11
EL ULTIMO GUARDIAN
Había mucha oscuridad, todo el lugar estaba oscurecido de un tono de color negro muy claro pero sombrío a la vez
Dos personas estaban acostadas inconscientemente encíma de un grupo de rocas amontonadas en forma de una colina.
La libélula Sparx se desperto hacíendo un bostezo muy grande, se había quedado dormido durante un gran tiempo. Abrío los ojos y se fijo donde estaba, no entendío donde estaba pero no parecía un lugar seguro.
De pronto se acordo, se habían peleado con aquellos monos y después hubo una gran explosíon, pero no entendía como llegaron a acabar ahí, no se acordaba de que paso durante los ultimos minutos.
Pero una cosa si se acordaba, su hermano Spyro le protegío, entonces se dio cuenta, que le paso a su hermano.
Fue rebuscando como un loco por todas partes, no veía nada por culpa de aquella oscuridad, luego toco algo escamoso, era el.
-Spyro despierta -forzo Sparx empujandole con los brazos para que se despertara-, Spyro despierta -parecía que no había forma.
De pronto hubo un gemido, Spyro se desperto e inmediamente se levanto somnoliento. Se froto la mano contra los ojos.
-¿Que ha pasado? -pregunto el sin percatarse de lo ocurrido.
-Oh Spyro suerte que estas bien, pensaba que aquella explosíon te había hecho algo, pero menos mal que sobrevivimos -resumío los acontecimientos que tuvieron recíen.
-Explosíon -Spyro se puso a recordar sobre que paso antes, se acordo-. Los monos.
-Eso es, nos enfrentamos a aquellos greebles, pero su maldito jefe nos tiro una dinamita y ahora acabamos aqui -señalo Sparx el ambiente de donde estaban.
Spyro se quedo perplejo al ver el extraño lugar oscuro.
-Pero no me acuerdo de que paso después, exploto la dinamita y ahora nos encontramos aqui, ¿crees que aquellos monos nos secuestraron y nos han metido aqui como prisioneros? -pregunto Sparx pensando que aquella podía ser una posiblidad de como fue que estuviesen ahí.
Spyro se puso a pensar lo ultimo que recordo.
-No, no nos han secuestrado, la explosíon nos sacudio y nos llevo atravesando esa franja de allí -señalo Spyro un hueco recto que había a lo alto.
-Santo cielo -dijo Sparx al ver que después de todo sobrevivieron a semejante explosíon como para llevarles por aquel hueco-. ¿Pero como es posible que sobrevivieramos?, tu te pusiste delante de mi, así que el fuego de la explosíon te habría parte calcinado por detras.
-Si, la verdad es que podría haberme pasado eso, pero... no siento nada de nada -dijo Spyro extrañado porque no sentía dolor alguno de quemaduras.
-¿En serio no sientes nada de nada? -pregunto Sparx también extrañado por eso.
-No -contesto el.
Sparx no podía reconocer que su hermano no tuviese dolor alguno, se acerco hacía el y agarro una de las alas. Tenían aspecto de estar quemadas pero no tenian ningún defecto provocado por las quemaduras, era como si el fuego no le hubiese hecho efecto alguno.
-No puede ser -dijo Sparx sin creerse lo que veía.
-¿Que pasa? -pregunto Spyro al ver su reaccíon.
-Toda la parte de las alas esta inmune, de alguna forma el fuego no ha hecho contacto con la piel, tus escamas estan gruesas que no ha podido penetrar el calor del fuego -dedujo Sparx al ver el efecto que tenía su piel contra el fuego-, de forma alguna, por tu piel, eres inmune al calor.
-Increible -dijo Spyro sorprendido.
-¿Pero como es posible que toda tu piel sea inmune al fuego? -se preguntaba Sparx porque quería saber la respuesta a como Spyro era inmune al fuego.
Spyro buscando una posiblidad, se le ocurrío una cosa.
-Espera, creo que lo tengo -aviso Spyro-. Lei un libro que decía que los dragones como eran de sangre caliente y eran de especie de los reptiles, sus escamas eran tan fuertes que podían soportar el calor a una cierta temperatura -dedujo Spyro la posibilidad de que fuese esa la respuesta que buscaban.
Sparx se llevo la mano a la cabeza, se reprocho de no habersele ocurrido.
-Entonces esta claro, debido a tus escamas, eres parte inmune al fuego.
-Entonces soy mas poderoso de lo que pensaba -dedujo Spyro.
-Increible, si no hubiese venido contigo no habría podido creer todo esto -dijo Sparx sin creerse la cantidad de habilidades que tenía su hermano.
De pronto Spyro al acordarse de lo que dijo, se acordo de una cosa muy similar que dijo antes pero que no le hizo caso.
-Un momento. Tu antes me dijiste que no querías estar conmigo debido a las cosas que pensaba -le dijo Spyro lo que antes había reprochado.
Sparx se le agrandaron los ojos.
-Oh no -dijo Sparx atemorizado porque la discusíon que se avecinaba.
-Nada de oh no, Sparx, ¿dime la verdad sobre lo que dijiste antes? -pregunto reprochando enfadado porque dijo algo que significaba que estaba harto de el.
Sparx se quedo pensando, se le nublo la cabeza de todas las discusiones que habían mantenido hasta ahora.
-La verdad es que, quería acompañarte en tu viaje, pero ahora he sabido que no tienes ni la mas remota de como planear un viaje porque ahora he visto que tomas las decisiones al pie de la pagina, que todo sale planeado a si sin mas -resumio Sparx todo aquella que le fastidiaba de Spyro durante el viaje.
-Que me tomo todo al pie de la pagina -concluyo Spyro-, yo no tomo todas las decisiones a si como si, yo las pienso y luego veo como decidirlas logicamente -resumío Spyro sobre su manera de tomar las decisiones.
-Y eso provoca que acabes matando a todo el mundo -comento Sparx.
De pronto Spyro le dio una colleja por detras de la cabeza a Sparx.
Sparx volteo la cabeza mírandolo incredulamente por no creía que tuviese tanto enfado como para hacerle aquella colleja.
-No me obligues a hacer eso de nuevo -le avíso ironicamente Spyro.
-¡Acabas de darme por detras! -le reprocho gritando Sparx mientras se tocaba por detras donde le golpeo.
-Si, porque estoy harto de que reproches todas mis opiniones -exclamo Spyro admitiendo devuelta una cosa mas que odiaba de el.
-Lo hago, porque quiero que entiendas, que no todo lo que piensas es una solucíon correcta -le reprocho alzando los brazos en señal de reprochamiento.
-A veces esas ideas me han solucionado muchos problemas provocados por tu culpa -le reprocho Spyro señalandole con el dedo.
-Así, ¿como cuales? -pregunto.
-Marcharme en busca de mi familia, para así poder buscar a alguién que estuviese de acuerdo con mis opiniones -admitio Spyro decidido.
Reprocho Sparx, golpeo ambas manos.
Ambos se quedaron callados sin decirse ni mirarse nada porque sentían un gran fastidio sobre ellos mismos, asintieron angustiados, no se sentían bien después de decirse eso, se giraron y se miraron con ojos angustiados.
-¿Tu piensas que todo es culpa mia, de que te vayas de aqui, porque no me aguantas, debido a que no te hago mucho caso? -pregunto Sparx para verificar si era eso por lo que estaba tan consternado.
-No -contesto Spyro deprimido-, la culpa es de los dos por no habernos hecho caso mutuamente, si nos hubíeramos tratado como unos buenos hermanos, no habríamos tenido tantos problemas -verifico Spyro el problema.
-Si, la culpa es de ambos -afírmo Sparx deprimido.
Asintieron.
-¿Que hacemos con nosotros mismos? -se pregunto Sparx.
-Lo que tendríamos que hacer es perdonarnos por habernos comportado como unos niños y ayudardonos mutuamente a buscar la solucíon -explíco Spyro la solucíon al problema que mantenían ambos.
-Si, ayudarndonos mutuamemente -verifico Spyro.
Ambos asintieron sintiendose angustiados por todos los problemas que habían mantenido a raya durante todo este tiempo.
Sparx alzo la vista pensando que iban a hacer ahora.
-¿Que hacemos ahora? -pregunto extrañado.
-Pues... -Spyro se levanto de donde estaba apoyado-, tendríamos que buscar una forma de salir de aqui, tenemos que buscar una forma de volver a la superficie antes de que anochesca porque sera peor.
-Y si probamos de intentar volver por donde hemos venido -sugirio Sparx dirigiendose al hueco de arriba.
-Bueno no, tu podrías meterte por ahí, pero yo no puedo volar lo suficiente como para llegar hasta ahí -opino Spyro pensando claramente.
-Pues podría a lo mejor quedarme arriba y esperarte mientras tu buscas una forma mejor para salir -sugirio Sparx.
-No -exigío Spyro firmemente-, es muy peligroso que te quedes solo ahí arriba, no sabemos si esos monos siguen todavía por ahí, o puede que aparezca otra cosa peor.
-Entonces que podemos hacer -opino Sparx.
Spyro observo el ambiente, no les quedo mas remedio que buscar una salida por aquel recondito lugar oscuro.
-Pues tendremos que buscar por estas cuevas -sugirio Spyro.
-Pero eso es muy peligroso -comento Sparx levantandose-, no sabemos si lo que hay aqui es mucho mas peligroso que lo que hay afuera.
-No tenemos opcíon, hay que buscar un lugar por donde salir.
Sparx reprocho por estar hacíendo caso a esa idea suya.
-Siempre hacíendo lo dificil, pero a lo loco, a lo loco -decía Sparx reprochando como un loco porque tenía que aguantarse uno de los planes descabellados de su hermano.
Spyro se quedo observando un momento el lugar, cuando de pronto sintio una extraña perturbacíon en su cabeza, estaba sintiendo un extraño sonido como parecido a la melodia de una música.
-Escuchas eso -avíso a Sparx.
-¿Eh? -pregunto el.
