174

EL REY CALAMIDAD

Spyro mantenía la mirada fija en aquellos ojos brillantes que le miraban de una forma penetrante, luego sonrio orgulloso al ver que tenía razón sobre lo que pensaba, aquella estatua de caballero estaba puesta ahí para observar todo lo que sucedía a su alrededor, y su idea dio resultado, el Rey Calamidad se estaba presentando ante él, aunque solamente fuera a traves de la armadura.

-¿Eres tu el Rey Calamidad? ¿Señor de los muertos? -le pregunto por corroborar.

-Lo soy, en tu presencia -reafirmo solemnemente.

Vickam esbozo una expresíon de asombro al ver que era el propio Rey Calamidad el que se estaba comunicando a traves de la armadura, le resultaba tan aterrador ver eso que se puso a hacerse hacía atras juntandose de vuelta con Spyro.

-Tu amigo parece bastante aterrado -fijo su mirada en el mabu pirata.

-A él dejale en paz, habla solamente conmigo -exigio decretadamente Spyro.

-Esta bien, hablare solamente y unícamente contigo, Dragon Spyro.

Se quedo intrigado al ver que sabía quien era él.

-¿Como sabes quien soy yo?

-Desde que has entrado en este laberinto junto con tus otros tres amigos, he estado observandote detenidamente, estudiandote para saber quien eres en realidad, y he de decir que me impresiona toda tu historía.

-¿Mi historía? ¿Sabes todo por lo que he pasado?

-Has estado yendo de reino en reino junto con tu equipo, pero recientemente te has separado de ellos para buscar respuestas sobre tu verdadero origen, dime: ¿Has logrado encontrar algo que explique quien eres en realidad?

-¿Porque estas tan interesado conmigo?

-Me interesas, y mucho, eres el primer dragon vivo en mucho tiempo, y una cosa así ha de estudiarse con total determinacíon.

-Spyro, no me parece bien que sigas hablando con él -le rogo pasivamente Vickam, por la forma en que explicaba las cosas, sentía que no era alguién de confianza.

-No interrumpas, pirata mabu -replico enfurismado, los ojos de la armadura se ilumi-naron mas de la cuenta mientras esta vibraba con fuerza.

Spyro lo puso detras para impedir que le hiciera.

-Mis disculpas, Rey Calamidad, es la primera vez que esta en una situacíon así -se disculpo expresamente con él para que no se lo tomara a mal.

-Disculpas aceptadas, pero no quiero que se me vuelva a interrumpir así, es la ultima vez que se me interrumpe de esta forma -acoto estrictamente.

Meneo la cabeza obedeciendo su peticion.

-¿Antes has dicho que quieres saber porque estoy tan interesado contigo, no?

-Así es Rey Calamidad, ¿porque?

-Te lo enseñare -dijo y entonces los ojos dejaron de brillar, se apago.

Quedo todo el ambiente en puro silencio.

-¿Se ha ido?

Spyro escucho algo.

-Aún no, mira.

Una fina lina salío de debajo de la estatua del caballero partiendolo por la mitad, este se abrío en dos partes que fueron girando mientras todo el extremo de la fuente se iba partiendo de la misma manera, ambos se hicieron a un lado preocupados por no saber muy bien que era lo que estaba ocurriendo con la fuente, tanto el marmol que cubría la fuente como el suelo se separaron formando unas escaleras que conducían hacía abajo de un hueco que no conducía a ningúna parte luego se detuvo oyendose un sonido rechinante y brusco.

Un humo blanco salío de los costados.

Volvíeron a acercarse y en cuanto se quedaron a unos pocos metros de aquellas extrañas escaleras, un muro de purpura aparecío de repente sobre el muro que separaba el paso de las escaleras, se asustaron de nuevo al no saber que era, Spyro asomo la mirada, pudo notar perfectamente que se trataba de un portal magico.

-Pasa dragon, pero solamente puedes entrar tu -dijo el Rey Calamidad hacíendo sonar su voz sobre el aire.

Spyro vio ese portal y supo reconocer que era lo que pretendía que hiciera, tenía que atravesarlo para conducirlo a algún importante, no sabía adonde le iba a llevar pero asumía que no podía ser algo que lo matase ya que hasta ahora el Rey Calamidad no se había mostrado muy hostil. Pero entonces se dio cuenta de que si hacía eso, tendría que dejar solo a Vickam desprotegido ahí mismo.

-¿No te atraveras a pasar por ahí, no?

