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Tu chica perfecta
8. ¿Solución perfecta?
Antes de salir de la sala miró hacia donde estaba sentado Ron, quien se veía muy entretenido conversando con sus nuevos compañeros de equipo y eso le reafirmó su nueva situación.
Fue al baño, alegrándose de que no hubiera nadie, abrió su bolso, lo dejó sobre el lavamanos y sacó su celular, marcando el número de su madre.
"Alo? Habla Hermione... Bien mamá, sí. Oye, necesito que me hagas un enorme favor... ¿Me darías el teléfono de tu amigo el cirujano plástico?"
Para cuando Hermione estaba entrando de regreso en la sala, la fiesta ya había comenzado. Las mesas se habían unido y ahora todos estaban con sus parejas mientras comían de un cóctel. Ubicó la cabeza rojiza de Ron y vio la silla desocupada a su lado, la suya, y fue hacia ella.
"¿Dónde estabas?" le preguntó él, mientras un elfo vestido como mayordomo le ofrecía un vasito con hidromiel.
"En el baño" contestó ella, frunciendo el ceño y dirigiéndole una mirada de odio al presidente de los Chudley Cannons dos puestos más allá de Ron en la cabecera, ignorando al elfo.
Ron sacó por ella el vaso y se lo puso delante, sobre la mesa, y al segundo siguiente se volteó y comenzó a hablar con la señora del presidente del equipo. Hermione se cruzó de brazos y esperó a que sirvieran la comida.
Habrían pasado unos cuarenta minutos igual, en que Ron ni siquiera se volteaba a verla. Hermione había empezado una conversación con Karen, una bruja a la que ya conocía del Instituto. Luego el presidente había hecho un brindis por Ron, y esa había sido la única ocasión en que le había vuelto a dirigir la mirada. Eran poco más de las dos de la mañana cuando Ron se acercó a ella luego de terminar su discusión con una Cazadora y su marido.
"¿Nos vamos?" le preguntó, con las manos en los bolsillos. Hermione se encogió de hombros, se despidió de Karen y lo siguió fuera de la sala de mala gana. Ron la miró de reojo y se extrañó. "¿Qué te sucede?"
"Como si te importara..." susurró ella.
"Claro que me importa, qué te sucede?" repitió, girando la cabeza hacia ella. Hermione lo miró con los labios apretados y pasó por delante de él, bajando casi corriendo las escaleras del edificio. "¡Oye, espérame!" Ron saltó los últimos 24 escalones de tres en tres y llegó al suelo antes que ella, por lo que Hermione se vio obligada a enfrentarlo.
"¿No te parece poco haberme ignorado toda la maldita cena?"
"¿Ignorarte? No, no fue eso"
"¿No fue eso?" Los ojos se le pusieron algo llorosos. "¿Entonces qué?"
Ron se quedó callado, respirando profundamente. Una pequeña brisa hizo a Hermione tiritar de frío, por lo que no siguió esperando, lo adelantó y se fue hacia el auto, parándose junto a la puerta del copiloto. Ron se demoró en voltear y sacar el mando del auto para abrirlo.
Hermione se subió sin decir ni una palabra. Siempre terminaba mal sus veladas con Ron. ¿Arreglaría con todos sus cambios que esa situación terminara de una vez? Era lo que más deseaba saber.
Ron tampoco se preocupó en debatir. Simplemente la dejó en la puerta de la pensión sin siquiera despedirse adecuadamente. Un beso hubiera estado genial, un abrazo bien, un apretón de manos aceptable, pero un adiós susurrado sin siquiera verla a los ojos? Ron se había portado como un verdadero imbécil, definitivamente, y con el paso final lo iba a hacer pagar caro. Al menos eso iba pensando mientras subía las escaleras de la pensión. Las luces estaban todas apagadas así que llevaba la varita en alto.
Y casi dio un salto cuando al llegar arriba una de las lámparas se encendió de súbito. Allí, junto a la lámpara, se veía el perfil de la cabeza de Anto.
"¿Hermione, eres tú?" susurró con voz somnolienta.
"Sí, qué haces aquí a esta hora?" Con un movimiento de varita encendió la luz principal.
