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LA JARRA ROJA
Kaos se encontraba aún en la morgue inspeccíonando el cuerpo del asesino, hasta ahora el medico no había hallado nada que indicase quien era, le quito toda la ropa y la puso en un solo lugar donde poder almacenarlo mas tarde, estaba intrigado por intentar de descubrir de quien se trataba, quería cualquier prueba ademas de las que ya sabía, venía del oeste, contratado en la Jarra Roja, ¿pero quien lo había contratado ese era el misterio que tenía que resolver?
El forense era un troll viejo al que ya conocía desde hace bastante tiempo, era muy bueno hacíendo autopsias, nunca se le escapaba nada, una vez le había visto hacíendo una autopsia a un troll enorme y obeso que había muerto a causa de un paro cardiaco debido a lo gordo que estaba, si no hubiese sido por eso todos habrían que en realidad aquel hombre habría muerto a causa de que se hincho, lo tipico, pero al menos aquel hombre era capaz de resolver cualquier duda que hubiera sobre un cuerpo en particular, ya le había hecho la autopsia al cuerpo del asesino, le quito toda la ropa y la puso en otro lugar donde poder almacenarla mas tarde.
-¿Ha hallado algo ya doctor? -pregunto insistentemente.
-Por ahora no, pareciera que este asesino se aseguro muy bien de que si lo matasen no encontrarían nada que indicase quien le había contratado para matarlo a usted -opino determinando los hechos en los que se encontraba el cuerpo.
-No, se equivoca -recalco Kaos al oír eso.
-¿Como dice? -cuestiono al no entender a que se refería.
-No, fue para matarme a mi, fue para matar a mi general Vallhaderb, alguién quería quitarle de encima por algúna razón, y quiero saber porque -acoto justificando el autentico proposito de aquel asesino.
Se quedo tenso al no poder hacerse a la idea de porque, Gurcy apenas había hecho daño a alguién, y casi todos a los que siempre atacaban acababan muertos, era imposible que alguién le guardase rencor ya que todos siempre veían de lo que era capaz y con eso les daba una idea de donde era mejor no meterse.
-Mi señor Kaos, creo que debería ver esto -aviso el forense.
-¿Que sucede? -pregunto euforico asumiendo que tenía algo interesante.
-Mire lo que tiene aqui dentro -le señalo en la oreja izquierda.
Kaos se junto observando lo que le quería mostrar, era algo de dentro pero apenas notaba de que se trataba, el forense le paso una lupa y entonces observo mas detenidamente, había como un pequeño grano amarillo hinchado en el interior.
-¿Que es eso? -cuestiono intrigado ya que ademas de resultarle asqueroso lo que estaba viendo le resultaba bastante hinospito encontrarse algo así.
-No sabría decirle exactamente señor Kaos, pero lo que veo aqui parece como un efecto secundario provocado por algún tipo de fluido que ingirio -dedujo el forense hacíendose una idea con tan solo verlo ahí cerca.
-¿Que tipo de fluido? -se dirigio firmemente hacía él.
-No lo se, pero si se muy bien que este joven asesino acabo ingiriendo algo que le provoco ciertos efectos secundarios alrededor de todo el cuerpo, y no es solamente aqui en el interior de la oreja -añadio y entonces le giro mostrandole que por detras del hombro derecho había todo un sarpullido de pequeños granos del mismo tipo, uno de ellos era mucho mas grande que los demas, ese estaba completamente hinchado.
-Santo dios, ¿que clase de cosa puede producir esto? -se quedo sorprendido ya que nunca antes había visto una reaccíon así en un troll.
-Y no es solo los sarpullidos, también es esto -lo puso de vuelta de cabeza y entonces fue apretando los musculos de su brazo, estaban fuertes y bien duros.
-¿Que sucede con eso?
-Este hombre tiene una delgadura de 1,65 gramos, mientras que los brazos son demasíado enormes y musculos para alguién de su estatura, este sujeto ha ingerido algo que le ha dado una fuerza anormal en las extremidades -confeso dando a entender que todo lo que tenía aquel asesino era fuera de lo habitual.
-¿Y que quiere decir con todo esto?
-Estaba enfermo, gravemente enfermo, lo que sea que haya ingerido lo hizo a la mañana y luego tuvo como 24 horas para que el efecto le arruinase el cuerpo hasta causarle la muerte, claro que en este caso murío a base de mordidas de chompies.
Ahora Kaos no sabía que pensar de todo esto, eso significaba que alguién había preparado al asesino para que fuese lo mas letal posible pero aquello que le dieron era tan letal que podría haberlo matado en cuanto hubiese hecho su objetivo, ahí de pronto se percato de algo que no se dio cuenta, esto ya lo conocía.
-¿Se le ocurre que podría haber ingerido? -pregunto el forense teniendo curiosidad por determinar cual era el fluido que le provoco ese efecto.
-Si, se muy bien que le provoco -dijo teniendo sus sospechas de que alguién había cometido la misma estrategia que ya había usado antes cuando hizo lo del ataque al refugio, ¿pero quien podría quitarle la idea? ¿Quien sabía eso?
Justo en ese momento Kullshak se metío en la morgue sin avisar.
-Señor Kaos -aviso y se quedo estupefacto al ver el cuerpo desnudo del cadaver que tenía delante, el forense se quedo indeciso al verle tan inesperadamente.
-Kullshak, ¿que estas hacíendo aqui? -le cuestiono indirectamente.