-Tengo que hacerlo.

-¿Y que pasa conmigo? Yo no me puedo quedar aqui.

-Lo se, pero no te preocupes, no tardare mucho, vale, si algo malo pasa, escondete en una de esas esquinas o en algún lugar donde nadie pueda verte, ¿de acuerdo?

-De acuerdo -acoto muy poco confiadamente.

No le gustaba la idea de dejarle ahí ya que apenas sabía si este era un lugar seguro o no, pero viendo la cordialidad que parecía tener el Rey Calamidad con él, asumío que se ocuparía mientras tanto de protegerle y evitarle que no le pasara nada, se separo de él y fue bajando lentamente las escaleras, se coloco delante del portal, lo toco pasando la punta de una de sus garras a traves de aquel fluidoso cuadro purpura que tenía delante, lo sentía blando, le divirtio tocar eso, pero no estaba para jugar, se concentro y atraveso el portal, luego todo se oscurecío.

..

Abrío los ojos y salío por el otro lado del portal, se removío todo el cuerpo ya que al haber pasado por ahí lo dejo con una rara sensacíon agridulce, era como si haber atravesado ese portal lo hubiese dejado como nuevo o algo parecido.

De pronto sintio algo raro de detras suyo, sentía como un enorme calor que le recorría el cuerpo, aquello le hizo sospechar que no estaba solo, rapídamente se giro y dispuesto a luchar contra aquello que tuviese detras, pero resulto ser solamente una chimenea con el fuego encendido, eso era lo que desprendía calor, se alivio al ver que no se trataba de nada hostil, se alejo y ahí entonces observo algo que lo dejo perplejo.

Arriba de todo había puesto un retrato donde estaba dibujada una familia de piel palida, había un hombre, una mujer, un hijo joven, y una hija mucho mas pequeña, todos iban vestidos con unos ropajes rusticos que hacían entender que se trataba de una familia majestuosa y bien adinerada, pero había algo que le llamaba la atencíon, y era el hijo mayor, a pesar de que en el retrato se le veía joven, sentía que su cara la había visto antes en algúna parte, pero no sabía donde exactamente.

-Dragon -alguién le llamo.

Se giro bruscamente siguiendo el grito que le aterro, se quedo mirando el frente donde estaba todo oscuro, pero con la luz de la chimenea se notaba perfectamente que estaba metido en el salón de algúna casa, podía ver unos ventanales rectangulares con la punta ovalada, unas persinas de seda extendibles, y había un par de sillones colocados en el centro del salón, alguien bajo un brazo, había un sér sentado sobre el sillon que tenía mas cerca, llevaba en la mano un vaso de cristal con algún liquido.

Dedujo rapídamente que debía tratarse del dueño de la casa.

-Dragon, acercate -le ordeno el ser sin apenas moverse del sitio.

Sintio curiosidad y marcho acercandose hacía donde estaba aquel hombre, se acerco al sillon y ahí se giro para ver de cerca al sér que se encontraba sentado comodamente, se puso de costado y lo vio claramente, se trataba de un hombre elfo de piel gris oscura de unos 40 años, sus ojos eran rojos, su pelo era plano y estaba recortado a los costados hacíendo que quedase dibujado en forma de V, llevaba puesto una tunica negra con los bordes de color rojo y dorado sobre las mangas, y en la mano derecha tenía agarrado un vaso de cristal con el liquido que parecía ser vino, pero tenía un tono de color rojo demasíado fuerte para ser vino, tenía aspecto de ser sangre.

Le miro fijamente y ahí entonces pudo reconocerlo del todo, era el Rey Calamidad, él era el hijo joven que se encontraba dibujado en el retrato con su familia.

-Bienvenido a mi humilde morada dragon -le saludo cordialmente.

Esbozo una expresíon de sorpresa al ver que reconocía que estaba ahí adelante sin que apenas pudiera mover la cabeza.

-Se lo que estas pensando, ¿quieres saber si soy el adolescente del retrato?

-¿Que? -se sorprendío aún mas al ver que no solamente sentía su presencia sino que encima sabía perfectamente que había mirado el cuadro que había sobre la chimenea.

Se quedo sin saber que decirle ya que de algúna manera él era capaz de saber todos los movimientos que él había hecho en los ultimos segundos, como había pasado antes en el laberinto, se fijo en su mano izquierda, tenía puesto algo mas sobre sus piernas, era un objeto esferico grisaceo que se reflejaba con la luz.

