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TODO EN ORDEN
Kullshak instalo el sistema de comunicacíones en el escondite secreto que habían elegido como para tener un puesto de escucha, el aparato era una enorme mesa con forma de caja registradora llena de valvulas, microprocesadores mecanicos y algúnos altavoces pequeños excepto por una grande, era como un sistema de entretenimiento para niños solo que esto servía para escuchar lo que nadie podía escuchar.
-Creo que ya estara funcíonando en perfecto estado -anuncío Kullshak.
-Bien, ahora con esto por fin podremos utilizarlo para poder detener a Reginald y su complot para poder detener mi imperio, ya es hora de que ese senador de pacotilla acabe besando el suelo de mi despacho -dijo orgulloso mientras apretaba el puño en señal de victoría por haberlo conseguido-. ¿Como funcíona exactamente?
-Vera, primero esta conectado el cable de administracíon que llega hasta el techo donde ahí podríamos colocar un pequeño transmisor de alta frecuencía pero que apenas se note -fue explicando mientras Kaos escuchaba atentamente-, luego de ahí utilizamos todas estas valvulas para poder ir buscando la frecuencía exacta, ya que no es tan identica a la de un radiofonico, esto solamente sirve para conectarse con transmisores que esten situados a una cierta distancía.
-Y tenemos que poner un transmisor en la casa de Reginald -objetó Kaos.
-Exacto, ahora solamente hace falta esperar a que Eathol vaya a su casa y ponga esos microfonos transmisores para que tengamos contacto con él -indico Kullshak dando a entender el ultimo paso a corroborar.
-Por cierto, ¿donde esta ese troll espia? Debería estar aqui escuchando atentamente lo que estamos hacíendo -discutío Kaos al ver que no aparecío el espia.
-Creo que esta en casa de un amigo -opino el bibliotecario.
-¿Que amigos? Eathol no tiene a nadie -recrimino negando ese hecho.
Eathol se encontraba todavía en la casa de Gorkit ya que no tenía ningún lugar donde hospedarse, Gorkit le estaba preparando el desayuno que era un plato de tortilla con jamon curado y unos huevos revueltos, paso la comida por la cacerola cuando entonces aparecío Eathol medio desnudo y somnoliento.
-¿Como te encuentras Eathol? -pregunto extrañado al verle en ese estado.
-Bastante bien, supongo -exclamo y se sento en la mesa.
-¿Que se dice? -lo puso a prueba otra vez para que hablara bien.
-Buenos dias -contesto ordenadamente.
-Eso esta mejor -acepto encantado y entonces le paso el plato con la comida, Eathol asomo la cabeza extrañado al ver lo que tenía delante, jamas lo había visto.
-¿Que es este montón de mugre? -cuestiono sin darse cuenta de lo cruel que sonaba.
-No es un mugre, eso no se dice cuando uno te sirve la comida en casa del hombre que te ha invitado, dilo bien -replico Gorkit hacíendole entender que eso no era para nada algo educado.
-¿Y como se dice? -tampoco tenía idea de eso.
-Bueno..., puede ser algo así como: ¿Que es esto? ¿De que se trata? Algo así como eso pero que se note educadamente -aclaro pensativo al darse cuenta de que a pesar de que sonaba algo educado no había mucha cosa que decir sobre esa peticion.
-Pues entonces, ¿de que se trata esto? -pregunto ahora mucho mas educado.
-Es una tortilla de jamon curado con huevos revueltos -le explíco.
-Ah -comprendío ahora-. ¿Que es el jamon curado?
-Digamos que es algo así como el jamon que se fabrica en las granjas que hay en las campos mas al este de Trollia -indico pensativamente Gorkit.
-Y yo que pensaba que todo se creaba a mano -objetó incredulamente y entonces se puso a comer agarrando bocados de cada uno.