-Ha sucedido algo, es urgente.
Por la forma en que lo decía sonaba como si fuese una de esas de las que no se podía perder en ningún momento, miro al forense teniendo aquella mirada fruncída ya que se había quedado con la intriga de querer saber que pasaba con el cadaver.
-Si encuentra algo de vital importancía, guardelo en un buen lugar y luego avisemelo, ¿de acuerdo? -acordo estrictamente para mantenerlo seguro.
-De acuerdo, señor Kaos -confirmo obedeciendo su peticion.
-Bien -confirmo poniendo un tono entre gemidos.
Se marcho con Kullshak y entonces ambos salíeron poniendose a una distancía segura para alejarse de la morgue, se colocaron en medio del pasillo.
-Espero que tengas algo Kullshak, porque ahora mismo acabo de descubrir una cosa importante -insistio queriendo que le contase que había pasado.
-Las tropas han llegado a su destino -confeso euforicamente.
-¿De verdad? -pregunto asombrado al descubrirlo.
-Así es, hace unos minutos Lomis me ha notificado que han llegado de forma segura se preguntaba por usted, por si estaba bien y todo eso -corroboro plenamente.
-No importa, la proxima vez que le llames dile que todo esta bien, que todo va según lo acordado, que siga así sin problemas -acoto cordialmente, no le importaba para nada que le hubiese llamado, solamente que hubiesen llegado de forma segura.
-También le dije lo que había pasado aqui en el castillo -añadio.
Ahí desperto una señal de mal rollo en su cabeza.
-¿Que le has dicho? -cuestiono entreabriendo la boca.
-Le explique que un asesino casi había intentado de matar a Gurcy pero que se había salvado -confeso demostrando que le dijo algo que no debía.
-¡No! -se alarmo por completo al oír eso.
-¿Que sucede?
-¿Porque le has dicho eso? Ahora sabe lo que esta pasando aqui -le reprocho enfurismado con él viendo que se paso completamente de la raya.
-Pero no importa señor, mandamos a ese hombre para poder mantenerlo vigilado, no hara nada a menos que nuestro hombre infiltrado haga su trabajo con seguridad -aclaro hacíendole acordar que ya habían pensado eso.
-¿Lo hicimos? -cuestiono extrañado ante esa sugerencía.
-Claro, lo hicimos, mandamos al teniente Handaz porque tenía una autoestima bastante poco disciplinada, usted mismo lo decidio -se lo corroboro.
Se puso a pensar en eso y tenía razón, lo había hecho tomandoselo como una decisíon que la tomo en el ultimo momento como una idea.
-Cierto -se convencío de ello aunque se sentía avergonzado por ver que estaba tan pendiente de lo otro que apenas se acordaba de las pequeñas cosas que hace.
-¿Pasa algo señor Kaos?
-Es del cadaver, alguién ha estado inyectandole a ese asesino el mismo fluido que les pusimos a los soldados que marcharon a atacar el refugio donde se encontraba Eon -le aclaro sintiendose desanimado al descubrir eso.
-¿En serio? ¿Pero como ha pasado eso?
-No lo se, pero esta bastante claro que quien contrato a ese asesino no solamente le acordo que matase a Gurcy, sino que encima quería asegurarse de que no volviese a su lugar para que nadie le pillase -indico considerablemente.
-Pero al final el Mago Chompy hizo él trabajo por nosotros -objetó viendo que el trabajo del que contrato al asesino se le estropeo con esto.
-Si -reafirmo dandose cuenta de que todo esto estaba siendo planeado por alguién verdaderamente inteligente y con la capacidad suficiente como para hacer que un troll cometiese una mision suicida sin que se diese cuenta.
-¿Que podemos ahora? -pregunto asumiendo que tenía algún plan para poder encontrar al responsable de todo esto.
Sabía que el asesino venía del oeste de Trollia, contratado en la Jarra Roja, el lugar donde se reunen todos los bichos raros de Trollia, solamente hay alguién pudo contratar sus servicios, entonces ahí lo tuvo.
-Tengo que irme a la Jarra Roja -declaro sin previo aviso.
-¿Como dice? -no le escucho.
-Piensa en esto, el responsable de este acto quería permanecer al margen, pero existe la remota posibilidad de que alguién en la Jarra Roja haya podido darse cuenta de quien era, tiene que haber alguién de utilidad ahí en ese bar -concluyo teniendo una hipotesis bastante considerable para saber por donde empezar.
-¿Pero de veras quiere salir del castillo y marcharse directamente a una de las zonas mas chungas de toda Trollia? -critico asumiendo que estaba dispuesto a meterse en uno de los lugares con los que la gente le tenía mas miedo de meterse.
-Voy a salir, pero ire de cognito, no pienso dejar que me descubran tan facilmente, Kullshak, te dejo al mando de todo, estare fuera dentro de unas horas -acordo dejandole su puesto sin que este pudiese decir algo al respecto.
-Pero señor -intento de insistirle que lo retomase pero no hizo ni caso, se marcho dejandole ahí y que se ocupase de todo su trabajo por el momento.
Golpeteo sus brazos contra sus caderas en señal de fastidio.
-De esto no puede salir nada bueno -opino sinceramente.
..
