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EL PLAN DE TYZONE
Había una mesa de madera, larga y grande, encima de un escenario de madera, era la misma mesa, por la que se estaban peleando las dos libélulas antes, nadie tenía ni idea por lo que habían pasado aquellas libélulas, seguramente estarán por ahí, en el festival descansando del trabajo.
Ese el lugar donde se iba a celebrar la primera prueba de Los Juegos de la Cosecha, el juego de beber. Donde consistía, en beberse cuatro jarras de zumo de parawa cada vez.
Algunos dirían, que beberse ese zumo era una locura, preferirían beberse un zumo mucho mas dulce antes que eso. Pero no era tan diferente, como ese juego que inventaron los piratas, que consistía en saber cuanto aguantaban en beber alcohol. Pero a todas las libélulas les encantaba beberse aquel zumo, no era la primera vez que hacían alguna locura.
Los jarras de metal ya estaban puestas en la mesa, había cinco jarras, que eran las que iban a utilizar los concursantes.
-Muy bien, concursantes, indicad quien es el quiere entrar, y preparaos para beberos una delicia muy picante -avisaba el presentador con tono eufórico.
El grupo de gente que estaba ahí delante, se reía de lo que decía el presentador.
Spyro, Sparx y el resto del grupo, aparecieron de entre la gente, Sparx todavía continuaba teniendo ese malhumor hacía Tyzone, que ahora lo convertía en un persona a la que no le gustaría estar delante. Spyro en ese momento que no había visto en Sparx, cada vez que se enfada por culpa de la persona que mas odia, se comporta de una forma turbulenta y en ocasiones absurda, ahora se comportaba teniendo un malhumor preocupante, no era de lo mas absurdo, a lo mejor.
Por otro esquina del escenario, los otros alcaldes ya se habían acomodado en sus asientos, se habían acomodado lo mas cómodo como para ver el juego.
-Ufff, nunca entenderé estos juegos -dijo el alcalde Frazer, que no entendía el concepto de diversión de el concurso.
-Oh, por favor -dijo la alcaldesa Ayba. -Si es lo mismo que cuando haces la tontería con tus hermanos, de saber cuanto aguantas manteniendo el trasero sentado en un cubo de hielo gigante. -Ayba carcajeo.
Los otros alcaldes también lo oyeron, y carcajearon también.
-Oh vamos, no hay nada mejor que tener el culo bien frío -se sentía avergonzádo el alcalde Frazer.
Carcajearon aún mas.
-Así si, si te dejas que se te congele el culo. Yo te lo caliento después -dijo el alcalde Kovor en forma de chiste.
Ahora en vez de carcajear, estallaron en risas.
Frazer se sentía avergonzado de todos los chistes que decían, era uno de los mejores alcaldes que hay en todo el valle, y estaba siendo humillado de esa forma.
-¡Oh! -se le ocurrió uno al alcalde Corab. -Y si por si acaso se le quema el trasero, lo tiro a uno de mis estanques.
Se carcajearon de aquel chiste.
Esto parecía una batalla, y el, la estaba perdiendo, necesitaba decir un chiste, se le ocurrió.
-¡Ah!, y lo dice la libélula verde, que en realidad es del agua, a lo mejor seguramente te tiraste a un foso maldito en el pueblo de Hiden y se te cambio el color, me equivoco -ese fue el chiste.
-Como -se extraño de lo que dijo.
Ahora todos, excepto el alcalde Hiden, se estaban mofando de el.
Ahora si que había ganado la batalla. Estaban todos tan sumidos en sus bromas que se habían olvidado de el concurso.
-¿Ahí alguno que participe en este juego? -preguntaba humorísticamente el presentador.
Esperaba que alguien siguiera el chiste, pero parecía que no.
-¿He dicho, si ahí alguno que participe en el juego? -seguían sin que le contestara alguien.
Sparx no sabía, si era un chiste malo o una pregunta retorica, pero de todas formas, el era uno de los concursantes.
-¡Yo soy uno! -grito Sparx mientras levanto el brazo para avisar quien era.
-¡Pues pasa aquí! -grito el presentador, movió el brazo para hacer que venga.
Sparx iba a hacer algo de lo que iba a arrepentirse después, no podía subirse a ese escenario en ese estado, Spyro tenía que detenerlo.
-Sparx, podrías parar un momento -Spyro agarro a Sparx del hombro para detenerlo.
-¿Que es lo quieres?, no ves que tenemos que concursar, para vencer a ese "ya sabes quien" -le quito de mala manera el brazo a Sparx, y le dijo egoístamente.
-Si, tenemos que vencer a Tyzone, pero no podemos si te comportas así -volvió a ponerle otra vez el brazo en el hombro a Sparx.
-Como, como un verdadero ganador -le quito otra vez el brazo a su hermano.
-En vez de convertirte en un desdichado ganador sincero, vas a ganar como un egoísta pusilánime como a Tyzone.
No se creía lo que había dicho su hermano de el.
-¿Vuelve a decírmelo? -le pregunto de manera inquietante.
-Egoísta pusilánime -dijo Spyro murmurando de manera insultante.
Sparx estallo en una bola de rabía, no soportaba que le hablaran así. Así que hizo lo único que podía hacer, se balanceo sobre Spyro a base de golpes y arañazos en la cara, ambos empezaron a pelearse el uno del otro, toda la gente miraba como se golpeaban sin parar, no entendían porque se estaban machando, estaban atrayendo demasiado la atención.
El presentador estaba viendo el conflicto entre los dos, y le parecía un grandísimo espectáculo.
-¡Vaya!, que tenemos aquí, a dos niños que se pelean por el puesto, vaya, nunca había visto una lucha como esa, esta podría haber sido la mejor batalla hecha en este pueblo. Dale fuerte -hablaba el presentador, como si fuera parte del espectáculo.
Los alcaldes, veían el conflicto desde sus sillas, y no entendían la diversión de ver a dos niños, viendo como se machacan el uno al otro.
-No entiendo, nadie nos dijo que habría lucha -dijo el alcalde Hiden sin comprender si ese conflicto era parte de los juegos.
-No, yo no creo, que sea parte de la fiesta -dijo la alcaldesa Ayba.
-Yo tampoco. Pero yo apuesto a todo al niño dorado -dijo el alcalde Kovor.
Spyro y Sparx no paraban de hacer todo tipo de cosas, entre morderse las alas y dándose puñetazos en la cara, los dos podrían estar así toda la noche sin parar, sin ganador. Pero Spyro era mucho mas grande que Sparx, eso le daba una oportunidad.
Ahora le mordió la cola a Sparx. Gimió de dolor Sparx.
-¡Ufff! -se sorprendió la gente del mordisco que le había dado, el presentador y los alcaldes, se sorprendieron también.
Spyro empezó a tironear a Sparx de un lado a otro, como si fuera un muñeco de trapo.
Mientras toda la gente se distraía con el conflicto, el alcalde Roman llego al escenario, acompañado de sus dos hijos y un grupo de guardias. Miraba como aquellas dos libélulas se estaban masacrando el uno al otro como si fueran animales, no entendía porque nadie hacía algo al respecto. Se acerco al lado del presentador, que no se quitaba los ojos del conflicto, le toco el hombro, giro la cara y se sorprendío de quien era la persona.
-Señor alcalde.
-Que hace esta gente mirando a dos niños como se comportan "como niños", es que nunca han visto a dos niños combatiéndose entre si, haz algo al respecto y detén esto -le pidió el alcalde Roman, que parecía esto una feria, en vez de un festival.
-Si señor, ya lo hago.
Spyro tenía agarrado a Sparx contra el suelo, intentaba con todas sus fuerzas de soltarse de Spyro, mientras lo tenía agarrado, vio claramente por un ojo, que estaba Tyzone ahí, mofándose de los dos.
-Tyz...
Spyro le agarro bien fuerte, antes de que vaya hacia el.
-No lo hagas, Sparx, es una trampa -intento advertirle Spyro, que esto iba a propósito.
El presentador no tenía ni idea de como detener a esos dos, necesitaba a alguien del público para hacerlo. Si no los detenía se iba a meter en un lío.
-Haber... ¿Hay alguien de entre el público que pueda detener a esos dos? -pregunto a alguien deseando que se acabara.
-Yo -levanto la mano Arya, que había vuelto y con el resto, para aclarar las cosas.
-¡Ufff! -aquella libélula le había salvado el pellejo.
Arya agarro a los dos del cuello, para intentar separarles, como lo había hecho antes con Turk y Lewton.
-¡Chicos!, parad ya, mirad lo que estáis haciendo -intento con todas sus fuerzas de liberarlos a los dos de su bronca.
-No. Es el que tiene que parar -dijo Spyro, aguantando la respiración por culpa de los forcejos de Sparx.
-No, tu tienes que parar, me has llamado egoísta pusilánime -dijo Sparx, aguantando la respiración por culpa de los forcejos de Spyro.
Arya no entendía ha que venía esta bronca, pero tenía que separarlos ya.
-Muy bien. ¡Parad ya! -grito Arya de una manera que nunca la habían oído, los dos se quedaron de piedra al oír ese grito.
Después de que les hubiera gritado, al final cesaron, y la hicieron caso.
Ahora que todo se había tranquilizado, iban a contar porque se estaban pelean-do.
-Muy bien, ¿ahora porque os estabais peleando?
Los dos no sabían cual iba a decir que.
-Porque Sparx se esta comportando como un borde, por la manía de intentar ganar a Tyzone e impedir que se salga con la suya -se explicó Spyro.
-Sparx -le pidió Arya que ahora el le contase.
-Porque me ha llamado, egoísta pusilánime -se explicó Sparx.
Ahora que los dos ya se habían explicado, ahora tenían que hacer las paces.
-Muy bien, Spyro, pídele perdón a tu hermano -le pidió.
-Lo siento, siento haberte dicho eso -le dijo Spyro con sinceridad y amabilidad.
Sparx se lo pensó un momento en perdonarlo.
-No importa, ya esta todo bien -dijo Sparx agarrando de la mano a Sparx, para señalar que ya habían hecho las paces entre ellos dos.
Spyro se lo pensó, aunque haya sido una palabra grosera, era la verdad.
-Sparx, siento habértelo dicho pero era la verdad -afirmó brevemente.
Se quejo Sparx, porque ya estaban otra vez con lo mismo.
-Si te estas comportando como... no como un "siento decírtelo", egoísta pusilánime, sino como un borde obsesivo -aclaró Spyro.
Sparx y Arya, se extrañaron aquella última frase, no tenía sentido.
-¿Que significa eso? -pregunto Sparx, sin aclarar ya todo este tema.
-¿El que? -no lo entendió.
-Borde obsesivo.
Ahora se dio cuenta de que tampoco tenía sentido para el.
-No lo se es que, todo esto, me esta volviendo loco -Spyro se golpeaba la mano contra la cara, porque se le estaban mezclando las palabras.
-No, mira, lo que quiero decir es que, cada vez que Tyzone hace algo que te cabrea, tu te comportas de una nueva manera, y esta noche acabas de hacerlas todas las maneras que se te ocurren.
-Si es verdad, hoy ya has hecho todo esos...-Arya pensó en la frase para definir el comportamiento de Sparx. -Cambios de humor, eso es lo que tienes, cambios de humor.
-Cambios de humor -se extraño Sparx, se extraño que puso otra voz muy refinada al decir esa frase.
-Si es verdad, tienes cambios de humor -Spyro chasqueo los dedos al darse cuenta de que era eso.
-Yo no tengo cambios de humor -replico Sparx.
-Sí, si que lo tienes, pequeña libélula -dijo Turk, que apareció junto con el resto de los amigos, que parecía que otra vez habían desaparecido.
-Como, tu también -reprocho extrañado.
-Si, siempre haces eso -Turk sostenía algo en la mano pero no se veía muy bien que era.
Ahora que había aparecido el resto, Spyro vio algo que no entendía. Porque estaban todos separándose, yéndose y viniendo de un lado para el otro, es que no podían estar todos juntos en un mismo lugar, estar haciendo lo mismo. Esto era demasí-ado raro.
-Un momento, no entiendo, porque estáis desapareciendo todo el rato, es como si fuerais unos magos, que aparecen en un mal momento y nos ayudan a resolver este embrollo -se definió Spyro haciendo gestos raros con las manos.
Los tres rieron.
-Ah, es que ahora fui, a que el alcalde Kovor me firmara un autógrafo, y lo he conseguido, mira -Turk le enseño a Spyro, un papel impreso en tela, con el dibujo del estampado oficial de Alas de Acero, con una firma que decidía Que los ancestros te acompañen siempre, Kovor, alcalde de Alas de Acero.
-Vaya -se sorprendió Spyro al ver ese autógrafo, pensar que era de un alcalde de grandísimo poder.
