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NACIDOS PARA LUCHAR

En una remota parte del pueblo sur de Trollia, un joven troll de mirada motivada, disfrutada dibujando en un bloc de notas hacíendo dibujos y siluetas de personajes que se había inventado, estaba bastante tranquilo dibujando sentado en un rincon alrededor de un grupo de tiendas bloque, observaba de reojo como todo tipo de trolls paseaban hablando de cualquier cosa que les haya sucedido en todo el día, en parte a eso, se le ocurrían siempre grandes historías, volvío de vuelta a la hoja, con un lapiz de madera artesana, dibujaba la silueta de un troll de dentadura chistosa y armado con un potente blaster que disparaba una enorme llamarada del gatillo.

Sonrío contento al ver como le quedaba.

De pronto oyo una voz de alguién que le llamaba:

-¡Ey Thorne!

Carraspeo sorprendido y se giro para observar quien le llamaba, resulto ser su mejor amigo Fargus, un troll de pelo negro encorvado hacía atras y con una mancha azul morada en la punta del cono que le caía hacía atras. Fue corriendo hacía el para conversar acerca de un nuevo tema sobre el plan de conquista.

-Que tal Thorne -saludo Fargus sentandose a su lado.

-Muy bien -agradecío Thorne-, ¿dime como te ha ído hacíendo esas pruebas?

-Pues la verdad es que me ha salido el tiro por la culata -admitio Fargus.

-¿Y eso porque? -pregunto sonriendo sarcasticamente.

-Bueno, en realidad no me ha salido así tal cual como suena, en realidad, me salío estupendamente, el problema era: que tenía que agarrar una enorme hacha ciclope como si fuese el mismo Cyclopterus -comento.

-¿En serio? -pregunto entusiasmado.

-Si, así ha sido, como si pensasen que estos son los juegos olimpicos de Trollia, y tenía a un grupo de coroneles mirandome fijamente como si quisiesen que lo levantasen por la fuerza, como si todos tuviesemos la misma fuerza -opino Fargus.

Thorne escuchaba lo que decía Fargus, pero aún así estaba mas entretenido hacíendo sus dibujos.

-Y luego al final la levante, pero luego al momento, se me cayo hacía atras -expreso la forma en como se le cayo el hacha.

-Porras -dijo Thorne riendose.

-Se me quedaron todos riendose, como si fuese el troll mas penoso de todo el pueblo, como si fuese el único que no hubíese podido levantar el hacha -reprocho.

Carraspeo Thorne para expresar que lo estaba escuchando.

-Pero menos mal que no me suspendieron, porque lo mas importante era saber levantar el hacha, dios, estan tan obsesionados buscando la forma en como hacer que sus cadetes sean fuertes, que hacen cosas absurdas por sus alumnos -opino reprochando, levanto los brazos y luego se los tiro abajo para expresar el mosqueo que te-nía por haber pasado por esa prueba.

De pronto sintío que su amigo no parecía estar muy atento a lo que decía, se fijo que estaba mas interesado dibujando en su privado bloc de notas, decidio echar un vistazo para saber que estaba hacíendo para que fuese tan importante como para poder escuchar una graciosa historía sobre ser soldado.

Se fijo que estaba dibujando una divertida silueta sobre un troll armado con un enorme blaster.

-Seguro que esa arma va a rozar a bastantes enemigos -opino interrumpiendo.

Thorne se fijo que estaba viendo sus dibujos.

-¿Pero tu que miras? -pregunto empujandole para quitandole del medio.

Fargus casi se caía del escalon pero pudo aguantar el equilibrio.

-Oh vamos Thorne, ¿cuando vas a mostrar esos dibujos tuyos? -pregunto interesado porque nunca le mostraba sus ilustraciones.

-En cuanto haya escrito mi libro -acordo enfadado.

Volvío a seguir dibujando porque se perdío donde estaba por culpa de las interrupciones de Fargus, noto que aún le seguía mirando incredulamente.

-¿Y cuando lo vas a hacer? ¿Después de la guerra? -pregunto para verificar.

Thorne no pudo hacer caso a ese comentario, estaba harto de tener que decirle a todo el mundo acerca de que pasaba de la idea de conquistar Skylands.

-¿Cuantas veces te lo voy a decir? Paso de la idea de conquistar el mundo, no se que para que sirve, si de todos modos, vamos a tener la misma vida de siempre -reprocho queríendo que lo entendiese con exactitud.

Fargus pensaba que solamente estaba bromeando, decidio motivarlo.

-No vamos a vivir la misma vida de siempre, después de que nos hayamos hecho con Skylands, viviremos como aútenticos reyes -opino.

Thorne puso una mirada incredula.

-Si ya vivimos como autenticos reyes -exclamo ironicamente.

