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LA MUCHACHA

Pasada ya la mañana, Ephraim y Gorkit continuaron su trayecto por todo el noroeste de Trollia, se alejaron de aquella zona repleta de trolls criminales para adentrarse ahora en un descampado tranquilo donde se podía ver ni una sola alma a su alrededor, se notaba el olor a hierba a medida que lo recorrían. Después del suceso que tuvieron ayer en la Jarra Verde se sentían agotados y con sueño. Pero quien mas lo tenía era la muchacha elfa que habían rescatado tras descubrir que Sker la había secuestrado y la había mantenido cautiva en su carruaje.

No sabían nada de ella, ni como se llamaba y ni como como Sker la capturo, pero de una cosa la tenían bien clara, ella no estaba a salvo aqui, necesitaba que la viera algún medico en condiciones y de ahí pensar en como devolverla a su hogar, porque sino alguién como la gente de la Jarra Verde la cogería y le haría cosas peores.

Gorkit la mantuvo en la parte trasera con los cubos de paja, apilo unos cuantos como para lograr hacer una cama con ellos, la elfa dormía estando en una posicion comoda. Gorkit la miraba asegurandose de que no le pasara nada, aprovecho para observar que tenía unas enormes magulladuras en varias partes de los brazos y las piernas, eso dejaba constancia de que había sido torturada, no quería imaginarse lo que le habrían hechos esos trolls durante el viaje que tuvo.

Se dirigió hacía su tio y le dijo:

-Tio -le llamo.

-¿Que pasa? ¿La chica se encuentra bien? -preguntó sin apenas voltear la mirada.

-Esta dormida, pero... -se quedo sin saber como explicarselo.

-¿Pero? -se extraño al ver que no finalizo la frase.

-¿Que haremos con ella?

-La llevaremos a casa.

-¿A casa?

-Conozco a gente que la puede mantener escondida, si es en lo que estas pensando.

-Si, pero no pensaba en eso ahora.

-¿Y en que estabas pensando entonces?

-Una vez que este ahí, ¿que haremos con ella? ¿Como haremos para devolverla a su hogar? ¿Ni siquiera sabemos de donde viene?

-Pues se lo preguntaremos personalmente.

-No creo que ella este de buen humor para hablar.

Ephraim asintio desesperado al ver como este asunto se le dificultaba aún mas.

-Gorkit, ¿tu entiendes que quiero ayudarla, nó?

-Si tio, lo se, es solo que... nunca antes he tratado con un ser de otra especie.

-Y yo tampoco, pero debemos hacerlo, es lo correcto, si nosotros estuviesemos en su posicion, nos habría ayudado igualmente.

-Eso si es que no nos ve como monstruos -indico escepticamente.

Se giro dispuesto a ocuparse de la muchacha de nuevo cuando entonces vio que se desperto, tenía los ojos abiertos y le estaba mirando fijamente, evidentemente se había despertado hace un buen rato y escucho todo lo que le dijo.

Se acerco lentamente hacía ella pero se alejo de él con miedo.

Ahí supo ver claramente que aún no confiaba en él del todo.

-¿Te acuerdas de mi? -le preguntó.

No dijo nada, seguia aún con una mirada inocente y con los brazos apretados en el cuerpo, se notaba el miedo en sus ojos.

-No te preocupes, no te hare nada, ¿vale? -se fue acercando lentamente hacía ella con los brazos levantados con tal de que confiase en él.

Se acurruco entre los pajares y Gorkit se sento en el lado extremo, siguio con las manos levantadas para que comprendiera que no le iba a hacer daño algúno. Pareció surtir efecto ya que se sentara delante suyo no produjo que le temiese, en cierto modo sabía reconocer que no le haría daño algúno.

La tenía ahí adelante y no sabía que decirle, como no hablaba tenía sus dudas sobre que preguntarle con tal de averiguar un poco mas sobre ella.

Decidió preguntarle lo basico.

-¿Como te llamas?

No respondió, estaba como si no comprendiera lo que le dijo.

-Yo me llamo Gorkit, ¿y tu?

Se puso a abrir lentamente la boca como dispuesta a decir algo, pero solamente pudo soltar un gemido grave, siguio forcejeando hasta que se puso a toser profundamente.

Gorkit se levanto de golpe y se puso detras de ella para ayudarla, le golpeo en la espalda produciendo así que largara todo lo que tenía dentro, acabo escupiendo una baba negra que se derramo en el suelo de madera del suelo, Gorkit se extraño al ver eso, bajo la cabeza observando que el interior de su boca era negro, sus dientes estaban sucios y su lengua mostraba signos de habersela mordido con profundidad, evidentemente esa chica se había inflingido daño a si misma.

La siguió golpeteando pero no paraba de toser, se levanto y dijo:

-Tio, ¿tienes agua?

-¡Agua!

-Se esta ahogando.

-Aqui hay una cantimplora -le paso su mochila.

La cogió y saco la cantimplora que tenía dentro, abrió la tapa y se la paso a la elfa, en cuanto esta vio lo que era se alejo como si le estuviese dando algo malo.

-Tomalo, es solo agua, te sentara -le insistió nerviosamente.

Le miro con una cara desdichada y entonces se la cogió de un tiron, dio un trago tan enorme que se bebió todo el contenido de la cantimplora, se alivió y se la devolvió. Gorkit la cerro y se quedo mirandola mas a fondo, a pesar de ser una elfa, era una chica hermosa, pero tenía el defecto de que todo su cuerpo era un asco, se la notaba sucia, desnutrida y malherida, necesitaba ayudarla como fuera.

Se puso a revisar el contenido de la bolsa, saco todas las cosas que habían dentro, su tio solamente llevaba objetos de doctor, pero también se encontro con algo que estaba enrollado en papel de ceramica, lo abrió revelando ser una torta de arroz.

Lo olió, lo sintió frio como de haber estado fuera mucho tiempo. Dudaba de darselo a la chica, pero como estaba muerta de hambre quizas no le importaría comerselo.

-¿Quieres? -se lo paso para que lo viera.

Lo vio, movió sus ojos de un lado para otro como si no supiera lo que le daba.

-Es comida, te gustara, es arroz.

Esbozo un gemido ahogado y luego agarro de un tiron la torta de arroz, con ambas manos se puso a comerlo como si no quisiera que se lo quitasen de manos, lo devoraba como si fuese un animal salvaje.

Miro dentro de la mochila y solamente se encontro con dos tortas de arroz mas, evidentemente era una para él y para su tio, pero no era suficiente para alimentarla, necesitaban mas comida si querían que ella mejorase.

-Tio -le llamo de nuevo-. ¿Cuando crees llegaremos?

-Tenemos todavía que pasar por el noroeste de Trollia, lo que significa que tardaría-mos como un dia y medio para llegar.

-¿Un dia y medio para llegar? -replicó sorprendido.

-Es el mismo tiempo que me duro llegar a Trollia Central.

-Pues necesitaremos reposar en algún lugar, esta chica esta en los huesos.

-¿Le has dado algo de comer?

-Le he dado de las tortas de arroz que tenías en la mochila, por cierto, ¿cuando las hiciste? Porque yo no recuerdo que las hubieses comprado en algúna parte.

-No, en realidad las hice en casa.

-¿En casa? ¿Te has pasado como mas de tres dias con esas tortas de arroz ahí metidas en la mochila? -le preguntó reprochandole por querer entender esa idea.

-Así es, fue idea de un amigo, me dijo que las tortas de arroz son la única comida que puedes llevarte contigo sin necesidad de calentarlas.

-Pues así frias me dan asco.

-¿Y que piensa la muchacha?

La miro viendo como se la terminó de comer, tenía tanta hambre que hasta se chupaba los dedos del hambre que tenía.

-Necesita que la vea un medico.

-Yo soy medico.

-Uno que sepa verla y saber como ayudarla, esta chica ha pasado por demasiado.