Se marcho del castillo sabiendo que podía confiar en Kullshak para hiciese un buen trabajo mientras él estaba fuera, pidio un carruaje manejado por dos escarabajos fucsia y se dirigio hacía el lado oeste de Trollia, uno de los lugares mas turbulentos de toda la isla, uno de muchos en los que él no tenía poder ni gobierno como para que hiciese lo que quisiese ahí y con todos sus habitantes, estuvo como una hora atravesando todo un valle espeso hasta llegar a la frontera que separaba el lado central de Trollia con el lado oeste. Cruzaron el puente y de ahí acabaron llegando al pueblo de Trollverde, era un lugar pantanoso repleto de grandes casas de rocas pero formadas de una manera muy rara, nunca antes lo había visitado y ahora que lo visitaba era como si estuviese de vuelta en la Tierra de Terrayente, un lugar humedo y oscuro como solía, podía ver al fondo que habían todo tipo de trolls borrachos o compradores que iban vendiendo gangas que seguramente eran falsas pero aún así las vendían porque era lo que mejor sabían hacer en un lugar tan corrompido como este.
Pasaron todo recto hasta llegar a un descampado donde se encontraba un puesto de venta de escarabajos y demas bichos para vender, el carruaje se detuvo, Kaos asomo la cabeza observando que tenía delante la Jarra Roja, tenía un logo de jarra de cerveza con espuma colgandole por la punta de color rojo, ahí mismo era.
-Si alguién pregunta diles que ha venido de parte un monje extranjero que ha venido buscando a un paciente -acordo Kaos teniendo la tapadera perfecta para ocultarlo por si alguién sospechaba de quien se trataba.
-De acuerdo señor -obedecío cordialmente.
-Yo no he estado aqui -añadio y se puso la tunica con capucha que le tapaba la mayor parte de la cara, con eso hacía parecer un autentico monje que caminaba con una pierna coja, salío del carruaje y empezo a caminar siguiendo su papel.
Fue andando lentamente mientras iba con la cabeza agachada ya que no podía dejar que cualquiera notase que se trataba de un humano en vez de un troll como el resto de todos ellos, no era muy habitual ver a alguién que no era de la misma especie venir vestido como un monje y asumir ser uno porque eso para algúnos resultaba una autentica ofensa, un monje era sagrado y que resultaba imposible de tocar, pero él se estaba arriesgando demasíado con ese papel.
Se metío en la Jarra Roja y en cuanto abrío la puerta se oyo salir un sonido de musica acustica, la tipica musica que se escucha en los tipicos bares donde se reunían todo tipo de gente poco de fiar y que solamente apreciaban los tratos justos. El bar era un enorme establecimiento repleto de trolls con aspectos bastante ordinarios, había algúnos que iban vestidos con armaduras de caballero pero repleto de puntas alrededor de todo el metal que les protegían, unos tenían los ojos blancos, otros con sombrero de vaquero, en un costado se encontraban los musicos que iban tocando la musica, eran tres, uno con una trompeta, el segundo con un trombon, y el tercero con un arpa dandole una acustica moderna a la situacíon en el bar, de pura tranquilidad.
Había una docena de mesas rodeando todo el salón, la mayoría de todos los trolls la estaban ocupando para comer y beber mientras que otros la estaban usando para jugar a las cartas, nunca había un solo lugar en el que nadie estuviese jugando como de costumbre, los miraba a todos y sentía como si fuese un cualquiera metido en un lugar donde solamente reinaban los bandidos violentos que verdaderamente le hacían cosas malas a las personas.
Miro por todos lados intentando de buscar a cualquiera que le pudiese dar a algo de informacíon sobre quien había enviado al asesino del castillo, todos los que veía le repugnaban por el aspecto que tenían, excepto el barman que estaba atendiendo a todos los clientes que se postraban delante de la barra, intento de probar de hablar con él viendo que al menos los barmans siempre tenían algo que decir al respecto.
Se puso en medio de la barra llamando la atencíon de un troll que estaba tomando tranquilamente, se percato de su presencía y se quedo con una rara mirada de expectacíon al ver que estaba metido un monje en un lugar donde no debía.
-¿Tu que miras? -le reprocho sin dirigirle la mirada para que no le viese.
Solto un lascivo gemido inintendible y se marcho como sintiendose ofendido por lo que le dijo, marcho a sentarse a otra mesa donde estaba mucho mejor.
-Idiota -exclamo riendose al ver que consiguio quitarselo de encima, justo entonces el barman se le puso delante mientras se lavaba las manos con un trapo mojado.
-¿Que le sirvo? -pregunto dejando el trapo mojado a un lado de debajo de la mesa.
-Dame el mejor bourbon que tengas -pidio.
-¿Como dice? -cuestiono sorprendido al oír esa sugerencía.
-¿Que pasa con eso? -critico asumiendo que ya no había pasado mas de cinco minu-tos que había entrado aqui y tenía un problema con algo.
-¿No es un usted un monje?
-Si, ¿y que pasa con eso?
-Supuestamente los monjes no pueden tomar nada alcoholico, es un voto que se hacen cuando se convierten en monjes -opino queriendo corroborar esa suposicion.
Kaos se quedo indeciso al reconcoer que tenía razón, lo había olvidado por completo, los monjes no podían tomar nada de alcohol y tampoco tener hijos, era una de las reglas estrictas que todo el mundo conocido de sobra, y él encima estaba soltando eso como para evitar cualquiera sospecha de que era un falso monje.
-Olvidalo, dame un agua con gas -discrepo cambiando de propuesta.
