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DUDAS Y CUESTIONES
Ahora que Kaos había descubierto que Reginald era el causante de aquella supuesta conspiracíon que había contra él para derrocarle, decidio eliminar todo aquello que estuviese involucrado con él o con cualquiera que hubiese confraternizado con los propios conspiradores pensando que podrían amotinarse y así hacerse con el castillo por ellos mismos, no iba a permitir que ningún traidor se escapase o saliese con la suya, así que inicio una caza de brujas buscando a cualquiera que hubiese oído algo de la conspiracíon o estuviese involucrado en si ya que eso señalaba que habían estado confraternizado con Reginald y nadie confeso nada, dejaron que ese plan de amotinamiento continuase como tal hasta llegar a su punto limite, que ya no iba a ser.
Busco por todos los accesos del castillo, cada habitacíon, cada escondrijo donde cualquiera pudiese intentar escapar o esconderse por el tiempo suficiente hasta que todo el mundo se olvidase del tema, pero sobretodo en el hangar donde había oído el primer rumor que lo corroboraba, en cuanto metío a toda la guardia en el hangar, todo se puso a correr pensando que los iban a detener por desacato cuando en realidad estaban escapando porque no sabían de que se les acusaba, aprovechando la confusíon, todos los soldados se pusíeron a perseguir a aquellos que tenían mas cerca, les ordeno que les cogiesen y los metiesen en celdas especiales para así luego interrogarles y descubrir quienes podían ser conspiradores o no, habían demasíados y aquello estaba hacíendo que todo el mundo dejase de trabajar en el hangar.
Kaos se postro delante de la plataforma junto con sus aliados y observo con malicia como su caza de brujas le estaba dando resultado, veía a todos los obreros y demas trabajadores del propio hangar huyendo despavoridos como si estuviesen atacados por un enemigo al que apenas podían vencer, era tal la confusíon que todos los trolls se agarraban todo lo que tenían a mano con tal de defenderse de los guardias que venían a cogerles, cogían mesas, herramientas, y restos de metales que servían para rediseñar los barcos pero ahora los usaban como escudos, poco les funcíonaban ya que al ser todos vagamente patosos, no conseguian siquiera dar un solo golpe a los guardias y eso les permitia capturarlos facilmente.
Glumshanks y los demas observaban el enorme barullo que se había creado alrededor de todo el hangar, jamas antes lo habían visto todo tan ajetreado excepto cuando había una fiesta, pero esto no era una fiesta, esto era un ataque hacía la lealtad que tenían los soldados trolls hacía el gobierno de Kaos, los estaban capturando como si fuesen delincuentes cuando la mayoría apenas había hecho algo que supusiese una amenaza, entendían que no podían dejar que los conspiradores escapasen sin castigo, pero tratarlos mal a todos, era algo injusto.
-¿Seguro que esto es bueno Kaos? -le pregunto Noodles con total sinceridad.
-Claro que lo es mi amigo de un ojo, miralo bien, antes yo pensaba que los trolls confiaban en mi lo suficiente como para que se dejasen entregar, pero ahora resulta que me he equivocado, no son leales, no son listos, he sido tan blando con ellos que apenas han entendido la importancía de venerarme como su emperador, todos tienen algo de culpabilidad en el interior -se reafirmo Kaos convencido de una forma susceptible de que estaba hacíendo lo correcto cogiendo a todos los trolls de forma aleatoria.
Aquello no les auguraba mucho a ningúno, estaban tan aterrorizados de la idea que estaba teniendo sobre sus propios soldados que ya no sabían si Kaos iba a replantearse algún severo castigo con tal de vengarse de Reginald por haber creado aquella conspiracíon, quería intentar de hacerle cambiar de opinion pero viendo lo entusiasmado que estaba por esto, sabían bien que era mejor no cambiarle de animos por el momento. La situacíon abajo continuaba como tal, los guardias ya habían agarrado como a cincuenta trabajadores del cual se los iban llevando arrastrando por algúna parte ya que les estaban sacando a rastras del hangar, era vergonzante ver eso, toda esa gente había estado trabajando con puro agotamiento para asegurarse de que las barcazas y las naves funcíonasen perfectamente y ahora les cogían para impedir que cualquiera se amotinase o intentase de seguir pendientes de ese ideal contradictorio que se habían creado como excusa para oponerse al gobierno de Kaos.
-Señor, se que no es mi intencíon interrumpirle ni nada por el estilo pero... ¿que va a pasar con aquellos que han estado compinchados con el plan de Reginald? -le pregunto Glumshanks con tono timido, tenía miedo de preguntarle eso ya que era evidente que Kaos tenía algo planeado para usar contra ellos y no iba a ser bueno.
-Los que sabían de esto, seran llevados a una prision de maxima seguridad donde pasaran el resto de sus vidas arrepintiendo de su decision de traicionarme, pero los que se han pasado estas ultimas semanas adoctrinando a los demas, seran ejecutados en publico para que vean lo que pasa cuando se me traiciona -declaro con tono autoritario, tan cabreado que estaba por lo que habían hecho que ya les iba a imponer un castigo tan severo que superaba con creces todo lo establecido hasta ahora.
Todos se alarmaron al escuchar aquello ultimo, los iba a ejecutar en publico.
-Pero señor, ¿de veras quiere ejecutarles delante de toda Trollia? -inquirio Kullshak con tono vespertino al darse cuenta de lo que planeaba hacer.
-Así es, quiere que este pueblo reconozca que yo estoy al mando y nadie mas, estoy harto de que piensan que solamente soy un intruso que se metío en esto por llamar la atencíon, yo me meti porque quería poder, y yo voy a enseñarles lo que es el poder de este nuevo gobierno troll, así que por eso los ejecutare, para que se acuerden de mi -reafirmo dictaminando que ahora su nueva solucíon a todos sus problemas iba a ser ejecutar a todo aquel que estuviera en su contra.
-¿Quiere que se acuerden de usted como un emperador que jugaba a ser juez, jurado y verdugo? -le critico Fraymus contradiciendo su propuesta.
Aquello hizo que se girase y le mirase fijamente como si hubiese dicho algo que no debía, se lamio los labios y entonces le dijo:
-Fraymus, se que te estas acostumbrado a estar de vuelta aqui, pero tienes que entender que ahora yo soy distinto, soy un nuevo hombre, soy alguién a quien no le gusta que le traten de forma irrespetuosa, y todos ellos me han estado tratando de forma irrespetuosa, y si no hago nada, entonces me temo que ningúno aprendera a venerarme como quien soy ahora -le explíco razonando con él para que entendiese el motivo por el que tenía que mostrarse de una forma tan autoritaria y tan cruel con los demas.