-Si, y mira que esta ahí -Turk levantó la mano y empezó a saludar al alcalde Kovor que estaba todavía sentado en el mismo lugar junto con los otros alcaldes.
El alcalde Kovor vio a lo lejos quien le saludaba, y este le saludo también. Turk y Spyro le saludaron desde allí a lo lejos, hasta se veía como les sonreía.
-Si, entiendo eso, de que querías darle un autógrafo, pero ahora no entiendo, antes, ¿que era lo que estabais haciendo?
Turk pensó.
-Es que necesitábamos que Turk aprendiera a influir algunos líquidos, como después va a beberse el parawa, necesitaba darle algunos consejos para que no estallara -contó Lewton, luego rio disimuladamente.
-Pero el tío lo hace de pena -dijo Grunch.
Turk se estaba avergonzado. Parecía que otra vez iba a estallar de furia.
-No es que no pueda, es que es de lo mas complicado -grito Turk a todo ellos quejándose de que no podía.
-Tranquilo, amigo -intentaron que Turk se calmara un poco, porque si no iba a arrasar todo el festival.
En ese momento, una voz sonó del escenario.
-Bueno, parece que hay un concursante, que parece que no va asistir -decía el presentador desde el escenario.
Sparx se acordó, había mencionado que iba a asistir, pero por culpa de la tacañería de Spyro, este le impidió que se mostrara, se golpeo la cabeza, al darse cuenta de su olvido, queria morirse del sufrimiento.
-¿Así que hay algún otro mas que pase? -pregunto usando el mismo tono que utiliza para hacer chistes delante del público.
-Yo, estoy dentro -dijo Tyzone, levanto la mano para señalar quien era.
-¡Que! -se sorprendió Sparx al oír la voz de la persona que había dicho eso.
El resto se sorprendió también, no se acordaban de que participa y ademas era por eso por lo que habían hecho la apuesta. El presentador se quedo ausente en su mente, no sabía que el hijo del alcalde iba a participar. Esto seguramente va a ser un horror, se dijo a sí mismo.
-Vaya, no tenía de que el futuro alcalde vaya a participar -dijo humorísticamente, aunque en realidad era sarcasmo.
La gente movió la cabeza arriba y abajo como una respuesta afirmativa, aunque en realidad estaban disimulando porque tenían miedo.
-Que pasa, no dije mi padre antes que todos nosotros iguales -dijo sarcásticamente, luego río descaradamente.
El presentador miró de reojo al alcalde, Tyzone había convertido esa frase, en una manera de igualar las responsabilidades de su padre, con sus caprichos oscuros. Tyzone miraba al presentador con unos ojos platónicos que expresaban su sarcasmo, reía mientras lo miraba, el presentador se quedo ausente, no tenía idea de que decir, temiendo a que dijera algo malo, y el otro se cabrearía tanto, que seguramente ordenaría a su padre que le exilie del pueblo o que lo mate. Trago saliva antes de contestar.
-Bueno si, pero me parece un poco raro que partícipe, digamos... -le cortó Tyzone la conversación.
Tyzone le puso el dedo índice encima de la cara y empezó a moverlo de izquierda a derecha como un gestó de negación, hacía ruidos con la boca al hacerlo.
-No, querido presentador -dijo Tyzone, comportándose como un si fuera un alcalde experto.
La gente sabía lo que iba a pasar, iba a decir otra cosa rara que seguramente es una estupidez que no vale la pena escuchar y solamente la entiende el porque esta en su cabeza. La gente quería quejarse pero no podía, por miedo de Tyzone, tendrían que soportar lo que iba a decir Tyzone. Si alguien tuviera agallas, le tiraría una piedra para que se fuera a otra parte y que no nos molestara mas, de ahí se convertiría un nuevo juego para el festival, "TIRO AL TYZONE", seguro que iba a ser todo un exíto, pensó Sparx, que el es el que más tenia ganas de tirarle una piedra, para hacerle callar.
-No todos somos iguales, como ha dicho mi padre antes. -contó. -Eso significa que hasta la mas insignificante de todas las libélulas que hay aquí, es igual.
Clayton le hizo gracia lo que dijo, y empezó a reír como siempre. A Tyzone no le hizo gracia que su hermano se riera.
-¡Ummm! -le hizo una queja como una advertencia de aviso.
Clayton se callo, entendió aquel aviso.
Hasta los otros alcaldes, estaban prestando atención a Tyzone, aunque no tenían ni idea de como se comportaba, ni quien era, nadie le había dicho que el alcalde Roman tenía un hijo de lo mas retorcido.
-Como iba diciendo. No importa si eres, fuerte, rudo, mezquino, débil... -Tyzone no paraba de decir todo tipo de sinónimos sin parar.
Turk hizo ruidos de ronquidos a propósito, para burlarse de todas las cosas que decía, porque era un rollo de discurso, estaba mucho mejor el que había dicho su padre.
Lewton y Grunch, se rieron de los ronquidos de Turk. Turk también se rio.
-Y hasta, insignificante -termino de contar.
-Seguro que es el insignificante -dijo Sparx a Spyro.
Spyro rio, aunque no demasiado, lo único que pensaba era en Sparx, y que el problema no se había solucionado.
-Aunque lo creías gente, yo soy un insignificante.
-¡Como! -se sorprendió el grupo. Había dicho lo que había dicho.
Llevaban mucho tiempo, esperando que Tyzone se dijera a sí mismo como era en realidad, y ahora lo había dicho delante de todo el mundo, aquí había algo que no cuadra.
La gente también se estaban preguntando lo mismo, se susurraban los unos a los otros. El alcalde Roman no se creía que su hijo se hubiera dicho eso, se le quedaron los ojos tan abiertos como platos, miro al guardia, este indico que tampoco sabía nada, volvió a mirar a Tyzone. Los otros se pensaban que era una manera de expresar coraje y valor como alcalde, en vez de volverse locos como la gente, se volvieron lo-cos por pensar, que podría ser digno de alcalde.
-Si, yo soy un insignificante, tanto que posiblemente no sea digno de nada, como ser alcalde.
Volvió a sorprenderse cada vez el grupo con mas intensidad que antes. Sparx necesitaba beberse algo para luego esculpirlo, porque desmayarse por culpa de oír esas palabras venidas de la peor persona que conocía.
A Roman le entró un ataque de extrañitud, no sabía bien que era, pero si necesitaba que alguien le pellizcara, por si acaso esto era un sueño.
-Pero claro, una persona insignificante no puede ser alcalde, y no puede gobernar a su gente -la cosa se estaba llevando a un nivel nefasto. -Pero respondedme a una pregunta -la gente se acerco. -¿Para que hacemos estos juegos?
La gente se sorprendió de la pregunta, no entendieron el concepto de que quería decir, parecía una pregunta a la que es de tontos que no la supieran, pero la forma en que lo dijo parecía otra cosa.
-¡Que! -se dijo Sparx a sí mismo.
Los alcaldes se hablaban entre ellos, pensaron que aquella pregunta era una respuesta clave a la que ellos tenían que responder, eso lo convertía en un alcalde muy inteligente.
-Sí, durante mucho tiempo, hemos creído, que para celebrar, el día de la libertad de las libélulas. Para conmemorar a esos valientes granjeros, que arriesgaron su vida por la nuestra.
-Si -dijo la gente, tenía mucha razón aquella historia ya se la conocían de siempre.
-Pero pensadlo por un momento -prestaron atención, esto no parecía ser ninguna tontería, no como hace las de siempre. -Aquellos granjeros, eran personas insignificantes. Granjeros que se pasaban todo el día haciendo lo mismo de siempre -se aclaro la gente. -Conreaban el pasto, cosechaban sus huertos, alimentaban a los anímales, y todo eso durante años -se pensaban cada vez mas eso, tenía mucho razón en lo que decía, todos los granjeros siempre hacen lo mismo, y estos hicieron algo histórico. -Pero entonces, que hicieron un día. Se hartaron de que los trataran como simples bichos. Entonces se unieron entre si, y formaron un grupo de combate para vencer al los opresores que nos mantenían aplastados bajos sus botas -se puso euforíco Tyzone, la gente gritaba dando ánimos a los granjeros que los habían salvado. Sparx y Spyro se empezaban a asustar, parecían que hacían caso a Tyzone, sin olvidar el daño que les hacía. Roman no se creía lo que veía, estaba haciendo que la gente se apoyara por encima de sus palabras, seguía pensando que esto era un sueño, necesitaba apuradamente que alguien le pellizcara. Los alcaldes volvieron a hablarse entre sí, pensaron que ademas de tener coraje, valor y inteligencia, tenía carácter, estaban mas decididos que nunca, que era perfecto para ser alcalde. -Lo hicieron, lucharon hasta el final y vencieron, la paz se hizo para las libélulas, y una cosa también cambio, que somos una de las especies mas valoradas en Skylands -grito Tyzone de jubilo, la gente grito de jubilo cada vez mas, les encantaba todo lo que decía. Ahora en vez de querer que alguien le pellizcara, quería que se le cayera la boca de lo asombrado que estaba. A los otros alcaldes si que se les había caído la boca, al alcalde Hiden se le caía la baba de lo asombrado que estaba, una de las babas se le cayo en la punta de la cola del alcalde Frazer, se quejo del asco que era. -Por donde iba -se maseaja los ojos haciendo el gesto de que pensaba, imitando los chistes del presentador. -Así, antes dije que para que eran los juegos, los juegos son una celebración, celebrar el día en que acabo con nuestro sufrimiento, el día en que dejaron de ser libélulas insignificantes a ser héroes -grito de nuevo de jubilo la gente, por accidente también grito de jubilo Turk, Sparx lo miraba con una cara que era la misma que ponía Tyzone para que se callara su hermano, Turk reconoció su error, se avergonzó de sí mismo. -Pero no solo es eso, es para demostrar que eres tan valiente como un granjero, una prueba que solo un insignificante puede hacer, porque si ganas, dejas de ser un insignificante y te conviertes en uno de esos granjeros héroes, así que, quien quiera meterse en los Juegos de la Cosecha, que venga aquí y desafíe su coraje -un grupo de libélulas levantaban la mano, diciendo que querían meterse en los juegos y convertirse en un granjero héroe. Estoy ganando,pensó Tyzone. -No importa si eres insignificante, rudo, mezquino y débil o cualquier otra cosa. Porque de todas formas, todos somos iguales -la gente reacciono con unos gritos y aplausos que nunca se habían oído antes, era como un estallido de voces, en ningún momento se habían escuchado unos gritos así, excepto por los del discurso del alcalde Roman, que eso si que había sido un estallido de voces, pero este fue como una bomba, y tan solo habían pasado unos minutos, y ya toda la gente estallo de alegría, Tyzone le había ganado a su padre.
-¡Tyzone, Tyzone, Tyzone, Tyzone, Tyzo... -gritaba la gente su nombre, se habían olvidado de lo terrible que era, y ahora le tenían confianza por sus argu-mentos.
A los alcaldes se les levantaba el alma del cuerpo por oír todas esas palabras, se levantaron de sus asientos de una, para aplaudir a Tyzone por su discurso, nunca estuvieron tan contentos de haber oído aquello, estaban tan animados, que tres de los alcaldes se pusieron a llorar, el alcalde Corab se secó las lagrimas con un trozo de tela que había cogido antes. Ahora si que estaban seguros de que era el candidato perfecto para ser el nuevo alcalde de Ala Rocosa.
El alcalde Roman también lloraba, pensó que por fin su hijo había cambiado y se había convertido en una persona mejor, nunca había estado tan orgulloso de su hijo, teniendo en cuenta que era aquel monstruo que aterrorizaba a todo el pueblo. Un momento, se dio cuenta de que si entonces había cambiado, el guardia que le dijo todas aquellas cosas, se había equivocado con su hijo. Se acerco al guardia, este también estaba aplaudiendo, igual que todos los otros guardias.
-Oh, señor alcalde -se sorprendió de verle. -Buena actuación la de su hijo.
-Si, muy buena -dijo muy serio.
El guardia vio como le miraba el alcalde, mostraba la cara de arrepentimiento y enfado que mostraba antes cuando supo lo de su hijo. Parecía estar enfadado con el, no sabía por que, pero le estaba machacando con una bronca que parecía salirse de sus ojos, la cabeza le iba a estallar, si seguía viendo ese rostro frustrante, necesitaba saber porque lo miraba así, porque sino iba a salir corriendo para salvar su vida de la frustración del alcalde.
-¿Pasa algo, señor? -le pregunto tímidamente, esperando a que no reaccionara de una manera brusca.
-Bueno si -le dijo con un tono muy callado. Se froto los dedos, pensando en lo que iba a decir.
El guardia trago saliva, pensó que por alguna razón extraña, se había convertído en otra persona, una persona que lo iba a matar.
