El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000


Tu chica perfecta
4. Look

"¿Cómo te fue en tu cita?" le preguntó Chelsea apareciendo junto a Mandy. Tenía toda la caída del cabello color rosa, menos la cabeza que seguía siendo rubia.

"No era una cita, Chelsea" respondió, sonriendo. "¿Qué se están haciendo en el pelo? No me digan que nada. Mandy tenía melena esta mañana"

"Uno que otro arreglo. Todo partió porque el pelo de Anto tomó fuego al creer que podía cocinar... Y hubo que cortarlo. ¿Quieres unirte?" preguntó mientras caminaban hacia la salita.

En la cabeza de Hermione las palabras de Ron por la radio sonaron fuertes y claras...

'...de cabello brillante, sedoso, liso, independiente del color que debe por supuesto tener reflejos...'

Pero el pelo liso no le quedaba a no ser que fuera un buen peinado... ¿Y reflejos? Quizás era muy poco. Quizás debía ir más lejos, sólo para impresionarlo.

"Hola, Hermione" la saludó Rose, varita en mano.

Habían montado un verdadero salón de belleza. Hermione recordó que no había visto el espejo en el baño y ahora sabía dónde se encontraba: flotando sobre la mesita de centro, de frente a una silla giratoria con respaldo. La alfombra había sido reemplazada por un largo plástico blanco, y sobre la mesita se encontraban un montón de utensilios tales como tijeras de distintas formas y tamaños, peines, cepillos, tubines, cremas para el cabello, una caja con decenas de frasquitos y cinco calderos con humo de colores saliendo de ellos. En la silla se encontraba sentada Nikki con un gran peinado estilo afro y las puntas ligeramente rojas.

"Estamos probando todo" fue su explicación, levantando una revista.

Hermione la tomó aguantándose la risa y sentándose en el sofá junto a Anto -quien no presentaba ningún cambio en su cabello- comenzó a ojearla. Anto comenzó a hablarle y comentar los peinados de la revista:

"Originalmente cuando vi que mi cabello estaba en llamas pensé en quedarme calva, no sabía que Rose era tan buena en este tipo de hechizos restauradores. Me hice lo de la mitad de la revista, pero al final decidí que me devolvieran el cabello igual al de antes del... accidente" Las otras chicas se rieron. "Mira" Apuntó a una mujer de cabello celeste, largo y ondulado. "Ese se me veía horrible, no va con mi tono de piel..."

"No, definitivamente..."

"Y éste... ¿Te imaginas a Chelsea con éste?. ¡Daba miedo!"

"¡Me imagino!"

"Herms... ¡Tu cabello está tan muerto!" exclamó Reggie, tomando algunos de los rizos de Hermione en una mano y girándolos. "Lo tienes muy maltratado. ¿Qué te harías?"

'Lo que sea que le guste a Ron' se dijo, pero no pudo repetirlo en voz alta.

"Yo la veo... no sé" empezó Mandy.

"Te bajaría un par de tonos" declaró Rose, dejando el pelo de Nikki con un hechizo otra vez encrespado. Nikki se bajó de la silla y le recibió un vaso se jugo a Chelsea. "Ven, siéntate"

"No... qué susto..." susurró, sonrojándose. "Nunca me he hecho nada"

"Lástima, porque lo necesitas. Siéntate. No voy a raparte"

Hermione se levantó lentamente del sillón, dio tres, cuatro pasos y ya estaba en la silla giratoria. Rose le amarró una capa plástica alrededor del cuello, le sacó todo el cabello por arriba y le dio tres vueltas a la silla, examinándola. De la nada Hermione sintió su cabello completamente mojado, como si le hubiesen echado un balde de agua encima, pero no fue así. Era magia.

"Chelsea, prepara un castaño claro dorado con reflejos rubio ceniza... ¿Sabes cómo poner los reflejos verdad? Bien... ¡Voy a necesitar papel de aluminio aquí, Mandy!"

