Disputa: R.A.B. sinceramente considero que la A es por Alphard, sin embargo en la Enciclopedia del Mago viene que es Arcturus. La verdad lo dejo a su criterio. Si lo quieren así… piensen que es mi segundo fe de erratas de "Fe de erratas".

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Gracias Anahi por tu emotivo review, créeme que me siento alagada por esta muestra de (se puede decir) admiración. Me encantaría saber algo de ti, aparte de las maravillosas palabras que dedicas al fic.

Muchas gracias.

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Dedico el siguiente capítulo a Arelis. Gracias por las conversaciones en MSN, me alegran el día.

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22. La carta que nunca llegó

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-Querido Harry-

Buen comienzo, pensó irónicamente.

-¿Cómo estás?-

Y esto se pone peor, solo falta que le llene el borde rosado y le haga ridículas florituras. Arrugó la hoja de pergamino. Tenía que dejar de pensar… las ideas brotarían.

-Hola Harry… todo bien?-

Y esto es sarcástico hasta para mi –pensó.

A pesar de las muchas cartas que se habían mandado, era más fácil hablar con él que fingir que todo estaba bien en una carta.

-Hedwick ya comió su ración de alimento, yo que tu lo mando a enfermería apenas llegue a Hogwarts, porque fue Mundungus que lo hizo.-

No, no, no, esto no servía.

Hizo en bola su pergamino y lo arrojó a una esquina de la habitación.

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Era de noche, y Ginny Weasley se encontraba en su habitación. La torre de Gryffindor había permanecido en silencio. La atmósfera era demasiado triste. Entonces aconsejó a Harry se fuera a dormir, mañana sería un día muy largo. El funeral de Dumbledore sería un punto muy importante en la historia de la comunidad mágica.

Esa tarde, realmente había caído en la cuenta que ya no volvería a ver al Director. Y fue por una razón muy infantil. Harry, Ron Hermione y ella salían del comedor luego del almuerzo y ella llevaba una rana de chocolate que planeaba compartir con Harry, entonces Ron se la arrebató y se la comió de un bocado.

Estaba furiosa, así que le arrebató el cromo, tal y como lo hacía cuando eran unos niños. Y ahí fue donde se dio cuenta.

"Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore" decía el encabezado de la rana de chocolate, "1848-1997"

Un curioso encogimiento de estómago la tomó por sorpresa.

-¿quien era el del cromo?- le preguntó Harry.

-oh!... era Merlín- dijo ella como si no importara la cosa.- ¡lo tengo repetido unas 12 veces!- terminó con una sonrisa. Solo imaginarse el dolor que podía sentir Harry la hizo mentir. Aunque de cierta manera, la vida de Dumbledore era comparable con la del gran hechicero Merlín. Él pasó un brazo cariñosamente por sus hombros y juntos caminaron hacia la casa de Hagrid. Escondió la tarjeta en su uniforme, lejos de los ojos de Harry. Todavía seguía ahí.

La sacó y la observó un instante antes que la imagen desapareciera, no pudo evitar que una lágrima rebelde escapara de sus ojos. Realmente lo iba a extrañar. Pero ahora tenía que ser fuerte por Harry.

Se acostó en su cama y colocó a Arnold en su camita, entre su querido Alebrije (N/A: 1) que era de un unicornio/Pegaso cuyas alas centellaban en tonos rojos. (Solo a Luna Lovegood se le ocurriría ese regalo tan loco). Y su foto favorita, la que se tomó junto a Harry el día de picnic; en la foto, Harry estaba tras ella, la abrazaba y le besaba la mejilla. Tenían una sonrisa cómplice en sus rostros…

Mañana haría las maletas antes del funeral y luego… quien sabe. Había mucho por hacer, pero por el momento dormiría, lo necesitaba.

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Una hora después el monte de bolitas de pergamino era mayor. Al igual que su hambre. Así que decidió caminar alrededor de la oscura habitación, iluminada por velas voladoras, prototipo de un producto de Fred y George. Estos chicos tenían ideas realmente buenas, y un capital cuantioso para iniciar su negocio… solo esperaba con ansias el día que Molly se diera cuenta que había sido Harry quien les dio el dinero. ¡la reacción en su rostro!...

Pasó unos veinte minutos decidiendo que escribir en el pergamino. No porque no supiera que decirle, en todo caso se trataba de lo contrario: Era porque tenía tanto que decirle, tanto que contarle, tanto… que no sabía por donde empezar. Y eso lo frustraba.

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Era de noche y llevaba demasiadas horas sin dejar de pensar Ginny. Se generaba una lucha en su cerebro:

¡Maldita sea!

Sabes que tienes que protegerla

NO PODÍA PERDER A GIN.

Y si Voldemort lo descubría. Ella podría estar en peligro. No puedes ser tan EGOÍSTA, Potter.!

Pero ella es mi fuente de consuelo. Su sonrisa me basta para detener a los Dementores, de eso estoy seguro.

