Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 5

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.


La Orden del Fenix

CAPÍTULO 17 Decreto Educacional Número 24

—Pero realmente no era lo tuyo, Harry —insistió James, sonriendo—, Cho nunca sería para ti.

—Sí, papá —admitió Harry, tomando la mano de Ginny—, así como Michael Corner no sería para Ginny.

Susan sonrió mientras dejaba el pergamino en el atril, el cual se movió hasta ubicarse delante de Neville.

—¡Por supuesto! —exclamó Neville al ver el título—, imposible dejar de mencionar el Decreto Educacional Número 24, uno de tantos.

—Fueron demasiados —afirmó Hermione, con seriedad.

—Por lo menos el capítulo comienza alegre —comentó Neville, e inició la lectura:

Harry se sintió muy feliz por el resto del fin de semana, que aún no había terminado por completo. Él y Ron hablaron mucho el domingo, tratando de olvidar de nuevo la tarea que tenían que hacer, y aunque apenas se estaban divirtiendo, el último soplido del otoño persistió. Así, en lugar de estar sentados en las mesas de la sala común, ellos tomaron su trabajo y pasearon hasta sentarse a la sombra de un árbol grande que había en el borde del lago. Hermione, quien claramente estaba al día con los trabajos, los acompañó llevando con ella lana y embrujando sus agujas de tejer, produciendo más sombreros y calcetines.

Todas las cosas a las que lo había sometido Umbridge y el Ministerio, y que formaban parte de una como rebelión, le daban vueltas en la cabeza, sintiéndo una sensación extraña. Él revivía en su mente todo lo que le había ocurrido el sábado: todas esas personas viniendo a aprender Defensa Contra las Artes Oscuras... las miradas que tenían sus caras de sorpresa, de las cosas que él había hecho... y Cho recordando su actuación en el Torneo de los Tres Magos... los conocimientos que tenían todas esas personas que creían que estaba mintiendo, pero que mostraban admiración, esto, aún lo mantenía alegre el lunes por la mañana, ante la perspectiva de tener las clases que más odiaba.

—Eso es bueno —dijo Remus—, recuerdos dignos de patronus, alegres, revitalizantes.

—Así es, Profesor Chocolatín —comentó Tonks, provocando risas de parte de algunos de los bromistas.

Él y Ron subieron las escaleras hacia el dormitorio, y seguían discutiendo la idea de Angelina de trabajar un nuevo movimiento, el "Sloth Grip Roll", durante la práctica de quidditch de la noche, cuando a medio camino, vieron que había pequeños grupos de personas paradas alrededor de la noticia que había en la pizarrra.

Un anuncio grande se había pegado en la tabla de notas de Gryffindor, tan grande que cubrió todo lo demás que había allí: las listas de libros por comprar, los regularmente recordatorios de reglas de Argus Filch, la cédula de los equipos de quidditch, las ofertas para cambiar ciertas tarjetas de Ranas de Chocolate con otros, la fecha de salida a Hogsmeade en los fines de semana, y las noticias relevantes. El nuevo anuncio estaba impreso con largas letras negras y altas, y al final tenía un sello oficial, en la que a su lado, tenía una firma clara, limpia y de florituras.

—¿Será el decreto ministerial? —preguntó James, intrigado, pero no recibió respuesta, por lo que bufó e hizo señas a Neville para que siguiera leyendo.

POR ORDEN DE

LA ALTA INQUISIDORA DE HOGWARTS

Todas las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos y clubes, de ahora en adelante, tendrán que registrarse.

Las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubes, por este medio se definirán como una agrupación a partir de 3 estudiantes.

El permiso para registrarse será con la alta Inquisidora (Profesora Umbridge).

Las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubes de las que se tenga conocimiento, serán aprobados por la alta Inquisidora.

Cualquier estudiante que se encuentre formando Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubes sin la aprobación de la alta Inquisidora, será expulsado.

Lo anterior es de acuerdo con el Decreto Educacional número 24.

Firma:
Dolores Jane Umbridge
GRAN INQUISIDORA

—Exigente, ¿no? —comentó Will, a lo que Daisy le respondió:

—Tiene lógica, de alguna manera se enteró de la reunión en La Cabeza de Cerdo.

—Pero, ¿cómo? —JS se levantó extrañado, mirando a todos en la Sala—, ¿cómo pudo enterarse?

—Tenía sus fuentes, eso es seguro —dijo Rose, cruzándose de brazos.

—Y Cabeza de Puerco nunca fue un lugar —reflexionó Sirius—, ¿cómo decirlo? Con muy buena reputación.

—Si —admitió Dumbledore—, lamentablemente siempre fue así.

Harry y Ron leyeron el anuncio, encima de las cabezas de algunas miradas de los segundos años.

—¿Eso significa que vamos a tener que decirle lo del Gobstones Club? preguntó alguien a su amiga.

Yo creo que estará de acuerdo en aceptar el Gobstones Clubdijo Ron sombríamente dando un segundo vistazo. No creo que esto sea una coincidencia, ¿no crees? le preguntó a Harry de manera preocupada.

Harry estaba leyendo la noticia también. La felicidad que tenía por lo que le ocurrió el sábado, se fue. Sus tripas se le empezaron a revolver.

Esto no es una coincidencia dijo él, sus manos formaron puños—, ella lo sabía.

Ella no pudo saberlo dijo Ron.

—Lo que digo —insistió JS.

Había gente escuchando en el bar. Y no reconocíamos sus caras, porque estaban cubiertas por capas... ella pudo estar ahí... o tal vez alguien habló con Umbridge.

—Lo que dije —dijeron casi a dúo Rose y Sirius.

Y Harry había pensado que ellos le creían, que lo admiraban...

Zacharias Smith dijo Ron, cerrando los puños—, o también pudo haber sido Michael Corner, porque tenía una mirada un poco inquieta.

Me preguntó si Hermione ya habrá visto el anuncio, ¿o todavía no? dijo Harry, mirando hacia el dormitorio de las chicas.

—Lo más seguro —comentó Vic—, si estuvo por ahí haciendo guardia de prefecta.

Vamos a decirle dijo Ron avanzando hacia adelante, y abriendo la puerta para subir las escaleras espirales. Estaba en el sexto escalón, cuando ocurrió algo. Se oyeron un tipo como de lamentos, seguidos de pasos. Hubo un momento breve en el que Ron trató de seguir corriendo, y entonces se tropezó, y cayó en la parte trasera de los pies de Harry.

Explotaron las risas en la Sala, mientras la directora McGonagall negaba en silencio, luego de casi palmearse la frente.

Eh, no pensé que no estuviera permitido entrar en el dormitorio de las chicas dijo Harry, ayudando a Ron a levantarse.

Dos muchachas de cuarto año bajaron, muy alegres.

Ohh, ¿quién trata de subir las escaleras? ellas se rieron tontamente, mientras coqueteaban a Harry y Ron.

Las risas arreciaron, impulsadas por los bromistas. Harry y Ron sólo encogieron los hombros.

