9
COMIENZA EL VIAJE
La madre míraba indecisa y preocupada al ver como su hijo Spyro no paraba de rebuscar entre los cajones y las lacenas de la cocina.
Spyro buscaba como un loco todo aquello que le podría servir de ayuda para su viaje en busca de su orígen.
De pronto aparecío el padre, se junto con su esposa.
-Cariño mirale -le indico su mujer.
El padre se quedo mírando lo que hacía Spyro.
-¿Que hace? -pregunto queríendo saber una explícacion a lo que hacía.
-Estan buscando cosas para comer porque dice que se va de casa y se va ir en busca de su lugar de orígen -explíco la mujer.
-¿Que? -pregunto en un tono sorprendido y alarmante.
La mujer puso una expresíon de que iba en serio.
Se quedo con una expresíon que el mismo ni se la podía expresar, después de que le hubíeran contado acerca de su orígen ahora pretendía buscar su lugar de orígen, cosa que es improbable porque no queda nada acerca de los dragones.
Se acerco a Spyro para entablar una conversacíon con el.
-¿Que haces Spyro? -le pregunto en un tono confiable.
-Me marcho de aqui -contesto el sin reprochar.
Le indico una mírada indirecta hacía su mujer. Ella tenía razón, su hijo adoptivo planeaba marcharse de Ala Rocosa.
Volvío a intentar de preguntarle a Spyro.
-¿Y que haras cuando te marches? ¿Adonde iras?
-A cualquier lugar donde haya cualquier respuesta acerca de como es posible que siga vivo -explíco Spyro mientras sacaba unas latas del cajon de abajo.
El padre se quedo pensando.
-¿Pero y si no encuentras la respuesta que quieres?
-Pues la seguire buscando, no parare hasta conocer mi paradero -admitio Spyro en un tono decidido.
El padre carraspeo.
-¿Y si tardas como todo un año, en buscar esa respuesta?
Spyro se canso de las preguntas que le hacía el padre, sabía lo que pretendía y no lo iba conseguir quisiese lo que quisiese.
Se levanto y le indico una mirada piadosa.
-¿Tu te piensas que con decirme esas cosas, vas a hacerme cambiar de opinion? -le pregunto en un tono enrabiado.
-Hijo por favor no -trato de disculparse.
-¿Pero que os pasa, es que no quereis que se os meta en la cabeza, que quiero buscar mi origen, que quiera salir al mundo a buscar respuestas a como es posible que el último dragon de todos los tiempos, esta aqui mismo, reprochandoos porque no quereís reconocerlo? -pregunto Spyro en un ansia de odio y amargura.
-No queremos decir eso, solamente nos preocupamos mucho por ti -defendío la madre las opiniones de su marido.
-Entiendo que os preocupeís mucho por mí, me habeís criado como a un hijo vuestro durante mucho tiempo, pero ya es hora de que conozca toda la verdad, y aqui no puedo conocerla -concluyo Spyro.
-Pero hijo, por favor -intento de aclararse el padre.
-No, nada de peros -acato Spyro, luego cogio la última lata que había en el cajon de abajo de la lacena.
-¿Pero sabes todo lo que hemos hecho por ti, para protegerte de todo lo malo que existe en este mundo? -pregunto aclarandose.
-Me enfrento a muchas cosas malas todos los dias, salir del pueblo no me va a hacer ningún otro que no este ya hecho -aclaro Spyro.
El padre ya no sabía como hacer para hacerle cambíar de opiníon.
Spyro agarro un trozo de pan y luego lo partío por la mitad, saco un rollo de papel de hojas y empezo a envolverlo sobre el pan.
-¿Sabes la de cosas que hay afuera de este pueblo? -pregunto ahora probando de utilizar otra tecnica.
-No -contesto el.
-¿Y entonces porque que quieres salír de todas formas? -pregunto reprochando porque ya no entendía las opiniones de Spyro.
-Porque quiero enfrentarme a la verdad que se esconde en algúna parte de todo este mundo al que llamamos hogar, en algúna parte posiblemente este algúna familia de dragones esperando a su aciado hijo perdido durante mil años.
El padre no comprendío la última definicion.
-Pero no entiendo, pero si los dragones se extinguieron hace milenios, porque lo dices como si algúno estuviera todavía vivo como si nada.
-Lei por ahí, que los dragones son tan poderosos que son capaces de vivir milenios, hasta posiblemente toda una eternidad -admitio Spyro.
El padre se quedo perplejo al oír eso.
-Vaya, si todavía siguen vivos, deberían de tener como mil años o mas, porque a esa edad -comento chistosamente el padre.
Spyro le dirigio una mírada de sorpresa y extrañitud.
-A veces la edad puede ser muy peculiar a veces -comento.
-¿Pero Spyro, en serio quieres seguir con todo esto, afrontando todos los obstaculos que se te pueden avecinar en cualquier momento? -siguio preguntando lo mismo porque quería aclararlo todo de una vez.
-Me he enfrentado a tres trolls, y uno de ellos era enorme, y los he vencido como si nada, puedo enfrentarme a muchas cosas de ese tipo -admitio Spyro con un tono de muy decidido.