Anto tenía el resto del cuerpo recostado sobre un sillón y había un grueso libro sobre sus piernas.
"Mañana tengo que dar un examen especial..." Se incorporó restregándose los ojos. "¿Cómo te fue en tu cita?" preguntó sonriente.
"Mal..." suspiró Hermione, yéndose a sentar junto a ella. "Un desastre"
"¡Si te veías tan bien!" Anto hizo una mueca con los labios.
"Pero la actitud de Ron no iba conmigo. Estaba muy pesado..."
"¿Sería un mal día?"
"¡Con los demás andaba muerto de risa!" le reclamó al aire, apretando un puño.
"¿Y qué piensas hacer?"
"Oh" Sonrió. "Darle una sorpresa. A él y a todos ustedes..."
"¿Cómo?"
"Mejor que ni lo sepas" Se levantó y con la mano la instó a hacer lo mismo. "Vete a dormir. Eso haré yo. Buenas noches..."
SoSoSoS
A las cinco de la mañana sintió vibrar su celular sobre la mesita. Lo tomó y leyó la pantalla encandilada por la luz. Era un mensaje de Ron.
Perdóname, era todo lo que decía.
Pero no, no lo iba a responder. Ron se iba a quedar con las palabras en la boca todavía un tiempo más.
Volvió a dejar el celular sobre la mesa y cayó en un profundo sueño.
SoSoSoS
"Buenas tardes. ¿El doctor Meyer?"
"¿Tiene cita?"
"Sí"
"¿Nombre?"
"Hermione Granger"
"Ya. Espere allí por favor. En un rato el doctor la atiende"
Era lunes por la tarde. Hermione no se había podido esperar ni un momento más para ir a ver qué podía hacer con ese detalle que la estaba molestando, tanto así que había decidido saltarse las clases para ir a la consulta. No había tenido más noticias de Ron desde aquel mensaje la madrugada del sábado (o era muy imbécil o muy hipócrita) y mejor que así hubiera sido, de otra manera le pudo haber comenzado a picar el bichito del arrepentimiento. Gracias a Merlín eso nunca sucedió. Tampoco le había comentado esto a nadie más que a su madre, y qué bueno que ella no se había negado. Ahora estaba convencidísima de la decisión que había tomado.
Sacó una revista de modas de sobre la mesa y la ojeó por varios minutos hasta que la secretaria la llamó por su nombre.
"Señorita Granger, puede pasar"
Dejó la revista sobre el asiento, se acomodó su bolso y entró por la puerta que le indicó la secretaria. La oficina no tenía nada de especial, era una típica consulta de doctor. Hermione se sentó en el asiento frente al escritorio. El doctor bajó sus papeles y la vio con una ceja alzada.
"¿Hermione Granger?"
Ella asintió. Y el doctor sonrió.
"¡Qué sorpresa! No te veía desde el cumpleaños de tu padre. Estás muy cambiada"
"Sí" se encogió de hombros. "Bueno, estamos en esto de hacer cambios, no?"
"Correcto" Se puso unos anteojos. "Entonces, a qué vienes exactamente?"
Hermione tomó aire antes de responder:
"Quiero... ponerme implantes"
"¿Dónde?" preguntó serio el doctor, sin reírse.
"En el busto"
"Supongo que ya tienes claro en qué consiste"
"Sí"
"Bien. Ve detrás de ese biombo y quítate la blusa y el sujetador. Voy a proceder a examinarte"
Hermione hizo lo que se le pidió, no sin sentirse un poco abochornada, a pesar de que era el trabajo del doctor y para él debía ser algo de todos los días.
"¿Estás lista?" oyó del otro lado del biombo.
"Sí"
"Ok. Párate en el taburete. Ya voy"
Ahora escuchó sus pasos acercarse. Al verlo notó un sujetapapeles en la mano, donde comenzó a escribir de inmediato.
"¿Te has hecho alguna operación antes?"
"Ehhh... Mi apéndice" se apuntó la casi imperceptible cicatriz que aquella operación hace más de diez años le había dejado.
"¿Eres intolerante a alguna..."