-¿Entonces sabras muy bien que en cuanto todos se den cuenta de que esto no funcíona, acabaran rebelandose y no porque esten en contra sino porque apenas soportaran ser tratados como lo seran mas tarde?
Le señalo el ambiente de nuevo para que viese el estado descontrolando del hangar de nuevo, la redada por atrapar a todos los trolls continuaba y parecía estar dando tregua, se podía ver como ahora los guardias estaban acorralando a los trolls restantes y los dejaban encallados en un extremo sin poder escapar. Kaos entendía perfectamente adonde quería ir a parar a Fraymus, y a pesar de toda la honestidad que le estaba poniendo, no iba a dejarlo estar, iba a seguir con el plan de retenerlos a todos.
-Me asegurare de que no intenten amotinarse, y si lo hacen, entonces les quitare aquello que mas aprecian en el mundo.
-¿Y que és?
Esbozo una sonrisa ingenua.
-Su victoria -admitio.
-¿Va a cancelar la operacíon? -reprimio Vallhaderb asumiendo que iba a cancelar el plan de ataque que tenían pensado continuar hasta ahora.
-No, a menos que intenten de calmarse y sigan mis ordenes, si no es así, entonces solamente tengo que hacer una llamada y decirle al general Lomis y a los suyos que vuelvan aqui y que olviden todo lo que ocurrío ahí fuera, después de eso la gente se enfadara aún mas, lloraran, se quedaran sin un nuevo mundo, y eso hara que todos se unan buscando pelea, vendran hacía aqui dispuestos a quemar todo el castillo, y llegaran hasta aqui pensando en que a lo mejor quitandome de mi puesto de emperador, haran que este lugar quede desprovisto de gobierno, pero después de eso, alguién se pondra al mando, uno mucho mas fuerte, liderara a un nuevo equipo que parta hacía el otro lado de la costado, y entonces lo ocurrira lo inimaginable, se pondran a atacar a todos los pueblos que hay por todo Skylands, hasta que venga mi amigo Eon y los derrote con sus alumnos con poderes elementales, después de eso los trolls opositores se daran cuenta de su error, aquel que este al mando se volvera loco por no saber cautivar a los demas y por no darles nuevas ideas de como combatir a este enemigo, y ahí comenzara el mismo desastre otra vez, el pueblo de los trolls quedara sumergido en un remoto paramo de ruinas de lo que pudo haber sido un digno reino y acabo convirtiendose en una ciudad anarquista por culpa de un grupo que no estaba contento con mis ideales, ¿te imaginas un futuro así eh Fraymus? -le argumento toda una historia para que entendiese adonde iba a parar todo a menos que no se hiciese a su respectiva manera.
Se encogío de hombros al no poder creerse que le hubiese hecho toda una historía para que viese las consecuencias de una situacíon no aislada.
-¿Verdaderamente podras ocuparte de esto? -le pregunto aceptando su plan de estrategia, asumio que sería lo suficientemente responsable para hacerse cargo de la situacíon tal y como estaba sucediendo ahora.
-He estado quince años dirigiendo este lugar, no hay nada que no pueda resolver -espeto mostrandose totalmente seguro de lo que iba a hacer.
-Espero que sepas lo que haces, porque sino, tendras severas consecuencias -le aviso expresamente, no se sentía muy confiado con su idea.
Le miro de reojo con mala gana.
De pronto la puerta del costado se abrío y al instante salío un joven guardia dirigiendose apuradamente hacía Kaos, se le acerco y le dijo:
-Señor, hay una persona que quiere verle.
-¿Que persona quiere verme?
-Es la mujer de Reginald señor -confeso.
Aquello hizo que se quedase con el ceño fruncido al darse cuenta de que eso era una de las ultimas cosas que podía sucederle, se había olvidado rotundamente de eso, ya se había olvidado de que Reginald tenía una familia, una mujer con hijos.
-¿Se ha enterado de lo de su marido?
-Si, y esta cabreadisima con usted, ¿quiere que la eche?
-No voy a ir a verla, disculpadme un momento -aviso señalandoles con el dedo y entonces se marcho dispuesto a tratar con la mujer de Reginald.
A pesar de que había terminado el asunto de la conspiracíon, ahora le estaba surgiendo un montón de cosas que tenía tratar, cosas que no le gustaban para nada, y esta era una de ellas, apenas conocía a la mujer de Reginald, sabía que era una mujer troll preciosa con la que mantenía una relacíon bastante leal y caríñosa, pero aparte de eso muy poco, él uníco que podía saber algo de la mujer de Reginald era Eathol, pero a él lo había echado a causa de su incompetencia, podía ir a buscarle pero sabía bien que entre estas redadas y lo que le había dicho antes, seguramente se habría marchado para que no le encontrasen por si le proporcionaba algún castigo, a pesar de que cometía bastantes errores en su trabajo, era lo suficientemente creando una huida perfecta.
Marcho recorriendo todos los pasillos que se encontraban fuera del hangar mientras iba siendo guiado por el guardia que le aviso de su visita, subio varios pisos y de ahí acabo llegando a su despacho principal donde se encontraba la mujer de Reginald sentada en una de las acomodadas sillas del centro mirandole con malos humos.
Intento de saludarla pero apenas se acordaba de su nombre.
-Señora, lamento mucho lo de su marido -se disculpo razonadamente con ella a pesar de que era obvio que no le iba a perdonar con una disculpa formal.
-¿Donde esta mi marido? -le recrimino furtivamente.
-Esta en un lugar seguro, no se preocupe no ha sufrido mucho -le contesto mostrando una sonrisa ingenua que dejaba bien claro el poco respeto que le tenía.
Se quedo tan adonadada que apoyo su mano contra su boca intentando de aguantar las ganas de no querer grito del sofoco que tenía por descubrir esto.
-¿Se encuentra bien?
-No, no me encuentro bien, unos hombres han venido a mi casa y se han puesto a tirarlo todo patas arriba, mis hijos estan asustados porque no ha venido su padre a protegerles de esa intrusíon, ¿se puede saber a que viene todo esto? -resoplo profundamente, perdía los nervios cada vez que se cabreaba con él.
Después de que se hubiesen llegado a Reginald había ordenado a un grupo para que marchase hacía la casa de Reginald y se pusiesen a registrarlo todo para averiguar si él ocultaba algo importante o no que pudiese desvelar desde cuando llevaba planeando este plan desde entonces, habían pasado horas desde eso.
-Digamos que su marido ha confesado la verdad.
-¿Que verdad?
Se propuso interrogarla para averiguar si ella sabía algo de esto o no.
-¿Sabe que su marido planeaba un motin?
Se le quedo mirando con una expresíon torcida como si no le entendiese para nada.