-De acuerdo -confirmo indeciso ya que le resultaba bastante raro que hubiese pedido eso antes, se enderezo bajando de la barra y entonces saco una botella de agua con gas, saco un abridor del mismo lugar y arranco la tapa de un tiron.
Kaos le miro fijamente intentando de mantener la compostur delante de él ya que no podía dejar que le descubriese tan facilmente, tenía que parecer lo que era ahora que ya había cometido el error de descubrirse facilmente, el hombre agarro una copa enorme como de dos litros y le sirvio parte del agua con gas.
-Gracias -agradecío con tono cordial y sin parecer alguién muy amargo.
Se tomo parte del agua mientras el barman lo miraba escepticamente. Al otro lado el troll que antes se había ido de la barra lo estaba mirando, no entendía porque pero sentía que había algo con ese ser que le estaba llamando la atencíon, no parecía un autentico monje troll para nada, de ser así tendría que ser un poco mas y con la espalda encorvada hacía atras, en cambio la tenía recta, este era un impostor que venía disfrazado de monje seguramente para buscar informacíon.
-Digame, ¿sabe usted algo sobre algún individuo al que haya pagado a uno de todos los que hay aqui para hacer cierto trabajo privado? -le pregunto poniendo un tono pa-sivo y tranquilo para que el barman se confiase al verle.
-No se de que esta hablando -discrepo rotundamente.
Fruncío el ojo izquierdo viendo que lo estaba escondiendo.
-Venga, seame franco, se muy bien lo que se hace aqui -insistio mostrandose apacible con él ya que era obvio que se lo iba a ocultar de cualquier manera.
Le dio una mirada indirecta y entonces se puso a mirar a cada uno de los presentes intentando de hallar a cualquiera que pudiese estar escuchando secretamente. El troll de antes se levanto viendo que algo pasaba entre esos dos y no le gustaba.
-Usted no es monje.
-Como iba a poder serlo yo -alzo su cara mostrando quien era, solto una risa perversa al ver que ni siquiera se había dado cuenta de quien se trataba.
Se sorprendío tanto que quedo atemorizado y se le quedo con una mirada con los ojos levantados y con una boca abierta formando una U con la ayuda de sus labios.
-¿Que hace usted a...
Le rechisto silenciandole con el dedo, aquello pudo entenderlo.
-Uno de los individuos a los que se contratan aqui quedaron metidos en mi castillo, este quiso matar a uno de mis subordinados, ¿quien fue el que le contrato?
Aquello hizo que el barman se lo retomase dejandole una sola opcíon.
-Venga conmigo, hay algo que tengo que enseñarle -pidio con tono urgente y entonces se salío de la barra hacíendo que Kaos le siguiese asumiendo que fuese adonde le iba a meter iba a tener la respuesta sobre lo ocurrido con aquel asesino.
El troll los vio a los dos marcharse y no pudo evitar pensar que estaba buscando a alguién en especial, tuvo una idea para intentar de razonar con él.
Dio la vuelta al local y acabaron en un pasillo estrecho donde mas adelante se encontraba una puerta de madera en forma ovalada con un aro de bordes metalizados con los clavos enganchados en cada extremo, había un guardia goliath custodiando la puerta, no iba armado pero se notaba que solamente necesitaba sus puños para poder defender la entrada que daba al otro lado. Se puso delante del guardia y este se levanto la manga derecha enseñando un tatuaje de la jarra roja que había debajo suyo.
El goliath alzo su brazo derecho enseñando que él también tenía un tatuaje debajo, era como un codigo de identificacíon que se hacían mutuamente, lo bajo y dio un par de golpes a la puerta como para llamar la atencíon del otro lado.
-¿Que es esto? -pregunto insistentemente ya que parecía mas bien que lo estaba llevando directamente a la guarida secreta de alguién.
Le rechisto siendo él el que le silencio ahora.
La puerta se abrío desde dentro mostrando a otro guardia goliath, se hizo a un lado mostrando que mas adelante se encontraba una habitacíon pequeña sin ventanas, en el centro había un troll anciano con pelos blancos a los costados, iba vestido de etiqueta solo que este parecía estar ciego, se le notaba con tan solo fijarse en aquellos ojos de catarata, alzo la mirada aunque no pudiese mirar lo que tenía delante, estaba sentado en una silla junto con una mesa delante suyo.
-Pase -permitio con tono timido.
Ambos pasaron dentro notando que habían cuatro trolls goliath trabajando como guardaespaldas para aquel troll, el goliath que abrío la puerta la volvío a cerrar dejando al otro goliath custodiando la puerta, la cerro colocando una barra de hierro de pequeña anchura, aquello retuvo la puerta desde el otro lado.
-¿Que tenemos aqui? -pregunto el troll ciego.
-Señor, tenemos a un invitado inesperado que viene buscando respuestas -declaro el barman dirigiendo la mirada hacía Kaos asumiendo que iba a hablar con él.
Levanto su tunica mostrando delante de todos quien era en realidad.
Aquello hizo que todos los trolls goliath se sorprendiesen a la vez.
-¿Quien es? Decidme algo -protesto el troll viejo.
-Seguro que no se acuerda de mi -le replico insistentemente.
Reconocío esa voz y se sintio indeciso, se acomodo poniendose recto.
-Kaos, ¿que demonios haces aqui?
-Debería antes decirme que hace usted aqui, si no recuerdo bien usted antes estaba encerrado en las mazmorras del castillo, ¿pero porque era? -se puso a intuir pensativamente hacíendo que el otro quedase presionado.