Lo reconocío enseguida también, era el orbe que llevaba su estatua.

-Si, es mi orbe, el mismo que has estado viendo en mi estatua.

-¿Como lo hace? -le pregunto, estaba tan harto de no entender como hacía para ade-lantar todo lo que pensaba que se dispuso a resolverselo por si solo.

-Sientate, por favor -le señalo el otro sillon que tenía al lado colocado expresamente para poder hablar directamente con él cara a cara.

Spyro no se convencío mucho pero viendo que por lo menos iba a estar sentado en algún comodo, decidio aprovecharlo pensando que quizas así conseguiria sonsacar varias respuestas sobre él, levito y aterrizo sobre el sillon sentandose con las patas enderezadas hacía adelante como hacía cualquier sér bipedo.

Se quedaron los dos mirandose como si estuviesen en pleno duelo.

-¿Quieres saber porque te he traído aqui, no?

-Así es, Rey Calamidad.

Se rio por dentro sin apenas mover los musculos de la boca.

-¿Sabes acaso porque tengo este orbe -le enseño el orbe.

-No, señor.

-Este orbe, tiene un poder especial, uno que me ha permitido vigilar en todo momento cada uno de los movimientos de todos los seres que habitan en este mundo, incluido los de ahí arriba, en algúnas ocasiones.

-¿Ese orbe puede ver todo lo que sucede en otros lugares?

-No solamente sirve para eso, me permite ver el pasado.

-¿El pasado?

-Me permite ver todo aquello que sucede en los ultimos cinco segundos, o minutos, horas, dias, semanas, meses, años, o incluido siglos.

Esbozo una expresíon de asombro al ver que aquel orbe fuese capaz de hacer eso.

-Observa -le acerco el orbe para que lo mirara.

Spyro se acerco intrigado, alzo la mirada sin apenas salirse del sillon, el orbe se ilumino y se proyecto una imagen dentro de la esfera, en esa imagen se mostraba a él mismo hablando con el Rey Calamidad como hasta ahora.

-Observa.

Luego Spyro se acerco para ver el orbe del Rey Calamidad.

Desaparecío la imagen volviendose a quedarse la esfera lisa.

-¿Que acaba de pasar? -se cuestiono extrañado al ver que vio una proyeccíon de los ultimos segundos antes de que mirase directamente el orbe.

-Acabas de presenciar los ultimos cinco segundos antes de que mirases la bola.

-¿Entonces esto te permite todo aquello que acaba de suceder recientemente?

-Exacto, y mucho mas.

Se quedo tan asombrado que le empezo a venir una idea a la cabeza.

-Si estas pensando en ver tu origen, me temo que no te lo pienso mostrar -comento el Rey Calamidad anticipandose a lo que él pensaba hacer.

-¿Por que no?

-¿No le prometiste acaso a tus amigos Skylanders que encontrarías por ti mismo la respuesta acerca de tus origenes?

Se apeno al oír eso.

-¿Sabes también de eso nó?

-Lo he visto, y veo que tienes mucha confianza en esta mision.

-La tengo, pero cada vez que me acerco a una pista que pareciera indicarme algo sobre mis origenes de dragon, vuelvo hacía donde estaba antes.

-O de llegar a ese futuro en el que ves a tu hermano Sparx morir.

-¿Sabes también de eso? -se sobresalto al descubrir que también sabía sobre la vision del futuro que tuvo en aquella cueva.

-El orbe no solamente permite ver una situacíon atrasada, permite también ver cualquier cosa que le pueda pasar a cualquier ser, yo te vi en ella hace unos dias, y vi lo que estabas viendo, esa vision, te preocupa, tienes miedo de que algo malo le paso a tu hermano, y quieres evitar que eso que has visto suceda -agrego seriamente mientras miraba complaciente el orbe como si admirase lo especial que era para él.

Spyro intento de no ponerse demasíado nervioso ya que tener que oír de eso de alguien que tenía unas intenciones bastante extrañas con él, hacía que sospechase de sus motivos para comprender porque estaba aqui, sobretodo teniendo en cuenta que cuanto mas tiempo estuviera aqui, mas tiempo se encontraba Vickam solo y desprotegido en el centro del laberinto, en algún momento tenía que dejar esto y volver.

-Si estas pensando en tu amigo no te preocupes, él estara bien -mencíono el Rey.

-¿Por que? ¿Que le vas a hacer?

-Nada, por ti nada.

-¿Y mi hermano?