-¿Esta insinuando que mi marido ha traicionado sus propias convicciones para poder iniciar un motin que le destituya de su cargo como emperador? -le critico echandole mal ojo al entender cual era el motivo de todo este escandolo.
Ese resumen le hizo pensar que a lo mejor si sabía algo pero lo estaba ocultando.
-No lo insinuo, ha pasado de verdad, su marido el senador Reginald ha estado desde semanas o meses preparando un plan para poder acabar con cada uno de mis asociados y destituirme de mi cargo de emperador para así luego quedar él al mando y hacerlo todo tal y como le venga en gana -le aclaro explicandoselo como si hubiese cometido un crimen tan tonto que no merecía ni la pena redactarselo de forma seria.
-Eso es una trola, usted le ha detenido porque le tiene envidia.
-¿Envidia? -se extraño con esa mencíon.
-Si, como él y yo tenemos una familia, usted a eso no le gusta nada y por eso mismo le ha detenido, para separarnos y que suframos por lo que tenemos, una familia feliz que usted jamas tendra -le achaco culpandole de haberle detenido por otro motivo que para Kaos resultaba bastante poco creible.
Aquello hizo que Kaos se riese ya que no podía creerse que verdaderamente le estuviese recriminando por un motivo que apenas se tomaba en serio, le resultaba imposible pensar que ella pensase eso, se lo estaba inventando para evadir el asunto principal que era que Reginald verdaderamente planeo la conspiracíon y ella se comportaba como si no supiese nada, era imposible que ella no lo supiese si estaba siempre con él.
-¿De que se rie?
-¿Usted se cree que verdaderamente voy a tragarme eso?
-¿Ahora insinua que me lo estoy inventando? Venga ya, usted es peor de lo que parece, debería mirarse en el espejo para que se de cuenta de que en realidad se oculta un ser lleno de odio -se quejo hacíendose la indignada por esa acusacíon.
-Creame, soy un ser lleno de odio, y algo mas -indico incredulamente, esbozo una a-troz risa que sonaba a que estaba apunto de hacer algo malo y horrible.
La mujer se le quedo mirando intentando de ignorarle, le resultaba repulsivo mirarle de cerca, se hizo a un lado pensando detenidamente y entonces dijo:
-¿Donde esta? ¿Quiere verle?
-Y le vera, pero no ahora.
-¿Porque no? Sabe que al ser la mujer de un importante senador puedo dirigirme hacía todo el Sindicato Troll de esta isla y avisarles de lo que esta ocurriendo.
-Yo ya lo he hecho.
-¿Como ha dicho? -cambio su expresíon a una mucho mas extrañada, se notaba que no se esperaba que acabase confesando eso.
Volvío a reirse al ver que le hizo reaccíonar de forma desprevenida.
-Exigo ver a mi marido ahora -le insistio desesperadamente.
-Y lo vera, a su debido tiempo, pero ahora sera mejor que deje que yo cuide de su marido, nos estamos ocupando de él -le puso el brazo encima de su hombro para acompañarla dispuesto a llevarsela de su despacho.
Se lo quito antes siquiera de dar un solo paso adelante.
-¿Quienes son estamos?
-Yo no soy él uníco aqui que se encarga de todos los problemas, y creame, aqui ahora hay muchos problemas, ¿sabe lo que piensan ahora los trolls que estan indignados con que su marido haya intentando traicionarme?
-¿De que me esta hablando? Ya me estoy hartando de tantos acertijos.
-Escucheme bien, en cuanto salga por esa puerta, los trolls sabran que esta aqui, y como ellos estan cabreados con su marido, seguramente se le echaran de encima y ahí entonces tendran a alguién a quien culpar, y no sera él, así que digame: ¿Cree que podra soportar una horrible paliza a una mujer como usted? -inquirio avisandola de que ahora el objetivo de los trolls extremistas.
Esbozo una expresíon de panico al hacerse una idea de lo que quería decir.
-Es usted un monstruo.
-Un monstruo que le esta sugiriendo que se marche de vuelta a su casa y dejeme a mi hacer el trabajo antes de que todo esto empeore mas de la cuenta, ¿cree poder hacerlo sin seguir discutiendomelo aún mas?
Le dirigio una mirada autocompasiva, lo estaba entendiendo.
-¿Como puede salir de aqui? -le pregunto insistentemente, se convencío de ello y ahora quería escapar cuanto antes del castillo.
-No se preocupe -se dirigio hacía un guardia que había en un rincon, le chasqueo los dedos y entonces se acerco-. Llevele hacía un lugar seguro y asegurese de que nadie la vea, es demasíado importante que no sufra nada.
-De acuerdo señor -acepto el guardia y entonces agarro a la mujer acompañandola por la espalda para guiarla sin problemas.
La mujer se iba con el guardia mientras miraba de reojo a Kaos de una manera que indicaba que esto aún no había terminado del todo.
Le saludo de una forma incredula y entonces cerro la puerta, quería tener un momento de pura tranquilidad ahora que había conseguido amenazar a la mujer de Reginald sin conseguir siquiera que pareciese el malvado de la historía, busco en la lacena y cogío otra de sus antiguas botellas de vino, se sirvio en un vaso mediano y se dio un suave trago para quedarse a gusto, se encontraba estupendamente en su despacho sin que nadie le interrumpiese, todo iba como la seda. De pronto noto que algo fallaba en él, sentía que esto aún no había terminado, necesitaba hacer algo mas pero no se le ocurría de que se trataba, penso en todas las cosas que hizo y hasta ahora no le quedaba pendiente, excepto recuperar sus antiguos obras que se las habían quitado en cuanto Reginald se había metido en su castillo, de eso ya había pedido la orden, se estaban encargando de ello, pero tampoco era suficiente, era como si a pesar de haber obtenido la respuesta que quería a todas sus dudas no le daba la satisfaccíon que necesitaba.
Necesitaba que alguién le ayudase con este problema.
Se marcho de su despacho y se dirigio hacía la sala blindada, la abrío asegurandose de que nadie le siguiese por si acaso y otra vez se volvía a encerrar quedando en la oscuridad, se sento y espero a que la voz viniese hacía él.
-Hola mi señor -le llamo.
Kaos, ¿que te sucede?
-Algo me esta pasando y no se lo que es, necesito que me ayudes a entenderlo, he conseguido encerrar a Reginald por sus actos de traicion, me estoy ocupando de capturar a todos los que me eran desleales, y aún así no me siento satisfecho, ¿porque?
No hubo respuesta.
-Hola, ¿estas ahí? -empezo a extrañarse al pensar que algo estaba fallando.
Seguia sin haber respuesta algúna, estaba solo ahí dentro.
-¿Pero que es esto? ¿Una especie de broma? -reprocho indignado al no entender porque no le respondía o porque no se encontraba donde tenía que estar.
