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SUCEDE LO PEOR

Fueron andando por aquel pasillo lleno de moquetas de varios colores tanto en el suelo como por las paredes, ahí se encontraban los dos guardias pesados de siempre que estaban custodiando la habitacíon.

-Oh no, ahí estan esos -dijo Flynn acordandose de la mala relacíon que tenía.

-¿Como? -pregunto extrañado Hugo al oír ese comentario.

-Ya veras -exclamo.

Se pusíeron delante pero entonces los dos guardias les detuvíeron el paso poniendo sus lanzas como escudo para impedir la entrada.

-No podeís pasar -objetó el segundo guardia.

-Venimos a ver a Cali y no nos lo vais a permitir -recrimino Flynn dejandoselo claro para que entendiera de una vez de que jamas le iban a permitir verla.

-Ya te lo dijimos ayer, no vas a pasar de aqui -espeto severamente el otro guardia.

-Espera, ¿ya hablaste con estos guardias? -pregunto Spyro.

-Así es, y creeme, no fue una conversacíon bastante placentera -afirmo con desden.

-Tenemos permiso del rey para verla -comento Eon.

-¿En serio? -pregunto el otro.

-Así es, y como no nos dejeís pasar o al menos saber como se encuentra le diremos al rey que no tuvimos oportunidad de verla una otra vez -acordo Gill.

Ambos guardias se miraron sabiendo lo que pretendían y estaba claro que no era lo bastante estupidos como para echarse atras facilmente.

-Lo siento, pero sin una problema coherente no os podemos dejar pasar -aclaro el segundo guardia con tono modesto.

Ambos se quejaron al ver que no funcíono, ya aprendieron de sus errores.

En ese momento se oyeron unos golpes que venían de atras, el primer guardia se puso contra la puerta y entonces dijo:

-¿Que desea mi señora? -pregunto por la reina.

-¿Quienes son los individuos que estan detras? -pregunto oyendose pasivamente.

-Es el viejo maestro del portal y sus guerreros, vienen preguntando por la princesa -declaro resumiendo.

-Yo no soy una princesa -se oyo recriminar a Cali mosqueada.

-Esa es ella -indico Flynn y entonces paso como si nada, pero entonces el guardia le detuvo al ver que se estaba aprovechando imprudentemente.

-¿Desean pasar para verla? -pregunto de nuevo comentando ese hecho.

-Dejales entrar un momento no sera nada -acepto sin rechistar.

-De acuerdo mi señora -obedecío el guardia.

Se hicieron a un lado y entonces la reina abrío la puerta mostrando que estaba completamente despeinada como de haber pasado una mala noche, estaba claro que había pasado un tiempo largo con ella y sin poder dormir mucho.

-Adelante chicos -acepto con tono amable y caríñoso.

-Gracias señora -agradecío Flynn moderadamente y entonces paso mientras los demas pasaban agradeciendole de la misma forma.

Uno por uno fue pasando mientras los guardias se quedaban detenidos como estatuas de mirada seria, todos pasaron pero entonces se oyo como si alguién estuviera botando, bajaron la vista y observaron que se trataba de Wrecking Ball brincando apasionado mientras tenía la lengua girandola como un sabueso desesperado.

-La proxima vez sera mejos que nos dejeís pasar, o sino acabareís comidos -contesto con tono ironico pero sonaba a una pesima amenaza.

Paso agradeciendoles y a la reina, luego cerro la puerta.

-¿A que ha venido eso? -pregunto el segundo guardia a su compañero.

-No lo se, estos tios son cada vez mas raros -opino confundido.

Cada uno se busco su propio lugar debido a que eran demasíados y la habitacíon no era apta como para que se metíera mucha gente. Se observo a Cali apoyada de espaldas contra la cama, delante suyo había una armadura de su talla como para una mujer de gran estatura colgado de un perchero.

-Cali, ¿es ese tu traje? -pregunto Flynn al ver lo que era.

