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LA HISTORIA DE MASKER MIND
El Rey Calamidad apenas podía mover la cabeza, pero estaba lo suficientemente consciente como para oír todo lo que sucedía. Oía a Spyro preguntarle a Masker Mind, con tono confiado, que le mostrara la verdad sobre su relación amistosa con él, no tenía ni idea de a que se refería con eso ya que era imposible que le enseñara sus recuerdos a menos que usara su orbe, pero él no tenía constancia de eso, no se lo había quitado y ni siquiera se lo había mostrado, algo le iba a hacer a Spyro y no le gustaba.
Pudo moverse a un lado y ahí observo de reojo como Masker Mind apoyaba sus brazos tentaculares sobre la sien del dragon purpura, él ni siquiera se defendía, estaba dejando que se lo hiciera con tal de entender este asunto, cerro los ojos y se concentro profundamente en lo que fuera que estuviera apunto de hacerle.
-No -esbozo ensombrecido al ver que Spyro se rebajo al dejarse embaucar por aquel traicionero y monstruoso mago fantasma sin siquiera sospechar las intenciones que quisiera tener con él, y lo peor de todo es que no podía hacer nada.
Sus heridas estaban tardando en regenerarse al igual que sus fuerzas, por primera vez en su vida inmortal se sentía vulnerable e incapaz de actuar por su propia cuenta.
Los dos se quedaron en aquella posicion un buen rato sin que nadie hiciera nada para detenerles, no tenía ni idea de donde estaba Sparx o Lynus, odiaba a ese troll fantasma por los crimenes que cometió, tanto vivo como muerto, peor muerto todavía ya que por su culpa libero a Masker Mind, pero ahora necesitaba que por lo menos ocurriese algún milagro que le permitiera impedir que continuara ese suceso que estaba presenciando.
Al cabo de un minuto y medio, ambos volvieron en si.
Spyro solto un fuerte suspiro como si se hubiese estado asfixiando durante aquel extraño proceso, al ver eso intuyo que le enseño la verdad sobre lo que paso con los dos y como lo que le hizo resulto ser tan largo y abrupto, ahora Spyro estaba sintiendo los efectos de aquel experimento magico que jamas hizo en su vida.
Levanto su mirada y miro fijamente al fantasma, le pregunto algo pero apenas pudo oírle, pero por el tono que le ponía sentía que le hizo una pregunta desesperante, lo que vio le afecto, Masker Mind le comento algo y volteo rapídamente su mirada dirigiendose hacía él con una expresión de puro odio, luego Spyro le miro a él también mientras oía a Masker Mind decir:
-Porque su hermana se lo impidio.
Con solo oír esa mención ya supo entender claramente porque estaba Masker Mind hacíendo todo esto, y ahora la verdad empezo a resultarle bastante obvia.
Spyro se acerco lentamente hacía él mostrando una expresíon benevolente, le dijo:
-¿Es cierto eso?
-Spyro... tu no lo entiendes.
-Me ha mostrado una vision de tu pasado, prometiste por tu hermana que le ayudarías, ¿que fue lo que paso que no cumpliste esa promesa?
-Cometí un error ayudandole -confeso murmuradamente.
-Tu error fue haber metido a tu hermana en esto.
-¿De que hablas?
-No le hagas caso -exigio Calamidad, para él toda esta situacíon se estaba desmadrando ya que Spyro se estaba confiando demasíado con Masker.
Masker le ignoro, le dijo al dragon:
-Le confeso a su hermana lo que encontro, marcho hacía la cueva pensando que su hermano hallo algo pero se lo estaba ocultando apropositamente, y lo que encontro fue la razón de porque volvío sin nada. A mi.
-¿Y quisiste matarla?
-Lo podría haber hecho sino fuera porque era su hermana y seguramente si la hería o le hacía algo peor, su hermano no me ayudaría -reafirmo amargado con tono de mosqueo como si hubiese querido intentarlo a pesar de todo.
-¿Y que le hiciste entonces?
-Nada, me quede hablando con ella, fue bastante amable conmigo.
-¿Seguro?