Ya no tenía mas remedío, su hijo al final iba a conseguir lo que quería.
El padre se acerco a el y le apoyo su mano contra su hombro.
-¿Spyro, hay alguna forma de hacerte cambiar de opiníon? -pregunto insistiendo porque ya no se le ocurría nada mas que explícarle.
-Mas bien deberías decirte a ti mismo, porque te insistes tanto en evitar que tu hijo tenga una vida alejado de el miedo de su padre -le rectifico Spyro.
El padre se quedo sin palabras al oír eso.
Spyro le dio la vuelta y se alejo yendose hacía su habitacíon.
Se dio cuenta de que lo que dijo su hijo tenía razón, no le estaba evitando de que se fuera por odío, le estaba evitando de que se fuese porque tenía miedo de que le pasara algo ahí afuera y que desconocía, en ese momento se dio cuenta, había estado toda su vida evitando alejarse de todo lo desconocido, y eso solo le había provocado que sus propios hijos fuesen mas fuertes que el, porque el miedo que el tenía, hizo que sus hijos se reprimieran y olvidaran ese miedo conviertiendolo en un odio irracional hacía todo lo que protegía el.
Su mujer se le acerco para consolarle.
En ese momento se acordo de todas aquella cosas que le habían parecido terribles para el y sus hijos, como aquella vez que Spyro y Sparx inundaron todo aquel mercado de mabus, su mujer se puso histerica, pero el se quedo disgustado porque se dio cuenta de que había dejado que sus hijos hicieran una trastada peligrosa, pero el se lamentaba mas bien de provocar que sus hijos hiciesen algo que el temía.
De pronto aparecío Sparx, estaba escondido detras de las paredes escuchando toda la conversacíon.
Ambos le dirigieron una mirada como diciendole que había escuchado.
-No le hagaís caso, es así de cabezota -comento Sparx.
Ambos se quedaron con una expresíon de afirmacíon e ironia.
..
Spyro puso toda la comída que había preparado para su viaje en una mochila de cuero, luego decidio buscar otras cosas que le podrían servir de utilidad.
Abrío los cajones para ver que había.
Del primer cajón, agarro el mapa que había utilizado antes, lo envolvío lo suficiente para cupiese dentro de la mochila.
Del segundo cajon agarro una brujula de metal con el puntero de color rojo, la aguja giraba en ambas direcciones, penso que también serviria.
Del tercer cajon agarro el binocular que se había comprado años atras, era muy pequeño y tenía una sola lente, era perfecto para meterlo en la mochila.
De pronto se oyo el sonido de un golpe en la puerta. Se giro para ver quien era y era su hermano Sparx delante de la puerta.
-Puedo pasar -pidio Sparx con tono palido.
-Pasa -insistio Spyro.
Sparx entro lentamente y observo todo el desorden que había montado, sabía que algo pretendía y no tenía que ver con un trabajo de manualidades.
-¿Que estas haciendo? -pregunto intrigado.
-Buscar cosas que pueda necesitar para mi viaje por Skylands -admitio Spyro mientras rebuscaba debajo de su cama.
-Ya veo -reconocío Sparx.
Spyro alzo la mano por debajo de la cama.
Sparx míraba extrañado lo que hacía.
-¿Que haces? -pregunto intrigado por lo que hacía.
-¿Te acuerdas de esa moneda de oro que conseguimos en aquella feria? -pregunto hacíendole recordar un viejo desastre que hicíeron hace tiempo.
-Si, ¿porque?
-La necesito ahora mismo, me ayudas a levantar esto -pidio sofocando.
Sparx se dirigio con Spyro y ambos agarraron los bordes de la cama, lo levantaron con mucha fuerza hasta dejar la mitad colgando.
-¿La vez? -pregunto Spyro aprovechando que lo tenían levantado.
Sparx se agacho y vio una extraña forma dorada en medio de un monton de peluzas que habían alrededor.
Sparx se metío dentro y alzo el brazo lo mas alejado posible como para agarrar la moneda.
Spyro estaba sofocando, no iba a poder aguantar mas.
Sparx tuvo la bastante como para agarrar por minutos la moneda con ambos dedos, se alejo justo a tiempo de que Spyro soltase la cama.
Ambos suspíraron de lo que le costaron.
-¿Para que la quieres utilizar en tu viaje? -pregunto Sparx queríendo saber porque armaron tanto follon por una moneda olvidada.
-Puede que cuando entre en la poblacíon, haya mercaderes que vendan cualquier tipo de obsequios o informacíon de cualquier tipo, si le vendo esta moneda a un mercadero pueda a lo mejor darme algo útil -explíco Spyro la razón de porque quería utilizar la moneda.
Luego se la metío en un pequeño bolsillo de la mochila.
Spyro míro a Sparx y vio que estaba poníendo la misma cara que pone siempre cuando algo mal ocurre con el.
-¿Con que me vas a venir ahora? -pregunto reprochando ironicamente.
-Spyro -detuvo un momento Sparx para aclararse acerca de lo que iba a decir sin que el le reprochara-. Entiendo que quieras hacer este viaje, en busca de tu familia, pero, ¿estas dispuesto a hacer todo esto por unas personas que posiblemente no existan? -pregunto queríendo saber cual era su opiníon.