Gorkit continuo mirando a Eathol intentando de saber como era, jamas antes había visto a un ser como ese ser tan patetico pero a la vez tan ordinario en una sola persona, la ultima vez que había tenido alguién así había sido Lynus, pero desde que murío jamas se había dado cuenta de que cada troll tenía lo suyo, en especial su mala leche o su poco consentimiento, nunca había tenido educacíon, no tenía familia ni amigos que confiaran en él, solamente una mala reputacíon que lo precedía a acabar de mala manera como había pasado el otro dia con Bulshes.
-Dime una cosa Eathol, ¿tu recuerdas algo acaso acerca de tener algúna familia? -pregunto interesado en saber ese hecho.
Eathol se quedo indeciso, estaba claro que le pregunto que jamas antes nadie le preguntado, nunca había llegado a pensar en eso desde que había estado todo este tiempo viviendo por su propia cuenta.
-La verdad, es que apenas recuerda tener padre y madre, solamente recuerdo que tenía a alguién que me cuidaba, alguién que me protegio en su momento -confeso.
-¿Un hermano?
-Posiblemente, no se, era lo mas parecido a un heroe para mi, alguién que me enseño que no necesitaba vivir solo, me ofrecío un hogar, comida, y un nombre -indico frustradamente al intentar recordar como era aquella persona.
-¿Entonces no te llamabas Eathol en aquel entonces? -inquirio Gorkit.
-No, yo solamente era una rata de calle viviendo por ahí, pero entonces ese sujeto me acogeío y me dio una identidad, Eathol, y desde entonces he sido todo este tiempo -aclaro dando a entender que se crio huerfano sin saber quien era.
-Vaya, ¿debiste de confiar mucho en él cuando nadie te protegía?
-Si, pero después de eso, nada volvío a ser lo mismo -se acomodo hacía atras.
-¿Que paso? -pregunto interesado.
-Hubo un dia en que él se marcho porque necesitaba comprar mas pan, se marcho, y cuando me di cuenta, jamas regreso, todo un dia entero sin comer, no entendi lo que sucedía, fui a buscarle pero jamas lo encontre, me abandono por completo, así que volví a la casa y me prepare lo que hubiese, y eso de que era muy pequeño.
-¿Pero acaso intentaste de entender porque desaparecío?
-No, pero entonces aquella noche vino el casero, al parecer llevaba mucho tiempo sin cobrar la renta de la casa, yo pensaba que venía a cogerme para hacerme daño, así que le ataque, le mordi y me marche corriendo de ahí para no volver jamas, y así fue como acabe en las calles de vuelta -confeso entristecidamente al acordarse de aquel momento que cambio su vida para siempre.
Gorkit no podía creer que hubiera pasado por eso después de tanto sufrimiento.
-¿Como te hiciste espia después?
-Bueno, resulta que un dia mientras estaba vagabundeando por ahí me tope con un grupo de bandidos que intentaban de robarle a un viejo troll panadero, al verlos ahí conspirando sobre lo que iban a hacer, decidi llamar a un soldado troll que había en un rincon haciendo guardia, le avise y entonces le indique donde estaban, se junto con ellos interrogandoles cuando entonces a uno se le cayo una pistola de su chaqueta, ahí entonces le detuvo junto con sus amigos y se los llevo presos, después de eso aquel guardia al ver que había sido capaz de espiar a aquellos ladrones, me pidio que trabajara como espia troll, cosa que acepte ya que era lo mas facil que había, y desde entonces, no he parado, he seguido así como así -explíco dando la razón de como era que había acabado siendo espia de esa manera.
-Pero tu querías que te respetaran por eso -concluyo Gorkit.
-Así es, queria que todos vieran que podía ser un buen espia, pero a nadie le impor-to, le importan a todos un comino -rechisto de tal manera que acabo golpeando la mesa y Gorkit se asusto al ver aquel comportamiento repentino.
Se le quedo mirando avergonzado y llevandose las manos a la cara.
-Perdoname -le pidio que le disculpara.
-Eathol, cuando uno es espia, tiene que permanecer invisible, si todos se enteran de que eres espia, ¿que crees que va a pensar? -le critico hacíendole entender que por ser espia no lo hacía una persona mucho mas respetable.
