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LA NOCHE DE LOS SABUESOS
Thorne se quedo donde estaba, petrificado del miedo al no poder creerse que a unos cuantos metros adelante tuviese ahí mismo a las criaturas que mataron al equipo en el que se hallaba Oggus, lo que él decía era cierto, eran reales. Debido a la oscuridad apenas las podía ver del todo, pero la luz de las estrellas del cielo le ayudaba a notar por lo menos que si era verdadero que no tenían cabezas, solamente tenían unas horribles bocas circulares por la que les caía algo baboso, con solo ver la forma en como les caía aquel fluido, ya asumía que era terriblemente asqueroso.
Se reunieron como unos seis sabuesos, todos estaban tironeando del cuerpo del cadete como si fuese una pelota de juguete, a esas alturas ya pudo intuirse que aquel cadete estaba muerto, mejor dicho, ya murio en cuanto se pusieron a perseguirle desde el otro lado de la zona en la que malintencionadamente se metió. Aquellos seis empezaron a pelearse, estaban confrontandose por saber quien se quedaba con el cadete muerto, uno de ellos le tiro el fluido a la cara hacíendo que todos se alejasen, este alzo su enorme pata con garras y la bajo contra la oreja del cadete, se la estiro hasta que se la arranco de cuajo como si estuviese hecha de arcilla.
Apoyo las manos sobre su boca, le dieron arcadas de ver eso.
No sabía porque pero eso le resulto lo mas asqueroso que presencio desde que estaba aqui, y eso que vio a unos cuantos mabus siendo torturados por sus compañeros, pero ver a un troll, a uno de su especie al que le arrancasen un trozo de su cuerpo, le resultaba doloroso y hasta asfixiante, pero se alivio por pensar que el cadete no estaba vivo como para poder soportar un dolor semejante a ese.
Ahora que veía a los sabuesos trozeando el cadever, no sabía que hacer, tenía miedo de dar la vuelta para volver con el campamento y que estos le siguiesen hacía ellos y se montase una masacre parecida a por la que paso Oggus, no quería que a ningúno le pasara nada por esto.
Entonces se le ocurrio una idea.
Fue avanzando lentamente hacía atras sin provocar el mas minimo sonido posible como para que los sabuesos no le oyesen. Desconocía de si los sabuesos eran capaces de escuchar ciertos sonidos leves o no, o tampoco de si podían escuchar y tenían algúna habilidad que les permitiera rastrear a sus presas de otra manera. Pero él no iba a quedarse ahí para descubrirlo, iba a volver con Fargus antes de que la situación empeorase mas de la cuenta, eso si ya había empeorado.
Fue alejandose dando pequeños pasos en seco ya que no quería arriesgarse a no cometer ningún error de ningún tipo, era su vida contra de ello, y lo hacía sin mirar hacía atras ya que quería tener bien vigilados a esos sabuesos por si estos reaccionaban a sus movimientos o no. Por ahora no estaba ocurriendo nada, lo que eso significaba que lo estaba logrando perfectamente bien de momento, siguio así hasta que de pronto...
-¡Thorne! ¡Vuelve aqui ahora mismo! -oyo una voz conocida gritandole a lo lejos.
Cerro los ojos esperanzado de que aquello no hubiese resonado en el ambiente, luego los abrio y observo como de pronto uno de los sabuesos estaba mirandole, no sabía si estaba mirandole ya que desconocía si tenían ojos o no, pero por la forma en como dirigia la cabeza hacía él, ya asumio que ese sabueso detecto algo que llamo su atención, y seguramente no para bien.
Asomo aún mas la mirada y ahora pudo notar como los demas sabuesos también estaban dirigiendo las cabezas hacía él, como si le hubiesen detectado y ahora estuviesen asimilando quien era el individuo que había provocado tal sonido. Tenía ganas de echar a correr hacía atras pero tenía miedo de que fuese un acto de provocación hacía los sabuesos, ni siquiera podía corroborar que estuviesen sintiendole.
Los sabuesos tiraron el cuerpo del cadete en el suelo y se pusieron de frente, empezaron a esbozar unos gemidos a traves de sus enormes y repulsivas bocas, por la forma tenue en como sonaban aquellos gemidos, se sentía como si estuviesen enfadandose por algo, se podía induir que quizas estaban así porque escucharon algo que les interrumpio de comerse al cadete muerto y eso les cabreaba, pero ahora se pusíeron a girar sus cabezas de forma consecutiva. Dudaba de si esos meneos con las cabeza se trataban de algún tipo de gesto o de algún tipo de comunicación, ya que si no se veían entre si, de algúna manera iban a tener que comunicarse, pero se estaban moviendo como inquietos por algo que parecía no gustarles, y eso les hacía gemir con mas fuerza que antes.
Ya no podía aguantar mas esto, se dispuso a darse la vuelta con tal de escapar lo mas rapído posible y volver al campamento donde ahí sus compañeros trolls se protegerían entre si y acabarían con los sabuesos, eso si es que tenían la fuerza suficiente para acabar con todos ellos de un solo golpe.
Se inclino de costado sin apartar la mirada de los sabuesos, siguio así hasta que de pronto observo algo que paso casi rozando su cara al instante, algo verde y brillante, se dio la vuelta en un microsegundo y vio que aquello era una rafaga, la rafaga de un fusil de soldado. La rafaga fue directa hacía los sabuesos, esta impacto contra uno estando levantado, le atraveso la piel dejandole un enorme agujero en la boca que salía por el otro lado de su extendido cuello.
Quedo estupefacto al ver que eso pudo darle.
El sabueso quedo tendido en el suelo, pero seguia vivo, los demas sabuesos se acercaron y se pusieron a golpearle suavemente con sus bocas, el sabueso esbozo un leve gemido mientras movía su boca de un lado para otro pero estando flacida, como si fuese una manguera espachurrada.
Al ver eso empezo a sentir como una especie de lastima, pero no lastima porque aquel sabueso estaba herido, sino porque a pesar de que eran bestias con un aspecto desagradable, seguian siendo seres vivos que se preocupaban entre si, ver aquellos sabuesos asistiendo a su compañero malherido, era una buena muestra ello, otra buena muestra de que todos en esta tierra estaban siendo atacados sin razón.
No podía quedarse ahí mirando, tenía que ir a ayudarles, no sabía como lo haría ya que si se acercaba demasíado, los sabuesos obviamente le harían daño, pero tenía que demostrar que no era como los demas, que podía hacer lo correcto aunque solo sea intentando hacer algo que ningún otro haría.
