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LA AMENAZA MILITAR
Las tropas cruzaron el campo llano y eso hizo que todo el cuerpo tuviese que ir andando por una zona elevada que dificultaba bastante la caminata de los cadetes, la mayor parte de los equipos se estaban cansando debido a que el sol se estaba lanzando unos rayos de sol enorme que provocaba que varios soldados se estuviesen decayendo a causa del calor, era la primera vez que padecían un calor sofocante como este.
Era tal la agonía que todos padecían que algúnos jovenes cadetes se estaban quejando acerca de darles agua a sus respectivos generales, pero todos ellos se los negaban ya que no podían permitirse gastar agua tan pronto, eso ademas de que estaban en una operación y debían tener un cierto respeto por sus responsabilidades como soldados. Ningúno hacía caso omiso y empezaron a ponerse a robar cantimploras por ambos lados, aquello provoco una enorme trifulca por la que varios cadetes se pusíeron a perseguir unos contra otros con tal de conseguir un poco de agua, algúnos conseguian beber un trago, otros se la tiraban en la cabeza, y otros acababan tirandola al suelo desperdiciandola de una forma bastante ridicula y humillante.
Era imposible controlarles cuando estaban en una situación tan desequilibrada.
Lomis asomo la cabeza desde el tanque en el que se encontraba sentado observando como toda su operación se estaba arruinando con esta situación, comprendía los motivos por los cuales los cadetes actuaban así, lo entendía mejor que nadie ya que había pasado por una situación parecida, pero confiaba en que todos actuasen como soldados y siguiesen siendo lo suficientemente responsables para aguantar un poco mas.
Thorne también estaba sufriendo parte de la olas de calor, le sudaba la cabeza y no tenía nada con lo que limpiarse la cara excepto pasarse las mangas de su uniforme por toda la frente que es donde tenía mas. Le sudaba todo el cuerpo, sobretodo mas el cuello ya que ahí escondia el medallon de la abuela, el metal del que estaba hecho le daba mas calor que la propia humedad del aire y eso le dificultaba mas las cosas, pero tenía que aguantarse ya que como dejase el medallon al aire libre, se lo quitarían de inmediato y ahí lo lamentaría peor que nunca haber roto la promesa de la abuela Thelia.
Miro a ambos lados y veía como los cadetes que estaban a su alrededor lo pasaban peor que él, algúnos los veía desvalidos, otros con malos humos, como si estuviesen cabreados de estar ahí y con mas ganas de estar en otro sitio, seguramente con menos calor, y otros parecían no tenerle ningún problema al calor que padecían, no veía ningúna expresión en sus caras que indicase que se lo aguantasen o que se estuviesen hartando de esta caminata infernal, parecían estar acostumbrados a esto.
Ante esa observación, se percato de que no tenía ni la mas remota idea de adonde les estaban condujendo los generales, estaban atrapados en este camino desertico del que no parecía terminar nunca y en ningún momento nadie dijo de hacía donde iban. Sentía la necesidad de hablar con alguien para saber su opinion al respecto.
Fue pasando por delante de todos los cadetes de forma sigilosa para que ningúno de los superiores le viera, no estaba permitido que ningún cadete se saliera de su posicion para así no evitar lios con las filas, pero él necesitaba esto ahora mismo, fue yendo de un lado para otro hasta encontrarse con Marvus al otro lado del grupo.
-¡Marvus! -le llamó.
Se percato de él y le dijo:
-Thorne -le contesto con el mismo tono.
Doblo en la esquina y se junto con él de forma precavida.
-¿Como estas? -le pregunto suspirando de agotamiento, con solamente haber llegado a alcanzarle, ya le estaba dando otra fatiga por culpa del calor.
-Con respecto a este calor, fatal -opinó escepticamente.
-Lo se, ni siquiera en Trollia tuvimos un calor como este -espeto soltando varios resoplidos que le hacían parecer que se estuviera asfixiando por dentro.
Marvus le miro de reojo, notaba que algo le perturbaba.
-¿Tu no has venido hasta mi solamente para decirme eso verdad?
-Y no, tengo miedo de hacía donde vamos, nadie nos ha dicho nada y encima todos los cadetes de por aqui se estan peleando por agua, siento que esto va a acabar mal -le comentó hacíendole ver que se estaba poniendo de los nervios con este asunto.
-No te preocupes, tu solo manten la calma y ya veras que acabaremos llegando a un buen lugar -le consoló apoyando confiadamente su mano en el hombro.
-Si con buen lugar te refieres a otro pueblo en el que vamos a seguir apresando a mas mabus para poder llevarnoslos a Trollia para que trabajen como esclavos, entonces me temo que nos hemos equivocado de lugar -largo un fuerte suspiro de desahogo, cada vez que se acordaba del trabajo que hizo en el anterior pueblo, le daban arcadas del asco que sentía haber cumplido con su responsabilidad de esa manera.
-Quizas no nos encontremos con otro pueblo, según tengo entendido toda esta zona es un area desertica desplobada, como mucho lo uníco que encontraremos sera algún animal salvaje viviendo placidamente por aqui.
-¿Estas seguro de eso?
-Acaso no lo he estado ya desde hace rato -exclamó ingenuamente.
-Si -afirmo estando de acuerdo con él, le resultaba tan cierto que le daba risa oírlo.
Miro de reojo a Marvus, podía observar como parecía sentirse seguro de si mismo, no dudaba, no se ponía nervioso, y ni siquiera le veía agotandose tan facilmente como a los demas cadetes, era como la clase de heroe que siempre quiso encontrar para hacer algúna historia con sus creaciones.
-Eso es -penso Thorne ocurriendosele una genial idea-. Usare a Marvus como el heroe principal para una historia protagonizada por mis monstruos. Lo pondre como alguien decidido y que sabe que es lo correcto, eso estara bien.
Siguio avanzando tranquilamente cuando de pronto observo como de pronto uno de los cadetes que estaban mas adelante se desplomo, cayo de cabeza contra el suelo provocando un susto entre los demas cadetes que estaban a su alrededor.
Thorne y Marvus se miraron intrigados al ver eso, marcharon corriendo lo mas apu-radamente posible y se juntaron delante de todos los cadetes que estaban formando un circulo alrededor del cadete desplomado. Asomaron la cabeza para ver que aquel cadete era uno de los mas jovenes, tenía toda la cara llena de sudor y le iba goteando por todo un costado de su rostro y mostraba una expresión arcaica como si algo le doliera.
-Amigo, ¿te encuentras bien? -le pregunto un troll de aspecto desaliñado que le iba tocando en el hombro para ver si reaccionaba.
El joven gimio sin apenas mover la boca.
Todos los cadetes se empezaron a dar serias miradas de dudosidad, tener a ese joven ahí muriendose de forma moribunda les hacía dar precipitadas ideas sobre que en cualquier momento podría ocurrirles lo mismo.
-¡Dejad pasar! -se escucho un grito que venía del frente.
Era Lomis que iba pasando apuradamente por delante de los cadetes mientras era acompañado por varios generales que intentaban de seguirle la marcha, los cadetes que estaban alrededor del joven se alejaron permitiedole pasar, se arrodillo observando atentamente el estado en que se encontraba aquel joven troll.
Esbozo una expresión de soslayo al ver que no se encontraba bien.
-¿Que le ha pasado? -pregunto dirigiendose a todos los cadetes de alrededor.