-No que va, ambos tenemos nuestros problemas, yo tengo que pasarme limpiando los platos del bar de mi padre porque tiene problemas mensuales, y tu te pasas todo el dia cuidando a la abuela porque se esta muríendo -le dijo todo aquello que es-taba mal en ambos.

-Eso no es un problema, es una cuestion personal, es familia -le reprocho.

-Lo se, pero igualmente no puedes pasarte todo el dia pasandote como un vago mientras todo el mundo se preparaba para partir hacía el horizonte -comento.

-Se van todo el mundo a matar, a matar gente inocente, me quedaría mas hacíendo nada como tu dices que irme al otro lado de Skylands para asesinar a gente que no nos ha hecho nada -exigio mosqueado, se quedo de brazos cruzados.

Fargus asintio, no sabía como continuar con la conversacíon si Thorne se iba a poner así.

-En realidad no quiere decir que tengamos que matar gente aproposito, solamente tenemos que apropiarnos de las tierras de cada uno -dedujo explicitamente.

Thorne no pudo sorportar escuchar esos comentarios tan insulsos, cerro su bloc de notas y se decidio volver a casa mosqueado.

Fargus no podía dejar que su amigo se fue sin mas, tenía que hacerle entender que el trabajo que hacían era importante para el pueblo.

-Espera Thorne -intento de detenerle.

-Vuelve a casa Fargus -le ordeno queríendo no seguir viendole.

-Thorne por favor deja que te lo explique.

-Ya me has explicado suficiente.

Intento de escapar lo suficientemente rapído para poder perderle el rastro, pero lo adelantaba rapídamente, al final lo adelante y se metío delante de el.

-Thorne por favor, tienes que entenderlo -intento de explicarselo de manera breve.

Hizo lo que pudo para no seguir prestandole atencíon.

-Si no hacemos esto, nos pasaremos todo el tiempo vaharados en este pueblo hasta que ya no exista nada de el.

-Prefiero pasarme aqui el resto de mi vida, que pisar una sola parte que no sea de ciudad de trolls -acordo, luego lo empujo para hacerle perder de vista.

Fargus no se dio por vencido.

-¡Thorne, por favor, si no lo hacemos nos convertiremos ambos en cobardes! -aclaro gritandole para que le oyera.

Thorne se detuvo, no pudo ignorar lo que dijo, de todas las cosas que había dicho, esta se llevaba la peor, porque solamente alguién de una mente tan ignorante no podría haberse dado cuenta de lo que dijo.

Se giro mirandole inexpresivamente.

-Ya somos cobardes, al unírnos a ese ejercito -le dijo con tono serio, eso lo fue lo ultimo que le dijo, espero que lo comprendiese de una vez.

Se marcho volviendo adonde pertenecía.

Fargus se quedo confundido, no sabía exactamente porque estaba tan encaprichado en no unirse al plan de conquista troll, aún así, algo tramaba desde dentro de su cabeza, y no se trataba de ningún dibujo de los que el dibujaba.

Thorne volvío a casa para ayudar a la abuela Thelia, llevaba varios sin curarse su enfermedad, padecía la enfermedad conocida como el Trollerum, una extraña enfermedad que provoca un decible en el subconsciente del cereblo permitiendo que disminuya poco a poco, dentro posiblemente de unos dias, la abuela no estaría consciente de nada, y moriria como si se tratase de una flor sin ponerle agua. Se puso un poco caprichoso debido a que su amigo Fargus no comprendía que estaba en contra de la guerra que estaban iniciando, nunca entendía porque tenía que tener ese odio al resto del mundo, nunca había hecho nadie a los trolls durante mucho tiempo, aúnque había veces que despreciaban a los trolls por lo monstruosos y feos que eran, una cosa era pelearse por discriminacíon, pero otra era invadir todo un poblado para vengarse de todas aquellas cosas que decían, era el colmo, como era posible que tuviesen tanto odio para destruir ciudades y matar gente por eso, solo una autentica persona cruel podría tener tanto odio.

Llego a su casa, era un choza de cuatro pisos conectada con otras viviendas entre si, subío por los escalones de marbol y se dirigio a la puerta, saco sus llaves y abrío la puerta, entro y cerro la puerta inmediatamente.

-Ya he vuelto -saludo para saber que había regresado.

Dejo las llaves colgando en una manija que colgaba al lado de la puerta, saco su chaqueta de cuero negra porque dentro hacía calor, estaba puesta la estufa. Penso que había alguién dentro pero parecía que no había nadie, estaba todo silencioso, era algo inconfundible si supuestamente había un grupo de doctores atendiendo a la abuela para manternerla mientras la curaban de su enfermedad.