Fue avanzando lentamente hasta que de pronto vio otra rafaga verde y brillante pasando al lado suyo sin previo aviso, volvió a darle al mismo sabueso de antes solo que esta vez la rafaga le atraveso todo el cuerpo de forma recta, se pudo ver salir un humo verde por su parte trasera de la que seguramente ahora tendría una agujero enorme.
El sabueso cayo despatarrado contra el suelo, y ya esbozo ningún sonido mas.
Le resulto tan sorpresivo eso que no pudo evitar abrir la boca de tal manera que se le quedo abierta como un plato, rapídamente volteo la mirada hacía el otro lado observando quien era el responsable de haber ejecutado aquel disparo.
Era un soldado troll que se encontraba reunido junto con el resto de cadetes que estaban ahí colocados como espectadores contemplando la escena, le veía armado con un fusil y puesto en una posicion que indicaba que iba a seguir atacando con el arma.
Se alivio de ver que no se trataba de Fargus ya que como fuese él, no le perdonaría por esto, y justo encima después de lo que prometió hacer, volteo la mirada de vuelta al frente observando ahora como los sabuesos estaban golpeteando suavemente el cuerpo del sabueso fallecido, lo golpearon consecutivamente pero no había respuesta algúna, con eso ya dejaba constancia de que estaba muerto del todo.
Sintio una enorme tristeza al ver que mataron al sabueso, pretendía ayudarle pero al final no pudo, quería llorar pero no podía ya que ahora tenía el mal presentimiento de que esta situación ya había tocado fondo.
Los sabuesos se apartaron del cuerpo del sabueso muerto y estos empezaron a gemir de la misma manera que antes cuando atacaron al cadete muerto, solo que ahora esta vez estaban dirigiendo sus bocas hacía el peloton de cadetes del otro lado.
Se colocaron en posicion y al instante, marcharon corriendo.
Thorne se puso a correr lo mas rapído que podía, pero piso mal y eso hizo que cayera torpemente contra el suelo, se trago tierra. Volteo la mirada y vio como los sabuesos estaban dirigiendose hacía él en forma de estampida, no tenía tiempo para levantarse, lo uníco mejor que podía hacer era doblarse en el suelo asumiendo que quizas los sabuesos no le pisarian. Se coloco las rodillas apretandoselas contra el pecho mientras se los sujetaba con los brazos, quedo hecho una bola, los sabuesos se acercaron y estos saltaron por encima de él uno por uno, en tan solo unos segundos pudo sentir todo su peso rozandole el cuerpo, como si se tratara de una cuchilla a la que estaban afilando sobre su propia piel, pero también pudo sentir un olor inmundo que venía de ellos, su piel era apestosa, como si algo inmundo emanara de dentro suyo, seguramente seria el fluido que echaban por sus bocas solo aqui les caía como un sudor, un sudor mucho mas apestoso y maloliente que el olor que solía aparecer en el interior de los caparazones de las tortugas de trabajo, se les ensuciaba por dentro y siempre echaba ese olor a mugre que costaba bastante quitarselo de encima.
Espero un poco hasta que de pronto no sintio nada mas, abrio los ojos y noto que todos los sabuesos le habían pasado por encima, ningúno le golpeo o le hizo algo fisico en el cuerpo como paso antes con el cadete muerto, era mas, pasaron de él como si no fuese el objetivo de su enfado.
Volteo la mirada al otro lado y observo como ahora los sabuesos se metieron en el campamento, todos los cadetes echaron a correr despavoridos por ambas direcciones, no podía ver si uno de ellos era Fargus, aunque seguramente habría ido a buscar su lanza para enfrentarse personalmente a los sabuesos. Pero había una persona a quien si podía identificar, al troll que mato al sabueso con su fusil, les estaba disparando a cada uno de ellos pero estos le acorralaron hacíendo que no pudiera escapar por ningún lado.
Se abalanzaron sobre él y empezaron a golpearle dandole patadas por todo el cuerpo de forma tremendamente violenta, tal cual como hicieron con el otro cadete, lo revoleaban como si fuese un muñeco de trapo.
Thorne no podía aguantar esto, no pudo salvar al cadete que huyo corriendo, pero si podía por lo menos salvar a ese soldado a pesar de lo que había hecho. Se levanto y marcho corriendo lo mejor que podía de vuelta hasta el campamento.
Llego pero en cuanto se acerco hacía los sabuesos estos se marcharon desplazandose en varias direcciones, se detuvo al quedarse extrañado ya que pensaba que su sola presencia los había ahuyentado, cosa que resultaba ridicula e imposible ya que no tenía nada que pudiese indicar que esas cosas le estuviesen miedo. Pero luego echo un vistazo a su alrededor y vio como ahora los sabuesos se ponían a perseguir a todos los demas trolls de forma aleatoria, cada uno perseguia al mas debil o al mas atemorizado aprovechando la confusión que se estaba creando, algúnos se abalanzaban entre ellos, otros apenas los veía ya que caían dentro de las tiendas de campaña. Toda esta situación se estaba desmoronando por completo, veía a cada troll corriendo lo mas rapído que podía para escapar pero había algúnos que se estaban poniendo tan desesperados que no hacían otra cosa que destruir todo el campamento. Tiraban las cajas de comida y municiones, prendían fuego las tiendas de campaña con las hogueras que se habían creado, hasta encima ellos mismos quedaban prendidos en llamas, se ponían a correr despavoridos para quitarse el fuego pero eso solamente lograba extender aún mas las llamaradas por todo el campamento.
Aparto la vista ya que esto estaba resultando ser demasiado violento para él.
Bajo la mirada y se percato de que el soldado que antes estaba disparando a los sabuesos continuaba con vida, pero estaba gravemente malherido.
Se acerco, se tiro al suelo viendo la gravedad de sus heridas.
Tenía unas manchas de quemazon de color purpura por toda la cara y unos arañazos enormes que se extendían por ambas piernas, sangraba demasíado.
-¡Ayudame! -le suplico con tono susurrante, apenas podía hablar.
-Intentare de buscarte ayuda -le dijo.
Se dispuso a levantarse pero de pronto le cogio del brazo, dejo que siguiera con él.
Enderezo la cabeza hacía la derecha y con la poca fuerza que tenía en el brazo, cogio su arma, la levanto y se la entrego a él.
-Termina el trabajo -le pidio expresamente.
-¿Que? -se cuestiono esa mención suya, le miro a la cara y este empezo a esbozar una expresión fruncida como indicando que estaba furioso, ahí comprendió a que se refería-. No pienso hacerlo, no pienso matarles, ¿porque tuviste que matar a ese sabueso?
-Matalos a todos, se un sol...da...do -gimio y luego enderezo la cabeza mirando hacía el frente con una expresión calmada, se murió.