-Antes me dijiste, que mi hijo, era una libélula de lo mas cruel, que no paraba de torturar a la gente, y que todo el mundo lo quería ver muerto.
-Si, eso mismo dije, porque lo dice -se aclaro diciendo las palabras muy deprisa porque no entendía a que venía ese tema ahora.
-Pues mira -Roman le enseño a su hijo contemplando como toda la gente le aplaudía y le daba ánimos.
-No lo entiendo, señor, ¿que quiere que vea? -sabía bien lo que estaba viendo, pero no quería decírselo, porque no quería se cabrearía mucho mas de lo que ya estaba ahora.
No podía creer que no entendiera lo que veía.
-Como un niño de lo mas cruel y retorcido, podría hacer que toda esa gente, le apoyara. ¿No te parece muy raro? -le agarro del cuello al guardia, la cara de Roman se le puso mucho mas tensa.
El guardia se había dado cuenta, pensó que aquel discurso era una muestra de gratitud, y que todo lo que había dicho antes se lo había inventado, para que se asustara.
-No señor, usted se equivoca, su hijo es todo lo que le dicho -intento de decirle la verdad, pero no quería escuchar nada.
-Así -se cabreo mas. -Entonces por que toda esa gente no lo esta matando a golpes, quieres explicármelo.
-No lo se, ahí algo aquí que no cuadra -se estaba poniendo nervioso al intentar salvar su pellejo.
-¡Que no cuadra, que no cuadra! Que mi hijo es buena persona después de todo.
-No, mire lo que quiero decir es...
-¿Que mas quieres decir? -doblo los codos de forma interrogante.
El guardia ya no tenía idea de que mas decir. Dijera lo que dijera, solo haría caso a su hijo siendo aclamado por toda esa gente, no podía hacer nada, excepto ser un tonto que se había equivocado con sus principios.
-Nada, no tengo nada que decir -bajo la cabeza mostrando su vergüenza y lealtad al alcalde.
Quedo orgulloso de la decisión que había hecho, estaba enfadado por lo que había dicho, pero ahora que había admitido su error, se sentía mas aliviado, pero eso no cambiaba el hecho de que lo hubiera dicho, por su culpa, este estuvo a punto de retirar su puesto por el miedo de que su hijo fuese cruel.
Se acerco al oído del guardia.
-Como vuelvas, ha decir una cosa mas sobre mi hijo, te despido y por si acaso, te vas de este pueblo y no vuelves nunca más -murmuró el alcalde. -¿Entendido?
-Si -dijo sintiendo pánico.
-Muy bien -se alejo el alcalde.
Ahora ya no tenía ni idea de que hacer, estaba perdido, sabía bien de que el niño era cruel, si algún día el niño hiciera algo terrible, ya sera demasiado tarde para evitarlo. Si el alcalde se hubiera dado cuenta por el mismo, haría algo con su hijo, pero ahora no lo estaba viendo tal cual como la gente lo veía, y ese odio que tenía la gente se había ido, solamente porque había dicho un argumento de lo más sincero, si la gente seguía pensando que su hijo había cambiado, se arrepentirían de haberle hecho caso, y después todos sufrirán... lo que sea que tenga planeado. Vio al alcalde dándole las gracias a los otros alcaldes, escuchaba perfectamente lo que decía cada uno, lo que decían era: que estaban orgullosos de su hijo y su manera de pensar en el pueblo y las libélulas. Dios mio. Ahora todos pensaban que era un santo, un niño bueno que había sacado sus buenas ideas de su padre, ahora los hombres mas poderosos de todo el valle pensaban lo mismo, y era peor, porque si les decía lo mismo, en vez de exiliarlo lo matarían por traición y faltad de lealtad. La única oportunidad de detener a un futuro demonio, había desaparecido, ahora solo quedaba esperar lo peor.
El grupo no entendía porque le estaban saludando, era loca y retorcida libélula de siempre, que había cambiado sus palabras. Algo aquí había cambiado y no era Tyzone, era la gente, con solamente decir unas palabras de lo mas sinceras y aplacíbles como si fuera una obra de teatro y el fuera el actor principal de la obra, con sola-mente decir la frase definitiva de la obra, ya le daban el premio al mejor actor teatral, la gente iba a sufrir si le hacían caso a Tyzone. Spyro tuvo una idea, empezar a gritar: Tyzone es malo, os esta mintiendo, no os lo creáis, todo esto es un engaño, no podéis creerle, es un truco. Si, esa era la frase que le iba a gritar a la gente para que le escu-charan y se dieran cuenta de que era mentira.
-¡Tyz... -justo cuando iba a gritar aquello, una muchedumbre le agarro por la espalda y se lo llevaba consigo, también al resto del grupo se lo llevo la tundra de gente enfurecida. Spyro gritaba de dolor cada vez que una persona le daba un golpe en la cabeza por ir empujándolo hacía atrás, vio también como estaban sufriendo los otros, no paraban de recibir empujones, parecía que la gente no le importaba si le estaba golpeando a alguien, si le decías que tuvieras mas cuidado, ellos te contestaban que era un golpe de nada, que gente mas egoísta.
Miro para delante, y vio a Sparx que parecía que no se lo había llevado la tundra de gente, peor aún. No se había movido de ahí desde que escuchaba a Tyzone pronunciar su discurso. No tenía ni idea de por que estaba quieto ahí mismo, pero tenía que sacarlo urgentemente de ahí. Intento de llegar hasta donde estaba Sparx, pero era imposible, la gente era como una ola que se lo estaba llevando la corriente, cada vez que daba un paso diferente, una libélula se lo llevaba hacía atrás, no entendía exactamente como es que tenían tanta fuerza las libélulas si eran unos insectos de lo más débiles, a lo mejor era verdad sobre el dicho ese de que los insectos tienen mucha fuerza. Intento de probarlo con gritos, pero había demasiado y no se oía nada.
-¡Sparx! -hasta le parecía difícil hablar, porque no paraban de chocar detrás de el. -¡Sparx! -volvió a decirlo, pero era imposible, es como si estuviera hablando con un fantasma, Sparx estaba tan quieto, que parecía que Spyro estuviera viendo alucinaciones, la vista se le dejaba tan borrosa que parecía estar viendo a una silueta ennegrecida en vez de su hermano. Volvió a intentar de gritarle. Entonces cuando iba a gritarle, una libélula le golpeo muy fuerte por la espalda, cayo al suelo después de haber recibido un golpe muy fuerte, pero no fue para tanto, pero cuando se levanto, sintió que se había mordido la lengua, se lo toco, le dolía un montón, antes le habían golpeado en la boca, y ahora por culpa de otra persona mas, hizo que se mordiera la lengua. Ahora la tundra de gente ya había disminuido y todos estaban yendo directos hacía el escenario. Se acordó de que sus amigos fueron arrastrados, no los vio por ninguna parte, a lo mejor fueron arrastrados hacía muy atrás o el fue quien fue arrastrado hacía atrás. No tenía tiempo de pensar en ello, tenía que ir a buscar a Sparx, todavía estaba en el mismo sitio, quieto como una estatua, tenía que sacarlo de ahí inmediatamente.
Un montón de gente se amontonaban delante del escenario, querían tocar y hablar con Tyzone, estaban todos como si fuera una persona famosa y quisieran su autógrafo, entre todos ellos, solamente había una persona que no se comportaba como todo el mundo, Sparx.
Después de ver como toda la gente le decía cosas y querían amontonarse encíma de el como si fuera la persona más querida del pueblo, Sparx se quedo quieto, pero no quieto de que estaba viendo algo y tardara en reaccionar, sino más bien de que algo en el se había roto y como no pudo soportarlo se quedo vacío desde dentro, sin decir nada y sin mostrar alguna emoción. Se quedo mirando a Tyzone viendo como le daba la mano a toda la gente, la gente pasaba de largo sin darse cuenta de que había una libélula parada en medio, era como un fantasma en medio de gente viva y nadie lo veía.
-Tyzone, dejame que partícipe en el concurso -dijo una niña libélula que le estaba agarrando la mano de Tyzone.
-Oh, lo siento, pero no puedes participar en los juegos, excepto en los juegos, excepto el... ya sabes cual -dijo Tyzone haciéndose el hombre encantador, para hacerle gustar mas a la gente, y a las mujeres.
La libélula y su amiga reían tontamente como locas de lo que pensaban, pensaban que las iban a invitar al baile.
Tyzone pensó, podría haber hecho esto desde hace mucho tiempo, el engañarle a la gente de esta forma, y ahora tiene mucha gente presionándolo encima.
Mientras tanto, Clayton estaba no muy cerca de donde estaba su hermano, veía como un montón de libélulas se apilaban entre sí como una manda de anímales locamente desfavorecidos solamente para agarrar las manos de su hermano, le habría gustado que aquellas personas se lo llevaran consigo para ser libre de los abusos de su hermano. Aquello que veía le hacía mucha gracia, cada empujón que daba la gente hacía que se tronchara un poco más. Un par de mujeres que estaban entre el público se estaban peleando por saber quien iba a felicitar a Tyzone, no paraban de empujarse una y otra vez, la libélula que empezó todo le dio una bofetada a la otra, aquella bofetada hizo que se oyera un gran estruendo, ahora las dos se daban bofetadas la una a la otra. Clayton se moría de la risa, eso no podía haber pasado, si Tyzone no se hubiera mostrado tan sincero. Se dio cuenta, como es posible que su hermano se mostrara tan simpático y inconformista, sabiendo que su deseo es tenerlos a todos esclavizados, no lo entendía porque ahora, después de tantos años, se comportaba como una buena persona.
-¡Tyzone, Tyzone, Tyzone! -le gritaba a su hermano.
Tyzone que mientras tanto, seguía contestando a las preguntas que decían las libélulas que se le acercaban, escuchaba sin parar los gritos de su hermano.
Se quejo.
-¡Que quieres! -grito Tyzone enfadado, porque ahora tenía un momento de gloría, y ahora su hermano le estaba quitando su momento.
-Ven aquí -le hizo el gesto de que venga hacía el.
Se quejo Tyzone aún mas.
-Disculpadme chicas, ahora mismo vuelvo -dijo Tyzone con un tono persuasivo.
Las dos libélulas que estaban hablando con el, reían como locas y agitando las manos de un lado a otro, cada cosa que decía Tyzone, para ellas hacía que se les bombeara el corazón haciéndose gigantesco.
Ahí mismo, Sparx veía como se comportaban como locas por Tyzone. En su mente pensó. Que veían en el, si no les interesa para nada, las mujeres están locas.
Tyzone fue directo hacía donde estaba su hermano, pensó que seguramente iba a ser alguna tontería sin sentido que no valía ver para nada y solamente le hacía gracia Clayton, y tenía que obligarle a que viniera para verlo, justo cuando tenía un momento de gloría que jamas tuvo. Se acerco a el, mostrando una cara de enfado.
-¡Por que me has hecho llamar, como no sea importante, te doy! -le alzo el puño significando que lo iba a golpear.
-Podrías esperar un momento -le puso las manos encima para que se tranquilizara durante unos segundos.
Tyzone bajo el puño.
-No lo entiendo, tu dijiste que querías mostrarte ante ellos, como un rey superior, pero ahora, te estas mostrando como tu padre, no lo comprendo.
Tyzone se dio cuenta, no le había dicho nada a su hermano, sobre su nuevo plan para ser alcalde.
-Oh, dios, como no me acorde -se golpeo la mano en la cabeza, al darse cuenta de su error, en realidad hacía como si le importase haberse olvidado de aquello, pero no le importaba nada en absoluto. Tyzone se río sarcásticamente. -Veras, es mejor que piensen que soy un hombre todo y cordial y valeroso, antes que una cruel y retorcida libélula.
Clayton no comprendía el concepto de su nueva idea, se le quería caer la ca-beza de escuchar aquella idea.
-No lo entiendo -dijo Clayton intentando de comprender el mismo la respuesta de ese plan.
Tyzone quería cabrearse con el por no escucharle, pero tenía que mantenerse sereno para toda la gente del pueblo.
-Veras, cuando entonces sea alcalde, ellos tendrán mucha mas confianza en mí, creerán que les defenderé, pero en realidad, los gobernare a todos.
-Oh -ahora lo entendió Clayton, se asombro de ese plan. -Si, muy buen plan.
-Si, pero no es solo, creo que esos otros alcaldes, ahora también confían en mi -señalo Tyzone a los alcaldes. -Yo también les haré lo mismo.
-¿Como?
-Cuando haya gobernado este pueblo, dirige a mis hombre hasta sus pueblos, y entonces atacare a toda su gente, y me haré con sus pueblos, y luego todos sus hombres que ahora serán míos, los distribuiré por todo las islas de Skylands y entonces me habré hecho con el planeta entero.
