149

EL PACTO DE MATRIMONIO

Pasaron por el tunel y de ahí acabaron saliendo a los pocos minutos, pudíeron contemplar un rayo de luz y en cuanto lo atravesaron, el sol les dio en la cara como si la temperatura hubiese subido mas de la cuenta en tan poco tiempo.

Todos los Skylanders avanzaron sin problemas siguiendo a aquel extraño mabu con gafas guiado por los guardias blancos, miraron de un lado a otro y ahí entonces observaron donde se encontraban exactamente, habían entrado en la ciudad, estaban arriba de un pequeño camino levadizo en forma circular, asomaron la cabeza hacía el otro lado viendo que había un fondo, estaban arriba de un edificio con el mismo aspecto que las demas casas cubicas, Spyro podía deducir perfectamente que había como una altura como de cinco metros, lo que asumia que estaban por un doceno piso como mucho.

Vieron con exactitud lo que había debajo, había un pequeño parque por donde unos pequeños mabus iban corriendo de un lado para otro, persiguiendose alrededor de esa plaza que en el centro se encontraban las estatuas de dos pequeños gemelos mabus vestidos como angeles, luego en todo el resto se encontraba un trozo de tierra cuadriculada por donde habían varios juegos de escalada, todos tenían unas formas circulares de colores chillones y con varios agujeros todos circulares pero distorsionados, en otro extremo mas atras habían unos bancos de sentarse por donde parecían estar las madres vigilando a los niños mientras ellas se conversaban entre si, era basicamente como la tipica ciudad metropolitana solo que en este caso era una isla donde todo el mundo tenía una gran aficion al arte.

Volvío a poner la mirada al frente observando que estaban doblando por una curva en el camino, aquella curva no tiene ningún tipo de soporte que la sostuviese hacíendo que fuese la parte mas debil de todo ese camino elevado, mas alla se podía ver que abajo había un pilar que estaba sosteniendo el extremo del final de aquel camino elevado, miro abajo de vuelta y noto que había otro que también lo sostenia, estaba claro que no habían construido de la forma mas irresponsable posible, pero aún así estar pasando por un extremo tan desprotegido daba bastante mal rollo.

-Dinos señor, ¿quien es usted exactamente? -pregunto Conran dirigiendose hacía el mabu que dirigia a los guardias, era evidente que no podía aguantarse la idea de saber con quien estaban tratando en realidad.

-Yo soy Pilabros, soy el consejero principal dey Artemus, él me ha pedido a mi que os reciba en cuanto aterrizaseís en nuestra isla, y al parecer ha acertado con vuestra llegada -comento dando todos los hechos que daban a entender que ya los esperaban desde hacía bastante rato, y posiblemente mucho mas.

-¿Acertado? -cuestiono Terrafin.

-Nuestro rey posee el don de predecir cualquier acontecimiento que este por suceder, tanto en tiempo como en espacio, y ha predecido que llegariais justamente a esta misma hora, ahora tenemos que llegar pronto a su castillo lo mas pronto posible.

-¿Porque? ¿Acaso va a suceder algo malo? -pregunto Gill.

-Me temo que eso no puedo revelaroslo, pero si puedo deciros de que no se trata de un asunto grave si es lo que pensaís cada uno.

Ambos se miraron extrañados con aquel mabu ya que por algúna razón sentían que estaban tratando con un nuevo individuo al que considerar de variopinto personaje, en los pocos minutos que lo conocían, se notaba perfectamente que iba a ser alguién que se tomaba muy en serio las cosas como para poder ignorarlas por completo.

-¿El rey es un vidente? -pregunto Flynn soltandolo como si nada.

Aquello hizo que Pilabros se detuviese y al instante los demas guardias, este se giro mirandole con una expresíon tan rigida que hacía que sus ojos se le escondiesen con los pliegues de su cara, aquello lo indigno de una pesima manera.

-¿Quien ha dicho eso?

Rougustus levanto la mano a Flynn.

-¡Oye! -le reprocho viendo que se estaba chivando por nada.

-¿Tu has dicho que nuestro rey es vidente?

-S...i -contesto tartamudamente.

-Aqui, esa es una palabra que tenemos prohibido usar -confeso.

-¿Y eso porque? -cuestiono Whirlwind.

-Para nosotros, todo aquello que sea considerado una extraña anomalia es como un don que se tiene que considerar, y llamar a alguién vidente es como tratarlo de escoria o monstruo, y nosotros no podemos permitirnos esos, somos muy reconsiderados y respetuosos con nuestra propia gente, no lo olvideís -les explíco de forma severa para que tuviesen en cuenta lo que les estaba contando.

-Disculpenos consejero Pilabros, mis amigos no estan muy familiarizados con este entorno, acabemos de librar una lucha y hemos ganado, vamos a tener que acostumbrarnos a estar en este nuevo territorio -explíco cordialmente Conran para que lo considerase como una razonable disculpa.

Enderezo las expresiones de su cara como de estar considerandolo sin problemas.

-Muy bien, principe Conran, pero que esta sea la ultima vez que oigo eso -decreto señalandole con el dedo como señalando a todo el equipo en especial.

-Lo haremos consejero Pilabros -prometío serenamente Conran.

Siguieron avanzando pero sin poder evitar pensar que ahora que se habían metido en un lugar donde ahora ya no podían estar hacíendo mas el tonto, habían abandonado la ciudad de oro donde ahí podrían dar algo de incredulidad y en vez de eso se habían metido en un lugar donde tenían que tener cuidado con la mas minima palabra que soltasen si no querían ser detenidos o llevarse el castigo que ellos tuviesen impuestos para los que se pasaban de la raya.

Mientras iban atravesando todos los extremos de aquel puente elevadizo que no paraba de cambiar de forma todo el rato, alzaron la vista el castillo que había arriba de todo, era el mismo que habían visto desde arriba solo que ahora se podía notar mucho mejor, era un castillo blanco con el techo abovedado de forma triangular pero la punta era dorada y brillaba a cada momento que iban acercandose, apenas tenía torres pero si tenía unos puestos de vigilaban que se extendían por todo un acantilado bastante hundido y a la vez peligroso, era como si lo hubiesen construido para evitar que nadie se metiese por ahí trepando y teniendolo facil.

-¿Porque todo estos lugares son tan blancos? ¿Supuestamente todo este pueblo no venera el arte de diferentes maneras? -pregunto Chop con curiosidad.

Todas vuestras respuestas seran respondidas a su momento -decreto Pilabros.

Volvíeron a extrañarse al ver que ese consejero no parecía tener mucho interes en contestarles cualquier cosa que le dijesen.

-Me parece que tenemos otro bicho raro -opino Jewis dirigiendose Rougustus.

-Si -afirmo estando de acuerdo.

-No asumaís nada chicos -dijo Thrax sabiendo bien lo que estaban diciendo-. Ya vereís como mas tarde os dareís cuenta de que pronto acabareís siendo vosotros mismos los propios bichos raros.

