18

LA ELECCÍON DE THORNE

Thorne se quedo exasperado, no sabía que hacer, desde que anuncíaron que encontraron al ultimo maestro del portal y que al suceder permitieron adelantar los dias de reclutamiento de jovenes a troll para ser soldados en la guerra.

Nada podía ir a peor. Se seguía diciendo eso aún en su mente, no soportaba, que pasaran esas cosas, justo que el podría ser el uníco troll de bueno de Skylands, y le dan un castigo por ser tan bondadoso y considerado, creía que los ancestros le estaban castigando por no parecerse en semejancia a los demas trolls, que todos los trolls tenían que ser malos y crueles con todo el mundo, ahora se quedo buscando una respuesta a porque tenía que ser su especie tan maliciosa, porque no podía convivir con los demas, tener un trabajo agradable, vivir en un pueblo donde todos se conozcan, que sean todos una familia, en cambío aqui se confiaban los unos a los otros si actuabas de la misma forma que ellos, pensando solamente en desplomar a los debiles, eso era la única de forma convivencia, la superioridad, era en lo único en lo que se pensaba y en lo que se vivía, así era la vida para los trolls. Odiaba que todos pensasen así, que lo único que existia para cada uno era ser mas poderoso que hasta la mas pequeña criatura de Skylands, deseaba no sentirse superior a ningúno, porque eso lo convertía en su peor miedo y en su peor miedo.

De pronto se oyeron unos golpes que venían de arriba.

Thorne se giro y observo que arriba se seguían oyendo los mismos ruidos de ayer, la abuela Thelia estaba empeorando y los medicos hacían lo que podían, el doctor Tomus trabajaba como podía, pero el tratamiento que le daban a la abuela no era suficiente, no había tratamiento contra el Trollerum, y nunca lo habra a no ser que llegase un milagro, si es que acaso hay un milagro para los trolls, casi siempre nadie de ningún pais lejano, llegaba para comercializar algo, nadie quería acercarse a Trollia, todos odiaban a los trolls, por sus manias acerca de que Skylands le pertenecía solamente a los trolls, por culpa de eso, toda la especie troll perduraría y vivira sola sin ayuda de otra especie del mundo.

Al menos penso en el lado bueno, había algo que siempre le ayuda a pensar en positivo.

Saco de vuelta su bloc de notas y empezo a examinar cada uno de los bocetos que tenía hechos, había de todo tipo de heroes trolls dibujados, un troll armado con un blaster que disparaba pelotas de goma y hacía que los enemigos se cayesen, un caballero troll con aspecto humanoide vestido de una armadura tradicional plateada, tenía una sonrisa que hacía favor a su aspecto, un cientifico y explorador troll que creaba maquinas para explorar el mundo submarino, tenía de todo, se había inventado a una gran cantidad de personajes que hacían lo justo, defender a los buenos, en cambio los demas no eran como en sus dibujos, eran todo lo contrario, y el estaba dentro de ellos, estaba alienado con los malos por terrible causa para darse cuenta de que jamas un troll iba a ser bueno y a defender lo justo y lo valeroso.

Ahora se oyeron unos pasos muy fuertes que venían de arriba y cada vez se iban agrandando a medida que bajaba la persona, se giro y observo a su madre con una cara entristecida bajando lentamente las escaleras.

Tuvo el presentimiento de que algo malo había pasado, y solo por eso bajaba la madre que era la hija de la abuela.

Se levanto del escalon y se dirigio preocupado con su madre.

-¿Mama se encuentra que ha pasado? -pregunto queríendo obtener una respuesta que fuese clara de comprender.

La madre no dijo nada, se quedo plantada de pie con la mirada baja.

-¿Que ha pasado ahí arriba? -pregunto exigiendo.

No tuvo mas opcíon que contarselo, o seguiría exigiendo sin parar.

-El doctor Tomus ha intentado de probar un nuevo medicamento que le podría mejor un poco, pero me parece que su cuerpo no lo soporta, y hace que la enfermedad vaya a peor -admitio la madre empezando a entristecerse.

Thorne se quedo con la cara petrificada, los musculos hacía abajo.

-Parece ser que no aguantara hasta menos de cinco dias -empezo a sollozar histericamente al ver que no había posibilidad de salvarla.

Thorne se quedo entristecido también, pero la peor parte era que podría morirse en menos de cinco dias, eso podría o no ser suficiente para no verla morir porque entonces partiría rumbo a lo lejano de Skylands.

-Pero en ese tiempo no lo tendre para verla irse, me voy en tres dias, directo a hacer esa estupida conquista -comento exclamando el problema que tenía.

La madre no lo aguantaba mas así que decidio sentarse en el escalón al lado de su hijo para poder tener a alguién a su lado para así poder consolarse de algúna manera.

Thorne se sento a su lado observando el grupo de problemas que había.

-Lo siento Thorne, siento que tengas que pasar por esto -intento de disculparse para perdonarle por haberle juntado con tan severos problemas.

-No, no tienes que disculparte, estamos juntos en esto -la consolo hacíendole entender que era parte de los dos.

Estaba tan triste que cayo rendida en los brazos de Thorne, el la agarro para hacer que se sintiese tranquila y pensase moderadamente en lo que iba a hacer para afrontar el hecho de que no volvería nunca mas a ver a su madre.

Thorne empezo a sentirse culpable por lo que estaba pasando, empezo a redimirse hacía las leyes y el gobierno que había en Trollia, el problema era que habían mas soldados que medicos, lo que hacía mas falta, porque así podrían haber mas medicos que curasen la enfermedad de la abuela, y hacía todo se calmaría de una vez.

-Ojala no hubiese esta absurda guerra -opino-. Porque así no habría tanto trabajo esforzando a los jovenes a volverse crueles con el resto del mundo en vez de que todos tuviesen trabajos mas honrados como medicos que curasen la enfermedad de la abuela y así podríamos vivir en paz.

-Si así es -se sentía tan histerica la madre que empezaba a aceptar todas las cosas que decía Thorne sin importar lo que dijese.

-No debería unirme a esos malditos soldados, debería quedarme aqui y ayudarte a salvar a la abuela -opino Thorne con tono serio.

La madre se percato de lo que dijo y se estremecío inmediatamente.

-No Thorne, no puedes hacer eso. Sabes que si no participas en el ejercito, tendremos problemas, nos encerran por traicíon y desacato -intento convercerle histericamente su madre de impedir que hiciese esa opcíon.

-No puedo mama, no puedo dejar que me traten como a uno de ellos, no quiero ir al otro extremo de Skylands a matar gente inocente -exigio Thorne.

-Pero es tu obligacíon, como dicta la ley -comento la madre.

Thorne refunfuño, estaba cansado de oír que tenía que alistarse por las malas.

