179
EL SECRETO DEL VAMPIRO
El Rey Calamidad ya no podía soportarlo mas, se estaba esforzando lo suficiente por seguir manteniendo rigidamente el escudo que le ayudaba a seguir protegido de los ataques de Masker Mind, pero aquel endemoniado fantasma estaba siendo mucho mas fuerte que él, le había subestimado demasíado y ahora se encontraba perdiendo la batalla contra él, debía intentar de hacer algo o acabaría derrotandole facilmente.
Spyro estaba herido, de eso no había ningúna duda, lo que significaba que ahora tenía que ocuparse él personalmente de acabar con Masker Mind, pero tampoco estaba logrando nada con eso, al final Masker Mind tenía razón con aquello razón que había dicho antes sobre que se había vuelto mucho mas fuerte desde que había estado cautivo en el pozo, eso fue algo que jamas vio venir, ni siquiera con la ayuda de su orbe, pude ver algo que le ayudara a indicar lo que sucedería.
Se equivoco por completo con todo.
Mientras estaba tratando de no perder la fuerza consigo mismo, no pudo evitar recordar un pequeño hecho que había sucedido hacía años relacionado con su hermana, uno de los pocos momentos que tuvo con ella donde pudo ser honesto.
VARIOS SIGLOS ATRAS
Vampairus se encontraba en lo alto de una colina aplanada muy cerca del borde reposando sentado con las piernas cruzadas, mantenía los ojos cerrados mientras concentraba toda su mentalidad a estar escuchando el sonido de la magia purpura que rodeaba todo el lugar, desde que se había convertido en un nuevo ser, ahora todos sus sentidos se habían desarrollado de una forma que hasta para él mismo resultaba inimaginable imposible, pero era posible y él lo sentía perfectamente.
Sentía como la magia le hablaba a traves de las vibracíones, como se conectaba con su cuerpo hacíendo que tuviera mas poder que antes, se sentía poderoso con esa magia, pero no lo suficientemente poderoso como para considerarse alguien superior, para él este poder lo hacía especial, ya que era el primero en haber estado experimentando con ella, y a pesar del accidente que le causo su transformacíon, se sentía orgulloso de poder estar experimentando unas habilidades como las que tenía ahora.
-Hermano -escucho una vocecita relajada que le llamaba.
Desperto del trance de un susto.
-Hermano.
Se giro mirando de reojo, observo que se trataba de su hermana, estaba ahí parada mirandole con aquella expresíon rigida que la hacía parecer mas adorable de lo que era.
Solto un suspiro amargo al verla.
-¿Que haces aqui hermana? -le pregunto.
-¿Te he molestado? -objetó ella.
Al ver su cara de preocupacíon pude entender porque se encontraba aqui.
-La verdad es que no, ven aqui -le pidio él queriendo que se acercara.
Se acerco y se sento con cuidado sobre el suelo, no le gustaba mancharse el vestido negro que tenía puesto ya que le gustaba demasíado como para dejar que se ensuciara.
Esbozo una sonrisa de entusiasmo al ver como ella siempre se cuidaba de todo aque-llo que no le gustaba que acabara tan mal, como su ropa y su hermano mayor.
-¿Porque te has subido aqui? -le pregunto mientras contemplaba con cierto interes el apabullante esplendor que desprendío el pueblo bajo sus pies.
-Porque aqui puedo canalizar la magia purpura con mayor facilidad, ¿ves esos conos puntiagudos luminiscentes que hay ahí arriba? -le señalo unos conos de piedra parecidos a estalactitas que se encontraban enganchados en el tejado de roca, brillaban cambiando de un color parecido al purpura a un azul grisaceo reflejante.
-¿Que pasa con ellos?
-Son los que emanan la mayor parte de la magia que se encuentra almacenada en este lugar, sin ellos este lugar no brillaría tanto y quedaríamos eternamente en la oscuridad absoluta -indico concluyentemente.
-¿Pero tu puedes ver en la oscuridad nó? Podrías ayudar a la gente a poder orientarse si en algún momento la magia de este lugar falla -objetó ella dandole una idea.
Cambió su expresión a una de lamento al escuchar eso.
-Mira, se que crees que este poder que tengo en mi interior me hace especial, pero en realidad es una maldición que perdurara dentro de mi durante mucho tiempo, jamas sera ira, como yo tampoco podre irme al otro lado contigo -le explíco con total sinceridad para que entendiera que ambos no pensaban lo mismo.
-No necesitas quedarte aqui solo, me quedare contigo para siempre -acoto la niña y apoyo caríñosamente su cabeza encima de su hombro.
-Eso lo dices tu porque sabes bien que envejeceras, pero yo no podre hacerlo, soy un vampiro, los vampiros son inmortales, y yo soy uno ahora.
-¿Pero quieres serlo para siempre?
-Y no.
-Pues encuentra la manera entonces de revertir este efecto -le dijo piadosamente y se levanto de una manera que parecía indicar que se mosqueo con él.
Se extraño al ver como reaccionó su hermana y se levanto dirigiendose hacía ella.