-Puede que no existan o no, de todas formas, quiero conocer mi pasado cueste lo que cueste -admitio Spyro decisivamente.
Sparx reconocío que tenía una gran valentía cuando se trataba de su familia, eso era algo que nunca se había percatado de el.
Spyro cerro la mochila y luego se la puso por la espalda.
Sparx se traumatizo al ver que su hermano se puso enseguida la mochila, eso significaba que se iba en este mismo momento.
-Espera, que estas haciendo? -pregunto suponiendo lo que hacía.
-Me estoy poniendo la mochila -contesto Spyro con tono sarcastico.
-¿Pero porque?
-Porque me marcho ahora mismo -admitio Spyro, apreto las cuerdas de la mochila, parecía estar un poco pesada.
Sparx se traumatizo, si estaba hacíendo lo que pensaba.
-Espera un momento -detuvo Sparx-, te marchas de aqui sin antes des-pedirte de todos nosotros.
-Lo se -afírmo Spyro-, pero tengo mucha prisa.
-¿Mucha prisa en que? -pregunto protestando.
-Posiblemente mi familia me este esperando en algúna parte -concluyo Spyro suponiendo.
-¿Y tu como lo sabes?
-No lo se, pero suponiendo, pienso que deben de haber estado esperando a que venga por ellos.
-¿Pero no sabes si tienes una familia de dragones o no? -Sparx insistia-. Spyro, se que he esto te ha afectado, lo entiendo, pero eso no significa que no puedas despedirte de todos aquellos que te rodean.
-Se que es algo imperdonable, pero no puedo evitarlo tengo que reúnirme con mi familia -Spyro se dirigia hacía la puerta para salir.
Sparx no podía dejar que Spyro se marchase con esa idea en la cabeza.
Spyro esta a punto de salir de la habitacíon, cuando Sparx intervino y le detuvo.
-Spyro, se que estas ansioso por saber tu origen, pero todos los que tienes aqui, son tu familia, y ellos son tan iguales como los que tu piensas que te encontraras en tu viaje, no puedes irte así sin mas como si nada, al menos -busco Sparx una forma de hacer que se despida Spyro de sus familiares-, quedate esta noche, por lo menos, quedate con papa y mama.
-¿Pero porque tengo que hacerlo esta noche? -pregunto Spyro.
-Ahora mismo es demasíado tarde como para que te vayas a lo mas lejos de aqui, quedate a dormir esta noche, por ultima vez antes de irte, te quedas a dormir conmigo una ultima vez, y te iras mañana por la mañana.
-¿En serio?
Afírmo Sparx con la cabeza.
Spyro se saco la mochila dejandola apoyada en el suelo.
Sparx le míro sonriendole.
-De acuerdo, me quedo a cenar esta noche -acordo Spyro.
En un acto de gratitud, Sparx abrazo fuertemente a su hermano.
-Bien hecho hermano, así me gusta -dijo Sparx alegrado.
Spyro no sabía como reaccíonar ante eso, apreto sus brazos contra el abrazandole, nunca entendía como era posible tener un hermano tan mimado como el.
..
Esa misma noche, todos ellos estaban reunídos en el comedor, hacíendo justo lo que pretendían, hacer una ultima cena antes de que Spyro se marchase.
Todos estaban cenando tranquilamente porque no sabían de que hablar ademas del tema que solamente habían estado charlando todo el día.
Ambos se míraban dandose miradas expresivas preguntandose sobre la única cosa obvia en que pensaban.
-¿Oye hijo, hacía donde crees que iras cuando te marches de aqui? -pregunto el padre queríendo que su hijo no se metería en problemas.
-Bueno, primero atravesare todos los valles de la tierra de las libélulas, luego ahí entrare en la ciudad de los mabus, le preguntare a cada persona si sabe algo acerca de dragones vivos, y si todo acaba correctamente, me sumíre en todo una serie de peligros en donde acabare por fín encontrandome con mi familia -resumío Spyro todo lo que íba a hacer en su viaje.
-Si es que existe -le rectifico Sparx.
Todo la familia le dio una mírada indirecta. Spyro casí estuvo a punto de reprocharle el tema, pero al ver la cara de sus padres, decidío no hacer nada.
Ambos siguieron comiendose la comida que tenían en su plato.
-¿Por cierto? -pregunto la madre.
Spyro escucho.
-¿Que haras, cuando hayas conocido a tu original familia?
Spyro se limpio la boca con una servilleta de color gris blanquesino, y luego se penso lo que iba a decir.
-Primero, ellos me diran que fue lo que paso, que les paso a los dragones, como sobrevivíeron, porque me peridieron, luego pasare un tiempo con ellos, y cuando haya sido suficiente, los invitare a que vivan aqui, como una familia -le resumío Spyro lo que tenía planeado hacer con su familia.
-Si es que aprueban que tres dragones vivan juntos con libélulas -comento Sparx sarcasticamente.
Spyro ya se canso de la amargura de Sparx, dio un fuerte golpe en la mesa en señal de protesta.