Carraspeo entre dientes al pensar en esa cuestión.

De pronto uno de los caballos grazno levantando la cabeza.

-También debemos darle algo de comida a los caballos -mencionó.

-¿Y donde conseguiremos comida para caballos?

-Por aqui seguramente encontraremos algúna granja, si les pedimos a los granjeros que nos dejen quedarnos para reposar ahí por una noche, lo tendremos todo resuelto.

-¿Y que pasa si esos granjeros son como los tipejos de anoche?

-Venga ya, no puede ser que todo el mundo sea malo aqui -berreó contradiciendo ese pensamiento suyo que se veía muy pesimista.

-Lo se cuando Kaos lo desequilibre todo.

-Tienes que dejar de pensar en eso Gorkit, estamos lejos de él, piensa mas en el viaje, eso te sentira mucho mejor -le recomendó pasivamente.

-Pues ahora mismo no me siento mejor -berreó mosqueado, se dio la vuelta y volvió a sentarse en el mismo lugar al lado de la muchacha elfa.

La miro estando sentada con las piernas apoyadas sobre su pecho mientras mantenía una mirada que indicaba que estaba pensando en algo que le carcomía la cabeza.

-¿Piensas en tus padres? -le preguntó volviendo a conversar con ella.

Levanto su cabeza, le miró, pero no le contesto.

-¿Tienes padres nó?

Bajo la cabeza, eso afirmaba que los tenía.

-¿Sabes donde estan?

Nego con la cabeza.

-Seguro que estaran vivos, buscandote.

Aquello hizo que soltase una pequeña lagrima que le caía por la cara.

Gorkit se levanto y se puso a su lado, le retiro la lagrima con el dedo.

-No estes triste, mi tio y nos aseguraremos de encontrar a tus padres -le prometió.

Le miro con una expresión entristecida y entonces apoyo su cabeza encima de él, le paso el brazo abrazandola para darle algo del caríño que seguramente ningúno ser le dio en todo el tiempo que estuvo apresada por sus torturadores.

Pasaron las horas y continuaron recorriendo aquel camino que era tan abierto que no había ni una sola que destacase o que se sintiera interesante de ver, era un simple trayecto unicamente formado por una carretera de tierra formado por un sendero de hierba recortada a ambos lados. El cielo se estaba oscureciendo, eso indicaba que pronto llovería en algún momento, lo que suponía un gran problema porque ellos se encontraban en medio de ningúna parte y no tenían ningún lugar donde resguardarse.

Necesitaban encontrarlo cuanto antes.

-Tio, ¿no puedes hacer que los caballos corran mas rapído? -le pregunto Gorkit como sugerencia para impedir que la lluvia no les agarrase a tiempo.

-Puedo hacerlo, pero los caballos estan demasíado agotados, necesitan comer y beber, y eso es justamente lo que tenemos.

-¿Y que hacemos? No podemos continuar estando apunto de llover.

Se quejo el tio Ephraim entredientes, comprendía lo que quería decir su sobrino y era algo que no le gustaba ya que él tenía la misma idea, pero no tenía forma de poder solucionarlo a menos que surgiese algún milagro.

Y justo vio algo que le llamo la atención.

-Fijate en eso -le aviso señalando con el dedo.

Gorkit se levanto y observo que su tio le estaba señalando una humareda negra gris que se elevaba de algún lugar de mas arriba en el camino.

-Parece humo de una chimenea -dedujó.

-Como decía, seguramente encontraremos una granja.

-Una granja de delincuentes -exclamó amargamente.

-Venga Gorkit, se un poco mas optimista, ya veras como nos dejan hospedarnos con total afabilidad, ¡arre! -tiró de los caballos haciendo que fuesen mas rapídos.

Siguió el camino y en cuanto giro en la siguiente curva que había adelante, bajo por una pendiente que le llevo a una pequeña granja con un establo que parecía contener muy pocos animales, al otro lado había una casa de tres pisos con un techo abonbado y con una chimenea que largaba el humo que vieron antes, no veían a los dueños de la granja, así que asumieron que estarían ahí dentro.

Se detuvieron cerca del jardin que había alrededor de la zona y ahí se pusíeron a bajar, Gorkit se bajo del carro y cogió la mano de la muchacha para ayudarla a bajar con cuidado, la sujeto impidiendo que no se cayera en cuanto toco el suelo.

Ephraim se puso a mirar la casa, intento de ver si podía ver a algúno de los dueños, por dentro se veía todo oscuro, dudaba de que estuviesen, pero tenía que aprovechar que habían encontrado este lugar para pasar la noche.

De pronto se abrió la puerta, salió una mujer troll vestida con un delantal y llevando consigo un cubo negro que parecía contener comida para pollos. Se acomodo el delantal y entonces asomo la cabeza percatandose de la presencia de desconocidos.

Ephraim se quedo halagado de ver que por fin vio algo de vida en esa casa, se dispuso a presentarse actuando de forma afable.

-Hola -le saludo.

Cambió su expresión a una de temor y marcho de vuelta a la casa, cerro la puerta.

Ephraim quedo sorprendido al ver como la mujer se marcho aterrada como si le hubiese visto como un horrible monstruo, Gorkit se acerco y le dijo:

-¿Que ha pasado? -pregunto, él también vio a la mujer.

-Nada, he saludado a esa señora y se ha encerrado dentro.

-¿No le has dicho nada malo?

-Para nada, la he saludado y se ha asustado.

Carraspeo intrigado por esa rara reacción.

-A lo mejor no estará muy acostumbrada a gente aqui.

-Esta casa esta situada al lado de ese camino, algo de gente tendra que haber pasado por aqui en algún momento -indico deductivamente.

No tenía ni idea de porque esa mujer se asusto al verle, pero no iba a quedarse ahí sin averiguarlo, se dirigió hacía la casa para llamarla.

Los dos dieron unos cuantos pasos hasta aproximarse a la vivienda cuando de pronto se volvió a abrir, se detuvieron y observaron que salía un viejo troll con gafas y teniendo un peinado gris que le caía por detras. Se acercó hacía ellos apuntandoles con una ballesta que llevaba enganchada una flecha de madera.

-Levantad las manos -ordenó.

Obedecieron y alzaron los brazos hacía arriba en señal de redención.

-¿Que quereís?

-¿Que qué queremos? -cuestionó Gorkit esa pregunta.

-Si, ¿a que habeís venido? -protestó, luego estornudo.

-Necesitamos un lugar donde hospedarnos, los caballos estan hambriendos y tenemos a una joven que necesita asistencia medica -explíco Ephraim haciendose a un lado para que pudiera verla.

El viejo acerco la mirada observando que en donde tenían estacionado el carro se encontraba una joven elfa arrodillada y apoyada sobre el carruaje.

-¿Que es esa joven?

-Una elfa, la hemos encontrado y necesita ayuda, yo soy medico.

-¿Es usted medico? -pregunto la mujer que estaba detras del viejo.

-A un lado Molna -le replicó el viejo queriendo que se quedara dentro de la casa.

-¿Nos puede ayudar? -le preguntó Gorkit.

El viejo hizo un gesto de desconfianza con la mirada.

-No pretendemos nada malo, solamente queremos hacer a esa joven, una vez hayamos hecho eso nos iremos de aqui, ¿confie en nosotros?

Carraspeo pensativo.

-¿De donde venis?

-De muy lejos.

-¿Lejos donde? -acercó aún mas el arma, no se confiaba del todo.

Ambos se miraron dudando de no saber si confesarle la verdad o no, pero como tenían la muchacha sufriendo de hambre, debían hacerlo aunque no les gustase, ademas, ya le habían mentido a Sker antes y no funcionó bien, esta vez le dirian la verdad.

-Venimos de Trollia Central.

-¿De Trollia Central? -se sorprendió el viejo.

-Hemos escapado de ahí en pleno de golpe de estado, y nos hemos encontrado con esa muchacha que estaba siendo apresada por un hombre muy malo.