-Armadura mas bien, me lo han dado los herreros, lo tenían ya hecho desde hace bastante tiempo, ahora que saben que estoy dispuesta a luchar, pues me lo han entregado como ofrenda de mi regreso -explíco Cali con tono autocompasivo.

-El hombre que lo ha traído, es un hombre bastante caríñoso y considerable, una vez fabrico la armadura que portaba Locke en sus primeras dias -explíco Mandy.

-¿En serio? -pregunto Ignitor.

-¿Lo vas a utilizar este mediodia? -pregunto Eon.

-Así es, pero no tengo mucha ganas, no quiero que todo el mundo me vea como si fuera una guerrera mas de este pueblo, quiero que entiendan que soy una mujer fuerte capaz de hacerlo todo por ella misma -comento con tono disgustoso.

-¿Y eso porque? -pregunto cuestionando Sparx.

-Al parecer ella cree que si se pone eso les hara recordar que es una mas y eso impedira que todos se olviden de lo que hizo antes, marcharse deshonrosamente -declaro la reina dando a entender cual era el problema.

-¿Espera? ¿Me estas diciendo que no se siente orgullosa porque la recuerden y la valoren como una mas del reino? -cuestiono Flynn sin entender porque contradecía la opcíon que resultaba mas obvia.

-No, porque en realidad yo deje bien claro que me había marchado para dejar de ser lo que supuestamente tendría que haber sido, una princesa, pero yo no quiero vivir con ese tipo de costumbres, yo quiero ser una mujer guerrera, alguién a quien se enfrenta a todos los desafios que se le pongan delante -explíco seriamente para dejar claro de que no quiero lo que todos pensaban que sería.

Ahí ambos se quedaron con una mirada de no saber que decir, aquella era una cuestíon un poco contradictoria y ridicula porque no importaba para nada que fuera parte del reino o no, ella parte de todo esto, y si no hacía al menos un poco de caso al padre, estaba hacíendo como si todo esto no merecíera la pena.

Flynn se quedo un poco rezagado al respecto sobre ese tema, se dirigio a la reina y entonces le dijo con un cierto tono cortes:

-Disculpe señora, pero, podría dejarnos un momento solos por favor -pidio.

Se lo penso y entonces miro a cada uno de los miembros, incluido a Eon que le dada una cierta mirada de confianza que se notaba en sus ojos.

-No duraremos nada, puede salir si quiere -espeto sinceramente Eon.

-De acuerdo -se conformo y entonces salío de la habitacíon.

Ahora que estaban solos junto a ella era hora de entender que era lo que pretendía hacer para que todos pensaran lo contrario, se giro poniendose delante y entonces la miro mientras ella alzaba la cara mostrando una mirada de frustracíon inmensa como si sintiera pena por lo que estuviera apunto de pasar.

-Mira Cali, no se muy bien que es lo quieres conseguir, pero tienes que entender que esto es algo que nos importa mucho a todos nosotros, y si tu no luchas con eso puesto, jamas conseguiremos un ejercito -explíco sensatamente.

-Prefiero conseguirlo demostrandolo sin la ayuda de nadie de este reino -recrimino negandose a cualquier opcíon obvia.

Ambos carraspeaban nerviosos porque estaba claro que no lo iba a aceptar aunque se lo tuvieran que obligar por la fuerza.

-¿Porque no quieres demostrarle a tu padre que sigues queriendo ser una parte de él? ¿Es tu padre? ¿El hombre que te crio? -pregunto queriendo entender ese hecho.

-En realidad a mi criaron los criados -comento incredulamente.

Era tal la conversacíon que Voodood se canso de oírlo y lanzo un enorme gemido de agobio al no poder soportar toda esa negociacíon.

-Mira Cali, entiendo que no le quieras dar la razón, pero es tu padre, tu rey, el hombre que te crio y te trato tal y como eras, pero si tu le das al menos algo de aprobacíon, al final pensara mal de ti como penso antes cuando te negaste a sus opcíones, no te pido que te conviertas en aquello que sucedío hace tantos años, tu padre ya esta cansado de eso, el tiempo ha pasado, demuestrale que mereces convertirte en la guerrera que quieres ser, y al final entonces lo aprobera -explíco razonando severamente para que entendiera de mala gana que tenía que darle algo de aprobacíon o sino pensara que era la misma chica que se nego a todo desde el principio.