-¡No! -grito Calamidad harto de ver como seguian conversando pacificamente.
Se puso a arrastrarse intentando de llegar hasta ellos.
-Spyro, no le hagas caso, tu no lo entiendes, no fue eso lo que paso.
-Cierra la boca maldito vampiro traidor -le reprocho asqueado con él, se acerco y le dio una fuerte patada en la cara que lo noqueo.
-¡Ey! -rechistó Spyro indignado por lo que hizo.
-No confies en él joven dragon, se cree que es el protector de este mundo, pero se equivoca, como lo hace todo el mundo -berreó Masker señalandole acusadoramente con el dedo para que fuese precavido con Calamidad.
Spyro miro a Calamidad y empezo a sentir que quizas había una parte de Masker Mind en la que tenía razón, Calamidad se había toda la vida jurando ser el protector del mundo de los muertos, pero ahora parecía que estaba mas preocupado por querer proteger su legado como inmortal en el propio mundo en el que vivia que otra cosa. Pero viendo la gravedad de las acciones que había cometido Masker Mind a lo largo de todo este asunto, tenía clara una cosa con él, seguia sin ser de confianza.
-Por lo menos hay una cosa que tiene razón sobre ti, y es que eres un monstruo.
-Un monstruo es lo que me llamo la gente de mi pueblo.
-Por algo lo hicieron, ¿verdad?
Fruncío seriamente el ceño y el malvado fantasma se dio la vuelta como para reflexionar sobre lo que decía, solto un profundo suspiro y luego volteo la mirada de vuelta hacía él pero ahora mostrando una expresión mas serena, le dijo:
-Yo nunca quise ser lo que soy.
-¿Ah nó?
-No, mi vida fue distinta en otros tiempos -dijo dispuesto a relatar su historía.
Conto que él había nacido en un idilico pueblo mabu donde sus padres eran unos conocidos magos que hacían varios actos por todo Skylands, y cuando él empezo a darse cuenta de todas las cosas que lograban hacer sus padres, quiso hacer lo mismo. Pero sus trucos no le salíeron tan bien como se esperaban y cada vez que intentaba de demostrarse a si mismo de lo que era capaz, acababa siendo el hazmerreir del pueblo y la gente empezo a tratarle mas como payaso que como mago.
No le sento nada bien y empezo a ir practicando con nuevos trucos, pero ningúno lograba satisfacerle del todo, harto de ver que no conseguia lograr nada útil, decidio buscarse la solución de una manera poco efectiva.
Se marcho del pueblo dispuesto a encontrar algo que le permitiera ser el mejor mago del mundo, recorrío la mayor parte de todos los pueblos hacíendo actos de magia con tal de ganar dinero ya que se había ido sin nada y no tenía para comer o dormir, pero cada vez que hacía algúna función de sus trucos, estos acababan empeorando la situacíon ya que le seguian sin salir bien, fue tan patoso aquello que la gente volvió a reirse de él de nuevo, y encima era peor porque era gente distinta que no estaba acostumbrada a ver a un mago patoso como él pifiandole de aquella manera.
Enfadado y frustrado por ver que todo su viaje no había valido la pena, siguio adelante pero con menos exito que antes ya que en los ultimos pueblos en los que había estado, la gente se enfado con él por sus pesimas actuaciones y se encaramo con él lanzandole verduras y frutas o destruyendole sus ropajes de mago aproposito y dejandole con mucho menos que antes, estaba arruinado.
Pero entonces un dia hallo la solución en un lugar inimaginable.
Oyo escuchar decir que los tikis eran unos expertos en la magia oscura y que con sus poderes podían ser capaces de lograr cosas únicas, aquello le intereso tanto que intuyo que si iba a visitar a los tikis, estos le obsequiarian parte de su magia y cuando volviera a casa, lograría hacer mejores trucos y les demostraría a todo el mundo que si era digno de ser el mejor mago de toda Skylands.
Para ir a la isla de los tikis necesitaba dinero, y no lo tenía, así que para eso se puso a buscar un trabajo en el que le pagaran lo suficiente para el viaje. Obtuvo un trabajo como cocinero en un pequeño restaurante que se encontraba por una zona comarcal perteneciente a una familia topo que vivia y trabajaba ahí, pidio de trabajar de lo que fuera y ellos aceptaron encantados sin ningún problema.