Ambos se miraron extrañados ante ese consejo pero lo dejaron estar ya que tenían bastantes cosas de las preocuparse ahora mismo.

Siguieron todo recto hasta acabar en un extremo donde había una escalera que llevaba arriba de todo, subieron como unos cincuenta escalones hasta acabar delante de las puertas del castillo, eran de dos hojas, blancas y tenían dibujados unos mosaicos en for-ma de pequeños rectangulos a cada lado.

Pilabros se puso delante de la puerta y entonces levanto la mano dirigiendose hacía la puerta como si hubiese alguién que les estuviese observando desde el otro lado, esperaron un buen rato asumiendo que ese gesto funcíonaria como una clave para entrar, al cabo de unos segundos las dos puertas se abrieron lentamente mientras se oía un estridente sonido metalico que daba a entender lo pesadas que eran las puertas.

-¿Como ha hecho eso? -pregunto Trigger.

-Todas vuestras respuestas seran respondidas en su momento -contesto Pilabros dando la misma mencíon de antes.

La mayoría del equipo se quejo harto de ver que aquel consejero no les estaba diciendo nada y ya se cansaban de eso, toda la guardia paso al otro lado al ver que las puertas se estaban abriendo lo suficiente como para seguir adelante. Todos se metíeron dentro de la sala principal donde ahí pudíeron ver un pasillo repleto de pilares que sostenían la estructura del techo, en cada extremo había unos circulos con unas ilustraciones pintadas al oleo, en una se podía ver un marinero mabu montado en una barca y puesto en una posicion autoritaria, en el segundo había un escultor mabu tallando un rectangulo de marmol de diez metros, y en el tercero se encontraba un pinto mabu con un bigote enorme pintando a una mujer medio desnuda pero con toda la mitad tapada bajo una tunica mientras él hacía un retrato de ella tal cual como estaba.

-¿Quienes crees que son? -pregunto Sparx dirigiendose a su hermano asumiendo que él tendría una mejor idea de lo que mostraban esas ilustraciones circulares.

-Seguramente los primeros artistas mabus que crearon y modificaron este lugar, esta el navegante, el escultor y el pintor, todos son los tres sujetos que representan el estilo del arte -opino verificando que eran cada uno de los personajes de las ilustraciones.

-¿Pero que tiene que ver el navegante con el arte?

-No lo se, pero creo tener una idea -indico pensativamente.

-¿Cual?

-Ya te lo digo mas tarde, espera -le rechisto viendo que ya se estaban apunto de reunir con el propio rey que se encontraba al otro lado.

Salíeron del pasillo principal y se metíeron en la sala del trono, era una sala amplia con dos escaleras a cada lado, una para subir en la izquierda, y la otra para bajar en la derecha, mas adelante estaba la sala del trono, era una silla pintada de dorado y con dos flores cromadas en cada extremo de la punta de arriba. El rey estaba charlando con un guardia, este se marcho y entonces Pilabros se le acerco mientras este continuaba estando de espaldas y sin que ellos pudiesen saber como era exactamente.

-Señor, ya estan aqui -le aviso susurrandole al oido.

-Gracias Pilabros, ya me imaginaba que vendrían aqui -dijo y entonces se giro mostrandose delante del equipo, era un rey parecido a casi todos los de ahora solo que este tenía la piel un poco mas oscura, con patillas a los costados y entre ellos había unos pelillos blancos como si fuesen pequeñas canas de ser un hombre mucho mas mayor.

-Rey Artemus -se presento Conran delante del otro rey.

-Ah, rey Conran, me enorgullezco de que haya venido aqui, -le felicito saludandoles y estrechandole la mano-, yo ya había deducido que vendría aqui a esta misma hora. señalandose en la sien como dando a entender que ahí es el lugar donde lo supuso.

-¿Es cierto eso de que usted puede leer la mente? -pregunto Karvus.

-Todas vuestras respuestas seran...

-Tranquilo Pilabros, dejalos, se merecen tener respuestas -permitio Artemus viendo que su consejero iba a seguir con ese estado protector.

-¿Como sabía que vendríamos? -pregunto Conran.

-Digamos que cuando era pequeño me encantaba tanto las cosas escepticas que decidi probar a jugar como ser medium, cosa que logre durante tanto tiempo que al final empece a darme cuenta de que me había ganado un don.

-¿Que se gano un don? -cuestiono Jewis esa ultima cosa que explico.

-No se como pero de algúna manera cuando me desperte, pude predecir un montón de cosas, cosas que todavía no habían pasado pero estaban por pasar, al principio esta nueva habilidad que tenía en mi cabeza me asusto, pero después de ver las cosas que podía lograr con eso, decidio usarlo en beneficio de la gente, hasta que claro, me converti y lo use para determinar en que momentos importantes sucederían con tal de facilitar un mejor resultado.

-¿Entonces tiene poderes?

-Poderes no lo se, pero si se que naci con esto por algúna razón, y pienso averiguarlo algún dia -anuncío demostrando que estaba mas que dispuesto a descubrir el origen de ese raro don que tenía en su cabeza desde hacía tanto tiempo.

-Espero de que lo consiga -acordo confiadamente Conran.

-Yo también Rey Conran... aunque siento un poco de lastima que no haya sido su padre el rey Tharon -comento entristecido al acordarse de que las cosas habían cambiado en el otro reino y poco sabía.

Aquello hizo que muchos se lo lamentasen también, pero no podían ignorar el hecho de que todo eso sucedío por una razón de la que todos se acordaban perfectamente.

-Mi padre cometío un error al rebelarse contra nosotros, pero conseguimos impedir que aquello fuese a mas, si no fuese por los Skylanders y sus amigos mi padre habría creado una guerra mucho peor que la que esta sucediendo ahora -le explico de forma concreta para que entendiesen porque tuvieron que destronarlo.

-Entiendo -afirmo comprendiendolo.

-Con mis respetos rey Artemus, me permitia hablar con usted -pidio Eon dando un paso adelante para que Artemus se percatase de él.

-¿Es usted el maestro Eon? -pregunto interesado.

-Así es rey Artemus, yo soy el maestro Eon, el ultimo maestro del portal que queda con vida -se presento formalmente como hacía siempre delante de todos los reyes.

-¿Debe de ser algo raro y a la vez inusual ser el ultimo de algo y tener que estar pendiente de muchas cosas? -objetó teniendo curiosidad por ese hecho.

-Lamentablemente si, hecho de menos a mis antiguos compañeros, los buenos tiempos, pero ahora todos esos buenos tiempos estan apunto de desaparecer.

Eso fue algo que el propio Artemus pudo comprender con exactitud.

-¿Que se le ofrece?

Mi equipo hemos hecho un largo viaje para encontrar a los hombres disponibles para que se unan a nuestra causa en la lucha de Kaos, y hasta ahora usted es el ultimo al que se lo estamos proponiendo.

Carraspeo interesado, se llevo las manos a la barbilla.

-¿Cuantos soldados tienen?