-Lo se, pero a estas alturas eso me da igual -opino sinceramente.
De pronto alguién toco el timbre.
-Ire a mirar -aviso y se levanto dejandolo ahí compadeciendose.
Abrío la puerta y se quedo sobresaltado al ver quien resultaba, alguién a quien no creería ver en su vida, el general Gurcy Vallhaderb.
-¿Esta aqui Eathol? -pregunto con tono cortez.
-¿Quien lo pregunta? -inquirio expresamente.
-¿Sabes muy bien porque estoy aqui cadete? -critico contradictoriamente.
-¿Quien es Gorkit? -pregunto Eathol desde el otro lado de la sala.
-Llamale, pero no digas quien soy -pidio obligatoriamente.
Gorkit no sabía que hacer, tenía a ese general desquiciado ahí mismo del que todos conocían muy su reputacíon, pero sabiendo que Eathol estaba ahí era bastante obvio que no se iba a largar, tenía que aceptar su peticion.
-Vas a tener que venir para verlo -aviso hacíendo que viniera apropositamente.
Meneo la cabeza en señal de aprobar su confianza, entonces aparecío Eathol asomandose la puerta y quedandose con una mirada amarga al verle.
-¿Que hace usted aqui? -recrimino seriamente.
-Kaos te exige que vengas al castillo otra vez -contesto.
-¿Y si no quiero? -protesto poniendoselo a prueba.
-Sabes muy bien que no estas en situacíon de oponerte.
-Eathol, vas a tener que aceptarlo te guste o no -opino honestamente Gorkit al ver que ya se estaba metiendo en un lio.
Asintio amargamente y entonces hizo un gesto de puro mosqueo.
-Dame un momento para poder llevarme mis cosas -pidio.
-Que sea rapído -exigio Gurcy mientras ambos se fueron adentro.
Tardaron como cinco minutos en ordenar todo lo que tenían, Eathol se dispuso a irse pero le dio una ultima mirada de autocompasíon a Gorkit por haberlo tratado tan bien durante todo este tiempo.
-Si quieres, puedes quedarte un poco mas -comento.
-Lo se -afirmo compadeciendose y entonces le hizo un gesto como de aceptarlo convencido, le dio un pequeño golpe en el hombro y se marcho-. Adios.
-Adios Eathol el espia -se despidio oprimidamente Gorkit ahora sintiendose solo y sin poder ayudarlo un poco mas cuando estaba yendo por bueno camino.
..
Eathol acabo volviendo al castillo de Kaos donde ahí le insistio acerca de que era lo que había estado hacíendo todo este tiempo, se dispuso a explicarlo pero a Kaos eso le dio igual, entonces Kullshak le explico cual era el procedimiento que tenía que tomar para poder poner los transmisores microfono en la casa de Reginald y así poder escuchar todas las conversacíones, los transmisores eran como pequeñas bolas regalo pero con un antena atada a una maraña de cables y una pequeña lucecita azul que se iluminaba a medida que se sentía que estaba transmitiendo.
Después de eso se preparo formalmente ya que se estaba apunto de meter en el barrio donde viven todos los senadores richachones y victoríanos de todo Trollia, le pusíeron un traje bien redecorado y lo limpiaron para que parecíera una persona mucho mas asertiva y directa con el que mantener una conversacíon adecuada.
Mas tarde aparecío una carroza del cual fue acompañado hasta Tierra Victoria donde se encontraba la casa de Reginald, tenía que atravesar toda la parte oeste de Trollia Central hasta acabar en un pequeño pueblo intercomunicado entre el lado central y el lado oeste, un lugar dificil de vivir para cierta gente con clase. Viajo durante cuarenta y cinco minutos hasta acabar llegando a la mansíon.
La mansíon era una mezcla entre una casa rustica y victoriana, la mas diferente de todas ya que Reginald era el senador mas poderoso de todo Trollia, recorrío la entrada hecha con un camino de bloques de hormigon redecorados en forma de mosaicos hexagonales, se abrío la puerta de entrada donde ahí salío Reginald vestido con una camisa blanca sin mangas y sosteniendo una regadera enorme.