Spyro se le agudizaron mas los oidos, estaba claramente oyendo la melodia de una música.
-Esa melodia.
-Yo no oigo nada -opino Sparx.
-Pues yo si la oigo -exclamo, luego siguio el rastro de aquella melodia.
-Esperarme Spyro -exigío Sparx al ver que su hermano le debaja tirado.
Spyro avanzo por un camino estrecho de rocas amontonadas entre si, sentía de alguna forma que estaba siendo atraído por aquella melodia, sonaba tan maravillosa que no podía dejar de escucharla.
Sparx avanzaba como podía, se estaba golpeando con las rocas, no entendía como era posible que Spyro escuchase algo que el no podía escuchar, pensaba que estaba alucinando al estar en aquel lugar oscuro, algo tenía el lugar que sonaba demasíado estremecedor.
Spyro salío por aquel recorrido estrecho hasta llegar a un vacío que daba lugar a un tunel muy grande que conducía a donde estaba la melodia.
Decidío meterse por aquel tunel.
Sparx lo siguio pero sentía remordimientos por lo que hacía.
-Spyro detente -intento de frenarle susurrando pero no había forma, el seguía su camino.
Cuando andaron por aquel tunel se fijaron que estaba todo detallado como a mano, como si hubíese sido construido a mano, pero parecía que si lo hubiese hecho una persona, pero era imposible, deberían de haberlo construido un numero enorme de gente, y que hubíese tardado meses en hacerlo, pero estaba como si lo hubiesen hecho de la noche a la mañana, como era posible.
Sparx le daba miedo aquel tunel, no parecía algo muy normal, era como el tipo de lugar que salen en los cuentos de terror. El protagonista entra en un tunel misterioso que conduce a un lugar desconocido, después un grupo de criaturas extrañas salen por todas partes y el protagonista se enfrenta a muerte con ellos.
Luego sale por el tunel y al final se encuentra en un lugar que ya no comprende y todo luego se vuelve una completa locura. El tunel es el mismo de esos cuentos. Tenía ganas de sacar a Spyro de allí porque no quería saber que había al final del tunel si es que hubiese una salida o no.
Spyro se acercaba aún mas a la ubicacíon de la melodia, lo notaba, es que como si conociese a aquella melodia, pero no que la hubiese recordado de alguna parte, era como si estuviese dentro el.
Cuando salíeron del tunel, volvíeron al mismo lugar oscuro y lleno de piedras de antes, pero había algo distinto, mas adelante había una luz que se transparentaba, una luz purpura, Spyro decidío seguir aquella luz.
Sparx asintio orgulloso de que no pasase como creía, luego se percato de que otra vez Spyro se iba sin el, se quejo porque iba a conseguir que ambos acabasen muertos, lo siguio de nuevo.
Spyro giro hacía algo que parecía una puerta, tenía los mismos contornos del tunel, de pronto se percato de algo que le dejo con la mirada petrificada.
Sparx se junto contra el torpemente porque estaba distraido vigilando de que no hubíera ningúna criatura enemiga. Se quejo del choque que se dio con Spyro, de pronto vio lo mismo que el y se quedo con la mirada petrificada.
Había una extraña pero enorme criatura de color rojo y naranja, tocando un enorme piano, estaba en una sala oscura pero con luces de cristal de colores, estaba todo puesto para que parecíese una habitacíon.
Spyro se quedo perplejo, estaba viendo un dragon, pero un dragon enorme, de pronto todas aquellas dudas que tenía se le fueron al verle, tenía las respuestas delante del. Giro su cabeza mirando a Sparx, ambos se decidieron a ir por el.
Avanzaron lentamente porque no sabían si iba a ser amistoso o no, estaba muy tranquilo tocando aquella melodia con el piano, pensaron que no debían a lo mejor molestarle por si acaso.
Aquel dragon tenía como una cara muy triste, estaba apenado por alguna razón, debía ser porque era el único dragon vivo en años, y se sentía solo.
Ambos se detuvieron, estaban mejor ahí, se tomaron su tiempo para hablarle, tenían que improvisar algo para que aquel dragon no se mosquease.
Miro a Sparx exclamandole que dijera algo.
-Empieza tu, es de tu especie -exigío susurrando Spax.
Al final fue elegido para hablar con el, se mantuvo paciente, era la primera vez que iba a hablar con alguién de su especie.
Carraspeo como para improvisar.
De pronto el dragon dejo de tocar, aquella melodia desaparecío como si hubiese estado todo el rato retumbando por la sala.
Sparx apreto los dientes de lo nervioso que se puso, se arruino.
Spyro no se puso nervioso, se quedo tranquilo y estable en el lugar donde estaba, no iba a huir, tenía las respuesta de su cara.
El dragon se giro mostrando una cara de no expresar nada, parecía que ya se había percatado de la presencía de ellos.
Sparx estaba tan aterrorizado que se escondio detras de una roca.
El dragon giro su cuerpo dirigiendose al pequeño dragon purpura que tenía delante de el.
-Al final has llegado -dijo el dragon sonriendo contento.
Spyro se extraño parecía que lo conocía, Sparx también se extraño.
El dragon bajo su cabeza alargando su largo cuello hacía el pequeño dragon, lo miro con sus enormes ojos naranajas, lo estaba examinando.
-¿Quien eres? -pregunto Spyro con tono susurrante.
Al hacer esa respuesta, el dragon naranja alzo su cuello hasta colocarlo como estaba antes. Se mantuvo muy tranquilo observandole.
-Soy Ignitus, guardian del fuego, miembro de la legion dragon, y uno de los ultimos dragones que quedan en Skylands -admitio el dragon Ignitus.
Spyro se quedo perplejo, tenía delante a uno de los mayores dragones que habían existido. Sparx se mantuvo muy constante del dragon.
-He estado esperando mucho tiempo, para conocerte por fin -comento Ignitus alzando sus grandes alas.
-Pero, ¿me conoces? -pregunto indeciso Spyro.
-Si, de las profecias -Ignitus encendío las antorchas purpura que tenía al lado del piano, con la luz, se mostro un mural de roca que mostraba el dibujo de un pequeño dragon, era el.
Spyro quedo impresionado, se quedo con la boca abierta. Sparx no podía creerlo, su hermano era una leyenda.
-Pero no entiendo, ¿como es que salgo en este mural? -pregunto Spyro no comprendía claramente a que se refería con aquella profecía.
-Durante mucho tiempo, se ha hablado de la existencía de un dragon purpura, un dragon purpura tan poderoso, que llevaría a todos los dragones y al resto del mundo a la gloría y a la paz, ese eres tu, joven dragon -explíco Ignitus a que se refería con aquel mural.
Spyro no sabía como reaccionar, se quedo dando pequeños sorbos de aire porque no podía soportar el saber que era muy importante para el mundo.
Sparx también se asombro, resultaba que su hermano era mas que un dragon normal, era alguién importante para todo el resto de los drgones, de pronto se cayo de la piedra en donde estaba sujeta.
Aquella caída llamo la atencíon de los otros.
Sparx se fijo que le descubríeron, se escondío de vuelta en la piedra.
-Parece que te has traído un amigo contigo -comento Ignitus.
-Si, es mi hermanastro Sparx -admitio ironicamente Spyro-, vamos Sparx ven aqui no te va a hacer daño.
Sparx alzo su cabeza, luego saco todo el cuerpo y ando volando dirigiendose hacía ellos. Se junto con Spyro, Ignitus agacho su cabeza para observar de cerca a Sparx.
-Eres una libélula, un poco timida para ser el amigo de un dragon -asumío Ignitus al ver el aspecto de Sparx.
-Oye, que sepas que no solo soy su amigo, soy su hermano de nacimiento, y aunque sea un dragon, sigue siendo un hermano para mi -reprocho Sparx mosqueado por lo que dijo Ignitus acerca de el.
Ignitus rio contento.
-Encantado de conocerte libélula Sparx -saludo Ignitus.
-Encantado, disculpame que me presente así pero, tengo que decirte, ¿como es posible que mi hermano Spyro sea la última especie de dragones en Skylands y porque te escondes aqui? -pregunto resumíendo Sparx.
Aquella pregunta dejo clavado a Ignitus, se sento hacía atras dando un gran trote que sacudío la tierra, puso una cara de apenado.
-Lamentablemente, todo es por mi culpa -admitio Ignitus apenado.
-¡Que! -gritaron Spyro y Sparx.
-Pero no entiendo Ignitus, ¿como es posible que tu tuvieras la culpa de que se extinguiesen los demas dragones, y solo quedemos tu y yo? -pregunto Spyro porque ya no se aclaraba con tanta duda.
Ignitus le míro apenado. Luego se levanto hacíendo un gran estruendo.
-Todo comenzo hace mucho tiempo, cuando un día mis amigos me pidieron que buscara restos de tecnologia Arkeyan que aún quedaban por Skylands después de la gran guerra -empezo Ignitus a contar su historía.
En las paredes, había un mural del dibujo de dos huevos colocados sobre dos pedestales.
Durante un tiempo estuve excavando por estas catacumbas, buscando algo que fuese peligroso para el resto de la gente de Skylans. Pero en vez de eso, alle algo distinto, de lo que esperaba.
Ignitus rompío una gigantesca puerta circular cerrada debído a la cantidad de roca y polvo que cubrían los extremos. Un humo de polvo negro nublo la vista de Ignitus por un momento. Cuando se le aclaro la vista, se percato de algo que le dio curiosidad.
Había entrado en un templo abandonado que parecía que yacía siglos que nadie lo habitaba, pero lo mas curioso de todo, era que habían dos huevos, uno de diferente color, ambos estaban colocados sobre dos pedestales de marmol alejados entre si.
Ignitus decidío echar un vistazo a aquellos dos huevos, ando con mucho cuidado porque aquel templo no parecía muy estable después del golpe que le hizo a la puerta de piedra. Se junto delante de los huevos y los examíno a cada uno.