-Se acabo Sparx, no se lo que pretendes, pero me estas cansando, y no veas como -le reprocho Spyro con un tono malhumorado.
-Solamente digo la verdad -exclamo Sparx.
Spyro volvío a dar otro golpe en la mesa.
-¿Que verdad, que no tengo ningúna posibilidad de conocer a mi familia? -pregunto suponiendo que quería referirse a eso.
Ambos se miraron dandose una mirada piadosa.
-Alto ahí, parad los dos, de acuerdo -intervino la madre, porque no quería que aquellos dos se pelearan justo en la última cena de Spyro.
Ambos se calmaron pero siguieron mirandose fijamente.
-Vosotros dos, quiero que os disculpeis inmediatamente -insistio el padre de sus comportamientos.
-No lo hare, hasta que lo comprenda -excuso Sparx.
-¿Que comprenda que? -pregunto volviendo a cabrearse.
Sparx se giro de su silla dirigiendose hacía el.
-Spyro, te has pasado toda la tarde, diciendo que quieres encontrar a tu familia, pero no sabes con certeza si existe o no, y te la pasas diciendo como si lo que vas a encontrar fuese algo tan normal como jugar al juego de capturar la bandera, mirate, eres el último dragon de la historia, como sabes si quiera, si es posible que hayan mas dragones como tu, se extinguieron hace años, y tu eres el primero en sobrevivir por algúna razón, posiblemente no encuentres a tu familia, sino a las respuestas de como es posible que sigas vivos -resumío Sparx la verdad sobre el asunto.
Spyro no dijo nada durante un momento, se quedo en blanco al oír todo lo que le dijo Sparx acerca de lo que planeaba hacer en su viaje.
Sus padres se empezaron a preocupar porque no sabían si se iban a pelear o no, la situacíon se había puesto demasíado tensa.
Ambos estaban enfrentados en un duelo de míradas intensas.
De pronto Spyro se levanto de su silla con brutalidad, tiro la servilleta y se marcho a su habitación.
Los padres míraron seriosamente a Sparx poníendo mala cara.
Sparx se ímaginaba por esa cara lo que mal que estaban.
-Espero que estes orgulloso Sparx, acabas de arruinar la que podría haber sido la última cena en familia, y la arruínado completamente -reprochoco admitiendole toda la culpa.
Sparx se sintío fatal por lo que dijo, pero tenía que hacerlo, tenía que hacerle entender que lo fuese a descubrir, no fue de lo mas perfecto que esperaba.
..
Spyro tenía ganas de cerrar los ojos y dormirse para luego despertarse por la mañana y así se acabaría todos los reproches, pero estaba tan preocupado por el comportamiento de su hermano, que sus propias dudas no le dejaban dormir.
Sparx entro tranquílamente porque no quería hacer enfadar demasíado a su hermano estaba enfadado con el de nuevo. Se acerco hacía el y luego se arrodillo delante de su cara.
-Spyro mira, se que hoy no ha sido un buen dia, pero tengo que decírtelo en serio -comento Sparx preocupado-. Se que tienes muchas ganas de ir y buscar a tu propía familia, pero tienes que entender, que puede que no sea lo que estabas pensando, hace milenios que se extinguieron los dragones, y no creo que hayan mas ade-mas de tu, y quiero que comprendas que nuestro mundo no es perfecto.
Spyro escuchaba claramente todo lo que le decía.
-Esta lleno de seres obsesionados con dominar nuestras tierras y a toda nuestra gente, como siempre ha sido desde los primeros dias desde que nacío este mundo -Sparx dirigio su mirada a el-, tienes que comprender que algunas cosas en este mundo, nunca salen perfectas como uno se lo esperaba.
Spyro gíro su cabeza mirando a Sparx.
-¿Y porque me dices todo eso ahora? -pregunto.
-Porque cuando halles lo que estabas buscando, quiero que entiendas que esto te lo dije, por una razón -le respondío Sparx.
Spyro se quedo con esa frase pegada en la cabeza.
¿Y que razón es esa? -pregunto queríendo saber que significaba.
-Pues... eso tendras que averiguarlo -le respondío ironicamente.
A Spyro le dio risa lo que dijo, siempre Sparx tan ironico con cualquier cosa, ambos acabaron riendose testarudamente.
Sparx se levanto y se dispuso irse a su cama.
-Por cierto, disculpa lo de la cena -se disculpo Sparx.
-Venga -reprocho Spyro-, que al final acabare prendiendote fuego con estas llamaradas -comento chistosamente, luego señalo Spyro por donde le salían.
Sparx rio carcajadamente.
Spyro se tumbo dirigiendo la vista al techo, asintio sonriendo, en ese momento penso en todos los buenos ratos que habían juntos durante tanto tiempo, pero ahora se acercaba un momento importante en su vida, y tenía que cumplírlo.
..
Una extraña bruma de color purpura se agrandaba rapídamente.
Los ojos de Spyro estaban pegados ante lo que estaba viendo.
No comprendía lo que era, pero sabía que no era nada bueno, la extraña bruma empezo a agrandarse hasta formarse una columna magíca que iluminaba de oscuridad todo el fondo negro donde estaba Spyro.
