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LA MORADA DE LOS MOLEKINS
Aquel ser se estaba acercando a pasos agigantados, podían sentir como la tierra temblaba con cada paso que daba, aquello les hizo temerse lo peor, ya que viendo la magnitud de la sombra que se mostraba al otro lado, se podía entender que se trataba de un sér enorme de gran fuerza, evidentemente se trataba de un golem.
-Spyro, ¿dime una cosa? -objetó Sparx.
-Sparx, ¿que pasa?
-¿Te acuerdas de todas las veces que hemos dejado que el enemigo se presentara ante nosotros para que nos atacara?
-Si -confirmo extrañado por ese repentino recordatorio.
-Esas situaciones no acabaron muy bien, y todo porque nos defendimos.
-¿Que estas intentando de decir? -le criticó Cynder.
-No es mejor atacarle, antes de que nos ataque a nosotros -propuso dando una alternativa ante esta situación tan incomoda e intimidante.
Todos se miraron reconociendo que tenía razón en esa idea.
-A mi me parece bien -confirmo Ermit estando de acuerdo.
Spyro miro a su hermano y pudo ver que esbozaba una verdadera mirada de valor, estaba decidido a hacer eso a dejar que la cosa acabara mal como de costumbre, y a decir verdad estaba en lo cierto, desde que iniciaron este viaje, todo acabo fatal y ellos tuvieron que solucionarlo de una forma enrevesada, era hora de que ellos tuviesen el control y actuasen por su propia cuenta.
La sombra se esfumo, el sér se acercaba.
-¡Vamos! -ordenó marchando a atacarlo.
Salieron disparados mientras soltaban unos gritos ensordecedores de guerra, pasaron al otro lado del camino y ahí entonces la criatura giro en la esquina mostrandose delante de ellos, pero se detuvieron al ver lo que era.
Era un topo.
Uno pequeño con la piel blancuzca, vestido con ropajes de minero y llevando consigo unas gafas de aspecto binocular colgadas alrededor de la frente. Alzo los brazos y los cruzo como gesto de autodefensa, se le oía gemir de miedo.
Todos bajaron las miradas absortos de vergüenza, estaban tan convencidos de que iba a ser un golem que por poco dañaban a ese topo que les miraba aterrados.
-No me mateís, por favor -les exigió con tono compasivo.
-No vas a lastimarte pequeñin -soltó Ermit.
Bajo los brazos desvelando tener unos ojos ovalados, negros y sin pupilas. Se quedo mirandoles aunque no se inmuto para nada al ver sus aspectos, era como si no entendiera lo que estaba viendo, se bajo las gafas, les giro la mirilla que había alrededor de las lentes y ahí entonces esbozo una expresión de asombro al como eran.
-Lamentamos mucho esto pequeño topo, no pretendíamos hacerte daño -intento Spyro de disculparse con él para que no pensara mal.
-Santo cielo -exclamó con un tono picaron.
Frunció el ceño extrañado, no era la reacción que esperaba.
-Eres un dragon -le señalo asombrado con el dedo.
Todos se quedaron asombrados al ver que reconoció que especie era.
-¿Sabes lo que soy?
-Saberlo, eres el dragon purpura del que han estado hablando desde siempre.
Ahora estaban mas que extrañados, estaban perdidos del todo con este asunto.
Reaccionó sobresaltado y se puso a limpiarse las manos de tierra en su ropa, se la restrego hasta que extendió la mano para estrecharsela.
-Soy Diggs, soy un molekin -se presentó.
-Yo soy Spyro -se la estrecho y él se puso a mover el brazo animadamente, se notaba que estaba contento de verle aunque no comprendía porque-. Y ellos son mi hermano Sparx, ella es Cynder, y ellos son Ermit y Vickam.
-Hola -le saludo Vickam con tono amigable.
-No me puedo creer que estes aqui, mi gente os ha estado esperando durante mucho tiempo, es un sueño hecho realidad -comento poniendose terriblemente euforico, se a-guanto las ganas de no entusiasmarse mas de la cuenta.
-¿Que gente? ¿Y como es que conoces a mi hermano? -inquirió Sparx queriendo entender todo aquello que mencionaba.
-Venid, mis superiores os lo explicaran -insistió queriendo que les acompañase.
Ambos se miraron sin saber, pero como no tenían opciónes esto era lo mejor que podían hacer en estas circunstancias.