-¿Tu crees? -pregunto interesada.

-Fui rey durante un tiempo, creeme, se muy bien lo que es eso -indico obviamente.

Ahí entonces Cali empezo a entenderlo todo, estaba claro que su destino era ponerse aquella armadura y luchar junto a su hermana para conseguir ese ejercito, pero no solamente eso, tenía que demostrar también a su padre que prefería ser mejor guerrera que princesa, con eso entonces lo aprobaría de una vez por todas.

Se levanto con expresíon seria pero sin decir nada, se dirigio como hipnotizada hacía la armadura y entonces la toco como sintiendo que aquello era algo con lo que congeniaba, como si estuviera hecho para que ella lo vistiese.

-Lo hare -dijo, luego se giro mirandoles a la cara-. Lo hare.

-Así me gusta -exclamo entusiasmado Flynn y entonces la abrazo felicitandola por su decision, al final lo había captado todo.

Luego todos se pusíeron a abrazarla al ver que por fin acepto lo que tenía que hacer, ahora solamente quedaba que luchase, y tendrían el ejercito.

-¿Ocurre algo aqui? -aparecíeron los guardias gritando euforicamente y dispuestos a envainar sus espadas, se pensaban que los estaban atacando.

-Alto ahí tios, no ocurre nada -procuro expresamente Sparx.

-¿Seguro? ¿Porque hemos oído gritos? -pregunto el segundo guardia.

-No, en realidad no han sido gritos de terror, han sido gritos de jubilo -aclaro Flynn con tono orgulloso mientras daba una mirada de entusiasmo a Cali.

Ambos se miraron al comprender que solamente se trataba de un malentendido, era tal el miedo que tenían, que actuaron por lo que les parecía.

-Gritos de jubilo -exclamo frustradamente el primer guardia.

Todos se rieron al ver que se lo creyeron en serio.

..

Vicky abrío los ojos y se sintio como si hubiera despertado de un mal sueño, se levanto de un salto mientras gemía de pavor al no recordar lo que sucedío en el ultimo momento, era como si al parpadear en tan unos solos segundos ya se hubiera transpor-tado a algún lugar remoto del que no sabía nada.

-Hola Vicky, me alegro de que hayas despertado por fin -dijo Locke que se encontraba sentado en una silla de escriotorio con la cabeza baja.

-¿Como? -pregunto extrañada porque no entendía nada.

Observo a los alrededores y reconocío que estaba en su habitacíon, llena de posters de propaganda militar y con un par de estanterias llenas de libros, y un escritorio que se encontraba detras de su padre por el cual utilizaba la silla.

-¿Que ha pasado? -pregunto queriendo entender el asunto.

-El Skylander que es un hibrido, te durmío con sus poderes, era la uníca forma de hacerte calmar antes de que le hicieras daño a ese mabu piloto -aclaro sinceramente.

-¿En serio? -cuestiono de nuevo pero entonces se acordo-. Ah si, ya me acuerdo, se creía que tenía la razón, pero se equivocaba completamente.

-En realidad no -confeso el padre.

-¿Como? ¿A que te refieres? -cuestiono sin comprender ese comentario.

-El dragon lo dejo bien claro, te has adaptado a tenerle un odio inmenso a tu hermana, y eso es algo que yo no puedo entender, así que explicamelo tu, para que me haga una idea de porque esto va a terminar como algo personal -razono para que entendiera que este tema tenía que acabar de una vez antes de que comenzara el campeonato.

-Ah bueno -se decidio, se puso de rodillas contra la cabeza y entonces dijo-: Veras, desde que Cali se marcho, todos pensaron que eramos unos hijos malnacidos y desobedientes, y como la mayoría de los niños se enfadaron por eso, decidieron tomarselas conmigo debido a que ya no podían culpar a Cali, y así me he quedado yo, aguantando la vergüenza por lo que hizo ella.