-Me temo que eso no puedo decirtelo ahora.

-¿Por que no? ¿Que me estas ocultando? -se levanto enfurismado del sillon.

-Yo no estoy ocultando nada, simplemente estoy atrasando lo inevitable.

Fruncío seriamente el ceño contra él, ahora empezaba a desconfiar de él de verdad.

-Sientate por favor, estas en mi casa, deberías comportarte como tal -le pidio rogandole con un tono cordial que volviera a acomodarse como estaba antes.

Spyro le hizo caso pero no dejo de mirarle conflictivamente.

-Te contare como esta tu hermano a su debido tiempo, por ahora, necesito que me escuches y entiendas todo lo que voy a decirte, ¿puedes hacer eso? -acoto especificandole los tramos de la conversacíon que quería cometer con él.

-Si, Rey Calamidad -acepto firmemente.

-Bien -se convencío pasivamente.

De pronto hizo desaparecer el vaso de cristal con vino que tenía en la mano convirtiendolo en una nube de polvos purpuras que se esfumo rapídamente, Spyro se fijo en eso y pudo hacerse rapídamente a la idea de que aquello era magia, el Rey Calamidad no solamente hacía magia con el orbe, tenía magia en su interior.

-Antes te pregunte sobre si querías saber si yo era el adolescente que hay dibujado sobre el cuadro, pues ahora te respondo que si, lo soy, yo soy el ultimo familiar vivo de la dinastia Vampairus que aún queda con vida, aunque en este caso no estoy totalmente vivo como puedes ver -le corroboro esa cuestíon de antes mientras se tocaba su piel palida para dejar claro que era distinto de lo que se veía en el retrato.

-¿Vampairus? -se quedo Spyro pensando en ese nombre.

Nunca lo había oído, pero por la forma en que sonaba le resultaba bastante familiar, provenía de algo que era bastante conocido, y tenía mucho que ver con como era el Rey Calamidad ahí mismo, iba vestido con ropajes adinerados, tenía la piel palida como la de un muerto, vivia en una enorme castillo solo y sin ningún tipo de compañia, y encima se encontraba metido en uno de los lugares mas oscuros de todo Skylands.

Ahí lo tenía.

-Eres un vampiro.

-El vampiro original mas bien.

Se quedo terriblemente sorprendido al descubrir que tenía a un autentico vampiro en persona, jamas creía en ellos pero siempre había oído de sus historias, eran seres inmortales que vivian en la oscuridad poque la luz del sol les quemaba, tenían los incisivos puntiagudos para poder clavarselos sobre el cuello de la gente y absorberles la sangre, no les gustaban las cosas sagradas como las cruces o algún tipo de simbolo magico que estuviese relacionado con la luz, no les gustaban las comidas picantes como el ajo ya que eso les producía una reaccíon alergica bastante mortal en su cuerpo, y lo mayor de todo, eran sumamente poderosos y con mucho poder.

-¿Debes de estar asimilando que soy un vampiro verdad?

-Creo que esto empieza a resultar un poco molesto -objetó Spyro sintiendo que ya no podía pensar nada con claridad sin que él tampoco lo supiera gracias a su orbe.

-Lo se, a veces pasa, pero no te preocupes, no seguire mientras tu quieras.

Asintio con la cabeza estando de acuerdo.

Calamidad asintio pasivamente con la cabeza y entonces prosiguio:

-¿Quieres saber porque te he invitado a mi morada?

-Si, ¿porque me has traído separandome de mi compañero?

-Amigo querras decir, lo conoces desde hace unas cinco horas, todavía no lo conoces lo suficiente como para considerarlo un compañero -espeto considerablemente.

-Me da igual si es un compañero o un amigo, para mi Vickam es alguién en quien puedo confiar, él ya me lo ha demostrado varias veces -acoto Spyro decretando que para él todos quienes estuvieran con él eran sus amigos fuesen quienes fuesen.

Carraspeo rascandose suavemente la barbilla.

-Veo que sientes mucho lealtad hacía tus compañeros de equipo, eso esta bien.

-Veo al grano, ¿que quieres saber de mi? -le recrimino exigiendole de que le dijese la verdad sobre su visita a su morada.

-Cuida tus modales chico, no me gustan que me griten.

Se avergonzo al ver que se paso de la raya cuando no debería hacerlo.

-Me disculpo ante usted.

-Tus disculpas son aceptadas, pero si tienes tantas ganas de querer saber este asunto, deberas preguntarmelo con educacíon.