-Estaba caminando con nosotros cuando de pronto se desplomo -dijo un cadete que parecía pertenecer a un grupo formado por el joven troll y otros cinco mas.
-Nos ha dado un susto de muerte -añadio esporadicamente otro troll mas joven.
Carraspeo intrigado.
Le paso la mano por la cara quitandole todo el sudor de encima, tenía tanto sudor que podía tirarlo dentro de un vaso y beberselo como si fuera agua, al concluir eso entendió lo que le pasaba, se estaba deshidratando de calor.
-¡Rapido!, ¡que alguien me traiga agua! -grito insistentemente.
Rapídamente se metió uno de los generales llevando consigo una cantimplora, la abrió y se la dio de beber al joven, se la dio para que se la tomara pero este como apenas se movía solamente podían echarsela sobre su cara, aquello parecía calmarlo pero la forma en como movía su cara hacía ver que seguia estando desorientado.
-Ayudadme a enderezarlo -exigio teniendo una idea mejor para ayudarle.
Cuatro cadetes se juntaron y ayudaron a Lomis a enderezar al cadete, lo sentaron y ahí pudieron darle el agua para que se lo bebiera de forma mas facil, se la bebió y echo un fuerte suspiro, se notaba que se había estado ahogando por no tomar nada.
-¿Te encuentras bien muchacho? -le pregunto apoyando su mano en su hombro.
-Si -contesto timidamente.
Se consolo aliviado de ver que no le paso nada, pero le preocupaba su estado.
-Que alguien le ponga a la sombra, necesita descansar.
El mismo general que le entrego la cantimplora le ayudo a levantarse, lo puso de pie muy lentamente y se lo fue llevando lejos a la vista de todos. Todos los cadetes se quedaron mirando indiferentes ante lo que le sucedía.
El general Tumbor se acerco hacía Lomis con paso desprevenido.
-¿Que ha pasado con ese chico de ahí? -pregunto amargamente.
-Le ha dado un ataque de calor, se estaba ahogando -le aclaro seriamente.
Esbozo un gemido de disgusto.
-Como si ya no tuvieramos suficiente ahora esto, a este paso no conseguiremos gobernar ningún modo -opino con un cierto tono optimista algo descarado.
-¿Insinua algo general Tumbor? -le miro inquisitivamente, tenía el presentimiento de que le rondaba una queja de las suyas por la cabeza.
-Lo que digo es que estos chicos deberían de aguantar un poco mas, a Kaos no le gusta que perdamos el tiempo preocupandonos por quien se ahoga.
-¿Esta diciendo lo que creo que esta diciendo? -fijo una mirada seria en él, tenía razón en lo que pensaba, ya se estaba quejando ahora de este asunto.
Tumbo movió sus ojos de un lado para otro fijandose en que todos los cadetes le miraban atentamente, no sabía si algúno estaba escuchando lo que decía pero no le gustaba que hubiese demasíado ojos puestos sobre él.
-Venga conmigo -le pidio queriendo que le sigara.
Acepto sin rechistar y le siguio llevandole lejos de todo el grupo.
Todos los cadetes se pusieron a darse opiniones entre si ante lo que estaba pasando, se quedaron tan aterrados ante el miedo de morirse ahogados por un ataque de calor, que no paraban de ir murmurandose entre si por no saber que iba a ocurrir ahora.
-Marvus, ¿tu crees que nos pasara lo mismo que le paso a ese cadete? -le pregunto Thorne a su amigo, como él era mas listo, esperaba una respuesta razonable suya.
-No lo creo, aquel chico era mucho mas joven y seguramente menos experimentado, como mucho nosotros nos quedaremos sin fuerzas y con pocas ganas de seguir adelante, a menos que el sol se vaya pronto -opino concluyentemente, luego asomo la cabeza observando fijamente el sol que tenían arriba, era fuerte, mucho mas fuerte que en los ultimos dias que estuvieron viajando, y eso era algo preocupante ya que si seguia aumentando la cantidad de rayos de sol que desprendían, acabarían viviendo en un autentico infierno del que no serían capaces de aguantar.
Tumbor alejo a Lomis lo suficiente como para que ningúno de los cadetes o los demas generales les oyeran, se pusieron delante del tanque encabezaba toda la marcha y ahí Tumbor aprovecho para decirle:
-No tengo mucha esperanza en estos muchachos, creo que vamos a tener que prescindir de algúnos de ellos para seguir como hasta ahora -le dijo precavidamente.
-¿Prescindir de ellos? ¿Como? ¿Devolviendoles a casa? -le criticó Lomis exasperado al ver que siempre su mejor solución era deshacerse de todo por mero capricho.
-Yo no he dicho de devolverles a su hogar -rectificó honestamente.
Rezongo amargamente, ahora comprendió a que se refería.
-¿Quieres ejecutar a los mas debiles verdad? -le preguntó escepticamente.
-Los debiles y los mas problematicos, solo así no tendremos que preocuparnos por si algúno se pone enfermo por un ataque de calor o algo parecido.
-Y si luego uno esta herido, también le ejecutaremos ya que no vale la pena tratarlo para que así pueda seguir adelante. Como si fuesen todos cabezas de turco -asintio mosqueado, apoyo su mano contra el tanque al no saber que pensar de esa idea.
-Mira Lomis, yo estoy de acuerdo contigo en una cosa, la mayoría de esos trolls no van a poder soportar estas condiciones, y con la poca comida y el agua que tenemos, no sera suficiente para hidratarles, y encima a nosotros también, así que es quitarse de encima a unos pocos o dejar que se agoten las provisiones hasta encontrar algún terreno lo suficientemente poblado como para arrebatarles lo que tienen.
-¿Entonces que seremos? ¿Ladrones?
-Acaso no hemos sido algo mas que eso -exclamó frunciendo la mirada.
Lomis se quedo con tantas dudas que ya no sabía que opción tomar, quería ignorar las ideas de Tumbor porque él era un sociopata que le encantaba matar por compasión, pero ahora por lo menos le estaba dando una opinion bastante razonable a tomar en cuenta, y si no aceptaba eso, entonces se quedaría todo el dia buscando otra opción mucho mas complicada y dificil que ahora.
-¿Lo aceptas o no Lomis? -esperaba una respuesta que confirmase su alternativa.
Se puso a darle vueltas al asunto, entendía que si hacía eso estaría convirtiendose en aquello que odiaba ser, pero por otra aquel ejercito aún no estaba del todo preparado para enfrentarse a situaciones tan extremas de este tipo, apenas estaban comenzando, debía darles mas tiempo para que se adaptaran.
-Dejame a mi -dijo y se puso a subir el tanque.
Se coloco en lo mas alto permitiendo que todos los cadetes le vieran.
-¡Escuchadme bien todos! -grito insistentemente.
Aquel grito provoco que todos los cadetes tuviesen su mirada fija en él.
-Queridos cadetes, nos encontramos ahora mismo en una situación complicada, hemos tomado un camino que a mi pocas ganas tenía de tomar, y ahora encima tenemos este calor sofocante que esta provocando tantas revueltas, ¿lo entendeís?
Se pusieron a murmurar entre si al estar de acuerdo con esa mención.