¿Te parezco yo una broma?
Reaccíono despavorido al ver que había regresado.
-¿Adonde te has ido?
He seguido estando aqui.
-¿Y entonces porque te has ido?
Porque pensaba que así te darías cuenta de que no hace falta que te diga como tienes que hacer las cosas, pero ahora veo que no.
-¿Que significa eso?
Kaos, mirate bien, tu solo has conseguido hacer aquello que durante las siguientes semanas te habías propuesto hacer, detener a Reginald y demostrar que pretendía obtener tu puesto de emperador, no has necesitado mi ayuda para eso, así que no logro entender, ¿porque sigues viniendo aqui insistiendo en obtener respuestas?
-Pues porque tu me comprendes, ambos somos un mismo individuo, tu me diste tu poder, y yo lo aproveche para darte a ti un lugar de descanso y sin que nadie sospechase de ti -le aclaro dirigiendose euforicamente hacía él para que entendiera porque le tenía tanta importancia a lo que hacía.
No somos un mismo individuo, yo estoy muerto por dentro, pero por fuera estoy vivo y me encuentro encerrado aqui porque tu me liberaste de mi tormento.
-Eso es cierto.
Kaos. Entiendo que me guardes rencor por haberte dado mi poder, pero tienes que entender que ya eres mayor para dar el siguiente paso adelante.
-¿Cual es?
Me temo que ya lo haz hecho.
Se extraño al oír esa confesíon.
-No lo entiendo.
Y no lo entiendes porque no quieres ver lo que tienes delante, dime, ¿como crees que has hecho para conseguir todo esto?
Penso detenidamente en esa cuestíon.
-Demostrando que estoy por encima de todos ellos -admitio enfurismado.
Exacto, tu solo, y solamente tu, has conseguido hacerte con este poder, no yo, yo apenas te he ayudado, lo que eso quiere decir que ya has madurado lo suficiente como para seguir con lo que tienes pendiente hasta ahora.
-Y lo hago, pero hay una cosa que sigo sin entender y es porque me siento tan desmotivado con este asunto, ¿que me pasa?
Te pasa que aún no quieres aceptar la realidad.
-¿Que realidad?
Piensalo tu mismo, yo no soy tu adivino.
Esbozo una risa falsa al resultarle demasíado incredulo la voz, entendía bien lo que le estaba proponiendo y no le gustaba, se quedo pensando en que era lo que le fallaba, había encerrado a Reginald, impuso el aviso de detener a cualquier complice, le aviso a la mujer de Reginald que se ocupase de sus asuntos y él de los suyos, ya no sabía que mas pensar aparte del hecho que no sabía nada de como se encontraba en su celda.
Ahí entonces lo tenía.
¿Lo tienes verdad?
-Si -afirmo esbozando una sonrisa orgullosa al saber lo que tenía que hacer ahora.
Se levanto del asiento y se dispuso a irse pero entonces se dio cuenta de algo en lo que no había caído antes, la criatura ya no estaba, se había ido a buscar al dragon, esbozo otra sonrisa menos placentera pero mas seria ya que eso dejaba claro que ahora iba a empezar las cosas de otra manera.
Abrío la sala blindada y salío marchando para el otro lado.
Fue bajando varios niveles hasta llegar a uno de los niveles inferiores que estaban mucho mas abajo que el propio castillo, había llegado a las mazmorras, el lugar que utilizaba como carcel para los prisioneros de guerra y donde los mantenía cautivos a la espera de ponerlos a juicio, las mazmorras estaban formados por un pasillo alargado con varias secciones a cada extremo y en los costados se encontraban varias celdas estrechas y de poca anchura, las puertas eran concavas y en forma de ventana hexagonal, las paredes eran de ladrillos de hormigon y tenían un aspecto muy arenoso, eso señalaba que hacía tiempo que nadie limpiaba el ambiente que había a los alrededores, todo se notaba desgastado y muy ensuciado, como si fuese aproposito.
Avanzo por el pasillo formado por tierra y arena mientras iba mirando a cada uno de los prisioneros que estaban metidos en la celda, la mayoría los conocía, todos eran trabajadores o miembros habituales del castillo que ahora habían sido arrestados por ser complices de esta conspiracíon, a medida que iban a avanzando, estos se apoyaban sobre los barrotes como queriendo cogerle ya que él había sido el causante por haberlos encerrado a todos ahí dentro, las celdas estaban a arrebosar y el ruido de los gritos que provocaban a medida que Kaos avanzaba, hacía que el ambiente fuese tan tetrico como poco desalentador, lo habían transformado en un lugar para personas miserables que estaban apunto de ser condenadas por un crimen casi inexistente.
Siguio pasando por una docena de celdas hasta llegar a una especifica, se paso delante y observo al prisionero que detras de los barrotes, tirado de rodillas contra el suelo, desvalido y completamente aburrido de no hacer en todo el dia.
-Hola Reginald -le saludo.
Alzo la cabeza mostrandose en el estado en que se encontraba, el antiguo senador que antes se había pasado la mayor parte de su vida vestido con grandes trajes de lujo y un monoculo en el ojo, ahora se había convertido en otro despreciado sujeto metida en una polvorienta celda como si fuese un pesimo delincuente.
Sintio una rara satisfaccíon al ver de aquella manera, le daba risa.
-¿Has venido para insultarme a la cara Kaos? -le pregunto incredulamente, asumia que había venido para asegurarse de que estuviese sufriendo lo suficiente.
-No, he venido a charlar contigo un momento contigo -aclaro.
-¿Para qué?
-Tengo una duda en mi cabeza que quiero resolver, y creo saber ahora de que se trata esa duda, y eres tu -le señalo.
-¿Yo?
-Así es, no se porque mi propio cuerpo me esta pidiendo que hable contigo, así que por eso me voy a quedar aqui el tiempo que sea necesario para así saber porque me siento tan mal conmigo mismo -reafirmo seriamente, estaba tan impavido ante este hecho que penso que la mejor manera de solucíonar esto, era hablando con él para así dejar a un lado todo ese odio inmensurable que tenían desde siempre.
Le pidio a un guardia que estaba cerca que le trajese una de las sillas que había en el fondo, inmediatamente este se marcho y al cabo del rato vino con la silla, se puso delante y entonces sento poniendose firmemente delante de él.
-¿Que quieres saber Kaos? -objetó soltando la primera cosa que se le ocurría decir con tal de entender el motivo por el cual se encontraba aqui.
-¿Porque planeaste todo este complot para quitarme de en medio Reginald? -le pregunto poniendose de brazos cruzados para señalar que se lo estaba preguntando con total sinceridad, quería una respuesta de verdad y no se iba a ir hasta que la tuviese.
