El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000

Tu chica perfecta
7. En sociedad

Hermione acababa de llegar de su octava sesión de gimnasio. Alex le había dicho que todo iba muy bien, algo que pudo comprobar al probarse la falda de jean que hace dos semanas Chelsea le había hecho comprar y ver que le quedaba espectacular. Viéndose en el espejo observó que sus piernas ya no parecían tan larguiruchas como antes, ahora tenían una forma digna de ser mostrada. El tamaño de su trasero ya no le molestaba, y le había aparecido cintura! No pudo evitar sentirse más contenta en ese momento.

Reggie entró en la habitación sin golpear como siempre lo hacía y se rió al verla de pie frente al espejo.

"Hermione, eres una vanidosa!" exclamó, haciendo sonrojar a la aludida, mientras dejaba una pila de ropa limpia sobre la cama de Nikki y luego otra pila sobre la de la castaña.

"¿Vanidosa, yo? Dime, quién es la que tiene ocupado un mueble completo del baño en sólo cremas para cabello? Espera... ¡eres tú!" se rió.

"Porque yo si tengo algo que cuidarme" respondió Reggie, moviendo su larguísima melena cobriza con bucles hacia un lado, antes de salir de la habitación dando un portazo.

"Ja ja" susurró Hermione, volviendo a mirarse en el espejo.

No veía a Ron desde aquel domingo en que fueron con Will al cementerio. Ese día no había logrado sonsacarle más de un solo elogio. Ahora que existía algo de progreso tendría que verlo de nuevo.

Y como si de una conexión telepática se tratara sonó el timbre de la pensión. Claro que ella no supo quién era.

"¡No puedo abrir la puerta, tengo las manos mojadas!" gritó Reggie desde alguna de las tantas habitaciones.

Hermione frunció el ceño; sabía que no había nadie aparte de ellas dos en toda la edificación, así que se colocó una polera de las que estaba sobre su pila de ropa limpia y descalza bajó a abrir la puerta.

"¡Ron!. ¿Qué...?"

No pudo decir nada. Ni apenas vio a su amigo éste la abrazó tan eufóricamente que pensó que se iba a quedar sin aire.

"Te adoro" dijo él simplemente.

Ella sintió el típico calor subiendo a sus mejillas. Cuando Ron la soltó, su cara pasó de la felicidad al asombro. La miró de arriba abajo. Y se quedó con la vista abajo y la boca ligeramente abierta.

Hermione había olvidado que estaba con la minifalda. Ron volvió a mirarla a la cara, palideciendo.

"¿Estabas con alguien?"

Se hubiera esperado cualquier pregunta menos esa.

"N... no. No, estoy..." titubeó. "Estaba... ¿Qué haces aquí?" preguntó de súbito, tratando de relajar su expresión. Se percató de que Ron andaba con traje. "¿Por qué... estás vestido así?"

"Vengo de una reunión" Volvió a hablar con normalidad. "¿Segura que no estás con...?"

"No, no hay nadie... Sólo Reggie. ¿Quieres pasar?"

Sabía que la salita estaba hecha un desastre, mas no tenía alternativa. Se apoyó en la pared, esperando que Ron subiera primero. No se iba a arriesgar a que viera algo más que sus piernas al subir por delante. Ron la miró alzando una ceja y subió. Ella lo siguió.

"¿Tuvieron una fiesta aquí?" preguntó Ron llegando arriba.

"Cada día es una fiesta en esta pensión" respondió Hermione, alcanzándolo.

Ron tuvo que tomar un montón de libros del sillón grande y dejarlos sobre la mesa junto a algunos platos sucios para poder sentarse. Hermione le ofreció alguna bebida pero él no quiso, así que se sentó junto a él y lo miró, interrogante. Ron le sonrió y le tomó las manos.

"Tengo que agradecerte"

"¿Por qué?"

Soltó unas carcajadas.

"Me cambio de equipo de Quidditch" respondió emocionado.

"¿Cómo así?" preguntó ella, sorprendida.