-Nosotros solamente queremos volver a casa, y ayudar a esa joven, ¿nos puede ayudar a tratarla?, esta muy malherida -pidió pasivamente Gorkit.

El viejo dudo, pero vio a la muchacha que estaba a lo lejos, podía observar como no se encontraba en buen estado, ahí no pudo evitar sentir la necesidad de ayudarles.

-Os ayudare a meter ese carro dentro del establo, y luego venid dentro, atendere con mucho gusto a esa pobre muchacha -ordenó con tono serio pero compasivo.

-Gracias -agradeció Gorkit bajando los brazos al ver que se ganó su confianza.

Regresaron de vuelta hacía donde estaba el carro, Gorkit levanto a la muchacha elfa y se la llevo lentamente hacía donde estaba la pareja de viejos trolls, se la notaba tensa como si tuviera miedo de meterse, la consolo diciendole que eran buenas personas a pesar de que no las conocía en absoluto. La mujer la cogió de la mano y la metió dentro de la casa, Ephraim se fue con el viejo, ambos sujetaron cada caballo y se los llevaron al interior del establo mientras estos arrastraban el carro de detras, los metieron con sumo cuidado ya que no querían asustar a los demas animales que reposaban ahí. Soltaron a los caballos dejando el carro estacionado en un rincón con suficiente espacio como para que cupiese, metieron cada uno en una cuadra, luego el viejo agarro un cubo de agua que se encontraba en un rincón y les dio de beber, aquello pareció entusiasmarles ya que levantaron la pata izquierda trasera.

Ephraim se alivio por haber conseguido tratarlos a tiempo.

-¿Se encuentra bien? -le pregunto el viejo.

-Es que no creí encontrar un lugar donde darles de beber -comentó escepticamente.

-Ya, esta no es una zona muy habitable.

Sintio una gran modestia por escuchar eso.

-Gracias por dejar a mi y a mi sobrino quedarnos aqui -le dijo con gratitud.

-Solo lo hago por esa muchacha, si fuese por mi, habría matado a todos los que viniesen de Trollia Central, incluidos a vosotros.

-No esta muy encantado del gobierno de Kaos, ¿nó?

-Y no, Kaos es el culpable de arruinar esta isla, nos lo ha quitado todo.

-Pues aqui pareceís tener bastante para vivir -opino echando la vista al establo, dedujo con todos los animales que tenían ahí guardados, tenían suficiente para comer durante unos cuantos años como mucho.

-Nos quito a nuestro hijo -confesó.

Aquello cambió su percepción sobre el viejo.

-Lo siento mucho.

-No lo sientas, tu no tienes la culpa de que se haya ido.

-¿Entonces no esta...

-¿Muerto?, al contrario, sigue vivo, pero hizo caso de la propaganda que difamaba Kaos y eso hizo que se marchase a Trollia Central dispuesto a unirse a sus filas.

-¿Nunca mas regreso aqui?

-No, en 10 años no lo ha hecho, y ni siquiera quiero saber lo que esta haciendo, para mi es como si estuviera muerto -resoplo amargamente del dolor que le producía reconocer el tiempo que llevaba sin saber de él.

Ephraim se quedo indeciso, nunca antes había escuchado a una persona decir eso de un familiar suyo de esa manera tan pesimista.

-Pero es su hijo, él aún sigue vivo.

-Lo se, pero si él continua con vida se que ya no sera el mismo, prefiero recordar al chico caríñoso que solía ser antes a lo que es ahora.

Eso si que lo pudo entender, había escuchado historias de jovenes que se metieron con los soldados y cambiaron sus comportamientos de un dia para el otro, les llenaron la cabeza de tanta violencia que ya no conocían otra cosa que la misma.

-Tu al menos tienes suerte con tu sobrino, no parece ser alguien que se la pase hablando de ir al otro lado de Skylands a caza mabus como si fuesen animales de caza.

-Eso es porque Gorkit es distinto, él sabe lo que esta mal y lo que esta bien.

-¿Lo educaste tu?

-No, sus padres lo hicieron, hasta que se volvió mayor.

-Pues yo en cambió no se si lo eduque bien, nos fuimos a este lugar porque estabamos hartos de vivir en un mundo rodeado de politicos, y justo unos años mas tarde, aparece este nuevo emperador que empieza a lanzar todas sus ideologias sobre hacer que los trolls gobiernen el mundo. Yo no pude evitar eso, llegue tarde para darme cuenta de que su mente era tan fragil que se creyo cualquier cosa que le dijesen, y un dia para el otro se larga creyendose que es todo un hombre, cuando no lo es.

Le dolía bastante escuchar eso ya que podía imaginarse lo que era pasar por una situación así, y perderlo resultaba fatidico, pero no creía para nada en eso que él decía, había una cosa que no tenía en cuenta y necesitaba saberlo.

-Usted lo educo bien -soltó.

-¿Que quiere decir? -preguntó desconcertado.

-Su hijo no se dejo convencer de las ideas de Kaos porque no lo educase bien, lo educo bien, el problema fue que se entusiasmo por algo que desconocía, y eso le hizo tener ganas de salir al mundo y descubrir lo que había sin darse cuenta se acabo metiendo en algo que no es para nada agradable -le explicó honestamente para que viera que no era culpa suya las decisiones que tomo su hijo a la hora de marcharse.

Se quedo indeciso asimilando esa cuestión en la que no había caído.

-Pero si quiere saber una cosa, aunque su hijo este vivo o no, pero si lo esta, seguro que con todo lo que le cuido, sabrá arreglarsels solo -le aconsejó dandole un pequeño animo de confianza para que no se sintiera tan mal.

Aquello cambió instantaneamente su estado de animo.

-¿Quien es usted? -le preguntó percatandose de que ni sabía quien era.

-Ephraim -se presento, alzo la mano para estrecharsela.

-Norbell -se la estrecho mencionando su nombre.

-Creo que antes le escuche decir que su mujer se llamaba Molna, ¿verdad?

-Así es, ¿y ha venido aqui con su sobrino?

-Si, se llama Gorkit, y estamos volviendo a nuestro pueblo natal, pero me temo que nos topamos con una gente muy mala, y tenían retenida a esa joven elfa.

-Veo que vosotros no sois los engendros habituales que vienen de Trollia Central -dijo con tono esceptico.

-¿Engendros? -se extraño al oír es sobrenombre.

-Así es como la gente de los otros pueblos de Trollia llaman a los de Trollia Central, desde que Kaos se hizo con el poder, nadie esta contento con ese nuevo gobierno.

-Yo jamas lo escuché.

-Eso es porque no todo el mundo lo dice, solamente lo mencionan aquellos que verdaderamente le tienen un odio a los de Trollia Central.

-Creeme, ayer mismo nos topamos con unos cuantos que nos odiaban por eso.

-¿Y pudisteis salir con vida? -preguntó retoricamente-. Eso si que es un milagro.

-¿Usted ha conocido a gente así?

-No, pero hace unos años vino un grupo a robarnos la cosecha, si no fuera porque iba armado con mi fusil, no habríamos tenido nada para comer durante el invierno -se tomo un momento para acordarse de ese suceso-. Yo soy muy contraproducente con el tema de las armas, pero cuando se trata de proteger a mi familia, estaría dispuesto a todo con tal de que sea así, ¿entiendes lo que digo?

Le costo entenderlo pero entonces le miro notando una mirada resentida que indicaba que por mucho que confiase en él, si intentaba algo malo con su mujer o con sus animales, acabaría cobrando un enorme precio del que se arrepentiria.

De pronto un sonido los asusto.

Los caballos trotaron aterrados golpeteando las patas contra el muro de detras.

Asomaron la mirada observando que el cielo se oscureció y empezaban a resurgir unos truenos que brillaban como un fuego de una hoguera.

