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EL NAVEGANTE DEL RIACHUELO

Spyro logro despertarse después de haberse pasado toda la noche durmiendo como un tronco tras haber estado intentando de olvidar aquel tremendo ataque que casi le causo volver a ser atrapado por el Ojo que todo lo Ve, había dormido todo el resto de la noche, pero aún así, se seguia agotado, como si el sueño no le hubiese quitado toda la sensacíon de lucha que tenía en su interior, no sabía si era su instinto salvaje de dragon que se estaba iniciando, si es que existia, o basicamente aquel ataque de las serpientes del dragon no le había resultado lo suficientemente agotador como para poder sentirse descansado después del follon que tuvo con ellas.

Se junto con Sparx y Ermit del cual ambos a pesar de estar bastante preocupados por lo que paso anoche, solamente les importaba marcharse de aquel desierto para ir a esa cienaga donde supuestamente se encontraba el lugar donde murío Malefor, recogieron las cosas y se dispusíeron a marcharse de ahí antes de que ocurriese algo mucho mas malo que las serpientes de anoche.

-¿Lo tenemos todo? -pregunto Spyro queriendo asegurarse de que no se dejaban nada ya que si les faltaba algo, no podrían recuperarlo una vez iniciado el viaje.

-Bueno, aparte de la comida y los artilugios que nos dieron Artemus y Karvus que apenas hemos usado, yo diria que esta todo -opino expresamente Sparx dejando claro que con lo poco que tenían, no les hacía falta preocuparse por si se dejaban algo atras.

-Yo solamente me llevo esto -aviso Ermit enseñando un especie de palo alargado que llevaba colgando del hombro, era bastante pesado.

-¿Que es eso? -le pregunto extrañado ya que hasta ahora no había visto eso.

-Es mi nueva vara, la construi mientras tu estabas dormido -admitio demostrando que había aprovechando toda la noche para construirse una nueva arma.

-¿Y para que sirve?

-Para esto -le dio un golpe con la vara en la cara que le hizo doler.

-¡Ay! ¿Porque haz hecho eso? -le recrimino al ver que le golpeo sin motivo.

-Porque quería saber si funcíonaba, y ha funcíonado.

-¿Y tenías que darme a mi?

-Tu eres un dragon, lo soportaras mas -indico ingenuamente.

Ambos se miraron decidiendo no hacerle caso al ver que ya estaba otra vez comportandose como un loco que no parecía tener ningún tipo de preocupacíon por nadie.

Todos se miraron teniendo aquello que les resultaba indispensable.

-Muy bien, entonces ya podemos irnos -dijo Spyro deicido y entonces ambos tres iniciaron la marcha para abandonar el desierto.

-¿Sabes muy bien cual es el camino a la Cienaga Tenebrosa, verdad? -le pregunto Sparx asumiendo que el ermitaño les iba a llevar por el camino correcto.

-Lo se, así que por eso mismo seguidme si no quereís morir deshidratados en este desierto, ¿entendido? -les echo un mal ojo como si ellos fuesen culpables de algo y entonces se dio la vuelta para marcharse por el otro lado.

Se dieron una mirada amarga ya que no entendían si aquel ermitaño se pasaba un poco o es que simplemente se creía que lo tenía todo perfectamente hecho, se pusíeron a caminar lentamente yendo hacía el otro lado, se dispusieron a dar la vuelta por el costado de la montaña pero entonces ambos hermanos notaron que Ermit se había detenido, estaba mirando la grieta que daba a la cueva misteriosa por algúna razón, se dieron un intercambio de mirada al no entender que estaba mirando, se pusíeron delante de él y observaron que estaba mirando la fisura con una expresíon autocompasiva, como si le diera lastima abandonar el lugar, se había pasado tanto tiempo viviendo aqui, que ya lo consideraba un hogar, un hogar del que seguramente no regresaría nunca.

-¿Estas bien Ermit? -le pregunto Sparx.

Asintio amargamente con tono de desgana y entonces dijo:

-¿Sabeís cuantas veces he deseado abandonar este lugar y hacer otra cosa? -objetó.

Ambos no supíeron que decir ante eso, era evidente que Ermit estaba sufriendo algún tipo de trauma por abandonar este lugar, y eso le afectaba bastante.

-Como unas veinte veces, veinte veces he estado pensando en desobedecer las normas y marcharme hacía otra parte para que nadie me encuentre, pero no he podido, me he pasado tanto tiempo viendo esos simbolos en las cuevas, que me he dado cuenta de que son demasíado especiales para dejarlas desprotegidas, hay vida en esas ilustraciones, y si alguién las destruyera, temo que no se de cuenta de que lo que esta hacíendo, es un grandisimo error -relato sincerandose con ellos para que entendiesen que para él este lugar le resultaba mucho mas especial de lo que parecía.

Pudíeron notar la preocupacíon que tenía hacía ese lugar, los simbolos y las ilustraciones que habían ahí metidos en aquella cueva, eran algo sagrado y habían estado ahí durante mucho tiempo, y pensar que alguién las descubriese y les hiciera algo malo, sería un autentico perjurio, algo tenían que hacer para que no cayera en malas manos.

-Tengo una idea -dijo Spyro, y se marcho.

-¿Adonde vas? -le pregunto Sparx.

-Tu quedate ahí -le aviso mientras iba directo hacía la fisura.

Ambos se miraron contraidos al no entender lo que iba a hacer, Spyro se puso delante de la fisura y de pronto lanzo una enorme llamarada de fuego que estaba calcinando el estrecho borde que separaba la fisura con el interior de la cueva, Ermit se alarmo tanto al ver eso que se dispuso a detenerle pero entonces Sparx le detuvo, entendía que estaba viendo eso como algo malo, pero podía asimilar que su hermano sabía lo que hacía, siguio quemando la fisura hasta que al final se detuvo, el estrecho borde quedo cubierto por una espesa capa de roca fundida que tapono toda la fisura quedando sellada, soplo y la roca fundida empezo a endurecerse hacíendo que formase parte de la pared de rocas de la montaña, se endurecío al instante, Spyro se dio la vuelta y marcho de vuelta con los dos mientras mostraba una expresíon confiada por lo que hizo.

-La fisura ha quedado cerrada, ahora ya nadie podra meterse dentro para alterar las ilustraciones de la cueva, mejor eso que dejarlo desprotegido, ¿no? -objetó demostrando que no solamente se ocupo de protegerlo, sino que lo mantuvo cerrado para siempre.

Ermit se quedo mirandolo complacido y entonces dijo:

-Gracias -le agradecío al ver que se le había ocurrido una mejor manera de ocultarlo.

-Te dije que podrias confiar en mi -espeto con tono favorable, estaba mas que decidido a hacer ver a aquel ermitaño que no iba a portarse como un autentico dragon insaciable que se lo podía comer en cualquier momento.

