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VERDADES OCULTAS

En todo el tiempo que había pasado intentando después de haber conseguido que los demas trolls de todo el pueblo se creyesen su historía, solamente le importaba resolver ciertos asuntos pendientes que tenía encima.

Estaba delante de la mesa de operacíones central donde tenía colocado el mapa de Skylands con las maquetas situadas para poder hacer la operacíon de conquista, se había pasado mucho tiempo e intentando entender adonde llegaría con todo eso, era posible cometer ese plan después de lo que sucedío antes con el asedio al refugio. Lo del asedio había sido una cosa facil, pero ahora mandar a mas de cien unidades a lo mas recondito de Skylands sin saber adonde ir, era un desafío.

Carraspeo pensando en como podía mejorar la estrategia, tenías las maquetas de las naves situadas sobre los poblados mas cercanos a las fronteras norteñas de Skylands, habían como veinte barcos del que luego los originales llevarían consigo a los soldados, pero conseguirían esos barcos transportar a mas de cien soldados.

Kaos se estaba desmoronando con sus ideas, ya no sabía que camino tomar con su plan, necesitaba que todos confiasen en que el plan funcíonaría, o sino tendría que hacer la misma historia que hizo antes con los soldados que murieron en el asedio.

En ese momento alguién golpeo la puerta, fue tan fuerte el golpe que le desperto de su trance, estaba tan solo que ni se había dado cuenta.

-Pase -ordeno Kaos.

Se abrío la puerta y resulto ser su mayordomo Glumshanks.

-¿Que sucede Glumshanks? -pregunto Kaos con malicia porque le indignaba que lo molestase cuando estaba metido en algo importante.

-Es el senador Reginald, quiere verle ahora -admitio.

-¿Como? ¿Otra vez? ¿Que quiere ahora? Acabamos recíen de hablar del mismo asunto -pregunto Kaos entender con exactitud que pretendía ahora Reginald.

-Lo se, pero ahora parece que necesita tener una charla mas con usted -indico Glumshanks de manera coherente.

Refunfuño Kaos de una manera inverosimil, sonaba como el gruñido de un perro cuando le enfada una persona a la que ya vio en otro momento y le hizo mucho daño. No tuvo mas opcíon que dejarle pasar porque sino no le dejaría en paz todo el dia.

-Dejala pasar -ordeno Kaos con amargura.

Glumshanks se giro mirando al exterior y guiño a los guardias para que dejasen pasar a Reginald, el senador troll paso mostrandose con una mirada piadosa y coherente como hacía siempre.

-¿Que desea ahora senador Reginald? -pregunto Kaos mientras se sentaba en la misma que había a su lado, se acomodo acercandose a la mesa.

-Vera señor Kaos -empezo a explicar mientras Glumshanks le puso delante la otra silla para que se sentase-. No he podido evitar pensar, que ha seguido parte de mi consejo, y que ha sido bastante coherente para los otros.

-Tengo que demostrar ser un buen lider no, usted una vez me lo dijo -indico Kaos con sarcasmo hacíendole recordar un cierto hecho del pasado.

-Pero eso paso hace cosa de un año, es increible que se siga acordando después de tanto tiempo cuando yo pensaba que había seguido sus propios instintos para hacerle creer a la gente que era tan igual como todos ellos, alguién impune y con una gran seriedad para tratar los conflictos con mucha seguridad -comento Reginald de forma incredula tratando a Kaos de un aborrecible dictador autocompasivo.

Aquello hizo reir a Kaos de una forma ironica, era algo tan obvio que era imposible no tratarlo como una cuestíon de risa, ambos empezaron a reirse al darse cuenta de la tremenda verdad. Kaso reaccíono al darse cuenta de lo que pretendía decir con eso, era como si lo estuviese desafiando a mostrar que era alguién que solo se preocupaba de seguir sus planes por medio de extorsionar a la gente a base de mentiras.

Se callaron y se miraron furtivamente el uno contra el otro.

-¿Ahora en serio? ¿Que pretende? -pregunto Kaos sin mas dilacíon.

-¿Quiero saber cuando esta dispuesto a transportar las tropas a las tierras natales de Skylands? -pregunto confesando Reginald sobre el tema del plan de conquista.

-Estoy dispuesto a mandar a las tropas en cuanto esten listas, quiero que antes tengan ese entrenamiento que necesitan si quieren sobrevivir en una tierra remota que no conocen -acordo Kaos con seriedad.

-¿Y para cuando puede estar hecho eso? -cuestiono Reginald.