-¿Senador Reginald? -cuestiono asombrado al verle.
Asomo la cabeza quedandose perplejo porque no esperaba ningúna visita.
-¿Usted es...
-Mi nombre es Eathol, seguramente no nos hemos presentado oficialmente, yo soy uno de los enviados del señor Kaos para poder hablar sobre un asunto serio -se presento moderadamente como hacían la mayoría de los adinerados.
-¿Ah si? -cuestiono incredulamente-. ¿Que quiere ahora?
-Simplemente hablar sobre algo de lo que han estado todo este tiempo discutiendo, pero como esta ocupado con algo me ha mandado a mi para poder hablarle -confeso disimuladamente para que no notara el engaño.
-Obviamente tiene que mandar a sus propios lacayos para hacer el trabajo sucio -opino incredulamente mientras dejaba la regadera a un lado.
-¿Como dice? -cuestiono extrañado al oír esa mencíon.
En ese momento aparecío el mayordomo asomandose por la puerta.
-¿Ocurre algo señor? -le pregunto con tono modesto.
-Haz pasar a nuestro invitado por favor Payton -ordeno disimuladamente.
-Claro señor -obedecío.
Le indico una mirada para que pasara y entonces Eathol marchando corriendo hacía el interior de la mansíon, Payton le cogío de la chaqueta doblandola encima de su brazo y luego cerro la puerta.
Eathol se quedo impresionado al ver el interior de la casa, estaba todo bien decorado y con las pinturas blancas lo convertían en un lugar de ensueño, asomo la cabeza y vio el salón con los niños hay jugando, recordo que tenía hijos solo que nunca los vio oficialmente ya que según dicen, los senadores jamas llevan a sus hijos al lado central de Trollia por algúna razón bastante exagerada.
-Hola -les saludo.
-Hola -les devolvíeron el saludo, ambos estaban ocupados hacíendo un puzzle.
Se les acerco y observo la clase de puzzle que estaban armando, apenas se notaba el dibujo central pero según podía por los cañones y ese contorno de color cobre parecía una maquina de calor arkeyan.
-¿Que es eso? -señalo el puzzle.
-Es un robot arkeyan -confeso el niño.
Lo que sospechaba desde el principio, excepto por lo de maquina de calor.
-¿Cuanto os falta para terminarlo? -pregunto interesado.
-¿Tu quien eres? -le pregunto la niña.
Se puso a explicarselo cuando una susurrante voz le interrumpío. Se giro sorprendido y observo a Reginald con la ropa formal bien puesta.
-Veo que ya conoces a mis hijos -dijo amargamente.
-Ah si, son bastante interesados -opino expresamente.
-Ya veo, Virgil, Romina, podrías ir arriba, ahora tengo que hablar con Eathol un momento, después terminareís de jugar con el juego -pidio obligatoriamente.
-Bueno -dijo vacilante Virgil y entonces se marcho dejando las piezas ahí a un lado.
-Adios Eathol -se despidieron del invitado sin apenas conocerle.
-Adios Virgil y Romina -les devolvío el saludo.
Payton el mayordomo se los llevo hacía arriba pasando por las escaleras y entonces Reginald se dirigio hacía el supuesto invitado espia que se encontraba ahí delante esperando una respuesta.
-Tome asiento -le pidio aunque sonaba a una orden.
Se sento en el asiento que mas tenía delante que era el de la izquierda, era bastante comodo ya que tenía dentro gomaespuma, jamas se había sentado en uno de esos, luego Reginald se sento en el asiento del otro lado.
-¿A que ha venido? -pregunto con tono amargo.
-He venido porque Kaos esta desesperado por querer saber cual es su opinion al respecto sobre la marcha del ejercito y todo este plan -aclaro.
-¿Mi opinion? -suspiro incredulamente al no creerselo-, mirese Eathol, ¿porque cree que ha venido aqui exactamente?
Fruncío el ceño al ver la ironia en aquella pregunta.