El huevo de la derecha era de un color amarillo amatista, tenía bordes que formaban hexagonos a lo largo de tod el huevo, y tenía algo que resaltaba la luz de encíma, Ignitus estaba ilucionado con aquel huevo, en cambío el otro.
El otro huevo era de un color negro muy fuerte, y tenía el dibujo de un portal de energia oscura en el medio. Ignitus le daba mala pinta aquel huevo, puso su mano casí cerca de la punta, de pronto una extraña presíon recorría el cuerpo del dragon, sentía como si algo ahí dentro, estuviese vivo y lo este llamando, las presíones que había se volvían muy fuertes, no podía quitar la mano de encíma, en un acto reflejo, quito la mano de un tiron, el huevo se suavizo al momento.
Ignitus asumío que aquel huevo portaba una energía muy negativa, algo tan peligroso que consumiría el alma de cualquier hombre.
Al ver que aquellos dos huevos poseían un gran potencial, aunque eran opuestos, servían como para utilizarlos para algún beneficio.
Agarro el huevo de luz y se lo llevo consigo, pero hecho un ultimo vistazo al huevo oscuro, dejarlo solo podía ser algo efectible, pero también algo peligroso, algún cualquier podía agarrar el huevo oscuro y sería algo terrible, decidío agarrar ambos huevos pero solo porque un descubriemiento como ese, merecía ser tratado para un proposito honrado.
Después de aquel dia, tengo ganas de no haber cogido el otro huevo.
-O también no haber encontrado aquel templo -comento Ignitus apenado por las graves consecuencían que pasaron después de aquel descubrimiento.
Spyro y Sparx se mostraban muy intrigados, habían estado perfectamente la historia, pero no entendían porque el decía eso acerca de lo arrepentido que estaba de haber encontrado aquellos huevos.
-¿Pero no entiendo? -pregunto Spyro-, ¿Que paso para que pensaras que aquellos huevos no merecían ser encontrados?
Ignitus se intrigo por aquella pregunta.
-Bueno, no estaba todo de acuerdo con ambos huevos, solo estaba de acuerdo con el huevo de luz, porque aquel era milagroso, mientras que el huevo poseía una gran maldad -explíco Ignitus-, después de que saliese del templo, fui directo a enseñarselo a mis amigos, los demas guardianes, para que pensaran en que hacer con aquellos huevos.
Ignitus observo un mural de piedra, donde tenía el dibujo de unos dragones, observando dos huevos magicos, para Ignitus, aquello le hizo cobrar vida a traves del pasado.
Seis dragones de distintos colores y elementos, observaban incognitos los huevos que había traído Ignitus.
Yo formaba la parte del grupo de dragones conocido como Los guardianes, ellos eran los miembros mas poderosos de toda la legion de los dragones, yo era Ignitus, el guardian del fuego.
Un dragon de color blanco con partes de aspecto de cristal de color purpura transparente, observaba sorprendido los huevos. Entre todos los demas estaba Cyril, el guardian del hielo.
Otro dragon de color verde, observaba con ilusion los huevos. También estaba Terrador, el guardían de la tierra.
El cuarto dragon, de color amarillo y purpura, míraba estupefacto y examinando ambos huevos. Otro era también Volteer, guardian de la electricidad.
Y por ultimo, había un dragon de color negro y purpura que míraba con estupefaccíon los huevos, con mayor afecto que todo el resto. Y por ultimo estaba Maley, guardian de las sombrars, y aquel a quien considere mi mejor amigo.
¿Que hacemos con los huevos?- pregunto Terrador.
Yo digo de utilizar a ambos huevos para manejar el clima en los pueblos donde todavía hay sequias- sugirio Volteer.
-Yo opino que deberíamos utilizarlos para cambiar el estado de las temperaturas en Skylands. Hay pueblos en donde no se sincroniza el cambio climatico- sugirio Cyril.
Terrador se quedo pensando, todos tenían ideas muy buenas, pero necesitaban solamente una sola idea para utilizar ambos huevos con precaucíon, no sabían lo que hacían con seguridad.
Yo opino que deberíamos utilizarlos para algo de mayor beneficio, como utilizarlos para cambiar el aspecto de todo Skylands, hacer que todo sea de paz y belleza- sugirio Terrador con tono firme.
Los demas se quejaron de aquella sugerencía.
Terrador era casi siempre el jefe del grupo, cada vez que pasaba, se le ocurría a el con mayor razón.
Ahora hablando de paz y belleza, porque no los utilizamos para hacer la paz con las criaturas que aún quieren la guerra por Skylands- sugirio Ignitus entusiasmado con aquella idea.
Dejate de paz, utilizemoslo, para destruir a todos de una vez, así siempre habra personas buenas en Skylands- sugirio Maley agarrando el huevo oscuro, luego rio sarcasticamente.
No vamos a matar nadie, no somos asesinos. Y a ti no te voy a dar este huevo- le reprocho Ignitus quitandole el huevo porque ya veía lo que iba a hacer con el suponiendo.
Y porque tu tienes tanto derecho a utilizarlo- le reprocho Maley poníendose nervioso porque otra vez estaba en contra de el.
Porque yo he encontrado estos huevos, y tengo derecho a utilizarlos como me parezca -opino Iginitus delvolvíendo el huevo a su lugar.
Maley se puso irritable.
Ninguno de todos vosotros va a utilizar esos huevos -dijo alguién de una voz aguda y de poca respiracíon.
Los dragones observaron delante y vieron que un dragon mas grande que ellos se acercaba lentamente acompañado de un par de dragones pequeños. El dragon mayor era un anciano de color negro y gris y llevaba un ropaje militar. Aquel era Chronicler, nuestro jefe y lider de todos los dragones, el era uno de los ultimos jefes dragones que quedaban en Skylands, ambos le teníamos un gran respecto porque el era un completo heroe de guerra, se había enfrentado a muchos peligros y salío vivo de todos ellos, por eso era nuestro lider.
Amo Chronicler -saludo tradicionalmente Ignitus.
Amo Chronicler -saludaron tradicionalemente el resto.
Chornicler observo el comportamiento de los dragones, se comportaban como niños cuando se peleaban por un caramelo, en especial a Maley, siempre portandose como el que tenía la razón de todo. Se acerco a los huevos, agarro el de luz y se quedo examínando incognito todos los detalles que tenía el huevo.
Ignitus no sabía que contestarle a Chronicler.
Chronicler dejo el huevo donde estaba, luego agarro el otro, el de oscuridad, lo examíno pero esta vez, sentía algo indeciso en el, sentía una extraña presencía que recorría por todo el huevo, aquello no era normal en ambos sentidos.
Dejo el huevo donde estaba, los había examinado suficiente.
Solo yo puedo usar estos huevos, yo soy el único ademas de ustedes que tiene mas responsabilidad sobre las consecuencias que puede llevar utilizar inadecuadamente estos huevos -acordo Chronicler. Luego agarro de vuelta el huevo de luz-, este huevo que veís aqui, lo utilizaremos para fines pacificos, si alguién tiene alguna pregunta acerca de eso, que hable ahora.
Los dragones se callaron, no dijeron nada al respecto.
Chronicler estuvo de acuerdo con eso.
Bueno, yo si que quiero hacer una pregunta -contesto Maley.
Habla -exigio Chronicler.
¿Si usted va a utilizar ese huevo, quien va a utilizar el otro huevo? -pregunto disimuladamente Maley.
Ambos dragones asintieron estremecidos por aquella pregunta.
Chronicler agarro el huevo oscuro, observo la cara de malicia que tenía Maley, y sabía que lo que decía no era de confianza.
Yo utilizare este huevo, para fines menos incoherentes, lo guardare en un lugar donde nadie pueda utilizarlo, este huevo desde ahora no lo utilizara nadie -acordo Chronicler mientras se marchaba con ambos huevos.
Maley se puso nervioso, iba a dejar que aquel huevo se quedase metido en algún mueble y dejar que se pudriese con el tiempo, no podía evitar aquello.
¡Pero eso es injusto! -reprocho Maley.
Aquel grito llamo la atencíon de Chronicler, sus acompañantes hicieron guardia delante de el para protegerle.
Ese huevo debería ser utilizado para los mismo fines que el otro, no merece estar expuesto como una reliquia absurda como todas las demas -reprocho Maley acerca de lo mal que estaba no utilizar aquel huevo.
Ignitus y los demas se precipitaron.
Este huevo no esta en un buen uso -alzo el huevo oscuro-, he sentido una extraña presencia en este huevo, y cuando se nota algo así, significa algo terrible que pueda llevar a una catastrofe sin precedentes.
Maley puso una cara de disgusto.
Es mejor que este huevo este guardado en algún lugar donde ningúna persona pueda utilizarlo para fines maliciosos como los tuyos Maley -admitio Chronicler, luego se marcho con ambos huevos a guardarlos en lugares seguros.
¡Esto es... -Maley intento de seguir al amo, pero sus guardias le bloquearon el paso.
Los dragones mostraban una cara de precipitacíon hacía el, no iban a dejar que fuese a por el amo Chronicler.
Maley se alejo la ver que no tenía opotunidad, luego los dragones se marcharon a seguir al amo. Maley se dirigio hacía sus hermanos guardianes, todos les míraban con una cara de impertinencia y vulgaridad hacía su enorme egoismo, en aquellas caras se imaginaba lo que le íban a decir y reprochar sobre el gesto que hizo antes con el amo Chronicler.
Maley no soporto eso y se fue reprochando de la sala.
Ignitus sintío lastima por el.
No le hagas caso, es un chalado, se que cree que puede controlarlo todo -le dijo Terrador a Ignitus para hacer que no le diese una conversacíon acerca de que se tranquilizase y se comportase con responsabilidad.
Al ver el comportamiento de mi mejor amigo, y lo que me dijo Terrador a mi, no tenía claro como afrontar el hecho de que Maley se estaba pasando de la raya con nuestro amo, tenía que hablar como sea.
Maley se regocijo en su habitacíon, apoyo sus manos contra las sabanas de su cama, empezo a apretar las sabanas con furía, en un ataque de nervios, empezo a golpear ambos puños contra la cama para expresar el odio que tenía hacía Chronicler por no haberle entregado el huevo.