Yo dijo Ron. No pensé que eso pasaría. ¡No es justo! agregó dirigiéndose a Harry. Y las chicas se dirigieron al agujero del retrato, riéndose tontamente todavía–. Hermione tiene permitido entrar a nuestro dormitorio, pero ¿cómo nosotros no tenemos permitido...?

—Es una norma que viene de la época de la fundación del colegio —dijo Rose, con voz autorizada—, para los fundadores, las chicas podían ser más respetuosas en las habitaciones de los chicos que al contrario, ellos podían tener "el germen de la lujuria". Así aparece en Una historia de Hogwarts.

Algunas risitas se escucharon, pero fueron rápidamente acalladas por una severa mirada de la directora McGonagall.

Bien, es una regla anticuada dijo Hermione, que justo en ese momento bajaba hacia ellos, bueno, eso dice Una historia de Howarts, que los fundadores pensaron que los chicos eran menos cuidadosos que las chicas. De cualquier forma, ¿por qué trataban de entrar aquí?

Verás, ¡mira esto! dijo Ron, arrastrándola hasta la tabla de avisos.

Los ojos de Hermione se desplazaron rápidamente en la tabla de avisos. Su expresión se fue ensombreciendo.

¡Alguien debe haberle dicho! dijo Ron enojado.

No, no pudieron hacerlo dijo Hermione en voz baja.

Eres muy ingenua dijo Ron–, piensas que solo porque eres honorable y...

—Y viene mi papá con su sensibilidad de ladrillo…

—¡Hugo! —saltó Hermione.

—Sí, mamá —suspiró el niño, pero después contraatacó—, pero sabes que es así.

Algunas risas, incluyendo del propio Ron, hicieron que Hermione se calmara un poco.

No, ellos no pudieron hacerlo porque puse un jnix en la pieza de pergamino que firmaron interrumpió Hermione—. Créeme, si alguno de ellos habló con Umbridge, nosotros sabríamos exactamente quien fue.

¿Qué sucedió entonces? dijo Ron ávidamente.

Bien, mejor, no lo veas de esa manera dijo Hermione—, mejor, vamos a desayunar, y a ver que piensan los otros... Me preguntó si esa noticia se habrá puesto en todas las casas.

—No lo dudo —comentó Al—, una noticia tan explosiva no creo que fuera sólo para Gryffindor.

De inmediato, y al parecer, todo el Gran Comedor había visto el anuncio de Umbridge, y no solo en la torre de Gryffindor. Había una peculiar insistencia en las charlas, y un extremado movimiento en el Vestíbulo, porque había demasiado movimiento en las mesas, de abajo a arriba, y de arriba a abajo. Harry, Ron y Hermione apenas pudieron tomar asiento, cuando Neville, Dean, Fred, George y Ginny se dirigieron a ellos.

¿Lo han visto?

¿Cómo creen que ella se habrá enterado?

¿Qué vamos a hacer?

Todos miraban a Harry. Él se aseguró de que ningún maestro estuviera cerca.

Vamos a hacerlo de todas maneras dijo despacio.

—¡Así se hace! —exclamó James, con un gesto de celebración.

—Totalmente de acuerdo —dijo JS, con seriedad—, yo también hubiera seguido con el plan.

Estamos de acuerdo con eso dijo George, levantando y golpeando el brazo de Harry.

¿Los prefectos también? dijo Fred, mirando de reojo a Ron y Hermione.

Claro que sí dijo frescamente Hermione.

Aquí viene Ernie y Hannah Abbott dijo Ron, mirando por encima de su hombro, y esos tipos de Ravenclaw y Smith... y no lucen muy bien.

—¿Tipos de Ravenclaw? —preguntó ásperamente Padma.

—No recordaba sus nombres —reconoció Ron.

Hermione miró alarmada.

No importa, ya nos las arreglaremos, los muy idiotas no van a poder venir, ¡siéntense! murmuró ella a Ernie y Hannah, mirando de reojo a la mesa de Hufflepuff—, tarde, ¡llegan tarde!

Yo le dije a Michael dijo Ginny impacientemente, girándose en el banco—, honestamente, él es muy necio.

Ella se dió prisa en ir a la mesa de Ravenclaw, y Harry la siguió con la mirada, Cho estaba sentada no muy lejos, hablando con su amiga de cabello rizado con la que fue a Cabeza de Puerco. ¿La noticia de Umbridge los habrá asustado? Pero no sintieron las repercusiones de las señales, hasta que hubieran dejado el Gran Comedor.

—Ojalá no sea el quidditch —dijo Will, esperanzado.

—Espera para que oigas —replicó Neville, al adelantarse en la lectura.

¡Harry! ¡Ron! era Angelina que estaba avanzando hacia ellos, con una mirada desesperada.

Está bien dijo Harry rápidamente cuando ella estaba a una distancia en la que lo podía oír. Vamos a ir todavía.

¿Ya incluiste al equipo de quidditch?le dijo Angelina—. Tenemos que conseguir un permiso para el equipo de Gryffindor.

¿Qué? dijo Harry.

De ninguna manera dijo Ron espantado.

¿Ya leíste el anuncio?, ¡menciona también a los equipos! Ahora, escucha Harry..., te estoy avisando, por favor, por favor, controla tu temperamento con Umbridge de nuevo, o ¡no podremos jugar!

Bien, bien dijo Harry, pero Angelina lo miró de una manera que parecía estar mintiendo—, no te preocupes, me comportaré...

—No le creías, ¿verdad, mamá? —preguntó Roxanne, sonriendo.

—¿Sinceramente? —respondió Angelina, para luego ver a Harry y decir—, no.

—Me imagino —replicó amargamente Lilu, lo que le ganó una mirada dura de parte de Ginny.

Apuesto a que Umbridge va a estar en la clase de Historia de la Magia dijo Ron severamente, y como siempre, entraron al aula del profesor Binns–. Ella no lo ha inspeccionado todavía... Apuesto a que estará aquí...

Pero estaba equivocado, el único maestro presente cuando ellos entraron era el Profesor Binns, flotando a una pulgada de su habitual silla, y preparando sus monótonos apuntes. Harry no quiso poner atención a la clase, y decidió jugar ociosamente con el pergamino. También, intentaba ignorar los codazos ligeros que le daba Hermione, hasta que un golpe particularmente doloroso en las costillas, lo hizo enojarse.

—¿Y eso, mamá? —preguntó Rose, interesada.

—Ya Neville lo va a leer —respondió Hermione, evasivamente.

¿Que?

Ella señaló a la ventana. Harry volteó, Hedwig se emperchó en el ancho anaquel de la ventana, mientras miraba fijamente a través del espeso vidrio, y, aparentemente, tenía atada una carta en su pata. Harry no lo entendía, acababan de desayunar, ¿porque no se la entregó a esa hora, como usualmente lo hacía? Muchos de sus compañeros de clase, estaban señalando a Hedwig.

Oh, que adorable lechuza, y también hermosa Harry escuchó que le decía Lavender a Parvati.

—Es verdad —reconoció Lavender—, era una hermosa lechuza.

Harry asintió en silencio, al igual que los hermanos Creevey.

Él miró al profesor Binns, que continuaba leyendo sus notas monotonamente, sin ver que la atención de la clase se estaba enfocando fuera de la ventana. Harry se movió un poco de su silla, tratando de abrir la ventana.