-Dessa, espera -intento de seguirla pero se resbalo y cayo contra el suelo.
Su hermana se giro observandole con una expresíon tenue e indirecta.
-¿Te has hecho daño? -le pregunto con tono despreocupado.
Le sonrio ingenuamente y luego se puso de pie.
-Claro que no, yo ya no puedo herirme -comento ironicamente mientras se acomodaba el traje, se le quedo sucio tras la caida.
-Ese es el problema -dijo ella.
-¿Eh?
-¿No te has dado cuenta hermano?
-¿De que estas hablando?
-Dices que no quieres ser vampiro, pero en ningún momento has hablado de si ese poder tuyo que tienes podría beneficiar a la gente, dices que tu sangre puede curar tus heridas, dices que tienes la habilidad de ver en la oscuridad, dices que tienes el poder de ser mas rapído que los demas, y dices también que...
-¡Ya basta! -le grito harto de ver todas las especificaciones que le estaba dando.
Se callo quedandose con una expresíon rigida.
-Se muy bien lo que piensas Dessa pero te equivocas, este poder, no se muy bien si puede dar ayuda o no, fijate bien en mi, soy todo palido, tengo los ojos rojos, siento la magia purpura recorriendo por mis venas, y encima el sol puede ser capaz de destruirme, lo que eso hace que este recluido en este lugar eternamente, no puedo darle este poder a nadie mas, no sin saber que efectos le puede dar -acoto estrictamente Vampairus dejandole bien claro de que jamas usaría su poder para ayudar a otros ya que no sabía si su poder interior perjudicaria a otros de la misma manera o no.
-Yo no pretendía decir eso.
-¿Entonces?
Bajo la cabeza angustiada, no sabía como explicarselo.
Noto como su hermana se sentía mal por algo y aquello hizo que él también se sintiera mal por eso, no lo podía evitar, la tristeza de su hermana era su debilidad mas profunda, se acerco y le apoyo confiadamente su mano encima del hombro.
-¿Que es lo que sucede? ¿Puedes contarmelo si quieres? -le pregunto queriendo tratar con ella para resolver sus dudas.
Solto un pequeño suspiro y luego levanto la cabeza mirando fijamenta a su hermano.
-¿Has oído eso de que el hijo de los Chulskin ha fallecido?
-Si, lo he oído de todo la gente.
-Dicen que se cayo de la habitacíon de su casa porque estaba jugando, pero hay algúnos que opinan que no ha sido así.
-¿Insinuas que alguien lo asesinó?
-Insinuo que puede ser el mismo asesino que también mato al señor Conrad.
-¿No había sido un accidente?
-Eso decían al principio, pero dudan de eso.
-Entiendo -comprendío pensativamente, empezo a sospechar de que algo malo estaba sucediendo en el pueblo y no le gustaba.
-Nadie ha encontrado ningúna prueba que involucre a esos crimenes, así que he pensado que quizas tu podrías encargarte de resolverlos -le propuso.
-¿Quieres que resuelva esos misteriosos accidentes?
-Asesinatos.
-No sabemos si lo han sido o no.
-Hermano, aqui esta ocurriendo algo malo, creo que alguien que ha estado aqui desde hace mucho tiempo se esta aprovechando de la gente hacíendoles estas cosas.
-¿Como estas tan segura de eso?
-Antes estuve con mis amigos, me dijeron de que había algo rondando por el bosque, de que algo los observaba, como si se interesara por ellos.
-¿Les ha sucedido algo malo?
-No, pero estan bastante asustados por eso, tienen miedo de que les ocurra lo mismo que les ha pasado al señor Conrad y al hijo de los Chulskin, incluido yo -confeso cambiando la expresíon de su cara a una mirada asfixiante, verdaderamente se estaba tomando en serio la idea de que alguien estaba asesinando a la gente del pueblo.
Pudo notar la angustia que tenía ella y le resultaba ensombrecedora, se inclino apoyando la rodilla contra el suelo y miro fijamente a su hermana.
-Te prometo Dessa, de que jamas dejare que te pase nada -le prometío seriamente.
-¿Y si tu me lo haces a mi?
-¿Entonces me asegurare de no hacerselo a ningúno mas? De acuerdo.
Se dispuso a prometerselo pero entonces se escucho un extraño ruido que llamo la atencíon de ambos, Vampairus se enderezo alzando la mirada hacía el frente, no veía nada pero podía sentir que se trataba de algo que venía de abajo del pueblo.
-Vamos -dijo dispuesto a descubrir de que se trataba.
Bajo por la montaña mientras iba acompañado de su hermana que la llevaba agarrada de la mano para que no se cayera, iba tan rapído que hacía que ella perdiese el equilibrio debido a la rapidez con la que bajaba, no era una buena idea bajar tan apuradamente por ahí, y encima teniendola a ella que era muy pequeña.
Duraron bastante en bajar pero una vez que se metíeron en el pueblo, fueron recorriendo todos los callejones y demas caminos que les llevaban directamente hacía el centro del poblado, de ahí era por donde parecían provenir los gritos.