Quedo trabajando ahí durante varias semanas limpiando platos y fregando el suelo, no tenía ningún problema con eso ya que hasta ahora le familia le había tratado bastante bien, le pagaron su sueldo y espero a tener lo suficiente como para volver.
Pero entonces un dia se presentaron un par de gemelos zorros que exigieron de que los topos les diesen de comer, la familia topo se nego ya que el dueño tenía establecido de no darle a nadie de comer a cualquiera que les tratase como criados, y ellos no querían ser tratados con poco respeto.
Uno de los zorros se enfado por eso y agarro al hombre levantandolo en el aire, le echo en la cara que no le gustaba que le reprochasen ya que eso le cabreaba, la familia se asusto con eso ya que no sabían si aquellos zorros les iban a hacer daño a todos o no, él intento de defenderlos echandoles en cara a los zorros con la escoba, les insistio de que se marchasen por las malas ya que no eran bien recibidos en el restaurante.
A los dos zorros no les gusto nada de eso y aquello solamente logro que se enfadasen aún mas con él, le cogíeron de la escoba y la utilizaron para pegarle por todo el cuerpo, casi estaban apunto de matarlo cuando entonces uno de los hijos apareció y cogío un cuchillo de la cocina, se lo clavo en la pantorilla de uno de los zorros. El zorro grito y rapídamente se saco el cuchillo de su pierna y lo uso para clavarselo en el abdomen del hijo topo, este empezo a desangrar y los zorros aprovecharon para largarse de ahí sin apenas llevarse nada de lo que hubiera en el restaurante.
La herida que tenía el hijo topo fue tan grave que los padres apenas pudíeron hacer algo para evitar su muerte, falleció en sus brazos ahí mismo.
A la mañana siguiente ambos decidieron enterrar el cuerpo del niño al otro lado del restaurante, tenían hecho un cementerio con los cuerpos de los padres del hombre que también habían solido trabajar en el restaurante años atras, hicieron una vigilia por él pensando que quizas ahora su alma estaría protegida por los ancestros y estos se asegurarían de que a nadie mas le sucediera nada malo como ocurrió ahora.
Después de eso se reunío con la familia diciendoles que iba a aprovechar el dinero que tenía para poder marcharse, ya no necesitaba mas de ellos, ningúno de ellos se que-jo porque se fuera ya que se sentían bastante mal por la muerte del niño, le dieron el resto del dinero que no le habían dado por el dia anterior y se marcho despidiendose de una forma poco halagadora.
Se marcho al puerto del pueblo donde ahí se encontro con un par de marineros mabus que habían venido de pescar al otro lado del mar, razono con ellos para pedirles de que le llevasen a la isla tiki que estaba buscando. Los dos marineros no se entusiasmaron con la nada ya que según ellos los tikis eran unas especies bastante misteriosas y raramente extrañas, como veía que no tenían ganas de llevarle hasta ahí hizo un trato con ellos para pagarles por el viaje y después por la vuelta. Ambos se miraron fijamente como indicandose que aquello si les convencía lo suficiente como para llevarle.
Marcho con ellos adentrandose en un enorme lago que lo separaba de tierra firme, quedo varado en medio de ningúna parte con aquellos dos de los que no estaba muy seguro de si confiar en ellos o no, no mostraron ningún acto sospechoso, pero se intuia que algo malo sucedería en cualquier momento.
Al cabo de una media hora mas tarde, los dos marineros se detuvieron, aquello lo inquieto ya que no entendía lo que pasaba, les pregunto lo que sucedía y estos le dijeron que no iban a seguir avanzando mas, tenían tanto miedo de llegar hasta la isla tiki que le pidieron que si quería ir hasta ahí tendría que hacer todo el trayecto nadando hasta la isla y luego volver de algúna manera. Eso no le gusto ya que asumío que le estaban abandonando para llevarse el dinero que les dio, no quiso aceptar eso y se puso a pelearse con ellos, la cosa se enrareció de una forma tan violenta que al final agarro los remos que ellos usaban para golpearles en la cabeza y tirarlos del bote, se marcho él solo hasta la isla dejandoles a ellos ahí nadando en la nada.
