Capítulo 2: Abriendo las puertas de mi corazón.
By. Hikari-chan
Un nuevo día daba comienzo al salir el sol. La tranquilidad de la mañana reinaba, despertándose las aves ante el nuevo día que se les presentaba. Tsuzuki y Tatsumi le daban la bienvenida a su mañana en Tokio. Comenzando a trabajar en el nuevo caso que tenían.
Ambos se dirigían a un apartamento en donde vivía una de las personas que pudo presenciar la aparición del demonio Lucífago. Necesitaban hacer que declarara lo que realmente había sucedido. Tenían que detenerlo a toda costa. Muchas vidas inocentes estaban siendo perdidas.
Tatsumi pudo notar que su compañero estaba envuelto en sus propios pensamientos. Parecía un alma en pena en busca de cómo salir de su letargo. Sabía por el sufrimiento que estaba pasando, pero no podía decirle la verdad, no podía destruirle más de lo que ya estaba.
El de ojos violetas se encontraba perdido en sus propios pensamientos, en sus propios deseos… en los deseos de tener la oportunidad de encontrarse con aquel chico que tanto se parecía a su amado. No podía evitarlo… necesitaba verlo, pasar tiempo con él… aunque no fuera su Hisoka…
- Llegamos – la voz de Tatsumi le obligó a borrar todos sus pensamientos. Ya habían llegado al lugar que le daba comienzo a su trabajo…
Tocaron a la puerta del apartamento, abriéndoles una señora de avanzada edad. Al ellos explicarle para que venían, ella les dejó pasar para que pudieran ayudar a su nieto.
- Mi nieto se encuentra en su cuarto. Es el último cuarto del pasillo.
- Gracias por su cooperación – dijo cortésmente Tatsumi, prendiendo el paso por el pasillo, seguido de Tsuzuki, el cual se encontraba serio, con un terrible presentimiento en su corazón… sabía que algo estaba mal…
Llegaron a la puerta del joven. Tocándola suavemente, esperando a que le contestaran. Pero no hubo ninguna contestación. Decidieron entrar. Tsuzuki pateó la puerta, rompiéndola al instante. Se abrieron paso por el cuarto, ambos sorprendiéndose al ver lo que allí se encontraba.
El cuerpo del chico estaba totalmente destrozado, sus órganos esparcidos alrededor del cuerpo, sus ojos arrancados y puestos en una de sus manos.
Ambos salieron del cuarto, dándole la noticia a la Señora, Tatsumi intentando consolar el dolor de la pérdida que en aquellos momentos la anciana sufría…
Tsuzuki salió del apartamento, llenando sus pulmones del aire fresco que tanto necesitaba. Lo que acaba de ver era totalmente atroz, digno de un demonio… En esos momentos sentía el dolor de la pobre anciana… sabía lo que era perder un ser especial en su vida, perder una parte de ti…
Decidió caminar por los alrededores, buscando alguna pista que delatara de donde provenía Lucífago. Si estaba en su forma natural, o poseía el cuerpo de un nuevo inocente. Al no encontrar nada, entró nuevamente al apartamento, ya habiendo llegado el personal para recoger el cuerpo.
- ¿Qué hacemos ahora? Era el único sobreviviente que quedaba – le decía Tatsumi al ojivioleta, el cual analizaba de qué manera podía tenderle una trampa al maldito demonio.
- Tatsumi, busca los datos de aquellos que ya ha muerto por su mano. Quiero las edades, sus complexiones físicas y también si están ligados familiarmente. Intenta tener todo lo más pronto posible. Mientras, yo estaré haciendo rondas por estos vecindarios.
- Decidido. Te veo en el Hotel. Cuarto 235. – ambos se despidieron. Tsuzuki emprendió su camino, buscando ver cosas extrañas que sucedieran.
Se pasó todo el día vigilando los lugares en los que se había notificado las apariciones de Lucífago, pero en ninguno de ellos pudo presenciar o descubrir alguna pista… estaba totalmente ciego, sin saber que camino tomar ante este caso.
Decidió entrar a un bar para tomar un descanso del día tan ajetreado que había tenido. Entrando al bar que tenía por nombre "Armagedon", el nombre le llamó la atención.
Al entrar, su mundo cambió por completo. En este lugar se podía escuchar la música del "Techno" a todo lo alto y también se podía ver grupos de personas en el medio de la pista viendo algo que él no podía ver muy bien…
Se acercó a la barra, pidiendo el trago más fuerte que hubiera. Trayéndole el "bar tender" un trago hecho de la mezcla de todos los rones y vinos mas dulces que contenían en la barra. Pero Tsuzuki tomó del trago como si de un jugo se tratara.