-Sera mejor que volvamos dentro, aqui los truenos suelen caer muy cerca -avisó precavidamente Norbell dirigiendo la mirada a Ephraim.

Salieron del establo y marcharon corriendo de vuelta a la casa.

Una vez dentro lo cerraron dentro incluyendo la chimenea, ahí Gorkit les explico que con la ayuda de Molna pudieron tratar a la chica. Les comentó que sufría de una desnutrición grave y que para poder recuperarse necesitaba ingerir ciertas dosis de comida en diversas categorias a medida que mejoraba su estado. Le dieron de probar una medicina que le haría ignorar sus temores, se durmió y la dejaron reposando en la habitación del niño ya que nadie mas la usaba.

Se reunieron en el comedor y ahí los cuatro se pusieron a comer juntos, Molna les sirvió una sopa de huevo, de huevos obtenidos por las gallinas que tenían en el establo, se lo agradecieron inocentemente y se pusieron a disfrutar de esa sopa.

-Mmm -exclamaron ambos mutuamente.

-¿Esta buena mi sopa? -preguntó Molna.

-Suculenta -respondió Gorkit.

-¿No lo sabiais? Mi mujer hace las mejores sopas de huevo de todo el norte de Trollia -comentó dirigiendo una mirada sarcastica hacía Molna.

-¿Es usted cocinera? -preguntó Ephraim.

-No, bueno una vez lo fui, pero...

Pudieron ver por su cara de tristeza que sabían de lo que hablaba.

Norbell le acaricio la espalda para animarla.

-Desde que Igon se fue, nosotros dos nos hemos sentido muy solos, no tenemos amigos a quienes visitar, somos incapaces de ir mas lejos de estas tierras, ni siquiera somos capaces de ir a Trollia Central aunque solo sea para visitarle.

-¿Pero lo han intentado algúna vez?

-Una vez intente de ir, pero oí rumores de que la situación en Trollia no iba muy bien, me acobardé, me dio ir ahí para acabar mal, así que regrese aqui, asumiendo que Igon ya había partido para estar con los ancestros -comentó esbozando una expresión de tristeza que indicaba su gran frustración ante ese problema.

Ambos se quedaron patidifusos al ver como parecía que todas sus molestias parecían tener mucho que ver con que su hijo se hubiese ido.

-Pero es una suerte que hayaís traído a esa muchacha, hacía años que no hacíamos nada diferente con respecto a tratar nuestro ganado -indico soltando una pequeña risilla, le entusiamaba que los tres estuviesen aqui.

-¿Que fue lo que le ocurrió? -preguntó Molna con tono de curiosidad.

-No lo sabemos, yo asumo que la secuestraron unos piratas desde muy joven y que luego se la vendieron a unos traficantes troll y fue pasando de un lugar para otro. Nos fuimos con el hombre que la retenía sin saber que iba a venderla -argumentó Ephraim especificando brevemente la historia por la que pasaron.

-¿Y le robasteís su carro?

-Bueno, mas bien ya no lo iba a usar mas, ese hombre recibió lo que se merecía -comento honestamente Gorkit.

Ambos se miraron echandose unas expresiónes dudosas de pura seriedad.

-¿Sucede algo? -pregunto notando por sus miradas que sucedía algo malo.

Voltearon sus miradas hacía ellos y les dijeron:

-¿Donde la encontrasteís?

Se puso a pensar detenidamente como contarles la historía.

-Bueno, primero nos topamos con el dueño del carro, parecía un hombre agradable, pero luego vimos que era una caradura que odiaba a todos los de Trollia Central, y al final una cosa llevo a la otra y...

-¿Y?

Ahora ya no se sentía tan seguro de si confesarles el resto de la historia o no.

-Resulto ser un traficante de armas buscado por toda Trollia, nos metimos en un bar que estaba lleno de sujetos parecidos a él, los enfrentamos, pero acabamos quemando malintencionadamente el bar, con él dentro.

Se asombararon terriblemente al oír eso.

-¿Lo matasteís?

-En realidad se mato él solo, nosotros solamente impedimos que nos matase.

-Luego después de eso descubrimos que tenía a la joven encerrada en su carruaje, nos la llevamos dispuestos a que la tratase un medico.

-Y justo nos topamos con ustedes dos.

Quedaron perplejos ante toda esa turbulenta historia, era tan compleja que necesitaron un momento para poder asimilar todos los detalles, miro a su mujer y se puso a contarle susurradamente algo a la oreja. No escucharon lo que decía pero sonaba a que le estaba contando algo importante que necesitaba tenerlo cuenta.

Luego ella se llevo las manos a la boca.

-¿Ocurre algo? -preguntó Ephraim preocupado.

Voltearon sus miradas hacía ellos, Norbell esbozo una mirada de malhumor y rencor.

-Me temo que si, sabemos perfectamente cual es ese lugar -declaró.

-¿Así?

-Si, ese lugar era el punto de rencuentro donde se reunen todos los criminales mas buscados de toda Trollia, es como un refugio para delincuentes, y ahora que lo habías quemado me temo que eso significa que os pondran una recompensa.

-¿Una recompensa?

-Cuando alguien ataca a ese grupo de ladrones, se les impone una recompensa por su captura, y eso suele atraer a bastantes cazadores de recompensas que seguramente os capturaran con tal de obtener algún beneficio. Y como vosotros habeís provocado la muerte de uno y quemado su bar, vuestra recompensa serà grande -argumentó confesandoles que habían cometido un terrible error del que tendrían que arrepentirse.

Ambos se miraron boquiabiertos al descubrirlo.

-Pero fue un accidente.

-Para ellos les da igual si es un accidente o no, vosotros al estar aqui nos habeís expuesto, seguramente mañana o dentro de una semana alguien seguira el rastro de ese carro y vendra a por nosotros. Y quizas nos interrogara obligandonos a confesar que os hemos ayudado, la mayoría de esos cazarrecompensas no suelen ser unos santos -comento hacíendoles ver que les pusieron malintencionadamente en peligro.

Se llevaron las manos al ver que peor no podía ponerse la situación.

-Sera mejor que os marcheís -ordenó levantandose de la silla.

-¿Que nos marchemos?

-Así es, no quiero veros mas por aqui -exigió dandoles la espalda.

-Pero Norbell -le replicó Norbell.

-No Molna, no me eches los peros de siempre, lo tengo ya decidido -le reprocho sin apenas dirigirle la mirada, luego se cruzo de brazos.

-Disculpenos señor Norbell, pero no podemos irnos, esta lloviendo y tenemos a esa joven desnutrida que apenas se esta recuperando, denle unas horas para que descanse -exigió suplicantemente Ephraim queriendo que lo reconsiderase.

-No quiero saber nada de esa joven ni de vosotros, quiero que en media hora os marcheís -rechazó negandose a dejar que se quedasen, lo tenía tan bien decidido que no le importaba para nada lo que les ocurriese.

Gorkit dirigió la mirada a su tio esperando que le siguiese insistiendo, pero Ephraim ya se conocía este tipo de comportamientos y sabía bien que era imposible tratar con alguien cuya actitud era tan pesimista que no cambiaria de opinion por nada.

De pronto escucharon un grito que les alarmó, venía del piso de arriba.

-La chica -dijo Gorkit reconociendo de quien era esa voz.

Subieron corriendo apuradamente por las escaleras hasta llegar a la habitación donde la dejaron descansando, se metieron y observaron que la chica estaba meneando la cabeza de un lado para otro mientras tironeaba de las sabanas de la cama.

Ephraim se tiro encima de ella y la agarro impidiendo que se siguiese moviendo como lo hacía, le sujeto los brazos y le fue silbando para que se tranquilizara.

-Calma, calma, ya paso todo, ya paso todo -dijo calmandola.

Lentamente la chica empezo a calmarse, abrió los ojos y se puso a llorar desconsolada como si hubiese visto algo que la aterro y la dejo mal.

La pareja se metió observando atonitos junto con Gorkit lo que sucedía.

