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PROPIEDAD DE LOS TROLLS

Los trolls consiguieron hacerse con el pueblo que les había indicado aquel mabu, bajaron la pendiente y de ahí se encontraron con la gente que vivia, se asustaron al verles y aquello hizo que los trolls aprovechasen para atacarles mientras no tuviesen tiempo a escapar por ningún lado, se pusíeron a rodear todas las chozas que habían por todo el campo para registrarlas desde dentro.

Uno por uno fueron encontrando a todas las familias que habitaban y las iban sacando con brusquedad y sin tener siquiera la mas minima compasíon en intentar de volver a entrar para recoger sus pertenencias, se ocuparon de sacar todos los muebles y los iban quemando con la ayuda de los lanzallamas, formaron una enorme montaña y de ahí iban tirando todo lo que se encontraban para quemarlo, estaban decididos a hacerle la vida imposible a los aldeanos para hacerles saber que ahora ellos mandaban y que nunca mas iban a vivir como solían hacer antes, ese era el nuevo plan que habían creado para mantenerlos a raya y asi evitar cualquier confusíon.

Tumbor tuvo una idea, ordeno a todos los soldados trolls que agarrasen a los aldea-nos mabu y los pusiesen en un rincon y les obligasen a arrodillarse ante ellos ya que como eran los nuevos amos, tenían que tratarles como tal, los fueron agarrando a todos uno por uno pero de una forma tan brusca que hizo que algúnos acabasen peleandose con los soldados trolls, les iban golpeando en las cabezas con las culatas de sus armas dejandoles una enorme herida por el cual sangraban bastante, no les ayudaban, les dejaban como estaban y sin preocuparse de su estado, los pusíeron a todos en un area especifica del pueblo donde estaba todo el equipo de soldados reunidos con los tanques y ahí Tumbor se puso delante de ellos dirigiendose de forma rudimentaria, dijo:

-Todos vosotros sois ahora propiedad del emperador de Kaos de Trollia, lo que eso significa que nos teneís que venerar como vuestros nuevos amos y debereís atender a todas nuestras ordenes, y si alguién tiene algún problema se las va a tener que conmigo -les impuso la normativa de que ahora se les había acabado la libertad.

Justo entonces un anciano mabu se levanto y dijo:

-Tu no eres nadie para decirnos como tenemos que vivir -le recrimino seguido de un escupitajo que indicaba su desprecio hacía sus ordenes.

A Tumbor no le gusto nada y entonces saco su arma, la misma que había usado antes para matar al joven mabu que les indico el camino para encontrar el pueblo, disparo y la bala le atraveso el corazon, murío desangrado.

Todos los aldeanos se lamentaron por esa muerte pero eso no hizo que los trolls les siguiesen tratando igual de mal que antes, los sacaron con fuerza y de ahí los llevaron hacía unas jaulas que habían traído consigo dentro de los tanques, las abríeron y fueron metiendo a una docena de mabus apretujandolos como si pudiesen caber mas de las que podían caber a simple vista, Tumbor se regodeo con eso pero Lomis no, no le gustaba como trataba a los mabus y se puso a recriminarle por sus acciones.

-¿Quieres que le avise a Kaos de lo que estas hacíendo con esta gente? -le reprocho advirtiendole para que dejase de comportase tan despiadamente.

Solto una risotada falsa entre dientes.

-A Kaos lo uníco que le interesa es que estos mabus sufran por no estar hacíendonos caso, y hasta ahora esta yendo todo bastante bien -indico tomandoselo como una simple molestia, se marcho dejandolo ahí como creyendo que le aconsejo chistosamente de lo que tenían que hacer en realidad con los mabus.

Lomis no quería seguir hacíendole caso a Tumbor ya que para él esto le entretenía demasíado, le encantaba la violencia, tanto que podría estar todo un dia viendo como torturan a los mabus solamente para deleitarse de su dolor como hizo antes con el mercader mabu que había sido bueno con ellos, no sabía si aquel mabu tenía familiares aqui o no ya que tenía que avisarles de lo que le había pasado, aunque tenía claro que eso no arreglaría nada ya que el error estaba hecho.

Se sentía terriblemente culpable por haberse metido, toda esa gente que veía apelotonada en aquellas ridiculas jaulas habían sido encerrados sin ningún motivo, solamente habían estado una hora como mucho en todo el lugar y ya sentía que había hecho algo mucho peor que con el mabu mercader, lo estaban destruyendo, les quemaban las pertenencias dejandoles sin nada y encima los estaban apartando de sus propias familias como si tuviesen la culpa de no ser fieles a un reino que ellos desconocían, pero no podía hacer nada, si intentaba hacer una estupidez Tumbor le encerraría en una de esas jaulas y se aprovecharía de todo el mundo para hacerle la vida mas miserable, él no era uno de ellos, pero le daba lastima no serlo.

Ando por todo el pueblo buscando algo que le llamase la atencíon, si iba a ver como un montón de gente sufría por nada, al menos tenía que salvar algo que fuese importante para algúno por si llegaba a regresar a su pueblo, o no, miro todos los objetos que habían sido sacadas de las casas tras haberlas tirado por la ventana, habían lamparas, ropa, cubiertos, platos de ceramica rotos en varios trozos, y un cuadro de familia, le dio curiosidad, lo levanto mirandolo bien, era un cuadro con cinco mabus, un padre, una madre, un tio, un hermano mayor, y una hermana pequeña, pertenecían a una de las familias que habían raptado, miro bien la foto y ahí entonces tuvo una idea.

-Tengo que proteger esto y avisarle a sus respectivos dueños -penso decidido a proteger ese cuadro metiendolo en algún lugar donde lo pudiesen encontrar facilmente.

Miro a ambos lados pensando en donde podría esconderlo, no había mucha cosa útil ya que si en algún momento los trolls se metían por esas areas acabarían encontrandolo, necesitaba un lugar donde a ningún cadete troll de cabeza reducida se le ocurriese inspeccionar, volvío a mirar la casa y observo que había debajo suyo había una pequeña rajadura, un trozo de madera recortado por ratas, se puso de rodillas y miro por dentro, no veía nada, estaba todo oscuro, decidio que ese sería el lugar, pero era muy pequeño, tenía que abrirlo mas.

Arranco parte de la madera y tiro los trozos a un lado, dejo el agujero un poco mas grande que antes y aquello le facilito un poco mas las cosas, metío el cuadro dentro poniendolo boca abajo como para que así si una rata o algún bicho parecido no se pusiera a morderlo desde ese lado, lo dejo ahí oculto bajo un poco de tierra y arena y se levanto sintiendo que había hecho algo bueno a pesar de todo, ahora solamente le quedaba avi-sar a los dueños de esa casa de donde lo había escondido.