-Así que por eso mismo he decidido tomar esta decision -se tomo un momento para pensarse bien lo que iba a decir, luego dijo-: Vamos a acampar en ese ancho desierto que se encuentra ahí abajo, nos quedaremos hasta noche, y mañana por la mañana cuando haya refrescado, continuaremos avanzando hasta encontrar un nuevo pueblo, ¿es-taís todos de acuerdo con esto o no?
Dieron una patada al suelo en señal de confirmación.
Con eso ya tuvo clara la respuesta de los cadetes.
-Eso es todo cadetes -finalizo conforme y luego se bajo del tanque.
Aterrizo de un salto en el suelo y se encontro con Tumbor mirandole con seriedad.
-No era eso lo que te pedi -le achacó descaradamente.
-Lo siento Tumbor, pero no hare algo que Kaos aceptaría.
-Sabes que por cosas como esas hacen que estes traicionando tu responsabilidad como general -le aviso con tono amenazante.
-Puede ser, pero mi responsabilidad ahora es la seguridad de mis cadetes, y eso mismo voy a hacer -decreto decidido a hacer lo correcto en vez de seguir su propio instinto como militar, algo que Tumbor parecía no comprender nunca.
..
Las tropas acamparon sobre el terreno llano que habían estado viendo a lo largo del viaje, se instalaron ahí poniendo todos los equipos como ya hicieron antes en los primeros dias. Era un buen lugar para acampar ya que no tenían todo el espacio suficiente como para dejar estacionados los vehículos sin tener ningún problema sobre como colocarlos organizadamente, ya que la ultima vez tuvieron desacuerdos con eso.
Al cabo de unas horas se hizo de noche pasando a ser el ambiente fresco, frio como si estuviesen en uno de esos dias de invierno en Trollia en el que todo el mundo se desesperaba por volver a casa para refugiarse ahí al lado de una chimenea. Los cadetes consiguieron calmarse y olvidarse del calvario caluroso por el que antes pasaron, era como si aquello les hubiese vuelto mucho mas entusiastas ya que no tenían que seguir preocupandose por eso, pero ahora tenían que soportar un frio invernal y la uníca manera de calentarse eran en grandes hogueras que se habían montado varios equipos de cadetes a lo largo de todo lo ancho del campamento.
Thorne no tenía ganas de estar sentado en una hoguera, quería ir a caminar y observar el ambiente en el que se encontraba, era la primera vez que se topaba con un campo tan abierto y tan lejos de toda naturaleza posible. No veía nada en absoluto, nada que indicase que hubiese algo vivo por ahí, eso en cierto modo le aliviaba ya que así no tendría que ver a los demas cadetes hacíendo daño a algún ser vivo inocente, pero también le aterraba no encontrarse nada ya que eso le hacía dar el presentimiento de que si algo malo sucedía, como un ataque por ejemplo, él se quedaría solo y nadie le ayudaría, ni a él y ni a nadie que lo necesitase todavía mas.
Dudaba de que eso pudiese pasar, pero después de la masacre que se libraron en aquel pueblo de mabus, sentía que tarde o temprano todos recibirian su castigo por ello.
Fue caminando sin siquiera saber por donde ir, no tenía ganas de dirigirse hacía algún sitio en especial, solamente quería ver a todos los cadetes pasandoselo en grande por el momento. Podía ver a varios grupos charlando, contandose historias alrededor de la hoguera con la cual se calentaban el cuerpo y mayoritariamente las manos, otros se hacían duelos entre si, y otros se estaban bebiendo un especie de chococate caliente que se iba sacando de algúna parte.
Veía que todos se lo bebían de un mismo tipo de vasos, eso solamente podía significar que alguien los estaba sirviendo, decidio averiguar donde era.
Siguio a todos los grupos de cadetes que iban pasando con los vasos, fue yendo todo recto hasta luego girar en linea recta y ahí vio a unos metros mas adelante que se encontraba un puesto con un cocinero sirviendo chocolate caliente a unos trolls que estaban formando una fila delante del puesto.
Marcho a degustarse un poco con eso.
Se coloco en el ultimo lugar de la fila y espero a que todos se fuesen uno por uno hasta llegar su turno, asumió que iba a estar ahí un buen rato esperando, pero no paso eso, fue avanzando rapídamente hasta acabar poniendose delante del cocinero, era un troll gordo con una horrible verruga sobre la cara, daba asco de verlo pero lo ignoro ya que viendo ese chocolate caliente hacía que se le olvidasen las cosas. Le entrego un vaso y luego le sirvio el chocolate en un cucharon que tiro con cuidado dentro del vaso, se lo agradeció y se marcho antes de que alguien le empujase tercamente, habían trolls que tenían la mala costumbre de estar empujando porque les llegara su turno, y eso que encima tampoco es que durase tanto y no faltaba motivo para ponerse así.
Volvió por donde vino pero mientras retomaba el recorrido de antes, aprovecho para darse el gusto de saborear el chocolate, lo saboreo dando un pequeño toque con los labios, lo sintio caliente pero al mismo tiempo sintio otra cosa distinta.
-Mmm -exclamó aliviado de ver que estaba bueno.
Había hecho bien en obtener un poco de eso, continuo su camino mientras lo bebía placidamente, aquello no era algo que estuviese hecho para beberse de un trago. Mientras iba paseando, podía ver como ahora parecía que los cadetes se estaban agotando, el frio aumento y eso hacía que todos no hiciesen otra cosa mas que sentarse alrededor de la hoguera, pasaron de estar quejandose del calor para estar ahora por el frio, era una cosa inconvencional, en cuanto sucedía un motivo por el que todos se pusiesen quejar, se quejaban, y si no, se quejaban de otra cosa muy distinta.
Iba tan distraido que casi se choco contra un troll.
-Lo siento -se disculpó, rapídamente se cercioro de quien era-. Oggus.
-¿Que tal Thorne? -le saludo amistosamente.
-Disculpame, casi te tiro él... -se cercioro de que también estaba bebiendo el mismo chocolate caliente que los demas trolls.
-Veo que tu también estas igual -exclamo con tono optimista.
-¿Que quieres decir? -se cuestiono extrañado esa mención suya.
-¿Sabes porque estan bebiendo ese chocolate?
-¿Porque tienen frio y este te calienta la garganta? -objetó ingenuamente.
-Si, pero también es porque esto te distrae de tus problemas.
-¿Mis problemas? -seguia sin comprender sobre lo que se refería.
Se puso al costado suyo hacíendo que mirase hacía el frente.
-¿Ves que todos los de aqui estan poniendo caras largas? -le señalo a cada uno de los trolls que se encontraban sentados alrededor de las hogueras. Todos mostraban unas caras de pena y tristeza que se notaban a simple vista-. Ponen esas caras porque estan empezando a sentirse mal por estar aqui en medio de ningúna parte.
-Pues yo creía que estarían un poco mas contentos por ver que iban a pelear por su reino, y por Kaos -objetó de nuevo, luego volvió a dar otro trago al chocolate.
-Solo los mas fuertes, pero aquellos que son mas debiles y con menos esperanzas de seguir adelante estan empezando a perder las ganas de continuar con esta batalla, ningúno quería acabar aqui, y ningúno quiere acabar como ese joven cadete de antes que casi se muere por una ola de calor.
-¿Te has enterado de eso nó?
-Me imaginaba que pasaría algo así.
-¿Acaso lo has visto antes?
-Bastantes veces, pero hubo una que fue mucho peor.