Sabía en que pensaba su hijo, no quería irse, y aunque protestase no serviría de nada, en cuanto supiesen las autoridades de que había un joven que no se había alistado por propia voluntad, entrarían en la casa y destruirían todos los objetos de valor de la casa como castigo por desacato a la leyes troll, no podía dejar que pensase así, pero también tenía al menos que pensar como ellos.

-Tengo miedo de irme -comento preocupado.

-Lo se -afirmo la madre, estaba de acuerdo con el.

Extendío sus brazos alrededor de Thorne para abrazarle y consolarle.

-Yo también tuve un presentimiento así una vez -comento con tono triste.

-¿De veras? -pregunto Thorne sorprendido, conocía a su madre desde siempre y sabía muy bien que no le tenía miedo a nada en absoluto.

-Si, cuando conoci a tu padre -afirmo.

Thorne se extraño con ese comentario.

-¿Tenías miedo de papa? -creyo que se trataba de eso.

La madre se rio, no lo entendío.

-No, eso no era a lo que me refería -le rectifico, se lo explico de manera breve -. Lo que quiero deicrte es que, cuando conoci a tu padre, tuve ese miedo de pensar, que el mundo se acabaría delante de mi cara, porque en ese momento todo estaba cambiando, las reglas, las leyes, todo, así que no tuve mas opcíon que afrontar la realidad, que las cosas jamas volverían a ser, pero entonces un dia llego tu padre, observo lo agobiada que estaba, el también se sentía así, pero eso no dejo que le impidiese seguir adelante, me hizo creer en mi misma otra vez, en el momento en que me pidio matrimonio, se arrodillo ante mi, mostrando un enorme anillo dorado con aspecto de haber sido creado por semejante mecanicos roboticos, estuve encantada con el, y decidi casarme con el. Tuvimos una gran boda, todo el mundo vino, vivimos de una gran luna de miel, entonces paso el tiempo y decidimos quedarnos a vivir en algúnas de nuestras casas, decidimos en cual nos ibamos a quedar, el decidio ir a vivir aqui, debido a que su casa había sido derrumbada por culpa de un obstruccíon subterranea que se trago la casa a traves de la tierra de abajo, decidimos eso, y nos quedamos viviendo una gran cantidad de años ahí, paso el tiempo, y entonces llego ese dia en que vino ese tal Kaos que se hizo con el poder, las cosas volvíeron a cambiar de nuevo, antes me hizo mejor, me acostumbre, pero ahora me hizo volver a acostrumbarme de nuevo al miedo, al miedo de que cambiasen las cosas y fuese a peor, pero tu padre me protegío en ese momento de renovacíon que tanto panico me daba, y lo hizo, y esta vez para asegurarse de que no perdiese la esperanza, me dio un hijo, a ti, mi joven Thorne -extendío su mano alrededor de la cara de Thorne para sentirse su caricia en el tacto de sus manos-, cuando pense que las cosas ahora iban a ir mejor de nuevo, no paso eso, volvío todo a ir a peor.

Thorne observo que su madre se dejo llevar por un mal recuerdo que le provoco un mal augurío, algo paso en aquel entonces.

-¿Que paso entonces? -pregunto intrigado por esa historía.

No tenía ganas de admitirlo, pero como lo estaba escuchando antentamente, y no le quedaba mucho tiempo para estar ahí, decidio decirselo.

-Ascendieron a tu padre en el trabajo, trabajaba de senador, pero como necesitaban mas hombres en el extremo a la costa, le eligieron a el para poder irse, el no tuvo ganas pero no tenía opcíon, las leyes que habían ahora transformaron a los trolls en unos indeseables obsesionados con buscar mas poder, así que tuvo que irse por las buenas, para eso tuvo que sacrificar muchas cosas: yo, tu nacimiento, nuestra familia, todo, lo perdío todo por culpa de esos malditos nuevos jefes, hizo el viaje al borde de la costa, y jamas volvío, se quedo ahí para siempre -explíco frustada la madre.

Ahora comprendío mejor la historía de como su padre les abandono y se fue a vivir a la costa como un jefe superior troll en el extremo de Trollia.

-¿Sabes si aún sigues vivo? -decidio hacerle esa pregunta porque quería esperar obtender una respuesta mejor a ese misterio.

La madre se dirigio a el pegando sus ojos verdes.

-Sabes muy bien lo que les pasa a los hombres que se alejan obteniendo ese trabajo, se vuelven invisibles, como el viento -exclamo ironicamente, resulto ser la misma historía de siempre.

Thorne carraspeo comprendiendolo, creyo que como la historía era diferente, iba a obtener una nueva respuesta, pero no fue así, seguía siendo la misma historía de que su padre se había vuelto un fantasma del pasado, lo que se conoce como una vida olvidada y que vaga siendo otro recuerdo mas del que no se puede recordar.

-¿Intentaste de mandarle algúna carta para saber si estaba vivo? -pregunto sugiriendo de si probo de usar esa tecnica.

-Sabes que no se pueden mandar cartas a esos lugares, los tienen prohibidos por un motivo -contesto.

Ahora comprendío de nuevo, nunca entendío cual era ese motivo aparente, pero si entendía era que no se podían mandar cartas debido a que espias del otro mundo no pudiesen saber donde vivían esas personas, los jefes trolls de las costas son como un mito que debe permanecer en secreto porque sino los trolls de Trollia perderían sus contactos con las tierras lejanas de Skylands.

-¿Sabes que fue lo peor de todo? -pregunto retoricamente.

-No -contesto intrgado por sabe que iba a contar ahora.

-Que cuando tu padre empezo a ser ascendido, empezo a volverse loco.

Thorne se extraño, pensaba que se lo estaba inventando todo.

-¿A que te refieres con que se volvío loco? -pregunto queríendo entender a que se refería con que su padre cambio de actitud al momento en que le ascendieron.

-Cuando tu padre empezo a tener mucho trabajo, lo agobiaron tanto, que perdío los nervios y empezo a enfadarse con todas las personas que tenía delante, conmigo, con la abuela, con sus viejos ayudantes, con todos ellos -explíco frustada al recordar este terrible recuerdo de como se ponía al enfadarse demasíado.

-¿Pero porque lo hacía?

-Estaba tan enfadado que no sabía a quien culpar de su agobio, así que decidio echarselo en cara a todo el mundo, hay es cuando me di cuenta de que tu padre ya nunca mas volvío a ser el mismo -contesto la madre porque su padre se había vuelto tan brusco con todo el mundo.

Thorne se empezo a preocupar, no había conocido a su padre, pero si era verdad que se había convertido en eso, espero no ansiarse tantas posibilidades de verle en ese estado.