-¡Alto ahí! -oyo la voz de alguién.

Levanto las manos del susto y se giro observando que se trataban de dos cadetes trolls que le estaban apuntando con una mirada fria, penso que le habían descubierto pero entonces los dos bajaron sus armas, pusíeron una mirada de alivio.

-Disculpenos general Lomis, creíamos que era un mabu que se había escapado -se disculpo el cadete troll de la derecha.

-¿Se encuentra bien? -pregunto el de la izquierda.

Ahí entonces Lomis se dio cuenta de que no podía decirles lo que estaba hacíendo porque sino esos dos se chivarían y se le quedaría arruinada la reputacíon, tenía que buscar una excusa para quitarse de encima a esos dos, de pronto tuvo otra idea, penso en preguntarles por los dueños para así saber a quienes tenía que avisar de donde se encontraba escondido el cuadro, si es que estos dos lo supiesen de algúna manera.

-¿Sabeís donde estan los dueños de esta casa? -decidio preguntarles a pesar de que a lo mejor estaba cometiendo un error al hacerlo.

-¿Los dueños de esta casa? -se quedo pensando el cadete de la derecha-. Creo que se los llevaron hacía donde esta jaula cerca del molino.

-Gracias cadetes -se sintio aliviado de ver que lo sabían.

-¿Porque pregunta por los dueños de esta casa? -se cuestiono el otro.

Penso en una excusa rapída.

-Tengo mis sospechas de que la familia que vive aqui esconde algo que hasta ahora no han mencionado y quiero saber que es -esa fue su excusa, la uníca que podía darles hasta el momento para hacer que no sospechasen.

Se miraron escepticamente y entonces volvieron a dirigirse hacía él.

-¿Quiere que le acompañemos?

Aquello le aterrorizo mucho mas que antes, no podía dejar que le acompañasen ya que sino sospecharían de que intentaba hacer algo con esa familia y seguramente no era lo que ellos esperaban, necesitaba otra excusa rapída igual que la de antes.

-No, dejadme a esto a mi, creo que por aqui he visto a otros dos mabus escaparse -les señalo por detras suyo como fingiendo que había algo por el otro lado.

Asomaron la cabeza pensando que lo iban a ver.

-Gracias señor -se marcharon corriendo pasando por el costado y de ahí desaparecieron tal y como vinieron antes, se alivio al ver que logro quitarselos de encima sin crear ningún tipo de sospecha sobre lo que hacía.

Se marcho dirigiendose hacía el molino donde se encontraba la familia perteneciente a la casa, fue corriendo apuradamente ya que quería hallarles antes de que fuese demasíado tarde y se los llevasen a otra parte, llego hasta el molino del cual parecía que lo estaban quemando al igual que con el resto de los materiales pertenecientes a los aldeanos mabu, había un soldado armado con un lanzallamas que iba quemando las aspas de los molinos a medida que estos iban girando a causa del viento, el fuego se expandío hasta arriba de todo donde siguio ardiendo peor que antes.

Vio la jaula donde estaban metiendo a los aldeanos mabu, los apretujaban a patadas contra la jaula, habían tantos que le resultaba imposible saber quien podría ser perteneciente al cuadro, todos eran iguales y no había algúno que indicase algúna cosa dis-tinta, pero que intentarlo por lo menos.

Volvío a correr apuradamente y llego suspirando de agotamiento, se junto con el teniente troll que estaba cerrando la jaula al no poder meter a mas mabus, todos estaban apilados y sacando sus brazos del interior suplicando que les sacasen, iban lanzando gritos de angustia como si se creyesen que iban a morir ahogados ahí dentro, era una vergüenza ver eso pero no podía quejarse ya que estaba hacíendo lo que le habían pedido hacer y eso suponía callarse por cualquier cosa intolerable.

-Necesito ver a unos mabus de aqui dentro -le pidio al teniente troll.

-A estos mabus es mejor que no se les saquen, estan mejor aqui metidos dentro que aqui fuera -le aviso imponiendo que ya no tenía la responsabilidad de sacar a ningún mabu por cualquier razón que fuese.

-Pues yo necesito buscar a uno que esta aqui que parece saber algo, lo necesito aho-ra mismo -insistio exigiendole de una amarga manera.

El teniente bufo consternado y al final le hizo caso al ver que la cosa quedaba ahí, saco sus llaves de dentro del traje y abrío la puerta de la jaula, fue sacando a todos los mabus uno por uno y los iba tirando contra el suelo con tal de sacarlos mucho mas rapído, oía los pequeños gemidos que hacían ya que se hacían daño al caerse de esa manera, los mabus no estaban hechos para soportar semejante daño y eso teniente les estaba inflingiendo mas de la cuenta.

-¿Esta bien así? -le pregunto queriendo saber si podía seguir sacando mas mabus con tal de que se quedara perfectamente a gusto.

Los miro fijamente observando como se iban abrazando todos mutuamente como si fuesen familia, sabía que todos ellos no eran familiares de una misma familia, pero aún así se iban abrazandose como si se conociesen de siempre, eso era algo que jamas antes había visto, y ahora que lo tenía delante, le daba mas lastima.

-Deme un momento -le aviso señalandole con el dedo.

El teniente lo dejo estar hacíendose a un lado para permitir hacer lo que quisiera hacer, se puso delante de los mabus intentando de asimilar cual podría haber sido el dueño de la casa, penso en la imagen del cuadro, uno de ellos tendría que haber estado en la foto por lo menos, todos eran demasíado identicos, eso le dificultaba las cosas, necesitaba darles algo de informacíon para así saber a quien tenía que buscar.

-¿Quien de ustedes es el dueño de esa casa? -les pregunto esperando que uno contestase para corroborar su respuesta.

Nadie decía nada, todos le ignoraban como si fuese un monstruo que les iba a comer la piel o los organos del interior de su cuerpo, siguio repitiendo la misma pregunta pero subiendo de tono ya que le desesperaba saber quien era el dueño, no quería irse de ahí hasta tener lo que quería, acabo dando una ultima pregunta y esta vez que culmío el vaso, subío su tono hasta llegar a un estado en el que lo hacía parecer como un troll igual que el resto, les grito y eso hizo que los mabus se cubriesen del miedo.

Se quedo avergonzado ya que nunca antes había hecho eso en su vida, nunca antes le había gritado a alguién indefenso, estaba tan desesperado por querer resolver esta situacíon que se había acabado convirtiendo en aquello que tanto odiaba.