Dirigio la mirada hacía otra parte, se puso a gemir sintiendose mosqueado ya que no quería saber nada sobre ese tema.
-Así, por haber evadido impuestos sobre tu propio pueblo, ¿es eso?
-Olvidalo Kaos, antes era un hombre corrupto, ahora soy un hombre de negocios, tengo un oficio importante en esta descarada ciudad -reprimio exigiendole que no le hiciese acordar ese asunto ya que le daba mal rollo.
-¿Y entonces si dices que es una descarada ciudad entonces porque sigues aqui? -le critico contradiciendo sus opiniones sensatas.
-Por favor, ya tuvimos esta misma conversacíon hace años -vocifero euforico.
-Cuando te deje libre, tu crees que a pesar de todas las cosas malas que hiciste no podría haber cambiado de opinion, no podría haberte dejado ahí tirado en la mugre de aquella celda en vez de estar cualquier otra cosa útil, no, en vez de eso te has mantenido al margen y te has puesto a hacer un trabajo en las sombras, eso no esta nada mal para lo que es -expreso arriagadamente para hacerle ver que al menos toleraba lo que hacía pero no por eso iba a ser mucho mejor que el crimen que cometío.
-Aqui al menos la gente me respeta -objetó seriamente.
-¿Porque? Por tener a unos matones protegiendote -indico echandole en cara a los guardias goliath que ya se disponían a darle una paliza.
Solto una risa descarada sabiendo que era imposible que le hiciesen algo.
-Puede que todos piensen que soy un viejo ciego inutil, pero tengo yo poder suficiente para hacer lo que sea con este pueblo, pero no lo hago porque tengo un codigo que me impide crear una revuelta con la gente de este.
-¿Y como lo vas a hacer si no saben quien eres? -objetó incredulamente.
Refunfuño mosqueandose al ver que no dejaba de contradecirle todo el tiempo.
-Dime, ¿quien eres? -le presiono exigiendo que desvelase su identidad.
-Soy Yano, antiguo senador de Trollia de la decimotercera dinastia troll y jefe del sistema de bienes principal y asegurador enviado del Banco de Oro, encarcelado por robo y corrupcíon del estado, sentenciado a cadena perpetua sin fianza algúna encerrado en la mazmorra del Castillo Central durante cinco años hasta la llegada del poder del emperador Kaos donde ahí fui liberado pero a cambio de ser exiliado de la capital de Trollia para siempre, ahora trabajo para el lado oeste de Trollia como jefe de una red de asesinos internacinales secreta y del que es mejor mantener oculto -recrimino relatando todos los hechos de su vida según sus ocupacíones y crimenes que cometío.
-Bien, eso esta bien, Yano, menos mal que sigues vivo, pero lastima de que al final la edad te haya cegado por completo -espeto con tono indulgente.
Aquello no le hizo sentirse mucho mas aliviado que antes.
-¿Porque tu teniendo tanto poder has venido a recriminarmelo? -critico tomandoselo como una mala coincidencia que lo hubiese encontrado justo aqui.
-Pues porque tengo demasíado poder -indico y entonces alzo sus manos hacíendo salir unos rayos purpuras que rodearon toda la sala.
Todos los trolls goliaths se cubrieron sintiendo la quemazon de aquellos rayos que les daban en todo el cuerpo, el viejo apenas veía lo que estaba pasando por el sonido que desprendían aquellos rayos podía notar que eso era pura magia.
Kaos paro y se quedo en una expresíon serena.
-Haz lo que quieras Kaos, pero tan solo pideme lo que sea con tal de que te marches y me dejes en paz de una vez por todas -exigio con tono suplicante, con solamente oír aquel sonido ya se hacía una idea de que era mejor que colaborase.
-Uno de los asesinos que frecuentan en este bar al parecer fue contratado para meterse en mi castillo y asesinar a uno de mis subditos.
-¿Y que? Tu piensas que yo mande a uno de esos asesinos a asesinar a tus amiguitos psicopatas, yo no lo creo -discrepo rotundamente.
-¿Entonces niegas del todo haber mandado a un asesino de la Jarra Roja a asesinar a mi mejor general? -lo confronto viendo que ya no estaba colaborando.
-Si, en este lugar tenemos una regla muy estricta, no damos informacíon sobre nuestros colaboradores, si lo hicieramos entonces todo el mundo sabría a quien asesino a quien y nadie estaría a salvo de lo que hacen, ¿tu quieres que de verdad sabiendo que corren ese riesgo? Acaso te importa eso -comento dejando claro que con esa regla le iba a resultar imposible sacar la verdad que había venido a buscar.
Ahí Kaos sabía que necesitaba conseguir la informacíon de algúna manera, necesitaba persuadirle como había hecho siempre desde que era adolescente, penso en una vieja estrategia que dejo de usar hace tiempo.
-Esa ceguera tuya, ¿sabes que puedo reparartela?
-No me hagas caer en el engaño Kaos, se muy bien que no hay ningúna forma de que me cures de esta maldicion de viejo -señalo injustamente con el dedo, ya se tenía bien pensado que iba a usar esa estrategia.
-En realidad si que la hay, la he descubierto -confirmo solemnemente.
-¿De verdad? -se intrigo acomodandose sobre su asiento.
-Así es, ¿como crees que yo, un antiguo humano ha podido sobrevivir todo ese tiempo? Utilizando la magia oscura -corroboro vacilantemente.