Su padre intento de asimilarlo pero no podía, era lo mismo que había escuchado antes y aquello no cambiaba nada.

-¿Entiendes lo que te digo? -pregunto queriendo corroborarlo.

-No -contesto.

-¿Que? ¿Como has dicho? -cuestiono extrañada.

-Veras Vicky, Cali nunca tuvo la culpa de que aquellos niños te pegaran, si te pega-ron fue porque fueron unos estupidos al pensar en eso, pero ahora yo no pienso culparla por eso, no puedo, es una tonteria -comento negando esa opcíon.

-¿Que? ¿Pero has entendido algo de lo que te he dicho? -reprocho intentando de justificar lo que dijo para que entendiera el problema.

-Si, y la verdad es que no me sorprende -declaro con poca empatía.

Locke se levanto de su asiento y entonces la miro seriamente. Vicky estaba con una mirada de no entender nada porque no se creía lo que le estaba diciendo.

-Veras Vicky, siempre te he apoyado en todo, pero en esto no te lo pienso apoyar, porque aunque te lo creas o no, no tienes en razón en nada -acordo estrictamente.

-¿Que? ¿Pero no has entendido? Cali ha tenido siempre la culpa de que pensemos que somos una vergüenza.

-No Vicky, eso paso hace mucho tiempo, pero ahora a la gente le da igual, estoy harto de ir de que todos se piensen que Cali tuvo la culpa por marcharse, pero sabes que, ahora que lo pienso, esta mejor así -confeso.

-¿Como? -pregunto sorprendida, tenía los ojos abiertos como platos.

-Todo eso sucedío de culparla a ella paso hace mucho tiempo, yo ya ni me acuerdo de que era por lo que estaba enfadada la gente, no se si era porque no soportaban la idea de que Cali hiciera algo distinto de lo normal, o, que se marchara sin dar una explicacíon razonable, cosa que hizo que todos se decepcionaran, pero ahora a la gente ya ni se acuerdo de eso, y yo tampoco quiero acordarme, porque tu no quieres hacerlo, ¿porque no quieres perdonarla por todo eso? -explíco resumiendo Locke todo lo que sentía acerca de aquel asunto que tanto le guardaba rencor y tanto sufrimiento.

Ahí entonces Vicky no supo que decir al respecto.

-Lo ves Vicky, no tienes ningúna razón para odiarla, te has pasado todo este tiempo buscando una excusa que ya nada tiene sentido para ti -indico obviamente.

Había caído fondo, eso estaba claro, ahí le habían hecho entender que se había pasado odiando a su hermana durante tanto tiempo que al final ya no tenía ningúna razón, pero estaba el problema de que no quería asimilarlo para nada.

-¿Quieres saber por la que sigo odiando? -protesto con tono malhumorada.

-Si, ¿porque? -estaba dispuesto a escuchar todo cuanto tenía que decir.

-Porque todos los años que me he pasado intentando de olvidar lo que ella hizo, lo que ellos me hicieron -se señalo la marca de la cicatriz que tenía cerca del parpado-. Me doy cuenta de que jamas olvidare el dolor, y el miedo que tuve a pensar de que ya nadie me consideraría una mas del reino, sería como alguién normal, alguien mediocre, que no vive con respecto, y eso es algo de lo que yo no voy a perdonar -explíco con todo el malhumor que tenía pero dio justo la conclusíon perfecta.

Su padre se quedo tieso porque no podía creer que esa fuera la razón de todo.

-Así que todo este tiempo, tu mayor enfado de todos, es de ser una persona normal y corriente, ¿es eso, todo el odio que tienes? -corroboro el padre porque no se podía hacer una cierta idea al respecto sobre ese tema.

-Así es, no quiero que todos se acuerden de mi, como una chica pusilanime que lo perdío todo porque su maldita hermana, la humillo hacíendo que todos perdieran el respeto mutuo porque quienes son los amos de este pueblo -aclaro dando a entender que le importaba un comino lo que fuera con tal de que todos se diera cuenta de que pertenecía a un grado mayor de la clase de gente en el reino.