-Con mis Skylanders, unos 31, los demas, unos quince, unos cien soldados de Ciudad Goleta de Piedra y unos 300 soldados de la ciudad de oro mabu -concreto señalando a cada uno de los equipos que venían divididos de otros lugares.

-¿Entonces seguro que sabra que nuestros hombres no estan muy experimentados en el arte de la guerra o de meters en lugares hostiles?

-Ya, pero esperamos que sus hombres solamente nos sirvan como los refuerzos que necesitamos para hacer entender a Kaos que hemos unido a un equipo dispuesto a ven-cer a todas sus fuerzas.

-¿Entonces quiere decir que meter a todo un ejercito es simplemente una excusa para hacerle ver a Kaos que os habeís reforzado aproposito cuando en realidad solamente dependeís de unos pocos? -critico Pilabros dando su punta de vista del asunto.

-No, lo que tenemos es un ejercito dispuesto a cambiar las cosas en Skylands, durante años todas las naciones de este mundo han quedado muy divididas por las mismas disputas que se han ido repitiendo constantemente, quiero que eso termine, y por eso pienso que hacer esto hara que dejemos de pensar que todos los habitantes de Skylands no se toleran -aclaro dando a entender que pretendía resolver todos los hechos pendientes que jamas habían quedado resueltos durante tanto tiempo.

Artemus dirigio una mirada hacía Pilabros, ambos estaban con esa cuestíon ya que eso significaba que ese mismo viejo maestro del portal estaba dispuesto a cambiar las cosas con tal de hacer historía, pero no una historía que luego unos pocos se acordasen, quería crear algo de lo que el mundo entero se acordase para darse cuenta de que una vez hubo una amenaza de la que todos tuvieron miedo y se unieron para vencerla.

Todos estaban expectantes para saber que respuestas iban a dar.

-Si hacemos esto, ¿cree que cambiara las cosas?

-Solo si dependemos de las fuerzas que tengamos, pero si logramos impedir que unos cuantos mueran, entonces quizas habra valido la pena.

Volvío a carraspear pensativo, estaba tan ensimismado pensando en este asunto que no sabía que respuesta dar de todo eso.

-¿Podemos hacerlo? ¿Podemos unirnos?

-Podemos, pero aparte de eso -se acerco poniendose al lado, le susurro al oído-, ¿puedo jurar que mi hija se case con el principe Conran sin ningún problema?

-Podra -confirmo serenamente.

-Bien -se conformo y entonces se quedo asintiendo al estar pensando en que hacer ahora, se apreto la manga del cuello del traje y entonces dijo-: Creo que sera mejor que presente ahora a mi hija.

-De acuerdo.

-¿Donde esta ella? -le pregunto a Pilabros asumiendo que sabía donde estaba.

-Ahí, escondida y observandonos -alzo la mano señalando hacía el hueco negro que había arriba de las escaleras de subida.

-Vangelia, ¿estas ahí? Pequeña -la llamo.

-Sabes muy bien que no me gusta que me llames por ese nombre -reprocho la hija saliendo del hueco donde se le pudo ver la cabeza asomandose.

-Anda, el rarito ha acertado -dijo Wham-Shell viendo que se dio cuenta de que la niña estaba ahí mismo vigilandoles.

-¿Que haces ahí? Ven, baja, tenemos un invitado muy especial -le pidio insistentemente, no entendía porque no estaba ahí con ellos.

-¿Para que? ¿Para ver a ese principe mimado? Creo que no -discrepo y volvío a meterse detras del hueco donde ya no se le pudo ver.

Artemus se quejo, estaba fastidiado por el comportamiento de su hija.

-Mira, hagamos un trato, yo no te llamo pequeña por un mes, y te vienes aqui abajo a hablar con nosotros -le puso algo como para que se lo tomase en serio.

-Un año -impuso nuevamente.

-¡Vamos! -le replico subiendo de tono.

-Un año.

Se quejo aún mas al ver que no había otra cosa que le hiciera cambiar de opinion.

-Sera mejor que le deje hacer lo que ella le pide hacer -propuso Pilabros.

-Si -afirmo dispuesto a hacerlo por las malas, alzo la mirada de vuelta al hueco y entonces dijo-: De acuerdo Vangelia, dejare de llamarte pequeña por un año, pero al menos baja aqui, ¿vale?

Volvío a asomar la cabeza y entonces salío del hueco, fue bajando por la escalera de subida sin que nadie se estuviese quejando de eso, se acerco hacía su padre y ahí se mostro perfectamente delante de todo el mundo. Era una chica bastante curtida, de piel un poco mas clara que la de su padre, tenía los ojos naranjas, el cabello lo tenía pintado de purpura e iba todo hacía abajo quedando todo un lado de su cara tapada, tenía la mirada muy inexpresiva como si fuese alguién rebelde y optimista, estaba claro que aque-lla chica era alguién que no quería saber nada de nada.

Conran fruncío el ceño sorprendido al ver que esa era la hija del rey, no era nada como él pensaba, asumía que iba a ser la tipica chica coqueta que lo tenía todo pero en vez de eso estaba delante de una chica rebelde y que lo ignoraba todo.

-¿Cuando va a ser que te quites ese peinado que te haz hecho? -le pregunto sincerandose con ella, no le gustaba el peinado que se hizo.

-No me lo pienso quitar, esta es mi simbolo, mi forma de expresar que ya estoy harta de esta mania del arte contemporaneo, casi todo lo que hay en este lugar tiene el mismo aspecto, cuando vas a cambiar las cosas por una vez ya que eres el rey -se justifico dejando claro que se le iba a quedar así por propia voluntad.

-Caríño, sabes muy bien que no pienso hacerlo porque sino eso no haría que estuviesemos viviendo en un mundo reluciente y perfecto -espeto hacíendo que reconsiderase esa idea como si se estuviese equivocando con esa acusacíon.

-Pues este mundo perfecte tiene sus imperfeccíones -indico soberanamente.

Aquello los dejo a todos con una rara sensacíon de ver que aquella chica tenía mas malas pulgas que cualquier criatura que tuviese un mismo criterio.

-Me recuerda a alguién -dijo incredulamente Flynn.

Cali se le quedo mirando al ver que parecía que se estaba refiriendo a ella comparan-dola con la princesa por algúna razón bastante ingenua.

Vangelia asintio poco complacida y entonces se fijo en el joven mabu con cara expectante que se encontraba mirandola de una forma poco convencional.

-¿Es este el principe con el que tengo que casarme? -pregunto incredulamente como si no estuviese muy sorprendida de verle.

-Si, pero ahora ya no es un principe, ahora es un rey -aclaro Pilabros.

-¿Acaso los reyes no eran mucho mas altos y guapos? -critico duramente.

Conran se quedo en una mala posicion al oír eso.

-Bueno, en cierto podríamos asumir que si, pero... Conran ha sido nombrado Rey ya que su padre ha sido destronado por actos bastante irracionales, y no han tenido mas remedio que nombrarle rey a él mismo.

-¿Entonces ha sido coronado como rey aproposito?