-¿Quieres saber quien vive en esa casa? -pregunto una mujer mabu con un cierto tono adulto que se encontraba con los miembros del final de la fila.

-Si -le respondío asumiendo que ella vivia ahí.

-Yo vivo ahí, ¿que quieres saber?

Ahí tenía lo que quería, la agarro y entonces se la llevo bien lejos del grupo como para que no la oyese nadie, ni siquiera el teniente troll que estaba ocupado controlando a los mabus encerrados en la jaula, la llevo arrastrando con fuerza ya que no quería que se escapase ahora que tenía la oportunidad de hacer algo bien por un dia, aquella mujer mabu era muy fuerte, tanto que tenía la idea de que a lo mejor podría noquearle, pero no podía permitirse eso, dio un par de pasos hasta que entonces se detuvo, miro para ambos lados asegurandose de que nadie le hacía caso, veía a un grupo de tres trolls charlando aunque no parecía que estuviesen mirando hacía él, tenía que hacerlo ahora.

-Escucheme señora.

-¿Que es lo que quiere?

-¿Tiene un cuadro con toda la familia?

-Si, ¿que pasa con él?, ¿va a quemarlo como han hecho con las cosas de los demas?

-No, quiero avisarle de que lo he dejado escondido debajo de la casa, sobre una rajadura en el suelo, esta a salvo, ¿lo ha entendido bien?

La mujer mabu se quedo indecisa al oír eso.

-¿Que es lo que pretende? -quería entender porque se lo decía.

-Nada, solamente se lo aviso, ¿de acuerdo?

Lo hizo y entonces volvío con el teniente troll que estaba volviendo a meter al resto de los mabus de vuelta en la jaula, casi estaba apunto de cerrarla olvidandose de que faltaba uno mas, le pregunto por la razón de entender porque se la había llevado lejos, penso en otra excusa rapída, le dijo que porque creía haber visto escondiendo a un mabu pequeño en algúna parte, ella le contesto y decidio devolverla, al teniente le resulto raro, la volvío a meter dentro de la jaula y lo dejo estar.

-¿Que sera de ellos? -le pregunto al darse cuenta de que no tenía ni idea de lo que iba a suceder ahora con los mabus que habían encerrado.

-Los dejaremos aqui metidos y enviaremos a alguién para que se los lleve.

-¿Que se los lleve adonde?

-A Trollia, ahí trabajaran para construir armas que necesitamos para esta guerra si es que tienen fuerzas suficientes para hacerlo, y si no lo tienen, entonces me temo que tendremos que ocuparnos de ellos de una manera mucho menos efectiva -explíco señalando que ahora los habían convertido directamente en esclavos que se iban a pasar trabajando dia y noche para construirles todo lo que quisiesen.

No le gusto mucho la idea pero tampoco podía quejarse, estas eran ordenes de Kaos, y si él había pedido eso, entonces tenía que aceptarlo como tal, se marcho alejandose para no seguir viendo mas a los mabus enjaulados, podía ver a la mujer mabu que le estaba mirando con una cara complaciente, no sabía si con eso le daba las gracias por avisarselo o no pero al menos le hacía sentirse un poco mas complacido, había hecho una cosa buena, cuando todo el mundo estaba hacíendo las cosas mal.

Volteo la mirada fijandose en que todo el pueblo estaba literalmente ardiendo, quemaron los huertos y los muebles de los aldeanos, habían hogueras que se levantaban por medio del viento formando unas bolas de humo que llegaban hasta arriba de todo, el fuego que había sobre el molino se extendío tanto que al final que se cayese, hizo un ruido estrepitoso que llamo la atencíon de los trolls, todos alzaron al vista observando como los restos de madera del molino se estaban calcinando en una masa calorifica, veía ese fuego y no podía evitar sentirse avergonzado, aquel molino seguramente había estado levantando durante decadas, o posiblemente un siglo, y ahora vinieron ellos a destruirlo sin ningún motivo, no soportaba todo este asunto, tenía que escapar de ahí y distraerse con otra cosa.

-¿Como va esa amigo? -oyo una voz chillona que supo reconocer al instante.

Era Tumbor que le encontro, estaba otra vez fumando a traves de su pipa.

-Es increible este ambiente, ¿verdad? -se puso delante de él en su costado, alzaron la vista observando una imagen del pueblo ardiendo.

-¿Cual? ¿El de la destruccíon?

-No, el de la creacíon.

Se cuestiono mentalmente esa objeccíon.

-Mirelo bien, somos los primeros en hacernos con este pueblo y lo hemos hecho con tan solo un poco de nuestro ingenio y un montón de armas a nuestra disposicion para lograr la primera captura militar que hasta ningún troll ha conseguido lograr jamas, nuestros antepasados deberían de estar orgullosos de esto si nos viniesen ahora -solto una risotada falsa que demostraba lo ingenuo que se creía al pensar que esto era un logro útil tanto para él como para los trolls en general.

-Pues yo creo que mis antepasados habrían estado mas orgullosos de otra cosa que de esto -opino contradiciendo su opinion pero sin parecer descarado.

Saco una pipa y lanzo un aro de humo por su boca.

-Ahora que lo pienso, ¿su padre no era militar también?

-¿Mi padre? -se extraño ante ese comentario ya que hacía mucho tiempo que nadie le hablaba sobre ese tema, y tener a alguién contandole eso era como si hubiese vuelto a los tiempos en los que se había pasado toda su vida hablando del mismo tema.

-Si, ¿acaso no era coronel, de alto grado?

-Lo era, o lo solía ser.

-Lamento mucho lo que le paso.

-¿Sabe lo que le ocurrío?

-Todo los militares saben perfectamente lo que paso, es algo que nunca se olvida -volvío a ponerse la pipa en su boca y siguio fumando.

Lomis quería evitar esa pregunta porque le estaba incomodando demasíado, no quería hablarlo, y sobretodo con él que era la persona con quien peor se llevaba del mundo, pero ahora que había uno que le había mencionado ese hecho, sentía curiosidad.

-No pude estar por él cuando sucedío.

-¿No es verdad? -replico atolondrado al oír eso.

-No, si, es verdad, paso, yo estaba metido en otra cosa y justo cuando oí la noticia de lo que le sucedío, tuve que ir lo mas rapído que pude, pero llegue tarde.

Carraspeo Tumbor sintiendose afectado por eso.

-Lo siento mucho, nadie se merece ver morir a su padre antes de tiempo.

-¿Porque? ¿Acaso conoce a uno que si?

Volvío a soltar otra risotada pero esta vez por sarcasmo.