Cursi

Además ella es fuerte, ella se sabe defender.

NO PUEDES POSPONERLO Y LO SABES!

¡¡SOBREVIVIÓ…! es que no ves, ella sobrevivió a Voldemort cuando sólo tenía once. Es una luchadora.

Y supongo que en lo último en que piensas es en su maravilloso tatuaje.

Esto es más que sexo. Es mucho MAS. Siempre lo ha sido.

Y esta vez el AMOR la va a salvar. El amor no fue tan eficiente cuando mamá y papá fallecieron. No?

Y Sirius, y Dumbledore! Quien te queda! No puedes arriesgarlos a ellos también…

Se sentía tan frustrado que lanzó uno de sus almohadones contra las cortinas de su cama. Como si eso pudiera cambiarlo todo. Esa tarde habían ido con Hagrid a ayudar a reparar la cabaña tras el fuego de hace dos días. Fue una de las escenas más tristes que había vivido hasta el momento: No hablaron ni una palabra; Ron, Hermione, Ginny y él estuvieron con Hagrid. Al final solo le dio un abrazo gigantesco, apenas para él. Y recordó cuando Hagrid irrumpió en la casucha en el mar y le dio la carta de Hogwarts, luego cuando le regaló el álbum de fotos de sus padres. Y lo abrazó con más fuerza. Sabía que Hagrid la estaba pasando igual o peor que él. Pero que juntos eran más fuertes. Al abrazo se les unió Ginny. La familiaridad del calor de su cuerpo lo hizo despertar y empezar a decidir. Debía alejarla de él.

¡MALDITA SEA,-deseó gritar con todas sus fuerzas-

Crees que no la voy a extrañar, va a ser una de las cosas más difíciles de hacer…

Y lo tendría que hacer cuanto antes, antes de darse por vencido ante sus hermosos ojos marrones. Luego de que ayer hicieran el amor, mañana la debía dejarla de lado, era un maldito.

Ella lo entenderá. Porque recuerdas… ella te ama.

Ella me ama –pensó con tristeza- y debo protegerla de mí. No soportaría verla morir.

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Una vez –empezó al fin a escribir- los tres Merodeadores (los más guapos) decidimos ir a Hogsmeade por unas golosinas. Pero era media noche, en día lectivo. Solo teníamos 12, talvez 13 y tu padre en lo único que pensaba era en robar, perdón "comprar" el dulce más grande y caro para regalárselo a Lily. Fue en ese momento que me di cuenta que no tenía remedio.

El día que naciste (que por cierto, tu nacimiento fue comparado a un pegajoso y asqueroso baño de sangre)

NO, no, este comentario me lo guardo.

y nos dimos cuenta que eras Harry y no Harriett (créelo o no, tu madre tenía predisposición a los nombres ridículos) fue cuando nos dimos cuenta que eras puro amor.

Si, ya sé que eso sonó muy cursi. Pero es la única explicación que se me ocurre: tu padre un terrible arrogante y tu madre una gritona cerebrito: ¡por supuesto que TODO el colegio sabía que se casarían! ¡Tu fuiste la única prueba de que no estaban bajo el Imperius!

-No, esa parte fue muy cruel, el pobre chico no lo asimilaría bien –lo interrumpió cariñosamente Tonks- Vamos, ya está lista la comida.

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Tomó aire. Nada más. No podía hacer nada más antes de empezar a hablar:

- Ginny escucha - dijo muy lentamente, mientras que los murmullos de las conversaciones se iban haciendo más fuertes alrededor de ellos, al tiempo que las personas empezaban a levantarse…

Su corazón estaba roto en mil partes. Lo había hecho. Y luego por su afán de ser héroe… la apartó de él. Dolía tanto. Pero era un sentimiento confuso. Porque lo entendía. Había sido muy difícil despedirse de Ginny, de eso no había duda.

Luego de caminar por el lago, se dirigió al castillo, jamás le había parecido tan desolado en su vida como en ése momento.

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Lo que trato de decir con estas sutiles y encantadoras frases, Harry, es que nunca estarás solo: Molly se preocupa por alimentarte, Arthur por hablar contigo y tomarte en cuenta, Tonks ehhh… bueno, es Tonks, algo se le ocurrirá. Hermione por hacer tus trabajos, Ron que siempre estará a tu lado. Y muy peculiarmente Ginevra (solo me ha dejado a mi decirle así) ésta pequeña tiene agallas, como espero ya lo hayas descubierto. Ella tiene muchas cualidades que tu madre envidiaría.

Y por último éste par de tíos que te manejas… un lobo y un perro… quién diría!

Todos los que te conocemos te protegeremos a toda costa, no porque seas "el niño que vivió" o "El elegido" (ja ja ja, me tenía que burlar de ésta) sino porque eres Harry, solo Harry.