Al cabo de un minuto hallaron la zona comercial donde ahí se encontraron con una multitud aglomerada en un extremo, pidio a empujones de que la gente le dejara pasar con cuidado ya que seguia sosteniendo a su hermana y no quería perderla de vista. En cuanto se quite a la gente de encima, ahí entonces observo el motivo por el cual todo el mundo estaba reunido, se trataba del cuerpo de un verdulero mabu con una enorme herida sangrante en la cabeza, estaba tendido sobre el puesto de verduras mientras la sangre de su cabeza caía encima de ellas dejandolas con un fuerte color rojo oscuro.
Agarro rapídamente a su hermana para que no lo viera, era demasíado violento como para que ella lo mirara tan de cerca, hasta para él le daba miedo ver esa escena.
Se puso a mirar las caras de expectación de la gente, todos estaban llevandose la mano a la boca al no poder contener sus suspiros de agonia y tristezas, pero había otros que mostraban unas caras de extrañitud como si hubiesen visto lo que paso pero apenas lograban comprender porque había sucedido.
-¿Que le ha pasado? -le pregunto a un mabu viejo que tenía al lado.
-No lo se, el hombre estaba acomodando las verduras cuando de pronto se marcho, y luego volvío teniendo un martillo de madera en la mano y se puso a golpearse la cabeza hasta que al final acabo muerto -admitio nerviosamente el mabu, se toco la cabeza de lo extrañado que estaba de no entender porque se motivo se mato el hombre.
-¿Se pego él solo?
-Eso parece -indico otro mabu que tenía al lado-, pero lo mas raro de todo es que cuando lo hacía ni siquiera parecía sentir nada, no grito y ni se detuvo.
-¿No grito? -se quedo con esa duda en la cabeza.
-Ha sido el asesino -dijo Dessa-. Ha sido el mismo, ha vuelto a matar a otra persona.
-¿Pero como? Si se ha matado el hombre entonces quien puede haberle obligado a que se pegue él solo -se cuestiono sin tener muy claro el modus operandi del asesino.
De pronto escucho un extraño sonido que llamo su atencíon.
-¿Has oído eso?
-Yo no he oído nada -dijo el viejo mabu, se creía que le preguntaba a él.
-No hablaba con usted -empezo a ponerse nervioso ya que no entendía que era ese extraño sonido que pareció que solamente él escuchó.
Lo volvío a escuchar de nuevo, esta vez reconoció lo que era.
Era una risa.
Busco esa risa entre el publico pero no vio a nadie que estuviese riendo, solamente veía las expresíones de la gente triste por la muerte del mabu pero nada que le llamara su atencíon, esa risa provenía de algún lugar mucho mas lejos.
Alzo la vista mirando hacías las columnas de roca que tenía delante, no veía nada, la superficie de las rocas eran muy grises y eso combinado con el tejado negro, hacía que resultaba imposible presenciar algo ahí a lo alto.
Utilizo su habilidad para ver en la oscuridad.
Se concentro y empezo a verlo todo con un cierto tono purpura que influia bastante en el ambiente que tenía delante, no veía nada, pero de pronto capto algo inusual arriba en una de las columnas, había una extraña figura a la cual también la veía de color purpura, era un pequeño sér que estaba observando la escena, se movío y luego se alejo desapareciendo de su campo de vision.
Volvío a poner su vista de vuelta como estaba.
No entendía muy bien que era aquel sér que vio, pero estaba en lo alto de la columna observando la escena del crimen, y eso era algo que le hacía sospechar de que quizas podía ser el causante de la muerte del verdulero y de las otras dos personas, si resultaba que era él, entonces se aseguraría de detenerlo y castigarlo por sus crimenes.
Lo juraba por su hermana que lo haría.
..
Recordar esa promesa le hizo darse cuenta de que no hacía solamente esto para poder proteger a los ciudadanos espectrales que habitaban en el mundo de los muertos, lo hacía porque eso era algo que le había jurado a su hermana, le había jurado que le detendría, y por mucho que estuviera muerta, lo seguiria cumpliendo a pesar de todo.
Apreto fuertemente los puños, enderezo las rodillas y concentro toda su fuerza hacía el escudo que todavía le seguia funcíonando a pesar de que se estaba debilitando, se puso a aumentar su poder magico y lo uso para poder desplazarse y dirigirse hacía Masker Mind que se encontraba todavía puesto en la misma posicion.
-¿Que estas hacíendo? -se cuestiono Masker aterrado al ver que a pesar de toda la fuerza magica que le estaba lanzando, él parecía haberse fortalecido de repente.
-No pienso dejar que me venzas de nuevo -le aviso frunciendo los dientes del odio que sentía hacía él, continuo avanzando sin problemas.
Acelero y marcho corriendo hacía él.
Masker vio lo que hacía y no tuvo forma de poder evitarlo, Calamidad se choco golpeandole con el escudo de una forma tan brusca que lo hizo salir volando varios metros atras, estaba por caer al suelo pero luego se recupero volviendo a levitar en el aire.
-Esta vez no dejare que sigas hacíendo daño a mas gente, ¿me has oído Masker?