Se levantó del lugar, acercándose a la pista, ya que deseaba ver que era lo que llamaba la atención de todos. Mientras caminaba, pudo notar que los efectos del alcohol le estaban comenzando a hacer efecto. Con un tanto de problemas al caminar, logró llegar al lugar en donde todos estaban, sintiéndose morir al ver quien era el que se encontraba bailando allí…
Satochi y su grupo competían contra otro grupo que no les llegaba ni a los talones a ellos. El chico de ojos verdes daba los mejor de si mismo, demostrándoles a todos su gran pasión por el baile. Siendo allí el sueño húmedo de todo hombre.
Movía su cuerpo al compás de la música, dejando ver sus esbeltas y perfectas piernas, dejando ver también la deliciosa piel de su pecho y estómago, brillosa por las gotas de sudor que resbalaban por ella.
El efecto del alcohol que momentos antes Tsuzuki había tenido, se había desaparecido al instante de ver eso. Ese chico era tan parecido a su Hisoka y era tan endemoniadamente sexy…
Pronto el baile terminó, y el grupo que más aplausos se llevó fue el de Satochi. Este saludaba a todos los que habían tenido la molestia de verlos, pero mientras observaba a todos, un hombre de ojos violetas captó toda su atención. Se quedó observándolo, viendo que era el mismo hombre que alguna vez había visto…
Tsuzuki, con paso lento, se acercó al chico. Regalándole la sonrisa más sensual y más hermosa que los ojos del chico hubieran podido ver. Al llegar a él, ambos se quedaron observando atentamente a los ojos, hasta que por fin el ojivioleta articuló palabras…
- Buen baile, Satochi – saboreó las palabras mientras las pronunciaba. El alcohol verdaderamente le estaba haciendo efecto, sentía que estaba con Hisoka, y no con ese chiquillo.
- Gra… gracias. No pensé volverlo a encontrar – el chico rechazaba la mirada de deseo que Tsuzuki le daba, se sentía nervioso y lo que no podía creer, sentía también el deseo con que ese hombre le miraba.
- Aquí me tienes. Frente a ti. ¿Quieres hacer algo?
La mirada que el chico le ofreció a Tsuzuki, le bastó para tomarlo por la cintura y besarlo apasionadamente sin importarle estar en medio de una pista de baile y, mucho menos, sin importarle el que llamaran la atención de los allí presentes.
Satochi se entregó al beso como nunca antes lo había hecho. Sentía que se moría entre los brazos de ese hombre, sentía como si esto alguna vez hubiera sucedido… ¿Se habrá enamorado a primera vista?
Al separarse, el ojivioleta no lo soltó del abrazo posesivo que le tenía. Se le acercó al oído, susurrándole lentamente…
- ¿Quieres ir a un mejor lugar? – el chico abrió sus ojos enormemente, sorprendido ante la propuesta que le acababan de hacer… pero que Diablos… se iba a arrepentir por el resto de su vida si le decía que no.
- Esta bien – le sonrió seductoramente, a lo que Tsuzuki respondió con agarrarle la mano y sacarlo casi a la fuerza de aquel lugar.
Pero cual fue la desgracia de Tsuzuki, que al salir del lugar, se encontró con quien menos deseaba… Tatsumi.
- Tsuzuki, ¿qué demonios haces aquí? Te he estado… - no pudo articular ninguna otra palabra. Su atención la captó el chico que estaba al lado del ojivioleta…
- Lo siento Tatsumi, pero tengo mejores cosas que hacer. Te veo mañana – Y sin decir nada mas, se alejó de allí, también llevándose consigo a Satochi.
Tatsumi tomó su celular, marcando el número de su jefe…
- Jefe, es cierto lo que Gushoshin dijo. Lo encontró y ya está con él. ¿Qué vamos a hacer? Si descubre la verdad, todo estará perdido.
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- ¿A donde me lleva?
- ¿Tienes hambre? – paró al paso Tsuzuki, en espera de que Satochi le contestara.
- Si. Un poco.
- Esta decidido. Iremos a comer – el ojivioleta le sonrió aniñadamente, regresando en él ese personaje que había desaparecido cuando su Hisoka había partido…
- ¡Comida! – gritó Satochi, siguiendo felizmente a Tsuzuki. Por primera vez alguien le invitaba a comer. Por primera vez nadie lo veía como un objeto sexual… La felicidad en su corazón era enorme, pero mas enorme era ese sentimiento que nacía dentro de él al estar cerca de Tsuzuki…
Mientras que por su parte el ojiviolea no deseaba engañarse a si mismo. Sabía que ese no era su Hisoka… pero la esperanza de alguna vez encontrarlo no desvanecía… la esperanza de volver a tenerlo en sus brazos no desaparecía…
Continuará…
Notas de la autora:
Espero disfruten este capítulo. Gracias por los reviews recibidos. Este cap. Se lo dedico a mi novia Arisugawa Rei-chan, a mi linda y bella Chibi Thensi y a todos aquellos que dejaron reviews. Gracias por todo.