"La semana pasada el dueño de los Chudley Cannons me fue a ver a un entrenamiento"

Hermione puso una expresión de completa impresión. Ron asintió.

"Uno de los suyos me escuchó en la radio el día de la entrevista y supo que yo quería estar en su equipo..."

"¿Te ofrecieron un contrato?"

Ron sacó su varita e hizo aparecer una hoja de pergamino en el aire con el logo en una esquina de su equipo favorito. Hermione la tomó y la leyó rápidamente, encontrando la firma de Ron al pie de página.

"¡Esto es increíble!" Se alegró, devolviéndole la hoja. Él volvió a hacerla desaparecer. "¿Pero qué tengo que ver yo en todo esto?"

"¿No fuiste tú quien me convenció de ir a esa entrevista?"

"Sólo porque Ginny..."

"Ella no lo habría hecho. Además ya lo sabe, su compañía comenzó a ser la auspiciante del equipo hace dos semanas atrás y estaba hoy en la reunión de la que vengo llegando"

"¡Wow!" exclamó, sonriendo.

"Mañana hay una fiesta de gala que realiza el equipo cada cuatro meses... Como nuevo miembro estoy invitado, pero hay un problema..." explicó.

"¿Cuál?"

Ahora buscó en su bolsillo y sacó una tarjetita plateada del tamaño de su palma, que también le pasó a Hermione. Ella, al terminar de leer, se la devolvió con una sonrisa burlona.

"Es con pareja" sentenció Hermione.

"Sí, y... Ya sabes..." Sonrió sinceramente mirándola directo a los ojos.

Hermione se perdió en ellos mínimo veinte segundos antes de susurrar:

"Acepto..." Pero tuvo que corregirse. "Quiero decir... Sí. Voy contigo. ¿Eso es, no?"

"Sí, eso es" Se puso de pie, dando el asunto por finalizado. "Paso a buscarte mañana a las 10"

Ron fue hacia la escalera y Hermione lo siguió hasta allí.

"Recuerda que es de gala" dijo al ir bajando.

"Sí"

"Vamos en auto"

"No utilizarás a Ginny de nuevo"

"No, dijo que era uno de los favores que te debía"

Hermione abrió la puerta.

"¿Entonces nos vemos?"

"Sí, nos vemos"

Ron le dio un beso en la mejilla y cruzó la calle; Ginny lo esperaba. Y a Hermione le pareció ver que guiñaba el ojo antes de partir.

Cerró la puerta y fue a su habitación. La pantallita multicolor de su teléfono móvil sobre la mesa de noche parpadeaba. Tenía un mensaje de Ginny, el cual rápidamente abrió.

Ya no te debo nada ;) , decía.

Era cierto.

SoSoSoS

"Sé que voy a morir de vergüenza" se dijo Hermione a la noche siguiente, a eso de las nueve y media, saliendo de la habitación para modelarles el vestido verde opaco de Sally U's a sus compañeras.

"¡Te ves preciosa!" se escuchó a coro. Todas la miraban con cara de 'nunca lo hubiera imaginado de ti'.

"Ojalá lo hubiese visto primero y me lo hubiese comprado para mí!" exclamó Reggie. Esa expresión bastó para todas. Ese era el vestido perfecto.

"No puedo... usarlo. ¡Miren este escote! Está vacío" exclamó mirándose con cara de odio.

"Los hechizos, recuerdas?" dijo Chelsea levantando su varita.

El escote se rebajó lo necesario, pero en la expresión de Hermione se notaba que aún no estaba conforme.

"¡Y es exageradamente corto!"

"¿Lo alargo?" sugirió Chelsea.

"¡NO! Lo vas a arruinar..." le gritó Anto. "¡Si sólo mírenla! Está demasiado, demasiado bien" Todas las demás asintieron.

Chelsea realizó un Accio en el aire y unos tacones negros salieron flotando de la habitación de Hermione y se posaron suavemente a su lado.

"Póntelos y estás lista"

Un par de horas atrás Rose había encrespado y aplicado un spray con brillos al cabello de Hermione y Anto se había encargado de maquillarla.