-No Vicky, no somos amos, no los tratamos a todos como si fueran esclavos, cuando te vas a dar cuenta de eso, que seamos reyes no significa que los tratemos a todos como si fueran inferiores, yo no te crie así, ni tu madre lo hizo, ni nadie, así que olvidate de todo ese odio porque es una justificacíon horrible -acordo rigidamente.

-No padre -se nego y entonces se levanto de la cama-. No puedes obligarme a nada, dentro de poco voy a participar en el torneo, y eso significa que puedo morir, así que cuando una de las dos muera, tu te daras cuenta de quien tenía la razón desde el principio -indico dando a entender que como posiblemente fuese a morir en el campeonato, ya no valía la pena para nada que le reprochase o castigase.

Locke no dijo nada, estaba claro lo que quería, se puso de brazos cruzados mientras la miraba soltando suspiros a traves de la boca sin levantar los labios.

-Con que eso quieres no -indago expresamente.

Vicky no dijo nada, sabía muy bien que el tema era así y ya estaba.

-Pues si crees que vas a morir, y esta es la ultima vez que razono contigo, pues quiero que sepas, que te sigo queriendo, pero no como la que eres ahora, sino mas bien como la chica que eras antes -acordo y entonces se marcho como si no hubiera pasado nada ya que era imposible razonar con ella.

Una vez que se quedo sola, se tiro sobre la cama y no penso en nada excepto en como iba a conseguir su ansiada venganza.

Afuera, en el pasillo, Locke intento de seguir pero no podía, quería seguir intentando de entenderlo, pero no podía, estaba claro que desde siempre, se había portado como la hermana mala de la familia, siempre creyendo que era una diosa que podía hacer con todos lo que le diese la gana, pues si era eso lo que pensaba, entonces ya no había mas remedio, que dejar que se murieran sola, y sin amor.

..

Jewis continuaba gimiendo tendido en la cama de la habitacíon que le había dado Murrance ayer mismo, en ese momento aparecío el viejo mabu entregandole de vuelta otra toalla mojada y se la puso contra la cabeza.

-Tranquilizate Jewis, pronto te pondras mejor con esto -apaciguo Murrance mientras le ponía la toalla doblandosela encima de su cabeza casi tapandole la vista.

-Eso esta mejor -dijo hacíendo un sonido que parecía que estuviera hacíendo gargaras dentro de su boca porque parecían burbujas explotando.

-¿Que es eso que hace? -pregunto extrañado por ese sonido.

-Eso es que se le esta acumulando saliva, la mayoría de las veces cuando los tiburones se ponen nerviosos y al sentirse que se estan refrescando de nuevo hacen ese sonido para adaptarse de vuelta al agua -explíco expresamente Terrafin.

-Fijate tu -exclamo sorprendido.

Luego entonces Jewis se calmo del todo con la ayuda de la toalla fria.

-¿Que va a pasar con él ahora? -pregunto al respecto.

-No te preocupes, tendra que quedarse aqui un buen rato hasta que se recupere pronto, y eso nunca es algo rapído, tendra que seguir adaptandose hasta que se le haya ido todas las bacterias que le estan afectando el cuerpo debido a su falta de alcoholismo -indico sinceramente.

Carraspeo pensativo al ver como era la cosa, entendía bien por lo que estaba sufriendo Jewis, y también lo que estaba hacíendo, era un buen cambio porque gracias a eso empezaba a convertirse en mejor persona.

-No se como agradecerte esto Murrance -expreso Terrafin queriendo buscar la forma de agradecerle por todo lo que había hecho con Jewis para ayudarle.

-No necesito que me agradezcas nada Terrafin, simplemente hago lo que otros necesitan -indago expresamente Murrance.

-Al igual que yo con mi equipo -se dio cuenta de que hasta la mas minima persona estaba dispuesta a ayudar a los mas necesitados.

-¿Como has dicho? -no comprendío ese comentario.

-Ah no nada, cosas mias -retracto ironicamente.