Luego se detuvo poníendo una cara de amargura. Alguién llamo.
Ignitus entro en la habitacíon, observo como se estaba poniendo Maley, aquella escena que hizo en el salón, le había dejado inquieto.
¿Te encuentras bien Maley -pregunto Ignitus.
Si, me encuentro bastante bien -aafírmo Maley acostandose en la cama, luego miro a Ignitus con una cara perversa y agonizante.
Ignitus sentía nervios al verle.
¿Que quieres? -pregunto egoistamente.
¿Quería saber porque te comportaste así ahí dentro? -pregunto aclarando el motivo por el que estaba ahí.
Maley hacía gesto de egoísmo para disimular el odio que tenía a todo aquello que tenía que ver con lo que paso en el salón.
¿Quieres saber porque me comporte de esa manera? -pregunto rectificando su pregunta.
Afírmo Ignitus agachando la cabeza.
Me comporte de esa manera... -Maley se levanto inmediatamente de la cama y se junto a su oido-, ...¡porque Chronicler me ha robado ese huevo que me pertenece! -le reprocho Maley en todo su oido.
Ignitus aguanto como pudo aquel grito. Maley se alejo de el y volvío de vuelta a acostarse en su cama.
Maley aquel huevo no te pertenecía -le reprocho amablemente.
¡Si que me pertenecía! ¡Yo soy el dragon elemental de las sombras! ¡Y ese huevo tiene en parte mi elemento!, y el me lo ha robado -reprocho Maley admitiendo el motivo de porque estaba cabreado.
Maley -intento de aclarar Ignitus.
Carraspeo Maley sonriendo con amargura.
He sentido algo raro en ese huevo, hay algo malo ahí dentro, y creo que es mejor que ambos no lo usemos por seguridad -intento de defender Ignitus para aclarar y así poder cambiar de opinion a Maley.
Seguridad -pronuncío Maley amargadamente-. A mi me parece que eso es mas bien miedo, miedo a no utilizar algo que nos proporcionara un gran bien a todos nosotros.
Lo que sea en que estes pensando, no sera tal cual como lo piensas si llegas a utilizar ese huevo -exigío Ignitus.
Pues de todas formas me beneficiara un gran bien a mi -se señalo Maley a si mismo.
Ignitus, por favor, no intentes hacer una desgracia -exigío Ignitus atemorizado por lo que sea en que este pensando el.
No pienso hacer una desgracia, pienso hacer una reformacíon de todo lo malo que hay en este mundo, y cuando lo haya conseguido, tendre la razón para restregartelo por esa cara de dragon bueno -dijo amenazantemente Maley.
Ignitus le míro con una cara desdicha.
Pues si piensas de esa forma, entonces esta claro que no puedo ser amigo de alguién que solo pienso en propositos hostiles -exclamo Ignitus.
Maley rio sarcasticamente, no se creyo de buena cuestion sobre lo que decía Ignitus acerca de el.
Ignitus no soportaba ver a Maley teniendo ese comportamiento, se puso a marchar para no seguir discutiendo con el.
Tu has lo que quieras, yo conseguire mi huevo -reprocho Maley riendo maliciosamente.
Aquella fue la ultima vez, que hable con Maley tal y como era siempre.
Ignitus se regocijaba en sus remordimientos, todo aquello que se acordaba que provoco la mayor tragedía para los dragones pudo haberlo evitado sin cuestion alguna, sentía ganas de volver atras en el pasado, para reparar sus errores.
-Cuando Maley hablaba acerca de robar aquel huevo, pensaba que era una broma, una broma que hacía para demostrar que era un malicioso dragon, le gustaba hacerse el malo, pero lo que hizo mas tarde, ya no fue una broma -siguío explican-do Ignitus acerca de la historía de la extincíon de los dragones.
Spyro y Sparx continúaban escuchando aquella historía, empezaban a ver mas detallado porque decía que tenía la culpa, pero no era todavía suficiente para aclar, siguieron escuchando.
-¿Que paso después, ¿consiguio Maley robar el huevo oscuro? -pregunto Spyro intrigado por donde continuaba la historía.
-Bueno -giro Ignitus su cabeza mírando a los dos-, ocurrío algo mas que solo robarlo, provoco su perdicíon .continuo explicando.
Aquella misma noche, Maley se preparo para robar el huevo, supuso que el huevo estaría en la sala de armas, donde se ocultaban las armas mas poderosas de todo Skylands, las que habían sido usadas para la destruccíon y el caos.
Maley cruzo un pasillo sin que nadie notase su presencia, habías guardias por todas partes, tenía que improvisar para así poder llegar a la sala de armas.
La sala de armas la tenía delante, pero había un guardia de un aspecto muy rudo vigilando la sala, Maley se puso a pensar.
El guardia dragon respíraba profundamente, de pronto oyo un extraño sonido que venía de atras del pasillo, se oían golpes como de puños, el guardia se puso a echar un vistazo.
Cruzo la esquina y no se encontro con nada, no entendía de donde habían salido aquellos golpes, de pronto alguién por detras le hizo un golpe en el cuello que provoco que le dejara tieso e inconsciente.
Maley rio maliciosamente. Agarro las llaves del guardia.
Ahora que estaba todo despejado y tenía las llaves para poder abrir la puerta, se dispuso a robar el huevo.
Abrío las puertas con ambas manos, se quedo ilucionado al ver la cantidad que armas que había en la sala, era como una biblioteca pero de armas y reliquias, todas aquellas de las que había oido hablar estaban ahí.
Espadas, hachas, escudos, pociones magicas que habían sido seleccionadas como prohibidas por los dragones. Todas estaban.
Todas aquellas armas y artilugios estaban ahí, siendo utilizadas solamente para hacer polvo. Maley le daba lastima que aquellas armas no tuviesen un buen uso, toda arma debería de tenerla.
Ando girando por el corredor hasta que se percato de aquello que estaba buscando, el huevo oscuro, estaba puesto en un pedestal encerrado alrededor de una urna de cristal.
Maley no pudo sostener la tentacíon de no acercarse al huevo. Se quedo pegado delante de la urna, observaba el huevo detenidamente, tenía tanto poder, tanta energia, y debía de ser suya.
Intento de quitar la urna, pero estaba bien pegada, entonces necesitaba romper el cristal con algún objeto contundente.
Se volteo para observar con que romper la urna, se fijo en una hacha dorada que había a lo lejos de donde estaba el huevo. Agarro el hacha y se dispuso a utilizarla para romper la urna.
Alzo el hacha, y la golpeo contra la urna rompíendola en mil pedazos, cientos de trozos de cristal salíeron desperdiciados por doquier.
El amo Chronicler en sus aposentos, dormía tranquilamente, estaba solo acostado en su larga disfrutando de un gran sueño. De pronto oyo algo que le perturbo, se desperto de un susto al notar que se estaba producíendo algo terrible, algo le estaba sucediendo al huevo oscuro.
Ahora que la urna había sido destruída, tenía al huevo delante suyo, agarro el huevo con sus frias manos, puso una cara de excesperacíon porque no podía creer que tenía el huevo delante.
Es mio, es mio -contesto Maley en un tono alegrado pero malicioso, luego alzo el huevo hacía el aire-, ¡Al fin el huevo es mio!.
Chronicler salío rapídamente de su habitacíon y se dispuso a ir corriendo a la sala de armas urgentemente.
Maley contemplo el huevo, no podía quitarselo de su vista.
Esta vez, no dejare que nada te pase, eres mio ahora y para siempre -dijo Maley acordandole al huevo de que ahora le pertenecía.
De pronto el huevo hizo un ruido extraño.
Chronicler corrío todo lo que pudo como para evitar que se produjera un gran desastre por culpa de ese huevo.
Maley se extrañaba al ver que el huevo respondía de una extraña forma, la figura de agujero negro que tenía en el medio, empezaba a ponerse de otro tipo de color rojo, luego todos los colores se empezaron a cambíar de manera impotente.
Pero que -respondío Maley extrañado.
El huevo empezo a tener fisuras por todas partes, se estaba rompiendo por ambos lados, una luz muy fuerte se formaba alrededor.
Los ojos de Maley se agrandaron al ver el resplandor que hacía el huevo.
El huevo empezo a iluminarse de una forma misteriosa, luego se rompío por la mitad, se abrío.
Maley se quedo indeciso.
La parte de arriba del huevo se salío, y una extraña niebla oscura empezaba a salir de dentro del cascaron, unos especies de tentaculos de magia oscura empezaron a envolver a Maley por todo el cuerpo.
Maley se empezaba a asustar con aquello.
Uno de los tentaculos se empezaba a restregarse por el cuerpo de Maley, subío por su cuello hasta llegar a la cara, luego se metío en el ojo derecho, Maley se quedo paralizado de repente, sus pupilas se empezaron a cambiar.
Chronicler estaba muy cerca de la sala de armas, se percato de que uno de los dragones que vigilaba la sala, estaba inconsciente en el suelo, Chronicler se estremecío al ver que alguién se metío por ahí, de pronto una extraña luz empezo a deslumbrarlo todo. Chronicler se tapo los ojos porque no veía nada con aquella luz, la luz venía de la sala de armas, algo estaba pasando ahí dentro.
La niebla oscura se metío por todo el cuerpo de Maley, lo estaba alimentando de magia oscura desde dentro, luego empezo a cambiar de aspecto, se estaba metaforsoseando en una nueva clase de dragon, un dragon lleno de oscuridad.
Chronicler no pudo dejar de resistirse por aquella luz tan fugaz, nunca antes había visto cosa semejante.
Maley adiquirio un nuevo aspecto, un aspecto aterrador que lo transformo completamente en una nueva persona, cuando dio paso su transformacíon, hizo un grito tan salvaje que se extendío por toda la sala.
La luz se ponía demasíado fuerte, Chronicler no podía dejar de resistirlo, de pronto la luz se apago, volvío todo a la normalidad.