-¡Ah! -Clayton se asombro tanto de ese plan que se le abrió la boca tanto que parecía que se le iba a partir. -Eres terrible.
-Si, soy terrible -se dijo a sí mismo.
Clayton se dio cuenta de que su hermano era mas terrible de lo que pensaba, a cada momento no paraba de pensar en una nueva idea de mantener a todo el mundo gobernado, tenía que decírselo a alguien, pero ahora no podía, la gente pensaba que era aquello que ahora todos pensaban, y ademas si alguien lo dijera, su hermano iría a por el, y le haría mucho daño. Miró a su hermano, que mostraba esa cara de egoísmo de siempre.
-Voy a volver al escenario, ¿tienes algo más que decirme, antes de quitarme mi momento de gloría, aunque sea falso. -le pregunto sarcásticamente, obligando a que no dijera nada mas, porque ahora había perdido mucho tiempo.
Clayton quería decir algo más, pero sabía bien, de que su hermano no quería escuchar nada más de el, vio que se apretaba el puño, se preparaba para darle un puñetazo. Mejor no decir nada.
-No, nada más -se expresó Clayton.
-Bien -dijo Tyzone siniestramente.
Como es posible tener un hermano como ese, pensó Clayton. Ya estaba harto de que le pasara estas cosas, deseaba que Tyzone no hubiera nacido, todo habría sido mejor sin el.
Sparx todavía seguía en el mismo lugar, quería creer que no hubiera pasado todo esto, esta iba a ser su noche, y ahora Tyzone se lo estaba quitando, Tyzone no lo sabía pero ya estaba ganando a Sparx. Solo hacía falta que dijera un discurso de lo mas simple y luego la gente se amontona delante de el, como si fuera una estrella y hubiera ganado un premio, y eso era todo lo necesario para desmotivar a una libélula.
Aparecía mucha gente a su alrededor, no paraba de venir gente. Había tanta gente que parecía que algunos no eran de este pueblo, entonces que hacían aquí, pensó Sparx. Ese sentimiento de amistad, que siempre había tenido se iba yendo, se estaba transformando en un sentimiento de soledad y culpa, lo único que quedaba de el, era su cuerpo, flotando en medio de algo que no quería ver. Se cansó de tanto de estar así, que se dejo caer así sin más, Sparx cayo arrodillado en la tierra, esa caída hizo un gran brusco que lo oyó la gente.
Se sorprendió la gente que estaba alrededor, de ver caer una libélula, les parecío un poco raro ver una desplomándose en medio de algo importante.
Sparx quedo arrodillado en delante del público, poniendo una cara de tristeza y soledad en su rostro, movía la cabeza de lado a lado, como dándole vueltas a su cabeza continuando aún sin creerse de que todo lo que sucedía estuviera pasando.
A unos pocos metros de donde estaba. Su hermano Spyro se dirigía hacía el, sentía todavía el dolor de aquel mordisco en la lengua, pero a cada paso que daba se le iba un poco el dolor. Intentó de pasar entre la gente para llegar hacía donde estaba Sparx, ahora vio que su hermano parecía haberse caído, pensó que algo grave le había pasado, continuaba gritando para saber si aún le respondía.
-¡Sparx! -grito Spyro de una manera incomprensible, por culpa de ese dolor de lengua que tenía que le hacía que se le rebotaran las palabras.
Tyzone volvió de vuelta al escenario, pero no tenía ni idea de lo que había pa-sado hace unos minutos.
-Lo siento gente, siento mucho haberos hecho esperar tanto pero... -en ese mismo momento se dio cuenta de que el público no le estaba prestando atención, sino mas bien a ese que estaba apoyada contra la tierra y no se movía. -Oh dios -vio que aquella libélula era Sparx, su alías, que estaba ahí, con un aspecto de parecer muerto, antes su hermano le había privado de su momento por unos minutos, y ahora se lo estaba quitando la persona a la que mas odiaba de todos los que estaban ahí, sintió unas ganas de bajar ahí y darle unos manotazos para que reaccionara y se vaya de ahí, pero si lo hacía se arruinaría su plan.
La gente continuaba mirando a Sparx, se preguntaban que le pasaba, podían ayudarle a que se levantara, pero por el aspecto que tenía, tenían miedo de ayudarle.
El vacío de Sparx, era cada vez mas grande, ya todo por lo que había pasado ya no importaba nada, lo único que le importaba ahora era que le habían vencido. Sintió un extraño foco de calor, le estaba molestando un poco, miro hacía arriba, los ojos de Sparx se habían vuelto muy blancos, las lagrimas en vez de que se le cayeran de sus ojos, se amontonaban en si. Miro delante y vio a Tyzone mirándolo de cerca, sus ojos estaban tan empapados en lagrimas, que se le distorsionaba la vista, unas antorchas que había a lo lejos del escenario, hacían que la luz de sus llamaradas se le agrandaran formando unos reflejos de luz que cubrían a Tyzone haciéndolo parecer un ser imaginario y a la vez monstruoso, luego aparecieron otros seres mas. Sparx pensaba que eran demonios que venían a por el, porque ya se le había acabado su tiempo, que ya era su hora.
-¿Que queréis? -pregunto Sparx a esos seres creyendo que le iban a hablar, pero eran solo parte de su imaginación.
Que vengas con nosotros, eso fue lo que dijeron los seres.
Sparx contuvo la respíracíon.
-Todavía no he acabado -se exclamo Sparx.
La silueta de aquellos seres se volvía oscura, significando que estaban enfadados.
Sparx no comprendía por que habían aparecido, y porque le decían esas cosas, pero ver aquello le hacía comprender que no estaba derrotado y eso era solo una excusa para que se dejase vencer a sí mismo. El mismo lo sabía.
La gente que había alrededor veía que Sparx estaba hablando con alguien, pero en realidad estaba hablando solo, pero no entendían exactamente de lo que decía, solo se oían murmullos. La gente pensaba que estaba loco.
Tyzone miraba como Sparx lo miraba como un lunático, no entendía porque lo miraba así, pero le daba asco, mucho mas asco que su hermano Clayton.
Spyro por fin paso entre la multitud, vio que toda la gente se había quedado quieta mirando a Sparx, en vez de parecer del festival una fiesta, parecía mas bien un funeral, porque estaban todos tan callados y tan silencioso que lo parecía. Miraba como se había quedado tieso ahí delante, no entendía porque estaba así, se fijo que no se hubiera hecho daño, no parecía tener alguna herida. Se quedo parado un momento antes de acercarse hacía el, vio como toda la gente lo miraba, sabían que era su hermano, su mirada era como una pregunta de por que no estaba con el cuando pasó todo esto, Spyro pensó en decirles que era por culpa de ellos que lo apartaron, pero no tenía tiempo para buscarse una bronca. No parecía que lo que le hubiera pasado algo por culpa de una de las personas que estaban ahí. Sintió que alguien le carraspeaba, e-ra Tyzone que le estaba haciendo señas desde el escenario, mostraba una cara de en-fado, no sabía porque lo miraba así, a excepto de que los odiaba a los dos, movió la cabeza en dirección a Sparx, ahora se dio cuenta de cual era el problema, seguramen-te era por culpa de Tyzone, debió de decirle o hacerle algo a Sparx para dejarle en ese estado. Tenía ganas de decirle muchas cosas, pero la gente se enfadaría, y echarían a el y a Sparx del festival. Era mejor que no le dijera nada y arreglara el problema.
Mas allá de donde se estaba produciendo el incidente, Arya, Turk, Lewton y Grunch, se despertaron después de haber recibido tantos empujones que los habían apartado de Spyro y Sparx. Turk y Grunch fueron los primeros en levantarse, les crujía todo el cuerpo, cada movimiento que hacían era peor que el anterior, tenían el cuerpo doblado. Luego Lewton fue el segundo en levantarse, le dolía todo el cuerpo pe-ro no de la misma forma que los otros, sintió algo en la boca, de alguna forma se había tragado un montón de tierra, escupió toda esa tierra marrón que tenía dentro.
-¿Que ha pasado? -pregunto Lewton quitándose restos de tierra en la lengua.
Turk intento de recordar que había pasado, tenía como si le hubieran aplastado con un mazo, le daba vueltas todo.
-Creo que se nos llevo la gente la encima -dijo Turk con la mandíbula doblada. Aquella gente le había hecho de todo.
-A mí me parece que nos embistieron un grupo de trols -dijo Grunch.
Turk se río, le parecía gracioso aquello, debido a que había algunos trols que parecían enormes, y eran capaces de aplastar a sus oponentes. Es como si fuera cierto que les hubieran aplastado.
La ultima en despertarse fue Arya, que estaba unos pocos metros alejados de ellos, ella era la única que no había sufrido tanto, lo único que tenía era que le dolía la cabeza después de haber recibido severamente un gran golpe en la cabeza.
-¡Ay dios! -se quejo al tocarse el pequeño chichón que tenía en la frente.
No tenía ni idea de porque estaba ahí, lo único que recordaba era que Tyzone había dicho un discurso que había vuelto loca a la gente, y fueron todos hacía el, luego después de eso una tundra de gente se los llevo a todos encima y perdió de vista a Spyro y a Sparx. Un momento, Spyro y Sparx. Arya se acordó de que se habían separado de los otros dos, y hacía un buen rato que estaban todos en medio de ninguna parte, posiblemente les había pasado lo mismo a ellos, deben de estar por ahí, pero necesitaba la ayuda de los otros.
-¡Chicos! -les grito a los demás.
Miraron a Arya, aún con la cabeza dándole vueltas.
-No tengo ni idea de donde estaban los otros, tenemos que ir a buscarles.
Tenían la cabeza tan mareada por dentro, que ya no se acordaban de algunas cosas.
-¿De quiénes estas hablando? -preguntó Turk sin saber de a quien se refería Arya.
Arya no se podía creer que no supieran de a quien se refería.
-A Spyro y Sparx -defino quejándose.
-Ah -se le recompuso un poco la mente a Turk.
Le daba vergüenza de verlos tirados ahí sin hacer nada, y preguntándose que a quien tenían que ayudar.
Todos intentaban de levantarse, pero eran de lo mas lentos, todavía les dolía el cuerpo, parecían como un grupo de viejos intentando de mantenerse levantados. Tenía ganas de darle una patada para que movieran las alas y empezaran a buscarlos.
-¿Y vais a hacer algo, si o no? -pregunto Arya enfadada.
Los tres se quejaban de lo dolorido que era levantarse.
-Si, hay vamos -dijo Lewton lentamente. Luego se cayo estrepitosamente.
-¡Ahhh! -se quejo Arya, luego se puso la cara encima porque no quería reconocer la perdida de tiempo que estaba haciendo.
Grunch se golpeo la cabeza para que se le quitara el dolor de cabeza que tenía, movió rápidamente la cabeza. En ese momento giro la cabeza hacía la izquierda y vio como un barullo de gente que no paraba de amontonarse.
-¿Pero que esta pasando ahí? -preguntó Grunch en respuesta a que alguien le contestara.
Todos movieron la cabeza en dirección hacía donde estaba la gente. Había un grupo de libélulas que estaban viendo algo a lo lejos, tanta era la gente que solo se oían murmullos entre si, parecía algo grave lo que estaba pasando ahí.
Arya llego a la conclusión de que podría tratarse de Spyro y Sparx.
-Tenemos que ver que pasa, seguramente debe de haberles pasado algo a Spyro y Sparx -dijo Arya agitada por los nervios, de que de haberles pasado algo grave a sus mejores amigos.
-Ay, vamos -dijeron todos a la vez aun doloridos.
Los tres intentaron una vez mas de levantarse, pero les dolía tanto el cuerpo que les costaba mantenerse volando, iban tan lentos que podrían estar así toda la no-che.
Arya estaba ya harta de perder ya tanto tiempo que decidió darles un empujón a todos.
-¡Vamos! -se cabreo. -Que sois mas lentos que una tortuga -Arya agarro a todos por la espalda y se los llevo arrastrando hacía el lugar.
Se quejaron los tres de lo que hacía Arya con ellos.
Spyro se acerco a su hermano, tenía que ir despacio porque sino Sparx se iba a poner muy nervioso. Cada vez que se acercaba, oía que Sparx estaba hablando solo, hablaba tan despacio que solo se oían murmureos, por la mirada, parecía que estaba hablando con alguien que estaba en dirección hacía el escenario, pero ahí no había nadie excepto Tyzone, que ponía una muesca de extrañitud cada vez que hacía algo diferente.
-Sparx -le dijo pasivamente para saber si respondía con claridad.
Sparx no tenía ni idea de que su hermano estaba al lado lo único que a lo que prestaba atención era a aquellos seres que se imaginaba con los que hablaba. Spyro intento de poner su mano sobre el hombro de Sparx, se alzaba lentamente para que no pudiera salir nada mal.