Lo tomo como una buena afirmacíon y entonces ambos se dieron la vuelta marchando por el mismo lugar y esta vez sin detenerse por nada.

-¿Como se te ha ocurrido eso? -le pregunto Sparx intrigado por saber como fue que se le ocurrío exactamente esa idea.

-Esto es algo que se le habría ocurrido a Eruptor -indico expresamente.

-Ya, pero... tu no has pensado en ellos, ¿verdad? -le inquirio, lo conocía demasíado bien como para saber que no habría recurrido a pensar en los Skylanders para motivarle lo suficiente y tomar esa idea así enseguida.

Spyro no quería decirselo pero no tuvo mas opcíon.

-Lo saque de Gill, él habría preferido destruirlo todo en vez de dejar que cualquier cosa cayese en manos equivocadas -indico reconociendo que esa idea se le había ocurrido a causa de su buen amigo Gill que habría tomado la opcíon mas correcta.

Eso fue algo que Sparx pudo entender, pero no porque Gill hubiese sido su maestro, sino porque aquel gillmen había demostrado ser un buen amigo para Spyro, tanto que se dio cuenta de que a lo mejor el problema con su hermano nunca fue que se preocupase por lo que pudiera pasarle, sino que se sentía solo por no haber tenido un amigo con quien relacionarse cuando él estuviese pendiente de otra cosa.

-¿Sabes que es lo mas raro de todo eso? Que le echo de menos.

-¿A Gill Grunt?

-Y si, piensalo bien, él fue el primero que nos metío con el equipo cuando llegamos al refugio, sino hubiese sido por él, quizas no habríamos tenido ningúna idea de a quien teníamos que buscar -indico hacíendole ver que tenía su logica.

-Pero también estaba Hugo.

-Pero a Hugo lo iba a matar Jewis.

-Que luego Flynn se interpuso.

-Que al final Jewis se dispuso a comerse a Flynn de lo borracho que estaba.

-Sino fuera porque nosotros le pedimos que viniera a ese lugar con nosotros.

-Si no hubieramos hecho aquel trato con él de que le iban a dar una recompensa por ayudarnos a traernos al refugio.

-Sino fuera por habernos encontrado con él después de haber salido de esa cueva donde se encontraba Ignitus -Spyro se quedo indeciso al acordarse de aquel dragon anaranjado que habían conocido en aquel momento y que resultaba tener algún tipo de conexíon con Whirlwind.

-¿Estas bien?

Al acordarse de eso le hizo darse cuenta de que hasta ahora no le había confesado a nadie la verdad sobre aquella hibrida que tanto apreciaba.

-Sparx, tento que contarte algo y tengo que ser muy sincero contigo.

-De acuerdo, ¿de que se trata?

Tomo un momento para no impacientarse y entonces dijo:

-Creo que Ignitus, el mismo dragon que nos conto la historía sobre lo sucedido con Malefor, me parece que es el padre de Whirlwind -le confeso con una sinceridad que le parecía un suplicio contarselo ya que sentía que estaba cometiendo otro error con eso.

-¿Que? ¿En serio Whirlwind es hija de un dragon?

-Me temo que si.

-¿Pero como? -se quedo pensando-. ¿Ella lo sabe?

-Sabe que su padre era un ser de una especie especial, pero no sabe nada mas excepto todo aquello que le conto su madre años atras.

Se quejo agonizando ante este descubrimiento.

-¿Como sabes que Ignitus puede ser su padre?

-No lo se, es lo uníco que he podido deducir, solamente existen dos dragones en este mundo, yo, y él, a menos de que haya sobrevivido otro y no tengamos remota idea de que sigue existiendo -opino sin tener muchas ideas al respecto, ahora que se acordaba de este mundo, ya le venían todo tipo de dudas a la cabeza.

-¿Y no se lo dijiste?

-Y no, que le iba a decir, que posiblemente su padre siga vivo y que esta encerrado en una cueva subterranea donde ha permanecido recluido durante los ultimos mil años como mucho -indico recriminadamente, le fastidiaba ese hecho ya que ansiaba decirselo a Whirlwind, pero temía lo que ella pudiese descubrir.

-Hiciste lo correcto al no decirselo.

-¿En serio? -se extraño al ver que se convencía de su decision.

-Y si, si le hubieses contado eso quizas ella nos habría acompañado y acabaría metida en un montón de problemas, era mejor que se quedase con los demas donde estaría mejor protegida de todas estas cosas -concluyo logicamente.

Carrspeo serenamente Spyro al ver que su hermano tenía razón en eso, si Whirlwind hubiese descubierto que su padre dragon seguia vivo, ella habría aceptado acompañarles pensando en que a lo mejor iria con ellos para ir hacía donde él se encontraba, ella no estaba muy acostumbrada a los terrenos deserticos y seguramente estaría desprotegida a pesar de que usase sus poderes, ella tenía mucho poder en su interior, pero no lo suficiente como para enfrentarse a todo lo que pudiese atacarla desprevenidamente, era demasíado buena como para que le pasara algo grave.

-Tienes razón -le dijo convencido de esa opinion-. Supongo que ella tendra que seguir creyendose que su padre se marcho y nunca mas lo vera.

-Parece lo mejor -indico Sparx tomandoselo como una mala idea, pero era la mas correcta ya que no podían dejar Whirlwind se creyera eso ya que sino estarían ocasionando que ella intentase de descubrir aquello para lo que no estaba preparada.

Spyro resintio agobiado ante este hecho, Whirlwind era una de las mejores personas que conocía en este mundo y le estaba ocultando algo importante, pero después de la relacíon involuptuosa que tuvo con ella, tenía que al menos ser responsable y protegerla de todo aquello que le hiciese daño, sobretodo si era algo que le podría cambiar la vida dependiendo de como lo viese.

-¿Seguis o no? -pregunto reprochadamente Ermit al ver que no le seguian.

Se dieron cuenta de que se detuvieron en cuanto se pusíeron a hablar.

Lo dejaron y estar continuaron la marcha como hasta ahora, siguieron a Ermit del cual les llevo a un valle desertico con todo el suelo aplanado y vacio de cualquier atisbo de vida organica, no había nada excepto un montón de tierra y algúnos que otros arbustos secos que venían volando por los costados, daba risa ver esos arbustos ya que parecían bolas hechas con hilos, como para que jugasen las mascotas, Spyro nunca había visto a un animal de compañia jugar con una de esas cosas, ni siquiera a una mascota en si, pero había oído cosas acerca de como vivian los mabus y de sus costumbres, desde siempre quiso saber como era la vida para los seres que caminaban a dos patas.

Esta era una historía que había vivido hacía unos cuantos años.