-¿Cual? -le miro intrigado.
Dio un sorbo a su chocolate y se dispuso a contarle.
-¿Te acuerdas de que te dije que me enviaron a sacar porubsco?
-Si, recuerdo perfectamente eso.
-Resulta que hay algo mas que no te dije.
Se quedo mas intrigado todavía, tanto que dejo de beberse el chocolate y enfoco toda su atención en lo que fuera a decirle Oggus.
-Después de que aquel calamar me hubiese herido la pierna, mi equipo decidio mandarme de vuelta a casa, pero desgraciadamente nuestra nave se averio y no teníamos forma de volver, avisamos por radio de pedir ayuda pero como la frecuencia era muy baja asumimos que tardaría en llegar hasta Trollia, así que no tuvimos mas opcion que quedarnos ahí esperando a que vinieran en cualquier momento.
-¿Cuanto duro?
-Toda la maldita noche. Esperamos durante horas pero no llego nadie, empezamos a creer que nos dejaran ahí varados para que murieramos, yo por lo menos iba a morir mucho mas rapído ya que no paraba de desangrarme. Mi equipo me ayudo a tratar mi herida, pero era mejor que me viera un medico profesional para así evitar que no se me infectara, por poco no lo logro.
-Pero llego la ayuda en algún momento, ¿nó?
-Si, pero en el peor momento posible.
Por su mirada pudo notar que algo mas sucedió en ese momento.
-Al cabo de unas horas mas tarde, uno de mis compañeros se dispuso a inspeccionar la zona con tal de averiguar donde era que nos encontrabamos, asumía que si recorria lo suficiente, quizas encontraría algún pueblo lo suficientemente habitado como para pedirles de que les ayudasen. Yo dudaba de esa propuesta ya que no creo que ningún o-tro ser ayudase a unos trolls moribundos, pero él quería hacerlo por mi, y lo hizo, se marcho bien lejos en busca de ayuda.
-¿Y la encontro?
-Todo lo contrario, se metió en terreno hostil, y atrajo a una horda de sabuesos carnosos que le siguieron de vuelta con nosotros -objetó, mostro una expresión de pavor que dejaba bien claro que lo que sucedió fue lamentable.
-¿Que son los sabuesos carnosos?
-Son como perros, enormes como tortugas, pero estos en vez de cabeza tienen una boca muy similar a la de los gusanos que se comen los animales muertos, a los costados tienen unos afilados dientes por el cual sale una baba pegajosa que si se te cae en la piel, es capaz de provocarte quemaduras de por vida. Son tan repugnantes y tan salvajes que es mejor prevenir y no provocales, pero por desgracia fueron provocados y eso produjo que llegasen hasta nosotros y nos atacasen.
-¿Pero pudisteis defenderos verdad?
-Lo hicimos, varios de mis compañeros se pusieron a atacarles con todo lo que tenían, pero eran tantos que era imposible matarlos facilmente, les atacaron tirandoles la baba asquerosa y eso hizo que se quedasen tirados en el suelo sufriendo un dolor en la piel inimaginable. Y lo peor de todo es que encima despues de sufrir los sintomas, se metieron con ellos agarrandoles de la cabeza y revoloteandolos como si fuesen muñecos de trapo, fue una vision horrorosa.
Trago saliva al sentir el miedo que él se imaginaba.
-Al ver que no había manera de vencerlos me metieron dentro del barco para protegerme mientras ellos se quedaban fuera para matar a tantos sabuesos como podían.
-¿Te dejaron solo en aquella nave?
-Era la uníca forma de que me salvara, me dejaron ahí mientras se quedaban peleandose con los sabuesos, hicieron todo lo que pudieron, hasta el final -cambio su expresion a una mirada triste en la que se podía ver como se le caía una lagrima de la cara.
Ahí entonces Thorne pudo entender lo que ocurrio de verdad.
-¿Todos fallecieron?
-Consiguieron matar a unos cuantos sabuesos, pero no pudieron matarlos a todos, los que quedaban, les tiraron las babas y luego les hicieron lo mismo que a los otros, acabaron troceados y dañados, sufrieron violentamente, y todo por mi.
-Quisieron protegerte, la culpa no es tuya.
-No, eso lo se, pero el problema no era ese.
-¿Y cual es entonces?
-No nos avisaron de que en esa zona se encontraban sabuesos carnosos, si nos hubiesen avisado, nos habrían entregado por lo menos mejores armas para defendernos, los sabuesos son rapidos y fuertes, pero muy vulnerables si se les ataca bien. Pero no lo hicieron, se cerraron la boca como si no les importase para nada lo que nos pasase, sola-mente les importaba el porubsco y lo que hicieramos con él.
-Increible -exclamo alucinado al no poder creerse su historia.
-A la mañana siguiente llegaron los refuerzos, me sacaron del barco y ahí vi como todo mi equipo murio defendiendome hasta el final, trataron mi herida, consiguieron salvarme la pierna, pero hubo una cosa que me cambio para siempre, mucho mas que esa noche tan tormentosa por la que tuvo que pasar.
-¿Que sucedió? -se quedo mas intrigado que antes, la historia le ponía de los nervios.
-Cuando me estaba recuperando en la cama de un hospital en Trollia, se me acerco un guardia, quería le contara toda la historia sobre lo que paso, le conto tal cual como sucedio y según recordaba, aquel hombre lo fue escribiendo todo en una hoja. Pero después de anotar todo lo que le dije, él luego me pregunto acerca de si habíamos conseguido sacar todo el porubsco de la zona, y yo le contesto que si, el hombre asintio y se marcho como si hubiese estado conforme con eso.
-¿Con lo del porubsco?
-Así es, solamente le importaba el porubsco que conseguimos extraer con suerte del lugar, como si esa fuese la uníca preocupación del asunto. Estaban tan encaprichados que en cuanto llevaron el barco junto con los cadaveres de mis amigos, lo uníco que hicieron como primera medida fue revisar el cargamento de porubsco, ni siquiera fueron de capaces de identificar los cuerpos para avisar a sus familias de lo que les sucedio, los dejaron metidos en la morgue a la espera de que viniesen sus familiares preguntando por ellos, cuando encima ni siquiera sabían que estaban muertos.
-¿Pero porque hicieron eso?
-Por ordenes de Kaos, para él todos nosotros somos daños colaterales, no le importamos si morimos o no, solamente le importa conseguir lo que siempre ha querido.
-Me has leído el pensamiento -exclamo ingenuamente.
-Como este plan, miralo bien -dirigio la mirada hacía todos los cadetes que se encontraban alrededor del campamento-. ¿De veras crees que este equipo de trolls sera capaz de sobrevivir varios meses atacando pueblos sin parar?
-Yo creo que lo haran, pero durara muy poco.
-No, durara ahora.
-¿Que quieres decir?
-Una cuarta parte de estos trolls son muy debiles y son incapaces de sostener un arma, no sobreviviran un mes hacíendo esto, a menos que se los quiten de encima.
-¿Quitarlos de encima? ¿Te refieres a que los mataran?
-Eso o quizas suceda algo que reduzca el numero de tropas.
-¿Pero porque? ¿Acaso no querían que todos los trolls fuesen capaces de demostrar su valia por Kaos y por Trollia?