El alcalde había vuelto al festival después de regresar de unos asuntos que tenía que hacer con los demás alcaldes. Se fijo de que no había ni un solo ruido, de ninguna persona, animal o instrumento, no entendía porque estaba todo silencioso. Se coloco en el escenario y fue directo hacía donde estaba su hijo, que también el estaba callado, curioso, el no era una persona muy callada.
-¿Que pasa aquí? -pregunto Roman a Tyzone, queriendo saber porque estaban todos muy callados, eso era porque estaba ocupado, y se había perdido unos cuantiósos minutos.
-Que una libélula se ha quedado tiesa -dijo Tyzone sarcásticamente señalando al incidente que parecía ya una obra de dramatismo teatral.
Spyro ya casi estaba cerca de tocar a Sparx y liberarlo de ese trauma que lo estaba dejando inmóvil.
La gente se quejaba de que alguien le estaba empujando por detrás. Era Arya que estaba llevando a los chicos hacía el lugar del incidente.
-Vamos chicos, haced un poco de esfuerzo -dijo Arya forzando a los tres a que se movieran un poco, ya estaba harta de llevarlos como si fueran bebes, todavía no era madre y ya estaba cuidando de tres niños desobedientes y vagos.
-Y ya lo hacemos -dijeron los tres a la vez, manteniendo la respiración de lo agotados que estaban por tener que moverlos a ellos mismos.
Arya hizo un descanso de unos segundos para reponer sus fuerzas, sin querer dejo parados a los tres, pero como estaban todos tan cansados, que se cayeron todos a la vez, quedaron amontonados uno contra el otro. En ese momento vio a los otros dos desaparecidos, Sparx estaba arrodillado en la tierra y estaba inmóvil y parecía que su hermano Spyro intentaba de ayudarlo o algo así.
-Sparx -dijo Arya asombrada por lo que estaba viendo. Se dirigió hacía ahí inmediatamente.
Uno de los tres que estaban amontonados entre si formando una pirámide, es-cucho lo que había dicho Arya.
-Sparx -dijo Turk que al oír la forma en que dijo el nombre de su mejor amígo, llego a la teoría de que lo que decía Arya tenía razón. Estaba tan sorprendido por lo que había oído que se levanto tan rápido que por accidente cayo Lewton encima de Grunch, que estaba en la punta de la pirámide que se habían creado.
Se quejo Grunch del golpe de ser aplastado por el otro.
Turk vio lo mismo que Arya, Sparx estaba estaba arrodillado contra el suelo inmóvil y Spyro parecía estar ayudándolo. Se levanto y fue directo hasta allí.
Lewton y Grunch se dieron cuenta de lo que había dicho Turk.
-¿Sparx? -se preguntaron a sí mismos. Grunch vio también lo mismo que Arya y Turk, Lewton también lo vio pero boca abajo porque estaba acostado encima de la espalda de Grunch. Se sorprendieron tanto que se les abrió la boca hasta tal pun-to de formar un de formar una letra O y luego haciendo un rombo con la boca, necesitaban irse inmediatamente.
-Vamos, tenemos que ir -dijo Lewton forzando a salirse de la espalda de Grunch.
-Eso intento -dijo Grunch intentando de quitarse de encima a Lewton. Los dos intentaban de levantarse, pero estaban en una postura no muy cómoda y les costaba moverse las alas para levantarse.
La gente seguía impaciente por saber que le pasaba a Sparx. En ese momento Arya apareció de entre la multitud y se acerco corriendo hacía Spyro y Sparx.
Spyro casi tenía la mano puesta en el hombro de Sparx pero entonces una libélula le interrumpió, era Arya, que antes había desaparecido con el grupo. Spyro se sorprendió de verla, tenía ganas de decirle que les había pasado, pero ahora tenía un problema muy importante con su hermano.
-¿Que le pasa? -pregunto Arya inquieta por saber que le pasaba a Sparx.
-No lo se -le respondió Spyro. No sabía que decirle, no tenía ni idea de que era lo que le pasaba a Sparx.
Arya se puso la mano en la boca, pensando horrorizaba por lo que le pasaba. Estuve a punto de irse, pero entonces Spyro le agarro sigilosamente por el brazo impidiendo de que se vaya lejos. Spyro tuvo la idea de que se quedara, sino al menos el no podía razonar a Sparx, al menos que lo hiciera una persona que fuera especial para el.
Spyro volvió a intentarlo, iba despacio, muy despacio.
De entre la multitud salio agitado Turk, que estaba sorprendido por lo que estaba viendo, iba a acercarse hasta allí, pero entonces llegaron los otros dos, discutí-endo por razones absurdas
-Ya te he dicho que pesas demasiado porque sino no me costaría tanto quitar-me de encima a una necio como tu -dijo Grunch discutiendo con Lewton.
-¡A quien estas llamando necio! -le replico Lewton. -Que sepas que soy muy listo para ser un necio como tu dices.
-Así. Si tan listo eres porque no intentas adivinar cuanto pesas.
-Pero tu eres...
-¡Callaos! -les grito Turk para que se callaran, estaba harto de oír a esos dos, y justo ahora que estaba pasando algo muy importante.
En el momento en que callaron, vieron lo mismo que estaba viendo todo la gente.
-Pero que -se asombraron los dos al mismo tiempo.
Los tres no podían creer lo que estaban viendo. Turk era el mas asombrado y preocupado de todos.
Las ansías de Spyro por intentar de que Sparx reaccionara estaban siendo muy tensas, intentaba con todos sus esfuerzos de hacer que vuelva a la realidad, no tenía ni idea de que era lo que le pasaba a Sparx, pero por su mirada parecía estar hipnotizado por algo invisible. Una gota de sudor le cayo por la piel, los nervios le estaban haciendo sudar, cuanto mas nervioso se ponía, mas gotas de sudor le salían por la piel y caían sobre si, se seco el sudor con la palma, era tanto el esfuerzo por no cometer ningún error, que a Spyro se le estaba como paralizando la cara, los músculos del rostro se movían de una inverosímil.
Sparx todavía continuaba viendo a esos seres, no notaba para nada que todo el mundo le estaba mirando, o que una persona le estaba a punto de tocar sin saber quien era. Esos seres ya no le hablaban, pero por alguna razón no se iban, se quedaban ahí, en el mismo lugar.
Arya estaba cada vez mas nerviosa, se quedo parada en el mismo lugar, rezando a los dioses para que su amigo se recuperara. A Turk, Lewton y Grunch, les estaba entrando un pánico terrible de saber que iba a pasar. A Tyzone le entraban ganas de acabara todo, porque estaba harto de ver como su rival le estaba quitando toda su gloría.
Spyro ya estaba harto de mantener el brazo en esa posición, pensaba que había alguna fuerza que le impedía ayudar su hermano, necesitaba hacerlo porque sino iba a dejar a su hermano en ese mismo lugar para siempre.
-Sparx -dijo Spyro al tocarle por fin.
La gente reacciono de una manera asombrada, después de unos minutos tan angustiosos, por fin Spyro pudo agarrar a su hermano.
Spyro quedo tan agotado de los nervios que tenía, que quedo resoplando momento a momento. Pero entonces, se dio cuenta de que no se movía, pensaba que con solamente tocarle iba a despertar, pero no pasaba nada era como si estuviera tocando a un cadáver.
-Sparx -dijo angustioso. -Sparx -Spyro le agarro por los hombros y empezó a zarandearlo de un lado a otro esperando a que reaccionara.
Arya, Turk, Lewton y Grunch, no entendían que era lo que estaba pasando, empezaba a darles pena lo que veían.
-Por favor, Sparx, ¡responde! -le decía a Sparx para que intentara despertarse, pero era imposible. Quería llorar, pero no quería. Zarandeaba sin parar, entonces vio que todavía continuaba con la cara perdida como si estuviera hipnotizado y sin dejar de mirar al escenario. Movía la mano sobre los ojos de Sparx para que no viera lo que estaba haciendo que estuviera así.
Para Sparx todavía continuaba viendo a seres, pero entonces apareció algo delante de su cara que le estaba tapando la vista, aquellos movimientos hicieron que desaparecíeran los seres en forma de humo y luego se desvanecieron, haciendo ver que no había nada delante, y haciendo que Sparx volviera a la realidad.
-Vamos Sparx, contesta -decía sin darse cuenta de que ya había despertado.
Sparx se quedo extrañado, no tenía ni idea de porque habían desaparecido, tenían todo el tiempo para quedarse y se fueron de la nada, ahora vio todo tal era, aun continuaba en el festival, y en el mismo lugar de antes, no le importaba donde estaba, solamente le importaba saber porque se habían ido.
-Donde han ido -se dijo a sí mismo murmurando. No sabía que tenía a su hermano ahí delante.
Spyro se sorprendió, creyó haber oído la voz de Sparx.
-Sparx -se puso impaciente por saber si era verdad lo que había oído.
-Donde han ido -repitió lo mismo, miro a todos lados para saber si estaban los seres por alguna parte.
-Sparx -se asombro Spyro por descubrir que estaba bien -¡Sparx! -abrazo fuertemente a Sparx porque estaba contento de que no le había pasado nada.
-Ehhh, ehhh, que pasa -decía Sparx entre palabras porque no entendía que era lo que estaba pasando.
Sentía que alguien le estaba zarandeando sin parar, pero no veía quien era.
-Dios, pensaba que te había pasado algo -Spyro estaba tan contento que le daba masajeos con la mejilla, pero como era tan escamosa la piel, a Sparx le raspaba.
-¡Ay! -reacciono a los raspones, entonces Sparx vio quien era el que le raspaba la cara. -Spyro -dijo asombrado, porque no se acordaba ya de el.
Spyro se puso en un estado que parecía reírse y llorar al mismo tiempo.
-Que hago aquí -Sparx estaba tan aturdido que ya no se acordaba que era lo que estaba haciendo.
Tyzone le daba tanta vergüenza ver aquella escena, que hizo como que no miraba, se quejo de ello.
La gente se puso tan contenta que hincharon a aplaudir conmovidos por aquella hermosa escena. Arya se puso tan contenta, que una lagrima le caía por el ojo, se quito la lagrima con el dedo, fue directa ahí corriendo.
Spyro se sentía avergonzado de que los estuvieran aplaudiendo, Spyro se aparto para que Arya pudiera abrazarlo.
-No me vuelvas hacer estas cosas -dijo Arya estrujándolo como si fuera un muñeco, luego le dio un beso en la mejilla.
Sparx reboto al instante, avergonzado de aquello.
Turk, Lewton y Grunch sonrieron contentos por lo que estaban viendo.
-Vamos -le pidió Turk a los otros dos. Los tres fueron directos hacía ahí.
Spyro vio que parte de los ojos de Sparx todavía estaba empapado en lagrimas, necesitaba un trapo para quitárselas, pero no tenia nada en medio, así que se las quito con las manos. Las lagrimas eran como muy húmedas, tenían un aspecto que daba asco, no tenía un lugar para ponerlo, así que las dejo tiradas en el suelo. En ese momento aparecieron los otros tres, Turk fue el primero en acercarse hacía Sparx.
-Que paso machote, estábamos muy preocupados por ti -dijo Turk poniendo su mano sobre el hombro de Sparx, luego le golpeo en la espalda como un gesto de a-mistad. A Sparx no le importaba nada que le hicieran de todo, no reaccionaba ante semejantes cosas.
Luego Lewton y Grunch fueron los últimos en acercarse.
-Oye Sparx cuando estas así todo depre, que has sentido- decía Lewton utilizando la típica manía de saber que le pasaba alguno cuando le pasaba algo raro, como iba a ser científico, tenía que saberlo todo.
Ya esta otra vez con lo mismo. Se dijo a sí mismo Grunch, al ver que otra vez Lewton estaba haciendo lo mismo de siempre.
-Vamos Lewton, no ves que le estas amargando -reprimió Grunch.
-Que tengo saber todo, no -se defendió sarcásticamente Lewton.
Spyro se reía de lo que decían, pero veía que Sparx no estaba muy consciente de si mismo, le estaban diciendo todo tipo de cosas, y Sparx casi prácticamente estaba como muy mal.
-Oh vamos chicos, dejadle en paz, parece que se encuentra un poco mal -le pidió a los otros. Spyro se puso junto a Sparx y le observo como estaba, sus ojos estaban como desequilibrados, las pupilas parecían salirse de su órbita, poco a poco pare-cía que se estaban poniendo rojos, Sparx se estaba poniendo bastante enfermo, pero no sabía por que.
Tyzone se estaba dando cuenta de que otra vez le estaban quitando la gloria, necesitaba sacarlos de allí, sin parecer muy brusco.