Thorne se alejo atemorizado de ver que falleció, era la primera vez que veía a un compañero troll morirse, pero esta muerte le resulto una muerte muy extraña ya que a este cadete no lo conocía de nada, y aún así por algún motivo le estaba entregando su fúsil como si pretendiera que con él podría matar a todos los sabuesos de un solo disparo, si es que acaso podía hacer eso siquiera.
Asomo la vista y vio como ahora todo un grupo de soldados armados con los mismos fúsiles estaban en formación disparando contra los sabuesos agrupados en el centro del campamento, les veía lanzar varias rafagas pero estos estaban siendo tan rapídos que apenas conseguian que les impactaran contra el cuerpo.
Toda esta situación le estaba poniendo de los nervios, tenía que hacer algo aunque solamente fuera buscar a sus amigos esparcidos por esa zona de guerra.
Se llevo el fúsil consigo por si acaso y se marcho corriendo dispuesto a buscar a Fargus, a Marvus o a Oggus, tenía que hallar como sea a los tres, se puso a recorrer todo el campamento evadiendo a los sabuesos y a los cadetes trolls que iban armados con sus afiladas lanzas, no quería llegar a pensar que recibiria un disparo accidental de algúna rafaga que se disparara mal intencionadamente y le diera sin querer.
Un sabueso se aproximaba hacía él, rapídamente se tiro sobre una tienda de campaña que estaba en perfecto estado. Se tiro pero luego se arrastro hacía atras al ver que se dejaba medio cuerpo del otro lado, quedo metido del todo y vio la sombra del sabueso pasar por delante del camino, no le vio.
-Uff -suspiro aliviado, se limpio la cara quitandose el sudor que le caía de la frente.
Apoyo la mano contra el suelo pero de pronto se percato de que estaba tocando otra cosa, volteo la mirada y vio a un soldado troll tirado a su lado, no veía que estuviese consciente, le dio la vuelta mirandole a la cara.
-¡Ah! -pego un fuerte alarido y se alejo de él.
Toda su cara estaba completamente desfigurada, tenía quemaduras alrededor de la nariz y los ojos y había una baba roja que le caía de la boca, era sangre, estaba muerto.
Le dio tanto asco eso que empezo a sentir arcadas, apoyo la mano sobre su boca y luego salio tirando de la tienda de campaña, salió enderezandose y solto todo el aire que se estaba aguantando por dentro. Aquello le resulto mucho mas asqueroso que el soldado que le entrego el fúsil cuando estaba falleciendo, ahora empezaba a comprender porque antes Fargus le había mencionado que aquella baba asquerosa comía la carne, a ese soldado le debio de tirar esa baba sobre su cara y como estaba sufriendo, se debio de tirar en la tienda de campaña al ser el uníco lugar donde quitarselo, pero desgraciadamente le mato a causa de las heridas que dejo, no sabía como se moría uno de eso, pero en estas circunstancias, cualquier cosa a uno le mataba.
Asomo la mirada y entonces recordo lo que estaba hacíendo antes, se puso a mirar a ambos lados esperando ver a Fargus o a algúno de los otros dos, no los veía, era imposible distinguir de que troll era amigo o no, siempre se decía que los trolls eran muy iguales entre si, pues ahora esto demostraba esa teoria.
De pronto sintio algo mas, algo que se estaba acercando sigilosamente por detras suyo, pero no oía que hiciese ningún ruido, eso le hacía sospechar que quizas se tratase de un sabueso desconcertado por no saber donde estaba, o quizas era algo mas, algo que hasta ahora no había visto en este terreno y se introdujo en el campamento aprovechando la confusión generalizada por los sabuesos. Quería girarse, voltear la mirada para mirar a la cosa que tenía detras a los ojos, pero no sabía que hacer, tenía miedo de que si lo hiciera, acabase viendo pasar su vida ante sus ojos, pero si no lo hacía, quizas se estaría equivocando y acabase muriendo de una forma mucho mas humillante por no estar comportandose como un troll de hecho y derecho.
Se miro el fúsil, no lo quería usar, al verlo se le ocurrió una idea.
Se giro apresuradamente y apunto con el fúsil, ahí vio de que se trataba.
-Alto ahí Fargus -era Marvus, alzaba las manos en señal de defenderse.
Bajo el arma y suspiro aliviado de ver que encontro a un amigo.
-Marvus -se alegro tanto que no pudo evitar abrazarle del entusiasmo que tenía.
Abrazarle como lo estaba hacíendo le hizo sentirse mas aliviado que nunca ya que era la primera vez que no veía a alguien a quien apreciaba perderlo tan pronto.
De pronto reacciono acordandose de lo mas importante.
-Marvus, ¿y Fargus? ¿Le has visto?
-No, pero si se donde esta Oggus, me ha pedido que vaya a buscarte.
-Bien, ¿donde esta?
-Sigueme -le hizo un gesto co la mano para que le siguiera.
Ambos se pusieron a recorrer atravesando todo el campamento que estaba repleto de trozos de tiendas de campaña arrancadas y demas trastos que ahora seguramente no servirian debido a la forma en como estaban destruidas. Pasaron de largo de la zona donde los sabuesos estaban confrontandose con los demas cadetes y se adentraron ahora en la zona de carga donde se encontraban las carretas que antes se habían utilizado para transformar las cajas de comestibles, había una de ellas que estaba volcada para el costado permitiendo dejar un pequeño espacio por el que se podían ver a varios trolls alojados debajo, ahí era donde estaba Oggus.
-Thorne, por aqui -le aviso percatandose de su presencia.
Los dos se tiraron por debajo de la carreta, se arrastraron para llegar hasta el fondo y luego se giraron quedandose mirando al frente, se alivio de ver que Oggus estaba bien pero también habían otros trolls consigo, estaba el troll que se estuvo quejando antes en el barco cuando salieron de Terrayente, y también estaba el troll que antes había ayudado al joven cadete que se había caído deshidratado.
-Thorne, ¿estas bien? -le pregunto con tono exasperado.
-Estoy bien, pero no tengo ni idea de donde esta Fargus -le comentó euforico.
-Seguramente estara por ahí matando a esos monstruos o lo que sea que son -espeto reprochadamente Marvus, no tenía ningúna preocupación por lo que le ocurriera a él.
-Son sabuesos -rectificó Thorne.
-¿Sabuesos? -le criticó el otro cadete troll.
-Oggus los vio, hace mucho tiempo, ¿verdad?
Asintio poco complacido por tener que reconocer esa revelación.
-Es cierto, ya he visto esas cosas antes, cuando mataron a mi equipo.
-No jorobes -exclamo sorprendido el troll amargado.