-¿Que le ha pasado? -preguntó Molna.

-No lo se, parecía estar luchando con alguien en sueños -comentó sin tener una idea clara de lo que le sucedía-. ¿Has tenido una pesadilla?

Abrió apenas los ojos y meneo afirmando con la cabeza.

-¿Era con los hombres que te raptaron?

Volvió a afirmar con la cabeza.

-No te preocupes, esos hombres ya no estan aqui, estas a salvo -la consoló pasandole la mano por encima de la cara para quitarle las lagrimas que le caían de los ojos.

Los tres quedaron desconsolados al ver eso.

Norbell se dio la vuelta y se marcho alejandose de la habitación, Gorkit le miro sin entender porque se iba, quería seguirle pero no pudo evitar fijarse en que su tio parecía conseguir tranquilizar a la muchacha de nuevo. La durmió de vuelta, le acomodo la almohada para que apoyara suavemente la cabeza encima, y la tapo bien para que no sintiera frio algúno, luego se levanto marchando hacía ellos.

-Ha sufrido demasíado, necesitara mas ayuda -opino honestamente.

Ambos lo comprendieron a la perfección, pero quedaba el problema de que Norbell les ordeno que se marchasen sin importarle siquiera su estado. Salieron de la habitación y se encontraron con él estando de vuelta de espaldas con los brazos cruzados.

A Ephraim se le agoto la paciencia con este asunto, marcho hacía él con una expresión firme y le dijo de toda sinceridad.

-Señor Norbell, se que no soy el mas indicado para decir esto, pero tiene que entender que esa joven ha sufrido por culpa de hombres mas malos que nosotros. No le pedimos que nos trate como a iguales, pero me gustaría que por lo menos tuviera la bondad de reconsiderar que si nos largamos ahora, esta joven sufrira algo mucho peor que por lo que estaba pasando ahora, ¿lo entiende? -le explíco razónando con una actitud firme y estricta como para que comprendiera las circunstancias.

Parecía que se iba a negar a hablarles, pero entonces les dijo:

-Podeís quedaros esta noche, pero mañana a primera hora os marchaís, ¿de acuerdo? -acordó permitiendoles la alternativa de quedarse.

Ambos se quedaron asombrados ya que no se esperaban que al final de cambiasen de opinion tan pronto, pero por lo que vio ahí dentro con la muchacha, ambos debieron de asumir que seguramente eso le provoco algo de compasión.

-Muchas gracias señor -le agradeció cordialmente Ephraim.

..

Horas mas tarde, el cielo se oscureció de golpe y llovia a cantaros, se sentía el agua golpeteando las paredes de toda la casa como si pretendieran romperla para mojar todo mueble y demas contenido que almacenasen ahí.

La pareja de granjeros les había permitido alojarse en una habitación de invitados que tenían en el piso de arriba, muy cerca de la otra donde dejaron a la muchacha elfa, así que si en algún momento le volvía a suceder lo de antes, ellos vendrían corriendo a ayudarla y consolarla por lo mal que estuviera.

Ephraim se puso a mirar la tormenta, podía ver los rayos resplandeciendo en el cielo y la lluvia mojando el jardin de afuera, era cautivador ver eso ya que le hacía acordar a sus viejas epocas en donde se divertía con la lluvia mojandolo todo, pero ahora se encontraba preocupado por otra cosa, no por la tormenta, sino por el hecho de creer que tarde o temprano un cazarecompensas vendría en cualquier momento y los mataría a ambos, y quizas acabase capturando de nuevo a la joven elfa.

No podía permitir eso, no ahora que tenía a su sobrino consigo.

-No lo entiendo -soltó Gorkit.

Volteo su mirada hacía su sobrino que se encontraba acostado en la cama derecha.

-Porque Norbell nos quería echar de aqui, ¿acaso no entendía que teníamos a una joven de otra especie que requería ayuda medica? -se cuestionó dudando sobre la declaracón del viejo de antes, era evidente que con lo joven que era no lo comprendía.

Asintio con un carraspeo y se separo de la ventana marchando hacía el espejo que se encontraba apoyado sobre la pared del frente de la habitación.

-Lo entiende Gorkit, es solo que tiene miedo -le comentó.

-¿Miedo de qué?

-Miedo a morir, a perderlo todo, hace diez años su hijo se marcho creyendo las ideologias de Kaos, y desde entonces lleva años sintiendo remordimientos de creer que él mismo tuvo la culpa que se marchara. Y ahora que nosotros estamos aqui, no quiere volver a cometer ningún error que le afecte a él o a su mujer -argumentó mientras se veía reflejado en el espejo y se imaginaba lo que sería estar en la piel de Norbell.

-Pero si nosotros no hemos hecho nada.

-En realidad si que hemos hecho algo, venir aqui después de haber quemado un bar lleno de delincuentes troll, eso para muchos nos hace ver como parias.

-¿Parias? -cuestionó esa mención.

-Si, sin darnos cuenta nos acabamos de convertir en ese tipo de gente con la que nadie quiere estar porque la violencia nos acompaña vayamos adonde vayamos -se separó del espejo y se sento en su respectiva cama al lado de Gorkit.

Gorkit asintio nervioso al reconsiderar esa cuestión.

-Increible, hemos huido de Trollia Central para cometer esta mision, y ahora tenemos la urgencia de llegar a nuestro hogar sin que nos capturen por este insulso crimen que hemos cometido porque estabamos haciendo lo correcto -argumentó sonsacando la gravedad del asunto de una forma subjetiva.

-¿Y como no? Somos trolls, somos incapaces de hacer algo correcto.

-¿Pero porqué? ¿Acaso somos así como especie?

-No, es este mundo lo que ha hecho que seamos así, desde que Malefor casi entoxico a nuestra especie, no hemos hecho otra cosa que juzgarnos por lo que somos, como unas bestias feuchas y desagradables, y como somos incapaces de tolerarlo, tenemos el gravisimo problema de obligar a la gente a que no nos vean así. Llevamos cometiendo los mismos errores una y otra vez y no aprendemos nunca, y ahora que Kaos esta al mando, lo vamos a hacer de nuevo, pero peor -mencionó demostrando que toda la raza de los trolls habia pasado por un ciclo que seguia continuando y no mejoraba.

Gorkit asintió insatisfecho con esa conclusió, aunque era cierta.

-Tio Ephraim, ¿sabes una cosa que he pensado?

-¿En qué? -le dirigió una mirada de interes.

-En que quiero que los guerreros de Eon salven a este mundo.

-¿Guerreros de Eon? -frunció el ceño extrañado.

-¿No lo sabes? Existe un ultimo Maestro del Portal que ha reunido a un grupo de seres para acabar con el ejercito de Kaos.

-¿En serio?

-¿No lo has oído?

-En casa siempre llegan muy pocas noticias, a menos que se trate de una guerra.

-Pues resulta que hace unos meses Kaos mando a una flota de trolls a acabar con ese supuesto Maestro del Portal, ningúno de ellos regreso, nos dijeron que todos murieron en un enfrentamiento en el que no quedo ningúno con vida.

-¿Pero entonces si ese Maestro del Portal esta muerto como van a acabar con el ejercito de Kaos? -cuestionó ese argumento.

-Dicen que los mataron, pero yo dudo de que no, creo que aún siguen ahí fuera al otro lado del mundo extendiendo la noticia de que nos venceran.

-¿Como puedes estar tan contento de eso?

-Piensalo bien, ¿que es mejor?, ¿que toda nuestra especie asesine a cientos de otras razas, o que venga un grupo y acabe con Kaos de un solo golpe? -objetó especificandole todas las alternativas que tenían para deducir como finalizaria esta guerra.

Frunció el ceño intrigado ante esa cuestión, nunca antes se le había pasado por la cabeza la idea de que los trolls fuesen derrotados por otros seres, no es que estuviera de acuerdo en que su especie fuese diezmada, sino mas bien en dejar que un grupo les venciera para que así todos los equipos militares se rindiesen y así evitar que continuasen atacando otros pueblos en su afan de conquistar el mundo.