Asintio amargamente como si no tuviese ganas de responderle eso.
-¿Quieres saber la verdad de porque he hecho lo que he hecho?
Mas quisiera -exclamo, no le importaba cual fuese la respuesta.
-Lo hice... -empezo a ponerse de pie mientras se agarraba a los barrotes para mirarle fijamente con una cara enrarecida-, porque no soporto ver que un ser, al que despreciaron en su momento, y al que lo expulsaron de su tierra natal por portarse mal, pueda convertirse en el emperador de un reino, que merece tener un lider de su misma especie porque así entonces aquel que estuviese al mando, entendería perfectamente que la uníca manera de liderar a todos los trolls contra Skylands, es comportandose como un lider justo que sabe lo que hace, y tu no haces eso, tu eres un ser lleno de odio, un ser lleno de extraños poderes que apenas entiendo como funcíonan, no se que demonios eres o que es lo que haces cuando nadie te mira, pero se muy bien que esta gente no puede tener un lider así, necesitan a alguién que haya vivido estudiado y de la misma forma que todos los anteriores emperadores que estuvieron aqui, tu no eres ellos, tu no eres un emperador, tu solamente eres un loco vestido con tunica negra, nada mas.
Hizo un carraspeo que sonaba como si lo estuviese pensando pero se notaba que lo estaba fingiendo aproposito con tal de llevarle la contraria, no iba a tomarse en serio esa respuesta, quería algo mucho mejor que eso.
Solto los barrotes y se le quedo mirando con una expresíon vacia como si se hubiese cansado de estar tratando con él al ver que no le hacía ningún caso en absoluto.
-¿Sabes porque siempre he estado tratandote como si fueses alguién injusto?
Aquello hizo que se interesase verdaderamente por saber lo que tenía que decir.
-Yo también quería ser emperador -declaro-. Quería estar al mando de todo esto para así poder apoyar a todos los trolls de Trollia y ayudarles a darles un nuevo mundo donde así no tendrían que seguir sufriendo durante mucho mas tiempo, no es un poco injusto eso, de que ahora el ultimo emperador que aún queda con vida, sea alguién que solamente se ha metido para tener poder -se expreso demostrando que tenía unas ganas enormes por convertirse en emperador para así ayudar a los suyos.
-¿Poder? -se extraño en ese ultimo comentario.
-Tu solamente estas aqui para tener poder, para vengarte de aquellos que te trataron mal, yo estoy aqui porque quiero hacer de este lugar un mundo mucho mejor, yo quiero que me vean como alguién que les pueda salvar de la ignorancia del resto de los habitantes de Skylands, yo me he entrenado para esto, y en cambio tu llegaste e hiciste lo que te digo la gana, eso no lo puedo soportar -aclaro demostrando porque le tenía tanta mania, sentía celos de que le hubiese quitado el protagonismo.
Kaos asintio sintiendo que se estaba precipitando demasíado con eso, entendía perfectamente adonde quería ir a para con eso, lo podía entender, podía comprender el verdadero motivo por el que había estado tan malhumorado con él por basicamente todo lo que hacía, no era una mala respuesta, pero había algo en esa cuestíon en lo que estaba equivocado y en lo que parecía que no quería entender del todo.
-Te acompaño en el sentimiento -le dijo.
-¿Como? -se extraño al oír eso, por primera vez había oído algo decente salir de la boca de Kaos en toda su vida.
-Te acompaño en el sentimiento Reginald, la verdad es que te entiendo.
-¿En serio? -se enderezo mientras volvía a agarrarse a los barrotes, sentía que le estaba hacíendo cambiar de ideales a Kaos.
-Entiendo lo que has intentado, y te comprendo, pero hay una cosa en la que estas verdaderamente equivocado y no te has dado siquiera cuenta -repuso seriamente.
-¿Él qué? -se le fueron todas las esperanzas de pensar que Kaos había cambiado.
-Veras Reginald, yo no me he metido en esto porque quiera tener poder, o quiera tener a todo el mundo a mi disposicion, yo me meti, para que estos seres que han estado tan desvalidos a lo largo de los años, se repongan y hagan algo mucho mas útil que todos los demas emperadores no han hecho hasta ahora, ¿y sabes que es?
-¿Que es?
-Hacer salir el odio que tienen dentro.
Aquello hizo que Reginald se diese cuenta de que basicamente no había cambiado nada, seguia siendo el mismo con esos pensamientos inocuos de siempre.
-Todos los trolls, lo uníco que quieren, es el poder necesario para hacerle entender a toda Skylands, de que no se van a quedar de brazos cruzados, no, ellos, van a mostrarse como los seres superiores que son, y yo les he ayudado.
-Tu no estas ayudando a nadie.
-¿Que no? Fijate bien, he conseguido que todos los trolls para luchar en una misma guerra que ahora ellos estan apunto de ganar, por primera vez estan demostrando tener la fuerza suficiente para aniquilarlos a todos, cosa que ningún otro emperador hizo, todos fallaron, ¿y sabes porque fallaron exactamente?
-¿Porque?
-Porque no se dieron cuenta de que sin poder, no se consigue nada, se necesita tener autoridad, para amenazar a aquellos que no han entendido que los trolls, son el nuevo orden global, ellos haran que este mundo tenga su propia imagen, y cuando lo hayan conseguido, tu te daras cuenta de que yo tenía razón -argumento deduciendo que todo iba a seguir funcíonar a medida que se hiciese tal y como él decía ya que hasta ahora él había sido el uníco sujeto capaz de crear un ejercito perfecto y bien disciplinado.
Reginald se le quedo mirando como intentando de asimilar sus palabras.
-¿Y que sucedera cuando los demas trolls se hayan salido con la suya?
-Pues tendre un castillo mas grande y posiblemente me hagan una escultura de su nuevo heroe, ¿que te parece? -apoyo sus brazos detras en una posicion comoda para señalar su incredulidad hacía él.
Esbozo una risa sarcastica como de no creerse lo que decía.
-¿Que te hace tanta gracia? -protesto indignado al ver como se reía.
-¿No lo ves Kaos? Esto es lo que justamente odio de ti.
-Mmm... -murmuro.
-Dices que eres el emperador de este reino y que te preocupas por los trolls, pero en realidad por él uníco en quien te preocupas es por ti mismo, mandas a aquellos que no te gustan a morir en un lugar hostil, te deshaces de aquellos que no te dan la razón, nunca quieres escuchar la opinion de alguién que tenga algúna idea útil, y encima te rodeas con gente que se ha pasado toda su vida aterrorizando a le gente, ¿como puede la gente confiar en alguién como tu si no te comportas como un troll? -le concreto todas las cosas que hacían que Kaos pareciera alguién metido de forma injusta en el cargo.