-Si, pero este plan esta fallando bastante, ¿porque te crees que nos han dividido en dos equipos y los han mandado por dos diferentes sitios? Porque esos generales estan desesperados por querer que salgan como ellos quieren, de la misma forma que hicieron cuando me mandaron a mi y a mi equipo a recoger porubsco en esa zona -le comento mostrandose irrascible con él, era la primera vez que se quejaba de algo que tuviera que ver con todo lo relacionado con el mandato de Kaos.
-¿Incluyendo a Lomis? -inquirio escepticamente esa cuestión.
-Yo no me fio mucho de esos generales que nos mandan -lanzo una mirada fulminante hacía toda la gente de Trollia, se encontraba muy persuasivo con ese asunto.
-Pues yo si que confio en Lomis, él me entrego su vara como obsequio.
Se quedo pensando detenidamente.
-Puede que Lomis sea un poco diferente en ese aspecto, pero a quien peor es al general Tumbor, es un poco como tu amigo Fargus, disfruta matando por diversion.
-Pues ya podría irse con él si tanto le gusta -se rio incredulamente.
Le dirigio una mirada lasciva, eso hizo que Thorne tragara saliva por como le miraba, esta era la primera vez que le veía como si quisiera que se lo tomara en serio.
-Ten mucho cuidado Fargus, tarde o temprano siento que algo malo va a pasar, y creeme, yo tendre mucha razón cuando suceda -le advirtio seriamente para que entendiera que esto no era algo que lo dijese en broma.
No sabía si sentirse atemorizado o intimidado por sus sospechas, pero Oggus hasta ahora había demostrado ser mucho mas esceptico que Marvus, y después de todo lo que le conto acerco de lo que sucedio a su equipo, empezo a cuestionarse de verdad si todos aqui resultaban ser mucha mejor gente de lo que parecía.
Debía de tener cuidado por donde iba.
De pronto sintio una mano que le rozo el hombro, le dio tanto miedo sentir eso que rapídamente volteo la mirada hacía atras para ver de quien se trataba.
-Hola Thorne -era Fargus, por desgracia.
-Hola... Fargus -le devolvió el saludo de forma timida.
Luego echo la mirada al frente fijandose en Oggus.
-Y hola... tu -le dijo descaradamente.
-Hola Fargus, no te he visto por aqui.
-Esta buscando a mi querido amigo Thorne, ¿que estabas hacíendo con él?
Le echo una ultima mirada persuasiva hacía Thorne como hacíendole entender que tuviera bien en cuenta lo que le dijo antes, se dio la vuelta y dijo:
-Nos veremos mas tarde -se despidio de una forma fria y casi descarada.
Fargus vio como se iba sin darle ningúna respuesta, le resulto tan descortes eso que no pudo evitar encogerse de hombros al ver lo que hizo.
-Eso largate, sabelotodo -le reprocho descaradamente mientras hacía un gesto con la mano para indicar el fastidio que sentía hacia él.
-Fargus, él no hizo nada malo, solamente estaba hablando conmigo, nada mas.
Se giro dirigiendose hacía él de una forma casi burlona.
-¿Como qué? -se acomodo poniendose a su lado.
Se lo penso dudosamente, no estaba muy seguro de decirle a Fargus lo que Oggus, él era muy inflexible con ese tema y seguramente no le creería para nada.
-No se si quiero -echo la mirada para el otro lado.
-Venga vamos amigo mio, ¿que me estas ocultando?
-Nada -rechisto, quería ignorarle.
-Lo noto en tu cara, se que me estas mintiendo.
-Necesito estar solo Fargus, ahora no me interesa nada.
-Insisto, eres mi amigo, y te ayudare con lo que sea que te este ocurriendo.
-¿Si te lo contara? ¿Me creerías?
-Es mi deber como amigo, ¿no?
Sentía que se iba a arrepentir pero no le quedaba otra opción.
-Fargus, creo que no podemos confiar en esta gente.
-Ya lo se, porque crees que te dije eso sobre solamente confiar en nosotros mismos.
-No no no, no quiero decir eso -le interrumpio antes de que se creyera otra cosa.
-¿Ah no? ¿Y que es entonces?
Volvió a tener sus dudas pero las ignoro rapidamente.
-Los generales no son de confianza.
-¿Los generales? ¿Los que mandan sobre todos los equipos?
-Así es, hay algo malo con ellos y no me gusta.
-Oh por favor Thorne -se llevo las manos a la cara en señal de disgusto-. No me digas que Oggus te acaba de lavar la cabeza con esas tonterias.
-No es una tonteria, es de verdad, me ha contado como perdio a todo su equipo cuando fueron atacados por unos sabuesos carnosos tras haberse quedado atrapados en una isla cuando querían sacar porubsco -le tuvo que explicar la historia que le relato antes Oggus para que entendiera a que se refería.
-¿Y tu te la crees? -le reprocho.
-Pues si, me la creo porque es mi amigo y...
Sin previo aviso le acabo dando una fuerte bofetada en la cara. Thorne le miro sorprendido mientras se tocaba la mejilla donde le dio, le dolía bastante.
-Jamas vuelvas a decir esa palabra a menos que te refieras a mi -le dictamino señalandole severamente con el dedo.
-¿De que estas hablando?
-Oggus no es tu amigo, yo lo soy, ¿has entendido?
Cambio rapídamente de actitud al reconocer porque lo hizo.
-¿Me has pegado porque no soportas que hable con otra gente?
-Lo he hecho para volverte en si, te estan lavando el cerebro, esta gente es de la que no deberíamos confiar, porque todos muy pronto nos mataran.
-¿De que estas hablando? Son nuestros compañeros, deberíamos de poder confiar en ellos para que así nos ayuden en la batalla.
-No necesitamos ayuda, solamente podemos confiar en nosotros mismos.
-¿Y que pasara cuando seamos rodeados por el enemigo?
Se quedo pensando dubitativamente esa cuestión.
-No tienes ni idea, ¿verdad?
-Me lo estoy pensando.
-No Fargus, reconocelo, estas tan obsesionado por creerte que eres mejor que los demas que no te das cuenta de que no tienes ni idea de como sobrevivir.
-Si que la tengo -rechistó.
-¿Pues entonces explicame como vas a hacer para vivir esta horrible guerra sin sentido a menos que uno de los dos muera primero?
Quedo mas dubitativo que antes, aquello le hizo cuestionarselo mentalmente.
-No quiero que los dos muera -contesto timidamente.
-Pues entonces haz el esfuerzo de que por lo menos te portaras bien con la gente.
-Si hago eso, Sturgess me liquida.
Se acordo de que tenía ese absurdo conflicto que tenía con Sturgess, por mucho que le odiase, tenía la responsabilidad de lo que fuera a pasarle.
-Yo me asegurare de que no te haga nada.
Le miro expectante.
-¿De veras haras eso por mi?
-Somos soldados, tenemos que prometernos cosas, tenemos que ayudarnos en lo que sea, tenemos que ser responsables de nuestras vidas -objetó metaforicamente Thorne, con eso dejaba claro que le ayudaría a cambio de que él le ayudase también.
Aquello hizo que le esbozase aquella sonrisa arcaica que siempre ponía.
-Sabía que tendrías el orgullo de un verdadero troll Thorne, lo sabía en el fondo -se entusiasmo tanto que se puso a darle palmadas en el hombro de forma compulsiva.
Le quito la mano antes de que le hiciera demasiado daño.