-¿Crees que esos guerreros lo conseguiran?

-Si lo consiguen yo quiero estar con ellos.

-¿De verdad?

-Si, bueno... no digo de enfrentarme a ellos, pero quiero ayudarles en algo, quiero demostrar que los trolls tenemos habilidades mas prodigiosas que las de matar y asesinar por pura diversión, quiero que vean que somos mas de lo que piensan.

-¿Y estarías feliz con ello?

-Si, pero estaría mucho mas feliz viajando por los mares.

-¿Sigues todavía pensando en tu sueño verdad?

-No he dejado de pensar en ello, lo sigo teniendo pendiente todavía.

Sonrió alegrado de ver que seguia creyendo en esos sueños desde que era niño.

-Podría hacerlo, pero... no me siento capaz de hacerlo ahora que estamos en guerra.

-¿Y eso es lo uníco que te impide hacerlo? -le replicó.

-¿Que quieres decir?

Se levanto y se sento a su lado mirandole con una expresión amistosa.

-Gorkit, ¿te conte una vez que también pensaba igual que tu?

-Pues te la contare -se acomodo bien en la cama y se dispuso a explicarle-. Yo cuando tenía unos años mayor que tu, tenía ganas de ser medico, pero por culpa de los trabajos forzados que me obligaba a cometer mi padre, jamas pude estudiar medicina como yo pretendía, estuve años intentando de buscar el modo de que me dejara permiso para hacerlo, pero él como era un alcoholico empedernido nunca me escuchaba, ni me hacía caso en lo mas minimo, hasta que un dia sucedió lo que paso.

-¿Que paso?

-De tanto beber le dio un infarto, mi madre y yo queríamos llevarlo a un hospital, pero como estaba lejos y viviamos en medio de ningúna parte, no nos quedo otra que atenderlo en casa y yo le salvara.

-Pero no habías estudiado medicina, ¿como ibas a hacer para ayudarlo?

-En realidad ya había leído bastantes cosas, no las suficientes, pero si lo necesario para resolver el problema en ese momento. Nos metimos en la casa, le acostamos en el suelo y me puse a practicar una maniobra que hacía que su corazon reaccionase y se despertase, le di con toda la voluntad del mundo hasta que al final de un solo golpe en el pecho logre que volviese a la vida.

-Increible -exclamó sorprendido.

Se rio del entusiasmo que le daba recordar eso.

-Salve a mi padre con las tecnicas que él no quería que supiese por puro capricho.

-¿Y después dejo que estudiases medicina?

-Obvio que me dejo, la bebida le había jugado una mala pasada, aprendió la lección y permitió que me marchara de casa y me pusiera a estudiar medicina. Y mirame ahora, me he convertido en el medico que quería hacer, cumplí mi sueño como tu también puedes cumplir el tuyo cuando tengas la oportunidad.

-Ya, pero tu eres medico, la gente necesita a los medicos porque son importantes, yo en cambió el mio es algo relativo porque no ayuda a nadie, lo hago todo por mi.

-Si, pero ten en cuenta esto Gorkit, no importa como sea el sueño, lo que importa es porque lo haces, si tanto quieres ir a navegar por el mundo, hazlo, no interesa que nos encontremos en malas circunstancias y eso implique que no podamos hacer lo que queremos, la gente como Kaos no controla nuestras decisiones, somos nosotros quienes manejamos nuestros logros, y tu debes pensar en ti mismo -le señalo justificadamente clavandole el dedo sobre su pecho.

-¿De mi mismo?

-Tu estabas enamorado de aquella chica, y no la pudiste conseguir.

-Y ahora ha fallecido -reconoció esa cuestión.

-Gorkit, llevas toda la vida sin cumplir con ningún objetivo, ella era uno, pero tuviste miedo y lo perdiste ¿de veras quieres cumplir este ahora?

-Si, lo quiero.

-Pues si tanto lo quieres lucha por ello, encuentra la manera de lograrlo, pero nunca te dejes llevar por el miedo de dudar que podría pasar, porque si no haces eso, te acabaras arrepintiendo toda tu vida como hiciste tiempo atrás -le aconsejó exigiendole con mas fiereza que antes lo que debía tener en cuenta.

Aquellas palabras se efectuaron sobre Gorkit, le hicieron darse de que se había pasado tanto tiempo temiendose de lo que podría ocurir, que ya se había olvidado lo que era vivir una vida sin tapujos, estaba harto de eso, quería tomar las decisiones por su propia cuenta sin creer que cometía errores como hacía constantemente.

-Lo hare tio Ephraim -dijo conforme con ese consejo.

Sonrió alegrado de ver que lo entendió, le acaricio la espalda.

-Bien -exclamó entusiasmado.

De pronto otro relampago les asusto.

-Me parece a mi que esta tormenta nos va a llenar la cabeza de pesadillas. Vayamos a la cama antes de que a la mañana nos despertamos con migraña -ordenó dispuesto a dormir con el motivo de querer olvidarse de todo.

Ambos se cambiaron la ropa y se pusíeron unos pijama viejos que la pareja les había dado ya que no los usaban desde hacía tiempo, les habían agradecido por ello. Extendieron las sabanas de la cama y se dispusieron a tirarse ahí, pero de pronto los dos sintie-ron un extraño ruido que el suelo temblase.

Quedaron atonitos ante ese repentino temblor.

-¿Has oído eso? -le preguntó a su tio.

-Si -volteó la mirada hacía el exterior.

-¿Que era?

-Sonaba como alguien corriendo.

-¿Quien podría estar corriendo a estas horas?

Se pusieron a pensar detenidamente ese hecho, sabían bien que la pareja de ancianos no podía ser porque eran viejos y seguramente ponerse a correr como un perro no les sintiera nada bien, y ellos estaban ahí mismo, entonces solamente quedaba alguien.

-¿Sera...

Carraspeo seriamente al hacerse una idea mental sobre esa conclusión.

Se acerco lentamente a la entrada sin causar mucho ruido, ya había notado que ese suelo crujia con cada paso que daban. Asomo la cabeza para ver que pasaba y no veía nada, estaba todo demasíado oscuro, volteo la mirada hacía atras observando que su sobrino le miraba asustado de lo que pudiera ver, le hizo señas con la cabeza para indicarle que iba a tener que hacer algo mas que asomar la cabeza.

Salió de la habitación y se puso a mirar a los alrededores, seguia sin ver nada pero por lo menos había una claridad de luz lo suficientemente alta como para percibir que había unas huellas de pisadas esparcidas por todo el pasillo, se giro observando que provenían del otro lado, en la habitación donde se encontraba la muchacha.

Marcho había la habitación dispuesto a asegurarse de que estuviera dormida.

La abrió lentamente y observo lo que se esperaba, no estaba, veía la cama con las sabanas estiradas hacía atras como si hubiese salido de ellas.

Volteo la mirada observando que Gorkit se junto detras suyo.

-No esta -le dijó.

-¿Adonde ha ido?

De pronto oyeron un sonido parecido al de un cristal rompiendose.

-¿Habra sido ella?

-Tiene que serlo -dijo amargamente, estaba tan agobiado con esta situación que no tenía ganas de saber lo que la muchacha estuviese haciendo ahora.

Bajaron las escaleras lentamente ya que los propios escalones crujian mas que el suelo, se sentía como estar pisando una colcha hecha de cereales de trigo, Ephraim le hizo el gesto de que se silenciara ya que ahora necesitaban ser muy discretos y no producir ningún ruido, quería entender que sucedía ahí abajo.

Llegaron al salón y no vieron nada que se moviera, estaba todo demasiado callado, Ephraim miro al frente observando que la puerta parecía estar abierta, se podía ver un pequeño destello que venía del exterior.