Kaos no dijo nada nuevo, se le quedo mirando con aquella expresíon rigida que no se sabía si estaba asimilando lo que decía o basicamente estaba buscando el mejor modo para entenderse con él, acerco un poco mas la silla agarrandose a ella sin siquiera moverse del lugar y entonces le dijo:
-Tienes razón, yo no soy un troll, no soy como tu, pero eso no significa que no pueda encargarme de esto como tal, y tu no puedes decirme como tengo que hacer las cosas, yo soy el emperador de Trollia, y yo dicto como se hara mi guerra.
-¿Como hiciste con los Maestros de los Portales?
Lo dejo indeciso al oír eso, era la primera vez que le oía hablar de ellos.
-Ellos cometieron un gran error al no haberme dado el puesto, era un hombre diferente en aquel momento, y por eso mismo cuando consegui estos poderes, los utilice para dar su mejor uso, como he hecho hasta ahora, y no pienso seguir desperdiciandolos para encargarme de gente como tu -comento dejando claro que se lamentaba por lo sucedido en aquel momento pero no se arrepentia por haberse vengado.
-¿Y que pasara con Eon?
-De Eon ya me he encargado, he mandado a alguién para ocuparme de él y de sus amiguitos, pronto sabran que no pueden esconderse de mi -le aviso y entonces se levanto sintiendo que había terminado con él.
Chasqueo los dedos de vuelta y al instante volvío el mismo guardia del cual se llevo la silla devolviendola al lugar al que pertenecía originalmente, Kaos se acomodo la tunica, se disponía a irse pero sentía que le faltaba algo mas para decirle, se acordo.
-Por cierto, tu mujer te manda saludos -le confeso.
-¿Que? ¿Esta ella bien? -reaccíono despavorido y se agarro fuertemente a los barrotes, estaba desesperado por querer saber lo que sucedía con su esposa.
-Esta perfectamente, y tus hijos tan bien, me he asegurado de que al menos no les hayan hecho daño, a menos que yo se lo proponga -puso una mirada ingenua como de indicarle que podría hacerle lo mismo a ellos por gusto.
-No, dejalos en paz -le exigio despavoridamente.
-Lo hare, hasta que me digas la verdad.
-¿Que verdad?
-¿Tu mujer sabe algo de todo esto?
Se quedo meditabundo ante esa cuestíon, le tenía tanto miedo a confesarle que le estaba dando demasíados vueltas en la cabeza al no saber que contestarle.
-Ella no sabe nada, todo esto fue cosa mia, te lo juro, te lo juro -acabo sollozando del panico que le tenía al pensar que a su familia le iba a pasar algo.
Kaos se le quedo mirando y no pudo evitar sentir algo de lastima hacía él, entendía que él tenía familia y se sentía feliz con ellos, pero verle ahí tan derrotado, era como si le hubiese hecho decaer de la forma mas humillante que jamas antes había visto en un trolll, tanto que ahí entonces empezo a entender porque dudaba tanto antes, era eso.
-Siento mucho que estes aqui, pero tienes que entender que tu has elegido esto, y ahora tienes que aceptar las consecuencias -se disculpo expresamente con él para que viese que por lo menos tenía la compasíon suficiente para aclarle que esto no podía haber sucedido si él le hubiese aceptado como el emperador que era.
-Yo seguire luchando por lo que se -acordo decidido a pesar de todo.
-Pues espero que lo hagas desde una celda, porque pronto pasaras ahí el resto de toda tu vida -indico avisandole de lo que le tocaba, se quedo pensando y entonces carraspeo al darse cuenta de algo-. Fijate tu, eso era, esa era la duda que tenía.
-¿Que duda?
-Razonar contigo por primera vez de una forma sincera, y lo he hecho, por primera vez me he dado cuenta de que he sido sincero con alguién, y has contigo Reginald, tu me has hecho darme cuenta de que mi mayor problema no era odiarte, sino hacerte entender que yo jamas sere lo que todos piensan que soy -concluyo demostrando que todo aquel mal que tenía antes era debido a que jamas antes se había expresado como debía hacerlo, le miro compasivamente y entonces le dijo-: Te lo agradezco, tanto que quizas antes de que vengan a buscarte, posiblemente mande tu familia a verte.
-Gracias -le agradecío con poca voz, se puso a toser al ahogarse que con la tierra que tenía metida dentro de su celda.
Les dijo a los guardias que le trajesen un vaso de agua cada hora y entonces él se marcho teniendo ya solucionado su problema, volvío a subir a lo alto del castillo hacíendo todo el mismo trayecto de antes hasta que se reencontro con su grupo de vuelta que estaban dirigiendose apuradamente hacía él.
-Señor Kaos, ¿adonde se había ido? -le pregunto Glumshanks mientras suspiraba de agotamiento, parecía agotado de haber corrido durante bastante tiempo.
-He ido a hablar con Reginald -les confeso, estaba dispuesto a contarles toda la historia sin importar lo que ellos le dijesen al respecto.
-¿En serio ha ido a hablar con él? -le critico susceptiblemente el Mago Chompy.
-Así es, tenía algo en mi cabeza que apenas me costaba entender que era, y lo he resuelto, por fin le he dejado claro a Reginald y él me ha contado a mi sus motivos por el que le condujeron a actuar de esa manera.
-¿Entonces no le ha matado? -se cuestiono Kullshak.
-¿Matarle? -espeto incredulamente-. Con eso solamente habría conseguido quitarle un sufrimiento de encima, no, pienso mejor dejarlo vivir para que vea con sus propios ojos lo que sucede cuando alguién intenta de meterse conmigo.
Todos se miraron indecisos ante ese comentario, ningún se tomaba en serio lo que les decía pero lo dejaron estar, Fraymus respetaba esa decision por parte de él.
-¿Y ahora qué Kaos? ¿Seguimos con el plan? -pregunto Noodles asumiendo que como ahora habían solucionado un problema, iban a tener que seguir con algo pendiente para así olvidarse de todo este lio y volver a la normalidad.
Kaos se cercioro de esa cuestíon en la que tenía bastante razón, el plan de conquista todavía continuaba en marcha y hasta ahora no había habido ningún problema al respecto sobre eso, ya habían capturado a todos los trolls que podrían estar implicados en la conspiracíon, no había nada con lo que involucrarse, sentía que lo podía dejar estar pero entonces se cerciono de otra cosa mas que había olvidado hace tiempo, tenía otro plan en mente y del que se disponía a revelarles.
-Venid conmigo -ordeno con tono susceptible.
Les acompaño por uno de los pisos que se encontraban en la mitad superior del castillo, fueron avanzando por un estrecho pasillo formado por paredes de ladrillos de hormigon de color grisaceos, tenían un aspecto desgastado y polvoriento, como si no lo hubiesen limpiado en años o basicamente lo hubiesen dejado así aproposito puesta como excusa para que nadie se metíera a fisgonear sin que nadie lo notase.