Le siguieron a traves de un tunel estrecho que iba cambiando de curva cada dos metros aproximadamente, iba tan agitadamente que se puso a correr aceleradamente como si no quisiera perder llegar tarde adonde les llevaba, tuvieron que seguirle la marcha cuando encima estaban cansados de ir apuradamente.
-Disculpa Diggs, ¿te puedo preguntar una cosa? -pidio Spyro.
-Lo que sea joven dragon
-¿Que es un molekin?
-¿No sabeís quienes son los molekins? -se cuestionó con tono soez.
-Pues yo si -contesto Cynder-. Son una raza de topos antropomorficos que se encuentran alojados en el noroeste de Skylands, suelen vivir en catacumbas ya que la luz del sol les hace daño, y casi siempre suelen ser los encargados de ir excarvando en lugares subterraneos recogiendo diferentes tipos de rocas que luego suelen vender a varios pueblos y reinos de Skylands para la construcción de sus infraestructuras.
-Increible, como es que nunca antes os hemos oído hablar -opino Vickam absorto.
-A los molekins no nos valoran mucho, vivimos tanto tiempo aqui que la mayoría de la gente apenas sabe que existimos -comento disgustado ante ese hecho.
-Lamento mucho escuchar eso -le consoló apenado Ermit.
-Ah no importa, mejor, así luego nadie nos ataca -cambió el ritmo al instante.
-¿Atacar? ¿Acaso os ha atacado alguien?
-Bueno, no desde hace mucho, pero los molekins tenemos la mala reputación de ser victimas de diferentes individuos, los trolls, los ciclopes, los zorros, los drows, los piratas, todos ellos siempre nos buscan para aprovecharse de nuestras tecnicas ya que así tienen mano de obra barata para lograr sus malevolos fines.
-¿Y adonde se llevan a los molekins que capturan?
-Nadie lo sabe, aunque desde hace unos años han habido rumores que indican que a la mayor parte de los molekins que hay en el mundo se los llevan a unas tierras mineras que tienen compradas las trolls, de ahí suelen obtener los metales que luego utilizan para construir sus maquinas de acero -les comento susurradamente como si les estuviera contando un secreto bastante intrigante.
Se quedaron mas indecisos con eso que con cualquier otra cosa que les conto.
-Pero eso es horrible -exclamó seriamente Ermit.
-Lo se, pero por suerte ningúno nos ha encontrado aqui.
-¿Y que es aqui exactamente? -inquirió Sparx.
-Venid, ya estamos cerca -insistió acelerando aún mas la marcha.
Siguieron cruzando aquel tunel que empezaba a marearles de tanta curva, pero al cabo de un minuto acabaron saliendo a otro tunel igual de abierto que el anterior, adelante había un elevador rectangular de rejas metalicas, Diggs tironeo la puerta hacía el otro lado permitiendo pasar al grupo.
-Con cuidado -avisó mientras ayudaba a pasar a cada uno.
Una vez metidos los cinco dentro, Diggs cerro la puerta y luego se dirigió hacía un panel enganchado en un extremo, bajo una de las palancas que había en él y al instante se oyo un sonido mecanico que hizo vibrar el elevador.
Les dio un susto por como sonaba.
-¿Esto es seguro? -preguntó Vickam, ya le daba un mal presentimiento el elevador.
-Pues claro, esta construido por molekins -le respondió animadamente.
-Y tengo que sentirme halagado de eso... ¿porque?
-Porque somos los mejores operando en minas.
Se miraron sin sentirse muy convencidos de esa mención.
El elevador se movió y empezo a elevarse, dejaron atras el tunel y fue subiendo a traves de una hilera de paredes de rocas que les dejaron a oscuras.
-Pequeño topo, ¿dime una cosa? ¿No te sorprende verme a mi también? -le pregunto Cynder percatandose de que no se fijo en ella para nada, era una dragona oscura, lo que implicaba que se sintiera mas sorprendido todavía.
-Que va, también me han hablado de ti.
-¿De mi?
-Si, tu también eres especial.
Se quedo extrañada al oír eso.
-¿Especial? Imposible -discrepo burlonamente Vickam.
Le echo de vuelta una mala cara.
-Al contrario, ambos sois igual de especiales e importantes.
-¿Pero porque? ¿Que tenemos nosotros de importante aparte de que seamos los únicos miembros vivos de nuestra especie? -criticó Spyro con tono interrogante.