-Ha sido coronado porque es el heredero del trono y a pesar de su corta hasta ahora ha demostrado tener una gran eficiencia en estos casos, ¿verdad rey Conran?

-Así es Rey Artemus, a pesar de que mi padre ha dejado de ser el que era, no he podido olvidar claramente todo lo que él me enseño, he podido demostrar que puedo cambiar las cosas, y también con la ayuda de mis amigos los Skylanders -aclaro seña-lando al equipo que tenía detras suyo.

Torcío la mirada fijandose en el variopinto grupo que tenía delante.

-¿Quienes son? ¿Un grupo de teatro?

Todos se sorprendieron avergonzados al oír eso, ni por asomo a esa niña se le pasaba por la cabeza que podían ser un grupo de guerreros.

-¿Un grupo de teatro? ¿No sabes quienes somos nosotros? -protesto Eruptor enfureciendose de lo indignado que estaba por oír esa acusacíon.

Los demas le fueron tranquilizando viendo que ya estaba otra vez apunto de querer explotar toda la lava de su cuerpo, Vangelia se hizo a un lado mientras miraba a Conran del cual este se reía falsamente, se sentía avergonzado con esto ya que no se esperaba que al final esta reuníon acabase de esta forma.

-Vangelia, ya lo sabes, estamos en guerra con el emperador Kaos de Trollia, y ellos se han dispuesto a luchar contra los trolls que pretenden conquistar Skylands -le aclaro su padre viendo que parecía ignorar el otro asunto principal que tenían pendiente.

-¿Como? Matando de risa al emperador Kaos.

Eruptor se enfado y eso hizo que todos lo tuviesen que alejar con todas sus fuerzas ya que era evidente que quería pelearse con la niña apropositamente. Gill veía esto y le avergonzaba bastante pero no porque sus compañeros estuviesen siendo irrespetuosos, sino por el hecho de que aquella niña parecía ignorar por completo lo que ellos hacían o lo que podían hacer, tenía que demostrarselo.

-Princesa Vangelia, se que le parecera rara nuestra compañia, pero le juro por los ancestros que mi equipo es lo bastante fuerte como para vencer a cualquier ejercito que se le ponga por delante -mencíono Gill sincerandose con ella de forma cordial.

-¿Quien eres tu pescado con patas?

-Vengalia -le replico su padre viendo que ya estaba siendo irrespetuosa con él.

-Soy Gill Grunt, el lider de los Skylanders, ellos estan a mi mando.

-¿Y como piensas controlar a un grupo de payasos? -indico fijandose en que el equipo todavía continuaba peleandose con Eruptor, no paraba para nada.

Ahí entonces Gill tuvo una idea que haría que aquella princesa cambiase de parecer con lo que le iba a mostrar.

-Chop -llamo al esqueleto arkeyan.

-Si -afirmo y se puso delante de él.

-¿Podrías darme tu escudo por favor?

-Claro, ten -se lo entrego sin ningún problema.

-¿Que va a hacer? -se cuestiono sin entender que pretendía hacer.

-Digamos que demostrar que no somos unos payasos o un grupo de teatro -indico ironicamente, se dispuso a lanzar el escudo-. Flameslinger, ¿me sigues?

-Si -afirmo poniendose en posicion de lanzar una de sus flechas.

Gill lanzo el escudo hacía una de las columnas que habían a los costados, el escudo se quedo girando en el aire y él empezo a disparar con su escopeta arpon lanzando todos los arpones que pudo sacar del interior del arma, todos impactaron contra el escudo sin que este se girase de lado, empezo a bajar y ahí entonces Flameslinger lanzo dos flechas de su arco, estas acabaron enganchandose en parte de la columna justo en el momento en el que el escudo caía, las dos flechas sostuvieron el escudo.

-Vaya -se quedo impresionada al ver eso.

Gill le dirigio una mirada esceptica, su plan había funcionado.

-¿Como ha hecho eso?

-Con practicas, y entrenamiento, esto solamente ha sido una parte, pero podemos ha-cer mucho mas si nos permiten dar un ejercito lleno de suficientes hombres como para llevarlos directamente adonde se produce toda esta guerra.

-¿Pretende llevar todo un ejercito a Trollia? -critico Pilabros.

-No, quiero que todos los reinos se unan para acabar con esta amenaza, antes de que crezca, no son solamente los trolls los que estan dispuestos a terminar con Skylands, ciclopes, drows, chompies, todo este tipo de especies se estan uniendo a Kaos para darles el mayor exito que haya dado nunca, la conquista total de Skylands -aclaro hacíendoles entender que era un asunto mucho mayor del que parecía.

Aquello los dejo atonitos con una mala sensacíon de pensar que verdaderamente tenían que tomarse en serio esto ya que si era verdad que Kaos estaba juntando a todas las especies hostiles de todo Skylands, entonces no podían ignorarlo como si fuese algo que sucediese una cada tres veces consecutivamente.

-¿Ha pasado Kaos algún ataque? -pregunto Artemus.

-Hace como cosa de un mes, estabamos en nuestro refugio secreto cuando unas naves nos atacaron, luego varios trolls empezaron a ir atacando a la gente, como treinta personas muríeron ese dia, y ahora Kaos hace dos dias mando a sus primeras tropas al sur del extremo de Skylands que separa el territorio de los trolls con el de los mabus, su plan de conquista ha empezado.

-¿Cuantos soldados tiene?

-Por ahora 200 jovenes cadetes, pero podría enviar mas en cualquier momento.

-Entonces eso significa que su plan de conquista ya esta en marcha.

-No, su plan de conquista ya ha comenzado -esbozo con total seriedad.

Ambos se quedaron dubitativos al darse cuenta de que la situacíon era mucho de lo que pensaban, Artemus se llevo las manos a la boca pensativo al intentar asimilar todo este asunto, si casaba a su hija con el rey Conran, entonces quizas podrían llegar a este acuerdo y darle la mayor parte de su ejercito a los Skylanders, pero si no, entonces estarían demasíado cerca de ser vencidos por un enemigo que muy pronto iba a superar a cualquier ejercito ya existente.

-¿Podemos pactar este trato rey Artemus? -pregunto Eon queriendo saber si iba a pactar el trato que habían impuesto o no.

Se giro con una expresíon indiferente y entonces dijo:

-Lo haremos, pero el casamiento sera mañana -decreto sin mas preambulos.

-¡Mañana! -chillaron Conran y Vangelia al ver que los iban a casar mañana sin siquiera apenas conocerse mutuamente, se miraron avergonzadamente y se ignoraron.

-Pero rey Artemus, ¿seguro que quiere hacer esto? Que sepa que esto no lo hacemos por propia obligacíon -insistio Gill razonando con él para que cambiase de opinion o se diese cuenta de lo que planeaba hacer en realidad.

-Lo se, pero vosotros decís que estaís en guerra, nosotros estamos en guerra también, no pienso perder este lugar aunque eso nos perjudique a todos nosotros -se justifico dispuesto a actuar con tal de no perder nada de lo que le importaba.