Se dirigio al salón, estaba puesta la estufa, eso quería decir que había alguién, si es que acaso lo había. De pronto noto unas enormes pisadas que venían de arriba e iban bajando.

Fue al salón y observo a una mujer con traje de enfermera, llevaba puesta una chaqueta blanca con el logotipo de la medicina, iba bajando las escaleras dando grandes pisadas debido a que llevaba unos excentricos tacones que provocaban que no pisase bien, por la cara que ponía parecía incomodarles.

La doctora se percato de su presencia.

-Hola Thorne -saludo la enfermera.

-Hola enfermera Srill -saludo Thorne.

La enfermera bajo los siguientes escalones como pudo y se junto delante.

-¿Esta bien mi abuela? -pregunto Thorne preocupado.

-Si ha estado bien, estamos buscando la forma de curar su enfermedad, pero va mejorando para que este unos dias mas aguantando como pueda -explíco la enfermera a medida que iban tratando a la abuela.

Carraspeo Thorne, estaba de acuerdo con eso.

-Ella te ha estado esperando, al parecer quiere hablar contigo -dijo.

-De acuerdo -acepto Thorne.

Se dispuso a subir pero de pronto la enfermera le detuvo.

-Por cierto, espero que no tardeis mucho, ella necesita descansar en estos momentos, así que no le des mucha conversacíon -añadio la enfermera.

-De acuerdo, lo hare -acepto Thorne comprendiendolo.

Thorne subío por las escaleras dirigiendose al segundo piso, noto por el sonido que hacían los escalones que rechinaba demasíado la madera de la que estaban hechos, hacía cosa de una semana que habían pedido de arreglar los escalones, pero co-mo estaban tan ocupados tratando a la abuela se olvidaron por completo.

Observo una luz al fondo, estaba prendida la lampara estratospica, aquella lampara no le gusto mucho por los colores que daba, le daba un aspecto abusurdo a la habitacíon, pero a la abuela le gustaba porque le recordaba a los tikis, su especie preferida de toda Skylands.

Entro en la habitacíon y observo a un grupo de personas delante de una mujer tendida en la cama, una era su madre y el otro era el doctor Tomus, el doctor que se estaba especializando en tratar de curar la enfermedad de la abuela Thelia.

-Hola -saludo intimidamente.

Ambos se percataron de su presencia.

-Hola Thorne -saludo la madre.

-Hola Thorne -saludo ahora el doctor Tomus.

-Hola -saludo a los dos con tono timido.

La madre se dirigio a la abuela, ahora que por fin estaba Thorne, decidio por fin darle la satisfaccíon a la abuela que necesitaba.

-Mira mama, ha llegado Thorne -le dijo la madre a la abuela que era su madre.

-¿Quien? -pregunto la abuela sin comprender a quien se refería.

-Mi hijo, Thorne -aclaro.

Se acordo la abuela.

-Ah claro, el joven y presentuoso Thorne -dijo la abuela entusiasmada de verle por fin.

Thorne se dirigio a la abuela timidamente, sentía nervios de tener que verla así, la abuela Thelia, era una mujer robusta con la cara doblada por las arrugas que tenía, llevaba el pelo todo blanquzco como la nieve, tenía los ojos pequeños y estaban ennegrecidos debido a lo triste que estaba.

La abuela se percato de que tenía a Thorne delante de su cara.

-Mi joven Thorne -dijo con tono callado.

-Hola abuela -saludo Thorne alegrado por verla.

-¿Donde has estado? -pregunto, le echaba de menos.

-En ningúna parte, solamente a unos metros de casa, dibujando en mi bloc -explíco Thorne que hacía en ese momento.

-Dibujando no, dibujando a tus personajes como siempre, ¿verdad?

-Si -afirmo.

-Nunca has cambiado, sigues siendo el que eres -dijo alegrada al ver que no hacía otra cosa que dibujar los personajes de sus historias de ficcion.

-¿Y que te pensabas que sería entonces? -pregunto chistosamente.

La abuela no supo que contestarle, aquella era una pregunta con un significado que no podía decirselo delante de el.

-Alguién diferente supongo -exclamo, el era el uníco que estaba de acuerdo con las abuela y sus decisiones, por eso le quería tanto.

La madre observo como ambos estaban tan en común como siempre.

De pronto se oyo el ruido del cardiografoton, una maquina especializada en mostrar el grafico del corazon de la persona, era una caja de madera que tenía una cuerda de algodon que se le ponía a la muñeca del paciente para saber la latitud del corazon, tenía una borde dorado que rodeaba toda la caja, tenía una bola dorada del mismo color que pasaba todo el tiempo tomando diferentes formas para mostrar el grafico actual del paciente. Thorne se mostro un poco nervioso al ver esa maquina.