-¿Pero prometes de que no te volveras a enfadar por quien estoy hablando?
-Ah pues...
-¡Fargus! -le reprocho al ver que no parecía cumplir con su promesa.
-Esta bien, lo hare -acepto a regañadientes.
Esbozo una sonrisa desganada, no se confiaba mucho de que fuese a cumplir eso pero por lo menos quedo con el beneficio de la duda de que lo intentaria.
-Dime una cosa Thorne -dijo susurradamente.
-¿Que? -le miro con curiosidad.
-¿Tu dices que no podemos confiar en los generales?
-Así es, siento que planean algo contra nosotros, creo que quieren deshacerse de los cadetes mas debiles -volvió a echar un vistazo a sus alrededores, cada vez que pensaba eso no podía evitar sentir que ningúno de los otros cadetes se daba cuenta de ese hecho.
-¿Incluyendo a Lomis?
-No, lo dudo. Pero de Tumbor si.
-Y con razón, ese tipejo parece tener buen gusto por montar un buen desastre -opino Fargus con tono optimista mientras soltaba una pequeña risotada falsa.
-Eso si es que no monta un desastre hoy -espeto Thorne teniendo el mal presentimiento de que tarde o temprano aquel general se pasaría de la raya y acabaría provocando algo que involucrase a todos los cadetes, incluyendole a él y a Fargus.
Fargus vio la expresión de temor de su amigo y sintio la necesidad de ayudarle.
-Tengo una idea.
-¿Que idea? -pregunto escepticamente.
-Vamos a averiguar que trama Tumbor -le dijo susurradamente de cerca.
-¿Te refieres a espiarle? ¿Estas loco? ¿Sabes lo que les ocurre a los cadetes que se ponían a los generales? -le criticó esporadicamente al ver que se le ocurrio tomar la peor idea que pudo habersele ingeniado hasta ahora.
-Por suerte estamos noche.
-¿Que tiene que ver eso?
-No nos veran -dijo y se dio la vuelta marchandose a cometer esa imprudencia.
-Fargus, te suplico que no lo hagas -le rechisto queriendo que parase, no lo escucho, al final se puso a seguirle-. ¡Fargus! ¡Escuchame ahora mismo!
Se pusieron a recorrer todo el campamento dando vueltas por todas las tiendas de campaña hasta llegar al punto mas alejado que era donde se encontraban instaladas las enormes tiendas de campaña que pertenecían a los altos mandos del ejercito. Habían luces instaladas dentro permitiendo así poder ver quienes estaban dentro y quienes no, pudo ver a unos cuatro en una enorme, lo que eso podía asimilar que quizas se trataban de cuatro de los seis generales, debía buscar a los otros dos.
-Fargus, esto esta prohibido -le advirtio susurradamente Thorne mientras le seguia por detras, estaba desesperado por querer que parase con este asunto.
-Solo si nos descubren -espeto indirectamente.
-Esa parece la respuesta mas contradictoria del mundo.
Pasaron de largo de la tienda de campaña donde se encontraban los cuatro generales pero de pronto Fargus oyo un gemido que venía del interior, agarro a Thorne y lo apoyo contra otra tienda de campaña que tenían adelante con la intención de cubrirse.
Uno de los trolls salio de la tienda con aspecto desaliñado, se le notaba agotado y sudaba bastante alrededor de todo su cuerpo, se paso la mano por la cara y luego resoplo de una manera que parecía indicar que se estaba ahogando por dentro, metio la mano dentro del bolsillo y saco una pipa de fumar de su interior, luego del mismo bolsillo extrajo también un encendedor con tapa casera, lo abrio hacíendo salir una pequeña llamarada que la uso para quemar el tabaco de la pipa, la encendio y se puso a fumar tranquilamente, pero se ponía a toser cuando resoplaba con la pipa en la boca.
-Esta distraido, vamos -insistió Fargus notando que aquel general estaba tan metido con sus cosas que resultaba imposible que les viera.
Thorne le siguio a pesar de que no tenía ganas de seguirle la corriente.
-Fargus por favor, ¿porque estas tan encaprichado con seguir con esto?
-Porque esto es una aventura -soltó seguido de una pequeña risilla burlona.
-Yo prefiero vivir aventuras ficticias, no reales.
-No te preocupes Thorne, ya veras como acabamos descubriendo algo gordo -le dio un golpe de codo en el pecho con tal de animarlo.
Pasaron por todas las tiendas de campaña que se encontraban formando una hilera a lo largo de todo lo ancho del campamento, pasaron por delante de todas ellas hasta encontrarse en una esquina a dos trolls conversando en la oscuridad. Fargus volvió a agarrar a Thorne y lo apoyo contra un grupo de cajas de municiones apiladas al costado, ambos pudieron reconocer rapidamente de quienes se trataban aquellos dos trolls.
-Son ellos -reafirmo Thorne viendo que les hallaron.
-Vamos a averiguar de que hablan.
-Ni hablar Fargus -le agarro impidiendo que se acercara mas-. Si Lomis descubre que le he estado espiando, le tendre que devolver su lanza de nuevo.
-Pues así te conseguiras una nueva.
-Deja de actuar tan egoistamente y piensa de una vez por los demas -le recrimino agarrandole de la manga del traje.
Fargus resoplo mosqueado, estaba dispuesto a hacerle caso.
-Hagamos una cosa, acerquemonos pero no tanto, y nos quedamos escuchando lo que dicen durante cinco minutos, pero si resulta que no estan hablando de nada que no resulte sospechoso, nos largamos y ya, ¿te parece bien? -ideo como alternativa para impedir que les descubriesen mal intencionadamente.
Thorne se lo penso seriamente.
-Esto es lo menos que te pido hacer Thorne -objetó sinceramente Fargus.
Ahí ya no lo podía negar, lo estaba haciendo por él.
-Vale, pero solo cinco minutos.
-Cinco minutos -acoto decididamente a Fargus a cumplir con su promesa.
Los dos se levantaron y se colocaron detras de otra tienda de campaña que se encontraba mucho mas adelante, ahí pudieron escuchar perfectamente lo que decían.
-¿Sabes una cosa Lomis? Empiezo a pensar que en realidad no tienes muchas ganas de estar exactamente aqui -inquirio seriamente Tumbor echandole una mirada persuasiva como para que tuviera en cuenta que le tenía calado.
-Nadie tiene ganas de estar aqui -le contesto indirectamente.
-Pero no hablo de eso, hablo mas bien de que desde que hemos aterrizado en esta tierra, siento como si no tienes ganas de demostrar que estas por encima que los demas.
-¿Y porque debería sentirme así?
-Porque somos trolls, tenemos que sentirnos poderosos por una vez en la vida.
-¿Y de que sirve ser poderoso si debes ser cruel con la gente?
-Porque ellos lo han sido con nosotros.
-¿Ellos? ¿Quienes?
A partir de ese momento Tumbor ya tenía bien claro que era imposible razonar con Lomis, estaba decidido a pensar de forma contradictoria a lo que él tenía en mente.
-Mira Lomis, se que tu y yo tenemos nuestras diferencias, pero tienes que entender que aqui tienes una responsabilidad, un caracter que mantener, y ese caracter no se manifiesta en ningún momento, entonces me temo que todos van a empezar dejar de respetarte por lo que sea -le explíco razonadamente para que entendiera las condiciones que había para que empezara a mostrar el comportamiento habitual de un troll.