Chronicler abrío la puerta de un golpe, toda la sala estaba hecha un desastre, las armas, los artilugios, todos destruidos en cuestion de minutos, Chronicler no pudo sostener tanta emocíon, de pronto una luz salía de la ventana que había a lo alto de la estanteria de arriba.
Volo hacía arriba de la estanteria, observo por la ventana, como una extraña criatura negra desprendía una extraña energia oscura por todo su cuerpo, era un dragon, pero un dragon que nunca antes había visto, cuando aquel dragon se le giro mostrandole su mirada, tenía sus ojos que desprendían miedo y furía.
Chronicler se atemorizo al verlo.
El dragon se fue, desaparecíendo en la oscuridad.
No sabía que era aquella cosa, pero sabía que no era nada bueno, ni malo, era algo espantoso y terrible, algo que ocupaba un maligno presentimiento. Bajo de la estanteria y aterrizo sobre un suelo de cristales.
Noto que piso una cosa que no parecía de vidrio, bajo su mirada, y observo el cascaron de un huevo recíen abierto.
Agarro el huevo, y noto que era el huevo oscuro, o lo era antes, porque no tenía los mismos rasgos que antes, estaba vacío, lo que tenía dentro se libero, y debío de meterse en aquella cosa que salío volando.
Entonces penso, solo había alguién que podría haber querido ese huevo costase lo que costase.
Maley -pronuncío al darse cuenta de quien era.
A partir de aquel momento, Maley murío en aquella sala, y había nacido Malefor, el maestro oscuro, y asesino de todos los dragones.
-Después de aquella noche, ya nada volvío a ser lo mismo, un nuevo tipo de maldad había nacido, nadie estaba a salvo de la presencia de aquel malefico ser de energia oscura. Si no hubíese traído aquellos huevos, nada de esto hubíese pasado -siguío contando Ignitus, cada vez que se acercaba a los malos momentos de la historía, mas se hundía en sus arrepentimientos.
Spyro y Sparx se estaban apenando de lo que el contaba, ahora entendían porque lo de que todo era culpa suya, pero se estaban intrigando con la historía, quería saber ahora como terminaban.
-Todos aquellos momentos de tristeza pasaron de repente en un segundo, cuando me entere de que mi amigo Maley se había transformado en aquel monstruo -se puso a recordar Ignitus sobre lo siguiente.
Ignitus salío atareado de su habitacíon debído a que oía unos extraños gritos y gemidos del salón central, algo estaba pasando ahí como para provocar semejantes murmullos.
¿Pero que? -se preguntaba el.
Salío de la habitacíon y se dispuso a ver que era lo que pasaba.
Todo el grupo de dragones que había en el palacio, estaban reunidos observando algo que les perturbaba tanto como para provocar embullicimiento.
Haber, dejad pasad, dejad pasad por favor, un momento -les avísaba Ignitus a los demas dragones para que le dejaran pasar.
Ignitus se extraño al ver lo que tuvo delante.
Chronicler tenía puesto encíma de un trapo viejo, los restos del caparazon de un huevo, Chronicler levanto la cabeza mírandole fijamente.
Ignitus comprendío por la expresíon del amo, que se trataba de uno de los huevos, había eclosionado.
Un par de guardias dragon se llevaron los restos del huevo a un lugar donde mantenerlos archivados en algún lugar, eran como la prueba de un crimen.
Amo Chronicler -contesto Terrador-. ¿Quien ha sido el responsable de semejante atrocidad?.
Chronicler asintio.
Ha sido Maley -admitio Chronicler con resentimiento.
Ambos dragones se amsombraron dando un grito ensordecedor.
Ignitus se quedo petrificado, lo que decía Maley era verdad, pretendía robar el huevo para utilizar para utilizar el mismo sus poderes.
El grupo de dragones que había en la sala, se púsieron a comentar acerca de la atrocidad que hizo Maley y como desobedecío a su amo.
Sabía que ese dragon no era de confianza -opino Volteer.
Porque tendríamos a un dragon como ese entre nostros -opino un dragon amarillento de aspecto paliducho.
Ignitus se puso a escuchar las insufribles comentarios que decían los demas, había ocasiones en que algunos pocos hablaban sobre el mal comportamiento que tenía Maley, pero esto, era la gota que colma el vaso.
Chronicler no soportaba los comentarios y actitudes de sus compañeros dragones, se comportaban como niños pequeños asustados porque venía el hombre del saco y se los íba a llevar.
¡Ya basta! -silencio Chronicler con un gesto de manos.
Los dragones se callaron y míraron perplejos al amo.
Dragones, se que estaís asustados por el tremendo crimen que a cometido uno de los nuestros, pero no significa que nos comportemos como unos tontos lloricas, lo que tenemos que hacer es buscar una solucíon de detener a Maley -acordo Chronicler sobre las opcíones que tenían que hacer cada uno.
Por cierto, ¿sabemos donde esta Maley -pregunto Cyril.
Abrieron aún mas los ojos los demas dragones.
Chronicler asintío, no sabía como expresar en palabras el terror que sintio al ver la transformacíon de Maley con aquel huevo.
Terrador se le acerco.
¿Que sabe usted que no nos ha contado -pregunto interrogatoriamente. Algo ocultaba Chronicler y tenía que desvelarlo ahora mismo.
Chronicler no tuvo mas opcíon que contarlo como el pensaba.
Caballeros -se puso a contar- No se que es lo que le ha pasado a Maley, pero algo le ha sucedido, al estar en contacto con aquel huevo, pero lo que he visto, ha sido una horripilante mutilacíon de la naturaleza. He visto a Maley a los ojos y ya no los tenía como antes, lo que tenía era los ojos... de un monstruo.
Ambos se estremecíeron al oír aquella explicacíon, si de verdad ocurrío eso, era peor que cometer el crimen de robar el huevo.
Ignitus fue el peor que se lo llevo, su amigo, se había transformado en un monstruo, y podría haberlo detenido para que no sucediese.
Ha si que, desde este mismo momento, estamos en un grave asunto de vital importancía, lo que tenemos que hacer, es prepararnos para lo que se avecína -acordo sinceramente Chronicler con respecto al tema de Maley.
Ambos dragones asintieron desconsolados.
A todos vosotros, quiero que os prepareís por si Maley nos declara la guerra ahora que tiene tanto poder, iros a vuestros respectivos alojamientos, os avísare de cualquier problema urgente -propuso Chronicler acordando.
Todos los grupos de dragones se separaron y volvíeron a sus habitacíones para prepararse por si Maley quiere atacarles, no tenían ni idea de lo que iba a pasar, tenían que estar muy preparados.
Ignitus quiso volver a su habitacíon, cuando de pronto sintío que alguién le agarraba del cuello, se volteo y observo al amo Chronicler mírando fíjamente.
Ignitus, hay algo de lo que tenemos que hablar -le contesto.
Ignitus se extraño por la forma en que le hablaba y le míraba.
Chronicler llevo a Ignitus a su alojamiento, abrío un cajon grande de madera tallado a mano, saco una caja metalíca encadenada con unas cadenas de fierro y cerrada por un candado colocado en el centro.
Ignitus observo la caja, no entendía que quería Chronicler con el.
Luego Chronicler saco una llave del mismo color de las cadenas, abrío el candado con la llave y se pudo abrír ahora la caja.
Ignitus observo el contenido que tenía dentro la caja.
Chronicler abrío del todo la caja, y se mostro lo que contenía dentro, el otro huevo que no se había llevado Maley, el huevo de luz.
Ignitus se soprendío de ver que el otro huevo que se había llevado estaba estable y a salvo y que Maley no se lo había llevado.
Chronicler saco el huevo de su caja, lo alzo mientras empezaba a encenderse como una vela, era un huevo tan reluciente que era capaz de iluminar toda la sala.
Ignitus -pronuncío Chronicler.
Ignitus alzo la vista.
Tu te llevaste este huevo y lo trajíste aqui, ahora que el otro huevo a caído en manos equivocadas, te encargaras de poner este huevo a salvo -acordo Chro-nicler, le entrego el huevo a Ignitus.
Ignitus intento de sujetarlo porque ardía como una piedra incandescente.
Procura que el huevo este en un lugar seguro, posíblemente, pueda ser la única forma de salvarnos a todos del desastre -le prometío Chronicler.
Ignitus afírmo con la cabeza gacha, comprendía que como era el responsable de haber traído aquellos huevos, ahora todos corrían peligro, y la única opcíon que quedaba, era aquel huevo de luz.
Chronicler sonrío aliviado, pero observo una extraña perturbacíon en la cara de Ignitus, estaba como dudando.
¿Pasa algo Ignitus? -pregunto Chronicler.
No... bueno si, es que... ¿quiero pensar que no le ha pasado nada malo a Maley? -admitio Ignitus nerviosamente.
Eso no lo sabemos con seguridad, pero lo que si que tenemos que pensar, es que nada es seguro completamente -comento Chronicler.
Ignitus asintío, no sabía como comprenderlo.
Pues yo pienso que debe de estar bien seguramente -comento Ignitus.
A unos quinientos metros mas alla del palacio de los dragones, en un paisaje tranquílo y ensordecedor, una oscura figura se rezagaba de sus propias convicciones.
Un dragon oscuro de pura ira y maldad, observaba desde una colina en lo alto de una penumbra, el paisaje que había a su alrededor, con unos ojos furiosos, veía todo un paisaje al que le provocaba una gran desolacíon, durante siempre le había parecido ver aquel deslumbrante paisaje lleno de jardines y bosques, pero ahora que lo veía todo con dicha amargura, no le parecía nada encantador ver un mundo donde todo siempre se deslumbraba, ese mundo necesitaba cambiar, necesitaba verse a su manera, a la manera de un mundo oscuro.
Maley penso una nueva cosa, necesitaba cambiar su nombre, no le gustaba el nombre de Maley, necesitaba algo que fuese de propio de su nuevo aspecto, se le ocurrio, ya no era Maley, ahora era: Malefor.