Harry tuvo la sensación de que Hedwig se estaba cansando, y que estaba a punto de volver a la lechucería, pero en el momento en que vió que Harry abría la ventana, brincó adentro, uluando tristemente. Harry cerró la ventana, echando una mirada ansiosa al profesor Binns, entonces se agachó debajo de su silla, en donde estaba Hedwig y vió su hombro. Él se sentó en la silla, y pasó a Hedwig encima de su butaca, para quitarle la carta de la pata. Y solo hasta entonces, vió que las plumas de Hedwig estaban como quemadas, extrañamente, y algunas estaban torcidas, y, aparte, tenía sus alas en un ángulo impar.

¡La han lastimado! susurró Harry, doblando su cabeza hacia ella, Hermione y Ron juntándose un poco más hacia él; Hermione incluso dejó de escribir. Miren, le está ocurriendo algo en su ala...

—¡Pobrecita! —exclamó Alisu, sorprendida.

Hedwig estaba temblando; Harry tocó su ala y dió un pequeño salto, sus plumas se estaban desprendiendo, y se estaba inflando, y ella lo miró a manera de reproche.

Profesor Binns dijo Harry alzando la voz, y toda la clase se volteó a verlo. No me siento muy bien.

El profesor Binns despegó los ojos de sus notas, mirándolo asombradamente.

No se siente bien repitió el profesor atonalmente.

No muy bien dijo Harry firmemente, levantando a Hedwig. Eh… ¿podría ir a la enfermería?

Si dijo el profesor Binns, si... a la enfermería... bien, puede ir, entonces, Perkins...

—¡Qué raro! —exclamó Alice—. ¡El profesor Binns te dejó salir de clase! Que yo recuerde, nunca nos dejó salir de clase a nosotros, ¿verdad, Lily?

—Eso es verdad —reconoció Lily, con el asentimiento silencioso de Remus.

—Otra de tantas "primeras veces" —comentó Ron.

Una vez afuera de la clase, Harry se volvió a Hedwig, y la puso en su hombro... se volvió al corredor en el que estaba, y cuando estaba fuera de la vista del profesor Binns, hizo una pausa, solo para pensar. La primera opción que tenía era que alguien curara a Hedwig, e iría con Hagrid, pero claro está, no tenía ni la más remota idea de donde estaría Hagrid, y la única opción que tenía, era encontrar a la profesora Grubbly-Plank, y esperar a que ella lo ayudara.

Él se asomó rápidamente por la ventana, fuera de la vista de los otros grados. No había ningún signo de que hubiera alguien en la cabaña de Hagrid; y si no estaba enseñando, probablemente estuviera en la sala de maestros. Bajó las escaleras, con Hedwig uluando débilmente, como oscilando en su hombro.

—Estaba realmente lastimada —afirmó Colin, con tono afectado.

Las gárgolas de piedra estaban enfrente de la sala de maestros. Harry se estaba aproximando, cuando oyó un graznido.

Tú deberías estar en clase, Jim.

—¿Quién es Jim? —preguntó Kevin, extrañado.

—Creo que es un nombre genérico que usan las gárgolas de ese pasillo todo el tiempo —comentó Remus.

—Yo también creo eso —reconoció Al—, el año pasado tuve que salirme de Herbología para buscar al profesor Flitwick, y las gárgolas me llamaron así, Jim.

Esto es urgente dijo Harry lacónicamente.

Ohh, ¿es urgente? dijo la otra voz de la gárgola.

Entonces, ve a otro lugar, ¿quieres?

Harry reconoció unos pasos que se acercaban, la puerta se abrió, y se encontró cara a cara con la profesora McGonagall.

¡Yo creo que necesitas otro castigo! dijo ella, mirándolo a través de sus gafas cuadradas.

Lily miró con interés a la directora McGonagall, quien sólo inclinó el rostro hacia Neville.

No profesora dijo Harry apresudaramente.

Bien, entonces, ¿por qué no estás en clase?

Esto al parecer es urgente dijo una gárgola.

Yo estoy buscando a la profesora Grubbly-Plank explicó Harry—, es mi lechuza, sospecho que está herida.

¿Dices que tu lechuza está herida?

La profesora Grubbly-Plank apareció detrás del hombro de la profesora McGonagall, fumando y sujetando una copia de El Profeta.

Si dijo Harry, alzando cuidadosamente a Hedwig, tiene herida su ala, mire...

La profesora Glubby-Plank bajó su pipa, y tomó a Hedwig, mientras la profesora McGonagall los observaba.

Hmm dijo la profesora Glubby-Plank, fue atacada por algo. Pero no se qué pudo haber sido... tal vez los Thestrals, algunas veces atacan a las aves, pero como Hagrid se fue de Howgarts, no pueden atacar a las lechuzas...

Harry no sabía que quería decir con que eran los Thestrals, ni sabía si Hedwig estaba del todo bien. La profesora McGonagall, sin embargo, miraba soprendidamente a Harry, y dijo:

¿Sabes que tan lejos viajó esta lechuza, Potter?

Eh dijo Harry, para Londres, creo.

Él miró sus ojos, y sabía que no entendería eso de "Londres", aunque él sabía que significaba "numero 12, Grimmauld Place".

—Claro que entendí a qué te referías, Harry —dijo la directora McGonagall—, y eso me preocupó bastante.

No hay problema dijo la profesora Grubbly-Plank, tomando gentilmente a Hedwig.

Solo un momento, Wilhelmina dijo la profesora McGonagall—, la carta de Potter.

Ah, si dijo Harry, que por un momento olvidó el pergamino que había traído. La profesora Grubly-Plank, se dirigió a la sala de profesores con Hedwig. Harry ya se iba, cuando la profesora McGonagall lo llamó.

¡Potter!

¿Si, profesora?

Recuerde dijo ella rápidamente que los canales de comunicación fuera de Howarts pueden ser vigilados, ¿entiendes?

Si dijo Harry, pero el diluvio de estudiantes que salían de los corredores, lo arrastraron, y vió que la profesora McGonagall, volvía a la sala de maestros. Harry se dirigió al pasillo de Historia de la Magia, buscando a Ron y Hermione, y abrió la carta, en la que reconoció la letra de Sirius, que decía:

Hoy a la misma hora y en el mismo lugar.

—Un mensaje directo, sin lugar a dudas —reconoció Dumbledore.

—A buen entendedor, pocas palabras —replicó Sirius, lo que el anciano director aprobó con un leve asentimiento de cabeza.

¿Esta bien Hedwig? pregunto Hermione ansiosamente, en cuanto lo tuvo al alcance del oído.

¿Dónde la llevaste? pregunto Ron.

Con la profesora Grubbly-Plank, y vi a la profesora McGonagall, escuchen… y procedió a contarles lo que la profesora McGonagall le habia dicho, pero para su sorpresa ninguno de los dos sufrio un shock, por el contrario, intercambiaron miradas significativas. ¿Que? dijo Harry, mirando de Hermione a Ron y regresando.