-Me cabe bien general Lomis, me encanta las decisiones que ha tomado hasta ahora con esta mision, pero esto es solo el comienzo, quiero ver mas cuando hayamos avanzado, espero un gran logro de usted -le dio una palmada de confianza en el hombro y entonces se alejo despidiendose de él sin decir nada mas a cambío.

-Igualmente -contesto a su mencíon a pesar de que ya se había alejado lo suficiente como para no poder oírle, pero le daba igual, no quería seguir charlando con él.

Esta conversacíon le había hecho acordarse de sus viejos tiempos como cadete, cuando apenas sabía lo que era dar ordenes, toda su vida se había pasado hacíendole caso a su padre en todo momento, tanto que tuvo que soportar de todo para caerle bien, pero a él nunca le cayo bien, jamas tuvo un padre caríñoso, solamente tuvo un padre y era el mismo coronel que le entreno para ser lo que era ahora, él quería que fuese como él, pero se rehuso y decidio largarse a otra parte a hacer otra cosa distinta, algo que le hiciese sentirse culpable por haber criado a un hijo del que nunca se sentiria orgulloso, lo hizo, se marcho y por un tiempo nunca regreso a su antiguo hogar.

Paso el tiempo y estuvo viviendo a su bola hasta que un dia recibio un mensaje que le decía que a su padre le había agarrado el trollerum y se estaba muriendo, rapídamente decidio volver porque no quería ver como se moría su padre, volvío a casa lo mas ra-pído que pudo pero llego tarde, él ya había muerto, nunca pudo disculparse con él por lo que le dijo antes, se sintio tan mal por eso que decidio lograr aquello por lo que nunca pudo terminar su padre, se volvío a meter con la armada troll y de ahí estuvo varios años formandose como soldado hasta acabar convirtiendose en general, un general del que su padre podría haber estado orgulloso sin tan solo le hubiese hecho caso en vez de haber estado comportandose como un niño malcriado.

Después de eso siguio adelante con lo suyo pero recordando lo ultimo que le dijo su padre antes de morir:

-El destino nos tiene preparados para algo por mucho que no nos guste.

..

Fargus levanto un apio quemado que se había caído de una de las hogueras, estaban quemando los alimentos que habían cultivado los aldeanos, lo agarro y lo aspiro sintiendo el olor a quemado como si fuese un autentico logro.

-Estos son los olores que me gustan a mi, el olor a putrefaccíon de un pueblo sufriendo por sus miserias y su deshonor -dijo Fargus poniendose como si fuese un avido profesional de los olores solo que en este caso resultaba bastante inverosimil verle en ese estado tras estar aspirando el olor de un apio carbonizado.

-¿No hablaras en serio no? -critico Thorne asumiendo que lo decía en broma porque era imposible que su amigo estuviese de acuerdo en pensar que el olor que desprendía ese apio carbonizado era algo agridulce.

Se quedo mirando fijamente el apio y dijo:

-Bueno, no es el olor del oro y la victoría, pero al menos es algo -reflexiono sobre lo que decía y tiro el apio como si fuese basura, se pusieron a recorrer todo el pueblo mientras veían como sus compañeros trolls iban calcinando el resto de las cosas que habían esparcido por todo el pueblo, no había un solo tramo en el que no hubiese una hoguera con objetos quemandose-. Es increible que estemos aqui, nos hemos metido en un pueblo y estamos castigando a estos indeseables mabus por su conducta irracional.

-¿Irracional porqué?

-Pues por pensar que sus vidas son todo alegría cuando deberían haber estado trabajando para nuestra especie desde hace mucho tiempo.

-¿Lo que estas diciendo es que estamos castigando a estos mabus porque nadie los ha tratado mal desde entonces? -se lo pregunto queriendo corroborar esa cuestíon.

-Lo que estoy diciendo es que estos mabus se merecen que alguién les de algo de respeto, y nosotros se lo estamos dando -acoto justificando su conclusíon de que para ellos era mejor vivir siendo esclavizados y torturados que libres al aire libre.

-Castigandoles violentamente.

-Por algo se tiene que empezar, ¿no?

Fargus siguio adelante pero Thorne iba lentamente porque primero quería asimilar el hecho de que Fargus ni siquiera parecía querer cambiar de opinion sobre lo que estaba pasando, veía a un montón de mabus siendo encarcelados de forma injusta mientras los demas trolls se ponían a presumir de ser los amos de sus vidas, como si fuesen ancestros, nadie en su sano juicio diria eso a menos que estuviera loco, pero era cierto, todos estaban lo suficientemente locos como para tratarles mal sin motivo, había llegado aqui y ya sentía ganas de quejarse delante de todo el equipo para que entendiesen que estaban cometiendo un error al tratar mal a todos los mabus.

Podía hacerlo pero aunque le escuchasen, solamente empeoraría las cosas, todos eran un grupo de barbaros egoistas que solamente hacían caso a las reglas que les habían impuesto sus respectivos generales, y tal y como habían dicho antes, si él desobedecía una orden, acabaría mal, terriblemente mal, no podía dejar que le pasara eso, no podía volver a casa como un cobarde porque sino su amigo Fargus estaría en peligro y no tendría a nadie quien le protegiese de sus desastrosas peleas.

-Fijate en ese -dijo Fargus señalandole algo que había al frente.

-¿Que esé? -no entendío que le señalaba.

-Ahí, es un mabu -le señalo a un pequeño mabu que se estaba escapando a traves de un pequeño hueco de tierra que había cerca de un granero entre dos chozas de madera, se escabullo y de ahí desaparecío al otro lado-. Se ha largado.

Por un momento casi pudo sonreir al ver que hubo uno que se escapo de suerte.

-Tenemos que ir por él -se puso frenetico y se dispuso a ir por él pero Thorne le agarro del hombro frenandole antes de que diera un paso mas.

-Escuchame un momento.

-¿Que pasa? -se quejo por detenerle.

-Porque no dejamos que se marche -tenía la idea perfecta para hacer que ese mabu se escapase y sin que nadie le persiguiese.

-¿Que se marche? Estas loco, vamos a dejar que un maldito mabu se nos escape de las manos facilmente, debería de estar metido con el grupo para que sufra -le recrimino echandole la bronca por estar contradiciendole.

-¿Estas seguro de eso? ¿Le has visto bien? Apenas podía mantenerse en pie, acabaría muriendose al no encontrar un lugar donde esconderse, seguramente esa cosa de ahí le llevara bien lejos, seguramente al otro lado del valle, donde no ahí nada, ¿no crees que eso es mucho mejor que dejarle encerrado con los otros -le explíco dando su conclusíon de lo que le podía pasar al niño si le dejaban escapar.

Fargus se quedo reflexionando dudando sobre esa idea.

-Ya, pero... ¿que diferencía ahí?