-¿Funcíona bien eso doctor? -pregunto dirigiendose al doctor Tomus.

-Hasta ahora no ha mostrado nada raro, se ha mantenido la raya estable y con el mismo grafico, esperamos que ese grafico no cambíe demasíado -explíco el doctor Tomus deduciendo el futuro del estado del paciente.

Thorne no se mostro muy a gusto con eso, no era suficiente para el.

La abuela observo una expresíon de mosqueo en Thorne, suspuso que no se sentía bien estando allí con todos.

-Podrías dejarnos solos por favor -pidio murmurando.

-Pero mama necesitas descansar -exigio su hija.

-Descansare en cuanto llegue mi hora, ahora dejame con Thorne como una posible ultima vez -acordo exigiendo de mala manera.

Ambos le hicieron caso, la madre y el doctor Tomus se levantaron, se dirigieron a la puerta y salíeron desparecíendo en la oscuridad de al fondo.

Ahora por fin estaban solos.

-Thorne acercate -pidio Thelia.

Thorne se acerco lo suficiente para mirar sus tristes y agotadores ojos.

-¿Que pasa abuela Thelia? -pregunto Thorne preocupado.

-Hay algo que te tengo que dar -dijo y de pronto empezo a desabrochar unos botones de su blusa y se mostro que tenía a un medallon con bordes ligeros que recorrían el medallon completo y en el centro había un rubi rojo luminiscente.

Thorne se sintio fascinado al ver aquel colgante.

-Vaya -dijo sorprendido-. ¿Que es?

-Es el medallon de la suerte de mi familia, lo han llevado durante generaciones y lo han protegido de la violencia y la crueldad del mundo -explíco la abuela.

Thorne agarro el medallon, tenía un metal muy reluciente y con un acabado muy elaborado, una autentica pieza de artesania.

-Una vez intente de darselo a tu padre cuando se marcho fuera de la costa, pense que le daría suerte, pero el se nego, porque decía que era cosa de cuentos de hadas, así que se fue sin llevarselo siquiera -admitio.

Thorne se quedo indeciso, jamas había oído escuchar eso sobre su padre.

-¿Y porque pensaste en darselo? -pregunto Thorne queriendo averiguarlo.

-Pense que como se iba sin antes ver como nacias, a lo mejor el medallon le daba la suerte y la voluntad para volver algún dia, pero el siempre se ponía muy fanfarron con todo, no le gustaba nada que fuese historico o cultural -se rio la abuela acordandose del comportamiento que ponía el marido de su hija

Thorne no supo expresar esa risa, jamas había conocido a su padre, así que no sabía como era estar con el, sonrío al menos alegrado de que al menos su padre tuviese su parte divertida.

-Y miralo ahora, han pasado doce años y jamas ha vuelto con nosotros, y todo es por culpa de aceptar ese trabajo que convierte a la gente en fantasmas del pasado -dijo la abuela refiriendose a que era una de esas personas que desaparecen al aceptar un trabajo a lo lejos, y estan tanto tiempo ahí, que ya no se saben si estan vivos o muertos, por eso quedan como fantasmas del pasado, porque son como antiguas proyecciones de un pasado olvidado.

-¿Como era mi padre? -pregunto Thorne queriendo saber al menos algo util para saber como era exactamente su padre.

-Un poco bastante parecido a ti, solo que era bastante gruñon -comento la abuela riendose como podía.

Thorne le dio risa escuchar eso, estaba claro que tenía su parte divertida.

La abuela termina de reir, noto que estaba teniendo una gran conversacíon con su nieto, era lo mejor, porque cuando se fuese, quería que al menos tuviese una buen recuerdo de como era ella, de pronto se acordo de lo que quería hacer ahora, una ultima cosa para despedirse.

-Ten Thorne -saco su medallon del cuello-, quiero ahora lo tengas tu.

-¿Porque? -pregunto desconcertado.

-Ahora te pertence -admitio.

-Pero si es tuyo -exigio Thorne.

-Lo se, pero como no me queda mucho tiempo, es mejor que lo tengas tu, eres también de mi sangre, así que por derecho de familia te pertenece ahora a ti, te ayudara en los peores momentos cuando te unas al ejercito -explíco la abuela.

Thorne no pudo entender aquel comentario.

-Pero abuela, yo no quiero ir al exterior a unirme a esta guerra sin sentido -recrimino Thorne confundido.

-Lo se, pero no te queda otra opcíon, todos los jovenes deben unirse al ejercito para marchar hacía tierra natal, y aúnque exijas que no quieres ir, te obligaran por la fuerza a ir, es mejor que te marches con delicadeza, que con brutalidad -le aconsejo la abuela para que no se armase un problema que llevaría a una enorme consecuencia.