-Cierto. ¿Podría decirme que hago aqui Rey Calamidad, por favor? -le volvío a pre-guntar pero ahora con un tono cortes y pasivo.

-Eso esta mucho mejor. Muy bien, hablemos -chasqueo los dedos con su otra mano y entonces el orbe magico se desvanecío de la misma forma que con el vaso de cristal.

El orbe volvío a aparecer pero esta vez colocado sobre un pedestal metalico de aspecto antiguo que se encontraba colocado en un extremo alejado de la sala.

-Veras dragon, voy a serte sincero, eres el primer dragon vivo que ha existido en los ultimos mil años, y eso hace preguntarme de si eres capaz de seguir con el legado de todos los anteriores dragones que existieron años atras.

-¿Tu sabes algo de dragones? -le pregunto interesado en esa cuestíon.

-Se mucho de dragones, se como eran, y como vivian antes en este mundo, le tengo un cierto respeto a esa especie, tanto por como manejaban las cosas, como por las habilidades que tenían, pero ahora que te tengo aqui a mi lado, siendo uno de los ultimos dragones con vida -se enderezo hacía adelante para mirarle mas cerca-. Quisiera saber si eres capaz de continuar con el legado de tu estirpe.

-¿Por que? ¿Cree que no soy capaz de actuar como un dragon?

-Ese es el problema que tengo, eres un dragon que ha sido criado por libélulas, una de las especies mas debiles de este mundo, y eso hace que no hayas sido criado como tal, apenas sabes como funcíona tu especie excepto por lo mas general, pero creeme, tu especie era mucho mas que lanzar bolas de fuego por la boca y soportar grandes temperaturas con la ayuda de sus escamas -indico demostrando que a pesar de que Spyro había aprendido bastante sobre sus poderes, eso no quería decir que tenía el suficiente conocimiento para demostrar que era un dragon digno de su nombre.

Se quedo raramente intrigado al oír eso ya que ahora se quedo con la duda de no comprender si había aprendido lo suficiente sobre su especie o simplemente había intentado de adaptarse a lo poco que tenía de conocimiento.

-¿Que sabes exactamente sobre los dragones?

-Bueno... se que antes gobernaban todo Skylands, habían miles, eran fuertes, soberanos, se tomaban las cosas muy en serio, nuncan dejaban que nadie se hiciera el mas minimo daño, e intentaban de hacer lo mejor que podían para lograr una paz perfecta en toda Skylands, y... -se quedo bloqueado al darse cuenta de que sabía muy poco con respecto a lo que hacían los dragones antes.

Miro al Rey Calamidad y este se le quedo mirando ingenuamente.

-Solamente se lo que me ha enseñado mi amigo...

-Gill Grunt, ¿no?

-Si -reafirmo solemnemente al ver que eso también lo sabía.

-Gill Grunt es un maestro excepcional, para ser un pirata gillmen, no lo dudo, ha hecho bastante bien liderando al equipo, tanto como ahora.

-¿Ha visto lo que hacen los Skylanders ahora?

-Así es, lo he visto todo, al parecer han hecho un gran avance, han conseguido liberar a unos cuantos mabus que estaban siendo explotados como esclavos por unos drows goliath, se han ganado nuevos amigos que ahora estan de su lado. Ademas, el grupo incluyendo a Gill Grunt, te echa bastante de menos.

-¿De verdad?

-Así es, esperan tu regreso en cualquier momento.

Se aguanto las ganas de no llorar al ver que nadie le olvido, todos estaban ansiosos porque él volviese para luchar de nuevo junto a ellos.

-Gracias -le agradecío con total sinceridad.

-No te desanimes tanto dragon, volveras a verlos a todos muy pronto.

-¿Como sabe eso? ¿También ve el futuro?

-No, pero tengo confianza en ello, sobretodo en esos chicos, cada uno de ellos ha hecho un largo recorrido para convertirse en lo que son ahora, en especial mi vieja alumna a la que parece que no ha perdido facultades.

-¿Que vieja alumna?

-¿No lo sabes? Uno de tus amigos es mi aprendiz.

-¿En serio? ¿Le enseño a alguién ha luchar?

-No solamente a alguién, y tampoco le enseñe solamente a luchar, le enseñe a una pequeña elfa que estaba un poco perdida en el mundo, una pequeña e inocente niña marginada por su propia especie que deseaba vengarse de aquellos que la atormentaron, estaba tan desesperada por encontrar una solucíon a ese problema, que decidio meterse en el lugar al que ningún vivo quería ir pensando que quizas aqui encontraría el poder que necesitaba para lograr su venganza.