-Eso es algo que no os puedo responder, pero si puedo deciros que existe alguien qu-ien conoce todas las respuestas -comento volviendo a poner ese tono susurrante como si estuviese diciendo algo sumamente importante a tener en cuenta.
Ambos se cuestionaron con la mirada ya que no sabían que pensar de esto, desde que se habían topado con este topo se sentían como si hubiesen pasado de estar rivalizando por demostrar quien tenía razón en cualquier cuestion moral, a estar creyendo ahora de que su uníon podría resultar ser algo mas que una mera coincidencia.
Subieron unos cuantos mas metros hasta que dejaron de ver las paredes de piedra, el elevador se detuvo provocando un pequeño tumbo que hizo que ambos se agarrasen por creer que perderían el equilibrio, Diggs abrió la puerta de nuevo y les ayudo a salir uno por uno con cuidado. En cuanto pasaron al otro lado sintieron un olor fuerte a sulfuro que les llego hasta el interior de sus fosas nasales, era un olor tan caluroso que no habían experimentado nunca en sus vidas.
-Seguidme, por aqui -se puso delante para acompañarles.
Siguieron al pequeño topo hasta un pasillo rocoso y oscuro que se notaba haber sido construido manualmente, era tan estrecho y tan bajo que sus cabezas tocaban el techo, cruzaron la salida arrodillados ya que esta tenía un borde que era mas bajo que el resto de la estructura, pasaron a otro lado y en cuanto se enderezaron, se les hizo la luz, observaron atonitamente lo que tenían delante.
Estaban delante de una urbanización minera construida en el interior de un volcan.
A lo largo de todo lo ancho se podían ver cientos de vias por las que circulaban varios molekins metidos en carros que marchaban aceleradamente como si se tratase de un parque de diversiones. Tanto en lo alto como por abajo habían puentes que se conectaban por diferentes secciones divididas por toda la estructura, en todas ellas se podían ver a cientos de molekins pasando de un lado a otro llevando consigo diferentes cosas como herramientas o carretillas repletas de rocas. Se les oía gritar como si hubiese un topo superior dando las ordenes a todos los obreros.
-¿Vosotros habeís construido todo esto? -les pregunto asombrado Ermit.
-Nosotros con la ayuda de los golems -declaro.
-¿Golems? -soltó exhaltado Vickam-. ¿Existen de verdad?
-Así es, son los dueños de este volcan.
-¿Los dueños del volcan? ¿Pero vosotros vivis en él?
-Si, pero no penseís mal, en realidad los molekins y los golems tenemos una estrecha relación con los golems que se remonta desde hace 500 decadas aproximadamente.
Ambos se miraron indecisos al ver que también desconocían ese hecho.
-Yo creía que los golems atacaban a cualquiera que se metiese en su territorio -opino Cynder queriendo aclarar este asunto tan extravagante.
-Y si, pero vereís -se puso a contar mientras se marchaba caminando hacía el puente de madera que tenían delante, ambos le siguieron con total prudencia ya que viendo el puente que iban a cruzar, sentían que les iba a resultar incomodo, tenía aspecto de ser muy fragil, pero si lo usaban los topos es que entonces funcionaba a la perfección-. Hace años nuestros antepasados perdieron nuestras tierras a causa de la guerra del dragon oscuro. No teníamos donde vivir sin que el resto de la civilización nos utilizase para sus propios fines, así que no nos quedo otra que irnos hacía el lugar mas alejado de Skylands para que la población no nos encontrase, y al cabo de una serie sucesiones nos encontramos con este volcan que estaba inactivo desde siglos.
-Pero estaba habitado por golems, ¿nó? -objetó Spyro.
-Exacto, los golems se habían autoproclamado habitantes de este volcan ya que fue un regalo producido por una enorme criatura que les ayudo a seguir adelante cuando mas lo necesitaban, y gracias a eso pudieron sobrevivir aqui -reafirmo, salieron del puente pasando a otra sección, volteo la mirada y dijo-: ¿Sabeís que criatura era?
-Lo sabemos, era Hot Head, uno de los gigantes -confirmo Ermit.
-Vaya, se os nota por la cara que sois muy inteligentes.
Se quedaron adoninados ante ese halago tan cordial.
Pasaron al interior de la sección que tenían delante, era un camino abovedado con un hueco abierto en el costado que permitia ver las obra de los alrededores, fueron avan-zando tranquilamente mientras unos cuantos molekins pasaba por delante de ellos, es-taba tan ataviados con su trabajo que no se sorprendían por nada de verles.