Unas semanas antes de haber ido a aquel mercado en el que Sparx la había pifiado a causa de aquel altercado con esa oveja que le intento de quitar el pastelito, le había pedido a su padre que le acompañase al otro lado del Valle ya que había oído ya que había un mago mabu que le estaba hacíendo una visita a las libélulas y los niños se lo estaban pasando estupendamente con él, tenía ganas de ver eso ya que apenas sabía como eran los mabus y le parecía una buena oportunidad para ver como era, pero no porque quisiera ver a un ser que tenía patas, sino porque se había pasado tanto tiempo sin saber como eran las demas especies, que quería saber el aspecto que tenían.

Él acepto y entonces le llevo a ver al mago, se encontraba dando un espectaculo en el centro de Ala Rocoso, donde la mayor parte de la gente siempre venía para enseñarles los productos que estaban vendiendo o para montar un espectaculo privado, como el alcalde había hecho un trato con él para que hiciera su espectaculo delante de todas las libélulas en un limite de tres dias, después tendria que marcharse ya que no se estaba muy permitido montar un espectaculo de magia en esa zona ya que la mayor parte de los espectaculos se montaban en la plaza central donde se hacían juegos, pero el mago no quería eso ya que si se ponía ahí todo el mundo le vería gratis y él pagaba por las entradas para que le vieran, no tuvo mas opcíon que hacer el trato y se quedo como tres dias hacíendo su espectaculo de magia.

Llego al centro y ahí tuvieron que pagar un alado para la entrada. Un alado era basicamente lo equivalente a una moneda de oro solo que al ser libélulas utilizaban un tipo de mineral brillante, parecido a un diamante pero sin el valor suficiente como para tratarlo un diamante autentico, al ser insectos invertebrados no les interesaban mucho el dinero ya que ellos tenían suficiente con lo que tenían pero cuando querían pagar por algo que venía del extranjero, ahí tenían que pagar a los propietarios con un tipo de dinero que solamente servía para las libélulas. Si se le pagaba al propietario con un alado, entonces este lo tendría que cambiar con un banquero de algún reino o de algún pueblo superior de Skylands donde haría un intercambio con él, él le da el alado y el banquero le da la suma de lo que costaría un alado, un alado mayormente cuesta como 5 monedas de oro, pero si se le da el coste de cinco alados, entonces se lo tendría que rebajar a una moneda de plata o una medalla de bronce ya que no se esta permitido que mas 5 cinco alados cuesten lo mismo que uno ya que eso significaría que el que lo esta intercambiando, se estaría forrando gratuitamente y eso se consideraría una estafa fiscal ya que los bancos mabus tienen mucho poder economico y no se esta muy permitido que un mabu estafe a un miembro de un mismo banco con tal de ganar una suma demasíado enorme como para tenerlo permitido.

Pagaron la entrada y de ahí fueron a ver al mago, era un mabu muy enano que tenía puesto un traje negro con una camisa blanca y llevaba colgando de la espalda una tunica roja que se notaba que parecía que la hubiese fabricado con una cortina y luego la hubiese pintado de rojo para hacer creer que se trataba de una tunica hecha a mano. Se puso a hacer los tipicos juegos de magia que ahora ya conoce todo el mundo, el del pañuelo en la manga, las flores saliendo del traje, una pequeña explosíon artificial, le resultaba interesante pero al mismo tiempo aburrido ya que los trucos eran demasíado predecibles, pero entonces el mago anuncío que tenía un nuevo truco que mostrar, puso un pañuelo sobre su mesa de madera y al cabo de menos de un minuto lo quito desvelando un nuevo contenido que aparecío de repente.

Era un chompy, literalmente era un chompy que estaba encerrado en una jaula cuadrada tan pequeña que apenas podía ponerse de pie, miro a los niños que estaban entre el publico y les lanzo un enorme alarido que les hizo asustarse terriblemente, los padres se enfadaron ya que nunca no les gustaba para nada esa criatura, estaba traumatizando a los niños, pero el mago insistio y dejo que hiciesen su truco, el truco era que basicamente él soltaría el chompy de su jaula y lo manejaría con las manos hacíendo que no atacase a ningúno, nadie se creeía esa idea pero entonces el mago lo hizo, abrío la puerta de la jaula y entonces salío disparado el chompy yendo directos hacía los niños, parecía que les iba a atacar a mordidas, pero entonces sucedío algo sorprendente.

El mago alzo la mano hacíendo un gesto con los dedos y al instante el chompy se detuvo antes de hacerle daño a alguién, quedo quieto y mirando con ambos lados como si no estuviese consciente de lo que le rodeaba, le ordeno que se pusiera a dar vueltas y eso hizo, dio una vuelta completa sin reaccíonar mal, luego le pidio que sacase la lengua y la moviese de lado a lado, movío su larga y babosa lengua de lado a lado, aquello hizo reir a los niños pero los padres se quedaron meditabundos ya que no entendían como era que estaba hacíendo eso, era imposible manejar a un chompy, eran criaturas salvajes con muy poca mentalidad, y aquel hombre lo estaba controlando facilmente de algúna manera, le fue hacíendo varios trucos que resultaban imposibles como para que los hiciese un chompy, pero lo hacía, y era algo sorprendente, tan sorprendente que asustaba por momentos. Todo el mundo se puso a aplaudir celebrando lo que consiguio el mago, entonces le ordeno que se volviese a meter en la jaula, el chompy hizo caso y se metío de vuelta mientras iba caminando de una forma que lo hacía parecer un ser completamente todo inocente, daba risa ver como caminaba, se metío dentro de la jaula y ahí entonces el mago se la cerro no sin antes el chompy atacarle con sus afilados dientes, casi le arrancaba la mano, o un dedo, pero solamente consiguio hacerle un enorme tajo que le hizo sangrar bastante, escondío el chompy de la vista de los niños mientras los demas le aplaudían pero no porque hubiese metido de vuelta al chompy en su interior, sino por haber sobrevivido a que no lo atacase.

Después de eso Spyro volvío a casa y esa misma noche, se quedo un poco atolondrado por el ataque del chompy al amo, que basicamente era su amo, era la primera vez que había visto a un chompy, sobretodo por lo agresivo, pero aún así había una cosa que no podía quitarsela de la cabeza, ¿como hizo para controlarlo? ¿Como hizo para dominarlo cuando hasta ahora nadie mas lo había hecho? ¿Y si era sí? ¿Entonces como es que ese mago de pacotilla no se había ganado una mayor fortuna. A partir de ahí empezo a tener una cierta idea de lo que iba a hacer en el futuro, en cuanto fuese mas grande, se iria con su hermano y con algún otro amigo al otro lado de Skylands y ahí se pondrían a ver a todas las especies que habitaban en el enorme mundo que desconocían, y al final justo hizo eso mismo, se marcho con Sparx a buscar sus origenes y ahora habían acabado uniendose a un equipo de guerreros que querían salvar a Skylands de un emperador loco que pretendía conquistar Skylands a toda costa, era una suerte que hubiese pasado por esto, pero la suerte se le iba a acabar pronto a menos que no encontrase algo que le diese algúna pista sobre los suyos o de donde venía.