Sintío una extraña sensacíon de miedo al ver aquella cosa.
Dentro de aquella columna, se veía todo un contenido de magia oscura que perturbaba a Spyro por dentro, era como si lo que tuvíese dentro lo estuviese devorando con solo verle.
-Ven.
Spyro sintío que al escuchar aquello voz, no presagiaba nada bueno, tenía que marcharse de alli como fuese, intento de correr rapídamente para escapar de aquella columna oscura, pero veía que no desaparecía nunca, siguío corriendo pero veía que no estaba llegando a ningúna parte, estaba atrapado en medio de ningúna parte.
-Ven.
Spyro no entendía que quería decir aquella voz pero por su tono estremecedor, significaba que quería hacerle algo terrible.
De pronto, el humo purpura que salía de la columna, tono una forma como de tentaculo, y empezo a perseguir a Spyro sin parar, intentaba de esquivarle pero parecía que cuanto mas corría, mas se alargaba el tentaculo.
Otro tentaculo pero mas pequeño de anchura que el anterior, agarro a Sparx por la pata derecha y empezo a arrastrale hacía la columna. Spyro sentía un panico terrible al pensar que aquella cosa extraña le íba a hacer daño.
Una extraña figura descendía giratoriamente por la colunma, se coloco en el centro formando un ojo luminiscente de color azul.
Spyro forcejeo con todas sus fuerzas para librarse del tentaculo pero era demasíado fuerte, sintío que había llegado su fín.
-Ven.
..
Spyro se desperto de un fuerte grito, respíraba profundamente sin parar, se fijo a su alrededor, estaba a salvo en su casa, y todo lo otro había sido un sueño, asintio aliviado, pensaba que aquella extraña cosa lo íba a matar. Pero tenía sus dudas acerca de que era ese sueño, y a que venía aquello, no era nada normal.
Observo que estaba solo, porque cuando pego el grito no parecío llamar demasíado la atencíon. No estaba Sparx en su cama, al parecer ya había salido.
Luego se fijo afuera, había un sol muy fuerte, era ya mañana, la hora perfecta para salir e iniciar su viaje, Spyro fruncío el ceño decidido a hacerlo.
Volvío a poner dentro todo lo que había puesto antes en la mochila, luego fue a buscar la comida, estaba todo de la misma forma como la puso antes.
Salío de su habitación y entro en el comedor, no había nadie, Spyro no comprendía porque no estaba toda su familía desayunando en el comedor. Penso que a lo mejor se trataba de porque el se íba, no querían estar ahí para verle irse.
Respíro hondo, y se propuso salir por la puerta.
Se acerco a la puerta y lentamente giro el picaporte, cuando abrío la puerta, se quedo consternado por lo que vío.
Todo un montón de gente, posiblemente todo el pueblo, estaban ahí delante formando una pasarela para que el pudíera pasar.
Avanzo lentamente mírando las caras de todas las libélulas, estaban todos poníendo una sonrisa como de enorgullecimiento. No comprendía porque todo el mundo le míraba como si supíeran que pretendía irse del pueblo.
Llego al final de la pasarela, y seguía sin comprender que hacía todas aquellas libélulas mirandoles juntos
-Spyro -se oyo una voz conocída.
Se gíro y observo que su hermano se dirigía hacía el.
-Sparx -Spyro se acerco a el-. ¿Pero no entiendo, que es todo esto?
-Esto mi querido hermano, es tu despedida -le respondío Sparx.
-¿Mi despedida? -pregunto Spyro sorprendido.
-Así es, quería que todas estas con las que hemos vivido durante mucho tiempo, te díeran todo su apoyo cuando partieras a las afueras -le explíco Sparx la razón de porque estaban todas aquellas personas reunídas.
-¿Pero porque? -pregunto Spyro desconsolado.
-No quería que mi hermano tuvíera una despedida muy solitaria. Tu mismo me dijiste que te sentías muy solo en los festivales, así que por eso, he hecho esta despedida, solo para ti -señalo Sparx todo lo grande que era la despedida.
Spyro contuvo la respiracíon.
-¡Toda esta gente, esta reunída, para despedirse de mi?
-Así es, pero no todos son desconocidos -Sparx alzo el brazo señalando que venían las cuatro personas que mas les importaban a los dos-, también estan nuestros amigos.
Los cuatro se acercaron hacía ellos.
-¿Que tal estas Spyro? -pregunto amablemente Turk.
-Muy bien -contesto Spyro timidamente.
De pronto Turk agarro por el cuello a Spyro abrazandole fuertemente.
-Ay -gimío Turk-, pensar que eres el primero del grupo que se marcha a los mas lejos de este pueblo, hace que me entritezca -comento sollozando.
Luego se acerco Arya.
-Que tengas buena suerte Spyro -comento Arya abrazandole.
-Si voy a tener mucha suerte -comento Spyro.
Se solto Arya y luego vino Lewton.
-Es una lastima, pero parece que no podre examinarte -comento Lewton disgustado por no hacer su trabajo sobre examinar un dragon.