-¿Y volvío a ser el mismo algún dia? -pregunto Thorne pensando que a lo mejor se calmo algún dia y pudo volver a la normalidad.

-Para entonces a las pocas semanas después, tu padre se fue, teniendo ese nuevo comportamiento, puede que tuviese una gran amargura, pero seguía siendo el mismo en el fondo -explíco la madre y luego asintio creyendo que aún quedaba algo de aquel hombre que hace mucho le salve de dejarse llevar por la agonía.

Resulto ser todo imposible, cada cosa que le había contado, le hacía llegar a la conclusíon de que jamas conocería verdaderamente a su padre, estando lejos o si estuviese vivo en algúna parte. La cosa estaba así, solamente le quedaba afrontar el hecho de que tenía que alistarse para sacrificar a toda la familia.

-¿Porque me cuentas todo esto ahora? -pregunto queriendo saber porque le explíco todo eso después de tanto tiempo de secretismo.

La madre se giro y miro seriamente a Thorne.

-Porque se que tienes miedo, tienes miedo a perderlo todo, pero no es así, sigues teniendolo todo, pero si no haces lo que se debe, seguíra estando siempre tanto aqui, como aqui -indico la casa y luego le indico que parte de su voluntad se encontraba en el fondo de su corazon-. Siempre que estes pensando en nosotros, sabras que estaremos aqui siempre.

Thorne estuvo convencido de eso. Pero tenía aún sus dudas sobre alistarse.

-¿Pero que hago exactamente? ¿Me alisto teniendolo que hacer por las buenas? -pregunto dudando acerca de lo alistarse para ser soldado.

-Va a tener que ser así -concluyo la madre insatisfecha.

Thorne bajo la cabeza mosqueado.

-Pero no te preocupes hijo, siempre que tengas esa gran valentía en tu cabeza, seguiras siendo el mismo, no importa que te sigas sintiendo solo o aterrorizado de lo que pase, seguiras siendo Thorne, por siempre -le aconsejo mirandole fijamente en la cara para que se convenciera de ello.

Tenía aún sus dudas, de todo, pero si era verdad que pasaría eso, estaba de acuerdo solamente por lo que le decía y por lo de antes sobre su padre.

-De acuerdo -acepto su consejo.

Le felicito la madre dandole un beso en la frente para que se pusiera mejor. De pronto fueron interrumpidos por una de las ayudantes del doctor Tomus.

-¿Señora Thania? -pregunto una enfermera.

-¿Si?

-Su madre se ha tranquilizado, de momento -confirmo la enfermera.

Eso de momento eran noticias buenas, era mejor tener a la abuela calmada, que estar sufriendo terriblemente por su enfermedad.

-Pronto nos veremos hijo -se despidio la madre porque ahora tenía que tratar con el doctor Tomus para saber si su tratamiento estaba mejorando, eso era algo con lo que Thorne no podía estar delante.

Volvío a quedarse de brazos cruzados sentado en el escalon mientras seguía reprimiendose por las cosas malas que estaba sucediendo. Continuaban aún sus dudas y pensamientos que hacían que no pudiese llegar a una respuesta clara para poder ayudarse a si mismo, aún sentia en el fondo aquellas de evitar no alistarse en el ejercito, pero después de la cantidad de exigencías que le dieron, ya no le quedaba mas claro tener que alistarse por su propia voluntad.

De pronto se acordo de algo.

Saco de detras de su camisa el colgante con le medallón que le había dado la abuela, el que le había entregado para que tuviese suerte en el borde lejano de Skylands, para que no sintiese abandonado luchando en el campo de batalla, no entendía aún el misterio de porque era tan especial aquel medallón, pensaba que a lo mejor tenía algún poder especial que le ayudase a evitar luchar contra gente inocente, pero algo le decía que le serviría para sentirse a salvo, a salvo de sus miedos, para ayudarle en los momentos mas dificiles, y hacer que no abandonase su comportamiento e identidad, que no se dejaría llevar por la ira de otros trolls, que seguiría adelante siendo el mismo, y que nadie le quitaría su derecho a ser quien era.

Tomo una decision, se guardo el colgante detras de su ropa, y decidio alistarse en el ejercito, para demostrar que no podían controlarle y utilizarle a su manera, que lucharía con ellos, pero a su manera, se levanto, y se dirigio a las pruebas.

..

Fargus se quedo tranquilo junto a una fila que daba al centro de reclutamiento de soldados trolls, estaba al parecer en el sexto puesto de una fila de cincuenta jovenes trolls, se había comprado un libro para no sentirse aburrido cuando estuviese esperando para su prueba, al menos podía observar las pruebas de lucha que se estaban produciendo dentro del centro del reclutamiento, que parecía la carpa de un circo, aunque había el inconveniente de que estaba muy lejos y no se veía nada de lo que pasaba dentro, aúnque al menos se oía los gritos de dolor y agonía que estaban padeciendo los trolls con sus pruebas, eso daba significado a que las pruebas eran muy forzosas y que seguramente muchos acabarían muertos si estuviesen en una guerra de verdad, acabarían muertos antes de poder empezar.

De pronto todos se movíeron, había entrado otro, ahora estaba en el quinto puesto de la fila, de pronto vio de reojo que había un joven troll de cara deprimida saliendo del centro mientras se pasaba la mano por el brazo para relajar una herida que tenía en el brazo, las pruebas le habían dejado para ir al hospital.

Le dio risa la manera de como los trolls que decían ser soldados, acababan bastante mal después de hacer las pruebas, no entendían nada de lo que se tenía que hacer y acaban magullados por todos partes.

Decidio olvidarse de eso por un momento y siguio leyendo su libro, era un libro que explicaba la manera de como se creo el primer ejercito troll, el libro contaba que en los primeros años en que los Arkeyans se extinguieron y dejaron de sembrar su destruccíon por todo Skylands, un grupo de fuertes trolls se dieron cuenta de que si un dia volverían los Arkeyans a hacerse con el poder de Skylands, quedarían esclavizados de nuevo sin poder hacer nada para poder evitarlo. Así que ambos formaron un grupo selecto de trolls de grandes ideas y con ello crearon el primer gobieron politico troll de Trollia.

La fila se movío de nuevo, había salido el que entro anteriormente y ahora había entrado el siguiente, ahora estaba en el cuarto puesto.

Continúo leyendo el libro. Tardaron varios años desde que aquellos trolls se convirtiesen en un grupo selecto politico, tuvieron que remodelar para convertirlo todo en un nuevo tipo de gobierno, buscar nuevos trolls aptos para el trabajo, cambiaron la perspectiva colonial de los trolls, ahora ya no eran simples criaturas que vivian en una simple isla flotante, ahora formaban parte de un enorme imperio que crecía a medida que mas cosas aprendian del mundo en que vivían.