"No" contestó precipitadamente. Nada podría impedir que se pusiese sus implantes.
"¿Y cómo quieres tenerlas?"
"¿Cuánto cree usted que me convendría?"
"¿Sólo relleno?"
"Sí... y que no se vean caídas por supuesto"
"Ponte la blusa. Vas a ir a la sala de junto a probarte los moldes con mi esposa, luego te puedes ir. Ella me dirá qué número elegiste y mañana regresarás para conversarlo"
Hermione se bajó del taburete y se vistió. El doctor salió de la oficina para, seguro, hablar con su secretaria. Hermione volvió al escritorio, tomó sus cosas y salió para entrar a la sala de al lado. Allí había una mujer de lentes escribiendo en un computador, quien levantó la cabeza al oír la puerta abrirse.
"¡Hola, Hermione! Dios qué grande estás!"
"Hola, señora Meyer. ¿Cómo está?"
"Yo muy bien, pero tú querida... simplemente espectacular"
Ella sonrió. Ojalá todo el mundo pensara igual. Ojalá Ron pensara igual.
"Bien, mira" se levantó. "Te voy a pasar esto y te lo vas a poner..."
Estuvo más o menos media hora probándose distintos modelos. De todos los que vio, decidió que iba a completar la copa C, tampoco pretendía exagerar ni presentarse a Playboy. Al finalizar la mujer le envió saludos para su madre y Hermione salió del edificio, tomó un taxi y se fue a la pensión.
SoSoSoS
"¿Entonces, qué decidiste?"
"Quiero llenar una copa C"
"¿Esto?" Levantó una de las muestras.
Hermione asintió, sonriente.
"Ok, solución salina..." anotó en una libreta "Hermione Granger... 20 años... ¿Para cuándo?"
"Oh, lo antes posible"
"Tenemos fechas libres durante toda la próxima semana"
"¿Ésta no puede ser?"
El doctor la miró interrogante.
"¿Estás muy segura de esto, Hermione?"
"Completamente doctor, es que no puedo seguir perdiendo tiempo..."
"El sábado a las diez de la mañana"
Tendría que faltar al gimnasio... pero ya, qué, esto era más importante ahora.
"Sí, perfecto" exclamó, con una sonrisa de oreja a oreja.
"Está bien. Aquí tienes un folleto con las recomendaciones principales" Le alcanzó un pequeño tríptico. "Te veo el sábado en el mismo hospital donde trabaja tu padre, tienes que llegar un poco más temprano y alguien debe acompañarte, luego con esa persona arreglamos los términos de qué hacer contigo" se rió.
"Yo creo que esa persona va a ser mi madre así que no habrá problema"
"Vale. Entonces..."
Se despidieron con una sacudida de manos. Hermione, al salir de la sala, afirmó bien su bolso y en el hombro y se paró bien derecha, contenta de que al fin podría demostrarles a todos que ella era mucho más que un cerebrito.
Pero en el camino se encontró con un pequeño problema. Al salir por las puertas corredizas de la clínica se encontró el Ford Mondeo verde agua estacionado en la esquina. Su corazón dejó de palpitar por dos segundos para luego relajarse por completo. Ginny iba saliendo con William en brazos de la clínica.
"¡Hermione!"
"¡Tía Hermi!"
"Hola Ginny, hola mi pequeñito" Le dio un beso en la frente a Will. "¿Qué hacen por aquí?"
"A William le regresó el resfriado, y el sanador me dijo que era muggle, así que tuve que traerlo al pediata"
"Pediatra, sí. Oh, y cómo está ahora?"
"Le recetó unas pastillas. Hermione, estás súper delgada" dijo en tono preocupado, mirando la cintura de su amiga.
"Resultado del gimnasio y una buena dieta"
"A todo esto... ¿tú qué haces aquí?" preguntó Ginny, con una ceja alzada.
"Vine a dejar unos archivos a una amiga de mi madre" mintió con rapidez. A pesar de que Ginny la seguía mirando interrogante, siguió: "Ella está súper ocupada estos días, en esta época cuando acaba la primavera es que llegan más niños con caries, y..."
Ginny negó con la cabeza, levantando una mano plana.