-¿Crees que vale para algo la pena ir por él cuando podríamos dejar que sufra por su cuenta estando en un lugar aislado y sin nadie que le proteja?

Aquello hizo que Fargus pareciera tomarselo bien en serio.

-Esta bien, le dejare, dejaremos que se vaya por ahí para que se muera de frio y hambre, pero la proxima vez pienso encargarme del siguiente mabu que vea -acoto decidido a seguir su propuesta a pesar de que no se sentía muy orgulloso de eso.

No le dijo y Fargus se marcho, volvío a mirar al hueco por el que se fue el mabu, sabía muy bien que ese hueco no lo llevaba hacía un lugar inhospito del que posiblemente no hubiese nada útil que le sirviese de ayuda, lo llevaba directamente hasta el bosque donde ahí estaría mas protegido ya que tendría para esconderse y para comer si que es hubiese algo que se pudiese comer, no sabía si estaría a salvo o no, pero al menos había hecho bien dejandole escapar, había impedido que Fargus se chivase de que hallaron a un niño escapando por debajo de la tierra, se sentía orgulloso de haber hecho eso ya que era una de las pocas cosas que hizo bien, pero eso no cambiaba que todavía iba a seguir viendo como se llevaban a un montón de gente inocente.

De eso no había escapatoria.

Regreso con él del cual decidio volver con los demas ya que ambos ahora no tenían nada mejor que hacer excepto contemplar las hogueras que se habían formado por todo el campamento, los muebles ya se habían quemado al instante, solamente quedaban las bolas de algodon que tenían dentro del cual estaban ardiendo mucho mas rapído que el resto, se formo una enorme bola de humo negra que llegaba hasta el cielo, el viento lo iba arrastrando por ambos lados provocando un enorme hedor que ningún troll pudo soportar, todos se iban alejando de las hogueras ya que el olor que desprendía era aborrecible y resultaba imposible de respirar.

Todos se reuníeron con sus respectivos generales, formando una fila y uno por uno los lugartenientes les iban pasando una crema por el cual la usaban para apoyarla por debajo de sus narices, se las pasaban formando una linea alrededor del superior y aquello hizo que oliesen un pequeño aroma agridulce pero no tan fuerte como el olor a quemado que el que desprendían los muebles rostizados, les hacía efecto y con eso consi-guieron marcharse de vuelta al campo donde continuaron con su trabajo.

Thorne siguio a Fargus que parecía estar desorientado como si intentase de buscar algo con lo que distraerse por el momento, quería entender de que Fargus buscaba un lugar donde sentarse para relajarse pero él no era así, él nunca era de los que se quedaban sentados en un rincon pensando detenidamente lo que iban a hacer, él actuaba sin pensar, iba a su bola como algúnos dirian, estaba tan encaprichado en querer hacer algo para demostrar su valía que no pararía hasta encontrar algo que le llamase la atencíon, como había pasado antes con las hogueras y el mabu que se fugo.

-Venga Fargus, vamonos de aqui ya, aqui no hay nada -le replico Thorne queriendo que diese la vuelta para volver con el grupo ya que se habían pasado como varios minutos caminando por todas partes y sin hacer nada útil.

-No, se que hay algo por aqui, estoy seguro -discrepo rotundamente, estaba decidido a buscar algo importante en lo que pudiese demostrar que servía para algo.

Thorne se llevo las manos a la cabeza de la indignacíon que tenía por esto ya que podría estar ayudando a los mabus de una forma que no resultase sospechosa y en vez de eso su amigo lo había metido en un campo llano alejado del resto de los compañeros trolls, quería agarrarle por la espalda y obligarle a que volviese con él pero sabía que si lo hacía él se volvería loco y reaccionaría de una forma funesta, decidio pasar de él y dejar que hiciera lo que le diera la gana ya que él no tenía motivos por el que hacerse responsable de lo que haga él.

Se giro dispuesto a volver pero de pronto se percato de algo extraño que le llamo la atencíon, en un extremo del maizal que tenía delante, había un oyo bastante enorme por el que se podía ver algo asomandose por arriba, acerco un poco mas la mirada y observo que se trataba de una gorra roja, una gorra roja que se movía, no entendía como era que se estaba moviendo eso a menos que hubiese algúna persona ahí debajo, no sabía muy bien si los mabus eran capaces de meterse en esos hoyos o no pero de algúna forma estaba viendo a uno intentando de salir de ahí.

El individuo que tenía la gorra roja salío del hoyo y se mostro tal y como era, no era un mabu, resulto ser un topo, un topo de aspecto mediano de piel marronesca y con manchas color canela alrededor de su cara y manos, al principio se asusto ya que por un momento lo tomo como un monstruo horrible y feo pero se tranquilizo y se fijo bien él, era un topo inofensivo que parecía que no tenía ni idea de donde estaba.

El topo asomo la cabeza y observo atonito lo que tenía delante.

-Tranquilo amigo, no te hare daño -le apaciguo intentando de razonar con él de forma pacifica para que viese que podía confiar en él.

El inocente topo parecía entender que intentaba ser amable con él, movía su nariz como si le oliese, no sabía si era ciego o no ya que normalmente los topos solían ser ciegos, pero este topo notaba perfectamente como era, le resulto adorable ver como aquel topo le miraba, era la primera vez que veía a uno, pero lo peor de todo es que encima justo tenía que encontrarse con uno en el peor momento posible, tenía que sacarlo de ahí como fuese, extendío su mano como para que se la agarrase, el topo tenía sus dudas pero en cuanto él se le acerco su mano empezo a hacerle lo mismo, se dispuso a cerrarla del todo pero de pronto una mano mas lo levanto enseguida.

-Pero que tenemos aqui -Fargus agarro con fuerza el topo que lo tenía sostenido de una sola mano, el topo intento de forcejear pero no podía, era muy pequeño.

Thorne se alarmo al ver que justo su amigo tuvo que darse cuenta de lo que había encontrado, se enderezo mirandole seriamente ya que esto le enfadaba bastante.

-Fargus, ¿que estas hacíendo? -le pregunto reprochandole.

-Mira esto, es un topo, es increible que este aqui, y yo que pensaba que no veríamos a uno hasta llegar hasta llegar a los reinos centrales de Skylands, piensa en como nos van a recompensar por haber encontrado a un topo en pleno terreno mabu, ¿que hara aqui? -comento Fargus dispuesto a anunciarles a los demas de lo que encontro.

-Fargus, suelta ese topo ya -le rechisto queriendo que lo soltase ya mismo.

-¿Porque? -le miro con malos humos, se mosqueo con esa orden.