De pronto otra vez la fila se movío, otro había salido y otro siguiente troll había entrado, ahora estaba en el tercer puesto, se estaba acercando mas a su puesto, pronto un grupo de generales trolls verían la gran aptitud que tenía para ser soldado. Continúo leyendo el libro mientras seguía esperando su turno.

Después de que por fin terminasen de remodelar todo, empezaron los trabajos como soldados, guerreros, tenientes y capitanes, eso fue lo que comenzo siendo la nueva era troll, una era que aún se sigue viviendo y mejorando a cada dia. Cuando llegaron a la deduccíon de que como ahora eran un poderoso imperio, decidieron establecerse como un nuevo imperio en el mandato superior de Skylands, cuando llegaron a los bordes lejanos de Skylands, establecieron una orden de paz con las demas poderosas criaturas que tenían sus reinos e imperios, hicieron el acuerdo y a partir de ese momento formaban parte de la lista de imperialismos de Skylands.

Después de varios meses después del acuerdo, varios trolls empezaron a confraternizar con las especies otros reinos de Skylands, algúnos se hacían amigos de otros, pero empezaron a haber discusiones acerca de tener a los trolls andando por sus reinos creyendose que podían ser tan iguales como ellos, se oyeron rumores de cosas que no tenían nada que ver, se abrieron disputas entre y eso llevo a un problema. El hombre responsable de pactar el acuerdo de uníon con los demas, decidio establecer una junta para que se hiciesen unas leyes en contra de la discrminacíon hacía a los trolls, se pacto y comenzaron a regularse algúnas leyes, a medida empezo a funcíonar bien para los trolls, pero las disputas que habían entre trolls y otras especies, llevo a un problema mayor que antes, se abrío una junta para tratar el lio que se estaba montando acerca de las discriminaciones sobre los trolls, pero fue tan grande y tan tormentosa la disputa que llego a golpe de estado, el senador jefe de los trolls exigio que se tomasen mayores medidas acerca de la discrminacíon que había entre ellos, pero los reyes de los otros no lo adoptaron como algo probable, enfurrecido, decidio establecerse el golpe de guerra hacía los reinos y confrontarlos con sus ejercitos.

Los trolls volvíeron a su reino en donde prepararon sus ejercitos para así poder iniciar una guerra con los reinos de Skylands, cientos de trolls marcharon hacía el reino mas cercano hacía Skylands y así poder vengarse de haberles discrimando.

Otra vez la fila se movío, otro troll había terminado su prueba, ahora le tocaba al que tenía mas adelante del troll que estaba detras suyo, ahora a medida que se estaba acercando hacía la sala, empezaba a ver como era dentro, era solo una sala vacía con un grupo de tres generales trolls sentados en una mesa rectangular con un mantel de color turquesa encima, había otro troll vestido con una formal armadura y con atuendos de metal que cubrían sus hombros y su pecho, se vio como le dio un hacha al joven troll y este empezo a dar vueltas en el aire con el hacha, hacía un truco tradicional de guerreros yorin, una antigua nacíon de guerreros orcos que luchaban con honor, dio vueltas formando toda una espiral en el aire que hacía que uno se le perdiese la vista con solo verlo, empezo a minorar y tiro el hacha hacía algo que no podía ver, pero se oyo el golpe de que choco con algo muy duro.

Se asombro, al parecer la prueba era para saber si uno podía dominar ciertas armas, parecía dificil pero el conocía esos trucos, supuso que aprobaría.

El troll saludo honorablemente a los generales trolls mientras ellos escribian con un lapiz en una hoja de anotaciones, le entrego el hacha de vuelta al troll con armadura y luego salío de la sala yendose por el lado contrario.

-¡Siguiente! -grito alguién de dentro del centro.

El joven que tenía detras se movío y se metío dentro del centro, ahora era su turno, sintio una tremenda exitacíon al ver que en muy poco le iba a tocar su turno, y todavía no había terminado el libro, necesitaba saber como acababa porque entonces no se quedaría agusto, volvío a leer según donde había dejado el ultimo parrafo.

Un ejercito de cien trolls marcharon hacía el primer reino que había cerca, se dirigieron a Alfoxor, una tierra de zorros rojizos con experiencia en el fuego, debido a que vivían cerca de un volcán que producía una clase de roca que servía como aceite para maquinas voladoras como dirigibles. Empezaron a invadir la capital de Alfoxor, varios trolls lucharon con un enorme grupo de zorros, ellos estaban mas armados y mas disciplinados que ellos, lo que supuso que tuviesen mas ventaja en formalidad, parecía que los trolls tenían asegurada la victoria pero no fuese así, los trolls casi ni podían blandir sus espadas contra los zorros debido a que ellos sabían mas de caballeria y ellos lo habían aprendido todo con solo leer libros sobre militarismo, después de acabar humillados de esa forma, no tuvíeron mas opcíon que abandonar la batalla y volver a Trollia en donde todos se arrepintieron de haber perdido, pero el senador no estuvo muy orgulloso de lo que paso, y entonces decidio que si algún dia alcanzaban el máximo de esfuerzo, conseguirían vengarse de aquellos que les despreciaron, pero entonces llego a la cuenta de si todo el mundo iba a despreciar a la especie de los trolls, de que serviría hacerse con un par de reinos, era mejor hacerse con todo el planeta entero, hacer que solo fuese de los trolls, así lo decidio, y continúo esperando el dia en que consiguiesen hacer lo que no pudíeron hacer en esa epoca.

Fargus cerro el libro sintiendose agusto de haber leido el final del libro, suspiro al ver que llego a tiempo de haberlo terminado, sintio gran fascinacíon al haber leido el libro, ahora entendío porque los trolls tenían esa obsesíon por hacerse con Skylands, el siempre pensaba que era solamente porque las demas especies del mundo les negaron formar parte de ellos solamente por su fisico, pero en realidad fue por culpa de una disputa provocado por aquello mismo, entonces llego a la conclusíon de que daba igual como era la historía, los trolls seguirían siendo despreciados el resto de lo que quedase de ellos, a no ser que hiciesen algo con el mundo, por eso había que conquistar Skylands, para corregir el error que cometíeron los demas al tratarles como monstruos en vez de una especie mas del mundo.

De pronto una voz brusca le interrumpío:

-¡Siguiente!

Alzo la vista y observo que tenía a los generales trolls mirandole desde fuera del centro esperando a que entrase, al parecer el anterior troll había terminado su prueba y ahora era su turno, se sintio avergonzado de ver que le estaban esperando, entro y se metío el libro en un bolsillo que tenía detras del pantalon.

Se presento honradamente delante de los generales.