Pasaron como media hora recorriendo todo aquel valle desertico que parecía no terminaba nunca, se hacía agotador tener que estar atravesandolo ya que no tenía ningún tipo de limites, era todo desierto y nada de terreno. Los dos iban quejandose sobre lo agotados que estaban, sobretodo Sparx, que a pesar de no tener piernas se quejaba bastante por el sol que le daba en la cara, el sol se había vuelto mucho mas fuerte desde hacía un buen rato y eso hacía que quisiesen beberse todo el agua del mundo para no morir deshidratados, lo dejaron estar y siguieron andando a pesar de que cuanto mas avanzasen, mas hacía que tuviesen ganas de seguir bebiendo de la bolsa con agua potable que se habían llevado, habían 46 litros, y entre todos ya se habían bebido como 35 litros, quedaban 11 litros de agua que no les duraría ni tres dias como mucho, lo que pronto se iban a quedar sin agua a menos que no parasen de ir tomando como borregos, pero el calor era tan insoportable que era lo único que se les ocurría con tal de sentirse mejor y evitar pensar en lo agotador que era recorrer el valle.

-Oye Ermit -se dirigio Sparx al hermitaño.

-¿Que sucede chico libélula? -contesto él.

-No tendras algo ahí encima para olvidar el calor, ¿verdad?

Estaba tan desesperado por querer obviar el cansancio que tenía que ya le proponía al hermitaño que le diese algo para olvidar el asunto.

-Yo soy un duende, no un genio -le respondío sin decir nada mas al respecto, con eso ya le dio la respuesta que quería, que no era mucho.

-Je -esbozo Sparx una risa falsa como para ocultar su incredulidad.

Continuaron adelante y cada vez mas fuerte se hacía el sol, empezaban a sentir como la tierra vibraba bajo sus pies, las dunas del desierto hacían que la tierra empezase a mostrar una extraña sensacíon de calor corporal que les hacía darse cuenta de que no solamente el sol les estaba afectando, sino el propio terreno en si, el ambiente estaba absorbiendo los rayos del sol como a las plantas provocando que la arena en si aumentase el nivel de sofoco por todos los alrededores, eso empeoraba las cosas ya que si seguia aumentando, los tres iban a agotarse muy pronto.

-Spyro, ¿no tendras un poder de hielo ahí dentro?, ¿no? -ahora se dirigia hacía su hermano proponiendole que le solucionase el problema con algúna propuesta absurda.

-Yo soy un dragon, no un yeti -le dio el mismo tipo de respuesta que el otro.

-Lo se, ¿pero acaso Gill no te dio un poder especial por si acaso?

Se le quedo mirando infructuosamente como si se pensara que por mucho que insistiese iba a crear un milagro que le fuese ayudar a superar las altas temperaturas.

-Me lo imaginaba -exclamo obviando el tema.

La situacíon entre los tres estaba empeorando, no solamente se estaban deshidratando sino que encima estaban perdiendo el norte, Sparx se estaba volviendo muy quejica y no paraba de estar quejandose de todo, Ermit estaba murmurando algo que apenas entendía, no sabía si estaba hablando solo o el calor le afectaba tanto a la cabeza que le hacía soltar cualquier cosa sin motivo, en cambio Spyro estaba soportandolo como podía, él era un reptil, los reptiles tienen sangre caliente lo que eso señalaba que podría aguantar un calor sofocante, pero si su hermano y el hermitaño no lo aguantaban, entonces quedaría él como él uníco superviviente de esta caminata.

Sparx no aguanto mas, cedío y cayo al suelo.

-¡Sparx! -marcho a socorrer a su hermano.

Le cogío con ambos brazos y él se le quedo mirando con una expresíon sofocante como si se estuviese ahogando, intento con todas sus fuerzas de decirle algo pero no le salía, se acerco y entonces le dijo:

-Llevame a casa, hermano -le suplico mientras abría su boca mostrando su interior de una forma repulsiva, podía entender que se estaba deshidratando y eso hacía que tuviese que abrir la boca para hacer salir todo el aire, pero viendo la forma en que lo hacía, con la lengua para afuera y mostrando las babas que tenía a los costados, parecía mas bien que se estaba creando todo ese teatro para que le hiciesen caso y le echasen todo el agua en la boca sin pensar en si se podría acabar o no.

Spyro se encogío de hombros de lo agobiado que estaba por esta situacíon, habían pasado de estar durmiendo en el camarote de una nave aerea enorme que podía volar por los cielos, a estar ahora metidos en un desierto con apenas algo de comida y agua, quería intentar de seguir pero sabía que aunque lo hiciese, su hermano no se iba a recuperar del todo, necesitaban salir del desierto cuanto antes, podría echar el vuelo y surcar rapídamente todo el valle mientras Ermit les iba guiando, pero una cosa era estar con Sparx que al ser un invertebrado y apenas pesaba algo, pero con Ermit que a pesar de ser un viejo duende, parecía pesar bastante para lo que era, no iba a poder soportar su peso mucho rato si es que acaso el camino era demasíado largo, esta vez no iban a poder hacerlo a lo facil, tenían que hacerlo a la vieja usanza.

-¿Quieres que le pase el agua? -le pregunto Ermit entregandole la cantimplora llena de agua que llevaba colgando en el cuello.

Spyro no se lo penso dos veces, le dio igual, cogío la cantimplora.

-Toma hermano -le tiro varios litros de agua dentro de la boca de Sparx y aquello hizo que se aliviara bastante, era lo que justo quería, mas agua de la que podía tomar.

Mientras le seguia echando el agua sobre la cara de su hermano, se quedo pensando en las posibilidades que había de que pudiesen seguir así, ¿cuanto camino les quedaba para seguir atravesando el enorme valle que les rodeaba? No había preguntado eso, ni siquiera sabía como hacer para llegar a esa supuesta llena de piratas, Ermit lo sabía, pero no sabía si estaba lo suficientemente pendiente como para ayudarles, había hecho ese trato con él de darle una escama de su piel a cambio de llevarles a ese lugar, ¿pero acaso podía confiar en él después de todo aquello que les explico? Era imposible que fuese un fraude ya que era cierto que se había pasado los ultimos años de su vida al lado de la montaña protegiendo la fisura, se notaba que estaba algo loco por haber estado hablando solo durante hacía un buen rato, ¿pero como sabía saber tampoco que no lo estaba hacíendo aproposito? ¿Como podía averiguar que todo esto no era un engaño y en realidad los estaba condujendo a una trampa. Él era un dragon, era importante para muchos, como Brock, aquel troll goliath del cual nunca mas volvío a ver, y del que seguramente se chivo a Kaos de su presencia. Ermit no parecía ser el tipico sujeto que fuese capaz de traicionarles, pero si lo fuera, tenía que estar atento a toda costa que resultase sospechosa, ya que sino, estaría cometiendo un terrible error irse con él.