"Es como si fueras a la entrega de los Oscars" comentó Mandy.

"¿Qué es eso?" le preguntó Nikki, intrigadísima.

Mandy comenzó entonces un largo discurso de lo que eran los premios de la academia. Hermione se alegró por una parte ya que había dejado de recibir la atención del resto, pero por otra parte seguía nerviosa. Al mirar el reloj de la salita indicando quince minutos para las 10, se acercó sigilosamente hasta uno de los sillones más cercanos a la puerta, tomó la chaquetilla negra que Reggie le había prestado, su cartera verde y bajó las escaleras, sentándose en los primeros escalones con las piernas y los brazos cruzados.

"¿Dónde está Hermione?" oyó.

"¿Ya se fue?"

"Se tiene que haber ido, no está ni su cartera ni la cosa esa de Reggie"

"Se llama bolero, pazza"

"¿Me estás diciendo vieja?"

"¡Te estoy diciendo estúpida!"

"¡Ya paren!"

Hermione abrió la puerta y salió a la calle, cuidando de cerrar sin meter ruido. Se sorprendió al encontrar el Ford estacionado fuera de la pensión. Ron bajó el vidrio y la miró tan sonriente como siempre. Ella se esperaba algún comentario del tipo 'cada día estás más preciosa' pero Ron no dijo absolutamente nada. ¿No le había gustado su vestido?. ¿Estaba esperando otra cosa?

"Pensé que faltaban 10 minutos" susurró Hermione, acercándose a la ventanilla. Quizás del auto a la puerta Ron no tenía buena visión.

"Lo sé..."

"¿Alguna explicación al adelanto?"

Ron negó con la cabeza, y dijo:

"Súbete"

Hermione se enderezó en cámara lenta, dio la vuelta al auto por la parte de adelante caminando lentamente y procurando menear las caderas lo suficiente como para hacer reaccionar de alguna forma a Ron, aunque él siguiera sin responder. Entró al auto, se acomodó, colocó el cinturón de seguridad y miró a Ron sonriendo, quizás exageradamente. Él hizo partir el auto y anduvo, sin volverla a ver, y aunque Hermione le hablaba él no dejaba de mirar al frente. Por supuesto era lo más lógico, pues estaba manejando, pero eso no evitó que Hermione se sintiera por momentos un poco mal.

Sin que pasara mucho tiempo, Ron frenó. Estaban frente a un gran edificio con una enorme escalera que daba en un tercer piso o algo así. Todo era de piedra gris y las barandas estaban decoradas con largos lazos naranjos y blancos. Ron se bajó y, como siempre, fue a abrirle a Hermione, evitando su mirada en cada momento. Le ofreció el brazo y subieron las escaleras. Al cabo de medio minuto llegaban arriba y un hombre con túnica negra les abría la puerta.

"Bienvenidos"

"Gracias" respondió Ron. "¿Hacia dónde tenemos que ir?"

"Siga hacia delante y la primera puerta"

"Bien..."

Hicieron lo que les habían indicado. Al empujar Ron una gran puerta negra, el sonido de una canción clásica les llegó a los oídos. Era una sala de mediana capacidad, escasamente adornada excepto por las decoraciones del color representativo del equipo y las mesas, un escenario y una orquesta. La tenue luz venía de unas velas flotando por aquí y por allá. No había mucha gente todavía, lo extraño era que los hombres estaban de un lado de la sala y las mujeres de otro. Hermione miró a Ron cuestionándolo con la mirada y él se encogió de hombros sin verla directamente.

"¡Weasley! Ven acá" lo llamó un hombre de edad.

Todos estaban volteados hacia ellos. Ron tomó de la mano de Hermione y fueron hacia aquel lado.

"¡Qué alegría verte!" El hombre se puso de pie y lo saludó con la mano libre. "Bienvenido a esta reunión, tu primera de muchas" Algunos de los presentes, ya mucho más jóvenes que quien hablaba, alzaron sus copas. "Para quienes no lo conocen, él es Ronald Weasley, el más reciente fichaje de los naranjos" Aplaudieron cortésmente. "Y su acompañante debe ser..."