Fue un procedimiento bastante corto a comparación de lo que Hermione veía su mamá usualmente se demoraba en una peluquería muggle. De hecho en menos de una hora ya se podía ver al espejo con otro corte, un color de cabello algo más claro que su color natural, cien veces más brillante.

"¿Te puedo decir que te ves espectacular sin que me hechices?" le dijo Anto, riendo.

"Te ves linda" opinó Nikki.

"Te va perfecto" le dijo Reggie.

"¡Cómo no se te ocurrió antes!" exclamó Chelsea, pasándole un vaso de agua.

"Soy una artista. ¿A qué no?" se halagó Rose, comenzando a guardar todos los implementos.

Hermione sonrió mirándose al espejo por última vez. Sí que Rose lo era.

SoSoSoS

Ya había pasado un tiempo después del día del teñido. A decir verdad, tres días, y Hermione aún no se acostumbraba a las miradas sorprendidas de todos los alumnos y profesores del Instituto donde estudiaba Sociología para Relaciones Mágicas. A las cinco de la tarde abandonó el edificio para aparecerse en la pensión, cambiar su ropa al buzo celeste que ya había usado para trotar el sábado pasado, y salir otra vez para irse caminando hasta el gimnasio de Alex, el novio de Rebecca.

"Buenas tardes, vengo a la primera..." empezó ella, mirando a la secretaria que no era la misma del sábado.

"Sí, señorita Granger. ¿Me permite su tarjeta?" Hermione se la pasó, sorprendida. ¿Cómo sabía su nombre? "Tome la llave de su casillero" la mujer le pasó una llavecita roja. "Vaya hacia la sala del fondo, allí" Apuntó una puerta transparente. "Y cuando esté lista comience con la máquina trotadora. El entrenador acercará a hacerle unas preguntas cuando se desocupe"

Hermione hizo lo que se le indicó. Dejó su bolso en el casillero indicado y se dirigió a la sala de máquinas, donde había mucha gente practicando de todo. Se subió a una de las tantas trotadoras y la puso en el modo más lento.

Después de 10 minutos ya se sentía completamente cansada. Por suerte el famoso Alex se acercó a ella con una ficha en la mano.

"Hermione Granger, amiga de mi Becky, cómo estás?" Hermione no respondió, estaba como ahogada. "¡Vaya! Hay varias cosas que tendrás que aprender antes de todo. Como respirar por ejemplo" Alex presionó un botón rojo y la máquina se detuvo. Hermione casi se cae al suelo; no sentía las piernas. "Vas a levantar los brazos cuando inhales y los bajas cuando exhales, de acuerdo? Ok. Y para respirar cuando estás en el trote recuerda que siempre por la nariz, no por la boca" Volvió a encender la trotadora. "Dime, por qué entraste al gimnasio?"

"Quie... ro... ba... jar... de... pe... so"

"¿Cómo? No te entiendo... respira bien"

"Quiero bajar... Quiero bajar de peso"

"Ahí sí, bien. Sí, es lo típico. Te ves delgada. ¿Qué quieres bajar específicamente?"

"Todo"

"Ja, ja. No me sirve esa respuesta. Sé más específica"

"Pues... quiero..."

"...quieres?"

"Quiero una figura"

Alex se rió. Hermione estaba roja.

"Quiero ser curvilínea... quiero una cintura delgada, un trasero firme... unos brazos y piernas bellos" Le había costado mucho decir eso.

"¿Eso es todo?"

"Sí..."

"Bueno. Cinco minutos más de trotadora y vas a esa máquina de allá, la ves?" Le apuntó una complicada estructura metálica llena de pesas por todos lados. Hermione tragó saliva. "Yo o alguno de nuestros entrenadores te dirá qué hacer. La próxima vez que vengas te haremos en un entrenamiento ya programado, hoy sólo es de prueba, vale?"

Se fue. Hermione suspiró, pasándose la manga por la frente. Ser la 'chica perfecta' parecía hasta el momento más difícil de lo que había pensado.