-Bueno, puede ser que dentro de dos semanas, o quiza mas dependiendo del tiempo que tenemos. Ya hemos conseguido que Eon tenga miedo de nuestra fuerza y potencia de nuestros hombres, así que es cuestíon de tiempo de que utilice a sus guerreros para hacer lo que tengan que hacer -indico expresandolo con las manos.

Reginald esbozo una sonrisa de incredulidad ante ese comentario.

-No tiene ni idea de lo que pretende Eon verdad -dijo incredulamente.

-Si que lo se, solamente era que no quería decirselo delante de usted -aclaro Kaos con estupefaccíon, era como si se hubiese llevado un guantazo por eso.

-Ah, entonces es usted un hombre de muy poca palabra detallada, no, no se atrevería a decirme un comentario amenazante no -cuestiono sarcasticamente diferenciado sus comentarios ironicos de las verdades amenazantes.

Kaos se quedo estancado con eso porque le resulto bastante estupido esa conclusíon, decidio pasar a lo debido porque sino acabaría metiendose en un lio.

-Mira senador Reginald -dijo enderezandose hacía el senador, el hizo lo mismo-. Lo que yo pretende es que ambos no entendamos, porque sino acabaríamos enfrentandonos y eso nos llevaría a que ningúno de estos planes se resuelva.

-Yo también quiero que se resuelva, pero no se va a resolver a menos que me explique por como va a pasar todo este procedimiento -aclaro expresamente.

-El procedimiento es el mismo, Eon se dara cuenta de que ya no puede proteger a toda su gente asi que tendra que marcharse con sus guerreros en busca de ayuda para poder ganar esa guerra que estan buscando con nosotros -le explíco de manera detallada como era todo el asunto que se habían resumido constantemente.

-¿Con nosotros?, ¿o con usted? -cuestiono de forma amenazante.

Kaos cambío su expresíon a una mirada fria y compasiva, estaba claro que le estaba desafiando a mostrar que era un fraude que solamente le importaba competir por su propia cuenta, quería demostrar que era tan igual como el topo que mando a tres de los suyos a buscar piedras calizas pero los que acabo mandar a morir, quería que con-fesase que era igual, un tirano que iba a utilizar a todo el mundo para conseguir ga-nar donde antes no pudo.

-Mire Reginald, quiero hacer esto bien, pero no puedo hacerlo si no tengo su concentimiento y la de los demas, no me importa todo lo que haya tardado sino lo que quiere la gente porque si la gente no pida a gritos que se produzca esta estrategia entonces todo esto no esta sirviendo para nada, ¿me entiende? -explico de forma razonable para que entendiese que tenía que tener el apoyo posible si quería que se pro-dujese del plan de conquista de Skylands.

-De acuerdo, que es lo que me pide a cambío -acordo Reginald para que estuviesen de acuerdo en el asunto, antes tenía que aceptar algo a cambio de ellos para que entonces luego ellos tuviesen confianza en el de que acataría las reglas.

Entonces Kaos asintio pensativamente y entonces contesto:

-Necesito que consigaís el apoyo de los ciclopes, antes de que lo haga Eon -pidio Kaos formalmente.

Fruncío el ceño Reginald sin entender su proposito ya que anteriormente había dicho que tenía todo el apoyo de las demas especies.

-¿Pero usted no había dicho que tenía todo su apoyo? -cuestiono.

-Lo se, pero vera, tanto si es Eon o nosotros, los ciclopes no nos apoyaran si no tenemos una confianza muy digna en ellos, necesitamos hacerles creer todo lo posible para que cuenten con nosotros, porque si no lo hacemos, entonces estos haran de las suyas y se aprovecharan de la situacíon. Y yo supongo que haran ellos su propia guerra, se imagina estar enfrentandonos a dos bandos, perderíamos en menos de lo que tardaría Kaos y los suyos en derrotar nuestros planes, no podemos permitirnos eso, por eso necesito su apoyo de que esto se hara de manera formal -explíco Kaos dando una conclusíon de la razón de porque necesitaba desesperadamente el apoyo de Reginald para hacerles entender a los ciclopes que tuviesen con el imperio troll.

