7.
Capítulo 22
"Plantas medicinales"
P.O.V Harry
Si tomo solo un poco de Felix Felices… Ahora que Ginny y Dean están en la cuerda floja…
No sería justo para ella –repetía una voz en su cabeza- ni siquiera sabes si le gustas….
Suspiró muy profundo… cierto. Ya no se sonroja cuando estoy cerca. Ya me habla, lo cual es un punto MUY bueno.
Harry Potter se encontraba en la biblioteca, ya era muy tarde, pero le urgía realizar un trabajo de Herbología de … la verdad tenía que revisar más sus apuntes. Ah, Si! El tema era "Plantas Terrestres Medicinales", un pergamino de 1 metro.
A quien trataba de engañar… ella le hablaba pero como una hermana… así se comportaba ella con él. Un momento tan cotidiano, de hermanos casi, se había convertido en una dulce pesadilla. Ginny y él en el baño… en la Madriguera. Todavía recordaba las pequeñas prendas íntimas dejadas por ella con un inocente descuido.
"Las plantas terrestres medicinales", -buen título-, pensó con ironía. Abrió un libro sin siquiera ver el título, casi esperando a que las respuestas aparecieran por sí mismas… "la menta sirve para…" "la flor del azahar"…
Y solo es "Dean" "Dean" "Dean", o sea… Dean es…
SU novio, -le recordó esa voz que empezaba a ser molesta. Si, su novio. Y él es una buena persona. Trataba bien a Ginny. Pero al primer intento de que le ponga una mano encima… lo despedazo.
SU novio- repitió
Si!-grito de manera involuntaria, lo que provocó que un grupo de niñas que lo seguían a todas partes, voltearan a verlo y rieran tontamente- ya sé que es su novio- pensó. Y los novios tienen ciertas libertades que el mejor amigo de su hermano, NO tiene. Se levanto, hechizó sus libros, pergaminos y plumas para que lo siguieran y poder sentarse lejos de esas niñas. De pasó revisó algunos libros en los estantes. " La ajedrea y sus propiedades", talvez sirva, "El ñame silvestre"… ¿Ñame?
¡Es una tortura! ¡no dejaba de pensar en Ginny! ¡su maravillosa forma de ser! ¡Siempre era tan positiva! ¡Como jugaba! Se veía tan linda en uniforme de Quidditch,
Con ese cuerpo, todo se le ve bien- al fin la voz en su cabeza y él concordaban. Pero ella era más que un cuerpo. Pero que cuerpo.
Su mente no dejaba de lado la imagen de ella saliendo del baño… con la pequeñíta toalla envolviéndola. El cabello estilando, su piel, esos labios!
Tenía que admitirlo. Detestaba a Dean. Podía tocarla. Podía besarla. ¡Podía estar con ella y acompañarla a sus clases!
Ella pasó mucho tiempo esperándote, y no la viste. Potter, creo que tienes que acostumbrarte a la idea que ya no eres su… héroe.
¡¡Maldición!-dijo cuando uno de los libros le cayó en la cabeza y se agachó a recogerlo.
¡PERDÓN! Dijo una voz desde los estantes más altos. Harry alzó su mirada para encontrarse con una hermosa caballera rojo fuego.
Ginny bajó los escalones hasta quedar a la altura de Harry. Sus ojos reflejaban preocupación…
¿Estás bien? Perdón, en serio…
Harry estaba embobado con ella. Se veía tan linda. Solo atinó a sonreírle.
-Tranquila, estoy bien- ella le sonrió y volvió a subir los escalones. Mientras él la seguía con su mirada.
-¿Harry?
-si
-¿Me puedes ayudar con estos?
Eran 8 o 10 libros realmente muy grandes, al verlos no le extrañó el hecho que uno se le cayera.
Si, si –dijo torpemente- no sabía que hacer con sus manos, no dejaba de ver sus hermosas piernas; (se recriminó por querer ver debajo de su falda, era demasiado) todavía tenía el libro que se le había caído en las manos y ella estaba bajando con dificultades esperando la ayuda de el y…
Todo pasó muy rápido. Si no fuera por los reflejos perfectos que poseía, la historia sería otra: Ginny resbaló de la escalera y Harry la atrapó en sus brazos mientras todos lo libros caían lentamente a su alrededor… gracias a que había convocado el hechizo no verbal "Winwardium Leviosa".
El tener tan cerca de Ginny, no ayudaba a las hormonas desquiciadas de Harry. Ella tenía sus brazos alrededor del cuello de él y la cabeza escondida en su pecho. El sonido de uno de los libros tocando el piso hizo que de manera curiosa buscara la mirada de Harry.
Ya me puedes bajar –dijo en un tono que él no reconoció-
Soltó sus piernas pero, todavía no sabe si por instinto, la abrazó y lentamente la dejó en el suelo, la sola sensación de su pecho contra el de él, lo hizo perder el control del hechizo y los libros cayeron con estrépito. Ayudado por el hecho de que ella mantenía todavía sus manos en su cuello.
-Debería recordar ese hechizo, es de primer curso! –dijo ella- Pero los hechizos no verbales aún me cuestan.
-Dales tiempo, Ginny, son muy sencillos.
Ella le sonrió, recogió los 10 libros y le agradeció a Harry. Parecía que tenía prisa.
Una hora más tarde el tema de "Las plantas medicinales" ya estaba casi terminado, lo acabaría mañana temprano. Cerró las cortinas de su cama y se dispuso a dormir. Ya le era imposible no pensar en ella. Y ese encuentro en la biblioteca no fue de gran ayuda en su proceso de convencimiento: ella estaba nerviosa frente a él, y ni que decir de él, su corazón explotaba solo con recordarlo, se suponía que el hechizo era levitador y lo que hizo fue hacerlos caer lentamente. Ella era la desconcentración en persona.
Insistía: ella estaba nerviosa, pero NO se sonrojó, maldita voz.
Recuerdas que ella era un desastre cuando estabas cerca. Si, era por que le gustaba. Exacto. Gustaba. Ya no.
Tenía ambas manos entrelazadas tras su cabeza, tratando de conciliar un sueño tranquilo. Dean y ella están en la cuerda floja… solo tentaría las circunstancias…
De repente a su mente llegó información que no había relacionado hasta ahora… en el ensayo de Herbología, todas plantas que hasta el momento había descrito, eran afrodisíacas.
En definitiva, esto iba a ser muy difícil.
La idea de esa botellita dorada había flotado en su imaginación por un tiempo; vagos planes que envolvían a Ginny rompiendo con Dean y Ron de alguna manera feliz de verla con un novio nuevo habían estado fermentándose en el fondo de su cerebro, sin saber si durante sus sueños o el tiempo de vigilia entre dormido y despierto.
N/A: Mil gracias por los reviews! Apenas tenga un poco de tiempo los responderé.