-Así es, esas cosas mataron a mi equipo de investigación, les hicieron lo mismo que les estan hacíendo ellos ahora, esta volviendo a pasar de nuevo -confesó mostrando una expresión que dejaba bien claro que les guardaba rencor.
-Pero hay una cosa que no entiendo, ¿de donde demonios han salido?
-Debe de haberles atraido el cadete que huyo, el que se deshidrato.
-¿Le has visto? -le pregunto el joven cadete.
-Le he visto, y esta muerto -le confeso apenadamente-. Quise ayudarle pero los sabuesos le pillaron antes de que pudiera llevarle de vuelta al campamento.
-Sabía que tendría que haberlo mantenido vigilado -se quejo golpeando con fuerza la mano contra el suelo, se notaba que se lamentaba por eso.
Al verle así pudo intuirse que le conocía de algo mas.
-Thorne, ¿de donde has sacado ese fúsil? -le pregunto Marvus, se acordo de que antes le apunto con eso y no le había dicho nada en el momento.
Le resulto incomodo contarle como fue que lo obtuvo.
-¿Has matado a uno con eso? -soltó el troll amargado.
-No, pero han matado a quien la tenía, no se porque me la ha entregado a mi -se siguio cuestionandose dudosamente, sentía que debía usar el fúsil pero al mismo tiempo sentía remordimientos de usarlo para hacer daño a alguien.
-Te la habra dado para que seas un soldado.
-Pero yo no quería matar a nadie con ella.
-¿Lo dices en serio?
-Si, lo dice bien en serio -le confirmo expresamente Marvus.
Le dirigio una mirada esceptica al otro cadete troll, ambos se quedaron empaticos al reconocer que estaban ante alguien que resultaba ser incapaz de actuar como tal.
-Thorne, no les hagas caso, no tienes ningúna obligación de usar esa arma -le aconsejo honestamente Oggus queriendo que entendiera que no era una responsabilidad-. Solamente quedate con nosotros, aqui estamos a salvo.
-Lo se, pero ese troll me suplico que la usara -reafirmo nerviosamente al reconocer que ahora estaba atrapado en una cuestión que no se la podía sacar de encima, quería hacer algo por los suyos para que no muriesen mas, pero no quería permitirse cometer el riesgo de irse en contra de sus principios usando esa arma que no deseaba usar.
De pronto se oyo un enorme estruendo que llamo la atención de los cuatro, asomaron las cabezas hacía el frente observando que uno de los sabuesos quedo prendido en llamas alrededor de la mitad de su cuerpo e iba corriendo despavorido por todo el campamento, se podía ver también a los demas soldados trolls persiguiendoles con lanzas como si estuviesen cazando a una bruja.
Thorne veía esa salvajada y ya no podía aguantar la sensación de sentir que Fargus estaba en peligro, a pesar de que existia la posibilidad de que se hubiese juntado con ese grupo de soldados que estaban matando a los sabuesos, pero eso no significaba que no le pasara nada grave durante el conflicto, tenía que encontrarle y sacarlo de ahí antes de que la situación empeorase mas de la cuenta.
-Lo siento chicos, pero debo ir a buscar a Fargus -insistio Thorne decidio a hacerlo, salio del hueco arrastrandose por el suelo tal y como hizo antes.
-Thorne espera -Marvus intento de detenerlo, pero ya era tarde, él ya se marcho.
El joven troll siguio el mismo recorrido de antes solo que ahora iba corriendo lo mas rapído que podía con tal de alcanzar al grupo de soldados que atacaban los sabuesos, tenía el presentimiento de que a Fargus lo hallaría ahí ya que él siempre deseaba montarse en una buena pelea, y esa era una pelea que para él sería sumamente gloriosa y no se la perdería por nada del mundo.
Alcanzo los soldados, formaron un circulo alrededor de un sabueso manteniendolo acorralado incapaz de salir por ningún lado, aprovechando que estaba atrapado, los soldados se fueron acercando cada vez mas y cada uno empezo a clavarle sus lanzas contra la parte trasera del sabueso, el sabueso se iba enfureciendo con cada estocada que le hacían provocando que los soldados no tuviesen mas opción que lanzarle todas las lanzas que tenían encima para herirlo y derribarlo facilmente.
Thorne intento de ubicar a Fargus entre ellos, pero no lo veía, las llamaradas que se veían en el fondo le dificultaban la vision y apenas podía distinguirles facilmente, si quería encontrarle debía llamar su atención.
-¡Fargus! ¡Fargus! -junto sus manos sobre su boca poniendose a gritar para que su amigo le escuchara, lo hizo con todas sus fuerzas-. ¡Fargus! ¡Fargus!
De pronto otro sabueso apareció saliendo de entre las sombras, se abalanzo sobre los soldados que estaban terminando de matar al sabueso al que habían conseguido vencer y empezo a golpearles uno por uno provocando que se separase la formación y acabasen desperdigados al buscar un lugar donde poder atacar a ese sabueso nuevo.
Aprovechando la confusión, Thorne marcho corriendo y se dirigio hacía los soldados que yacían tirados malheridos contra el suelo, se acerco y se arrodillo, observo que algúnos estaban inconscientes y algúnos tan gravemente malheridos que ahora no podía determinar si habían fallecido o no. Fue revisando las cara de cada uno de ello para averiguar si entre ellos se encontraba Fargus o no, habían unos siete esparcidos por la zona, y ningúno de ellos era él, eso le aliviaba pero también le preocupaba ya que si Fargus no estaba con el grupo, entonces no sabía donde mas buscarle.
-¡Nos van a disparar! -oyo a alguien gritar.
Volteo la mirada hacía el sabueso que estaba atacando a los soldados, estos se marcharon quedando solamente el sabueso que iba meneando la cabeza como si sintiera algo, se escucho un fogonazo bien fuerte y entonces una enorme rafaga impacto de lleno contra el sabueso rompiendolo en mil pedazos, se desintegro en el aire.
La onda expansiva de aquella explosión fue tan mortal que lo lanzo volando varios metros hacía atras hacíendolo caer de cabeza contra el suelo. Aquel golpe lo dejo incapacitado y apenas escuchando algo, solamente oía un pequeño zumbido que tintineaba en sus oidos como si algo le hubiese perforado los timpanos.
No podía hacer nada, su cuerpo no respondía, asumía que eso debía producirse por el golpe que se dio en la cabeza, debio de dañarse algúna parte de su cerebro ya que era lo mas logico que se le podía ocurrir ahora. No oía nada, no podía moverse, ahora mismo quedo reducido a ser un cuerpo muerto por fuera pero vivo por dentro, y eso era lo peor, ya que si alguien quería ayudarle, no lo iba a hacer ya que al verle en ese estado tan catatonico asumiria que estaría literalmente muerto.