Vangelia levanto la mano como hacíendo un gesto descarado al estar mosquedada con lo que decía su padre de todo esto.

-Siempre lo mismo -murmuro.

-¿Que has dicho hija mia? -oyo lo que dijo pero no lo comprendío del todo.

-A ti solamente te importa tu maldito reino, no lo que le pase a la gente, tu y el arte estaís hechos el uno con el otro, ¿porque no te casas tu con él y le das el ejercito a los guerreros estos del aire o lo que sea? Porque yo no pienso unirme por mucho que tu lo digas -le echo la bronca harta de que siempre tuviese algo que decir, se marcho ajetreada y volvío a subir por las escaleras de subida donde desaparecío al meterse en el fondo negro que daba lugar al siguiente pasillo.

Hubo un silencio que rodeo toda la sala dejando a todo el mundo indeciso al no saber que decir de todas las cosas que le dijo a su padre.

-¿Pero yo que he hecho? -se cuestiono Artemus sintiendose culpable por algo pero no sabía de que, se sentía una victima de una acusacíon hecha por su propia hija.

-Me parece que usted no ha comprendido muy bien a su hija señor -espeto Pilabros con tal sinceridad, era lo mejor que podía decirle.

Se llevo las manos a la cabeza sintiendose agobiado por ver que no solamente tenía que hacerse cargo de una guerra sino que ahora encima su propia hija le estaba dando una guerra sin cuartel del cual no podía solucionar por mucho que quisiese.

-¿Que vamos a hacer ahora entonces? -critico Zap, asumia que como la hija se había peleado la boda real no la iban a seguir al pie de la letra.

-Pasaremos la noche de aqui, y ya veremos mañana que hacemos -propuso Gill sabiendo bien que era lo mejor que podían hacer ahora.

-Tenemos unas habitacíones disponibles en este castillo, si quereís, podeís hospedaros aqui durante esta noche -anuncío Pilabros.

-Gracias, aunque ahora de lo uníco que necesitamos preocuparnos es de saber en que lugar de todo Skylands se encuentras las primeras tropas troll ahora mismo -Eon le agradecío pero entonces se acordo de otro asunto pendiente.

-Por no hablar de todos los campamentos drows -comento Trigger.

-¿Campamentos drows?

-Kaos tiene varios complices trabajando fuera de Trollia, hemos logrado acabar con uno de ellos, pero desgraciadamente uno de los que se ocupaban de vigilar la base de comunicaciones mando una señal de socorro del cual ahora posiblemente esa señal este llegando a su castillo.

-Con eso hara que Kaos se de cuenta de que ya estamos atacando sus bases y que nos proponemos atacarle con todo -agregro seriamente Gill.

-Por los ancestros -mascullo Artemus alarmado con esa noticia.

-¿Tienen algún mapa? ¿Uno grande?

-Si, vengan conmigo -pidio seriamente y entonces ambos decidieron seguirle.

Cruzaron una pequeña portezuela que había en el costado derecho de la sala y de ahí les condujo por un frondoso pero limpio pasillo que derivo en una sala mas ancha donde se podía ver que había un salón repleto de mesas y sillas donde poder comer o charlar tranquilamente, se podía ver a unos cuantos mabus guardias sin los cascos charlando en un costado, al ver al rey estos reaccíonaron como si fuese algo malo, recogíeron sus cascos y decidieron marcharse para dejarles solos, nadie les dijo nada ya que era bastante evidente que todos nosotros necesitaban un momento a solas para tratar el asunto que les importaba ahora.

Se juntaron alrededor de la mesa que ocupaba todo un espacio de 20 centimetros a lo ancho, era lo suficientemente enorme como para apoyar a un mabu encima y servirlo de comida en vez de una pechuga de pollo o algo parecido. Esperaron unos instantes y al cabo del rato vinieron apuradamente un par de guardias trayendo consigo varios mapas enrollados, eran tan enormes que apenas podían cerrarlos como era debido, tanto Artemus como los demas agarraron todos los mapas que podían quedarse y de ahí los guardias se marcharon.

Fueron buscando por todos los mapas cualquier cosa que diese con la parte sur del territorio de Skylands, uno por uno los fueron tirando sin importar siquiera si eran importantes o no, solamente buscaban uno especifico, al final Gill lo acabo encontrando tras estirar de él lo suficiente como para apoyarlo en la mesa.

-¿Este es el sur de Skylands? -pregunto mientras señalaba la costa que había en el mapa que indicaba que ese era el extremo final de todo el sur de Skylands.

-Si -confirmo Artemus.

-¿Y este es Trollia? ¿Que esta dentro del territorio de los trolls?

-Si -volvío a confirmarlo.

-Así que... si Kaos ha hecho sacar sus tropas de aqui, entonces todo un grupo de soldados tendrían que estar puestos aqui -indico señalando un pequeña fronteriza que había entre el oceano de la costa y un extremo de tierra mas atras.

-Pero eso sucedío hace como dos dias como mucho, si los soldados aterrizaron el mismo dia en que ellos salíeron de su propia tierra, entonces tendrían que haberse quedado ahí para reorganizarse, después de eso avanzarían por aqui y al cabo de una semana estarían en este otro extremo -explíco Boomer señalando el mismo extremo de tierra que tenían colocado y luego lo movío hacía una pequeña ilustracíon roja de unas montañas gemelas que había mas atras.

-¿Ahí algo especial? -pregunto Thrax.

-Digamos que unos cuantos pueblos rurales llenos de mabus -confeso Boomer llevandose las manos a la cabeza al ver que ya estaban cerca las tropas de meters en un pueblo inocente y de atacarlo sin piedad.

-¿Mataran a todo aquel que este en ese pueblo? -pregunto Artemus queriendo saber con exactitud lo que tenían planeado los trolls.

-No, solamente los esclavizaran, quemaran sus casas, se llevaran sus objetós mas personales y después de eso llamaran a todas las demas especies para que vengan y así tendran mucho mas hombres que antes.

Carraspearon pensativos al ver que se encontraban en un punto muerto, apenas habían logrado algo y ya los trolls ya estaban apunto de superarles con sus operacíones de conquista que eran las que justamente querían evitar a toda costa.

-¿Como podemos salvarles? -se cuestiono temoroso Artemus de eso.

-No podemos -confeso Cali.

-¿Como?

-Piense esto, si Kaos se da cuenta de que sus tropas no han avanzado el camino que se les ha asignado que sigan, sabra que hemos sido nosotros quienes les han atacado ya que sabemos todo lo que él va a hacer, y eso no le dejara otra que tomar una decision mucho mas que drastica.

-¿Cual?

-La de mandar a todo un grupo de bombarderos para hacer estallar cualquier pueblo que encuentren por toda esta zona, o algúno mucho mas alejada por como paso con nuestro refugio, Kaos no dejara que salvemos a nadie.

-¿Y entonces toda esa gente tendra que sufrir porque nosotros no pudimos hacer algo por ellos? -critico Pilabros atemorizado también de esa idea.