Thorne lo comprendío, no tenía opcíon, todos los jovenes debían participar en este plan de conquista le gustase o no, todos los trolls quieren unirse a esta guerra, en cambio el no, y si se enterasen las autoridades de que había un joven troll que no se había unido al ejercito, todo su familia se llevaría una enorme bronca.

-Utilizo al medallon para que te de suerte en el exterior, pero no lo utilizes para usar la fuerza de bruta sobre los mas debiles, utilizalo para protegerte a ti mismo del peligro que acecha por todas partes -aconsejo seriamente la abuela.

-De acuerdo -prometío Thorne, luego agarro el medallon.

La abuela asintio y de pronto empezo a toser de una manera descontrolada, intento taparse la mano pero aquella tos que le salía, era demasíado fuerte.

Thorne no sabía que pasaba pero se percato de que aquello era malo.

-¡Mama! ¡Doctor Tomus! -aviso Thorne incesante.

La madre y el doctor oyeron los gritos, se asomaron y observaron que la abuela estaba tosiendo de una manera preocupante.

-Mama -se dirigio preocupada la hija.

El doctor Tomus junto con sus ayudantes aparecíeron para ayudarla, apartaron a Thorne para dejar sitio, todos los enfermeros se agruparon para intentar sofocar a la paciente, uno de los enfermeros saco un artilugio con una bumbona de aire, era un respirador manual, un aparato que se utilizaba para dar aire a las personas que se estaban sofocando, le paso el respirador al doctor Tomus y luego se lo apoyo encima de la abuela, la abuela empezo a respirar a medida que le entraba el aire en la boca.

Thorne no supo tomarse bien lo que veía, decidio marcharse de la habitacíon para no seguir viendo aquella escena

Se marcho corriendo de la habitacíon y empezo a bajar las escaleras de forma precipitada, quería alejarse de la histería de arriba, estaba tan preocupado y tan amargado por todo que decidio sentarse un momento en el ultimo escalon, estaba cansado de que le pasara de todo: tenía que alistarse en el ejercito, su amigo no se daba cuenta de que no quería unirse por el motivo de que estaba en contra, su abuela se estaba muriendo arriba, no sabía que hacer, de pronto se acordo de que aún tenía el medallon en la mano, lo observo perplejo de nuevo, quería entender su significado, como era posible que un simple medallon diese tanta suerte, como para darle animos cuando iba directo a morir para nada, porque resultaba tan especial, que escondía en su interior, magia, algún artefacto especial, se le podía ocurrir de todo pero no encontraba la respuesta única a ese misterio, decidio colgarse, para probar haber si tenía suerte, su cadena era tan fria que le dejaba helado el cuello, pero en cambio tenerlo colgado le daba una gran satisfaccíon.

De pronto se oyo que alguién golpeaba la puerta.

¿Quien sera que llama en este preocupante momento?, penso refunfuñando en su cabeza, estaba tan molesto que no quería que nadie llamase a la puerta.

Decidio abrir la puerta para saber quien era de todos modos, agarro el picaporte y abrío la puerta de un tiron, de pronto se sorprendío al ver quien había detras, había una chica troll de la misma edad de el, tenía un pelo rubio que caía por toda su cabeza, era Kira, su mejor amiga de toda la vida.

-Hola Thorne -saludo ella.

-Hola Kira -saludo el soprendído de verla, no pensaba que la vería en todo el dia debido a todos los problemas que tenía.

-¿Te he molestado si acaso? -pregunto Kira al ver la expresíon de cansancio y agobio en su mirada, sabía que algo malo le pasaba como siempre.

-No, no la verdad es que no, no tenía nada que hacer -exclamo disimulado-. Dime, ¡a que has venido?

-Te he traído la nueva paga -saco Kira de su chaqueta unas monedas de oro, era unos doblines troll, la moneda respectiva de Trollia.

Thorne observo las monedas que tenía, era imposible que hubiese conseguido tanto en tan poco tiempo, era imposible para una muchacha como ella.

-¿De donde las has sacado? -pregunto alarmado y desconcertado.

-Ha sido la paga que me ha dado mi padre por ayudarle en la tienda, tenía eso reservado para comprarse un obsequio de coleccíon, pero decidio darmelo a mi, porque sabía que yo lo necesitaba mas que el -explíco Kira la razón de que tuviese esa cantidad de monedas.

Thorne lo comprendío, era razonable, no muchos adultos consiguen lo que quieren en tan poco tiempo, era mejor que sus hijos tuviesen lo suficiente porque después ya no iba a ser niños, iban a convertirse en hombres, en soldados.

Kira sumo la paga, estaba bien, decidio darsela.

-Toma -le entrego las monedas.