-¿Y lo consiguio?

-Al principio si, se quedo varias dias aprendiendo sobre la magia que se halla en este lugar, se entreno, estudio cada aspecto determinante hasta que consiguio adaptarse a la magia de los Muertos, pero aquello le produjo un gran coste, abuso tanto del poder que había aprendído, que la propia magia de los Muertos la castigo convirtiendola en un ser que ni ella misma podría reconocer, hizo lo que justamente no quería que ningún ser hiciese bajo mi mando -puso una expresíon seria que indicaba que aquel acto que provoco no le gusto en absoluto.

-¿Y que le hizo? ¿La castigo?

-¿Crees que si la hubiese castigado no estaría en tu equipo?

-Perdon, no me di cuenta, era una pregunta estupida -se rio avergonzado por ver que solto una cuestíon que era bastante retorica e inútil.

-Quería castigarla por eso ya que viendo en que se convirtio, supuse que era un peligro para este mundo y los demas, pero luego vi su pasado usando el orbe y vi toda su historía, todo aquello por lo que había vivido, me recordaba a mi, cuando solía estar mas vivo y joven, me intereso, así que hice aquello que nunca antes habría hecho en mi vida, la entrene enseñandole las tecnicas misticas del ocultimos para que pudieras en su beneficio de los demas, le di un motivo para preocuparse por la gente que fuese como ella, le enseñe a canalizar su odio sin violencia, y la trate como el uníco amigo que mejor la respeto ademas de sus padres, la converti en una bruja -especifico todas las cosas que le enseño y que la permitieron convertirse en la Skylander que era ahora.

Spyro se quedo pensando en quien podría referirse con todos esos detalles que le dio, apenas se creía que fuese uno de los Skylanders quien aprendiese de alguién como el Rey Calamidad, pero entonces se acordo de la ultima frase que dijo, la convirtio en una bruja, y él solamente conocía a una bruja.

-Hex -concluyo.

-Así es dragon, tu amiga la elfa negra aprendío de mi.

-¿Pero entonces porque nunca nos lo dijo?

-Porque yo se lo pedi.

-¿Por que?

-Spyro, ¿crees que si todo el mundo se hubiese enterado de que yo soy un vampiro que sabe de magia oscura, habrían venido acaparando toda la villa ahí abajo y siendo victimas de los seres que habitan en él? -espeto dandole una idea moral.

-Bueno... no digo que tengan que venir todas las especies de Skylands, pero aún así nosotros podríamos haber venido aqui buscando ayuda.

-Aunque la hubieses hecho, yo no te lo habría dado -declaro.

-¿Por que no?

-La magia puede parecer algo facil, pero tienes sus limites y sus responsabilidades, ahí fuera arriba puedes usar tu magia interior para lograr buenas cosas, pero de la magia oscura y negra que hay en este mundo, no es algo que se saque un buen provecho, por eso mismo es mejor que sigas con los poderes que tienes, porque si te hundes demasíado en esa magia, acabaras convirtiendote en algo parecido a Malefor.

Aquella ultima mencíon le hizo estremecerse de solo oírla.

-He visto lo que te ha pasado Spyro, y no creo que seas el heredero de la oscuridad.

-¿Entonces usted me cree?

-Quiero confiar en que no lo eres, pero no tengo nada que respalde eso.

-¿Como que no me respalde? ¿Que necesita? ¿Una prueba para demostrar que no desciendo de la estirpe que era Malefor?

Echo la vista de vuelta hacía el orbe.

-Hace unos años intente de visualizar el pasado de Malefor para descubrir como fue lo que sucedío que incitara a Maley a romper aquel huevo oscuro y convertirse en aquel monstruo, me esforce por hacer que el orbe me lo mostrara, pero no me deja.

-¿No le deja ver el pasado de Malefor?

-Así es, no se porque motivo no me deja verlo tal cual como sucedío, seguramente no me deja porque la imagen de ese ser es demasíado oscura para poder visualizarlo, la transformacíon de Maley a Malefor fue una aberracíon que no debio haber sucedido nunca, aunque todo eso lo sabes, ¿verdad?

Ahí reconocío que sabía mas de lo que creía.

-¿Tu sabes quien mas estuvo con él.

-Malefor tenía un amigo. Ignitus, y sigue vivo.