-Ya veo -exclamo riendose de la vergüenza.

-¿Me podrías dejar un momento a solas con él? -pidio.

-Por supuesto -acepto con tono considerado. Se dirigio hacía la puerta y entonces se marcho cerrandola bien.

Terrafin asintio, Murrance era un buen hombre, posiblemente uno de los pocos que había conocido en poco tiempo, había ayudado a Jewis a desintoxicarse cuando nadie mas habría hecho lo mismo por un tiburon, pero menos mal que estaban en un lugar considerado donde siempre hay buena gente, al igual que él, que se proponía junto con los demas salvar a todo el mundo, siempre había heroes en algúna parte, por mucho que lo parezca, y por el aspecto que tuviesen.

En ese momento Jewis volvío a gemir pero de cansancío.

-¿Te sientes bien? -pregunto asumiendo que se despertaba.

Se movío de un lado a otro y entonces abrío uno de los parpados, él unico que se le mostraba debido a que la toalla le estaba tapando la mitad de la cara.

-¿Lo has estado escuchando todo? -asumiendo también eso.

-Como no lo iba a escuchar, somos escualidos, escuchamos el sonido de la comida a pocos metros del agua -comento ironicamente.

Tenía razón en eso.

-¿Entiendes lo que estoy hacíendo por ti? -pregunto queriendo saber si entendía lo que estaba hacíendo por él despues de todo por lo que había pasado.

-Si -dijo con un tono murmurante.

-¿Y sabes lo que pasara cuando te recuperes?

-Pues que ya no podre volver a beber alcohol -confeso.

-Bueno, podras beberte una cierta cantidad, pero no toda una jarra como para quedarte una noche borracho y comportandote como hiciste aquella noche en el refugio -indico seriamente para dejarle claro como era la cosa.

-Pues me resulta bastante aburrido -exclamo.

-Eh -se extraño al oír eso.

-Era una broma, hombre Terrafin no entiendes nunca cuando es una broma -replico Jewis con tono murmurante, hasta recuperandose seguía siendo el mismo.

-Pues la ultima broma que me hicieron fue la burla de que jamas volvería a nadar en el interior del agua, y creeme como me afecto eso -admitio estrictamente.

Ahí reconocio que algo había pasado con él en su pasado.

-Lo siento -se disculpo personalmente, no lo sabía.

-No te disculpes, tu tienes suerte, yo, por mi parte, tengo que vivir así, soy el primer tiburon terrestre que ha habido en años, muchos dirian que sería un don, pero para mi, es como una aberracíon a la que tengo que acostumbrarme.

-¿Que fue lo que paso? -pregunto queriendo saber su historía.

-No se muy bien como fue, primero todo comenzo con un dia tranquilo en la playa donde vivia, yo antes de joven trabajaba como socorrista, era un dia en el que parecía que no había mucho peligro, pero de pronto se hizo una luz verde en el cielo, y lo vi claro, un asteroide estaba apunto de caer sobre el mar, a pocos metros a lo lejos, pero era tan grande que en cuanto, una enorme ola se desplazo hacía el mar cubriendo las aguas de aquel extraño pringue toxico que contenía. Todos habían salido a tiempo, excepto un niño que quedo atras, fue corriendo a sacarlo del agua, nade lo que pude, pero las aguas eran tan fuertes que me desplazaban hacía cualquier lado, al cabo del rato llegue hasta él, pero desgraciadamente el pringue también había llegado, así que rapídamente hice lo mejor que podía hacer en ese momento, tumbe al niño debajo del agua, y luego yo me meti debajo de él, pero no llegue a tiempo y el pringue me cubrío la espalda quemandome -explíco resumiendo el acontecimiento que le afecto de por vida, se mostro las heridas de quemadura que tenía en la espalda-. Me sacaron del agua junto con él niño, logre salvarlo, pero desgraciadamente yo lo tuve peor, las heridas del pringue me afectaron de una manera que nadie entendía, entonces un investigador de la fauna me analizo y descubrío que mi metabolismo había cambiado.

-¿Como? -pregunto interesado.