-Disculpadme queridas libélulas, pero este no es lugar para haceros los medicos y atender un paciente, podrías por favor iros a otra parte a ayudarle, aquí estáis molestando -dijo Tyzone en plan educado para no parecer amargo y cruel.
Spyro se puso tenso, sabía lo que pretendía.
Sparx escucho aquella voz que le resultaba muy familiar, vio quien era, tenía de ganas de saltar al escenario y enfrentarse delante de todo el mundo mostrando como es en realidad, pero ahora ya no le importaba, no tenía fuerzas para hacerlo.
-Vaya, si es mi antiguo rival Tyzone, al que acaba de engañar a toda esta gente por un discurso lleno de secretos y mentiras -dijo Sparx esforzándose por decirlo.
A Tyzone no le gusto aquello, tenía razón en todo lo que había dicho, pero ahora no podía ser severo como siempre, tenía que mantenerse firme y estricto si quería que su plan funcionase, tuvo en cuenta también de que nadie había oído eso, porque si no habría levantado demasiadas sospechas. Estaba a punto de estallar de rabía, pe-ro mantuvo la tranquilidad y se metió en su papel.
-No me gustaría llamar a los guardias para echaros de aquí. Así que os pido por favor que os vayáis.
Spyro no pudo soportar que lo hablara así, después de ver como de mal estaba Sparx, se acerco al escenario, en el lugar donde estaba apoyado Tyzone, Spyro se coloco encima de la pared de madera, ambos se acercaron mutuamente.
-La próxima vez que nos hagas eso, haré que quedes como mi hermano, y luego ya veremos como se comportaba la gente al ver como te quedas como muerto por dentro -le dijo Spyro a la cara en plan de amenaza.
Tyzone no respondió. Se quedo callado después de que le dijera eso, aquello si que era un aviso de que lo iba a arruinar, no podía hacer nada para evitarlo, excepto mantenerse firme para que su plan siguiera en marcha, era algo que no tenía marcha atrás. Spyro se fue todo discreto a ayudar a su hermano, le mantenía la cara firme y los ojos bien directos hacía el para recordarle que era lo que le iba a pasar si no dejaba en paz a Sparx, ahora las cosas habían cambiado demasiado pronto.
-Ah, hijo podrías -le pidió el alcalde a su hijo de preparar los juegos, señalandolé la mesa donde se iba a iniciar la primera prueba.
-A sí ahora mismo lo hago -dijo Tyzone.
Tyzone pensó en ese momento como su padre había dicho que quería cambiar las cosas, se le ocurrió una cosa nueva, solo por parecer que le importaba.
-Ah papa una cosa.
Roman escucho atentamente.
-Que tal si ahora ponemos mucha mas gente en la prueba de beber, para así poder ser mas divertido no.
El alcalde Roman se lo pensó un segundo, no estaba mal poner mas gente, hago que lo pensaba parecía demasiado soso que hubiera solamente cinco personas, decidio utilizar la idea de su hijo.
-No esta mal, pongamos... -pensó cuantas personas podrían caber en una mesa tan larga. -Siete personas.
Tyzone hizo como que se lo pensaba, pero en realidad no le importaba para nada cuantas personas ocuparan la mesa.
-Me gusta -lo dijo haciendo como que le gustaba.
-Muy bien -estaba tan contento que abrazo fuertemente a su hijo, orgulloso de que le gustase. Que tal si ponemos dentro a tu hermano Clayton.
Tyzone no sabía que responder, tener puesto a su hermano en los juegos iba a ser un desastre. Justo en ese momento apareció el mismísimo Clayton, poniendo esa cara de lunático. Una mosca que pasaba por delante se metió dentro de uno de los oríficios de la nariz de Clayton sin darse cuenta. Sintió que algo le rascaba por dentro, fue tan molesto que provoco que hiciera un gran estornudo, aquel estornudo hizo que la mosca saliera por donde había entrado, Clayton se río mientras una gran burbuja de mocos le salía por la nariz. A Tyzone le dio asco lo que veía, definitivamente su hermano no era apto para los juegos, tenía que decirle a su padre de que no participara sin parecer muy brusco.
-Ah papa, ahora que lo pienso. Clayton no parece muy apto para los juegos.
-¿Y eso porque? -se explico el padre.
-Me parece que es mas apto, sirviendo todo lo necesario para el festival, ademas no hay mucha gente que haga todo lo que se hace siempre.
Roman se lo pensó, la verdad era que necesitaban cada vez mas hombres, no estaría nada mal que uno de sus hijos aprendiera un poco lo que es el trabajo.
-Me parece bien, pero tendrás que ayudarle.
-De acuerdo papa.
En ese momento el padre y dejo a los dos solos y que Tyzone hiciera el trabajo de organizar los juegos. Tyzone se quería golpear la cabeza con algo, pero no tenía nada con que golpearse. Ahora tenía que ayudar al vulgar y asqueroso de su hermano, para hacer que sea servicial. Su plan estaba funcionando pero ahora tenía que sufrir mas de la cuenta. Se asfixiaba a sí mismo en todo su odio.
-Oye Clayton -le grito Tyzone, amargado por trabajar con el.
Clayton era tan bobo, en vez de prestar atención a lo que decían su padre y su hermano, se quedaba mirando se iba volando la mosca que antes se le había metido dentro de la nariz. Reacciono al grito de Tyzone.
-Ven que te voy a enseñar a como se tienen que hacer las cosas aquí -le ordeno Tyzone indiscriminadamente porque no tenía ganas de hacerlo.
-Sí, voy ahora mismo -dijo Clayton entusiasmado con la idea. Le salían un montón de mocos de la nariz cada vez que hablaba.
Tyzone hizo como que no lo veía porque aquello daba un asco terrible.
-Vamos -dijo enfurruñado.
Tyzone y Clayton fueron directos de vuelta al centro del escenario, por el ca-mino Tyzone pensó que debería haber participado Clayton en los juegos, porque a lo mejor se atraganta con el parawa, y desaparecería para siempre y no tendría que tratar con el nunca mas, pero ahora ya no podía porque decidió que trabajase de preparador. No sabía si la gente le estaba arruinando el plan, o el mismo se lo estaba arruinando.
-Muy bien gente, quien quiere entrar dentro del juego -dijo Tyzone haciendo que estallaba de jubilo.
La gente estalló de jubilo. Tyzone le siguió el juego a la gente haciendo que se reía de lo contento que estaba. Clayton otra vez estaba distraído mirando como volába la mosca.
-Yo quiero entrar -levanto la mano un niño libélula de color verde y negro que había entre el publico.
-Pues pasa aquí pequeñín -le pidió Tyzone en tono eufórico al niño.
El niño se quedo alucinado, fue directo hacía el escenario mientras la gente aplaudía. Subió volando al escenario y se quedo al lado de Tyzone.
-Bueno. ¿Como te llamas pequeño concursante? -le pidió.
-Sonny.
La gente aplaudió.
-Muy bien, pequeño Sonny, estas dispuesto a concursar -movió la cabeza en círculos interpretando que estaba eufórico por la fiesta.
La gente estalló de risa.
..
Mientras la gente se estaba divirtiendo eligiendo a los candidatos para los juegos. Spyro y los demás estaban llevando a Sparx a un lugar mas tranquilo para que se recuperara de su extraño trauma.
-Bueno ya estamos bastante lejos, dejemosle aquí -le dijo Spyro a los otros mientras cargaban con Sparx.
Los cuatro dejaron sentado a Sparx en la tierra, se quejaron doloridos después de cargar unos cuantos metros con Sparx.
-¿Te encuentras bien Sparx? -pregunto Arya mirando a Sparx a la cara para ver si se encontraba bien o no.
-Si un poco mejor -dijo Sparx rascándose los ojos para quitarse la suciedad que tenia dentro.
Los cinco miraban sucesivamente a Sparx, le necesitaban ahora, pero no podía ser porque estaba mal, no sabían si se iba a recuperar o no, porque entonces la apuesta que antes habían pactado con Tyzone la iban a perder, todo se habría perdido para Sparx.
-Tienes que recuperarte pronto, porque si no vamos a perder la apuesta -dijo Spyro mirando hacia la gente, ya estaban eligiendo a los participantes.
-Ve tu, yo no voy a participar -le dijo Sparx a su hermano.
Spyro no pudo creerlo, Sparx que estaba tan decidido a vencer a Tyzone en los juegos y ahora le había dicho que no quería participar. Spyro se quedo callado con los tan abiertos como platos, no supo como reaccionar. Los demás se quedaron pasmados de oírle decir esas cosas, se alejaron de Sparx porque pensaban que estaba loco porque era imposible que dijera eso. Spyro se giro y miro a Sparx con la boca abierta.
-¿Como que no vas a participar? -pregunto Spyro entre palabras porque quería entender porque decía eso.
-Porque no quiero.
-¿Como que porque no quieres?
-Pues porque no quiero -decía Sparx enfurruñándose con Spyro por no hacerle entender lo que pretendía. Intento de levantarse, pero estaba demasiado débil.
Los cinco agarraron a Sparx antes de que se cayese. Que era lo que pretendía hacer, todavía no estaba apto para mover las alas. Sparx se quejaba de que le ayudasen a levantarse.
-Sparx -le dijo atentamente Spyro mirándole a la cara. -Quiero una respuesta mejor -le exigió que le contara la verdad.
Sparx miro hacía abajo pensando en una excusa que decir.
-No hay otra respuesta.
Spyro estaba a punto de cabrearse pero no quería.
-En serio. Durante muchos años he aprendido casi todo de ti, y se muy bien que mi hermano Sparx no se rendiría para defender sus principios. ¡Así que ahora dime la verdad! -le grito porque ya estaba harto de verle y que dijera todas esas cosas de que no quería participar.
Sparx no tuvo elección, tenía que contarle cual era la razón.
-Que importa ya ahora todo -dijo Sparx poniendo un rostro de tristeza.
Spyro no supo entender que era lo que decía, los otros tampoco lo entendieron.
-De que sirve ganar a Tyzone, si luego lo aclamaran como a un héroe.
Ahora Spyro entendió que era lo que quería decir, como ahora, por primera vez en años, tratan a Tyzone como a un bienhechor, no le sirve para nada ganar si de todas formas lo van a seguir tratando de la misma forma. Ahora todos lo tuvieron en cuenta, para Sparx aquello era muy importante y ahora ya no tenía importancia.
-Ya nada importa. Me ha vencido. Ese chalado me ha vencido -reprochaba de manera triste.
Los cinco bajaron la cabeza pensando en como pudieron llegar a este punto, después de tanto tiempo, ahora se hacía el que era el bueno. Sparx confiaba en que quedaría humillado después de conseguir la victoria, y para entonces el habría demostrandole a la gente como de cobarde que es Tyzone.
-Me ha vencido, el maldito ese me ha hecho perder -seguía Sparx repitiendo lo mismo porque era lo único que pensaba.
Spyro no soportaba que esto acabara así, debía de haber alguna forma de hacerle recordar a Sparx porque luchaba. Entonces se le ocurrió.
-Sparx. ¿Es que no recuerdas por que estas luchando? -pregunto de manera sarcástica.
Los cinco se sorprendieron de lo que dijo Spyro. Sparx carraspeo porque no entendió la pregunta.
-Que era lo que defendías.
Sparx intento acordarse, se metió mas allá de sus recuerdos para buscar la frase que siempre decía en mente.
-Que defendía mis principios.
-¿Y cuales eran esos principios?
Siguió recordando.
-Que ganaría a todo cueste lo que cueste, para mantener en paz a este pueblo hombres crueles que no aprovechaban nada bueno del pueblo.
-Si. Eso es -se alegro Spyro de que lo captara. -Pues una de esas clases de hombres crueles que dices es Tyzone -Spyro señalo en dirección hacia el escenario. Se veía desde muy lejos claramente como Tyzone estaba muy entretenido con uno de los participantes. -Y se esta aprovechando de la gente, y tu no haces nada.
Sparx quería salir corriendo porque tenía miedo de contestar a la pregunta de Spyro, pero no podía moverse, sentía que lo estaban torturando.
-Porque si ganase de que iba a servir, ahora toda la gente piensa que es como un santo, y aunque el perdiese, habría perdido tal y como todos nosotros, no cambíaría nada que el hijo del alcalde haya perdido un concurso -Sparx estaba tan triste por eso, que cada vez que respiraba por la nariz, se notaba que tenía mocos dentro acumulándose cada vez que lloraba o se ponía triste.
Sparx tenía razón, una sola victoria no cambiaba el hecho de que no era lo que pretendía ser ahora, pero había una cosa que el no había tenido en cuenta.
-¿Quieres saber una cosa? -le pregunto poniendo una sonrisa porque lo que iba a decir era gracioso. Sparx se acerco un poco hacía su hermano para escuchar lo que iba a decir, no podía levantarse, así que los otros le ayudaron acomodarse.