Rapídamente asumió que se largo de la casa.

Se dispuso a salir apuradamente pero entonces piso algo que le hirió.

-¡Ah! -grito cayendo estrepitosamente de espaldas al suelo.

-Tio, ¿estas bien? -le pregunto Gorkit arrodillandose a su lado.

-Me duele el pie -comentó quejandose.

Le miro el pie descubriendo que tenía clavado un trozo de cristal, sangraba. Se puso a tocar el lugar donde piso y noto que habían mas trozos de cristales esparcidos por toda el area de la entrada, como puesto aproposito para que alguien los pisara y le hiriera.

Ambos se miraron deduciendo la misma conclusión.

-¿Lo habría hecho ella?

Ayudo a su tio a levantarse y se dispuso a sentarlo en un rincón, pero este se nego.

-Hay que encontrarla -insistió queriendo salir de la casa.

-Pero tio, estas herido.

-Me da igual, solo es un rasguño, no es grave, ¡venga vamos! -ordeno señalandole la puerta para que le ayudara a abrirla del todo.

Dieron la vuelta al area esparcida de cristales y se pusieron en un costado lo suficientemente limpio como para abrir la puerta y salir al exterior.

Salieron y ambos les alcanzaron la lluvia, una lluvia tempestuosa que los mojo al instante como si fuesen plantas regadas por una regadera gigante. Ephraim alzo la vista intentando de ver si encontraba por algúna parte a la muchacha, pero era tan oscuro y la lluvia le golpeaba la cara, que era imposible ver lo que hubiese delante suyo.

-¿La vez? -le preguntó a Gorkit.

-No, seguro que debe estar aún dentro todavía.

-Imposible, ¿como explicas esos cristales alrededor de la puerta?

-La puerta se abrió mal y el viento rompió algo que hubiese en un rincón.

-Lo dudo mucho, ¿recuerdas haber visto algún objeto de cristal cerca de la entrada?

Se puso a pensar detenidamente en esa cuestión.

-Pues no lo recuerdo, apenas me fije en como era toda la casa.

-Pues yo si, y se que a pesar de que el viento hubiese abierto la puerta y tirase algo de ahí, los restos no estarían esparcidos alrededor de la propia puerta -argumentó demostrando que con lo listo que era llego a una rapída conclusión obvia-. Esto lo ha hecho ella, aproposito para que alguien se lastima y no salga.

-¿Y para que haría eso? -criticó reprochadamente.

A eso fue algo para lo que Ephraim no tuvo respuesta algúna.

De pronto escucharon otro sonido que les asusto, y no era de un relampago.

Voltearon las miradas al establo, se escuchaba el sonido de las gallinas graznando y los caballos vociferando salvajamente. Ambos se miraron preocupados de creer la posibilidad de que ahora ella se hubiese metido ahí.

Marcharon a averiguarlo y se encontraron con que la puerta estaba abierta, se metieron lentamente sin provocar ningún ruido, fueron caminando y observaron que los caballos muy pegados a la pared del fondo de sus respectivas cuadras, como si tuviesen miedo de algo que se encontrase ahí.

Escucharon un sonido fulgurante que venía del otro lado del establo.

Anduvieron con sumo cuidado ya que no querían asustar a lo que fuera que hubiese ahí, Ephraim se puso delante y saco el escalpelo que ya había usado ayer en el bar, se lo había llevado consigo por cualquier motivo de defenderse de algo cercano, ahora le gustaba usarlo ya que le sirvió de mucha ayuda.

Giro en un rincón y observo que había un individuo arrodillado contra el suelo, hacía unos ruidos inintengibles. Se puso delante de aquel ser y ahí entonces descubrió que se trataba de la muchacha, pero hacía algo que no era normal.

En una mano tenía cogida una hoz y con la otra se ponía a arrancar los organos de lo que parecía ser una gallina muerta a la que le abrió para comersela salvajemente.

Quedo tan horrorizado al ver eso que se le cayo el escalpelo de la mano.

El sonido que hizo al caerse contra el suelo la alarmó, se giro dirigiendo la mirada hacía Ephraim revelando que tenía toda la boca llena de sangre y con plumas envueltas alrededor de su cara, trago un trozo que aún seguia comiendo.

-Tio, ¿que pasa? -preguntó Gorkit surgiendo al lado suyo.

Miro la expresión adoninada de su tio y supo reconocer que algo malo pasaba, se giro observando lo mismo que él, se llevo las manos a la cara mientras se le revolvía el estomago, verla a ella devorando la gallina era lo mas asqueroso que vio nunca.

La muchacha parecía darle igual y siguio comiendose el resto de los organos.

-Pero no lo entiendo, ¿porque se la esta comiendo? -criticó Gorkit sin entender el motivo por el cual le dio este ataque de canibalismo.

-No lo se, pero te digo una cosa Gorkit, tenemos que sacarla de aqui antes de que el viejo Norbell se entere de lo que ha hecho ella -le avisó procuradamente Ephraim sabiendo que si el viejo la veía, se le irian las ganas de tenerlos hospedados en casa.

No parecía gustarle la idea, pero comprendió porque lo decía.

-Vale -acepto.

Ambos cogieron a la muchacha de los hombros, la levantaron sin que esta se resistiese, Ephraim le cogió la hoz y la tiro a un lado, luego recogió su escalpelo metiendoselo en uno de los bolsillos del pijama. Le llevaron arrastrando por donde vinieron pero se fijaron en que había alguien esperandoles.

Delante suyo se encontraba el viejo Norbell apuntandoles con su ballesta.

Ephraim asintio mosqueado al ver que se enteró demasíado pronto.

-¿Que es lo que habeís hecho? -preguntó amenazadoramente.

-Norbell, podemos explicartelo -se dispuso a explicarselo.

-¿El qué? Que esa niña se esta comiendo a una de mis gallinas.

Miro a la muchacha pasandose la lengua por encima de su boca ensangrentada.

-Os he invitado a mi casa, os he dejado que os quedaseís a pasar la noche, y así es como me lo recompensaís, dejando que ese monstruo se coma lo que es mio.

Aquello cambió la actitud de la elfa, puso una cara de malhumor.

-Esta vez no os dare una nueva oportunidad, os largaís de aqui ahora mismo.

-Señor Norbell, si nos dejase... -imploró Gorkit.

Apuntó su arma hacía él.

-No, para -protesto Ephraim viendo lo que estaba apunto de hacer.

-Una cosa sospechosa mas, y juro que le disparo a tu sobrino -avisó seriamente.

-No le mates.

-No pienso matarlo, tu eres medico, encontraras la manera de curarle donde le dé.

La elfa empezo a gemir malhumoradamente, sus amenazas la estaban enfadando, se notaba que planeaba dirigirse hacía él con actitud hostil.

Gorkit le miró y supe saber bien que tenían que parar esto como sea.

-Norbell, dejame que te lo explique, no sabíamos lo que haría, apenas sabemos nada de donde viene o siquiera como se llama, la tenían apresada.

-¿Apresada? ¿Por un traficante?

-Si, tal y como te lo dije antes.

-Entonces dime una cosa: ¿Como se yo que no sois vosotros los que la capturasteis?

-¿Que? -exclamó indeciso ante esa acusación.

-¿Como se que no me estaís mintiendo y resulta que vosotros dos secuestrasteis a e-sa chica y os estaís haciendo pasar por unos salvadores?

-Nosotros no la secuestramos, la salvamos del hombre que la apresaba, ¿acaso no entendiste nada de lo que te conte?

-Como si fuera a creermelo, dame una razón para creerte -exigió queriendo que le demostrase su inocencia como fuera.

Se puso a pensar en cualquier cosa que le sirviera de utilidad para que le creyera, pero estaba tan tenso con esta situación que no se le venía ningúna cosa a la cabeza. No tenía nada en si que pudiese indicar algo bueno, a excepción de una cosa de la que dudaba mucho que le sirviese de útilidad, pero era la mejor idea que tenía hasta ahora.