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Hacer las maletas fue un momento casi trascendental en la vida tanto de Harry como de Ginny. Él no podía dejar de aferrarse a los recuerdos felices que le proporcionaban esas cosas tan inútiles: fotografías, libros, su abrigo… Después de todo eran eso… solo cosas. Ya encontraría la manera de recuperar su capa invisible, o talvez no… Ginny la tenía. A lo mejor ella la ocuparía mejor que él. Se dio prisa y salió del castillo con Hedwing y su baúl. No le apetecía hablar con nadie. Quería que su trayecto en el tren fuera lo más calmado posible.

Pero Hermione Granger tenía otros planes en mente. Entró con estrépito en el compartimiento del Expreso de Hogwarts, todavía usando su uniforme e insignia de prefecta. Se sentó justo frente a él, que fingía no haber escuchado el enorme escándalo que dio Hedwing del susto que se llevó.

-es difícil para mi también Harry- empezó directamente

-¿de que hablas?-

Hermione cogió su varita y cerró la puerta.

-haces mal, Harry, créeme-

Él la miro directo a los ojos

-solo te pido que recapacites, no es justo para ella-

-Sabes- dijo al fin Harry- tampoco es justo para mi, Hermione, pero es la UNICA manera. No la puedo perder.

-entonces la alejas de ti…- dedujo con simplicidad.

Él asintió

-la charla de la señora Weasley no era sólo para el profesor Lupín… ¿sabes?. Ella también lo decía para nosotros también… Dumbledore estaría contento al saber que existe un poco de más amor en éste mundo, Harry –dijo recordando a la señora Weasley en la enfermería, luego del ataque de Bill- juntos estaremos mejor Harry.

Eso lo sabía. No era estúpido. Pero la amaba demasiado como para perderla…

-Harry….-

-¡BASTA!- dijo Harry mientras se levantaba –dices entender… pero NO sabes NADA Hermione-

Su amiga tenía una expresión en su rostro de "entonces explícame"

-¡SIRIUS MURIÓ!- dijo con cólera-¡DUMBLEDORE ESTÁ MUERTO!- le costaba admitirlo -¡Y MIS PADRES!- le desquiciaba que ella aún no comprendiera.

-¡y es sólo por MI CULPA!- ahí estaba, lo había dejado salir. Al fin admitía el dolor que agobiaba su corazón.

El Expreso de Hogwarts empezó su marcha hacia Londres. Talvez sería la última vez que partiría de él, porque volver al colegio jamás sería lo mismo sin Dumbledore. Ya lo había decidido.

Hermione asomaba lágrimas –eso no es cierto y lo sabes muy bien Harry James Potter- dijo al fin. Nunca nadie lo había llamado por su nombre completo.

-no eres culpable de sus muertes, de lo único que ere culpable es de crear una barrera para los que nos preocupamos por ti-

-¡pero es la única manera de mantenerla con vida!- dijo sentándose nuevamente como si sus fuerzas lo abandonaran. –¡ella es mi vida!- admitió -¡es la única manera de protegerla de mi!-

-esa es una posición estúpida- una voz demasiado conocida cruzó el compartimiento. La capa de invisibilidad calló al suelo y dejó ver a una pelirroja con la nariz casi del mismo tono de su cabello. Parecía estar a punto de llorar

-Ginny- dijo Harry al momento que cerraba los ojos y suspiraba el delicioso olor a flores que por la ira y el enojo, no había percibido hasta ese momento. Aroma que fue fugaz…

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Faltaba tan poco para terminar la carta, sin embargo eso nunca pasó; Kreacher entró en la habitación desconcentrando por completo al escritor:

-Amo- dijo el elfo doméstico-Severus Snape lo busca-

-¿Qué quiere ese… profesor?- preguntó con la voz ronca que locaracterizaba.

-es acerca de Harry Potter, amo-

Sirius Black tomó su varita y se levantó decidido de su asiento y caminó en tres pasos la oscura habitación, dejando de lado la carta.

-¿Qué pasa con Harry?-

-Parece que el joven Potter ha dejado Hogwarts, y va al Ministerio de Magia-…

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…Porque al momento de abrir los ojos fue muy tarde. Ginny Weasley, "su elegida" se había ido.

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FIN

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N/A: 1. Tomado del incomparable Fic "Años Universitarios" de Issabel Weasley: Honor a quien Honor merece.

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Éste es el capítulo es el final. Termina con el libro. Sin embargo ya escribí el epílogo, es mi prerrogativa ante el libro de JK. Lo subiré hasta que hagan una tarea: les pido que lean de nuevo mi fic. Y presten bastante atención, ya que en cada capítulo tengo pequeños detalles que al final van a tener un amarre muy especial. Subiré el epílogo en 8 días: cuando la cuenta de fanfiction reviente de los miles de reviews de los capis anteriores y de éste más que todo.

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Nos vemos

Anelis

Pd: ya saben… solo pulsen el botón GO!