rondando mi cabeza estaba, que ni me percaté cuando los chicos se despedían de nosotras, si no hubiera sido porque Shaoran se acercó a mí y me extendió su mano para decirme:

-Gracias por la comida Sakura, estuvo deliciosa. A partir de hoy te has ganado un fiel cliente y procuraré venir siempre que mi trabajo me lo permita. Nos vemos…Sakura- mencionó mientras apretaba mi mano en un saludo cordial y me miraba a los ojos.

-Gracias a ti Shaoran, por tu ayuda en la mañana. Cuando quieras venir, serás más que bienvenido- fueron las palabras que pude pronunciar al despedirme de él cuando me daba la mano.

Al parecer Shaoran quedó cautivado por Sakura y tal vez por eso sus idas diarias a la cafetería, ¿podrá Sakura quitar esas barreras y permitirse conocer a Shaoran? Y por otra parte, Eriol está más que encantado con Tomoyo.

Dejen sus teorías y comentarios, son muy importantes:)

Saluditos

Ume.52