-La magia oscura no existe.
-Eso parece, pero en realidad no, yo tengo la poca magia oscura que queda en todo Skylands, y la he usado para manejar a todos mis enemigos y demostrarle a la gente quien es el que manda ahora, pero hay una cosa que hasta ahora no la he utilizado, ayudar a los desamparados a curarse fisicamente -repercuto persuadiandole para que se le metiese esa idea en la cabeza y pudiese ver una perfecta oportunidad.
Aquello hizo que se le quedasen las dudas por intentarlo.
-Señor, no caiga en la trampa -insistio el barman sabiendo que era un engaño.
-¡Callate! -le rechisto bruscamente hacíendo que los goliath le dirigiesen una persu-asiva mirada amenazante para que se callase durante la conversacíon.
Se hizo a un lado viendo que ahí no lo necesitaban, no le iban a hacer caso.
-¿Es verdad que puedes hacerlo? -quedo persuadido.
-Tengo los conocimientos de muchos hechizos, pero hasta ahora no he probado nada de eso, ni siquiera en mi -confeso vilmente.
-Entonces ayudame a devolverme la vista -exigio suplicante otra vez.
-Uy, no se si debería viendo que tu eres un viejo que lo tiene todo, quizas debería irme y prepararme yo mismo un coctel para ver si eso me hace sentir mucho mejor que el agua con gas de este bar de pacotilla -indico poniendo un tono disimulante para hacer parecer que pasaba de lo que decía cuando lo hacía aproposito.
Agarro su tunica de disfraz y se preparo para irse.
-Espera -le freno alzando su mano para que no se marchase.
Kaos sonrio viendo que le engatuzo facilmente.
-¿Tienes algo que decir? -se dio la vuelta mirandole con una sonrisa incredula.
-Si, hace unos dias vino un hombre diciendo que necesitaba los servicios del mejor asesino que pudíeramos tener disponible -confeso colaborando de verdad.
-¿Quien era? -se intrigo volviendose a sentar en la silla.
-Dijo que su nombre Tholus, pero se que era falso.
-¿Como sabes que era falso?
-No viene ningún desconocido dandote una bolsa de doblones de oro en perfecto estado y diciendote que necesita los servicios de un asesino pero sin que se enteren los demas -indico logicamente.
-¿Sin que se enteren los demas?
-Cuando me dio el dinero acordo de que nadie se enterase de esto por una razón, al principio no le entendi, pero entonces me dio otra bolsa de oro para que me callase la boca y no dijese nada.
-Y fijate que bien lo has hecho -exclamo complacido de ver que el responsable de la maniobra lo había planeado a la perfeccíon.
Yano se quedo indeciso ya que sentía que estaba cometiendo un error con este, estaba diciendo mas de lo que podía ocultar en un solo dia.
-¿Sabes acaso quien era en realidad?
-No, y si te lo dijese seguro que es por algo -discrepo siguiendo con lo mismo.
-¿Entonces eso significa que no vas a seguir colaborando conmigo? -asumio rigidamente Kaos queriendo seguir con esto pero se estaba enfurruñando demasíado.
-Quiero seguir colaborando contigo pero si no puedo decir mas de la cuenta porque eso haría que fuese en contra de los privilegios que me he creado estando aqui -le aclaro hacíendo que estaba contradeciendo las reglas del trabajo que se creo.
Eso fue algo que Kaos pudo entender con total seguridad.
-Muy bien, si es lo que tu dices, entonces no me queda otra que descubrirlo todo por mi cuenta -se dispuso a levantarse otra vez.
-Venga Kaos, entiendelo, sabes lo que pasaría si alguién se enterase de esto, todos vendrían corriendo y se me echarían de encima, perdería todos los bienes -le insistio queriendo que lo considerase pero no solo porque tuviese un importante trabajo sino porque tenía una responsabilidad con todos con los que trabajaba.
-¿Los bienes que has robado? -objetó mirandolo con reojo.
-¿De que estas hablando? -se hizo hacía atras atemorizado al oír eso.
-Vamos Yano, admitelo, ¿como crees que te has podido montar todo esto así de la nada? Has tenido que hacer algún acto ilegal para poder idear cada cosa con la que funcíona este sistema y así crear un comercio internacional -se dirigio explicandole con gestos para hacerle entender que había algo que no cuadraba en todo esto.
-Este lugar esta montado por salvajes que querían crear un lugar donde todos pudiesen escaparse sin que la justicia les pisase los talones, gente como tu y tus amiguitos del estado -reafirmo justificando como funcíonaba este lugar.
-Esos no son mis amigos, pero si lo fuesen, seguro que no les gustaría que hubieses utilizado parte de su dinero, el dinero que habían tenido guardado para comprarse las maquinas que ahora mismo tengo al otro lado de Skylands -indico disimulando que planeaba chivarse de lo que sabía con él.
Le había dado en el clavo con eso.
-Cuando llegue al poder en Trollia, la primera cosa que me notificaron fue que tu eras uno de los principales enemigos del estado por haber robado mucho mas bienes que ningún otro sin levantar sospecha, recuperaron la mitad del dinero, pero el resto desaparecío sin saber adonde -se hizo el que estaba intuyendo algo importante-, creo que ahora empiezo a entender adonde fue el dinero.
-Kaos, por favor -le suplico alzando la mano para cogersela y pedirselo de forma pasiva, Kaos se la aparto viendo que ahora intentaba de suplicarselo de la forma mas humillante que uno conocía cuando estaba en la cuerda floja.