Malefor alzo sus alas, y dio un grito ensordecedor, un grito tan fuerte y monstruoso, que hizo temblar el paisaje y la naturaleza de todo el valle de donde estaba, ese era el ambiente que quería, y así era como tenía que ser.
Un mural mostraba la figura en la cual Malefor se nombraba a si mismo.
Ignitus tocaba el dibujo con sus manos sobre la piedra caliza de la cual estaba tallada, sentía rencor al ver aquel mural.
-Cuando Maley se alzo como Malefor, significo el principio de una era, la era de los dragones había terminado, y para entonces, Malefor durante un tiempo reíno sobre Skylands, hasta que le destruyeron -explíco Ignitus lo que sentía al acordarse de aquel momento que significo la extinicíon.
Spyro se quedo indeciso, comprendío ahora cual fue el motivo autentico de la extincíon de los dragones, la culpa la tuvo aquel dragon Maley, que se decanto con sus ansias de poder, y lo transformo en una horrible bestia. Cayo agotado arrodillandose encíma de una roca con borde angular, se sentía aturdido, por primera vez comprendío exactamente lo que sentía cuando toda tu especie es destruida con una razón.
Sparx veía lo desconsolado que estaba su hermano, se junto con el y empezo a acariciarle el hombro para tranquilizarlo y darle animos. Luego míro a Ignitus.
-Así pues, soy el culpable de todo este lio, si no hubíera traído esos huevos, si no hubíese impedido el crimen que íba a cometer Maley, habría salvado a el tanto como a todos -admitio Ignitus rezagandose en sus culpas y resentimientos.
Sparx sentía angustía por el, en ese momento se dio cuenta, para el, Maley era como un hermano, un hermano al que adoraba, pero el se decanto por una cosa que acabo corrompiendolo, el era peor hermano que el, se pasaba enfrentandose con Spyro por cosas sobre como íban a hacer su viaje y sobre sus decisiones, si continuaba comportandose así, acabaría corrompiendose tanto el como Spyro.
Spyro alzo su cara y míro profundamente a Ignitus.
-¿Dime Ignitus? ¿Si todos los dragones acabaron muertos, como es que tu sobreviviste? -pregunto intrigado Spyro.
Ignitus alzo su mírada y la puso firme, hizo una pregunta que le hizo recobrar mas hondo en su pasado, se gíro hacía ellos mientras se acomodaba.
-Esa misma noche, nos preparabamos por si Maley íba a atacarnos, y al parecer lo íba a hacer, porque aquella no fue una noche corriente -siguío contando su historía, esta vez íban por la parte mas dura.
Un cielo oscuro de tormentas y relampagos, cubrío todo Skylands con sus nubes tormentosas.
Un grupo de dragones guardias vigilaban las torres y fortalezas del palacio, suponían por el aspecto que tenía el clima, que se trataba de Maley utilizando sus poderes oscuros, para atormentar a los dragones de miedo.
Chronicler observaba desde la ventana de la sala central, como se producía una tormenta que jamas había visto, aquello no era normal, y lo que se avecínaba hacía ellos tampoco lo era.
Los miembros guardianes de la legion de los dragones, entraron todos juntos dando grande tumbos que resonaron por el suelo de marmol.
Ambos esperaban saber las ordenes de su amo.
Amo Chronicler, ¿cual es nuestro encargo? -pregunto Terrador queríendo saber la tarea de el y los demas, querían saber cual era su mision si es que íba a ver una guerra.
Chronicler se gíro hacía ellos con cara impetuosa.
Guardianes, se que durante habeís sido mis mejores aprendizes, y no solo los únicos, los mejores que he tenido -se dirigio hacía ellos-, jamas he visto en unos dragones, que hayan tenido tanta lealtad y valentía en ambos.
Los guardianes sonríeron agradecidos.
Así que por eso os pido, que defendías como sea este palacio -señalo el palacio entero-, este palacio, ha sido el centro de toda harmonía para los dragones, sin el, jamas habría reíno tan poderoso como el nuestro.
Los dragones lo reconocíeron, el palacío estaba lleno de una harmonía muy tradicional, representaba toda la historía por la cual los dragones se mantenían gloriosos y poderosos para su propía especíe, sin el, no tendrían nada por la cual simbolizarse a ellos mismos.
¿Como lo defendemos? -pregunto Volteer.
Si la cosa falla, quiero que al menos luchemos todos con honor y valentía, no podemos dejar que Maley nos quite eso, sea un monstruo o no, lo detendremos como dragones -acordo Chronicler con mucha firmeza.
Los guardianes acordaron.
De pronto se oyo un grupo de campanadas y un dragon dijo:
¡Alerta! ¡Enemigo a la vista¡.
Ya esta aqui -dijo Chronicler estremecido.
Todos los dragones se dirigieron a la ventana principal para observar la úbicacion de Maley.
Ambos se estremecieron de un susto. De entre la bruma oscura del cielo, una figura tenebrosa se alzaba dirigiendose a mucha velocidad, salío despedido de las nubes y se fue directo al palacio disparado como una bala.
Dios mio Maley, pero que te has hecho -dijo Ignitus al ver el aspecto que tenía ahora Maley, era completamente un monstruo que solo despedía oscuridad por su piel, nunca antes había visto algo así.
Cuando vi, aquel mosntruo de ojos purpura, supe que algo en Maley había muerto, y lo único que había, era aquella bestia negra que marchaba hacía el palacio sin que nada le detuviese, lo único que escuchaba, era su íra.
El capítan de la guardía dragon, observaba desde la fortaleza colocada en las puertas del palacio, como el enemigo avanzaba terriblemente.
¡Artilleros! -les ordeno a sus hombres.
Un grupo de guardías armaron sus armas, alzaron sus lanzas, y otros se colocaron encíma de un cañon ballesta, un carro que disponía del disparo de diez flechas gigantes lanzadas por segundo.
¡Bombarderos! -le ordeno a otro grupo.
Un grupo de pequeños dragones rojos, se púsieron en posicion de disparar llamaradas por su boca, la estrategia era crear un muro incesante de armas y fuego para lanzarlas contra el dragon oscuro.
El general espero el momento para atacar.
Malefor veía que los dragones se preparaban para atacar con unas armas que provocarían su derrota, necesitaba una estrategía para poder derrotarles sin que se diesen cuenta de que les estaba atacando, volvío a subirse a los nubes oscuras y se metío dentro ocultandose entre la neblura.
Los dragones veían como se ocultaba en las nubes, la cosa se estaba poníendo insufible, tenían miedo de pensar que Maley acabaría con todos ellos y después con todo el palacio, no podían perderlo, era el único hogar que tenían.
El general esperaba ansíadamente que el plan funcíonase, aquel dragon era enorme, tenían que intentar de vencerle como púdiesen o morir en el acto.
Una figura a gritos se rezaltaba a lo alto de las nubes.
¡Disparad! -ordeno.
Los artilleros lanzaron sus lanzas hacía arriba, el otro grupo disparo sus cañones ballestas, como mas de cuatro docenas de flechas fueron lanzadas hacía lo alto de las nubes, se agruparon con las lanzas.
¡Bombarderos, lanzad! -le ordeno al otro grupo.
Los pequeños dragones rojos, escupíeron un grupo de pequeñas bolas de fuego que fueron directas a gran velocidad, se agruparon a las lanzas y a las ballestas hacíendo que se prendiesen fuego, cuanto mas avanzaban, formaban una hilera de rayas de fuego que cubríeron el cielo formando un muro.
Chronicler y los demas guardianes, observaban como aquellos proyectiles ardientes, íban directos a destruír su mayor amenaza.
Las lanzas y ballestas de fuego, entraron en las nubes desaparecíendo como si se las hubíeran tragado sin mas.
Un silencio perturbador cubrío todo el valle.
Ambos grupos de dragones no sabían lo que pasaba, no tenían ni idea de si los proyectiles le habían dado o no, no se veía rastro algúno de movimiento.
¿Creeís que un tipo de palos con fuego podrían destruír semejante monstruo? -pregunto sarcasticamente Cyril.
Calla -interrumpío Ignitus-. Estamos viendo.
Cyril callo inmediatamente sin saber porque estaba así de molesto por lo que dijo, debía de tratarse porque Maley era su amigo, y ahora se había convertido en un terrible monstruo, aún así, lo seguía viendo tal y como era siempre.
Algo empezo a deslumbrarse en las nubes, el general alzo la vista, una extraña neblura se empezo a formar dentro de las nubes, todos los dragones ponían una expresíon de extrañitud al ver aquella cosa.
De pronto se oyo un rugido inminente que sacudío por completo la piel de todos los dragones.
Luego una extraña luz de fuego se ilumino en un segundo, luego unas extrañas cosas puntiagudas se dirigian con mucha prisa hacía el palacio.
El general y los demas dragones se extrañaron aún mas.
De pronto un objeto puntiagudo se clavo justo a unos metros de donde estaba el general, el general reconocío lo que era, era una de las lanzas que habían lanzado, los proyectiles estaban siendo devueltos contra ellos.
Los demas proyectiles empezaron a caer sobre diferentes lugares de todo el palacio, algunas flechas chocaban contra las torres provocando grandes destrozos a su costa, otras entraban en las ventanas donde demas dragones observaban despavoridos lo que pasaba, una flecha acabo clavada en el pecho de un dragon, inmediatamente murío en unos segundos.
El general quedo traumatizado, la estrategia había fallado, y en vez de eso había provocado mas daños del que podía provocarle al dragon. Luego se oyo de nuevo otro grito ensordecedor pero esta vez mas fuerte que antes.
De entre las nubes, salío despedido Maley en su nueva forma, mostrando una silueta aterradora que despedía fuego humeante de su boca.
Oh dios mio -dijo estremecido el general.
Todos los dragones se quedaron boquiabiertos al ver la horripilante forma que tenía Maley con aquel aspecto.
Maley se dirigía con mucha hacía el palacio.
El general se puso nervioso, no sabía que hacer.