-Después de que Hot Head desapareciera, los golems aprovecharon el regalo que les entrego el gigante de magma para que pudiesen vivir tranquilamente en su propio entorno, pero como tenían miedo de que el dragon oscuro regresase o de que surgiese algúna amenaza que pudiese destruir su entorno, ellos mismos juraron que protegerían el volcan aunque eso les costase sus propias vidas.
-Pero los golems no pueden morir, ¿nó?
-No, si que pueden morir, pero de la forma correcta.
-¿Y cual es? -preguntó intrigado Cynder.
-Es mejor que no la sepaís, tenemos por honor de no hablar mucho de los golems -admitió con tono cordial, se notaba que eso se lo tomaba en serio-. Es una de las reglas que tenemos impuestas por seguir nuestra alianza.
-Se ve trataís con mucho respeto a los golems -indico Spyro.
-Pues claro, los golems nos ayudaron a seguir delante en este lugar.
-¿Pero como fue que os unisteís a ellos? -pregunto Sparx.
-Bueno, digamos que después estar meses vagando por la nada en busca de un lugar seguro para los molekins, hallamos por accidente este lugar, lo exploramos creyendo que encontraríamos un lugar apacible. Pero no nos dimos cuenta de que ya estaba habitado por seres que ya habían decretado que el lugar era suyo.
-¿Y que paso entonces?
-Los golems les apresaron por ser intrusos que se metieron malintencionadamente en su territorio, nos quisieron ejecutar por violar sus leyes, pero como se dieron cuenta de que pasaron por una entrada que fue construida especialmente por su guardian, les sol-taron y les trataron de forma honrada y respetuosa.
Spyro se intrigo por eso ya que no esperaba que los golems les hubiesen tratado justamente cuando creía que al final los golems resultaban ser salvajes, pero había una parte de esa mención que le llamo la atención.
-Esa entrada que dices, ¿no sera un arco con un mensaje?
Se detuvo de golpe y se giro mirando hacía ellos con una expresión atonita.
-¿Habeís entrado por ahí?
-Y si, venimos de estar bajo tierra.
Salieron del pasillo y bajaron una estrecha escalera con unos finos escalones de rocas que costaban pisarlos con cuidado, doblaron dando una vuelta hasta llegar a un piso bajo donde se encontraba otro camino pero mas ancho. A la izquierda había una obertura oscura cubierta bajo una tela que actuaba de cortina.
-¿Pero no los mataron verdad? -pregunto Spyrio.
-Estuvieron apunto de hacerlo, pero justo en ese momento los molekins descubrieron que hasta los golems también se sentían aterrados por una raza de seres que también quería aprovecharse de lo que ellos tenían.
-¿Que seres? -se intrigo Ermit.
Extendió la mano hacía aquella obertura que había al otro lado, le siguieron con total tranquilidad como si no tuviese ningún problema en enseñarles lo que había al otro lado, atravesaron la cortina y acabaron entrando en una cueva oscura, pero iluminada con unas antorchas colgadas a los costados de las paredes de roca.
Diggs se puso delante y extendió la mano hacía el frente.
-Ellos -señalo un enorme monolito que se encontraba al final de la cueva, en ella había una ilustración de un ser parecido a Eruptor, solo que este tenía los ojos abonbados a los costados, tenía pinchos que salían de sus mejillas y torso, y esbozaba una sonrisa malevola en la que se veían unos deformados dientes puntiagudos.
-¿Que es esa cosa? -se cuestiono Sparx sorprendido ante lo que veía.
-Se hacen llamar los Magmagolems -declaro con tono teatral.
-¿Magmagolems? -criticó Vickam ese nombre, le daba risa.
-Surgieron a partir de la magia contaminada de Malefor, vienen del otro lado del volcan, donde ya ningúno es capaz de soportar las altas temperaturas. Al parecer después de que Hot Head desapareciera, aparecieron estos seres que quisieron aprovecharse del volcan ya que se creían que como estaba todo lleno de lava, tenían derecho a permanecer aqui, pero los golems se negaron, lucharon contra ellos, y perdieron.
-¿Perdieron? ¿Como? -inquirió Spyro.