-Creo que a lo mejor se lo notifico a Reginald, él seguro que lo entendera a pesar de que no me llevo bien con él, ¿tu crees que sera benevolente contigo?
-Aunque lo hicieras no tienes poder en este pueblo para sacarme.
-¿Seguro? -levanto el dedo anular y lanzo un rayo purpura hacía la mano de Yano.
Se electrocuto y la aparto notando que ahora teniendo todos esos poderes oscuros iba a dar igual si lo sacaba de aqui como si no.
-Dime el nombre y te prometo de que no me chivare a los demas de que te encuentras aqui ocultandote entre estos -le exigio dandole una ultima oportunidad.
-¿Como se que no lo haras?
-No lo sabes, por eso mismo te lo digo -insinuo indirectamente.
-Ahora ya no podía hacer nada, era eso o todo su trabajo terminaba y volvía a estar encerrado en la misma celda con la que paso unos infernales cinco años, no podía volver ahí y hacer que no hubiese pasado nada, tendría que decirselo.
-No puedo decirtelo, pero si te dire de que el individuo que vino aqui, venía de tu castillo, es uno de los tuyos -declaro seriamente.
-¿Que? -se sorprendío alarmado al oír eso-. Eso es imposible, ¿quien era?
-Me temo que no puedo.
-Maldito embustero, tu lo sabes y me lo estas ocultando, dimelo ahora o te prometo que acabaras volviendo a ver pero no sera un paraiso lo que tengas en esos ojos blancos, veras la oscuridad -reprocho levantandose con toda su furia, sus ojos se le volvieron negros al estar enfureciendose con toda la oscuridad interior.
-Lo siento Kaos, pero no se me esta permitido -siguio negandose a decirselo, le daba tanto miedo que se puso a sollozar al no poder permitirselo.
Kaos quería atacarlo ahí mismo y obligarlo a que lo dijese, pero sabía que aunque lo hiciera no conseguiria nada, si era verdad que era uno de los suyos entonces tendría que descubrirlo por si mismo para saber quien era capaz de haber contratado a un asesino para matar a Gurcy, él era su mejor general y uno de sus mejores compañeros, al igual que el resto, ¿quien de ellos le habría querido tener muerto? Entonces se le ocurrío un posible candidato del que no necesitaba pensar mucho.
Volvío a la normalidad y se quedo tieso al estar retomandoselo, Yano se quedo con el corazon acelerado al pensar que lo iba a matar, pero noto que se calmo de repente.
-Tienes suerte -mencíono.
-¿De que? -cuestiono sin entender a que se refería.
-De que no te mate hoy, porque pienso descubrirlo por mi mismo -acoto.
Se dio la vuelta y entonces el troll goliath abrío la puerta sabiendo que se iba de verdad, se la abrío y paso al otro lado, Yano se quedo ahí exhaltado ya que esta situacíon le había atemorizado por completo, pero necesitaba saber algo.
-Kaos, ¿prometes de que cumpliras tu palabra de curarme? -le pregunto asumiendo de que lo cumpliria a pesar de la situacíon confrontiva que tenían ahora.
No tenía ganas de hacerlo pero sabiendo que al menos fue lo bastante colaborador para decirle que era alguién que venía de su castillo, tenía que al menos prometerle algo por lo menos, se giro sin dirigirle la mirada y entonces le dijo:
-Quizas lo haga, algún dia de estos -prometío sin dar muchos detalles.
Yano no se lo tomo como una buena afirmacíon pero al menos prometío algo.
Kaos lo dejo estar y se marcho, se cerro la puerta de un portazo.
..
Volvío al local dispuesto a marcharse al saber ahora lo que tenía que hacer, debía volver al castillo e intentar de razonar con Eathol o Kullshak para saber si uno de los dos eran los responsables de haber contratado a aquel asesino, pero aunque tuviese que hacerlo le iba a costar aceptar que uno de ellos le había traicionado.
-¡Ey! -oyo que le llamaba alguién.
Se extraño asumiendo que alguién le llamaba pero no sabía de donde venía.
-¡Ey! -le llamaron otra vez pero ahora lo escucho de mejor forma, observo que se trataba del troll amargado que antes le estaba mirando en el bar-. Venga.
-¿A mi? -se señalo asumiendo que se refería a él.
-Si, venga -pidio insistiendole para que se escondiese al otro lado de la esquina.
Kaos no sabía si confiar en él o no pero viendo todas las noticias que tuvo antes no le importaba para nada saber algo mas que no hubiese escuchado todavía. Le siguio doblando la esquina hasta acabar metido en un pequeño pasillo que daba a la puerta de salida de emergencia, este miro a ambos lados y le dijo:
-¿De que ha hablado con Yano? -le pregunto con tono murmurante.
-¿Usted conoce a Yano?
-Si, le pedi que me diese derecho de asilo en este lugar ya que he cometido un cierto error y necesito que me él me proteja -admitio considerablemente.
-¿Protegerte? ¿Supuestamente Yano no contrata a asesinos para matar gente? -asumio viendo que parecía que se estaba equivocando de persona.
-Ya, pero él siempre esta dispuesto a ayudar a cualquier que lo necesite, y yo necesito que me ayuden a toda costa -aclaro demostrando que también se permitia darle derecho de asilo a cualquiera que se metiese dentro del local.
-¿Porque que ha hecho?