-Lo se, yo también lo he visto, he de decir que me siento bastante interesado por saber como ha hecho para sobrevivir a este tiempo sin ser visto por nadie, aunque según tengo entendido, tuvo una hija hibrida con un pegaso, ¿verdad?

-No hace falta que me lo pregunte, ya lo sabe todo -espeto arcaicamente Spyro dejando claro que ya no le sorprendía saber que conocía de todas esas historias.

-Pero igualmente, quiero saberlo de ti, ¿que piensas?

-Que Ignitus no fue sincero conmigo.

-¿Por que lo crees?

-Porque si no le habría dicho que su padre esta vivo.

-¿Crees que ella habría aceptado eso?

-Le habría asustado.

-¿Y después de eso que habría pasado? ¿Que habría hecho tras enterarse que su padre biologico, que resulta ser uno de los ultimos dragones legendarios con vida, y encima también fue el mejor amigo del dragon que provoco la extincion de toda su especie?, ¿te parece que ella lo habría asimilado así?

-No -se sintio tan mal por asimilar eso que se puso a llorar del dolor que tenía por darse cuenta que podría haber tomado la decision erronea y no lo hizo.

-No te sientas mal por eso Spyro, hiciste lo correcto.

-¿Y de que me sirve que haya hecho lo correcto? Le miento a todo el mundo, le he mentido a mi hermano, le he mentido a Whirlwind, le he mentido al maestro Eon, y ahora encima me miento a mi mismo creyendo que quizas no soy capaz de terminar con esta lucha, no se si soy capaz de vencer a Kaos.

-¿Pero has podido vencer a otros no?

-Si, pero no es nada...

-Comparado con él, ¿por que?

-Porque Kaos definira mi destino, vencerle me convertira en quien soy.

-Te equivocas en eso.

-¿Que me equivoco?

-Kaos es una amenaza, eso lo puedo asegurar, pero vencerle, no te dara el destino que tu estas buscando, a veces los milagros no ocurren venciendo a otro oponente de una forma violenta y hostil, sino que mas bien ocurren desde lo mas hondo de nuestro corazon, cuando nos damos de quienes somos en realidad y cual es nuestro objetivo en esta vida, y por la que seremos recordados durante mucho tiempo -se sincero razonadamente con él para que viera que la respuesta a su él interior, no se encontraba venciendo a Kaos, se encontraba demostrando que era lo que pretendía hacer consigo mismo.

Spyro se puso a reconsiderarlo mentalmente, tenía también razón en eso, pero aún así le daban muchas dudas ya que si no sabía quien era por dentro, entonces no servía de mucho que se enfrentase duramente a Kaos.

-Para ti es facil decirlo, eres el Rey Calamidad, un inmortal castigado que gobierna este lugar olvidado por los ancestros -espeto reconsiderandolo a él como alguién que ya se daba cuenta quien era por dentro a pesar de lo que era fisicamente.

-No esta olvidado del todo, este lugar fue diseñado para albergar las almas que no saben adonde ir, si no existiera lugares como este, el mundo de los vivos se habría llenado de fantasmas rapídamente, ¿te imaginas un mundo así?

Eso fue algo que pudo reconsiderar facilmente sin ningún esfuerzo de nada.

-La verdad es que si. Pero igualmente, que me dice de usted, ¿sabe quien es por dentro a pesar de que por fuera esta convertido en esto?

-Soy Albaus Vampairus, el ultimo miembro vivo de la dinastia Vampairus.

-Pero sigue siendo un vampiro, ¿no? Y los vampiros no estan vivos fisicamente.

Se rio al ver que llego a una buena conclusíon, termino de reirse y prosiguio:

-Así es, soy un vampiro, y como puedes ver soy el uníco que vive aqui en esta enorme mansíon que se encuentra oculta en medio de ningúna parte.

-¿Pero por que? ¿Donde esta tu familia? ¿La del retrato?

-Ya no estan mas, dejaron de existir hace mucho tiempo.

Aquella afirmacíon le hizo sospechar de que les ocurrío algo malo.

-¿Los mataste?

-¿Quien? ¿Yo? No, de ningúna manera podría hacerles eso, simplemente les ocurrío lo mismo que le ocurren a todos los seres vivos de este mundo. Fallecieron hace mucho tiempo, y yo como soy inmortal, me he quedado solo, viendo como morían.