-Nunca les dieron los detalles, pero según lo que nos han contado siempre, es que al parecer los golems no pudieron combatir contra el magma caluroso de esos monstruos, acabaron perdiendo a muchos de los suyos. Como fracasaron en su intento de defender el volcan, los magmagolems los echaron a la otra punta del exterior de la tierra, donde ahí no podían vivir placidamente.
-¿Pero entonces llegasteís vosotros, nó? -objetó Cynder.
-Así es, les encontramos en las peores condiciones, sus rocas se estaban humedeciendo y parecían no tener fuerzas para seguir adelante, necesitaban el calor del volcan para seguir con vida, ahí entonces nuestros antepasados se les ocurrío una idea que podría beneficiar tanto a nosotros como a ellos.
-¿Y que era? -pregunto intrigado Ermit.
-Como disponían de un gran cargamento de metales y de muchos otros objetos, se les ocurrió la idea de luchar contra esos seres, para echarles del volcan y hacerles regresar por donde vinieron.
-¿Y lo consiguieron?
-Bueno, al principio fueron perdiendo ya que los magmagolems siempre estan llenos de magma ardiendo, casi estaban apunto de perder la batalla cuando entonces descubrieron su mayor punto debil -volteo su mirada hacía ellos esbozando una expresión de a-sombro como si fuese a decir algo impactante-. El agua.
-¿El agua?
-Los magmagolems detestan el agua a toda costa, les vaporiza, y con todo el suministro de agua que tenían en aquel entonces, pudieron combatirlos tirandoles todo aquello que fuese liquido y que estuviese en sus manos. Y tras haber acabado con unos cuantos, los magmagolems se fueron y los golems recuperaron el volcan -finalizo de terminar mientras esbozaba una sonrisa de entusiasmo que dejaba bien claro que le gustaba saber que sus antepasados habían ganado la batalla.
Todos se quedaron halagados de ver que termino bien, pero aún así se quedaron pensativos ante una cuestión que no se les iba de la cabeza.
-Pero Diggs, hay una cosa que no entiendo. ¿Si ganasteís la batalla, donde estan exactamente los golems? -pregunto Spyro queriendo aclarar ese asunto.
-Aqui es donde viene lo bueno: Después de que ambos hubiesen echado a los magmagolems, sabíamos bien que algún dia los magmagolems regresarían y les volverían a dar batalla, así que para evitar eso nos unimos formando una alianza, hicimos un trato con ellos que nos beneficiaba a ambos.
-¿Que trato fue?
-Nosotros nos quedaríamos a vivir en el volcan, nos montaríamos nuestro propio hogar, a cambio de que protegiesemos a los golems de los monstruos de lava, y a cambio ellos tendrían su propio lugar en el volcan mientras ellos nos protegen de las amenazas que si pueden combatir. Y esto ha quedado así desde entonces.
-¿Entonces los golems siguen viviendo aqui? -pregunto Vickam.
-Siguen aqui, pero en el otro lado del volcan donde conviven con una temperatura lo suficientemente adecuada como para soportar sin que les duela, y practicamente viven sin ningún problema, les encanta estar ahí.
-¿Entonces son como vuestros vecinos? -objetó Sparx.
-No se que es eso -contesto con tono soez.
Ambos se miraron extrañados al ver que parecía desconocer esa palabra.
-Y dime una cosa pequeño topo, ¿adonde se fueron los magmagolems? -pregunto Cynder mirando de vuelta la imagen del monstruo de lava.
-Se alejaron hacía el norte, donde ahí es todo magma y resulta imposible de vivir para un ser vivo normal, basicamente el mismo lugar que han tenido desde siempre.
-Pero si tanto les gustar vivir ahí, ¿porque no se quedan?
-Porque son unos malvados egoistas que se aburren si no estan apropiarse de las cosas que tienen otros, llevan años obsesionados con tomar este lugar hacer lo que les de la gana, pero por suerte estamos nosotros para impedir que entren.
-¿Lo teneís bien defendido? -inquirió Ermit.
-Bien defendido, hasta el mas minimo hueco esta fortificado, nunca en todo este tiempo han logrado traspasar estas paredes -justifico concienzudo de ello.
Se convencieron a pesar de que les parecía raro que aquellos magmagolems le tuviesen tanto capricho a un volcan como este. Volvieron a asomar la mirada a aquella imagen del monstruo de lava, no dejaban de pensar en lo tetrico que se veía, pero si era cierto que aquellos seres pudieron echar a los golems de su hogar, entonces obviamente se verían mas terrorificos de lo que aparentaban.