-Por lo menos yo mantengo una dignidad, que es lo que me a mi me enseñaron desde niño, en cambio tu lo uníco que aprendiste es que tienes que demostrar que puedes matar a tanta gente como te de la gana para dejar bien claro quienes en realidad. Un chulo cuya uníca ley en la vida es creerse mejor que los demas solamente por haber conseguido librar una serie de batallas que ningún otro ser ha podido ganar jamas. ¿Te parece que soy yo el que acabara perdiendo el respeto de todo el mundo? Yo creo que no -le comento hacíendole ver que se equivocaba con lo que pensaba, le hizo reconocer que en el fondo solo era alguien que pretendía hacerse el importante aproposito.
Tumbor se quedo sin saber que decir al respecto con eso, lo rebajo por completo.
-Vaya, no sabía que Lomis tuviese ese orgullo como para decir eso -opino Fargus sorprendido por la forma en como se metio con Tumbor.
-Calla -le rechisto Thorne, quería seguir oyendo lo que decían.
Tumbor se paso la lengua por la boca y luego dijo:
-¿De veras piensas eso de mi Lomis? ¿De veras crees que por mi temperamento yo no merezco ser merecedor de todas mis recompensas?
-No, te lo mereces, es solo que no eres el mejor general estos dias.
-¿Y quien lo es hoy entonces?
Se puso a pensar esa opinion.
-No lo se -dijo y luego se bebio un sorbo de agua que tenía metido dentro de una cantimplora que había tenido sostenida sobre la manga de su pantalon.
Thorne se quedo mirando a Lomis y por la actitud tan desfavorable que tenía podía entender por lo que pasaba, estaba igual que él, sin sentirse a gusto consigo mismo por estar aqui y por lo que hacía por los trolls a los que quería ignorar. Con todo eso ya podía justificar que se estaba equivocando con él, no era como Tumbor, era diferente, y no merecía por su culpa que le estuviese espiando de esa manera.
Se enderezo dispuesto a marcharse, Fargus vio lo que hacía y dijo:
-Fargus, ¿adonde vas? -se percato de que su amigo se marchaba.
-Ya he oído suficiente.
-Pero si no han dicho nada sospechoso.
-Lo uníco que resulta aqui sospechoso es la actitud de Tumbor, y ya la hemos resuelto, Lomis se lo ha echado en cara lo que piensa.
-Eso son solo tonterias que se han dicho el uno al otro, tenemos que esperar a ver que sucede -insistio Fargus todavía intrigado por saber como continuaba la charla.
-No, esto se ha acabado, me voy -le dio la espalda.
-Tu no te vas de aqui -Fargus se cabreo y se abalanzo hacía él queriendo agarrarle del brazo obligandole a que se quedara donde estaba antes.
-¡Sueltame! -se puso a forcejar con él con tal de sacarselo de encima.
-Venga Thorne, podemos hacer esto, podemos descubrir que existe una conspiración que pretende hacer algo malo con los trolls.
-Como si ahora te importasen.
-Y me importan.
-No, lo que te importa es quedar como un heroe, y tu no vas a quedar como un heroe aunque rescates a un bebe troll en apuros -con todas sus fuerzas le quito el brazo de encima suyo le empujo con ambos brazos.
Cayo estrepitosamente contra el suelo.
Aquella caida provoco que Lomis y Tumbor lo escuchasen.
-¿Que ha sido eso? -se pregunto Tumbor volteando la mirada por el otro lado.
Ambos jovenes trolls se miraron y marcharon rapídamente corriendo por donde volvieron, corrieron con tantas prisas que los otros dos les pudieron detectar en el ambiente tan oscuro en el que se encontraban.
-Creo que se han largado -opino Lomis.
-Alguien nos ha estado espiando -solto amargamente Tumbor.
-Quizas solo hayan sido un par de cadetes que se han perdido y se han largado corriendo pensando que les iban a pillar por haber hecho algo malo -dedujo Lomis toman-doselo de una forma un poco mas conclusiva y positiva.
-¿No puedes verdaderamente creerte eso? Es bastante obvio que alguien ha estado aqui escuchando nuestra conversación, tenemos que pillarles.
-¿Y después que? ¿Que haremos con ellos?
-Castigarles severamente -golpeo su puño contra la palma de su mano.
-¿Como? ¿Ejecutandoles en publico para meterles el miedo en los demas?
Movio sus ojos de un lado a otro, era evidente que pensaba eso mismo.
-¿No puedes evitar sentirte que tu mandas en todo esto verdad?
-Venga Lomis, reconocelo, si no hacemos esto, todo el mundo empezara a hacer lo que le dara la gana y nos quedaremos sin soldados que hagan su trabajo, hay que enseñarles que este es un mundo de miedo, y miedo va a haber -le recrimino echandole en cara que estaba decidido a enseñarles duramente como funcíonaba el mundo según él.
Lomis se dirigio hacía con una cara fruncida y le dijo:
-Como se te ocurra hacerle algo a algún pobre troll que haya metido en este grupo, te puedo confirmar que te ejecutare sin que nadie se entere -le aviso señalandole con el dedo de una forma bastante amenazante.
-Eso sería un acto de traicion.
-No, es mas bien un aviso para que procuras de no convertirte en Kaos.
Se quedaron mirandose furtivamente como queriendo saber cual de los dos iba a continuar con la conversación para así seguir confrontandose duramente como ahora.
-Muy bien -contestó.
Carraspeo extrañado, esperaba una respuesta negativa de él, pero no lo había.
-Como tu quieras Lomis, lo tendre bien en cuenta -le palmeo en el hombro y se marcho volviendo hacía el campamento con total tranquilidad.
Lomis se quedo tan sorprendido por lo que sucedio que no sabía como reaccionar ante esta situación, esperaba que Tumbor le echase en cara algún comentario descarado sobre que planeaba cometer algo contra él, pero en vez de eso reacciono como si se lo hubiese tomado como un buen consejo.
Fruncio seriamente el ceño sospechando de que algo ya tenía planeado de antemano.
Thorne y Fargus consiguieron volver al centro del campamento, pararon de correr y se pusieron a suspirar largando todo el oxigeno que se les salía de sus pulmones, se sentían como si hubiesen estado escapando de una horrible criatura que hubiese estado apunto de matarles o algo parecido.
-Creo que no nos han visto -dijo Fargus.
Thorne se dirigio hacía y se puso a pegarle estando cabreado con él.
-Ey, ¿pero que haces? -le reprocho absorto ante lo que hacía.
-¿Por que me has agarrado del brazo? -le criticó con tono suplicante.
-Por que no quería que te fueras.
-¿Acaso no habíamos acordado de que lo ibamos a hacer a mi modo?
-Lo se, pero esa conversación no duro ni cinco minutos, quería saber como acababa.
-Sabía que esto era una mala idea, lo sabía -asintio suspirando de agotamiento.
Fargus le miro fijamente pudiendo comprobar que lamentaba haber hecho eso.
-¿Te duele el brazo? ¿Te lo he hecho muy fuerte? -se fue acercando para mirarselo.
-No me toques -le empujo con una mano, quería estar lejos de él.
-Lo siento, solamente quería ayudarte.