-No se, tal vez a remediar el asunto -comento disimuladamente.
-Dios mio, usted es mas pobre de lo que parece -exclamo resentido.
Eathol empezo a sentirse un poco ofendido por eso, volteo la cabeza y observo la foto en un retrato de él con su familia, la cogío desprevenidamente.
-¿Es esta su mujer? -objetó sarcasticamente.
-No toque eso -recrimino al ver lo que hacía.
-Es muy guapa -opino sin hacerle caso aproposito.
-Dejelo donde estaba, ahora mismo -ordeno al ver que no hacía caso.
-¿Porque?
-Porque no me gustan que los invitados toquen mis cosas sin haberse lavado las manos antes -aclaro inexorablemente, estaba poniendose nervioso con eso.
-Muy bien -acepto encantado a pesar de lo que dijo y lo dejo donde estaba.
Sin darse cuenta ya había puesto uno de los microfonos detras del retrato.
..
De pronto una de las luces externas que había sobre uno de los bordes rectos de la maquina se encendío empezando a titilar constantemente.
-Tenemos uno -anuncío Kullshak.
-Bien, ahora solamente hace falta que los ponga todos -dijo orgulloso Kaos.
-¿Cuantos hay que poner? -pregunto Noodles que se encontraba mirando al lado.
-Como unos cinco por lo menos, por cada habitacíon que vaya recorriendo todo el dia al menos tendremos algo por lo que escuchar -indico.
Se lo retomaron aceptandolo o pensando que podrían hacerlo mejor.
Mientras, Payton el mayordomo aparecío trayendo consigo una bandeja con copas encima y una botella de vino bien grande.
-¿Ha aprobado algúna vez el Chutel Squilatsh señor Eathol el espia? -le pregunto mostrando una mirada de darle la indirecta.
-¿Y usted ha sabido tener una buena conversacíon Reginald el senador? -le siguio la corriente con el mismo juego indirecto que estaba creando.
Se aguanto las ganas de quitarle el vino pero no podía evitarlo, tenía que parecer una buena persona ahora que estaba en su casa y con los niños rondando por ahí. Payton les sirvio las copas, Reginald le agradecío y entonces le sirvio la bebida a ambos.
-¿Sabe cuanto tiempo lleva rondando esta idea? -inquirio Reginald.
-¿Cuanto? -pregunto con tono firme.
-Un año, diez meses, trece semanas, dos dias, y trescientos noventa y seis minutos a partir de ahora -declaro amargamente.
-Vaya, no sabía que duraba tanto -exclamo y se bebío la copa de vino.
Espero a que se terminara la copa y entonces golpeo el apoyabrazos del sillon del cual hizo sorprender de mala manera a Eathol hacíendo que casi se le cayera el con-tenido de la copa que tenía en la mano.
-Dejese de tonterías, ¿a que ha venido aqui en realidad? -pregunto protestando debido a que ya se había cansado de esta conversacíon sin sentido.
Ahí entonces Eathol tenía que pensar en algo para que pareciera realista.
-Kaos quiere la aprobacíon maxima para que se ejecute su plan sin problemas, pero no puedo hacerle si usted no mete ningún tipo de acuerdo en el asunto o acabaremos perdiendo el tema y eso es algo que no le gustara a la gente.
-Hum -carraspeo ahora entendiendo a que se debía su visita-. Ya veo.
-¿Lo entiende? -le critico.
-Si, la verdad es que lo entiendo, pero lo que no entiendo, es porque tiene que ver usted para poder decirme esto cuando se podría haber solucionado con otra de esas inmediacíones que se hacen siempre -explíco relativamente hablando sobre el asunto.
-¿Inmediacíones? ¿Y eso que es? -le resulto rara esa palabra.
-Pues pactar el acuerdo con un juez que implique que esto se trate como un acuerdo mutuo, este tipo de cosas no se hacen a la ligera, se tienen que hacer con todo un trata-do civil ya que eso implica una total responsabilidad de lo que vaya a suceder en to-dos los planes que se apliquen -aclaro dando a entender que esto podría zanjarse con un acuerdo pero aplicado por medio un juez.