-Lo siento, pero tendras que examinar a una especíe que ya exista -le respondío ironicamente Spyro.
Turk se rio de eso.
Luego ambos se abrazaron.
-Te deseo mucha suerte -comento Lewton para despedirse.
-Que tengas mucha suerte como cientifico -le prometío Spyro.
Se soltaron y luego vino Grunch para despedirse. Ambos se abrazaron inmediatamente.
-Espera que conozcas a tu familia -le deseo Grunch a el.
-Ya lo espero, ya lo espero -comento Spyro exclamativamente.
Se soltaron y luego Spyro míro fijamente a los que eran sus cuatro mejores amigos de toda su vida.
-Amigos -pronuncío Spyro-. Os deseo mucha suerte, cuando yo no este -se despidío de ellos al mismo tiempo.
Ambos se lo agradecíeron con una sonrisa.
-Oye Spyro, ven que también hay una persona que quiere decirte algo -comento Sparx apuradamente.
Spyro avanzo persiguiendo a Sparx para ver a quien le quería presentar. De pronto aparecío la persona que quería presentarle.
-Señor presentador -pronuncío Spyro conmocionado al ver que se trataba del presentador del Festival de la Cosecha.
-Veras pequeño dragon, tu hermano libélula me dijo lo que paso en el festival, y me siento un poco culpable, porque parte de lo que paso, fue culpa mia -dijo el presentador sintiendose disgustado.
-¿De que cosa es usted culpable? -pregunto Spyro sin comprender a que quería referirse.
-Yo tuve parte de culpa de porque no estabas seleccionado en el baile -admitio claramente el presentador.
Spyro se sorprendío al oír eso, se le petrifico la boca al momento.
-Por eso quiero presentar mis disculpas, entregandote eso -el presentador saco una lamina de papel plastificada, se la entrego a Spyro.
-Vaya, ¿que es? -pregunto sin comprender que era.
Esto es un agradecimiento por haber participado en el Festival de la Cosecha -le explíco el presentador que era.
Spyro se quedo asombrado, al fínal tuvo algún merito.
-Vez que al final ha salido perfecto después de todo -le comento Sparx.
Spyro afírmo levantando la cabeza contento, le entrego la lamina a Sparx para que el se la quedase.
El presentador se despidío con una sonrisa y luego aparecío por detras dirigiendose el alcalde Roman.
-Alcalde Roman -pronuncío Spyro al verle.
El alcalde del pueblo junto con un grupo de guardías, se acercaron delante de Spyro.
-¿A el también le has invitado? -le pregunto Spyro a su hermano para aclarar de porque entonces estaba delante suyo.
-Si, así es, el también quiere decirte algo -afírmo Sparx.
-Jovencillo dragon, durante mucho tiempo he estado aguardando y protegiendo a estas personas, pero nunca pense que estaría protegíendo a un dragon que vivía en este pueblo -comento el alcalde chistosamente.
Ambos se ríeron de la manera en que les hablaba.
-Por eso quiero enorgullecerte, con esto -el presentador dio paso a unos asistentes que traían consigo una bandera con un dibujo muy peculiar.
-¿Que es esto? -pregunto Spyro sin comprender que era.
-Esto, es la nueva bandera que representa a nuestro pueblo -explíco el alcalde Roman admitiendo porque tenía el dibujo de un dragon purpura.
-¡Que! -dijo Spyro asombrado.
-Así es, ahora ha partir de ahora no solo pondremos libélulas en nuestras banderas, sino también dragones purpura -admitio Roman.
Spyro se quedo sin palabras, no podía creer todo lo que estaban hacíendo por el solamente porque se marchaba del pueblo.
-¿Que Spyro? ¿Te parece que te haran caso ahora y no solamente porque eres diferente? -pregunto Sparx para saber si Spyro cambío de parecer.
-Si -contesto Spyro emocionado.
De pronto gimío angustiado el alcalde.
-¿Que pasa señor alcalde? -pregunto Sparx al ver la expresíon que ponía el alcalde.
-Bueno veras, es que le había propuesto a mi hijo Tyzone que fuese conmigo para darte la despedida, pero el me ha dicho antes que se sentía enfermo y no quería venir -explíco el alcalde porque estaba tan disgustado.
Spyro y Sparx se míraron dandose una expresíon de ironia que sabían bien que significaba, tener que invitar a Tyzone a la despedida de su hermano, sería lo ultimo que haría.
-Es una verdadera lastima -opíno disgustado el alcalde.
-Bueno no importa, el ya se lo sabe -comento Spyro para disimular.
-De todas formas, enhorabuena, dragon Spyro -el alcalde alzo su mano para que el la pudíera estrechar.
Spyro agarro la mano del alcalde y ambos estrecharon sus manos.
Luego se soltaron y se dieron una mirada de confianza.
-Bueno joven dragon, espero que tengas mucha suerte en tu viaje -prometío el alcalde.
-Eso tendre -opino Spyro.
Luego ambos continuaron por la pasarela encontrandose a todas las personas a las que despedirse. Salíeron de la pasarela y se encontraron con las dos personas a las que mas les importaban, sus padres.