-Ermit, ¿cuanto camino nos queda? -le pregunto con tono favorable.

Se dio la vuelta y se quedo desconocertado.

-Ni idea, posiblemente nos quede un dia y medio hasta encontrar el riachuelo -declaro, se rasco la nariz mientras pensaba.

-¿Riachuelo?

-La uníca forma de llegar a la Cienaga Tenebrosa, es atravesando un riachuelo que supuestamente tendría que estar aqui valle abajo, es un riachuelo que se conecta con las demas montañas y lleva directamente hacía el pueblo que hay en medio de la Isla Leviatan, si encontramos ese riachuelo, quizas la corriente nos lleve hacía allí, pero tendremos que hacerlo rapído, a medida que se hacía de noche, la corriente se hace mas lenta y hace que tardemos mas en llegar hasta la isla, es un largo viaje -explíco sincerandose con él para que viese que por mucho que lo tuviesen facil, había un cierto inconveniente que hacía que lo tuviesen que hacer de una forma muy apresurada.

Aquello no auguro nada en Spyro, solamente el mismo miedo de antes, tenían que llegar hasta esa isla si no querían perder mas tiempo, pero estaban desubicados, no tenían ni idea de donde estaban y encima apenas les quedaba agua, Sparx se había tragado los ultimos 8 litros que quedaban de reserva, a este paso se les iba a acabar antes siquiera se hiciese de noche.

De pronto sintio algo raro.

Spyro se concentro aumentando sus sentidos y pudo oír un suave sonido que venía de algúna parte, se enderezo concentrandose aún mas y pudo sentir un sonido parecido a la de una ola levantando el agua, oía agua moviendose por algúna parte.

-¿Pasa algo? -le pregunto Ermit viendo que se quedo en trance.

Spyro lo siguio oyendo con mayor intensidad, era el sonido de una corriente de agua que no paraba de estar moviendose consecutivamente.

Ahí lo tenía.

-Ya se donde esta -anuncío.

-¿Que esta qué?

-Venid -pidio insistiendo de que le acompañasen.

Ermit rapídamente agarro a Sparx sujetandolo por el cuerpo y se lo llevo colgando del hombro, se pusíeron a seguir a Spyro del cual por algúna razón parecía haber descubierto algo y le hizo reaccíonar de una forma terriblemente euforica, estaba que no paraba, los iba condujendo por un extremo donde seguia sin haber nada que llamase la atencíon, era el mismo terreno aplanado de todo el dia, Spyro acelero aún mas la marcha hacíendo que ya estuviesen demasíado lejos como para seguirle, al cabo de unos metros mas adelante, al final se detuvo y miro hacía abajo de algo que parecía ser un borde, un borde sobresaliente de tierra.

-Lo encontre -aviso.

Ermit consiguio juntarse con él y entonces vieron perfectamente que era lo que había encontrado, era el borde del valle que daba lugar a una pendiente de rocas puntiagudas y resbaladizas y abajo de todo, se encontraba el riachuelo, era un rio rodeado por una pared de rocas en forma de zig-zag, la corriente hacía que el agua golpease los costados puntiagudos mientras mas adelante, el camino continuaba hasta un cañon dividido por dos picos que tapaban el frente impidiendo saber por donde seguia la corriente.

-Lo hemos encontrado -dijo aliviado de ver que todo termino.

-Pero... ¿como sabías que estaba aqui? -le pregunto cuestionadamente Ermit.

-Por mis sentidos -le señalo la oreja izquierda.

-¿Tus sentidos?

-Los dragones tienen los oídos mas desarrollados que las especies normales, me permite cualquier cosa que haya mas adelante a la redonda.

-Increible -exclamo, no se lo creía para nada, pero era de verdad.

Sparx se enderezo y pudo ver con precision que tenían el lado abajo de todo.

-Lo has encontrado -dirigio la mirada a su hermano.

-Así es Sparx, fijate cuanta agua -indico soltando una risa de orgullo al ver que después de haber hecho ese largo recorrido imposible, habían conseguido encontrar facilmente el riachulo que les conduciría a la Isla Leviatan.

-Agua, agua -se puso Sparx a arrastrarse sobre la tierra como queriendo hacerse con el agua que había mas abajo, se inclino tanto que al final acabo resbalando y fue directo hacía el fondo como queriendo caer sobre el agua.

-¡Sparx! -Spyro le agarro justo a tiempo por una de las alas, lo puso sobre la tierra y ahí Sparx resoplo angustiado al ver que no le dejaba-. ¿Que querías hacer?

-Quiero agua -protesto insistentemente.

-Y la tendras chico libélula, pero en cuanto bajemos -dijo Ermit sabiendo bien que ningúno de los tres bebería agua hasta que estuviesen delante del riachuelo.

-¿Y como vamos a bajar? -critico hacíendo ver que a pesar de haber encontrado el rio, no tenían ni la mas remota de como hacer para llegar hasta abajo, no había nada parecido a una escalera o al menos algún grupo de peldaños que sirviesen como para ir descendiendo agarrados a ellos.

Aquello hizo que Spyro tuviese que pensar en algúna estrategia lo suficientemente buena como para hacer llegar a los dos, sabía bien que él si podía llegar hasta ahí porque podía volar, pero Sparx estando tan deshidratado y con pocas fuerzas, apenas podía echar el vuelo como hacía siempre, y encima Ermit era él uníco que no volaba de todo el grupo, lo que eso significaba que tendría que hacer algo con los dos encima.

Tuvo una idea.

-Chicos, se como para bajar por ahí, pero necesito que confieis en mi.

Se dieron un intercambio de miradas como suponiendo que él tenía algúna idea pero seguramente no les iba a gustar lo que les tenía propuesto hacer.

-De acuerdo, ¿que es? -aceptaron los dos.

Ermit se puso encima de Spyro y luego él agarro con la boca a Sparx sosteniendolo lo suficientemente fuerte como para no romperle ningúna parte de su cuerpo, como era un ser invertebrado, hacía que fuese mucho mas dificil asegurarse de no hacerle daño con esa tecnica, alzo sus garras y se engancho a la tierra que había debajo del borde, se agarro y entonces fue bajando rapídamente mientras los demas soportaban la enorme presion de ir bajando a una velocidad que casi les hacía sentir un enorme hormigueo en el cuerpo, era como unas uñas arañando una pizarra mezcladas con el sonido de un serrucho cortando trozos de madera, bajaron como unos trece metros hasta que al final Spyro no pudo mas y se solto cayendo sobre la tierra.

Se quedaron los tres terriblemente doloridos por la bajada.