-¿Que se supone que este lugar? -se cuestiono Glumshanks sorprendido al encontrar-se metido en un pasillo tan inhospito como extraño.
-¿Tu nunca antes has estado aqui? -le pregunto Noodles.
-Y no, yo siempre voy pasando por los mismos lugares por los que me manda Kaos, nunca nada por estas secciones -declaro señalando que a pesar de ser el criado personal de Kaos, no tenía muy permitido meterse en los niveles no permitidos.
-Eso es porque aqui se encuentra la mayoría de cosas que guardo en secreto, las cosas que no quisiera revelarla a nadie a menos que sea por una ocasíon especial o demasíado importante -comento Kaos.
-¿Y esta es una ocasíon especial? -inquirio Fraymus.
-No, pero como ahora las cosas estan yendo bastante bien, ya es hora de que os cu-ente uno de mis mayores secretos hasta la fecha.
Todos se miraron absortos ante esa idea ya que estaban que no se la creeían, por primera vez iban a descubrir cual era uno de los secretos mejor guardados de Kaos, cosa que hasta ahora apenas les había revelado nada de sus origenes o de lo que hacía cuando nadie la miraba, como en su sala blindada, pero no estaban en esa seccíon, Kaos les iba a enseñar otra cosa que parecía ser bastante importante.
Continuaron avanzando por aquel pasillo que se empezaba a volver tremendamente oscuro, tanto que apenas se veía si había algo de fondo en el frente, Glumshanks estaba teniendole tanto miedo al espacio en que se encontraba que intento de quedarse unido a los demas pensando que a lo mejor ellos le iban a proteger de los alrededores, acabo chocandose con Vallhaderb, le miro con malos ojos mientras soltaba una aborrecedor gruñido que parecía de un animal salvaje, lo dejo estar y entonces Noodles le agarro sosteniendole como si fuese un amigo del que no quería despegarse de él, lo agarraba con fuerza, tanto que parecía que pretendía hacer otra cosa con él, algo de lo que seguramente se arrepentiria a menos que no se soltase pronto, se lo quito sin problemas.
Kaos noto lo oscuro que estaba, tanto que decidio iluminar el pasillo para así tene un mejor aspecto de lo que tenía delante, hizo un gesto con los dedos y al instante los palos de unas antorchas que se encontraban apoyados en cada esquina se encendíeron iluminando un poco mejor el pasillo, todos se aliviaron al pensar que no iban a acabar muriendose por seguir adelante en el pasillo tan oscuro en el que estaban metidos.
Siguieron avanzando unos seis metros mas hasta que al final llegaron al final del pa-sillo que resulto ser una enorme puerta blindada a base de ruedas dentadas y algún otro mecanismo que hubiese metido dentro, Kaos levanto la mano e hizo otro gesto con los dedos señalando a la puerta, una de las ruedas dentadas se puso a girar sola y al instante todo el mecanismo se puso a desactivarse hacíendo que todas las demas ruedas dentadas se metiesen dentro de las ranuras quedando solamente un muro de metal que se dividio en dos hojas que se abrieron en forma diagonal, la puerta quedo abierta.
-¿Que hay ahí dentro? -pregunto dudosamente Fraymus, tenía miedo de que les estuviese apunto de enseñar algo horrible y poco beneficioso para los demas.
-Ahora lo vaís a ver -dijo mostrando otra sonrisa orgullosa de lo entusiasmado que estaba por lo que les iba a mostrar, dio un paso adelante y entonces chasqueo los dedos hacíendo que unas antorchas se encendieron por arte de magia.
Se ilumino y se mostro que era una sala circular con paredes de hormigon reforzado, pero lo que mas llamaba la atencíon era un extraño artilugio circular parecido a una rueda dentada solo que era enorme, de un tamaño medio y estaba hecho de una especie de mineral rocoso que a simple vista apenas se sabía de que tipo de material estaba hecho exactamente. Tenía diez esquinas con bordes sobresalientes con varios simbolos dibujados encima, el centro era todo aplanado con una capa blanca por el que se podía ver un espiral de puntos que giraban hacía el centro.
Todos se metíeron dentro de la sala y observaron perplejos aquel artilugio que tenían delante, se quedaron asombrados ya que reconocían perfectamente de que se trataba.
-Amigos mios, os presento: El portal de poder -declaro Kaos señalando que ese portal era su mayor secreto hasta la fecha, lo había tenido ahí escondido desde siempre.
-¿Que es un portal de poder? -critico Mago, lo desconocía.
-Un portal de poder no. Es, él Portal de Poder -rectifico Noodles señalando que ese artilugio era mucho mas importante de lo que parecía.
-El mismo Portal de Poder que usaban los Maestros del Portal para viajar por todo Skylands o para teletransportarse a otros mundos alejados de este mundo.
-¿No se había destruido? -inquirio Kullshak.
-Yo dije que lo destrui al igual que con los demas Maestros del Portal, pero en realidad me lo quede para guardarlo aqui, me era demasíado valioso destruirlo sobretodo ahora que lo necesito mas que nunca -aclaro demostrando que a pesar de lo mucho que odiaba a los Maestros, tuvo el rencor suficiente como para salvar algo perteneciente a ellos, y no podía ser otra cosa que el Portal.
-¿Porque? ¿Que puede hacer exactamente esta cosa? -pregunto Vallhaderb intrigado por lo que pudiese dar.
-Esta cosa esta hecha de un poder magico inigualable, según como se use, no solamente se puede usar para teletransportar a cualquiera a diferentes partes de Skylands, sino que también sirve para traer cualquier cosa de otro mundo.
-¿Estas diciendo que puedes teletransportar a cualquier especie de cualquier lugar en el mundo sin su consentimiento? -inquirio Fraymus.
-No solamente a cualquier especie, puedo traer cualquier objeto de dondea sea, o incluso magia, toda la magia que pueda desear en el mundo pueda hacerla salir de aqui.
-¿Es eso posible? -se intereso Noodles.
-Bueno, los Maestros del Portal decían que este Portal solamente podía traer un cierto tipo de magia ilimitado ya que pensaban que si traían una magia desconocida, cualquiera que la absorbiera quedaría corrompido, se transformaría en algo hostil, esa era una de las cosas que mas temían, por eso mismo nunca lo hicieron, ningún Maestro del Portal ha llegado lo suficientemente lejos como para usar todo su potencíal -argumento mostrandose respectivo a ese asunto ya que esto era algo que entendía perfectamente.
-¿Y por lo que no has usado hasta ahora? -critico Mago viendo que si tenía un artefacto con ese poder, lo podría haber usado hace años para ganar la guerra.