Ambos se quedaron mirandoles pensando en que decírles.
-Mama, papa -pronuncío Spyro con un tono expresivo.
Los padres les míraron con una sonrisa.
-Se que vosotros no sois mis verdaderos padres, pero os he respetado durante mucho tiempo, y quiero que sepaís, que siempre os tendre cuenta, como unos autenticos padres, y como una familia también -opino Spyro sobre que era para ellos hacíendo despedirse de ellos.
Ambos gratificados por haberles dicho eso, ambos padres abrazaron fuertemente a Spyro, luego se unío Sparx complacído por su hermano.
Atras, toda la gente les míraba, decidieron aplaudirles para felicitarles, todo el mundo estallo en unos gloriosos aplausos.
Spyro aunque no lo parecía, lloraba pero no con lagrimas, sino conmocionado por todo lo que habían hecho por el.
..
Sin que se díera cuenta todo el mundo, arriba desde una columna, el hijo del alcalde, Tyzone, míraba con ojos de ironia la escena que se producía abajo.
Sentía unas ganas de compadecerse de lo que estaba pasando ahía afuera, pero estaba sintiendo un remordimiento por presentarse ahí para despedirse de el hermano de quien es su peor enemigo.
Por detras se le aparecío su hermano Clayton poníendo cara de lúnatico al ver que su hermano estaba ahí arriba.
-¡Que estas hacíendo hermano! -pregunto chillando Clayton.
Tyzone se asusto por aquello chillido, estaba tan tranquilo ahí arriba que no le había visto venir, le ordeno que se callara.
-¿Que estas hacíendo hermano? -pregunto Clayton ahora con un tono un poco mas bajo de tono, veía que su hermano estaba apunto de entrarle una de sus insoportables rabietas.
-Observar a esos teatrales hermanos -contesto sarcasticamente pero con un tono grosero.
-¿Pero tu no estabas enfermo? -pregunto Clayton sin comprender porque estaba su hermano ahí si se podía saber.
-Lo estoy -afírmo.
Clayton no comprendía como era posible que estuviese si el admitia que estaba enfermo.
-Pero no enfermo de la forma en que tu piensas -exclamo Tyzone.
-¿Que tienes? -pregunto Clayton atemorizado por la efermedad que fuese tener su hermano, que a lo mejor se trata de algo terrible.
-Pena -admitio Tyzone.
Se extraño Clayton.
-Para mi si -exclamo ironicamente-, siento pena de esos ahí abajo, siento pena de que tengan tanta atencíon, cuando nadie habla de mi.
-Yo si que hablo de ti -añadio Clayton.
-¡Tu no cuenta porque eres familia! -le reprocho a su hermano.
Clayton se callo inmediatamente atemorizado.
-Soy el hijo del alcalde, el hombre que dirige a todo el mundo, y nadie siente pena por mi por cualquier cosa, mientras que ahí abajo, sienten pena por un dragon que se marcha para siempre -explíco Tyzone sus quejas.
-No se marcha para siempre, se ira unos dias y luego volvera -rectifico Clayton sobre el asunto.
Tyzone alzo la mano en señal de silencio.
Clayton le hizo caso y se cerro la boca.
-A un dragon no se le debería apenarse, debería sentirse panico por el, los dragones son las especie mas poderosa de Skylands, y tenemos aqui a unas pobres libélulas que sienten pena por un ser superior a ellos -explíco sintiento remordimien-tos de lo que veía-, por eso voy a hacerme con esta gente.
-¿Como? -pregunto Clayton intrigado.
-Cuando se vaya el dragon, solo quedara la libélula, y entonces durante este tiempo, me hare con el, para controlarle, para hacerle mio, y pronto, me hare con toda esta gente, para hacer que se den cuenta, de que no hay nada mas poderoso, que yo -dijo Tyzone admitiendo su diabolico plan, apreto con fuerza sus dientes de lo odioso que era el plan.
..
Ambos no podían dejar de sentirse apenados, se soltaron cansados de estar tanto tiempo abrazandose. Spyro miro a cada uno de ellos.
-Bueno Spyro, ¿estas decidido para partir? -pregunto el padre.
Si estoy mas que decidido -admitio Spyro con tono firme.
El padre se giro observando algo que tenía detras.
-Pues ahí esta la salida -señalo el padre a un camino estreho que conducía a las afueras del pueblo-, una vez que entres por ahí, te conducira por estrechos valles separados de nuestro pueblo, y luego, tendras que buscarte la formar de entrar de pais en pais.
-Estoy decidido a pasar por todos los obstaculos posibles que me encuentre -admitio de vuelta Spyro sintiendose decidido a pasar por todo.
Los padres se míraron, se dieron cuenta de que su hijo se había vuelto todo un hombre.
-¿Porque te sientes tan varonil Spyro? -pregunto Sparx.
-Pues porque es lo mejor que voy a necesitar utilizar ademas de mi astucia y inteligencia si quiero pasar por muchos problemas.
Sonrío Sparx riendo por aquella afírmacion, eso era lo mas varonil que se le podría haber ocurrido a cualquier valiente dispuesto a buscar aventuras.