-Eso ha sido una locura -le recrimino Ermit.

-Lo se, pero era mejor que tener que llevarlos colgando -indico expresamente.

Ahí entonces Sparx volvío a hacer lo mismo que antes. Se lanzo contra el agua, junto sus manos y el agua se le puso encima, se tiro el agua contra su cara y aquello hizo que lanzase un enorme alivio como si en su vida hubiese recibido agua.

-¿Te sientes a gusto Sparx? -le pregunto Spyro viendo que ahora que tenía su agua, iba a dejar de quejarse por estar deshidratandose.

-Lo estoy -se quedo tirado en el suelo de una forma completamente vaga, se creía el rey del mundo por tener ese riachuelo ahí mismo.

Los tres se juntaron y observaron como la corriente del riachuelo se iba desplazando hacía el frente con gran velocidad, estaba acelerando, eso hacía que lo que había dicho Ermit tenía razón, tenían que buscar algún vehículo o transporte que les sirviese como para cruzar todo aquel camino y que les llevase hacía donde querían.

-Deberíamos construir una canoa -opino Ermit.

-¿Tu sabes montar una? -le pregunto Sparx.

-No, ¿y algúno de los dos?

Eso dejaba claro que ahora los tres estaban apañados con lo que tenían, si no tenían un transporte que les ayudase entonces no iban a poder cruzarlo facilmente.

-Ademas aqui apenas hay arboles, no tenemos ni madera, ni nada que haga que flote en el agua, ¿como vamos a hacer para pasar por aqui? -se reprimiobruscamente Spyro cercionandose de que no tenían nada que les sirviese de ayuda, estaba tan nervioso por este asunto que ya empezaba a ponerse histerico, no quería perder la esperanza en no lograr esta mision ahora que habían llegado hasta aqui.

-No te preocupes Spyro, recuerda lo que siempre te decía Eon, al final el destino nos acaba ayudando en su mejor momento -le mencíono Sparx consolandolo para que viese que por mucho que perdiese la calma, algo iba a pasar y lo ayudaría a solucionarlo.

En eso tenía razón, en todo el tiempo que había estado con los Skylanders, le había hecho darse cuenta de que en los peores momentos, algo siempre surgia de milagro y eso les ayudaba a superar muchos problemas que parecían no tener solucíon.

De pronto Spyro escucho otro sonido que le llamo la atencíon.

-Emh -gimio extrañado.

-¿Pasa algo?

Le rechisto a su hermano, necesitaba concentrarse.

Escuchaba el sonido de una voz, de una voz bastante aguda, como si alguién estuviese cantando o canturreando algo, pero no sabía de donde venía, giro su oído y lo dirigio hacía el otro lado, al lado se encontraba un camino dividido por un tunel angosto por el que apenas se veía algo, tenía un fondo negro que parecía ser la entrada a otro extremo del riachuelo pero por la forma y el aspecto que tenía, se veía atemorizante.

Lo empezaron a escuchar con un mayor tono y aquello hizo que los tres se empezasen a preocuparse porque sentían que algo estaba por venir, notaban algo de movimiento y no era de las olas, era algo mas, algo vivo. El sonido seguia aumentando, evidentemente se trataba de alguien que cantaba, pero de una pesima manera, una silueta paso el tunel oscuro y ahí entonces vieron de quien se trataba.

Era una criatura anfibia apoyada sobre algo flotante, no reconocían que era pero tenía una base verde con lineas en forma hexagonales, aquella criatura tan misteriosa y que cantaba tan mal iba vestido de campesino, llevaba puesto una camiseta con tirantes que actuaban de pantalon y un gorro de paja que le tapaba la cara entera, encima estaba tocando una guitarra que le acompañaba en su horrible cancion, la guitarra tenía un aspecto deplorable y apenas se oía algo que saliese de las cuerdas.

Todos se miraron cuestionandose quien podría tratarse de ese ser, siguio avanzando con su extraño transporte hasta que termino de cantar, hizo una enorme balada que resono de una pesima manera, daban ganas de meterle un estropajo en la boca y hacerle callar para que no repitiese esa cancíon, dejo la guitarra a un lado y entonces alzo la mirada mientras se agarraba el sombrero de paja como para que no se le cayera por detras, ambos vieron quien era exactamente aquella criatura tan fastidiosa.

Era un gillmen.

Un gillmen, no muy parecido a Gill Grunt pero lo era, solo que la uníca diferencía que este tenía era que era mas chico, mas joven, los ojos mas redondeados, y su piel era de un tipo de color verdoso bastante claro.

-Hola -les saludo con un cierto tono amable y elocuente.

Cogío una tabla de remo que tenía metida detras suyo, era un palo de madera con ambas aletas de color verde bosque, la levanto y la uso para golpearla contra la base verde que tenía encima suyo, la base se detuvo hacíendo que quedase anclado en el extremo del riachuelo, no sabían como pero su transporte parecía ser algo vivo.

-Veo que no soy él uníco aqui perdido por estas tierras -objetó.

Ambos no supíeron que contestarle, no sabían si aquello era una opinion, un hagalo, o un tipo de sarcasmo que no le había salido bien, estaban delante de un extraño y peculiar ser que había salido de la nada y ya les estaba saludando favorablemente sin saber si eran seres hostiles o no, decidieron saber de quien se trataba.

-Hola -le saludo Spyro, decidio seguirle el rollo para saber que contaba.

-Hola -les devolvío el saludo, puso el mismo tono que antes.

-¿De donde vienes? -le pregunto Sparx.

-De mas arriba -se dio la vuelta señalando que venía del otro lado del tunel oscuro.

-¿Vienes desde comienza el riachuelo?

-Bueno, el riachuelo es mucho mas largo, yo solamente vengo de la mitad -declaro.

Aquello los dejo absortos, no solamente descubrían a un ser extravagante, sino que ahora encima descubrían que el riachuelo era tan largo que aquel gillmen venía de la mitad de él, iban a tener un largo viaje para llegar a la Isla Leviatan.

-¿Estaís perdidos? -puso una mirada como de estar analizandoles pensativamente.

Se quedaron mirandose intuitivamente para saber si estaban en lo cierto.

-Bueno, lo estabamos antes, pero ahora ya no, hemos encontrado el riachuelo y queremos llegar a Isla Leviatan -le confeso Ermit contandoles lo que iban a hacer.

Ambos hermanos le dirigieron la mirada al hermitaño al ver que se chivo de lo que planeaban hacer, apenas sabían si aquel ser decía la verdad sobre que venía de la mitad del riachuelo y podían confiar en él como para confiar en él.

-¿La Isla Leviatan? ¿Debeís estar locos?

-¿Porque?

-¿No sabeís lo que hay "ahí"? -hizo el gesto entre comillas.

-Si. La Cienaga Tenebrosa -corroboro Sparx.