-Venga compañero, ¿de veras crees que voy a hacerte caso? -inquirio descaradamente y se dispuso a lanzarle otro golpe de rayos en los ojos.
Justo antes de que pudiera hacerlo, recibio el impacto de unas llamaradas que le estaban calcinando su cuerpo fantasmagorico, podía sentir un extraño calor que no era natural, era un calor magico, de un tipo de magia parecída a la suya.
Se giro y observo que quien le atacaba resultaba ser Spyro, se había recuperado de algúna manera de los golpes que le provoco antes y ahora parecía estar mas fortalecido que antes, sus llamaradas eran distintas a cuando le ataco la primera vez, por dentro de su boca se podía ver una pequeña flama purpura, con eso daba a entender que ahora el joven dragon estaba mezclando su magia con su poder interior.
Eso le hacía volverse mas fuerte que antes.
Masker Mind se enfado y rapídamente invoco un hechizo con las manos que le permitio soltar un vendabal de viento que sacudío la tierra del suelo, tanto Calamidad como Spyro se detuvieron tras recibir aquel golpe de viento que les freno.
La situacíon se tenso.
-¿Os creeís que podeís derrocarme? -les pregunto en tono desafiante.
-Rindete Masker, si lo haces bien quizas te encierre en un lugar mejor acogedor que ese pozo en el que te meti -le aconsejo seriamente Calamidad.
-No pienso quedarme encerrado en ningún mas, ya me he cansado de tus juegos Vampairus, esta vez ahora yo soy quien tiene las de ganar.
-Esto no es como la primera vez que nos vimos, olvida todo eso.
-Jamas lo olvidare, y jamas olvidare la promesa que nos hicimos -añadio.
-¿Promesa? -se quedo Spyro mas confundido que antes-. ¿Acaso os conoceís?
Masker capto la atencíon del dragon purpura.
-Calamidad, ¿de que esta hablando?
-No le hagas caso Spyro, esta intentando de jugar con tu mente.
-¿En serio Vampairus? ¿De veras te crees eso? -se puso a reirse descaradamente mientras los dos hombres le estaban mirando indecisos al no entender porque estaba actuando así, dirigio la mirada al dragon de vuelta-. ¿No te ha dicho la verdad nó?
-¿Que verdad?
-¡Spyro! -reprimio Calamidad, no quería que le contara la verdad.
-La verdad sobre nuestra amistad.
-¿Amistad?
Bajo la cabeza avergonzado al ver que ya le dijo algo que le hizo sospechar de su propia palabra, no había remedio, iba a tener que confesarle todo.
-¿Eraís amigos? -le pregunto volteando la mirada a Calamidad.
Solto un largo suspiro y luego dijo:
-No quería que lo supieras Spyro.
-¿Me has ocultado eso? ¿Porque?
-Eso Vampairus, dile la verdad, ¿porque lo hiciste?
-Porque no pienso seguir recordandote, eras una amenaza a la que tenía que destruir, me equivoque contigo, cai en tus engaños, y te detuve por las muertes que provocaste.
-¿Solo por eso? ¿No había nada mas?
Empezo a ponerse terriblemente nervioso, se notaba en el movimiento de las manos de Calamidad se estaba conteniendo a duras penas, quería enfadarse pero no podía ya que si hacía eso, se desequilibraría y aprovecharía para atacarle.
-Venga, dile la verdad al dragon, él se lo merece -le exigio rogandole de que dijera todas las cosas que estaba ocultando, esbozaba una sonrisa susodicha en su mirada.
No lo aguanto mas.
-Callate -volvío a lanzarle otro golpe de energia purpura.
Le impacto en el pecho y salío volando pasando por delante de Spyro, cayo varios metros adelante en el suelo donde pareció quedar inconsciente.
-¿Que haces? -le pregunto estupefacto al ver lo que hizo.
-Detenerle, cosa que deberias hacer tu también -dijo reprochadamente y marcho dirigiendose a buscarle, postraba una expresíon seria de puro odio.
Spyro se puso delante de él impidiendole el paso.
-Para el carro Calamidad, dime la verdad.
-No tengo nada que decirte, y deberías de postrarte ante mi con respeto.
-Pues no lo hare hasta que me digas si es cierto lo que él dice.
Quería pasar de él y obligarle a que le ayudara a contener a Masker Mind, pero viendo su expresíon de desconfianza, le dejaba bien claro que Spyro no iba a hacer nada a menos que le confesara todo aquello que hasta ahora Masker le había mencionado. Echo la vista al frente y observo como el horrible sér fantasmagorico se estaba recupe-rando, volteo la mirada y lanzo de vuelta otro rayo a traves de sus ojos.
-¡Aparta! -le empujo tirandolo para el costado.
Rapídamente se cubrío con la ayuda de su capa que la convirtio en un escudo que le protegía del ataque del rayo, pero eso no impedía que la propia capa sufriera daño algúno, se estaba quemando duramente y Calamidad podía sentir el horrible calor que emanaba de aquel rayo purpura.