-Nombre -dijo el troll del centro.

-¿Como? -pregunto extrañado, no comprendío a que se refería.

-El nombre, cual es tu nombre -corrigio el general.

Carraspeo el troll sintiendose avergonzado de no haberse dado cuenta, no estaba en un concurso estaba en un centro para un oficio tan importante como el de un mismiso rey.

-Fargus -pronuncío.

-Fargus -ambos generales empezaron a escribir el mismo nombre en los formularios que tenían, era para editar su identidad para que supiesen quien era y así poder estar alistado legalizadamente.

Se puso algo nervioso, no sabía que le iban hacer ademas de aquello que hizo el anterior troll con el hacha, posiblemente había algo mas que eso.

Termino de escribir e indico su mirada de vuelta al joven Fargus.

-¿Cuales son tus aptitudes? -pregunto.

-¿Como? -no comprendío de nuevo lo que dijo.

-Se refiere a saber cuales tus habilidades -le rectifico el general que estaba a la izquierda.

-Ah vale -comprendío y se puso a explicarlo de manera breve y honrada, pero de pronto sintio un bajon al darse cuenta de que no tenía muchas aptitudes, trabajaba como acerador, el trabajo de reparar el acero oxidado de las naves, no sabía si eso iba a servir de algo según lo que ellos querían escuchar, así que tuvo que improvisar para no parecer lo mas avergonzante posible-. Bueno, no se por donde empezar, tengo una gran habilidad con el acerco, se utilizar con gran afinidad las espadas.

De pronto el general del centro le detuvo antes de que siguiese hablando.

-¿Sabes utilizar la espada? -pregunto para aclarar.

Fargus se puso dudoso, no sabía si era algo bueno o malo.

-Si -dijo timidamente esperando no escuchar una respuesta negativa.

-Pues muy bien, demuestranoslo -ordeno y los demas se pusíeron de nuevo a escribir en el formulario.

Fargus no entendía a que se referían, no sabían si lo que querían era demostrar que servía solamente para luchar o que querían saber si podía empuñar un arma para saber si podía utilizarlo porque si, porque en la forma en que se lo decían era como si quisiesen saber la opinion de un verdugo para saber si el ejecutado iba a morir o no, era practicamente eso, empezo a mirar de lado a lado queriendo saber donde había una espada, pero solamente veía las hachas al lado del troll con armadura.

-¿Que espadas? -pregunto poniendo tono de confundido.

-Ah claro es verdad -se acordo el general, el te dara las espadas -señalo al troll grandote que tenía detras.

El troll con armadura se giro y saco un puesto de espadas que estaba detras del mural de papel, arrastro el puesto hacía el. Fargus se quedo sorprendido al ver la cantidad de espadas que había, era toda una coleccíon, se imagino estando usandolas todas para poder luchar, pero eso no iba a servir a no ser que practicase con una. El troll grande y con armadura le dio el visto bueno para poder agarrar una de ellas, acepto satisfecho y agarro la espada que mas le gustaba, agarro una espada de bordes triangulares y con un mango de oro y con joyas de mismo color.

-Adelante -le dijo el general para que comenzase.

Fargus se sintio complacido de empuñar una de esas espadas, así que le dio un buen uso, levanto la espada en el aire y empezo a dar vueltas hacíendo toda una espiral que se reflejaba en el aire, batía la espada hacía adelante y luego volvía a subirla para darle mas vueltas y luego embestirla directamente contra un enemigo imaginario, se creía que se estaba batiendo en duelo con alguién, alguién a quien detestaba a los trolls y los quería echar a todos de Skylands para dejarlos tirados en su reino y dejando que se pudriesen como si no fuesen mas que monstruos nacidos para dar problemas, odiaba que la gente dijese eso de los trolls, odiaba que despreciesen a su especie, era lo que siempre había mas odiado ademas de muchas cosas en su vida, pero insultarle y tratarle de monstruo, era la peor de todas.

Los generales se quedaron perplejos y admirados al ver la gran astucia que tenía el joven Fargus, el si sabía batir una espada, no como los otros a los que habían probado, casi no sabían ni lo que era empuñar un cuchillo de carnicero de los que usan los bebes como juguete, aquello era avergonzante, pero al menos aquel joven de cara obscena si sabía poner en duda lo que era blandir una espada.

Siguío dandole vueltas a la espada hasta que ya se sintío lo bastante furioso para batirla y hacer una golpe demoledor, sintio tanto odio que batio la espada sin saber a que le daba, se detuvo e inmediatamente golpeo la espada contra una caja de acero que tenía delante, fue tan demoledor el golpe que la rompío en pedazos.

Los generales se quedaron asombrados al ver como hizo aquel golpe de espada para romper aquella caja, ningúno de los participantes que había, habia logrado romper aquella caja de esa forma, el joven Fargus se iba a llevar todo el merito, penso uno de los generales conmovido por su actuacíon.

Fargus asintio sintiendo demasíado excitado, nunca antes en su vida había logrado perfeccíonar un golpe como ese, era como si algo parte de el, se hubiese desatado y lo hubíese dirigido hacía aquella caja, era una maquina asesina, se penso a si mismo al ver la capacidad que tenía sobre las espadas.

Se puso de frente a los generales para saber su opinion, le entrego la espada de vuelta al troll grandote que luego este volvío a guardarla donde estaba, espero el momento para saber si había sido adjudicado o no.

Los generales se quedaron pasmados. No sabían que decir excepto decir que al menos había perfeccíonado de buena medida una espada como esa.

-Bueno, ha estado impresionante, y me parece que vas a tener una gran aptitud en el campo de batalla, así que -se quedo pensando el general del centro-. Quedas adjudicado, enhorabuena troll Fargus.

Tacharon con un sello con tinta en el formulario para señalar que estaba adjudicado, ahora era un miembro de la Guardia Troll de Conquista.

Fargus no pudo contenerse, no pudo creer que fuese admitido.

-¡Si! -grito euforico, había logrado por fin ser aceptado en algo, y en algo muy bueno, por primera vez iba a convertirse en un verdadero hombre de provecho.

Era tal el entusiasmo que los demas trolls de la fila le felicitaron con aplausos, habían visto todo y se sintieron conmovidos, los generales no sabían como mostrarse, el general del centro sonrio alegrado de que fuese aceptado en la guardia, pero se sintio algo avergonzado al ver que no era suficiente, aplaudío y luego le indico a los trolls que hiciesen lo mismo, hasta el troll grandote aplaudía también sonriendo.

Fargus se sintio avergonzado al ver como lo trataban, que empezo a exagerar las cosas según veía.

-Oh por favor no me deis eso, que me da repelus -pidio chistosamente.

Los demas se rieron de ese comentario.