A pesar de ello estaba saliendo algo bueno de esto, como su cuerpo no respondía, quedo con los ojos abiertos y eso hacía que pudiera ver el cielo oscuro en todo su esplendor, no se veía nada, pero de pronto se le empezo a aclarar la vista aún mas y ahora podía observar una serie de estrellas blancas que se visualizaban poco a poco.
Esas estrellas eran preciosas, parecían copos de nieve flotando a su alrededor, al verlas le hacían sentirse mejor que nunca, como si estuviera en un lugar mejor donde no pudiera seguir sufriendo mas de la cuenta, un mundo hecho para él.
Aquel zumbido que antes oía dejo de escucharse y ahora empezo a oír el sonido del ambiente que tenía a su alrededor, podía oír el sonido de las pisadas de los trolls corriendo por todo el campamento. Al escuchar pudo asumir rapídamente que la cosa con el ataque todavía seguia caldeandose, los trolls seguian luchando contra los sabuesos que no paraban de matar a todo el mundo y él continuaba ahí tirado incapaz de moverse.
Tenía que hacer algo o moriria ahí tirado esperando a que se lo comiesen.
Con todas sus fuerzas probo de intentar moverse, no podía, lo volvio a intentar y esta vez podía sentir como ahora pudo mover un dedo, eso le alivio al ver que resultaba seguia teniendo movilidad en su cuerpo. Lo intento con mas fuerza que antes y al cabo de un minuto y medio logro sus extremidades seguido de su espalda y de su cabeza, se enderezo y quedo sentado de espaldas, se toco por detras de su cabeza en el lugar donde se hirio, se la froto y luego se miro la mano observando que tenía algo encima.
Era sangre.
Reacciono desprevenidamente y volvió a tocarse por detras en el mismo lugar, se miro la mano y ahora la tenía mas sucia, con eso dejaba constancia de que quizas tenía una herida enorme por detras de su cabeza que le hacía sangrar, necesitaba ayuda.
Oyo un esperpentico grito que le aterro tanto que alzo la vista observando que otro sabueso se venía dirigiendose hacía él como un animal desesperado por capturar a su presa, Thorne quiso moverse de ahí pero sus piernas apenas le estaban hacíendo caso, seguia sin tener la total movilidad de su cuerpo. El sabueso se estaba acercando demasiado rapído y eso hacía que Thorne se diera cuenta de que si no podía escapar de él, tenía que detenerlo como fuese, se puso a mirar de un lado para otro buscando el fúsil que había tenido antes, no lo veía por ningún lado, ya no estaba, debio de perderlo durante el camino o alguien se lo cogio mientras estaba inconsciente.
Ahora ya no sabía que hacer, el sabueso se encontraba a tan solo unos metros de llegar hasta él, lanzaba un feroz grito que resonaba por sus odios, le alcanzo y en cuanto se acerco levanto sus piernas como si fuera a aplastarle con ellas.
Cerro los ojos creyendo que había llegado su fin.
Pero en vez de sentir que el sabueso le aplastaba, sintio otra cosa.
Alzo fijamente la mirada lo mejor que pudo, ahí noto que el sabueso se detuvo, estaba ahí delante con medio cuerpo sentado en el suelo, actuaba como un perro cuando su amo le ordenaba que se sentara.
Thorne no entendía lo que sucedía hasta que entonces se percato de algo mas, había algo brillante encima de su cuerpo, bajo lentamente la cabeza observando que se trataba de su medallon, lo tenía al descubierto, pero había algo raro en él. El cristal rojo que lo formaba, brillaba, lanzaba un resplandor rojo carmesi que iba directo hacía el sabueso, miro ambas cosas hasta comprender entonces que era lo que sucedía.
El medallon estaba controlando al sabueso, lo tenía dominado como si respondiera ante él por algún motivo, pero dudaba de ello. Se arrastro un poco por el suelo hacíendo que el medallon se moviera, lo hizo y el sabueso meneo su cuello al mismo tiempo, seguia la luz que brillaba, aquello lo dejo indeciso ya que nunca antes hubiese asumido que aquel medallon pudiese hacer eso, mejor dicho, desconocía por completo de si su abuela lo sabía ya que no le dijo nada que tuviese que ver.
Esto era algo nuevo que surgio sorpresivamente.
Miro al sabueso, no podía evitar ver que aquella era una criatura horripilante, su enorme boca no presagiaba buena cosa, pero ahora que lo tenía delante, sentía el mismo sentimiento de empatia que tuvo antes al ver al sabueso herido, no era una criatura agresiva, era simplemente otro ser que protegía lo que era suyo.
Y ellos eran los invasores que lo atacaban.
-¿Me oyes? -le preguntó, se intuyó que quizas le escucharía.
Pero justo antes de que respondiera un hacha se clavo sobre cuello hacíendo que cayera de costado contra el suelo, la caida hizo temblor el suelo a su alrededor. Thorne se quedo perplejo ante lo que estaba viendo, tenía delante al sabueso desplomado como si fuese una tortuga, solo que en este caso era una horrible criatura que tenía su boca de gusano aplastada como una manga pastelera, si ya de por si resultaba asqueroso verlo entero, ahora se veía todavía peor en ese estado.
Quería alejarse de ahí cuanto antes para evitar que le pillara por si revivia, y desconocía de si la habilidad del medallon era algo temporal o no, pero ahora se quedo con la duda de saber quien le salvo de una muerte inminente. Un extraño individuo se acerco poniendose delante del sabueso, agarro el hacha que tenía clavada en el cuello con ambas manos y se la extrajo de un tiron tan fuerte que hizo que saliera aquel horrible acido de dentro suyo, aquello solto una peste infenal.
Se llevo la mano a la nariz y ahí observo de quien se trataba.
-Hola Thorne -era Sturgess.
-¿Sturgess?
-¿Te encuentras bien? -le pregunto, apoyo el hacha sobre su hombro derecho.
-¿Que?
-Digo que si estas bien -se lo repitió.
-Si... lo estoy -reafirmo titubeando.
-Bajo la mirada percatandose de su medallon, se quedo intrigado al verlo.
-Bonito collar -exclamó poniendo una sonrisa ingenua.
Thorne reaccióno al ver que vio su medallon, se atemorizo nerviosamente.
-¿Que haces aqui?
Miro al sabueso y asintio desconsolado.
-Menos mal que he llegado a tiempo.
-¿A tiempo?
-Te he estado buscando, a ti y a tu amigo.
-¿A Fargus?
-¿Sabes acaso donde esta?
-No -le contesto nerviosamente, fue lo uníco que mejor pudo responderle.
-Que lastima -exclamó, se miro el hacha con una expresión amarga.
Al ver la cara que ponía pudo asumir para que venía a buscarle.