De pronto surgio un pequeño estallido de burbujas que salían de delante de la base en la que estaba sentado el gillmen, se le quedaron mirando al seguir sin entender encima de que se transportaba exactamente.

-Disculpad, es que la pobre se asusta con facilidad.

-¿La pobre? ¿Encima de que estas sentado? -le pregunto soberanamente Spyro, aquel pequeño acto inesperado había hecho que no tuviese mas opcíon que preguntarselo.

Entonces algo subío, una extraña cosa con piel amarillenta asomo la cabeza asustando a los tres al no entender lo que venía hacía ellos, se levanto del todo y resulto tratarse en realidad de una cabeza de tortuga, una tortuga con la piel arrugada y unos ojos saltones que parecían salirse de sus orbitas.

Ahora lo entendíeron del todo, se trataba de una tortuga gigante.

-¿Nunca habeís visto una tortuga marina? -les pregunto ingenuamente.

-¿Tortuga marina? ¿Utilizas una tortuga para moverte por el agua?

-No es solamente una tortuga, os presento a Torra, ¿a que es una monada? -le acaricio la cabeza hacíendo que la tortuga esbozase un gemido de entusiasmo.

-Y con nombre y todo -penso Spyro.

-¿Porque quereís ir a la Isla Leviatan?

La tortuga volvío a gemir metiendo la mitad de su cabeza por encima del agua hacíendo salir un gemido que resono en forma de burbujas en el agua.

-¿Se asusta que digamos Isla Leviatan? -critico Sparx.

Volvío a hacer ese mismo gemido que resono con burbujas.

-Sera mejor que no pronunceís el nombre de ese lugar, en ese pueblo matan a muchas tortugas marinas para comerselas -les comento susurradamente.

-Ah -comprendíeron los tres.

-Pero igualmente, ¿porque quereís ir hasta ahi?

-Estamos buscando algo importante, algo que se halla en la Cienaga Tenebrosa.

-¿En la... Cienaga... Tenebrosa...? -se quedo tartamudeando entre dientes.

Trago saliva del miedo que tenía al pensar en ese lugar.

-¿Sabes lo que es verdad?

-Se lo que es y no es bueno, la mayoría de los viajeros que se meten en ese lugar jamas regresan, incluido muchos de mis amigos -comento bajando la cabeza de lo disgustado que estaba, era evidente que le tenía un verdadero miedo a ese lugar.

-Lo sentimos mucho.

-No teneís porque sentir mucha lastima, todos eran unos bobos que se habían metido conmigo, al final su suerte les ha jugado una mala pasada, tienen lo que se merecen -aclaro demostrando que en realidad se sentía orgulloso de que hubiesen muerto.

Ambos se quedaron indecisos al oír eso, empezaron a ver a aquel extraño gillmen de una manera que ni siquiera podían imaginarse de como sería mas tarde.

-¿Tantas ganas quereís ir a ese lugar?

-Y si, si no hacemos esto entonces no sabremos que otra cosa mas hacer -indico Spyro sincerandose con él para que entendiera que era importante.

-¿Vas directo a ese lugar? -inquirio Sparx.

-¿Quien yo? Claro que no, yo iba a seguir por aqui hasta tomar el cruce que hay unos diez metros mas adelante en la corriente, quiero llegar a los Prados Verdes para ver el Festival Pirata, hoy dicen que unos cuantos piratas van a traer una muy preciada joya que haran que todos se queden envidiados de lo que tienen en su botin -confeso mostrandose severo ante ellos, luego cambio poniendo un tono entusiasta al interesarle bastante lo que iba a suceder en aquel festival.

-¿Festival Pirata? -critico Ermit.

-Así es, un Festival de Piratas, y me refiero de los buenos, no de esos crueles asesinos que atacan sin remedio a la gente por ningún motivo, todos los años estos piratas gillmen se reunen para enseñarles a todos los marineros lo que han estado hacíendo durante el ultimo año, y el que gane el ultimo botin, se ganara una nueva espada pirata plateada que podra usarla como le venga en gana.

-¿Y porque no de oro?

-En ese pueblo no son tan ricos como parece -indico indirectamente.

Volvíeron a asentir al comprender por donde iba la cosa.

La tortuga volvío a gemir entusiasmada con la idea de ir a ese festival.

-A Torra le gusto también ir ahí, cada vez que va, le regalan unos melocotones bien jugosos que luego la dejan dormida toda la tarde.

-¿Pero nos puedes llevar aún así no? -insistio Sparx queriendo saber si les iba a ayudar o no a llegar a la Isla Leviatan de algúna forma.

El gillmen se les quedo mirando con una expresíon sofocante al no saber que hacer.

-Mirad chicos, si fuese por mi os llevaría, pero en cuanto llegue a ese cruce, tomare el siguiente camino que me lleva al otro lado y de ahí no podre dar la vuelta aunque quisiera, no es una carretera de la que una pueda girar en sentido contrario para ir al otro lado, ¿no se si me entendeís? -les explíco sincerandose con los tres para que entendiesen que por mucho que les exigiera que les llevasen a la Isla Leviatan, él no iba a tomar el camino que ellos tenían que cruzar.

Se quejaron entre dientes al ver que no había forma de razonar con él, aquel gillmen era la uníca opcíon que tenían para llegar a la Isla Leviatan, si perdían eso, entonces tardarían mucho mas tiempo en llegar a la propia isla.

-¿No nos podrías dejar al menos en un lugar cercano para que al menos lo crucemos y demos la vuelta? -inquirio probando de darle un plan.

-Imposible, en cuanto lleguemos al cruce, la corriente se volvera mucho mas fuerte y entonces Torra no podra girar, le asusta cuando hay demasíado corriente, por eso es mejor dejar que ella siga según el movimiento de la corriente, ni siquiera yo puedo convencerla de lo contrario, ademas, aunque quisiera hacerlo, no os lo aconsejaría, en ese cruce los bordes estan muy puntiagudos y hay muchas probabilidades de que algo de las paredes se rompa y os de en la cabeza, y por la cabeza enana de tu amigo yo diria que un pedruzco del tamaño de mi sombrero, lo mataría al instante -les concreto de forma resumida todos los hechos que hacían dar a entender que era una mala idea y era mejor no tomarla si querían seguir vivos

-¿A quien le dices que tiene la cabeza enana? -le reprocho Sparx malhumorado al ver como le trato aquel gillmen, se dispuso a pelearse con él pero entonces Spyro le cogío de las alas impidiendo que volviese a cometer otra tontería-. Y por cierto, no soy su amigo, soy su hermano, ¿entendido?

-¿Hermano? -se quedo mirandoles con el ceño fruncido.

Ambos se dieron esa mirada indirecta que dejaba bien claro que ahora ambos iban a tener que contarles quienes eran en realidad y lo que se disponían a hacer.