Thorne comprobo las monedas, estaban en perfecta peso y quilo, pero entonces decidio hacer una cosa por ella. Dividio la paga por la mitad.

-Toma -le entrego la mitad de la paga.

-¿Que haces? -pregunto Kira desconcertada.

-Te estoy ofreciendo la mitad -admitio Thorne.

-Pero si es tuyo, me lo gane para dartelo a ti -replico Kira frustada.

-Pero tu te sacrificaste para obtener este dinero, es razonable que obtengas parte de los benificios -le entrego la mitad de las monedas.

-Pero...

-Kira -estrecho Thorne su mano por la cara de Kira-, mi abuela no me va a durar mucho tiempo, pero en cambio tu si duraras, así que por eso te mereces eso -explíco razonadamente para que lo comprendiese.

Se mostro un poco mosqueada, había trabajado duramente para conseguir ese dinero para Thorne, y ahora le estaba entregando parte de su dinero merecido, se sintio algo agradecida por su parte, pero no le recompensaba su duro esfuerzo. Se metío las monedas en su bolsillo y asintio frustada.

-Has hecho bien -le consolo.

En el fondo lo comprendía, solamente tenía miedo de aceptarlo.

De pronto se oyo una bocina de un sonido chillante tan grande que atrajo la atencíon de todo el mundo, ambos sabían de que se trataba.

-Es la señal de aviso -adimitio Thorne.

-¿Crees que habra otra reuníon? -pregunto Kira sospechando.

-Porque sino habran sonado la alarma en un momento como este -admitio ironicamente.

Ambos se dispusieron saber de que se trataba.

Thorne agarro las llaves y cerro la puerta con llave, pasearon por la avenida y observaron como toda la gente salía extrañada de sus casas, todo el mundo no entendía porque sonaba la alarma de aviso de reuníon ciudadana, si es que acaso ya hubo una la ultima vez que se formo una reuníon, ahora no entendían a que se debía tal tremendo aviso.

Thorne y Kira observaron fijos como toda la gente empezo a movilizarse en direccíon al parque rural, uno de los centros de la avenida donde siempre se presentan reuníones importantes como: mandamientos, convocaciones noticias de ultima hora de todas partes de Skylands, cualquier cosa que tuviese que ver con un asunto importante surgido de inmediato. Toda la gente empezo a rumorizarse los unos a los otros, también se sentían extrañados y confundidos porque creyeron que el aviso del otro dia, acerca de que por fin habían reunido a los chompies para que se uniesen a los trolls en su batalla, creyeron ser la ultima por hora, pero ahora, sonaba demasíado diferente.

Había tanta gente encima que muchos empezaron a reagruparse formando barreras que ocultaban la vista, Thorne y Kira se quejaron de poder ver nada, Thorne intento asomar la cabeza pero no se notaba nada a lo lejos, refunfuño mosqueado, de pronto tuvo una idea al ver una esquina abierta, sacudío a Kira para avisarla de que tenían una via libre, se movíeron en zig-zag y en tumulto inmenso de gente, era casi imposible pasar a no ser que encontrases vias libres por delante.

Se movíeron de un lado a otro intentando esquivar a cada una de las personas que se presentaba delante, era como un laberinto que se movía constantemente, al final lograron esquivar a todas las personas y pudíeron meterse en un costado seguro, lograron avanzar lentamente para seguir la misma marcha.

De pronto se noto a lo lejos que pasaba, en el centro del parque, al lado de la fuente de leviathans gemelos, había un consejero troll con sombrero puntiagudo negro, una barba blanca que casi le hacía parecer un viejo y unas gafas que le hacían parecer un bibliotecario, estaba parado delante de una plataforma movil ayudada por sus ayudantes trolls, el era el responsable de lo siguiente que se iba a decir.

Thorne se quedo indeciso al ver aquel hombre a lo lejos, sentía nervios de saber lo que se iba a decir ahora saliendo de la boca de aquel hombre, no parecía el experto en notificar esas cosas, porque en ocasiones se dicen noticias de mala aportacíon, y siempre el que lo dice, es un troll de cara agonizante y aspecto enorme, si no iba a ser eso, espero seguro de que fuese algo con sentido bueno.

De pronto se percato de que a lo lejos estaba su amigo Fargus, el también debio de unirse a la muchedumbre.

-¡Fargus! ¡Fargus! -intento gritarle para llamar su atencíon, pero estaba lejos.

No tuvo mas opcíon que acercarse mas.

-Ven -agarro a Kira del brazo y la llevo hacía donde estaba Fargus, volvíeron a hacer su juego de esquivar personas, se juntaron delante de Fargus.

-Fargus -contesto delante de el.

-Thorne, fijate tu también te has unido a esta panda de oyentes -comento Fargus ironicamente.