-Los podremos salvar, lo haremos, con el paso del tiempo, pero es mejor dejar que Kaos haga su recorrido para que así sepamos que sigue estando con la misma estrategia que ya tiene planeada, si vamos dando saltos de un lado para otro, entonces me temo que él se enfadara y no tendra mas opcíon que recurrir a la violencia indiscriminada para culparnos por estar metiendonos donde nos toca -argumento Gill sabiendo que la mejor opcíon de todas era dejar que Kaos creyese que seguia saliendose con la suya.

Todos se lo replantearon dudosamente.

-¿Entonces dejaremos de inumerables vidas sufran por nada?

-Unos pocos moriran, eso ya podemos suponerlo, pero lo que si suponemos, es que si lo hacemos bien, quizas logremos salvar a muchos mas, podemos acabar con todos los mayores malhechores que habitan en este mundo, podemos acabar con todo ese mal hasta llegar hasta Kaos, y así cambiaremos las cosas -explíco Eon dejando claro que lo que importaba no era solamente detener a Kaos de cometer sus planes, lo que importaba era terminar con toda la maldad que asolaba a Skylands desde hacía años, era im-plantar una justicia donde debía estar.

-¿Y ustedes detendran ese mal?

-El mal no se puede detener, pero si puede detener a aquellos que viven de ello, los ciclopes y los drows son seres que que viven de pura maldad, podemos acabar con aquellos que lideran los ejercitos, acabar con sus campamentos, y de ahí llegar hasta el centro de esa maldad, hasta Kaos en persona.

-¿Y creeís poder detenerle? Porque supuestamente se dice que tiene unos poderes que van mas alla de lo inimaginable -critico Pilabros sabiendose de sobra ese hecho como si fuese otro riesgo mas al que tomarse en cuenta.

-Esos poderes son producto de la oscuridad, de una oscuridad que yacía hace mil años pero se extinguio, hasta ahora, Kaos tiene esos poderes, y puede utilizarlos para destruirlo todo o para contaminarlo como hizo Malefor -agrego Eon con total soberanía, se notaba que le asqueaba bastante el tema de la magia oscura.

-¿De Malefor?

-Pero Malefor se extinguio hace un siglo, es imposible que Kaos pueda volver a lograr lo mismo que hizo en ese momento, ya nadie tiene tanto poder como para destruir-lo o como para vencerlo.

Aquello hizo que Eon les tuviese que confesar la cosa mas que temía que ellos acabasen enterandose por su culpa, pero si quería que ellos confiasen en que se estaban enfrentando a una mayor amenaza, entonces tenían que hacerse una idea de lo que tenía encima como para lograr una victoria segura.

Se acerco poniendose delante de ellos como para que nadie del equipo o los demas les oyesen ya que nadie debería enterarse de eso o habría otro problema mas.

-¿Veís ese pequeño reptil purpura que hay ahí? -les señalo a Spyro que se encontraba mirando el mapa junto con su hermano libélula-. Él es Spyro, y resulta ser el primer dragon vivo en los ultimos mil años, un dragon en perfecto estado y con el suficiente poder como para vencer a Kaos y a toda la magia oscura.

-¿No es verdad? -se exaspero Artemus al oír eso.

-Así es, pero también puede ser el que se una a la misma oscuridad para hacer que Malefor renazca, ese era uno de los miedos que tenía Tharon y por eso creo esa rebelíon que casi nos mata a todos nosotros, todo esto es por él, necesito que Spyro sea lo suficientemente fuerte como para vencer a la oscuridad antes de que ella se acabe uniendo a él, y yo no quiero eso, así que necesito tener vuestra confianza para saber que ningúno de los dos intentara nada por capturarlo o matarlo, ya hemos pasado, no quiero nada de eso otra vez, ¿puedo contar con vosotros? -les resumío todo el asunto por el que habían pasado como para hacer entender que todo dependía de lo que hiciese Spyro y no podían dejar que sufriera por esto.

Ambos se miraron sintiendose dudosos, estaba claro que tenían entre manos a una de las mayores criaturas que habían visto en su vida, y eso suponía un problema, pero si era verdad que Kaos se estaba aprovechando de la magia oscura que antes había tenido Malefor, entonces tenían que dejar que aquel dragon se encargase de eso personalmente y sin ningún problema.

-Le ayudaremos con esto -prometío confiadamente Artemus.

-Bien, pero yo no quiero que se enteren los demas, siguen todavía cabreados con Tharon por como les vencío -agrego estrictamente.

Ambos afirmaron resoplando nerviosos por tener que tratar esto ya que les resultaba demasíado nuevo como para hacerse a la idea. Eon pidio a todos los Skylanders que se reuniesen con él una vez mas, dejaron de mirar el mapa y se pusíeron a un lado formando toda una fila que ocupaba casi todo el lugar de la mesa alrededor.

-Skylanders, se que hasta ahora hemos intentado por todos los remedios ganar nuestro mayor apoyo posible, después de varias derrotas hemos conseguido tener un nuevo trato con el rey Artemus para darnos su ejercito -notifico señalando a Artemus y Pilabros como dejando claro que ellos pactaron el trato de luchar a su lado.

-¡Si! -todos se alegraron aplaudiendo al ver que consiguieron tener mas hombres que antes, con todo eso hacía que tuviesen directamente el ejercito que andaban buscando con tal de actuar y buscar a Kaos estuviese donde estuviese.

Eon alzo la palma de la mano hacíendo que todos se callasen al instante.

-Pero como todos sabeís esto no resultara nada facil, este ejercito jamas ha estado en un campo de batalla, esta gente no es como nosotros, así que vamos a tener que darles nuestro mayor y nuestra mayor gratitud porque estamos cambiando las cosas, y cuando ahí un cambio hay un mayor coste, y ese coste sería utilizar a los hombres que ellos tienen, así que quiero que todos deís vuestro apoyo a este reino, ¿entendido? -puso los inconvenientes con tal de hacer que todos se lo tomasen en serio.

-¡Si señor! -afirmaron a la vez estando de acuerdo.

-Rey Artemus, le doy mi total confianza y responsabilidad para recibir vuestro ejercito con la mayor importancía posible -acoto consoladamente Conran.

-Lo se principe Conran, ya sabía que acabaría agradeciendome con total gratitud que yo le entregue mi ejercito -se reafirmo justificando ese agradecimiento.

Asintio complacido al ver que lo entendía sin problemas.

-Muy bien, ahora si os lo permitís, Pilabros os llevara directamente hacía vuestras nuevas habitaciones donde os hospedarís durante esta noche -pidio y entonces Pilabros se hizo a un lado hacíendo un gesto como de querer acompañarles.