-¡Calamidad! -grito Spyro viendo como el rey vampiro estaba sufriendo.
Su capa no aguanto mas y se rompío en varios pedazos de tela que fueron volando por ambos lados. El rayo le impacto en la espalda provocando que sintiera un dolor tan agonizante, a pesar de ser inmortal, esto demostraba que estaba sufriendo de verdad.
Spyro no soportaba lo que estaba pasando y rapídamente lanzo otra llamarada de fuego purpura contra Masker Mind, le impacto pero el daño fue tan minimo que solamente logro que terminara de continuar atacando con su rayo.
Calamidad cayo contra el suelo echando humo a traves de la espalda, tenía varias quemaduras que se notaban por fuera de su ropa.
-Rey Calamidad -se acerco Spyro para ver el estado en que se encontraba.
Le dio la vuelta y solto un suspiro agudo inintendible.
-¿Como se encuentra?
-Digamos que echaba de menos sentir algo de dolor -dijo ingenuamente.
En su mente quería reirse por ese comentario pero no podía, sus heridas lo habían dejado en un estado deplorable, ya no estaba para poder seguir luchando una vez mas, ahora tenía que encargarse él de continuar con el asunto.
Volteo su mirada fijandose de vuelta en Masker Mind, estaba en el mismo sitio levitando en el aire y mirando con una expresíon solemne y amarga.
-¿Te sientes orgulloso de esto?
-La verdad es que no, me esperaba otra cosa.
-¿Es cierto lo que dices o no?
-Dejame que te lo muestre -avanzo dirigiendose hacía él.
Rapídamente Spyro se puso a la defensiva al ver que se acercaba.
-Tranquilo, ahora no atacare. Tregua, ¿de acuerdo?
No confiaba en él debido a las cosas que hacía, pero como ahora se le quedo con la duda de querer entender ese hecho que Calamidad no quería confesar, no le quedaba otra opcíon que dejar que le contara todo lo que él sabía.
Permitió que se le acercara poniendose delante de él.
-Ahora entenderas porque él me encerro ahí -espeto y entonces levanto sus brazos apoyando sus puntas encima de su sien, se sentían frias.
Fruncío el ceño y entonces Spyro como todo su cuerpo se movía hacía adelante, como si algo potente lo atrajera hacía otro lado que no era el cementerio.
Dejo de estar fisicamente presente.
..
Vampairus prendío fuego a un palo que en la punta estaba recubierto de telarañas y demas materiales pegajosos y humedos, la convirtio en una antorcha que desprendía una fuerte llamarada, la agarro fuertemente y entonces se adentro en el interior de la caverna que tenía delante suyo.
El lugar era oscuro, tanto que apenas notaba lo que había alrededor, pero con la ayuda de su habilidad para poder ver en la oscuridad, pudo saber exactamente que era lo que tenía delante, la antorcha también le servía para poder ver en aquel oscuro lugar, pero se la traía consigo por otro motivo importante.
Se disponía a buscar al sér que había estado asesinando a gente del pueblo, lo vio rondando por ahí, de la misma forma que un cierto numero de personas que ya habían tenido sus sospechas de que algo los observaba. No podía dejar que aquel extraño individuo sea lo que fuera continuara matando gente, tenía que detenerle, interrogarle para averiguar porque hacía esas cosas, y llevarlo ante el pueblo para que los demas le juz-gasen por sus crimenes, la gente se merecía mas eso que él.
No sabía de que se trataba, no sabía si era un mabu, un troll, o cualquier otra especie que hubiese estado viviendo por ahí desde que empezaron a reformar el pueblo y ahora los atacaba en señal de venganza. Para enfrentarse a esto necesitaba estar preparado, y eso mismo hizo antes que entrar, prendío la antorcha para usarlo como arma fisica por si aquel sér tenía la debilidad de no ser inmune al fuego y quizas eso le dañaba, pero si eso no funcíonaba, entonces usaría su magia ya aprendida para contenerlo y protegerlo de evitar que se hiciera daño a si mismo, o de que se matase apropositamente.
Fue avanzando lentamente por aquella caverna que estaba tomando la forma de un angosto pasillo repleto de paredes rocosas, podía olerse un cierto olor a humedad que provenía del interior de las paredes, como si tuviesen agua dentro y eso hubiese provocado que las paredes se humedeciesen con el paso del tiempo.
Ignoro ese olor y siguio adelante.
Mientras andaba caminando, pudo notar que había algo raro en las paredes, algo que hasta ahora no se había fijado pero tras poner la luz de la antorcha encima, pudo verse mejor. Se trataban de bocetos, dibujos escritos a mano, se acerco y pudo comprobar de que se trataban, la mayoría eran todos de personas pequeñas, mabus, pero mal dibujados o algúnos retratados como si tuviesen un aspecto aborrecible.
Con la ayuda de la antorcha podía ver el largo trayecto que tenían esos bocetos, era toda una historía, la historia de un grupo de mabus pertenecientes a un pueblo en el que parecían que vivian paficicamente, pero de pronto se percato de que algo inusual.