-Lo siento mucho -sintio lastima por él ya que a pesar de que era inmortal y tenía mucho poder encima, tenía la maldicion de ver como morían todos sus familiares quedandose él solo, pero no sabía cuando paso todo eso-. ¿Cuanto hace que murieron?

Suspiro profundamente y entonces le dijo:

-Hace 500 años -declaro.

-¿500 años? -se sorprendío estupefacto al oír eso.

-Así es, llevo 500 años viviendo eternamente con esta maldicion de la que no me puedo quitar de encima, ¿sabes lo que es estar viviendo durante tanto tiempo y apenas puedes hacer algo para sentirte mejor?

Spyro no sabía como contestarle a esa pregunta, nunca antes había conocido a alguién que hubiese vivido tanto tiempo ademas de Ignitus, pero él vivia mas tiempo porque era un dragon, en cambio él era un pobre e inocente elfo que parecía que se había convertido en algo que no quería y ahora tenía que vivir con eso sin remedio.

-No tienes porque contestar nada dragon, se muy bien que no se te ocurre una respuesta porque se muy bien que jamas has vivido durante mucho tiempo -espeto el Rey Calamidad dejando que pasara de esa cuestíon.

-Lo se, pero igualmente, ¿que fue lo que te ocurrío para acabar así?

-Me paso que jugue con magia negra, y eso me llevo a la consecuencia de convertirme en este horrible ser que soy ahora, pago un precio por mis acciones y ahora tengo que vivir con ello el resto de mi existencia.

-¿Pero nunca has intentado de buscar la manera de sacarte la maldicion?

-Al principio lo intente, pero después de ver en lo que me converti, me di cuenta de que los demas harían lo mismo y sufririan las mismas consecuencias, no podía soportar que otros cometiesen el mismo error, así que por eso tome una decision. Me dedique toda mi vida a imponer unas reglas en la que todos los seres estuviesen de acuerdo, para que así nadie cometiera un error mayor que el mio -explíco con total seriedad el verdadero motivo por el que era ahora el gobernante del mundo de los muertos.

Esbozo una expresíon de asombro al percatarse de una cosa importante.

-¿Por eso impusiste esas normas? ¿Para que nadie se volviera tu?

-Exactamente -afirmo solemnemente mientras se acomodaba en su sillon.

Ahora Spyro empezaba a entenderlo todo, el asunto con la magia, las almas errantes, los libros prohibidos, todo eso estaba conectado y era por este motivo, el Rey Calamidad no impuso eso por pura maldad, en realidad lo había hecho porque se preocupaba de que nadie acabase como él, no era un tirano, era un rey justo.

Pero a pesar de ello había un hecho que todavía no entendía.

-Pero si tu impusiste esas normas, ¿que pasa con las almas errantes?

-A esos espiritus les avisaron de estas cosas cuando llegaron aqui, pero hay ocasiones en que hay algúnos que no atienden a razónes y provocan un autentico peligro tanto aqui como arriba, por eso mismo los castigo encerrandolos en esas tumbas, para que no salgan de ahí y causen mas alborotos de los que ya han hecho.

-Pues ahora mismo se ha montado todo un desastre ahí fuera -le señalo por detras in-dicandole que todavía quedaba pendiente el asunto de Lynus.

Se le quedo mirando extrañado con el ceño fruncido.

-¿Que desastre?

Se quedo mas extrañado todavía al ver que parecía no saber nada sobre eso.

-¿No sabes que uno de los espiritus ha aprendido de los libros prohibidos y ha sacado a un grupo de muertos vivientes en uno de los cementerios de ahí fuera?

Golpeo sus dos puños contra los apoyabrazos del sillon de tal manera que toda la habitacíon vibro, se asusto hacíendose hacía atras al no verlo venir.

-¿Quien ha leído de los libros prohibidos? -se puso de pie con tono autoritario.

-El general troll Lynus.

Alzo su mano materializando su orbe de vuelta, lo agarro con ambas manos y se puso a mirar lo que le mostraba, se le reaparecío una figura oscura sin cuerpo que se iba moviendo a lo largo de la parte ancha del orbe, el Rey Calamidad lo miro fijamente y esbozo una expresíon de puro terror al ver lo que veía.

-¿Sucede algo? -le pregunto Spyro intrigado por la cara que ponía.

Dejo de mirar el orbe y fijo una mirada acusadora sobre él.

-¿Que haz hecho? -murmuro soberanamente con los dientes, puso un tono que indicaba que lo acusaba de haber hecho algo malo.