-¿Existe alguién de ese tipo? -pregunto por curiosidad.
-Oh si, lo hay, pero, este tipo de gente esta muy lejos, y para eso hay que mandar ciertos mensajes, y a esos tipos no les gustan los mensajes del cual les resulta que tienen que tratar con hombres que no pactan muchos acuerdos -declaro.
-¿Quienes se creen que son ellos?
-Al parecer se creen que son la autoridad maxima, sin ello, nosotros estaríamos hacíendo lo que nos da la gana y nadie se hace responsable por lo que haya sucedido -indico amargamente al hacerse esa idea.
-¿Cree que puede enviar un mensaje para pactar este acuerdo? -pidio.
-Puedo, pero no lo hare ahora, no hasta que sepa quien eres en realidad -indico.
-¿Que quiere decir? -empezo a sospechar de lo que iba diciendo.
-No lo ve claro esto señor Eathol, apenas le he visto, usted no trabaja como guardia, usted trabaja como otra cosa, pero no se muy bien que es, ¿quien es el hombre que se oculta tras esos trajes de seda que intenta parecer alguién considerado? -critico poniendola a prueba al saber bien que algo no cuadraba con él.
-Si se lo dijera, entonces Kaos me mataría -objetó seriamente.
-Pues eso no sería un problema para mi, y para mis amigos senadores -dijo con un tono persuasivo como de querer entender que le importaba un comino lo que pasara.
Se quedaron mirandose de una forma inquisitiva al saber que ahora estaban metidos en una conversacíon menos amable y considerada que antes, esto ya no era sobre tra-tar un asunto pendiente, esto era contraatacarse el uno con el otro.
-Caríño, ¿estas ahí? -se oyo una voz conocida.
En ese momento aparecío la mujer de Reginald, llevaba puesto un vestido rosa fucsia y el cabello arreglado por detras y se estaba poniendo unos pendientes, Eathol se quedo impresionado con aquella mujer, era preciosa, como ningúna troll que haya visto en su vida, lastima que estuviera casada con él.
-Ah, disculpame mi vida, es que tengo aqui a un invitado, Eathol, le presento a mi mujer Kara, Kara te presento a Eathol -presento oficialmente.
-Hola -saludo Kara estrechandole la mano a Eathol.
-Encantada señora de Reginald -le saludo con un tono firme y reñido mientras le besaba los nudillos como un acto cortez.
Ella se lo agradecío poniendo una sonrisa de orgullo, Reginald se mosqueo.
-¿De que estabaís hablando? -pregunto por curiosidad.
-Ah, pues... -se puso a pensar en como decirselo de forma que no sonase horrible.
-De ciertos asuntos pendientes que tenemos con Kaos, al parecer nuestro plan de conquista esta en marcha y Kaos quiere saber cuando le dara el privilegio de poder mandar a sus tropas a la batalla -confirmo disimuladamente.
Se le quedo echando el ojo en cara.
-Vaya, pues espero de que esto termine pronto, porque lo uníco que escucho en todo el dia es que estamos desesperados por querer como unos cuantos mabus acaben muertos para poder conquistarlos -comento de una forma que no sonaba muy bien.
Aquello los sobresalto de lo estrafario que sonaba según la forma en que lo decía.
-¿Vais a terminar pronto porque he oido que los niños estan aburridos de estar ahí esperando para volver a terminar con el puzzle? -objetó honestamente.
-No te preocupes, ya terminamos -aviso coherentemente.
-Por cierto señora, tiene usted unos hijos preciosos -opino Eathol con la total sinceridad aunque se notaba que lo hacía aproposito.
-No me diga -exclamo empezando a riendose de una forma compulsiva.
Reginald ya no podía soportarlo mas, sentía que estaba coqueteando con su mujer delante de él, no sabía si lo hacía con descaro para llevarle la contra o simplemente era lo bastante tonto como para no darse cuenta de lo que hacía.
-Creo que tendre que salir un momento a buscar una cosa -dijo.