Bueno, justamente le estaba diciendo a Ron ¿que tal si alguien habia tratado de interceptar a Hedwig?, tu sabes que ella nunca antes habia sido lastimada volando.

—Exactamente —admitió Harry.

De cualquier manera ¿de quien es la carta? pregunto Ron, tomando la nota de Harry.

De Canutodijo Harry, reservado.

La misma hora y el mismo lugar, ¿quiere decir en la chimenea en la sala común?

Obviamente dijo Hermione cuando también leyo la nota, parecia inquieta, solo espero que nadie mas haya leído esto.

—Y si lo leyeron —comentó Sirius—, no sabrían de que se trataba.

—Quizás deducirían que se trata de alguna reunión —reflexionó James—, pero al no saber cuándo fue esa primera reunión, no tendrían más información.

Pero aun estaba cerrado y todo dijo Harry, tratando de convencerla a ella, y convencerse él mismo, y nadie sabría lo que significa, si no saben cuando he hablado antes con el, ¿no lo creen?

No sé dijo Hermione ansiosamente, moviendo a tirones su mochila, cuando la campana sonó nuevamente, no debe ser exactamente dificil de abrir la carta, por medio de magia... pero yo no veo como vamos a poderlo ver en el fuego, ¡si así también puede ser interceptado!

—Ese es otro punto a haber considerado —mencionó Remus—, porque la red flú estaba siendo monitoreada.

—Es verdad —comentó Tonks—, a mí me había llegado un rumor de que habían establecido un equipo de magos para vigilar la red flú, especialmente de aquellos de quienes se dudaba su lealtad al Ministerio.

—O que se sospechaba se oponían a Voldemort —comentó Moody con sus característicos gruñidos—, que era lo más seguro.

Ellos caminaron escaleras abajo, para dirigirse a la clase de Pociones, los tres pensando en esto último; estaban a punto de llegar, cuando oyeron la voz de Draco Malfoy, que estaba parado justo afuera de la puerta del salón de Snape, ondeando un pergamino oficial, y hablando en voz extremadamente alta, para que escucharan cada palabra.

Si, Umbridge dió al equipo de Slytherin de quidditch permiso para seguir jugando, y también le pregunté otra cosas. Bien, ella aceptó inmediatamente, yo creo que ella sabía que mi padre siempre colabora con el Ministerio… será interesante ver si el equipo de Gryffindor sigue jugando, ¿no?

No le hagan nada susurró Hermione a Harry y Ron, porque ambos estaban mirando a Malfoy, eso es lo que él quiere...

Eso significa dijo Malfoy arrastrando las palabras, y sus ojos grises, se dirigieron en la dirección en la que estaban Harry y Ron, que si le preguntan, no creo que tengan muchas oportunidades... porque mi padre dice que tiene una excusa para sacar a Arthur Weasley de su puesto... y como Potter... mi padre dice que después del Ministerio, podría irse a San Mungo... aparentemente él tiene una cicatriz, que lo tiene confundido por magia... Malfoy hizo una cara grotesca, abrió su boca, y sus ojos. Crabbe y Goyle se partieron de la risa, igual que Pansy Parkinson.

—Me imagino el espectáculo —comentó Frankie.

—Nada agradable, por cierto —mencionó Astoria, viendo a Draco y suspirando.

—Mejor fue lo que vino después —comentó Neville, luego de recordar lo que había pasado en ese pasillo.

Algo chocó con el hombro de Harry, y él sabía que era una indirecta. Un segundo después él comprendió que Neville había pasado a su lado, encarando a Malfoy.

Neville, ¡no!

Harry jaló la túnica de Neville; Neville se desprendió de él frenéticamente, tratando de atacar a Malfoy, quien lo estaba mirando, por un momento, se estremeció.

—Papá —preguntó Alisu sorprendida—, ¿ibas a pelear con el señor Malfoy?

—Tenía mis razones —respondió Neville.

¡Ayúdame! Harry le dijo a Ron, agarrando a Neville por el brazo y el cuello, y entonces, fueron arrastrados por los de Slytherin.

Crabbe y Goyle estaban flexionando sus brazos, rodeando a Malfoy, y listos para pelear. Ron se dió prisa para ir hacia ellos, y lo sujetó por el brazo. Harry arrastró a Neville hasta la línea en la que estaban los Gryffindors. La cara de Neville estaba blanca; la presión de Neville bajaba, no lo comprendía, pero salieron palabras impares de su boca.

¿No? ¿Divertido? ¿No? ¿Mungo? ¿Demostración? ¿Él?

—No entiendo que quisiste decirles, papá —dijo Paula, mirando interesada a su padre.

—Creo que le dije que si le parecía divertido pensar que envíen a la gente a San Mungo por haber sido confundido con magia, que si quería una demostración de cómo se sentía.

—Pero no se te entendió por la forma en que Harry te tenía retenido —reconoció Seamus.

La puerta de la mazmorra se abrió. Snape apareció en el lugar. Sus ojos negros barrieron la línea de los chicos Gryffindor hasta al punto donde Harry y Ron luchaban con Neville.

¿Practicando luchas, Potter, Weasley, Longbottom?, Diez puntos menos para Gryffindor dijo Snape con un tono de desprecio en su fría voz. Cálmense, Longbottom y Potter, u obtendrán una detencion Luego de oir esto, Harry dejó a Neville, que estaba parado jadeando ruidosamente.

—No me extraña —dijo Lily, con desprecio en su voz. Snape sólo la miró, sin replicar.

Tuve que pararlo dijo Harry jadeando, mientras recogia su mochila.

Neville no dijo nada; él se limito simplemente a recoger con enojo su mochila y seguir su camino.

En nombre de Merlín, ¿qué paso? dijo Ron, mientras seguían a Neville, mirando encontrar una respuesta a su alrededor.

Harry no contestó. Él sabía exactamente porqué el tema de la gente que estaba en el Hospital de San Mungo debido a un daño mágico a sus cerebros le apenaba grandemente a Neville, pero él había jurado a Dumbledore que no diría nada a ninguna persona el secreto de Neville. Incluso Neville no sabía que Harry lo sabía (—Hasta ahora —comentó Kevin, mirando a su padre y abuelos). Harry, Ron y Hermione tomaron sus asientos como siempre en la parte posterior del aula, sacaron sus pergaminos, y sus libros de "Mil Hierbas y Hongos Mágicos". La clase alrededor de ellos susurraba sobre lo qué Neville acababa de hacer, pero cuando Snape cerró de un fuerte portazo la mazmorra, lo que provoco un gran eco, todos quedaron inmediatamente en silencio.

Como podrán notar dijo Snape, con desprecio en voz baja, hoy tenemos a una invitada con nosotros.

Él gesticuló hacia la esquina oscura de la mazmorra y Harry vio ahí a la profesora Umbridge sentada allí, con el portapapeles en sus rodillas. Él echó una mirada a Ron y Hermione levantando sus cejas. Snape y Umbridge, los dos profesores más odiados por casi todos. Era duro decidir a cual de los dos se podia odiar mas.

—¿Hacemos una votación? —preguntó JS, esperanzado.

—No, Jamie —replicó Ginny—, así no.