De pronto la calmo cambío al notar que algo estaba pasando detras, los participantes de la fila empezaron a mosquearse por algo que sucedía detras de ellos.

Los que estaban dentro del centro alzaron la vista para fijarse de que iba el embrollo que se producía atras. Algo por detras de la fila se estaba acercando y hacía que los demas trolls se quejasen, de pronto alguién se colo de la fila y se metío dentro del centro, era un joven troll con una chaqueta de campo, se quedo delante de ellos poniendo una tremenda cara seria.

Fargus reconocío al intruso, era su amigo Thorne.

-¿Thorne que haces aqui? -pregunto Fargus dirigiendose a su amigo.

-He venido para alistarme -admitio Thorne con tono serio.

Fargus se mostro algo confudido, no podía creer que por fin se apuntase a unirse al ejercito, pero no entendía porque tenía que armar tanto alboroto para poder pasar dentro.

-Bueno, esta bien que quieras alistarte, pero no entiendo porque tienes que colarte en la cola para poder venir a demostrar tus habilidades -comento mosqueado.

-En realidad no he venido solo para eso -intervino Thorne dirigiendose expresivamente hacía Fargus, se quedo detenido delante de el mirandole a los ojos mi-entras ponía una atolondrada mirada inquisitiva.

Fargus dedujo que por la expresíon en su cara iba a hacer algo incordiante.

-He venido para alistarme pero no porque tu lo digas -le indico golpeando su dedo indice en el pecho de Fargus-, sino que lo hago por mi familia, que esta preocupada y entristecida porque mi abuela se esta muriendo y no tienen como curarla, así que me voy a alistar para tener algo de provecho pero no seguire tus reglas al pie de tu ignorancia, ¿ha quedado claro?

Fargus fruncío el ceño y luego ancho sus ojos, se había dado cuenta de que había venido buscando bronca, quería contradecirle todo lo que le había dicho para que se pudiese alistar, pero ahora resulta que era mas testarudo enfrentadose a el que enfrentarse a su derecho como troll de la comunidad.

Todos los demas que estaban observando la agonizante escena, se quedaron pasmados al ver como aquellos dos trolls se estaban enfrentadose entre si a base de reproches, deducieron que en cualquier momento algo malo iba a pasar y aquel confrontamiento iba a pasar a puñetazos y patadas. Los generales se quedaron algo mosqueados porque aquel se metiese en medio del centro sin pasar por la cola, pero se quedaron conmovidos al ver la increible voluntad que tenía aquel troll al enfrentarse a su supuesto amigo.

-¿Lo conoces? -pregunto el troll con armadura.

-Si así es, es mi amigo Thorne -admitio murmurando Fargus.

Ambos se quedaron pegados el uno del otro pensando en cual de los dos seguiria con el conflicto, tenían ganas de odiarse el uno al otro por sus opiniones y quejas, pero que iban a hacer delante de los generales, pelearse y demostrar que no valían para el ejercito si se iban a comportar así, estaba así el asunto.

El general del centro decidio intervenir para proponer una apuesta para que así no se zurraran el uno del otro.

-Disculpad muchachos -aviso levantandose de su silla.

Ambos miraron en direccíon al general.

-Veo que ambos estais metidos en esta disputa, y parece que no la vais a zanjar de ningúna forma -decía mientras se acercaba a ellos-, así que he pensado que a lo mejor podríamos resolver de una forma mucho mas dialectica.

-¿Que forma dialectica? -pregunto Fargus sin comprender a que se refería.

-Un enfrentamiento de espadas -sugirio.

Ambos se miraron al unisono, parecía una locura que tuvieran que enfrentarse de verdad con espadas, se revolvieron de vuelta al general.

-Haremos que esto sea un enfrentamiento de hombres de verdad -acordo y dio las instrucciones, le indico al troll grandote que le pasara un par de espadas para que los trolls las utilizaran como sus armas-. La idea es: que el oponente que caiga rendido, demostrara tener mas razón que el otro y no tendra mas opcíon que reconocer que estaba equivocado, una vez este aclarado todo, podran volver a ser amigos para así luego poder establecerse juntos en el ejercito.

Fargus sonrío satisfecho, le gustaba ese plan, porque si ganaba, haría que Thorne olvidase esa idea que tenía de comportarse como un blandengue en vez de como un autentico troll, si lo hacía, estaría obligado a cambiar su actitud.

Thorne se sintio algo insatisfecho con esa idea, no le gustaba pensar que estuviese obligado a pelearse con Fargus solo para reconocer quien tenía mas claro como iban a ser las reglas para cada uno como soldado, en cambio Fargus estaba encantado, era obvio, el le interesaba ver como le hacía sufrir la idea de cambiar de parecer.

-Con estas espadas -enseño las espadas de prueba-, os batireis en duelo.

Le paso las espadas a los dos, ambos las agarraron y se quedaron mirando el diseño de las espadas, estaban hechos de cobre norcivo, un tipo de metal que se utiliza para hacer replicas de objetos que se utilizan para el teatro, shows de comedia y muchas otras cosas que tuviesen que ver con el mundo del espectaculo, pero en cambio como iba a ser una prueba, no tuvieron mas remedio que utilizarlas.

-Poneos en posicion de combate -ordeno el general.

Ambos se colocaron en posicion de ataque, si iban a pelear tenían que ponerse de una manera honorable y tradicional, agarraron la espada del mago y pusieron un pie delante de ellos, se quedaron mirando esperando el momento para comenzar.

-Listos -dio visto bueno para saber si podían comenzar o no-. ¡Ya!

Dio la orden y Fargus vio la oportunidad de atacarle, dio el primer golpe con la espada dejando a Thorne confundido, no sabía de que se trataba de un duelo de espadas y no de un juego de pelota, se defendía con su espada pero Fargus era mucho mas gentil y agil con su espada, era un maestro.

Los generales observaron pensativos al ver como de astuto era Fargus, sabía perfectamente manejar una buena espada, en cambio Thorne parecía de que ni siquiera se enteraba que era un duelo, era como si estuviese peleando por su vida, como si esto fuese un combate a muerte, de todas, Fargus era el que mas conmovia con sus destrezas.

Thorne notaba en la mirada de Fargus como le encantaba ver que estuviese sufriendo con el duelo, estaba encantado de pelear con el, como si no le importase nada para el, solo le importaba ganarle porque así le replicaría su comportamiento a no comportarse como el troll que era, no quería que le obligase a que se comportase de la misma manera en como el se comportaba, si quería defender sus opiniones y su derecho a comportarse como quería, tenía que demostrar que no se dejaría cambiar.

Tuvo tanta voluntad que blandío su espada contra la de Fargus de una manera que ni el se la esperaba, dio golpes multiples contra el acero de la espada hacíendo que se hiciese unos ruidos despanpanantes.