A las 8 terminó el entrenamiento. Fue a su casillero y de su bolso sacó una botella de dos litros de agua mineral que se tomó de inmediato. Luego sacó su teléfono móvil. Tenía 5 llamadas perdidas. Y todas de Ginny.

De camino a la pensión le regresó la llamada.

"Hola"

"Hola, Gin. ¿Para qué llamabas?"

"¡Buenas noticias! William ya no está resfriado y adivina qué"

"Sabes que odio las adivinanzas..."

"Sí, lo sé. Te estaba probando"

"¿Tiene que ver con Ron?"

"Sí... Sí" se rió. "Lo han venido a entrevistar todos estos días desde que salió al aire por la radio"

"¿En serio?"

"¡Sí! Es muy emocionante. ¡Hasta vino la Corazón de Bruja con un fotógrafo! Quién lo diría"

"Sí, quién lo diría..."

Horror. Un artículo en la Corazón de Bruja era casi como lanzar a Ron a un mar de pirañas ansiosas de sacarle un pedazo de carne.

"Hay otra cosa de la que quiero hablarte"

"Dime"

"Para eso tienes que venir y tomarte un café conmigo"

"¿Ahora?"

"Sí, ahora... ¿O ya tenías otros planes?"

"No, no. Ahora está bien, pero... creo que Ron está un poco enojado conmigo"

"Tranquila, no está ni cerca. Está es una cena con su equipo de Quidditch ahora"

"Vale, voy. Pero quiero tomar una ducha primero" Ya estaba en la puerta de la pensión.

"Sí, dale, te espero"

SoSoSoS

Hermione salió de la chimenea en la Madriguera 'versión 2.0' como ellos mismos le llamaron después de la remodelación. Ahora ya no era una torre de habitaciones enclenque; de la original sólo habían conservado la salita y la cocina, las diez habitaciones del segundo y tercer piso eran completamente nuevas y tenían el estilo de cualquier albergue moderno, a pesar de que en general sólo ocupaban el segundo piso pues nada más que los señores Weasley, Ron, Ginny y el hijito de Ginny vivían ahí.

"Hermione, qué agradable visita!" dijo Molly corriendo a abrazarla después de verla salir de la chimenea. Hermione le devolvió el abrazo. "¿Cómo has estado?"

"Bien... Y usted?"

"Muy bien" la soltó. "Ginny está arriba. Muy lindo tu corte a todo esto"

"Gracias"

Hermione fue hacia la escalera, subió y dio con el primer pasillo. Dos puertas a la izquierda y entró a la habitación que Ginny compartía con su hijo, a quien le estaba leyendo un libro para hacerlo dormir. Hermione no la quiso interrumpir pero Ginny la escuchó.

"¡Veo que llegaste!" Hermione asintió. "Espera a que se duerma y..."

"¡TÍA HERMI!" gritó el pequeño William, arrancando de la cama y lanzándose a los brazos de Hermione. Ginny puso los ojos en blanco un momento.

"Hola Will... ¿cómo estás?"

El niño sonrió. Tenía la misma sonrisa que su papá, además del mismo cabello y la misma nariz.

"William, regresa en este momento a la cama"

"Mami...!" Hermione aprovechó el tenerlo cargado y lo devolvió a la cama. "Tía Hermi, nooo..."

"Tienes que dormirte. ¿Eres un niño bueno?" El pequeño asintió. "Entonces hazle caso a tu mami"

Lo acostaron y Ginny apagó la lámpara antes de salir de la habitación. Bajaron las escaleras y se sentaron en la cocina. Molly Weasley ya no estaba, seguro habría subido a dormir también. Ginny le sirvió café en una taza a Hermione y le ofreció azúcar, que por supuesto ella rechazó. Ginny la miró suspicaz.