-Al parecer el pringue afecto las celulas que me permitian respirar del agua habían sufrido un especie de cambio genetico o algo así, nunca logre entenderlo, pero entonces un dia al ir corriendo para volver al mar, no se porque me tire contra la arena y me fui nadando de la misma manera que cuando nadaba en el agua -confeso extrañado.

Ahí entonces empezaba a captar la historía.

-No se muy bien que fue lo que sucedío, pero estaba claro que aquel investigador tenía razón, mi cuerpo había cambiado, ya no era un tiburon marino, era un tiburon terrestre, el primero que ha habido en los ultimos cien años -reconocío frustradamente.

-¿Es que ha habido otros? -cuestiono interesado.

-Bueno, nunca se ha sabido realmente, siempre han habido mitos o relatos sobre tiburones que podían nadar por la tierra, pero solamente eran cuentos para leerle a los niños y asustarlos por haberse portado mal durante todo el dia, en cambio yo, soy lo que se diria un avance de la naturaleza -opino concretamente.

-¿Y eso que es? -cuestiono ese ultimo comentario.

-No lo se, y ni quiero ni saberlo -dijo riendose de lo ridiculo que sonaba.

Ambos asintieron agotados y entonces Terrafin se levanto.

-¿Donde estan los otros? -pregunto acordandose de eso.

-Creo que todavía estan en el palacio, discutiendo el asunto acerca de lo que ha pasado con Bert -indico acordandose de que estaban hablando sobre eso mismo.

-Ah ya me acuerdo -se quedo pensando-. ¿Deberías ir con ellos?

-No se yo, debería estar aqui cuidandome -espeto seriamente.

-A mi no me hace falta, yo ya estoy bien aqui, Murrance se ocupara de todo por si necesito algo, tu encargo es el deber de ir a ese campamento, ¿no queda mucho para eso verdad? -recrimino sinceramente.

-No, creo que unas tres horas como mucho -creyo recordar.

-Pues sera mejor que vayas, los otros estaran preocupados de no seguir escuchando a su escualido favorito -exclamo burlonamente.

-Lo hare, ¿pero que pasa contigo? ¿Puedo confiar en que no haras nada drastico mientras Murrance te cuida aqui arriba? -cuestiono esas opcíones.

-Algo hare, pero no tienes porque preocuparte, no soy capaz de nada aqui, en cambío tu afuera, si que lo eres -indico sinceramente.

Asintio satisfecho de ver que por fin lo empezaba a respetar.

-Tu también vales para algo Jewis, pero tienes que descubrirlo por ti mismo -opino y luego dio un pequeño golpe ironico en el hombro como pacto de amistad.

Ambos se rieron al ver que lo bien que se llevaban.

Terrafin decidio dejarlo sabiendo bien que Murrance podría ocuparse plenamente, aunque Jewis podría poner un poco de empeño si es que estaba aprendiendo algo, quería confiar en él ahora que se encontraba en esa situacíon. Se dio la vuelta dispuesto a marcharse y entonces se oyo que le llamaban.

-Oye Fin -le llamo de nuevo.

-¿Que pasa? -pregunto asumiendo que tenía algúna duda.

-¿Que sucedío después de que te convirtieras en un tiburon terreste? -indico ahora queriendo saber el final de aquel asunto.

Carraspeo nervioso, le daba algo de vergüenza tener que explicarselo a un hermano escualido, pero no le quedaba otra.

-Al principio me quede un poco desolado ante la idea de que jamas volvería a nadar, estaba decaido, y sentía ganas de ahogarme para morir, pero entonces descubri que aquella nueva habilidad también me facilito una otra muy util, y era que me dio una gran fuerza que permitia destruir todo cuando me rodeaba, así que lo aproveche y me entrene para convertirme en boxeador, lo hice durante varios meses hasta que al final demostre mis grandes dotes de lucha, me converti en un campeon -explíco honestamente dando a entender que fue una cosa dificil al principio pero luego lo supero al encontrar algo nuevo que le avivo por completo.