En menos de diez minutos encontro la isla, dejo el bote en un extremo atado en un arbol y se adentro en una extraña selva donde no sabría con que se encontraría.
Fue recorriendo un enorme maizal que ocupaba la mayor parte de la selva, era tan enorme que apenas podía ver que era lo que tenía delante, se sentía como si hubiese acabado mas bien en territorio de chompies ya que ellos siempre vivian en bosques repletos de mucha vegetación, usaban la naturaleza para ocultarse y atacar a sus victimas cuando menos se lo esperaban. Siguio avanzando sin poco exito, empezo a preocuparse de donde se encontraba ya que temía de que no hubiese acabado en la isla de los tikis sino mas bien en un lugar mucho peor, se rindio y decidio dar la vuelta para regresar por donde estaba el bote, pero se perdío entre el maizal, no recordo el camino que hizo desde que llego hasta ahora.
Se atemorizo tanto que al final acabo cayendo sobre la tierra.
Se maldijo a si mismo por haber acabado de esta manera y por haber herido a los hombres a los que golpeo antes, ni siquiera sabía si estaban muertos o no, pero había una cosa en la que si tenía bien claro de cual era su verdadero problema.
Su padre.
Le había jurado a su padre que sería mejor que él, que haría mejores trucos y sería recordado para la eternidad como el mejor mago del mundo, y él se lo acepto, acepto cumplier esa promesa a pesar de que sabía muy bien que no lograría nada de eso, tendría que haberselo dicho años atras ya que así entonces no habría caído tan bajo como para acabar llegando a esta situacíon tan frustrante y decepcionante.
Ahí entonces se prometió algo.
Se prometió de que regresaría de vuelta a su casa con algún nuevo tipo de poder que le convertiria en el mago mas poderoso de todo Skylands, uno tan superior que hasta los maestros del portal temblarían de asombro al verle. Ya no sería nunca uno cualquiera, sería alguien a quien le enseñaría al mundo lo que le sucedería si intentaban de menospreciarle por sus actos o por ser quien era.
De eso se había terminado.
Se enderezo poniendose de pie y asomo la mirada observando perplejo algo que antes no se había fijado, aparte la maleza que tenía delante, y se cercioro de que estaba en lo alto de una colina que abajo de daba a un pueblo tiki, lo había hallado. Se quedo tan sorprendido al ver que lo había tenido delante todo este tiempo que decidio ir a hablar con ellos para que le ayudaran a encontrar lo que buscaba, pero en ese momento se acordo de lo que le habían dicho aquellos hombres, no se sabía muy bien si los tikis eran unos seres benevolentes o amistosos y quizas no les gustaba que alguien se metiera en su territorio pensando que les iban a quitar sus tesoros.
Por lo que veía no parecía indicar eso.
Se veía como un lugar tranquilo donde todos parecían estar colaborando mutuamente en las laborales del pueblo sin que nadie se estuviera peleando por lo que fuera, tenían sus plantaciones de comida, y se juntaban con sus respectivas familias en sus casas, vivian en tipis que se encontraban expandidos por toda una zona arenosa de aspecto hexagonal con muy pocos arboles a los alrededores.
Con eso indicaba lo contrario, pero no quería arriesgarse a acabar cometiendo el error de presentarse ahí pensando que le recibiran amistosamente cuando seguramente aquellos seres jamas vieron a un sér como él y lo tomaran como amenaza, si quería hacer esto, tenía que hacerlo por su propia cuenta.
Dio toda la vuelta al campamento tiki y se metío lo mas cerca posible del pueblo pero sin que lo vieran, no tenía ni idea de que era lo que buscaba, pero veía que había algúnos tikis llevaban consigo unos extraños bastones que tenían atados unos orbes luminiscentes de color verde esmeralda, esos orbes tenían algo magico, lo reconocía perfectamente, pero esa magia tenía que provenir de algún lado, necesitaba saber de donde.