Abandonaron la sala del comedor atravesando el mismo pasillo por el que pasaron antes, regresaron a la sala del trono y por ahí subieron por las escaleras de subida atravesando el hueco por el que antes Vangelia se había ido, cruzaron el hueco que parecía oscuro pero en realidad eran las sombras que salían proyectadas de los costados, dentro había todo un pasillo algo estrecho pero estaba todo amueblado con paredes rojas, accesorios artesanales puestos encima de vitrinas como si estuviesen desfilando por un museo, todos fueron mirando asombrados mientras el resto se estaba extrañando ya que tanto arte les estaba dejando con una rara sensacíon de pensar que la gente que vivia aqui estaba suturada con ese tema y nadie se daba cuenta.

-Maestro Spyro, ¿usted cree que esta gente nos ayudara si dejamos que se case su hija? -pregunto Snuckles queriendo saber la opinion del dragon ante ese hecho.

-Y si, después de estar volviendo como dos hermanas se mataban la una a la otra, yo diria que lo acabaran hacíendo a menos que surja un inconveniente y piensen en utilizar otra tecnica para terminar con esto -reafirmo suponiendole con total certeza de que acabaría pasando, pero tenía ese pensamiento ajeno en la cabeza que le decía que podía pasar cualquier en el momento menos inoportuno.

-O podrían secuestrar a la princesa -añadio Ike teniendo justo la idea que nadie quería sonsacar en un momento como este.

Pilabros se detuvo indeciso otra vez al oír eso y se giro mirandoles con aquella expresíon rigida de la que no sabían si se estaba indignado por esos comentarios o simplemente no toleraba que nadie soltase lo que nadie quería escuchar.

-La princesa esta bien protegida en este lugar, no le sucedera nada a menos que su padre no se entere o yo no me entere antes, ¿de acuerdo? -aviso dejando claro esa imposibilidad por mucho que se lo pensasen.

Todos afirmaron con la cabeza confiados en que lo decía bien en serio. Se dio la vuelta y ambos volvíeron a ir avanzando sin ningún problema.

-Oye Pilabros, hay una cosa que todavía no nos ha quedada clara desde que hemos entrado aqui y me parece que tu podrías explicarnoslo -mencíono Sparx dispuesto a preguntarle por las cosas que antes no había respondido.

-Todas vuestras preguntas seran respondidas en su momento -contesto dando la misma respuesta de antes, no iba a cambiar con eso para nada.

Volvíeron a mosquearse al estar hartandose de no tener ningúna respuesta de nada, era como si los hubiesen invitado pero eso no quería que decir que fuesen bienvenidos a conocer todos los temas que rodeaban este particular lugar.

-Venga ya, hay algo en lo que nos puedas contestar de una vez por todas, o basicamente contarnos algo que tengamos que saber de este lugar o de lo que tengamos que tomar en cuenta por lo menos -reprimio Terrafin exigiendo que le contase cualquier cosa que hasta ahora desconocían para ellos.

-Tiene razón, ¿como funcíona este lugar? ¿Porque el arte? -pregunto Bash coincidiendo con lo mismo, todos se quedaron con las mismas dudas sin parar.

-Calma chicos, si dice que no quiere darnos ningúna respuesta entonces tenemos que hacerle caso sin ningún problema -acoto estrictamente Gill viendo que todo el equipo se estaba preocupando demasíado por nada.

-Lo se, pero de que sirve que vengamos aqui y no nos digan nada, al menos en los otros reinos nos contaron bastantes cosas, aqui nada útil -opino Eruptor.

Pilabros lo estaba escuchando todo y no soportaba como todo el grupo no paraba de estar quejandose de todo, quería evitarles pero no podía hacerlo ya que nunca antes había visto a un equipo tan desconsiderado y poco inpaciente, si querían saber algo, entonces les iba a dar eso mismo, se detuvo al instante y se giro mirandoles rigidamente.

-¿Quereís saber algo? -les pregunto inquisitivamente.

-Si -afirmo Sparx quedandose indeciso al ver como reaccíono mirandoles con esa expresíon furtiva como de sentirse terriblemente indignado por esto.

-Tened cuidado con los piratas -confeso seriamente.

-¿Piratas? -cuestiono Spyro en esa palabra que le recordaba vagamente al suceso que había tenido él con su hermano unos meses antes

-Piratas, monos pirata que se meten en nuestro reino y no paran de robarnos cosas utiles para luego negociar con ellas en el mercado negro, llevamos así durante treinta años, y hasta ahora ningúno ha conseguido meterse en el interior del castillo -se sincero soberanamente con ellos demostrando que estaban en guerra con otra especie a la que no les gustaba nada que se metiesen.

Ambos se quedaron sorprendidos al ver que a pesar de ser un reino bastante grande y reforzado, era otra gente con el mismo problema de tener piratas metiendose aprovechosamente en el reino para incordiarles constantemente, pero si eran piratas, tenían que saber por lo menos a quienes se enfrentaban.

-¿Que tipo de pirata son? -pregunto Voodood.

-Greebles.

-Justo los Greebles -critico Sparx indignado al oír eso.

Fruncío el ceño.

-Mi hermano y yo ya nos cruzamos con una banda de Greebles antes -confeso Spyro hacíendoselo saber para que viese lo importante que era.

-¿Os quitaron algo?

-Si, nuestra dignidad -admitio ironicamente Sparx, se acordo perfectamente de lo humillado que quedo cuando aquellos monos le dieron una paliza.

-¿Entonces sabreís que esos monos no se detendran ante nada por conseguir aquello que mas les interese? ¿Verdad?

-¿Porque? ¿Han intentado de robar algo importante de aqui? -pregunto Conran poniendose tenso al descubrir que si había pasado algo relacionado con los Greebles.

-Robar no, secuestrar, a la princesa.

Ambos se quedaron terriblemente sorprendidos al ver eso ya que demostraba que si había sucedido algo con la princesa, era peor de lo que pensaban.

-¿Secuestraron a la princesa?

-Lo intentaron, y fallaron.

-¿Como fue que paso? -pregunto interesado Karvus.

Miro de reojo a cada uno como estar analizandoles para determinar que era lo siguiente que iba a hacer ahora, asintio volviendo a ponerse tenso y entonces dijo:

-Venid conmigo -pidio queriendo que les acompañasen para llevarles a otro lugar.

Lo aceptaron sin ningún problema y entonces le siguieron sabiendo muy bien que no les iban a llevar directamente a los dormitorios donde tendrían que quedarse hospedades, salieron del pasillo por el que estaban y de ahí acabaron metiendose en otro solo que este tenía a un par de armaduras negras colocadas encima de dos pedestales, giraron a la derecha y de ahí fueron bajando por una escalera de caracol que finalizaba sobre una puerta de bronce y madera, tenía una cerradura de hierro, Pilabros saco unas llaves y agarro la tercera de todo el aro, abrío la puerta y entonces ambos pasaron al interior, uno por uno se fueron metiendo todo el equipo hasta acabar viendo una pequeña sala repleta de cajas amontonadas sobre varias parcelas como si aquello fuese una sala de registros bastante contundente.

-¿Que es todo esto? -pregunto Cali indecisa al ver lo que tenía delante.