-Spyro -se acerco Sparx a su hermano-. ¿No te recuerda eso un poco a alguien?
-Si -reafirmo el joven dragon sabiendo bien de que hablaba.
-¿Crees que Eruptor estara emparentado con esas cosas?
-Lo dudo, él se ve mas adorable de lo que muestran ahí.
-¿Y que pasa si en un tiempo atras él fue así pero luego cambió?
Aquello hizo que entrase en un mar de dudas.
-Nunca nos dijo nada sobre su pasado.
-Sabemos muy poco de ellos.
Asintieron resentidos al darse cuenta de que a pesar de que pasaron mucho tiempo con los Skylanders, no habían aprendido lo suficiente de ellos como para hacerse una idea de todo por lo que pasaron hasta convertirse en quienes eran.
-Si nos volvemos a encontrar con ellos, ¿que les diremos?
-La verdad, le explicaremos todo por lo que hemos pasado.
-¿Y sobre ella? -pregunto dirigiendo la mirada hacía Cynder.
Suspiro resignado al acordarse de que también tenía que encargarse de ella.
-¿Paso algo entre ustedes dos?
-Podría decirse que intente de hacerle ver el lado bueno de las cosas, pero es mas complicado de lo que parece.
Por la cara que ponía pudo entender que ella le dejo mal por algún motivo.
-¿Que fue lo que te dijo?
Ahora que se encontraban en este momento de sinceridad, no tuvo mas opción que confesarle todo aquello que le explico antes.
-Pensaba que Cynder podía hacer algo bueno, pero ahora solamente veo que pretendo fingirlo para que así no me sienta culpable de todo esto -admitio con tono desolador.
-Que mujer mas cruel -exclamó indignado por haber tratado mal a su hermano.
-No se que hacer Sparx, quiero que cambie, que sea una buena persona, pero resulta ser mas complicado de lo que creo, quizas ni pueda hacerlo -opino Spyro retractandose ante la idea de querer que Cynder cambie de bando.
-No digas eso hermano, lo que hace esa mujer es algo que solo un ser maligno como ella puede lograr, pero eso no tiene porque afectarte. No dejes que te deje mal, puedes intentarlo, solamente sigue tu instinto como haz hecho desde siempre -le animó Sparx insistiendole de que siguiera con sus metodos de ayuda.
Sonrio aliviado por oír eso, Sparx sabía como animarle.
-¿Como lo consigues? -le preguntó indirectamente.
-Facil, te conozco -indico riendo entre dientes.
Se rieron dandose pequeños golpes de codo.
-¡Diggs! -escucharon una voz que resono por toda la sala.
Ambos se giraron observando que entro otro topo, este tenía la piel menos blanca que la de Diggs, llevaba puesto un casco amarillo y sujetaba un bloc de notas.
-Diggs, te he estado buscando por todas partes -le replíco mosqueado.
-Lo siento Hatterson, pero me distraje abajo.
-¿Haciendo qué? Otra vez examinando esos tuneles para saber si los magmagolems se meteran por ahí -le criticó llevandole la contraria ante una obvía conclusión.
-Creeme, algún dia esos monstruos encontraran la manera de entrar y no estaremos preparados para cuando eso suceda -le achacó molesto con tono insistente.
-¿Y como es que en estos cientos de años de historia ningún magmagolem se ha introducido aqui? Porque tenemos a los mejores hombres defendiendo este lugar las 24 horas del dia, lo mismo que hemos hecho siempre.
-Pues si de veras crees que funciona, ¿entonces de donde han salido ellos? -dirigio una mirada acusadora hacía el grupo de Spyro.
El otro topo se les quedo mirando con una cara que indicaba que los estaba analizando, los miraba seriamente como si no les gustase, pero luego cambió su expresión a una mirada atonita al reconocer quienes eran.
-¿Sabes quienes son? -le pregunto Diggs.
Frunció el ceño indignado ante lo que estaba viendo.
-¿Has metido a estos seres aqui? -le reprocho.
-Tranquilo, son amigos -le intento de apaciguar.
-Por mi como si lo son de los magmagolems -se quejo llevandole la contraria, por su comportamiento se notaba que era un topo al que parecía que se enojaba consecutivamente con toda cosa que le molestase.
-No te preocupes, no hemos venido a cometer ningúna maldad, venimos en paz -le consolo Spyro dispuesto a razonar con él.
-¿En serio?