Reginald se lo penso detenidamente, estaba claro que si Kaos no podía cumplir con su proposito perdería ante los ciclopes y luego de ahí se armaría un problema mayor que el que ya tenían con Eon. En ese momento empezo a fijarse en Kaos, tenía las manos cruzadas y casi parecía que se las estuviese frotando, se estaba poniendo nervioso, por primera vez había visto un gesto de que el emperador Kaos se estuviese poniendo nervioso con todo el tema. Con esto tenía suficiente para saber que el emperador al que durante mas de una decada había estado sirviendo no era tan duro y serio como parecía. Pero entonces penso en otra conclusíon, si no podían apoyar a los ciclopes acabarían metidos en una guerra entre dos bandos, y la de los ciclopes era peor, acabarían siendo ellos los amos, no podía permitir que los ciclopes estuviesen por encima de ellos después de todo el trabajo que había montado la especie en siglos, tuviese que confiar en Kaos o no, era responsabilidad suya de lo que sucediese.

-De acuerdo, acepto el trato, usted nos da el apoyo y nosotros mandaremos las tropas para que los soldados se ocupan de erradicar los pueblos de Skylands -acepto Reginal encantado y entonces alzo su brazo para que se lo estrechase.

-En eso estamos de acuerdo -acepto Kaos que Reginadl tuviese su aprobacíon y entonces se estrecharon para pactar el acuerdo.

Luego se separaron y entonces asintieron agotadoramente, a pesar de haber tenido una buena mañana, se sentían como si hubiesen tenido mucho trabajo por delante, reclinaron su mesa para poder doblarse la espalda.

-¿Como se encuentran los alumnos que estan entrenando? -pregunto Kaos queriendo saber como les iba a los jovenes que iban a participar en la mision.

-Ah muy bien, estan todos con unas ganas de asediar pueblos -contesto sarcasticamente, aquello los hizo reir a ambos de forma absurda.

Luego se callaron y volvíeron a enderezarse sobre la silla.

Estaban ambos tan fatigados con todo el asunto que ya parecía que les estaba agotando, pensar que dentro de muy poco conseguirían la victoria que ansiaban esperar era como un milagro hecho realidad. En ese momento Reginald al darse cuenta de que tenía el apoyo de Kaos, se le ocurrío la idea de poder entablar con el una cierta conversacíon acerca de los asuntos que el estaba ocultando.

-Por cierto señor Kaos, ahora que estamos aqui reunidos sin nada que hacer, ahora me pregunto, ¿esconde algo usted? -cuestiono esporadicamente.

Kaos reaccíono de forma espontanea ante aquel comentario.

-¿Que quiere decir? -pregunto sospechando de lo que pretendía.

-Vera, en los ultimos meses parecía que nos esta ocultando algo, y no quisiera pensar que esta planeando algo que los demas no queremos saber, así que ahora, como amigo politico, se lo digo: ¿esta usted planeando algo en secreto que pueda destruir nuestro tratado? -se explíco y luego pregunto formalmente.

Kaos intento de desermir sobre esa pregunta, estaba claro que a pesar de todo lo que habían hablado antes no servía para que siguiese sospechando de sus planes, tenía demasíado curiosidad por sus secretos.

-Mire Reginald, en este mismo momento podía echarle de esta sala, pero entonces me lamentaría porque sino dejaría a usted con el sentimiento de la duda y luego lo volvería a intentar una y otra vez hasta que al final explote y le diga todo lo que quiere saber, pero sabe que le digo -entonces Kaos se enderezo mirandole furtivamente a la cara y le dijo-: No esta en su derecho hablarme así.

Reginald espeto una sonrisa ironica, Kaos era bastante listo para saber lo que pretendía, y si quería conseguir informacíon sobre los secretos que ocultaba, tenía que ser mas discreto de lo que solía ser.

-Vera, no quiero parecer egoista ni nada por el estilo, pero quisiera que fuesemos sinceros el uno del otro, porque, si vamos a estar muy trabajadores en desarrollar este tema, tenemos que saber lo que escondemos cada uno para saber que no hay ningún tipo de desconfianza en el uno y en el otro -explíco Reginald para que entendiese que no pretendía meter las narices encima para reprocharselo por la cara.

Kaos fruncío el ceña hacíendo una mueca absurda, su rostro no era lo mas bello que se podía pensar, entonces se enderezo cruzando los brazos encima de la mesa y volvío a explicar con el mismo tono indirecto.

-Y yo quiero pensar que toda esta charla que hemos tenido ha sido solamente un cebo para que luego piense que al tener una buena confianza, le diria todos mi secretos y usted no le va a decir nada a nadie, pero sabe que, se equivocaba, yo no pienso mantener este apoyo mientras usted se aprovecha de mis dificultades, y eso ahí amigo, resulta bastante severo, como suelen decir: Donde las dan, las toman -dicto contradictoriamente y entonces volvío a enderezarse contra la mesa.