JS sólo suspiró al ver la mirada decidida de su madre. Algunas risitas se escucharon, pero Neville siguió la lectura.

Hoy dia continuaremos con nuestra solución Fortalecida. Ustedes encontrarán sus mezclas como las dejaron la lección pasada, a su izquierda; si están hechas correctamente se habrán madurado bien en el fin de semana… las instrucciones… Snape agito su varita otra vez, están en el tablero. Prosigan.

—Lo normal —criticó nuevamente Lily, sin recibir respuesta de parte de Snape.

La profesora Umbridge pasó la primera media hora de la lección haciendo notas en su esquina. Harry estaba muy interesado en lo que ella pudiera preguntarle a Snape; estaba tan interesado en eso que habia descuidado su poción una vez más.

Harry, ¡sangre de Salamandra! gimió Hermione, jalándolo de su muñeca para prevenirlo que agregaba el ingrediente incorrecto por tercera vez, ¡no eches jugo de granada!

—Lo normal —dijo cáusticamente Snape, resistiendo la mirada que Lily de daba en ese instante, mezcla de ira y decepción.

El de la derecha dijo Harry vagamente, colocando la botella mientras continuaba mirando a la esquina. Umbridge acababa de ponerse en pie. Aha dijo Harry suavemente, pues ella habia empezado a avanzar a trancos entre dos líneas de pupitres con dirección a Snape, quien en ese momento doblaba excesivamente el caldero de Thomas.

Bien, la clase parece estar bastante avanzada para su nivel dijo ella enérgicamente por detrás de Snape. Aunque quisiera preguntarle si es recomendable enseñarles una poción como la solución del fortalecimiento. Yo pienso que el ministerio preferiría que fuese quitada del programa.

Snape se enderezó lentamente y dio vuelta para mirar hacia ella.

—Ahora es cuando lo divertido comienza —dijo Freddie, palmeando y sobándose las manos, lo que provocó risas.

Ahora, ¿cuánto tiempo lleva enseñando en Hogwarts? pregunto ella con su pluma lista para escribir sobre su sujetapapeles.

Catorce años contestó Snape. Harry, mirándolo de cerca, vio que su expresión era desenfadada y distraídamente agregó algunas gotas a su poción; la poción silbó amenazante y cambio de un color turquesa a naranja.

—Creo que eso no era lo que debías agregar —comentó Dil, preocupada.

Usted solicitó primero el puesto de profesor de defensa contra los artes oscuras, ¿creo que estoy en lo cierto? la profesora Umbridge pregunto a Snape.

dijo Snape reservado.

Pero, entonces, ¿es solamente usted un fracasado? el labio de Snape se encrespó. La profesora Umbridge garabateo 'obviamente' en su sujetapapeles.

Uuuuuuuuuuuu —el coro de bromistas aprovecho de atacar, provocando a su vez una mirada cáustica de parte de Snape.

Y usted ha solicitado regularmente la cátedra de Defensa contra las Artes Oscuras desde que usted llego en su primer año a la escuela, creo, ¿no?

dijo reservado, apenas moviendo los labios. Snape parecía muy enojado.

¿Usted tiene alguna idea de porqué Dumbledore ha rechazado constantemente designarle en ese cargo? preguntó Umbridge.

Yo sugiero que le pregunte usted dijo Snape indiferente.

Oh dijo la profesora Umbridge, con una leve sonrisa.

Supongo que esto es necesario pregunto Snape encogiendo sus negros ojos.

Oh, sí respondió la profesora Umbridge, sí, el Ministerio desea conocer cuidadosamente la forma de enseñar de los profesores…

Ella se dio vuelta y camino lejos de Snape, hasta llegar a Parkinson y comenzó a preguntarle sobre las lecciones.

Snape miraba alrededor y sus ojos se clavaron en Harry por un segundo. Harry postró rapidamente su mirada fija en su pocion, que ahora tenia un aspecto asqueroso y emitía un olor fuerte como del caucho quemado.

—Me imaginé que vigilaste lo que no era —comentó Lily, suspirando.

—¿Qué podía hacer, mamá?

—Atender la poción, no descuidarla —le dijo Lily, mientras Dil afirmaba en silencio.

Ninguna mejora otra vez, Potter dijo Snape malévolamente, vaciando la caldera de Harry con un leve movimiento de su varita. Usted me escribirá un ensayo de la composición correcta de esta poción, indicando cómo y porqué le salio mal, y me la entregara en la siguiente clase, ¿entendió?

dijo Harry furiosamente. Snape ya le había dado la tarea y él tenía práctica de quidditch esta tarde; esto significaba otro par de noches de desvelo. Ya no le parecía posible encontrar esa sensación de felicidad con que se habia despertado esa mañana. Todo lo que ahora sentía era un deseo ferviente que ese día terminara.

—No lo pongo en duda —dijo JS—, me pasa a veces.

Ginny vio extrañada a su hijo, pero no comentó nada.

No iré a Adivinación dijo Harry sombríamente, cuando estuvieron parados en el patio después del almuerzo, el viento azotaba con fuerza el dobladillo de las túnicas y el borde de los sombreros. Fingiré estar enfermo y hare el ensayo de Snape en lugar de ir a clases, asi no tendré que permanecer despierto en mitad de la noche.

Tú no faltarás a Adivinación dijo Hermione seriamente.

Mira quien lo dice, tú dejaste Adivinacion, ¡tú odias a Trelawney! dijo Ron indignado.

No la odio dijo Hermione alzando la voz. Solo pienso que ella es una profesora absolutamente espantosa y un verdadero viejo fraude. Pero Harry ya ha faltado a Historia de la Magia, ¡y pienso que él no debe faltar a otra clase por cualquier cosa que le pudiera haber pasado hoy!

Parvati y Lavender vieron con mala cara a Hermione, pero Lily y James estaban de acuerdo con lo que había dicho.

Hermione tenia razon en lo que decia como para no hacerle caso, así que media hora más tarde Harry tomaba su asiento en la atmosfera caliente y perfumada de la sala en donde llevaba la clase de Adivinacion, sintiéndose enojado con todos.

La profesora Trelawney repartía otra vez copias del Oráculo de los Sueños. Harry pensó que emplearia seguramente mejor su tiempo en hacer el ensayo que en castigo le habia dado Snape que estar sentado alli intentando encontrar el significado en muchos de sus sueños inventados. Parecía, sin embargo, que él no era la única persona en adivinacion que estaba con mal genio. La profesora Trelawney cerró de golpe una copia del Oráculo cerca del pupitre entre Harry y Ron y la tiro lejos, sus labios estaban muy juntos; ella lanzó la siguiente copia del oráculo entre Seamus y Dean, Seamus movio su cabeza para evitar que le cayera, y luego ella empujó la ultima copia en el pecho de Neville con tal fuerza que él se cayo de su asiento.

—Sí —reconoció el propio Neville—, estaba totalmente alterada, y no pueden negarlo —le dijo a Lavender y Parvati, quienes sólo encogieron los hombros, puesto que sabían que había pasado así.