Tenía que pensar en algo para obligarle a que lo soltase ya que ahora no podía decirle que no pretendía llevarselo ante sus superiores para que luego lo arrestasen o lo ma-tasen, esta vez no iba a dejar que Fargus se saliese con la suya una vez mas.

-Porque este topo puede estar enfermo -fue lo mejor que se le ocurrío decir ahora.

-¿Enfermo? -se alarmo al oír eso y al instante lo solto.

El topo cayo al suelo e inmediatamente volvío a meterse en el hoyo por el que había salido, se oía como rascaba la tierra por el interior, luego no se hoyo nada mas.

-Ya esta, adios a nuestra recompensa -se quejo indignado por haber perdido al topo como si hubiese sido toda una victoría justa para él.

-Tu recompensa querras decir -le señalo contradictoriamente con el dedo.

-¿Que quieres decir? Hemos encontrado el topo los dos juntos.

Aquello hizo que Thorne se hartase de sus tonterías, tenía que razonar con él para que viese que se lo estaba inventando sin estar consciente de lo que decía.

-Los dos juntos, yo pretendía salvarlo, tu querías torturarlo por ser un topo, no te da un poco de vergüenza eso -le rectifico criticandole por sus actos.

-¿Estas diciendo lo que creo que estas diciendo?

-¿No se? ¿En que estas pensando ahora?

-Estoy pensando en que mi amigo esta siendo demasíado blando a la hora de castigar a estas criaturas indulgentes.

-¿Indulgentes? ¿Tu te crees que toda esta gente se merece sufrir por esto?

-Se merecen sufrir por no hacer caso a Kaos.

Solto una risotada falsa al no poder creerse que se creía esa idea de pensar que todos estaban obligados a hacer Kaos como si fuese el maximo hombre superior en todo Sky-lands, era tan estupida la idea que le resultaba imposible que le hubiesen lavado el cerebro lo suficiente como para no ver la realidad de las cosas.

-¿De veras te crees que esta gente sabía algo de Kaos?

-No, por eso se lo estamos obligando a saber ahora.

-Eso no tiene mucho sentido y lo sabes.

-No, tu eres lo que no tiene sentido, te he estado ayudando a aprender tal y como ellos nos enseñan porque sino acabaras como uno de esos que seran recordados honrosamente por no hacer las cosas bien, y yo no quiero eso, yo quiero que luchemos con esta guerra como dos buenos amigos que saben lo que hacen -le recrimino insistiendole para que entendiese cuales eran sus obligacíones como soldado y compañero.

-Yo no se lo que hago, yo no pienso seguirles el juego, yo no quiero esta guerra, lo uníco que vamos a lograr es matar a un montón de gente inocente.

-No seran inocentes si no veneran a Kaos como él que es.

Aquello le dejo bien claro que Fargus nunca iba cambiar, estaba tan absorto en esa idea de querer venerar a Kaos como si fuese un ancestro todopoderoso que no se daba cuenta de lo que estaba hacíendo, se estaban convirtiendo en unos monstruos, unos monstruos que estaban desencadenando algo horrible, y él no iba a participar en esto.

-Lo siento Fargus, pero me temo que necesito estar solo -decidio marcharse para alejarse de él, de pronto le agarro por el brazo deteniendole al instante.

-Si no haces lo que te digo, les avisare a los otros de lo que has estado intentando de hacer -le advirtio susurradamente como para que viese que podía haber consecuencias.

Le miro fijamente de reojo y entonces le dijo:

-Si lo haces, tendras el arrepintimiendo de saber que tu amigo estara deshonrado, ¿de veras quieres que pase por eso? -objetó poniendole a debatir sobre ese asunto.

Él tenía razón, no podía hacerle nada ya que era su amigo y lo quería demasíado como para perjudicarle, le solto dejando claro que no se iba a chivar de lo que hizo, pero le iba a tener en cuenta mas tarde.

Thorne siguio su camino volviendo con los soldados, todos ya habían terminado de capturar a todos los mabus que habían enjaulado en las jaulas, no quedo ni un solo mabu fuera, veía las jaulas con todos ellos y no podía creerse como los mantenían apretujados de aquella manera, era algo cruel e inmerecedor ya que ellos no habían hecho nada para merecer eso, venir aqui y estar trabajando con esta gente había sido lo peor que había hecho nunca, ahora verdaderamente entendía lo que le había estado contando su abuela desde siempre. Ahí entonces se acordo, su abuela, habían pasado como dos dias y en todo este tiempo no sabía nada, no sabía que había ocurrido en su casa, si ella ya había muerto o seguia viva sufriendo por el trollerum, no podía saberlo, estaba fuera de su casa y de todo cuanto él conocía, en ese momento se acordo de que habían mencíonado algo relacionado con el correo, se podía manda una carta a los familiares que tenían en Trollia, eso lo sabía, pero lo que no sabía es cuando se podía enviar ya que tenía que ser en un determinado momento para que así todo el mundo pudiese entregar su carta y así ellos la enviarian a Trollia, tenía que preguntarle a su superior.

Corrío por todo el campamento buscando al general Lomis pero no lo hallaba por ningúna parte, se encontraba con los soldados que operaban los tanques que estaban ocupados limpiandolos por fuera, se notaba que estaban algo sucios y no los habían limpiado desde ayer, no se encontraba con ellos, dio toda la vuelta otra vez pero solamente conseguia encontrarse con los demas cadetes que iban a sus anchas sin tener nada mejor que hacer que estar sentandos y charlando de todo lo que habían hecho en el dia, que venía siendo lo mismo que era capturar a todos los mabus del pueblo y encerrarlos como animales en las jaulas que instalaron, penso en intentar de hablar con ellos pero sabía que si les preguntaba sobre encontrar a Lomis ellos le respondían con una pesima broma para que acabase buscando en un lugar que no era, todos eran mayores y tenían una cierta envidia a los cadetes novatos que eran mas pequeños, y él era uno de ellos, paso de hablar con ellos y siguio por su cuenta.

Se puso a buscar entre los caminos que estaban llenos de hogueras, sabía que era imposible que el general Lomis hubiese pasado por ahí pero no pasaba nada por probar la idea, paso entre las hogueras y de ahí fue recorriendo todas las casas que habían a los costados, todas estaban destruidas ya que la mayoría de los soldados trolls se ocuparon de dejarlas hechas un asco apropositamente, para ellos arruinarlo todo era su forma de demostrar lo furiosos que estaban con el mundo por haberles tratado mal, era una tontería ya que todos ellos jamas fueron molestados por nadie, todos vivian en Trollia donde nunca vieron a nadie de otra especie y era imposible que les hubiesen insultado, todos estaban con el cerebro lavado al igual que como Fargus solo que estaba la diferencía de que ellos no tenían a nadie quien les dejase con el sentimiento de la duda.