¡Mantened la guardia! -ordeno.
Todos los dragones se formaron para aguardar ante un ataque.
Cuando estuvo lo bastante cerca del palacio, lanzo una llamarada de fuego purpura enorme, la llamarada cubrío por completo todas las fortalezas del palacio calzinando a todos los dragones que íban cayendo de un lado a otro. El cuerpo del general cayo moribundamente contra el jardin del palacio.
Chronicler y los demas guardianes se estremecíeron, observaron la gran furía de Maley dirigida hacía sus hombres, teníendo un poder así, estaban condenados.
Maley dio vueltas por todo el palacio, destruyendo y calzinando a cada uno de los dragones que se resistían, las llamaradas los cubrían del todo.
La estrategia había fallado, era hora de utilizar el plan de emergencía.
¡Ignitus!, ven -ordeno estrepitosamente Chronicler.
Chronicler agarro a Ignitus y lo acompaño hacía donde estaba la única cosa que debían proteger con mucha precaucíon.
¿Y nosotros que hacemos? -pregunto Terrador.
Vosotros vigilad la sala, enseguida vuelvo -acordo Chronicler.
Ambos dragones se extrañaron, algo pretendía hacer su amo.
Chronicler agarro la caja metalica, la abrío con la llave, y saco estrepitosamente el huevo de luz, se lo entrego a Ignitus con mucha precaucíon.
Ignitus, tienes que sacar el huevo cueste lo que cueste, y llevarlo a un lugar seguro, para que luego sus poderes aumenten y se pueda utilizar para vencer a Maley -le exigío las opcíones que tenía que hacer.
¿Pero y si el plan no funcíona? -pregunto Ignitus.
Pues tendremos que encontrar al único ser que es capaz de erradicar todo el mal de Skylands -comento Chronicler en un tono serio.
Ignitus sabía lo que quería decir, el legendario dragon purpura que vencería a todos los seres malos de Skylands y que llevaría la paz a todos, pero eso era solo una profecía que posiblemente jamas llegue a suceder.
De pronto se oyo un grupo de gritos en multitud, luego una voz desconocida hablo desde la otra sala:
Chronicler, ven a por mí, o matare a tus guardianes -era Maley que había entrado en el palacio, y por lo que dijo, seguro que le hizo algo a los demas dragones, estaba yendo todo a peor.
Chronicler míro seriamente a Ignitus.
Pase lo que pase, manten a salvo este huevo con tu vida, y oígas lo que oígas, no míres atras -acordo Chronicler por ultíma vez.
Amo -dijo estremecido Ignitus.
Corre, yo te dare tiempo, ¡vamos! -ordeno Chronicler al ver que no se movía del lugar.
Ignitus salío corriendo del palacio y avanzo por todos los pasillos del palacio, necesitaba buscar una salida de escape.
Chronicler salío y se preparo para ir contra Maley.
Entro en la sala principal, y observo que lo que decía íba en serio, Maley tenía debajo suyo a todo el grupo de dragones malheridos e incapaces de moverse.
Chronicler, tienes algo que me pertenece -dijo Maley.
Ese otro huevo jamas sera tuyo Maley -acordo Chronicler.
Maley esta muerto, yo soy Malefor -pronuncío Malefor de un grito.
Seas quien seas ahora, jamas me venceras -acordo de nuevo y se lanzo a atacarle.
Malefor río, luego lanzo una llamarada purpura.
Ignitus estaba perdido, no sabía por donde ir, se oían gritos de furia a cada momento, una tremenda pelea estaba pasando atras, pero no podía volver tenía que mantener la promesa de Chronicler.
Malefor agarro con sus enormes garras a Chronicler por el cuello mientras lo estampaba contra el derruído suelo de marmol.
¿Donde esta? -pregunto furíosamente Malefor.
¿Para que lo quieres si tienes tanto poder ahora? -pregunto Chronicler apropositamente para poder darle mas tiempo a Ignitus.
Ese huevo contiene mucho mas poder que el que tenía el otro, con el, tendre mucho mas poder del que jamas habre tenido -opíno Malefor.
Pues llegas tarde, esta demasíado lejos de tu alcanze -comento Chronicler ironicamente.
Malefor dio un graznido de furia, se preparo para atizarle, pero se detuvo al percatarse de una cosa. Se gíro y observo a los cuatro guardianes que tenía inconscientes detras suyo, se puso a contarlos, habían cuatro guardianes y solamente faltaba uno, y sabía quien era.
¿Donde esta Ignitus? -pregunto furiosamente de vuelta.
Jamas le harías daño, es tu amigo -exclamo Chronicler.
Ya no -Malefor extendío sus largas garras por el cuello de Chronicler dejandole con una herída mortal que le dejo acabado.
Ignitus observaba a momentos el huevo, aún estaba estable, observo por todos los lados, estaba en medio de una encrucijada que llevaba a un grupo de pasillos que conducían a ningúna parte suponiendo, había una sala que parecía tener una perfecta salida.
Entro en la sala pero estaba envuelta en llamas, era una de las salas que habían sido destruídas cuando Maley ataco.
No podía pasar po ahí sin que el huevo se quemase demasíado. Salío de la sala y se puso a buscar otra busqueda de escape, de pronto se oyo un grito ensordecedor, se gíro estremecido al oír aquello.
¡Ignitus, tienes algo que me pertenece! -era la voz de Maley que hablaba desde algún lugar del palacio.
Una enorme llamarada de fuego purpura se dirigía con mucha velocidad hacía el, era como una bruma con vida propia.
Ignitus se puso a volar para poder escapar de aquel fuego destructívo, fue gírando por varías esquinas pero aquella llamarada estaba como víva.
Sintío una extraña perturbacíon en el huevo, el fuego le estaba hacíendo daño, necesitaba escapar de aquella llamarada como fuese.
En un momento observo una curva que le podría servír para esquivar el fuego, decidío intentarlo. Se metío curvando la esquina y la llamarada paso de largo, consiguío esquivar las llamaradas pero el peligro estaba aún presente.
Corrío avanzando por los pasillos buscando una salida.
Se metío de vuelta en una encrucijada, estaba perdido y dando vueltas en circulos, el huevo se estaba poníendo bien a momentos, eso era seguro, se puso de vuelta a observar por los alrededores. Mas adelante, había una vidriera lo bastante grande para que cupíera el por ahí, pero tenía que hacerlo con cuídad de que no se lastimase el huevo, aquella era su uníca salida.
¡Ignitus! -volvío a oírse la voz de Maley.
Otra llamarada se empezo a dirigirse hacía el.
Tenía que llegar a aquella vidriera a tiempo, empezo a volar con mucha prisa para que no le alcanzase la llamarada. Estaba muy cerca de la vidriera pero estaba cerrada y así le haría que le alcanzasen las llamaradas. No tuvo mas opcíon que destruír la vidriera, disparo una bola de fuego contra la vidriera, y la explosíon destruyo parte de la pared dejando un hueco enorme, cruzo el hueco a tiempo y la llama-rada purpura salío despedída también.
Ignitus volo a lo mas alto que pudo, lo suficíente para alejarse de ahí, pero tuvo curíosidad por saber si el era el único que había salído con vida, se detuvo un momento y observo el desvastado palacio, habían partes que estaban ardiendo. De pronto una explosíon borro por completo todo el palacío, una bola de fuego sacudío todo el valle, el palacío había sido destruído completamente.
No pudo dejar de comtempla como su hogar y el de todos los dragones, había desaparecído de la nada, era una tragedía imperturbable, se fijo de vuelta en el huevo, estaba bíen, no lo había pasado nada, aquello era seguro para el, pero no para los otros, no sabía cuantos habían sobrevivido a eso y si sus amigos habían perecido al igúal que Chronicler.
De pronto volvío a oírse el mismo grito ensordecedor.
De entre el polvo que salía de los restos del palacío, una atemorizante y aterradora fígura surgío de entre las cenizas, era Maley, vivo todavía.
Ignitus se estremecío.
Ignitus, dame lo que me pertenece -ordeno Malefor.
Ignitus entendío que quería por algúna razón, no podía darselo, se puso a volar para poder escapar de el, había llegado demasíado lejos, no podía entregarselo ahora sabíendo lo que le hace el poder oculto de los huevos.
Malefor con mucha furía se puso a perseguirle.
Ignitus volo como pudo, pero Maley le perseguía, estaba dispuesto a quitarle el huevo por las malas.
Ambos empezaron a hacer una carrera contrarreloj por todo el cielo.
No entendía porque Maley quería el huevo y ya tenía suficiente con el anterior, y también curíosidad por saber porque había destruído el palacio.
Maley, ¿porque nos has hecho esto? -pregunto.
Yo ya no me llamo Maley, ahora me llamo Malefor, el señor de toda la oscuridad -pronuncío Maley-. Y he hecho todo esto para poder vengarme de todos aquellos que no quisíeron escuchar mis peticiones e ideas.
Esas ideas íban a matar a cientos de personas -defendío Ignitus.
No era para matarlos, solo limpiar el estropicio que tiene Skylands para toda la gente mala, pero no, nosotros no somos asesinos, pues ahora yo si lo soy y voy a hacer lo que todos nosotros no hicimos, limpiar a Skylands de todo mal para así tener un mundo mucho mejor -explíco Malefor. Luego le lanzo una llamarada purpura contra el.
Ignitus se dío cuenta a tiempo y esquivo la llamarada curvandose hacía abajo, siguío volando con mucha prisa, pero Malefor era demasíado rapído.
Malefor volvío a lanzar otra llamarada, pero Ignitus lo volvío a esquivar a tiempo, el dragon estaba siendo demasíado escurridizo.
Entregame el huevo y dare una muerte segura -acordo Malefor.
Jamas -exigío el, luego bajo dirigiendose hacía las nubes.
Malefor lo siguío, cuando se metío en las nubes, le perdío el rastro, era como si hubíese desaparecído, se empezo a cabrear porque no era posible que se le húbiera escapado tan facilmente.