"Ahora la verdad, por favor"
Hermione se cortó y se sonrojó.
"Mira" Abrió su bolso y sacó una tarjetita que le pasó a Ginny. "Vine a ver al doctor Meyer, quien sí es amigo de mis padres"
"¿Cirujano plástico!" Hermione rodó los ojos. "¿En qué estás pensando, Hermione Granger?" Le entregó la tarjeta y afirmó mejor a su hijo.
"No te voy a decir nada, Ginevra. Vas y le cuentas a tu hermano, te conozco. No, no..." Detuvo a un oportuno taxi. "Nos vemos"
Pero Ginny no se iba a quedar con la duda, así que volvió a entrar al edificio. Por suerte Hermione no alcanzó a verla.
SoSoSoS
El día "D" había llegado. Hermione se había preocupado de todo con la confidencia de sus padres -quienes no le pusieron ninguna traba al notar lo sorprendentemente feliz que se veía-, se iría a vivir con ellos durante el tiempo que durara su recuperación, habló en el Instituto para despejar esa semana y recuperarlo con horario doble a la siguiente, y le pidió a Alex –su entrenador de gimnasio- que le guardara el secreto, pues no iría más hasta que estuviese completamente bien y él lo entendía; muchas de las personas que iban a su gimnasio ya habían pasado por procedimientos similares. Para sus amigos del Instituto y compañeras de pensión estaría de viaje por toda la semana en una playa de Centroamérica, así se evitaría llamados molestos y cuestionamientos propios de todo el tiempo en el que se alejaría del mundo.
Llegó con su madre tan puntual como pudo a las nueve de la mañana con treinta minutos al hospital donde se realizaría la operación.
A las nueve y cuarenta, la doctora Meyer le hizo ponerse una bata de hospital, luego le marcaron los lugares donde le harían las incisiones (claro que Hermione se mantuvo de ojos cerrados todo el tiempo, le daba dolor de estómago mirar) y la hicieron recostarse en una camilla en una sala especial, a espera de que llegara el anestesiólogo.
A las nueve con cincuenta y nueve la madre de Hermione la despidió con un abrazo y muchos besos, y salió al borde de las lágrimas hacia la sala de espera.
A las diez con diez minutos, un joven pelirrojo subía apresuradamente las escaleras del hospital y luego caminó a través de dos pasillos, hasta dar con la sala de espera donde estaba la madre de Hermione ya relajada conversando con otra doctora.
"¿Señora Granger?"
"Hola, Ron. Toma asiento. El doctor dice que saldrá dentro de dos horas"
"¿Cómo!"
Dio tres zancadas hacia una puerta que ponía 'zona restringida', pero una enfermera lo detuvo por el brazo, diciendo:
"Oh, no, caballero. Lea el letrero. No puede entrar allí"
"¿Cómo que nó..." iba a empezar a alegar.
"Hay un paciente en quirófano, no puede entrar"
"Entonces..."
No hubo necesidad de respuesta. Lo sabía. Había llegado demasiado tarde.
Continuará...
Hola gente! Tengo que admitir algo, habían motivos para demorarme un poco más de lo común en actualizar xD. Como muchas veces me pasa, fue que ya tenía bastante avanzado el capítulo cuando me entró la duda y sentí que no me gustaba tanto, así que ya saben, borrar y escribir de nuevo. Luego le iba agregando detallitos hasta que sentí que estaba perfecto para ser publicado xD, pero los quise hacer esperar. No me está funcionando bien el mail y tengo un rollo con FF que no me manda ninguna alerta o llegan muy atrasadas, ya me saca canas la lesera. En fin, aquí está el capi. El penúltimo o.o así que si quieren saber cómo finaliza esta historia y las respuestas a todas las preguntas que les deben haber quedado después de leer ese final xD déjenme saber que les pareció dejándome un review.
Y para aminorar la espera voy a invitarlos a leer la historia con el ID 3116590, un Lily-James escrito por mi tocayita Conniie.Potter.R (porque quisiste ser el 150, no resultó pero este es mi premio de consuelo xD) basado en High School Musical (eso a los que les gustó la peli xD).
Bye!