-¿Estas preparado? -pregunto para aclarar por última vez.
-Si estoy listo -afírmo decidido Spyro.
-Pues entonces -ambos padres se apartaron y dejaron paso a Spyro para que pudíera dirigirse al camino.
Tenía la salida ahí delante.
Spyro respíro hondo, y se dirigio a la salida.
Avanzaba mientras todo el mundo observaba como el dragon se iba.
Spyro tenía miedo de mirar atras porque seguramente miraría las caras apenadas de la gente y haría que cambiase de opiníon.
Sparx se sentía orgulloso de su hermano, era el primero de toda la familia que se embarcaba en un largo y complicado viaje por el mundo, pero sentía pena porque se marchase así, no era suficiente, necesitaba algo mas.
Dio la marcha para alcanzar a Spyro antes de que se fuese. Atraveso por delante a los padres.
-Sparx -pronuncío el padre extrañado.
-¡Spyro! -gritaba Sparx para avisarle.
Spyro no se detuvo, siguio su camino.
-¡Spyro! -volvío a gritar Sparx, ya estaba muy cerca de el.
No tuvo mas opcíon que girarse y despedirse de el por ultima vez, en su momento ya pensaba que una cosa como esta sucedería.
Sparx se acerco delante de Spyro, respíro hondo por lo rapído y descontroladamente que corrío para alcanzarle.
-¿Que pasa Sparx? -pregunto Spyro en tono de reproche mientras se giraba para mirarle sarcasticamente.
-Una ultima cosa mas -añadio Sparx respirando ansiadamente. Agarro la bolsa que tenía detras y empezo a rebuscar algo que tenía dentro.
Spyro reprochaba porque pensaba que sería algo sin importancía.
Sparx agarro justo lo que queria.
-Toma esto -le mostro Sparx lo que le quería mostrar.
-¿Que es? -pregunto Spyro sin comprender lo que era.
-Es mi navaja de la suerte -le entrego Sparx su navaja multiusos.
Spyro no podía creerse lo que le estaba entregando.
-Pero Sparx -reprocho-, pero este ha sido el primer regalo que ganaste en tu primera feria.
-Lo se, pero ahora quiero que la tengas tu -Sparx cerro las manos de Spyro para admitir que la navaja era suya-. Quiero que la utilizes como mejor te parezca, seguramente tendras algunos problemas, y quiero que la utilizes para el proposito que mejor te parezca.
Spyro se estaba arrepintiendo de lo que estaba pensando antes, no sabía como agradecerle un obsequio así, pero sabía en su corazon que tenía que decir.
-Sparx -pronuncío.
Carraspeo Sparx escuchando.
-Durante un mucho has sido mi mejor, pero no solamente el mejor amigo que he tenido, sino el único mejor hermano que he tenido, puede que seamos de diferentes especies, pero a ambos, nos une un lazo inseparable, y cuando me vaya, quiero que sigas manteniendo ese lazo cueste lo que cueste -resumío Spyro todo aquello que le quería agradecer a Sparx.
Sparx no dijo nada conmovido por lo que dijo, nunca antes Spyro le había dicho eso.
-Te quiero Sparx.
-Yo a ti también te quiero Spyro.
Ambos se dieron un abrazo tierno porque significaba que estaban tan únidos aunque uno de ellos estuviesen lejos, ambos se despidíeron de aquella manera.
Luego se soltaron mirandose entristecidos ambos.
-Debería volver con ellos -señalo Sparx a los de atras, tenía que dejar que Sparx se fuese por su cuenta.
-Si vuelve -le pidio Spyro
Sparx se dio la vuelta, y se marcho todo entristecido porque posiblemente no iba a ver a su hermano en mucho tiempo. Se reunío con Arya y ella le consolo estirando su brazo por su hombro.
Spyro le míro, sintiendo ese dolor apezar de todo lo que hacía. Se dio la vuelta de nuevo, y observo la salida que tenía delante.
Decididamente, se dirigio al camino, pero esta vez sin pararse y sin darse la vuelta, solo seguir andando.
Sparx se sentía tan triste que pensaba que necesitaba alguna forma de despedirse de el por última vez.
-¡Adios Spyro! -grito Spyro despidiendose.
Todos al ver el gran consuelo de Sparx, todos hicieron lo mismo.
-¡Adios Spyro, vuelve pronto! -decía mucho tipo de cosas la gente para despedirse de el, todos y cada uno de sus amigos, se despedían de el entristecidos.
Spyro entro en el camino, sintiendose orgulloso de tener una gente por la que sentirse querido y especial, siguio su camino, y ahí termino todo.
Sparx quería seguir despidiendose, pero veía que su hermano, desaparecío entre la oscuridad del camino.
-No te preocupes Sparx -le consolo Arya-, estate seguro que volvera.
-Y claro que estoy seguro, el siempre la ha tenido, ha tenido siempre la voluntad de arriesgarse por los que ama y quiere, al igual que yo, pero esta vez no se va como un simple aventurero en busca de riesgos, se va porque quiere conocer su origen, su familia, pero ahí una parte de el que ya la conoce -confeso Sparx.
El es el dragon Spyro.