Carraspeo Reginald de forma inquisitiva.

-¿Que sucede Reginald? ¿No le gusta que sea mas listo que usted? -pregunto cuestionando Kaos concluyendo que Reginald se estaba desesperando por no conseguir que hablase acerca de sus secretos.

-No, lo que me pasa es que no si puedo seguir confiando en usted, me entiende, todos nosotros somos muy estrictos con nuestros propios asuntos, y si uno de nosotros no es muy sincero, entonces me parece que es un traidor -aclaro sarcasticamente Reginald dando otra conclusíon bastante indirecta sobre el tema solo que esta vez cambío el tono para hacer parecer algo sociable pero discreto.

Rio Kaos ante aquel comentario, luego se callo y miro discretamente a Reginald intentando de descubrir en su mirada lo que pretendía, estaba fruncíendo mucho su mirada por encima de sus ojos, eso significaba que estaba decidido a saber lo que planeaba, costase lo que costase.

Si tenía que librarse de el, tenía que hacerselo de entender de una manera discreta, se enderezo hondo y luego puso una expresíon seria.

-¿Quiere saber algo de mi? Pues se lo dire de la manera mas sincera posible -indico Kaos contradictoriamente.

-Muy bien, cuenteme -dijo Reginald dispuesto a escucharlo todo.

Ambos se enderezaron para entablar una seria conversacíon.

-Lo que le quiero decir, es que no soy lo bastante sincero debido a que usted es una persona capaz de acabar con todos solamente por el hecho de querer ser dominante donde nunca antes ha podido serlo -contesto Kaos de forma crucial.

-Eso no es ser sincero -replico Reginald.

-Yo solamente he dicho lo que he dicho, usted no me ha dicho como tenía que ser sincero -aclaro Kaos dando a entender que se la había jugado.

Reginald hizo un silencio vago al darse cuenta de que le había dado bastante hondo, a pesar de todo lo que le había dicho, el al final acabo ganando la disputa de la forma mas astuta, al ver que le había ganado, ya no tenía forma de seguir con el asunto, se mostro indirecto sin nada mas que comentar.

Carraspeo Kaos por haberle ganado, luego se levanto, se aflojo la bata y empezo a ir diciendo:

-Bueno, ya que ahora no tenemos nada mas que comentar, creo que ya es hora de que me vaya a mis aposentos, ahí seguramente que nadie me podra molestar, ¿esta de acuerdo con eso Reginald? -dicto Kaos de forma ironica y luego se dirigio hacía Reginald de forma indirecta para aprovecharse de que ya no tenía el nada encima para que le pudiese reprochar.

-Si, estoy totalmente de acuerdo -acepto Reginald a regañadientes.

Sonrio incredulamente Kaos y entonces marcho yendo directamente a sus aposentos secretos, Glumshanks siguio a su amo y le abrío la puerta, luego la cerro dejando que Kaos se marchase.

Refunfuño Reginald, estaba claro que Kaos era un hombre muy listo, tanto listo que casí podía acabar con cualquiera sin ni siquiera hacer nada, solamente necesitaba una corroboracíon muy astuta de algúna verdad engañosa y entonces lo dejaría indeciso con el sentimiento de la duda.

Entonces aparecío el mayordomo Glumshanks mostrandose con una botella de un vino blanco y un vaso de cristal con la punta ondulada encima de una bandeja.

-Desea un poco senador Reginald -obsequio Glumshanks.

-Si, gracias -agradecío y entonces el troll mayordomo hizo su trabajo y le sirvio una copa del vino, le agrego bastante como para llegar a la mitad del vino, le detuvo y luego se bebío un sorbo.

Resoplo agusto por el sabor de aquel vino.

-Dime Glumshanks, ¿que es lo que hace Kaos en esos aposentos? -pregunto dirigiendose al mayordomo suponiendo que debería saber los mismos planes que ocultaba Kaos ya que estaba encima de el todo el tiempo.

-No lo se, nadie ha entrado ahí desde que se construyo esa sala, el propio amo Kaos lo monto y nadie sabe que se encuentra dentro, pero algúnos asumimos que hay se encuentra la fuente por la cual tiene tanto poder -confirmo Glumshanks.

-Aja -espeto pensativamente Reginald, el asunto era algo incierto.