Se fijo en un pequeño tiki que estaba conversando con otro, le enseñaba su baston del cual parecía que su orbe no se iluminaba como los otros, este le hizo un gesto con la cabeza y ambos se marcharon en diferentes direcciones mutuamente. Con solo verle ya se intuyo que iba a algún lugar a llenar su orbe de magia, decidio seguirle minuciosamente con tal de averiguar como controlaban esos bastones.
Siguio cada paso que hacía ese pequeño tiki hasta que acabo llevandolo a una pequeña zona remota que se encontraba bastante separada del resto del campamento, ya no veía ni un solo tiki, lo que eso indicaba que si quería algo de ese sér, ya no había ningún testigo que pudiera detenerle de lo que fuera a hacerle.
Lo vio dirigiendose hacía una caverna ocultaba bajo un manto de ramas amontonadas sobre un muro de piedra, paso al otro lado de la caverna mientras asomaba el baston hacía arriba, luego desaparecío en la oscuridad del fondo, al ver esa caverna intuyo que ahí debía de encontrarse la magia con la que se utilizaba para recargar los orbes, echo un ultimo vistazo para ver que nadie mas le viera, no había nadie, era su oportunidad, echo a correr precavidamente y se metío de lleno en la caverna.
El interior de la caverna era un estrecho tunel con el tejado abonvado, casi llegaba a tocar la cabeza contra el techo, era evidente que aquel lugar solamente se construyo para que pasasen los tikis debido a que como tenían una estatura media, ningún otro sér que no fuesen ellos pasaría por aqui dentro. Se puso a seguir aquel pequeño tiki pero ya no lo veía por ningúna parte, se había esfumado por completo en la oscuridad del tunel, era tan oscuro que no podía ver nada, ni siquiera veía por donde pisaba.
De pronto vislumbro algo en el fondo, un pequeño destello brillante de color verde esmeralda que se reflejaba como si estuviera creciendo exponencialmente, se aclaro la vista intentando de ver con mayor determinación que era lo que veía, avanzo corriendo lo mas lentamente posible para que nadie escuchara sus pisadas, era imposible determinar si se trataba del pequeño tiki o de algún artilugio magico.
Llego mas al fondo y ahí entonces lo vio con mayor claridad.
Tenía delante al pequeño tiki levantando el baston en el aire, cargaba su orbe con la ayuda de un artilugio que tenía el aspecto de una estatua con una mascara tiki, extraía una extraña sustancia gaseosa de color verde esmeralda que salía de su boca y se metía de lleno en el orbe del baston del tiki.
Con solo ver eso ya tenía bien claro que eso era lo que andaba buscando, ahí tenía la magia que requería para volverse el mago que ansiaba sér, no tenía ni idea de como funcíonaba exactamente esa estatua. Pero viendo la facilidad con la que aquel tiki cargaba su bastón, asumía que no debía de ser una magia dificil, debía conseguirla como fuera aunque eso le costara coger aquel tiki.
En cuanto el tiki termino de cargar su baston, él le cogío de los brazos retorciendose-los hacía atras para evitar que le atacara, le agarro fuertemente y no le dejo ir.
Le pregunto sobre lo que era aquella estatua y como se obtenía su magia, el tiki no respondío, se puso a forcejear bruscamente ya que su sola presencia lo estaba poniendo terriblemente agresivo. No tenía ganas de seguir tratando con él así que decidio pegarle en la cabeza para que se calmara, lo hizo con una roca que extrajo de la pared y le golpeo tan fuertemente en la cabeza que lo dejo inconsciente.
No sabía si lo mato o no, pero le dio igual, quería la magia de la estatua y la iba conseguir por las malas a pesar de que no supiera como iba a hacerlo.
Se puso delante de la estatua esperando saber si reaccionaria a su presencia, la examino de un lado a otro para intentar ver si podía extraerle su magia del interior o no, no tenía nada, era una simple estatua colocada ahí como si se tratara de un idolo especial.