Uno de esos bocetos era distinto, era un mabu enorme vestido con un ropaje parecido al de los tikis y llevando unas gafas que le ocultaban sus ojos, era tan grande que ocupaba la mayor parte de la pared, como si eso fuese mucho mas importante. Aquel retrato era raro y aterrador, como si aquel sér indicase algo malo, cosa que con solamente ver su perversa sonrisa dibujada alrededor de la boca ya lo decretaba oficialmente.
De pronto escucho algo raro.
Volteo repentinamente su mirada mientras ponía la antorcha delante suyo para ver el frente del camino, no vio nada, pero reconocía perfectamente que había algo ahí, siguio adelante dispuesto a averiguar lo que sucedía al otro lado.
Mientras seguia el camino, podía ver que los bocetos continuaban expandiendose, pero ahora los bocetos mostraban otra historía diferente, ahora se veían las imagenes de esos mismos mabus del principio tirados contra el suelo con enormes heridas en la cabeza por la que sangraban dejando un charco de sangre al lado, esas mismas heridas parecían las mismas que tenían el verdulero muerto, con eso ya indicaba que lo sucedido con ese hombre no era de pura casualidad, alguien le había ocasionado su muerte, y el culpable se encontraba ahí mismo.
Dejo de ver los bocetos de los mabus muertos ya que no quería imaginarse lo que pasaría si las personas que él conocía también acababan igual, incluido a su propia hermana, a pesar de todo no pudo evitar seguir viendolas, miro la pared de reojo y observo que ahora la historia cambiaba de nuevo, ahora podía ver a aquel sér con un tamaño no tan grande siendo atacado por lo que parecía ser un grupo de magos o hechiceros, por la forma del dibujo apenas podía reconocer quienes eran pero se daba a entender que ellos se ocuparon de vencer al sér hostil. Luego el dibujo bajaba mostrando ahora una imagen del sér cayendo hacía un abismo subterraneo, por la forma dibujo podía asimilar que estaba cayendo en la nada, pero sentía el presagio de que en realidad ese mismo abismo podía ser el mundo subterraneo en el que se encontraba viviendo.
Si esos bocetos indicaban la realidad, entonces ya sabía a que se enfrentaba.
Dejo de seguir mirandolos y echo a correr para poder encontrarle.
Siguio todo el trayecto que le llevaba hasta lo mas hondo de la montaña, no tenía ni idea de cuanto había recorrido pero dedujo que seguramente unas diez millas, llegado a ese punto si intentaba de volver, se acabaría perdiendo al no acordarse de como era el camino o siquiera de poder ver como fue desde que llego.
Observo que mas adelante había una parte de la estructura de la caverna que cambiaba, acelero unos cuantos metros hasta que entonces vio algo que parecía ser una entrada secreta, veía a traves de su vision nocturna que al otro lado se encontraba un espacio mucho mas abierto, ese debía ser el hueco en el que se ocultaba el sér.
Fruncío seriamente el ceño y marcho a adentrarse en ese sitio.
Atraveso la entrada y con la ayuda de la antorcha ilumino el lugar observando detenidamente el aspecto que tenía el hueco, se trataba de una caverna secundaria, era circular, igual de oscuro que el resto del tunel, y arriba en el tejado habían unas luces purpura que iluminaban la mitad de la caverna, esas luces eran magia purpura, parte de la magia estaba emanando desde ahí.
Se intereso por eso ya que no apenas se había cerciorado de que existiese un lugar como este, nunca lo oyo nadie o siquiera de sus propios padres que eran uno de los primeros grupos mercantes en haberse instalado a vivir aqui. Volteo la mirada a la derecha y observo que no había nada que le llamase la atencíon, estaba vacio, la volteo hacía el otro lado y en ese extremo se encontraban las mismas circunstancias.
Pero de pronto se percato de algo.
Alzo la antorcha hacía adelante iluminando el extremo izquierdo de la caverna, la luz le ayudo a ver con mayor perfeccíon lo que estaba viendo, veía a un pequeño sér luminoso puesto delante de la pared, levitaba en el aire y tenía mas aspecto de fantasma que de sér antropomorfico, nunca antes había visto algo como eso.
Se fue acercando lentamente ya que parecía que la luz de la antorcha no parecía llamarle la atención en absoluto, cuanto mas se acercaba mas podía ver lo que hacía, estaba dibujando sobre la pared, y no solamente hacíendo dibujos al azar, estaba hacíendo bocetos de simbolos que no conocía pero intuía que servían para algún conjuro o cualquier otro uso magico importante.
Se quedo lo mas cerca que pudo para estar seguro de que aquel sér no le atacaría, no le veía, estaba tan metido dibujando esos bocetos que no se percataba de su presencia, empezo a escuchar algo que balbuceaba algo, no lo entendía ya que hablaba con un tono inintendible y apurado, como si estuviera descontrolado o nervioso por retratar esos bocetos en la pared lo mas deprisa posible por algún motivo.
Con solo ver su aspecto ya estaba seguro de que aquel era el sér hostil que había visto retratado en las paredes, lo tenía ahí mismo, el asesino que vino a buscar.