Llego hasta el final del camino y no encontro nada excepto otra casa un poco menos derruida que las demas, seguramente nadie se percato de ella porque estaba al final de todo, se empezo a mosquear ya que quería encontrar a Lomis y no lo hallaba por ningúna parte, no sabía donde mas buscar.

De pronto escucho algo raro, una especie de musica, musica de armonica, que venía de algúna parte, asomo la cabeza intentando de fijarse de donde provenía y se percato de que procedía del otro lado de la casa que tenía delante, se puso detras y observo colina abajo que se trataba de Lomis, sentado sobre una pendiente con hierba, lo veía de espaldas pero se notaba que estaba tocando algo, intento de ir despacio ya que no quería llamar su atencíon tan pronto, fue dando pequeños paso a paso hasta que al final se resbalo y eso provoco que Lomis lo notase.

Se giro y le miro fijamente de reojo, se notaba que estaba serio:

-¿Quien es? -le pregunto soberanamente, se le notabe enfadado.

-Yo señor... el cadete Thorne, lo siento mucho si le he molestado -se disculpo intentando de mostrarse formal delante de él.

-Ah, perdone cadete, ¿le he asustado?

-¿Asustado?

-Si, con mi tono.

Reconocío que si se había asustado con ese grito que le echo en la cara.

-Bueno, me ha soprendido un poco -solto una pequeña risilla falsa y entonces se sento a su lado asumiendo que no le negaría a uno de sus cadetes sentarse al lado de su general sin ningún problema.

Se fijo en la armonica que tenía en la mano, había estado tocando con ella.

-¿Es suya? -se intereso por saber si sabía tocarla.

-Si, me la regalo mi padre hace años, fue una de las pocas cosas que valíeron la pena para mi, aunque también lo uníco bueno que hizo fue morirse de una vez por todas -admitio dando una confesíon bastante poco elocuente.

Ahí Thorne no sabía que decir, podía entender que tenía problemas con su padre pero tampoco podía ponerse en su situacíon y decir que estaba orgulloso de que tuviese un padre ya que él apenas conocío él suyo.

-Lo siento mucho -le dio el pesamen con tal de darle algo de confianza.

-No deberías sentirlo, eres un soldado, los soldados no sienten nada, solamente se encogen de hombros y fingen que nada pasa, pero todo pasa -podía notarse en su mirada que había algo de tristeza por recordar lo sucedido con su padre, estaba tan mal que se puso a tocar la armonica una vez mas.

La toco e hizo salir una musica vibrante y energetica, la escucho bien y se sintio halagado de ver lo bien que podía tocar, era la primera vez que veía a un hombre tocar la armonica con tanta perfeccíon, se notaba que era algo que había estado aprendiendo a lo largo de los años ya que hacía algo mas que tocarla, le daba ritmo, un ritmo tan rapído que parecía que su boca iba a explotar por la manera en que tocaba, siguio tocando hasta que al final se ahogo con su propia mucosidad del interior de su boca y se puso a toser profundamente, le ayudo dandole pequeñas palmadas en la espalda con tal de que se pusiera mejor, se encontraba en un estado deplorable.

Paro y ahí se calmo asintiendo profundamente, entonces llego a la cuenta de algo en lo que no había caído hasta ahora, el joven que tenía delante.

-¿A ti te he visto antes verdad? -le pregunto señalandole con el dedo como si intenta-se de recordar con total precision quien era.

-Mi nombre es Thorne, me dio su lanza en Trollia.

-Ah claro, es verdad, te di mi lanza, claro, claro -se acordo pero con muy poca desgana, tosío profundamente, por algúna razón parecía encontrarse mal ya que su tono era bastante amargo, y no tanto como otras veces.

-¿Se encuentra bien?

-Sinceramente chico, no, ¿sabes que es lo que esta pasando ahí detras? -le señalo sin girar la mirada.

Se giro asumiendo que se refería al caos que se estaba produciendo en el pueblo.

-Se estan encargando de eliminar todo nuestro rencor, eso es lo que estan hacíendo.

Se extraño con esa mencíon ya que no sabía si se estaba refiriendo a que los trolls se estaban encargando de eliminar a los mabus, o algo pasaba en relacíon con los trolls.

-Señor, creo que no lo entiendo.

-Y como no lo ibas a entender, eres demasíado joven para entenderlo, te pasas toda la vida comportandote como si todo te fuese bien pero en realidad es un autentico desastre a tu alrededor, y tu lo ignoras porque te parece -le recrimino gritandole de una manera bastante poco halagadora, le acusaba de ser tan vago como el resto de los trolls que se encontraban al otro lado en el pueblo.

-Yo no soy así señor, yo no soy como ellos -le rectifico con total sinceridad.

-¿Y que pasa con tu amigo? ¿El que parece que esta demasíado pegado a ti?

Asintio mosqueando en su mente ya que justo para él tenía que darse cuenta de una de las pocas cosas que no quería corroborar, hasta su propio general se daba cuenta de que Fargus era su amigo a pesar de que no le gustaba como se comportaba ahora.

-Digamos que no estamos teniendo nuestro mejor momento.

-¿Porque? ¿Acaso le has dicho lo que él no quería oír?

-No.

-¿Le llamaste por otro nombre?

-No.

-¿Insultaste a sus padres?

-¡No! -reprimio poniendose nervioso al no entender porque le iba soltando todas esas preguntas que hacían parecer que en realidad le estaba interrogando por sacarle informacíon de algúna cosa importante.

Rezongo por la nariz y puso la mirada hacía el frente.

-Lastima, porque a estas alturas si yo hubiese tenido un amigo así le habría esposado a mi cinturon y no habría dejado que se largara por las buenas, no puedes quedarte solo y pensar que te va a hacer mejor persona porque va a acabar siendo lo contrario, un amigo es como un hermano del cual te quedas con él hasta el final -argumento dan-dole un consejo al que tomar seriamente en cuenta.

Thorne se quedo meditabundo al oír eso ya que en cierto modo tenía razón, Fargus había sido durante años su mejor amigo, tanto como el hermano que nunca tuvo, pero ahora apenas podía confiar en él debido a que se estaba convirtiendo en ese tipo de persona que tanto odiaba, quería ayudarlo a quitarle esas ideas de la cabeza pero no sabía como, siempre que intentaba de recriminarle por sus acciones, él buscaba una excusa con tal de contradecirle y hacerle ver el bien mayor de lo que estaban hacíendo en esta guerra que se estaba convirtiendo literalmente en un autentico infierno.