Al ver que no había manera de abrirla decidio intentar hacer lo uníco que mejor sabía hacer, meterla la mano dentro del agujero esperando a que le sucediera algo de puro milagro, extendío el brazo y paso la mano en el interior del agujero que tenía aspecto de boca, la introdujo todo lo que pudo hasta que empezo a sentir como estaba tocando la pared del otro lado, no había nada, estaba todo hueco.
Se extraño tanto al ver que no pasaba que intuyo que quizas se equivoco y en realidad había visto un montón de cosas extrañas que le hacían creer lo que vieron. Se dio por vencido de nuevo a pesar de que estaba decidido a obtener la magia que utilizaban los tikis para darles poder a sus bastones.
Justo en ese momento la boca se cerro aplastandole fuertemente la mano, sintio un dolor tan terrible que se sentía como si estuviera apunto de perderla, se puso a forcejear con intencion de sacarsela de encima pero no podía, estaba atrapado. De pronto los ojos de la estatua se encendieron con un brillante color verde esmeralda, detras suyo salía un resplandor del mismo color, cambío el tono de la caverna.
Miro fijamente a la estatua y este empezo a decirle:
Has querido robar el poder sagrado de los tikis, tus actos seran castigados de la misma manera que aquellos han intentado de robar anteriormente este poder, y del que tampoco han logrado tener exito.
Dicho eso empezo a asustarle ya que no sabía si iba a castigarle mordiendole el brazo que había dentro de su boca o de si utilizaria su magia para matarlo exponencialmente, no sabía muy bien cual sería su castigo pero sabía perfectamente que no iba a salir vivo de esta. Pero en ese momento se le ocurrío una idea, aquella estatua lo mantenía apresado porque pensaba que quería robar su poder, no sabía sobre los otros actos que cometío antes de venir, ni siquiera por lo del tiki al que golpeo recientemente, eso significaba que podría tratar de convencerlo de lo contrario.
Le rogo que le soltara ya que quería utilizar ese poder para su bien común, para ser mago y hacer feliz a la gente, y eso era algo demasíado positivo como para que no pudiera rechazar, eso si era capaz de darse cuenta de su mentira.
La estatua se callo por unos segundos, pero luego dijo:
Si ese es el caso, entonces este poder te beneficiara en el lado correcto, pero nunca debe de ser utilizado para fines diabolicos ya que eso podría perjudicar a los tikis y la vida de las demas personas que uno conoce.
Sus ojos se apagaron y entonces la magia verde esmeralda salío de la estatua, paso por la mano que tenía atorada en su boca y fue recorriendosela hasta que acabo metiendose en cada uno de los orificios de su boca, la absorbío y luego la estatua se rompío permitiendo que pudiera sacar su mano de ella.
Se tiro al suelo y empezo a sufrir los terribles efectos secundarios que le hacían cambiar el cuerpo, podía sentir como algo en el interior de su cuerpo se estaba moviendo y le hacía picar alrededor de toda su piel, su cabeza le dolía como si alguien se la estuviera perforando con un taladro y lo peor de todo es que encima empezo a desprender unos extraños rayos verdes que le salían de sus ojos.
Le asusto tanto que cayo inconsciente.
Horas mas tarde desperto, pero cuando lo hizo, se sintio como nuevo, pero nuevo de una manera que él nunca antes había imaginado, aquella sustancia verde magica estaba recorriendole el interior de su piel como si fuese translucida, y lo mas raro de todo, podía ver a traves de sus ojos una energia invisible oculta sobre las paredes, ahora veía cosas que ningún otro sér había visto hasta ahora.
Salío de la cueva sin preocuparse siquiera por el pequeño tiki que todavía estaba inconsciente, ni siquiera para ver si estaba muerto, le daba igual su estado, regreso al campamento con la menor preocupacíon posible donde ahí se presento delante de todos los tikis, llevaban rato esperandole salir de la cueva.
Sonrio orgullosamente y utilizo sus nuevos poderes para poder atacarles, les lanzo unos rayos verdes que salían de sus ojos, estos acabaron impactando contra sus cabezas provocando que quedaran confusos y sintiendo un terrible dolor del que no podían quitarselo de encima, acabaron tirados en el suelo completamente vulnerables.