-¡Maldita sea! -se quejo el sér golpeteando fuertemente la pared.
Se quedo asombrado al ver que no tenía manos, solamente unos largos brazos que actuaban como unos escualidos tentaculos luminiscentes.
De pronto el sér se giro asomando la mirada al frente, le descubrió.
Le vino una sensación de nervios al verle ya que no esperaba que le viera.
-¿Quien eres tu? -le pregunto con tono desafiante.
-Eso mismo iba a preguntarte yo, ¿eres tu el que ha estado asesinando a esas personas de ahí fuera? -le tercío la pregunta.
Cambió su expresión a una de sorpresa.
-No se de que me estas hablando -nego ingenuamente con la cabeza.
-No me mientas, se que has sido tu el que ha hecho que se mate el verdulero mabu, yo te he visto, estabas arriba observando la escena del crimen.
Volvió a cambiar su expresión a una de mayor interes.
-¿Puedes verme... en la oscuridad?
-¿Que?
-Hasta ahora en los ultimos años nadie ha conseguido verme en la oscuridad, pero tu, no se como de algúna forma, puedes hacerlo, me ves hasta cuando me oculto en las sombras, ¿como lo haces? -echo una risa sarcastica al estar entusiasmado de encontrarse con alguien que tenía esa rara habilidad.
No sabía si sorprenderse o extrañarse ya que esa no era la reacción que esperaba encontrarse de aquel sér, creía que se encontraría con algún monstruo salvaje que no tenía ningúna moral por la vida, pero ahora viendo lo que tenía delante sentía como si lo que estuviera viendo fuese en realidad a un individuo solitario que apenas hubiese hablado con alguien en años, ahora tenía interes por saber quien era.
-¿No sabes quien soy? -le pregunto con curiosidad.
-Tengo que saberlo.
-Soy Albaus Vampairus, hijo de Hanon Vampairus, de la dinastia Vampairus, ¿no has oído hablar de mi? -se presento formalmente ante él para que supiera quien era.
-La verdad es que no, no tengo ganas de escuchar a la gente.
-Pero si para poder asesinarlas.
-Yo no he matado a ese verdulero como tu dices.
-Pero si se que es imposible que se haya matado él solo, según varios testigos empezo a pegarse en la cabeza con un martillo sin estar muy consciente de lo que hacía, y a mi eso me hace suponer que alguien lo estaba manejando, y viendote a ti, que pareces estar echo de magia, me hace creerme que quizas tienes el poder de controlar mentalmente a la gente -argumento honestamente Calamidad hacíendole ver que no tenía muchas excusas para poder injustificar ese hecho.
-¿Controlar a la gente? Ja -se rio descaradamente-. Debes de estar fantaseando.
-La uníca fantasia que tengo ahora mismo es de llevar a la justicia al asesino que ha estado asesinando a gente del pueblo durante los ultimas semanas, y viendo lo que sucedió en la verduleria de la esquina, eso me ha llevado a este lugar, y tu pareces vivir aqui, oculto entre las sombras -le señalo acusadoramente.
-¿Quien dice que solamente yo vivo aqui?
-¿Acaso hay alguien mas aqui?
-No, pero podría haberlo, ¿nó?
Esta conversación que tenía con aquel sér empezaba a sacarle de sus casillas ya que no estaba consiguiendo ningúna respuesta de nada, quería largarse de aqui con él para poder interrogarle con los superiores del pueblo y averiguar si era el asesino o no, pero si se resistia, entonces tendría que sacarlo por la fuerza.
-¿Quien eres en realidad? -decidio cambiar de tema con tal de averiguar mas cosas sobre él y lo que se suponía que era.
-Soy... -se quedo pensando que decir a continuación-. Algo que solía ser antes.
-¿No recuerdas quien eras antes?
-Recuerdo estar vivo, que vivia en la superficie, pero cada vez que lo pienso a fondo, me doy cuenta de que quizas no fui nada y acabe muriendo por la misma cuestíon, creo que estoy destinado vivir aqui en este mundo.
Pudo comprobar por el estado de aquel sér que a pesar de que se estaba mostrando muy ingenuo con él, sentía una enorme tristeza por no saber quien era o que solía ser en su vida anterior, cambió su perspectiva hacía su persona.
-¿Eres un fantasma?
-Algo parecido -se miro sus brazos tentaculosos como si intentara de asimilar si era lo que él decía o algo asemejante.
-¿Recuerdas como llegaste aqui?
-Recuerdo que me meti por una cueva y que de ahí me llene de magia purpura.
-¿No habras tocado algúno de los cristales de magia purpura que existen en este lugar, ¿nó? -fue acercandose al ver que lo tenía intrigado con la conversación.
Dudo de ello.
-No lo se -contesto timidamente, no sabía absolutamente nada de eso.
-Entiendo -empezo a hacerse una cierta idea a lo que le sucedía.
-¿Pasa algo con eso?
-Pasa que tu has pasado por lo mismo que yo.
-¿Que quieres decir?