-Si le encuentras, asegurate de no mencionarle lo que ha ocurrido, sera la mejor.
-¿Qué sera lo mejor?
-Lo entenderas cuando suceda -le espetó considerablemente, luego se dio la vuelta, marchandose corriendo y desapareció por detras de unas llamaradas.
Thorne intento de ver hacía donde iba, pero ya ni lo pudo ver, desapareció por completo. Se quedo tan perplejo ante esa situación tan extraña que no sabía que pensar, esta noche le habían sucedido todo tipo de cosas, primero Oggus le conto la verdadera historia de como perdió a su equipo a manos de los sabuesos, segundo los sabuesos aparecen en el peor momento inimaginable, tercero recibia la peticion de un soldado muerto de usar su arma para matarles y así vengarse de ellos, cuarto Sturgess lo salvaba de morir degollado por otro repulsivo sabueso, y por ultimo recibia un extraño consejo que no sabía si se lo dijo para que se preocupara o para que lo tuviera en cuenta cuando intentase juntarse de vuelta con Fargus.
Estaba harto de esta situación porque ya no sabía en quien confiar.
Alzo la vista al frente, se fijo que todavía tenía delante al sabueso muerto largando aquella horrible peste que no aguantaba ni un segundo mas, decidio largarse de ahí. Apoyo sus manos contra el suelo y con todas sus fuerzas logro por fin levantarse de pie, se puso a estirarse de tal manera que sentía como le crujia los huesos, era la primera vez que escuchaba un crujido de esa magnitud, pero se alivio de ver que por lo menos había recuperado de nuevo la movilidad total de su cuerpo.
Rapídamente aprovecho para guardarse el medallon, ahora que Sturgess se lo había visto no tenía mas ganas de que esto volviera a ocurrir.
-¡Thorne! -escucho una voz que le resulto familiar.
Levanto la mirada observando que de entre las sombras estaba dirigiendose hacía él una oscura figura a la que reconocía perfectamente.
-¡Thorne! -era Fargus.
-¿Fargus?
Se acerco y rapídamente le dio un abrazo tan fuerte que le hizo crujir de vuelta los huesos, solo que esta vez no le resulto para nada gratificante.
-Thorne, cabeza hueca, creí que te había perdido -estaba tan entusiasmado que se puso a golpearle por ambos sitios de su cuerpo.
-Fargus, para, que me duele todo -le exigio aguantandose el dolor de encima.
-¿Estas bien? Creí que esos gusanos te habían devorado o algo peor.
-Son sabuesos, y no, no me devoraron a mi, devoraron al cadete que se largo.
-Ah, entiendo -se llevo la mano a la barbilla.
-¿Entender qué?
-Creí que te había perdido compañero, tanto que decidi cargarme a esos monstruos por mi propia cuenta, los he volado por los aires -le contestó con tono entristecido.
Aquello ultima mención le hizo suponer varias cosas.
-Chicos -escucho otra voz que le sono familiar.
Volteo la mirada al costado observando que ahora llego el grupo que estaba dirigido por Marvus, estaban suspirando gravemente, se notaba que habían estado corriendo durante bastante rato por algún motivo.
-¿Estaís bien? -les pregunto con tono exasperante.
De pronto los cuatro se percataron del sabueso muerto que estaba al lado.
-¿Habeís matado a ese monstruo? -objetó extrañado Marvus.
-No, ha sido cosa de otro -aclaro Thorne con tono suspirante.
-Pues menos mal que os ha dejado de una pieza.
Fargus cambió rapídamente la expresión de su cara a una de malhumor.
-¿Tu también acaso estas de una pieza? -objetó con tono descaradamente.
-Si, ¿algún problema con eso?
Se dirigio hacía él pero Thorne le agarro del brazo impidiendo que avanzara, lo acerco mirandole con una expresión inquisitiva.
-Fargus, ¿a que te referias con eso de volarlos por los aires?
-Ah, pues he aprovechado todo este desastre para montarme en uno de esos tanques y volar a uno de esos sabuesos, por poco mato a un troll que estaba deambulando por ahí, te lo puedes creer, menudo idiota -le comento fanfarroneando acerca de la absurda hazaña que cometió por el mero capricho de hacer las cosas a su manera.
En ese momento Thorne sintio que su amigo no pudo caer mas hondo que eso.
-Fargus -busco la manera de poder decirselo con total sinceridad-. Yo era ese idiota que estaba al lado del sabueso, me alcanzo la explosión.
-Ja -solto una aborrecible risa, no se lo creía para nada.
Se le quedo mirando con una cara de soslayo como si estuviese aterrado de verle, en ese instante Fargus comprendió que lo decía bien en serio.
-¿Tu estabas ahí? -señalo el lugar del impacto del cañonazo.
-Si -confirmo solemnemente.
Fargus se quedo sin saber que expresión poner, se alejo quedandose consternado ya que por primera vez reconocía que había cometido un pesimo error.
-¿Le acabas de disparar a tu propio compañero? -le pregunto Marvus, él también estaba consternado por lo que hizo.
-No es verdad -le reprochó.
-Yo diria que si -terció el troll amargado.
-Cerrad todos la boca, vosotros no teneís ni la mas remota idea de lo que significa todo esto -se puso a gemir de forma compulsiva, los nervios le estaban matando.
Thorne le miraba y no se le ocurría la manera de poder razonar con él.
-¿Que estabas hacíendo ahí? -le pregunto sin dirigirle la mirada.
-Estaba buscandote, no te veía desde que me separe de ti.
Bajo la cabeza apenado, ahora comprendia porque estaba colocado en ese sitio.
Fargus, lo siento vale, no ha sido culpa tuya, ha sido mia -intento de razonar con él de una cierta forma comprensiva como para que no se lo tomara tan mal.
Rezongo moviendo la cabeza, luego dijo:
-¿Porque te fuiste? -soltó.
-¿Que? No entiendo, ¿que quieres decir?
Volteo la mirada hacía él esbozando una expresión desganada.
-¿Porque te fuiste a buscar a ese desertor?
-¿Desertor? Ese chico se estaba yendo por miedo, yo intentaba de ayudarle para que volviera, que era lo que parecía que nadie estaba hacíendo en ese momento.
-Y no lo hacían porque nadie es tan estupido para huir de su propio equipo -terció su comentario, se lo tomaba como si fuese una obligación dejar a atras a cualquiera por huir cobardemente.
-Ey, ese chico tenía miedo de seguir estando aqui, quería volver a casa, vale, tampoco es que tuviera la obligación de ser valiente -le reprocho el troll mayor, defendía el motivo por el cual aquel cadete huyo del campamento.