-No se sabe bien lo que hay ahí dentro de esa sala, pero estoy muy seguro que una vez que entra ahí, el amo Kaos se esta preparando para algo que seguramente cambiara todo -añadio expresamente el mayordomo dando una conclusíon bastante explicita sobre el tema.

Reginald fruncío el ceño mientras pensaba detenidamente sobre ese asunto, tenía que saber que era lo que ocultaba en esa sala y que planeaba, si se estaba tratando de algo peligroso, tenía que detenerlo antes de que surgiese algo tan amenazador como estremecedor.

..

Kaos estaba sentado de nuevo sobre la silla de metal que se había construido, en ese momento empezo a sentir la presencia de su maestro recorriendole la cabeza y expandiendose por toda la sala oscura.

-¿No se que hacer mi señor? Ese maldito de Reginald esta sospechando demasíado, creo que esta intentando de usurpar mi puesto de emperador. Como siga así, acabara descubriendo mis planes demasíado pronto -pregunto teniendo sus dudas acerca de las sospechas que tenía sobre los planes de Reginald.

-¿Y porque dejas que te influya ese miedo?

-No tengo miedo de el, tengo miedo de lo que pueda llegar a hacer, he luchado un montón para conseguir esto, y no voy a dejar que un simple troll me lo arrebate cuando estoy al final de mi victoria -aclaro retrospectivamente.

-Pues no te dejes influenciar por sus contingencias, deja que el haga lo que quiera, no encontrara nada que pueda afectarnos.

-Puede, pero hay momentos a lo largo de toda esta carrera que pueden ser muy nefastos para todo el mundo, si descubriese esos planes, se armaría un caos, y eso es algo que no puede evitar -reafirmo.

-Dices que te llamas Kaos, el señor del caos, pero a la hora de la verdad, no quieres provocar ningún caos, ¿como es esa conclusíon?

-Quiero provocar el caos, yo soy el que provoca el caos, pero no puedo provocar el caos donde justo estoy ideando mis planes para mi futuro -recitifico.

-Pues entonces dejo que otro se ocupe de provocar ese Kaos, para que sino hemos estado entrenando a nuestra pequeña arma oscura.

-Todavía no esta lista mi señor, este no es el momento, esto es solamente el principio, si queremos que esto se solucione, parece que vamos a tener que estar muy pendientes de lo nuestro -indico concluyendo Kaos todos los asuntos que tenían am-bos pendientes.

-Pues entonces que se solucione con el paso del tiempo, cuanto mas cambios haya, mas fuertes nos haremos, así entonces ganaremos.

-De acuerdo mi señor -prometío Kaos, entonces la voz susurrante se marcho.

Ahora lo tenía todo bastante claro, si quería ganar con sus asuntos, tenía que estar preocurandose de lo que tenía alrededor, no podía confiar en mucha gente, pero si podía vigilarla para saber que estaban todos tramando, no podía dejarse perder cuan-do estaba al borde de su victoría, pronto tendría su venganza.

Se levanto, se ajusto su bata negra y luego asintio, penso en como debía de hacer para poder saber quien tramaba algo que pudiese derrocar su puesto, sabía que Reginald el primero de todos ellos, pero la gente que era como Reginald siempre se proponía algo parecido, por eso tenía que estar muy pendiente de la gente.

En ese momento se oyo como un crujido que venía de algúna parte.

Se giro buscando al individuo que hacía ese ruido, estaba solo en esa sala, excepto la uníca criatura que le podría salvar de su posible derrota, su uníca arma definitiva para matar al dragon purpura aliado con Eon.

Por el ruido que hacía, podía notar que se encontraba escondido en un extremo de la derecha, oculto entre las columnas como un niño asustado de ver a una persona desconocida.

Kaos se dirigio hacía lentamente, la pequeña criatura que tenía ahí metida era algo timida y al mas minimo movimiento sospechoso, podía ponerse muy salvaje. En cuanto dio unos pasos hacía adelante, se dio cuenta de que estaba ahí escondida, en lo mas recondito de la sala, donde no se podía reconocer nada, apenas podía ver sus ojos, unos ojos brillantes y muy rojos.

Esbozo Kaos una expresíon de resentimiento y entonces dijo:

-Aun no ha llegado tu turno, pero no te preocupes, pronto llegara tu momento -indico Kaos para avisarle.

Hizo un gemido vago, y volvío a esconderse en la oscuridad, como sabiendo que ahora como no lo iba a utilizar, no servía que saliese de su escondite, esperaba ansioso su momento de actuar.