-Esta es la sala de los informes de todos los ataques de Greebles que hemos tenido archivados desde hace 500 años -confeso demostrando que el tema de los monos piratas venía desde hace mucho mas tiempo del que creían.

-¿500 años os han estado atacando los Greebles? -pregunto Thrax.

-Así es, nunca hemos sabido porque esos monos nos la tienen tomadas con nosotros desde siempre, no sabemos si es porque tenemos los materiales mas beneficiosos para ellos o somos un objetivo facil para sus ataques de robo, pero al menos hemos conseguido recopilar todos los aspectos que hemos tenido de ellos con tal de tener algo que nos sirve de utilidad.

-¿Utilidad en qué?

-En combatirlos y detenerlos.

Aquello ya dejaba clara otra idea, no solamente estaban protegiendo el reino de los monos sino que encima tenían un plan para acabar con ellos de lo hartos que estaban por haberse pasado tantos años protegiendose sin parar.

-¿Como planean hacer eso? -pregunto Gill poniendose de brazos cruzados ya que asumía que tendrían algún plan y seguramente uno con violencia.

-Por ahora no se tiene nada planeado, pero en cuanto recibamos mas detalles de todo lo que tenemos aqui archivado, entonces Artemus decidira que hacer -comento demostrando que esto no era algo predemitado y que lo hubiesen planeado hace poco tiempo, no tenían nada de eso de momento.

Se quedo con una seria expresíon al no confiarse mucho sobre esa idea, pero si era verdad que estaban en guerra con aquellos monos, entonces tendrían que estar ayudandoles a solucionar este asunto antes de que acabasen solucionandolo de una forma tan hostil que podría dar lugar a algo mucho mas consecuente.

Todos siguieron mirando de un lado para otro observando los formularios que habían sobre toda las repisas, estaban algo desordenadas pero se notaba que estaban apiladas según los años en los que habían sucedido todos los ataques, había unas estampas doradas colocadas en la punta del extremo derecho donde podían el numero de año en el que había sucedido, todas iban desde los cien solticios de invierno hasta los años venideros que era ya muy cerca de la epoca en la que ellos se encontraban.

-¿Cuantas veces os atacan durante todo un año? -pregunto Spyro.

-La mayoría de las veces durante tres meses, pero siempre de vez en cuando suele haber algún Greeble que se mete para incordiar a la gente y robarle algo preciado, cada vez que eso sucede lo dejamos todo archivado esperando encontrar algúna prueba que nos pueda servir para capturarles o encontrar su lugar de reuníon.

-¿Su lugar de reuníon? -cuestiono Conran.

-Todos los piratas siempre tienen un lugar donde reunirse para festejar los robos que han hecho, es basicamente como una isla pequeña donde nadie se mete ya que solamente sirve como refugio fuera de las normas de Skylands -aclaro Gill.

-¿Conoces muy de sobra todos los temas de los piratas? -pregunto Pilabros interesado en ver que sabía demasíado de ese tema, tanto como si fuese uno.

-Yo una vez fui un pirata, me conocía todos los aspectos que tienen ellos, tanto que casi me podría haberme quedado con ellos si no fuese porque después de ver como varios compañeros mios secuestraron a una persona que quería demasíado, no me habría dado cuenta de lo que estaba hacíendo -confeso dando el motivo por el cual había abandonado el trabajo de pirata en su momento.

Carraspeo Pilabros tomandoselo como un buen motivo.

-Era lo mejor.

-Lo se, lo se -confirmo sintiendose disgustado por eso ya que todavía se acordaba de aquel error que le hizo sentirse mas mal que nunca.

Todos los demas miraron interesados al saber muy bien que Gill jamas superaría ese dolor, ni aunque les dijese la verdad sobre quien era exactamente la persona a la que secuestraron en realidad, todos continuaron con lo que estaban fijandose en cada una de las cajas como hacíendose una idea de que los monos piratas aquellos no paraban nunca, era como si las estuviesen fijados por propio capricho, ningúno se dejo nada por ver excepto Sparx que se fijo en una de las cajas que había en una de las estanterias que había arriba de todo, la bajo apoyandola sobre la mesa que había en el medio de la sala al estar dispuesto a abrirla.

-¿Has encontrado algo útil? -pregunto Bola Rodadora viendo lo que hacía.

-Posiblemente -dijo y entonces abrío la caja dejando la tapa en un lado, bajo la mirada y observo algo que le dejo boquiabierto, tan boquiabierto que no pudo evitarlo y acabo soltando algo que tenía metido dentro de su cuerpo.

-¿Pero que es esto? -chillo euforicamente al quedarse desconcertado de lo que veía.

-¿Que pasa Sparx? -pregunto Spyro viendo como reaccíono su hermano.

-Fijate en esto -le señalo en el interior de la caja y ahí entonces observo algo que no se esperaba encontrar en ningún momento, había unas hojas dibujadas con crayon de unos Greebles a los que ya habían visto anteriormente.

Spyro reconocío el aspecto de los Greebles.

-¿No te suenan de algo esos monos?

-Si, ¿pero como? -se quedo indeciso al no poder creerse que de entre todas las hojas que habían esparcidas por la pequeña habitacíon en la que se encontraban, justo tenía que haber las imagenes de los Greebles con los que se encontraron antes de todo.

-¿Que sucede? -pregunto Karvus poniendose delante de ellos al igual que el resto para ver lo que estaban teniendo encima.

-Estos Greebles... son los mismos que nos atacaron cuando buscabamos la forma de salir de Ala Rocosa, los mismos que nos arrinconaron para robarnos -confeso Spyro enseñandoles las fotos que habían dentro de la caja.

Cada uno fue agarrando toda la docena de hojas pintadas con ilustraciones de los Greebles como hacíendose una idea de que verdaderamente eran los mismos que ambos conocían, incluido el que era el jefe de ellos, el babuino que casi los mataba al tirar esa bomba de dinamita contra ellos.

-Este era su jefe -le entrego la hoja a Pilabros para que la viese.

Se miro la hoja detenidamente.

-Reconocería ese aspecto en cualquier lado -confirmo Sparx.

-Increible -dijo sintiendo que había encontrado algo interesante.

-¿Que? -pregunto Gill queriendo saber que había deducido con eso.

-¿Donde decíais que os habían atacado aquellos Greebles?

-Cerca de nuestro hogar, en Ala Rocosa, en el Valle de las Libélulas.

-¿Sabeís que hacían ahí?

-Venían a secuestrarnos porque habían oído un rumor de que mi hermano era un dragon vivo que había atacado a un drow antes y estos se pusíeron a seguirnos, suerte de que sobrevivimos -le explico Sparx contandole la historía tal y como sucedío pero de manera que entendiese por donde iba.

-¿Y por ese rumor os atacaron?

-Si -confirmo Spyro sintiendo que aquella justificacíon era bastante rara.

-Interesante -se dijo llevandose la mano a la barbilla.

-¿Porque? ¿Que sucede? -cuestiono Conran.

-Creo que me acabaís de dar una idea.