-Porque cuando vine aqui, me di cuenta de que la gente me idolatraba por mis palabras, no por mis acciones, así que lo deje escondido pensando que si en algún momento lo necesitaba para algo útil, lo usaría para hacer aquello que los Maestros jamas lograron hacer en mucho tiempo -apoyo sus manos encima de una de las esquinas mientras miraba complaciente el centro aplanado del Portal, veía a traves de esa capa saliendo cualquier cosa que le pudiera ayudar a solucionar la guerra que tenía pendiente-. Pero como ahora he descubierto que mi viejo amigo Eon sigue vivo, no me deja que utilizar esto como ultimo recurso por si mi otro plan falla.
-¿Si su plan falla? ¿Esta diciendo que el plan de conquista puede fallar? -se puso nervioso Glumshanks al asumir que sabía que perderían de cualquier manera.
-No, ese plan va a seguir funcíonando aunque suceda algo malo, me refiero a otro plan que acabo de iniciar hace poco.
-¿Que otro plan? -se cuestiono Fraymus sospechando de que parecía haber cometido una nueva operacíon sin avisarle a ningúno de ello.
Kaos alzo la vista y se quedo mirandoles con una expresíon tranquila y seria.
-Siento que ese dragon purpura se esta volviendo mas fuerte, tanto que temo que pueda derrotarme, así que por eso he mandado a alguién para que se encargue personalmente de él -confeso, ese era su plan, encargarse del dragon Spyro.
-¿A quien has mandado?
-A alguién que se ha estado preparando para esto, alguién entrenado para matar al dragon desde el dia en que nacío -admitio sin dar muchos detalles sobre quien era.
Todos se quedaron dudando sobre esa confesíon.
-Kaos, ¿que has hecho? -presiono Fraymus empezando a enfadarse ya que no le gustaba que hubiese cometido un nuevo tipo de estrategia que no le fuese a gustar.
-Nada, simplemente le estoy hacíendo un favor a un amigo.
-¿Que amigo? -fruncío seriamente el ceño Noodles.
-El que me dio mis poderes.
Ambos esbozaron una expresíon de temor al oír eso.
-No... no... no... -se quedo Glumshanks tartamudeando al resultarle imposible responderle-. ¿No sera él verdad?
-Posiblemente si, y posiblemente no, de todas formas esto no es asunto vuestro, esto es cosa mia, así que sera mejor que vosotros hagaís como que nunca habeís estado aqui, ya siento que estoy cometiendo un error al traerlos aqui dentro -acoto estrictamente.
-¿Y entonces porque nos has metido aqui para verlo -le reprocho Mago indignado al ver que parecía estar tomandoles el pelo.
-Porque hoy siento que tengo un buen dia, y necesitaba deciros esto para sentirme a gusto conmigo mismo -dio una respuesta bastante simplista a lo que pensaban.
Ambos se sentía como que no habíam obtenido una respuesta a lo que ellos querían resolver, era mas bien como si les hubiesen metido aqui simplemente para que lo vieran y entendiesen que esto no era algo de lo que cualquiera podría haber presenciado, ahora entendían porque Kaos lo había mantenido en secreto, daban demasíadas preguntas a algo que ellos poco conocían y de lo que no tenían nada que ver.
-¿Os ha quedado claro a todos? -les volvío a preguntar asegurandose de que ningúno le iba a seguir recriminando por no contestarles.
-Si señor -confirmaron mutuamente.
-Bien -se alivio y entonces asintio pensativo para saber bien lo que iba a hacer.
Tuvo otra idea, les ordeno que le siguiesen y entonces ambos se marcharon abandonando la sala, la luz de las antorchas se apago y la puerta blindada se cerro.
Necesitaba mandar un mensaje a Lomis para averiguar si el plan de conquista seguia en orden o no, y también tenía que ponerse a interrogar a todos los miembros conspiradores que habían cogido hasta ahora, sabía que ya habían conseguido pillar a todos y seguramente los tendrían encerrados en diferentes celdas de las mazmorras, por ahora todo iba en perfecto orden y eso le hacía sentir bien. Pero toda intranquilidad era imperfecta ya que sabía bien que en cualquier momento acabaría sucediendo algo malo del cual luego tendría que hacerse cargo, odiaba que pasara eso, pero era su responsa-bilidad como emperador tratar esos asuntos.
Tenía que demostrar que estaba al mando de todo ya que por eso mismo se hizo emperador, para señalar que podía ser mejor que todos los demas y que podía hacerse cargo de todas las situacíones que resultasen hostiles para la mayoría de la gente.
Eso estaba hecho, ahora solamente quedaba saber si su criatura a la que había liberado después de tantos años de cautiverio en la oscuridad, le mando a atrapar al dragon sea donde estuviese, no le importaba lo que fuese a hacer, solamente le importaba que llegase a tiempo para impedir que el dragon hubiese madurado lo suficiente como para hacerse demasíado fuerte como para vencerlo, le daba mas miedo eso que Eon consi-guiese detener a sus ejercitos con la ayuda de sus guerreros.
Esta vez no iba a dejar que nada le detuviese, estaba mas que decidido a seguir adelante con sus planes hasta salirse perfectamente con la suya.
..
La criatura salío al exterior, encontro un hueco por el que poder salir y observo la luz del sol dandole en la cara, era una luz calida, caliente y halagadora, tanto que no pudo resistirse, alzo la cabeza y sintio como esa bella luz le daba placidamente en la cara, aquello era mejor que toda la oscuridad que había estado viendo desde que nacío y se crio para hacer lo que le decían, le daba igual si la hubiesen entrenado para usarla en este momento, lo uníco que le importaba era seguir las ordenes que le había dado Kaos, su mentor fisico. Tenía que encontrar a ese supuesto dragon purpura llamado Spyro y detenerlo, él era un peligro para Kaos y todos sus presentes, no podía dejarle vivo, ni a él, ni a todos sus compañeros.
No sabía muy bien donde se encontraba, sabía bien que al otro lado del Reino de los Trolls, donde ningún troll ha pisado jamas tierra firme, seguramente muy lejos, pero eso le daba igual, no le habían ordenado que le buscase en un determinado tiempo, lo que hacía que su busqueda fuese un poco menos apresurada de lo que podría ser, decidio buscarle de cualquier manera posible, pero igualmente tenía que hacerlo ahora rapído, no podía tardar mas de cuatro semanas o un mes entero ya que hasta entonces Kaos habría maquinado otra cosa y se enfadaría por no haber regresado con él, y eso no le gustaba mucho, lo dejo estar y se dispuso a salir de isla hacíendo lo que mejor se le daba hacer desde que había sido entrenada.
Volar.