-Hola Fargus -saludo Kira.

-Hola Kira -saludo el.

-Oye Fargus, ¿sabes exactamente a que viene esta reuníon? -pregunto Thorne queriendo saber si tenía la respuesta por saber a que se debía la reuníon.

-Bueno al parecer Kaos acaba de descubrir una cosa y ha decidido mandar a sus hombres por toda Trollia para hacer saber de la noticia -admitio Fargus.

-Pues espero que sea buena -dijo Thorne esperando no ser nada grave.

-Para mi todo es una buena noticia -opino descaradamente Fargus.

-Eso es porque tu no piensas en ningúna otra cosa que no sea la guerra -añadio Thorne sarcastico.

Fargus rio aceptado por ese comentario.

De pronto los ayudantes empezaron a llevar un microfono extensible, lo llevaron ambos de las manos porque era bastante pesado, casi se les caía de lo torpes que eran, lo pusíeron de manera vertical y se lo pasaron al consejero, lo agarro y se puso al lado para tenerlo puesto delante de la boca, se acomodo y se preparo para dar el aviso, dio golpes de dedo al microfono para llamar la atencíon de la gente.

La gente se quedo perpleja directa hacía el al oír ese ruido.

El consejero observo que ya le estaban hacíendo caso.

-¿Se me oye?, ¡probando1, ¿se me oye? -pregunto intentando de probar el volumen del microfono, le hacía la voz como la de un robot pero parecía funcionar estu-pendamente, cosa que parecía dificil, debido a los ayudantes que tenía, eran dos pequeños trolls dorados que no se sabían llevar nada bien, estaban al lado de la bateria que cargaba el microfono, empezaron ambos a pelearse por tonterias que ellos mismos se crearon, parecía que iban a pisar el cable que conectaba con el microfono, decidio echarlos de forma honrada para no parecer desagradecido, sus ayudantes se fueron enfurruñados y levantando el puño.

Ahora que todo estaba perfecto, podía empezar:

-¡Poblerinos de Trollia! -comenzo a dictar.

Todos escucharon antentamente.

-¡Se que os sentis extrañados al tener este reuníon!, ¡y que se había anunciado una ultima reuníon hace apenas unos dias!, ¡pero esta reuníon es porque se ha anunciado un nuevo descubrimiento¡, un nuevo hallazgo en lo lejano de Skylands!

Todos se quedaron indecisos, se quedaron fascinados, empezaron a rumorarze los unos a los otros pensando en que se debía de tratar.

-¡Todos conocemos la historía de como nuestro querido emperador Kaos, se convirtio en nuestro lider!, ¡que fue criado por maestros del portal!, y casi se convierte en uno de ellos!

Todos afirmaron claramente conocer eso.

-¡Y también conocemos la historía de como se rebelo!, ¡pues hoy mismo se ha descubierto algo que se perdío en la batalla del Monte Rompenubes! -admitio.

De pronto todos se quedaron mas perplejos que antes, el Monte Rompenubes era el centro de todos los Maestros del Portal, hacía años que no se sabía nada de ese lugar debido a que Kaos mato a todos sus habitantes.

-¡Resulta que hay un maestro del portal, que esta vivo! -admitio euforico el consejero.

-¡Ah! -grito atonita la gente.

Thorne se quedo soroprendido, un maestro del portal vivo, era cosa imposible después de todo este tiempo, y si lo hubiese, seguro que detendría todo antes de que todo lo malo pasase.

-¡Así es queridos trolls!, ¡uno de los magos mas poderosos que existe en Skylands esta vivo y coleando en el exterior! ¡Ha estado escondiendose de nosotros durante todo este tiempo!, ¡hasta ahora!

Comprendio la gente.

-¡También se nos ha informado! ¡De que al parecer se esconde en un refugio mabu en el sur al borde de la frontera de tierra natal!, ¡lo que significa que se esconde entre la gente!, y eso quiere decir!, que esa gente que vive ahí!, ¡al estar uniendose a esa escoria de maestro!, ¡ha entrado en guerra con nosotros! -protesto.

-¡Si! -todo el mundo protesto alzando su puño en nombre de guerra, para ellos los maestros del portal solamente eran viejos locos que creían ser mejores que los trolls, por eso los odiaban tanto, y los querían definitivamente muertos.

Thorne observo indeciso al ver como toda la gente protestaba por eso, no entendía exactamente las quejas de la gente por la gente que practicaba magia.

-¡Pero no os preocupeís gente! ¡Un grupo de trolls emprendera la marcha hacía ese refugio para atentar contra los habitantes de ese refugio y hacerles entender que no pueden ser ayudados por un maestro del portal!

-¡Si! -acepto la gente que se hiciera ese acto de guerra.