-El no sabe que vas a ganar -dijo el.
Sparx quedo perplejo, no capto bien el dicho, pero la manera en que lo explico fue apabullante.
-¿Como... que no sabe que voy a ganar -balbuceo porque no entendió mas o menos la explicación.
-Habéis estado toda esta noche, diciendo que vais a ganar el uno del otro, pero tienes la inteligencia y la astucia para vencerle, y el solamente tiene la testarudez de pensar que todo para el es siempre perfecto, siempre cree que va a salirse con la suya.
-Si pero el tiene a un montón de gente apoyándole.
-Si, pero porque creen que es una persona que no es, pero nosotros. Yo, Arya, Turk, Lewton y Grunch. Te conocemos porque hemos estado junto a ti durante mu-cho tiempo.
-A Tyzone también lo conocemos desde mucho tiempo también ¿no?
-Si, pero puede que esa gente crea lo que le de gana solamente por unas palabritas de nada, pero nosotros sabemos muy bien como es en realidad, porque le conocemos de emoción y disparates entre sí y ellos solamente lo conocen por actos, nada mas, no tienen ni idea cuanto sabemos de el.
Sparx retomó en serio lo que decía. Y la verdad era que tenia mucha razón.
-Cierto, es verdad. Hemos aprendido casi todo de el -de repente Sparx se levanto sin la ayuda de los otros, pensar en todas aquellas cosas hacía que se recupera-ra. Los demás se sorprendieron de ver como se acomodo para ponerse sentado, cuan-do en realidad estaba tan mal que no podía moverse.
Spyro sonrío asombrado.
-Si, y reconoces que esta utilizando a la gente -dijo Spyro marcandole otra vez el escenario.
Sparx miro fijamente hacia el escenario, veía como se portaba Tyzone con la gente, no paraba de comportarse como un loco para parecer que estaba eufórico. A Sparx le daba rabía ver eso.
-Si, ¡esta utilizando a la gente! -dijo Sparx cabreado.
La idea de Spyro estaba funcionando, cada vez que le hacia recordar algo que decía y se le había olvidado hacía que se recuperara.
-¿Quieres impedir que Tyzone se salga con la suya? -Spyro le hacía preguntas retoricas para hacer que Sparx se cabreara y se levantara teniendo el valor que siempre tenia.
-¡Si! -Sparx reaccionaba a las preguntas sacando todo ese enfado que tenia.
-¿Vas a dejar que te gane?
-¡No!
Los cuatro se sorprendían de como Sparx volvía a la normalidad.
-¡Pues entonces sal allí y pelea! -le marco Spyro el escenario para que viera apropósito donde tenía que ir.
-¡Eso mismo voy a hacer! -estallo Sparx en una bola descomunal de rabía. Sparx se esforzó al máximo para hacer mover sus alas, se levantaba volando pero ha-cía segundos que no se movían, pero entonces se movieron otra vez como para hacer que Sparx se levantase poco a poco. Los cinco se sorprendieron de como Sparx se recupero en nada, se les quedaba la boca tan abierta como para formar una O en su boca. Spyro se estaba asombrando a cada momento que veía a Sparx estar a su altura. Sparx se recupero y quedo a la altura de Spyro mirándolo con una cara de enfado que decía que estaba dispuesto a luchar.
-Te has recuperado -dijo Spyro alegrado por su hermano.
-Así es y listo para el combate -se dijo a si mismo Sparx en plan valiente.
Los cinco abrazaron a Sparx porque estaban contentos de que se haya recuperado. A Sparx le daba vergüenza que lo aplastaran así.
-¡Vamos chicos que no tenemos mucho tiempo! -advirtió Sparx en plan descarado. Parecía que se había olvidado de que antes se había quedado de piedra porque no soportaba que Tyzone tuviera una enorme atención.
-Si tiene razón -se alarmo Turk. -Están eligiendo a los candidatos y nosotros no estamos ahí.
-Si no lo hacemos vamos a perder la apuesta -advirtió Lewton exasperado.
-Y todo por lo que hemos pasado esta noche, habrá sido para nada -añadió Grunch temiendo que pasara lo que pasara.
Todos se dieron cuenta de que habían tenido muchas situaciones y conflictos diferentes, y todo ello para llegar a la victoria de los juegos, necesitaban llegar al escenario urgentemente. Se miraron preocupados, esta vez tenían que hacerlo bien, era como ese dicho que todo el mundo dice "No hay sacrificio, sin victoria", esa era lo que parecía el concurso, no podían ganarlo sin sacrificar todo el esfuerzo que tenían dentro.
-Pues vayámonos, antes de que Tyzone sepa que estamos desaparecidos -dijo Spyro en forma de conclusión y chiste.
Se rieron los demás de aquello.
Todos emprendieron la marcha de vuelta al escenario para vencer a Tyzone e impedir que se salga con la suya utilizando a la gente para sus fines maléficos, pero todavía eran desconocidos, no tenían ni idea de si todo esto formaba parte de un plan mayor que parecer sociable con todo el pueblo.
Mientras caminaban, Spyro miro a su hermano. Le sonrío con una expresión que le hacía recordar aquello que dijo a esa misma mañana: Aunque estos solo siempre me tendrás a mi para protegerte. ¿Porque es? Y Spyro había dicho. Porque somos hermanos. Y luego ambos lo dijeron. Porque somos hermanos. Esas eran las palabras que los unían siempre, pero después también dijo que cumpliría su promesa, pero otra vez no estaba seguro porque otra vez le vino el mismo temor de siempre.
..
Tyzone ya había terminado con el otro participante. Ahora estaba atendiendo a otra libélula que era un poco mas madura que el anterior, era de color dorada con unas parte que eran de color marrón brillantes, tan brillantes que parecían reflejarse la luz en su cuerpo.
-Bueno Lorne. ¿Explicame porque te encanta tanto los juegos? -le pregunto Tyzone al nuevo participante.
-Pues porque me encanta tanto superar retos, a veces casi siempre es una nueva aventura, nunca sabes si va a ser difícil o no -contaba Lorne, el nuevo participante.
-¿O sea que encanta el riesgo?
-Si, digamos que si.
-¡Oh parece que tenemos aquí a un hombre de riesgos!, espero que no se rompa las alas mientras esta concursando, porque sino va tener que poner eso en su diario de expediciones! -dijo Tyzone en plan humorístico.
El público estallo de la risa por aquel chiste.
-¡Demos un gran aplauso a Lorne "el extremo"! -le pidió a la gente locamente que lo aclamaran.
La gente le aplaudió.
Lorne hizo una reverencia y luego se fue a un extremo en donde se quedaban en fila los que iban a participar en los juegos, quedo parado al lado de Sonny, el anterior concursante que había sido seleccionado.
-Bueno, ya tenemos a dos, quien es el próximo -aviso Tyzone a alguno que quisiera entrar porque todavía quedaban vacantes.
Parecía que nadie mas quería participar, aunque eso era imposible, no había ninguna que no quisiera perderse participar en los juegos. Tyzone se estaba extrañando que no había nadie que levantara la mano o que dijera que quisiera entrar. Necesitaba decir algo o iba a quedar en blanco delante de todo el mundo.
-Vaya, parece que no ahí nadie mas que quiere entrar -entonces se le ocurrió una idea. -Entonces parece que solamente van a tener que participar muy pocos, así que...
-Así que nada -grito alguien que había entre el publico.
Justo cuando iba a decir su idea, grito una voz desconcertante. Según por la voz, reconoció quien era y no le gustaba que fuese el que pensaba.
La persona que había dicho eso, resulto ser Sparx, que parecía haberse recuperado, ademas estaba acompañado de sus amigos y su hermano Spyro.
-¡Yo y mis amigos vamos a participar! -grito Sparx en plan de lucha.
-Sparx -Tyzone se atemorizo por ver que estaba bien, pero en su mente el estaba muy cabreado por verle de nuevo en forma.
-Así es, y esta vez no me va a pasar nada de nada. Hizo una promesa hace mucho tiempo y voy a cumplir.
La gente miro desconcertada al muchacho libélula, se sorprendieron de la capacidad que tenía para mostrarse tan decisivo. Miraron a Tyzone esperando una res-puesta de el.
-Ya veo -Tyzone se dio cuenta de que no podía hacer nada, había dicho que iba a participar y no podía consentirle el paso delante de tanta gente porque sino se cabrearía y habría pasado lo que teme mas que nada. Que su plan se convierta en un fiasco. -Pues pasa aquí -le pidió de manera irónica pero sincera a Sparx para que venga.
El grupo fue directo al escenario, manteniendo un rostro que parecía cuando unos soldados van dispuestos a una guerra y piensan ciertamente que van a ganar. La gente no podía que tuvieran tanto empeño en ganar, se decían que parecían haber nacido solamente para ganar.
Subieron volando al escenario y se quedaron todos en fila al lado de Tyzone.
Tyzone tenía que entrevistar al concursante porque era una obligación de los juegos pero este tenia ganas de decirle que iba a perder, pero no podía hacerlo, tenia que concentrarse en el plan. Nunca había estado mas nervioso. Los dos se mantenían cara a cara el uno del otro pensando lo mismo.
-Bueno Sparx, antes me habías dicho que estabas cumpliendo una promesa. ¿Podrías decirme cual era? -le entrevisto de manera que no se entendiera su odio ha-cía Sparx.
Sparx se estaba dando cuenta de que ahora tenía que decir lo mas difícil que tenia en mente, si no decía nada, quedaría expulsado de los juegos. Se le ocurrió decirlo sin que parezca que se refería a el.
-Que ganaría cueste lo que cueste, para así mantener tranquilo este lugar. Porque ganar este concurso, es como ganar la batalla que libraron los granjeros libélulas hace mucho tiempo -se explico Sparx. Luego mantuvo silencio para esperar a que Tyzone hablara.
-¡Oh! -se sorprendió la gente de haber oído eso. Mezclar la guerra de los granjeros libélulas, con Los Juegos de la Cosecha hacía que todos estallaran de jubilo. La gente que había entre el publico se decía entre murmullos que era impresionante y que era digno de que participara en los juegos. El grupo también reacciono de la misma forma. Otras muchas personas también reaccionaron de la misma forma, incluido los dos participantes que ya habían sido seleccionados.
-No lo entiendo -dijo Sonny. Como era mas pequeño, no entendió la referencía. Lorne se le quedo mirando extrañado.
Tyzone no pudo creer que a la gente le haya calado lo que dijo. Trago salíva, sintio que estaba perdiendo.
-Vaya parece que tenemos aquí a un verdadero luchador. ¿Eh? -dijo utilizando sus toques humorísticos.
En vez la gente de estar riendose del chiste, se quedo callada, como si aquel chiste no tuviera nada de gracíoso. Se lo pasaban diciendo que porque estaba esas cosas después de oir algo tan maravilloso como eso.
Vio darse cuenta de que la gente no le daba nada de risa aquello, era muy importante el tema de los granjeros libélulas para ellos y el había hecho un chiste que parecía un insulto, se avergonzo de lo que dijo, estaba haciendo que su propio plan se arruinase.
-Bueno, ya a sido todo para ti, ponte a la fila -le pidio a Sparx que se juntara con el resto de los participantes, Sparx se puso en la fila, al lado del concursante Lorne.
-Muy bueno eso -dijo Lorne susurrando entre dientes para que no se le oyera.
-Si es lo que siempre tengo -le dijo sinceramente Sparx.
Ya había tres concursantes, faltaban cuatro para completar los juegos, el resto del grupo se acerco hacía Tyzone. No sabía quien entraba y quien no.
-¿Cual de todos vosotros quiere entrar? -le pidio a ellos quien era el que iba a entrar.
-Yo y Turk -Spyro señalo.
-Muy bien -dijo alegremente Tyzone por saberlo. -Pasa tu primero.
Spyro fue el primero en pasar, el resto se bajo al escenario porque como ellos no iban a participar, no servían para nada que se quedasen.
-Bueno Spyro tu... -Tyzone se acordo en ese momento de que nunca había participado, eso le podría dar una oportunidad para que se arruinaran los juegos, decidio darle su mayor miedo de siempre. -Tu nunca has participado en los juegos, ¿porque?
-A eso es porque... -Spyro se dio cuenta nunca había participado por culpa de su hermano y su testarudez de no prestarle atencíon y quedaba siempre solo. No podi-a decirle eso porque sino se arruinaría el juego para Sparx y perdería la apuesta, no sabía que decirle. El mismo miedo de siempre volvío otra vez, sintio la misma presíon que tiene cuando esta punto de reconocer que todo se había acabado para el.