De pronto Lomis volvío a ponerse a toser como antes solo que peor ya que se le veía escupiendo grandes bolas de mucosidad a traves de su mano que usaba para taparse la boca, era tal que tuvo que ayudarle volviendo a darle palmadas por detras de la espalda pero esta vez con mas fuerza que antes ya que se ahogaba del todo.

-¿Se encuentra bien? -le pregunto asumiendo que él se encontraba mal por algo que había hecho ya que hacía un rato estaba bien y era imposible que hubiese pasado de estar impecable a estar podrido desde dentro.

-Lo estare -saco una petaca que tenía guardada dentro de su traje y se puso a beber el contenido que tenía dentro, levanto su cabeza hacía atras para beberlo todo.

Ahí entonces Thorne entendío lo que le pasaba, estaba borracho, tan borracho que lo había puesto terriblemente mal debido a que seguramente lo que había en aquella petaca era una bebida alcoholica tan fuerte que le hizo mal el estomago y ahora estaba sufriendo los terribles efectos secundarios por haber bebido como un poseso.

-¿Cuanto se ha bebido de eso?

-Digamos que de la mitad, es whisky marron del bueno.

El whisky marron era un tipo de whisky parecído a los habituales solo que en este caso usaban un tipo de cereal que luego lo mezclaban con agua de rio caliente y eso provocaba que tuviese un tono bastante acido y alto en calorias, la mayoría de las personas que se lo tomaban lo hacían a tragos ya que al tener un alto contenido en alcohol era impensable que se lo bebiesen de un trago, pero ahora Lomis parecía haberlo hecho y estaba sufriendo los terribles efectos secundarios por tomar tanto de eso.

-Maldito sea general Lomis, ¿porque lo ha hecho? -le recrimino echandole la bronca de lo indignado que estaba ya que siendo su general tendría que estar cuerdo y justo ahora no lo estaba, tenía que ayudarle como fuese.

Se quedo mirandole con una cara autocompasiva.

-Tengo que llevarle con los otros -decidio ayudarle ya que viendo que él era incapaz de actuar por si mismo en el estado en que se encontraba.

-No quiero, no quiero que me vean así, di que me dieron con la cabeza y ahora estoy en shock -le replico pidiendole que buscase una excusa para ocultar que se había emborrachado en un momento determinante para todos.

-¿Quien le dio en la cabeza?

-Unos mabus o algo así, diles eso, no quiero que todos se rian de mi por pensar que estoy borracho -eructo largando todo el mal olor que tenía dentro.

Thorne no tenía ganas de hacer eso ya que mentirle a todo el mundo era como un acto de deslealtad, pero viendo que su general estaba demasíado atontado como para mantenerse de pie y era una de las pocas personas que confiaba en este equipo, tenía que ayudarle después de todo lo que había hecho por él antes.

-Si quiere que diga que le han dado en la cabeza al menos deje que le haga una herida para infigirlo -le aviso sabiendo bien que tenía que ser creible.

Lomis no se lo penso, miro a la pared de la casa que tenía delante y marcho corriendo hasta chocarse de cabeza contra la pared misma, se cayo de bruces contra el suelo, se le hizo una herida en la frente por el cual le iba saliendo sangre.

-¿Se encuentra bien? -se preocupo alarmado ya que parecía que se hubiese hecho mucho mas daño de lo que creía.

-Llevame, llevame, vamos -le rechisto dispuesto a llevarlo al campamento sin importar siquiera si su herida en la cabeza era aceptable o no.

Thorne se marcho llevando por encima del hombro a Lomis del cual no paraba de estar quejandose o lanzando gemidos de lo dolorido que estaba, no sabía que le dolía mas, si la herida que se había hecho apropositamente en la cabeza o su garganta por haberse tragado aquel whisky marron de aquella manera tan bestial, sentía un poco de vergüenza por estar hacíendo esto pero era lo debido, pronto esta escena se repitiria cuando tuviese que recoger a sus amigos heridos en otro combate mucho mas dificil, complicado y cruel que este de ahora, no sabía si haría lo mismo con Fargus o con algúnas de las personas que conocía hasta ahora, pero si intentaba de ayudarlas, seguramente él se lo impediria ya que sentía un completo desprecio por sus compañeros.

Al cabo del rato acabo llegando al campamento donde ahí se encontro con los demas generales que inmediatamente se levantaron de su lugar descanso y marcharon a recogerle al ver que estaba herido, les anuncío lo que le paso y entonces uno de los generales ordeno a dos soldados que estaban al lado que marchasen hacía la posicion de donde decía que había estado antes, se llevaron a Lomis a la enfermería o algún lugar para tratarle ya que hasta ahora no había visto que todos ellos hubiesen preparado algo, ni siquiera sabía si se iban a quedar en el pueblo a pasar la noche como habían hecho antes en el primer lugar donde se quedaron que era aquel valle, pero viendo como lo habían dejado todo era evidente que posiblemente lo iban a hacer de todas formas.

Ahora no sabía que hacer, ya tenía suficiente en todo el dia.

Se puso a pasear recorriendo el campamento una vez mas esperando a que algo cambiase, pero nada cambiaba, las hogueras ya habían calcinado la mayor parte de los muebles que habían tirado encima, no quedo nada excepto restos de madera y algúnas bolas de algodon que habían salido de su propio interior, la mayoría ni las toco el fuego, el molino que antes veía que estaba abajo en el pueblo se quemo por completo, el viento apago el enorme fuego que habían creado dejando una enorme mole de restos igual de parecidos a las hogueras solo que en este caso se podían notar los trozos de bloques de construccíon y de las aspas del molino que se carbonizaron del todo.

Sentía una gran vergüenza por lo que habían hecho en pueblo ya que esto no era algo normal, nadie en su sano juicio atacaría a un pueblo si no fuese por una razón valida, y ellos no tenían ningúna, solamente lo hacían porque como Kaos era ahora su nuevo ancestro, tenían que hacerle caso en todo lo que dijesen sin importar de que se tratase o no, incluido si tenían que torturar a unos pobres e inocentes mabus.

No sabía que iba a pasar con todo esto ya que era demasíado violento hasta para lo que era, no quería ser testigo de ello, no quería participar siendo uno mas como sus amigos, no quería ser alguién que hiciese daño por meras intenciones que no tenían ningún sentido, él seguiria siendo lo que era, alguién que aprendío de la mejor forma posible, ya que gracias a la educacíon que le había dado su madre y su abuela, le habían hecho tener la cabeza en perfecto lugar.

De pronto se acordo.

Su abuela. Tenía que hacerle la carta ya mismo.