-Mi nombre es Spyro -se presento, luego señalo a los demas-. Ellos son Sparx, Cynder, Ermit y Vickam. Me parece que tu te haces llamar Hatterson.
-Hatterson el Organizador, dirijo a todos los topos de esta sección.
-¿De esta sección? -cuestiono Sparx.
-Este lugar es muy grande, así que para tenerlo todo organizado cada metro de esta montaña esta dividida en secciones, y en cada sección hay una persona que se encarga de liderar a todos los obreros -aclaro Diggs.
-Que no le digas nada a estos extraños -achacó Hatterson indignado al ver como Diggs se pasaba de listo.
-Pues él no has contado bastante -indico Vickam.
Aquello hizo que Hatterson le echase una mirada con el ceño muy fruncido.
-No te preocupes Hatterson, confia en mi, son amigos, podemos confiar en ellos -insistió alzandole las manos en señal de defenderse de lo que fuera a hacerle.
-¿Como? ¡Son los primeros individuos que se meten sin permiso algúno en nuestra morada!, ¿que pensaran los golems ahora de esto?
-Por favor Hatterson, mirales bien.
Les miro de vuelta y sin mostrar una emoción algúna.
-Les miro, ¿y que pasa?
-Fijate en Spyro, es un dragon.
-¿Un dragon? -cambió su expresión a una de intriga.
-Así es, un dragon purpura, y ella también.
-Pero ella mas bien es una dragona naci... -Vickam estuvo apunto de revelarle lo que era Cynder cuando entonces Ermit le apoyo la boca encima.
Impidio que cometiese una estupidez.
-¿Los dos sois dragones?
-Así es, pero de diferente raza.
-Increible -exclamó, se puso a mirarlos complacido de arriba para abajo-. ¿Cuanto hace que no se ve un dragon en estas condiciones.
-Desde hace mil años -indico Ermit.
-Esto es algo magnifico, asombro -soltó una pequeña risotada del entusiasmo.
-No son solamente dragones, son aquellos de los que nos han estado hablando durante tanto tiempo -le mencionó Diggs con tono precavido.
Aquello capto la atención del otro.
-¿Te refieres a...
Afirmo meneando la cabeza.
El grupo se les quedo mirando sin comprender a que se referían.
Volvió a mirarles, esbozo una mirada de asombro mayor que la de antes.
-No puede ser, son ellos.
-¿Ellos, quienes? -pregunto Vickam consiguiendo quitarse la boca de Ermit encima.
-Ellos -extendió sus manos señalando a ambos dragones con una expresión de entusiasmo, estaba como si viese lo mejor que vio nunca-. ¿Donde les has encontrado?
-Abajo, en los tuneles, pero... ¿por donde entrasteis?
-Por la misma entrada por la que entraron nuestros antepasados -confeso Diggs.
-¿Esa misma? -rezongó sobresaltado.
-Así es, la han usado después de tanto tiempo.
-¿Como que tanto tiempo? -cuestiono Sparx.
-Hace años dejamos de usar esa entrada porque al parecer era un acceso facil para que se metiesen los magmagolems, desde entonces la ocultamos para evitar que alguien hostil la encontrase, a menos de que surgiese alguien destinado a hallarla en las mejores circunstancias -confesó con tono histerico como si les estuviese revelando algo tan sumamente importante que lo cambiaba absolutamente todo.
-Pues nosotros no nos encontramos en las mejores circunstancias -añadio Vickam.
-Espera, ¿dices que ocultasteís esa entrada? -le preguntó Spyro.
-Nuestros antepasados la ocultaron creyendo así que evitarian un desastre mayor, pero tenían la sospecha de que algún dia alguien especial pasaría por esa puerta, y que les ayudaría a acabar con un mal superior. Y me parece que durante nuestras obras dimos con esa entrada por accidente.
-Permitiendo que pasaramos nosotros -argumentó Cynder reconociendo que todo parecía estar destinado a que esta situación ocurriera.
Ahí en ese momento a Spyro se le paso algo por la cabeza que le podría ser de vital importancia para tan desconcertante asunto.
-Pues yo soy el ultimo dragon de mi estirpe, ¿puede significar eso algo importante?
-Quizas, si resulta que ambos sois especiales.
-¿Ambos.
-No solamente tu puedes ser especial, ella también -señalo a Cynder.
Esbozo una mirada de desconcierto.