Bien, ¡continúen! dijo la profesora Trelawney en voz alta, su voz era aguda y se sentia algo de histeria en ella. ¡Ustedes ya saben que hacer! ¿O acaso soy una profesora de nivel tan bajo que ustedes nunca han aprendido cómo se debe abrir un libro? la clase la miró fijamente en forma perpleja.

Harry, sin embargo pensaba que él si sabía en que consistía la reacción, mientras la profesora Trelawney con sus grandes ojos llenos de enojo volvia de nuevo a la silla alta que se encontraba mas atrás.

Harry inclinó su cabeza más cerca a Ron y le murmuro,

Parece que ella tiene los resultados de su inspección.

¿Profesora? Parvati Patil dijo en voz un poco baja (ella y Lavender habían admirado siempre a la profesora Trelawney). ¿Podemos consultar cualquier cosa que sea… er… confusa?

¡Confusa! grito la profesora Trelawney en una voz que palpitaba con la emoción. ¡Ciertamente, no! ¡Ciertamente me han insultado! ¿Las insinuaciones que se han hecho contra mí? ¿Acusaciones infundadas? Pero no, allí no hay nada de malo, ¡ciertamente no! Ella elevo un gran suspiro de estremecimiento y miraba más allá de Parvati, con rasgos enojados que se notaban aun debajo de sus cristales. ¿Y no digo nada? ¡Ella desechó los dieciséis años de servicio devoto que tengo en esta escuela! ¿Ha pasado esto, al parecer, inadvertido? ¡Pero no me insultarán mas, no, yo no me dejare!

—Estaba fuera de sí, ¿no? —preguntó Naira, extrañada.

—No lo dudaría —respondió Teddy—, si su evaluación fue tan baja.

Pero, profesora, ¿quién le esta insultando? pregunto Parvati timidamente.

¡El Establecimiento! dijo la profesora Trelawney, en una profunda y dramática, pero dudosa voz. Sí, aquellos que ven con los ojos mundanos para ver como veo, saber como sé, ¡por supuesto, nosotros los adivinos hemos sido temidos siempre, hemos sido perseguidos siempre? Es… nuestra cruz Ella tragó saliva suavemente, y secó sus mejillas mojadas con el extremo de su mantón, después tiró de un pañuelo bordado pequeño que tenia debajo de su manga, y sopló su nariz muy duro, provocando un sonido como cuando Peeves soplaba una frambuesa.

Ron rió de manera contenida. Lavender le hecho una mirada de enojo.

Exactamente lo que ocurrió en la Sala, cuando los bromistas soltaron la carcajada y las adivinas los miraron con acritud.

Profesora dijo Parvati. ¿Esto significa que usted esta hablando de la profesora Umbridge…?

¡No me hable de esa mujer! dijo gritando la profesora Trelawney, poniéndose en pie, mientras sus cuentas de opalos hacian mucho ruido y sus gafas le centellaban. ¡Continúen con su trabajo! dijo ella cortantemente y se pasó el resto de la lección dando trancos entre ellos. Aun asi se veia a traves de sus cristales un poco de enojo, murmurando palabras que parecían amenazas con bajo y poco aliento. ¿Puede hacerme esto? ¿No es un ultraje? ¿En condicional? ¿A ver? ¿Cómo ella se atreve?

Tu y Umbridge tienen algo en común le dijo reservadamente Harry a Hermione cuando se encontraron otra vez en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras. Ella cree ciertamente como tú que Trelawney es un viejo fraude. Mira como la ha puesto en evaluación condicional.

Umbridge entró en el cuarto mientras el hablaba, usando su tunica negra de terciopelo y con una expresión de gran satisfacion.

Buenas tardes, clase.

Buenas tardes, profesora Umbridge cantaron embotados.

—Para qué oponernos, y ganarnos un castigo colectivo —se interrumpió Neville, con tono asqueado.

Varitas guardadas, por favor Pero no hubo movimiento esta vez que contestara a aquellas palabras; nadie se había tomado la molestia de sacar su varita de la mochila. Pasen por favor a la pagina treinta y cuatro de la Teoría Mágica Defensiva y lean el tercer capítulo, el título es "El caso para las respuestas No-Ofensivas al ataque mágico". No habrá necesidad de hablar.

Harry, Ron y Hermione bajaron juntos sus cabezas, a la vez que su respiracion.

—Espero que tus clases de Defensa no sean así, Teddy —le dijo Vic, a lo que todos los jóvenes hicieron gestos de apoyo.

—¡Para nada! —exclamó Teddy—, mi técnica va a ser como la que escuché que aplicó papá, muy de aplicar el conocimiento teórico, quizás con un toque de como enseñó Crouch Jr haciéndose pasar por Moody, pero sin torturar a los estudiantes, claro. Creo que como aprendí de Harry, mi padrino.

—Buena idea, hijo —le alabó Remus, mientras Tonks lo abrazaba.

Ninguna práctica de quidditchdijo Angelina en tonos huecos cuando Harry, Ron y Hermione entraron en la sala común después de la cena aquella noche.

¡Solamente guardé mi genio! dijo Harry horrorizado. Yo no quise decirle nada a ella, Angelina, lo juro, yo…

Ya sé, ya sé dijo Angelina con tono desgraciado. Ella acaba de decirme que necesitó de poco tiempo para considerarlo.

¿Considerar que? dijo Ron airadamente. Que le dan permiso al equipo de Slytherin, ¿pero por qué no nosotros?

Pero Harry podría imaginarse cuánto podria gozar Umbridge pensando como estarian sus cabezas al llevar a cabo la amenaza de que ningún equipo de quidditch de Gryffindor jugara y podría entender fácilmente porqué ella no desearía abandonar esta arma en contra de ellos demasiado pronto.

Bien dijo Hermione, mírenle el lado bueno… ¡por lo menos ahora Harry tendrá más tiempo para hacer el ensayo de Snape!

—¡Qué consuelo! —estalló James, con el apoyo de los fanáticos del quidditch. Hermione sólo encogió los hombros.

¿Eso es un lado bueno? dijo Harry sintiéndose muy presionado, mientras que Ron miraba fijamente a Hermione con incredulidad. Ninguna práctica de quidditch, ¿y Pociones adicionales?

Harry se dejó caer en una silla, sacó lentamente su ensayo de las pociones de su mochila y se dispuso a trabajar. Era muy duro concentrarse; aunque él sabía que Sirius no aparecería en el fuego hasta mucho más tarde, no podria ayudarlo estar vigilando el fuego cada cierto tiempo. Había también una cantidad increíble de ruido en la sala: Fred y George parecían dar muchas vueltas para demostrar a una muchedumbre que animaba y que chillaba que finalmente habian perfeccionado un tipo de broma Snackbox.

—No me extraña —comentó sombríamente Molly—, no sólo no se dedicaban a sus estudios, sino que interrumpían a Harry.

Primero, Fred mordía un pedazo de un lado de color anaranjado de un caramelo, con lo cual vomitaría espectacularmente en un cubo que habían colocado delante de él. Entonces el se metía la parte purpura del caramelo en la boca, con lo cual dejaria de vomitar inmediatamente. Los asistentes a la demostración aplaudían como locos y Lee Jordan, desaparecía el vómito en intervalos regulares con el mismo encanto que Snape habia utilizado para hacer desaparecer las pociones de Harry. Con los sonidos regulares de algarabía, de animación y del sonido que causaban Fred y de George al tomar los pedidos de su invento de la muchedumbre, Harry estaba encontrando excepcionalmente difícil concentrarse en el método correcto para consolidar su solución.