De pronto alguién le ataco por detras, una bola de fuego le golpeo en el cuello, se gíro para ver quien le atacaba, no se veía nada, luego le atacaron por detras de vuelta, se gíraba para ver quien era pero estaba invisible entre las nubes, luego fue atacado con mas bolas de fuego que impactaron contra su cuello, su furía echaba humo purpura de su boca.
Alguíen entre las nubes observaba al aturdido Malefor.
Malefor se empezaba a cansar de que le atacasen por la espalda, se gíro y de pronto Ignitus le dísparo una bola de fuego en la cara.
El disparo le dejo aturdido. Ignitus aprovechando que no veía nada, le dío tiempo para poder escapar.
Cuando se le aclaro la vista por las cenizas, se fijo que el dragon anaranjado se le estaba escapando, se puso a perseguirlo de vuelta pero se percato de que se habían pasado todo el rato jugando al gato y al raton, necesitaba acabar con el de un solo golpe, se puso a expirar el aire hasta convertirlo en una bola candente.
Ignitus siguío volando entre las nubes desapercibido, se fijo de vuelta en el huevo, seguía sin tener ningún daño, la situacíon había sido mala, pero en parte estaba salíendo bien ahora, si llevaba el huevo a un lugar seguro, completaría la promesa que le hizo a Chronicler, tenía que hacerlo por todos.
De pronto se oyo un extraño ruido y una luz le calentaba por la nuca. Se gíro y observo que una gigantesca llamarada purpura de un tamaño descomunal se dirigía hacía el, Ignitus se estremecío, no tenía forma de salvarse al ver la rapidez a la que se dirigía aquella llamarada, solo tenía una opcíon, abrazo fuertemente el huevo y la llamarada le alcanzo cubríendole el cuerpo.
Malefor observo que su dísparo le alcanzo, sonrío maliciosamente.
El cuerpo de Ignitus empezo a caer como si se tratase de un muñeco de trapo, las llamas eran tan fuertes que le dejaron demasíado aturdido. El dragon cayo a un lago provocando que la caída fuese tremenda.
Ignitus cayo en un fondo arenoso, estaba tan dolorído que no podía moverse, se quedo inconsciente mientras la marea y la corriente se lo llevaba, estaba tan inconsciente que por accidente solto el huevo que luego dejo que se lo llevara la corriente por el lado contrarío.
Aquella fue la ultíma vez, que supe del huevo, justo cuando se me fuese de las manos, y por eso, lo perdí para siempre.
Un gran humo negro salía de los restos del derruido palacio.
A millas de ahí, un dragon anaranjado salío despavorido de un lago, estaba sofocado debído a que se había llevado un gran golpe.
Se acosto en la hierba para poder reponer sus fuerzas, estaba agotado y le costaba respírar, empezo a dar grandes sorbos de aíre, de pronto una extraña picazón que venía de sus alas, se volteo y observo que una de sus alas estaba medio destruída, la tenía como un papel quemado al que le hubíeran puesto un fosforo encíma.
Ignitus se quedo agonizando de dolor.
De pronto se acordo de algo pendiente el huevo, observo sus manos y no tenía nada agarrado, lo había soltado, Ignitus no podía creer que hubíese perdido el huevo de aquella forma, se fíjo en el lago de delante, se acerco con apuros y empezo a remover el agua para saber si estaba el huevo flotando por ahí.
No encontró nada.
Volvío a tirarse en la hierba, se dio cuenta de que le había faltado a la promesa de su maestro, había perdido el huevo que era cuya única esperanza podría salvar a Skylands de la amenaza de Malefor, todo estaba perdído.
Durante unos largos minutos se levanto como pudo preparado para poder irse a algún lugar, no había nada ahí, todo estaba muerto, avanzo entre la hierba dando pequeños pasos ya que casí no podía moverse por culpa de las heridas que tenía, se dispuso a buscar un lugar donde pasar el resto de su solidaridad por el resto del tiempo que quedase.
Y ahí es, donde termina mi historía.
-Claramente no es una historía con un final feliz, pero cuenta el origen de tal tragedía -exclamo ironicamente Ignitus.
Spyro se quedo agonizando, ahora que ya lo sabía todo, no se sentía a gusto con eso, cuando leía libros acerca de la historia de la extincíon de los dragones, lo comprendía como algo natural, pero ahora que sabía quien era, y que le explícaron comprensivamente la verdad, no se sentía tan igual como antes.
Sparx sintío lastima por, tenía sus dudas acerca de como íba a hacer su descubrimiento, y lamentablemente era tan peor como ocultar el secreto.
-Pero no entiendo, así es como acaba esta historía, ¿que paso con los demas dragones? ¿como pudíste sobrevivir durante mas de mil años? -pregunto divagando Sparx porque había cosas que no comprendía aún.
Ignitus se engancho con aquellas preguntas. Se volteo y se dirigío hacía ellos poníendo la misma cara firme de antes.
-Despúes de que salíese del lago, durante días empezo a ir andando duramente enfrentandome a los terribles duelos de la madre naturaleza, un día mientras andaba por unas montañas rocosas, encontre un hueco oscuro en medio de un vacío, me pase dias excavando este lugar hasta poder encontrar algún habitable, pero luego después de estar observando este lugar, note que era agradable y decidí hospedarme aquí durante el resto de toda mi vida -explíco Ignitus la historía acerca de como en-contro la cueva oscura donde habitaba ahora.
Spyro no pudo ignorar lo último que dijo.
-¿Pero no entiendo? ¿Como conseguiste estar vivo si han pasado mil años, no deberías estar muerto? -pregunto Spyro intrigado.
Ignitus sonrío riendose, no pudo ignorar el ver que un dragon no sabía nada de su propía especíe.
-Pequeño dragon, veras, los dragones tenemos un cierto potencíal de magia que nos hace inmunes al envejecimiento, gracías a eso, nos da el poder para envejecer mas lentos de lo debído, eso significa, que en parte, soy inmortal -explíco ahora como era posible que estuvíese vivo despúes de mil años.
Ambos se quedaron alucinados al oír eso.
-Vaya, eso significa que Spyro es capaz de seguir siendo joven mientras que yo estare hecho un vil anciano libélula -comento chistosamente Sparx.
Ignitus le dío risa escuchar ese comentario.
-Bueno, no es tan sencillo -exclamo Ignitus-, el es un dragon aún en condiciones de madurar, aún no ha encontrado su magia, y eso significa que pueda tener la mortalidad de una persona normal y que parezca normal, necesitas encontrar a alguién para aprender a controlar tus poderes.
-¿Y donde lo vamos a encontrar, a no ser que haya un experto en dragones? -sugirío Sparx sarcasticamente.
-Existe un hombre, se hace llamar Eon, es uno de los ultimos maestros del portal que quedan en el mundo, el puede ayudarte a controlar tus poderes y enseñarte a ser un dragon puro.
-¿Y donde esta ese tal Eon? -pregunto Spyro.
-El vive en una casa en los reconditas ciudades mabu donde refugíados de la guerra se hospedan ahí en busca de un nuevo hogar, necesitaís llegar a ese lugar pero para eso tendreís que salir del valle y llegar a tierra natal -explíco brevemente.
-Bien, porque eso era lo que estabamos buscando -aplaudío Sparx ironicamente, Sparx se dispuso a irse ahora que sabían adonde ir-. Venga Spyro vamonos.
Sparx se alejaba pero su hermano se quedo donde estaba.
-Aún no, aún no hemos terminado -comento Spyro.
Sparx tenía ganas de largarse de ahí y buscar una salida, pero ahora que su hermano se había enganchado con aquel dragon, no se íba a ir de ningúna forma. Volvío a situarse donde estaba antes.
-Ignitus, ¿que paso después de que Malefor destruyese a todos los dragones? -pregunto Spyro para determinar como terminaba la historía.
Ignitus asintío, no le gustaba hablar de eso por ciertas razones, pero ahora que se lo pedía la única persona de su especie que había visto en años, se dispuso a contarselo.
-Malefor neceistaba buscar una forma de hacerse con Skylands, y la única forma de hacerlo, es con un ejercito, así que, fue volando hacía la tierra de los trolls, les sugirío la idea de conquistar, los embadurno de oscuridad, y se convirtíeron en su ejercito personal -conto Ignitus detallando según se acordaba.
-¿Que paso después? -pregunto intrigado Spyro.
-Después -se puso a pensar-, varios maestros del portal de todo el mundo se únieron, acabaron con su ejercito, y derrotaron a Malefor con su magia.
Spyro recordo que se libro una batalla de proporciones inimaginables para poder vencer a una criatura oscura, aquella criatura debía ser Malefor.
-¿Lloraste cuando múrio Malefor?
-Llore por la muerte de Maley, no por la muerte de Malefor -rectifico Ignitus ironicamente.
Spyro asintío, estaba tan triste el que no sabía como expresar sus sentimientos a quien fue su mejor amigo, que luego se transformo en un asesino.
-¿Así es como acaba todo? -pregunto para determinar si ese era el final de la historía.
-Bueno no, veras -Ignitus acerco su cuello para mirar de cerca a Spyro-, pequeño dragon, tienes que entender, que se esta una guerra en el horizonte, y la culpa la tienen los trolls, porque durante estos años, han aprendido a ser crueles como sus descendientes malignos, y ahora, quieren volver a utilizar toda esa ira, para conquistar Skylands de una sola vez -explíco Ignitus con un tono agonizante.
Spyro se quedo agonizando con eso, es increible que toda una especie quiera conquistar todo un mundo por obsesion a ser un asesino, era algo discriminatorio y atemorizante, ¿quien podría pensar de esa manera? De pronto se acordo de una cosa mas que aún no había llegado a comprender.
-¿Y que tiene que ver todo esto conmigo? -pregunto.
-Tu, pequeño dragon Spyro, eres la profecía de un dragon purpura que llevaria la lucha a todo el mundo para así lograr la paz y la harmonía en Skylands de una vez por todas, tu, estas destinado a llevar esa paz -explíco Ignitus.