-De acuerdo -se le acerco dandole un beso de despedida-, pero no tardes mucho.
-Eso hare. Adios Eathol -se despidio pasando de largo.
-Adios Kara -se despidio hacíendo un gesto que sonaba demasíado amable.
En cuanto se marcho saliendo por la puerta, Reginald aprovecho para dar otro golpe de esos que hacían sobresaltar a cualquiera.
-¿Que pasa ahora? -cuestiono sin saber a que venía eso.
Entonces Reginald intento de recriminarselo pero no tenía palabras para describirlo ya que parecía que no se estaba dando cuenta de lo que había hecho con ella.
-¿Como? -cuestiono al ver el raro comportamiento que tenía.
-¿Tiene idea de lo que ha hecho con mi mujer? -pregunto con tono caprichoso.
-Si, he conversado con ella como haría cualquier caballero -decreto justificandolo.
-Usted no se ha comportado como un caballero, se ha comportado como cualquier jovencillo enamorado de la primera chica que ve a primera vista, y eso es algo que yo no pienso tolerar -dictamino seriamente dejandole claro lo que pasaba en realidad.
-¿Y que va a hacer entonces? Castigarme, hacerme pasar por todo por nada, pasar de largo según todo lo que le he dicho y avisado -critico tomando todas las opcíones.
-No, no puedo porque ya esta hecho y seguramente Kaos me mandara a la guerra, pero si puedo evitar que siga acercandose a mi mujer -acordo decididamente.
-¿Y como piensa hacerlo exactamente? -siguio hacíendose el tonto aproposito.
Se quedo con una mirada que no decía nada bueno.
-Esta bien, me alejare de ella por el bien de usted -acepto sin rechistar.
-Bien -se alegro amargamente.
Se escucharon unos pasos que venía de arriba y ahí entonces aparecíeron los niños junto con Payton el mayordomo observando lo que pasaba.
-Papa, ¿que sucede? -pregunto la hija con tono inocente.
-Nada caríño, ¿que ocurre es por lo del puzzle? -pregunto Reginald levantandose y dirigiendose hacía los niños con preocupacíon.
Ahí en ese momento Eathol recordo lo que tenía que hacer, se levanto rapídamente y puso otro microfono mas que tenía detras de otro marco de cuadro que había sobre la chimenea, lo coloco ahí y entonces se conecto.
-No os preocupeís, que en cuanto termine con él, podeís volver aqui abajo -aviso sinceramente y entonces se dirigio hacía Eathol que estaba delante suyo.
-¿Puedo usar el baño? -pregunto sin mas dilacíon.
Reginald se quedo pensado detenidamente y entonces dijo:
-Arriba de todo, Payton le ayudara -indico.
-¿Le acompaño señor? -pregunto el mayordomo.
-No, me las apañare solo -se conformo.
-¿De verdad? -cuestiono intrigado.
-Así es, no es la primera vez que estoy en una casa como esta y no se donde esta el baño, ¿no le importara verdad? -objetó sinceramente.
-No, para nada -acepto sin rechistar.
Afirmo meneando la cabeza y entonces subío saludando a los niños ya que los tenía al lado, siguio subiendo mientras Reginald ponía una mirada de desconfianza.
Llego al piso de arriba y se puso a buscar todas las habitacíones que hubiesen disponibles para poner los microfonos, miro en cada uno y encontro la habitacíon matrimonial de la pareja, se puso a buscar el lugar adecuado donde poner el microfono pero no había mucha cosa, entonces encontro un pequeño busto de un senador troll, lo agarro vaciandolo por dentro y puso el microfono que sobresalía por la ranura del ojo, lo volvío a coger pero dandole una vuelta para que no se notase la luz titilante.