Dejo a los tikis sufriendo y se marcho regresando adonde dejo el bote.
..
Una vez que abandono la isla, volvío a hacer el mismo recorrido que hizo antes para regresar a casa, estaba decidido a contarles a sus padres los poderes que obtuvo y como pretendía usarlos para demostrar que ahora podía ser un buen mago. Al cabo de unos dias regreso a su pueblo natal donde se mostro triunfante como si tuviera un dia feliz, encontro su casa y entro en ella intuyendo que encontraría a sus padres en el salón de la casa bien tranquilos como solían hacer todas las tardes que no trabajaban.
Pero se acabo encontrando con otra cosa.
Subío las escaleras llegando al primer piso, se puso delante de la habitacíon de sus padres y ahí vio algo que le dejo terriblemente sorprendido. En la cama estaba tendido su padre arropado por varias mantas y con una toalla fria puesta sobre su frente, tenía la piel palida y encima no paraba de sudar constantemente, como si estuviera sofocandose a causa de un ataque de calor extremo, pero en la casa apenas hacía calor, no entendía que era lo que le sucedía.
Abrío la puerta y avanzo sorprendiendo a su madre, ella se sorprendío de verle y le abrazo fuertemente, él recibio caríñosamente el abrazo pero estaba tan preocupado por su padre que solamente le importaba saber que era lo que le ocurría. Le pregunto sobre lo que le ocurría, ella le respondía que había cogido una enfermedad nueva que se había propagado alrededor del pueblo, la llamaban El Efecto Sol, se trataba de algo parecido a una gripe común solo que en vez de resfriarse empezaba a sofocarse como si estuviera sufriendo un ataque de calor de 40 grados de temperatura solo desde el interior de su cuerpo, y como su padre estaba sufriendo eso, era obviamente probable que en cualquier momento acabaría muriendose a causa de estar tanto tiempo sofocandose.
Aquello le atemorizo tanto ya que había hecho un largo recorrido para poder volver con él y confesarle lo que descubrío, le resultaba tan injusto eso que no sabía que hacer, se lo penso detenidamente y entonces le pidio a su madre que le dejara solo, se lo concedio pero con la condicion de que no intentara tocarle ya que poco se sabía sobre esa enfermedad y muchos no sabían si se producía a causa de la naturaleza del ambiente o por contacto, así que no podía despedirse de él como deseaba hacerlo.
Lo dejo solo pero con la puerta medio abierta.
Se sento en su rezago y espero a que él abriera los ojos para que estuviera lo suficientemente consciente para percatarse de que su hijo estaba ahí, espero un buen rato hasta que al cabo de unos segundos el hombre empezo a abrir los ojos lentamente, observo fijamente que su hijo estaba ahí con él. Le saludo poniendo una voz sofocante que hacía ver claramente lo mal que se encontraba, no pudo evitar sentir lastima por él, y lo peor de todo es que encima no podía ayudarle.
Le confeso el viaje que había hecho desde que se marcho, pero le altero varias cosas de su historia ya que la mayor parte de todo el viaje fue una sucesión de humillaciones que lo dejaron en mal lugar, y él no quería que su padre supiera eso, quería que le viera como el triunfador que era ahora. Le relato que estuvo trabajando durante varias semanas como camarero en un adinerado restaurante del oeste, después de eso se marcho y dio con una isla tiki donde le concedíeron un poder absoluto que ahora le permitia hacer todo tipo de cosas que antes no había logrado hacer.
Su padre se entusiasmo tanto por eso que quiso reirse del entusiasmo pero no pudo porque en cuanto solto la mas minima risotada, se puso a toser y a seguir sudando como hasta ahora, cada vez estaba peor. Le explíco que ahora con sus poderes magicos pretendía convertirse en un mago igual que él solo que esta vez sería mejor ya que haría trucos que ningún otro mago había logrado hacer jamas, quería continuar el legado de su familia mejorandolo aún mas.
Asintio aliviado de eso pero su expresíon mostraba otra cosa.