Fargus buscaba la forma de defenderse de los ataques de Thorne, no sabía lo que le había pasado pero ahora estaba en racha, estaba consiguiendo vencerle, tenía una destreza que parecía la de un troll goliath porque desenvainaba con mucha fuerza y hacía que perdiese el equilibrio con la suya.

Los generales se quedaron aún mas conmovidos con la destreza de ambos, ahora si que era un duelo de verdad, en la que dos oponentes se baten en duelo para demostrar una opinion y un caracter que decidira su destino en el ejercito, ya no sabían quien iba a ganar pero era entretenido ver como dos oponentes se enfrentaban de esa manera.

Estaban tan metidos en la pelea que empezaron a moverse en circulos buscando el mejor angulo para atizar sus espadas contra el otro, golpeaban por abajo y por arriba hacíendo que fuese mas rompedor el golpe. Se quedaron en un angulo en el que acabaron mirandose friamente el uno del otro, ponían expresivos de rabia y colera en sus ojos, ahora estaban entrando en una fase donde lo uníco que importaba era que uno de los dos cayera por las malas.

Fargus observo que tenía una oportunidad, se abalanzo hacía Thorne pero este le esquivo dejando que hiciera su rabioso recorrido, se dio cuenta de que lo esquivo y se dio la vuelta antes de salirse de la pared del centro, se revolvío hacía Thorne.

Thorne envaino su espada hacíendola vueltas, la puso en posicion.

Fargus murmuraba hacíendo ruidos con los dientes, era como un animal enfurecido buscando la venganza hacía su amo, ahora estaba mas cabreado que nunca y nada le iba a parar excepto ganar el duelo. Se quedaron girando en circulos buscando el angulo perfecto para seguir luchando.

Ambos desenvainaron sus espadas el uno del otro hacíendo gritos de guerra, chocaron sus espadas el uno del otro hacíendo que se quedaran atrapados entre si, se quedaron mirandose con cara rabiosa el uno del otro imaginandose las ganas que tenían ambos de hacerle exigir que se comportase como tal, pero ningúno de los dos quería hacer caso del otro y eso provocaba que continuasen sintiendo agonía.

Fargus tuvo tanta ira y odio que separo su espada de la de Thorne.

Thorne se quedo confundido al hacer aquel gesto tan sorprendentemente aterrador, ahora era como si Fargus se hubiese enfadado tanto que se había hinchado como un pez globo permitiendo que tuviese mas fuerza.

Fargus envaino su espada contra la de Thorne de una manera que ni el la vio venir y la golpeo contra la suya hacíendo que se rompiese parte de la punta en cientos de pedazos que salíeron volando por delante. Thorne no se pudo creer que se le rompiese la espada, eso significaba para un oponente perder el arma, porque sino estaba completa era como si estuviese luchando con una rama desgarrada de un arbol.

Alzo la vista y se fijo en un pequeño segundo como Fargus se abalanzo hacía el dandole una fuerte patada en el estomago, el golpe fue tan fuerte que salío disparado cayendo entre la tierra rocosa del suelo.

Se quedo dolorido del golpe, de pronto oyo el sonido del metal acercandose a el, alzo la cabeza y observo como Fargus le apuntaba con su espada, tenía la punta de la espada en medio de sus ojos mirando fijamente a Fargus con su cara desdicha.

-Has perdido Thorne -le dijo Fargus.

En ese momento se dio cuenta, había caido en la tierra y eso significaba que había perdido, esas eran las reglas del juego, si caias, perdias y ganaba el otro oponente, agacho su cabeza en gesto de disgusto, había perdido su oportunidad de hacerle cambiar de idea a Fargus y en cambio gano que le diesen una gran paliza.

El general quedo algo insatisfecho al ver como se dejo perder Thorne, pero estuvo conmovido por la destreza de Fargus, las aptitudes que tenía con la espada eran sorprendentes, si continuaba así iba a llegar a ser general.

-El duelo ha terminado, recojan vuestras espadas -ordeno el general.

Fargus entrego su espada al troll grandote mientras miraba inquisitivo pero con mirada inexpresiva hacía Thorne.

Thorne estaba tan disgustado por su derrota que no tenía ganas de levantarse, pero entonces el troll grandote le agarro por los brazos para ayudarle a levantarle.

-Vamos, trata de levantarte -aconsejo para que se pudiese levantar el mismo.

Thorne se puso de pie y ambos miraron hacía el general para saber ahora su opinion y que les iba a dictar a los dos trolls.

-Habeís luchado estupendamente, podrías llegar a ser generales algún dia, pero en este duelo solo puede haber un ganador, y el ganador por su gran destreza ha sido: Fargus -pronuncío el general nombrando el ganador.

Fargus sonrío presumiendo con una sonrisa delante de Thorne.

Thorne sintio ganas de pegarle y borrarle aquella cara de pasmado que tenía, pero entonces observo como la gente que estaba alrededor empezo a felicitarle por su victoria en el duelo, ahí se dio cuenta de que podía darle algúna paliza porque entonces estropearía las cosas y seguramente le rechazarían si se iba a comportar así con los demas trolls.

El general silencio a los demas, aún no había acabado.

-Joven Thorne, puede que hayas sido derrotado en este duelo, pero nos has honrado con tus tecnicas, así que queremos agradecertelo, a que formes parte del ejercito, seras un miembro mas de nosotros -comento el general hacía Thorne.

Thorne se mantuvo firme, no estuvo orgulloso de su derrota, pero al menos era mejor que hiciese eso a renunciar como un testarudo.

-De acuerdo señor -obedecío Thorne y se dirigio a apuntar su nombre en los formularios, el general se sento en su silla y agarro el lapiz para ponerse a escribir.

-¿Como se deletrea tu nombre? -pregunto para así ponerlo.

-T-H-O-R-N-E -deletreo su nombre.

-T-H-O... -escribio el nombre en el formulario, los otros dos generales también hicieron lo mismo.

Termino de escribir y coloco el lapiz en la mesa.

-Pues muy bien, ya te puedes ir -finalizo el general.

Ahora por fín podría irse de aquel lugar y olvidarse de la vergüenza que tuvo al perder contra Fargus, se despidio del troll grandote y salío mosqueado por la salida, decidio volver a casa para olvidarse de tan tremendo embrollo.

Hizo su camino de vuelta cuando de pronto oyo que alguién le llamaba:

-¡Thorne!

Se giro y observo de que se trataba de Fargus, no sabía que era lo que quería ahora pero no quería escucharle, estaba bastante cabreado con el por haberle prohibido de manera absurda que olvidase su comportamiento y temperamento, quiso buscar para poder detenerle antes de que hiciese o dijese cualquier palabra que saliese de su miserable boca, no tenía nada excepto su lapiz con el que pintaba en su bloc, no era lo mejor que podía haber agarrado pero era suficientemente puntiagudo.