-Me llevo a Gorkit de vuelta a su pueblo natal, para asistir a un funeral sobre una chica a la que él amo y recientemente ha fallecido -confesó revelandole el verdadero motivo por el cual hacían todo este recorrido.

Norbell abrió los ojos sorprendido ante esa confesión.

-¿Que? -bajo el arma de lo asombrado que estaba.

Gorkit quedo igual de sorprendido que él, tanto que se olvido de que la muchacha continuaba elevando su mal temperamento.

-Es la verdad Norbell, me fui de ahí para visitarle en Trollia Central, le conté lo que paso y accedió a que viniera conmigo para que asistiriera y tuviese un momento para hablar con la familia. Y este viaje nos ha costado encontrarnos a esa muchacha, ahora es nuestra obligación llevarla con nosotros y mantenerla a salvo.

Aquello hizo que Norbell dudase de sus intenciones, se olvido por completo de que los odiaba y empezo a comparar su situación sobre la ida de su hijo con la perdida de aquella chica que había fallecido, los dos tenían el mismo exacto problema, perdieron a alguien y ahora estaban lidiando con la culpa.

-¿Lo entiendes ahora Norbell? -le preguntó asumiendo que ahora le comprendería.

Se avergonzaba tanto de esto que soltó una pequeña lagrimilla de su ojo.

-Yo habría dado todo por estar de vuelta con él, absolutamente todo -dijo compadeciendose por ellos al ver que estaban haciendo lo que él no pudo hacer antes.

Ephraim sonrió aliviado de ver que eso pareció calmarlo del todo.

-Norbell -escucharon una voz conocida.

Voltearon sus miradas al otro lado observando que Molna estaba entrando.

-Molna, no entres aqui -le ordenó estrictamente, no quería que viera las gallinas.

-¿Porque? ¿Que pasa? -no le hizo y siguió andando.

-¡Que no vengas!

Su grito enfureció aún mas a la muchacha y eso hizo que se quitase de encima a Gorkit, salto encima de Norbell tirandole forzosamente contra el suelo.

-¡No! -grito Ephraim aterrado al ver lo que hacía.

La elfa se tiro encima de él y se puso a estrangularle en el cuello, los ojos de Norbell se volvieron rojos debido a la fuerza con la que le estrangulaba, la muchacha continuo apretando aún mas mientras mostraba una expresión de puro odio en su mirada.

-¿Que estas haciendo? ¡Sueltale! -ordeno Ephraim tratando de separarla de él.

Le cogió del hombro pero ella reaccionó golpeandole con la palma de la mano, cayo al suelo, se toco la cara y comprobo que estaba sangrando, le había hecho un rajón enorme alrededor de la mejilla izquierda.

-¡No Norbell! -gritó suplicante Molna observando como su marido estaba siendo atacado de aquella forma tan salvaje, cayo sollozando de rodillas contra el suelo.

Gorkit estaba tan sorprendido que no sabía que hacer, estaba petrificado.

-¡Gorkit! -le gritó su tio señalandole-. Cogelo.

Volteo su cabeza hacía donde le señalaba su tio, observo que se refería a la ballesta de Norbell que se le había caído y estaba a unos metros de él.

Comprendió y marcho a cogerla.

Norbell estaba tan desesperado por querer zafarse de esto que levanto la uníca mano que podía, la alzo y se puso a tocarle la cara a la elfa, intento de apretarsela pero ella le mordía los dedos. Cabreado y asqueado, se la volvió a agarrar pero esta vez clavando uno de sus dedos sobre su ojo, se lo apreto tanto que empezo a gritar a gruñidos como si fuese un animal salvaje al que le hubiesen herido gravemente.

Gorkit cogió la ballesta y apunto hacía ella.

-¡Sueltale! -le ordenó amenazadoramente.

La elfa se detuvo mirandole con una expresión inquisitiva.

-¡Apartate de él! -movió la ballesta hacía donde quería que se quedara.

Pareció calmarse y levanto las manos soltandole el cuello a Norbell, pero este aprovecho y le propino una fuerte patada en la pierna que la tiro al suelo.

-¡No! -gritó sorprendido al ver lo que hizo.

Norbell se tiro encima de ella y le cogió el cuello estrangulandola de la misma forma que ella lo estaba haciendo con él, la elfa estaba que no podía respirar.

-¿Te gusta esto maldita elfa de las narices? -le reprochó contradiciendole.

Se puso a forcejear con él pero era imposible, se ahogaba mas rapído.

-Norbell, ¡sueltala! -le ordenó exhaltadamente.

-No, tiene que pagar por comerse a mis gallinas -apretó aún mas su cuello provocando que sus globos oculares empezaran a salir de sus orbitas.

-Norbell, sueltala o te disparo -le exigió Gorkit apuntandole con su ballesta.

No le escuchó, siguió asfixiandola como si no le importase otra cosa.

Molna se puso a su lado y le empezo a decir:

-Cariño, dejala en paz, mira lo que le estas haciendo, mira en quien te estas convirtiendo -le suplicó queriendo que reconsiderara esta acción suya-. Piensa en lo que nuestro hijo pensaría de ti ahora.

Reaccionó entristecidamente y la soltó, la elfa se puso a respirar profundamente, se notaba que había perdido un montón de oxigeno tras estar ahogandola de esa manera. Ephraim se acercó y la aparto de encima de él, la sujeto y le ayudo a que recobrara el aire con normalidad, no quería que ahora se ahogara con el aire de sus pulmones.

-Norbell -se acerco Molna mirandole compasivamente.

Quedo rigido como si no pensase en otra cosa.

-No se lo que he hecho, no me siento yo mismo, yo... -se avergonzo tanto que se puso a llorar desconsoladamente.

Se tiro encima de su mujer y le abrazo permitiendole liberar toda su tristeza.

-Lo siento mucho -se disculpó mientras llovia a cantaros, verdaderamente se avergonzaba por haber actuado de esa manera tan frivola y violenta-. Pero es que le echo de menos, y no se que hacer conmigo mismo.

Ephraim y Gorkit se miraron entristecidos también, pero no por las lagrimas de Norbell, sino por reconocer que toda esta situación les había sacado lo peor de ellos mismos. Desde que iniciaron este viaje lo uníco que lograron fue cometer una serie de actos violentos que les transformaron en la misma gente que ellos les despreciaban por ser de donde eran, también se sentían avergonzados en lo mas hondo de su ser.

Se dirigieron hacía la pareja y les dijeron:

-Norbell -les llamo Ephraim.

Voltearon sus miradas hacía ellos, Norbell se seco las lagrimas y les miro fijamente.

-Lamento mucho todo esto, ha sido un error, no podemos pagarte por lo de esa gallina, pero al menos te brindaremos la opción de que nos vayamos con ella y de prometerte de que no volveremos mas por aqui -argumentó disculpandose con él por haber creado todo este conflicto tan infortuito y detestable.

Miro a Gorkit y asintió con la cabeza estando de acuerdo.

Norbell dirigió la mirada a su mujer esperando saber si ella estaría de acuerdo con esta alternativa, puso una cara compasiva como de lastima que indicaba que no estaba muy contenta con esto, lo cual se notaba ya que antes hizo lo mismo. Norbell dudo por su cara, asintió resentido y entonces dijo:

-No -respondió.

-¿No?

-He cometido muchos errores en mi vida, no cometere el mismo con vosotros dos, teneís razón. Esta muchacha necesita ayuda, podeís quedaros hasta mañana -comentó cambiando de idea ante sus exigencias.

Ambos se miraron aliviados de ver que no se iban a tener que ir por la fuerza.

-Deja que le ayudemos -pidió Ephraim.

Se juntaron y ayudaron al viejo Norbell a levantarse de pie de nuevo, lo llevaron de vuelta a la casa donde esperaron a que pasara el resto de la tormenta.