-Mira, se que posiblemente no nos creeas, pero necesito que entiendas esto porque es cierto y no lo volvere a repetir -se dispuso Spyro a contarle toda la verdad.

-Vale -acepto sin tener ni idea de que le iba a contar.

Aspiro profundamente y entonces dijo:

-Soy un dragon, un dragon purpura, él es mi hermano, no exactamente mi hermano de nacimiento, pero soy familia suya, venimos de mas allá de Skylands, de este valle, hemos estado con un grupo de guerreros liderados por el ultimo maestro del portal que quiere derrocar al emperador Kaos de Trollia que pretende conquistar el mundo, nosotros nos hemos separado y ahora vamos a Isla Leviatan, a la Cienaga Tenebrosa para buscar algo que nos puede ayudar a encontrar algúna pista sobre mis origenes -le conto todo el asunto sin siquiera pensar en una manera de contarselo mejor, lo uníco que le importaba era que supiera quienes eran y de donde venían, y para que estaban aqui.

Él gillmen se les quedo mirando sin saber que responder de todo eso, era evidente que apenas se creía, tanto que al final se puso a reirse de una forma que dejaba claro que no se lo estaba tomando en serio, Spyro estaba tan harto de este asunto que se le ocurría hacer la uníca cosa que haría que le creyese de verdad, alzo la cabeza y lanzo una enorme llamarada hacía el cielo.

Se asusto al ver eso, su tortuga se puso tan nerviosa que se puso a mover de un lado para otro hacíendo que el gillmen perdiese el equilibrio sobre Torra, utilizo el remo para golpearle el caparazon de encima, hizo efecto y se detuvo al mismo tiempo que Spyro bajo la cabeza guardandose las llamaradas dentro de su cuerpo.

Ahora con eso no podía decir que no a lo que había visto.

-¿Eres un dragon de verdad? -le pregunto estupefacto.

-Así es, y es mucho mas que un dragon, es un Skylander -Sparx apoyo su mano encima del cuello de su hermano para señalar lo importante que era en realidad.

-¿Un que?

-¿Entiendes ahora porque necesitamos llegar hasta ahí?

-Vale, si, lo entiendo -se puso nervioso al no saber que pensar ahora-. ¿Pero y que pasa ahora con mi festival? ¿Me lo tengo que perder?

Torra lanzo un gemido de tristeza, se disgustaba con eso.

-Lo siento chico, pero me temo que vas a tener que ayudarnos.

-¿A cambio de qué?

Ermit paso por en medio de ellos y entonces le dijo:

-Ellos han hecho un trato conmigo, a cambio de ayudarles el dragon me daría una de sus escamas como recompensa -le confeso el trato que habían hecho el dia anterior.

-¿De verdad? -con eso intereso lo suficiente como para cambiar de opinion.

-Gracias por decirselo -le reprocho Sparx indignado por haberse chivado.

-¿Y que queriais que hiciera? Aqui ningúno de los dos pareciera que se le ha ocurrído la mera idea de hacer un trato con él.

Eso ya dejaba claro que era lo mejor que podían darle al gillmen a cambio de que les llevasen al lugar adonde querían ir, ya que él se iba a perder lo suyo, al menos tenía que ganarse algo como recompensa por sus esfuerzos.

-Spyro, ¿de veras le vas a dar a los dos parte de tus escamas? ¿No te parece eso un poco precipitado de tu parte? -le pregunto seriamente Sparx queriendo saber si estaba pensandoselo detenidamente antes de actuar.

En eso tenía razón, ya había hecho un trato con Ermit a cambio de darle una de sus escamas, lo cual resultaba algo peligroso ya que no sabía si eso afectaba a los dragones o no teniendo en cuenta que las escamas eran importantes para todos los reptiles, pero ahora que estaban apañados con este tema, sentía que lo uníco mejor que podía hacer para finalizar este trato con aquel gillmen, era cumplir con su obligacíon y hacer un trato con él a cambio de llevarles a la isla.

Se dirigio hacía él gillmen y le dijo:

-¿Nos ayudaras a llegar a la Cienaga Tenebrosa a cambio de que te de una de tus escamas? -le propuso asumiendo que lo aceptaría de buen gusto.

-¿Esas escamas funcíonan? -le miro fijamente.

-Así es, pueden soportar las mas alturas temperaturas -le confirmo ese hecho.

Se quedo pensandolo detenidamente mientras ponía una expresíon de asombro al reconocer que aquello era algo sorprendente, podía notarse que se lo estaba tomando como algo serio y como de algo de lo que tenía que aceptar facilmente como si nada, como solía hacer todo el mundo, que aceptaba de golpe a todas las proposiciones que les daban, esperaron unos segundos una respuesta suya y entonces dijo:

-De acuerdo, os acompañare -acepto encantado y sin rechistar.

Aquello hizo que Torra volviese a gemir disgustada por su decision.

-Lo siento chica, pero me temo que este año no vamos a tener festival, ni melocotones para ti, hoy haremos otra cosa -se disculpo razonadamente con su tortuga tomandoselo como una mala modestia que no le daba mucha importancía.

-Lamento mucho que tengas que hacer esto, si quieres...

-No, dejadlo, vosotros me lo habeís propuesto, y yo lo aceptare encantado, de todas formas tampoco es que hubiera algo interesante en ese lugar, todos los años son lo mismo, vienen piratas alardeando de lo que encontraron en otras islas y de que son mejores que los otros que vienen detras de ellos, encima las noches son peores, se ponen a pelearse por cualquier cosa, siempre hay que tener cuidado con los piratas cuando se emborrachan, se meten en lios y lo rompen en todo, es agotador -aclaro demostrando que a pesar de lo mucho que le disgustaba no estar ahí, había una parte de ello que lo odiaba terriblemente como para evitarlo.

-Creo que ya nos hacemos una idea -espeto sarcasticamente Sparx.

-Subid, venga -insistio queriendo que se apoyasen encima del caparazon de la tortuga, Torra se acerco para tener mas espacio para que ellos pasasen por encima, uno por uno todos se metíeron intentando de hacerse un sitio ya que el espacio que había en la base de su caparazon era bastante chico en comparacíon con lo que ocupaba el gillmen.

El gillmen agarro de vuelta su remo y le dio un pequeño golpe en su caparazon, Torra reaccíono soltando un pequeño gemido en el agua y entonces acelero siguiendo la corriente del riachuelo que los llevaba hacía el frente.

-Disculpa, ¿no nos hemos presentado? -pregunto Spyro reconociendo que ahora que se iban con él, ni siquiera habían dicho sus respectivos nombres a cada uno.

Los tres se pusíeron a presentar sus nombres quedando solamente el del gillmen.

-¿Quien eres exactamente?

-Mi nombre es Gurglefin, aunque podeís llamarme: El Navegante del Riachuelo -declaro mostrandose con una expresíon serena y entusiasta.