Hermione no apoyaba lo que hacían los gemelos; las aclamaciones y el sonido del vómito que golpeaba el fondo del cubo de Fred y de George fueron notados por sus aspiraciones ruidosas y de su constante desaprobación, lo que Harry encontro molesto pues estaba distrayendolo.

¡Si te molesta, anda y páralos, entonces! —le dijo irritado, después de haberse equivocado en encontrar el peso de la garra pulverizada del griffin por cuarta vez.

No puedo, no están haciendo algo que este técnicamente mal dijo Hermione a través de los dientes cerrados fuertemente. Está absolutamente dentro de sus derechos de comer esas cosas asquerosas ellos mismos y no puedo encontrar una regla que diga que los otros idiotas no tienen derecho a comprarlas, no a menos que demuestren ser peligrosos de alguna manera y no se ven peligrosos.

Hermione, Harry y Ron miraron a George vomitando como proyectil en el cubo, tragando saliva junto con el resto del caramelo y luego enderezándose y alzando los brazos en alto para que siguiera el aplauso prolongado.

No consigo entender porqué Fred y George consiguieron solamente tres TIMOs cada uno dijo Harry, mirando como Fred, George y Jordan recogia impacientemente el oro de la muchedumbre. Realmente saben lo que hacen.

—Pero no corresponde a la carga académica, Harry —comentó la directora McGonagall—, por eso no obtuvieron los reconocimientos correspondientes.

Oh, ellos saben solamente cosas que no le sirven de nada a las personas dijo Hermione despreciativamente.

—Eso fue duro, cuñada —comentó Fred, haciéndose el ofendido.

—Realmente un golpe bajo —completó George, tomándose el pecho y provocando risas.

¿Ningún uso verdadero? dijo Ron en una voz filtrada. Hermione, han hecho cerca de veintiséis Galeones ya.

Tuvo que pasar un buen rato antes de que la muchedumbre que estaba alrededor de los gemelos Weasley se dispersara, entonces Fred, Lee y George se sentaron por mucho tiempo en unas sillas a contar sus recaudaciones, así que tuvieron que esperar hasta más allá de la medianoche para que Harry, Ron y Hermione finalmente tuvieran la sala común para ellos solos. Finalmente, Fred había cerrado la puerta a los dormitorios de los muchachos detrás de él, mostrando obstentosamente su caja de Galeones de modo que Hermione estuviera furiosa. Harry, que habia logrado muy poco progreso con su ensayo de las pociones, decidío dejarlo por esa noche. Cuando puso sus libros aparte, Ron, que dormitaba ligeramente en una butaca, dio un ronquido amortiguado, se despertó, y miraba vagamente en el fuego.

¡Sirius!

Harry se acerco alrededor. La cabeza oscura y desaliñada de Sirius se encontraba en el fuego otra vez.

—¿Me veía desaliñado? —preguntó Sirius, extrañado.

—¿Realmente? Sí —respondió Harry—, parecía que habías peleado con unos dementores.

Hola dijo, haciendo muecas.

Hola dijeron en coro Harry, Ron y Hermione, los tres que se arrodillaban cerca de la chimenea. Crookshanks ronroneó en voz alta y se acercó al fuego, intentando, a pesar del calor, poner su cara cerca de Sirius.

¿Cómo estan ustedes? dijo Sirius.

No muy bien dijo Harry, mientras Hermione tiraba de Crookshanks para acercarlo hacia ella pues se estaba chamuscando los bigotes. El ministerio ha establecido a través de otro decreto, que se nos prohíbe tener equipo de quidditch.

¿Contra eso, o contra el grupo secreto de clases de Defensa contra las Artes Oscuras? dijo Sirius. Hubo una corta pausa.

¿Cómo sabias tu sobre eso? quiso saber Harry.

Ustedes deberían elegir sus lugares de reunión con mas cuidado dijo Sirius, haciendo muecas más ampliamente¿En Cabeza de cerdo?le preguntó.

—Hubiera sido perfecto que nos hubieras recomendado un lugar —soltó Harry, dejando a Sirius sorprendido.

—¿Acaso ustedes me dijeron lo que pretendían hacer? —contraatacó Sirius.

—Tiene su punto —admitió Hermione, haciendo bufar a Harry.

Bien, ¡era mejor que Las tres Escobas!dijo Hermione defensivamente.

Eso pasa siempre con la gente, siempre tienen que pensar en la posibilidad que alguien los pueda escuchar por casualidad dijo Sirius. Aun tienes mucho que aprender, Hermione.

¿Quién nos oyó por casualidad? pregunto Harry.

Mundungus, por supuesto dijo Sirius, y al mirarlo Harry de forma desconcertada, se rió. Él era la bruja del velo.

¿Ése era Mundungus? Harry dijo, atontado. ¿Qué hacia él en La cabeza de cerdo?

¿Qué creen que hacía ahi? dijo Sirius impacientemente. Vigilándolos a ustedes, por supuesto.

¿Todavía me están siguiendo? pregunto Harry airadamente.

Sí, asi es dijo Sirius, y del mismo modo que no esta muy bien que tú en tu fin de semana estés por ahi organizando un grupo ilegal de defensa… Pero no parecía ni enojado ni preocupado. Por el contrario, miraba a Harry distinto, con orgullo.

—Sí, estaba muy orgulloso de ti —admitió Sirius—, pero también estaba consciente que era un riesgo tremendo el que estabas tomando.

—Me recuerda al que ustedes cuatro tomaron cuando comenzaron con su alboroto de Merodeadores —comentó Lily.

—Pero esto es mucho más serio, Lils —replicó Sirius—, nosotros lo hicimos para divertirnos, ellos lo hicieron para confrontar a la amenaza de Umbridge.

¿Por qué estaba ocultándose de nosotros? quiso saber Ron, sonando decepcionado.

Él hubiera estado muy gustoso de hablar con vosotros, pero se le prohibió entrar en Cabeza de cerdo desde hace veinte años dijo Sirius, y los barman, a pesar de los años, lo conservan en su memoria. Perdimos a la persona que espiaba ahi cuando Sturgis fue arrestado, desde entonces Mundugus va ahi bastante últimamente vistiendo como bruja; de todas formas, primero que todo, Ron, me he presentado aqui para dejarte un mensaje de tu madre.

Oh, ¿sí? dijo Ron sonando aprensivo.

Ella dice que de ninguna manera puedes participar en un grupo secreto ilegal para aprender Defensa contra las Artes Oscuras. Ella dice que muy seguro te expulsarían y tu futuro estaría arruinado para siempre, también dice que ya habrá un monton de horas para aprender cómo defenderse más adelante y que ahora eres demasiado joven para preocuparte por eso por ahora. Ella también… los ojos de Sirius dieron vuelta para ver a los otros dos—, les aconseja, Harry y Hermione, que no entren en aquel grupo, aunque sabe que ella no tiene ningún autoridad en ustedes, y les pide simplemente que recuerden que solo quiere lo mejor para ustedes en su corazón. Ella les hubiera escrito todo esto a uds, pero si la lechuza hubiera sido interceptada todos ustedes habrian estado en verdadero apuro, y ella no puede decirlo personalmente porque esta con deberes esta noche.