Cuando Fargus se le acerco rapídamente le apunto con el lapiz antes de se acercase demasíado como para poder decir un comentario insulso.

-¿Que haces? -pregunto Fargus extrañado al ver que le estaba apuntando con el lapiz sin razón algúna.

-Si no has venido a arrepentirte de tu decision ahí, sera mejor que te marches por donde has venido -acordo Thorne amenazantemente.

Fargus se quedo confuso al ver como le amenazaba, pero comprendío que era algo normal después de ver como se quedo al derrotarle.

Thorne no tenía ganas de saber que era lo que quería, pero sintio el arrepentimiento de no saberlo.

-¿A que has venido? -pregunto sospechando.

-He venido para disculparme por mi mal comportamiento ahí dentro, no debería haber luchado así, pero me meti demasíado en el personaje -explíco Fargus.

-Pues a mi ese personaje me ha parecido demasíado realista -contradijo Thorne con tono brusco.

-Ya veo -comprendío Fargus el comportamiento que tenía.

Decidio razonar con el para que al menos entendiese complensivemente que lo tenía que hacer todo por una sencilla razón.

-Mira Thorne, se que durante estos dias has pensado que soy un bruto egoista, pero es solo que me entusiasma el hecho de convertirme en soldado -razóno.

-Y convertirte en un necio también cuenta -exclamo bruscamente.

-Solo lo hacía para que pensasen que soy el tipico troll estricto de siempre, sino piensan todos mal de mi y adios protagonismo -admitio sarcasticamente.

-Por favor -refunfuño Thorne al ver la estupidez en que se le había metido en la cabeza a Fargus, decidio dar la vuelta y continuar para no seguir hacíendole caso.

Fargus observo que se iba y no podia dejarle ir sin acabar de explicarse.

-Thorne espera, aún no me has dejado terminar -intervino Fargus hacíendole carrera para seguirle.

-Se como termina todo siempre -dijo hacíendo memoria de todas las conversacíones que tuvo con el que tuviesen que ver con el mismo tema.

-Pero esta no -añadio.

Al oír eso que sonaba tan nuevo decidio hacerle caso por esta vez.

-Veras, es mas facil que todos piensen que soy un ser estricto y muy brusco porque así todos pensarían que tengo fama de soldado cruel porque así es como se gana la fama de soldado y se llega a ser general -resumío Fargus su idea.

-Y así es como se llega a tenerle miedo a uno -añadio Thorne.

-Bueno, puede que de algo de escalofrio, pero eso no quita el animo a convertirse en un grandioso soldado, ¿tu no pensarías lo mismo si te pasase eso? -pregunto para saber su opinion.

Thorne quería llevarse el merito a la estupidez porque ya no aguantaba las reprimendas de Fargus, era como si de ningúna forma entendiese que no quería ser como el o como cualquier troll.

-Yo lo que pensaría es que me iria y volvería a casa para tener un trabajo mas honrado que ese de convertirme en un absurdo soldado -replico Thorne.

-¿Que? -pregunto Fargus ironicamente porque no se creeía lo que dijo.

Thorne ya no pudo soportarlo, decidio marcharse para no seguir oyendo sus reprimendas hostiles, dio la vuelta de nuevo y continuase su regreso a casa.

-¿Adonde vas Thorne? -pregunto Fargus extrañado.

-A casa, ¿adonde crees? -pregunto irracionalmente.

Fargus no pudo soportar que se fuese con ese mal genio, era todo aquello que le había dicho el general, como había ganado tenía que comportarse como el le decía porque sino le expulsarían del ejercito.

Fargus intento de seguirle.

-¿Y que vas a hacer? ¿Vas a seguir teniendo ese comportamiento?

-Si.

-No puedes, me han pedido que te obligue a comportarte como tal.

-Me da igual. Tu no eres quien para decirme como tengo que comportarme -replíco Thorne y siguio adelante.

Fargus ya no pudo mas, ya no pudo seguirle la corriente, dijese lo que dijese jamas cambíara su comportamiento, seguiría comportandose así hasta que algún troll le diese una paliza que le dejaría para el arrastre, inteno de volver a casa para pensar en como hacer para hacerle cambíar de opinion, pero de pronto se le ocurrío una cosa que solo alguién muy listo se le podría ocurrir.

-Pues si no cambías tu comportamiento, les dire a las autoridades que no te estas comportando como un troll normal -le reprocho amenazando.

-Y eso a quien le importa -contradijo Thorne.

Tenía razón, aquello era muy absurdo, que le importaban a las autoridades como tenía que comportarse un joven troll aún siendo soldado, entonces decidio pasar a la siguiente idea que tenía en mente.

-Pues si no se lo digo a las autoridades se lo dire a Kaos, y entonces el comprendera que un troll como tu no debe comportarse y tener esas ideas suyas en su mente, en cuando se entere de eso, vendra las autoridades y echaran a toda tu familia y las meteran en un centro de enderezamiento en donde aprenderan a comportarse como tal -sugirio Fargus, esa era su ultima idea, si no funcíonaba, abría perdido con el.

Thorne decidio no hacerle caso pero entonces penso, si llegaba hasta Kaos, habría problemas, y ya no quería ningún problema ahora que ya tenía suficiente tratando a la abuela, si los echaban y los mandaban a uno de esos centros de enderezamiento todo lo que había hecho habría sido para nada, habría sido el culpable de la destruccíon de su familia.

Fargus espero el momento para saber si había acertado o no, se había detenido de repente pero no sabía exactamente si era por lo que dijo.

Thorne se mantuvo firme apretando sus puños y se dio la vuelta para volver con Fargus y hacerle caso antes de que lo que dijo se haya vuelto cierto.

Observo como su amigo volvía hacía el con cara inexpresiva, eso significaba que había funcionado, había logrado hacer que cambiara de opinion. ¿Como no lo pense antes?, se pregunto a si mismo al darse cuenta de lo facíl que era.

Se junto con el y se quedo mirandole con cara preocupada.

-Te hare caso, pero solo por ahora -acordo Thorne.

Fargus sonrío.

-Así me gusta Thorne -dijo apoyando su mano en su hombro para felicitarle por su decisión-. Ya veras como este cambio te ayudara a ti también.

Thorne desconfiaba de el, pero no podía negar que se sentía amenazado.

-Prometeme que no le diras nada a Kaos -dijo Thorne.

-Te prometo que no le dire nada a Kaos, el no debe saber de esto -acordo Fargus y sonrío dando una risa falsa.