Sonrio Jewis satisfecho de ver que pudo con aquello y lo confronto.

-¿Sabes cual es la moraleja de todo aquello? -comento.

-¿Cual? -pregunto interesado.

-Que hasta en el momento mas tenso, sucede lo peor, pero siempre acabo surgiendo algo mucho mas esperanzador -dictamino.

-¿Que significa eso? -cuestiono sin comprenderlo expresamente.

-Eso es algo que me temo que tendras que descubrirlo por ti mismo -indico sinceramente para dejarle claro que era una de esas cosas que se aprenden con el paso del tiempo, se dio la vuelta y entonces dijo-. Adios Jewis.

-Adios Fin -se despidio gimiendo pasivamente y entonces vio como cerraba la puerta dejandolo solo de nuevo.

Asintio nerviosamente debido a que tenía algo de preocupacíon acerca de lo que le estaba pasando, pero sentía que estaba mejorando, y todo gracias a Terrafin, que si no fuera porque era un buen hombre, entonces nadie le habría ayudado, aunque Janus también, pero nunca le habría dado ese mismo tono de confianza.

Abajo Murrance estaba tranquilamente en la sala de recepcíon leyendo tranquilamente un libro cuando entonces aparecío bajando Terrafin de la escalera.

-¿Y bien? -pregunto al respecto sobre el otro escualido enfermo.

-Sera mejor dejarlo ahí, mantegalo hidratado todo lo que haga falta, parece que se esta acostumbrando bastante rapído -acordo Terrafin expresamente.

-Eso tendre en cuenta -objeto Murrance comprendiendolo.

-Lo dejo en sus manos -agradecío y entonces se marcho dispuesto a salir a la calle pero entonces el viejo mabu le pregunto una cosa que le detuvo.

-¿Va a ir a lo del campeonato? -pregunto al respecto sobre eso.

-Creame, estare ahí, y todos mis amigos también -indico sinceramente y entonces se marcho con la sensacíon de saber que estaba apunto de ver que algo que afectaría a todos a la vez que entusiasmarlos de orgullo.

Salío a la calle y fue en direccíon de vuelta al palacio.

..

Un guardia estaba vigilando la entrada al salón de armas, de pronto aparecío uno de sus compañeros y le saludo hacíendo el tipico gesto de conformidad.

Estaba tieso y firme debido a que sabía muy bien que en cualquier momento alguién podría entrar en la sala, estaba detras de aquella puerta de bronce conectada con varios engranajes de ruedas dentadas, la puerta era impenetrable pero si alguién le quitaba la llave, entonces todo habría terminado.

De pronto algo pequeño y puntiagudo le impacto en el cuello, se lo cogío y observo que se trataba de un dardo microscopico de punta fina.

-¿Pero que? -cuestiono extrañado pero entonces se cayo adormilado.

En ese momento aparecíeron los responsables, que se trataba de Armandius y un pequeño escuadron de soldados mabu.

-Venga chicos, que no tenemos mucho tiempo -apuro Armandius mientras le indicaba a cada uno que se pusíera la ropa del guardia a la vez que otro buscaba las llaves para abrir la puerta. Las cogío y se las dio a Armandius-. Bien.

La metío en la ranura que había en la cerradura conectada en el medio, la giro y al instante se oyo un flojo sonido mecanico como de engranajes moviendose a cada lado, la puerta se abrío mostrando un fondo oscuro sin luz.

-Venid dentro -ordeno y entonces la mayoría se metío.

El lugar estaba oscuro pero apenas se veía, busco donde estaba el interruptor para la luz hasta que al final hallo una manivela en un costado, la bajo y al instante se encendío la luz de una vela electrica que había incrustada en el techo. Se ilumino todo y ahí se mostro que había un conjunto enorme de armas metidas dentro de unas estanterias, habían fusiles, lanzas, granadas y de todo tipo.

-Agarradlo todo chicos, hoy vamos a dejar este arsenal mas vacío que de lo que hemos dejado la sala real -ordeno vociferando Armandius sabiendo bien lo que tenía planeado hacer con todas esas armas.