-Digamos que mantuve una relacíon peligrosa con la mujer de un hombre peligroso, ahora él me persigue y esta dispuesto a matarme cuando en realidad yo solamente charle con ella, este tio esta loco y no va a parar nunca para cogerme -declaro demostrando que por esa razón estaba aqui metido en realidad.
-¿Y no puede pagarle a Yano para que mate a ese hombre?
-Yo no soy como todo el mundo, yo quiero hacer las cosas bien, mientras ese loco intente de olvidarme, a lo mejor me salvo -justifico decidido a hacerlo bien.
-Bueno, digame, ¿que quiere de mi exactamente? -pregunto volviendo al tema acordandose de que en realidad vino porque quería decirle algo importante.
-¿Que es lo que le ha dicho Yano?
-Eso no es de su incumbencia -le reprocho viendo que le pedía confesarle toda la conversacíon que habían tenido antes, no se lo iba a decir de ningún modo.
-¿Le ha dicho que el sujeto que contrato a ese asesino para matar a uno de sus generales era uno de sus hombres? -inquirio confesando que lo sabía.
Se quedo indeciso al ver que lo sabía literalmente.
-¿Como demonios lo sabe? -pregunto intrigado.
-Yo estuve ese dia, lo vi absolutamente todo, Yano se metío aqui en el salón con aquel sujeto encapuchado y ambos pactaron ese trato de que ningúno de los dos hablarían de nada sobre el trato que hicieron.
-¿Que trato hicieron?
-No lo se, hablaban como si lo hubiesen discutido durante horas y al final hubiesen decidido tomar la decision que habían estado zanjando desde hace bastante rato, pero se notaba que Yano estaba dispuesto a cumplir con su promesa -explíco intentando de buscar la manera de expresar todo aquello que había sucedido aquel dia.
Ahí Kaos se estaba hacíendo a la idea de que al final Yano le había mentido y no le había dicho todo aquello que necesitaba hacer, pero al menos el troll que tenía delante era mucho mas colaborador que el viejo ciego.
-¿Sabes acaso quien era en realidad el sujeto encapuchado?
-No lo vi bien, pero vi algo en su rostro, algo que me llamo la atencíon.
-¿Que era? -se intrigo poniendose desperado al querer saber la identidad del sujeto.
-Tenía un ojo rojo en el lado derecho, pero un ojo tan rojo que ni siquiera se le veía la pupila, era como si se lo hubiese pintado -confeso con total expectacíon.
-¿Un ojo rojo? -se quedo pensando Kaos de que le sonaba ese ojo rojo, ya había visto algo así, pero no sabía donde, se puso a pensar en todas las personas que conocía, entonces se acordo de uno que le llamo la atencíon-. Oh oh.
-¿Que sucede? -pregunto viendo como reaccíono.
-Ya se quien es -declaro absorto al descubrir de quien se trataba.
-¿Quien es? ¿Le suena de algo?
-No solo me suena, le creí por muerto -recordo perfectamente de quien se trataba y entonces se marcho dispuesto a volver al castillo ahora quien quería matar a Gurcy desde el principio, intento de marcharse pero entonces el otro sujeto dijo:
-Espere -le freno euforicamente.
-¿Que pasa ahora? -critico viendo que tenía algo que mas decir.
-Me promete de que encontrara al hombre que me esta obligando a quedarme aqui encerrado y le hara olvidarse de mi -pidio con tono suplicante.
-¿Que yo qué?
-Me he pasado los ultimos meses aqui encerrado y ese tio no deja de seguirme, viene todas las noches intentando de saber si he pasado por aqui porque es el unico lugar donde se reunen todos aquellos que quieren escapar de algo, no parara de venir aqui, por su culpa me esta arruinando la vida, y yo quiero volver a casa -aclaro entristecido debido a que estaba harto de que le siguiese-. ¿Hara ese favor por mi?
Kaos no sabía si reirse de lo que le decía o de sentirse como que le habían dado un pellizco por detras, pero de una cosa estaba clara, aquel troll se pensaba otra cosa y no iba a dejar que siguiese creyendose así como así.
-Oh pequeño amigo, voy a hacer algo mucho mejor por ti -le agarro de los hombros y mirandole con una cara sarcastica.
-¿Que va a hacer? -se entusiasmo asumiendo que le iba a ayudar.
Kaos puso una expresíon mucho mas sarcastica y entonces apoyo su dedo indice contra la oreja derecha del troll, hizo salir una sustancia negra del dedo y se le metío en el dedo, el troll lo estaba empezando a sentir, sus ojos se volvíeron negros quedando en un estado catatonico incapaz de moverse.
-¿Que esta hacíendo? -pregunto alarmado al sentir aquella extraña presencia negra.
-Veras: antes podríamos haberme dicho toda la verdad en vez de haberme metido ahí dentro para descubrir que una de las personas mas detestable a las que he perdonado me lo ha confesado de una forma completamente absurda cuando tu podrías habermelo dicho sin problemas, así que dime: ¿como demonios voy a prometerlo algo a una persona que me hace perder el tiempo? -apreto aún mas y entonces la sustancia negra se expandío por todo el cuerpo hasta quedar toda su piel del mismo color.
Lo dejo y entonces el troll se cayo quedando con la mirada perdida y la piel humedecida como se hubiese podrido por dentro, lo mato al instante.
-Adios -se despidio de él de una forma descarada y se marcho dejandolo ahí como le si importase un verdadero comino.