Luego fue a buscar otra habitacíon, encontro la habitacíon de los niños donde parecía estar un poco desordenado, había la maqueta de un tren a motor que ocupaba el centro de la habitacíon, intento de no pisarlo por si acaso, se puso a buscar algún lugar donde poder colocar el microfono y eligio uno de los peluches de los niños, pero entonces penso que a lo mejor lo cogerían y saldría volando, penso en otra cosa, entonces se fijo en uno de los aviones de papel que habían colgando del techo al lado de la lampara. Agarro el butacon que había al lado del escritorio y entonces se subío intentando de meterlo dentro como para que no se saliera de ningúna forma, lo pudo meter aunque no vio como.
-Ahí esta -dijo orgulloso y se froto las manos pero por accidente aquello hizo que se hiciera atras y acabase cayendo encima de la cama, provoco un fuerte estruendo que se oyo por debajo, miro de reojo y observo que no paso nada, los aviones de papel estaban girando y no veía que se hubieran movido de ningúna forma.
Entonces se levanto y se dispuso a largarse antes de que alguién notara su temblor, siguio adelante cuando entonces piso una de las maquetas de los trenes por accidente.
-Oh venga ya -protesto al ver que justo hizo lo que no tenía que hacer.
Miro el destrozo y tampoco estaba tan mal, se le ocurrío lo uníco mas sensato, agarro las piezas y las puso debajo de la cama, así con eso todos pensarían que fue uno de los niños que se paso de la raya.
Salío cerrando la puerta cuando se encontro con alguién que lo sobresalto.
-¿Desea algo señor? -pregunto Payton aparecíendo sin previo aviso.
-No nada, simplemente estaba buscando el baño, ¿es ahí no? -señalo a la derecha.
-Si señor -confirmo el mayordomo.
Marcho metiendose en el baño que era lo uníco que le quedaba, no le echo ojo encima al mayordomo que parecía muy siniestro. Se metío dentro y entonces puso el microfono que quedaba dentro de un pequeño hueco que sobresalía de la estantería, con eso ya tenía suficiente, su trabajo había terminado.
Bajo volviendose con Reginald donde ahí zanjaron el acuerdo de llamar a un juez para dictaminar el tratado y entonces solamente sería cuestíon de suerte que mandaran a todas las tropas al lugar acordado y comenzaría la operacíon de siempre.
-Ha estado bien esto de poder conversar con usted senador Reginald -agradecío moderadamente Eathol.
-Lo mismo digo -exclamo amargamente, quería llevarle la contraría pero no podía.
-¿Volvera señor Eathol? -pregunto Romina.
-Algún dia mientras vuestro padre no se porte borde conmigo -opino ironicamente.
Aquello alarmo a Reginald al ver lo que le decía a sus hijos.
-Hasta ahora solamente os prometo de que las cosas empezaran a salir bien, pronto la guerra vendra y entonces tendremos nuestro ansiado mundo -decreto sinceramente.
-¿Tendremos el respeto que nos merecemos los trolls? -pregunto Virgil.
-Así es, siempre y cuando unos cuantos soldados hagan el trabajo por nosotros, adios pequeños de Reginald -se despidio marchando de vuelta a la carroza.
-Adios señor Eathol -se despidieron ambos alzando las manos con entusiasmo.
-Adios Eathol el espia -recrimino y entonces se metío dentro de la casa de vuelta.
Reginald se puso delante de la ventana para ver como se largaba, en toda la conversacíon, no había un solo momento que lo despreciara por completo.
-¿Hacemos algo señor? -pregunto Payton.
-Por ahora nada, pero después quiero asegurarme de que no se las ve con mi mujer, ese Eathol me da nauseas, ha ido yendose de un lado para otro en mi propia casa -comento amargamente debido al asco que sentía sobre ese sujeto.
-¿Quiere que registre todas las habitacíones señor? -propuso expresamente.
-No, seguramente solamente se habra puesto a chusmear por ahí, mientras ahora no empiece a exigirme un aumento de sueldo del que Kaos no le da, entonces ya nos las veremos juntos -dictamino prometiendose que la proxima vez que se encontrase con él para dar este tipo de conversacíon de vuelta, se enteraría de lo que era bueno.
Eathol se metío en la carroza y entonces dijo:
-Uff -suspiro aliviado de ver que no le cogíeron.