-Pero estaba obligado a seguir luchando, ¿a que no?
-A ti te encanta menospreciar a los demas, ¿cierto? -agunizó el troll amargado.
-Y fijate tu quien lo dice, el que antes se estaba quejando de todo.
Aquello hizo que refunfuñara entre dientes, se aguantaba las ganas de no pegarle a pesar de que ansiaba propinarle un buen puñetazo en la cara.
-No se cual es tu problema amigo, pero ten en cuenta que hemos protegido a tu amigo, algo que ni siquiera tu has podido hacer -le recrimino honestamente Marvus.
-Yo siempre le protejo.
-¿Y donde estabas entonces cuando él estaba buscandote? ¿Acaso has pensado siquiera en eso o solamente te preocupa que no quedes como un heroe delante de los demas? -reprimió encarecidamente Oggus, le echo en cara que él tenía toda la culpa de que su amigo hubiese quedado gravemente malherido.
En ese momento Fargus se quedo sin excusa, tenía razón, Thorne era su amigo y en vez de haber intentado ayudarle, se puse a intentar algo que no valía la pena. Le miro a la cara y no pudo evitar sentirse culpable por como lo estaba tratando.
-Vamonos de aqui Thorne, ya he tenido suficiente por esta noche -le dijo apoyando su mano en su hombro en señal de que se sentia derrotado ante esta situación.
Se dio la vuelta dispuesto a marcharse con él.
-Él no se va contigo -soltó Marvus con tono vociferante.
Volteo rapídamente la mirada.
-¿De que estas hablando?
-Te he visto siempre con él, no me gusta la forma en como lo tratas, me parece a mi que es mejor que te alejes de Thorne si no quieres que le pase lo mismo que antes -le rogó reprochadamente con tono autoritario.
Cambió su expresión a una mirada de extrañitud.
-¿Me estas amenazando para que me aleje de Thorne?
-No, te esta haciendo un favor -aclaro Oggus.
-Thorne, ¿quieres seguir estando con él o no?
El joven troll se quedo meditabundo al no saber que hacer, aquella era una pregunta dificil, sabía bien que estaba hacíendo lo correcto alejandose de él, pero no estaba preparado para hacerlo en una situación como ahora.
-Thorne, no le escuches, te estan engañando -le rogó Fargus mirandole con una cara inquisitiva, le estaba presionando para que no tomara una mala decisión.
-Deja que él decida -espetó el troll amargado.
Miro a su amigo Fargus y sentía la necesidad de seguir estando con él ya que antes se habían prometido tratarse mejor, pero después de ver lo que paso por culpa de su obsesión por hacer las cosas a su manera, sentía que ya no podía confiar mas en él.
-Lo siento Fargus, pero creo que lo mejor sera que estemos separados una temporada -acoto Thorne decidio a alejarse de él.
Se separo y se puso al lado de Marvus junto con el resto del equipo.
Fargus se quedo mirandole adoninado al no saber que hacer.
-En serio Thorne, así es como me traicionas, después de todo lo que he hecho por ti -dijo -rezongó con tono suplicante.
-Tu nunca has hecho nada por mi, todo siempre ha sido por ti.
Quedo invalido ante ese comentario.
Oggus se acerco poniendose delante de él y le dijo:
-Sera mejor que lo hagas, a menos que quieras disculparte.
-¿Disculparme?
-No has ofendido, y nosotros no lo vamos a tolerar -acoto Marvus dejandole bien claro que podían pasar de esto a menos que se disculpase con ellos por sus quejas.
Fargus se les quedo mirando nervioso al no saber que hacer, quería hacerlo pero en su cabeza se decía que no se iba a rebajar a tomarse esa opción, ni siquiera por Thorne.
-Espero que te lo pases muy bien con ellos Thorne -le dijo decidido a dejar que se quedara con ellos, ni siquiera se penso detenidamente en aceptar su petición.
Se dio la vuelta y se marcho alejandose para el otro lado del equipo.
Thorne esbozo un gemido de tristeza, sabía que estaba hacíendo mal dejando que Fargus se marchase solo, apenado con la idea de separarse del uníco amigo al que siempre considero un hermano, pero esto era algo que debía hacer ya que sino Fargus continuaria siendo el mismo peligro que fue ahora mismo.
-No te preocupes, seguro que cambia de opinion muy pronto -objetó Marvus, le dio la simpatia de creer que quizas esto sería algo temporal.
-Lo dudo mucho, Fargus siempre ha sido así -dijo Thorne, le conocía tan a la perfección que se intuia que se le ocurriria algo mucho peor con tal de llamar su atención, o de quizas hacer que volviera con él por las malas.
-Oye tio, te esta sangrando la cabeza -soltó el troll alto fijandose en una herida con sangre que tenía detras de su craneo.
Thorne reaccióno despavoridamente al acordarse de eso.
-A si, es de cuando me caí antes, por la explosión.
-Deja que te ayudemos, eso puede que se infecte -dijo Oggus dispuesto a ayudarle.
Ambos cuatro acompañaron a Thorne a un lugar lo suficientemente alejado de la zona para que así todos se calmasen y pudiesen ayudarle con total tranquilidad. Se acercaron a un extremo que había sido atacado por los sabuesos, estaba todo desordenado pero no había nadie pasando por ahí, era el lugar perfecto para reposar.
Hallaron una mesa que volcada en el suelo, la levantaron y apoyaron a Thorne encima de ella, luego Oggus saco de su chaleco una cartuchera con cierre, la abrió levantandole el cierre por el otro lado y de ahí saco un pequeño frasco de plastico transparente seguido de unas toallitas humedas enrolladas con una cinta blanca, las desenrollo y luego vertió parte de la sustancia en una de las toallitas.
-¿Que es eso que huele? -se quejo el troll amargado.
-Es agua ogenada, esto le aliviara la herida -le aclaro mientras seguia vertiendo con cuidado la sustancia sobre la toallita.
La apoyo sobre la herida de Thorne y al instante se quejo.
-Perdona, pero te va a doler.
-Hazlo -insistió reprochadamente, estaba tan absorto por todo lo que le había sucedido esta noche, que ya le daba igual lo que le hicieran, solo deseaba sentirse mejor ahora que todo parecía haber terminado.
Le fue apoyando la toallita sobre su herida cada tanto, aquello provoco que Thorne se quejase todo el rato pero se aguantaba las ganas de no saltar, estaba decidido a dejar que le ayudasen por mucho que sufriese, les debía demasíado.
Consiguio desinfectarle la herida y después saco del estuche una caja blanca de carton, la abrió y de ahí saco unas tiritas sedosas y humedas, tiro una de ellas y la apoyo sobre su herida, la tapo pegandosela lo suficiente como para que no se le saliera.