Le pregunto que era lo que pasaba ya que empezaba a sospechar que había algo que no le estaba contando, su padre se tomo su momento para pensar bien lo que le iba a explicar, tardo como un minuto y entonces le confeso, que en realidad nunca quiso ser mago, quería ser piloto de naves y poder navegar por los cielos, pero como le daban miedo las alturas y nunca pudo superar ese miedo, se decidio por obtener el trabajo mas útil que había visto en su momento que era ser mago ya que le parecía algo muy facil, solamente tenías que crear un truco de magia que le gustara a la gente y después de eso tenía toda la fama asegurada.
Oír eso lo decepciono tanto que no pudo evitar levantarse de la cama mientras su cabeza se quedaba dada vuelta, por primera vez en su vida se había sentido engañado de la peor manera posible, y peor aún, de su padre, el mismo padre que le enseño todos sus trucos para que al final ahora descubriera, que nunca quiso ser mago, era un farsante, fue un farsante durante toda su vida y lo seguia siendo ahora, por eso mismo se lo estaba confesando ahora, como se moría, quería aprovechar para lanzarle en la cara todas las cosas que nunca le confeso por motivos egoistas.
Se sintio tan decepcionado con su padre que lo uníco que sintio fue una terrible rabia que no sabía como sacarsela de encima, quería castigarle por lo que hizo ya que por culpa de sus mentiras, todo aquel proposito que se había creado para ganarse su afecto, no servía para nada, nada de lo que hizo sirvio para nada, no sirvio para nada que se hubiese puesto a trabajar en aquel restaurante del cual uno de los hijos de los dueños acabo muerto por su culpa, que hubiese matado a dos marineros que intentaron ayudarle, y de encima haber robado aquella magia que le pertenecía a los tikis, todo este viaje no le convirtio en un triunfador, le convirtio en un criminal.
Y su padre con sus mentiras lo era también.
Volteo su mirada dirigiendola hacía él y utilizo sus poderes para lanzarle un rayo que se poso encima de su cara, entre los ojos y la frente. Su padre quedo petrificado sin poder moverse hasta que de pronto de algúna manera empezo a hacer que se moviera sin estar consciente, no entendía lo que le sucedía ya que antes cuando se lo había hecho a los tikis todos acabaron con un asfixiante dolor de cabeza, pero ahora su padre le sucedía de forma distinta, en vez de sentir dolor, estaba siendo controlado por él.
Al descubrir ese nuevo poder, le dio una idea.
Levanto a su padre de la cama y lo hizo mover hacía el otro lado de la habitacíon, abrío la ventana y luego provoco que se tirara al vacio, se escucho como cayo al suelo, luego se oyeron gritos de varias personas que debían de estar cerca de la casa. Se acerco interesado y asomo lentamente la cabeza para observar como su padre se encontraba tirado en la tierra con las extremidades extendidas para ambos lados, había un charco de sangre que venía de una enorme herida que se encontraba en su cabeza, se notaba a plena vista, la gente empezo a acercarse apuradamente mientras otras se quedaban ahí contemplando el cuerpo de su padre muerto.
Muerto por su culpa.
Echo la cabeza de vuelta hacía dentro mientras se quedaba pensando en lo que hizo, asesino a su padre con sus poderes, con unos poderes que desconocía que tenía desde que abandono la isla tiki, aquello le hizo darse cuenta de que a pesar de que no era mago ni nada parecido, había obtenido un don valioso que no podía desperdiciar, tenía que aprovechar este poder para hacer aquello que nunca logro hacer, vengarse de aquellos que le juzgaron por pensar que era un mago patetico y que no servía para nada.
Eso mismo iba a hacer, iba a utilizar sus poderes para divertirse con el sufrimiento de la gente y hacerles saber todo el dolor que sentía por los años que perdío por culpa del mentiroso de su padre. Abandono la habitacíon sin siquiera avisar a su madre, ya no quería saber nada mas de ella, le daba igual, le daba igual, lo uníco que le importaba ahora, era su nuevo objetivo en la vida, pero para ese motivo iba a necesitar escapar de aquellos que seguramente le perseguirian por los crimenes que cometío.
Ya no quería ser el mismo de antes, desde ahora iba a ser.
Masker Mind.