"Hermione Granger" respondió ella, sonriendo.

"Una amiga" agregó Ron, casi atropelladamente.

De no ser por las otras personas, Hermione lo hubiera mirado feo.

Entraron cuatro personas más a la sala.

"Miren, ahí vienen Smith y Liebert con sus esposas" El hombre miró a Hermione. "Si lo deseas puedes ir con las otras damas por allá"

Lo dijo como una petición, pero Hermione no tenía alternativa, así que agachó la cabeza en forma de disculpas y fue hacia el otro extremo de la sala, casi al mismo tiempo que las mujeres de Smith y Liebert iban hacia allá, y notó que todas las demás eran especialmente jóvenes y bonitas, sintiendo que no les llegaba ni a los talones.

"Fefi querida, no-lo-puedo-creer!" dijo una de las chicas, abrazando a una de las recién llegadas antes de mirarla de arriba a abajo. "¡De verdad te las pusiste!"

Ese comentario dejó un poco colgada a Hermione.

"350 cc, ni una gota más. Ese doctor que me recomendaste es un artista!"

¿Era lo que se estaba imaginando? Todas miraban casi obscenamente los senos de aquella rubia... No podía ser otra cosa.

"Pero sí se te nota, mírate!. ¿Cuántas tallas?"

"Tres. Te debo una gigante" La rubia se acomodó el escote.

Hermione se miró el suyo propio e hizo una mueca de desagrado. Quizás después le pediría disimuladamente algún consejo sobre su apariencia. Tomó asiento intentando sonreír.

"¿Y tú quién eres?" le preguntó una que parecía mínimo cuatro años menor que ella. Las otras le sonrieron a Hermione.

"Debe ser la novia de ese tal Weasley, no?. ¿Cómo te llamas?"

"Hermione, y no. No soy novia de Ron..." aclaró, con un dejo de angustia en el pecho.

"¿Esposa?"

Negó con la cabeza.

"¿Amante?" preguntó una pelinaranja con una sonrisa pícara en los labios. Hubo una carcajada general.

"No, sólo amigos..."

"¿Con ventaja?"

"Tampoco..."

Se estaba incomodando un poco, para su suerte llegaron tres mujeres más con sus respectivas parejas que se fueron hacia el otro lado.

"Arlenna, hermoso tu vestido!"

"¡Gracias! Lo compré en Francia la semana pasada, a que es hermoso?"

"Karen, que bueno que viniste. Ay, no me digas que tú también..."

"¿Qué pasa?"

"¡También se puso senos!"

Hermione ahora sí se azoró. Todas esas mujeres tenían escotes de los cuales jactarse y ella no. ¿Sería ese su siguiente paso, quizás el último? Ron no le hacía caso, eso era demasiado obvio, quizás no estaba siendo extrema y quizás con eso lo lograría.

"Permiso" dijo, levantándose. "¿Dónde está el baño?"

"Sales de aquí y por el pasillo a tu derecha. Hay un letrero..."

"Gracias"

Antes de salir de la sala miró hacia donde estaba sentado Ron, quien se veía muy entretenido conversando con sus nuevos compañeros de equipo y eso le reafirmó su nueva situación.

Fue al baño, alegrándose de que no hubiera nadie, abrió su bolso, lo dejó sobre el lavamanos y sacó su celular, marcando el número de su madre.

"Alo? Habla Hermione... Bien mamá, sí. Oye, necesito que me hagas un enorme favor... ¿Me darías el teléfono de tu amigo el cirujano plástico?"

Continuará...

Como bien se darán cuenta este fic está en sus últimas palabras, dos capítulos más y sería. Demás que hago un extra o demás que termino el próximo, nunca se sabe xD, todo depende de cómo ande la recepción de reviews... xD Ya saben, así que no olviden su comentario con tomatazos gigantes para la tirana que le hace esas cosas a la pobre Hermione xD. Bye!