-Pues no lo hagas, vale, ya me has ayudado bastante -se toco la parte del brazo donde antes le cogia, se la fue frotando del dolor que sentía.
Por primera vez, Fargus empezaba a arrepentirse de haberle hecho daño de verdad.
-Lo siento mucho Thorne, no era mi intencion hacerte daño de verdad, ¿sabes?
Dirigio una mirada de curiosidad hacía él, le intrigaba lo que decía.
-No hacía eso solamente por mi, lo quería hacer por los dos, hace tiempo que ya no vivimos ningúna de nuestras aventuras, y como estamos aqui, pense que podríamos aprovechar toda esta situación para cometer una aventura mucho mayor de la que hemos vivido nunca, ser niños por ultima vez -le explico sincerandose con él para que entendiera que este no era otro de esos actos egoistas que siempre quería cometer sin siquiera pensar en si eso afectaba a otros o no.
Aquella respuesta era algo que jamas se había esperado oír venir de Fargus, siempre había creido que ya se creía un hombre, un troll robusto como de superar todos los obstaculos y poder vencer a cualquiera, pero ahora esto demostraba que no había madurado tanto a pesar de que siempre se jactaba de ello.
-¿Porque nunca antes me lo habías contado?
-Porque estaba con la cabeza en otra parte -contesto, encogiendose de hombros.
Se tomo eso como la respuesta mas obvia que podía darle.
-¿Puedes perdonarme? -le miro con cara de ojos degollados.
Quería odiarle por como se había portado antes pero ahora que veía que se estaba disculpando con él por algo que reconocía haber hecho, no podía darle la espalda.
-Si -le perdono estrechandole la mano seguido de un fuerte abrazo-. Prometeme de que volveras a hacer una cosa como la de antes.
-Te lo prometo, y esta vez de verdad -lo juro plenamente.
No sabía si lo decía en serio, pero ahora creía creer que si.
De pronto se oyo algo, ambos se soltaron y observaron que todos los cadetes se estaban levantando euforicos. La mayoría de todos ellos marcharon corriendo hacía el otro lado del campamento mientras montaban un enorme jaleo que se extendía por toda la zona, ambos se miraron intrigados ya que parecía suceder algo malo.
Marcharon corriendo siguiendo a todos los grupos que se iban apelotonando en un lado como si estuviesen impacientes por querer entender lo que ocurría, ambos quisieron pasar pero no podían, les bloqueaban el paso. Fargus agarro la mano de Thorne con cuidado para evitar que no le volviera a hacer daño en el mismo lugar, con una mano fue empujando a todos los trolls que tenía delante hasta ponerse lo mas cerca posible del principio de aquel acumulamiento de trolls incesante.
Tenían delante una barrera de cadetes que estaban mirando atemorizados hacía un horizonte oscuro en el que no se veía nada a causa de la oscuridad de la noche.
-¿Alguien puede decirme que ocurre? -pregunto reprochadamente Fargus, estaba insistente por querer comprender a que venía todo el barullo que se estaba creando.
-¿Os acordaís de ese troll que casi se muere deshidratado? -contesto el mismo troll que antes había estado tratando aquel mismo troll cuando se desplomo.
-Pues si -afirmo Thorne.
-Pues resulta que se ha rajado y se ha marchado corriendo hacía ahí -señalo hacía el frente dando a entender que esa era la razón por la que todos miraban el horizonte.
Ambos se miraron estupefactos al entender eso ya que no se esperaban que aquel cadete que antes estaba moribundo, recurriese ahora a tomar una acción tan imprudente como esa, y lo peor de todo es que huia en el peor momento posible.
-¿Nadie va a ir a buscarle?
-¿A buscarle? -criticó incredulamente otro troll-. Nadie tiene ganas de meterse ahí, para mi ese cadete ahora mismo esta muerto por desertar.
-¿Y que pasa si ha huido por estar asustado.
-Pues no haber hecho eso entonces -opino indirectamente el otro troll.
Thorne estaba tan absorto con esto que no lo podía soportar, sentía la devoción de ir corriendo a ayudar a aquel cadete a lograr que volviera, después de lo que le paso no se merecía seguir sufriendo de aquella manera, si nadie lo iba a ayudar, lo iba a hacer él.
Salió disparado sin previo aviso y marcho corriendo por el campo arenoso.
-Thorne, ¿adonde vas? -oyo la voz de euforico de Fargus, no se la espero.
Se puso a correr todo lo que podía ya que quería atajar a ese cadete antes de que se alejara mas de la cuenta, no sabía cuanto se alejo. Se arrepintio rapídamente por no haber preguntado a cualquiera de los trolls sobre a cuanta distancia estaría el cadete, pero ahora eso no importaba, logro hacer algo que en todo este tiempo no había logrado hacer jamas, y era marchar a rescatar a un afligido troll en apuros.
Siguio hasta que de pronto oyo algo.
Oyo lo que parecían ser el sonido de unos gritos que venían a lo lejos, de muy lejos.
Asomo la mirada queriendo ver mas de cerca lo que estaba pasando, no veía nada, estaba tan oscuro que apenas veía algo excepto unas pocas siluetas del ambiente rocoso en el que se encontraba, no tenía ni idea de donde provenía ese sonido.
Intento de seguir avanzando pero este empezo a vislumbrar algo que se iluminaba a lo lejos, apoyo su mano sobre la frente para tener una vision mas clara de lo que estaba viendo. Veía un destello de luz, pero muy pequeño, aquel destello se iba incrementando cada vez mas a medida que iba avanzando hacía el frente hasta que entonces pudo ver con mayor precision de que se trataba en realidad.
Era el reflejo de una luz que se reflejaba sobre la hebilla de un cinturon, seguramente a causa de la enorme luna que tenía detras suyo y justo de casualidad se le iluminaba ahora mismo. Siguio viendo como aquel reflejo iba aumentando cada vez mas hasta que dejo de verse, se apago, pero ahora pudo ver algo mucho mejor que eso, veía al sujeto perteneciente de ese cinturon dirigiendose corriendo hacía él.
Se trataba del cadete que huyo antes.
Lo tenía ahí mismo volviendo hacía el campamento, pero por algún motivo sentía que no estaba dando la vuelta por el motivo de volver con los demas.
-Ey, ¿estas bien? -le pregunto llamandole para averiguar lo que le pasaba.
-¡Corre! -le grito despavoridamente el cadete.
Estaba a unos cincuenta metros de llegar hasta él cuando de pronto observo que el cadete cayo despavorido contra el suelo.
Se extraño al ver eso ya que indicaba que algo malo le estaba pasando, asomo la mirada y observo que el cadete no se movía, pero podía ver algo mas, veía que algo se estaba acercando hacía el moribundo cadete por entre la oscuridad del fondo.
Empezo a escuchar unos horribles gemidos que nunca había oído en su vida, eran unos gemidos parecidos a cuando alguien se ahogaba e intentaba de respirar con dificultad, pero por la forma en como sonaban, no parecían producirlos ningún ser vivo que pudiese caminar a cuatro patas.
Vio unas manchas oscuras poniendose delante del cadete, le agarron de las piernas y empezaron a tironear de él como si fuese un muñeco de trapo, no veía bien quienes eran los que estaban atacandole, pero al ver como se iban juntando cada vez, acabo teniendo una cierta idea de que eran aquellas criaturas.
Era algo que no creía ver ahora mismo.