"De esto quería hablar" le dijo, sentándose frente a ella y poniéndole tres de azúcar a su propia taza. "Ron me dijo que al parecer estás haciendo dieta y te bajó la de hacer ejercicio"

Hermione sorbió de su taza, con el ceño fruncido.

"¿Qué se mete él?"

"Le preocupó, eso es todo"

Pero no le molestaba para nada que Ron le haya corrido con el chisme a Ginny. Por el contrario, eso podía significar que la notaba y que ya estaba llamando un poquito su atención.

"¿Alguien te dijo que estabas gorda en la calle, quizás alguna de esas locas que tienes por compañeras de pensión?"

Hermione se rió.

"No están locas, y no, nadie me dijo gorda"

"¿Entonces?"

"Quiero estar más formadita... ¿qué tiene de...?"

"¿Malo? Hermione, estás bien. No eres una supermodelo pero estás bien!"

'Pero quiera ser como una...' pensó Hermione. 'o algo parecido, y claramente más inteligente...'

"¿Tu novio te dejó y quieres buscarte otro?"

"No tengo novio, Gin..." le respondió con los ojos entrecerrados.

"O estás viendo mucha TV, o tu vestido favorito ya no te cabe..."

"Ginny, no es nada. He estado un poco despreocupada de mi cuerpo toda la vida, ya era tiempo"

"¿Y ese corte? Y tintura, porque no creas que no me di cuenta"

"Ginny..."

"Pensé que como te veías por fuera no importaba"

"No es que no importa, no es lo más importante, pero es importante"

"Mami..." dijo una vocecilla detrás de Hermione.

Ambas miraron. Era William, balanceándose sobre los talones.

"Bebito..." Ginny hizo una mueca, levantándose. "No sé cómo baja la escalera si apenas camina bien. Tiene que ser por magia, no?" Lo tomó en brazos y regresó a sentarse, con su hijo sobre las piernas. Miró a Hermione. "Es tan inquieto como su padre..."

Los ojos se le humedecieron a Ginny, y Hermione sintió pena por ella. No era posible que siguiera poniéndose así cada vez que recordaba a Harry. Mal que mal ya había muerto hace poco más de 2 años. En cierta manera lo comprendía, ella estaría igual si su novio se hubiese muerto sin llegar a saber que iba a ser papá. Además Harry había sido su amigo tantos tiempo... 'Rayos, no voy a llorar yo también'

"Sabes, Ginny... Lo que yo haga o no con mi cuerpo es mi problema" Decidió cambiar el tema. "No voy a hacer algo perjudicial para mi salud"

Ginny suspiró.

"Si lo quieres así... tienes razón. Haz lo que quieras. Pero ten cuidado, Hermione"

La castaña asintió y miró a William. Se había quedado dormido con la cabeza apoyada en la mesa.

"Oh" Se puso de pie y se acercó a Ginny. "Dámelo, lo voy a acostar"

Ginny se lo pasó con cuidado y Hermione salió de la cocina, llevando a William en brazos. Subió la escalera con cuidado y lo llevó a su habitación. Vio las sábanas revueltas, así que con la varita en la mano libre las ordenó un poco y acostó al pequeñito. Bajando la escalera escuchó un ruidito desde la sala. Al llegar abajo vio a Ron saliendo de la chimenea con un traje muy elegante y no pudo evitar quedársele viendo atontadamente, aún cuando él todavía no se daba cuenta de que Hermione estaba ahí.

Continuará...


Hola! Uy, empezaron las clases, el martirio otra vez x.x y menos tiempo para escribir y usar el Pc, grrr... Bueno, hay que acostumbrarse xD. Voy a tratar de actualizar más o menos una vez a la semana, pero si no alcanzo ya saben por qué xD. Gracias por todos los reviews de la vez anterior en especial a quienes no les puedo contestar :) y a quienes me saludaron por mi cumple. Gracias tb a BianK por la idea del nombre del niño xD. Espero que les haya gustado este capítulo y bueh, pues déjenme un reviewcito como siempre :D Bye!