—Así mismo —reconoció Molly, sonrojada—, aunque hoy me estoy enterando las razones que los llevó a esta decisión.

¿Qué deber esta haciendo? replico Ron rápidamente.

No puedes saber cual es, por que es para la Orden dijo Sirius; me dejó a mí para ser solo el mensajero, y cerciorarse de que has entendido todo lo que te he dicho, pues no pienso que ella confíe mucho en mi. Hubo otra pausa en la cual Crookshanks, maullando, procuró tocar la cabeza de Sirius con la pata, y Ron miraba los intentos del animal de no quemarse las almohadillas de la pata.

¿Y tú estas de acuerdo con ella en que no debemos participar en ese grupo? murmuro Ron finalmente.

¿Yo? ¡Ciertamente no! dijo Sirius, parecía sorprendido. ¡Pienso que es una idea excelente!

—Me lo supuse —comentó Molly, derrotada.

—No podía esperar menos de ti, Canuto —reconoció James.

¿Tu? dijo Harry, sintiendo palpitar su corazón.

¡Por supuesto! dijo Sirius. ¿Qué piensas que hubiéramos hecho tu padre y nosotros si hubieramos tenido cerca alguien como Umbridge? Pero… por todo lo que te ha pasado últimamente, hay que tener mucho mas cuidado y no tomar riesgos… ¡el año pasado, toda la evidencia era que alguien dentro de Hogwarts intentaba matarle, Harry! dijo Sirius impacientemente. Este año, sabemos hay que hay alguien del exterior de Hogwarts que quiere tener el gusto de matarnos a todos, así que pienso que aprender a defenderse correctamente es una idea muy buena!

¿Y si fuéramos expulsados? pregunto Hermione, con una mirada asustada en su cara.

Hermione, ¡todo esto fue idea tuya! dijo Harry mirándola fijamente.

—Eso es cierto —dijo JS—, no puede escaparse a esa decisión.

—Una decisión difícil, pero necesaria —aseguró Hermione.

Sé que es mi idea. Pero acabo de pensar acerca de lo que Sirius nos ha dicho dijo ella encogiéndose.

Bien, si te expulsan, pero capaz de defenderte es mejor que estar sentada con seguridad en tu escuela sin saber nada dijo Sirius.

—Tiene su punto —admitió Hermione.

Oye, oye dijeron Harry y Ron entusiasmados.

Bueno, ¿entonces? dijo Sirius, ¿Cómo han organizando este grupo? ¿Dónde son sus puntos de reunión?

Bien, ése ahora es nuestro pequeño problema dijo Harry. No sabemos donde vamos a poder ir.

¿Cómo que dónde?... ¡en la Casa de los gritos! sugirió Sirius.

¡Hey, esa es una buena idea! dijo Ron excitado, pero Hermione hizo un ruido escéptico y los tres se quedaron mirándola, la cabeza de Sirius que daba vuelta en las llamas.

Bien, Sirius, es cierto que ustedes solo eran cuatro en su tiempo de escuela, los que se reunían en la Casa de los gritos dijo Hermione, y se podían transformar en animales y supongo que ustedes habrian podido desaparecer debajo de la capa invisible si ese era su deseo. Pero ahora somos veintiocho personas y ninguno de nosotros somos Animagos, y tampoco nos serviria de mucho la capa de la invisibilidad sino mas bien una mansion de invisibilidad…

—No está para nada fácil —admitió James—. Pero recuerdo que había un pasillo en el cuarto piso, que les podía servir.

—Se los mencioné, Cornamenta —reconoció Sirius.

El punto justo dijo Sirius, mirando ensimismado levemente. Bien, estoy seguro que uds conocerán el pasillo que esta arriba de uds. Era un callejón secreto muy espacioso y bonito detrás de ese espejo grande en el cuarto piso, ustedes pueden tener bastante espacio para practicar maleficios alli adentro.

Fred y George me dijeron que está bloqueado dijo Harry, sacudiendo la cabeza, lleno de rocas o algo así.

¿Oh? dijo Sirius, frunciendo el ceño. Bien, pensaré en ello y veré que se puede hacer… se interrumpió. Su cara estaba repentinamente tensa, alarmada. Él se dio la vuelta de lado, al parecer mirando en la pared del ladrillo sólido de la chimenea.

¿Sirius? dijo Harry ansiosamente. Pero había desaparecido. Harry se agacho en las llamas por un momento, después dio vuelta para mirar a Ron y Hermione. ¿Porqué desaparecio asi…?

—¡Verdad! —exclamó Lilu—, ¿qué le pasó?

Varios estaban alarmados por la repentina acción de Sirius, pero ninguno de los involucrados en el diálogo dijo nada, así que enfocaron su atención en Neville.

Hermione dio un grito de asombro horrorizado y se puso en pie rapidamente, mientras miraba fijamente inmóvil el fuego. Una mano había aparecido entre las llamas, andando a tientas como si buscara lograr atrapar algo; una mano rechoncha, de dedos cortos cubiertos en feos anillos pasados de moda.

—Umbridge —soltó Rose, a lo que varios asintieron sorprendidos.

Los tres salieron corriendo hacia sus dormitorios. Cuando llegaron a la puerta del dormitorio de los muchachos, Harry miro hacia atrás. La mano de Umbridge todavía hacía arrebatar los movimientos entre las llamas, como si ella supiera exactamente donde había estado momentos antes el pelo de Sirius y estaba determinada a agarrarlo.

—¡Lo que dijimos! —exclamó Kevin—, ¡la profesora Umbridge sabía que iban a usar la red flú para comunicarse!

—Es lo más seguro —admitió Frank—, y eso les va a causar más problemas.

Neville asintió, mientras soltaba el pergamino en el atril. Este se movió hasta Teddy, quien miró extrañado el título del capítulo.


Buenas noches desde San Diego, Venezuela! Las primeras consecuencias de la reunión en Cabeza de Cerdo se dejan ver en ese decreto educacional y en la forma en que la Orden del Fenix se enteró de la iniciativa de las clases secretas de Defensa contra las Artes Oscuras, además de como se va sintiendo la influencia de Umbridge en la cotidianidad de Hogwarts. Por supuesto, la vida de nuestros protagonistas se comienza a complicar, pero están dispuestos a seguir adelante en su iniciativa, así como yo sigo dispuesto a seguir esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros", acompañado por sus visitas, sus alertas, sus marcas como favoritos y sus comentarios, como esta semana hicieron Eugre (sí, esa referencia es importante), y creativo (No sé si son los celos Evans o la lógica, pero "eso es lo que hay"... jejejejeje); gracias por estar ahí, por acompañarme! Espero que sigan ahí, y sobre todo, que se cuiden en estos tiempos de #cuarenterna y #variantes... Salud y bendiciones!