-Ya esta -le avisó-. Pero sera mejor que no te lo toques, o se saldra.
-De acuerdo -confirmó, volteo la mirada hacía Oggus y le dijo-: Gracias por todo Oggus, no sabría que habría hecho sin ti.
-¿Y nosotros qué? -criticó el troll amargado.
-Vosotros también habeís ayudado -espeto tomandoles en consideración.
Ambos dos soltaron unas risitas falsas de entusiasmo.
-A ti te vi antes, pero no se quien eres -dijo dirigiendose al troll alto.
-Yo soy Duanne -se presento acercandose para estrecharle la mano.
-Y yo soy Borke -se presento también el troll amargado.
Les estrecho la manos presentandose.
-¿Ese de ahí era el troll que siempre te acompaña verdad?
-Es Fargus, es lo mas parecido que he tenido de un hermano, aunque desgraciadamente ha pasado a tener un comportamiento raquitico que no se como afrontarlo -comento sincerandose con ellos para que viesen como hacía para aguantarle.
-¿Has intentado de darle de hostias para que cambie de opinion?
-Fargus es demasíado duro para eso, adora a Kaos como un ancestro, y eso es algo que no se como hacer para quitarselo de la cabeza de una vez por todas.
-No puedes hacerlo -espeto Oggus.
-¿Como dices? -objetó Marvus fijandose en él.
-Si le dices que cambie de opinion, entonces le estas obligando a que sea algo que él no es, tiene que reconocerlo por su propia cuenta -acoto demostrandole que por mucho que quisiera forzarle a dejar a un lado sus ideales, eso no haría que cambiase de perspectiva sobre como veía las cosas desde su punto de vista.
-¿Y entonces que hago? ¿Dejo que siga hacíendo lo que le da la gana?
-Como todos -indico Marvus dirigiendo la mirada a todo el grupo de cadetes troll que iban llevandose consigo los cuerpos de los reclutas fallecidos.
Asintio amargadamente al cerciorarse de que tenía razón en ese aspecto.
-Por poco me mata por creerse que es el mejor en todo.
-Por lo menos tienes suerte de que no te haya volado las piernas, ya que sino no te habría servido de lo que tengo aqui para ayudarte -bromeó ironicamente Oggus.
-¿Que es lo que tienes ahí? -pregunto Duanne percatandose en aquel estuche en el que antes había sacado lo necesario para tratar la herida de Thorne.
-Es mi estuche medico personal -le aclaró enseñandole el contenido del estuche, tenía muchas mas cosas relacionadas con medicina ahí dentro-. Lo utilizo siempre cada vez que veo a alguien en algúna urgencia grave.
-¿Pero tu acaso no eras mecanico? -criticó Thorne acordandose de que él antes le había mencionado para lo que trabajaba en realidad.
-Y lo soy, pero desde que aquellos sabuesos mataron a mi equipo, he decidido llevar esto siempre conmigo para que no vuelva a pasar, no pienso permitir que ningún troll mas sufra sin ningún tipo de ayuda -espeto asintiendo seriamente, llevaba todavía sin superar ese tragico momento.
Todos entendían por lo que estaba pasando.
-¿Estas bien Oggus? -le pregunto Marvus apoyando la mano en su hombro.
-Lo estoy, ahora si -acoto afrontandolo duramente.
Thorne observo fijamente la cara de Oggus y pudo notar como se tomaba este asunto mucho mas en serio de lo que parecía, llevaba años superandolo y por mucho que ayudase a la gente que había pasado por las mismas circunstancias, le seguia doliendo des-de lo mas hondo de su alma.
De pronto escucharon un grito ensordecedor que venía de algúna parte del campamento, asomaron ambos las vistas y vieron como ahora todos los cadetes iban directos hacía una de las partes mas alejadas del campamento, corrían como cuando vieron al joven cadete abandonando al equipo de forma imprevista.
-¿Y ahora qué? -se quejó Duanne, estaba tan harto de este asunto que ya no podía seguir soportando cualquier acontecimiento mas que sucediese.
-Vayamos a ver -dijo Thorne dispuesto a verlo.
Ambos cinco se marcharon corriendo siguiendo al grupo de cadetes que se estaban aglomerando en una de las secciones donde se encontraban los puestos personales de los generales, era tal el escandalo que otra vez apenas se podía ver que era lo que sucedía al otro lado. Fueron pasando de entre la gente de una manera un poco forzada ya que ningúno les iba a dejar pasar de forma educada, se podía ver a la mayoría con todo el cuerpo lleno de tierra y con magulladuras alrededor de la cara y los brazos, era evidente que todos hicieron lo que pudieron para defender el campamento. Se pudieron colocar lo mas cercano posible de aquel aglomeramiento de trolls para ver que era lo que estaba sucediendo que pudiese provocar tal alboroto.
Era el general Tumbor que se encontraba apoyado sobre una montaña de sabuesos muertos, se encontraban con las tripas salidas para afuera y colocados especificamente uno encima del otro como si fuese una torre, Lomis extrajo una vara de la cabeza de uno de los sabuesos y la levanto en el aire, tenía aquella horrible sustancia pegada alrededor de la cuchilla, pero sobretodo mas en la punta.
-Estimada compañia troll, hoy nos hemos enfrentado a un enemigo imprevisto que ha provocado la muerte de varios miembros nuestros, ademas de algúnos cuantos daños colaterales. Pero por suerte también hemos logrado hacer algo de lo que me siento verdaderamente orgulloso, y es que hoy habeís defendido vuestra patria acabando con la mayoría de estas bestias asquerosas que tengo aqui -vocifero largando un discurso con tono autoritario mientras golpeteaba con los pies al sabueso que estaba pisando-. Esta tierra ha demostrado ser un lugar bastante hostil, pero gracias al esfuerzo adquirido por vuestro entrenamiento, hemos conseguido dar un paso adelante en nuestra lucha contra el plan de conquista de nuestro querido emperador Kaos.
Todos aplaudieron estando de acuerdo con sus palabras.
-Así que por eso mismo he decretado tomar la siguiente acción. A partir de hoy, cualquier individuo que intente de esconderse o demuestre no tener valentia algúna, sera eliminado con pena de muerte, a morir de la misma forma que todos los reclutas que han fallecido luchando contra estas bestias, ¿ha quedado claro?
-¡Si! -gritaron afirmando mientras aplaudian con mayor intensidad que antes.
Thorne se quedo mirando escepticamente y no podía evitar pensar en lo que le dijo Oggus antes, no se podía confiar en los generales ya que estos harían lo que se les daba la gana, y Tumbor era la misma prueba de ello.
La prueba de que Tumbor sería una verdadera pesadilla.