Se acerco poniendose delante de él para que le mirara fijamente, se acerco, le abrío la boca revelando los afilados colmillos que le salían de los dientes, el sér fantasmagorico se quedo aterrado al ver lo que tenía.
-¿Que se supone que eres tu?
-Alguien que jugo con magia purpura, y sufrió las consecuencias de ello.
-¿Y eso provoco que tus dientes cambiasen?
-No solo los dientes, también mi propia vida, si salgo al exterior, el sol me quema, puedo convertirme en murcielago, veo en la oscuridad, y me parece que también me ha proporcionado la vida eterna.
-¿Eres inmortal?
-Eso creo, pero no estoy muy seguro.
-Increible, ambos somos desdichados en lo que somos.
-Lo se -reafirmo percatandose de que tanto él como aquel sér tenían mucho en común juntos, tanto que sentía una enorme curiosidad por saber muchas mas cosas sobre él. Pero luego se acordo del motivo por el que había venido aqui-. ¿Pero confiesas que has sido tu el que asesinaste a esas personas?
Se quedo el sér asintiendo preocupado al no saber que contestarle, luego le dijo:
-No es mi culpa que lo haga.
-¿De que hablas?
-Es un instinto que tengo, necesito matar para sobrevivir, si no hago eso, yo morire, por eso mismo lo he estado hacíendo, pero no es culpa mia, es por lo que soy.
-¿Dices que los has matado para poder seguir viviendo?
-Y si, no se muy bien como funcíona mi cuerpo o que fue lo que hice, pero si se que tengo que hacer esto para seguir viviendo en este dichoso mundo.
Al oír la confesión de aquel sér sintio que había dado en el clavo y era él, pero ahora que escucho ese argumento sobre lo que le sucedía, empezaba a intuir de que quizas estaba diciendo la verdad y necesitaba ayuda con su problema.
-Si vas a detenerme hazlo ahora antes de que me ponga como un loco como hago siempre -descendío y se sento arrodillado contra el suelo de forma calmada.
Viendole ahí sentado, veía la oportunidad para poder detenerle y llevarle ante los suyos, pero ahora que se estaba mostrando bastante benevolente y parecía aceptar que le diese su castigo, empezo a tener sus serias dudas sobre si arrestarle o no.
Bajo la antorcha y se mostro indulgente ante él.
El sér levanto sorprendido la cabeza.
-No te detendre -decreto.
-¿No lo haras?
-No.
-¿Pero por que? Soy un asesino.
-Puede que si y puede que no, si es verdad lo que dices sobre que tienes ese extraño instinto que te hace matar inconsciente de tus actos, confiare en tu palabra, pero si no, volvere aqui y te detendre tal y como acorde hacer en cuanto me meti en este lugar -explíco poniendo las condiciones sobre su juicio.
-¿Entonces que haras? ¿Dejaras que siga matando?
-No, pero te ayudare a remediarlo, de algúna otra forma.
-Vaya -esbozo una expresíon de asombro al ver que le apoyaba-. ¿Porque quieres ayudarme? No parezco alguien que necesito ser ayudado.
-Lo se, no te mereces ser ayudado, pero una pequeña persona a la que yo conozco me pidio que hiciera lo correcto con mis poderes, y eso mismo voy a hacer aunque quizas me arrepienta de ello -indico sinceramente y entonces se marcho dispuesto a regresar por donde vino ahora que decidio no arrestarle.
-¿Que le diras a la gente? -le pregunto levantando el tono para que le escuchara.
-Les dire que no encontre nada y que me equivoque con lo que estaba buscando, si sale bien, quizas vuelva varias veces a ayudarte.
-¿Lo juras?
-Lo juro por mi palabra y por la de mi familia -decreto prometiendo a ayudarle.
Luego se marcho dejandolo ahí solo esperando a que regresara.
La imagen se disipo hasta que volvío a ponerse blanca.
..
Spyro volvío en si.
Se quito las manos tentaculares de Masker Mind mientras intentaba de recuperar el sentido en si tras haber presenciado todo eso, no tenía ni idea de como hizo para mostrarle aquella imagen del pasado pero ahora averiguo un hecho que hasta ahora no había tenido en cuenta, ese era el secreto que había estado guardando Calamidad y del que ansiaba que nadie lo supiera.
Se le aclaro y miro al fantasma que le miraba con una expresíon ingenua, sabía perfectamente que lo había visto y entendía lo que sentía tras presenciarlo.
-¿Intento ayudarte?
-Quiso hacerlo, lo juro por la palabra de su hermana que me ayudaría, pero en vez de eso no lo hizo -dirigio la mirada hacía Calamidad que yacía aún tirado en el suelo malherido pero consciente de lo que estaba sucediendo-. Traicionaste tu promesa de ayudarme y me castigaste a vivir en ese pozo durante siglos, como si fuera un monstruo.
Calamidad solto un resoplido de frustración al oír eso.
-Pero no entiendo, ¿por que lo hiciste?
Intento de pronunciar algo pero apenas podía.
-Yo te dire por que no lo hizo -le agarro de sus hombros y le dijo fijamente a la cara-: Porque su hermana se lo impidio.