Thorne no aguantaba mas la tensíon que le subía a la cabeza cada vez que oía las protestas de la gente al querer aniquilar a esa pobre gente solo porque estaban siendo ayudados por un mago supuestamente muerto.

La gente no paro de gritar y aceptar que se cometiese ese acto de guerra, estaban hartos de que hubiesen grupos de personas que aún continuasen vivas porque destruirían el futuro de su ciudad, estaban de acuerdo con lo que había planteado Kaos, por eso le apoyaban tanto, porque hacía lo que ningún troll llego a hacer, invadir Skylands y apoderarse de sus tierras para hacerlas a la imagen de los trolls.

El consejero sonrio satisfecho, jamas antes había visto una turba de personas tan aceptadas con ciertos actos, verdaderamente Kaos les había endurecido las pala-bras.

-¡Tranquilizaos gente!, ¡todo pasara en su momento! ¡Por ahora lo que tenemos que hacer es alistar a nuestros queridos jovenes para partir hacía Skylands y así crear la guerra que tanto ansiabamos durante años! -comento.

Volvío a estar la gente de acuerdo, era la hora de hacerle entender a la gente que los trolls eran mejores que cualquier otra especie.

-¡Se que el alistamiento comenzara dentro de dos semanas! ¡Pero como nos hemos visto afectados por este asombro descubrimiento, ¡se ha decretado que el alistamiento de jovenes trolls comenzara dentro de cuatro lunas!, ¡eso significa que en cuatro dias todos los jovenes mayores de dieciseis tendran que alistarse para convertirse en autenticos soldados! -añadio el consejero euforico.

Ahora la gente aplaudío feliz por enviar a sus jovenes hijos a la guerra, a partir a Skylands a enfrentarse a las demas especies del mundo para convertirlas en esclavos de un mundo mejor, un mundo troll.

Thorne se le quedo la cabeza dandole vueltas, no podía creer que en cuestion de cuatro dias comenzaría a alistarse, eso significaba menos dias para ver como la abuela moría, las cosas no podían ir peor, se giro y observo que su amigo Fargus estaba entusiasmado con la idea de que comenzase el alistamiento, era como su sueño, Thorne se quedo horrorizado al ver esa expresíon en su cara, no podía creer que su amigo estuviese tan entusiasmado por esa horrorosa idea, empezo a pensar que todos los que conocía se habían dejado llevar por ideas absurdas, no podía soportalo mas, se arrodillo y se quedo tapono los oidos para no seguir escuchando los aplausos y exi-gencias de la gente, para el, no era uno mas de ellos.

Todos y cada uno de los trolls que estaban ahí, disfrutaban al ver que la guerra estaba apunto de comenzar muy pronto, eso significaba que por fin tendrían todos el mundo que deseaban, un mundo en el que no serían tratados como monstruos, sino simples amos superiores, tanto que se creían ser el doble de lo que cualquier persona de Skylands podría ser.

A lo lejos del pueblo, en el castillo de Kaos, el emperador Kaos y el doctor Kullshak observaban como la gente gritaba enorgullecida su nombre, el nombre del hombre que les llevaría a la victoria, a la conquista final de Skylands.

-¿Espero que este orgulloso señor Kaos? -pregunto Kullshak para saber la opinion de su emperador al ver la inmundicia agrupada en el pueblo.

Kaos sonrío maliciosamente.

-Lo estoy, tanto para mi, como para ellos -exclamo Kaos, luego empezo a reirse alejandose de la ventana que había en la sala.

Kullshak no entendía las macabras ideas de Kaos, pero si entendía que lo estaba hacíendo por ambas partes, pero en cualquier de ellas, iba a ser una respuesta pero con una consecuencía atroz, volvío a fijarse en la ventana que daba lugar al pueblo.

Todo la gente se agrupo alrededor del parque celebrando el inicio de la guerra, se había convertido la reuníon en un espectaculo al aire libre, todos gritando en ebullicíon alzando su puño de guerra.

De pronto Kira observo que Thorne estaba cabizbajo y sintiendose inconsciente, supe entender lo que le pasaba pero no creyo que fuese para tanto, decidio llevarlselo para que no empeorase su situacíon.

Fargus de pronto se percato de que Kira se llevaba por algúna razón a Thorne, dedujo que se trataba de intentar escapar de la gente y su hito de guerra, puso una mirada de refunfuño al ver que aquel amigo suyo se estaba volviendo algo traidor, se olvido de el y volvío a seguir siendo parte de la euforía.

Kira llevo arrastrando a Thorne devuelta a casa, se estaba dejando caer por la confusíon y el miedo al ver que se acercaba su fin, en pocos se convertiria en un soldado troll, o como decía la abuela, en un asesino sin piedad.