-¿Porque es? -seguia preguntando lo mismo, intentando de que Spyro entrara en un estado nervioso para que así saliera corriendo, y de ahí entonces luego su hermano perdería la confianza en el por abandonarle y supuestamente no tendría ganas de hacer los juegos porque ya no tenia a su hermano no tendría motivo alguno por el que ganar, y Tyzone ganaría la apuesta. La idea era así de simple, cualquiera podría haberlo hecho así tal cual.
Un nervios le azotaban la mente a Spyro, aquellos nervios se estaban expresando en forma de reloj, cada vez que se le endurecía la mente sonaba un tic-tac tic-tac, así consecutivamente. Míro hacía el publíco esperando ver un milagro que le calmara los nervios, la gente se estaba quedando quieta viednolos a todos, no parecía que ninguno se estuviera preguntando por que no decía nada, tal y como hicieron cuando el alcalde había dicho su discurso. Pero poco a poco, vio a lo lejos la peor cosa que quería ver otra vez esta noche, el rincon donde estaba aquella roca donde siempre se sentaba contemplando como todos los otros se lo pasaban bien.
Sparx estaba aun en el mismo lugar junto a los concursantes viendo como su hermano se quedaba de piedra delante de Tyzone, penso que ahora le estaba pasando lo mismo que el a Spyro.
Los ojos de Spyro se volvieron purpuras y oscuros, sintío otra vez como si la roca lo llamase, cada vez que se sentaba ahí sentía como si la roca tuviera vida y se estuviera riendo de el porque quedarse sentado encíma de el, era como una criatura que se alimentaba del sufrimiento de la gente, y Spyro era el mejor de todas sus victimas. Pero entonces recordo la promesa que le había dicho Sparx, eso hizo hacerle recordar que al menos había una parte buena de todo esto, entonces decidío dejar a un lado sus miedos y enfrentarse ahora a la realidad. Se dirigio hacía Tyzone.
-Pues porque antes no me importaban nada los juegos, pero ahora que he visto la gran importancía que tiene mi hermano, así que he decidido participar con el.
-¡Oh! -se sorprendío la gente de lo magnifico que era lo que dijo. Luego aplaudieron euforícamente como en nombre de aclamacíon.
A Tyzone le daba asco ver como toda la gente les aclamaban por cada vez que decían algo hermoso y apasionante, pensaba que la gente era tonta, porque eran como maquinas que solamente aplaudian por obligacíon. Volvío a lo que tenia hacer.
Sparx le encanto tanto lo que dijo que unas lagrímas le caían por los ojos, se quito las lagrímas con la punta del dedo.
-Pues perfecto, ponte a la fila -le pidío Tyzone, en realidad quería que se pusiera ya mismo en la fila, porque no quería escuchar sus cursíladas de familia.
Spyro se puso en la fila de participantes, justo al lado de Sparx.
-Eso ha sido precioso -dijo Sparx sintiendose todavía triste.
-Si lo he hecho por ti -le devolvío las gracías Spyro.
Ahora ya habían cuatro partícipantes, faltaban tres personas mas.
-Pasa aquí -le pidio Tyzone a Turk que se acercara.
Turk se acerco lentamente para no intentar perder los nervios, porque sino se iba a enfadar y posiblemente iba a estrangular a Tyzone de tanto que lo odiaba.
-Bueno Turk, ¿que te gusta tanto de estos juegos? -le hacía la entrevista.
Turk se quedo detenidamente a pensar en que era lo que le gustaba.
-Ah, ya se -se le ocurrío. -Hacer que se te agranden los musculos -estiro los musculos del cuerpo para señalar que era muy fuerte.
Todas las personas que estaban ahí estallaron de la risa por lo del chiste de Turk. Incluido Spyro y Sparx estallaron de la risa. Tyzone hacía que se ria, solamente para parecerse a todo el mundo.
-Pues ponte en la fila, anda -le indico Tyzone a donde tenia que ir de una manera que se hacía creer que estaba contento por lo que hizo.
Turk se puso en la fila de participantes, justo al lado de Spyro.
Ahora ya habían cinco participantes, faltaban dos mas para terminar la seleccíon de candidatos y empezaría el juego.
-Vaya parece que nos queda poco para que empiecen -dijo Tyzone exclaman-do que no quedaba nada para que empezara el concurso. -¿Hay alguno mas que quiera participar?
Ya nadie mas levantaba la mano o grítaba, ya se habían acabado las ganas de jugar para cualquiera del publíco.
-Nadie. Seguro -estaba presionando las ganas del publíco para que algunos mas quisiera participar.
Todos se quedaron ahí sin decir nada en absoluto, excepto mirarse a los otros y preguntarse si querían entrar o no.
Tyzone se estaba poniendo nervioso al ver que nadie mas quería entrar. Tenia ganas de que empezaran ya el concurso para así poder ganar la apuesta.
-¡Yo conozco a alguíen que si quiere entrar! -gríto el alcalde Kovor salíendose de un salto de su asiento.
Todos miraron hacía el.
-¿A quien alcalde Kovor? -pregunto orgulloso de que alguíen quisiera entrar en el concurso, ganar la apuesta estaba mas cerca de lo que pensaba.
-A mí hijo, Drugon -dijo el alcalde Kovor. De entre la oscurídad, salío su hijo, que era identico a su padre, excepto por el color de las alas que eran del mismo tipo de rojo fuego que habían en unas antorchas que habían en una parte del festival.
-¡Oh! -se sorprendío la gente de verle.
-¿Y por que quiere participar en los juegos? -le pregunto Tyzone a Kovor.
-Pues porque quiere saber como se siente ganar en estos juegos -dijo Kovor agarrando a su hijo por los hombros en el momento en que se acerco. -¿Verdad hijo? -le pregunto a su hijo.
-Si, porque quiero ganar y convertirme en un ganador -dijo Drugon en un tono terco.
Se sorprendío la gente de su valía. Luego le aplaudíeron euforícamente.
Arya, Lewton y Grunch miraron excepticos la mirada que tenia Drugon, les daba un poco de miedo con solamente mirarle a los ojos.
-No me gusto nada ese niño -dijo atemorizado Lewton.
-Mas que Tyzone -le dijo Grunch que estaba atras de el.
-¡No! -gríto asustado y avergonzado.
Arya y Grunch se rieron del por el susto que hizo.
-Ah, una valentía sacada de su padre. ¿Me parece? -exclamo Tyzone.
-Si -afírmo Kovor. -¿Verdad que te encanta? -le pregunto de nuevo.
-Si, me encanta un montón -dijo el en un tono no muy convincente.
-Pues muy bien -sonrío Kovor orgulloso de la decisíon de su hijo. -Ahora ponte en la fila y unete a los demas.
-Ahora mismo lo hago lo padre -dijo Drugon obedeciendo las ordenes de su padre.
Tyzone se fijo en la manera en que se comportaba Drugon, parecía un robot, porque no paraba de obedecer todas las ordenes que decía su padre.
Drugon se puso en la fila, justo al lado de Turk. Turk le daba a momentos un poco de vergüenza tenerlo a el al lado.
Ya habían seis participantes, solamente quedaban uno y se sabía cual era.
-Bueno, ya casí estan todos, solamente falta uno, y yo se muy bien, quien es. Yo -se señalo a si mismo.
La gente aplaudío, pero nadie se sorprendío porque ya sabían que iba a participar.
Spyro y Sparx movieron la cabeza de lado a lado para negar que entrara en el concurso.
-Pero claro, yo soy el que organíza esto, así que no puedo ponerme en la fila de los participantes, así que de todas formas voy a ser como si estuviera.
Tyzone se puso en la fila de participantes aproposito, justo al lado de Drugon.
Spyro y Sparx pusieron una cara de enojo hacía Tyzone. No aguantaban las actuaciones que hacía para hacerse pasar por una persona sincera.
Ya estaba todo completo, los participantes ya estaban seleccionadas y ahora solamente hacía falta que comencaran los juegos. Tyzone estaba esperando a que alguien nombrara a los nuevos concursantes, pero ahora como Tyzone estaba en la fila, no había nadie que se encaragara de dirigir a los participantes. Tyzone se quejo de que nadie hacía nada. Se alejo un momento de la fila y se acerco hacía su padre
-Padre, podrías hacer los honores -le pídio Tyzone a su padre.
-Así, ya lo hago -dijo el alcalde Roman yendo a toda prisa hacía el centro del escenario.
Carraspeo.
-Demos un gran aplauso a los nuevos participantes de Los Juegos de la Cosecha.
El publíco aclamo a los nuevos participantes. Todos los participantes que estaban en la fila se sintieron orgullosos de formar parte de los juegos del festival, se sentian un gran afecto de gratitud de que los aplaudieran por formar parte de algo tan importante. Tyzone por fin se enorgullecia de que por fin empezara lo que ansiaba durante tanto tiempo, no faltaba nada para la apuesta, y entonces Sparx sería suyo.
El alcalde Roman hizo un gesto con las manos que para hacer que la gente dejara de dar aplausos.
-Muy bien, ahora que comiencen los juegos, tienen cinco minutos para que comienze el concurso.
Todas las personas del festival, se distribuyeron para hacer sus trabajos, tenian un tiempo de cinco minutos para preparar los preparativos para las pruebas de los juegos. Los que participan en el juego se dirigieron junto a sus familias para darles animos en el juego.
Los padres de Sonny se acercaron a el y empezaron todo tipo de cosas sobre que estaban orgullosos de el.
-Estamos orgullosos de ti hijo -dijo la madre dandole besos por toda la cara.
-Dales fuerte hijo -le dijo su padre. Luego chocaron los puños.
-Si lo hare -dijo agradecido Sonny.
El grupo de hermanos que tenia Lorne, hacian su tipico gríto de amistad.
-¡Por Lorne! -grítaban sus hermanos para aclamar a su hermano.
Los alcaldes estaban charlando sobre lo bueno que hacía en apuntar a su hijo a los juegos, cosa que otro alcalde no hizo.
Sparx estaba ansíoso por que comenzaran ya mismo el concurso, no podia esperar mas después de tanto agobío, peleas y discusiones. Los tres se acercaron junto al resto del grupo.
-Oh tios, no puedo creerme que vaya comenzar enseguida -dijo Sparx tan ansíoso que no podía contener sus nervios.
-Si a mi me ha parecído una eternidad todo esto -dijo Arya.
-Uhhh, no puedo contener los nervios -se frotaba la cabeza para intentar que se expulsaran sus pensamientos ansíosos por jugar.
-Vamos Sparx, tranquilizate, reserva tus nervios para los juegos -le dijo Spyro agarrandole por el hombro para que se calmara.
Turk se ria de como se comportaba Sparx.
-Es que no puedo hacerlo, es que... -se corto la conversacíon justo cuando alguien de lejos carraspeo.
Aquel que carraspeo era Tyzone, que mostraba una cara seria y sin mostrar afecto alguno.
Sparx se puso enfadado al ver a Tyzone delante de el, justo antes de que empezaran los juegos. Sabia que quería, seguro que le iba a darle la pelota de que iba a perder en el juego o algo así.
-¿Que es lo quieres Tyzone, ademas de burlarte de mi porque crees que eres perfecto al engañar a toda la gente? -le pregunto enfadado Sparx mientras se acercaba hacia el.
Tyzone parecía que se iba a quedar de piedra ahí delante pero entonces le levanto la palma de la mano como si quisiera que lo saludara. Sparx no entendio porque le daba la mano.
-¿Porque me levantas la mano? -pregunto extrañado Sparx. Aquello no era una cosa muy normal de Tyzone.
-Porque es una obligacíon del festíval -dijo Tyzone en un tono serío.
Sparx se extrañaba cada vez mas por lo que hacía. Spyro tambíen se extraño pero penso por un momento de que podría ser parte de un juego, no sabía si lo era o no así que dejo que pasara lo que pasara antes de que ocurríese algo mas extraño que eso. Los demas, que estaban mirando por debajo del escenario tambíen se extrañaron de lo que veían, ellos no pensaron por un momento que podría ser lo mismo de lo que estaba pensando Spyro.
-No entiendo por que es una obligacíon? -pregunto Sparx de nuevo intrigado.
-Veras, antes de que comienzen los juegos, todos los participantes tienen que darse la mano, para así mantenerse prometidos de que jugaran limpio y cumpliran las normas del juego, como una tregua de paz -se explíco Tyzone. Estaba tanto tiempo teniendo la mano levantada que empezaba a dormirse, tenia ganas de que le diera la mano ya mismo o lo oblígaria a que le diera la mano el mismo.
Sparx se sorprendío, no tenia ni idea de que existiera aquello de dar la mano, concocía muy bien todas aquellas cosas que se hacían en el festival, pero darle la mano a un participante, no sabía nada, a lo mejor era porque siempre se lo pasaba viendo el concurso en vez de participar en el.