-¿Pero ella no puede ser especial? -protesto Vickam indignado ante esa opinion-. No tiene ni idea de donde viene, o de las cosas que ha hecho.
Le echo un gruñido con la boca fruncida, se mosqueo con esa severa reafirmación.
-Lo se, y eso es lo bueno.
-¿Bueno porque? -pregunto Ermit.
Carraspeo pensativo como si algo le carcomiese, miro al otro topo y le dijo:
-Diggs, creo que ya va siendo hora de presentarles.
-Eso mismo pensaba hacer.
-¿Presentarnos a quien? -protesto Spyro queriendo comprender de quien hablaban.
-Ahora lo vereís, seguidnos -ordeno con tono autoritario como si fuese el jefe.
Le siguieron a pesar de que no les dieron ningúna respuesta sobre lo que pasaban. Desde que se habían metido aqui, no habían estado escuchando mas que comentarios sobre algo importante que parecía estar relacionado con ambos dragones, pero como no decían nada, les desconcertaba aún mas este asunto.
Salieron de la cueva y giraron en la esquina dando con el siguiente camino que tenían delante, anduvieron unos cuantos metros hasta acabar dando con una escalera de madera que los llevaba arriba en otra sección, subieron atravesando una obertura estrecha con forma circular que se notaba que no estaba construida para que pasara gente muy alta, Vickam tuvo que arrodillarse para atravesarlo.
Bajaron por otra escalera y de ahí se metieron en una zona amplia en la que se encontraban varios mabus depositando todos sus cargamentos en unas especies de elevadores mecanicos que subían hasta los siguientes pisos de arriba. Giraron en la esquina yendo hacía otra obertura que se hallaba en un extremo del frente.
-Genial, otro agujero por el que meterse -se quejo Vickam.
Lo cruzaron y ahí se encontraron con una caverna oscura cuya uníca luz que había surgia de un hueco grande que daba al exterior. Adelante había otro topo, este estaba dirigiendo un panel repleto de palancas que parecían controlar un trayecto de vias de carros, una llevaba para el frente y la otra parecía servir para las llegadas. Escucharon un sonido estridente que venía de algúna parte, asomaron las cabezas observando que llegaban dos carros enganchados a toda prisa, bajo por una via inclinada y el carro empezo a desacelerar lentamente, se acerco hacía el topo y este se detuvo de golpe. Los cuatro topos se bajaron llevando consigo unas tablas de madera tan grandes que parecían medir mas que ellos, se les oyo agradecer al topo operador y estos pasaron delante de ellos, les saludaron amablemente y se marcharon.
Ambos se quedaron impresionados al ver lo sorprendente manera que tenían los topos para trabajar en unas condiciones tan inusuales como estas.
Diggs se dirigió hacía el topo operador mientras el carro en el que se bajo el otro grupo volvió a avanzar pero ahora dando la vuelta a toda la via, quedo colocada del otro lado donde la via se desplazaba hacía el frente.
-Necesitamos ver a Madre Superiora -le anunció al operador.
-La Madre Superior esta muy ocupada -soltó el topo con tono amargo.
-Este es un asunto importante -agregó Hatterson.
-¿Muy importante?
-Uno que podría cambiar muchas cosas.
Carraspeo pensativo como si estuviera determinando que hacer.
Ambos topos se miraron al reconocer que no les iba a dejar subir a menos que le diesen una razón para hacerlo, y sabían perfectamente cual darle.
-La profecía se esta cumpliendo -le dijeron.
-¿La profecía? -ahora quedo desconcertado.
Le enseñaron a los dos dragones, les miro y ahí empezo a comprenderlo.
-Subid -acepto conforme.
Se dividieron en dos grupos que se metieron en ambos carros, Spyro iba con Cynder, Sparx y Diggs, mientras que Hatterson se fue con Ermit y Vickam.
-¿Que es eso de la profecía? -le pregunto Cynder a Diggs.
-Creedme, solamente ella os respondera -espeto considerablemente.
-Cuidado de no sacar los brazos para afuera -aviso el topo operador.
-¿Adonde vamos con esto? -pregunto Vickam sin entender a que venían los carros.
-Estaís apunto de verlo -dijo Hatterson esbozando una sonrisa picarona.
Ambos se miraron alarmados al creer que estaban apunto de pasar por algo que seguramente lamentarían tanto como acabar aqui metidos.
El operador bajo la palanca de la derecha, y el carro se movió.
